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Cualidades del Orador

Sean cuales fueran las tareas específicas que el orador deba realizar en una disertación y
aunque muchas de ellas puedan parecer mecánicas o rutinarias, no puede pasarse por alto
la importancia de la posición que ocupa como comunicador social y/o líder de opinión.
Por ello, en el orador no sólo se valora la aptitud para el desempeño de
las funciones como expositor sino también la idoneidad a través de una serie de
cualidades que a nuestro entender debe poseer un orador de éxito y que a continuación
presentamos.
Cualidades Físicas: Estas cualidades tienen que ver con la apariencia personal del
orador, no involucra que sea hermoso o de físico impresionante.
Implica el cumplimiento de una serie de pautas sencillas que le permitan resaltar su
personalidad, de tal forma que constituya un conjunto armonioso y estético ante los ojos
de los demás.
El aseo personal
Es la limpieza, cuidado, compostura y buena disposición de nuestro cuerpo. Ello
transmite una agradable impresión a través del sentido visual y olfativo. El acicalamiento
en nuestro peinado, maquillaje y perfume permiten un buen acercamiento de los oyentes
hacía nosotros. El no bañarse o no cepillarse los dientes, a la larga van produciendo un
hedor insoportable o un aliento nada agradable que pondrá una barrera entre nosotros y
las personas con las que tratamos. Es recomendable el baño diario, el cambio de ropas
con la misma frecuencia, el corte de uñas y de cabello en forma periódica.
El vestido
Es la cubierta que nos ponemos en el cuerpo para abrigo o adorno. Involucra el conjunto
de piezas que sirven para cubrir nuestro cuerpo, pueden ser formales o informales según
la ocasión en la que tengamos que utilizarlo. Constituye la prenda exterior completa de
una persona y en el caso de los oradores constituye su uniforme de trabajo; esta vestimenta
debe ser la adecuada para cada reunión oratoria debiendo primar los principios de
elegancia, limpieza y una correcta combinación de prendas y/o colores. Recordemos que
el vestido resalta nuestra personalidad, formalidad y pulcritud.
La actitud mental positiva
Es la condición subjetiva de nuestra mente; ésta nos permite tener una actitud mental
positiva que nos impulsa a realizar lo anhelado o en su defecto, una actitud mental
negativa que sólo apunta a buscar excusas para no realizar lo deseado.
Estas actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros pensamientos ya que nuestras
acciones son el reflejo de ellos. Por ello, todo orador debe estar imbuido de actitud mental
positiva para realizar sus exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo; ello se logra
a través de la autosugestión y del correcto uso de las técnicas de respiración y de
relajamiento.
Gozar de buena salud física
Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza o fuerte dolor de vientre, no podrá realizar
con eficacia sus exposiciones, el dolor lacerante lo pondrá de mal humor o lo indispondrá
para sus tareas. Lo recomendable es que periódicamente se acuda al médico para un
chequeo general y evitar desagradables sorpresas. La labor un tanto estresante, conlleva
a padecer de una serie de dolencias que al no ser atendidas o al ser mal curadas, pueden
convertirse en crónicas y mortales. Se debe combinar una buena dieta con ejercicios
matutinos para evitar el sedentarismo y las enfermedades psicosomáticas.
Gozar de buena salud psíquica
La mente también se enferma y puede producir lamentables estados de distorsión de la
personalidad; paranoia, esquizofrenia y aún, psicopatía. Lógicamente una persona con
desbarajustes mentales no podrá realizar a satisfacción su labor como orador, casi siempre
tendrá problemas con sus superiores, compañeros de trabajo y más aún, con el público
oyente. Una visita al psicólogo o psiquiatra es recomendable, pues a diferencia de las
enfermedades físicas estas no se manifiestan pasivamente, sino a través de un accionar
desequilibrado que perjudica el buen desempeño del orador.
Cualidades Intelectuales
Estas cualidades están relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar;
implican un conjunto de características inherentes que todo orador debe desarrollar y
utilizar con eficacia. Estas cualidades propias de la actividad mental, están al alcance de
todos y sólo requieren de decisión para aplicarlas.
1 Memoria
El poder recordar nombres, rostros, situaciones y la ubicación exacta de documentos o
cosas, constituye un requisito indispensable en la labor del orador, ello le permite evocar
con facilidad, información que se necesita en lo inmediato. El llamar a las personas por
su nombre, luego de haberlos reconocido, constituye una muestra de especial deferencia
hacia el público con el que tratamos. Recordar la ubicación de documentos y cosas, nos
permite realizar las labores con mayor rapidez. La memoria se ejercita a través de
la observación minuciosa, la retención y la evocación.
2 Imaginación
Consiste en la facultad de reproducir mentalmente objetos ausentes; de crear y combinar
imágenes mentales de algo no percibido antes o inexistente. El término imaginación,
incluye dos características básicas: la renovación o "reexperimentación" de lo ya vivido
(memoria), y la creación de imágenes mentales que antes no existían (imaginación). Los
psicólogos distinguen entre imaginación pasiva, que recupera imágenes previamente
percibidas por los sentidos y la imaginación activa, constructiva o creativa, mediante la
cual la mente produce imágenes de sucesos o de objetos poco o nada relacionados.
3. Sensibilidad
Es la facultad de sentir física o moralmente los sentimientos de alegría, pena, dolor,
compasión y ternura. Es una cualidad propia de los seres humanos, pero no por ello todos
los tienen desarrollados en la misma medida. Existen algunos oradores que parecieran
insensibles al dolor ajeno, dan la impresión de no interesarles para nada los sentimientos
de sus congéneres.
A la larga, estas personas se hacen odiar y son publicamente vilipendiadas. En cambio,
un orador que demuestre sensibilidad en su trato y en sus acciones se ganará el cariño y
estima de las personas con las que trata.
4. Iniciativa
Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos lo diga,
ordene o motive. Involucra la acción de adelantarse a los demás en hablar u obrar, es una
cualidad personal que inclina a las personas a realizar acciones para alcanzar una ventaja
competitiva. En la mente de todo orador debe estar presente siempre la frase: «la iniciativa
es del interesado», si anhelamos lograr un objetivo, no podemos confiar sólo en la
voluntad divina o en la buena voluntad de las personas; sino que, como interesados,
debemos intervenir directamente para su concretización.
Cualidades Morales
La moral está relacionada a las costumbres y a las normas de conducta de una
determinada sociedad. Por extensión, podemos decir que es el conjunto de normas
de comportamiento que debe cumplir un orador, para que exista congruencia entre lo que
predica y hace, en el ejercicio de su labor profesional.
1. Honradez:
Es una cualidad que involucra un proceder recto y honesto de parte de un orador. Actuar
con honestidad significa, no apartarnos de los cánones morales establecidos por la
profesión ya que muchas veces suelen presentársenos oportunidades o propuestas nada
decentes, que bien podríamos aprovechar en beneficio nuestro. La falta de honradez
significa una falta moral hacia nuestra profesión y el desprestigio para nuestra persona.
Un orador que no sea honrado, poco tiempo durará en su trabajo, pues las exigencias de
su labor demandan de él, un proceder recto y honesto.
2. Puntualidad
Es la cualidad de hacer las cosas con prontitud, diligencia y a su debido tiempo. Es ser
exactos en hacer las cosas a su tiempo y de llegar a los sitios convenidos en la hora
establecida. Napoleón Bonaparte solía decir: la hora es la hora... cinco minutos antes de
la hora, no es la hora... cinco minutos después de la hora tampoco es la hora. y concluía
diciendo: puedo perder una batalla pero nunca un minuto; las batallas se recuperan, el
tiempo jamás La puntualidad es en esencia, una cualidad que todo orador debe practicar
e interiorizar en su subconsciente.
3. Sinceridad
Es el modo de expresarse libre de fingimiento y mentiras. Involucra hablar con veracidad
y sin doblez. En la boca del mentiroso todo se hace dudoso; en cambio, en los labios de
una persona sincera, todo es creíble y aceptado con confianza. Un orador debe ser sincero
tanto en lo que dice como en lo que hace; existen ocasiones en las que se ve al orador
fingiendo, descaradamente, estados de ánimos que no siente para tratar con personas o
públicos que no les agrada. Piensa que el fingimiento no se nota, pero es evidente y causa
serios problemas en la interrelación con nuestros semejantes.
4. Congruencia
Es la relación que existe entre el pensar y el actuar, relación que muchas veces no es
armoniosa, pues a menudo no hacemos lo que predicamos. Un orador puede manifestar
en una exposición empresarial, que los cigarrillos son dañinos para la salud y que por eso
no debemos fumar, pero al terminar su exposición, compra una cajetilla para fumarlos
delante de su sorprendido público.
Todo lo que decimos debe tener su contraparte en la acción, caso contrario corremos
el riesgo de caer en la demagogia o cháchara barata.
5 Lealtad
Es la cualidad de ser leal; es decir, convertirse en una persona incapaz de traicionar la
confianza depositada en uno, o ser incapaz de engañar a quien le ha brindado su
consideración. Se entiende por leal a la persona que pese a los graves problemas que se
suscitan, no abandona jamás al compañero, jefe o institución para la que trabaja. Dícese,
que la lealtad inspira la realización de acciones nobles, altruistas y hasta de sacrificio.
Más que una cualidad, es una virtud que todo orador debe practicar a diario como parte
de su comportamiento ético y moral.

BIBLIOGRAFIA

http://www.eumed.net/librosgratis/2007b/302/cualidades%20del%20orador%20frente%
20al%20publico.htm
Timbre de voz, exactitud del mensaje, la voz, los gestos,
movimientos.
Los gestos corporales
El lenguaje corporal es aquel sistema organizado de gestos, movimientos y posturas a
través del cual nos comunicamos en las interacciones personales. Cada parte del cuerpo
tiene sus propios movimientos y representaciones. El conjunto de todos estos
movimientos y representaciones constituyen el lenguaje corporal. Los gestos deben
descifrarse dentro del contexto y en su conjunto. Ante culturas diferentes, nos
encontramos con sistemas de gestos diferentes. Los gestos corporales se adquieren
socialmente. Las manos, los brazos, las piernas y la postura general son los elementos
que mayores expresiones corporales provocan. Algunos gestos corporales son:
 Frotarse los ojos, las orejas, la cara o la cabeza indica duda o falta de interés por el
mensaje, la relación o el interlocutor.
 Tocarse ligeramente la nariz expresa que nuestro interlocutor miente, duda o
rechaza algo.
 Durante la entrevista mostrar las palmas de la mano hacia arriba es una forma de
exhibir franqueza y honestidad.
 Frotarse las manos rápidamente manifiesta impaciencia.
 Hablar con la boca tapada por la mano indica que el emisor está mintiendo.
 Los brazos cruzados a la altura del pecho manifiestan una posición defensiva.
 Permanecer de pie hablando a una persona, que se encuentra sentada, advierte
superioridad y la intención de dominio sobre ésta.
 Bajarse las gafas y mirar por encima de ellas manifiesta incredulidad.
Las expresiones faciales
Las expresiones faciales vienen determinadas por los movimientos y los gestos de la cara.
La cara comunica especialmente las emociones. A diferencia de los gestos corporales, las
expresiones faciales son iguales en todas las culturas. Las tres principales áreas de la cara
que muestran las expresiones faciales son las cejas, los ojos y la parte inferior del rostro.
Las expresiones básicas son sorpresa, tristeza, felicidad y miedo.
 Sorpresa: las dos cejas elevadas y curvas con los párpados abiertos, mostrando el
blanco de los ojos y la boca ligeramente abierta.
 Tristeza: labios hacia abajo, ángulo interior de las cejas levantado y ángulos
interiores de los ojos hacia arriba.
 Felicidad: labios hacia arriba, mandíbula inferior caída y abierta sin tensión,
párpado inferior arrugado y patas de gallo hacia fuera.
 Miedo: cejas levantadas y juntas, párpado superior alzado, párpado inferior tenso
hacia abajo, ojos abiertos sin pestañear, boca abierta y labios rígidos.
El tono, la intensidad y el ritmo de la voz
La forma en que entendemos el significado de un mensaje está relacionada directamente
con el tono, la intensidad y el ritmo de la voz. De esta manera reconoceremos los
sentimientos y emociones de nuestro interlocutor. Una elevación del tono del emisor, una
pausa o alargar una palabra, son señales las cuales hacen reaccionar inmediatamente a las
células del cerebro para descodificar el mensaje. El tono, la intensidad y el ritmo son los
elementos principales que determinan las características de la voz.

El tono es el timbre de la voz con que nacemos. No se puede cambiar, pero sí fingir. El
tono puede ser formal o informal, alegre o serio.

Un tono de voz vacilante denota inseguridad, timidez y no dominar el tema sobre el cual
versa la comunicación. Por el contrario, una voz sin titubeos transmite seguridad en uno
mismo y autocontrol.

La intensidad de la voz equivale al volumen o fuerza con que se emite el sonido. La


intensidad transmite intimidad, suspense, sorpresa, impulso. Emplear un volumen alto da
la impresión de deseo de dominio. Sin embargo, utilizar un volumen bajo es interpretado
como timidez, inseguridad, poca capacidad de decisión o sumisión. Un incremento o
reducción repentina de la intensidad se utiliza para enfatizar los puntos clave del discurso.

El ritmo de la voz es el número de palabras por emisión de voz. Todo el mundo tiene su
ritmo para hablar y pensar. Un ritmo normal es de dos palabras por segundo. Algunos
ritmos son rápidos y enérgicos. Otros deliberados y lentos.

Las principales emociones que se pueden comunicar mediante las distintas características
de la voz son:
 Tristeza: un volumen bajo, un tono solemne con mayor profundidad de lo normal
y una intensidad pequeña.
 Alegría: un volumen alto, un tono más duro, una mayor intensidad y una notable
acentuación en la pronunciación de las palabras.
 Nerviosismo: tono medio-alto y velocidad rápida.
 Sorpresa: velocidad rápida, tono alto y acentuación pronunciada.

BIBLIOGRAFIA
http://www.escuchaactiva.com/cap07.htm

DISCURSO RETORICO
La retórica es un instrumento de poderosa comunicación persuasiva que nace por pura
necesidad social, jurídica y política. De lo primero que se ocuparon los habitantes de la
Antigua Grecia fue de conocer las circunstancias de su cultura para intentar sus
pretensiones ante la pérdida de los bienes que les habían sustraído los tiranos y pedir
justicia cuando cesaron. Todos los hombres se relacionan hablando, de forma verbal y no
verbal, y se socializan dentro de la cultura a la que pertenecen y en la sociedad que les ha
tocado vivir, y su posibilidad de relacionarse con otros hombres de otras costumbres o de
diferentes lenguas, radica en el conocimiento de su cultura. “La reflexión sobre la retórica
está unida históricamente a la atención a la comunicación lingüística entre los seres
humanos” (Albaladejo Mayordomo, 2003: 27). Cuando la retórica descubre la eficacia de
la persuasión, se ocupa de sistematizar, organizar, ordenar, analizar, argumentar, adornar
y estudiar todo aquello que le permite conducir a sus interlocutores hacia una finalidad
determinada. No inventa nada nuevo, simplemente hace uso de sus cualidades naturales,
de su inteligencia y de los procedimientos a su alcance para preparar adecuadamente los
fines de su comunicación. Sí descubre los beneficios de una buena argumentación y de
un estudio profundo de sus interlocutores o auditorio y, de ahí, sus tratados y su
organización bien estructurada en función de la eficacia pretendida. Se podría afirmar que
la retórica es la consecuencia lógica de la necesidad de comunicación del hombre y de los
beneficios obvios de una oportuna relación social.

BIBLIOGRAFIA

http://www.ensayistas.org/critica/retorica/ruiz/
LA DISERTACIÓN
La disertación es una modalidad propia de la expresión oral, que consiste en presentar un
tema, frente a un público, que puede o no, ser especializado en la materia sobre la cual te
referirás. La disertación, está basada en la exposición de información objetiva, por lo que,
las opiniones personales y subjetivas acerca de la temática abordada, quedan fuera de ella.
Por este motivo, es que predomina, en este tipo discursivo, la función del
lenguaje referencial. Para realizar una disertación, debes seguir, los siguientes pasos.
PASOS PREVIOS A LA DISERTACIÓN
Antes de presentar tu disertación, frente a un público, debes cumplir con los siguientes
puntos:
1. ELIGE UN TEMA Y SELECCIONA INFORMACIÓN ACERCA DE ÉL.
Para la selección del tema, es necesario, que pienses en tu público auditor, ya que es
importante que haya novedad, es decir, que tu selección resulte interesante y no algo, que
no logra motivar a tu destinatario. Luego, debes elegir la forma en la que lo abordarás.
Por ello, debes saber qué tan especializado será tu auditorio. Si es un público especialista,
deberás buscar información que tenga un alto grado de complejidad, omitiendo, hablar de
cosas básicas, relacionadas con el tema. El lenguaje que podrás utilizar en este caso, puede
ser técnico y elevado. Si, por el contrario, te encuentras frente a un público neófito en la
materia, deberás realizar una presentación simple, con un lenguaje que resulte
comprensible y claro para todos. Una vez que tengas claridad sobre estos dos puntos,
debes comenzar a investigar, prefiriendo siempre, fuentes fiables, que puedas encontrar
en libros o en internet.

2. ORGANIZA LA INFORMACIÓN
El segundo paso, consiste en organizar la información, es decir, decide sobre qué hablarás
primero y sobre qué, al cierre de tu presentación. Ordena tus ideas, mediante un mapa
conceptual que te sirva de orientación y, además, sepárala, en tres momentos que no deben
faltar:

 Una introducción; donde presentes tu tema.


 Un desarrollo; en el que expliques e informes lo que has recabado sobre el tema;
 Una conclusión o cierre; en la que te refieras a los principales alcances o
hallazgos que has logrado capturar, luego de tu investigación acerca de la
temática seleccionada.
3. ELABORACIÓN DE MATERIAL DE APOYO
Una Disertación resulta más atractiva y genera mayor atención del público, si tienes
material de apoyo, que complemente lo que estás expresando de forma oral. Recuerda
que una de las características principales de la oralidad, es justamente, su evanescencia,
es decir, su incapacidad para permanecer en el aire, una vez que has pronunciado las
palabras. Por este motivo, ayuda a la retención y concentración de tu auditorio,
preparando material de este tipo. Lo que te recomendamos es que elabores un Power
Point, con los puntos más relevantes de tu presentación y un esquema o resumen, en no
más de una página, que puedas entregar de forma individual, a cada participante. Con
respecto a la creación de un Power Point, recuerda que no debes escribir, todo lo que
dirás, sino, agregar, solamente, esquemas con las ideas fuerza de aquello que explicarás.

PASOS DE LA DISERTACIÓN
Cuando ya hayas organizado tu presentación, ha llegado el momento de presentarla al
público. Para ello, debes considerar los siguientes puntos:

1. NO DEBES LEER
La fuerza de tu presentación se concentra, en tu explicación oral y no, en la lectura de tus
apuntes o del libro del cual has extraído la información. El secreto está, en que tú
comprendas bien el tema y seas capaz de explicarlo con claridad al público, tal como
harías si le contaras a un amigo, una película que viste en el cine.

2. MODULA, TEN BUENA DICCIÓN Y UTILIZA UN VOLUMEN DE VOZ


ADECUADO.
Pronuncia bien las palabras y modula cuando las enuncies, a fin de que el público pueda
oír con claridad lo que estás exponiendo. Procura, utilizar un volumen de voz tal, que
permita a todos los asistentes escuchar tus ideas.

3. ELIMINA LAS MULETILLAS


Las muletillas son aquellas palabras que utilizas con regularidad, en medio de una
presentación y que no tienen ningún sentido o necesidad de estar ahí, haciendo que el
público se desconcentre y pierda interés en lo que estás presentando. Por ejemplo: eh,
bueno, ya, etc.
4. UTILIZA UN TONO DE VOZ VARIADO.
Haz de tu tono de voz, una herramienta para captar la atención y concentración del
público. Enfatiza con ella, lo que quieras destacar, sube el tono de voz en algunos
momentos, y luego, bájalo en otros.

5. GESTICULACIÓN
Utiliza los gestos, que puedes realizar con tu rostro, tus ojos y tus manos, para explicar y
enfatizar lo que desees en tu presentación. Mira al público y no, a una pared o hacia el
lado. Esto produce cercanía con el público y permite que aumente su interés en tu
presentación.

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