Está en la página 1de 3

Bio-hormigón

05/09 12:21

Ernesto Doedderer - Posadas (Misiones)

Compartir:
Señora Directora: Estamos ante un nuevo invento de características espectaculares, que beneficiará a todo tipo de
estructura de hormigón en el ámbito de la ingeniería civil y la arquitectura. Se trata del bio-hormigón (o bio-concreto,
como también se lo denomina), el material que se repara a sí mismo.

Grietas que aparecen en las estructuras de hormigón y que se cierran como si se tratara de un ser vivo sanando
heridas.

Para el científico holandés Hendrik Jonkers este proyecto que suena fantástico ya es una realidad bastante concreta.

El bio-hormigón se ha desarrollado en la Universidad Técnica de Delft, en los Países Bajos, un material que
literalmente está vivo y que puede regenerar el desgaste de las edificaciones. “Las extraordinarias propiedades de
este material se deben a unos seres diminutos: las bacterias”.

Para preparar el bio-hormigón, se mezcla el concreto tradicional con cepas de la bacteria Bacillus pseudofirmus, que
en estado natural pueden habitar incluso en ambientes tan hostiles como cráteres de volcanes activos.
Cuando se forman grietas en las edificaciones construidas con este material, las bacterias que habitan en él quedan
expuestas a los elementos, principalmente el agua.

La humedad que penetra las fisuras “despierta” a los microorganismos que comienzan a alimentarse del “lactato de
calcio” y, como producto final de su digestión, secretan piedra caliza. Este material sella las fisuras en el bio-hormigón
en un período tan breve como tres semanas.

Pese a ello, el bio-hormigón puede ahorrar miles de millones de dólares en el mantenimiento de estructuras tan
variada como edificios, puentes o represas.

Según HealCon, la organización que quiere promover el uso del nuevo material, solo en Europa se gasta al año 6.800
millones de dólares en reparar construcciones debilitadas.

El diario The Guardian publicó que, mientras el metro cúbico de hormigón tradicional puede costar algo menos de 80
dólares, el nuevo material supera los 110 dólares. Esa es la principal brecha que el bio-hormigón deberá cerrar.

“Nuestro hormigón va a revolucionar la forma en que construimos, porque estamos inspirados por la naturaleza”,
señaló Jonkers cuando fue nominado al premio mejor inventor europeo en 2015.

Cabe destacar que lo increíble de las bacterias utilizadas es que forman esporas y pueden sobrevivir por más de 200
años en la estructura. Es así como uno de los seres más diminutos del planeta puede ser parte fundamental de las
construcciones más imponentes que el ser humano pueda diseñar.

No hay límite para el largo de la grieta que dicho material pueda reparar, desde centímetros hasta kilómetros.

En cambio para el ancho sí hay límite: las grietas no deben superar los 8 milímetros de amplitud.

El bio-hormigón fue evaluado en la construcción de canales de irrigación en Ecuador, un país altamente sísmico

También podría gustarte