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Pbro.

Pablo D`ors

¿PORQUE MEDITAR? ¿COMO MEDITAR? ¿PARA QUE MEDITAR?


“Silencio y palabra no son opuestas, sino las dos caras de la misma moneda, para que una
palabra pueda llegar al corazón del oyente o del lector, en primer lugar debe estar precedida
del silencio, porque es el silencio el que puede hacer capaz de que esa palabra pueda ser
fecunda, creadora y si una palabra es fecunda se genera el silencio”.

¿PORQUE MEDITAR?

1) Meditamos para conocernos a nosotros mismos:

El silencio es la vía directa, más sobria para saber quiénes somos. El silencio tiene una
preeminencia en el conocimiento de uno mismo, porque es una vía inmediata, sin
mediaciones de nada, no hace falta un libro, no hace falta una persona, no hace falta un
paisaje; nos ponemos en silencio y descubrimos quienes somos, pero nos ponemos en
silencio esperando el nirvana y nos encontramos pensando en la comida de la noche y es así
para llegar a la poesía hay que pasar por la prosa de lo cotidiano y como vamos a la oración
esperando un momento místico y nos encontramos con las preocupaciones de la casa, el
trabajo, las actividades pastorales decimos esto no funciona y abandonamos la meditación.

La meditación es como un espejo y refleja lo que eres (tu eres preocupación por esto y por
lo otro), si tu resiste a esa mirada al espejo ese espejo algún día se convierte en ventana y
entonces descubre que hay un horizonte enorme para descubrir y que tu identidad es algo
mucho más de lo que tú te podrías imaginar. Entonces meditamos para conocernos a
nosotros mismos.

2) Solo si nos conocemos a nosotros mismos podemos amarnos a nosotros mismos:


“Porque nadie puede amar lo que no conoce” y esto de amarnos a nosotros mismos no hay
que darlo por supuesto. A pesar de que en el cristianismo nos han educado que “debemos
amar al prójimo como a ti mismo”, porque nos han educado de que lo importante es amar a
los demás, ayudar a los demás, pero quizás no nos han educado de que es también
importante amarnos a nosotros mismos; dejarse ayudar, no solamente dar, hemos generado
una cultura de la exterioridad, hay que también recibir, una cultura de la interioridad. Es
importante amarnos a nosotros mismos.
3) Solamente si nos amamos a nosotros mismos podremos amar a los demás:
“Porque nadie puede dar lo que no tiene” si no tienes amor hacia ti mismo no podrás dar
amor a los demás.
¿CÓMO MEDITAR?
¿Cómo hacer la experiencia del silenciamiento? Si quieres ir de Madrid a Barcelona lo más
sensato es que tomes la autopista, porque te lleva muy rápidamente, también puede ir por
los bosques pero te llevara más tiempo. Lo mismo para llegar al silencio hay que seguir una
tradición, yo les voy hablar de la tradición de los padres del desierto. En esa tradición hay
tres anclajes:
a) La respiración: el primer anclaje es la respiración, espíritu del latín espirare es
respirar. Si tú sigues conscientemente el ritmo natural y regular de tu respiración eso es
meditar. ¿Y porque eso es importante? Porque si tú sigues el ritmo natural y regular de tu
respiración estas en la percepción y si estas en la percepción no estás en la reflexión, la
percepción es la puerta de la contemplación. ¿ Y porque es tan importante respirar?
Respirar es un ritmo biológico doble de inspiración y expiración y este ritmo natural
reproduce el ritmo espiritual por excelencia de: recibir y dar. Si tú quieres saber si tienes
una vida sana, sensata, saludable pregúntate: si hay proporción, armonía entre lo que
recibes y lo que das, porque normalmente no lo hay, porque damos muchos y recibimos
pocos o al revés recibimos muchos y damos poco y entonces hay algo que no funciona. Con
la respiración consiente entramos al círculo de la acogida y la donación, y una vida lograda
es justamente eso, “la vida es la capacidad de acogida y donación” esa es una buena
definición de amor: “aquel que sabe recibir y dar”.
Los que nos da autoridad no es no haber tener heridas sino haberlas cerrado, eso te hace
experto, eso te da autoridad haber pasado por los infiernos, la luz solamente brilla su
esplendor en la oscuridad “una luz brillo en la oscuridad”
b) El cuerpo (la postura de las manos): el ritmo respiratorio y cardiaco, para atender
al corazón, las manos unidad o enfrentadas, esto de las manos es importantísimo, no se trata
de estar cómodo para meditar sino vigilantes, atentos, con postura, la postura es la
elegancia del cuerpo, unir las manos como cuando nos consagramos a la virgen pero a la
altura del abdomen dejando entre las manos una forma de corazón es clave porque habla de
unificación, no es algo disperso. El gesto de unión de manos le estamos comunicando al
espíritu la actitud que debemos tener, lo que buscamos es la unidad. Nos permite estar
atentos.
c) Palabra (Jaculatoria): el lenguaje, una palabra de oración un mantra, vínculo entre
silencio y palabra, el silencio es en orden a la escucha. Un mantra es como la propia
palabra lo indica es una palabra indoeuropea lo indica “man= mente, intra= instrumento =
un instrumento para la mente, para limpiar la cabeza. En la cabeza hay muchas palabras,
nosotros utilizamos una para ir barriendo a las demás que se nos viene a la cabeza. Es como
en una habitación si quitamos cosas, empezamos a distinguir, uno de los primeros frutos es
la claridad, ver mejor, distinguir mejor.
Consiste en recitar atenta y amorosamente una palabra, por ejemplo la palabra “Cristo
Jesús”, cristo en la inspiración y Jesús en la expiración. Si tú recitas una palabra amorosa y
atentamente esa palabra te cambia. Por ahí diríamos con mucha duda ¿cómo que una
palabra me puede cambiar? Si dudan hagan este ejercicio repitan todo el día: “soy un
desgraciado” te aseguro que al acabar el día te sentirás “un desgraciado” o lo contrario di:
“soy una persona maravillosa” llegaras al fin del día cuando te vayas acostarte te sentirás
“estupendo”. Nuestro bienestar o malestar emocional depende de nuestro discurso interno.
Si entro a una conferencia diciendo en mi interior esto no va a funcionar te aseguro que no
funcionara porque ya te predispone negativamente.
Muchos personas dicen: “es que no me lo creo que soy una persona maravillosa” yo le
respondo es que no es la fe lo que me da la palabra sino la palabra que me da la fe, es el
mantra, la jaculatoria la que nos conduce a la confianza, porque no se trata de hacerlo bien
sino se trata de hacerlo con el corazón.
¿PARA QUE MEDITAR?
Meditamos para purificarnos, iluminarnos y unificarnos ¿purificarnos de que? Higiene
mental e higiene cordial. Purificarnos del ego, ¿y qué es eso del ego? Es ese afán de
apropiarnos y autoafirmarnos permanentemente. Siempre estamos buscando razón para
apropiarnos de las cosas. Ese foco que permanentemente esta iluminando a nosotros
mismos, en la meditación va girando hasta que ilumina ya no el yo, ya no el ego sino la
realidad. Y por lo tanto lo que se ilumina es la realidad. La persona iluminada ve el
verdadero color de la vida Cuando tienes luz, cuando tienes gracia ya no estas roto sino que
estas unificado, no uniforme sino que tus contrariedades, luces y sombras conviven
armónicamente y no estas separado del otro sino que descubres lo más maravillosos que
puedas descubrir que el otro eres tú, si tu vez a un anciano, enfermo y vez hermosura en su
rostro lo estás viendo bien.

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