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NIVEL: Ciclo V
ASIGNATURA: Hebreo I
( חטאPECADO)
QAL: 1) Perder el objetivo, fallar dar en el blanco (Prov. 8:36). 2) Echar de
menos, sentir la falta de algo (Job 5:24). 3) Faltar, fallar, ofender (2 Rey. 18:14). 4) Ser
culpable de algo (Gén. 43:9). 5) Pecar contra Dios, contra el prójimo o contra sí mismo
(Gén. 20:6; 1 Sam. 19:4; Prov. 20:2). — Perf. ; חָ טָ אImpf. ; ֶיחֱטָ אInf. ; חֲטֹואPart.
; חֹ טֵ אSuf. .ֹח ְט ִאי
PIEL: 1) Hacer compensación, pagar el daño (Gén. 31:39). 2) Purificar o liberar del
pecado o de sus efectos a una persona, a un altar, a una casa, etc. (Núm. 19:19; Lev.
8:15; 14:49). 3) Ofrecer una víctima como sacrificio por el pecado (Lev. 6:19/26). —
Perf. ; א ֵט ִחImpf. ; א ֵט ַח ְיInf.yrtrth ; א ֵט ַחPart. .א ֵט ַחְמ
Derivados de esta raíz, nos encontramos con: el verbo אטחen Q., Pi., Hi., y Hitp.; el
adjetivo · אט, los sustantivos , האטח, האטח, תאטח אטח. Del significado común fallar,
errar, sepasa al ético y religioso pecar, ofender.
t חt l[ Q.pJr f. f. האt ח: טn r,' האr טi t חt ,’ 2 תr אטr חr ,' 1 אט · יתt חt ', *P1. ח: ואטIT,'
5( אI טT חT , 2 םתV אטT “חJ , 1 · ונאT טT 7 ;חimrp f. 2 T, אVi v אטט ׳ חיt חv í תv, * 1
אטr חv í ־א.· ', cP 1. · ח: ו אטv v ואט ; ח2 ,’ יv תv ,f 1 אטr חvs ·נ.·’; m .cstr. אטח, c. suf.
; ו תאטחptc. א ט ח, אטוח, אטחEci 8,12, f . *ח$ תא. pl pf. 3 אטח, c.SUf. , ת אטח2 ,ואטח
pl.5! ; אטחimpf. 2 c. suf. 1 , י נאטחתc. suf. הנטחא, wayy. אטחןו, c. suf . · ל הא^חר, P1.
^ ; אטחן וm . cstr. ; אטחptc. ? אטס. hí. pf.3 יטחה, איטחהk 2 Re 13,6, c. suf. םאי טחה,
P1. · ; ו אי טחהimpf. אי טחת2 , ; אטח, P1. · ו אי טחיinf. cstr. יטחהk Jr 32,35, ger. איטחל
(por ) איטחהלEcl 5,5; ptc. pl. cstr. י אי טחמ. Hitp. impf. 3 אטחתי, P1. ו אטחתי, · 2
,? ו אטחתת · לאטסה, · [ו אטחתת
1. Sentido primario· Fallar (véase Hi.): tropezar (fallar el paso) Prov 19,2; ־־ שפנ
malograr/ jugarse la vida Hab 2,10 Prov 20,2; ¿fracasar? Is 64,4 (o: éramos culpables).
c) Participio. Pecador Is 1,4 Prov 11,31 13,22 Ecl 2,26 7,26 8,12. d) Con partículas: N 3 -
ofender a 1 Sm 19,4; 3 - 4 ־delito, certifica la especie: יקנ םדב- cometer asesinato
(pecar en sangre inocente) 1 Sm 19,5; | - 4 ־norma, pecar contra Neh 9,29. ל- con el
nombre divino, pecar contra Dios, ofender a Dios; frecuente: Gn 39,9 Ex 10,16 Nm
32,23 Dt 20,18 Jos 7,20 ISm 2,25 Jr3,25 Ez 14,13; – לreferido al hombre, ofender, faltar
a Jue 11,27 1Sm 2,25 1 Re 8,31; vasallo o súbdito al rey, descuofender, cometer
desacato 1 Sm 19,4 Jr 37,18. ןמ- + objeto, defraudar Lv 5,16; - תוצמ לכמtraspasar,
violar alguna de las prohibiciones לע. 4,2 - con objeto, contra, acerca de Nm 6,11. Si
domina el aspecto resultativo o durativo, se puede traducir por culpable, reo: 2 Re
18,14 Ez 18,4 Sal 106,6. Nota. Job 24,19 quizá ptc. Ecl 9,18 lg. sust. אטחfallo.
Hi. a) Fallar el tiro, marrar Jue 20,16. b) Inducir a pecado, escandalizar, hacer pecar,
hacer reo. Ex 23,33 1 Re 14,16 2 Re 3,3 Jr 32,35 Ecl 5,5 Neh 13,26; ץךאה״־תא- echar un
pecado sobre la tierra/país Dt 24,4. c) Acusaro condenar Is 29,21. Hitp. Purificarse Nm
8,21 19,12s 31,19s.23. Las olas Ise retiran! Job 41,17 (¿o no aciertan, fallan?).
De la misma raíz: אט: · ·ח,' אטT - הא, חT טT הא, חT טT תאט, “ חT . [ אטחח ־־c. suf. '
האז?ח, ואטחNm 15,28 (= ,( םא האטחT י... ח: ט, Pr 1. ט. םיאT - י. ח, cstr. א ·י. T ח- ט.
», c. suf. ט- יאT ייא1, חT טT ,םכיאטחח, וניאטח, ‘wtjjrjkLam3,39 ( ו י אטחq)] Error, fallo;
desgracia; pecado, culpa, reato, a) Básico. Error Ecl 10,4; fallo 9,18 (correg.); desgracia
Lam 3,39. ¿Fracaso? Eclo 11,15 * םירשיםיכרדcaminos llanos, b) Teológico. Pecado,
^culpa, reato 2 Re 10,29 Is 1,18 Sal 51,11 Lam 1,8; quizá Eclo 10,13. Construcciones: - ב
acausa de, por el pecado Nm 27,3 Dt 24,16 Dn 9,16 2 Cr 25,4; en pecado, en condición
pecadora Sal 51,7. אטח ךב היהוy resultarás culpable, cargarás con la culpa Dt 15,9
23,22 24,15. T - אישנח- cargar con el pecado, con la culpa Lv 19, 17 20,20 Nm 9,13 Is
53,12 Ez 23,49; - T 3 n confesar la culpa Gn 41,9. - ,T manos pecadoras Is 31,7; תומ-
reato de muerte Dt 22,26.
Nota. En Nm 15,28 lg. la הfinal como posesivo. [ א ט חf. האטח, P1. םי אטח, cstr. יאטח
] Adj. Pecador Gn 13,13 1 Re 1,21 Am 9,8 Sal 1,1 Prov 23,17. Quizá Eclo 10,13. ה א ט ח
Fallo;pecado, culpa, crimen; sacrificio expiatorio. a) Fallo·, -b היהno acertar, no atinar
Sal 109,7. b) Pecado, crimen: – הלידגgrave Ex 32,30s; - אי בהacarrear una culpa Gn
20,9 Ex 32,21; - ? יוסtapado de (perdonado) Sal 32,1. c) Sacrificio expiatorio Sal 40,7. ח
ה א טNm 15,28. Ver אטחNota. ה אt טt ח- Pecado,* delito Ex 34,77 I7s 5,18. 15,24
חאט8 ת א ט ח [(ת1 ),est.cstr. האטח, c.suf., םתאטח י תאטח, םכי אטח, ו תאטח,ך^אטח
,· ונתאטח, pi. תו אטח, cstr. תו אטח, תאטח, c. suf., יתואטח, » !!ןתאטח האטח6 ,)אטח
0 ך(י)ת, וניתואטח,יתאטח, » דןיתאטח, etc.] a) Sacrificio, víctima expiatoria. Frecuente en
Lv 4-9 (38x) 14-16 (17x) Nm 6-8 (19x) 29 (lOx) Ez 43 y 45 (9x). Regido por sustantivos
como שארcabeza, םדsangre, בלחgrasa; como complemento de los verbos טחש
degollar, לשבPi. cocer y לכאcomer, habrá que traducir víctima, b) Pecado, culpa,
transgresión. Muy frecuente. Como sujeto u objeto de bastantes verbos (ordenados
según la lógica de un proceso): - אטחcometer pecado Lv 4, השע- ; 28 idem Nm 5,6; N -
ב ךלהimitar los pecados de 1 Re 15,3; N - רחא ךלהídem 2 Re 13,2; תא ־tfga ser
indagado Jr 50,20; ל שרדindagar Job 10,6 = · ןוע, - לע רמשvigilar 14,16; לא הנפ ־fijarse
en Dt 9,27; - דינהdenunciar Is 58,1 Miq 3,8, Is 3,9 publicar cínicamente; הארנ- quedar
patente Ez 21,29; לע- - ■ הלt ·נrevelar Lam 4,22; העt ונ: ד- ser descubierto, tomar
conciencia, caer en la cuenta Lv ןפצ- ; 4,14 archivar Os 13,12; מ גאד ־־afligirse por,
arrepentirse de Sal 38,19; הדוזוה ־־confesar Dn 9,20; - עי־!והidem Sal 32,5; - לעמ דיס
apartarse de, convertirse 2 Re 10,31; מ בוש ־enmendarse, arrepentirse Ez 33,14;
לעלפנתה- pedir perdón, interceder por Dt 9,18; דקפ- pedir cuentas de Os 8,13; - N
לע תישimputar a Nm 12,11; - אשנperdonar Gn ל חלס- ; 50,17 idem 1 Re 8,34 Jr 36,3; -
רפכexpiar, perdonar Eclo 3,30; con - ? דעEx 32, 30; con - לעSal 79,9; - מ רהטestar
limpio de Prov 20,9; - החמborrar Is 44,22; – החמנser borrado Neh 3,37; סמנ-
derretirse Eclo 3,15; ריבעה- perdonar 2 Sm 12,13; - רכז אלolvidar Sal 25,7; - הסכtapar,
echar tierra, sepultar Sal םתח- ; 85,3 sellar Dn 9,24 k. Metonimia: causa de pecado =
ídolo Dt 9,21 1 Re 12,30. -3 a causa de, por culpa de Jr 17,3; véase Is 40,2; רומת- en
pago de Eclo 3,14. c) Fracaso Prov 10,16. d) Castigo, pena Zac 14,19.
JUDAÍSMO
1. Principios
a) Idolatría. Más que por «hacer daño a Dios», la idolatría es pecado porque «destruye
las raíces» de la existencia humana, el don de la vida, la gracia... En un sentido radical,
la idolatría es pecado porque deja al hombre en manos de sí mismo, de sus propias
opciones. Y, así, cerrado en sí, sin agradecimiento y sin apertura hacia aquello que le
desborda y fundamenta, el ser humano termina matándose a sí mismo, termina
muriendo (como sabe Gn 2–3). A la Biblia no le interesa que «paguemos» a Dios alguna
deuda (como si Dios necesitara algo de los hombres), sino que «seamos humanos»,
reconociendo lo que somos.
El castigo de la idolatría (¡el día en que comas morirás...! Cf. Gn 2,7) no es una muerte
que viene de fuera, que nos sobreviene como un castigo externo, sino la muerte que
los mismos hombres vamos llamando y «creando» con nuestras injusticias.
Reflexionado sobre la historia de Israel (con su gracia y pecado), el autor del libro de la
Sabiduría (escrito en un entorno judeohelenista, en los años del nacimiento de Jesús)
ha recogido la experiencia de su pueblo, relacionando el pecado con la muerte.
Pero los impíos llaman a la muerte con las manos y las palabras teniéndola por amiga»
(Sab 1,13-16) En este contexto, la justicia es la «aceptación de Dios», recorriendo un
camino que lleva a la vida. Por el contrario, la injusticia (rechazo de Dios) se identifica
con la lucha de unos hombres contra otros, es camino de muer te. Desde ahí ha
desarrollado el libro de la Sabiduría el proceso del pecado y de la muerte, presentando
así un tema que es clave en la historia israelita.
a) El pecado es miedo, no aceptar la vida como don de Dios, don que se abre hacia los
otros. Por eso, los que niegan a Dios empiezan diciendo: «La vida es corta y triste y no
hay remedio cuando muere el hombre... Nacimos casualmente y pronto acabaremos,
como si no hubiéramos vivido, porque el espíritu o respiración de nuestras nariceses
humo y l a palabra una chispa que palpita en nuestro corazón» (Sab 2,1-3). La fe
religiosa consiste en mirar sin violencia ni miedo a la muerte, descubriendo en el fondo
de ella una vida más alta, vinculada a la «justicia», es decir, a la presencia de Dios,
aceptando lo que existe. «La justicia es inmortal... Pero los impíos llaman a la muerte
con gestos y palabras; por ella se consumen, creyéndola su amiga, y con ella hacen un
pacto, pues son dignos de ser de su partido» (Sab 1,15-16; cf. 2,24). El pecado consiste,
según eso, en vivir desde la muerte (matando a los demás). Este amor a la muerte
conforma de manera radical la vida de los injustos: ciega sus ojos, les impide abrirsea
la Sabiduría de Dios y los encierra en un mundo de envidia (cf. Sab 2,24; 6,23), que
conduce de forma irresistible a la violencia que mata.
b) Búsqueda de placer violento. El creyente sabe que hay una «seguridad» hecha de
confianza, en forma de gracia o amor de los demás. Pues bien, donde esa gracia cesa y
el hombre se encuentra solo ante sí mismo, surge el deseo de las seguridades: el
hombre necesita probar su existencia, saber que vive y sentirlo intensamente en un
proceso de placeres por los cuales se expresa la atracción de la muerte, entendida
como deseo de disfrutar hasta el fin aquello que perece. No se trata aquí de la
búsqueda de un gozo generoso, sino del deseo de placer inmediato: «Venid a disfrutar
de los bienes que ahora existen, y gocemos como en juventud de lo que hay,
ansiosamente: saciémonos de vinos exquisitos y perfumes, que no se nos escape la flor
de primavera; ciñámonos capullos de rosa, antes que ellos se marchiten... » (Sab 2,6-
9). El autor del libro no es un asceta. No condena la fiesta en cuanto tal, no se deja
llevar por el odio a la alegría y por la envidia ante la juventud. Lo que él ha criticado es
un placer que se cierra y despliega en forma de violencia, sin lugar para Dios, es decir,
para la gracia, para los otros. Lo que él ha criticado es un «placer idólatra», el placer de
aquelque para gozar destruye a los otros.
c) Atropellemos al justo. El idólatra necesita «dominar sobre los demás» para probar
su poder, para sentirse a gusto consigo mismo, para poder decir que es mejor y más
poderoso que otros. No tiene Dios y así tiene que demostrar que él es Dios,
dominando a los demás. «Atropellemos al justo que es pobre, no nos apiademos de la
viuda, ni respetemos las canas venerables del anciano; que la fuerza sea para nosotros
la ley de la justicia, pues lo débil, es claro, no sirve para nada» (Sab 2,10-11). Es
evidente, que la mayor parte de los ricos «no hablan externamente así», pero de
hecho, en el fondo de sus discursospuede verse esa lógica. Ésa es la lógica de los que
identifican a Dios con su propia fuerza. Al negar a Dios, no tienen más ley que su fuerza
y la tienen que probar... De esa manera, la idolatría se convierte en injusticia y
opresión social. Éste es el pecado. Llegando hasta el fondo, en esa línea se llega al
asesinato: sólo matando a los otros probamos nuestro poder, nos sentimos «dioses»
(cf. Sab 2,17-20). En este fondo se entiende Sab 2 y todo el libro de la Sabiduría, que es
una reflexión sobre el origen y sentido del pecado, es decir, sobre la unión entre
idolatría (el hombre se absolutiza a sí mismo) y asesinato (para mostrar su poder unos
hombres tienen que matar a otros). Aquí no estamos ante un tipo de asesinato
cualquiera, sino ante el origen de todos los asesinatos, de todos los pecados: allí donde
el hombre no funda su vida en la Vida del Infinito (que es gracia) tiene que fundarla en
sí mismo y, normalmente, sólo puede hacerlo dominando a los demás, por razones
sociales, religiosas, económicas o del tipo que sea. Matar a los demás, eso es el pecado
según el judaísmo.
CRISTIANISMO
La visión del justo perseguido (es decir, la muerte de los inocentes) forma la base
común de la antropología de ju díos y cristianos, unidos aquí por encima de todas sus
diferencias en la visión del pecado como idolatría y asesinato. Pero los matices son
distintos. Algunos judíos de la actualidad siguen identificando al justo sufriente con el
conjunto del pueblo de Israel. Por el contrario,los cristianos han identificado al justo
perseguido con Jesús, y con todos los que han sido y son asesinados como él.
Ahí, en la muerte de Jesús, ven ellos el pecado original y universal. Desde esa base se
pueden entender los temas básicos sobre el pecado en el Nuevo Testamento: (a) Jesús
perdona los pecados, situando de nuevo a los hombres ante la gracia de Dios. (b) Pablo
interpreta el mensaje y vida de Jesús como perdón de los pecados, es decir, como
retorno a la experiencia originaria de la gracia.
El sentido básico del texto es claro. Esta generación está formada por los que edifican
los sepulcros de los profetas antiguos mientras matan a los actuales, que la Sabiduría
de Dios sigue enviando en nombre de Jesús. En su pecado se vinculan todos los
pecados de aquellos que se oponen a Dios (idolatría), matando (incluso en su nombre)
a otros hombres, en un camino de muerte que empezó por Abel y que está acabando
ahora (culminará en la muerte de Jesús. Pues bien, el Dios de la gracia (que es vida)
tiene que pedir cuentas» de toda la sangre derramada, no sólo en Israel, sino fuera, no
sólo en Jesús y en la Iglesia cristiana, sino en la humanidad. En ese sentido, en el fondo
de todo, sólo hay un pecado: «matar a otros hombres». Pues bien, en contra de ese
pecado se eleva la gracia de Jesús, que muere a favor de todos.
Éste es un descubrimiento desolador, pues, quizá por primera vez en la historia de los
hombres, Jesús ha dicho, en sentido radical, que somos responsables de todos los
asesinatos de la tierra. De un modo o de otro, todos somos cómplices de los asesinos.
Pero éste es, al mismo tiempo, un descubrimiento consolador: hay una gracia, un
amor, que es más grande que el pe cado, pues Jesús ha revelado el sentido supremo
de la realidad, como amor gratuito y salvador, superando el
pecado de la humanidad: «Pues donde el pecado fue grande fue mayor la gracia » (cf.
Rom 5,20).
Bibliografía