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06 GAMADER. Verdad y Métodos
06 GAMADER. Verdad y Métodos
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mo comecu.encia. una tendencia paradójica a la rcstauncit5n, esto Otro t::Uo de .invcndón ro.m.d.nt.i::..a es el qÚe �pQ.tece en el
·e¡, un.a tendencia a rcpo.ne.r Jo antiguo porque u lo a.ntigao, concepto del ,delurollo uatun.l de la ,oclePad.> t;;Uyo origen
11. volver eonsc.ientcrnente a lo iru:on.scicntt;. cte.� lo cual c.ut dehit!ta volvct a mstteuse.. En Man: apuece como \l1l3. espede
mina en el reconocimiento de nna sttbldw:Ja. mpcrio:r: en los de reliquia ÍUSJl2.tumllsta cuya Talidcz queda .restringida po.r su
propia tc0da .social y eci:w.ómica de la lucha. de cl.ascs 111• Cahda
p<tmn TI.!orador de i. llustmció.a. logm F.""""''""
tiempos oti�s dd mito. Y esm ln:vemón romiotla del
pcipcrow: pregunt:aue d e:ite concepto no se remonta a la de,ct.ipclón de
Rouueau de la soci�d antes de la div.bión dd tr..Jnjo y de la
el pres�to de la Ilustxadón, Ja opoolaón abstracta de mito
y =ón: Tnd< ctltie> a l• IIW1"""1ÓP ,egulr.l •hou. <I camio¡, intxodueción de la propiedad u. En á>do caso ya l'lat6n desen
de esta :cecoiwctsi6n �ca. de la Ilu.stcaclóa.. La. <ACen.cla mascu:a el ilusionismo de cstu. tco.cla. dcl esta.do en la dC$Ctlp
en la pcd'ectibllidad dé la :ta%d.o. .se convierte en la ctccncia
en la perfe¡;clón de la concicncfa «mitíc:u,, y se refkja ca. el e&
U.do orlglm.rio ptlnli•o llllte:ciru: a la ca.Ida ea cl pecado del
de r.
ción lronk:l de un estado na:tnul que oftccc en d. tucc.t.libro
,e¡,iiblla. "·
De catas hwersione{' dd. .rC'.d:t:d1ltlcismo sal.e la. �tud de la
P""""'· dencia histruica del siglo ""'' que no mide ya el puado segñn
En fa. realidad el pttsnpu.cmt de la misterio!ll oscud.dad en los pab:one$ dd. ptcsco.tx;. Ct)JllO si é$tos fue.ta.o absolutos, smo
111 qu.e vrV'C wia coacicu.cla coiecti:n. mft:it:2 :urtctlot a todr.1 !JUC otorga a los tiempo$ puado$ su propio fflor y ca capaz
r
pe.nsar ea ta.o 2.hstttcto btn d.ognwieo como =1 de un cat:J(lo mcluso de rcconoc.cdes :ro supe:clorida d en cicrtm aspectos.
perfecto de ihatxaclón total o de sd,,:t 11b11óluto. La .sabnd.lda Las gmu&s obras del .mm2nticismo, el despenar a. Ja percep
oti� no es mú: (JU.e la otn 011':l de la aestupldez od,gi ción de Jo.s pntncn>S tiempos., de la voz de lo.a pneblos en sus
� Toda cuncieucm mítica es w:nblén de.mpre un aber, canciones, lü colaxionea de cuentos y.lcycad.ul, d Qlitivo delos
y en cuanto que sabe de pod"""' divlnos c,tá p más .U. d<! usos to.ls antiguos> d descubrun.itnto de las len� como con
siuiplc escxemcce.csc lllttc el poder (ti u qnc puede �onel'Se cepciones del mundo, el estudio de 11\ «religiOn y iilhiduda
tal cma en un estadio otlgim.d.c), pc:m bUnbUii lilM allá de um. de los indlom> todo esto �a.denó una .iavestigación his
vida colectiva atc:mn.da cu tltualcs migkos (como se enc,.:u:;n tórica que fue co-mitd� poéo a poco., ¡saso A puo éSte in�
\.
tta por ejemplo en d. antl� oriente). La. cow:ien.cla mitica tuitivo despcttu en un conocimiento hi1t6.cim con d.ifflUlCÚl.
SAbe de t1 � y en este sabe, ya no está ent:ctlmcn:te fi>.cra de La. c;:o.ncx,ión de l,..·qwela Jwtórica con el romanticismo con
s1 ml$llla. u. . ' .fimia ad que la rceupffl.ció.tt :r:ctnántic:a de lo originario ,e
& t:claci.dn con esto cs:t:á también el hecho de que la opo, a.si�ta ella. m1arna r.obrc el suelo de la Ihutmci6a. Li ciencia
siclón e.a.tre un autl!.ntico pemamle.a.tci m!tico y at1 pcasm.ilento .b½t6tlca d� ltIX � su ftttto � ��bctbfo. y ,1e �ende a sl
poético paeud.om!tioo ,ea w;¡a ilusión mmíntica mont:zd:ll iobre JJU$ma.�te corno reall.DClon de 'la Ilu.sttaetOO., como
un pi:ej�o de la-Uust:tllcióm. r:l de que el hacer poé,W::o,. ci:m::w d último paso en J,. ltbexación d<I esp.ltitu de am c,,dcnas dog•
em,ción de i. libre capaclo:wl de imaginar, no participa de J.t mátla.s,_ como. d paso · al c:.onodmic-oto objetivo del muwlo
. vln<Ul,,tlvidad tdlglon del tl/1fl,o,. E, J:,. vitj• polbnla enttc el histórico > � de ipliu: e.n. dignidad al conocitnico.to de la
poeta y el !ilósofo,. . que e,a.tn ahora e.a., su estadio modt:r110
�°'
!1átm:nlC21L de la ciencia modctna. . · ,
de fe CJl fa ciend.a.. Mion. -ya .DO r.e dice que los poetas xnicntc.a El que 11 actitud =táuradML del n>llWlticl>mo pu.dlua
mucho,. Wlo que D.i liqu.ier:a tiec.c:n por dccii la 'VU'da� unine a la tcu.dencia bkica de la. lluatrad.óu en la ttdidad. pro
puesto que 1ólo pmd:ucco. nn cftctó estétim y sólQ pmte.i::u:len d.oti:vn de la,¡ cicPciu blst1!rlcas del osplcitu. tan tlÓlo """'"'"
estimulu a ttavé.,i: de las creadon,:is de m propk fant.as..la.
~n. insta.ulJl.da. yor k Ilwmcióo., ti~ desde lucg_n azón y el cacontr:u: nbe ·
cfl::
tiene .uada. que. ver con · ol:ie\Üencla WlO coo ,111otinri1111~ :n._
La oposición Cfltte fe en la 1L11to.adad y uso de la propk Oi:rto que ÍDmlll
toda mdición y de todo dominio "por el pando. La n:alida.d de:
de la automlll.d el podcz: Jar ót:dc:w:a . lu costmnbrcs es y sigue 11ienda ampliAmcnte algo YIÍlido pn.i:
· l'cxn esto sólo ac &igue de k autod-
11 tta.dición y procw.co.CÍ2... IAs CO$tumbxa¡ se w.optan libi:emcme.,
de ser. En 1a .tnedída ca que.la validez de la llutqridan uraq,a daq que uno tiene. Ind,;uo h a.utorldad anónima. e ·imperso- pero-ni se cz:ean por libn: detemúoación ni su validd'; se funda,.
el lug:u: del pro.Pio juicio, h autorithd es de hecho una. fu=te nal del iiupcrio.t, que den'"- de 12.s órdenes, no procede en 111~ menta. en ~bL. P:recis-.&mcntc e, esto lo que llliUlla.lllolJ ti:adlci6n;
de prcjuii:Jos. Pez:o !!lito no excluye que · pueda ·set mmbién timo término de éstas .s.it,n que lu hace posible,. Su venladeta el fundamento de su valide.:. Y nuestn deuda. con el román·
w fuente de verdad, cosa. que hllusttación jgnoró sistemática-
mente en .s.u i:cpuJ...a. gem:nfu:a.da eontta toda. ~urotidad. Pwi. zi. L~ &.tldic:•.' fnsc .ud ptrtido. (o el Ppl,rw) •iempm tiene cuón»
cercionr.1e de ello ba&ta .rcmontaue a llll.O de 1os mayores pre- . :zt. Téngo J,,. Jmp,eslóo d" quo la t.ood,..,da al rcconodm.icoto d<. b. no os &hs potquc asuma la supcrloddád dd dirlgcnt=, sino po,qu,: SUYe
•utoridad bl como ~p2reco én K, Ja.spcn- V•n J.,. WtdTl,11/, 166 • T e.ii, pan. prqlcgc,., la clin:cd6n po~ dccis.ión del poder contr2 C\lálquler cdtlt:L
G. Krügc,~. Flul/Jtil 1111d w,1,,.,.,.,,,t,,,,,g, 231 s, areu da un furt~w que podrb •or .,..e.cdadem• .t.,, vctdad=a 11uto.dd.o.d no nc,;e$la. mosl<a(•e
20. Fr. Schlclc,:machcr, W,rrh T.· 7, 31. luficleotcmcnte clatO en Ja medida e n qqc no teCOll.O<C ~ta ido. autoriarla. ·•
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u
a te.o.et noticia de la pretensión de venhd del otro y ofi:ec:cde de que en Ja aparente intncdiatcz con que se oiienta ~ lá. que por atta parte átn no significa = m,;do a4tuno que ~ea
1a posibilidad de que éste se ejercite a su YCZ, obn o la tradición está sicmp.i:e en juego c,;te otro pfantcamicnto, wi .requisito que se pueda aatiafu:a: plenamente, Li. aíirma.ción
·. La ingenuidad del Iw:nado historicismo c:onsístc en que.se · aunque de uaa manera. l.tnpcn:cptlble y en wnse01ench. inc:OB- de que la historia cfé~ puede llegar a hacerse complc..,, mente
snstrac 2. Wl2. .xdl=ió.n de e:itc tipo Y. olvida au propia historicl- tro.lad2.. Cuando intt:.atamos comprender un fcnómcan histótlco consciente es tan hlbrld:i. como la pretensión hegeliana. de un
<bd. con su confian:ta en la metodólogi:i de m proa:dimiento. desde ·k distancia hi.&t6ria que detc:miina nuestra .situación saber absoluto en el que la histozia. llegarlll a su completa. auto-
En este punta con-vic.o.c dcju de lado e:itc pcm.amicnto histó- h~éutica en gcncw, noa hallamos rúemprc bajo 101 efectos· tnspuencia. y se ckr.uia asl ha.sm la al.tuna. dd. conccptn. Poi:
rico mal entendido y apdu a uno mc]o.c entendido. Un pens1r de esta. ~storia clectud Ella es la que detecmina po:t acld:uit?tdo el conna.tlo la conciencia histórlco-efccnuu es un .mnmcnto
a¡ic.o. to vailadcr;;i.mentc hi&tórico tiene que ser capaz de -pcns,u: lo que nos va a pa:rcc;er cuestionable y objeto de 1:rv-r:sti~ón, de la rt:alizaci6n de la comp.=16n, y ioás addantc ve.remos
al mi~ tiempo su propia historicidad. Sólo c.ntonces dtjSLcl y no.cma.1.tncntc olvidamoa la mitad de lo que es teal, mú .atío, que opem ya en la obtenrl4n ilr '4 _prt_g1111lt1 "1f'l'Ula.
de p=cguü: el fantasm:1. de un objeto histórico que lo sea de llnll olviwunos toda la vcrd:i.d de este fenómeno cada Ve% que toma- t i conciencia. de la historia. ciectual ~ en primer lugar cor>-
invcstig8.ción progresiva, ap.cc.o.dc:rá a conocer en el objeto lo mos el fciiómeno inmecliato como toda la verdad. · cic.o.d2. de la lil11a,Un hcrmco.éu.tl,:;a. Sin cmb:u:go, cl hacuse
dlfucnte de lo propio, y conoced así tanto lo uno como lo En la aparente in~uldad de nuestn. comprenslón, en la consciente de una. aitw1.ción es llnll h1"ea que en cada caso tc-
01:1:0. BI vcrddero objeto histórico no es un objeto, sino que que nos gwrunos por el p:1.tr.dn de la. compren&ibilidad, lo otro 'VÍSU. una. difi¡;ultad plbpk. El concepto de 1a situación se camc-
es la unidad de lo 1'.llO y de lo ni:{(), u¡¡a n:lac.ión en. la qm: la se mu.cstta ·1"n :1. la. luz dé lo propio que .ru. lo prnt'io ni lo otto tc.cha por que uno no se cnc;uenta. frente a. ella y poi: ln 1ll.Dto
realidad de la h1,t0m. pexsiste ·1gwi1 que la. tcal.ldii.d del c:om- llegan rcalme.ntlll 11. OX¡>:te&lll&C Como tales. •El ObjetÍTISalO)rts-· no puede tener UQ. sa.b~ objetivo de ellll. llll. Se catá en ella, uno
p.rcnder ·histórico. UDll hctmenéutica adecuada debe mostou: t&rico que se tcmlte a m propio método crítico oculta. .la tnt- se encuentra 6icmpre en Uilll. sfuuci6n cuya ilunililación es llnll
en la comprc.naión mhma. la realidad de la histeria. Al cont~ ba26n efectual en la que se encuentra. la misma conciencia hls- w:e2. a, la. que nunca se puede ruu; cumplimiento pnr ente.ro. Y
de C{itc xcquillito yo le llamarla. «hutorid ifu/Nal». Entender e:i, tóri= Es vcrd.d. que gradas a su método crítico se Sllltt'ae :1. esto -vale también para Ja situación hermenéutica, erto e5, para
cse.aQlWDcntc, un ptoccso de hlstori:l efectual. la. as:bitt;u:iedad y capricho de cierta& actwill:acioncs dd puado, la situación e.o. la que nos cncoi:itnmas &:e.o.te a la tradición
pero con cato $e crea una buena conci~a desde 12. que n.iega que quci:cmos comprender. l'llmpoco se puede llevu a cabo
!lquellos prcsnpuC3tos que no son arbitt:uios ni caprichosos, po,: completo 12. ilnminaci6n de em situa.ción, la rdlcxión to-
4 El póncipio de la-hístocill efcctual sino sustentado.ces de todo su propia compi:cnder; de esta fo~ tal sobre la historia efcct1Jal; pcro esta .inacabllbilid:i.d no es
ma se ya.ca al mi:uno tiempo la vcrd:i.d que seda_ asequible a defecto de la rcllaíón sino que está en la esencia. mism:1. del ser
~ El intctés histórico no se odenta sólo b:1.cia los fenómenos la finitud de nuestta (:Olllprensión. En esto el- objetivbmo bis~
históricos o b.s obras tJ:ua;nitidas, sino que tir:nc como tedtica tórico se ~ 1l 111. estadística, c¡ue e:i tan fonni.dable m.edio
secundarla el efecto de los mi.mios en la histori:i. (lo .que Implica pmp:t&ll.l1dlatico poxque de~ }Jg,blu lll lenguaje de los hechos
histórico que somo$. Str bmdrito qt1Íer1 tk,ir no (l!Jlldr.te 111111'"4
"' ti .rab,r.r1. Todo sabene procede de una pn:det=i.aación
histó.tiat que podCinos .lJamat con. Hegel «$u:rtancia.», porque
u.mbién a la historia de la .iirvl:5tig-ación); e:ito C!.5 considcwlo, y :1.¡,ucnta. ul una objetividad que en realidad depende de la soporta toda opinión y compo~ento subjetivo y en ~ c -
getu:talmcntc, como una. = a c:xtcnsión del plantcllmico.to 1eg1tlmid&d de su pkiu:eamic.o.to, secuct1da. prcfígura y limita toda posibilidad de comprco.dct
histórico que, desde el &Jf11,I de Hc=nn Grimm ha.ata Nn se exige, por lo wuo, UQ. desaa:ollo de la historia efec-
Gundolf y mú al1t de él, ha dado c;omo fruto toda urui. serle tnal como nueva diaciplin. auxiliar de las ciencias del csplritu,
= tradición en su altecldad hístórlca. Desde cato h tal"Cll de
la h ~ t l a t .filosó.li.ca puede. caracteriza.ne como $Íguc:
ae valiosa, pe.cspcctiv2l; histórlcu. En Q1:c sentido la historia sino que 6:;tts aprendan i comprenderse mejor a s.( mismas y tiene que rcm.ccr el camino de .b. fenomcnolog&. del Esplritu
efectual no es nada. n uevo. Si cs nuen, en cambio, la_cxigcn- reconoz= que los efectos de la histot.bi efcc·twü operan en -h~eliana en cuanto que en toda subjetividad se muestra la
cia de un plant=micnto histótico-efcctwü_ cada .v~ qnc u.na toda =m¡rcn:sión, sea o no consciente_ de ello. Cuando se rustancialid&d que la determina.
obm o· = tradición h a de sci: at.l:lÚd:i. del clarpsco.ro catte niega la historia cfi:ctual en la ingcnm<bd de lll fe mcto.dológica, Todo p.rcs~te finito ti.ene ms lúnitcs. El concepto de 12.
ttacllclón e histotlognaíla. y p uesta. a ciclo ablc.tto; esta. exigen- la consecuencia puede ice incluso wi11 2.uténtica dcfomiación sitnación se dcf:cil:IÚWt justunentx: c.n que reprC3eo.ta. u.na pod-
cia, qnc no Je d.lrige tanro 11. l1d nvcsti~elón como a la =nden- del conocimic.o.to. Esto nos es conocido :1. ttavéll de la historia. ción que llmita. lai; posibilidades de v ec. Al concepto de fa si-
cla metódica de ~ miama, es consc=ci2. obligad& de toda. de las cic.nciu, en la que 2.pareccn. demostracionc.s iuc:fut?tbles tuación le. pertenece l:'Senciajmcnte el concepto del IJf!riz.onu.
tdlexió n a fondo de la conciencia histórica. · · de cosas evidentemente f:us',l.$. Pero c.n su confunto el poder Homonte es el ámbitó ~e visión que llhuca y eacittn. todo lo
Por ~ucsto que n o es una. cxigc.o.cla., hermcntutic:. en el de la historia efcctnal .oo depcade de m recono cimien to. Tal que es 'risible dade un dctcrminlldo pwito. Apliclndolo a 12.
sentido tradicional del concepto de heancnéutic:a; pues no c. prcci$lUllco.tc el ·poder de fa hístoria sob«: 12. conciencia. hu- conciencia. pensante m.bla.mos entonces de la csttcchcz del ho-
quiere decir que la investig ació n tenga que.dcu.uo.llar un plan- mana llmitt<b: que se impo.ne incluso Alll donde la fe· en el m~tc, de Ja. posibilidad de ámp.llar el horizonte, de la: ap ertma.
t ~ n to de hi~om efectual pualdo al pla.utcami.c.o.to dúecto ~todo quien: negar 12. p.ropi:1. histotlci.dad. De aquI k urgen-
de la compn,o:iión de la obxa. Se !nt?t m,is bien de una r::::dgc.o.- cia co.o que se ltc.p one h. ncc:csJdad de hac~ conscientes la his-
cia teórici. La conciencia histórica tic.o.e que hacctse consciente tnpa cfi:ctual: lo ncccsiu h. ptop~concieticia cic.o.tlfica, a.un- 35. 14 ~=ctun. "del CO!lcepto de la dtuac:lom ha sido e<q>llc,.da ...,.
.. . ur z,11-, pe, E. Roth•cl:=
b.;c todo po.; K. Jaspea c11 Dit g,ülip S/1,,,,,;p,,
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de n\KV'Os horlzo.o.tes. La lengua ñlo$Ófic,. ha empleado esta En uno y otro caso -el que huscá compxcnder se coloca. a ${ El horizonte es mis bien algo en lo que hacemos .Ql:lCStro ca-
pakbm. sob:ce todo desde Nlcaac:he y Huasc.d, pata ouacm- mismo fuera de la situación de un posible·tonaenso; la situación mino y que hace el cuniao con nosotros. El horizonte se des-
rizu lá. vinculación del pensamiento a su determ.iaatiTidad no le .Cecta. En la medid:l en que atiende no sólo a l~ que el plaza Al paso de quien' se mueve. Tambibi el horizonte del pa·
.finita y Ja. ley dd progreso de ·1Uilpliacióo del ámhlto visual. otto i.ntcnta decirle sino tllmbién a la posición desde la <:¡Ue lo sad.o, del ~e vive toda vida humana y que esti ah! bajo la fonm.
El que no tiene horizontes ca un homb:ce CJUe no ye sufickute lace• .rettottae su p.ropi,. posición a la inmunidad de lo J.n2$C- de la índición, se encw:ntta en un petpetuo movimknto. No
y que en consecuencia supcrruon lo que Je cae más ccxca. Eo quible. Ya hemos -visto en la gmcsi.s del pcosamic.o.to histódpo es la mnciencia lústórica la. que pone en mo-.:iroicoto al hotl-
ounhio tener hor:izontcs signffic,. no C$tar limitado i lo nw que tste 11~wnc efectivamenti: csti. ambigua. tr:ansidó.o. deJ medio ·:r;onte limitador; sino que en la conciencia hist6rica este mo-
c ~ g sino poder· ve:c poc <!Ocimll de dio. El qw: tiene hori- ál án, con vittlendo en un Jin lo que es·sólo un medio. El tute vimiento tan tólo se ha.t".e consd=tc de si mismo.
zontes puede 'falomr couecmmco.tc el sigalfia.do de todas las que se intcn11 comprender históricamente es prlndo de su Clnndo aueatm conciencia histótlo. se desplua. hacia ho-
cosu que <2Cll dentro de ellos •egún lo• patrones de cen:a y ptctenslón de decir la verdad. Se cree comprender pcrquc se montcs históricos esto n.o quiere dccix IJUC se tnsb.de a mlllldos
lc)os, grande y peque.iio. La chbonclóJ:1 de la situadóJ:1 hw.no- mita b. tradición 'd esde el punto de vistll. Wst6rico, esto .es, por;- atra.11.os, • los, que nada vi.o.cula con d nucst.ro; por el contra-
néutica sigcifica entollCCI la obtención del horizonte conecto que uno ec despllla. st la. s i ~ n hlstórlo,. e intentll. remnsttult: rio todo3 dlo1 juntos fo:cOJll.Jl ae gnn horizonte <¡w: se roaen
pan:liu cues~.11ta que se nos plantean cua a la. tmdicióu. su bomoatc. De hecho se ha x=unclado definldvamcnte a la por ¡f mismo y que rodcst la profundidad hi$tócica de nncstte
"Es tllmhlén lntc:tCW1tc habíu de hori2:ontc en el marco de pretensión de halla.r en la mdicl6n una verdad compi;cnsible a utoconclencla más alli de las fronteru del presente. En :rea-
la. com,erensi6n hlstórlca., sobn: todo Cllllildo nos .refcdmos a ]11. que pueda ser vil.ida pan uno mismo. Este [ec:onoclmiento lidad es un único horizonte el que rodea = t o contieo.c en
prcten:11ón de la conciencia histórla de ver el ¡aaado eo su de Ia: altcddad del 01:1:0, que convierte a ~tll. en objeto de co- sí misma. lst conciencia hist6rlci.. El puado propio y a:tmiio
p~io ser, no desde nuestros patrones y prejwcioa contcm- nocimiento objetivo, lo qae hace es pollcr en suspenso -tocha al que ae -vuclf'e la conciencia históric,. forma. parte del ho.ci-
porauco¡ sino desde $U proEfo hnrizonti; histórico. La tarea sus posibles pa:tcnsione,. . :r:onte móvil desde el que vive Lt vida human-. y ·qae deter-
ele la. comprcmión histórica lneluye la exigencia de ganar en · Surge entonces la c:ue,ti6ll de si 'esta descripción lllcann mina a ésta como su origen y como su ttadiclón.
cada caro d hodzootc histórico, y reprcsentar,e ~f lo que uno realmente al fenómeno hermenéutico. ¿Existen realmente d~ Eo este sentido, comp.rcnder: ~ tradición requiere &Ül
quiere comprender en sua ·verdadcru mcdidu. El que omita ho.ri2:ontcs distintoa, aqtill en el que me el que comprende y duda un horl:r;ontc histótlco. Pera lo que no es VCJdad es c¡ue
este dc:spl-,¡z;¡ae al horlzonte lústórico dcack el que habla la el horizonte histórico al que é$tc pretende ·desplllane? ·¿& este horizonte se gane desplazándose a una. sltuáclón h!stónoa.
tradición eatari aboado :11. malenwididof respccttl Al sig.nili- urui. dcscrlpció.a coi:rcctll y tu.licicntc del.arte de la co.tnprcnaión Pox el contncio, uno tiene que tener siemp.rc su horlzoate
oulo de los contcnid<n de aquB!a. En este sentido puece uoa histó.ciest la de que hay que aprender ll desplaunc a ho.t:b:ontcs pan poder ckspluauc a uoa aituación cualquicm. ¿ ~ signi-
-
~ exigencia hcmicoéutica justificad& d que uno se ponga en el
lugar d~ otro patll poder cntendc.de. Sólo quehabi:i que pre-
gunt:use entonces 1i este lema no se hlu:c deudoi: precisamcnk
de la. comp=ión qui: le aige a uno. Oeutte como en el dií-
logo que imntenemo11,1=Qn alguien con el 'dnico propósito de
ajenos? ~ede decirse en. este sentido qne hay horizontz:a ce-
nad.os? Recuérdese el reproche que hace Nict%sche. al histo-
ricismo, de romper los horh:Olltcs dncunscritos par el mito,
11nicos en los que puede vi'Yir una cultuia. n. tPuede dcciue q\lC
d hocizoote dd pxoplo ptcscnl'c es algo tan ccaado? ¿'& si-
fica en realidad 1!$~ dt.sp]azuse? Evidentemente no algo t:ui
scnclllo como <<apartar·la mir.P.d:l desfmismo». Por supuesto que
ta~bién esto es ncc:csatio en· cuanto que se intenta dirigir lt.
mirada realmente a una situación disti.a.tA. Peto uno tiene que
traerse a sí mwno hasta cst:l otra situación. . Sólo asi se satis-
llegar a conoc:crlc, e:1ro e:,, de ha.ccmoi idea de au posición y quiera pensu,le una situación hist6cia limitllda pni: un hori- face 'el sentido del <1despw:ano. Sl 11110 se desplaza, eot ejem-
ho.dzontc. Este n.o es Wl verdadero diálogo; no · &e btlllca d zonte cec:ado? · plo, a la situació.o. ·de otro hombre, uno le. com~eo.dcxi, esto
consenso sobas un tema, sino que los conb:nidos ohjeth-os de. ¿O no sed esto un .o.ucvo cdl.cjo romintico una especie de es, se bari consciente de ao. altcrlda.d. de au lndi.vtdual).dad ttte-
b. comrersstclón no son más que un medio pan conoce[ el ho- robinaom.da de b. .Ilustmci6n histórica, la ficción de una id.i dnctiblc, p.recinmente porque es 111111 el c:¡ue .il desplaza. a su
rizonte del otto (Pifoscse, por ejemplo, en la situación de e:m- ioalcamiable tan artiñclo$& como el proplo R.ohinsoa, el pre- situ2cl6n. . .
men o en dctconinadas focmu de conversación terapéutica). ~unto fenómeno origlmrio del so/llJ ijm1 Igual que cada iñdl- Este dcspw.arse .o.o es ni empatla de una indmdwllikd en
La conciencia histótjca ópcill de un modo análogo cuando se 'riduo no es nunca wi individuo solita.ria po.tque csti siemp:te la otn, ni swnislón del otto bajo los proplos patrones; poi: el
coloca en la &ituación de un pasado e intenta aíoru:u: así su en=ndiéndose con oti:os, dd mismo modo el hocizontc cc:rndo · c:onuuio, significa siempre un asccnao bacía. una Fcu.lidad
verd:ldcro hoiliontc histótlco. E ig,al que en esta fo= de que· cttcarla ll. las cultw:as ca un2. stbstracción. La movilidad superior,. que .rebasa tanto la pamcula.cidad piapia como 111
diálogo el otto s.c bu:c compi:emible en SllS opinlona dctde histórica de la alstcncia humana C$tl:iba. precisamente en <J.úe no del otto. El.. concepto de hon;wnte se b:11.cc a.qti! interesante
el mo.tnento = que se ha tccODOcido su poaición y homonte, hay una Ylncu:lacl6n absoluta a una detcrmlnada- posición, y poi:que cxprc:sa esa panorámla más amplia qae debe a1c:a.in:a.r
sin que_ c.,to impllcpc wi embargo qae um:, llegue a entender- en- C$tC sentido tam.tio~e hay horizontes realmente ceaados. d que co~pttnde. Ganar un homonte quiere decir 4icmpre
se con él, pan el qne piensa hi.Jtó:d~ente la twlición se apmndcr a ver xpás allá de lo ceraoo y de lo muy ce1:Cllllo, no
hace comp~iblc en su sentido si.o. que uno se c:atieoda con 36. I'r. Nlcmche. comlcmo de U,,túlg,,,,6", Búr~.,. n (C11t- cfesa~dcrlo, sino ~,uñc,nte -vedo mejor lntegrindolo <!Q
ella ni en cll&. r f ~ r iRJ-prtl,or) • . un todo máa grarule 'f en patrones m:ís coacctos. 'tampoco C$
~ caD. Destacat es siempre una relación rcclpri>ca. Lo que debe :i:c,pecto al suyo propio. Pero po1' otn parte ella misma no es, .o:ww:k. Con ello g.na una especial rclc:v':Ulcia 1, íli&• . ariskli-
dc:stacuse tiene q"Oe destsu;use frente 11. algo que a su vez dcbccá como hemos íntcntiido mostrar. aino Wl2. especie de supcr- /ita que ya. hablam.os aduci~o en nuestras considcnclones in-
destacusc de a.quello. Todo desmcu algo YUclve slmultina- posici6n sobre una tradición que pcrnvc, y pot eso cstí ab~ troductori2.6' 11 la tcoria de 1aa· dcacias del cspfritu. Es verdad
mentc visible aquello de lo que se destllca. E& lo mamo qu.c cada a tecogex enseguida lo que acaba. de dc:stacu, con el fin que Aristóteles no aata del ¡>roblema hemicacutlco· ni .le ,u
hemos descrito a.a~ como el «ponct' ca juego~ lo& prejuicios. lle mcditse consigo misma en la Wlidad del homontc histórico dimcm.ión histórlca, sino 11ni=cnte de )a 2.decoada valora-
Partlamos cntoncct de que una situ:.ción he.tm~utica. cstí que alama de es~ manem. ·· ción del F,pel que debe' deacmpéñu l& i;az6n co 12. 'a.ctuadón
detcrmia.t.da pot los pn:fuicios que: n~ottos apor:tamos. Estos E l proyc:cto de un hot.i2:onte hist6.tlci> es, 'por lo tllnto, 'Wlll moral Pero e1 pl'CCÍSameutc esto lo que 1106 intcreu •$1I,
foiman as.f d hcn:izonie de un presente, p= representan. aquello fase o momento en la rc:alb\aci6n d.e la comprensión, Y. no ·se gue se lnbla de IUón y de saber .nó al ID2t:gcn del ser tal c~o
más :tllá de lo cual Y" no se a f = a vec. Importa sin cm.bar~o consolida en la autocnajcoatión de WllL concia1cia pasada. li" llegádo ,- ser' sino desde su detcrm.inacion y como detcmú-
ma.otcner.,e icjos ·dcl error ·de que Jo que detemlmll y 1.imiu SUlO qllC SC rccupcn. en el propio homo.nte comptcnS1VD del naci6n suy¡¡.. En virtud de su limita.ció.a del intdcctualismo.s~
el horizonte del pccscntc u un acervo 6.jo de opiniones y 'Vll- presente. En la ~acióri de h comprensión tiene lug.r wia cdtic~pla.tóniCO e.u la CUC5tlón del bien, Aristóruc:s funda COIDO
loClciones, y de que fi:c.ate " ello la altcddad del p11.1ado ae ~ vc:roadci:a fusión hotlzóutia. que coa el proyecto del horlzon~ ea sabido fa ética. como disciplina autónoma frente a la meta-
UCL COl;DO un fwimuiento sólido. · hist6rlco llew. • cabo simultáneamente su supc:rildón. A la flsia. Critiaad.o com.o una ~cnlidad w.dil la idea plató.nica
· Bn rcalldad el hom:ontc d~ presente. esfj, ca un ptOccSo de o:ali%.acló!J- controlada de esta fusión Je dimos ~ el nombre dd bieo, eiige fttnti: a c11&· la cuestión de lo humanamente
consb\nte fomw:.lón· en la medida. .en .que. eshl.tnos ohli~dos de «taz:ea de la concicncl:a. histó.cico-cfectual». Así como en la b11e.1Jo, de lo que es bueno pan el haccr hWJ12,D.O '. En la linea
a. poner a pruebt. con.stantcmc.ute to.los llllC&tros p.rcju¡cio,. herencia. de la hcrmcntutica rottiintlca el pos.h i'rismo estétlco- de csb. crltica resulta aaguado equiparar v.irtnd y Phcr,
Parte de c:st& prueba ea el cn.cuc:otco con el puado y lá compr~ hi.stórlco llcgóJa. ocu.l!U ~ compléto esta tuca, el p.roble- 11n ll y logu, como ocuula.' en la. teo.ds. socritic~plató~ de
si6n de la ttaclld6.a. de: la que nosotros mismos procedemos. m& central de la he.micneutim c:5trlba pn:wamentc ca ella. las·virtudcs. Aristóteles devuelve las cous 11. su verdad.ca. m o-
El hom:onte del presente no .,e: fo.rma. pues al margen del
pasado. N i aim: un ho.dzontc del prcacate ~ s1 misma ni hay
·:& el Jtoble.ma de la apli,a,ióJ/ que cstí contcmda
prea.uón. ·
= toda com- dick mosw.ndo q':1,C el elc:.mo:atn que austcnta el •~cr t!;tico del
J'16 377 JU
(...)
hombre es b. ~rtxir, el <1eúue12m~, y su "e!abomci6n haca una pwatlleJlte teórico, «hl.stórlCID>, &irio que tiencle a. ayudar a la wátic:a son las matca¡áticu, un &aber de lo inaltemble que :re-
actitud fume ( btxir). El concepto de la ~cica lleva y.a. en su cóncieru:.ia moro a ilustw:se a sl mis=i. gnciu a esa. ru:1=.- posa sobi:e la demostración y que en coP.secuencia cwtl<J,uic:ra
no.mbre la relación con esta fundamentacióA arlsto~ca de la ción a gmndes rasgos de los diversos fenómenos. En d. que ha puede aprender. Bn1rerdlld que una he.trnenéutica cspintual-
autJ en el ejercicio y en el etho;_. de :i:ecibit esta :i..yuda. -el oyente de la lección aristot.élic:a- esto dentl.6.a. no tcndrla. nada que aprender de esta dcllinitación dd
u moralidad h = se distingue de .la natu!:3le:i:a c:;eo,- presupone un montó.o. de, cosas. TiC.llc que. posecr al menos saber moral frente a un saber como la t=tcm:ítica. :Por el con-
ci2lmente en que en ella no sólo actwm simplemente ci.paci- tlnta mad.ure:t oomo para no espetar de la indicación que se le ttar.io,. frente a esta ciencia (Ctwri=t las ciencias del. c:;pirltu
dadcs o fuc:rias, sino que el hombre se conviem: en tal sólo
a tt11.véll · de lo que hace y como 5e comporta, y llega. a scr el
r
ofrece Illis de lo que ésta puede deoc dar. o formulado posi-
tivamente, por edncaclón y ejercicio él debe habcx: desui:ollado
forman putc mis blen del sa.ber motal. Son «ciencias tno-
nles». Su objeto es d. hombre y lo que éste sabe de si. mÍ.$WQ.
que es en el sentido de que dendo asl se comporta de u.na de- ya una detuminada actitnd en s1 mismo, y su. em~o cons- Ahora bien, éste se se.be a sí núsmo como ser que aet.úa, y el
tetminada rn=era. Anstótclea opone el ,1bor a b. p'"7.ri.1 como tante dtlbe ser manteo.crla a lo largo de Jas Jrituacioncs co.n- saber que tiene de d ~mono pretende comprobar Jo que et.
un :l.mbito en el que .no es que 5C ca.rc:za. de reglas, pcn, que cretlls de su vid& y avulula. con un componamiento conecto 1 • El que act,!a tta.ta ~ bien con cosa& que no ·s1emp[C son como
desde luego no conoce liis leyes de la .naturaleza si.no la mu- Como vemos, el probl= del. n:iétodo está ~ = = t e son, sino que pueden ser tamblé.a. distintu. En ellas .dcscubr.e
tabilidad y regularidad limitada de las posiciones humanas y dctenninad.o por el objeto -lo q12e comtituye un postulado en qué punto puede intervenir su acmaci.ón¡ ,¡u saber debe di-
de SWl fotmas de .compQrtluniento. arlnotélico general y fundamental-, y en ic1ad6n con.nuestro rigir su hacer,
El problema es ahon cómo puede a.istic un saber :filosó- . .in~s snereccrá la pena considerar con algú.n ·detenimiento Aqu.{ ~ba el verdadero problema. del saber monl que
fico &obre el ser moro del hornb!e y qué papel &s=pdía el la rd.ación entre ser motal y conciencia moral tal como .Aris- ocupa a Aristóteles en su ~tic:a. -Pues la d.kccción del hacer por
saber respecto a este 1et moml en g=crtl. 1il lo bueno pam t:1 tóteles a dcsutolla. en gil Bti~. Ariatótdcs se mantiene socd- el s:a.b!Cl: :q,:a,:ecc aobi:c todo, y de manera ejemplar, alli dondelos
ho.oi.lne :sólo aparece en Ia con~eción de la. sitnaci6n p.i:tctie1 tlco en cuanto que retiene d. conocimiento contD DlOmcnto griegos liablm de hJ:hn,. Esta es habilidad, el! el sabcr del u-
en la que él ,e encuentra, entonces d. 1aber monl del:ie com- esencial del se.i: mo.oJ. y lo que a nosotros nos lnc«csa. aquí es tc:11:i.no que nbe producir dctexminadas cosas. La. cn.cstión es
ptcnder en la sitll:lción cono:era qué es lo que ésta pjdc de a; d. ~uWbcio entre Ja hereocia socnitico-platoo.ica. y este momento si el saber monl es un sabe,; de este tipo. Esto slgoilic:arla que
o dicho de oro:, modo, el .q_ue itctóa debe ver la situación con- del cthos que él mismo pone en pdmer plano. Pues también $erla un saber cómo debe uno p:i:oducirsc a ,1 ~mo. ¿Debe
creta. a la lw; de lo que se enge de él en gcncnl. Negativamente tl probJ,1110 hm,;m/11qep :, tpdrla tuidmflmmú. dt 1111 stlbf!.f' Jllro, d. homb~ aprende,; a hacerse a si mismo lo qu~ debe ser, lgwú
~ esto aignifu:a que un .saber gcriei:&1 ~~ no sepa aplica.ue a la .r,p,mráa t!,l .rtr. H.tblábarnos an~ de Ja pencnencla del. i.ntéi:- ·~ d. artesa.no aprende a hacc:c lo que según su pi= y volun-
~ aituadón concreta carecería de ec:nt:1do, e 1ncluso amenaza.da prete a la tradición con la que se confronta, y vcf:i.mos en b. tid ~ebe.scr?,¿Se proyecta el hombre a si .tnismo ~otifofille a su
()>
con ocultlU' Ju exigencias concteW qu.c cmarum de una. derer- comp.renslón DÚs.DlD. un momento dél acontecer. El eno.rme propio eidos !gtW que·d. artesano llew, en sI el eidos de lo 9.uc
mina.da sitwl.clón. Este hci:ho, que Q;¡m:sa la ~encía misma de attllfiamiento ~e CUT.1.ctcciza a la "'heo:oenéwiat y a la lústo- quiere fabricu: y sabe icpi:oducirlo en '° material? Bs sabido
4 re.flai'6n mow, no sólo to.o.vierte a b. ética filos6.6.a. en un riogn.fla del. XIX por iuón del método objetivador de Ja cien- que Sócrates y Platón aplicaron de hecho el concepto de la
problema: metódico diflcil sino c¡uc al m.i3mo tiempo Ja rrl,- cia moderna se noi, haWa mostrado como consc:cu.c.ncia de Urt:i. t;;Jmt al concepto del. aer hum:i.no, y no ee puede .negar que
'lltltlGfJ. fJIDl'dÍ al problema d,I nrltodo. Frente a la tco.rla del bíen falsa objetivtción. EJ ejemplo de la ética a.ristot!lica podri con ello dereubrieron una· cierta "V"Ctdad. El modelo de b
determinada por la idea: pktó.nici. de .las .id~s. Aristótel.es pon~ ayudamos a mctt patente y eviu.c e.su. objetivación, ~es el nJ,./m, tiene al =os co. el imbiro político um. fun.cl6n e.mineQ.·
énf.uis en que en el tettt.ao del pi:oblcma ~ti= 1:10 puede ha- saber moral tal como lo describe Arfotóteles .no es c:v1dcoto- temente é;ritica. Pues muelitra Ja falta de ha.se de lo que se suele
blarse de una =ctitud mllimt. como Ji qoe convjene al ma- mcntc un s11.ber objetivo, esto es, d. que: iahe no se cofrcnta con lbmu d. arte de la polltica; en Ja que todo d. q_ue hace pol.ftica.,
tem:l:tico. &te requisito de aactifll4 serla más bien tOlltcatiO . una comtdación de hechos que él se limitase a constatar, todo ciudlLlhno, ~ considcca. siempre ruficicntr:ment.c iniciado.
a Ja cosa. .Aqu.l se trata tan sólo de hru:ec visible d. p~fil da .las SÜJo que lo que conoce le afecta inmedíammenté. Es algo que Es signi.6.ca.tivo que el saber del art=o sea lo único ~ Só-
cosas¡ ayudH 11. la conciencia moral con este c.i;bo:i:o del. mero él tiene que lillcer 1, crates, en b. dcsctipclón de la i::xpctlcncia: que hace ante sus pai.-
pctfil . Pct0 d. problem,.·de.c6mo seda posible CSQ. ayuda es ya Es cui.ro que éste no es el nbcr de b. ciencia. En este sentido ~:i.nos, i:ccoi:locc como verdad~ saber en ~u 21nbito •. Pero
un. ¡,roblcma motal. · Pues foona pLtte élc loa i:asgos ea=cúlcs b. delimitBción de Aristóteles entre el saber mou.l de la phró- .natni:almcnte t:unbiéo ios artesanos" le dcfra.udan. Su 51ÚJc,; no
del fenómeno ético que d. que actúa debe saber y decidir por 11ms y el sa.bci: teórico de la ,putem, ~ bien sencilla, sobre to do es el vc,;ddcro saber que hace al hombre y_ al ciuda.da.IJ.o como
6Í. mi.i;ma y no dtjuse ~eba~ esta :i.utonomla por nata ni si se -tiene. en =ta qn.o_ pll,r.l2_~~ griegos Ja cicucia pandig- nles. y sin cmbugo, es verdadero Sll.bcr.• Bs un verda~~ arte
po.i: na.die. & consecuencia lo decisivo pan u.n ananque co- y habilidad, no sólo una pu aéumulae1ón de cxpcnenClll. Y
uccto de la ético. 6.Josólic:a es <tUC .no intente sul?roga.ne en d. 6. El capitulo fi=J. de la J3li«t " Nl,Jm11rr1 da aZJ1plla eqm,,;&n • en esto coincide, evidcntementé, con el "l"C!dadcro 511.ber mo-
lugr,.r de la conciencia monl, JU tampoco ser un conocimiento esta e:dgc:ncill y fuod-.nu:nta con dio el paso ~1 plantewiicnro de a p., u.l que Sócrates ~usc:i.. ~ o s so.n nn saber previo que d.cter-
HJi,a. . •
7. Sal'rO ;ndicaclón 1:4 cont.r• nos gulau,mas "" lo c¡ue sigue por d e.
5. a. IMI~ ./l. 7 y B :.Z.. •-o libw de la Etf<a o NT..tmrzro. P1-wn; Apol. 22 cd;
=~ ºJ.=
menos en la llam:lda ponderación de lll. equidad, ve una tarea tro de los llm.itcs impuestos. 1( cfar.uncnte o¡onc: a ato ~ escritas en las Clíttdliu tuvi.e.nn sn 1ugar inalterable en
complemcnta.cia del dcxecho. Se vnelve u{ contra d conven- el mejo,: estll..do «es en tocha pattes uno y el tIUsm.o», pero .no de algún mundo mor , de modo que 11610 "b:.Wiem que per-
cionalismo extremo o positlvi1mo jurldico, y ,distingue ent.ce la misma manera «en cna:c el fuego arde en tow partes igual, cil,.irlas. Pero ¡,or otra pme tampoco son me.ras convenciones,
Jo que· es jmto 'por Jlll.~d:a y lo que lo es poi: leyl•, Pero 1'
~ diferencia que él tiene en cuenta no es simplemente la de la ill21-
nnto en Grecia como en Pc:rsia». · ·
La tea.da iaslllltw:a.lista postwoi: ,e ~emite a cate pasaje, a
,mo que tdlc¡an realmí:nte ·l a natura.lca:a. de las cosas; sólo que
(Ji ésta sólo se determina a su Vd: a t.cavés de la :iplia.ción a que
ttt:1bilidad dd derecho natural y h ·alterabilidad dd detccho pesi.r de h el= intención de .Aristóteles, intctpretíndolo como k conciencia moral somete a aquéllas.
positivo. Es -v-exd..d que en general se h ... entendido a Arlató- ,i él oompar:ue aquí la i=movilid11.d del derecho con la de las b) ~ esto se hace patcntc;n.o.a modifica.ci6n funduncntal de
tc:lcs en utc sentido¡ pero con el/to se pasa poi: alto la verda.dCill. leyes =tutal.es 11. Pc:ro lo cierto es, cucta.tncnte. lo contrario, la relaaón conceptual entre medios y :finCli, que es la que cons-
profundidad de su idea. A.ristótelcs conoce c(ectivamentc la
ldCll di; un derecho inaltCill.blc, pero la llini.ta cxpresatncnte a los
Como DlUestta ~ e n t e c:ste pasaje, lll. icka del dc:.recho
tu.tal en .Amtotcles sóla tiene una. función ccltici.. No se h
=- tituye la diferencia entre d saber moral y el saber técnico.
El sabe.e mota! nQ está resttingido a objetivos puticu.la~. sino
dioses y dechn. que cnt:te lor hombtcs no sólo e( altcrabJe d puede empleAt en forma doJ!"Illá,tla, esto es, no es- licito atorgu - que. afecta al mir. cottcci:amente en ~cncm.l; d s¡¡ber téc.o.ico,
derecho 1;1ositlvo sino wnblén el natUial. Eabl amovilidad es la dignidad e invuliicn.hlliib.d dd di:..cccho nattu:al a det=nina- en cambia, ·es siempre particu1u y suve a fines p~cu1ucs.
según Aastóteles pctlectamcate compatible con el arictcr ~ - ·dos contenidos jlUJdicos como tales, Taa:Jbi~ pan. .Atistótdcs T1Lll!pooo pucdc decirse que el saber mo:cal deba h = 5\1 en-
la .idea del derecho natural es coniplcl:lUllente imp.rcaci.o.diblc: trada aill donde seria deseable un saber técnico que s.in embargo
. 13. «Le,; •4Uperlor pttf~ren!1a cst lnfctiotl» escrlbc Mél:lll.chthoo frente a la neccaui.a deficiencia de· toda ley -vlgente, y se lace no est1 disponible. & verdad que d saber ti:cnlca, alll donde está
'º"
como ""Pllc:a1;1.6n de la rallo de l.. Epi,JJr,;,, (cf. DI, d//edr .P""""l t>iuti.cu1a:rmente actu.al aill donde se trata de Ja pondct11.ción de disponible, hace io.neccsmo d busca.r consejo con.sigo mismo
M,l,mbtJ,o,,r Elkif',. editada por lL 1Ic1ncck. Bcdin 1893, 29). la equidad, que es la que rcalmc:otc hitlk d derecho. Pei:o ~
14. Ideo a<IJWlcnda 12t ad omnca lega. mlcsptct11tlo quae llcctal respecto a su objeto. Cuando ha,: una ttl:lm,, luiy_que ªF.ender-
eas ad hw=nlordll •c leaio~m ,ontc,nti:am. (O. r•• 'llJJ. suya es UD:i; función _cr!tlca. en cuanta 'llle: lcgltima la 11pelaci6n la, y entonces se podcin mmb1én degh los medios 1d6ncos.
15. CE. 12 cxrelcnta cdtia. de H. Kuhn a L. Str.aws, No1urr1dJt JmJ En cambio, .d saber motal .~etc sicmp1:c .inclnd.iblcmente
Cmál,hh, 1953, publlaada en Zcitac:h.cift fi1r Politl.k 3'-'I (1956). es1e b wcar consejo c:o uno JlllSlllO, Aunque $e pensase cate
16. Eth, Nic. E. 10, Es sabido que cota dbt!nclóo es J., orlgen •o- 17. El nzoruimicoto del pu:,,Jc panlelo de llh¡o. Mor• .A 33 1194
flstlco ¡,uo q,uc pierde ro oentldo destructivo mediante su «vinc:ulaclóm, b30-9.S a7 sólo rault2. comp1étldblc d •• hace cato: f'~ 1! 11rcap&u i,.i-
sabes: c:o un catado_ de perfección ldc,u, ésta comisti.cla precisa-
platónloa con el Jogosi su 1i_gt11.1iado lntr.tjuddiGo pn,itivo sólo _q~cb dz-1\111tip<t-J IP>i"'" !u! w&1: o6iic r..u ¡¡.;.,., ipilau.. • .mc:ote en el pei:fccto· saber aconsc:jaxse a d JDismo (eupool!"),
cluo en d .l'olílK<J de Platón (294 •) y en .hrlot61des. 18. Cf. Ph. _Melanc:hthnn, o. ,., 28. no en un faber de: tipo téénico.
record.u de nuevo el ejemplo de Platón, que . vcill la <lebiU<.kd · sóficos alcman~. Schill.et 1. Plchte•, que parte de este hecho. Cil.Dlentc tiene su Talor. Por eso la fijación por c.scrito pcmüte
p.ropfa de lo e1ccito en que el disau:so escrito no puede nunca Si que .me parece signliicat.ivo el hecho de que con los criterios que el icctor eompunsivo .Pueda. et:igitse en abogado de eu
acudir en aynda del que suounbc a malenw:idldos deliberados éett"ti<:os cmpleadm por uno y otto no 11.caba de ve.ne ~ ~- preu:nsión de verdad: p.xeasamc:atc pQl'que aepam por com-
o involu.at,.da,'. · lida a la disp~t11. en cuestión. Y es que en el fondo d problema pleto el fflltido de sus proposiCÍollC$ de aque que las ha hecho.
Es salildo que Plat6u consideraba la· indefeiuión de: la cs- no es el 'de la estética del buen estilo, sino el de la cuestión Es as! CÓIJJ.O el lectoz o:pc:riment,. en su 'Vlllidcz propia cuanto
Q:inu:a eomo una dcbili<.kd to<.kvia .mocho mayor que la _que heunc:néutiCl. El «arte,> de csa:ibi.r de tnancr:a que las ideas dd le habb. y cuanto c:ompicnde. A su ve: lo que mya comptcn-
,,Jeeta a las dlacmsos (i:ó riolh,~, ,:<i,y lo1wv); sin embargo, cuando lector se vean estimuladas y $e man.ten~ productivamente dido má Jll slemp:re álgo mú que :una opinión c:rtnúla: sctí
pide :iyuda. dialéctica para co.rnpensu esta d.cbili<.kd de lo, dis- e.a. movlmicnto tiene poco que vcr con los demás medios usua- en cualquic.t ca.so una posible verdad. &to c.s lo que cm~e
cursos. ca wito qu.c d cuo de Ja eacritun Je parece desesperado, les de la, .uti:is retdnCI.$ o estéticas. Al contta:rio, con&lstc por ·en v.i.rtuíl de la liberación de lo dicho respecto a quien lo di10
esto no es evidentemente· sino una. c:x:agcnción irdn.ica a m- entero C11 que uno se vea conducido a pensar también ló pen- y en virtud dd grado de dUl'llción que le c:onfiacla. escrltun.
vb de la cual intcnt:L ocultar .u p:ropfa obn. litcnm. r 5t1 pro- aado. El «arte» de escribir no pretende ser aqul entendido. y con- Y el que personas poco acostumbn.daa a la lectura nu.naa. acaben
pio arte. & :realidad con la esaitun pasa. lo mismo que con el sidc.mdo como t:ll. El arte de escribit, 'ig,a] que d de hablar, de actualizar del todo la sospecha de que algo escrito pueda
labb... .ht1 como en éste se con~ouden ~ ai;te de la apa-- no representan un fin en s1 r no son por lo t:mro objeto pri- no set cierto tiene, como Yll hc:mO$ visto, um. nz6n hcnnenéu-
:dencia coa un arfe del pCDllar v~didero, soflstia. y dwbctía, mario del esfucno hcmienéu.tico. La. compi:cnsióu se ve a ttilda tica profun<.k, pues pua ellos todo lo csaito es um. especie
existe tambi!n ·nidentl!ffiente un doble arte del escribir, de po:t completo por el asunto ml~mo. E.ro. es la razón po.t la que de documento que ,e avala a s1 lllismo•. · ·
manen qiic el uno se corresponda con el uno y el otro con el )<).!; pcnu.m.lcntos confusos o lo que esti «mal,, cscnto no so.ti De hecho, fo ~crito es siempre objeto preferente de la
otro peuumicnto. Ver<.kdcnmcµce existe tunbién. un ai:te de para la 12rea del comp:r1t11dcr casos pAtadigmlticos 'e n los que hermenéutica. Lo que se nos hizo m4.5 cla.ro en d c:aso attcmo
la esc.ritut11. capaz de Tt!.nk·en ayuda del pcnsa;, y a él debe i:I arte hcnncnfatico brillarla en todo su esplendor, sino po:r de la lengua cttrafta. y de loa problC.lllll.s de la ~ucción se
aaignauc el arte de la compi:cnsión, que proporciona. a Jo C$crito d oontrario casos .limites en los que se t11.mbalea. d p:resupw:ato confitma a.bota en la _a utonomJa de la lectuta: la COUJP.ren~l6n
identico auxilio. . sustentador de todo áito hc:nncnéutico, que es la_uolvocidad no es una ttasposición psíquica. El homonte de sentiilo de Ja
Todo lo csctlto es, corno ya hemo1 dlcho, 11,11a especie de del icntido 1Ü que se hace :referencia. comprensión no puede . liniit:Lne ni po.r lo que d autÓJ:' tenla
habla atrañida ~ nccesit:1. de la nx:onducción de aus signos En .rcali<.kd es propio de todo lo que esti escrito el~ la origtnal.mcntc in me.ate ni por d homónte del destinatario al
al h2hl2. y_ al seotido. Esta reconducción 15e plantea como el p:retcnsión de sc:r devuelto po.r s1 mismo a lo lingüístico, y cata que se dalicó d texto en origen. ·
~ nr<.kdc.to' sentido hermenéutico porque a tn.vés de. la escri-
tura Je oc:arrc d ~entldo una especie de 2.utocnaañamiento.
pretensión de autonomía de sentido va tan lejos que ínclwo
una lectw:a autmtia., po.r ejemplo,· la de un poema por su
A primen vista el que uo se deba inttodUcir en un ceno_
n11<.k que no pudicrui habef tenido en las lllicntea d auto! y el
El rcntido de lo dicho tiene que volver a eauncianc üoica- aut0r, se vad.ve cuestionable en cuanto la intención de la au- lector aueaa a. un awou hermenéutico tan i:uom.ble como
mentc en bue a la lh:cnlldad tcutnititu.pQl' loa signos escritos. clicíón se tparta dd punto hacia el que estamos :realmente on~- gcncralme.ntc i::econocido. Y sin cn,bugo, sólo en los c&$0S
mis c:xttf!mos pv.edcn aplicárselo realmente. Los t=tos no
A la inversa de lo que ocun:e con la palabra hahkda, Ja intct· 12dos en l:r. medi<.k c.n que intc:nl:ll.mo$ -comprender. Puesto que
prct:aci6n de lo escrito no dispone de otea a:,ud.. Por e&o es aqu[ lo que .ímporm u la comunicación del ves:dadcro"Scntido de un quieren acc entendidos romo exp.ceaióo vital de. la aubjetM.dad
tan importaote d «arte11 del escribir•. ..Es uombroso huta qiii • texti:J, su interpret11.clón se encuentra 1ometida a una. no.ana de su autor. E.u coiuecuenda no es desde ahí desde el.onde de-
¡,unto k palabn ha.bla.<.k se interpreta a si misma, por el 1\lodo objetivt.. Ba é$ta la exigencia que pl.antcaJa dialéctica plat6.riica ben trv.2al.'se loa Júnlteá de $11 rcntldo. Slo. embugo, lo dudoso
<le h:i.bla.t, el tono, h. velocidad, etc., ll$J como por lu citcunS- c:tiando intenta haccc valer el logós como tal, y deja. a vecca .ao es sólo la limitación del 1entido de un texto a las cvcrdadc-
taacias en Ja1 que se habla 7. · att:ls a su compañero ceal di; dillogo e.a. el cuno de csteCIIl.~O- ran ideas ·dd autot. Aun cuarulo .5e intenl!: det:ermi.na:r obje-
E1 más, la dcJ,ili<.kd.C$peclfica de la. escdtun, la mayo.e cantidad tivamente el sentido de un texto enteo.dié.o.dalo COIJJ.O aJocu-
de am:ilio que necesita en comparsción con d hablar -vivo, ción contcmpo.cinca. y :rdiriéndolo a tu lector cióg.i.natio, que
S. Platón, e,,,,,,~(J,Ji,,,11, 341c, 344.:, y PúiJr, 'ZTS. tiene como reveno el que.pone de n,lievc el cometido dial~ c.s lo qne hacía el s_upucsto bwco de Schleieonacher, wnpoco
se lognm ir'mú aIU. de una dcl.iinitaclón cuual El mis.mo con-
6. Sobic este ac:ro repota la glr,nt..ca dlfcrenda que edste cottc tico de la aunpicnsión con redoblada clari<.kd. I gual que en
un cdlsc:uno• J WI ,..,.crlto», enr.:c a 1!$IJ)o atol J las algeada, cstUls- la conversación, umbifo aqul la co.tnpremión tiene que in- cepto dd destinatatio contcmpmíueo uo puede tener mis q ue
tlca muy 1ui,c,io,cs qua tlcne c¡ue ut.isf•cct lo c¡uc te llja lltuari:uneotc. una valido crltic;& limita.<.k. ¿Porque qut quiere decir contc:m-
7. Kippeobe.rg cuenta. en uca ocatión cómo cierto dl.. lülkc leyó uo• ¡,oruieo? !,.os oyentes de :u:ltea.ycr, iguil que lo$ de pasado rm-
de sus .DNÍIIIJU- El~¡iin de tal rruinc ... que sus oyeotcs no llegaron a scnúr 8. Cl Is CO-"A!spoa deacla c¡uc •alaza corÍ el o.sc:rito de Flchte Oátr'
I• dificultad de cstc poenii. · G,hr 1111J B11,lmob, ¡,, d,r P/,i/osophi,, Fid,u, JJ,;¡,,,u1uuD, esp. V. ~ . riguco pertenecfcndo a los que ·u no h.ablaóa. como con-
...
acento,, y 1& clifcrencia i:espccto a h. acentwi.ción aoesiva. de la pretendemos Íl:e!ltc al .lenguaje no afecta a las convenciones E, ifllÍ)or/1111/t ,om}!t_múr tJNI ,r11 r~o1111mi11tltJ tI .rólo ~arml,.
- .intención didáctica . ya no es tan· gr.ande. Toda. ejecución es ae la cxprul.ón llngll..ls_tica, sino a. las convenciones de la. opi- En reiliclad la sensibilidad de nucstta conciencill hlstórica
,.atestigua mis bien lo contrario. El eafuea:o por comprender e
.l.!iterp.rd:lción. En tocia ejecució!l h&y ace1os de iluminación. nión que •e hut plamiado en lo lingü.lstico. En consccucncila,
Lo que ocurre es que esto no apucce t:ul. claro potquc la. no dice nada contn. la. :relación csendal entre comprensión y iatetpretar siempre tiene 6cntí.do. E.n ello se muestra p"1matl:a-
ejecución no tiene un ser permltlmtc y desap:a.rece en la oba.. lingOistlcidad. Al conttuio. es -verd.,,,dcr.uuente apropiada ¡nv. mentc la generalidad superior ~on la que la tazón ac cl.i:va por
que i:eproduce. Sin embargo, CJ1COottam01 e1ta :aüsma inter- confu:mar por sí misma esta relación esencial Pues toda crltica encima de las battcras de toda constitución 1.ingQ!atlca dada.
pretación sobxe.ilwnim.doa. cuando nos !ijlWlos en cosa.s com- que 001 lleve más allá dtl esquci:mtiuno de n1?,cstra.s &ases, L:l experiencia hermenéutica es el coo:ectivo por el que Isa. i:a-
paublcs de.atto de las artes plinicu, por ejemplo, en los di- con tl fin de entender, cncw:ntn a su -vez 5\1 expresión. en la zón pensante se msttae al conjuro de lo lingülstico, y ella misma
bujo, que hace un gun artista copiando a viej03 m.2.CStrOI, De fonm llngii1sti01... En at.c sentido d leiíguaje rebasa cualquier tiene carii:ter l.ingO.htico.
llWlC?, semejante podtla juzgu-se el cfectD de una pellcula argumentación contra su competcnda. Su universalidad se Bajo este aspecto tl problema del lenguaje no se nos plan- '
'1iej2. cwando se repone. o .cl de ~· ~posición, muy ceraua mantiene a la altura de la xazón. La. conciencia hermen~utica tea desde el principio en cl mismo sentí do en el que se Jo plan-
al pase original, de una obra de h. que se conserva aún un .re- se lim.íta aqut a putici~r en lo que hiu:e !& relación gcnenl de tea laftltimfla d,l lmp,y,. Es ver.d ad que .!& multiplicidad de las
cuerdo muy Tivo: todo se le antoja 2. uno en ellas como inter- lenguaje y razón. Si toda comprcosidn se encucn~ ca WUL nc- lcoguas, por cuya div,,xs.iclad se interesa la. ciencia. lingüística.
pretado mn e:iccsin. clarida.d. En este sentido, tiene, pues, m cesa.ttt rthción de cqurralcnda con su posible interpretación.,. nos plantea tambiái. a nosotros una. pregw;ita. Pero l!sta es úni-
jl13ti!icaclón el que pua cada reproducción' ha.ble.mas de . Ja. y si a' la compi:cru.ión no se le han puesto ha.aens fundamena~ camente !& de cómo puede estar cada lengua en cOD,d.idones de
acepción que le snbf!lCX, la cwl debe ser a 1'11 VC% suscei_,tihlc les, umbil.n la aprehensión lingilistica que experimenta estia. decir todo lo que qmcm a ,pesar de su diversidad r especto • las
de una jusillic:ación fundamental. La acepción en su con¡unto comprcmión en la í.ntapretaci6n tiene q_uc llc:vu en si. WIA dcmú lcops. La llngúlsuca nos en,¡cfu. que ca.u lc:ng,n rea-
se compone en reilid:ul de mil pcqucñu decuiones que prc- infinitud q= rcb:i.se ~quier frontcn. El Jenguajc q tl len- liza. esto a 1111 mattem. Nm;ottOs por nuestn parte planteamos h
b:nden tocbs ellas ser coaectU. La justificación e intcrp¡eta-, guaje de ]a. rwSn muma. cuestión de cómo actúa en toda.s parta h mismA unidad de
pensar y hablar dcntto de la multiplicidad de estas mancus de
ción argumentativas no necesitan ser ónieamcntc cou del Naturalmente wn a.linnacidn como áa .110 puede hacerse sin
1-rtista; y adcmú de esto, tl caricter apreso de la intcrpreta.- i¡ue se intaponga alguna -vacilación; Pues con esto el lcnFjc hablar, y cómo logm ~e i:o. principio eualqiµer ttadici6n es-
ción ling(Ustica sólo le conferltá bfaicamenrc una couccción gana t2l cercanfa con la DU:Ón, estO es, con las cosa, que: designa, crita pueda ser entendida. ~os interesunos JlUCI, por lo con-
sproxim,uia, y quedará esencialmente por detrás de !& rotu.wh. que se vuelve un verdadero enigma cómo ptiedc l).abcr divena.s tnrio, de lo ·que .intenta fovestigu la ciencia del lenguaje.
concreción que alcan:za una reproducción «arthticu como tal; lcaguas, si todas ellu ticnen que YBler como igualmente cer- La unidad intcma de lenguaje y peasam.ienta es cambiw
~ pero llÍ Ja referencia jnterna de toda comprensión a gu intet- anai; a la r:u6n y a las cosu. El ·que vive en un lenguaje esti tl presupuesto del que· parte' .é.na. Sólo a.sí ha podido convcr-
:t: prcw:id.n, ni la pósibilichd Msia. de 110a interpretación con pencmdo de la insuperable adecuación de las palab.ras que usa tíne en ciencia. Pues sólo porq,ue aiste cata uqidad.4: merece
palabras, se Yen afectadas por ello. . p11.n. lu cosu a la, que se refiere. Parce.e .ÍmJ>OSible que ottu la pcrua. al investlgador re11!iiu la abstmcción por la que en cada
Convjclie entender bien c:í;ta prinucla fundament:al de ,la palabi:a.s de lenguas distintas estén en i::ancliaoncs de nomhur caso conTierte -~ su objeto al le.pguaje como tal. Sólo rom-
lingllisticidad qnc estamos alirmando. Es 'Veroild que con las mi1ma1 eo1u de WUL manera un·adeowh. 5610 parece just1 piendo con los prejuicios convcncionalliw de la tcalogla y
dtl n!=ionalismo aprendie,:on Herder y Humboldt a ver wr
ó:cruencla el lenguaje parece poco capaz de aprcsa.r Jo que
sentimos. Can a. la. p.tescncia :abrumadora de 1u obus de a.ttc,
la utea de acogei:- en palabras lo que nos. dicen ¡r.a:rcc.c un.a cm,;
la pa.labn propia, y tan cierto tOIDO que la cosa mencionada es
ÜCJDpxe uua lo es q\lc }a pilibra justll no puede sc:r mis que una.
Incluso la tortw:11. del traducir den.e que -ver en último atrcmo
lengtlll como otps tantas ~= de -vc::r d mundo. Al reco-
nnccr la unidad de pensamie.11to y habla. accedici:on a la tarea
p.n:sa .infinita y de una desesperada lej:r.nú.. En este sentido el co.n tl hecho de que 1u palabras orlgma.!es·puecen inscpuablcs de c.nmparu 1u diversas manc.ru de dar forma a esta unidad
que nuc.sa:o querer y poder comprender ·empuje .sicm,Prc mi& de los contccidos a los que ic rcfu:ren, de manera que pa.n. hacer como tales. Nosotros patti.tcmn, de la· .m.i.stn'l concepción,
all4 de cualquier .&.ase lograda podda muy bfon motxnr uruL compremible un tato hay que cut1UJ1aibirlo mucm,s y= pero haremos d camino en sentido .inverso. A pesar de toda la
crltica del lengua¡c. Sin embar~o, esto no amb~ llll.da en n con amplios rodeos interpretativos en ycz de traduci.tlo. Cmnto i:livcnldad de lu i:moetas de hablar int=tarcmos i:etcnct la
pr.inw:i;. básica de la lingüistic:.1dad. Nuc:Stns posibilidades de ~ sc:n.siblc se 'mucstn. nuestta conc:icncia histótlci en SU$ unidad indf~oluble dc·pensamiento y lCJ1guaje tal COrD? ·la en-
conoci:aüento parecen mucho am indi:vid=les 'ille las posi- ~oncs, tanto mis intcn.samcnte pll(Cec uperimentu lo contramos en el fenómeno hcnncnfutico, comn unidad de
bilidades ~=ivas que cJ lenguaje pone a nucsu:,. disposición. intt:aáuciblc de Jo c:xtraii.o. Pero con esto la unidad iotiim. de comprcru¡j6n e interpretación.
Pr~tc a ~ tendencia niveladnm, moti'!'Wll socialmente, con palabra "J cosa 1e convierte en un e.sándalo hennenéutico. La p.tcgunt:1. que iw1 gufa es, pue,, la de h írlrr"p111rzlidad tÚ
la que el lenguaje fu= a la comprensión a unos dcte:tmínados ¿Cómo Iba a ser posible llegu simple.mente a cómptcnd.er urua. lo&s '°mprmnltt. Sdlo en apariencia se tJ:ati de un plantc:am!cnto
csque111Atismos que nos constriñen, nuestra volwitad de 1:9- 'tndicidn Q;traiia si cst:u:nos t2.n atados a la lengua que ha- secundario. .":la hemos vuto que !& .intc~rctación .conceptual
nocimiC111:o intcntll. fUSttaer.ie c:dticamcnte a estas esquum.tln- blamos? · es la manen de realizarse la pmph =pcncncfa hermenéutica.
cioncs '1 prcconcepciones. Pe.ro la superio.tldad c:dtlca que Esta es la razón por!& f!UC tl problema 'iue iws planteamos ahora