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Naturaleza

Vista del lago Bow en el parque nacional Banff de Canadá.

Opal Pool en Yellowstone, Estados Unidos.

Galaxia del Sombrero.

La naturaleza, en su sentido más amplio, es equivalente al mundo natural, mundo


material o universo material. El término hace referencia a los fenómenos del
mundo físico, y también a la vida en general. Por lo general, no incluye los objetos
artificiales ni la intervención humana, a menos que se la califique de manera que haga
referencia a ello, por ejemplo con expresiones como «naturaleza humana» o «la totalidad
de la naturaleza». La naturaleza también se encuentra diferenciada de lo sobrenatural. Se
extiende desde el mundo subatómico al galáctico.
La palabra «naturaleza» procede del latín natura que significa «perteneciente o relativo a
la naturaleza o conforme a la cualidad o propiedad de las cosas», «carácter natural».1
La «naturaleza» es la dinámica y la armonía del conjunto de los seres vivos y la materia
inerte en su extensa diversidad en todas sus variedades y combinaciones a través del
tiempo y el espacio, de las actividades climáticas, sísmicas, volcánicas, geológicas,
geográficas y atmosféricas.
El concepto de naturaleza como un todo —el universo físico— es un concepto más
reciente que adquirió un uso cada vez más amplio con el desarrollo del método
científico moderno en los últimos siglos.23
Dentro de los diversos usos actuales de esta palabra, «naturaleza» puede hacer referencia
al dominio general de diversos tipos de seres vivos, como plantas y animales, y en algunos
casos a los procesos asociados con objetos inanimados —la forma en que existen los
diversos tipos particulares de cosas y sus espontáneos cambios—, así como el tiempo
atmosférico, la geología de la Tierra y la materia y energía que poseen todos estos entes.
A menudo, se considera que significa «entorno natural»: animales salvajes, rocas,
bosques, playas, y en general todas las cosas que no han sido alteradas sustancialmente
por el ser humano, o que persisten a pesar de la intervención humana. Este concepto más
tradicional de las cosas naturales implica una distinción entre lo natural y lo artificial
(entendido esto último como algo hecho por una mente o una conciencia humana).

clasificamos los seres de la naturaleza


¿Para qué?

El ambiente es todo lo que nos rodea. Los componentes del ambiente son: personas, animales,
vegetales, aire, roca, suelo, mares, ríos, lagos y demás objetos de materiales que nos rodean.
Estos componentes los podemos agrupar en bióticos o seres vivos, y abióticos o elementos sin vida.

¿Cómo se clasifican los seres?

Para comprender la naturaleza es necesario clasificar los seres que en ella encontramos; esto facilita
su estudio.

Existen muchas formas de clasificar los seres de la naturaleza.

Aquí clasificaremos los seres en seis reinos: reino Monera, reino de los Protistas, reino de los
Hongos, reino de los Vegetales, reino de los Animales y reino de los Minerales.

Reino de los Protistas

Está formado por organismos que poseen características tanto de animales como de los vegetales. El
paramecio es un ejemplo de ellos.

Reino de los Moneras

Este reino está formado por las bacterias. Algunas causan enfermedades como la tuberculosis. Otras
bacterias son importantes en la medicina y en la alimentación.

Reino de los Hongos

A este reino pertenecen organismos parecidos a las plantas pero incapaces de fabricar alimentos. Se
alimentan de seres vivos en descomposición.

Reino de las Plantas

Este reino está formado por organismos que contienen clorofila. Las plantas fabrican alimentos y
purifican el aire. Las plantas se caracterizan por tener raíces, tallos, hojas y vasos conductores para el
transporte de savias y de aguas.

Reino de los Animales

Este reino lo forman organismos capaces de moverse y de responder a los estímulos.

Reino de los Minerales


A este reino pertenecen todos los seres de la naturaleza que no poseen vida, como las rocas, el aire y
el agua.

IMPORTANCIA DE LA NATURALEZA

Nuestra relación con la naturaleza.- Desde pequeños estamos acostumbrados


a admirar a diario las maravillas de las plantas y flores, nos gusta interactuar
con los animales domésticos y saber cómo cuidarlos, alimentarlos y
protegerlos. En muchos casos, nos encariñamos con ellos como si fueran parte
de nuestra familia. También desde nuestra infancia nos maravillamos con
aquellos animales que son salvajes y que se desplazan elegantemente por
nuestro entorno o en lugares lejanos buscando su alimento. A ellos los
podemos observar en lugares especialmente acondicionados para eso como
los zoológicos o los parques botánicos y es menester de los humanos saber
mantener, conservar y cuidar esos lugares y sus habitantes como corresponde.

La naturaleza también está presente cuando miramos el paisaje y nos


asombramos por su belleza, cuando llueve y miramos las gotas caer en nuestra
ventana. A veces nos asustamos con los truenos y nos dan miedo fenómenos
climáticos muy violentos y peligrosos como los tornados, los maremotos o los
terremotos. Las sensaciones que nos genera la naturaleza son infinitas. Todo
esto nos prueba que nuestra vida está en directa relación con la naturaleza y
aunque a veces creamos que ya no la necesitamos, ella está en todo y
debemos cuidarla.

Los límites del medio ambiente


Frente a quienes claman que la naturaleza es más resistente de lo que se
dice, y que el daño ambiental no es tan serio como comúnmente se
afirma, un grupo de científicos ha advertido sobre los efectos nefastos
que las actividades humanas han tenido, en los últimos 200 años, en los
océanos de la tierra. En efecto, estos gigantescos cuerpos de agua habrían
absorbido más del 30% del dióxido de carbono que la humanidad ha
lanzado a la atmósfera desde la Revolución Industrial. Se trata de una
cantidad nada despreciable que muchas veces no se tiene en cuenta a la
hora de establecer cálculos de cambio climático. Pero de acuerdo con
estos investigadores, el mar estaría perdiendo su capacidad para absorber
CO2.
Los peligros de un mar saturado
Las causas de esta pérdida de capacidad son varias: en primer lugar el
aumento en los niveles del mar se ha ido acelerando las últimas décadas,
poniendo en peligro vastos ecosistemas de corales y pastos marinos que
serían responsables de gran parte de esta absorción. Al aumentar la
profundidad, estos animales y plantas encuentran cada vez más difícil
recibir suficiente luz y debido a la velocidad del proceso ya no son capaces
de colonizar los nuevos terrenos costeros. Normalmente, la luz puede
penetrar profundo en el agua, dando un respiro a estas especies, pero
actividades humanas que contaminan los ríos están volviendo más turbias
las aguas donde habitan estos animales amenazando más su de por sí
precaria supervivencia.
De acuerdo con estos científicos, la posibilidad de que el océano deje de
absorber el CO2 resulta preocupante en un escenario en el que ya nos
encontramos en un acelerado aumento de la temperatura. Si, aún
peor, las reservas oceánicas revirtieran a la atmósfera este aumento sería
aún más rápido y la ya de por sí vulnerable posición de la
humanidad sería aún más precaria.
Las consecuencias de un rápido aumento de la temperatura pasan por
inundaciones, sequías y pérdida de millones de hectáreas de cultivos
alrededor del mundo… con el posterior aumento en el precio de los
alimentos. ¿Crees que el proceso puede revertirse? ¿Y que seremos
capaces de hacerlo a tiempo?

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