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En cnanto que esta es comp.

tendlda como un documento his-


.. Il, FUNDAMENTOS PARA- UNA TEORIA DE LA
EXPERIENCIA HERMENEUTICA
tórico, la critica blbllCll pone en pcl.lg:,:o su. p.tetc:nsión dogmá-
tica. En csto c:61:nlf.¡ la. radicalidad pcculiu deº la. Dwtn.dón
GADAMER, Hana-Georg (1900~2002) mode.ma &ente a todos loo otros mov.imiento1 füutmdos: en
Verdad y método (1960). que tiene que imponerse frente a la. sagr.ida Esccitun r ,u ln-
Salamanca: Editorial Sígueme, 1977. ~.tet:&ción dogmitlca '· Por eso el problema. hcancnéudco le
es patticlllarmente ce.o.b:al. Intenta comprcndcr·la tnd.ición co-.
Traducción de Ana Agud Aparicio y Rafael de ncc.tamentc, esto es, udonalmentc y fucta de todo pn:juiclo.
Agapito. · . Pero esto cn,:caña. u.na düicul.tad muy cspcdal. por el mero
(pp. 338-377; 383-396; 460-486)
9 hecho de que la fif11.ción pm e:scrito contiene en sJ inium u.a
¡nomento de autondad que tlcné siempre mucho peso. No es
La· historiéidad. de la comprensión fácil rea.llzu la, po:ubilidad de que lo escrito no $ea vctd:i.d.
Lo csctlto tiene la. estabilidad de ti.na. J:Cfccenci"-, es como ti.oa
como principio. h~r~enéuti~o pieza. de demostración. Hace falta. un. cµua:zo critico =y gran.
ac pm libetar.sc !~mjuicio gencmlliado 2. favor de lo e¡...
crito y dhitingulr. lén 2.qul, como ,en cu.alquw: ~ ó n
1. El cll:culo hermcn¿utico y el ¡,robleml\ de los prejuicios ota.l, lo que es opinión de lo ~ c1 verdad 1o. Aho.ca bien. la
tc:lJdencia. gcnc:i:aI de la. Ilustración es no deju va.la autoridad
(...). alguna. r dccldi:i:ló todo desde la. cátedra de 12. nzón. Tuopoco
la. t:tadición escrita, la. de la u.gr:a.d11. &critun., como Ja. de cual-
b) .Ltr dpm/,z~ió11 del pref1mio m la Il1nmzdÓIT quica; otra instancia histótlca, puede valer po.r s1 nwum., sino
que la. posibilidad de que la t.tadición sca-vu4?,d dcp<:nclc del
Siguímdo 2 lli. ta:ocla ilusa:ada de los prejuicios pncde m.- • crédíto que le concede la. ~ón. La· fuente última de la. auto-
llarsc la a.lguicnte dirisl6n b:uia,. de los mismos: m.y que dis- ridad no es ya la. tn.ditión cino la ruóa. Lo que está escrito
tinguir los prejuicios por J:C3pcto humano de los.prejuicios por no nccC3.ita ·ser ~cf. No.sotros podmunDll negu 2. saberlo·
prcápitación '· &ta división tiene su. fundamento en el o.r.igcn mcjOL. Esm es la ,m:Wma ~cra.l con 111. que la. Ilustración tno-
<ic los prejuicios :i:cspecto a l:u pcrsoms que los concitan. Lo dcim. se =tte.nt:I. p. la. tndicl.on r en virtua de fa C1lJI.! acaba ~
·~ que nos lnduge a error es bien: el respeto 1. otros. su autoridad, o !Jlistga convirti~ose en 1.nv~tig'ación hi11tórlot u. Convierte
bien la. prcci¡,itaci6n sita en n.o.o ~5.tno. El que la autoridad. sea t1. la. é:2didón en ~bjeto de ccltia,. Igual que lo hcc la ciencia
una fuente íle prcjuicloa coincide COJl el conocido postula.do =ttmú con los '*tlino.ctlos de Jo1 sentidos. Esto no tiene: por
de la Iliutetclón tal como lo fonitub. todavJa. Kant: te.o el w- • qué signifia.t q~ el «ptcjuiclo contta·los prejuicios)> se ll~ara.
lor de ºs,orvl:i:tc de tu propio e.ntcndímicnto •. Aunque la cit:&d9.
diviiión no se tdie:tll s6ló lll papel que desempeñan. los preju.i- . 9. La Hustrad6n :i.ntlgm cu:,o fruto fuo• la B.k:>$ofla gr:ieg,. y cup
cios e.o la comprca11ión de 101 rcxtos, sin embargo encuentm =nlfosb.i:l6a mb ~..da fue fa sofistica fue d,o un g&icro muy dh-
en el ir:nbito hcancn6it.lco $U =po. de apliClción prcfci:=tc. tioto y pcrmlti6 pot eso ~ un. ponsador como- Plo.t6n p¡ecliu con m.ito1
8.ln~6.lico1 cntxe la tDdid6n rcllgion y el oamloo dillléct.lco i:lel 6lniníar.
Pues la ccltica de.la. Ilwttación ce dirige en primer ]ugur con- Cf. B. Ftl1.llk, Phikuapl,Jrtl,, ErJ:11111/11ú 111rd n//8;;;.,. W ;J,rl,1i11 31 s, u1 como
tm la tradición rcliglosa del eristfan.ismo, la. sagrada lim.ltu:r:a. mi rcc,nd6n en Thcologischc Rund&chau (1950) 26()..26c,, y 1ob.cc todo
G. ~er, E/111/tl,J ,m,/ Ldtkiurbaft, 1951. · .
10. Uo lnim, ejemplo da ello ·es lo lcnlitlld .con qué ~e dcoamotó la.
7. Pratlmll<i1m1 ..,,.,t,,ritatlr II pr.tlpitr>túÍdt: As{ ya Chd,tlan 'rhom1slu1 1.uto.ddo.d de Is hlltrulogc,fla. •ntlgu ca la lnvcstlg,,i:lóa hbtóric:i. y el
en "'" ú,U."" d, p,-,,,lt,Ji<iJr (1M9-l690) y en &u Elnlt/11111, dtr Ver,,.,,. ~odo p:a.ul&tina como fueran lmponlfodosc 1.. UIT"5t:igadñn de uchl..-oa
fll,lrrt, Clip. 13, i 39-40. Cf. el articula en Walth, Pl,J/010pl,Jul,u Lsxik1J11, 7 da campa. Cf. pm: ·tjcmplo R. G. Colliopood. Dmlun. Bine Autob!o-
1726, 2,794 $, • •
gnphlb, ap. XI, q11c 1:r.12:1. un p:tfflclo onttc el ¡r!.o hsd& b. la...-<"Stig:,cióa
6. Al comlc~ de 1u anleulo «Bclntwortung dcr F.ngc: Wu ist
.Aufl<linulg]•,·1794 (aR.,pueUa "la p~eg~nl:l ¿Qu! es l•·l!ustrac.i6n7»
de él.t!lpo l '" ~olud6n b,coolaoa de la la.nstlg:adón de la no.tun.!eu.
·11, C lo dlcha mpr,, rcop•cto al Tr4f..Ú 1,aid,elt0-p.l//lro da Splnoza.
en I. X.-t, Pil•nfla J, la J,irlar/a, Bucnor Ai= í9~4, 58-68), ·

338 3.J!)
mo comecu.encia. una tendencia paradójica a la rcstauncit5n, esto Otro t::Uo de .invcndón ro.m.d.nt.i::..a es el qÚe �pQ.tece en el
·e¡, un.a tendencia a rcpo.ne.r Jo antiguo porque u lo a.ntigao, concepto del ,delurollo uatun.l de la ,oclePad.> t;;Uyo origen
11. volver eonsc.ientcrnente a lo iru:on.scicntt;. cte.� lo cual c.ut­ dehit!ta volvct a mstteuse.. En Man: apuece como \l1l3. espede
mina en el reconocimiento de nna sttbldw:Ja. mpcrio:r: en los de reliquia ÍUSJl2.tumllsta cuya Talidcz queda .restringida po.r su
propia tc0da .social y eci:w.ómica de la lucha. de cl.ascs 111• Cahda
p<tmn TI.!orador de i. llustmció.a. logm F.""""''""
tiempos oti�s dd mito. Y esm ln:vemón romiotla del
pcipcrow: pregunt:aue d e:ite concepto no se remonta a la de,ct.ipclón de
Rouueau de la soci�d antes de la div.bión dd tr..Jnjo y de la
el pres�to de la Ilustxadón, Ja opoolaón abstracta de mito
y =ón: Tnd< ctltie> a l• IIW1"""1ÓP ,egulr.l •hou. <I camio¡, intxodueción de la propiedad u. En á>do caso ya l'lat6n desen­
de esta :cecoiwctsi6n �ca. de la Ilu.stcaclóa.. La. <ACen.cla mascu:a el ilusionismo de cstu. tco.cla. dcl esta.do en la dC$Ctlp­
en la pcd'ectibllidad dé la :ta%d.o. .se convierte en la ctccncia
en la perfe¡;clón de la concicncfa «mitíc:u,, y se refkja ca. el e&­
U.do orlglm.rio ptlnli•o llllte:ciru: a la ca.Ida ea cl pecado del
de r.
ción lronk:l de un estado na:tnul que oftccc en d. tucc.t.libro
,e¡,iiblla. "·
De catas hwersione{' dd. .rC'.d:t:d1ltlcismo sal.e la. �tud de la
P""""'· dencia histruica del siglo ""'' que no mide ya el puado segñn
En fa. realidad el pttsnpu.cmt de la misterio!ll oscud.dad en los pab:one$ dd. ptcsco.tx;. Ct)JllO si é$tos fue.ta.o absolutos, smo
111 qu.e vrV'C wia coacicu.cla coiecti:n. mft:it:2 :urtctlot a todr.1 !JUC otorga a los tiempo$ puado$ su propio fflor y ca capaz
r
pe.nsar ea ta.o 2.hstttcto btn d.ognwieo como =1 de un cat:J(lo mcluso de rcconoc.cdes :ro supe:clorida d en cicrtm aspectos.
perfecto de ihatxaclón total o de sd,,:t 11b11óluto. La .sabnd.lda Las gmu&s obras del .mm2nticismo, el despenar a. Ja percep­
oti� no es mú: (JU.e la otn 011':l de la aestupldez od,gi­ ción de Jo.s pntncn>S tiempos., de la voz de lo.a pneblos en sus
� Toda cuncieucm mítica es w:nblén de.mpre un aber, canciones, lü colaxionea de cuentos y.lcycad.ul, d Qlitivo delos
y en cuanto que sabe de pod"""' divlnos c,tá p más .U. d<! usos to.ls antiguos> d descubrun.itnto de las len� como con­
siuiplc escxemcce.csc lllttc el poder (ti u qnc puede �onel'Se cepciones del mundo, el estudio de 11\ «religiOn y iilhiduda
tal cma en un estadio otlgim.d.c), pc:m bUnbUii lilM allá de um. de los indlom> todo esto �a.denó una .iavestigación his­
vida colectiva atc:mn.da cu tltualcs migkos (como se enc,.:u:;n­ tórica que fue co-mitd� poéo a poco., ¡saso A puo éSte in�
\.
tta por ejemplo en d. antl� oriente). La. cow:ien.cla mitica tuitivo despcttu en un conocimiento hi1t6.cim con d.ifflUlCÚl.
SAbe de t1 � y en este sabe, ya no está ent:ctlmcn:te fi>.cra de La. c;:o.ncx,ión de l,..·qwela Jwtórica con el romanticismo con­
s1 ml$llla. u. . ' .fimia ad que la rceupffl.ció.tt :r:ctnántic:a de lo originario ,e
& t:claci.dn con esto cs:t:á también el hecho de que la opo,­ a.si�ta ella. m1arna r.obrc el suelo de la Ihutmci6a. Li ciencia
siclón e.a.tre un autl!.ntico pemamle.a.tci m!tico y at1 pcasm.ilento .b½t6tlca d� ltIX � su ftttto � ��bctbfo. y ,1e �ende a sl
poético paeud.om!tioo ,ea w;¡a ilusión mmíntica mont:zd:ll iobre JJU$ma.�te corno reall.DClon de 'la Ilu.sttaetOO., como
un pi:ej�o de la-Uust:tllcióm. r:l de que el hacer poé,W::o,. ci:m::w d último paso en J,. ltbexación d<I esp.ltitu de am c,,dcnas dog•
em,ción de i. libre capaclo:wl de imaginar, no participa de J.t mátla.s,_ como. d paso · al c:.onodmic-oto objetivo del muwlo
. vln<Ul,,tlvidad tdlglon del tl/1fl,o,. E, J:,. vitj• polbnla enttc el histórico > � de ipliu: e.n. dignidad al conocitnico.to de la
poeta y el !ilósofo,. . que e,a.tn ahora e.a., su estadio modt:r110

�°'
!1átm:nlC21L de la ciencia modctna. . · ,
de fe CJl fa ciend.a.. Mion. -ya .DO r.e dice que los poetas xnicntc.a El que 11 actitud =táuradML del n>llWlticl>mo pu.dlua
mucho,. Wlo que D.i liqu.ier:a tiec.c:n por dccii la 'VU'da� unine a la tcu.dencia bkica de la. lluatrad.óu en la ttdidad. pro­
puesto que 1ólo pmd:ucco. nn cftctó estétim y sólQ pmte.i::u:len d.oti:vn de la,¡ cicPciu blst1!rlcas del osplcitu. tan tlÓlo """'"'"
estimulu a ttavé.,i: de las creadon,:is de m propk fant.as..la.

J4Q. 341 J42


2. Lo• ¡w:juiclo, a,mo condición de la romp=slón
&) IM,,;bl//1,t,W,, J, -.rldmJ J irdldlltt
Este es cl pun!<> del que ¡,ute el problema �utla,,
Po.x: eso hablar.nos � la dc.FCc:iaclón del CO!iCCptó de
prejuicio en la Ilwtmcló.o. Lo que bajo la ide.. de una aut\:>­
�n ab:soJota. de la. Pión BC pmsenm como· u.n ·p:fu..
juicio Jlcnlwlor !'ruma parte en vudad de la ml!dad hi,tórla.
.tnlsm:a.. Si � quíue hace:c Juatids. al modo de ser íü:uto e b1...
blllmcióa del concepto del prejuii:lo y "'"""°""'
tódco dd. hombxe es nccesuio lleva:c a Cáho nna dxútlca relua­
que airten
prcjtücias legltimo,� Con dlo se vw±n: forn:mlablc fa pregunta
c.ent:al de: una �tia. <JU:C 'tuiaa &cr ve:cdad.ér..wente
hlst6rlc,, ,u ,P.robl.ma. cpt.temoJógJCQ clove: ¿en 'lm! .puede
l=u:oe la legillaúilad de Jo, ¡,rojuicio,? ,En qué •• dlstioguen
·lo, pn,julclm leglturu,, de wdo, lo, lnnumenhles p;ejulclos
cuya �ón reprcsentA la· incues:cio.nahle tuca de toda DU:dn
ct!tica?
PU& �� • ate problema intcot2rano1 abo.ta de&­
a.aollae en {Ol'll¡a posltl.w. la t<ocla de h• p,,,)uldo, que la This-

343 344 34:,


Sin embargo, no lmy duda de que la VCJ:dadera consccuen~ ~orC11 de la llustrad6n europea: Descartes, Pese a todo él fundamento c:.s tambjl!.n aqul un acto de la libertad y h. ruó.o.,
de la Ilusttación no e, ~ sinn más bien eu contta.tla.: k· sumi- fidi<:9-listno de su. pensamiento metódico es sabidn que Dcs- q\lr. concede autorlda.d al mpcrin.t básicamente poz:quc tiene:
sión de toda llUtond,id a Ja IUÓD. El prejuicio de pn:cipi:tación c:utci ~uye las cosas de la moral de la preu:osión de úná z:c.. 'iina. visión mís amplia o está más cons2gr.uio. esto es, po,:quc:
hA de entcndccsc en coJUccw:n(# mas bien al IJ1Ddo de Des- const:rocci6n. completa de todas l:l.s 'Vcz:da.dcs desde la razón. sahemás"'. ·
cutl!s, como .fuente de exrorcs en el uso de l:I. .razón. Concuctda Este era el sentido de 1u IJ1ÓW provision:tl. Y me resulta. Wl De c.sl"c modo el x:cconocimiento de k autoridad cscl. siem-
con c,to el que k 'Vieja distinción reto=, con un sea.ti.do al- hecho poi: lo menos sintoudtico el que Dcscattet nn llcgaca. pre xelacio.nado con h idea de que lo que. dice k autoridad no
ti:r.i.do tras la victoria de ~ llustnció.o, cuando h hcanen~ a dcsurolla.t su moral delinitlva, y que los fund:uncnto.s. ·de la es lttacio.n:ü ni a.i:bltra.tio, slno que ca principio .Puede scz: ,:e-
se libem de todo vínculo dogmitlco. A•I. paz: ej~lo, Schl¡?icr- misma, en lo que puede apreciane por Sl1S cartu a IsabeL conocido coni.o cierto. En ~to consiste h esencia de la auto-
machcr distingue como causas de lo, miilentcndídos 1as 1ujc- apewu contieneo. nada nuevo. Y. es que resulta cvidcntementl: riiiad que conviene sl educ:i.doz:, al s\ll)erior, al espcciafüm.
cinncs y h pz:cclpit:lción "· Junto ll los prejuicios constantes impeo.sable querer cspc:.cu 2. la ciencia modema y sus prog.i:csn., Es veraa.d que los pxepúcios que ellos implantan están legi-
que pD>~den de las div= sujeciones a que esti uno sometido pan fundanicm:a.r entonces una mottl nu...,..a.: De hecho, el timados por h pexsona, y que su -v:ilidc:z n:quicre un.a. inclim,..
aparecen los juicios equivocados momcntlineos debidos a h. reclta.%0 de toda 11,utotldad no sólo se eonvirtió eo. un J.tejulcio clón eo. f.a.vor de h pez:sona que los reprC11cnta. Peto precisa-
precipitacwn. Pero aI que tnta del métndo. cientlfu:o sólo le consolidado por la Ilusw.dón, sino c¡.uc condujo también a uns mente cm es como se- convierten en pz:cjuiclos objetivos, pues
wi:aesan realmente los primerc:>s, A Schle.iermach~ no se le gr,nre deformación del concepto 1111sll"lo· de auto.cidad. Sobre. operan la tnisma inclina.ci6n hacia la cosa, ·Y esta iaclina.áón
llega ll ocumr siquiem que cntte los pxejuiclns quc afectaban la base de un concepto ilusttadn de .r;u;6n y libez:tad. el concepto puede producirse también por otros ami.nos, ~ ejemplo,
al que se cncucnl:2. vincul:ido a autoridades i,uede haberlos wn- de antoridad pudo convcrtine siroplcmenti: en lo conttar.io por motivos aduddo.s. poi: J11- Dll?Ón.. En e&ti. .medick la. esenci:i.
bi~ que contengan ~ parte de verdad, fo que desde siempre de la razón y la llbcmd, en el ra1:u°:&to de 1a obediencia cic~. ae la autoridad debe ta.taroe en el conteno de una teorla de
esi:abá incluido en el concepto mismo de auto.cidad, Su pt:opi:t &te et el sign.ifü:ado _que nos ca · ar en el ilmhito lingülsnco los p;i:eJu!cios q11c busque libe.rm;e de los c:xtrcnlÚmos de ~
z:cformukción de h d.rv:isión tmdicion:u de los 1=juido11 es un de h crltic:::a. 2- )11.S mod= dictacl.w:a.s. Ilustración. ·
duo testimonio del triunfo de h Ilustución: las sujccione$ se Sin embugo, la es~a de h autoridad 110 es esto. :& ver~ Para ello puede busca.i:se apoyo en la cz:itlca romántica a 1a
refieu.n t2n s6lo ~ una b11.ttcz:a individlllll que se opone a h dad que la autoridad es ca primee lug11.t: un atributo de 1>=0-- llu.stmci6n. l'ky una forma de. a.ntorida.d ~e el x:omanticismo
coIJ1ptcnsió11, «la pz:cferc11c;ia unibttPl por 2.quello que está naa. Pero h lluto:ddad de lu pcaonas .no tiene su fundamento defendió con un énfasis putícular:: h tz:adición. Lo consagudo
mits· c:cr:canli al propio circulo de ideas». ó.ltimo en un ac:to de sumisión y de a.bdicaclóq de la nzón, por la tradición y por el paudo posee: una'. autoridad que se ha
~ Sin embargo, es prcé:uan:icnte en el concepto de lu sujecio- sino en un 11.cto de x:eeonocim.leoto y de cnnocim.icntn: se m- hecho anónima. y nuestro sel': histórico y finito esci determinado
~ nes donde se oculta. h cqc¡¡tión c:.scnci.al. Lt jdca de que Jos conocc que el otto ci¡tlf por encini& de uno en julc.io y pcrspec- por el hcclto de que.la autoridad de 1.Q tz:asmitido, y no sólo lo
prejuicios que me detemúflan se deben a mi, suji:ción está for- . tiva y que en consccucncia m juicio ea prcfcrci:i.te o ti.en!: pJi- que .s.e 11.ccpta. mzonada.mcntc, tleo.e podet sobt:e '1w::s~ a.c.ción
mulada. en realidad ya. desde .el punto de vista. de b. disolución mACÍll. ra¡pccto al propio. La autoridad no se otot:g11, sino que· y snbrc·nncstro comporouniento. Toda educación l.'Cposa sob,:e
o Tiust:Iación. de todo .P.tcjuicio, y eo. consecuencia. sólo tlcoc se adquiere, y tiene que ser adquirida· si se quiere apclaz: a ella. esta b~c, .y aunq~ en el caso de h.educadón la 1<t1Jtebw p ~
valor ¡;>ata 103. yz:cjuiC111s no justificados. Si aut.cn tambim llcposa. sobre el reconocimiento y· en conscwc.ncia sobre um. su función COll la llcg:¡da a fa madure, momento en que las
pz:ejuie1os ju~ca.dos y que pueden ser productivos pan. el :u:clón de h i.u-ón misma que, ha.cléndose cargo de sw¡ p.i:opina propias puspcctivas y dccigioncs aiiumcn fina.lmcate h posi-
conocimiento, entonces d problema de 11 a.utoádad se nns l.lrni~. llltiouyc al oti:o u.o.a peupccd-va más. llCC!tad:i.. Bste cl6ñ. que det=t-.~11. 1a 11.u.toridad. del educador, este aa:csn a la
Yllr:lvc 11. phultcu de nuC'l"O. Lu consecuencias mdic:alc:s de la sentido .i:cct:,unente entendido ele autoridad an tiene nada que maiiw:~ blogclfia no i m ~ en modo algunn · que uno se
llll$Uaclón que llpaz:ea:n tod:nrla en 1a fe md:ódic:::a. de Schlci~- ver co.n una obediencia cieg,z. de comando. Ea t=Udad no vuelva sciior ac sI inwno en el sentido de m.oerse lihenado de
machez: no .s.on tan. .s.os~bles como pudictan puecct.

~n. insta.ulJl.da. yor k Ilwmcióo., ti~ desde lucg_n azón y el cacontr:u: nbe ·
cfl::
tiene .uada. que. ver con · ol:ie\Üencla WlO coo ,111otinri1111~ :n._
La oposición Cfltte fe en la 1L11to.adad y uso de la propk Oi:rto que ÍDmlll
toda mdición y de todo dominio "por el pando. La n:alida.d de:
de la automlll.d el podcz: Jar ót:dc:w:a . lu costmnbrcs es y sigue 11ienda ampliAmcnte algo YIÍlido pn.i:
· l'cxn esto sólo ac &igue de k autod-
11 tta.dición y procw.co.CÍ2... IAs CO$tumbxa¡ se w.optan libi:emcme.,
de ser. En 1a .tnedída ca que.la validez de la llutqridan uraq,a daq que uno tiene. Ind,;uo h a.utorldad anónima. e ·imperso- pero-ni se cz:ean por libn: detemúoación ni su validd'; se funda,.
el lug:u: del pro.Pio juicio, h autorithd es de hecho una. fu=te nal del iiupcrio.t, que den'"- de 12.s órdenes, no procede en 111~ menta. en ~bL. P:recis-.&mcntc e, esto lo que llliUlla.lllolJ ti:adlci6n;
de prcjuii:Jos. Pez:o !!lito no excluye que · pueda ·set mmbién timo término de éstas .s.it,n que lu hace posible,. Su venladeta el fundamento de su valide.:. Y nuestn deuda. con el román·
w fuente de verdad, cosa. que hllusttación jgnoró sistemática-
mente en .s.u i:cpuJ...a. gem:nfu:a.da eontta toda. ~urotidad. Pwi. zi. L~ &.tldic:•.' fnsc .ud ptrtido. (o el Ppl,rw) •iempm tiene cuón»
cercionr.1e de ello ba&ta .rcmontaue a llll.O de 1os mayores pre- . :zt. Téngo J,,. Jmp,eslóo d" quo la t.ood,..,da al rcconodm.icoto d<. b. no os &hs potquc asuma la supcrloddád dd dirlgcnt=, sino po,qu,: SUYe
•utoridad bl como ~p2reco én K, Ja.spcn- V•n J.,. WtdTl,11/, 166 • T e.ii, pan. prqlcgc,., la clin:cd6n po~ dccis.ión del poder contr2 C\lálquler cdtlt:L
G. Krügc,~. Flul/Jtil 1111d w,1,,.,.,.,,,t,,,,,g, 231 s, areu da un furt~w que podrb •or .,..e.cdadem• .t.,, vctdad=a 11uto.dd.o.d no nc,;e$la. mosl<a(•e
20. Fr. Schlclc,:machcr, W,rrh T.· 7, 31. luficleotcmcnte clatO en Ja medida e n qqc no teCOll.O<C ~ta ido. autoriarla. ·•

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• ticismo es jwt:amente esta cor~cción de la Dwt:ración en el • nea, los nuevos planes, lo que apa.rece como t'Ullc;a.. acción y significado, por _nm.cho que su origen se sitúe en un int~
sentido de reconoa:r que, al margen de los fuo.da.mi:ntos de la :cc,ultado de la mzóo.. Peto esto es sólo apuente. Incluso cuando histórico que no p~ca contener· la menor :relación con el
~Óll, la tradición consern. algún de.techo r detcnni.oa amplia- la vida. 3ufte a1111 t:ta.sfo.tmaclones más twnultu.o521i, éomo ocu.- piecntc, aún en el caso cxtccmo de la investigación histórica.
mente nw:sttts instituciams y <:om.pon,unicnto. La. rnpcuorl- u:c · en ·los ticm¡ios xcvolucioDll..tlos, en media del apiu:ente «objctmu>, d dete.m:i.inru de nuevo d signlii.caiio de lo Jnves..
w.d de la. 6tica aadgua sobre la .6.losoffa tnoml de la edad ni~ cambio de todas las casal! se conserva mucho más legado an- ligado es y sigue sleo.dn la. t'Ullca reali=ci6n autmtica de la
dema se caracteriza :precisamente por el hecha de que funda- tiguo de lo c¡ue ruldie · aectja, intcgniudose con Jo nuevo en 11rca hi5t.órla. Sin embargo, el sign.ifiado se enG11CJ1tt:a. no wlo
mi:nta el paso de la ética. :1. la ~olitia», al arte de la buena. legis- una lllleva fu~ de w.lidcs, En todo caso Ja cons=d.ón al .final de tal i.mrcstigllclón dno también en m comienzo: como
laa.ón, en base a la' lnelud.ibllidad de la tradición.ª· En compa- 1:eprcsc.nta UD& conducm tan libre co.mo la trll.'5fomiaclón y la elccclón del tema de mvestigaclón. como estímulo del interés
ración con c:sto la Ilustución modcrrui. es· absmu:m. y ,:evolu-
cio.o.arla. ·
innovación. u.crltica il\l.Strada. a fa tradición, igual que su rc- .investigado11, como obtención de un nuevo pliuite=úento.
habili!llción- romántica, queda. pot lo twto muy po.t detri3 de En d cnmii:nzo de toda. h=entutic:a. hístória debe ba-
Sin cmhargo, el concepto de la. ttadición se h2. vuclto no ,u verdadero ser hl.iitódco. ilarse por lo tanto '" r1.1oheló_n ,k la opm&ih abslnu~ mir, Jr,z-
menos ambiguo qllC el de la autoridad, y ello poi: la. misma m· Esms cowsidenclofles nos inducen a ·prcgunt:u:nos si en la. áiátin , invuliga,Nn búl6ri,11, mlrt hi.rtoriay &Vnad,uierrla Jr /,s mim.s.
zón, 'po.r;que lo qnc condiciona la camprcnsión romántica de la hcmieiléutica espiritua.1-clc.ntffia no se ileóie.ta intcrita.r re- Po.t tanto, el efecto de la tradición que pervive y el efecto de la
tttdiclón es la. oposlcl6n absti:act:a al principio de la. llustcacióa.. conocer to do su derecho al motncnto . de la t:cad.ición. · La iil- • investigación histórica. fonnan U112. 1m.uhd efecr:=I cuyo aná-
El :romanticismo entiende la tradición como In co.ntrario de la. vcstigadó11 csplritulll-clcntUiQL no puede pcosan;e a sl misma. lisis sólo podrla hall.a.r un enttamado de efectos Rc.lprocos "·
libcrt:i.d ncional, y ve en ella W1 da.to ~tó:tlco como pueda. en oposición absoluta al modo como nos comportamos xes- Bn este sentido ruu:~os bien en o.o eníal.der la. conciencia
se.tlo la. rultunle,:a. Y ya se la quiera combatir revoluciQ=tla,.. pccto al pasado en .nuestra ailidad de 'Vivii:ntea históricos. Bn históriCL ~como podda. ~ugerlnc a primen -vistl"""" COillO algo
me~ }'ll se pi:ctcnda. comccvatla, La. ttacliclón apuc(;c e11 am- nuesttn comportumlento respecto ,tl pasada, que e.sumos con- s:adicalmCllte nuevo sino más bien como 1111 momento nuevo
bas casos como la contoi.partida. absttact:.. de la. libre autodc- fur.n~do cowstantcmente, .la: actitud real no es la distancia ni dentro de lo que siempre ha. sido la relación hu1:xuu1a con el
ti:nninación, ya. que su ;vitlideez no ncceüm. fund:unentos mcio- la lihumd .respecto 11. lo tn$m.itído. Por el conttarlo noa encon- pasado. En otms p ~ , ha.y ~ reconoc:cr el momento de
nalcs sino que nos d ~ mudameate, Por ~upucsto que el· tramos siempre en tr.1.diciones, y éste nuestro esw dentro de 111 tt:adlción en el compommiento histórlco y duddu su propia.
CLSO de la crltia ro.m:mtlca. a. la 1lustracl6n 110 es un elemp1o de ellas no es un comportamiento objctivador que pensara cómo pmductl.vida.d heoncnéutica. .
dominio cspontáuc<> de La. ttad!clón, de ttasmWón y c::ooscrn- crtraao o ajeno lo que dice la ttadiclón; bt:a es sic.inprc ~ El que Cll las clencia5 del cspJritu sea. apcrante un momenro
ción sin :mptuns. a ~echo de las duda.s y las cr!ticas, & mlÍ$" bien algo propio, ej~plar o 11.borreciblc, es un reconocerse en de tradici6IJ que incluso constituye su vcrdadeia esencia y su
bien una reflexión ctltica propia la <¡_Ue aqu! intenta volv«se el que pan 11uestro juicio hlstódco poste.tlbr no se aprecia auactcdstica, a despecho de toda. la metodología inherente a
·de .nuero hacia. la vetd.ad de la tradición pam renovar.la, y que apen,as conocimiento, aino"Wl imperceptible ir tta&forowidosc su proced.lmiC11to, es algo que se hace tanto .más pateare si se

s podrá rcciblt el nombre de ttadicionallsmo.


r
No creo, ,in embugo, que entte twlici.óD ratón haya que
aupone.r nna oposición .tm incondicioml e irn;duc:tlblc. Por
probkmitica. que 1ea la .restauración consciente de ttadlciones
al ~o de la n:tisrna tr:iuliclón.
En comecucocia, c:s itnpo11ante p~untarse, frente al me,.
todologismo epistemológico que áomma act.ualmcntc, si el
snrgir de la coac:iencia hlstória ha·logrado di:¡tinguir de verd¡ui
atiC11de a la hi1toriA de 1" investigación y a la difuencla "nttc:
la historia de la ciencia dentro de .w; ciencirui del tspf.dtu y en
el :lmbito de las cie.ncias de la rultw;:i.l=a. Por sapucsto que
ning,ln csfu=o histú.rico y finito dcl. hombte podrla llegar a
o la crc:ación cowsciente de Otra.S nuCV\\S, la fe :co.tnáotica en las y por ente.ro nuestro co.mportamic.nto cientliico rcsp~to a aquc.1 bonu del todo w huellas de esta finitud. Tuobién la historia
«tradiciones que no, han llegado)), ante las que debetla. allu. comportamicn.t9 mt\U:al haci11. el pasa.do. ¿Bs conecbl 1a anto~ d~.la ~cmátia o de fui ciencias .oatu.ntles es.un.a porción de
toda. n.zón, es en d. fondo igual de prejuiciosa e illllltnda.. ;Be. ·acepción de las ciencias del espJritu cuando desplazan el con- hlsto.aa del csp!tltu humano y n:Iicjo de SU$ destinos. Pe~o pnr
realidad 4i, tNdic.!ón sicmp.i:e es tambien un momento de la. junto de su. propia but.oric:idad hacia el lado de los prejuicios otn parte no es simple Jngcnuida.d butórica. que el itm:stiga-
libcru.d y de la historla. ,4.un la tmaiclón más auténtic1. y 'VClW- de los que ha.y que lib=c? Esta «ciencia hl,xi: de psejuiclos» dor de la natural.en esct.iba la historia de su cienciA desde el
rable no se realli:a, m.tu.caliru:nte, en vinud de la apaclda.d de ¿no elltatí compartiendo, mucho más de lo <¡ne elh. .tttls.ma estado actual de SU$ conocimientos. Loa cuo~ y las vús
pc:rmammcia. de lo que de algün modo }'ll está da:do, sino c¡ue a:e.e, aquella iecepción y tcflcxi.611 Ingenua en la que viven las mncrtas- no tic.nen pan él otro intuis que el mer:amcnte hu-
Dei;esita. ser afumada., asumí~ y cultiVtda. La tmdición es esen- tta.d.iclones y en la que c.,tá presente el pµado?
c.l.,,hnente consetv1tción, y comn tal nonca deja de ~stu p=.cnte En cualquier c:uo la comp[cnsión en las ciencias del espí- :U. No aco q_uc Schdu benia tuón CWU1do upi= que con h clcncl,,.
en lo.s cambios histó.tiC08. Sin cmbugo, la. collliel:VllC:ÍÓll c:s u.n ritu ca.tnpartc, con la perv.ivc.n.cia de las tNd.i.clonés un ¡,rcsu- de h ltlstotia tiende ~ dl1mlnuú: !~ presión precuoscleatc de 12 ltlldld6n
acto de la f:llÓO, a"Wlq= atnctuixado por el hecho de no atraer puesto fundamental, cJ. de ~entm:c inmpelíul~ po.r la tta.rució11 ( SJ;JJ..,,~ J,r lt!,,,rd,m im Komr<u, 37 La independencia de la cien.u de la
la lltcnció.n sobre sL Esta es fa razón de que sc:in I~ inncrnu:io- misma. ¿Pues no es cierto "qtie ·sóln as! resultan comprensfülcs bistorla que eatu lmpfü:,.· me pa.recó uil" 8.cdón llbc,,al de J. ~ ea ·~e,
en S1111Ígnificado los obietos de su invuti~clón, lgual que los me111l Scliclcr na deja. do·da<se cuc.ot,,.. .L\málngzmcntc Nd<Dldts I, =· c.,,.
ll"tr.it X. 228 &, con su ,adhcsi6112. l:& .ilusmclón hlst6d= y .o. b soc,lnlogla
23. CC. Aríst61elét Btb.. Nk. K 10. contenidos da la t:oi.dic.ón? Poi lll'llY m.édiado .que cstt este_ , dd saber. · ·' . • ·

34!} JJO JJ1


tórico, pues el pattón de su con~e.ci.ción es evidentemente .cent.es momentos o desde puntos de vista diferentes la cosa. se objetividad sino wn.bjén como algo positivo. Ahon bien,
el progxcso de la irtvatigación. En consecuencia sólo existe representa históricunente bajo a5pectos t:i.m.bién distintos. Acep- en el nuevo dcsauollo de las ciencias del csphítu ha.n aparecido
un interés secundario ca 11. COJ1Sidcrlción de los progrc.'!os de tamos tll.mbién que estos upec:tos no 800 meramente: S11fcradó1 5ngerenci:as para un géncco de tefle:xión. que vcrdademmcote
la ciencia. nat:ut:Ü o de la .m.a.tcmátlca como pute de un det~- en el curso cootin=do de ],. investigación progi:esiva, smo que puede bacec frente al e&u.d.o del problema coa justicia y com-
,Olllllldo momento histórico. El valor cognillvo de los coaoa- son como condiciones que se excluyen entte si y que-existen petencia. El mctodologlsmo ingenuo de la investigación bis-
mientos na.tutal-cientlñcos o matcmitlcos no es siquiC!III. xo2ado cada mia por su la.do, peto que sólo en nosotros llegan a con- t6ria. ya no domina. 1olo el campo. El prol?'.eso de: la .investi-
por este otro in.tei:&. vergir. ·Lo que sa.tisf.i.cc a nuestra conciencia hlstódca es siem- ga.ció.u p .o.o se entiende en todas partr.s ó.nicamcut:c com.o c:x-
En coflsccuencia no es nec:esatio discutir que ttmbién ea pxc una plw:a.llikd de voces ea las cualca resuena. el pasa.do. pam.íón y penetra.ció.o. en DUl:!VOS miliitos o materiales, sino <JU:e
Ju ciencias .oatlll2les puedan continuu siendo opci:antes mo-. Este sólo apuecc ca la multiplicidad dé dichll.S voces: ul. es la. en ve:t de esto se atiende más bien a la configuración de etap:i.s de
mcntos ttadiclo.nalcs, por ejemplo, bajo la forma de tul& ciert2. c:scncia. de &.- tradición de: la que putlcipa.mos y queremos par- rcBaió.o. mili dep=das dentxo de los coxrcspoadientes plan-
pcefcrcncia por dctenninada:s orienta.clones dé la. investigación ticipar. La moderna. lnvestiga.ci6n histórica. wnpoco es sólo teamientos. Por supuesto que aun desde este punto de vuta
en -.;,.no u otro lugu:. Lo. que ocw:re es que la invC$tigaclón cicn- invcsti.AA<:ión, aino en ptate t,a.tnbién mediación de la tradición, signe ¡.>ensándose tcleológicamente, bajo el patron dcl progreso
tlfu::a. como tal. no recibe las leyes de su ptogreso desde este No po~o, verla sólo bajo la ley del progreso y de los i:e.m!- de la. .1.nvestigaclón, ~ o c:o.aviene al .investigador desde .siem-
tipo de cl.tcunstam:ias, sino únicamente desde la ley dd objeto tados Q ~ t ; tamblén en ella realizsm.os n=ttas expe¡. pre. Pei:o junto "' ello empie=. a eatteve.a;e una ~ c l a
que se abre a sus esfuerzos· metódicos. .riendas histótlcas en cuanto que c:lla lulcc oír c:i.da vez un:¡. voz h=i.c:iifutic:i. qu.c se vuelve: hacia la. ÚlVt:Stigación .con uñ. in-
Es duo que lu ciencias del esplritu no se dcsct:íben de ma- nueva en la que n:sucna.. d pasado, tttés más autoc:dl.aivo. E8to ocw:re :sobre todo ca las cien-
neta utisfactori11. desde este concepto de investigación y pro-. ¿Qué es lo que subyace a todo esto? Evidentemente en las ciils del espirltu que disponen de un:¡. tndición más <lJltigua.
g.rcso. Claro que csti= concepto tiene mmbién su aplicación ilcn- ciencias del csp!tltu no puede hablarse de un tcobjeto ldéntic~ =
La filologh cld..lic:i, por cj cmplo, "VC2 e;ne ha ido elaborando
tro de ellas, en el llentido de que es poitiblc, por ejemplo, des- de lit inve:itigación, del mismo modo que en las ciencias de la su ptopiá. tradición en ámbito, c:ida. vez mas extensos, se vuelve
cribir la historia de la solución de un problema, de un desci- .oaturalcza., donde la. inv~tigacion va pcnctra1ldo cada VC2' más ahora. con plantamientos cada vci,; más :i.linados hacia los vie-
framiento dillcil, ca cl que lo único que in.tcteSa. es ~cam:m: fi- pxofundameote en ella. jos objetos p:i:e.fcrentes de s11 ciencia. Con ello ha introducido
nal.DXJ1tc un result2.do concluyente. Si no fuera. ul tampoeo En las ciencia,, del espíritu d lntc:i:61 .investigador qu.c se una. especie ac a.utoc.dtlca, de teflaió.n sobre en qué consiste
hubie.ci. sido posible el acercamiento metodológico de las cien- vuelve hacia la tmdici.60. cst,l motivado de una .roanexa especial realmente 12. acdencia. de siu ohjct:os más C!Xceleates. El con-
~ cias del esplritu a 1u de la fla.tura.lett que -vimos .ccaliza.rse en poi el presente y sua in.tere&es. Sólo en la. motivación del pllln- ccp to de lo clúioo, que en el pensamiento histórico a pai:tír del
el siglo pasado. Sin embargo, la. 1LOa.loglá entre la investigación ti::ami.c.nto lle,ri.n a comtitwrse el tema y el obj<eto de-la .inves- dcscubrlmicnto dél liele.nismo poi: Droysen se habla degr!Ldado
~ na.tuu.l y la. cspiri.tual-cientlñc:i. sólo representa. un estrato sc- ti~cióa. La .znve.stigación hlstó.tlca csti soportada ¡.,or el mo- a un mero con':"Pto i:$tlllitico, obtiene ahora ~ h. tjencia un
cundai:lo dentro del trabajo dé las ciencias del espíritu. Vlmieato histórico ea que se encueam. la vida misma, y .no nuevo ckrecli.o de ciudadanía.
Bato se ~c:c pa.tcnte p. ca el hecho de que los gnode, lo- puede sq comprendida tclcológi=ente desde el objeto hacia Natumlmentc, sed necesaria, .una. :i:efl.món hc..o:neniutia.
gi:oe de la investigación ~piri.twtl-cieatifica no lleg:m. como el qu.c se otlcnu. la investigación. Incluso ni 8iqul~ cmt:c real~ muy depurada para hacer comprensible la posibllidad de que
~ea dice a puanc. El lector actual puede abttr.1.cr con .&ci- mente tal objeto. Es e&to lo que distingue a las ciellctll$ del es- un concepto nomiativo como cl de. lo clásico o bteaga o iecu-
lidad cl hecho de que un historiador de ha!;(: clcii afios dlsponfa. píritu de las de la. na.tura.le=. Mient:tas el objeto de lu ciencia, pcre un derecho clentifico. Puc:& en la. éomecucnc:ia de la. auto-
de un estado de eqnocim.ieatos inferior y en c:onsec:ucncia tuvo naturales puede determinan., í,!,alit,r como aquello que serla comprensión de ·la concic.ncla históda. está el gue ea último
que ser in.ducldo a. juicios equivocados en a.lguoas cuestioru:s de; conocido en un . conoclmicato completo de la na.tu.tale:&2., ca- ~ o todo ~ .sign.i.fi~do no.rma~o ~ puado 11ca yi1. sólo
detllllc. Pei:o en co.ajunto Iécti siempre con mis agrado a Droy- rece de sentido hablar de 'un c:onocim.l.eato completo de la. his- obJcto de .anilws para ).Ul',I. JJl.ZÓn hist6ric:a que se ha vuell:O
sen o a. Mo.lXltDSen que a los trat:unientos más recientes de la. torla. Y por eso no es adecuado en lilti.m.o extte.m~ ~lar de sbbctana.. Sólo en los comienzos del histo.tlcismo, por ejemplo,
materia salidos de la. t>lnma de un histomdor actual ¿Qu~ un objeto en si m.cla el que se orientase esta i.nv~ga.ción. en la oba ~e _W-mckehrui.nn, que =hneate hh:o époc:i., el mo-
pattón es el que se c:;t:f aplicando enton~? Es dato que ;1qu! mento. no:nnattvo· representaba todavía u.n verdadero impulso
no se pu ede aplic:ar &Ullplcmc:nt" el pdrón de; la materia mí.una, p= la mvestigiiclón histódca.
que. es el ciue acostwnl:ira a decidir sobre el valor y el peso de b) El modela de /q tlá.rita El ~nc:"i>to de la. antigüedad clá&ica y de lo c:lisico, tal
una inTcstigacióo. Poi: el contrario, la Dlll.terÍa sólo 1e o os an- como viene dominando sobxe todo a.! pensamiento pedagógico
toja ~cote signific:itin a la luz de aqu!l' que ha acertado a Indudable.mente:, a la autocoi1iprensi6.o. de las ciencias del d ~ los ticmpós del clasi~1t10 alcm:lri, reuní& un aspecto .n?.c-
mostn.rla. ad~damcntc. Es v e.i:dad que nucrtro interés se cspWtu ae le pwit~ la. exigencia de liberarse. en el coo_fy..nto maovo y tm aspe~ histórico. U.o.a dca:xmi.nada fase c:voluttva
orienta. hacla"la. cosa, pero éita sólo adquic.ce vida a tnvés del de = hacer, del modelo de ]¡ls cicada.s natun.lcs, y comldca.Ji d;el dcvmit húit6ric.o de la. humuudad lulb.da teo.ido po.r efecto
aspecto _bajo el cual no~ es mostnda. Adm.ltlmo·s que en dif'c- la movilidad histórica de 1111 terna no sólo como o:sttictiVlL de 5U .wnult:lne>mcn~ una,c:cmformación. más madum y más com-

JJ2 3.J:1 354


pleta de lo hum~o. Esta. mcdiacl6n entre el sentido nomia.- nJsticol> 21, El lilólogo tiene n.z6n en no contentarse con apli- de h cultura. occldenbll. En el fondo lo clásico no eiJ realmente
tivo y el sentido lwrt6rlco .Icl concepto se remonta. )'?. & Hci:dci:-.
Pe1:o mcluso el proplo He~ se atl.cnc & ella, s1 blen lo hace OOtl
car a sus t=tos el concepto histó:tico dé c.stllo dcsa.r:tollsulo en
la. historia de hs artes pliistlcas. Ya la cue&ti6n de sl el mismo
nn con~to descriptivo en poder de =conciencia histórica
objcti~dom; es una ·;calidad hist6tlca a la que s.igue pertene-
un acento filosófico e histotlco algo distinto: el arte clásico con-· lfomero es ._cláslco» ·ha~ vacilu a la catego.da. lmtórlco- ciendo y e.smndo sometid:i. la. conciencia histórica misma. Lo
scrn en a su acelencla, pero ente1:1dido como udlgi6n del cstlUnica de lo c:láslco uuda por ana.logla con la. historia del clásico es lo que se ha. dcst11.cado a dlfcr,,ncia de los tiempos
arteir,. Puesto que estll. fonm. del espíritu. es ya pa:sada, sólo utc¡ un nuevo ejemplo de c6mo la. conciencia. histórica com- cambiante& y sus eflni.cros gustos; e.s asequible de un modo
puede sci; cjcmpw: e1:1 un lSelltido limitado. Como utc pa.m.do prende sil!mpre algo más de lo que ella DW!IIlll adml..títb.. .inmediato, peto no a1 .i:nodo de e.se contacto como el&t:cico que
a.testigua el Clll'áct<:r de p11.sado del arte mismo. Con esto Hegel PU?. intent:u: hacer conscienka estas lmplia.ciol:lCS se po~ de Vd'; en =do cancterlza a una producci6.Q co.ntcmporánca,
justlfu:a s.istemáticamcnu: la historlz-ación cld conc:z:pto de lo drla decir quid. lo sigmente: lo clá3ico es una. vcniaden ct-
clásico e mtroduo:: uoa. te1:1dcncia que acabarla concibiendo lo
en h que se cxperimcnt:a: momentáneamente b. satisfacción de
clásico como un concepto cstillstlco y descriptivo, d de
aa:nonía r~tiv:amente i=fl.mcta de mesum. y plenitud,. media.
= tegotfa hlst6rlc:a porque es lllgo tnás que el concepto de una
época: o el concepto histórico de un estilo, sln que por ello pre--
u1111. intuición de sentido qne supera a toda expectativa cons-
ciente.. Por el contou:io es una conciencia de fo permanente,
tenda ser un. valot suptahistórlco. No d=lgna. una cualida.d qne de lo .impereccd.cm, de un s.igniñcado 1odepcndicnte de teda
entre lll. rigidez uca.ica y la disolución battoca. Y desde qlle en.e se 1tttibuy1t a dctc1:mir.u dos fi:nóm.enos históricos, sin.o un cttcun.sbulcla tc,mponl. la que nos 1odua: a lla.!nat: <tclásico» a
concepto ae incotpor6 1lf voca.b~o crtillstico de la iii.vcstiga- modo· c:amctednico dd _mhmo sa hlstória;¡, la rcalli:ad6n de lllgo; un11. especie de presente 1otempotal que sígnifica..&JP..ul-
ción hístói:ica. lo c.bWco ya no comc:tv6 el :reconocimiento de mm co¡µ¡uvación que, en una. confui:mci6n constantemente tanci.d.ad con CU2.lquiei: presente.
un contenido noUilllti.vo rn,is q~ impllcita o.inconfes:.a.damentc. l"etlOVll.da., hace posible la. a.iste.ncia de algo que es vc.i::dad ta, Por lo tanto, d primee aspecto del concepto de lo «elisico»
que ll partir de la rcim=
Fue un slotoma del comienzo. de la. autocdtica hútó:dct el
guexn mundial b. úloJogla cl:isicu
se volviese sobte s misma bajo el signo de un nuevo h ~ s -
Desde luego no es como pretendá hacer crcei: un: cierto pen-
samiento hidtórléo: que cl Juicio de valor por el que algo es
llamado clá3lco quede :tClllmentx: desarticulado po.c la .re.flai6n
es el sentido normativo1 y c.sto .cc&ponde por I2UAI. lll u.so lin-
gühtico antiguo y moc:lemo. Pero en· la medida en que esta.
no.tma es pnesta. ,en rclaci6n retrospectivamca.tc con una. m:ig-
mo y i:cconociese, entre.vacilaciones y titubeos, b. relación enl:l:C hi$b5.t:ica y su cdtica a todas lu corustrncciones teleológicas en nitud lllÚca y ya pasa.da,-que logro satisfacer y reprcsenbu: :i. la
los momentos dé sentido normativo y sentido histórico en este el paso de la histQm. El juicio valo.i:ativo .implicado en el .noana. en cnestión, tata contiene sienipre Ud registro a:mpow.
concepto t.S. Desde luego no brdó en demo~tnu:se la. impoai- concepto de fo clásico gam.. más bien en esta ccltlca su 11=, que h articula tcmponlmcntc. Por e.so no es dema.silldo a~
billdaa. de inte.tp~tu -=que se iat=t6- este vieJ o concepto su autentioa. legitimación: es clá3ico lo <JU<: se mantiene m:nte tr.Liio que af comicn!l:o de b. l'efiexión histórica (p:u-a 111. que
de lo clás!co, surgido en la. antig!leda.d y conúnnado = b. ca- lL la ctltica histór;ica porque an domiruo histórico, el podeJ: como ya 'rimos d ~icismo de un Winckclmann ~ detet'-
)..) n.onrzación ile dctemi.in?.d.os esc:riro:ce.s, como si él mitmo pu- vinculante de su Vlllidcz tnsmitida y conservada, va. po.t de- min2ntx.-: de ru orientación en. Al=ania) se des tacase, frente a
l;i::: diese ~.cese.r lá. unid:i.d de un ideal de estilo M. Como desig.aa- lante de toda .tcHaión histó.tlca. y s:: mantiene en medio de
clón de un estilo el concepto antiguo era Cllálqulet cosa menos a lo que en vigente como clásico en el mcncio.1111.do sCI'.ltido,
éJtll, un concepto histórico de un tj:empo o una época qne designaba
univoco. Y cuando empléllmos actualmente «clúlco• como Poi: ilusttu el unnto directa.mente con el efemplo del con-
concepto histórico de un estilo que se dc:b:mllllJI. uo!voa.- ta.nto nn idc::il estilístico con un determinado contenido como
cepto ijlobal dela. flD.tiglicdad clil.sicA», es desde luego llhi.at6rico un tiempo o una época, comp.t:eAdidos hi.,tóñco-dcsctiptin-
mente poi:: su confrontación eon 1o de :uitcs y lo de dcspu61, dcpr= el hch:n.ismo como ~ época. del ocaso y decadencia tnentc, que p.i::eciS,lmente satisfaclan estx.-: ideal. Con la. distancia
este COJ1ccp to, ya histótlouncnte consecuente, e& sm C1I1bargo del clañcisw.o, y Droysen acentúa. con .ruón 1a. continuidad del epígono que erige los _p¡¡troncs se hace claro que la. satis-
dcfinitlvamena: 2.jcno al de la a.ntigüed:ui. El concepto de lo histórica y el s.i¡ai.Jicado del helenismo pan el 112.clm.le:nto y faccl6n de este ideal ei;tlli.stioo deaigna un momento histórico
clásico deslgna hoy una fase tl!lllpoml del dCS1mollo 1iistódco, expansión del =stiani$mo. Pero no le hubicxa. hecno falta Ui:- que pertenece al pasado. Con esto coru:uc:i:d:i. el que en el pen-
no un valo.r supnihíst6rico. 'Vá.t a. cabo esta. especie de teodice& histórica si no hubiera sido samiento moderno el concep to de lo clá1ico viniese a ususc:
Sin embargo, el demento noi:matlvo del concepto de lo vigente todavk un prejuicio a f.i.vor de lo clásico, y ai el poder para el conjunto de la. «a.a.tigüethd clásica», en un momento cn-
cl,ú;ico x:nmca llegó a dcsa.parccer por completo. Incluso hny educativo del «huma.mamo» no se hubiese atenido a. la «anti- que el hU1l1ll.Ill4mo pwcwna de .nuevo el caúctcr modélico de
dla dgue vlvi<:ndo eiJ el fondo de ~ ide& dd «gim.o.aslo huma~ güed:i.d disicu conservándola como la. h~cia. ".impc:ccede.ca esta an.tlgüeda.d.. Con ello :tecogLL, no sin .cuón, un viejo u.so
lingü_lstit:o. Pues los e.scrltot'CS antiguos, cuyo ·«descubrlmiento»
25, Lá j1>.tn~da de Naumburg sob3 lo c:Usico (1930), que estuTD
cntclllJUooto dctlOllDÍnada por W, Jacgci: asl como· la fundad611 de la
IU1S,;.;:o=>.
Zl. BI (i/1,,r,,srit,,,, e11 !:. .inatitucl6n de la media en .Alcmam.. realizó el humanismol com los. mismos •uto.res que habhi.n
y coooi:c, •v:&rlu oden.blciones de base: hum:mbtka .tUtum.l-clc:otífia, co=tituido eI canon ele lo clúlco ctl. h :antlgúcdad tardla.
•~ma Dlc Antlkc •on bllc:oos cjcinplos de ello. CE. Dat _pnl,lcd J., Kla~ ctdur;a, L11. crueiiall%1l de 12 fil05ofla clbic, csti ccs~gida a los gimna· La historia de la cult:uJ;a y educ.a.ción occidentales guardó
1f1r/Jus tuul dit .Anfih, 1931- doo 'bum=lstlcos (N. del 'l'.). .
26. a. la j1Uti6.c,,'4 cdtlct. que hizo .A. Kllrto ,,. lá poacnda de J. 28. Los té.rmlnoa que tcp.roduclmos cotno l{coosttnd61i, mnlir· y mantuvo a estos autores porque, en au calida_d de autores de
Stroux en N~1101bvt.l{ (!!rrMlt d,r Silrl11úr""1 A"4d4ml1 ·J,r Wi11ma/Jaftt11 tDllcl6n y Tcrdacb, fo.unan ál_ .alomin un Juega de: ~brac intHduclble, lit «éscuefa», se había.a: convertido en canon. Es muy fácil com.-
a6, 1934) y aii icccns.,~4 en Gnomon 11,(1935) 61~ s. B,,_Jmm¡:. B,,,,.,~r.. 111'4Í1nr (N. do! T ,), p.i::cndcr cómo el COllCCpto histórico de estilo pudo ltCCrcaISC
JJJ 3J6
JJ7
a· este u.so lingfi!stico. Pues aunque Ja. concicnclá que acuña o:fcica de la conclenclá histórica h11.ya 'V'Udto po.c: loa fü=s del Jg clásico quiera decir t=lb.ién distllncia e lnasequibilldad y
este concepto sea Wlll. conciencia nonnativa, hay en ella. al mis- demento normativo en el concepto de lo clbico y dd catá.cter pc:rtenc:.:ca w a a fauna de la conciencia que es a «forma.ció=,
mo tiempo un :usgo retxospectivo. La conciencia ante fa. que históuciunente único de su cumplimiento. Todo «=o hu- la «foanación cl:isic@ seguirá. c;ontCD.iendo s.icmpl'.e algo de la
ae dc:.tu::i. la. norma clisica es urui. eoncienci:t de dec:z.denck manismo» comparte con el primero y rms antiguo .Ja concienci%t valido: permanente de lo clúico. Inclw.o la fotma. de k co~
y leja.ola. No es a.sual que el concepto de Jo clásico y dd e.ru- de su pettencncia inmediatt y viriculante a su .modelo que, ciencia .lla=~ «formació1'1» atc,tigua t:Q;k-ria um. última
lo clá.sico se deba a époa.s tud!as. Cal.lma.co y d Dfa/qq¡r de <:0mo pasa.do, es ~cqllible y sin cmbatgo presente. En Jo erunu.nidad y pertenencia al Jn\Uldo desde d que habla la obra
Tácito ha.n desl'!!Dpem.do en este contexto un pa.pd deciuvo ª', «clúicm> culmlrua. un catiú:tcr gene.tal del se.t hi&tórlco: el de scc clásica. Esta. ducidación dd concepto de Jo clásico no p.reti:nde
Pero jl,ún hay algo má.i. :& sabido que los auto.tes comidetados cons=rad6n en fa mina dd tiCIIlpo. Claro que la c¡cncia ~en,,. p11r.t sí un significado a.ut6nomo, sino que intenta suscitar ha.
como clásicos repi;esClltan e.a. cada caso a un detetminado r.tl de la txadlció11 es que sólo ·hace posible d conociouento pteguntll de si esta mi:díadón história dd pasado coll d pre-
género .ütct:acio. Fucxon en su t11ot11ento d cumplimientó pee~ históri<:0 aquello que se cons=ra del p:asadQ como Jo no pa- sente, tal como la realiz& d ooncc:pto de Jo dúico, no e~tacl
fccto de Ja norma coo:espondiente a este género, un ideal que sado: Sin embargo, y como dice Hegel. lo clá.tico es <do que se p.rcscnte en todo compo.rtawcnto hinórlco como rosti:ato
se hizo visible en Ja retro.:.pección de la crltica lit...cnm. Si dgnilic:. y en coJUecuencia se inte.tp:reta a :sí mismo»~•. opaa.ntc. Asl como Ja hCtlllenéul:i.ca romántica prctendá ver
frente a estas noonas de los génaos lita:arios •e ,rucl= a. un Pero en 'ti.ltimo cxt:rcmo esto qui= decir que lo dQico es en a homogem:.idad de la naturleza. hWDa.na. un $11sb:a!D a.hls-
pen.ss.micnto •histórico, estn ~. ·si se piensa a historill. de lo que se comc.r:va pmp,, ae signifia e inte~eta .a s.C mistn(!; totico _para su tcorla de la comprensión, absolviendo ·con ello
estos géne~. entonces Jo ·dásioo se conviene en d concepto es decir, aquello que es pot sI mismo tan elocuente que no de todo oondicionamiento histórico al r.¡ue eompa:o.de «con-
de una. fase estilistica, de un punto culminante que articula la connituye una propo~ición sob.rc algo desapa.cecido, un mero gcnia.lmcnte», la alltocdtica de la cone1mcia · hlsto.tl1=,a llega
historia del géna:o en lo de antes y lo de después. Y en t:llllilto tc:.timonio de :ílgo que· requie.tc todavJa int~re.uclón. sino :i.l cabo ji, :s:eeonocer movilidad hlstóñ~ ·no sólo en d acontecer
que los puntos culminantes en a hiatocia de los géneros lit~ que dice algo a cada p.rcsente como sl se lo dljei:a a él part!- sino también en el p.io¡iio comprender. El m11prmh tkb, p,11-
.r.ui.ns pcncncccn en buena parte a un mismo es paclo de tiempo ~a.nnente. Lo ~e 1e allfica de «clásico» no a algo que r~ Jflrll mmos (011111 1111a aeNon d, la mbj,hi,itl,rJ tp,, "''"º sm dtpltr.tarrl!
bll.'!tllllte ~gido, lo clis.lco designa. 11.WL detennim.da fase quien ljl, supccaCión de· fa dis12.ne3. hlstória¡; ello tnismo cslí P1111 mil11111 baria 1111 imi11t,nr rk la tri:ulkion, ea. el que d pasadn
dentro del_ conjunto dd desurollo histórico de J:¡ 1U1tigüedad co.a.stant1:mente realizando e,sta supen.dón con i;u propia m~ y el p.tcSam: ie lwfan e.a. eontltma. t11edfacióa. Esro es lo que
clás.1C1., COlrY'irtiéndoac así e.o. el concepto de una época fundido diadón. Et1 este sentldo lo que es cliísico e.s si.n duda «intcm· tiene que hacerse oú: en a teocla hermenéutica, demas.!ado do-
con d de un estilo. po1'll.i», pero cotll. iñtcmporalidad es un -modo del ser histórico. mina~ hasta. ahora. po.r la ida de un procedimiento, de un
Cotno có.ru:epto c:.t:ilú;tico e histórico, el de lo clásico se Por ln;lpucsto que esto no cxclnye que obw ~e valen como método.
'N hace entonces susceptible. de 1lO<l cxpan¡¡ión ucivc.csal pam cl:l.sicas f Iantccn pmblemas de i:onocimiento histórico a una
~ cwúqu.iec «desao:ollo» lll que un tdos írunancntc confíen alguna conciencJa histó~c:a suficientemente desar.tollada como pan.
unidad. Y es verdad que en todas las cultuns hay su momento set eomcicntc de la dístanclll.. Pues para la conciencia histórica 3. El significado hc:rmcnéutico de la distllncia· en el: tiempo
de esplendor, en· d q= la cultura. cn.c=pondiente atut:igllá 'Yª no se trata, como pata Palla.d.lo o para Co:rne.llic, de to.mar
producclom:i¡ Cllpeciales e.a. :un.hitos lI';ll'Y diversos. De este =diaamentc el modelo clásico, sino. de sabctlo como un He a.qllÍ nucstn. prime.ta pi:eguntt: ¿Cómo se Wcia d cs-
modo, y pasando po.:r sn D!llfu:aci6.n hist.ónca puti.culat, el con- fenómeno histórico que sólo se comprende desde s11 propio fueo:o hemienéutico? ¿Qué COlll!ccuencu,.s tiene para Ja ,;om-
cepto valontivo gmetal de Jo dl.sico se convic:rtc de nuevo en momento. Pero en esta comptcosión lul;id siempre algo ml.r pl'CDSión la condición hcmicnéuticá. de ia pcrtca=cia ji, una
un. alllCCpto histótlm general de estilo. que la reconstrucdón histórica dd cnnundo» pasado al que tcadlción? En este punto rccord.trcmos la regla hcmicnéutica
Po.r =r comprensible que •ca este de1:i.uollo; lo d ~ es perteneció la. obra. Nuestra comprensión co.acendr.l. si.empre de comprender d todo desde laíndivldnal y lo individnal desde
que la lústoriución del ,:oncepto significa al ll)ismo til'!!Dpo ru i.l mismo tiempo la conciencia de la ptopia pertenencia a Clic d· todo. Es una regla que J>roix:de de la lltlti~ :retórica y que
dcsur.:Ligo, y no carece de motivos d que Is incipiente auto- muodo. Y co11 esto se coo:csponde también. Ia per!:c'1cncia de ha. h=enéutica moderna. ba tmsladado dd axt,c de habla.r al
la nbra. a. nuestro propio mundo. arte de compendc.r. Aqu1 como alli uiliy-¿cc urut rclllción cir-
2!1. Bt> la disaui6n de N•ntnhurg 1ob.<e lo cl.tsico ,., atiendl6, oo
Esto es j1111lUllcntc lo que quiere dccl.c la palabra·«clúico»: cular. La antldpru:ión. de "cntido 'lue hace :rcfcrenda al todo
pos anc, "'"'Y ~culannentc al D/dloz,u tk """lorib,u. Lu auras da la que la. pcr:vivcul3. de la elocuencia inmediata de una obra ci, iólo llcg2 .a una eomp.te.o.sión aplicta a.-tta~ dd hecho d~ que
• dca.dcnclz ·do la oamria impliaa. el rccoooclmlcnto de .u •ntlgua mag- fllDdamcntalmcntc ilimitada n, Por mucho que d concépto de .las pat1c$ que ~e dc:tcmJ.in11.J1 deadc d todo detamínan 2. · su
nitud, po~ lo blnt:D w,a conclcncb: nonnotl,,a. B. Snall apunr:,. con iuóa
..1 hecho de que los coacepco,: eJtillnfoos hl•t6rlco• como barroco ar-
~ª~~~ . .
30. G. W. I'~. Hegel .A111Anl/,: II, l. · Este hecho nos es famil.iu po.i d 2~1'.Cll.dizaje de hl Jengll2ll
alco, cte.,. pxcsupooon tod0<0 uoa ~cfc,t,:ad.. al concepto ilónnatiro de lo 31. P. Schlcgal (en Fn,zp,11111, éd. Mlnoc. 20) c:dc:lc Ja consea>cnt:ia
d.isico y qU:o •ólo poco .. poco fueron deponlondn por si .mismo, su 1eo- antiguas. Aprende.moa que c:s m:a:sano <teonsttuí.t» una b e
tldo pqoutlvo (F.,.,, w,J '/Y'i,-,1,J;,1,1,.,;, du M<tt,e/Jkn. l'atrcb.df't fllr H. b,.onncnéutlca de qoc «un cocdro clú.k:o no tiene '1,Ua _pode.- ••r .owica antt:s de intenta.e: comprender d s.ignmca.do lln~rilstii::o de cada
l'Jossnu, 333 •), i:omptC111dldo del todo. l'e.i:o los 'r'é •on cultos y se culltr.l.n tie.n,:n. que
querer aprc.ndet de él a.da Tez mas». parte de dicha Úll$e. ~te proceso de; eonstruc~n está sin CIIl-
J.58 JJ!H • J60
batgo ya. dicigido por 'Una c:xpcctativti. de sentido procedente lagro de k CO.tDprensi6n,. que n o ea Wla comunión místctlosa dccls.ivo. Poi: 11Upuesto qu.o en la tcorla hcrmentutica _del xcc
del c:on=to de lo que le prccedla. Por =puesto que e5ta =-
pectativa habrá. de corregii:se •i !!!l texto lo exige. Esto siguiñca
de lllli lilhnas s.lno participa~ ó.n en un.sentid~ comunimrio,
Pero tmlpoco el lado objetivo de este circulo, tal como lo
se babl:i.b.a. ya. ele la cstrn,ctun circul11.r de la comprensión, pero
slcmpre en el mattQ de una relación fo.r;mal entto lo individual
entonces~ la expecbl.ti'Vll. cambia y que el texto se recoge en descrlbe Schlclconachcr, ac;lettiL con el ~údeo del asunto. Ya y el todo, 1141 como· de su reflejo mbjetiro, la anticipació n ln-
la unidad .de una xcferencía bajo llll2 c.,i;pcctatÍva. de sentido hemos vino que el objetivo de toda comp.[ensi6n y de todo tnlti.w del todo y su =plicación sulmguiente en lo lndividwu.
distinta. El movimiento de la comptcnsi6n· 'Vll consmntemente • consenso monllldo sobre clb. es el acuerdo en la cosa mism2. Scgó.n esbl. teol'.!a. el movimiento circulac de la compr casión
del todo ii. la parte y de ésta al todo. La m,;ea es ampliar la unidad La hetxnenéutica .dcm_prc se propuso como ta.rea rcst:a.blcce:c va y vlenc poi: los textos y acaba supc.rándosc en la comprcn-
del sentido oompi:i:ndido en circulas concentrlooa. Es i;rl.tctle, un acuerdo altcn.do o mc:dstcntc. La historia de la hermenéu- slón completa de loa tni=ós. No cs. sino muy co.ruccuente
pá.tB. l... corrección de la comprensión es siempre la congruencia tica es buen testimonio de ello, por ejcm]>lo, si, se piensa en que la teorla lle Ja cOmJ>rc.o.sión culniine, ca Schlde.rma.che.t,,
.de cada detille oon el todo. U12ndo no hay W ·cong.tucnaia, san Agwtfn y su futcnto de mediar el antiguo testun~to con en una teoda del 1.cto adivinatoóo mediante el CUlll el fottrprete
esto sil{Ilifica que la comp.temi&n ha fcu:aado. · el m.cn.saje cristiano, o ca el· primer protestantismo, ocupado cntn de lleno en el autor y I Q!uelve desde cilI todD lo cxtniio
Scbieie:r.m.acliei: distingue en este circulo heancmfotico del en un ~e.fío s ~ o !ina.li:acnta en la cm de la Ilustración, y cxtnñante del texto. Heidegger, por el tontrario, oocibc
rodo y la piu:te un a.specto objetivo y un aspectO 11Ubjt;tivo. donde desde luego se produce c:asl la renuncia al acuerdo e11ando este circulo en forma tal que la: comp.[cnsión del texto s e en-
Igúal. quc cada pahl>ta forma parte del nexo de la ira.se,. cada · .se po$tula. que (le! entcndimlcnt:.o c:ompleto1> de un texto sólo cuentre dc~d.a contirumdamcntc por el movimiento a.n-
texto fotmll parte del nClto de la obK de un autor,. y.út:e fonna debe alc:an=se por el camino de la .mt.aprctación hi$tórlc:a. ticipatotlo de la precomprensión. El circulo de1 todo y lu
putc a su vez del conjunto del coucspondiente género lim- Ahom bien, cwuido el romanticismo y Si;hleicrmachel' fundan parte& n o se anula en la comprensión total, sino que alcaaza e n
rlllio y aún ~ la litcnttu:i. eotera. Pero por· otra pa.rtc el mismo una conciencia hlatórlca de alcance universal prescia.dicndo ellii. su realización más auténtica. ·
t,,;i:to pertenece, como m2ili!esmción de un momento crcaqor,. de la forma vinculante de la tudición, de la qu.e proceden y El eítculo no es, p u es, de natura.loza fonruil; no es subje-
al todo de la vida pslqti!ca de su :turor. La comprensión &ólo se en la qu.e se én=tran, como fundamento de todo esfuco:o tivo ni objetivo, sino que dQ!i;rl,bc J.a com~rcmi6n como l_a
llevv. a tion.wo en cada aso desde ea~ todo de natutali:211 hcnn~tko. esto rcptescnm Ullll. vctda.dcu la.a.owdón cwi.- interpcnetmción del movimiento de la tradición y del tnovL-
tanto objeti= como ,ubjetlva. En relación con esm tl!Qrla lita.tlva. . . • .
tniento del int~etc. La anticipación de sentido que ~
Dilthey hablará. de (<estructura» y de la «concentración en un Inclwo, un· precedente inmediato de Schleiermacher, el n uestra COtnprCJWón de un tc:J:to no es un acto de .lá sub¡ct:i.-
punto ccntr.i.l» desde el cual se I?.roduce la comprensión del filólogo F.tledr.icli Ast, mantc.nfa una comprensión · decidid.a- vid.ad sin.o que se, determina desde la comunidad 'lue n os une
todo. Con ello aplica al mundo l:iistórico, como p. declamas, mente material de la bU:ea de la hermenéutica cuando prescobl.ba con la tndlclón. Pero en nucstn. rclaci6n con la m.d.ició n, csbl.
lo que desde siempcc bA sido un fundamento de ~da .int~ como su taxca cspcclñca la .reconstrucción del acacrdo entte comunidad.está. sometida a un proceso. de contlOUll. fonm.-
tlldón fc:xtual: que cada tCltto debe ses: comprendido de:ide sl antigilcdad clásica. y crlstilfnismo, entre una antigileda.d clásica ción. No es simplemente un p~pue:ito bajo el que o.os encon-
mismo. · . vcrdadcm, perciblda con ojos ntlcvos, y Ia tradición cristiana. tamos siempce, sino que. nosotros mismos la .wsmur.unos en
Sin cmbargQ, ~ obligatodo prcguntiu:sc si ésta e, una ma• Frente a la Ilustllld.ón ,;,sro es algo nuevo en el sentido de que
~ neo. adecuada. de entender el movimiento clrcu1ar de fa com-
pi:en.si6n, Tendremos .que rcmitlroos aqul al resultadó de la
una h=cn~ntica. ad no mide y condena ya. k tradición desde
el pattón de la :ta2ón ~tunl. Pero en cuanto qne inicnta. una
CUIUlto que c om~ICndcmos; particll'o~º' del acontecer de! la
mullclón _}" conwmatnos detcrmin .lo así desde n osotros
IJl.UimOS. El circulo de la comprensión no es ca este se ntido un
hermenéutica. de- Schleici:.mache.r, aunqu.e dcjimdo de momento coni:ords.ncia. llena de sentido entre las dos tradiciones en Ja.:i circulo «metodol6gico» sino que describe un momento estruc-
t:ob.lmcnte de lado, lo que éste desauolla ba¡o el nombre de in- que se encnentra, esta hecnenéut.ica. continliA esencialmente tur.al ontol6gko de Li. comprensión. : ·
tcrpi:etación subfetlva. C\llu\do intentmlos entender un tato la gcnemlizada .id.ea naterlor de s= en la comp=sión un
no nos desplazamos hasm la COJl$titu.clón psíquica. del autor,
sino que, ya que habl=ios. de despluarsc,. lo ha~moa hacia
11.CUerdo ,k &om,niáo.
Cuando Schleiermacher, y siguléndo SU$ pa,os fa. ciencia
compxcnsi6n
me gwimth.
i&::
Sin embargo, el sentido de e5te clrcnlo que subyace a toda
una .r;i.uev,,. co:Osccueo.d.a. hermenéutica 'fllC
«anticipación d e la p er:fccdó!l>,. Tambifn
l:a. pcrspecn= bajo la cual el 01:1:0 ha ganado su pi:opia oplnió11. del XIX, van más :a.Ilá de la «particularldacl» .;Je esa rcconci- esto ~ evidentemente un prcsupu'esto foxma.l que guía toda
Y e5to = quiet'e decir sino ~ .intentamos que. se haga valer lia.clón de antlgücmd d:lslca y ahtlanismo y conciben la m- ,comprensión. Si~ca que sólo ~ comprensible lo '!'1C repr:"
el derecho de lo que el otro dice. Cuando intentamos compren- ~ de la hCDI1cn6utica desde una genc:lll.idad f m11al, l o ~ senta u.na llo.idac.. pctfecbl. de senttdo. Haccnío~ esta presupos.1-
derle fou:cmos incluso 1,o posible por refoo:a.r SUl5 propi08 u- desde luego esmb.lea:r fa concordancia con el joc:;i.l de ob¡eti- ción de la pcr:fccción cada vez que leemos un te.no, y sólo cuando
gumientos . .AsJ ocurre tambi!n en la conversación. Pero donde vid.ad pt'()pio de las clendu. natumles,. pero sólo al precio de . Ja preso.posición misma se manifiesta como jn.su.ficicntc, c.sto
se hace más patente es en la comprensión de lo escrito. .Aqu1 cenunc:u: a hacct' valer la concreción de la concfoncia hhtórica es, cuando el tcxtQ no_ es comprcusiblc, dudamos de la = mi-
nos movcmo• en una dimensión de scatido que c:s com.pren.s.füle dentro de Ja. tcorla hcancnéutica.. sión e intcnlia.r:nos adiv.iruu: cómo puede remediarse. L as reglas
en s1 misma y que como tal no motiva un rctxoc:eso a la sahje- a
Frente esto la d=:rlpcló.n y fundatnell.l:ación existencial que seguimos. ca estas consi.dcmclone5 de la- cs:ític.a textual
tlvid.ad ~ otro, Es tarea de fa hermenéutica aplicar éste .ini~ del clccu.lq hcanenéutlco ,por Heideggei: rcp.,:esenta un giro ¡medcn dejarse abo.ta. de lado, po.es 'de ló que se ti:at,i. también
.
'
J61 J62
J6J
a.¡u{ es del hecho de que su aplicación coi:rcctA no puede ser De este modo el sentido de 1i. pert=.end,i, esto es, el mo- platto lo que e.u la h=enéutic:a. an~or sJc.ril~ quedaba al
scp:i.uda. de la compxcmión del contenido del tcno. mento de la tradición en el comportamiento histó.tico-hcrme- ma,rgen; la distancia. ea el tle.1npo y su signiliai.clón pata 1i.
. L'l. anticipación de pettccdón que domina nucst:m compten, néutico, se; i:calm. a tcaVl!s de la comanida.d de prejuicios fun- "comprensión. . .
sión esti sin embai:go en cadsi. caso detcmw:iada ~~ctu 'l. al- da.mentales y 1ustcn~dorea. La hermenéutica. tleo.c que partir Importa. destacar esto sobre todo frente a la teo.tla. hetmc·
¡¡lin con.tenido. No sólo ~.p.tesuponc una unida.d l.lllllll.nente de que el- que quiete comp=dci: está 'Vinculado al asunto que néutica del romanticismo. Reco.tdate.lllos que é3u. pcnsab:1. la
ik sentido que pueda gu1\r al lcctol'.. sino que la. com_pJ:cnsión se cxprei;a c:n la tmdicióa, y 1:1uc tiene o logr.i. uaa dctcnninada. Cllmprensión como 1i. tcptoducción de una producci~ orlgl-.
~ &te es!JS. guiada constllntcmentc pc11: expc<=tivas de sentido conexión con la. tndición desde fa que habla lo ttasmitido. Por oatia. Poi: eso podb. colocarse bajo la. divisa de que hay que
tnsce.nd.entcs que surgen de au n:laci6n con la veroad de lo otta ¡,arte la conciencia hermCDéutica sabe que no puede C$mt llegar a conip=dei: a un autor mejor de lo que él mismo se
metido por cI tato. Igual que el z:i:a:ptor de Ul1ll c:am em- vinculada. al asunto al modo de u.oa. unida.d incuestionable y na- · com~m:rulla. Ya hemos investiga.do el origen de esm frase y su
prende lis .notia.s que áta contiene y emplcza J?OI: ver las cosas tura!, como oi;im:c en la. petvivc.o.cia de una tradición sin so- .td:i.r::1ón con la estética del gcw;;,bº tendremos que v~lvcr
con los ojos del que la. esca'l,ió, tep.icndo por aerto lo CJ;'1': ~te lución de continuidad. Exittc ~ verdadera polaridad de fa- ahora sobre ello ¡,or el .rillC'VO ai · do que obtiene la m.JSma
csa:ibc, y no iotcnta, ¡,o:c cjemplo, comprc:ndei; las opLD.iOllcS mlliarida.d y atrañeu, y en ella se basa la tuca de b. hc.t.tne- a la luz de nucstta.s -última:¡ considcracionc:t.
peregrinas del escritor como 1ales, t:a.tnbién aasotros e.o.tendemos néutica, pero no eo el sentido psicoló¡:¡-ico de Schlciermachtr. El que la. comprensi6n ultcrio.r posca una. superioridad de
loa a::nos tna.smitidos aob,:e la base de expecti.tlns de sentido como el :l.mblto que ocul~ el .mieteno de la iru:lividu:ilida.d, princlplo frente a la p.roducción origina.ria y pueda. fol'..lllularsc
que exttaemos de nuestra. · p.topia rdación precedente coa el sino en un sentldo ~dctamente hcttnentutico, esto es, con como un «compténdci: me}o.t» no .tepo.sa. en ieallda.d sobre u.o
llllUI\to, E igual que damos crédito a la.s noticiu. de nuestro 1i. aten:i~n puesta en-algo dicho: elleng=je cnel qn_e nos habla. hacer consci~ctc . postc.tior, capa.% de equiparar ·al ·ic.téxprcte
con:esp0ll5af porque áte estaba p,:c:;c.o.tc o po~ en general
entiende de 1i: caestló.a. estamos bisica.maite abJc:rtos a la po-
1i. tndiC1ón, la leyenda que leemos en clk.. Tamblái aqul se
.tl)lUllfiCSt:1, UDá tcruión. La posición entre o:txafiC%ll. y famili'l.-
con el autor origiiia.l (comn opinaba Schlciexmachcr), wro que
í'°r el conttario rcmite a una diferencia iruupenhlc entre d.
sibilidad de ·que un texto tnsmitido cnticcda dd asunto mis rida.d que oca~ pata nosotros 1a tmd.ició.n es el punto medio imúprctc y el autor~ difes:eccia que está. da.da po,: la distancia
de Jo que nuestra.$ opiniones p.ccvias nos icducirlan a suponer.
Sólo el fi:acaso del mtcnto de. comj~ verdadero Jo dicho
enti:e 1a objcu-viihd dt la cfutancb.. histócica y 1a pcncnc.o.da
a una tradición. Y ul, p11nlo mulio 1¡ 1/ 11mlmfero topoI tk lo her-
histórica. Cada. época i=n.tkndc un texto trasmitido de una
i:a pccnlfar, pues el tcxtó forna.parte dd conjunto de una mdi-
=~
conduce al cafu=o de «comprcnd~ el tato como fa. opinlóa 111111l11tfo1. .
cióc por 1i. que cada qioca tiene un intett$ objetivo y en la qne
de otro, psicológica o históricamente 211• El p.ccjuicio de la pet- De esta. posición intermedia que está. obli~da..a ocupat la ictentt comiu;cadcr,¡e a s.! misma. El verd:!dcro sentido de un
fa:clón contiene pues no sólo la fomialida.d de que un tc:z;to hermenéutica se sigue que su tarea no es dci;artollar un. proce- n:no tal como éste se· pcacnta a. su int&pxcte 110 depende del
~
debe apt.,sar pctfecwncnte su opinió.a. sino también de que dimiento de la COlnpttnsión, sino iluminar la& condiciones bajo ~ecto punm.ente·o_a.sional que ~=c.o.bu:l el autor y su pú-
lo que clice es una pc:rfccta vci:dad. · l!!! cuales :¡e comprende. Puo estas condiciones no son todu blico orlgi.nario. O po.t lo meno& no se agotir. en ~ - Pues ci;te
También aqu1 se nos confuma .que co.tnpi:c.o.dc.t si.gnüica del tipo de lo~ «p.rocedim.!entoSJ> o métodos. ni el que compren- sentido está sicmp.te determinado también por la situación
prlmuiamc:nte e.o.tenderse en la coaa, y sólo ~ccundariarneot" de podría ponerfas po.t s1 mlsmo en aplicación; i::staa condiciones histórica del io.t~tc, y en co:mecuc.o.cla por el todo del p.ro-
destacu J comp.r:cndet: la opinión del otro como tal Po.t eso tienen que estar dadas. Los prejuicios y opiniones previos que ccaa ~tórico. Un autol'. como Clt.ládenins, que no ha relegado
la primea. de todas las co.o.diciones l=:mcnéuticas c., 1i. pre- ocnpan 1a conciencia del io.tfrptctc no estin a &u <lis¡:,oslci6n; toda.vía la compttmüón a 1i. historia., time esto en cu.c.o.bl. de llilll
comprcrusión que surge dcl tener que -rer con d. miviuo asunto. élite no está en condicione., de di~uir por d mismo los pre- manera compfc:tamente espontánea.· e lng= cuando opina
Desde esto se detcrw.in& lo que puede. ses: com ideudo como juicios productivos que hacen posible 1a comprensión de aque- que un autor .no necesita ru.ber rcéonocido por s! mis~o todo
sentido unit:u:io, y e.o. con.s.,cue.acia la. 11.plicacióri de 1i. antici- llos otros que 1i. obstaculá:an y p.roducen los .cnakntc.o.didos.
pación de la pctt'ccclón °. Realmente, e3tt distinción s6lo puede tener lugu en la
él vercla.dcro ic.o.tid.t, de su texto, y que en coosecuenda el .ia-
tétp.tem pued.c·y debe cntm.de.t con frecuec~ más que aquél.
comprensión millma, i!afl: .eso es . cosa de 1i. hermccéutica Sin embargo, ctto tiene un signüicado realmente fundame.a.tal.
32. En un• ponencia P""- el "ongr...o de Venecia de 19.58 illtent! pxcguntaue cómo se · Peto esto implica tncr a primc:r El sentido de. un tc:xtQ supem a su autor no ocasionalmente
most~r ,especro al Juicio catética q uQ1 igual que •l hlstórko, pos<c un
cuicta: seC11.Dduío y coru!nn,, la ,canudpadón de la pcrfccci6m (p-,bli- sino sicmp.te. ·por eso la. comprcmión no es nunca un compor-
"'ª" z,,..
balo el titule JJ,,...,,,,nJnr:
F~dg,Nflrdiz.ú.it áu iirtb,1/s,J¡,,,
di J'!,itetk,1. .III, A. III (1958]). . .
RiTists lo bace la cñtla hl•1ó.dca .Ic w fue.o~ i:uando busca por det:ds d" la t:unicnto sólo reproductivo, sino· que es a au. VC!C s.icmpr" J?LO-
lxad.lción. Aunque! u¡ul se tnte de urui. ta.rea no hlstódca slno hei:meo!u. ductivo. Quizá no e,; conecto ha.blu de ucomprcndci In.CJo.t»
33.. Ht.y una czcepcl6n a esto 'aotlcipaci6n de fa P"f!eccl6n; el aso tl"', ~ta 16!0 "" sol\lblc ou.ndo se zpllc:-., romo clan un conoclmli:nto en rclaclón con este:. momento pi;oductivo inherente a la com-
, de la coc.dtura des6g,u-a,b n en claTe.. Esto """" plante& los mis compll- ohjed'l"Q, Solo c:Dtonccs puede descifnno b dwigu.meión; también en
Cldo• p,obl- hcrmeatutlcoa. Cf. .b• hutruc:tivas ohs~onos de prc:ns.ión. Pues ya hemos -vistu que esti. fómmla es la adapta-
.la c011nnacióo ,e eru:l,endc 1~ J,;qnh en la mc:dld::i en que uno ma.otlcne
L. Stnus. en Pcr1<r,,fi,,n tmJ Jbt drl l/[ 1J1rillnl.• .&ta cx,:epción del compor- un ~cue.rdo objctiTo con el dl:n>. En este SC11tido la qu" puccla w,a "'""" ción .de un postulado básico de la crítica objctin. de la época
ta.mJccta hermeahttlco posee 1.1.Jl 111lg.nliit::11.do ojempJ•r ~ cuarita qtio •qv.l c.epción vleae .. ser 1ll1A Tc,td..Ic\n, ~onli=adóo de que la compt=sláa de la. IllJStración a los funda.me.o.tos de la l!St:b:iCI. del ~cnio.
se 011~ra la pura lntc:q,rctadón del oentldo en .12 mlmna dirección en que jmplia s.icmpto acuerdo. . · · Compiaider no es con¡prcndet: mcjoi;. ni e.o. el sentido ohJeti.vo
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de ubcr mil.a en virtud de c:onceptos mb elatos. .o..i en el de la pu.estos ".lue ~ demasiado poder sobre uosottos como pam se vaJllll desco.nectando =ns fuentes de cuor y filtrando asl
supcxioridad bwCll que ~ee lo consciente ,:espec:to a lo lnw que podamos conoce.tlos,· y ".l.Ue comi~ a la a:eaclón con.ti:m· todas las posiblc.s dlstoniOru:s del verdadero sentido, W10 que
consciente de la ptoducdón. Ba.11tarla decir que, t1141tdo s, (ODf· po:dtiei. una especie de hipco:esonancia que no se corresponde consmntcmcnte aparq::cn nuevas fuentes de comprens.ión que
pr,r1d,, ae comprende de un modo difarmt,. E.te concepto de con su vcrd.acl.em contenido y slgnlfici.d_o. Sólo la paula.tina. a;. hacen patentes relaciones de sentida insospechadas. La. dis~
la c:omprcnslón rom~e desde luego el cúculo tt:mldo pot la tinción de los .naos actuales va bacieo.dn 'Visible su verdadeta cia en el tiempo que hace posible este !µtraje: no tiene \lOll. cll-
hermenéutica romántica. forma y posihilit2. una eomp,:cns1ón de _lo, que si; dice en ellos tru:DJió.n concluida, sino que clh mism& está en con.stant.e mo--
En C'lll!,llto que p no -se tdiea: a la individualidad y sus opi· que pueda. p:cetcnder para d una Fci2lidad vmcu1ante. · 'vimlc:oto y expansión. Junto al lado neg:i.tivo del filtuje que
nlo.nes siuo a. la vc:cdad objetiva, el texto nn es entendido como ~ ~periencia ha tmido a pnmer · plia.ao de la inYestiga· opcm la d,i$t2.i:t.da en el tit!mpo apa.tece sirnultia=tc su
mera expraión vital sioo que se toma en serlo sn propl11. prc- dón histónca el hecho do que nn conocim.l.ento objetivo iólo aspe(;tO positivo para. la comp,:cnsión. No sólo ayuda a 'J.Ue
teosi6n de verdad. El que también esto, o mejor didw; prccln· puede ser aloouado desde llrul cierta dismnda hist6d11. Ea vayan muriendo lo~ prejuicios de. na.tlmllcza particular, s.010
mente esto se lb..tne «eomp,:cndei:» era antes algo lógico y mL- YC,dad q= lo que una cosa es, el contenido que les cs p~o, que peanitc tambié.o que TaJall 11.patc::cic:ndo "l\lmos que estín
tur.al; baste como muest:cr. la cita de Ch.lad.enius. Sin cmb~. sólo se distingue desde la dismncla. .respecto a la actualidad y· en condiciones de guiar una comptcnsló.n corrcctll. .
la conci=cia hutórioi. y el giro psfoológico que dio Sch!e.ie.t· sus .fltnei:at circunstaodas. La po$ibilidad de ad.quh:k uoa Sólo la distnncia en el tiempo mee posfüle tcsolvei: la vci:-
m:icheJ: a la hcnm:.néutica. l11m deaacditad.o catQ. dimensión cil!rta pll.norámicúobre un proceso histórico en virtud de su clad.cta cacstión' cr.ltica. de la hecmcnéutica, la de distinguu: los
del p,:obleam hetincnéutico, que sólo ha podido ser l'CCUpetllda car!cter J:Cbtlnmentc c:en:i.do sobte $.[, de su lejanle. .respecto prejuicios 11,nl,,J,ro.1 bajo los cuales. &ompr,11,kmos, de los pn,.
CWU1do se hlclt!ron patentes las aporías defbistodciamo y =do a las opiniones objetivo que dominan en el ptcsentc, todo esto ¡ciclos falsn que producen los ma./,11t,lididos. En este sentido,
son hasm cictto'pwlto i::oo.dlciones positivas de la comprens.iótt urui. conciencia formada hermenéuticamente tendrá que ser
ésms condujeron fiñalmcnte a. aquel giro nuevn y funiwncntiú
que dio· en mi ·opinióo. ~ impúlso más decisivo al tnbajp de histórica. Un presupuesto tácito dd metodo hist6tlco es ca hasta cierto punto también con~cii. histórica, y hacer cons-
Hclde~ga. Pues h productividad hcx:menéutia. de h dlsmncia gcn.entl que el signiúcado objetivo y pcnnanente de algo sólo cientes los propios pttjuicios que le gu!an en la compunsión
se hace vcrdadctamcntc reconocible =do pertcru:cc a un ncJCo c:on clfin de qnc la mdlción se destaque.a su vez como opinión
en el t1~o sólo pudo 5t!r pensada desde el glto ontológico que dlsrintll y acceda as! a su. derecho. Es elato qu.e el hacer·¡ntiente
dio Heidegger a 12. comprensión como efaelflm existen~ y ~ o menos concluido. En otras palabras; cuando csb{ suJi·
desde la intttprea.clón temponl que ofreció J?áll el modo de cicntcmente muerto eomo pani. que ya. sólo interese histórica· un pECjuicio im_Plica ponei: en suspenso su Vlllid~ .Pues mien-
ser del estar ahL mente. Sólo enton= parece posible dc.sconcct:u: la paxticlpa- b:a:i un prejuiao 11~ está determinando, ni lo conocemos ni
ción subjetiva del observad~ E.a te:illdad esto es una paradoja; lo pcmamos como juicio.JCómo ?od.rla entonces llegar a ha·
El tiempo ya no es prim2rlamcntc un abismo que hubien. de c:erse visíblc? Po.uu ante un. preJuicio es Imposihlc mieotras
se,: wva.do porque pot sl mismo seria a.us;. de división y leja· es el cottdato, en la tw.ili.-de la ciccu::ía., del viejo problema mo--
:cal de si algu.icn puede &cJ: llamado feliz antes de 5u muerte. B con.tinw: 1\1. obn. impcrcept:wle; sólo se Iogn cuando de alw
7--., n{2. alno que es en realidad el funda.tnento que :sustenta el gú.a. modo se lo ~estimula». Este estlmulo procede precisa.mente
acontccer:.cn el que tiene súa tafccs el presente. La distao.cla Cl1 Igual que Arim:ótelcs most:J:6 hasta. c¡ué punto un p,oblcma. de
:'.s; este tipo logra. ag=ai: h.s posibilidádcs de juicio hwnam.s", del cm:ui:.ntro con la. ttadlcl61L ·Pncs lo que incita a la compren--
el tiempo no es en conseou:ncia algo que t.engu que 1er s11pet:1.do. sión tiene (Jl;le habetse hecho '\TlU.er P. de algún modo en 6U
&te era más bien el presupuesto ingenuo del historicismo: que la reflexión hcqµcnéutica tii:.nc que cst2.blccci: aqul una aná-
loga agudinción de ·la autoconciencia metódica de la cic.ncla. prnpk alteodad. Ya hemos v.isto que Ji com~ensi6n comie~
habla que desplazarse al cspltltu. de la época, pcnsai: en sus lllli doo.de algo nos intcxpcla. &ta es la c:ondición heancnéutica
conc.cpte>s y representacione5 en. vez.de en las propla•, y q~e Es cntcwncntc cierto que dcterminadoo requisitos hermenéu-
ticos se 5atisfaccn sin dificultad allí donde un lleJ:o hllltórico supi:ema.. Ahor.z. sabemos .c:uil c.s su ex..igcncia: poner·en sus-
sólo ul pod.da avllnZlll:sc en el sentido de una o'b]etiv!dad his·
t6rlca. Pot el c:ontnri.o de lo ".l.UC se ttata es de rcconocct la dis- .ra sólo intci:csa históricamente. Pues en tll caso hay cicrw penso po,: complete> los propios prejuicios. .Sin embar~, la
fuenteif de etrat ~e se desconectan por sl 5oh.s. Pero qucdii. suspeiw.ón de 104o juicio, y, tt fortlori, h. de· todo pi:c¡uicio,
tancia en el tiempo c:omo una E~:'ilidad podtiva. y ptodllo- tiene la estttt.ctu.ra lógica de la }rrt,R11fa.
tlva del comprcnQ.CJ:, No es un a · o devo:mdor, sino que está en pie la =tlón de si con esto se agota realmente el pwblem,i.·
hcmicnéutico. -La distancia en el tie.mpc;> tiene: cvidcintcment& La esencia de la pr1g1111111 es el abrir y m:mtcier abierta:; po--
cubierto pnr la continuidad de la. ptoccdcncla y de la tta.dición,
a cuy:t luz ¡¡e nos muestra todo· lo trasmitido. No se.ti aqul cxa-- m.h sentido que la mcu. dcscon.aión ac: los pm~s intereses sibilidades. Cuando un prejuicio aa hace cucstlonable,. en liase.
gcr,.do hablar de una gi:.nui~a ptoductivldacl. del acoo.te<:et ' som;c el objeto. La. distancia es la única que pc:nnite una. ex· a lo que nos dice otto o un teicco, esto no quiere !lecl.c que se lo
pi:esión complcm. del vci:dadcn, i;c:ntido .~e hay en las cosu. deje 6im,Plemente de lado y que el ottO n lo on:o venga a sns--
Todo el mlUldo conoce esa pecul.lai: impotencia de juicio lllli tituirlo llllilcdiatamcnte ei¡ su valide%. Bsm es más bien la in-
donde no hay wu· d.ísmncia en el tiempo que nos propo.tdollA Sin embugo, el. ·vl!:tdadao sentido contecido en un tato o en
Wlll obni. de arte no se agota al llcg.i:r a un detc:rtrii.nado punto genuidad. del objetivism.o hi&tórico, la p~tcnslón de que uno
patrones seguros. El juicio sobre el arte oontempocl.oeo ~ puede haecr caso omiso de s! mismo. En :tcalldad el propio
Tiste pan Ii conciencia pc:.atUica una dcscspc.cantc in.seguridad. iinal, sino que es un proceso inlin.ito. No es s6lo que ClWL Vl!Z
ptcjwclo sólo e.u.tCI. ralmente en juego m1. cuanto que: utá
Cuando nos acercamos a este tipo de cteacioJJc:S lo bacelllOs ya metido en él. Sólo·~ la medida en que se cj= puede llcgu
ev:ident.cmcnte desde p,:cjuicios incontrol&blC$, desde pl'C50- 34p Eth. Nic. .A. 7.

368 J69
161
u
a te.o.et noticia de la pretensión de venhd del otro y ofi:ec:cde de que en Ja aparente intncdiatcz con que se oiienta ~ lá. que por atta parte átn no significa = m,;do a4tuno que ~ea
1a posibilidad de que éste se ejercite a su YCZ, obn o la tradición está sicmp.i:e en juego c,;te otro pfantcamicnto, wi .requisito que se pueda aatiafu:a: plenamente, Li. aíirma.ción
·. La ingenuidad del Iw:nado historicismo c:onsístc en que.se · aunque de uaa manera. l.tnpcn:cptlble y en wnse01ench. inc:OB- de que la historia cfé~ puede llegar a hacerse complc..,, mente
snstrac 2. Wl2. .xdl=ió.n de e:itc tipo Y. olvida au propia historicl- tro.lad2.. Cuando intt:.atamos comprender un fcnómcan histótlco consciente es tan hlbrld:i. como la pretensión hegeliana. de un
<bd. con su confian:ta en la metodólogi:i de m proa:dimiento. desde ·k distancia hi.&t6ria que detc:miina nuestra .situación saber absoluto en el que la histozia. llegarlll a su completa. auto-
En este punta con-vic.o.c dcju de lado e:itc pcm.amicnto histó- h~éutica en gcncw, noa hallamos rúemprc bajo 101 efectos· tnspuencia. y se ckr.uia asl ha.sm la al.tuna. dd. conccptn. Poi:
rico mal entendido y apdu a uno mc]o.c entendido. Un pens1r de esta. ~storia clectud Ella es la que detecmina po:t acld:uit?tdo el conna.tlo la conciencia histórlco-efccnuu es un .mnmcnto
a¡ic.o. to vailadcr;;i.mentc hi&tórico tiene que ser capaz de -pcns,u: lo que nos va a pa:rcc;er cuestionable y objeto de 1:rv-r:sti~ón, de la rt:alizaci6n de la comp.=16n, y ioás addantc ve.remos
al mi~ tiempo su propia historicidad. Sólo c.ntonces dtjSLcl y no.cma.1.tncntc olvidamoa la mitad de lo que es teal, mú .atío, que opem ya en la obtenrl4n ilr '4 _prt_g1111lt1 "1f'l'Ula.
de p=cguü: el fantasm:1. de un objeto histórico que lo sea de llnll olviwunos toda la vcrd:i.d de este fenómeno cada Ve% que toma- t i conciencia. de la historia. ciectual ~ en primer lugar cor>-
invcstig8.ción progresiva, ap.cc.o.dc:rá a conocer en el objeto lo mos el fciiómeno inmecliato como toda la verdad. · cic.o.d2. de la lil11a,Un hcrmco.éu.tl,:;a. Sin cmb:u:go, cl hacuse
dlfucnte de lo propio, y conoced así tanto lo uno como lo En la aparente in~uldad de nuestn. comprenslón, en la consciente de una. aitw1.ción es llnll h1"ea que en cada caso tc-
01:1:0. BI vcrddero objeto histórico no es un objeto, sino que que nos gwrunos por el p:1.tr.dn de la. compren&ibilidad, lo otro 'VÍSU. una. difi¡;ultad plbpk. El concepto de 1a situación se camc-
es la unidad de lo 1'.llO y de lo ni:{(), u¡¡a n:lac.ión en. la qm: la se mu.cstta ·1"n :1. la. luz dé lo propio que .ru. lo prnt'io ni lo otto tc.cha por que uno no se cnc;uenta. frente a. ella y poi: ln 1ll.Dto
realidad de la h1,t0m. pexsiste ·1gwi1 que la. tcal.ldii.d del c:om- llegan rcalme.ntlll 11. OX¡>:te&lll&C Como tales. •El ObjetÍTISalO)rts-· no puede tener UQ. sa.b~ objetivo de ellll. llll. Se catá en ella, uno
p.rcnder ·histórico. UDll hctmenéutica adecuada debe mostou: t&rico que se tcmlte a m propio método crítico oculta. .la tnt- se encuentra 6icmpre en Uilll. sfuuci6n cuya ilunililación es llnll
en la comprc.naión mhma. la realidad de la histeria. Al cont~ ba26n efectual en la que se encuentra. la misma conciencia hls- w:e2. a, la. que nunca se puede ruu; cumplimiento pnr ente.ro. Y
de C{itc xcquillito yo le llamarla. «hutorid ifu/Nal». Entender e:i, tóri= Es vcrd.d. que gradas a su método crítico se Sllltt'ae :1. esto -vale también para Ja situación hermenéutica, erto e5, para
cse.aQlWDcntc, un ptoccso de hlstori:l efectual. la. as:bitt;u:iedad y capricho de cierta& actwill:acioncs dd puado, la situación e.o. la que nos cncoi:itnmas &:e.o.te a la tradición
pero con cato $e crea una buena conci~a desde 12. que n.iega que quci:cmos comprender. l'llmpoco se puede llevu a cabo
!lquellos prcsnpuC3tos que no son arbitt:uios ni caprichosos, po,: completo 12. ilnminaci6n de em situa.ción, la rdlcxión to-
4 El póncipio de la-hístocill efcctual sino sustentado.ces de todo su propia compi:cnder; de esta fo~ tal sobre la historia efcct1Jal; pcro esta .inacabllbilid:i.d no es
ma se ya.ca al mi:uno tiempo la vcrd:i.d que seda_ asequible a defecto de la rcllaíón sino que está en la esencia. mism:1. del ser

~ El intctés histórico no se odenta sólo b:1.cia los fenómenos la finitud de nuestta (:Olllprensión. En esto el- objetivbmo bis~
históricos o b.s obras tJ:ua;nitidas, sino que tir:nc como tedtica tórico se ~ 1l 111. estadística, c¡ue e:i tan fonni.dable m.edio
secundarla el efecto de los mi.mios en la histori:i. (lo .que Implica pmp:t&ll.l1dlatico poxque de~ }Jg,blu lll lenguaje de los hechos
histórico que somo$. Str bmdrito qt1Íer1 tk,ir no (l!Jlldr.te 111111'"4
"' ti .rab,r.r1. Todo sabene procede de una pn:det=i.aación
histó.tiat que podCinos .lJamat con. Hegel «$u:rtancia.», porque
u.mbién a la historia de la .iirvl:5tig-ación); e:ito C!.5 considcwlo, y :1.¡,ucnta. ul una objetividad que en realidad depende de la soporta toda opinión y compo~ento subjetivo y en ~ c -
getu:talmcntc, como una. = a c:xtcnsión del plantcllmico.to 1eg1tlmid&d de su pkiu:eamic.o.to, secuct1da. prcfígura y limita toda posibilidad de comprco.dct
histórico que, desde el &Jf11,I de Hc=nn Grimm ha.ata Nn se exige, por lo wuo, UQ. desaa:ollo de la historia efec-
Gundolf y mú al1t de él, ha dado c;omo fruto toda urui. serle tnal como nueva diaciplin. auxiliar de las ciencias del csplritu,
= tradición en su altecldad hístórlca. Desde cato h tal"Cll de
la h ~ t l a t .filosó.li.ca puede. caracteriza.ne como $Íguc:
ae valiosa, pe.cspcctiv2l; histórlcu. En Q1:c sentido la historia sino que 6:;tts aprendan i comprenderse mejor a s.( mismas y tiene que rcm.ccr el camino de .b. fenomcnolog&. del Esplritu
efectual no es nada. n uevo. Si cs nuen, en cambio, la_cxigcn- reconoz= que los efectos de la histot.bi efcc·twü operan en -h~eliana en cuanto que en toda subjetividad se muestra la
cia de un plant=micnto histótico-efcctwü_ cada .v~ qnc u.na toda =m¡rcn:sión, sea o no consciente_ de ello. Cuando se rustancialid&d que la determina.
obm o· = tradición h a de sci: at.l:lÚd:i. del clarpsco.ro catte niega la historia cfi:ctual en la ingcnm<bd de lll fe mcto.dológica, Todo p.rcs~te finito ti.ene ms lúnitcs. El concepto de 12.
ttacllclón e histotlognaíla. y p uesta. a ciclo ablc.tto; esta. exigen- la consecuencia puede ice incluso wi11 2.uténtica dcfomiación sitnación se dcf:cil:IÚWt justunentx: c.n que reprC3eo.ta. u.na pod-
cia, qnc no Je d.lrige tanro 11. l1d nvcsti~elón como a la =nden- del conocimic.o.to. Esto nos es conocido :1. ttavéll de la historia. ción que llmita. lai; posibilidades de v ec. Al concepto de fa si-
cla metódica de ~ miama, es consc=ci2. obligad& de toda. de las cic.nciu, en la que 2.pareccn. demostracionc.s iuc:fut?tbles tuación le. pertenece l:'Senciajmcnte el concepto del IJf!riz.onu.
tdlexió n a fondo de la conciencia histórica. · · de cosas evidentemente f:us',l.$. Pero c.n su confunto el poder Homonte es el ámbitó ~e visión que llhuca y eacittn. todo lo
Por ~ucsto que n o es una. cxigc.o.cla., hermcntutic:. en el de la historia efcctnal .oo depcade de m recono cimien to. Tal que es 'risible dade un dctcrminlldo pwito. Apliclndolo a 12.
sentido tradicional del concepto de heancnéutic:a; pues no c. prcci$lUllco.tc el ·poder de fa hístoria sob«: 12. conciencia. hu- conciencia. pensante m.bla.mos entonces de la csttcchcz del ho-
quiere decir que la investig ació n tenga que.dcu.uo.llar un plan- mana llmitt<b: que se impo.ne incluso Alll donde la fe· en el m~tc, de Ja. posibilidad de ámp.llar el horizonte, de la: ap ertma.
t ~ n to de hi~om efectual pualdo al pla.utcami.c.o.to dúecto ~todo quien: negar 12. p.ropi:1. histotlci.dad. De aquI k urgen-
de la compn,o:iión de la obxa. Se !nt?t m,is bien de una r::::dgc.o.- cia co.o que se ltc.p one h. ncc:csJdad de hac~ conscientes la his-
cia teórici. La conciencia histórica tic.o.e que hacctse consciente tnpa cfi:ctual: lo ncccsiu h. ptop~concieticia cic.o.tlfica, a.un- 35. 14 ~=ctun. "del CO!lcepto de la dtuac:lom ha sido e<q>llc,.da ...,.
.. . ur z,11-, pe, E. Roth•cl:=
b.;c todo po.; K. Jaspea c11 Dit g,ülip S/1,,,,,;p,,

Jl Q JTÍ 372
de n\KV'Os horlzo.o.tes. La lengua ñlo$Ófic,. ha empleado esta En uno y otro caso -el que huscá compxcnder se coloca. a ${ El horizonte es mis bien algo en lo que hacemos .Ql:lCStro ca-
pakbm. sob:ce todo desde Nlcaac:he y Huasc.d, pata ouacm- mismo fuera de la situación de un posible·tonaenso; la situación mino y que hace el cuniao con nosotros. El horizonte se des-
rizu lá. vinculación del pensamiento a su determ.iaatiTidad no le .Cecta. En la medid:l en que atiende no sólo a l~ que el plaza Al paso de quien' se mueve. Tambibi el horizonte del pa·
.finita y Ja. ley dd progreso de ·1Uilpliacióo del ámhlto visual. otto i.ntcnta decirle sino tllmbién a la posición desde la <:¡Ue lo sad.o, del ~e vive toda vida humana y que esti ah! bajo la fonm.
El que no tiene horizontes ca un homb:ce CJUe no ye sufickute lace• .rettottae su p.ropi,. posición a la inmunidad de lo J.n2$C- de la índición, se encw:ntta en un petpetuo movimknto. No
y que en consecuencia supcrruon lo que Je cae más ccxca. Eo quible. Ya hemos -visto en la gmcsi.s del pcosamic.o.to histódpo es la mnciencia lústórica la. que pone en mo-.:iroicoto al hotl-
ounhio tener hor:izontcs signffic,. no C$tar limitado i lo nw que tste 11~wnc efectivamenti: csti. ambigua. tr:ansidó.o. deJ medio ·:r;onte limitador; sino que en la conciencia hist6rica este mo-
c ~ g sino poder· ve:c poc <!Ocimll de dio. El qw: tiene hori- ál án, con vittlendo en un Jin lo que es·sólo un medio. El tute vimiento tan tólo se ha.t".e consd=tc de si mismo.
zontes puede 'falomr couecmmco.tc el sigalfia.do de todas las que se intcn11 comprender históricamente es prlndo de su Clnndo aueatm conciencia histótlo. se desplua. hacia ho-
cosu que <2Cll dentro de ellos •egún lo• patrones de cen:a y ptctenslón de decir la verdad. Se cree comprender pcrquc se montcs históricos esto n.o quiere dccix IJUC se tnsb.de a mlllldos
lc)os, grande y peque.iio. La chbonclóJ:1 de la situadóJ:1 hw.no- mita b. tradición 'd esde el punto de vistll. Wst6rico, esto .es, por;- atra.11.os, • los, que nada vi.o.cula con d nucst.ro; por el contra-
néutica sigcifica entollCCI la obtención del horizonte conecto que uno ec despllla. st la. s i ~ n hlstórlo,. e intentll. remnsttult: rio todo3 dlo1 juntos fo:cOJll.Jl ae gnn horizonte <¡w: se roaen
pan:liu cues~.11ta que se nos plantean cua a la. tmdicióu. su bomoatc. De hecho se ha x=unclado definldvamcnte a la por ¡f mismo y que rodcst la profundidad hi$tócica de nncstte
"Es tllmhlén lntc:tCW1tc habíu de hori2:ontc en el marco de pretensión de halla.r en la mdicl6n una verdad compi;cnsible a utoconclencla más alli de las fronteru del presente. En :rea-
la. com,erensi6n hlstórlca., sobn: todo Cllllildo nos .refcdmos a ]11. que pueda ser vil.ida pan uno mismo. Este [ec:onoclmiento lidad es un único horizonte el que rodea = t o contieo.c en
prcten:11ón de la conciencia histórla de ver el ¡aaado eo su de Ia: altcddad del 01:1:0, que convierte a ~tll. en objeto de co- sí misma. lst conciencia hist6rlci.. El puado propio y a:tmiio
p~io ser, no desde nuestros patrones y prejwcioa contcm- nocimiento objetivo, lo qae hace es pollcr en suspenso -tocha al que ae -vuclf'e la conciencia históric,. forma. parte del ho.ci-
porauco¡ sino desde $U proEfo hnrizonti; histórico. La tarea sus posibles pa:tcnsione,. . :r:onte móvil desde el que vive Lt vida human-. y ·qae deter-
ele la. comprcmión histórica lneluye la exigencia de ganar en · Surge entonces la c:ue,ti6ll de si 'esta descripción lllcann mina a ésta como su origen y como su ttadiclón.
cada caro d hodzootc histórico, y reprcsentar,e ~f lo que uno realmente al fenómeno hermenéutico. ¿Existen realmente d~ Eo este sentido, comp.rcnder: ~ tradición requiere &Ül
quiere comprender en sua ·verdadcru mcdidu. El que omita ho.ri2:ontcs distintoa, aqtill en el que me el que comprende y duda un horl:r;ontc histótlco. Pera lo que no es VCJdad es c¡ue
este dc:spl-,¡z;¡ae al horlzonte lústórico dcack el que habla la el horizonte histórico al que é$tc pretende ·desplllane? ·¿& este horizonte se gane desplazándose a una. sltuáclón h!stónoa.
tradición eatari aboado :11. malenwididof respccttl Al sig.nili- urui. dcscrlpció.a coi:rcctll y tu.licicntc del.arte de la co.tnprcnaión Pox el contncio, uno tiene que tener siemp.rc su horlzoate
oulo de los contcnid<n de aquB!a. En este sentido puece uoa histó.ciest la de que hay que aprender ll desplaunc a ho.t:b:ontcs pan poder ckspluauc a uoa aituación cualquicm. ¿ ~ signi-

-
~ exigencia hcmicoéutica justificad& d que uno se ponga en el
lugar d~ otro patll poder cntendc.de. Sólo quehabi:i que pre-
gunt:use entonces 1i este lema no se hlu:c deudoi: precisamcnk
de la. comp=ión qui: le aige a uno. Oeutte como en el dií-
logo que imntenemo11,1=Qn alguien con el 'dnico propósito de
ajenos? ~ede decirse en. este sentido qne hay horizontz:a ce-
nad.os? Recuérdese el reproche que hace Nict%sche. al histo-
ricismo, de romper los horh:Olltcs dncunscritos par el mito,
11nicos en los que puede vi'Yir una cultuia. n. tPuede dcciue q\lC
d hocizoote dd pxoplo ptcscnl'c es algo tan ccaado? ¿'& si-
fica en realidad 1!$~ dt.sp]azuse? Evidentemente no algo t:ui
scnclllo como <<apartar·la mir.P.d:l desfmismo». Por supuesto que
ta~bién esto es ncc:csatio en· cuanto que se intenta dirigir lt.
mirada realmente a una situación disti.a.tA. Peto uno tiene que
traerse a sí mwno hasta cst:l otra situación. . Sólo asi se satis-
llegar a conoc:crlc, e:1ro e:,, de ha.ccmoi idea de au posición y quiera pensu,le una situación hist6cia limitllda pni: un hori- face 'el sentido del <1despw:ano. Sl 11110 se desplaza, eot ejem-
ho.dzontc. Este n.o es Wl verdadero diálogo; no · &e btlllca d zonte cec:ado? · plo, a la situació.o. ·de otro hombre, uno le. com~eo.dcxi, esto
consenso sobas un tema, sino que los conb:nidos ohjeth-os de. ¿O no sed esto un .o.ucvo cdl.cjo romintico una especie de es, se bari consciente de ao. altcrlda.d. de au lndi.vtdual).dad ttte-
b. comrersstclón no son más que un medio pan conoce[ el ho- robinaom.da de b. .Ilustmci6n histórica, la ficción de una id.i dnctiblc, p.recinmente porque es 111111 el c:¡ue .il desplaza. a su
rizonte del otto (Pifoscse, por ejemplo, en la situación de e:m- ioalcamiable tan artiñclo$& como el proplo R.ohinsoa, el pre- situ2cl6n. . .
men o en dctconinadas focmu de conversación terapéutica). ~unto fenómeno origlmrio del so/llJ ijm1 Igual que cada iñdl- Este dcspw.arse .o.o es ni empatla de una indmdwllikd en
La conciencia histótjca ópcill de un modo análogo cuando se 'riduo no es nunca wi individuo solita.ria po.tque csti siemp:te la otn, ni swnislón del otto bajo los proplos patrones; poi: el
coloca en la &ituación de un pasado e intenta aíoru:u: así su en=ndiéndose con oti:os, dd mismo modo el hocizontc cc:rndo · c:onuuio, significa siempre un asccnao bacía. una Fcu.lidad
verd:ldcro hoiliontc histótlco. E ig,al que en esta fo= de que· cttcarla ll. las cultw:as ca un2. stbstracción. La movilidad superior,. que .rebasa tanto la pamcula.cidad piapia como 111
diálogo el otto s.c bu:c compi:emible en SllS opinlona dctde histórica de la alstcncia humana C$tl:iba. precisamente en <J.úe no del otto. El.. concepto de hon;wnte se b:11.cc a.qti! interesante
el mo.tnento = que se ha tccODOcido su poaición y homonte, hay una Ylncu:lacl6n absoluta a una detcrmlnada- posición, y poi:que cxprc:sa esa panorámla más amplia qae debe a1c:a.in:a.r
sin que_ c.,to impllcpc wi embargo qae um:, llegue a entender- en- C$tC sentido tam.tio~e hay horizontes realmente ceaados. d que co~pttnde. Ganar un homonte quiere decir 4icmpre
se con él, pan el qne piensa hi.Jtó:d~ente la twlición se apmndcr a ver xpás allá de lo ceraoo y de lo muy ce1:Cllllo, no
hace comp~iblc en su sentido si.o. que uno se c:atieoda con 36. I'r. Nlcmche. comlcmo de U,,túlg,,,,6", Búr~.,. n (C11t- cfesa~dcrlo, sino ~,uñc,nte -vedo mejor lntegrindolo <!Q
ella ni en cll&. r f ~ r iRJ-prtl,or) • . un todo máa grarule 'f en patrones m:ís coacctos. 'tampoco C$

)7) )74 37j


= bucm 'dcsccipci6n de la conciencia histórica la <1.ue babl& n,mpre ,J prot110 M fiui6n ,!, ulPr pru1111m .,);qriz.onlu para ;¡
10
con Nietzsche efe .los muchos horhoDtea a.mbiantes ll los mir/llUYt. ~ fucaa de c:sla fusión nos es bien conocida por la
que ella cns~.. a dcsplanr:sc. El que ap:u:t:&. ·1,,. mira.da de s! rcl&ción ingenua d,c: loa 'f':icjos tiempos consigo mismo Y. con Recuperación del problema
llllS otlgenes, La fusión tiene lugar consantementc en el do-
mluno se ¡:,ti'ft jwt::amente del horizonte histórico, y la ide?. de
Niemcbe ac .laa desve.o.tajas de la ciencia histócie& pan la 'Vicb. miaio de la tn.dici6n; pa.cs en ella lo viejo y lo nw:vo. crecco.
hermenéutico fundarneptal
no concicme en t:e:alidad. a l& conc:icncia hlstórlca como W. si~pi:e juntos hacia una. 'Vlllidez llena._ de ~da, sin que 1.0 u.o.o
' aino a. )& &Utoc.aajmaclón 'de que es victima cu=do entiende la m lo on:o lleguen a dcst:aC2Uc aplle1tuncnte por ·s! mss~os.
metodologla de Ji,. modema cicnc:ia. de la historia como 1u p=- :pero si en :i:ealidad no aistc.ll estos hodzontes que se_ desta-
pi1. e5cacia.. Y1. lo hemos pu.e3to de xclicve ca oteo momento: can los unos de los ottoa, ¿por qu~ hRl:llamos entonces de fu-
um. conclcncia vcnladcmincnte histórica apo.tta ,icmprc su sión de ~ontcs y no r.encillamo:ate de I& foanación de e,e
propio ptesente, y lo hace viéndo5e tanto a 1f ~ como a lo horizonte único que T.\ rcmontando su frontae. ~ las pro· {...)
hi.st6ricamente otto e¡:i sus vcroa.dexu rcl:,.cioaes. Por supuesto fundidadcs de la. tndidón? Plantar csm. cuestión .inlplio ad-
que _garuu:: pana s1 un hom:ontc hi5tórico 1'equiere .un intenso mitir la pccnliuida.l de la sftuación en. la que la comprensión
cafucr20. Uno no se sustrae a. Jas cspcu.csas y temores ,le: lo se conTie:rtt a1 cuca cicntitia, T admitil'. que es oc~o lli:giu; 2. La actualidad hcnncaélit:ÍQ de Aristóteles
c¡w:: le e::, mis próxinw, y sale al c.uc;ueuuo de loa tl:Stimoaioa a daborat esta gjnw:.ión como hertnehEuti~. Todo cncw:ntto
dcl puado dcsae CStll deteoninacíóa. Por e10 es = tlllU un
En este punto de nucstn invutigación se ofrece pot sl
con 111 trAdición railindo. con cond.eucia histórica ~ctimcnta
importante como constante impedir UWL uimilarión _precipi- por al mismo la relación de tensión entre texto y presente. La mismo · un nexo de problemas al que ya hemos apuntado en
tada del pando con las propias apeetatlva1 de .sentido. S6lo tarea hcanc:.atutica. consiste en no ocnlm csm. tcn.1i6n en uo.a mís de nna oa.si6n. Si el núcleo mismo del problema hcan~
c.utonces se llep a escuchar )11. ttailición tal como el!& puede. asimilación ingenua, ,i.o.o en desurolladll consclcntemcn~ :&ta ntutico C$ que 1,,. tradición como t,tl tiene SÚl cmb:u:go que e.a-
ha.cuse oír en su sentido proplo y diferente. e, Ia·.ruón pot la que. el compoiwnlento hconcn6iticn CllllÍ tenderse cacla Vct de una manera difctcnte, Iógka01c.ute esto
· Ya hemos villtO antes cómo ·todo esto tiene lugu bajo la obligado a proyectar un homontl: histórico que se clistp1ga nos si~ en la problemática. .de la telación entte lo general y
fo!Dlll de 'l1n pxoceso d.e. k d«=11tacando aspectos. Co.asickle:ino, del del praentc. La conclcncia hi,tórica el con5cicate d.e su lo ~cular. Comprender es; entonces, un c:uo especw de la
un momemo aiá1 es el contenido de este co.acc:pto de «desto.~ pxopia altcci.lad y por eso dcstllca el horizonte de ·la tradición &plica.ción de ~go general ·" una situación . concreta y detcr-

~ caD. Destacat es siempre una relación rcclpri>ca. Lo que debe :i:c,pecto al suyo propio. Pero po1' otn parte ella misma no es, .o:ww:k. Con ello g.na una especial rclc:v':Ulcia 1, íli&• . ariskli-
dc:stacuse tiene q"Oe destsu;use frente 11. algo que a su vez dcbccá como hemos íntcntiido mostrar. aino Wl2. especie de supcr- /ita que ya. hablam.os aduci~o en nuestras considcnclones in-
destacusc de a.quello. Todo desmcu algo YUclve slmultina- posici6n sobre una tradición que pcrnvc, y pot eso cstí ab~ troductori2.6' 11 la tcoria de 1aa· dcacias del cspfritu. Es verdad
mentc visible aquello de lo que se destllca. E& lo mamo qu.c cada a tecogex enseguida lo que acaba. de dc:stacu, con el fin que Aristóteles no aata del ¡>roblema hemicacutlco· ni .le ,u
hemos descrito a.a~ como el «ponct' ca juego~ lo& prejuicios. lle mcditse consigo misma en la Wlidad del homontc histórico dimcm.ión histórlca, sino 11ni=cnte de )a 2.decoada valora-
Partlamos cntoncct de que una situ:.ción he.tm~utica. cstí que alama de es~ manem. ·· ción del F,pel que debe' deacmpéñu l& i;az6n co 12. 'a.ctuadón
detcrmia.t.da pot los pn:fuicios que: n~ottos apor:tamos. Estos E l proyc:cto de un hot.i2:onte hist6.tlci> es, 'por lo tllnto, 'Wlll moral Pero e1 pl'CCÍSameutc esto lo que 1106 intcreu •$1I,
foiman as.f d hcn:izonie de un presente, p= representan. aquello fase o momento en la rc:alb\aci6n d.e la comprensión, Y. no ·se gue se lnbla de IUón y de saber .nó al ID2t:gcn del ser tal c~o
más :tllá de lo cual Y" no se a f = a vec. Importa sin cm.bar~o consolida en la autocnajcoatión de WllL concia1cia pasada. li" llegádo ,- ser' sino desde su detcrm.inacion y como detcmú-
ma.otcner.,e icjos ·dcl error ·de que Jo que detemlmll y 1.imiu SUlO qllC SC rccupcn. en el propio homo.nte comptcnS1VD del naci6n suy¡¡.. En virtud de su limita.ció.a del intdcctualismo.s~
el horizonte del pccscntc u un acervo 6.jo de opiniones y 'Vll- presente. En la ~acióri de h comprensión tiene lug.r wia cdtic~pla.tóniCO e.u la CUC5tlón del bien, Aristóruc:s funda COIDO
loClciones, y de que fi:c.ate " ello la altcddad del p11.1ado ae ~ vc:roadci:a fusión hotlzóutia. que coa el proyecto del horlzon~ ea sabido fa ética. como disciplina autónoma frente a la meta-
UCL COl;DO un fwimuiento sólido. · hist6rlco llew. • cabo simultáneamente su supc:rildón. A la flsia. Critiaad.o com.o una ~cnlidad w.dil la idea plató.nica
· Bn rcalldad el hom:ontc d~ presente. esfj, ca un ptOccSo de o:ali%.acló!J- controlada de esta fusión Je dimos ~ el nombre dd bieo, eiige fttnti: a c11&· la cuestión de lo humanamente
consb\nte fomw:.lón· en la medida. .en .que. eshl.tnos ohli~dos de «taz:ea de la concicncl:a. histó.cico-cfectual». Así como en la b11e.1Jo, de lo que es bueno pan el haccr hWJ12,D.O '. En la linea
a. poner a pruebt. con.stantcmc.ute to.los llllC&tros p.rcju¡cio,. herencia. de la hcrmcntutica rottiintlca el pos.h i'rismo estétlco- de csb. crltica resulta aaguado equiparar v.irtnd y Phcr,
Parte de c:st& prueba ea el cn.cuc:otco con el puado y lá compr~ hi.stórlco llcgóJa. ocu.l!U ~ compléto esta tuca, el p.roble- 11n ll y logu, como ocuula.' en la. teo.ds. socritic~plató~ de
si6n de la ttaclld6.a. de: la que nosotros mismos procedemos. m& central de la he.micneutim c:5trlba pn:wamentc ca ella. las·virtudcs. Aristóteles devuelve las cous 11. su verdad.ca. m o-
El hom:onte del presente no .,e: fo.rma. pues al margen del
pasado. N i aim: un ho.dzontc del prcacate ~ s1 misma ni hay
·:& el Jtoble.ma de la apli,a,ióJ/ que cstí contcmda
prea.uón. ·
= toda com- dick mosw.ndo q':1,C el elc:.mo:atn que austcnta el •~cr t!;tico del

hox:bontes históricos que hu~ct¡i. que guiar.· Comp,-mtkr u 4- Eth. Nic. .A 4. ~

J'16 377 JU
(...)
hombre es b. ~rtxir, el <1eúue12m~, y su "e!abomci6n haca una pwatlleJlte teórico, «hl.stórlCID>, &irio que tiencle a. ayudar a la wátic:a son las matca¡áticu, un &aber de lo inaltemble que :re-
actitud fume ( btxir). El concepto de la ~cica lleva y.a. en su cóncieru:.ia moro a ilustw:se a sl mis=i. gnciu a esa. ru:1=.- posa sobi:e la demostración y que en coP.secuencia cwtl<J,uic:ra
no.mbre la relación con esta fundamentacióA arlsto~ca de la ción a gmndes rasgos de los diversos fenómenos. En d. que ha puede aprender. Bn1rerdlld que una he.trnenéutica cspintual-
autJ en el ejercicio y en el etho;_. de :i:ecibit esta :i..yuda. -el oyente de la lección aristot.élic:a- esto dentl.6.a. no tcndrla. nada que aprender de esta dcllinitación dd
u moralidad h = se distingue de .la natu!:3le:i:a c:;eo,- presupone un montó.o. de, cosas. TiC.llc que. posecr al menos saber moral frente a un saber como la t=tcm:ítica. :Por el con-
ci2lmente en que en ella no sólo actwm simplemente ci.paci- tlnta mad.ure:t oomo para no espetar de la indicación que se le ttar.io,. frente a esta ciencia (Ctwri=t las ciencias del. c:;pirltu
dadcs o fuc:rias, sino que el hombre se conviem: en tal sólo
a tt11.véll · de lo que hace y como 5e comporta, y llega. a scr el
r
ofrece Illis de lo que ésta puede deoc dar. o formulado posi-
tivamente, por edncaclón y ejercicio él debe habcx: desui:ollado
forman putc mis blen del sa.ber motal. Son «ciencias tno-
nles». Su objeto es d. hombre y lo que éste sabe de si. mÍ.$WQ.
que es en el sentido de que dendo asl se comporta de u.na de- ya una detuminada actitnd en s1 mismo, y su. em~o cons- Ahora bien, éste se se.be a sí núsmo como ser que aet.úa, y el
tetminada rn=era. Anstótclea opone el ,1bor a b. p'"7.ri.1 como tante dtlbe ser manteo.crla a lo largo de Jas Jrituacioncs co.n- saber que tiene de d ~mono pretende comprobar Jo que et.
un :l.mbito en el que .no es que 5C ca.rc:za. de reglas, pcn, que cretlls de su vid& y avulula. con un componamiento conecto 1 • El que act,!a tta.ta ~ bien con cosa& que no ·s1emp[C son como
desde luego no conoce liis leyes de la .naturaleza si.no la mu- Como vemos, el probl= del. n:iétodo está ~ = = t e son, sino que pueden ser tamblé.a. distintu. En ellas .dcscubr.e
tabilidad y regularidad limitada de las posiciones humanas y dctenninad.o por el objeto -lo q12e comtituye un postulado en qué punto puede intervenir su acmaci.ón¡ ,¡u saber debe di-
de SWl fotmas de .compQrtluniento. arlnotélico general y fundamental-, y en ic1ad6n con.nuestro rigir su hacer,
El problema es ahon cómo puede a.istic un saber :filosó- . .in~s snereccrá la pena considerar con algú.n ·detenimiento Aqu.{ ~ba el verdadero problema. del saber monl que
fico &obre el ser moro del hornb!e y qué papel &s=pdía el la rd.ación entre ser motal y conciencia moral tal como .Aris- ocupa a Aristóteles en su ~tic:a. -Pues la d.kccción del hacer por
saber respecto a este 1et moml en g=crtl. 1il lo bueno pam t:1 tóteles a dcsutolla. en gil Bti~. Ariatótdcs se mantiene socd- el s:a.b!Cl: :q,:a,:ecc aobi:c todo, y de manera ejemplar, alli dondelos
ho.oi.lne :sólo aparece en Ia con~eción de la. sitnaci6n p.i:tctie1 tlco en cuanto que retiene d. conocimiento contD DlOmcnto griegos liablm de hJ:hn,. Esta es habilidad, el! el sabcr del u-
en la que él ,e encuentra, entonces d. 1aber monl del:ie com- esencial del se.i: mo.oJ. y lo que a nosotros nos lnc«csa. aquí es tc:11:i.no que nbe producir dctexminadas cosas. La. cn.cstión es
ptcnder en la sitll:lción cono:era qué es lo que ésta pjdc de a; d. ~uWbcio entre Ja hereocia socnitico-platoo.ica. y este momento si el saber monl es un sabe,; de este tipo. Esto slgoilic:arla que
o dicho de oro:, modo, el .q_ue itctóa debe ver la situación con- del cthos que él mismo pone en pdmer plano. Pues también $erla un saber cómo debe uno p:i:oducirsc a ,1 ~mo. ¿Debe
creta. a la lw; de lo que se enge de él en gcncnl. Negativamente tl probJ,1110 hm,;m/11qep :, tpdrla tuidmflmmú. dt 1111 stlbf!.f' Jllro, d. homb~ aprende,; a hacerse a si mismo lo qu~ debe ser, lgwú
~ esto aignifu:a que un .saber gcriei:&1 ~~ no sepa aplica.ue a la .r,p,mráa t!,l .rtr. H.tblábarnos an~ de Ja pencnencla del. i.ntéi:- ·~ d. artesa.no aprende a hacc:c lo que según su pi= y volun-
~ aituadón concreta carecería de ec:nt:1do, e 1ncluso amenaza.da prete a la tradición con la que se confronta, y vcf:i.mos en b. tid ~ebe.scr?,¿Se proyecta el hombre a si .tnismo ~otifofille a su
()>
con ocultlU' Ju exigencias concteW qu.c cmarum de una. derer- comp.renslón DÚs.DlD. un momento dél acontecer. El eno.rme propio eidos !gtW que·d. artesano llew, en sI el eidos de lo 9.uc
mina.da sitwl.clón. Este hci:ho, que Q;¡m:sa la ~encía misma de attllfiamiento ~e CUT.1.ctcciza a la "'heo:oenéwiat y a la lústo- quiere fabricu: y sabe icpi:oducirlo en '° material? Bs sabido
4 re.flai'6n mow, no sólo to.o.vierte a b. ética filos6.6.a. en un riogn.fla del. XIX por iuón del método objetivador de Ja cien- que Sócrates y Platón aplicaron de hecho el concepto de la
problema: metódico diflcil sino c¡uc al m.i3mo tiempo Ja rrl,- cia moderna se noi, haWa mostrado como consc:cu.c.ncia de Urt:i. t;;Jmt al concepto del. aer hum:i.no, y no ee puede .negar que
'lltltlGfJ. fJIDl'dÍ al problema d,I nrltodo. Frente a la tco.rla del bíen falsa objetivtción. EJ ejemplo de la ética a.ristot!lica podri con ello dereubrieron una· cierta "V"Ctdad. El modelo de b
determinada por la idea: pktó.nici. de .las .id~s. Aristótel.es pon~ ayudamos a mctt patente y eviu.c e.su. objetivación, ~es el nJ,./m, tiene al =os co. el imbiro político um. fun.cl6n e.mineQ.·
énf.uis en que en el tettt.ao del pi:oblcma ~ti= 1:10 puede ha- saber moral tal como lo describe Arfotóteles .no es c:v1dcoto- temente é;ritica. Pues muelitra Ja falta de ha.se de lo que se suele
blarse de una =ctitud mllimt. como Ji qoe convjene al ma- mcntc un s11.ber objetivo, esto es, d. que: iahe no se cofrcnta con lbmu d. arte de la polltica; en Ja que todo d. q_ue hace pol.ftica.,
tem:l:tico. &te requisito de aactifll4 serla más bien tOlltcatiO . una comtdación de hechos que él se limitase a constatar, todo ciudlLlhno, ~ considcca. siempre ruficicntr:ment.c iniciado.
a Ja cosa. .Aqu.l se trata tan sólo de hru:ec visible d. p~fil da .las SÜJo que lo que conoce le afecta inmedíammenté. Es algo que Es signi.6.ca.tivo que el saber del art=o sea lo único ~ Só-
cosas¡ ayudH 11. la conciencia moral con este c.i;bo:i:o del. mero él tiene que lillcer 1, crates, en b. dcsctipclón de la i::xpctlcncia: que hace ante sus pai.-
pctfil . Pct0 d. problem,.·de.c6mo seda posible CSQ. ayuda es ya Es cui.ro que éste no es el nbcr de b. ciencia. En este sentido ~:i.nos, i:ccoi:locc como verdad~ saber en ~u 21nbito •. Pero
un. ¡,roblcma motal. · Pues foona pLtte élc loa i:asgos ea=cúlcs b. delimitBción de Aristóteles entre el saber mou.l de la phró- .natni:almcnte t:unbiéo ios artesanos" le dcfra.udan. Su 51ÚJc,; no
del fenómeno ético que d. que actúa debe saber y decidir por 11ms y el sa.bci: teórico de la ,putem, ~ bien sencilla, sobre to do es el vc,;ddcro saber que hace al hombre y_ al ciuda.da.IJ.o como
6Í. mi.i;ma y no dtjuse ~eba~ esta :i.utonomla por nata ni si se -tiene. en =ta qn.o_ pll,r.l2_~~ griegos Ja cicucia pandig- nles. y sin cmbugo, es verdadero Sll.bcr.• Bs un verda~~ arte
po.i: na.die. & consecuencia lo decisivo pan u.n ananque co- y habilidad, no sólo una pu aéumulae1ón de cxpcnenClll. Y
uccto de la ético. 6.Josólic:a es <tUC .no intente sul?roga.ne en d. 6. El capitulo fi=J. de la J3li«t " Nl,Jm11rr1 da aZJ1plla eqm,,;&n • en esto coincide, evidcntementé, con el "l"C!dadcro 511.ber mo-
lugr,.r de la conciencia monl, JU tampoco ser un conocimiento esta e:dgc:ncill y fuod-.nu:nta con dio el paso ~1 plantewiicnro de a p., u.l que Sócrates ~usc:i.. ~ o s so.n nn saber previo que d.cter-
HJi,a. . •
7. Sal'rO ;ndicaclón 1:4 cont.r• nos gulau,mas "" lo c¡ue sigue por d e.
5. a. IMI~ ./l. 7 y B :.Z.. •-o libw de la Etf<a o NT..tmrzro. P1-wn; Apol. 22 cd;

)84 ')8J J86.


• 2S
.mina y guk la actuación. Tienen q,ue i;ontene,: en zd mismo, la ~ .nosotros resulta ~cal:m:ncr,.tc iluinim.dot:, Pero tam:. fonna ttl que primei:o se: tenga y luego se aplique a una situa-
aplic::,.ción del sabe.t a cada sitnact6.n concxeta. bién apll(cce una dell.mita.clón frente :i..l S2.be.t técnico, y $i .Aris- dón concreta. Las imágcnc:s que: el hombxe tiene sobrc lo t¡uc
. Este es el punto en el que ~ e :relaclo.oan el a.ruí.l.isis !W$t0té- ·tóteles lll'ricsga la exttaña expresión de «saberse» es con el íin debe ser, sus c:onc:cptos de jU1Jto e ·injusto. de decencia, valor,
lico del sabc:r moJlll T el problema hcnnenéutlco de las modcr- de foi:muJ:ii:. de· :i..lgún modo esta doble delimi~ón. dignidad, solidaridad, etc. {todos ellos tienen su coo:elat.o en
~ ~cndas del cspftltu. Es verdad que «:ti la conciendit hei:me- La ~tación frente al sa~ técnico es la m:u difkll. si, el catálogo de las virtudes de Añstótcles) "aoil en cierto inoi;o
.oen.ue:i no se tilLta de un sabct técnko w moral Peto estas dos como Arist6tt.les, se tom1 el «ob1eto,, de este saber ontol6glat- ilnágenC$ dii:ectrices por las que se gula. Peto hay uru1. diferencia
fonms del s:1.ber contienen 14. mirmd fAr,a d6 14. ,rpli&adón que mcnt~ º!> como -1go gen~ que siempre es como es, sino como fundamental entre ellas y la inu;~n directtb: qo.e represcatD.,
hemos ,:econocldo como la dimensión problemática cental de :i..l~ mdiv~dual que también puede sei: de otm manen. P= a poi: ejemplo, para un utesano el discdo del objeto que pretende:
la hi:m1~éutlca. 'l'ambi!n es cl:n:o que ua.plioadóru> no signi- p.a.mcca VIsta pateccn tucas análogu. ·El que ube P1:°duci:r fabtlcu. Poi: ejemplo, lo 'lue es jwito :110 se detc.cmina por
fíe.a lo llllsmo en ambos cas~s. &lstc una. pecu.liarlsima tcori6n algo, sab~ :i..lgo buen':, _y lo sabe upa.ra :d»_en cuanto qnc siempre entero con ind~cndencia de la ,ituaci6n que me plde justicia,
entre la t1klm1 que se ens= y aquella que se aclc¡uíere po.r q_w: se den fu pou"bilidadcs com:spondientell B podri p;codu- mlenlr.1$ que el eidos de lo que quiete fabricar el iutc6ano csti
=pcricnc:ia. . El saber previo que uno posee cuando uno ha crlo de hecho. ~chuá mano del material adecaado y elegid en.tea.mente dctconin,i.cio por el UGO pan. el que se detc:muna.
:i.pt:cndido un olido no es =cesarl=tc superior en la ptais l'?s m~oa cottcctos p!!U la rea.la.ación. Debe saber :aplicu a la Por supuesto que lo justo está también dc:tccnina.do. mJ¡ll
al que pos~ un no iniciado pero muy experimentado. Pero s.1tu11.?ón com:.rct:1. lo que ha ap~nd.ido en-general. ¿Y n.o ocnuc sentid.o absoluto, pile$ cr;oi. fo.z:mulado eo. lu lc:yc¡ y contenido
:i.wi'l.'1e esto sea as!, no por eso se lliunatá «teórico» al saber lo ~ o en el caso de: la conaencla-mOZ?-1? El que debe tomas: c:n las i:eglas de comportamiento geno::alcs de la monl, que no
p=10 de la tekhnl:. menos aún si se tiene en cuenta. que la decmo~ ni.orales es alguien que · b:I. aprendido slgo. Por pot no cstm: mdüicaiks dcj1.11 de ser muy dctemlinadar; y v.in-
adquisición de cxpetlencill. apuece por sf sola en el uso de ese eduC1C.1ón Y ptoccdcncia está detcnninado de modo que en cula.ntcs. El mismo cultivo de la justicia c:s un:a tuca propia
sabe.t. Pues cc,mo s-a.bet tiene siempre \1'18. tcfcrcncia a la pruls gcncml sabe qué es lo correcto. La wca de la decisi6n monl que requiere saber y poder. ¿No c:s ella, entonces, t,klm~1 ¿No
y_ 1.unque la matttla b.{Ut.a no siempre obedezca. al qtJ.c ha 1.pr~ es ac= con lo adecua,m en una sltu11.ción conci::ct:a, esto es, consiste también ella. en la aplicación de las leyes y las reglas
elido su oficio, Arirtótcle~ cita con :ruóo las pal1.bns del poeta; vci: lo que en_ el.la e& -correcto y hacerlo. Tambiái el que áctú:a . a un caso conc.cl!!to? ¿No hablamos del «a.rtCll del juez» ¿Poo:
tM!mt ama:¡. rykh~, y tykh: ~1. a t,klm:. Esto ~~re dccr ~ moralmente t:lcnc que <:Cbu tnano de al~o y elegif los medios sué lo que Aristótdes llama. la fom1a jurídica de la phr~t(tJÚ
en gcnc:r.u, el é:rlto ac:ompana al que ba aprendido su oficio. adecuados, Y su h:accr tJ~ que csur gwado tan reflalvamentl!! {~u,tia-cu'I¡ 'l'Pov11"',;) no ·c:s nu:.:·teklm:1ll.
1:,o que se. ~t.tui= por !'-delant:ado en la t,klm, es una antén-" como el dd.2:'-'tª~· ¿~ qut comiste c11tom:es la dil"e,:encia? Naturalmente, la refl=ión nos enscll:I. que a la aplicación
~ tiéll supenoncíad sob11: la cosa, y esto es aactamentcJq .que • Dd ~ m amtotéli~ de la phr6nuir podemos ganu toda d_e las, lcya le afecm ~ cuestinnabiliwul ju.dd.ica peculiar. La
~ rcptacnta. un modelo -p:u:a el saber monl Pui:ii ta.mblén y:ua una sene ~ momentos <{= <hn respuesbL a est:l p;egunta. SJ.twld.ón del utesano es Cl1 est.o muy distlnta. El que posee el
&te es da.to que la expctl~cia nunca bu~ pata una dec1síón _ Pues el gemo ~!!! Aristóteles csti pteci~~entc en la cantidad de diseño del objeto y la.s xcgla& de su ejecución, y se :i.plic::,. a bta,
mo;~tc oonccta. Ta~bi~ a.quí ,e ~!fC c¡uc la actuAci6n aspea.os que tlcn~ en cuenta :i..l aucobu: cad.c& fenómeno. «Lo pw:de verse obligado a adaptll(se a circunsmndu y datos con-
esté guada desde la conaencia. mor.u; w s1qw.coi. sed. posible ~ú:ico, concebido en su síntesis, es el concepto especnla- cretos, por ejemplo, xenunciando a ejecutu 6U plan entcJ:amente
contentllsc. con la rclación ill.'legura entre saóer previo y áito llVo» (Hegel) lll_ En este punto nos contenwemos con :ilgunos como c,taba pensado. Pcz,o esta. .1:enunda no unplioi. en modo
final que e:ost.c .en el caso de~ u~:. lhy 1Ulll co:crespondenci:a aspectos que pueden sa' signüicatlvos .e n relación con nuestro :i..lguno que con ello se peñeccioru: su saber de lo que busca.
entre la perl'ceo.6n de la concencu mon.l y la de saber pro dw:ir, problem:L . · . . Simplemente: Vll. eliminando aspectos dunnte la ejccnclón.
la de la t,Jdm,, pero desde luego n o san la ml$.1Da cosa. a). Una t1/JJne se aprende, y se puede también olvidai;. En Esto es un:a vcrdadeu aplicación de ·su saber, vinc:ulada a.un:a
Po,: el con~, las diferencias se sngleren por ú' sola.s. Es cunbio, el sllbcr moral, una. vez apxcndido, ya 110 se olvida. lmpeñecclón que ~e ~enlll. coJDO dolorosa,
complct::uncntc: CVJdentc q,\le el hombre no dísponc de: al mismo No se confronta nuo con · a de mancm que uno ~e lo pneda ·P or el contraao, el que «apli= el derecho se eoc;:uenttll
como el :i.rtes~o disp01U: de Ja. m:ttcris con la que .tt:2.lnja.. No apropiar o no ~prop~. igual _que ,e elige un saber objetivo una en una posición muy di&tinta. En una situación col1Cl:eta se vc:ri
puede pr:oduélQe a si m.ismo igual que puede: produc.lt: o tns ft~t- P or el contra.do, uno se encucntn ya slempi;e en fa. si- obllgacfo sc:F:un~tc:, a. hacer concaiones =pecto 1. la ley en
cosa.s. & con s~~cia el i:wer que tenga de· sí mismo en su tua<:1ón del que tiene q~e a~u (si se prescin~e de la fase in- sentido estocto, pero. no poi:que no sea p osible hacer las COSAS
ser mot:i..l ser:!. distinto, y se d e t ~ clammente del saber ~til en la ,que la obedicnca al cduoufor lillStttuye a la. deci- mejor. sino porque de otro modo .no seda. justo. lú.ciendo
~e; gnJ~ un determinado pxoducir. ~ - (opu~ -~ s!onc:s propiu), en coruiecuencia uno tiene que p oseer .y aplicar conce&ioncs frente a la ley no elimina aspecto~ de la. j wtida,
~CflC\1t.t!e.w OOP.4Q. ~µ~_t.~cg..Jl~ o..:¡_~ ~..JIJJ siempre el saber ~ on.l. Por eso el ronc~to de la apliau:ión sino <JUC p ox e1 contn.do, encuentra wi dc::recho mejor. E.o su
2lu:l¡1.e, ~§to q, un saber pm lÚ •. De CJte modo el aaben 11:: de la es tan pr~blcmático? sólo se puede aplicax algo cuarido se análisu ele h. epicikcia. u, la «equidad», Aristótdes ~ a. esto una
conacru:ia mo:r:i..l se destaca del ~be.t tc:órieo de un modo que posee prcv.wncnte. Sin cp,.bugo, el sllbei: moral n o se posee en
11, B,b. Nic. z· B.
9. Btb. Nlc. Z B, 1141 b33, 1142 130; Edi. Bud 9 2. 1246 1>36, 10. W•rh XIV, 1832, 3-41. 12. /1,Jtl., B 14.

JBl JBB JB9


~i:üón muy precisa; epielkcia es la com:cción ile k leyll.
.A.tist6tcles mucstm que toda ley re encuentra en = teasi6n
tu.tal» de este derecho. O sentido de esta afu:mación me pa.s:ccc
el siguiente: existen cf-ecti=tc imposiciones jurídicas que
al de.cecho llll.tural sólo. alll donde sru:gc
dot derechos. ·
= disc:tepand a en t.cc
necesul11 :s:e.,pccto a la·conc:cci6n dd = r , porque cs general son poi: entero cosa de b: convención (i>or ej~. :ccglu de Este caso espccl~ del de.techo natural, dcsurollado ;,,
· y no puede conuner en si la :real.id.ad pnctica en toda su con- trálico como la de conduci.c pOJ: la cluecha); pero existen 1xlm111 por .Aristóteles, no nos interesa aquí tanto por d. mismo
o:e.ci6n. Ya hemos apuntll..do a esta p.coblcm,ttica a.l principio, también COSa.5 que no pctmiten poi sí mis= una co.nven- como poi: su signilica.ci6n fundamental. Lo que 1Due&t.c11. aqul
a pn,p6slto del análisis de k. capacidad ile juicio. Es claJ:o que ción hwnll.WI. · cualqufem, po~nc <da =t:unle2a de las cosaSl) Arist6t:clcs vale pata to dos los cm:¡ceptos que tii:nc d hombre
d problema. de la h=nenéntia. Jurídica tiene 11qu[ sn ver~o tiende 11. imponér.se constantemente. A esta ~e de imeori- :ccspecto a lo que él debe ser, nn sólo par& d problema dd
lagv.r H. La ley es siempre dc:fidente, no po.cque lo sea e11 sí cioncs ~ e l.Ia.múselc justifu::adament-e «derecho natuml» u. derecho. Todos estos conceptos no comtituyen un ideal con-
.misma. Bino porque frente a 111 Ol:denación II la que se ~ e n En fa medida en que la na.tutalcza de I~ cosas deja n.o. tjcrto vencional ubitmtio, slno que en medio de toda. la enorme v,,.-
la!! leyes, la :i:ealidad hw:nana es siempre deficiente y nn pem:tltc margen de movilidad pua h .imposición, este detccho m.tw:al ried.ad q= piw:stta.n. los c:oncepto~ morales entre los divcnios
uri2. apliación !imple de Jas m.úmas.
Esm.t considc:mciones pettnlten comprendct hasta qué punco
pUcdc aunbw:. Los ejemplos que aponii. Aris~cs desde
otros t«rcnos son muy il11$tmtiv-os. La. .tnano derecha es poi:
tiempos y poblaciones también aq,.ul hay algo ul como um.
ttm,fcza. ae las con.s. Esto no quiere decir que esta natw:al.cza
=-
es rutil 1a posición de Aristóteles Exente al problema del derecho naturaleza mis fu.cm:, pci:o rua.da impide ent:icnar a la izqu.ierdA. de Iu cosas, po.c ejemplo, el Ideal de la valencla, sea uh pat.cón
namnl, asI con:,~J1: no re fa puede identificar sin máll con la hasbl igualarla en fueaa con la derecha. (Atlstótcles aporta fijo que se pudiei:a .conocer y aplit:IU' por s.f mismo . .Aru~~es
tradición iUS!la • ta de los tiempos postedores. Nos con-- evidentemente este ejemplo parque era_ Wl4 de fas ideas prefe- reconoce que también d profc:sot de ética. -y en su opuuón
tcnt::u"cmo~ aq_ul con un pequeño eab~o que pemú.ta poner rid.u ile Pktón). .Más iluminador es un ~egundo ejempfo to- esto viuc pm todo hotnbre como tal- se encuentl"IL siem¡m: en
en primer plano la rek.ci6n que e:ñste entre la idea del derecho .a.iado de la &f-cta jurldio:i: se usa más frecuentemente una dc- ~a dctetmimlda vinculación motal y política. ~rde b. cuál V,11ª
na.tutal y el problcnn heri:ne.ntucico 11. Que Arlstótcks no se t~rmi.aada medida para compnu: vino que. pan vcnde.clo. Aris- 1U lmagen de lar COl!llll. En w .imágenes ditecb:l.ce.11 que dcscnbe
limita a ~ la cuestión del decccho rua.tuml paede coo- tóteles no qui~ decir con esto que en el comercio dd vi.no se tampoco él n un sabc:i: que se pueda enseñar. Esta.a valdclan tam-
chtlrse de lo que ,.cabamos de ver. E.n d derecho positivo ~l intente no.ci:nahn.mtc eng·:liíar a la otta. parte, sino que esta con- b.ié.n, ~=";'ltC. como esquemas, ql).c sólo se c:oncrctan en la
no reconoce el dcrccho verdadero en sí .t:D.is.tno sino que, al ' ducta..sc corresponde con el margC11 de justicia peanitido dcn.- ,m:uaa.6n particul~ del que actúa. No ron por lo -cnnto no:cm:i.s

=~ ºJ.=
menos en la llam:lda ponderación de lll. equidad, ve una tarea tro de los llm.itcs impuestos. 1( cfar.uncnte o¡onc: a ato ~ escritas en las Clíttdliu tuvi.e.nn sn 1ugar inalterable en
complemcnta.cia del dcxecho. Se vnelve u{ contra d conven- el mejo,: estll..do «es en tocha pattes uno y el tIUsm.o», pero .no de algún mundo mor , de modo que 11610 "b:.Wiem que per-
cionalismo extremo o positlvi1mo jurldico, y ,distingue ent.ce la misma manera «en cna:c el fuego arde en tow partes igual, cil,.irlas. Pero ¡,or otra pme tampoco son me.ras convenciones,
Jo que· es jmto 'por Jlll.~d:a y lo que lo es poi: leyl•, Pero 1'
~ diferencia que él tiene en cuenta no es simplemente la de la ill21-
nnto en Grecia como en Pc:rsia». · ·
La tea.da iaslllltw:a.lista postwoi: ,e ~emite a cate pasaje, a
,mo que tdlc¡an realmí:nte ·l a natura.lca:a. de las cosas; sólo que
(Ji ésta sólo se determina a su Vd: a t.cavés de la :iplia.ción a que
ttt:1bilidad dd derecho natural y h ·alterabilidad dd detccho pesi.r de h el= intención de .Aristóteles, intctpretíndolo como k conciencia moral somete a aquéllas.
positivo. Es -v-exd..d que en general se h ... entendido a Arlató- ,i él oompar:ue aquí la i=movilid11.d del derecho con la de las b) ~ esto se hace patcntc;n.o.a modifica.ci6n funduncntal de
tc:lcs en utc sentido¡ pero con el/to se pasa poi: alto la verda.dCill. leyes =tutal.es 11. Pc:ro lo cierto es, cucta.tncnte. lo contrario, la relaaón conceptual entre medios y :finCli, que es la que cons-
profundidad de su idea. A.ristótelcs conoce c(ectivamentc la
ldCll di; un derecho inaltCill.blc, pero la llini.ta cxpresatncnte a los
Como DlUestta ~ e n t e c:ste pasaje, lll. icka del dc:.recho
tu.tal en .Amtotcles sóla tiene una. función ccltici.. No se h
=- tituye la diferencia entre d saber moral y el saber técnico.
El sabe.e mota! nQ está resttingido a objetivos puticu.la~. sino
dioses y dechn. que cnt:te lor hombtcs no sólo e( altcrabJe d puede empleAt en forma doJ!"Illá,tla, esto es, no es- licito atorgu - que. afecta al mir. cottcci:amente en ~cncm.l; d s¡¡ber téc.o.ico,
derecho 1;1ositlvo sino wnblén el natUial. Eabl amovilidad es la dignidad e invuliicn.hlliib.d dd di:..cccho nattu:al a det=nina- en cambia, ·es siempre particu1u y suve a fines p~cu1ucs.
según Aastóteles pctlectamcate compatible con el arictcr ~ - ·dos contenidos jlUJdicos como tales, Taa:Jbi~ pan. .Atistótdcs T1Lll!pooo pucdc decirse que el saber mo:cal deba h = 5\1 en-
la .idea del derecho natural es coniplcl:lUllente imp.rcaci.o.diblc: trada aill donde seria deseable un saber técnico que s.in embargo
. 13. «Le,; •4Uperlor pttf~ren!1a cst lnfctiotl» escrlbc Mél:lll.chthoo frente a la neccaui.a deficiencia de· toda ley -vlgente, y se lace no est1 disponible. & verdad que d saber ti:cnlca, alll donde está
'º"
como ""Pllc:a1;1.6n de la rallo de l.. Epi,JJr,;,, (cf. DI, d//edr .P""""l t>iuti.cu1a:rmente actu.al aill donde se trata de Ja pondct11.ción de disponible, hace io.neccsmo d busca.r consejo con.sigo mismo
M,l,mbtJ,o,,r Elkif',. editada por lL 1Ic1ncck. Bcdin 1893, 29). la equidad, que es la que rcalmc:otc hitlk d derecho. Pei:o ~
14. Ideo a<IJWlcnda 12t ad omnca lega. mlcsptct11tlo quae llcctal respecto a su objeto. Cuando ha,: una ttl:lm,, luiy_que ªF.ender-
eas ad hw=nlordll •c leaio~m ,ontc,nti:am. (O. r•• 'llJJ. suya es UD:i; función _cr!tlca. en cuanta 'llle: lcgltima la 11pelaci6n la, y entonces se podcin mmb1én degh los medios 1d6ncos.
15. CE. 12 cxrelcnta cdtia. de H. Kuhn a L. Str.aws, No1urr1dJt JmJ En cambio, .d saber motal .~etc sicmp1:c .inclnd.iblcmente
Cmál,hh, 1953, publlaada en Zcitac:h.cift fi1r Politl.k 3'-'I (1956). es1e b wcar consejo c:o uno JlllSlllO, Aunque $e pensase cate
16. Eth, Nic. E. 10, Es sabido que cota dbt!nclóo es J., orlgen •o- 17. El nzoruimicoto del pu:,,Jc panlelo de llh¡o. Mor• .A 33 1194
flstlco ¡,uo q,uc pierde ro oentldo destructivo mediante su «vinc:ulaclóm, b30-9.S a7 sólo rault2. comp1étldblc d •• hace cato: f'~ 1! 11rcap&u i,.i-
sabes: c:o un catado_ de perfección ldc,u, ésta comisti.cla precisa-
platónloa con el Jogosi su 1i_gt11.1iado lntr.tjuddiGo pn,itivo sólo _q~cb dz-1\111tip<t-J IP>i"'" !u! w&1: o6iic r..u ¡¡.;.,., ipilau.. • .mc:ote en el pei:fccto· saber aconsc:jaxse a d JDismo (eupool!"),
cluo en d .l'olílK<J de Platón (294 •) y en .hrlot61des. 18. Cf. Ph. _Melanc:hthnn, o. ,., 28. no en un faber de: tipo téénico.

390 Jgt J!J2


Esta es, pues, um. :tdaci6n vcrdadet:uncntc fundamental. no es visión 1ensible. Pues aunque uno deba acr capa.:i:: de vér mismo. El hombre muy apcrimi:¡¡t:i.do. ei que está inicill.do en
La apallllión del ·,abcr técnico no logcu:i nunca suprimir en cada sitw1ción lo que ~ pide de uno, crte vcc no significa toda clase de t.tctas y pmcticas y tic.oc ~cncill.· de t.odo lo
la necedchd del nbCJ:: monil, del hallai el buen consejo. El taheJ: que deba percibuse lo que C'1 cada situación es lo visible aimo ·ciistcnte. &ólo alc:w.zari una. comprem.ión adecoadll de la :i.e-
moral no podcl nnnci. :tl!Veati.r: el cad.cter prevía (!J:Opio de tal, !ino que se apn:odc a verlo como sitw1ci6n ile b. actwlción toaci6n de otro en la. medidll en ~ satisfaga wnbién el si.--
los sabcrCll susceptibles de ser emcñ:i.dOll. Li rcladón catre y poi: lo tanto a la luz de lo que C$ correcto. E iitmtl q~e en el gnicna: prcsupuato~ que él múmo ilesee tllnblén lo justo, que
medlos y fines no es ai¡u! tal que pueda disponei:se con ante- 2DAlisis geométrico de &upcrficics «vemos,, que el ttwi~ulo es se encuentre por lo ta.ato en una n:litdón de comunidad con
. riorlchd de un conocilDJ.Ctl.to de:: fo9 medios idóneos, y ello por b. fÍgn+1l pwa .D:WI simple y que ya. no se _puede dividú:', sinq el otro. Esto tiem: su conca:d6n en el fenómt:'10 del consejo
la. :cuón de que el 3abcr dd fin idóneo no es a su vu mero ob- que obliga a dctene:ue en. ello como en un paso último, en b. en «problemas de conciencia». El que pide consejo, ig,w. que el
objeto de conocimiento. No ~stc una detemlinaci6n, "priori, rcilcxión mo:cal el «v~ lo inmediatamente correcto, tampoco que lo da, se sitµa bajo el p*supuc&to de qoe el otro esti con
para. la orim.tiu:ión de b. vida co:cred:2. como t21. IAs mismas cs un mero ver· aino «nodm. Esto ae confirma también desde él en una. relación ILIIJinosa. Sólo un amigo pnc:dc aconsej11,1:
netémúnacio.ne5 arl!:to~ de l]'t phrlnufr xesultao. íluctuan- lo <J.U<: podrla dcnominaue lo conttuio de este 'VcrlO. L.o co.n- a Qtro. o dicho de atto modo, sólo un co.tllilejo amistoso puede
tes, pues este s.ab~ ae a~z.e ora al fin, om al medio pata 1:Cl.Qo de b. v:bión de lo couccto nn e& el c:uoc ni el engaño, tener sentido pam el aconsejado. 'r:.unbién aquí se hace el.aro
el fui 11• En realidad, esto si · ca que el fin para. el que vivimos, sino la cc:gucm. El que está dominado por sua pasiones se cn- ~ el hombre comprcosivo no sabe ni jtrzga desde una sl~-
ieiul que su dcsa.ó:ollo en i.J:oigcnes din:ctrlccs ·de la 11.ctu2.- cuentn con que de pronto no es ap:i.z í:le ~ en una situ~c:ió~ a6n aterml. y no afectada, sino desde una petteoencia especi-
~ 11 tal COlllO .las desaibe Aristóteles en su Btita, no. puede ser dad11 lo que •\O.da ,;ó.c;ccto, Ha perdido d control de si mismo fica que le une con d otra, de JDlUll!!tll. que es afectado can él y
objeto de un .saber s.im¡?lemcntc "c:msciillhle. Es tan absw:do un y en coilsccnencia. )"' rectitud, esto es, el cs~r couectamcnlr: piensa con él. · .
uso dogmátko de b. ética como lo seda. Wl Ullo dogmitico del o.rientado en sí mismo, lle modo que, ntandado en su 'inte- Esta se hace tanto nlás claro en fo3 otros tipos de rcHCJ:ión
derecho ruttutal. De hecho, l,a. doctrina de las virtudes de .Atls- rior por la dialéctica de b. pasión, le parece conecto Jo que la moral qnc: pees~ .Aristóteles: buen ~clo y coinpuión 11•
tótcles pcc:iénta formas tfpicu del justo .tned¡o que convi~ p:uión le sugiere. Bl saber mor.al cs 'Verdadetamcnte un nber ltBuc:¡¡ Ju.id.o!, 1e xeficre aqul a un atributo: es juicioso· el que
adoptu ~ el ser y cp el comport:lnl.lento hlllXlano, pero el saber peculiar. Abuca de una. manera particnlar los medios y loe j-az~ r ~ y equitativamente. El que posee bu.en juicio está
mOilÚ que: se gula poc ems imágenes directticc:i es el mismo fines y cs en csto diatinto del saber ~cnico. Poc eso no tiene dlspm:¡to :l xeconoccr el d.crcc;:h.o de la. situación concreta. de.l
nbei: <JUC debe a:sponder a los e1:tfmulo1!. de ad.a momento y de demasiado sentido d.i.sti.nguir 1tqu.l ent.t:e ~11.be.i: y apeac:¡¡cla, otro y_ por eso se inclina. en ·gcncr.al a. b. compasión o lll pcr~
~ cada SJtuación. lo que en cambio conviene pe.rfccta1nc:nte a. la r,l:};ne. El &aber
~
d?Il· Es dato que 11.qu! no ·se tnta. wnpoco de un saber téc-
IS' Par· atta p:ute, tampoco se suve a. b. consecución de los monu CO.tltÍc:.at: pot'. ;{ mismo una cic:tt:& clase de i:::r.pericocia mco.. ·
fines monles con mc.cas elucub.ta.ciones sobre b. idoneidad de incluso VCJ:cmos que át:& es segu=cnte la fonna fu.adame.o.tal /ubtótcles ilustra de nuevo b. peculia.cim.d del sll.bec mor:al
los medios, sino que la ponde.n.ción de los ined.ios c:i ell11 de b. e.:r:pe.tlencia, frente a· b. cual toda otn experiencia es des- y_ de su v.irtad con' b. ·descripción de un succdfoeo natural y
miam1 una ponderacióu mo:cal, y sólo. a tnv~ de db. se concn:ta. nátnnlizada poc no decir naturalizada. · degcnctado de este saber mor.al zs. Habb. del ild116s como del
a sn vez b. conccd6n moral del fui al que se sirve. El sahct11e e) El saberse en el que consi1te b. refiaión moral c.'ltll de ho.mb.i:c que dispone de todais b.s condicio.o.cs y dotes naturales
dd qUe habla Aristóteles se dctttmina precisamente pocque hecho referido a ai mismo de una manera muy pattic;ulu, IAs de este sa.b er .mo.i:al, que en todu jactes es capaz de percibir au
contiene: su 11.pllación compl_em y porque confu:ma su S'l.ber en modüicacianc:s que áporta Arist6a:les en el contcno de su awi- vcnmJ¡¡ y ~e. ganar a ad.a sitw.a6n sus. poúbilidadC$ con ia-
k inmcdfatc:2: de cada situación dada. Lo que complem 11.l saber lisis de la /hránuis son buena. mue&tra de ello. Junto a la phr4- ~ f e habilidad, y que en todo momento sabe enconttac una.
.mors.i es, pues, un 1abc:r de lo que es en ca.da caso, un aabcc que ntsir, la 'VIrtud de la consideración rcfiai.Vll, aparece la cqm- salida;M, Pero ci:m conti:aunage.n ru.tural de la. ¡,hró11,sis· !e ca-
. .
p.i:cnsión 11. La comp.i:eos.ión es u.aa modi1iaci6n de la. virtud ractenza pru:quc el á,in41 ejerce su· habilidad a.in guiarse poc
19. Arls1oteles du~a en gencnl que' la fpl,,,,¡,,,, tiene que nr con
del sabCJ: m.ow. E stá dada por el hecho de que en .ella ya no se un ser mo.cal; y en consccueucia: desarrolla su poder s.in trabas
los medio, (u 1rpl~ u -al.o~) no con el ""'""• mlsmo. Lo que le hace pone,: ttat:L de U.tlO mismo aino de otro. Es en consecuencia ~ ·fauna y sin oricutación hacia. fines morales. Y no puede $Cl' casual que
tanto ~ l s en esto pud!em se,- la opodci6n -a la doctrina pla,6nla de b. delJ'uicio monl. Se habla. de compi:ensión =do uno ha lo· é::l que C$ hilbil en e1~ sentido sea nombrado ¡:;on un:a. palaora.
jdcá del blm . Sin embu:go ·si >e atiende 2l lugar &lrtemátlco <1ue ocup gra o desplal:ane .l?ºr completo en su juicio a la plena con- que significa también, 11tccribla. N:i.da <:S en efecto tan tcro'ble
en el maxco de i. ética o.rutocel!a l'Clulti. ineqUÍTOCO que l. r¡,p~'IIJ<'I• no Cleción de l'I. situación en b. que tiene que actuar cf otro. Par
os la mem apacldad do clcgu lo• medio, correctos, sino _qqc es rcúme,i tt ai tan ~ti:o,: como el ejercicio de capacidades · gcni.tl~ paia. el
uni,. Jm,ir étia qu~ atiende también al talo• :al_sue se mlonb< el que acn\.a lo tanto. tampoc:p aqu.l se tnta di; un sabe.e ca genc:.r:al, sino de .tnal. .
en Yirtud di: •u. 1cr ético. Cf. cn·pa.ctlculu Et4, Nit'. Z 10, 1142 b33; algo concreto y momentáneo. Tampoco este &ll.her es en .nin-
1140 b13¡ 1141 b1S. Obs•rro con satlsf1cci6n que H. Kuhn,. e11 ru apo.r- giln sen.tido n.zonable .un saber técnico o la i¡pfü:aci6n .del
uci6n a DI• G,1,111Jl'drl dtr Grltdtm, 19GO, 134 5, :iunqu" prc~nde mostnor 22. Lo, t=mÍ.aos conespO<ldlel\tcs, lllnto en gm.go como en ,alcmin
una fronter• últin,,, de la ~decdón de prefcrcndui> qu.e dejarla a Aris- haCdl un juego ctlmologjco: l"J,11'1- °"Wo'IL'I, Ein11,IJI - Nmriu,I, •in co-
t6teleo por detris de Platón, baec ain cmbat go plena )unida • C$tc nexo 20. Bth. Nfo.. Z 9 1142 " 25 •· -=hto en cs¡l:añal (N. Jd T ..).
obJctiTO. ' 21. 06~, Bth. Ni,:, Z 11. 23. Eth. NJc. Z 13,. 1144 a 23 ,.
24. Bs un 1t<M6,rot; r.11to es, c.ompet;:nti: p-.ltt todo..
393 394 }f!J
A modo de conclusión podemos poner en rcb.ción con
nuestro planteamiento IR. descripción u.ístottlica del fenómeno
ético y en piu:ticulu de la v.ittud del saber moml; el análisis
12 den-a siempre un momento de 11.plicaci6n. .Ah.on cOJ1Sidcta-
remos que toth ul, poruo u ling/lldi,:o. No en -w.no b verdadera.
prob~ticn de b 'é!omprens.ión y el mtento· de dominarla
aristotélico se nos mUClltra como una especie de mQÚÚJ ,k lw El lenguaje como medio de la por arte. -el tema: de b hcrtruméntia.-. pertenece tm.diclo=l-
prob/mr,Ü i11hert1ttu- a !u tarea bmnmlntittl. Támhién nosotros
experiencia hermenéutica mcnte al ámbito de b gnunátia y de b ietórica. El leng=je
h:a.bfamos lleg-;ido al convencimieato de .que la aplici.ción no
es el medio ea el que se realiza el acui::rdo de k>s íntcdocutores
es una parte última y r:vcntaal del fenómeno de la comprensión, y el consenso sofü:e b co~ ..
slao que determina a éste desde el principio 1 t:n su conjnnw. · Son las situa.cioncs en 1:1.s que se altcn o diñcultll. ..J. pone.xse
Tampoco aqul la aplicación consistla ea xelaaonar algo general
y pxevio con una situación patticúhr. El intéq>rctc que Be con- de acuerdo Wi que con más &.cilidad peaniten hacer coru;cien-
.tcs hui aindicioncs bajo· 1as que· se xcillza cualquier consenso.
fronta. con una txadición intenta apllcánek 11 51 nusm~. Pero Por ejemplo, resulta particularmente ilustl:ll.do.i: el proceso lin-
o,,¡to tampoco sigoliica que el texto tnsm.ltldo si:a. para él algo giilstlco en el que por traducción y tnailaclón se h~ posible
g=eml que puilienl, ser =plcado postairu:m.eate .pan una una convc.rs:u:ión t:n do, lengua, disti.a.tas. El mductor tiene
apllcación puticulu. Por el contoi.Iio, el intétprcte no pret.cndc
otn. co,a que comp,:eader este asunto gcru::i:al, el texto, esto que tmsladax iqu.! el sentido que se tnta de ·comprender al
contexto ea el que vive el otro interlocutor. Pei:o e.11to no quiere
es, comprender lo que dice la aadíción y Jo que luace el seatldo
y el signifia.do del texto, Y ~ compxeodc,: esto no le es decir en modo a!Jnuio que le esté pcmiitido .fialscat el sentido
~I que se ro~ el atto. heclsameate lo que tiene que JI11U1te·
dado qu= 1gnorusc a &.! misino y a b sitllllción hermenéutica nersc es el ,cnttdo, pe.ro como tiene que compreadcne t:n un
conci:eta en !a que ~e encuentra.. Es~ obligado a :relacio.oa..r el tex- .Acortumbramos a decir cp.tc «llc=os» una conversación, mundo lingii.!stico nuevo, tiene que hacerse v.tler en él de o.na
to con esta sitw.ción, si es que quicxe eatcnder algo en él. pero l:i. verdad e.11 que, = t o mú autiJltiCA. es fa coaveu2.ción, . forma nueva. Toda tudu,;clón es pox eso ya 11WI int:erpretllción,
menos posibilidades tienén los intulocutoxcs de «l.léVUW> en e inclll5o puede decirse que es b consumación de ~ inteqm:ta-
(...) b ditcéclón que deseadan.. De hecho la -v:erdadera conversa- ción que el traductor hace lllll.duni; ea .la pala.bn que se l,e ofrece.
ción .no es nuna la que uno luabrla querido llevar. Al contm- m Cllio de b .tmduccí6n hace consciente la. lingüisticidad
rlo, en genen.l setb. mis couecto dedr quc-«eatrµnos» en una como el medio del posible acuerdo, porque ea ella este medio.
c(J.l).versación, c=ndo ño que noi cccru::cdatnos» en ella. Una tieac que set p.coducido artificio~te .. través de o.na me-
t palabra conduce a la ll.iguiente, la conversación gira hacia aqul
o hacii:i. :i.W., etJ.Clleatra su curso y su desenlace, y todo esto
puede qni.tl Jleva:r alguna cllQC de diw;ción, pi::ro t:n ella Jos
diación expresa. Est11 organización i:i.rtüiciosa no es dei;de luego
el caso normal de las convctsacio.llClt. Tampoco la traducción
C$ el 1;'.UO normll.l de nuestro comportlmliento respecto a las
dWo~tes aon menos los d.ircctotcs que 1011 díngftios. Lo que leops enrañas. A1 contrario, el estar referid.o a b traducción'
«saldrán de uoa. coav=aclón no lo puede ~abct n2.die pox :m- es hasta· cierto punto tcnci: que someterse a UW1. tutela.. Cmmdo
ticip:i.do. El llCUCI;do o su fui.C1So es como un suceso que tiene es necesaria b trii.dUcción no hay más remedio que hl1.cem:
lugar en nosotros. Por eso podemos dech i:¡ue algo ha s.ido una cargo de b dimmcia t:ntre·el cspitltu. de la Ui:u_wdad origina-
buen:1. convas:u:ión, o que los asaos no· le fuero11 favorables. ria de lo dicho y el de $U rc¡uoducci6o, dist:a.nci2 que nunca
Son form:ui de expresu que b c<iavcrsáción tiene su .J?ropio llega a supcmnc por completo. En esl;ps casos el acw:cdo se da
cspitltu y que el lenguaje que discurre en~ lleva coJ1S1go su menos eob:e loi compañero, de diálogo que entte l_os intér-
pxopia vcrd:i.d, csro es, .«desvcl@ y deja 11.parecei: algo qu_e desde pretes, que' C.'!WI cap;icitadoa r ~ t c p8.ta. siúi.ne al en-
ese momento cs. · Clleatro en un mundo de com¡ucn.slón compll.ttlda (Es sabido
Ya en el fflálisis de b henncnéutica romántica hemos po- que no hay n:ub.' inás difícil que un diálogo en dos lenguas
clldo ver que la compxcnsió_n no se basa en un tlcsplazane al distintas en que cada uno emplea Ja suya porque entiende la.
.interior del otJ:o, a: 1Ula puticipaclón inmediata de él.· Comp:rcn- del ono pero· no puede hablaclá., Bn tales casos una de fas
dci: lo que a.lgnien dice es, como ya hemos visto, pon~e de lenguas .in.tentll, como a través de un pode.t: auperiw:, imponase
acuerdo ea la cosa, no ponc:rsc en el Jugar del ot:1:0 y repro- a la otn como medlo- pata b comptcnsión y el acucrilo). ··
ducir sus vivencias. Ya hcmoa desi:a.a.do también romo la AllJ donde hay acuerdo no se traduce sino que se ~bla.
cxpc.tlencia de sentido que tiene lugar en la comp:i:cnsi6n en- Bnteodet wia leop Cli:tooa quiere decir justaÍncnte no tener
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que traducirla a la. p:topla. C\wido alguien domitla de verdad mOs a 11.ducu: el cuo ~cmo d.e la t:mdµccló:o ll. partir de uoa la de un acuerdo particularmen.te penoso, porque se i:ecnnocc
· U!la lengua ·nn 5ólo no. ncccsit!l ya tmduccio=. sino que in- lengua atl1lia. En es~ .aso es lo.duda.ble que, pDl' mucho que en último au:c.mo la distancia s:ntte la. opinión conttuia.
cluso aalquia tnduccl6n parece imposfble. Comprender uu q,ue el t:raducto:t haya logmdo introducirse y n:aear los · scn- . y la propia nn es supera.ble. E igual que en la convasa.ción en
lengua no es por sl mismo toda.ví.t .llÜ:Lg1Ul co.mptcade.r real, tunientos del autor, la traducción .no e. una s.im.ple rCfUffl:0- la que !e plantean esta claac de difuenciiu lnsupeubles puede
y .no cnclcna toda:ria niogl1n proceso .intetpret2.!ivo. sino que ción del pmcefo ps.lquJco orlgillal del escribir, si.no una recep- a.lcan%UBe qui.zi en el vaivén de su deCUl'so algún tipo de CO.lll-
es tul& :tealhaci6o. -yibJ.. ~ 1,e cnmpxeode ~ lcngwi. cuaiido ción del tato reallua... e.n 'Yittud de la complénslón de lo que promiso, wnbiéa el traductor CJ1CDnmrá en el vaivén del
se viTe en ella, y :tecooocidsa.mcnte ata frase -vale bnto pam ,e dice· en a No cabe duda de q\le ,e tntlL de Wlll int~reta- pcsu: y sopesar la. mej!>t aolnci.ón.. que .nunca puede .ser o~
las .!engtw 'vÍVlllJ como pua las 'll11lertll..s. El p.toblcma. l,emie- ción y no de ut12. simple con:calizaci6.n. Se proyecta, so b_µ: cosll que llll compxOJD1So. ~ que e.n la convc-saaón, con
néutico 110 es pues, llll problema dé con:ccto domúiio dé ..'IW todo, una nuen lw: procedente de la. nueva lengua. y dcati- el fui de alcanzar este objc:tJ.vo,. uno se pone en el lugar del
lengua. .dno del coo:ect0 ac:nuclo 50brc un 2$U0to,_i:¡_11c.. tico.c md1 ,u .lector de la. miamL La exigencia de .fidciichd que se otro para comprcndu su pnnto de 'Vist2, t:Unbién el u:iductol'
11ffiU en el medio del lenguaje. Cualquier lengua puede llptt.ll- plantea. a. um traducción no puede ncutnl.izai: la.. clifcn:ncla intenta ponerse pOl' compic:to en el Jugar. del autor. Pero esto
dem: de maucm que ,u uso conautnu.clo implique q,ue ya no fundamcllt21 entre las lenguas. Por muy Beles que 111.tentcmos no pro);lorciom por s.[ solo ni el acuerdo en la cónvci:sación
haJll que traducir desde la propia l ~ o a. la pi:op1a .lcngus, su, noa e.nco.ntcuemos, sln .cmbugo, · en situaciones, en hs Di el f:pto en la reproducción dé h. traducción. Las estructUUs
sino que se pueda. pCll5U en la lengua cnníia. PU'll que pueda. que la d.eciai6o habrá. de ser e.a CUAl.'\~i:.r auo i~~ Si son cla.umentt: pam:idu. El pwicuc: de acuerdo en una con-
haber ,enema en nm. convctsaci&n e11tc ~= de dominio
de ¡.._ lc~a es e.n i:él.(l.da.d coodki6n previa. Toda. convca:i.-
que.remos dest2car e.n nuestra traduca6n un. ,:asgo unportaurc vcrsaci6n. .implica e¡~ los intcrlocu.torell c.1~ dispuatos &
del ori&iml sólo podemos hacerlo dejando en segundo p~ann ello y que Tll.11 a lntenb.l.' hacer valer e.n si roil5lllos· lo cxtraiío
ción im ·a. el presupuesto evidente de que sus micmbroa otros aspectos o J.neluso rrprimléndolo, del todo. Pero bta y adverso. Cuando esto oCUIIe :tcdptocamentc y cada. inrerlo-
hab.lan mi~ lengua. Sólo cuando ca . posible ponei:sc d,r, es pi:ecipmente la d&se de co.mporoonúcnto que lbmamos ':11tor sopc:sa Jos a,nuaargw:ne.ntos al mism.<;1 tiempo que man-
acuerdo lingii!stiaamen~ e.n virtud del N-blar unos con ottos lntcrpi:cw:.ión. Corno toda. intcrprclllción, fa md11cció11 implia tiene sus propias xuones puede Jlega.ne poco a poco a una
puede co.tlTCttitse e.n ¡,roblcma. la co~tct1slón y el posible llll ctCJ:tO cegamiento; el que tu.duce tiene que 11.sun>.ir la ~ - • tnsfctc;ncla reciproca• .imperceptible y no arbitraria, de los pun-
acuerdo. El cstu re.fendo a. m tradUCClones dé uo. intétprete pousabllidad de este cegamiento paa:W. Evidenttmen~ no tos de Tist!l (lo que llunamos .io.tcJ:cunbio de pueceres) hacia
ca llll aso ext:rC1110 que duplica el proceso hemicntutico, 14 puede deja.r en el aite nada que pan ~I mismo. $Cll oscuro. una lC11gua común y ~ seotcn~ compartida. Del miSl:llo modo
convcaacion: habJan el inté:pretc con la parte conttar.ía y llllO Tiene que =oncee: el coloi. Es verdad que hay ca.sos atrcmos el tca.duett>r tiene que mantener a 8\t vez .el derecho dé la len-
COD el lntéqttete. · . en los que Cll el origirtal (y pan el «le<:tot originario») hay algo gua a. 12. que t:mducc y sin embargo dejar valer en sí lo atn-
~ La COJIVernción es un proceso por el que se busca llegu a.
uo. acuerdo, Fllmlll. p:utc de toda. vctda.dcm convenación el
que rcahnentc no cstí claro. P= ron pJ:Cclu.mcntc c;stos i;am,
hcrmcn~uticos cxttcmos los 1ue mues~ .con m.ú · cluiii,.d
ño e incluso 1.dvcho del texto y su aprcsión. Si.o. cmbugo,
tal vez esta descripción 'dcl'l1acer dd tra.ductor ~té d.~ 11.,üwo
atender tc:almente al otro, dejar valer sus puntos de vista y lll sinncióa fo.cze.da. en la que siempre se encncntra el tn.ductor. tccortada. Incluso en los cuos cxtn:mos en íos que hay que
poner.se en su lugu, no en el sentido de que ae le qul.c.n entender A"qw no abe rnis que i:wgoació.n. Tiene que decir con clui- tnducir de wa lcng=. a. otn el tema a.pcius pueae scparusc
como llL i.o.dividuallda.d que es, peco s! en el de que se intenta e
dad as con.s tal como lu entiende. PC!O CQII\O se eocu.c:.nti:a de .l,. lengua. Sólo rcprodueíJ:i de 'vudacl aquel tr.aductot que
. cntendc,: lo que dice. Lo qnc se mta dé r ecoger es el derecho reguJaanentc en iituacióo de no pode( dar vctda.dc:ra e:r;pi:e110n logre hacer hablar su tema que el texto le muestra, y esto quícu:
objetivo de s11 C?Pinión a tr.rv& del aal podtemoa Ambos lle- a todas bs d.itti~i.oncs de ro tato, esto ,igp.ina. Jl:&n é.l una decir que ~ con um. ltngu.a. que no. sólo sea la suyit. sino tun-
gac a ponemos de acnttdo en la cou. Por lo bntn no referimos constmtc ~cia. Toda. tndu.cción que ¡e tome en. serio 11U bién la adccnad.a ·a1 original •. La situación del m.ducto:t y h.
1u op1n.ión a su ·pcnooa. Wl9 su propio ophw: y entender. cometido .resultll mi.s clan y mis plana ~ el o~inal. Allllque dd int~rcte vienen a. scrt pues, ~ el fonclo la. miswa. ,
Cuman tenemos ü otro presente como vei:dadcra: Jndi-,idua,. ,ea WllL .reproducción magisti:al no podJ:in dcJai: de &l.1:&rle El qcmplo· d.cl t:raducto:t que· nene que superar el ab1Smo
liélad, c~o ocuue Cll la conversw&i a:rap6itica_o en el .ín- 1:!r-nos de los annónico.1 que viht&ban tamb.ién en el original de la.s lenguu mucatn. con put.iculu claridad ¡.._ td:u:i6n te-
tuxogatono dé un acundo, ne puede hab1ane r....lmcmc de (E.o. algunos pocos cuos de i:cCl'ClLción vt:i:dadcumentc maestra clproca. que a.e dcsauolla enuc el intérprete y el tato, que se
1lll2. · situación de poSI"ble acuerdo 1 • cstll pérdida. puede compc:muse e iaclw;o ser origen de Wlll coro:sponde a,n la reciprodda.d del acu.erdo en la conversa-
Todas e5tu cimctcrística.s que afectan · a ¡.._ situación dé pn- nueva ganancia; píeru;o. por etemplo, en lu Flortr rl,I llfal de ción. Todo traductor , es inté.tprete. El que ~o es~ en una
nerac de 1.cuado en un diálogo tomJ,n un. giro P.'Opiamcnt.e Baudclahc, que en su :tc:creactón poi: Gcoxge p ~ n .rc,pi- .lcogua e:n.nll2. no es smo un ca$O Cl.ttc:gio de dilicult11.d heunc-
h~uticn allJ donde s e ~ta de ,o,,,pru,d,r lex/01. yolvue- .ru una cxtawa DUen talud. . . • . . oéutie:1, cstn e,, ·~e ·atrañc.za y de. supcnció1;1 de ¡.._ misma. ·En
El traductor tiene muchas vece, dolorosa candencia de llL
1. A este despluu,rc, 111 Jugar cid ouo, que , e ,dicxc •I otro pero n o
distancia que le separa l}ecesa.riamentc del original. Su tnto
con el texto tiene tamhi~o sugo de los esfu.co:os del po.neae '"Jd 2, Suxge squl el ptablo:m2 del «CJ<tni\amlcnta», aob,e el quc Sd,sdc-
.: •u DIZ6.o. objcdn, xeapond" J. im.lltcntlclclod de Ju prcguaw plu,~ t h:1._heclao ímport:,.ocu oba&C'f'ac.Joae• e.11 au cpUogo a su usducdón
c:n ul.. conTe<S*Cionu c¡,ic ya hemos CIIDctc:<ÍZado. de acuerdo e.n un,. conTCrsación; sólo ~ aqu1 la situaci6o. es de la Oluu, 1958, 324. ·• . ·

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n
realid;i.d · en este sentido dctcnnl.aado hlcqu.lvocam.ent:c son decir q\lC en la rC$uttccción del s~tido del tc.xto se encuen- d;i.d de la comprcns.ióJl es la ¡,,11tr,dln ,k la raacimda ,k la birla·
atraiíos todos los «objetoSII con los que tiene que ver 1a hcr-- tran ya sicm~e itnplicack& las ldi:as propias del int&prcte. El riP ,júhlal, . .., · . .
menétltfoa. tndkioml, La. tue2. de rc.l?roducción propia dd hor.i%onte de éste resulta de este modo siempre detcrmfumte, LII. rdadón esenéial entre liugGi~ticitbd. y campiemión se
traductor no se distin~ cualitativa, smo sólo gnduwnentc pero tampoco el puede entenderse a su vez c:amo nn _punto de muestra para cmpenr en el hecho de q~. b. escncfa de la ta~
de la tarea h.eanenéutJ.ca gcncal que pl=tea cualquier te.to. vista PCOP.io ·que se ID!4nticne o impone, sino u:iás bien como dki6n con,üste ca ·aistii: en el medio del lenguaje, de Jn2.De,:a.
Por supuesto que esto no quien: decir qn<: fa sittw:ión her· una. o¡,uuón y posibilidad qui!! u.no pone en ju~ y quc ayudará. que el ubjelo prcfc.i:ente de la. fotcrprcta.ci6n es de natunlez:a Iin-
mcnéutic;a. que se plantc,a con los tatos sea idéntíc:i. a la que se a apropia.rae de verdad lo que dice el texto. Má:; amoa hemos giiínica.
plantee. entre dos. pen:onu en una c:onvc:sación. En el am descrito ésto como fm.ión de horizontes.. .Ahon. podemos· ro--
.de Jos tatos se tau. de amanifcst:lcioncs vitlllc~ lijadas dw:ade- conocer en ello la form~ ti~ r,aliz.aei,Jp ,ú la t"tJll'Otrrtz&ión, en la
ramentc» •, que_ deben 5cr entendidas, io que dgnifü:a que un& que un tema acc.cdc a su. expresión no en callckd de cosa mk 1. La Un~sticidad
pwn de la convcnación he.nm:néutica, d texto, 1610 puede o de mi autoi: sino de la cosa común 11. ambos. como aetc:nnirutción del objeto hermenéutico
:r-cga.r ,.. h@lar a tnvts de la otra patn:, dd intétprcte.. Sólo Es el tOll\allticismo alcn,in d ~ue ,entó la.& bues dcl sig-
por él se reconvierten ]C>Y.5i,gnos escrito~ de nuevo en sentido. nlfi.cado 6lstemátíco que posee la Jmgüisticidad de la conver- · El que la esencia de la uad.ición se ca.ractcrice por su .lin-
Al mismo ti~o, y en virtud de esta r.econveruón a la cof:n.. sación para toda comprensi6n. El nos ha enseñ9.do que en 61- g!l.isticida,d no =ce de cnnsecucccias hcuncnéutica.s. Ftente
prensión, :i.ccedc al l ~ j e el asunto mismo del que habla el timo extremo com_prcndcr· e interp1:d:u soo l• misma cosa. a toda otea forma. de tradición, la COOl.p:rcmión de fa ttadic:.ión
tiexro. Igual que en fa¡ conven;acioncs reales, es ef uunto c;o· Sólo este conocixrucnto podrá sacar al concepta de la in_tu- lingilJstica mantiene una pi:.u=cla particular. La tradición .lln-
múc el que une entre si a lu partes, en este Clllio al tato y al prctaci6n del sig.Dificado ped.agógico-0C11Sional que tuvo en gil.lstia. yodrá estar mu.y por detrá, de los monumentos de las
intéxpretc. Igual que el traductor sólo hace posible, en calidlld d siglo xvxn y da.de un lugar sistcmil.tíco, csu::actewado po:r la artes ¡,lanicu en lo que se rc.f.ici:e a inmi,diatez y conspicuidad.
de in1"pretc, el acuerdo en urui. conversación graci:as a que posición cb.ve que ha aloa.nzado el problema del lenguaje paot Sin embargo, la falta de inmediatez no es en esll! c,¡so un de~
participa. en fa COR de la que se trata, también fr=tc al tato el plaotc:un.ie.ntc filosófico en gcneril. · . fccto; en la aparente dc.licienci:t n ahstttc1t =tniic= de los
es presupuesto inclu.diblc del intél:pa:tc el q_u.e participe en su Des.de el 1:omanticismo ya no cabe pensas: c0n10 si los con- 11.tcxtosn ¡e cxpre&a. de una manera. pcc:uliü la. pe.,:n:nencia ¡,ic~
sentido. • ceptos de la interpretación acudiesen a la comJlrcnsión. att.:tídos via de todo lo que es )jngGático al ámbito de la co.i:nprcrulóo,
En. consecuencia est;i plen<ltnente justiliculo h11blar de una segmi fa!I necedi:ladcs desde un. rei;ervotlo· Iingülstico en el La tradición Iinglilstic:a es tradición en el sentido a.uténtico de:
t caftllff"Ja,i~tt l:r,rm111llllira. La consecuencia sCl'á que la conversa-
ción hci:men,fotica tecdrá que dabour un l~nguafe comdn,
jgtal qu_e h. convcrsación :teal. asi como que esta elaboración
que se encontmrhn. ya dispuestos, en el caso de que la com-
prensión no sea innlcdiat2. Por ti tonll'uia, ,/ lmiu'!f, ir ,l 111tdio
11nkm-ul ffl il q1rr JI TltJW{4 la ,omprar.1ió11 111/m,11. L.,, forn,o d,
la palabra, lo cml quiere decir que no es sunplemente UD .re-
siduo que se haya. vuelto necesario investigar e inte,:prcu,
en su calid;i.d de rdi~ dd pasado. Lo que lleg2- a nosob:os
de UD Icng=je co.a:nln tampoco consiui.tá en k p=m a ¡,unto r,oliz.al'iln dt ki ,0111prmn611 1.1 la intn-pnlari/11. EsCl co.nstataci<5n p_or el camino de la ~~ón linguútiaz.. no es lo que ha '}uecl:z~o
de u.n uistt:wncnto para c:l lín del acua:do, sino que, i ~ qu¡:: no ~ere decir que no ~ta d p,oblcma.particular de la cx- smo algo que se b:asrrute, q11c se ~o& dice ll nosob:o~. bien ba10
ca· la cnrrvenación, se confundirá con la rcaliz:lc:ió.o misma preS1ón. u diferencia. entre el l~j_e de un teir:to y el de su la forma. del rclúo directo, en la que tienen su vida el mito,
dcl comptcndct y cl llegar a un acuerdo. Entre la.s parte:, de 1nt~rete, o 1a falb. que separa al taaucto.r de su ociglca.l, no la. l~d,t, los usos y co&tumb:rt:$, bJen bajo la ío=ia de 1a
esta ~oonvc:ri.ación» tiene lugar una con,.unicación como la es im mo~io al.gimo naii. cuestión sccnndam.. Todo lo contrario, tna.d.icfón· escrita, cuyn$ signos. están destinados fomcdiau.mcntc
que se darla entre dos personas, y que cs algo lllás que mea los problemas de la c:itprcsión llngii.litia. son en realidad p,o- · p:ll3. cualquier lector que 'esté en coodicioncs de leerlos.
a.I.ptaclón reciproOL. El texto hace lwllar a un tEUla, pCJ;O b]911,a.s de la. com¡,1cns.ión. Todo coinps:cnder ci in~¡uctu, ro q_uc_ k acncia. de la tn.dicidn se anctd.ice po.r su lin-
quien lo logra es en último cxttcmn cl tt.11.dimiento del intér- y toda inrei:prctaclón se <ksui:olla en el medio de -un lcngus.je gilisticidad a.d~cre su pleno signific-...do hc:nnc.nlutko ,,.11.1
prete.. En esto tienen patte los dos. que pretende dejar hablar al objeto y ca al mismo tiempo el donde la tl)ldiaón se hace ·uffilrl. En la escrk11n se engendra
La refcrc:ncia dd te.na ·no se puede comparar según· esto lengua.je propio de mu intétp1'.cte. · la libera.ción del len~je .respecto a su rcalli:ación. Bajo la
con un punto de vI.sta fijo, inamovible y obstinado, que sólo Con e.to el fenómeno hcrmen6itico se muestra como un fotma de la escritura todo lo tr.mnítido 5C d;i. simultáneamente
plao.teull al que intent:l co~renderln la cuestión IUÜCII. de cuo especi:ú de la relación gencml enb:e pciuar 1 ba.bl:11.(, cuya ~ cualquier p~ente. En ella se d;i. una coexistencia de po.-
cómo ha podido cl atto llcgu a una opinión taxi @su.cda. En cnigtmtiCII. intimidad mo.tiva la. ocultación del lcngusjc en el sado y presente llnic.a. en su g~ncro, pues 111 conciencia presente
este senticlo la comprensión no es scgw:amcnte una «comprcn- pellllamiento. Igual que la cnnvcnación. fa intctprettci6n es tiene la poailiilid;i.d ,k u.n iccelo libre m todo c,amo se ha
dón histórica» que a:constr~ _la génesis del tc:i:to. Lo que uno un circulo cn=do en la dialéctica. de pregunta y =puesta. w.s.mitido por acritn. u conciencia que cornp,ende, liben.da
i:ntiende es que ut,I ,umprmdiendo ,¡ /t:df l!Mmo. Pero esto quic.i:r. & una vcrdadl!!ra rdaci6n vitll.l histórica, que· se realiza en el de su rcfe.ccncn a Jos -relatos que tmen al prc11entc Ju noticias
~dio del lenguaje y que tambi~ en el caso de la intérpretaci6n dd pu~o. -vuelti,inmedh.t2mentc ht.cia 1a mi.alción lltem.r::ia.,
3. J. G. Droy1cn, HtmriA:, 1937, 63•. de textos podemos denomüu.r «co~Ó.IJ», La Iingu.istid- gam. con ello una pos.ibilidad auté.ntia: de despl=t y amplb.r

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una idea. del 1.nt:or o de que nucstta iosta.nciia sea 11niamentc
horizonte y =rlquecer as[ sulmpio mundo con toda. una. Jane por iup=sto un desciframiento co.crccto. Los m onu:.. h .intaptt!:lción de n tndición como de ~ fuente.
$ll
nueva dimwióo de .profündica . La :i.propiación de l:i. tmdí- f
rnentos no escritos ¡¡ólo lao.tc:an wc::u hCIDlené¡¡ticas en Wl
Jentido la.to. Ellos po:c ¡¡ miamos no son comptcn11ibles, Lo
Conviene aqn! recmdai: que en origen y :a.me todo la. her-
dóri literaria supera. incluso :i. l:i. apcricmcia que se vincul:t. menéutica tiene como cometido . la compren&.i6n de textos.
con tt ffentw:a del viajar y sumergirse en roundoi lin~ticos que r,ucdim significar es un problcma. de intciprcmc;:ión, a.o del Sólo Schlei=chcr minimizó el ari.en:t C$cncial de n fij:i.ción
cxta.ños. El lcctot que se sume en una l ~ J Ütccatnn desciframiento J comprcosi6D. de su litcr:i.lidad. . po.r escrito ~pecto al problema bctmenéutico, aando co!W-.
cxtra.11.as mantiene en tocio :mo.DlCSlto la libertad de volvtt de En n escritura el faiguajc a.cccdc t. 111 verdadera esp.icitua- dero que el problCIJlll de l• comprensión est:11.b• da.do wnb1~n.,
llUCYO' :l. sf mismo, Y est:l. a.sf al. mi5.UlO tiempo :l.qu! J sula.. licad, pues k condcncia compmum lleg,. frente :l. tt ttwición por no dccli: en reml.ld:i.d, en el discurso oral. Yll. hemos mostr!ldo
u tr:i.didón esailll no es sólo una porción de un mundo escrita a su ~cna. soben.nía. En su g;cr no di:pcnde ya de na.da.. hasta. qué punto el giro psicológico que inttodujo con ello en
pasaclo sino que est:l. siemp:ce po:c encim:i. de 6te cu tt medida .La concicncis. lcctnn se cocuentm, p~· ejemplo, en posesión tt hcrmcnfutiCl mvo como consecuencia. la. ca.m::e lación de tt
en que se la elC"ndo a la esfera del sentido que ell11. misma potencial de su hámria. No en v,ano el concepto de Ja. lilolop, :i.uténti~ 'dimensión histórica del fenómeno hcr:mcnéutico. En
enuncia. Se tmta de Ja.idcalicad de ~ palahn, que cL:v,. .. todo ael amor a los di.scunos, se trufoi:mó oon la a.pa.d.ción de la =ilidul la c:,scntura posee p:m1. el fenómeno hcnnc#Utico una
lo lingübtico po:c encima de la dete.anioación :finita y dlmcn. cultw:a lltcr.lm. CQ el arte omniabarcante de l:i. lec:tttta, per- signifiaclón ccntnl en· cuai1to que en ella. a.dquicre a:iitencia.
que caavlenc a los d.em:l.s restos de lo que ha sido. P~ el por- diendo .IJll relación otiginuia con el culdvo del habar y argu- propia. tt ruptnoi. con el es¡::át:or n a.utor, ,al ·como con· ns
fuior de lo. tcr.diclón no ca ya tal o aw manuscrito ?e es Wl .lDCJlllU:. La conciencia lcct0m es DCC<:$adarocntc hbtórlca; a sef!a.s con'c:tctu de un dcstíoa11ario o lector. LP qu e se n¡a por
tro:ro del catonccs, sino tt continuidad de la mcmona.. A a:a- conciencia que comunia Ubrc:rnentc con k tradición h.ístó-'. c:.scr.lto 1e dcva en: cicr:to modo, a tt v.isllL de toa°'• hacia una
vés de ella la tradici6D. se convjcrte en u.oa porción del pioplo rica. En este sentido estí ju$tliicada la idea hegeliana. de equl- c.,fcr:a. de sentido m tt que puede ~cipa.r todo el que esté
mundo, J lo qu.: ella nos comunica puede •cceder por si miano psnr el comlcn:o de tt hiatoxia con el surgix de una volunmd en condici0Jlt$ de leer. '
al lenguaje. Al1l donde a.os alCIUl%ll una tradición csailll no ae tradición, de «pcm1:meacia. del recuerdo» •. La csctltw:a. Es verda.d q~e frente al adcte:c llngüfstú:o el aúctcr es-
sólo se nos ca .. conocer algo individwu &ino que se nos lace no es un simple~ o una. mcn. adición que no :I.Uctll. cualita- crito parece ao. fenómeno seew1datlo. Bf lenguaje de signos de
presente toca una humanidad pasad,., en l'IJ rcla.ción general tlvmnentc na.da en el progteso de la. tr:i.d.ici6n· ocal. Es duo la cscriru..c. tiene una. :r:cfercncia const2ntc al ve:cdadcro lenguaje
cc;in d mundo. Esta es la. =ón poi: la que nuesaa. comp:ccosión que tambim sin esccitura puede 'dane una volunt1d de pcr- del ~blL Sin cmbugo, plUll la. escncill del lenguaje no es en
es ta.n imcgu,r a y fragmenwia en ac¡uellas cultuns de las que vivaicia, de pcmwicncia.. 'Pero sólo la. tndidóo escr.illL puede modo alguoo secundario el .9-ue sea s~cepn"ble _de escµtulll,
no pottemos ningu~ tradición cs=12. &ino sólo monumentos ir mú allá de l:i. mera petm1ocncia, de lOli RSiduos de una '{ida Por el contrario, esa posibillcad de $cr escrito :ccposa sobte
~ mu.los; a este conocimiento del pas!ldo no le llamamos todavla pasa, a putú de los cuales le es permitido • h. existencia el hecho de que el .h,blu mismo p:i.rticip:i. dé la. idcalicad. pura
bistori:i.. Los textos en tambio hacen hsbkr siemp:cc :i. un todo. rcconitru.i.J: otr:i. c:xlstcnciL ·
~ Truos sin sentido ~ue. puedan cxtDlios-huta lo incompren- El legado epigriñco nó puticlpa d.ade d p:cincipl~ ~ esa.
del saitido que se co111unic; en 8. En l:i. cscritwa d sentido de
lo habla.do está alú po:c sí mislllO, cntcn.mcntc libre de todos los
sible se muestr:i.n, interpreta.dos como escritura, como com- fonm libre de tmdiá6n 'JUC llarniunos litct?,1Um, puesto que momentos emocio.iwcs de la apruión y coniunicaci6n. Un
prcosiblcs de repente bíi.ata. en sus · meno.res dct:r.llc6, tanto es~ rcf~o a ~ aistcnaa de a.lguna. reliquia, pictlra o cwu- texto no .qn!crc ser entendido como marufestación vital, sino
que incl'D3o llcg1 ·a podcx cor:ccginc el = de uiu. tn.smisión CJUlª otro matcrla(. Si.o emb:i.rgo. pll.O. todo lo que la llegado únicamente .:ccspccto a lo que dice. m cuictcr escrito es la
de:licicn~ um. vez que se. h1. cornp,:cndido el conjunto como liast:a nosottos a. tmvb de copias, ClJ verdad qw:: en ello lay una idc1.lidad abstr:&cta del lenguaje. Por eso el $cntido de una
un todo. volun12.d de petvivcncu. que 1~ h:i. caño a sf mis1n& una foDllll pluma.c.ión por ac:óto es bisicamcnte i4t:ntiliCU>l~ y rcpetlblc.
Es u! como K pla.o.ta. el ..-crdo.d~ cometido hermen~- pmpi:i. pan su. ~ción, la. que llAuwnos litcratum. En cln Sólo lo que ca tt repetición. pcrm,uicce idénti(;t) es lo que real-
tico tsra. a loa textos escritos. Bscritun c:11 autoc:xtr.ma.miento. no sólo se da u.a.a. cierta canticad. de tnonWDentos y signos. mente estaba puesto en su plum:i,ción ai:tlta.. Con d io Je hace::
Su supcnción, la lectu:ca del tato, es puc.i la. mál alta tarea de Todo lo que es literatuu.·!ldquie.rc una simultlUl~d ptopia cttro aJ. mismo tiempo que «tepctii:» no puede tomusc aqul
la. compi:cnsión. I.acluso en Jo que hice u simple hxvaitu:io con todo otl'O .puseute. Compiaidcrlo no quiere decir prima- en scnti.do estócto; no se tcñac a n r~conducción de ugo :i. un
de los signos de una inscripción, sólo es ~.ihlc TCdos y arti- .tiamente tcamst:tuü: un& vica ¡,&?da,' sino que aí.g:nilica putici- primMm originario_en el que algo fue dicho o escrito. La lcc-
cululos co:crect::unente cuando se csti en condiciones de vol· paci6D. :u:tu.al en lo que se dice. Eu saitido autmtico ésta no es ~1. ·c'??IPCCllSml no ~ rc:petíclón de algo puado, sino pu-
ver a hacer del · texf!l lenguaje. Sin cmbugo, volvemos a. re- um. tclación aitrc pctsonas, p or · ejemplo, entre el lector y el t1opaaon en un senndo presente.
cordu qu~ e.ta n:conducción al lenguaje produce sicmpi:1: al :i.utor ( ~ por otlll. parte puede set completamente dcaamo- La ven12.ja. :metodológica del tato escrito es que en ~¡ el
mismo tiempo un:i. detcnnina.ca· rdación hacia lo n:fc:cido, cülo), 61Do una puticipa.ción ai lo que el texto nos comunica.. p:r:oblci= hc.onenéutico apuccc en fu..cm:i. p= y l..iott. de todo
h:i.cia. el uunto del que se habn. El proceso. ,le .!& comprensión .Alll donde enl'CDdcmos, el sentido de lo dicho tecstií llhJ., con lo psicológioo. Pero n:i.tuo.lmentc Jo que: :i. n11e1tto1 o jos y para
se mueve aquí po:c entero en la esfcn de $eutido mediaca por cntua lodq,cµdcncia. de que la tcididón n os pcrmiu. hacemos uucst¡:a intención 'rep:ccsentll 1111:1. ventaja metodológica es al
la. tradición lingüística.. Por eso la. tarea he.i:menéutica en rela- m..iamo tiempo apraión de. upa dcbilida.d cspedG.ca que ca-
ción con us,.a insaipdón sólo pu.edc plantcanc CU211do puede 4, G. W. Pr. Hegcl,.DI, V,--¡, in tkr G11,l;K/,t,, 145.
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.nctema JD.U.cha mú g. lo eaaito que al lenguaje mismo. u Sin embiu¡io, tambi~ hay cosas 'esct:ü:is guc po.r asl decirlo . tentar .robustecer el sentido de lo .dicho. Lo' que se dice en el
tue:i. dd comprender se¡Iantca Con partíc:ulu claridad =uido se leen sohii. l!.íi..te un au.gcstivo debate· ,obre el e,p.írltu y la. texto ticoe que ser des¡iojado de to<.k n contingencia. que le
se rea,nocc la debilld.a. de todo lo cscclto. ~e,. piua ello letu en la filosC>fh, rcallnao_por 'dos grande, cacnto:rc:s filo- $CA inherente, y c:atátdído en la. plena idcalida.d en la que únl-

record.u de nuevo el ejemplo de Platón, que . vcill la <lebiU<.kd · sóficos alcman~. Schill.et 1. Plchte•, que parte de este hecho. Cil.Dlentc tiene su Talor. Por eso la fijación por c.scrito pcmüte
p.ropfa de lo e1ccito en que el disau:so escrito no puede nunca Si que .me parece signliicat.ivo el hecho de que con los criterios que el icctor eompunsivo .Pueda. et:igitse en abogado de eu
acudir en aynda del que suounbc a malenw:idldos deliberados éett"ti<:os cmpleadm por uno y otto no 11.caba de ve.ne ~ ~- preu:nsión de verdad: p.xeasamc:atc pQl'que aepam por com-
o involu.at,.da,'. · lida a la disp~t11. en cuestión. Y es que en el fondo d problema pleto el fflltido de sus proposiCÍollC$ de aque que las ha hecho.
Es salildo que Plat6u consideraba la· indefeiuión de: la cs- no es el 'de la estética del buen estilo, sino el de la cuestión Es as! CÓIJJ.O el lectoz o:pc:riment,. en su 'Vlllidcz propia cuanto
Q:inu:a eomo una dcbili<.kd to<.kvia .mocho mayor que la _que heunc:néutiCl. El «arte,> de csa:ibi.r de tnancr:a que las ideas dd le habb. y cuanto c:ompicnde. A su ve: lo que mya comptcn-
,,Jeeta a las dlacmsos (i:ó riolh,~, ,:<i,y lo1wv); sin embargo, cuando lector se vean estimuladas y $e man.ten~ productivamente dido má Jll slemp:re álgo mú que :una opinión c:rtnúla: sctí
pide :iyuda. dialéctica para co.rnpensu esta d.cbili<.kd de lo, dis- e.a. movlmicnto tiene poco que vcr con los demás medios usua- en cualquic.t ca.so una posible verdad. &to c.s lo que cm~e
cursos. ca wito qu.c d cuo de Ja eacritun Je parece desesperado, les de la, .uti:is retdnCI.$ o estéticas. Al contta:rio, con&lstc por ·en v.i.rtuíl de la liberación de lo dicho respecto a quien lo di10
esto no es evidentemente· sino una. c:x:agcnción irdn.ica a m- entero C11 que uno se vea conducido a pensar también ló pen- y en virtud dd grado de dUl'llción que le c:onfiacla. escrltun.
vb de la cual intcnt:L ocultar .u p:ropfa obn. litcnm. r 5t1 pro- aado. El «arte» de escribir no pretende ser aqul entendido. y con- Y el que personas poco acostumbn.daa a la lectura nu.naa. acaben
pio arte. & :realidad con la esaitun pasa. lo mismo que con el sidc.mdo como t:ll. El arte de escribit, 'ig,a] que d de hablar, de actualizar del todo la sospecha de que algo escrito pueda
labb... .ht1 como en éste se con~ouden ~ ai;te de la apa-- no representan un fin en s1 r no son por lo t:mro objeto pri- no set cierto tiene, como Yll hc:mO$ visto, um. nz6n hcnnenéu-
:dencia coa un arfe del pCDllar v~didero, soflstia. y dwbctía, mario del esfucno hcmienéu.tico. La. compi:cnsióu se ve a ttilda tica profun<.k, pues pua ellos todo lo csaito es um. especie
existe tambi!n ·nidentl!ffiente un doble arte del escribir, de po:t completo por el asunto ml~mo. E.ro. es la razón po.t la que de documento que ,e avala a s1 lllismo•. · ·
manen qiic el uno se corresponda con el uno y el otro con el )<).!; pcnu.m.lcntos confusos o lo que esti «mal,, cscnto no so.ti De hecho, fo ~crito es siempre objeto preferente de la
otro peuumicnto. Ver<.kdcnmcµce existe tunbién. un ai:te de para la 12rea del comp:r1t11dcr casos pAtadigmlticos 'e n los que hermenéutica. Lo que se nos hizo m4.5 cla.ro en d c:aso attcmo
la esc.ritut11. capaz de Tt!.nk·en ayuda del pcnsa;, y a él debe i:I arte hcnncnfatico brillarla en todo su esplendor, sino po:r de la lengua cttrafta. y de loa problC.lllll.s de la ~ucción se
aaignauc el arte de la compi:cnsión, que proporciona. a Jo C$crito d oontrario casos .limites en los que se t11.mbalea. d p:resupw:ato confitma a.bota en la _a utonomJa de la lectuta: la COUJP.ren~l6n
identico auxilio. . sustentador de todo áito hc:nncnéutico, que es la_uolvocidad no es una ttasposición psíquica. El homonte de sentiilo de Ja
Todo lo csctlto es, corno ya hemo1 dlcho, 11,11a especie de del icntido 1Ü que se hace :referencia. comprensión no puede . liniit:Lne ni po.r lo que d autÓJ:' tenla
habla atrañida ~ nccesit:1. de la nx:onducción de aus signos En .rcali<.kd es propio de todo lo que esti escrito el~ la origtnal.mcntc in me.ate ni por d homónte del destinatario al
al h2hl2. y_ al seotido. Esta reconducción 15e plantea como el p:retcnsión de sc:r devuelto po.r s1 mismo a lo lingüístico, y cata que se dalicó d texto en origen. ·
~ nr<.kdc.to' sentido hermenéutico porque a tn.vés de. la escri-
tura Je oc:arrc d ~entldo una especie de 2.utocnaañamiento.
pretensión de autonomía de sentido va tan lejos que ínclwo
una lectw:a autmtia., po.r ejemplo,· la de un poema por su
A primen vista el que uo se deba inttodUcir en un ceno_
n11<.k que no pudicrui habef tenido en las lllicntea d auto! y el
El rcntido de lo dicho tiene que volver a eauncianc üoica- aut0r, se vad.ve cuestionable en cuanto la intención de la au- lector aueaa a. un awou hermenéutico tan i:uom.ble como
mentc en bue a la lh:cnlldad tcutnititu.pQl' loa signos escritos. clicíón se tparta dd punto hacia el que estamos :realmente on~- gcncralme.ntc i::econocido. Y sin cn,bugo, sólo en los c&$0S
mis c:xttf!mos pv.edcn aplicárselo realmente. Los t=tos no
A la inversa de lo que ocun:e con la palabra hahkda, Ja intct· 12dos en l:r. medi<.k c.n que intc:nl:ll.mo$ -comprender. Puesto que
prct:aci6n de lo escrito no dispone de otea a:,ud.. Por e&o es aqu[ lo que .ímporm u la comunicación del ves:dadcro"Scntido de un quieren acc entendidos romo exp.ceaióo vital de. la aubjetM.dad
tan importaote d «arte11 del escribir•. ..Es uombroso huta qiii • texti:J, su interpret11.clón se encuentra 1ometida a una. no.ana de su autor. E.u coiuecuenda no es desde ahí desde el.onde de-
¡,unto k palabn ha.bla.<.k se interpreta a si misma, por el 1\lodo objetivt.. Ba é$ta la exigencia que pl.antcaJa dialéctica plat6.riica ben trv.2al.'se loa Júnlteá de $11 rcntldo. Slo. embugo, lo dudoso
<le h:i.bla.t, el tono, h. velocidad, etc., ll$J como por lu citcunS- c:tiando intenta haccc valer el logós como tal, y deja. a vecca .ao es sólo la limitación del 1entido de un texto a las cvcrdadc-
taacias en Ja1 que se habla 7. · att:ls a su compañero ceal di; dillogo e.a. el cuno de csteCIIl.~O- ran ideas ·dd autot. Aun cuarulo .5e intenl!: det:ermi.na:r obje-
E1 más, la dcJ,ili<.kd.C$peclfica de la. escdtun, la mayo.e cantidad tivamente el sentido de un texto enteo.dié.o.dalo COIJJ.O aJocu-
de am:ilio que necesita en comparsción con d hablar -vivo, ción contcmpo.cinca. y :rdiriéndolo a tu lector cióg.i.natio, que
S. Platón, e,,,,,,~(J,Ji,,,11, 341c, 344.:, y PúiJr, 'ZTS. tiene como reveno el que.pone de n,lievc el cometido dial~ c.s lo qne hacía el s_upucsto bwco de Schleieonacher, wnpoco
se lognm ir'mú aIU. de una dcl.iinitaclón cuual El mis.mo con-
6. Sobic este ac:ro repota la glr,nt..ca dlfcrenda que edste cottc tico de la aunpicnsión con redoblada clari<.kd. I gual que en
un cdlsc:uno• J WI ,..,.crlto», enr.:c a 1!$IJ)o atol J las algeada, cstUls- la conversación, umbifo aqul la co.tnpremión tiene que in- cepto dd destinatatio contcmpmíueo uo puede tener mis q ue
tlca muy 1ui,c,io,cs qua tlcne c¡ue ut.isf•cct lo c¡uc te llja lltuari:uneotc. una valido crltic;& limita.<.k. ¿Porque qut quiere decir contc:m-
7. Kippeobe.rg cuenta. en uca ocatión cómo cierto dl.. lülkc leyó uo• ¡,oruieo? !,.os oyentes de :u:ltea.ycr, iguil que lo$ de pasado rm-
de sus .DNÍIIIJU- El~¡iin de tal rruinc ... que sus oyeotcs no llegaron a scnúr 8. Cl Is CO-"A!spoa deacla c¡uc •alaza corÍ el o.sc:rito de Flchte Oátr'
I• dificultad de cstc poenii. · G,hr 1111J B11,lmob, ¡,, d,r P/,i/osophi,, Fid,u, JJ,;¡,,,u1uuD, esp. V. ~ . riguco pertenecfcndo a los que ·u no h.ablaóa. como con-

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tempoclneos.' ¿Donde podci11. traza.ne la frontem de aquel Con esto nos introducimos en una dimensión que en gene- /Ji.rtóri;aTlimte quiere detj,; en xc:ilidad rraliz.ar la traiformadótt
pasado .tnafuwa que citcluya a un lector mmo posib]e ínte.r- ial eJJ descuidada por la. autoaccpción dominante de las ciencias l]Ílt /u i!Cflrlfl&e ·tt fa.r ,011,pwr riel po.Jtlilo CllaJldo .i:dtcntunOs J>Clllal:
lo01tor? ¿Quiénes son co.ntemporáncos, y cuál es la. prctcá.si6n histórl<=:1.1. P~ i:cgla general el historiador elige los concepl:as Ch ellos. Pew.ar hiatóricamC11te cn.tt:aña en consecuencia sremprc
dc:".vcab.d ae un tato cua. a esta mllltlplc confu.slóa de ayes: con loa que de&a:ibc ~ ~ d bistórie1. de sus objetos sin una med.iacl611 cnttc dic:hos amccptos y d. propio pemu.
r .ma&.na? El conce:pto del lector originario está profunda e rdlaión expresa sobre su origen y justfficación.. Sigue en csto Querer .cvitn los propios conceptos cn h :Jnterprcmctón no
sólo es 11npooil,le uno que es uo abisurdo cv.1dentc. Intcr:pre~·
mc:omptend.!damcotc idcalludo. l'm.iounente a su inter& poi: la cosa, y no se da cucntia. a s1 ntlsmo
Nuestra. propia c:onsidc,;i,.ción de la esencia de lt tr.ulicl.6n dd hcc:hq de que la. "propiad6n .:l.eac:tlptmr. qiic se cncucntrn. signl.6<::l jusi.unente AporlU los propios cona:pt<1s prc'Vl.Os
littraria contiene además otro iu:gumcnto fund:.imcntal. contt2. p en los concci;,ms que elige puede estar llcm. de con~eco.encias con el :fin de que la rcfctcncia del texto se hagli. Ralnlentc l.cn-
la .legitimación hcr:men6utica del concepto del lector origina- pan •u pro_pia mtendón, pues nivela lo históricamente ~iia guaje par:¡ nosotro&.
rio. Ya hemoa visto q'1l! la litcutun se dclinc por la voluntad con la &uilliu y somete así a los propios conceptos preño, fa E\l el a.náliñs del proceso hcnncnéutico hab.b.mos concluido
de trumisión. Sin cmhugo,. ~ que copia y trutnitc se rdicrc ,útcrld,,.d del objetD, por muy impatcWmcnte que pretenda ~" la obtcncl.6n del horizonte de la intetpretación a Ch .rca--
oUJL ~ a sus propios .contetnpodn.eos. En este .sentido la comprenderlo. A pc:sat de toda &\l memdnlngfa. cientliitt se • lidad 11Dll fuaioo ho.m;óotica. Esto se confu:ma wnbitn desde
referenda. al lléctor originarlo P2J:ea: represcntu. un. canon =pona de la. misma m.ancr.i. que todo 1;1.quél que, cotnO hijo el ouicter lingüístico de la intcr:preta.ción. A través de esto ~
histórico-hcrmcnfotico muy: lindo, ]a.capaz -de dclinütai: .real.- de su tícrnpo, está dntnio.ado su:::rlticamente por los conceptos ~ de.be obtener la l'a.labn.. Sin embargo .ningún tato n1
mente el hod::ronte de aenttd'? de los textos. Lo suc se .lij:i. por ptt"V.io, y los prejuicios de su p:co;,io tiempo. . · '. .nmgwi libro puede decu:: nada si no habla nn lenguaje que al·
ese.rito queda absuelto de la ct:>ntingcn~ de su nrigcn. y de au En la mcdidll ch que el hi&tonado:c no se i:ccnno:te1. esta su canee al otto. La ínt~remción tiene que ch.:c con d lengu:,.je
autor, y 1.i"brc poaitiviamcnte ~ nuew.s refci:enciu. Conceptos inienuidad, fulw:á i.nc:uestio.nahlcmente al nivel de .i:eflai.ón cottectO si c:1 que quien: .hacci: hab~ar ~ente al tcxto. Po.s:
noam.tivos como la opinión del autor o la comprc:nsi6.a del engido poi: su tcina. Pao irn. ingenuidad se ham verdadera- eso no puede liii.bcc una 'interp:cemción coaectt «en porquear»,
lector origUlll.rio no tcpresent,.n en realidad mís qtte nn,. po- mente abismal cuamlo· cmpiecc a hacerse conscicn~ de ci;l::l Ch ctda caso sc ttalll. del tato mismo. La vida histórica de l.:,.
sip.óo TI.cllt que se sAtuta sólo de ocasión ea. o~sión de com- problcmátlca. y se plantee entonces la cxigenci1t. de q'1.c en la tndición consiste .en ~.:i:cfe.cca.clA. 1,, 1.propiacion~ e int:erptc-
prender. comp=ión lústótia. es obligado dejar de lado los pmpios tacioncs siC1:nP.rc nlicns. Una. íntcq,.telll.d.ón cw:r~= en sl
o,nccptos .Y pensar un.ica.mcn.te en lo5 de la. ~pOCI. qne se l:Cl.ta seda un ideal dca.idcado, ínapaz de· conoc:c:r: la esencia de 1ia
de comp.rcndcr 1• Bsta cxigcincia, que: suena como una. o,nti- tradición. Toda lntcrpxclllción Cltá obligada •. so.roc::tCJ:$c a la
2. La llngübticid.a.d J1Ul4ción comecu.eo.~ de la conciencia histórica., no n~taú situación hcmic:néuti.a a la quc,pencncce. .
~
W como iletcrminación & la. rca.li.2:i.dón hcnnenéo.tiC1. 11 un pcns2.dor tdle'X.ivo su carictet de ingenua ficción. Y 6ste- L2. vincukcicSn a wa situación no signiíica en modo alguno
~ no consiste, por ejemplo, en. que tal ai.gcncia y tal actitud de qw: k F.Ctensió1!' de com:céión 'l.ue. CII inlu:r~tc ª. Cll9.lquiet in·
Llegamos así al segun.do aspecto bajo ~- que sc p~escn.bl la la__conciencia históriC1. d!!jcn de sati$&.cerse porque el ·lllttr- teq,retación se disuelva en. lo sub¡euvo u ocasionll..l. No -vamoa :i.
rcla.ción de lingüistic:fdad y o,mprenslon. No sólo el obJctc;> prctc n.o logn. alca.nzu = pdo suficiente el ideal de dc}u¡e caer ahora de nuevo por detci.s p.cl q,nnclmicnto l'.ominttto (!UC
preferente de la . co.ropre11Si1in, li tadicl6n ca de mi.tnn.lc:za 1, si miamo de lado. Esto seguirla aigw.ficando que se ttalll. de h"bcro al problema h.crmenfutico de todo, sus motivos ocu'iona·
liqgülstica; la comprensión. misma posee una relación fund.a.- un ideal legitimo al que hay que i.ntcnur acacarc:c en la medida lc:s. Tampoco para nosott0s la intetp.tetación es uo comporta-
tmntlll con la lingüisticidad.. fiabkmos partido del postufado de lo posible. Sin cmlni:go, l:i. exigencia ledti~ de k con- .miento pedagógico, §ino k rcalliación· dc la comp:rcnsi6n misma
~e que la ~~pn:mión e1 stcn,.pre intcquctación. potque cons- ciencia h.úitóri.c:a. de comprenda a:da ~poca desde m11 p:copins que no sólo se cumple ·~ ~ o , en cuyo beneficio se ínter-
tituye el horizonte hermcru';uuco en d que ac:: ha.a: Yli.lcl' la o,ncc~ se rc6.ac de hecho a ~ muy distinto. El :cequu.ito prcm, sino wnbién paxa .el intérptctc mismo y aólo en d ca-
rcfci:encia de wi texto- Sin emb:ugo, :¡:,a.ti poder: chr expresión de de¡ac de lado lo, conceptos dcf pre.ente no portul.a u.n dcs- .tictct ap=so de la m~etnción ·lingüistiaa.. Gmcias a su ca-
a 1,. referencia de un t~to en su con tenido objetivo tcncmoJ q ue phzaínicnto ingenuo al p:>,Hdq. Se tta.lll. por el contra.río de rácter lingü.(stico, toda rote.tpremción co.nñcnc i.unbién una
tt2.duclrla a nucstn lengM, lo que quiete decir poned2. en rela.-
cióo con el conjunto de rcfcren_cias posibla en el que nos m o-
i
una ai.ge.ncia csencialwcn~ ,:clatlvv,. qw: &ólo tiene sentido posr"blc ~=m a ateos. No hay hablar que no in-voluqc si-
liJ.ultim:ame.n~ al que habla -, a .,u íntcrfocutor. Y esto vale
por rclttco.cia a los propio, conceptos. La conciencia histórica
vemos hahl,mdo y e,mndo dispucstna a expresarnos. Ya hcmoe se malcntic.nd.c: a s í mi= cua.ndo para. com¡m:nd.er p,:etende ti..wbién p;,.ra d proceso liecmcncutico. Sin wib4:rgo, esta :ce-
inTCStig?,do la. estrut:t:nn lógi~· de este problam. cn la po&ición desconcctiu" lo único o;J'1l! hace posible Ia compttnsi6n. PM.rJJr f=.ocia no det=.ina la :ceal.i2ación. inter:pn:tatj.V2. de 11. com-
dc.stuada que convícn.c 2. la prsguntJJ como fenómeno hciu,.caiu- p.r=ión al modo de una adapta.ciñn consciente a wa situación
tico. Si en c::;te mo.roento nos vemos oáentados hacia el ea,;ác- pcdag6~ÍCl, .sino c¡uc ell~ reali%ación a.o es sino la wnmriá11
ter .lingil!stico de toda comprensión, habre.1i10s de v olver a 9. CT. rol rcansi6n de H. Rose, 1(/,miJ, ,,¡, D,,,lf.,-,,,,."Je, AJ,,nJ/mu!cr.- del s:mtúlo Pli.rmo. Reco:cdc.mo1 cóm o hemos devuelto todo su
Gnomon (19-40) 433 s; Más tardé .he cozop,ciulido que lmpUd t• mca.lc csd. 'Ylll.oi: al momento de la apUOlci6n q_uc h11.b.k sido desterrado
apresar desee o tro upcéto fo que ya se moru6 en 12. dlitlck- yi hcch2 - mhmo. cñt.íca en la inttodllccl6n mcto dol6gica a l'la1"s
ti°': dc prcgunta. y rupuesta. llat.lcti,,b, Elbilc, 1931. por coa:i.plcto de la h ~~utica.. Y;1. In hemos -visto: com-

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prendi:l" un texto eignifu:a 5ÍClllprc aplidmoslo y sa.bcr que, r~entc la lingüisticidad. Cabe, pót ejemplo, dcmosttu algo aiblcs llllll.entendidos. Y ente.o.ces ya no hay ninguna diferencia
aunque tenga que inteq,tet:a,:i¡e en i::i.da caso & n= manera por medio del contraste, vcrb.igraciii com.pa.rando dos . cnadros w.
de pr¡nciplo entre intc.rpi::ctación. que acaece a una oba poi:
distinta, sigue siendo el .mismo texto el que ~ vei se nor o leyendo s-uces.i,vil1llente dos poemas de ma.o.cti.. que el uno su :rc:¡>mducclón y fa que es producto del ñlólogo. Por muy
p.re.senta como distinto, El que con esto no se :relativ.in lo mú lntctprctc al otro. Eo. estos casos se: hace patente k demostra- secundan-a. que considete un artisa intéq,:retc la jmtifiación
mlnimo la pretensión de ve.rdad de! cualquier intetpretación ción mostrativa de la. intctpretllció.n lingillstica. Pero en r~- & su inteqn:etación en palabr.u, y j>o:r znucbo que la .reclµ.cc
~eda claro poi: el hecho de que a to<k intcq,rew:ión le es escn- lidad esto Cjuiere decir que tal demostración es una modifica- como no anlstii::i., lo que no podzl negar es que· toda intap:i:e-
talmente inherente nn c:uictcr li.ngwstico. La lingüirtic.idad ción de la mtapretru:Ión lingüística. En t21 caso aparecen en tació.n tcp:toductiva es bási=ente su:;cep~olc de una justi·
expresa que gana ,1-a. comp.tcnsión en Ta Jnt~:retaci~n no genera. lo mo5to.do el :reflejo de· k intcrprc:tadón, que se skve dc:l :ficac:ión de este tipo. T:unbiál 61 tí.ene que q11cxer que su acep-
un segundo sentido ademá.s del compiendido e mtctpretado; mosuu como de una a.brev.ianu:a conspicua. La mostración es ción sea CO.trecta y convincente, y es segmo que no prctendctl
En la compi::emión los conceptos intc.rpi::etativos 110 resultan intcq,retación en el mismo sentido que Wla. tradición que .reau- discnti.t la vinculación al tato qtie tiene como base. Y sin em-
~tkos co.r;no tales. Por el contrario, se detca:nimn por el me el i:esulwlo de Wlll intcq,retaci6.n, o como la eottc:i;~ lec;- bargo, este texto es el mismo que p.la..ntca su t:u:c:a al iotérpretc
hecho de 1ue dr.saparecco. ms lo que ellos hacen hablar en w. tum de un texto, qtie tiene que haber decidido ya tod:i.s las cienillico. l¡.n consecuencia no po.:l.rá argüi.r .cad:i. fundamcnal
intcq,remctón. Pamdójkaniente una in~retación es conecta cucstíom:s & intcipretaci.ó.n, poi::quc la lectu.ra sólo puede De- en contra. ·de que su pcopia comp:renslón, tal como 5C manifiesta
cum.do es susceptible de esta desaparición. Y sin cmlr.u:go, vanea i::i.bo cuaru:Jo se ha com¡romdido. Comprender ~ inter- en m intcq,i:cta.ción repmcluctiw., sea a su vez comptcn.did:i.,
tunbit!n es cierto que, en su calidad de dt:stina<k a desa~cer pretar estlÍn itn.brii::i.dos de un modo indisoluble. . estn · es, puC4U jll$tificane intcrpretatmunente, y tal i.nteqm:-
tiene que llega,: 11- su f>!opfa. representación. La ¡¡,osibiliikd de Es cvjdente que la i.tnl;'licadon de toda intcq,retación en la ta.ción hábri. de.i::eali=e: c.r¡ fomia lingüística. Tampoco ella
co~d~ está rcfcnd:i. a la posihilidad de esta mw:pi::ctll.d.ón compi:ensión esta ca n:la.d.ón con el hecho de que el c:o.oc~tn $eJ.'IÍ. a su vez una nueva. creación de s1;.11.tido. Tambil!n a ella. le
medkdóra. ,e
& 1i: i11ürpr1Jarión no ~ólo ª.J?lii::i. a la científica sino tamliién ocnn:itá. ~e: desapareced eolno Jntei:prctadón y ·mostresá su
Objetivamente esto vale tambi~ pam los casos e.o los que a la. rtprodR~ri6't artlstii::i., po.r e1cmplo, a la int1:1:pretación mu- verd..d en la inmediatez de la comp.t=sión.
la comp.rensión ocu= itunediatamentc y sin necesid:i.d .de sia..L o C$~C11, Ya hemos mostrado más an:íba <J1!-C esta .r~ 1A pci:spcctiva iobtc: la .imbriación inte,:aa de intcq,rcta·
asumir una in~cación C:Xptt$L Pues también en esto$ 01Sos producción.no es n= segunda crr:ación supcipuesta a la primen, dón y com.prc:ndón .Pemütc u.mhién destruir la fal~ roma.nti-
de comprensión tiene: que sl!!1' pouble la intcq,Ietadón. Peto sino que ea lo que pea:oite manifcstuse autáiticamente a la %2.clón & la inmediatez que cultivan artisbtS · y · conocedo.res
esto ugnliica que en I.. c.omprcnsió.n cstí cont~da potencial- obm de 11.1:te. Sólo en c:Ila cumple ~u objetivo el lenguaje de sig- bajo c:I·signo de la estitii::i. del genio. La. Jnte.rpretación no pre-
~ mente la in~eación. la ctal slmplctn~u: c:onfici::c a Qquélla nos bajo c:I que disponemos d~ un tato mWiical o dé un dra- tende p!).nct$C en lugar de la ob:i:a iatetprcttlda, No pretcñde,
w su condición a.e cxp.licitud. En con.secue.o.cia, la intaptetaci~n ma. T ámbién a lcctllr.l.· püblica c:s un proceso de este- génes:o por ejemplo, atraer hacia· 5Í la atención por: la fuerza po!tica
~
no es 11t;1 medio ¡,am pcoducir la compxcnsión, lino que se pue& es despertar y trasformar un texto en una nueva inme- de su pto~.ia c:xpresión. · Por el conuario, le es foh=te una
introduce po.r sí mmna en el contenido de lo que se comprende. diatc:z. accidentalid:i.dJ111tJ.,mt1tJt1l. Y .esto TI.le no sólo ps,.ra la palabr.t
Recoxdarcmos 1;.11. este punto que esto no sólo sigiiliic:t CJUC fa De esto Je sigue, wi embargo, qui lo miGmo tlcoc que podei: ~i:etadon, sino tambiá>. p11.1::,. J:,. intcq,rettción :reproduc-
rcfacacia de sentido de un texto puede :Letuali=sc tmltaria- dinnane para toda comprensión que se .realice en lectura. ,ü.. tiva.. La pakbm intc:tprc:tadóra tiene tlcmpre algo de Kci-
mc_nte, sino también que la cosa de la que habla. el texto puede lcnciosa. Toda lectura contiene bwcarncnte t:unhlén intup:rc- dcntal en cuanto que está motiva.da _por la p.reguna hecmenm-
tomar la palab.ra. La inteip.rcmción coloca el tema c.r¡ la ba- tación. No ~ que la compi:cnsión en la lectura sea llDll. especie tic:i., no 5Ólo en el sentido de la instancfa pedagógica a fa que se
lanza & las palabns. . . · de escenificación intcrlo.r en la que la obn. de a.rte Tllca0%asc 1ma lim.itó la intcq,.retación en la época ~e k Ilusttació.n, SÍJl.o tam-
1A ~cacru.id:i.d & ertll C:on!lblt11.ción sólo ~crimci:ita algu- e::dstcncla autónoma -aun.que enccr~ada ,;n la intim.id:i.d de n· bién potque la comprensión es sietnpre un verdadero ·acontecer.
n.u VUJJtcio.ncs caractcrlstic;u que b. confuman mdirccta.maite. intcnocidad pslquica-, igual que en la escenifiou:ió.o a la vista Del mamo modo la intetpretacion como rcpro ducc:ión es
A.lll donde 1e toua de comprender e intc:.tprcta:t texto~ li.ngo.Is- de todos. Por cI contra.ria, c~to qmcre dccic que tampoco Wlll fund:,,mcatal..meilte accldc:ntltl, esto es, lo es ao sólo cuando se
ticos, la interpretación ea el mc:dio dc:I lenguaje mucst.m ·poi: esa:nifica.ción planteada en la atcrio~ de cap-a.do y tiempo ejecuta, i.titerprcta, tn.duce o lec algo a ots:os aagctando c:on
sl misma coo clatlds:d lo que la comprensión es siempre:: una tiene frente a. .la obra II1Íslll2. una m$Uncia. at=, y que s61o inteác.ioncs did:icticas. El que en· estos casos la reproducción
ª?topiación de lo dicho, .al qw: ¡e convic:rt:i. en COS2. p¡o- en una difcn:nciación cstétic:a secundarla pod.rk llegai- · A al- sea intctptctllción = un sentido especial y ·ddctico, impll-
pla. La interpretación lingalstic,. es la forma. de la inte1pn,l:ll.- ~ l a . La. intc:q,reación de la ml1sica o de la poesla. cuando ando Wlll a.agetación y una iluminación cxa:sin. encamil:l;ld:i.
dón en ~enerd. Po:r lo tanto, se cLi. amb.ién lllll donde lo que se ejecutan en piibllco na· diE.ei:e escnci~cntc de- la compren- a rcsaltat los relieves, no rcptesenta 1ma. diferencia & _prln-
hay que mteq,retar no e& de natumlcza llngOistica, no es un texto sión de un texto C1Imdo se lo lee: comprender implica siempre: cip.io sino meramente gradwtl :respecto a cualquier ottll mtcr-
sino, po.r ejemplo, un cuadro o n= ob.ra µ111s.ia.l. No conviene interpretar. Y lo que hace el filólogo consiste tnt:nbxn en hacer prcación rcproducti-n. Por mucho que sea el pocm.a o la com-
deja.ne desorientar por cstlls ·fonn-a.s de intctp.cetación que no legihles y coinp.reruiblts los textos, o lo que es lo tn.ismo, en posición .misma ·1a que gane $U presencia mímica en su ejecu-
son en •1 ml.,inas lingillsticas, peto que en cambio _presuponen uegumr la coo:c:ct!l comprensión de un texto frente a. suf po.- ción, con· todo, cualquier ejecución· esti!. obliga.da a poner

478 479 480

...
acento,, y 1& clifcrencia i:espccto a h. acentwi.ción aoesiva. de la pretendemos Íl:e!ltc al .lenguaje no afecta a las convenciones E, ifllÍ)or/1111/t ,om}!t_múr tJNI ,r11 r~o1111mi11tltJ tI .rólo ~arml,.
- .intención didáctica . ya no es tan· gr.ande. Toda. ejecución es ae la cxprul.ón llngll..ls_tica, sino a. las convenciones de la. opi- En reiliclad la sensibilidad de nucstta conciencill hlstórica
,.atestigua mis bien lo contrario. El eafuea:o por comprender e
.l.!iterp.rd:lción. En tocia ejecució!l h&y ace1os de iluminación. nión que •e hut plamiado en lo lingü.lstico. En consccucncila,
Lo que ocurre es que esto no apucce t:ul. claro potquc la. no dice nada contn. la. :relación csendal entre comprensión y iatetpretar siempre tiene 6cntí.do. E.n ello se muestra p"1matl:a-
ejecución no tiene un ser permltlmtc y desap:a.rece en la oba.. lingOistlcidad. Al conttuio. es -verd.,,,dcr.uuente apropiada ¡nv. mentc la generalidad superior ~on la que la tazón ac cl.i:va por
que i:eproduce. Sin embargo, CJ1COottam01 e1ta :aüsma inter- confu:mar por sí misma esta relación esencial Pues toda crltica encima de las battcras de toda constitución 1.ingQ!atlca dada.
pretación sobxe.ilwnim.doa. cuando nos !ijlWlos en cosa.s com- que 001 lleve más allá dtl esquci:mtiuno de n1?,cstra.s &ases, L:l experiencia hermenéutica es el coo:ectivo por el que Isa. i:a-
paublcs de.atto de las artes plinicu, por ejemplo, en los di- con tl fin de entender, cncw:ntn a su -vez 5\1 expresión. en la zón pensante se msttae al conjuro de lo lingülstico, y ella misma
bujo, que hace un gun artista copiando a viej03 m.2.CStrOI, De fonm llngii1sti01... En at.c sentido d leiíguaje rebasa cualquier tiene carii:ter l.ingO.htico.
llWlC?, semejante podtla juzgu-se el cfectD de una pellcula argumentación contra su competcnda. Su universalidad se Bajo este aspecto tl problema del lenguaje no se nos plan- '
'1iej2. cwando se repone. o .cl de ~· ~posición, muy ceraua mantiene a la altura de la xazón. La. conciencia hermen~utica tea desde el principio en cl mismo sentí do en el que se Jo plan-
al pase original, de una obra de h. que se conserva aún un .re- se lim.íta aqut a putici~r en lo que hiu:e !& relación gcnenl de tea laftltimfla d,l lmp,y,. Es ver.d ad que .!& multiplicidad de las
cuerdo muy Tivo: todo se le antoja 2. uno en ellas como inter- lenguaje y razón. Si toda comprcosidn se encucn~ ca WUL nc- lcoguas, por cuya div,,xs.iclad se interesa la. ciencia. lingüística.
pretado mn e:iccsin. clarida.d. En este sentido, tiene, pues, m cesa.ttt rthción de cqurralcnda con su posible interpretación.,. nos plantea tambiái. a nosotros una. pregw;ita. Pero l!sta es úni-
jl13ti!icaclón el que pua cada reproducción' ha.ble.mas de . Ja. y si a' la compi:cru.ión no se le han puesto ha.aens fundamena~ camente !& de cómo puede estar cada lengua en cOD,d.idones de
acepción que le snbf!lCX, la cwl debe ser a 1'11 VC% suscei_,tihlc les, umbil.n la aprehensión lingilistica que experimenta estia. decir todo lo que qmcm a ,pesar de su diversidad r especto • las
de una jusillic:ación fundamental. La acepción en su con¡unto comprcmión en la í.ntapretaci6n tiene q_uc llc:vu en si. WIA dcmú lcops. La llngúlsuca nos en,¡cfu. que ca.u lc:ng,n rea-
se compone en reilid:ul de mil pcqucñu decuiones que prc- infinitud q= rcb:i.se ~quier frontcn. El Jenguajc q tl len- liza. esto a 1111 mattem. Nm;ottOs por nuestn parte planteamos h
b:nden tocbs ellas ser coaectU. La justificación e intcrp¡eta-, guaje de ]a. rwSn muma. cuestión de cómo actúa en toda.s parta h mismA unidad de
pensar y hablar dcntto de la multiplicidad de estas mancus de
ción argumentativas no necesitan ser ónieamcntc cou del Naturalmente wn a.linnacidn como áa .110 puede hacerse sin
1-rtista; y adcmú de esto, tl caricter apreso de la intcrpreta.- i¡ue se intaponga alguna -vacilación; Pues con esto el lcnFjc hablar, y cómo logm ~e i:o. principio eualqiµer ttadici6n es-
ción ling(Ustica sólo le conferltá bfaicamenrc una couccción gana t2l cercanfa con la DU:Ón, estO es, con las cosa, que: designa, crita pueda ser entendida. ~os interesunos JlUCI, por lo con-
sproxim,uia, y quedará esencialmente por detrás de !& rotu.wh. que se vuelve un verdadero enigma cómo ptiedc l).abcr divena.s tnrio, de lo ·que .intenta fovestigu la ciencia del lenguaje.
concreción que alcan:za una reproducción «arthticu como tal; lcaguas, si todas ellu ticnen que YBler como igualmente cer- La unidad intcma de lenguaje y peasam.ienta es cambiw
~ pero llÍ Ja referencia jnterna de toda comprensión a gu intet- anai; a la r:u6n y a las cosu. El ·que vive en un lenguaje esti tl presupuesto del que· parte' .é.na. Sólo a.sí ha podido convcr-
:t: prcw:id.n, ni la pósibilichd Msia. de 110a interpretación con pencmdo de la insuperable adecuación de las palab.ras que usa tíne en ciencia. Pues sólo porq,ue aiste cata uqidad.4: merece
palabras, se Yen afectadas por ello. . p11.n. lu cosu a la, que se refiere. Parce.e .ÍmJ>OSible que ottu la pcrua. al investlgador re11!iiu la abstmcción por la que en cada
Convjclie entender bien c:í;ta prinucla fundament:al de ,la palabi:a.s de lenguas distintas estén en i::ancliaoncs de nomhur caso conTierte -~ su objeto al le.pguaje como tal. Sólo rom-
lingllisticidad qnc estamos alirmando. Es 'Veroild que con las mi1ma1 eo1u de WUL manera un·adeowh. 5610 parece just1 piendo con los prejuicios convcncionalliw de la tcalogla y
dtl n!=ionalismo aprendie,:on Herder y Humboldt a ver wr
ó:cruencla el lenguaje parece poco capaz de aprcsa.r Jo que
sentimos. Can a. la. p.tescncia :abrumadora de 1u obus de a.ttc,
la utea de acogei:- en palabras lo que nos. dicen ¡r.a:rcc.c un.a cm,;
la pa.labn propia, y tan cierto tOIDO que la cosa mencionada es
ÜCJDpxe uua lo es q\lc }a pilibra justll no puede sc:r mis que una.
Incluso la tortw:11. del traducir den.e que -ver en último atrcmo
lengtlll como otps tantas ~= de -vc::r d mundo. Al reco-
nnccr la unidad de pensamie.11to y habla. accedici:on a la tarea
p.n:sa .infinita y de una desesperada lej:r.nú.. En este sentido el co.n tl hecho de que 1u palabras orlgma.!es·puecen inscpuablcs de c.nmparu 1u diversas manc.ru de dar forma a esta unidad
que nuc.sa:o querer y poder comprender ·empuje .sicm,Prc mi& de los contccidos a los que ic rcfu:ren, de manera que pa.n. hacer como tales. Nosotros patti.tcmn, de la· .m.i.stn'l concepción,
all4 de cualquier .&.ase lograda podda muy bfon motxnr uruL compremible un tato hay que cut1UJ1aibirlo mucm,s y= pero haremos d camino en sentido .inverso. A pesar de toda la
crltica del lengua¡c. Sin embar~o, esto no amb~ llll.da en n con amplios rodeos interpretativos en ycz de traduci.tlo. Cmnto i:livcnldad de lu i:moetas de hablar int=tarcmos i:etcnct la
pr.inw:i;. básica de la lingüistic:.1dad. Nuc:Stns posibilidades de ~ sc:n.siblc se 'mucstn. nuestta conc:icncia histótlci en SU$ unidad indf~oluble dc·pensamiento y lCJ1guaje tal COrD? ·la en-
conoci:aüento parecen mucho am indi:vid=les 'ille las posi- ~oncs, tanto mis intcn.samcnte pll(Cec uperimentu lo contramos en el fenómeno hcnncnfutico, comn unidad de
bilidades ~=ivas que cJ lenguaje pone a nucsu:,. disposición. intt:aáuciblc de Jo c:xtraii.o. Pero con esto la unidad iotiim. de comprcru¡j6n e interpretación.
Pr~tc a ~ tendencia niveladnm, moti'!'Wll socialmente, con palabra "J cosa 1e convierte en un e.sándalo hennenéutico. La p.tcgunt:1. que iw1 gufa es, pue,, la de h írlrr"p111rzlidad tÚ
la que el lenguaje fu= a la comprensión a unos dcte:tmínados ¿Cómo Iba a ser posible llegu simple.mente a cómptcnd.er urua. lo&s '°mprmnltt. Sdlo en apariencia se tJ:ati de un plantc:am!cnto
csque111Atismos que nos constriñen, nuestra volwitad de 1:9- 'tndicidn Q;traiia si cst:u:nos t2.n atados a la lengua que ha- secundario. .":la hemos vuto que !& .intc~rctación .conceptual
nocimiC111:o intcntll. fUSttaer.ie c:dticamcnte a estas esquum.tln- blamos? · es la manen de realizarse la pmph =pcncncfa hermenéutica.
cioncs '1 prcconcepciones. Pe.ro la superio.tldad c:dtlca que Esta es la razón por!& f!UC tl problema 'iue iws planteamos ahora

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es tlUl dificil. El intttptete no sa.be que en su intttptet:1ció.n se una mod.ilicación del comport:.un.!cnto lingiilstico aeda el 9.ue en el h:tblai:, iue compre.a.de tod:t comprensión, Incluida la. del
tUe consigo a. si mismo, con ;~ propios conceptos. Li. formu- habxk hecho posible dedia.;i: una a.tendón autónoma. al «len- intérptetc de os tatos, está· tan involucrado e.a la realu,ació.n
lación lingühtic,,. es t.a.o. inherente: a la oplni6n del mtélpute guaje» como tal, .esto es, según su fomu e indepcndien~mcntc del pensar y del inteq>retu: que vcrdader.uncnte nqs queda-
que no se Je vuelve objetiva. co. ningó.n aso. l'ol' eso es com- ae todo contenido. . . r.lamo& con muy poco si apartáramos la. vistA del contenido
prensible que este upeeto de la. rcaliu.ción hermenfatica quede Podr.i dudarse de que ésl:I. sea una cancterizació.n correet11. qu.c nos ttas.mltcn 12,s lenguas y quisiér.unos' pensar ésta.s, sólo
ccmplctamcnb: desatendido. Pero a esto se añade que csb: de la relación entre comportamiento y teoda lingü.lrt.icos: lo como. fonna. La mcoracicncla 1ingiilst1ca no ha dejado de
confunto de hechos ha sido ya desvu:tuado ampliamente por gue en cambio .e::¡ lnt:u~tionablc es que tanto la cic.a.cia. como ser la. auttntlca forma de sc:c del hablar. Por eso nos voNcrc-
1,or/111 lingíllsJiras illllde=das. Es claro que una teorfa instm- la filosofia del lenguaje trab:i.jan bajo el p~supuesto de qne mos preferentemente hada los ¡,ri,go:r, que no tenían ningwi
mcotalista. de los signos, qu.c entienda J¡¡.s pala.btall y los concep- su único tema ef lafar!lld del lenguaje. ¿Pero es que el concepto término p:i.a. lo <:lue .nosottos Dimamos «lenguaja en el me.
tos corno .instrun:u:ntoa disponibles o ~ hay que poner a de forma puede aqül. s,m,h: ¡,= algo? éEs el lenguaje una Eor.- mento en que cmpr:%6 a. scrle:s pi:o bl.etná:tic,,. y digna de .cdlexión
dispooción, no es ,ulccuada por principio al fenómeno her- nu. lf.imh61ica, como Jo .ha llamado Cassircr? ¿Se hace c;on ello la unidad de palabra y cosa que todo l~ dominA, y a contin112.-
menéutico, Sl nos atencinos a lo que ocuo:e en la palabra y en jurticia a su peculiwda.d única, que consiste en que la lingll.is· ción aamina:CD1os tsmbii!n el pm.ramimJo i:ríst;,ir,o de _la ,Jaá ·
el habla. y sob.r:e. todo en cualquier co.nvcuación con la tn.di- ticidad a.bara. !- su. V"2: a f:?das la.s ottali cosas quii Ca.ftirc.r m,dia, que volvió a. pensar el mmerio de esta. unidad desde -su
ción llevada a a.bo por las ciencias del esp.lri.tu, tendremos que llama fot= simbollcas, tlllto, ane, dei:echo, etc? . . · p~opio mw:& ~ológico y dogmúico.
recnnoccr que en todo dio se produce una continuada fomn.. Por el camino de nuestro anifüis del. fenómeno hcmienéu-
ció.o. de conceptos. Esto no q111cre decir que el ~i:etc: ~g,t tiéo hemos llega.do a la función uruvcrsal de la ling-lii$ticidad.
nso de p~lilins nuevaa o i.mólita.s. Pero el uso de las palabras En cuanto ~e el fenómeno hc:I.lllenéutico se revela en im pro-
habituales no tiene su origen en un a.eta de subsunción lógica pio cuícter lingll.btico, posee .Pm si mismo un neto sign!Ii·
poi: el que: algo lndiv:idu~ es uimctido a la gcncralida4 dd cado unhrctsal. Comprender e Ultc3Jretar se adscriben de una
concepto. Recordaremos por ei contmrio que fa compren· manera espccl.6.CL a la ·tndició.n lingülstica. Pero al mismo.
s.ión cntniia sicmp~ nn momento de aplla.ción y lleva. a a.be tiempo van mú ~lá de esta "dscripcíón no sólo por'J'1e tod¡¡.s
de este modo un co.nsr:.otc: y pi:ogrcsivo dc:s.urollo de la fo=· las creaciones culturales d.e 111. humanidad, alin las no llngüls-
ción de los conceptos, Es algo que tendremos cinc tener pre- ticas, pretenden acI entcndidu de Clitc modo,'sino po, la ra-
acntc tambié.q. ahon., si quca:mos que la lingüisticidad propia :r:ón muchn mas fundamental de qw, todo Jo· que es compren-
de la ccmptensión se libc::re del dominio de 1a l.laoada. filoso· sible tiene que ser asequible a la CQ.mprcnsi6n y a. Ja intctpre-
·f1a del lenguaje. El int.étprcte no se sirve de las palabra.s y de los tadóa. Para la ,comprensión Vlt!e Jo mismo que pan el le:nguaje.
~
conceptos como el ,u:tcsano que tom2. y deja SU5 .hemunicnias. 'Ni la um. ni el otrn pueden tomuse como un simple hec:ho que
Es fm:znso reconocer <J.ue toda comprensión está Últimamente se pudicr.i investigat empiricamcntc. Ninguno de 1os dos puede
~ penctnda poi: lo conccp~ y i:cch:1:zlll' cualquier teorla qu~ ae , set nunca simple objc~, sino que amb~ :a.bucan todo lo que
niegue a a.ccptar la wudad fotcm:a. de palabi:a y cosa.. de un modo u otro puede lle~ a ser obJeto n.
Pues biw., la. situación CB aún más compliClda. Lo qu.e se · Si se reconoce esp. relaoón fundamental entre lingüistici-
plantea es &i el ,onupto d, knglfíl}t, del que pacten la· modcma dad y comprCD.liión, · no se podri confinnar }"l que el ounino
ciencia y Iilosof!a del Jcng,ajc:, hace en -:realidad justicia al esta.do que va de la inconsciencia liogübtiCl a, la d~uaci6n lin-
de la cuestió.n. En loa últimos tiempos se ha alegado con n.· gtllstica, puando par fa conciencia lingüística n, repi:cscnte un
:..ón dC;5de el .fl.a.nen lingiil$ti:<> ~ el co.ncepto l!lOdcmn· del proceso füstórlco -unívooo. Este es9.uCD1L no me puece sufi-
lenguaie pre:mpane um. concié:ncla del lengua¡e que es a 1u ~ ciente ni siquiera pan la h.i&toria de las teorías del lenguale,
un resultado -.liistó.cico y qne n o pu~ aplicii:&e pan r.l oo· como veremos más tarde, 7 mucho meno; p,i.n la. vida del
mlcn%o del proceso histórico, en partlcnla.c pan. lo .qnc el lc.n- lenguaje mismo en su realización viva. ~ lengua.je que vive
~je: ctt entre los griegos ~a, El Cltnino 1rla desde la completa
wconsciencia. lingiilstiaL propla del clasicismo griego ha.s t1 la 11. Cf. E. Csnl.tcr, Wmn ld7d W-ir.tunz du Spnhalli,griffr, 1956 que
deva.l~dón .instmmco.ta.lislll. del lenguaje en l:i. edad mo dema. contiene sobre todo los tutados pu blicados en 1~ llibllo thelr. w;;.;turg¡
Y e&te p=ccso de concle:nciaci6n que encierra al mismo t.ie:mpo R. H6nig,,wald, PM/anpbl• 11111/ Sprr,t6t, 1937,enlu:a aquf a,n 1111 c:rlúca,
12. Hl!nlg,,'IV!lld lo iexprc..a ad: El lenguaje no "' 16!0 f,11IR111 sino
'l"~., t111nbicn"princlpio; o.,., 448.
10. ] • Lohmann, en Lt><lr In, p,,11;111, 13, A•I <ksttibc J. Lohnann csu,. d"'anollo, en o. t.

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