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Edulcorantes no calóricos

En la actualidad el uso de los edulcorantes no calóricos en la alimentación es un tema que da mucho de qué
hablar, no solo por sus beneficios si no también por sus posibles contraindicaciones para la salud.
Podemos definir a los edulcorantes como aditivos alimentarios que confieren un sabor dulce a los alimentos.
En general, se clasifican en función de su contenido energético en:

• Nutritivos o calóricos.
• No nutritivos o no calóricos.

En este caso los edulcorantes no calóricos son un conjunto de sustancias que se utilizan como reemplazo del
azúcar, ya que ofrecen el sabor dulce con la ventaja de que estos aditivos no aporten calorías no son
cariogénicos y no influyen en la glucemia. Son una buena alternativa para sustituir los sabores dulces sin la
respuesta fisiológica que genera el consumo de azúcares. Es muy importante que su consumo deba ir
acompañado de una dieta adecuada, suficiente y equilibrada y un estilo de vida saludable que incluya
actividad física. (Duran, 2013)
Los edulcorantes no nutritivos se emplean para reemplazar total o parcialmente el azúcar, además poseen un
mayor poder endulzante que la sacarosa (30 a 300 veces) y son más económicos. Su empleo, por tanto, es
muy adecuado para personas con sobrepeso o que presentan obesidad y requieren de dietas hipocalóricas, y
quienes presentan diabetes o hipertrigliceridemia, enfermedades en las que se ha de limitar y controlar la
ingesta de azúcares. (Johnson, 2014)
No obstante, para la población general, en el caso de niños y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia
el consumo de edulcorantes no calóricos es innecesario, pues en estas tres etapas de la vida se requiere incluso
un aumento en el consumo de energía. Puesto que el consumo moderado de azúcares simples tiene cabida en
los criterios de una dieta equilibrada. (Aldrete, 2017) Todos los edulcorantes no calóricos son producto de
procesos químicos.
Dentro del grupo de los edulcorantes no calóricos y que están aprobados por la FDA se encuentran los
siguientes:
(Ver cuadro 1)

• Sacarina o “Sweet'N Low”


Es conocida como el edulcorante no calórico de mayor antigüedad. Su grado de dulzor es de
aproximadamente 300 a 500 veces respecto al de la sacarosa, pero deja un sabor metálico en la boca. Está
conformado por 1,2-benzisothiazol-3(2H)-uno1,1-dioxido, sal de sodio. Diez gramos de este producto
contiene aproximadamente 9 g de dextrosa y proporcionan 36 kilocalorías. La ingesta diaria admisible es de
0-5 mg/kg de peso corporal.Se utilizó principalmente a nivel industrial y como parte de la alimentación de
diabéticos. Entre los edulcorantes no nutritivos de mayor consumo. Además que proporciona 43 calorias
por gramo. (Aldrete, 2017)
• Aspartame o “Equal“Nutrasweet”
Está formado por la unión química de dos aminoácidos: fenilalanina y ácido aspártico
Tiene un elevado poder edulcorante: es unas 200 veces más dulce que el azúcar. Por este motivo, a pesar de
que es calórico (proporciona 4 calorías por gramo). Está contraindicado para pacientes con fenilcetoinuria.
(Sagrario, 2006)
• Sucralosa o “Splenda”
Es entre 500 a 700 veces más dulce que el azúcar se derivado de la sacarosa, compuesta por un
disacáridotriclorado con el nombre químico de 1,6-dichloro-1,6- dideoxi-β-Dfructofuranosil-4-chloro-4
deoxy-α-D-galactopiranosida , proporciona 4 calorias por gramo. (Aldrete, 2017)
• Acesulfame-K
Es unas 130-200 veces más dulce que la sacarosa y su estructura química es más bien sencilla. Conformado
por 5,6-dimetil-1, 2,3-oxatizaina-4 (3H)-ona-2,2 dióxido. Es muy estable durante el procesamiento de los
alimentos y su almacenamiento. (Sagrario, 2006)
• Ciclamato y sus sales de sodio y calcio
Tienen tres estructuras químicas: ácido ciclámico ciclamato y ciclamato de sodio. Ácido ciclohexilsulfamato.
(Aldrete, 2017)
• Glicósidos de esteviol (estevia)
Probablemente es uno de los edulcorantes más conocidas y consumidas por personas en todo el mundo. Ésta
se emplea como sustituto del azúcar y presenta un sabor más lento al comienzo y una duración más
prolongada. Sólo algunos de los componentes de la hoja de estevia son dulces. Estos componentes dulces se
conocen como glucósidos de esteviol (alcohol que puede encontrarse en estado natural en la planta). Además
se caracteriza porque posee 300 veces mayor que la sacarosa su lo recomendado es 4 mg/kg peso corporal.
(Rodriguez, 2012)
• Neotamo:
Su estructura es muy similar a la del aspartamo, la diferencia radica en que el grupo amino del ácido aspártico
se cambia por un grupo 3,3 dimetil butilo. Es más estable que el aspartamo. Neotamo tiene un poder
endulzante entre 8 mil y 13 mil veces mayor que el azúcar común, por lo que debe ser usado en muy pequeñas
cantidades. (Duran, 2013)
Todos los edulcorantes no calóricos que han salido al mercado se han sometido previamente y por mucho
tiempo a numerosos estudios y pruebas para comprobar su seguridad, en estas pruebas se toma en cuenta la
dosis máxima tolerada y varios factores de seguridad para así obtener lo que se llama ingesta diaria aceptable
(IDA), por lo que con tranquilidad y confianza pueden incluirse en la alimentación diaria para satisfacer esa
necesidad por el sabor dulce sin que se vean afectados los niveles de glucosa en sangre.

Existe cierta controversia sobre el consumo de los edulcorantes no calóricos por sus posibles daños a la salud,
incluso que eran cancerígenos pero esto posteriormente se ha descartado.
Recientemente se ha iniciado el debate sobre si el consumo de edulcorantes aumenta el apetito y el peso
corporal. En el caso de diabetes los posibles beneficios atribuidos a los edulcorantes no nutritivos para las
personas con diabetes son la reducción de calorías y de carbohidratos para mejorar el control del peso y el
glucémico respectivamente. (Duran, 2013)
Sustituir el azúcar por edulcorantes puede ser una estrategia eficaz para el control de peso corporal, aunque
los resultados son contradictorios. Se ha observado que la ingesta de sacarosa provoca un aumento de la
glucosa plasmática y un vaciamiento gástrico más lento al compararlo con sucralosa, quien no provoca
cambios en los niveles de glucosa plasmática, al no estimular la liberación de insulina, lo mismo sucede con
las incretinas cuyos niveles se mantienen estables al consumir edulcorantes, lo que no sucede al consumir
sacarosa. (Garcia, 2013)
Por otro lado se discute que los edulcorantes no poseen un poder saciador como el azúcar, inclusive podrían
causar la sensación de hambre estimulando a comer en exceso, además podrían estimular los receptores del
gusto, creando adicción al sabor dulce. (Duran, 2013)
Pero se ha publicado estudios y de diversa duración en cuanto al consumo de edulcorantes no calóricos en
personas con diabetes tipo 1 o 2. Asimismo, también se han realizado trabajos para determinar si estas
sustancias pueden incrementar o disminuir la incidencia de diabetes o alteraciones en el metabolismo de la
glucosa.
Los edulcorantes no nutritivos han mostrado resultados contradictorios con respecto al consumo de energía y
el peso corporal, especialmente aspartame. La mayoría de los estudios indica que aspartame reduce la ingesta
de alimentos y puede ayudar a controlar el peso lo que sería ideal para personas con obesidad pero en cambio,
otros sugieren que el aspartame podría incrementar el apetito.
Adicionalmente, la estevia en personas con diabetes reduce los niveles de glucosa plasmática e insulina.
Pero según la Organización mundial de la salud (OMS) se refiere a que ningún edulcorante no calórico hace
perder peso. (Paho, 2014)
Según los especialistas, su consumo forma parte de una dieta saludable y puede ayudar a la pérdida de peso al
disminuir la ingesta calórica. Es preciso que tampoco haya un exceso en su consumo. Para los expertos, el uso
de los edulcorantes puede ayudar a las personas que están en un plan de alimentación a equilibrarse, a no
salirse de este régimen alimenticio e incluso puede apoyar para que la persona mantenga el peso saludable.
Hasta el momento, la evidencia existente de los beneficios de emplear edulcorantes no calóricos como parte
de la dieta y alimentación habitual de la población en general, carecen de resultados. (Garcia, 2013)
Pero estudios científicos realizados a nivel mundial han demostrado que las personas pueden disfrutar con
seguridad de los edulcorantes no calóricos. (Gonzales, 2017)
El uso de dichos sustitutos se encuentra regulado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Food
and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos y la Food and Agriculture Organzation (FAO)
reconociéndolos como seguros.
La recomendación de las sociedades científicas (ADA, AHA) reafirma que los alcoholes de azúcar y
edulcorantes no nutritivos son seguros, si su consumo se da dentro de los niveles de ingesta diaria
establecidos por las agencias reguladoras. Cada día el consumo de edulcorantes se hace más masivo en
nuestra sociedad. (Paho, 2014)
Por lo tanto debemos de tener en cuenta que el consumo excesivo edulcorantes no nutritivos si puede ser
perjudicial para la salud. Por ello debemos incluirlos en nuestra dieta diaria con moderación.

Bibliografía

• Aldrete, V. (2017). Análisis de la evidencia disponible del consumo de edulcorantes. Med


Int Méx, 1-23.

• Duran, S. ,. (2013). Edulcorantes no nutritivos. Rev Chil Nutr, 1-6. Obtenido de Rev Chil
Nutr.

• Garcia, J. (2013). Una visión global y actual de los edulcorantes. Nutricion Hospitalaria, 1-
15.

• Gonzales, A. (2017). EDULCORANTES NO CALÓRICOS, ¿UN DULCE RIESGO?


Edulcorantes no caloricos, 1-18.

• Johnson, M. (2014). Edulcorantes Naturales y Artificiales. Universidad latinoamericana de


ciencia y tecnologia, 1-16.

• Paho, O. (2014). Edulcorantes . Organizacion Panamericana d ela salud, 1-3.

• Rodriguez, M. d. (2012). Estevia (stevia rebaudiana). Rev Chil Nutr, 1-4.

• Sagrario, M. (2006). Azucares y edulcorantes en la dieta. Espacio para la salud, 1-5.

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