Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Durante el año 2014 se ha producido un hecho de gran relevancia: el precio del petróleo cayó
desde un precio pico anual de 107.64$ el barril WTI (el veinte de junio) hasta tocar suelo en
53.61$ el barril (veintinueve de diciembre). En términos absolutos, la caída fue de en torno a
54$ por barril, lo que en términos relativos supone una caída de más de un 50%.
Esta caída puede tener una serie de consecuencias sobre todos los agentes económicos
afectados por el precio del petróleo: sobre el ciudadano de a pie, por un menor precio de los
combustibles y del transporte; sobre los países exportadores, por una importante caída de los
ingresos originados por su venta; sobre las empresas productoras, por una gran reducción de
los márgenes de precios a los que operan. Y también puede tener un gran efecto
macroeconómico, que no es otro que una presión deflacionista por los menores costes de
producción que pueden repercutir en mercados competitivos en una caída general de los
precios.
El Objetivo general en este trabajo se tratará de analizar cuáles han sido los factores
determinantes en la caída del precio del crudo tanto por el daño ambiental causado por el
fracking. Por el lado de la oferta analizaremos los cambios en la producción de barriles diarios
de los tres principales componentes de la oferta encontrados en los últimos años: el fracking,
la OPEP y otros productores de petróleo convencional.
Para ello, se compararán los datos de impacto del fracking, en busca de aumentos que puedan
ser suficientemente significativos para poder explicar los cambios en el precio.
El objetivo de este trabajo lo podemos dividir en dos partes principales y bien diferenciadas:
Que el precio del barril de petróleo bajara de los 80 dólares hubiese sido impensado cuando
hace un año los precios del crudo rozaban los 120 dólares y se hablaba de una crisis alcista
que, probablemente, no tendría punto de retorno.
Otro motivo que explica el descenso del valor del crudo, tiene que ver con la progresiva
autonomía que Estados Unidos está alcanzando en el abastecimiento de este hidrocarburo, lo
que lleva a algunos analistas a plantear que el país del norte podría alcanzar en el mediano
plazo el autoabastecimiento total de este recurso, prescindiendo del petróleo importado desde
Medio Oriente.
Por contrapartida, el más importante productor de crudo en el mundo, Arabia Saudita, está
llevando una decidida política de rebaja de los precios para contrarrestar el descenso de la
demanda, lo que se traduce en que el valor del petróleo se hunde aún más. Es decir, todos
están poniendo de su parte para que el mercado del “oro negro” siga mostrando índices rojos
para quienes dependen de este producto.
Sin embargo, hay un factor que está incidiendo en el comportamiento de los precios del
petróleo que es absolutamente novedoso en la ecuación que hasta hace un tiempo se debía
resolver para establecer los valores del crudo. Es la nueva técnica de extracción de
hidrocarburos no convencionales llamada fracking.
Estados Unidos es uno de los países que está llevando adelante con más fuerza estas
extracciones del llamado hidrocarburo no convencional, lo que explica la progresiva
autonomía energética que planteábamos antes que estaría alcanzando en la principal potencia.
Y para algunos especialistas, otro de los objetivos que Arabia Saudita busca con la rebaja de
precios, es desincentivar el uso del fracking para obtener combustible.
“Parte de la filosofía de la baja de precios en Arabia Saudita tiene que ver con desincentivar el
uso del fracking en Estados Unidos, que es el país que más explotaciones de este tipo tiene.
No obstante, creo que el resto del mundo seguirá sus pasos, de hecho, Argentina tiene una de
las reservas de shale gas más grandes del mundo sin explotar, pero no tengo dudas que
comenzarán a hacerlo para lograr la autonomía energética, al igual que el resto de los países
que ya tienen considerado utilizar este sistema”, señaló Joseph Ramos, economista de la
Universidad de Chile.
El académico, agrega que de expandirse el uso del fracking al resto del mundo, los precios del
petróleo podrían seguir en picada.
Las 5 causas del desplome del petróleo
2. Exceso de oferta de petróleo. Junto a la demanda timorata, es uno de los dos motivos
principales que explican la caída de valor del barril. La OPEP, consciente de la competencia
estadounidense, decidió en 2014 sacrificar el precio del crudo a cambio de mantener su cuota
de mercado. Ese exceso de oferta en el mercado pensaba los países del cártel, liderados por
Arabia Saudí hundiría los precios hasta un nivel insoportable para los productores del
fracking. Pero si bien es cierto que muchas plataformas de fracking han echado el cierre, el
aprendizaje tecnológico ha permitido a otras seguir adelante. Los árabes pensaban que por
debajo de 50 dólares (el precio que los expertos consideran como límite para que la
fracturación hidráulica sea rentable) tendrían la batalla ganada porque a ellos producir un
barril solo les cuesta 10 dólares. Pero de momento, no es así. Según la Asociación
Internacional de la Energía (AIE), la producción de petróleo de los países ajenos a la OPEP
solo cae en 0,6 millones de barriles diarios en 2016. Y el mercado sigue saturado. La oferta
sigue superando en 1,5 millones de barriles a la demanda, según los datos de esta
organización, y eso sigue tirando el barril a la baja hasta precios que, según diversos analistas,
podrían caer incluso hasta los 10 dólares. "Este juego no acabará hasta que Arabia Saudí
recupere la cuota de mercado perdida, en torno al 42% del conjunto de la OPEP en 2012",
vaticina Tomás García-Purriños, analista de MoraBanc AM.
3. Irán: más crudo en circulación. El mercado del petróleo tendrá en breve a un nuevo
jugador fuerte en el mercado. Uno que posee las cuartas mayores reservas de petróleo y las
segundas de gas. "Pondremos medio millón de barriles diarios adicionales en el mercado de
forma inminente", anunció hace unos días el viceministro iraní de petróleo, Amir Hossein
Zamaninia, tras decretarse el fin de las sanciones de Occidente por el cese de sus aspiraciones
nucleares. En 2012, antes de las sanciones, Irán exportaba 2,6 millones barriles diarios. Pero
durante los años de castigo internacional se redujeron a la mitad: 1,3 millones de barriles. Los
países asiáticos y europeos eran antes del bloqueo los principales clientes del crudo iraní.
España, por ejemplo, importaba 4.000 millones de euros anuales en petróleo del régimen de
los ayatolás, que se redujeron a solo 85 millones en 2013.
5. Las temperaturas han sido más altas de lo normal. Que el año pasado fuera el más
cálido en la Tierra desde que se tienen registros, también ha impactado sobre el precio del
petróleo. Y la tendencia se mantendrá en el futuro. "El planeta se sigue calentando y no hay
ningún cambio de rumbo global previsto a largo plazo", explicó la NASA la semana pasada
en su informe sobre el clima del planeta. Un planeta más cálido implica una menor necesidad
de hidrocarburos para calentarlo porque del petróleo se refina el gasoil, la materia más
utilizada para la calefacción. "El año ha sido especialmente cálido en períodos invernales, que
es cuando mayor demanda de gasóleo se produce", explicaba recientemente a este medio la
Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). De ahí, por ejemplo,
que la caída del precio del gasoil sea mayor que el de la gasolina en los mercados de
carburantes.
Matías Asún, Director de Greenpeace Chile, plantea que, si bien este gas de esquisto es menos
nocivo que, por ejemplo, el carbón, se estaría optando por el mal menor en materia de
contaminantes, por lo que aboga por un giro decidido hacia energías limpias que realmente
representen un cambio en las matrices energéticas de los países.
Similar opinión tiene el ambientalista Patricio Rodrigo, quien señala que las quemas de estos
combustibles provocan emisiones de carbono que influyen en el cambio climático y además
que el fracking agravaría los fenómenos sísmicos por estar jugando con la geología del
planeta.
Finalmente, los analistas proyectan que a largo plazo se puede producir el reemplazo del uso
del petróleo como fuente principal de combustible, lo que haría caer aún más los precios,
beneficiando a los países como Chile que debe exportar la mayor parte de sus recursos
energéticos.