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ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN ARMADO PARA EDIFICIOS

NOTACIÓN

Símbolo Representa
a Distancia del borde traccionado de la
sección al baricentro de la armadura de
tracción
a´ Distancia del borde comprimido de la
sección al baricentro de la armadura
comprimida
b Ancho estático de viga; menor dimensión
de columna
bo Ancho de nervadura en viga placa
bc Largo de cartela
c Recubrimiento de la armadura
d Espesor de losa, altura total de viga
rectangular; diámetro de columna
zunchada
dn Diámetro del núcleo en columna
zunchada
do Altura total de viga placa
e Excentricidad
h Altura útil de la sección de hormigón;
largo de columna
ho Distancia entre armadura comprimida y
traccionada en la sección de hormigón
l Luz teórica
s Separación de estribos; paso de la
armadura helicoidal en las columnas
zunchadas
u Perímetro de una barra
x Distancia al eje de la fibra comprimida
más alejada
z Brazo elástico
Φ Diámetro de una barra
Areas
Sa Area de la sección de armadura
traccionada de las vigas o de la armadura
total en las columnas
S´a Area de la sección de armadura
comprimida de las vigas
Sh Area de la sección de hormigón
Si Area de la sección homogeneizada
Sy Area de la sección ficticia de zunchado
Cargas
g Carga permanente distribuida
uniformemente
p Carga útil e sobrecarga uniformemente
distribuida
q Carga total uniformemente distribuida g +
p
G Carga concentrada permanente
P Carga concentrada accidental
Q Carga concentrada total
Solicitaciones
C Resultante de los esfuerzos internos de
compresión
T Resultante de los esfuerzos internos de
tracción
R´ Reacción de apoyo
H Componente horizontal de la reacción de
apoyo o de una fuerza
V Componente vertical de la reacción de
apoyo o de una fuerza
Q Esfuerzo de corte
N Esfuerzo axil
M Momento flexor
Ms Momento estático
Mt Momento torsor
Tensiones
σ Tensión normal
σh Tensión de compresión en el hormigón
σ II Resistencia cilíndrica del hormigón a la
compresión
σ He Resistencia cúbica del hormigón a la
compresión
σ ht Tensión de tracción del hormigón
σ hf Módulo de flexión del hormigón
σa Tensión de tracción del acero
σf Tensión del acero en el límite de fluencia
τ Tensión tangencial
τa Tensión de adherencia
τp Tensión de punzonamiento
σt Presión de contacto en fundaciones
Varios
hp Largo de pandeo
I Momento de inercia
Ea Módulo de elasticidad del acero
Eh Módulo de elasticidad del hormigón
n Relación del módulo de elasticidad del
acero y del hormigón
ε Deformación específica longitudinal
λ Esbeltez mecánica
µ Cuantía de armadura de tracción
µ´ Cuantía de armadura de compresión
µx Cuantía del zunchado
ν Coeficiente de seguridad

INDICE GENERAL

Introducción

Capítulo I – Materiales

Hormigón
Cemento Pórtland
Agregados finos
Agregados gruesos
Agua de amasado
Resistencia del hormigón
Trabajabilidad y consistencia del hormigón
Dosificación de hormigones

Acero para hormigón armado

Capítulo II - Tensiones admisibles

Hormigón
Código de Edificación de la Ciudad de Buenos Aires
Reglamento Alemán (Norma DIN 1045)
Normas Norteamericanas

Acero
Código de edificación de la Ciudad de Buenos Aires
Reglamento Alemán (Norma DIN 1045)
Normas Norteamericanas

Capítulo III – Cargas actuantes

Tipos de carga
Cargas permanentes
Cargas accidentales o sobrecargas

Capítulo IV- Losas de entrepiso

Generalidades
Losas armadas en una sola dirección
Cargas y luces para el cálculo
Momentos flexores
Losas de un solo tramo
Losas de varios tramos (continuas)
Distribución de cargas concentradas en losas de hormigón armado
Losas armadas en dos direcciones
Método de Marcus – Löser
Losas continuas

Método 1 del ¨ Building Code Requirements ACI 318.63 ¨


Momentos flexores en la losa

Dimensionamiento
Espesor de la losa
Armadura

Detalles constructivos
Losas llenas o macizas
Losas alivianadas nervuradas

Capítulo V – Vigas

Cargas actuantes
Condiciones de apoyo o continuidad
Luz de cálculo
Momentos flexores

Vigas de un solo tramo


Vigas continuas

Esfuerzo de corte
Dimensiones de las vigas

Sección de hormigón
Armadura
Cartelas

Verificación de la sección al corte


Tensiones tangenciales o de rendimiento
Cálculo de la armadura especial

Detalles constructivos
Dimensionamiento de secciones a la torsión
Cálculo de la armadura de torsión

Capítulo VI – Columnas
Determinación de las cargas
Dimensionamiento

Columnas con estribos simples


Columnas zunchadas
Verificación al pandeo
Columnas aporticadas
Otras formas de dimensionar
Norma DIN 1945
Building Code Requirements ACI 318.63

Detalles constructivos
Armaduras
Hormigonado

Capítulo VII – Bases de fundación

Zapatas aisladas
Zapatas centradas
Zapatas excéntricas

Zapatas combinadas
Zapata combinada rectangular
Zapata combinada trapecial
Zapata con viga cantilever

Plateas de fundación

Capítulo VIII – Elementos para el cálculo de secciones sometidas a flexión


compuesta

Flexo compresión
Sección totalmente comprimida (Clase A)
Sección parcialmente comprimida (Clase B)

Flexo tracción
Sección totalmente traccionada (Clase A)
Sección parcialmente traccionada (Clase B)

Capítulo IX – Cálculo en el período plástico

Criterios de cálculo
Cálculo a la rotura de secciones sometidas a flexión simple

Capítulo X – Procedimientos constructivos

Preparación y montaje de los encofrados


Preparación y colocación de las armaduras
Preparación y colocación del hormigón
Curado del hormigón
Desencofrado
Juntas de dilatación

Capítulo XI – Entrepisos prefabricados

Características generales
Cálculo y dimensionamiento
Disposiciones constructivas
Capítulo XII – Elementos para la confección de presupuestos

Materiales
Encofrados
Mano de obra

Ejemplos de aplicación

Ejemplo Nº 1
Ejemplo Nº 2
Ejemplo Nº 3
Ejemplo Nº 4
Ejemplo Nº 5
Ejemplo Nº 6
Ejemplo Nº 7
Ejemplo Nº 8
Ejemplo Nº 9
Ejemplo Nº 10
Ejemplo Nº 11
Ejemplo Nº 12
Ejemplo Nº 13
Ejemplo Nº 14
Ejemplo Nº 15
Referencias bibliográficas

INTRODUCCION
El hormigón es, por excelencia, el material de la construcción moderna, en mérito a su
facilidad de moldeo aun en las formas arquitectónicas más audaces, por la simplicidad
de su ejecución con elementos que abundan en la naturaleza, por su bajo costo y por
poseer resistencia y durabilidad adaptables a las necesidades funcionales de cada
estructura. La superficie del hormigón, ya sea en su aspecto natural, o bien tratada por
diferentes procedimientos que permiten lograr texturas, coloraciones o incorporar
distintos materiales, significa también una nueva forma de expresión arquitectónica.
El hormigón armado ha revolucionado las concepciones estructurales imponiéndose en
todos los sistemas constructivos, ya sea como hormigón moldeado ¨ in situ ¨,
construcciones con elementos prefabricados con hormigón, o elementos premoldeados.
Y a los 100 años de su invención, surge el hormigón pretensado que amplía y
posibilita aún más la aplicación de este material.
En las últimas décadas, la labor de los investigadores y la gran experiencia práctica
acumulada, han permitido profundizar en forma extraordinaria el conocimiento y
posibilitar nuevas aplicaciones de dicho material. Muchos de esos resultados e
innovaciones se encuentran, no obstante, dispersos en diversas publicaciones y obras
técnicas especializadas, circunstancia que dificulta su conocimiento y aplicación.
Para facilitar la labor del proyecto se ha preparado este folleto, donde el profesional
podrá encontrar un resumen de los métodos usuales y elementos de cálculo necesarios
para el proyecto de una estructura para edificios, donde la cubierta hasta las bases de
fundación y otras similares.
Con el mismo espíritu, de síntesis se han incluido capítulos destinados al conocimiento
de los materiales componentes del hormigón armado, con el fin de obtener el máximo
rendimiento de los mismos en esta hora de exigencias constructivo – económicas.
Se ha dado importancia, dentro de los límites propios de esta publicación, a la
divulgación de los procedimientos más racionales para una correcta dosificación y
ejecución del hormigón, incorporando a los capítulos que tratan las diferentes partes de
la estructura una serie de recomendaciones y disposiciones constructivas cuyo
cumplimiento permitirá obtener los mejores resultados.
Los procedimientos de cálculo han sido encarados con criterio simplificativo,
procurando comparar las disposiciones reglamentarias de nuestro país con las
correspondientes a otras naciones. Esto permitirá al proyectista la apreciación
económica de distintas soluciones.
Además de las estructuras moldeadas ¨ in situ ¨, se incluyen en este folleto el estudio
de entrepisos prefabricados, cuyo empleo tiende a difundirse cada vez más, dadas sus
notorias ventajas.
Se ha incluido finalmente, un capítulo referente al cálculo a la rotura, tema
universalmente aceptado e incorporado a numerosos reglamentos modernos de
construcción.

Capítulo I
MATERIALES

1.1 Hormigón
El hormigón está constituido por materiales inertes (agregados finos y gruesos) que se
mantienen unidos entre sí mediante una pasta endurecida de cemento y agua.
Los agregados constituyen la parte pasiva de la mezcla, mientras que la pasta de
cemento y agua es el elemento activo o ligante que, al endurecerse, confiere al
conjunto una consistencia pétrea.
Esta propiedad ligante y endurecedora la desarrolla el cemento al entrar en contacto
con el agua. Se producen entonces en el seno de la masa, reacciones químicas
exotérmicas complejas que transforman la pasta en un sólido que adhiere y envuelve a
las partículas de los agregados, manteniéndolas unidas y comunicando al conjunto, en
mayor o menor grado, las propiedades características del hormigón: resistencia y
durabilidad. Estas características del hormigón no son independientes entre sí, sino que
están estrecha y mutuamente ligadas, dependiendo fundamentalmente de la relación
agua – cemento, de la calidad de los materiales utilizados, de sus proporciones
relativas y de la forma cómo se ha efectuado su preparación, colocación y operaciones
subsiguientes.

1.1.1 Cemento Pórtland

En las estructuras corrientes de hormigón armado, se utilizan fundamentalmente dos


tipos de cementos:

a) cemento Pórtland normal


b) cemento de alta resistencia inicial

Ambos tipos de cemento son de fraguado normal, diferenciándose en que el segundo,


como su nombre lo indica, adquiere elevadas resistencias a edad temprana. Con el
transcurso del tiempo, las resistencias de uno y otro tienden a igualarse, siendo la
resistencia final prácticamente la misma.
El cemento Pórtland a utilizar en las estructuras de hormigón armado debe ser de
marca aprobada por Obras Sanitarias de la Nación y hallarse en buen estado de
conservación. Generalmente se expende en bolsas de 50 kg.
Cuando el almacenamiento es relativamente prolongado, suele ocurrir que en bolsas
ubicadas en la parte inferior de las estibas, por efecto de la gran compresión, el
cemento aparece endurecido y como si hubiera sufrido un principio de fraguado.

1.1.2 Agregados finos

Los agregados finos los constituyen las arenas, que pueden ser naturales o artificiales.
Las arenas naturales, de origen silíceo, se encuentran en los lechos de los ríos o costas
marítimas o en yacimientos terrestres, denominándose e, tal caso arena de cantera. La
arena artificial proviene de la trituración de rocas, generalmente de origen granítico,
razón pro la cual se la denomina arena granítica o de trituración.
Las arenas naturales poseen granos más bien redondeados, mientras que las artificiales
presentan granos con aristas agudas. Las primeras conducen a hormigones más
fácilmente trabajables que las segundas.
De acuerdo con su granulometría, las arenas se clasifican en finas, medianas y gruesas,
utilizándose para su clasificación el ´ módulo de fineza ´, que es un número obtenido
sumando los porcentajes de arena retenidos por una serie preestablecida de tamices y
dividiendo dicha suma por 100.
Las arenas se consideran finas cuando su módulo de fineza es inferior a 2,6, si el
mismo se encuentra comprendido entre 2,6 y 2,9; se las califica como medianas y si
excede de este último valor, como arenas gruesas.
Para estructuras, el módulo de fineza más apropiado es 3,75 (que corresponde al tipo
conocido comercialmente como ¨ arena oriental gruesa ¨), pero es posible obtener
hormigones de buena calidad con arenas de cualquier módulo de fineza, siempre que
se utilice una dosificación correcta.
Las arenas deben ser limpias, libres de impurezas orgánicas y partículas de arcilla o
limo, como así también de inclusiones salinas. En algunos casos es posible mejorar su
calidad mediante el lavado.

1.1.3 Agregados gruesos

Los agregados gruesos pueden ser de origen natural /canto rodado) o artificial (piedra
partida), provenientes estos últimos de la trituración de rocas, generalmente graníticas.
El agregado grueso debe ser sano, no friable, libre de limo o impurezas orgánicas y sus
partículas no deben ser aplanadas, sino más bien, afectar formas poliédricas.
El tamaño máximo del agregado grueso queda limitado por el espesor de los distintos
elementos que constituyen una estructura. En general, se deberá superar 1/3 de la
menor dimensión, y si la armadura es muy densa, se limitará su tamaño a ¼ de dicha
dimensión.

1.1.4 Agua de amasado

El agua de amasado debe ser limpia y exenta de ácidos, álcalis o sustancias orgánicas
en descomposición. En principio, toda agua potable es apta para el amasado del
hormigón.
Cuando existen dudas acerca de la conveniencia de utilizar un tipo de agua
determinada, conviene preparar probetas de mortero con el agua cuestionada y con
agua de aptitud reconocida y comparar las correspondientes resistencias a la
compresión. Si la resistencia del hormigón preparado con el agua de dudosa calidad no
es inferior al 90 % de la resistencia de la probeta testigo, el agua puede utilizarse sin
mayor inconveniente.

1.1.5 Resistencia del hormigón

La resistencia a la compresión del hormigón, que define su calidad, depende de varios


factores:
a) edad;
b) relación agua – cemento;
c) dosificación;
d) forma de curado;
e) calidad de sus componentes;
f) temperatura a la cual se ha producido el fraguado.

La resistencia a la tracción y el módulo de rotura (tracción por flexión), también son


función de los factores mencionados, pero sus valores son mucho menores. La primera
alcanza valores del orden de 1/10 a 1/8 de la resistencia a la compresión, mientras que
el módulo de rotura es de 1,4 a 2,2 veces el valor de la resistencia a la tracción pura.
El aumento de resistencia con la edad se efectúa rápidamente al principio, crecimiento
que se hace menor a partir de los 28 días.
Prácticamente puede decirse que al cabo de un año el hormigón ha alcanzado su
resistencia final. A efectos de establecer la calidad de un hormigón, los reglamentos
exigen que se determinen su resistencia a los 28 días. Los ensayos se efectúan en dos
tipos de probetas: cúbicas y cilíndricas. Las probetas cúbicas tienen 20 cm de arista y
las cilíndricas 15 cm de diámetro y 30 cm de altura.
Los valores obtenidos con ambos tipos de probetas difieren entre sí, siendo mayor la
resistencia denominada cúbica σHc que la cilíndrica σH. La relación entre ambas
resistencias es aproximadamente:

σ H = 0,85 σ Hc

El Código de Edificación de la ciudad de Buenos Aires, establece que la resistencia de


los hormigones para estructuras se mida en probetas cúbicas y que su valor medio a los
28 días debe ser:

σ Hc = 160 kg /cm2

La relación agua – cemento en peso es uno de los factores que influyen en la


resistencia de los hormigones. En el gráfico de la Figura 1 puede apreciarse cómo varía
esta última en función de la relación agua – cemento, para distintas edades.
Para estructuras corrientes de hormigón armado, protegidas de la acción de la
intemperie, la relación agua – cemento recomendable varía entre 0,65 – 0,70. Si las
mismas están expuestas a la acción de la intemperie, en condiciones moderadas, la
relación agua – cemento deberá estar comprendida entre 0,55 y 0,65 y para
condiciones extremas, entre 0,50 y 0,55. Para obtener hormigones impermeables se
aconseja emplear relaciones agua -. cemento inferiores a 0,53.
La dosificación influye en el sentido que, si utilizan proporciones de cemento y
agregados que no corresponden a las características granulométricas de estos últimos,
se obtienen hormigones poco compactos y porosos, de baja calidad.
El curado tiene una gran importancia, por cuanto durante el período inicial de
endurecimiento (primeros 7 días), es imprescindible que el hormigón posea la
humedad necesaria para que el proceso de endurecimiento se realice en condiciones
óptimas. Por ello conviene mantener al hormigón, durante el período mencionado, al
abrigo de la acción directa de los rayos solares y en lo posible constantemente húmedo.
La influencia de la calidad de los componentes es evidente por sí misma y no necesita
mayores comentarios.
La temperatura a que tiene lugar el proceso de fraguado e inicial de endurecimiento
tiene su importancia. A medida que la misma disminuye el fraguado se hace más lento,
siendo el límite inferior de + 4 ºC, temperatura para la cual prácticamente el fraguado
se detiene.
Aumentando la temperatura, el fraguado y endurecimiento inicial se aceleran, lo que
permite obtener resistencias más elevadas a edad temprana, pero siempre que el
aumento de temperatura no signifique una pérdida de humedad por cuanto ello tendría
efectos contraproducentes.

1.1.6 Trabajabilidad y consistencia del hormigón

Se entiende por trabajabilidad la mayor o menos facilidad de colocación y terminación


del hormigón en una determinada estructura. Para cada tipo o característica de obra
existe una trabajabilidad adecuada, que depende del tamaño y forma de los elementos
que constituyen, disposición y cantidad de la armadura y de los métodos de colocación
y compactación que se emplean.
El término consistencia define el estado de fluidez de un hormigón fresco y comprende
toda la escala posible desde las mezclas más fluida a las más secas.
Se denominó consistencia plástica del hormigón aquella que hace este último pueda
ser fácilmente moldeado en una masa compacta y densa, pero que le permite cambiar
lentamente de forma si se retira el molde. Las mezclas muy secas o muy fluidas no
responden a ese concepto, pues las primeras no pueden ser compactadas
adecuadamente con los medios ordinarios mientras las segundas segregan al
manipularse; esto es, pierden su homogeneidad, por asentamiento de los agregados
gruesos.
Una forma de apreciar la consistencia la constituye el ensayo del asentamiento
mediante el cono de Abrams. Dicho ensayo no proporciona una medida absoluta de la
trabajabilidad, pero para hormigones con agregados y condiciones de obras similares,
permite apreciar el contenido de agua.
Sobre la base de su consistencia, medida por el asentamiento del cono pueden
clasificarse los hormigones de acuerdo con la Tabla 1:

Tabla 1

consistencia Asentamiento Observaciones


(cm)
seca 0a1 Para usar con fuerte
compactación o vibrado
Semi –seca 1a5 Puede moldearse
satisfactoriamente por
compactación o vibrado
media 5 a 10 Hormigón plástico,
fácilmente moldeable
aunque requiere alguna
compactación para
colocarlo en las estructuras
húmeda 10 a 13 Hormigón fácilmente
colocable
fluida 15 a 20 Hormigón que puede ser
verificado en el lugar

Es aconsejable, tanto desde el punto de vista de la calidad del hormigón como de su


economía, proyectar las mezclas con el menor asentamiento compatible con su
apropiada colocación. De esta manera se podrá alcanzar la mínima relación agua –
cemento para un mismo contenido de cemento.
En la Tabla II se dan los valores límites del asentamiento, recomendados para diversos
tipos de estructuras y los respectivos tamaños máximos de agregado grueso que
conviene emplear.
Se considera tamaño máximo del agregado grueso a la abertura libre de las mallas
cuadradas de laboratorio, a través de las cuales pueda pasar el 95 % en peso, de dicho
material.

Tabla II

Consistencia y tamaño máximo del agregado grueso aconsejable para distintos


tipos de estructuras

Tipo de estructura Consistencia Tamaño máximo


medida por el del agregado
asentamiento del grueso (mm)
cono
Máxima (cm) Mínima (cm)
Muros armados de 13,0 5,0 38
fundación y
cimientos
Fundaciones, 10,0 3,0 51
cajones y muros de
hormigón simple
Losas, vigas y 15,0 7,5 25
muros armados
Columnas de 15,0 7,5 25
edificios
Pavimentos 7,5 5,0 51
Estructuras de gran 7,5 2,5 76 - 152
espesor

Cuando la comparación del hormigón se efectúa por vibrado de alta frecuencia,


conviene reducir a una tercera parte los valores límites del asentamiento indicados en
la Tabla II.
1.1.7 Dosificación de hormigones

Las proporciones de la mezcla deben responder, por una parte, a la calidad del
hormigón que se requiere en cada caso (resistencia a los distintos esfuerzos y a la
acción de agentes agresivos) y por otra parte, a las condiciones de colocación en obra,
que exigen una cierta trabajabilidad de la misma.
La dosificación es correcta cuando la dosificación permite satisfacer ambos requisitos
con la máxima economía de material.
Existen diversos métodos para la dosificación de hormigones, cuya descripción y
forma de aplicación ocupan a los alcances de esta publicación.
El punto de partida para una dosificación racional consiste en fijar la relación agua –
cemento, de acuerdo con el criterio ya expuesto, de manera que el hormigón obtenido
responda a las condiciones de durabilidad y resistencia requeridas por la estructura. El
segundo paso consiste en determinar las proporciones de agregados, cemento y agua
que aseguren el grado de trabajabilidad necesario.
Esto depende de las características de los agregados disponibles, especialmente del
módulo de fineza de la arena y del tipo y tamaño de agregado grueso que, como se ha
dicho, viene impuesto por la clase de estructura a moldear.
Como base de orientación, para los casos más corrientes de la práctica, puede servir de
guía la Tabla III, donde se indican las cantidades de materiales, medidas en peso,
necesarias para la preparación de 1 m3 de hormigón, con distintas relaciones agua –
cemento, arena fina de tipo corriente y diversos tamaños máximos de agregados
gruesos (piedra partida y canto rodado). Ambos agregados se exponen al estado ¨
saturado y superficie seca ¨; por consiguiente, la cantidad de humedad superficial que
pudieran contener en el momento de su utilización, deberá deducirse de la del agua de
amasado indicada en la tabla.
Dichas dosificaciones corresponden a hormigones de una consistencia cuyo
asentamiento medio, medido en el cono, es de 12,5 cm y que corresponde a la
consistencia más indicada para estructuras de edificios corrientes. Para mayor
ilustración, en la misma tabla se consignan las proporciones también en peso, pero
referidas a una bolsa de cemento de 50 kg.
El gráfico de la Figura 2 construido de acuerdo con los datos de la Tabla III permite
igualmente determinar las cantidades de materiales que se requieren para preparar 1 m3
de hormigón, en función de las diversas variables ya mencionadas. En dicho gráfico,
como indica su encabezamiento, las curvas de trazo lleno corresponden a hormigones
elaborados con piedra partida y los respectivos tamaños máximos de agregado grueso
se indican en la escala inferior. La escala superior y las curvas de trazo interrumpido
corresponden a hormigones preparados con canto rodado.
Las dosificaciones indicadas deben ser ajustadas en cada caso, de acuerdo con las
características particulares de los materiales utilizados, a fin de obtener una
trabajabilidad adecuada de la mezcla. Esta operación puede efectuarse prácticamente
por medio de pastones de ensayo, antes de iniciar el hormigonado en obra.
Las proporciones de los componentes del hormigón convienen siempre establecerlas
en peso y medirlas en obra en igual forma.
La determinación en volumen tiene el inconveniente de las grandes diferencias que se
obtienen en la práctica para las proporciones, tanto del cemento como de los
agregados.
En efecto, el peso del cemento, medido en volumen suelto, puede variar desde 1300 a
1500 kg/m3 o más, según sea el grado de aplastamiento o asentamiento que
experimenta (en nuestro país es costumbre sin ser norma, adoptar para dicho material
un peso unitario de 1400 kg/m3.
De ahí que, cualquiera sea el método que se emplee para la medición en obra de los
otros materiales, el cemento deberá medirse siempre en peso, lo cual es factible por el
hecho de expedirse en envases de 50 kg netos.
En lo que se refiere a la arena, la dificultad de expresar su proporción en volumen es
mucho mayor, ya que su peso unitario no sólo depende del grado de compactación,
sino que también varía considerablemente con el contenido de humedad, debido al
efecto de esponjamiento que esta última produce.
El peso unitario de la arena seca oscila generalmente entre 1600 y 1800 kg/m3 y el de
la misma húmeda puede variar entre 1100 y los valores anteriores. Con el agregado
grueso ocurre algo similar, aunque la variación es menor.
Los datos expuestos ponen de relieve el grado de incertidumbre que introduce la
medición de los materiales en volumen, cuando se trata de dosificar hormigones y
predecir sus propiedades resultantes.
En consecuencia, cuando por falta de facilidades adecuadas en obra sea preciso medir
los agregados en volumen, se aconseja determinar previamente sus respectivos pesos
unitarios, medidos sueltos y en las condiciones de humedad en que serán utilizados.
Esto puede efectuarse fácilmente pesando medidas de volumen conocido (por ejemplo,
cajones de 25 litros) donde los materiales deberán depositarse en forma que
reproduzca, lo más exactamente posible, las condiciones de llenado en obra.
Determinado así el peso por metro cúbico de cada material, las proporciones de la
mezcla a medir en volumen se deducen de las proporciones en peso previamente
establecidas, mediante la relación:
Proporción en peso
Proporción en volumen = -------------------------
Peso por metro cúbico
1.2 Acero para hormigón armado

Ya se ha señalado que el hormigón posee una resistencia a la tracción y, en


consecuencia, un módulo de rotura por flexión relativamente reducido, en
comparación con su resistencia a la compresión. Como la mayoría de las estructuras
que se construyen con hormigón se encuentran solicitadas por flexión, para compensar
dicho déficit de resistencia se disponen, en las partes de las secciones sometidas a
tensiones de tracción, barras de acero cuya misión es absorber dichos esfuerzos.
Las barras que se utilizan comúnmente son de sección circular, aunque en algunos
países se empelan también barras cuadradas.
En ciertos casos, a fin de aumentar la adherencia con el hormigón, se utilizan también
barras ¨ conformadas ¨ de diversos tipos, que se caracterizan por poseer su superficie
nervurada (Figura 3).
Por su calida, los aceros empleados en estructuras de hormigón armado pueden
clasificarse como sigue:
a) Acero común, que tiene un límite de fluencia comprendido entre 2400 y 2800
kg/m3 (el mayor valor corresponde a los diámetros más finos) y una resistencia
a la rotura por tracción del orden de 4000 kg/cm2.
b) Aceros especiales de alta resistencia, esta última obtenida mediante ciertos
tratamientos y/o elementos de aleación, generalmente aletados.

Los aceros tratados en frío pertenecen al grupo b) y su endurecimiento se obtiene por


torsionado. Estos aceros presentan generalmente la característica de poseer dos
nervaduras diametrales longitudinales, las que al torsionarse la barra se transforman en
hélices cuyo objeto es aumentar la adherencia con el hormigón.
Algunos tipos presentan, además, salientes adicionales, lo que mejora aún más las
condiciones de adherencia.
En lo que respecta a la calidad de los aceros de alto límite de fluencia, nos referiremos
a lo que al respecto establece el Código de la Edificación de la Ciudad de Buenos
Aires, por corresponder ello a los aceros en uso en el país.
El Código de Edificación distingue tres clases de aceros de alto índice de fluencia:
aquéllos cuyo límite aparente de fluencia queda comprendido entre 4000 y 4600
kg/cm2 con una resistencia a la rotura mayor de 4400 kg/cm2, los que presentan un
límite aparente de fluencia mayor que 4600 y menor que 5760 kg/cm2,, a los que
corresponde un límite de rotura superior a 5 000 kg/cm2 y finalmente los que tienen límite
aparente de fluencia mayor que 5760 kg/cm2 y de rotura superior a 6350 kg/cm2.
Finalmente, mencionaremos las mallas de acero soldadas constituidas por dos series de varillas
ortogonales, soldadas entre sí en los puntos de contacto de las varillas. El acero de las mismas
debe tener un límite aparente de fluencia no menor que 5760 kg/cm2 y una resistencia a la
rotura de por lo menos 5250 kg/cm2.

Capítulo II

TENSIONES ADMISIBLES

2.1 Hormigón

Los distintos reglamentos para estructuras de hormigón armado, establecen las


tensiones admisibles para el cálculo de los elementos que constituyen una estructura.
Reproducimos a continuación las tensiones especificadas por el Código de edificación
de la Ciudad de Buenos Aires y algunas referencias a normas en uso en otros países.

2.1.1 Código de la Edificación de la Ciudad de Buenos Aires


En el mismo se establece que el hormigón a utilizar en estructuras de hormigón
armado en las que se empleen armaduras de acero común de construcción, deberá
tener como mínimo las siguientes resistencias promedio a 29 días, determinadas en
cubos de 20 cm de arista.

- Con cemento Pórtland normal: 160 kg/cm2.


- Con cemento de alta resistencia inicial: 200 kg/cm2.

Cuando el hormigón se destina a ser empleado en estructuras en las que se utilizan


armaduras de acero de alto límite de fluencia, su resistencia necesariamente debe ser
mayor. El Código de la Edificación contempla esta necesidad y establece para este
caso resistencias del hormigón mayores que las fijadas para cuando se emplea acero de
alto límite de fluencia que se considere.
Si el acero empleado es del primer tipo, es decir con un límite de fluencia aparente
comprendido entre 4600 y 5760 kg/cm2, la resistencia del hormigón es función de la
cuantía de armadura y sus valores, determinados como promedio en probetas
cilíndricas de 15 x 30 cm deberán ser como mínimo los que figuran en el cuadro
siguiente:

Cuantía Resistencia cilíndrica


promedio a 28 d(kg/cm2)
Vigas y losas Hasta 1,2 % 170
Vigas y losas Hasta 1,7% 210
Vigas y losas Hasta 2,2% 250
Columnas Hasta 1,2% 170
Columnas Hasta 1,5% 210

Cuando se empelan armaduras de acero cuyo límite aparente de fluencia sea de 5760
kg/cm2 o más, o cuando se utilizan mallas de acero soldadas como armaduras establece
que la resistencia cúbica mínima a 28 días deberá ser igual o superior a 180 kg/cm2,
valor que se reduce a 160 kg/cm2 si la resistencia se determina en probetas cilíndricas
de 15 x 30 cm. Estos valores corresponden a lo que se denomina resistencia
característica y para las condiciones normales de obra corresponden a resistencias
promedio del orden de 230 kg/cm2 para probetas cilíndricas de 15 x 30 cm y 265
kg/cm2 para probetas cúbicas, de 20 cm de arista.
Las tensiones admisibles que fija el Código de la Edificación son las siguientes:

a) Columnas

Tipo de cemento empelado σ k (kg/cm2)


Columnas rectangulares o Columnas en forma de L,T
zunchadas ó+
Normal 45 40
Alta resistencia inicial 60 55

Estos valores podrán ser aumentados según el siguiente criterio:


1) En columnas circulares, octogonales, hexagonales y cuadradas, las tensiones se
podrán aumentar en 1 kg/cm2 por cada centímetro que exceda de 25 cm de
diámetro, doble apotema o lado.
2) En columnas rectangulares, de sección en L, T o + se reducirá la superficie de
la misma a un cuadrado equivalente adoptándose el aumento de tensión que le
corresponde a este último.
3) Las tensiones admisibles así determinadas, en ningún caso podrán ser mayores
que 80 kg/cm2 para hormigones con cemento Pórtland normal y de 100 kg/cm2
para cuando se utilice cemento de alta resistencia inicial.

Cuando la armadura de las columnas está constituida por barras de acero de alto límite
de fluencia, la tensión admisible será 0,285 de la resistencia cilíndrica a los 28 días,
pero en ningún caso superará los valores siguientes:

σ k = 65 kg/cm2 b ≤ 40 cm

σ k= 75 kg/cm2 b > 40 cm
siendo b el lado menor de la columna.

b) Elementos que trabajan a flexión

Las tensiones admisibles para el cálculo de estructuras que trabajan a la flexión simple
o compuesta son las indicadas en el cuadro siguiente:

Tipo de cemento σ b (kg/cm2)


empleado
I II III
Normal 40 45 55
Alta resistencia 60 65 70
inicial

Estos valores deben aplicarse de acuerdo al siguiente criterio:


I) En losas de menos de 8 cm de espesor, pero no en las zonas de compresión
de losas nervuradas.
II) En todos aquellos casos no cinluidos en 1) y 3).
III) En nervaduras de vigas – placa y en la zona de momentos negativos de
losas nervuradas.
En pórticos, arcos y columnas cuando forman parte de estructuras aporticadas, si
las mismas se calculan rigurosamente en base a la teoría de la elasticidad y
teniendo en cuenta la posición más desfavorable de las cargas.
En estructuras especiales deberán considerarse además los esfuerzos adicionales
producidos por variaciones de temperatura, contracción de fraguado, etc.
También pueden utilizarse en secciones rectangulares llenas de 0,20 m de altura
mínima (vigas rectangulares y losas de gran espesor).
Cuando se emplee armadura de acero de alto límite de fluencia, la tensión
admisible del hormigón se tomará igual a 1/3 de su resistencia cilíndrica a la
compresión a los 28 días, con los siguientes valores máximos:
Para estructuras cuyo lado menor sea ≤ 40 cm; σ b = 80 kg/cm2
Para estructuras cuyo lado sea > 40 cm; σ b= 100 kg/cm2

En vigas – placa, donde la cuantía de armadura sea mayor que 0,8%, se podrán
aumentar estas tensiones en un 15 %. Cuando la estructura se encuentre a la
intemperie sin protección, los valores de dichas tensiones se reducirán en un 10% y
en un 20 % si existe peligro de ataque de gases agresivos o ácidos. Para losas de un
espesor d = 8 cm, las tensiones se disminuirán también en 20 %.

c) Tensiones de resbalamiento y adherencia.


Cuando la tensión de resbalamiento sea mayor que 4 kg/cm2 en losas nervuradas,
vigas rectangulares, vigas – placas y pórticos, o de 6 kg/cm2 en losas comunes, se
deberá disponer una armadura especial para absorber la totalidad de los esfuerzos.
Además, en ningún caso, el valor de la tensión de resbalamiento deberá ser
superior a 14 kg/cm2.
Si se emplea acero de alto límite de fluencia, los valores máximos a aplicar, con el
mismo criterio que antecede, serán respectivamente: 5,5 kg/cm2, 8 kg/cm2 y 18
kg/cm2.
Cualquiera sea el tipo de acero empelado, la tensión admisible a la adherencia será
de 5 kg/cm2.
2.1.2 Reglamento Alemán (Norma DIN 1045)

En este reglamento, las tensiones admisibles varían de acuerdo a la calidad del


hormigón empleado, distinguiendo 4 tipos de hormigón:

B 120, con resistencia cúbica = 120 kg/cm2

B 160, con resistencia cúbica = 160 kg/cm2

B 225, con resistencia cúbica = 225 kg/cm2

B 300, con resistencia cúbica = 300 kg/cm2

Estos valores corresponden al promedio de las resistencias de los cubos ensayados.

Las tensiones admisibles varían entre 40 y 120 kg/cm2 según sea la calidad del
material empleado y el tipo de estructura.
En cuanto a las tensiones de resbalamiento, el valor máximo admisible es de
14 kg/cm2 para B 120, llegando a 20 kg/cm2 para B 200.
En casos especiales y para ciertos tipos de estructuras, siempre que la resistencia
del hormigón sea superior a 350 kg/cm2, se permite aumentar la tensión admisible a

σ He - 300
σ h1 = σ h + ----------------
6

donde σ h representa la tensión admisible correspondiente a un hormigón de 300


kg/cm2 de resistencia.

2.1.2 Normas Norteamericanas


En el ¨ Building Code Requirements for Reinforced Concrete ¨ ACI 318 – 63 se
establecen las siguientes tensiones admisibles, llamando σH a la resistencia
cilíndrica a los 28 días.

A la flexión: σ hf = 0,45 σ H

al resbalamiento τ = 1,325 √ σ H

A la adherencia
1,61 √ σ H
Barras lisas: τ d = -------------- ≤ 11,2 kg/cm2
Φ
3,23 √ σ H
Barras conformadas: T g = ------------------ ≤ 35,2 kg/cm2
Φ

A la compresión
Columnas simples: σ h= 0,21 σ H
Columnas zunchadas: σ h = 0,25 σ H

Estas normas establecen además, que para el cálculo a la flexión la relación de


módulos de elasticidad:
Eb
n = ----------
Eh
Variará con la resistencia cilíndrica del hormigón y de acuerdo a la fórmula
siguiente:

132
n = --------
√σH
valor que debe redondearse al entero más próximo.
Así, por ejemplo, para un hormigón de 280 kg /cm2 de resistencia cilíndrica,
corresponde calcular con valor de n = 8.

2.2 Acero
2.2.1 Código de la Edificación de la Ciudad de Buenos Aires

El Código establece las siguientes tensiones admisibles:


a) Acero dulce común (St 37): σ q = 1200 kg/ cm2

b) Acero superior de construcción (St 52): σ q = 1500 kg / cm2


) Acero de alto límite de fluencia: la tensión admisible depende del límite de
fluencia. Para el primer tipo de acero con σ f = 4000 kg /cm2, las tensiones
admisibles varían en función del tipo de estructura y de la cuantía de armadura de
acuerdo con la tabla siguiente:

Casos de aplicación σq
Vigas y losas Vigas – placa Sa = µ < 0,8 %
µ < 0,8% µ < 0,8% Bh
En todos los casos 1800 1500 1800
menos para puentes
Cuando exista 2000 1800 2000
seguridad que los
elementos no están
sometidos a
esfuerzos
dinámicos

Para aceros con σf = 4600 kg /cm2, el Código de la edificación fija una tensión
admisible de 2400 kg / cm2, valor que se eleva a 3000 kg / cm2 para los aceros cuyo
límite de fluencia aparente es de 5760 kg / cm2 o más y para las mallas de acero
soldadas.
Si la estructura se encuentra a la intemperie, sin protección, las tensiones se
disminuirán en un 10 %, y en un 20 % si existe el peligro de ataque por agentes
corrosivos o gases. Para losas de un espesor de 8 cm, también se reducirán las
tensiones en un 10 %.
El Código de la Edificación establece también que para elementos comprimidos
(columnas), la tensión admisible del acero de alto límite de fluencia se reduce a
1600 kg / cm2.

2.2.2 Reglamento Alemán (Norma DIN 1048)

Este reglamento distingue cuatro tipos de aceros, variando las tensiones admisibles
para cada uno de ellos en función de la calidad del hormigón.
Para el acero tipo I, que corresponde al acero común, la tensión admisible es de σe =
1200 kg/cm2 para hormigón de calidad B 120, elevándose a σe = 1400 kg/cm2, para las
calidades B 120 a B 300.
En los aceros tipos I, II,III y IV, las tensiones varían entre 1800 kg/cm2 y 2400 kg/cm2
según sea la calidad del hormigón empleado, la forma como esté solicitada la parte de
estructura de que se trata y el destino de la misma.

2.2.3 Normas Norteamericanas

En el ¨ Building Code Requirements for Reinforced Concrete ¨ ACI 318 – 63 se


especifican las siguientes tensiones admisibles:
Para acero común de construcción……………………………… 1250 kg/cm2
En losas armadas en una dirección para la armadura principal
De hasta 10 mm de diámetro y hasta 3,60 m de luz se admite
hasta el 50 % de la tensión de fluencia correspondiente al acero
utilizado, pero no más de ……………………………………….. 2100 kg/cm2
Para barras conformadas con un límite de fluencia de 4200 kg/cm2
o más………………………………………………………………1680 kg/cm2
Para otros tipos de armadura………………………………………. 1400 kg/cm2
Para la armadura vertical de columnas zunchadas, 40 % del mínimo
Límite de fluencia, pero no más de ………………………………….. 2100 kg/cm2

Capítulo III

CARGAS ACTUANTES

3.1 Tipo de carga

Para proceder al cálculo y dimensionamiento de los distintos elementos que


constituyen una estructura, es necesario ante todo conocer las cargas que le solicitan.
Existen fundamentalmente dos tipos de cargas: concentradas y distribuidas. Se
entiende por carga concentrada a la que actúa sobre una superficie muy reducida, tal
como ser: la carga que transmite una columna apeada sobre una viga, la reacción de
una vigueta sobre una viga principal, la carga de la rueda de un vehículo, etc.
Cargas distribuidas son las que, como su nombre lo indica, actúan repartidas sobre una
superficie o a lo largo de una línea.
En el primer caso se encuentran: el peso propio de una losa, la presión del agua sobre
el fondo de un depósito, la acción del viento sobre un trecho o sobre un muro, etc; al
segundo caso corresponden, por ejemplo: el peso propio de un tabique, etc. Dentro de
ambos tipos cabe distinguir entre cargas permanentes y cargas accidentales o
sobrecargas.

3.2 Cargas permanentes

Se denomina cargas permanentes aquellas acciones que persisten durante toda la vida
de la estructura, y comprenden el peso propio de la misma y el de todas aquellas partes
de la construcción rígida y permanentemente ligadas a ella (peso de revestimientos,
contrapisos, etc).
Las cargas permanentes, cuando son concentradas se representan con la letra G y se
miden en kg ó t. Si son distribuidas, se las simbolizan con la letra g y se las mide en
t/m2 ó kg/m2 en caso de ser distribuidas sobre una superficie, o bien en t/m ó kg/m si
son lineales
En la Tabla IV figuran los valores medios de los pesos unitarios de distintos materiales
de construcción, necesarios para la determinación de las cargas permanentes.

Tabla IV
Pesos unitarios de materiales de construcción

a) Cuerpos a granel: kg/m3


1 – Tierra seca……………………………1330
2 – Tierra húmeda………………………..1330
3 – Gravilla seca…………………………..1700
4 – Gravilla húmeda……………………….2000
5 –Arena seca………………………………1600
6 – Arena húmeda………………………….1800
7 – Escorias y cenizas de coque…………....750
8 – Piedra partida (granza granítica)…….1300
9 – Canto rodado…………………………..1700

b) Piedras naturales

10 – Granito – Siena – Pórfido…………….2800


11 – Piedra caliza compacta……………….2500
12 – Piedra caliza porosa…………………..2000

c) Mamposterías
13 – Ladrillos comunes, mortero de cal…..1600
14 – Ladrillos comunes, mortero de cemento. 1800
15 – Ladrillos huecos, mortero de cal……… 1300
16 - Ladrillos huecos, mortero de cemento…1500
17 – Ladrillos de máquina O.S.N, mortero de
cal……………………………………….. 2000
18 – Ladrillos de máquina O.S.N, mortero de
cemento ………………………………….2200
19 – Ladrillos prensados, mortero de cal……1900
20 – Ladrillos prensados, mortero de
Cemento…………………………………. 2100
21 – Tabiques de escoria, carbonilla, etc,
empastados con cemento………………..1300
22 – Ladrillos refractarios……………………2700
23 – Mármol…………………………………..2500
24 – Piedra caliza……………………………… 2300
25 – Granito……………………………………..2600
26 – Piedra artificial…………………………….2100

d) Morteros:
27 – Cemento y arena…………………………..2100
28 – Cemento, cal y arena………………………1900
29 – Cal y arena………………………………….1700
30 – Cal, arena y polvo de ladrillos……………..1600
31 – Yeso fundido………………………………..1000

e) Hormigones
32 – De cemento, arena, canto rodado, piedra
partida o granza granítica:
Sin armar…………………………………… 2200
Armado……………………………………….2400
33 – De cemento, arena y cascotes……………… 1800
34 – De cal, arena, polvo de ladrillos y cascotes… 1600

f) Maderas
35 – Pino de Flandes……………………………..700
36 – Pino americano………………………………800
37 – Pino – tea (resinoso)…………………………900
38 – Pino spruce…………………………………..550
39 – Pino blanco…………………………………..500
40 – Abeto blanco o rojo………………………….600
41 – Roble vivo…………………………………….950
42 – Roble avellano………………………………..650
43 – Roble rojo o negro…………………………..700
44 – Roble blanco..……………………………….750
45 – Alamo…………………………………………500
46 - Ciprés…………………………………………480
47 – Fresno…………………………………………650
48 – Nogal blanco………………………………….450
49 – Nogal negro…………………………………..650
50 – Ceibo………………………………………….510
51 – Raulí…………………………………………..580
52 – Curupay colorado y negro………………….1100
53 – Curupay blanco…………………………….. 950
54 – Incienso amarillo……………………………..980
55 – Incienso colorado……………………………..990
56 – Incienso amarillo o verde…………………….980
57 – Lapacho negro o moro………………………..1150
58 – Ñandubay………………………………………960
59 – Quebracho blanco…………………………….920
60 – Quebracho colorado………………………….1300
61 – Urunday……………………………………….1220
62 – Viraró………………………………………….970
63 – Virapitá……………………………………….. 995

f) Metales
64 – Hierro laminado………………………………..7850
65 – Acero…………………………………………….7860
66 – Plomo…………………………………………….11420
67 – Cobre laminado………………………………….8900
68 – Bronce laminado…………………………………8500
69 – Zinc laminado…………………………………….1700
70 – Estaño laminado …………………………………7400
71 – Latón fundido……………………………………..8400
72 – Latón laminado……………………………………8650

g) Otros materiales
73 – Cenizas…………………………………………..900
74 – Basura…………………………………………... 660
75 – Pizarra……………………………………………2700
76 – Vidrio……………………………………………..2500
77 – Yeso……………………………………………….970
78 – Cal viva…………………………………………..1150

h) Pavimentos
79 – Baldosas y mosaicos: mortero de cemento y
mármol reconstituido por cada centímetro de
espesor………………………………………………. 22
80 – Baldosas cerámicas, id. id. ………………………..20
81 – Asfalto fundido, id.id. ……………………………..14

i) Cielorrasos
82 – De yeso incluso enlistonado………………………20
83 – De mortero de cemento, cal y arena con metal
Desplegado………………………………………………57
84 – De yeso …………………………………………….5

j) Cubiertas
85 – Tejas planas simples, con armadura de sostén…….75
86 – Tejas planas dobles , id id……………………………95
87 – Tejas Marsella, id.id.,…………………………………65
88 – Tejas españolas, id.id.,………………………………..105
89 – Tejado de teja flamenca con baño de mortero, id.id.. 80
90 – Tejado de teja flamenca de gran tamaño,id.id………85
91 – Tejado de teja árabe a la bohemia, id.id…………….115
92 – Tejado inglés de pizarra sobre enlistonado, id.id……45
93 – Tejado inglés, sobre tablas de 2,5 cm,id.id………….55
94 – Tejado alemán de pizarra con tejas de
20 cm x 15 cm, id.id,…………………………………..60
95 – Tejado alemán, sobre tablas de 2,5 cm y
cartón cuero, tejas de 35 cm x 25 cm, id.id…………. 65
96 – Zinc en chapa de 0,7 mm de espesor,id.id……………40
97 – Cobre en chapa de 0,6 mm de espesor,id.id…………..40

98 – Vidrios sin armar de 4 mm de espesor………………12


Por cada mm de espesor de vidrio un aumento de ………..3
99 – Vidrios armados de 5 mm de espesor…………………30
Por cada mm de espesor de vidrio un aumento de…………5
100 – Tejas de vidrio con armadura de sostén……………65
101 – Cubierta de chapa de hierro ondulada………………10
102 – Chapa ondulada de fibrocemento de 8 mm de
espesor…………………………………………………..20
103 – Chapa ondulada de fibrocemento de 6 mm
de espesor……………………………………………….15

3.3 Cargas accidentales o sobrecargas


Se entiende por cargas accidentales o sobrecargas, aquellas que actúan en forma
transitoria, es decir, que pueden existir en determinados momentos y en otros no. Tales
por ejemplo, la acción del viento, el peso de las personas, útiles, muebles, mercaderías,
etc. Cuando las sobrecargas son concentradas se las indica con la letra P, y si actúan en
forma distribuida se emplea la letra p. Se utilizan las mismas unidades que para las
cargas permanentes.
Si bien algunos tipos de sobrecargas no son distribuidas uniformemente, como por
ejemplo el peso de las personas y muebles en una habitación, para facilidad de cálculo
se las asimila a cargas uniformemente repartidas de efectos equivalentes.
En la Tabla V adjunta, se reproducen los valores de las sobrecargas especificadas por
el Código de la Edificación de la Ciudad de Buenos Aires, para el cálculo de las
estructuras portantes de locales con distintos destinos.

Tabla V
Valores de la sobrecarga de acuerdo con el destino de los locales

a) Locales kg/cm2
Habitaciones……………………………………………………….150
Comedores, salas de recepción en viviendas y oficinas…………..200
(Se aumentará esta sobrecarga en un 10 % y hasta un máximo
Del 50 %, por cada 5 m2 o fracción que pase de los 25 m2 de
Superficie)
Comedores públicos, salones de baile y reopción, y e3n general,
Donde se pueden llevar a cabo reuniones………………………..500
Baños y cocinas…………………………………………………….200
Salas de enfermos en hospitales y sanatorios…………………….200
Aulas………………………………………………………………...350
Bibliotecas, archivos………………………………………………..400
Locales públicos……………………………………………………400
Salas de espectáculos………………………………………………500
Salas o locales para deportes……………………………………..600
Pasillos de acceso en general, escaleras, balcones: en edificios
para viviendas……………………………………………………….300
En edificios públicos, comerciales e industriales…………………500
Mercados……………………………………………………………400
Garajes, depósitos comunes y grandes tiendas y almacenes……500
Locales a los cuales no se asigna destino………………………….600
Barandilla de balcones y escaleras, esfuerzo horizontal
dirigida al exterior y aplicado sobre el pasamano: en edificios
de vivienda………………………………………………………….40
En edificios públicos, comerciales e industriales………………..100

c) Azoteas

Azotea inaccesible………………………………………………….100
Azotea accesible…………………………………………………….150
Azotea donde pueda congregarse gente para fines de recreo
u observación……………………………………………………….500

Cuando no se proceda al análisis completo de las cargas deben utilizarse para el


cálculo los siguientes valores mínimos:

400 kg/cm2 en entrepisos con acceso y solado de madera.


450 kg/cm2 en entrepisos con acceso pero con solado de baldosas.
520 kg/cm2 en azoteas con o sin acceso.

La enumeración que antecede no incluye posibles cargas concentradas, debidas al peso


de maquinarias ni la acción dinámica de las mismas. Cuando existan cargas de esta
última naturaleza, deberán incluirse en el cálculo, aumentando su peso en un 25 %
para precaverse contra los efectos dinámicos del choque y vibraciones.

Capítulo IV
LOSAS DE ENTREPISO

4.1 Generalidades
Los entrepisos de hormigón más comúnmente usados, están constituidos por losas y
vigas, formando un todo monolítico. Las cargas que actúan sobre las primeras se
transmiten a las segundas y estas últimas las transfieren a las columnas, ya sea
directamente o por intermedio de otras vigas denominadas principales. A su vez , las
columnas transmiten al terreno de fundación, mediante sus respectivas bases, el total
de las cargas actuantes.
Las losas de entrepiso pueden ser llenas o o alivianadas, según que todo su espesor
esté ocupado por hormigón o que se intercalen en el mismo, elementos huecos
prefabricados, obteniéndose así estructuras más livianas y aislantes. En ambos casos,
el moldeo de la losa se efectúa en obra conjuntamente con las vigas que le sirven de
apoyo.
También pueden construirse losas de entrepiso con elementos resistentes
premoldeados, lo que permite la construcción y, al mismo tiempo, eliminar o reducir a
un mínimo el empleo de encofrados con la consiguiente reducción de costos. Las
particularidades constructivas y forma de calcular esta clase de entrepisos pueden
verse en el capítulo XI; en el presente capítulo, sólo nos referiremos a las losas de
entrepiso moldeadas en obra.
Desde el punto de vista de su funcionamiento estructural, estas últimas pueden ser de
dos tipos:
a) Losas armadas en una sola dirección.
b) Losas armadas en dos direcciones, o con armaduras cruzadas.
En las primeras se considera que las cargas se transmiten únicamente en una sola
dirección, que es la correspondiente a su armadura. En las segundas, la transmisión de
las cargas se efectúa en dos direcciones perpendiculares entre sí, y los esfuerzos
correspondientes se absorben mediante armaduras cruzadas, dispuestas paralelamente
a esas dos direcciones.
Para el cálculo de las losas, es necesario establecer ante todo, las cargas que actúan y
las luces de cálculo. Con estos elementos, y en base a las condiciones de apoyo, se
determinan los momentos flexores que se utilizan para el dimensionamiento de la losa.

4.2 Losas armadas en una sola dirección

Se consideran y calculan como tales las que sólo están soportadas en uno de sus bordes
(losas en voladizo) o en dos bordes opuestos y las que estando sustentadas en todo su
perímetro o en tres bordes, tienen una relación de largo a ancho mayor que 2.
La transmisión de las cargas y esfuerzos se efectúa según la dirección de la luz menor
(ancho) que es la que debe tomarse como base para el cálculo de los momentos.

4.2.1 Cargas y luces para el cálculo

Para el proyecto de estas losas basta considerar una faja de ancho b = 1 m que se
calcula como si estuviera aislada y sometida a la totalidad de las cargas (carga
permanente g y sobrecarga accidental p), ya que las mismas se transmiten únicamente
en la dirección de la faja. Las cargas para el cálculo se determinan multiplicando el
ancho (b = 1 m de la faja considerada por los valores g (kg/m3) y p (kg/m3), que se
fijarán en cada caso según se ha expuesto en el capítulo III. Se tienen así, para dicha
faja, las siguientes cargas uniformes:

carga permanente: g (kg/m)


sobrecarga accidental: p (kg/m)
carga total: q= g + p (kg/m)

La luz que debe adoptarse en el cálculo será la siguiente (fig. 4):


a) Para losas de un solo tramo: la luz libre más el espesor de de la losa en el
centro.
b) Para losas continuas: la distancia entre centros de apoyos.

4.2.2 Momentos flexores


Las losas armadas en una sola dirección, se dimensionan en base a los valores
máximos (positivos y negativos), de los momentos flexores, referidos a la faja de 1 m
de ancho antes mencionada.
Dichos momentos son función de las cargas actuantes y de las luces de cálculo,
variando con las condiciones de apoyo o de continuidad. A este último respecto, cabe
considerar los siguientes casos:
4.2.2.1 Losas de un solo tramo
Se dicen simplemente apoyadas cuando sus extremos pueden girar libremente por
efecto de las cargas. Tal, por ejemplo, el caso de una losa apoyada sobre dos muros de
mampostería.
Por el contrario, una losa se considera empotrada, cuando sus extremos están
impedidos de toda rotación, debido a su continuidad con vigas u otros elementos de
gran rigidez.
En los casos más comunes, esa restricción sólo se cumple parcialmente y se tiene una
situación intermedia entre las dos anteriores. Se dice entonces que la losa se halla
parcialmente empotrada.
La Fig. 5 representa esquemáticamente, los tres casos considerados y los diagramas de
momentos flexores correspondientes.

Fig. 5 – Condiciones de apoyo de losas de un tramo

En el caso a) existen momentos flexores positivos, cuyo valor máximo ocurre en el


centro del tramo. En los casos b) y c) además de los momentos positivos, deberá
considerarse los momentos negativos, cuyo valor máximo corresponde al borde
empotrado.

Unos y otros responden a la expresión genérica:


ql3
M = -------
M
donde m es un coeficiente que depende de las condiciones de sustentación expuestas y
que se suele denomina ¨ coeficiente de empotramiento ¨. Sus valores se indican en la
Tabla VI.

Tabla VI
Coeficiente de empotramiento m para losas de un solo tramo

Tipo de losa Tramo Apoyos


Simplemente apoyada +8 ∞
Parcialmente empotrada + 10 - 18
(*)
Perfectamente empotrada + 14 (**) - 12
En voladizo ∞ -2

4.2.2.2 – Losas de varios tramos (continuas)

En general las losas de varios tramos deben proyectarse teniendo en cuenta la


continuidad, la cual permite obtener la máxima economía de materiales y estabilidad
de las estructuras.
Cuando por simplicidad de cálculo u otras razones se prescinda de la continuidad,
deberán interrumpirse los hierros de armadura sobre los apoyos, en forma tal que
ninguno de ellos pase de una losa a otra.
En las losas continuas, los momentos máximos, tanto en los tramos como en los
apoyos, no se producen en general cuando la totalidad de la carga actúa
simultáneamente en todos los tramos.
Los estados de carga más desfavorables – en base a los cuales debe dimensionarse la
losa – corresponden a determinadas posiciones de la sobrecarga accidental, según se
explica seguidamente.
1) Para el momento máximo negativo en cada apoyo se supondrán totalmente
cargados los dos tramos adyacentes y en forma alternada los restantes.
2) Para el momento máximo positivo en cada tramo: se supondrá totalmente
cargado dicho tramo y en forma alternada los restantes.
3) Para el momento mínimo 8positivo o negativo) en cada tramo. Se supondrá
descargado dicho tramo y en forma alternada los restantes.

La Tabla VII ilustra esquemáticamente el criterio que antecede.


Cuando las luces de todos los tramos son iguales o difieren entre sí en menos del 20 %
y el valor de la sobrecarga accidental es menor que tres veces el de la carga
permanente, los momentos flexores calcularse con suficiente aproximación,
prescindiendo del análisis que antecede, mediante la fórmula:
q l2
M = -------
M
y adoptando para el coeficiente m los valores de la Tabla VIII.

Tabla VII
Estados de cargas más desfavorables
Tabla VIII
Coeficiente m de empotramiento para losas y vigas continuas

Si los tramos tienen luces muy dispares o el valor de la sobrecarga accidental excede
del límite anteriormente indicado, el cálculo de los momentos flexores deberá
efectuarse siguiendo algunos de los procedimientos exactos expuestos en las
publicaciones técnicas que tratan sobre el tema.
Algunos casos particulares pueden resolverse mediante fórmulas sencillas que se
indican a continuación:
a) Losa de 2 tramos de espesor uniforme, con luces y cargas desiguales (Fig. 6)
Fig 6 – Momentos flexores en losas de 2 tramos

Momento máximo negativo en el apoyo central:

q1 l13 + q2 l23
Mb = - ----------------------
8 (l1 + l2)

Momentos máximos positivos en los tramos: (*)

1 q1 l1 MB
M1 = -------- (----------- + ------------)
2 q1 2 l1
1 q2 l2 MB
M2 = ------- (---------- + -------------)
2 q2 2 l2

Figura 7 – Momentos flexores en losas de 3 tramos


(*) En estas fórmulas, lo mismo que en las correspondientes a la viga de 3 tramos, los
momentos MB deben introducirse con el signo que les corresponde.

b) Losa de tres tramos, de espesor uniforme con luces y cargas desiguales (Fig. 7)
c) Las fórmulas siguientes dan los valores parciales de los momentos en los
apoyos, cuando cada una de las cargas actúa aisladamente. Los momentos
totales, debidos a la acción simultánea de q1, q2 y q3, se obtienen sumando los
valores parciales así determinados.

Carga q1, sobre el tramo l solamente:

q1 l13 (l2 + l3) l13 l2


MB 1 = - ---------------------- MC 1 = q1 ----------
2K 4K

Carga q2 sobre el tramo 2 solamente:

q2 l23 (l2 + l3) q2 l23 (l2 + 2 l1)


MB2 = - -------------------- MC2 = - -------------------------------
4K 4K

Carga q3 sobre el tramo 3 solamente:


l2 l33 q3 l33 (ll1 + l2)
MB3 = q3 ----------- Mc3 = -----------------------
4K 2K

En las formulas anteriores K es un valor auxiliar que responde a la expresión:

K = 4 (l1+ l2) (l2+ l3) – l22

Los momentos totales en los apoyos son:

MB = MB1 + MB2 + MB3

MC = MC1 + MC2 + MC3

Conocidos estos valores, los de los momentos máximos en los tramos pueden
obtenerse gráficamente, como indica la Fig. 7.
Las fórmulas que anteceden permiten considerar los estados de carga más
desfavorables, asignando a la carga de cada tramo el valor g o el valor (g+ p), según
corresponda.
Los momentos calculados sobre la base de los coeficientes de la Tabla VIII y de las
fórmulas precedentes son los que corresponden, de acuerdo con la teoría de la
elasticidad, a la viga continua ideal soportada por apoyos indeformables y de rotación
libre (apoyos ¨ de cuchilla ¨, condiciones que sólo se cumplen parcialmente en las
estructuras reales.
Por tal motivo y teniendo además en cuenta el fenómeno de la ¨ adaptación plástica ¨, a
que se hace referencia en el Capítulo IX; algunos reglamentos modernos permiten
modificar, dentro de ciertos límites, los valores teóricos obtenidos mediante el cálculo
elástico.
Así, las normas inglesas en vigencia (British Standard Code of Practice CP 114 –
1957), establecen que los momentos máximos teóricos pueden ser modificados hasta
en un 15 %, siempre que la disminución supuesta en un apoyo vaya acompañada de un
aumento de igual valor numérico en los momentos máximos positivos de los dos
tramos adyacentes. Inversamente, si se disminuye el momento máximo positivo en un
tramo, deberá aumentarse de igual valor los momentos máximos negativos en los dos
apoyos contiguos.
En el caso de un tramo extremo, cuyo apoyo exterior puede suponerse articulado, la
modificación supuesta en el momento máximo del tramo será igual a la mitad del
ajuste introducido en el apoyo interior.
Las previsiones que anteceden equivalen prácticamente a admitir en el diagrama de
momentos teóricos, una modificación del eje de referencia, como se indica con trazo
interrumpido en la Fig. 8.

Fig. 8 Ajuste del diagrama de momentos teóricos en losas y vigas continuas

Este ajuste de los momentos flexores teóricos es un recurso muy útil para el
proyectista, pues permite uniformar las dimensiones de las secciones críticas en las
losas y vigas continuas, haciendo innecesario el empleo de empates o de armaduras de
compresión en correspondencia de los apoyos.

4.2.2.3 Distribución de cargas concentradas en losas de hormigón armado


Cuando actúa una carga concentrada (ruedas, pies de máquinas, etc) sobre una losa de
hormigón armado, los efectos de flexión y corte originados por la carga, se extienden a
un área mayor que su superficie de contacto.
A continuación, se indica el criterio establecido en la norma DIN 1045, que no difiere
fundamentalmente del adoptado por el Código de Edificación de la ciudad de Buenos
Aires.
a) Las losas de luz I, se calculan a la flexión como vigas rectangulares de ancho activo
(ver fig. 9):

b = b´ = t1 + 2 s

o bien
2 t1 + 2 s
b = b ´´ = -------- (1 + ----------------
3 2
Entre ambos anchos b ´ y b ´´ puede elegirse el mayor.

Fig. 9

b) la zona de ancho b debe llevar una armadura de repartición igual a cSA donde

t1 + 2 s
c = 0,4 (1 - ------------)
b

SA = armadura principal necesaria para la carga concéntrica.


Como armadura de repartición mínima se deberá adoptar 4 barras de acero común liso
de 6 mm de diámetro por metro lineal de losa.
c) Se admite que en la dirección de la armadura principal la carga se reparte en
una extensión igual a
t1 + 2 s

d) En el cálculo de las tensiones de resbalamiento de las losas, puede adoptarse un


ancho

b = b ´= t1 + 2 s

o bien
1 t1 + 2 s
b = b `` = ---------- (1 + --------------)
3 2

De los valores b´ y b´´ puede elegirse el mayor.


e) Si la carga está próxima a los apoyos, el ancho se calcula con

b = t1 + 5 d

4.3 Losas armadas en dos direcciones


Cuando la relación de largo a ancho es inferior a dos, las losas rectangulares deben
proyectarse – y resulta económico hacerlo así – como armaduras en dos direcciones.
De no hacerlo así, podrían aparecer fisuras pues la losa trabajaría lo mismo en dos
direcciones.
El análisis de esta clase de estructuras de acuerdo a la teoría de la elasticidad, conduce
por lo general a desarrollos matemáticos complejos y laboriosos, y que, por otra parte,
solo responden parcialmente a las condiciones reales de trabajo de las mismas.
Para salvar esas dificultades se han desarrollado procedimientos de cálculo que,
aunque basados en hipótesis simplificativas, permiten abordar con razonable
aproximación y en forma expedita los casos que se plantean más frecuentemente en la
práctica.
A esa categoría pertenece el método aproximado de Mucus Löser que, por ser el de
aplicación hasta hoy más corriente y el adoptado por nuestro Código de Edificación,
expondremos en primer término.
Más recientemente las teorías de la adaptación plástica y del cálculo a la rotura del
hormigón armado, (ver Capítulo IX) han conducido a una revisión de los valores
teóricos obtenidos mediante el cálculo elástico, valores que al prescindir de las
propiedades plásticas del material, implican generalmente la adopción de coeficientes
de seguridad mayores de los necesarios y, por ende, secciones antieconómicas.
Estas circunstancias han sido ya contempladas por los reglamentos más recientes,
cuyas normas para el proyecto de losas cruzadas admiten el criterio de cálculo a la
rotura o bien una reducción sustancial de los momentos obtenidos mediante la teoría
de la elasticidad.
Entre estas últimas normas se destaca por su sencillez de aplicación y por su
concordancia con los conceptos que anteceden, el Método I del ¨ Building Code
Requirements for Reinforced Concrete ACI 318 – 63 ¨ que también se expone más
adelante.

4.3.1 Método de Marcus – Löser

A los efectos del cálculo se considera descompuesta la losa en dos sistemas de fajas
cruzadas paralelas a sus bordes (¨ emparrillado¨), cada una de las cuales soporta y
transmite en su propia dirección una parte de la carga actuante q, que se supone
uniformemente distribuida. Distinguiremos a ambas direcciones con los subíndices, x,
y (Fig. 10).
El cálculo difiere según se trate de losas de un solo tramo o de varios tramos (losas
continuas).

4.3.1.1 Losas de un solo tramo


En el centro del tramo, las cargas parciales transmitidas por las dos fajas que se cruzan
en ese punto, están dadas por las expresiones:

qx = x q

qy = (1 – x) q

y losa momentos flexores correspondientes (máximos positivos del tramo) son:

Mx = α q lx2

My = β q ly2

En dichas fórmulas, el factor de repartición de cargas: x y los coeficientes de


momentos: α, β dependen de la relación de luces:
ly
λ = ----- y de las condiciones de apoyo de la losa. Sus valores respectivos se consignan
lx
en la Tabla IX, para valores de λ comprendidos entre 0,5 y 2 y para las seis formas de
sustentación que se indican en el encabezamiento de la tabla.
Cuando existen bordes empotrados (casos b,c,d,e y f), los momentos negativos
correspondientes se calculan en función de la carga parcial: qx o qy transmitida al
borde en cuestión, por medio de las fórmulas siguientes:

qx lx2
Caso b: Mx¨= - ------
8
qx lx2
Caso c: Mx¨= - -------
12
qx lx2 qy ly2
Caso d: MX ´ = - --------- My¨= - -------
8 8
qx lx2 qy ly2
Caso e: Mx´= - ------ My¨= - ------
12 8
qx lx2 qy ly2
Caso f: Mx¨= - ------ My¨= - -------
12 12

Para el dimensionamiento de la losa se supone que los valores máximos de los


momentos, determinados en la forma que antecede, se mantienen constantes en sendas
fajas centrales cuyos respectivos anchos se indican en la Fig. 10.
En las zonas laterales, de ancho igual a ¼ de la luz menor, se admite una reducción de
los respectivos momentos, de acuerdo con los diagramas de repartición transversal
representados en la Fig. 10 que para mayor sencillez, pueden sustituirse por las que se
indica en la misma figura con trazos interrumpidos.

4.3.1.2 Losas continuas

Cuando la losa consta de varios paños continuos – en una o en ambas direcciones – los
momentos flexores deben determinarse teniendo en cuenta la continuidad y
considerando para cada sección los estados de carga más desfavorables.
El criterio para la determinación de dichos estados de carga es similar al expuesto para
las losas armadas en una sola dirección ($.2.2.2). Vale decir, por ejemplo, que para
obtener el momento máximo positivo en un paño tal como el 6 de la Fig. 11, se
supondrá totalmente cargado dicho paño (carga g + p), descargados los paños
contiguos que lindan con sus bordes (carga: solamente p) y los restantes cargados
alternativamente en una y otra forma, como los cuadros blancos y negros de un
damero. Para un apoyo, tal como el a, el estado más desfavorable es el que indica la
misma figura, en (b).
El cálculo de los momentos flexores máximos, para una clase de estados de carga,
puede reducirse al de los casos simples de la Tabla IX, mediante el siguiente artificio
(Löser):
a) Se supone primeramente que todos los paños están sometidos a una carga
ficticia de valor: q ´= g + p/2 y se admite que en ese estado parcial de carga, no
se produce rotación de los apoyos interiores. De esta forma, cada paño se
comporta como una losa empotrada en uno o varios bordes, según sea su
posición relativa (paño esquinero, marginal, interior, etc) y sus momentos
pueden determinarse directamente en base a la Tabla IX.
b) Luego se consideran los paños cargados alternativamente, como en el esquema
de la Fig. 11 (a), con cargas ficticias q ¨¨ = ± p/2 que se supondrán dirigidas
hacia abajo en los paños rayados y hacia arriba en los restantes. En este nuevo
estado parcial de carga, puede admitirse que cada losa flexiona como si
estuviera simplemente apoyada (caso a de la Tabla IX).

Componiendo los valores parciales obtenidos en ambas hipótesis de carga, se tiene los
momentos máximos en el centro de cada paño; su expresión genérica es:

M x = (αi q¨+ α n q¨¨) lz2

My = (βi q¨+ βn q¨¨) ly2

donde el subíndice i se refiere a las condiciones particulares de apoyo en que se


encuentra cada paño cuando actúa la carga general q¨, pudiendo corresponder, según
se ha dicho, a cualquiera de los casos: b,c,d,e o f, contenidos en la Tabla IX. Los
coeficientes αn y βn corresponden exclusivamente al caso a.
Para los momentos máximos (negativos) en los apoyos no es necesario considerar dos
estados parciales de carga; puede suponerse directamente que la carga total q actúa
sobre todos los paños y que no produce rotación de los apoyos interiores, de modo que
cada paño se comporta como una losa empotrada en uno o varios bordes, cuyos
momentos de empotramiento pueden calcularse en base a las fórmulas del apartado
4.3.1.1.
En cada apoyo deben promediarse los momentos correspondientes a los dos paños
contiguos, lo que aproximadamente se obtiene mediante la expresión genérica:

qm lm2
M¨= -- ---------
M

donde b es el ancho de la viga de apoyo.


En todo lo que antecede se ha supuesto que las losas están rígidamente vinculadas a las
vigas o ancladas en los muros que las soportan. Si esto no es así, las esquinas de la losa
tienden a levantarse engendrando momentos de torsión, al mismo tiempo que un
aumento de los momentos flexores en el centro del paño. Para contrarrestar esos
esfuerzos, en el caso mencionado, deberá reforzarse los ángulos de la losa con una
armadura especial, como se detalla más adelante en el apartado 4.5.1.
La colocación de la armadura adicional en las esquinas libres puede ser evitada,
considerando en tal caso mayores valores para los momentos flexores en el centro del
paño. En la Tabla IX están indicados los coeficientes correspondientes a losas sin
armadura de torsión en las esquinas libres.

4.3.2 Método 1 del ¨ Building Code Requirements ACI 318 – 63 ¨(*)


Este método permite reducir el cálculo de las losas rectangulares con armaduras
cruzadas al caso simple de las losas flexadas en una sola dirección.
(*) Véase ¨Slabs supported on tour sides ¨, por R.L. Bertin, J. di Stasio y M.P. Van
Buren, en Proceedings of the American Concrete Institute, Vol. 41, 1945, pág. 537.

Las fórmulas desarrolladas tienen en cuenta, además, la acción conjunta de losas y


vigas, admitiendo para el cálculo de los momentos respectivos, que la carga total de
cada paño transmitida en una dirección, se reparte íntegramente entre la losa y las
vigas paralelas adyacentes.

4.3.2.1 Momentos flexores en la losa

Los momentos flexores en las dos fajas centrales cruzadas, paralelas a los bordes de la
losa, se calculan como si estuvieran sometidas a sendas cargas uniformes ficticias
( ¨ cargas uniformes equivalentes ¨), cuyos valores están dados en función de la carga
unitaria total q, por las expresiones:

qx = C x q

qy = C y q

En dichas expresiones, Cx y Cy son coeficientes que dependen de las condiciones de


apoyo o de continuidad de cada paño de losa y de sus rigideces relativas en las dos
direcciones consideradas: su determinación responde al siguiente criterio:
Si para cada una de dichas direcciones se traza el diagrama de momentos flexores de la
estructura continua ideal que le corresponde (Fig. 12) supuesto cargado únicamente el
tramo en cuestión AB, los puntos M y N de momentos nulo determinan las líneas de
inflexión del paño de losa deformado.
kz l z ´
La relación: k = --------
ky ly´

entre las distancias que separan a las líneas de inflexión opuestas (¨ grado de
rectangularidad ¨ ), constituye una medida práctica de las rigideces relativas del paño
considerado en ambas direcciones y se toma como base para la determinación de los
coeficientes de cargas Cx y Cy.
En la Tabla X se dan los valores de dichos coeficientes que corresponden a distintos
grados de rectangularidad λ comprendidos entre 0,50 y 2,00.
Los factores kz y ky que definen la posición de las líneas de inflexión, varían dentro de
límites relativamente estrechos. Cuando las luces, en cada una de las direcciones
consideradas, no difieren de las de los paños contiguos en más de un 50 % (*), kx y ky
tienen valores prácticamente fijos, que sólo dependen de las condiciones de
continuidad del paño en cuestión. Dichos valores son los que se indican en la Fig. 13
para cada uno de los seis casos que pueden presentarse en la práctica. En el caso (1)
que corresponde

(*) Porcentaje a calcular con respecto a la menor de las dos luces.

a la losa simplemente apoyada, aislada, las líneas de inflexión coinciden con los bordes
y λ es igual a la relación de luces.
Si las diferencias entre las luces del tramo considerado y las de los tramos adyacentes
exceden de los límites indicados más arriba, las líneas de inflexión correspondientes a
cada una de las direcciones deben determinarse mediante el análisis elástico de las
respectivas estructuras continuas, para el estado de carga simple representado en la
Fig. 12.

El mismo procedimiento debe aplicarse si los paños son de espesores diferentes o, en


términos generales, cuando sus rigideces definidas en cada dirección por la relación d3
/l
(d = espesor), difieren sensiblemente.
Determinados los coeficientes Cx y Cy los momentos flexores en cada dirección se
calculan como si se tratara de una estructura continua flexada en una dirección y
sometida a la carga uniforme equivalente respectiva.. La expresión genérica de los
momentos flexores en las secciones críticas es:

Cx q lx´2
Mx = -------
mx

Cy q ly`2
My = ---------------
my

donde lx´ y lx´ son las luces libres (distancias entre bordes o caras opuestas de las vigas
de sostén). Los coeficientes mx y my tienen el mismo significado y deben determinarse
en la misma forma que para las losas armadas en una sola dirección (ver 4.2.2.2).
En particular pueden aplicarse los valores de la Tabla VIII, siempre que la
irregularidad de luces y la relación de sobrecarga accidental a carga permanente, no
exceda de los límites que se indican en dicho apartado.
Para el cálculo de los momentos máximos negativos en los apoyos, si los tramos
adyacentes son desiguales, deberán promediarse los valores de los coeficientes Cx (o
Cy) y los de las luces lx´(o ly´) que corresponden a uno y otro tramo.
Cuando la disparidad de luces o la relación de sobrecarga útil a carga permanente
sobrepasan los límites aludidos precedentemente, los momentos flexores pueden
calcularse por cualquiera de los métodos conocidos para el análisis elástico de
estructuras continuas planas, suponiendo cargados los sucesivos tramos en cada
dirección con las cargas uniformes equivalentes (permanente y accidental),
previamente determinadas en base a los coeficientes Cx y Cy. La posición de la
sobrecarga accidental deberá variarse de modo que se tengan los valores máximos de
los momentos en las secciones críticas, como ya se ha visto en el apartado 4.2.2.2.
En lo que se refiere a espesores mínimos y distribución de armaduras en esta clase de
losas, el ¨ Building Code Requirements ¨ contiene algunas limitaciones y
recomendaciones que se consignan más adelante, al tratar del dimensionamiento
(apartado 4.4.1) y de los detalles constructivos (apartado 4.5.1).

4.3.2.2 Momentos flexores y esfuerzos de corte en las vigas

Los momentos flexores y los esfuerzos de corte que gobiernan al dimensionamiento de


las vigas se calculan también en base a cargas uniformes equivalentes, cuyos valores
se obtienen multiplicando la carga total correspondiente a cada paño adyacente de losa
( paño ¨ tributario ¨ ) por factores que dependen del grado de rectangularidad λ de cada
losa.
Para una viga tal como AB (Fig. 14) el ancho tributario de losa queda determinado por
las líneas medias de los dos paños adyacentes, como se indica con trazo rayado en la
figura.

En el caso más general en que las losas adyacentes tienen distintos anchos (ly1¨, ly2¨ ) y
por lo tanto, diferentes grados de rectangularidad, las cargas equivalentes, por metro
lineal de viga, se calculan como sigue.

a) Momentos flexores

De acuerdo con principio ya aludido de que, en cada dirección, la carga total se reparte
íntegramente entre la losa y las vigas adyacentes, las cargas unitarias a considerar para
el cálculo de los momentos flexores en las vigas son: (1 – Cx) q, en la dirección x y (1
– Cy) q, en la dirección y, siendo Cx y Cy los respectivos coeficientes de carga de la
losa.
En cada viga, la carga uniforme equivalente por metro lineal se obtiene multiplicando
las cargas unitarias que corresponden a los dos paños adyacentes, por los anchos
tributarios respectivos. Así, para la viga AB de la Fig. 14, dicha carga está dada por:

[ ( 1 – CX1) a1 + (1 – Cx2) a 2] q (kg/m)

donde Cx1 y Cx2 son los coeficientes de carga de cada paño adyacente, en la dirección
x de la viga ( si esta última tuviera la dirección y, los coeficientes a adoptar serían los
Cy).
Al valor dado por la expresión que antecede, debe adicionarse el peso propio de la
viga: g(kg/m) y cualquier otra carga uniforme que actúe sobre la misma. Las cargas
concentradas, si las hubiere, se tendrán en cuenta por separado.
Determinadas las cargas uniformes equivalentes en los sucesivos tramos de viga, los
momentos flexores en las secciones críticas – centro de tramo y apoyos – se calculan
por cualquiera de los métodos y fórmulas desarrolladas para la resolución de vigas
continuas, o bien, aplicando directamente los coeficientes m de la Tabla VIII, si la
disparidad de luces y de cargas no excede de los límites allí indicados.

b) Esfuerzos de corte
Para el dimensionamiento de las vigas, en estructuras de edificios comunes, basta
ordinariamente conocer los valores máximos de los esfuerzos de corte, que
corresponden a las secciones de los apoyos.
Las cargas uniformes equivalentes para el cálculo de los mismos, de acuerdo al
método que nos ocupa, se obtienen en forma análoga a la expuesta para los
momentos flexores. En el caso de la viga AB (Fig. 14), dicha carga está dada por la
expresión:

[Cx1¨ a1 + Cx2¨ a2] q

donde Cx1¨ y Cx2¨ son los coeficientes que corresponden a las losas adyacentes en la
dirección de la viga, de acuerdo con los respectivos grados de rectangularidad. Al
valor dado por esa expresión debe adicionarse, como antes, el peso propio de la
viga y otras cargas uniformes, si las hubiere.
En la Tabla X se consignan los valores de los coeficientes Cx´ y Cy´ como así
también los de los coeficientes (1 – Cx) y (1 – Cy), para distintos valores de λ
comprendidos entre los límites usuales.
Determinada para cada tramo de viga la carga uniforme equivalente total, los
esfuerzos de corte en las secciones de apoyo se calculan en la forma corriente (ver
apartado 5.5).
El ejemplo Nº 3 incluido al final de este folleto, ilustra la forma de aplicación de
los dos métodos precedentemente expuestos.

4.4 Dimensionamiento

Las losas se dimensionan en base a los valores máximos de los momentos flexores que
actúan en sus secciones críticas. Generalmente, los esfuerzos de corte no necesitan ser
considerados en el cálculo, como ocurre en cambio con las vigas.

4.4.1 Espesor de la losa

La altura total o espesor d de la losa en función de la altura útil h, del recubrimiento c


y del diámetro Φ de las barras de armadura (Fig. 15).

El recubrimiento c depende de las condiciones de exposición de la losa aconsejándose


adoptar los siguientes valores:

c ≥ 1,5 cm para losas a la intemperie.

c ≥ 1,0 cm para losas protegidas


La altura útil se calcula mediante la fórmula

h (cm) = r √ M (kgm)

donde m es el momento flexor máximo correspondiente al tramo y r es un coeficiente


que depende de las tensiones admisibles adoptadas para el hormigón y el acero de
armaduras. Sus valores se consignan en la Tabla IX.
Tratándose de losas continuas, si la altura útil calculada resultara insuficiente para
absorber los momentos en los apoyos, puede incrementarse, en proximidad de estos
últimos, introduciendo empates adecuados.
Los espesores de las losas no deben ser inferiores a ciertos valores mínimos, impuestos
por razones de deformabilidad, a fin que las flechas que se produzcan en servicio noi
superen determinados límites. EN la Tabla XII se indican las alturas mínimas para los
distintos tipos de losas, expresadas en función de la luz l
Según el Building Code Requirements ACI 318 – 63 (ver 4.3.2), el espesor de las losas
armadas en dos direcciones no debe ser menor que 1/180 del perímetro, ni inferior, en
general, a 9 cm (31/2¨)

4.4.2 Armadura
Calculada la altura útil de la base, la armadura necesaria se determina por la fórmula:

Se = µ b h

donde :

Se= sección de armadura en cm2, para el ancho b de cálculo


b = ancho de cálculo = 100 cm.
Μ = coeficiente denominado ¨ cuantía ¨ de armadura y que depende de las tensiones σg
y σh adoptadas. Sus valores se indican en la Tabla XI.
La sección de armadura puede también calcularse por medio de la fórmula:

M
Sa = -------------
σe z
en la cual:
M = momento flexor en kg/cm
σa = tensión admisible del acero en kg/cm2
z = brazo elástico = 0,89 h (cm)

Esta última fórmula resulta particularmente útil para calcular las secciones de
armadura en las diversas secciones críticas de losas continuas, una vez fijado su
espesor (ver ejemplo Nº 2).
La separación y diámetro de las barras que se adopten deben ser tales que cubran la
sección calculada por metro de ancho de losa. Esta operación se facilita por medio de
la Tabla XIII donde se indican las secciones correspondientes a diversas
combinaciones de barras de diámetros y separaciones variables.
En las losas armadas en dos direcciones, la armadura inferior se dispondrá en la
dirección cuyo momento flexor es mayor. La altura útil correspondiente a la armadura
superior queda disminuida, con respecto a la de la armadura inferior, en una magnitud
igual a la distancia entre ambas armaduras, como indica la Fig. 16.

4.5 Detalles constructivos

4.5.1 Losas llenas o macizas

La armadura principal de estas losas deberá tener un diámetro no menor que 6 mm y la


separación de las barras será, como máximo, igual a 20 cm ó 11/2 veces el espesor de
la losa.
En las losas contínuas debe procurarse que las armaduras de una misma dirección, en
campos contiguos, tengan igual separación o que las separaciones sean múltiplos
simples una de otra (doble, triple, etc, a fin de facilitar su colocación en obra.
En los apoyos de estas últimas losas, la armadura de los tramos adyacentes debe
levantarse parcialmente, doblando las barras como muestra la Fig. 17, a fin de absorber
los momentos negativos. Las barras así levantadas no deben exceder los 2/3 de la
sección de armadura correspondiente al centro de cada tramo, lo que generalmente
basta para cubrir la cantidad de armadura requerida en el apoyo. En caso contrario, se
agregarán barras sueltas que deberán prolongarse suficientemente en la zona de
momentos positivos.
Lo que antecede se aplica también, con lógicas variantes, al caso de las losas en
voladizo, como ilustra la Fig. 18.
En las losas simplemente apoyadas se aconseja – aunque teóricamente no son
necesarias – levantar la mitad de las barras en la zona de apoyo, para prevenir posibles
momentos negativos debidos a un empotramiento parcial (Fig. 19).
Las losas armadas en una sola dirección deben llevar una armadura de repartición,
perpendicularmente a la armadura principal y por encima de ésta. Se colocará, como
mínimo, una barra de 6 mm cada 25 cm (Fig. 19).
En las losas con armaduras cruzadas (Fig. 20), cuando se las calcula por el método
expuesto en 4.3.1 (Marcus – Löser), las armaduras correspondientes al centro de cada
paño pueden reducirse a la mitad en las fajas laterales de ancho igual a ¼ de la luz
menor, de acuerdo con el diagrama de repartición transversal de momentos
representado en la Fig. 10.
Si se utiliza en cambio el procedimiento de cálculo expuesto en 4.3.2 (Building Code
Requirements ACI), las armaduras centrales sólo podrán disminuirse en un 25 % y ello
siempre que las lajas laterales sean contiguas a bordes continuos. El código
mencionado establece, además, que la proporción de armadura en la dirección de la luz
mayor debe ser igual, por lo menos, a 1/3 de la correspondiente a la luz menor.
Cuando las losas armadas en dos direcciones están simplemente apoyadas en muros,
además de las armaduras principales, deberán reforzarse las esquinas, sobre un ancho
igual a 1/5 de la luz menor, para absorber los posibles momentos de torsión o que se ha
hecho referencia en el apartado 4.3.1.2.
Dicha armadura suplementaria se colocará en ambos caras, como indica el detalle
respectivo de la Fig. 20 y deberá ser equivalente, en cada dirección, a la mayor de las
armaduras correspondientes al centro del paño.
Aislación – Las losas llenas, si bien son las de ejecución más fácil y las que admiten
menores espesores de entrepiso, tienen como inconveniente su reducida capacidad de
aislación térmica y acústica.
Para mejorar esas condiciones se las suele recubrir con capas o elementos aislantes.
Los hormigones livianos de piedra pómez y los celulares, obtenidos mediante la
adición de agentes espumígenos, constituyen materiales ideales a ese objeto.
Dichos hormigones pueden colocarse directamente en obra, o también pueden
utilizarse en forma de bloques o losetas premoldeadas. Debido a los bajos coeficientes
de transmisión térmica y acústica de estos materiales, bastan pequeños espesores para
obtener aislación satisfactoria.
En azoteas o entrepisos donde no interesa mayormente la pérdida de alturas, puede
lograrse en forma económica una excelente aislamiento, con mezclas de suelo –
cemento.
Cuando se usan techados asfálticos, para la protección de azoteas en zonas calurosas,
es conveniente blanquerarlos, a fin de evitar la excesiva absorción de calor,
característica de las superficies oscuras.

4.5.2 Losas alivianadas nervuradas

Se consideran como tales, las reforzadas con nervaduras distantes entre sí no más de
70 cm, pudiendo llenarse los espacios vacíos entre dichas nervaduras, con materiales
más livianos o elementos huecos premoldeados, que no soportan tensiones, siendo por
lo tanto estáticamente inactivos.
Estos elementos reemplazan la parte de hormigón que en el cálculo se supone no
absorbe esfuerzos y su objeto es aumentar la aislamiento del entrepiso y alivianarlo,
facilitando al propio tiempo la ejecución de la losa y del cielorraso. Los elementos
huecos se colocan sobre el encofrado, convenientemente alineados, antes de colar el
hormigón; luego se hormigonan en una sola operación las nervaduras y las losas,
formando un todo monolítico.
Las losas nervuradas proporcionan una mayor aislamiento térmica y acústica que las
losas llenas, debido a los volúmenes huecos incorporados y a su mayor espesor.
Además, para soportar una misma sobrecarga, los entrepisos nervurados tienen un
menor peso propio. Esta disminución, unida a una mayor altura, permite emplear
menor cantidad de armadura.
En la Fig. 21 se indican las dimensiones mínimas establecidas por el Código de
Edificación de Buenos Aires, para el espesor de la losa y el ancho de las nervaduras.
En las losas de este tipo simplemente apoyadas, deberá dejarse una franja libre de
material de relleno, de 10 cm de ancho, a partir del borde interior de apoyo, la que se
ejecutará maciza en todo su espesor.
Igualmente en las losas continuas o empotradas, se suprimirá el material de relleno en
toda la zona de momentos negativos (figura 22).
El cálculo de estas losas se hace, igual que el de las losas llanas, considerando una faja
de ancho b = 100 cm.
Como la armadura calculada no se reparte uniformemente en ese ancho, sino que va
concentrada en los nervios, en uno de estos últimos deberá colocarse, como mínimo,
una sección de acero.
S
SE1 = Sa ------- cm2
100

Donde

Sa = sección de acero teóricamente necesario para el ancho b = 100 cm


S = separación de cada nervio debe distribuirse en un mínimo de 2 barras, doblando el
50 % de la misma en proximidad de los apoyos.

La armadura de cada nervio debe distribuirse en un mínimo de 2 barras, doblando el


50 % de la misma en proximidad de los apoyos.
En la losa de compresión se colocará además una armadura de repartición,
perpendicularmente a la armadura principal (Fig. 21),

la que estará constituida, como máximo, por 1 barra de 6 mm cada 25 cm como en las
losas llenas.
Cuando la separación entre nervios sea mayor de 40 cm, se agregarán estribos de 6
mm cada 25 cm como mínimo. (Fig. 21).
Las losas nervuradas alivianadas, armadas en una dirección llevarán nervaduras
transversales, en los siguientes casos: Si la luz es mayor de 4 m y hasta 6 m, una
nervadura, a partir de 6 m, 2 nervaduras.
Las nervaduras transversales tendrán las mismas dimensiones y armaduras, inclusive
los estribos, que las longitudinales.

Capítulo V
VIGAS

En las estructuras de hormigón armado, salvo casos especiales, las vigas forman un
todo monolítico con las losas, las que en una forma, contribuyen a la resistencia a la
flexión de aquéllas.
Se originan así las vigas placas, de secciones T ó L, que conjuntamente con las vigas
de sección rectangular constituyen los tipos comunes que se presentan en la práctica
(Fig. 23).
Para proceder el cálculo de las vigas es necesario, lo mismo que en las losas,
determinan previamente:

a) las cargas actuantes;


b) las luces de cálculo;
c) las condiciones de apoyo o continuidad.

En base a esos tres elementos se calculan los momentos flexores y esfuerzos de corte,
necesarios para el dimensionamiento de las secciones de hormigón y armadura.

5.1 Cargas actuantes

Las cargas que solicitan a una viga pueden ser concentradas o distribuidas. Las
primeras son originadas ya sea por viguetas y columnas que descargan sobre la viga, o
bien por el peso de maquinarias, etc.
Las cargas distribuidas incluyen el peso propio de la viga, las que le transmiten las
losas a ella vinculadas y, eventualmente, el peso de muros o tabiques que apoyan a lo
largo de la misma.
La forma como se transmiten las cargas de las losas a los vigas según que aquellas
primeras estén armadas en una o en dos direcciones.
En el primer caso, la carga de la losa se reparte por mitades entre las dos vigas
adyacentes.
Esto es sólo aproximadamente exacto cuando se trata de losas continuas, pero se
admite en términos generales para no complicar innecesariamente el cálculo.
Si se trata de losas armadas en dos direcciones, las cargas transmitidas a las vigas están
representadas por dos triángulos y dos trapecios que corresponden respectivamente a
los paños de losa delimitados, como indica la Fig. 24, por las bisectrices de los cuatro
ángulos esquineros y la única media paralela al lado mayor.
Siendo q la carga unitaria de la losa y lx su luz menor.

El criterio que antecede es el que corresponde aplicar cuando las losas con armadura
cruzada se calculan por el método corriente (Marcus – Löser). Si se aplica, en cambio
el procedimiento expuesto en el apartado 4.3.2, las vigas se calculan como si
estuviesen sometidas a ¨ cargas uniformes equivalentes ¨ cuyos valores se determinan
en la forma allí indicada.

Al determinar las cargas que actúan sobre las vigas, si estas últimas son continuas o
forman parte de estructuras continuas, hay que discriminar los valores que
corresponden a las cargas permanentes y a las condiciones accidentales.

5.2 Condiciones de apoyo o continuidad

A los efectos del cálculo, las vigas se consideran:


a) Simplemente apoyadas: cuando descansan, en muros, en otras vigas o sobre
columnas relativamente esbeltas;
b) Empotradas: cuando sus extremos se hallan rígidamente vinculados a otros
elementos estructurales suficientemente rígidos o indeformables. Para que pueda
admitirse un empotramiento perfecto, en el caso de vigas vinculadas a columnas, la
dimensión transversal mínima de la columna debe ser igual o mayor que 1/5 de la
altura;
c) parcialmente empotradas: cuando se encuentran en una situación intermedia entre
las dos anteriores;
d) En voladizo: cuando tienen un extremo libre y el otro rígidamente vinculado a algún
otro elemento estructural;
e) Continuas: las que se extienden sin interrupción sobre varios apoyos simples.

5.3 Luz de cálculo

La luz a adoptar para el cálculo, de acuerdo con las distintas condiciones enumeradas
en el apartado precedente, será:
a) Para vigas simplemente apoyadas o semiempotradas en los dos extremos: la
distancia entre centros de apoyos (Fig. 25,a y b);
b) Para vigas simplemente apoyadas con apoyo de gran profundidad: la luz libre
aumentada en un 5 % (Fig. 25,c);
c) Para vigas empotradas o en voladizo: la luz libre;
d) Para vigas continuas: la separación entre ejes de columnas (Fig. 25,d).

5.4 Momentos flexores

El cálculo de los momentos flexores en las vigas es similar al de las losas armadas en
una sola dirección ya que estas últimas pueden considerarse, en esencia, como un caso
particular de vigas, con ancho b = 1 m.

5.4.1 Vigas de un solo tramo


Tratándose de cargas uniformemente repartidas, vale todo lo expuesto en el apartado
4.2.2.1 referente a losas de un solo tramo, armadas en una sola dirección y sometidas a
ese mismo tipo de cargas.
Si las cargas no son uniformemente repartidas o existen cargas concentradas, los
momentos correspondientes pueden deducirse de las Tablas XIV, XV, XVI, XVII y
XVIII donde se incluyen los casos más corrientes de carga y de sustentación.
En cualquier caso, el cálculo debe hacerse en base a las cargas totales, que en vigas de
un solo tramo son las que producen los efectos más desfavorables.

5.4.2 Vigas continuas

Lo mismo que en las losas continuas los momentos flexores máximos, en las diferentes
secciones de estas vigas, no corresponden a un estado único de cargas, sino que se
producen para diversas combinaciones de la carga permanente y de la sobrecarga
accidental. El criterio para la determinación de los estados más desfavorables es
similar al expuesto en el apartado 4.2.2.2.
Si las cargas que actúan en todos los tramos son uniformemente repartidas, el cálculo
de los momentos tampoco difiere del de las losas continuas armadas en una sola
dirección, y sometidas al mismo tipo de cargas.
En particular cuando las luces de los distintos tramos son iguales o no difieren entre sí
en más del 20 %, los momentos flexores pueden calcularse con suficiente
aproximación utilizando los valores de la Tabla VIII, siempre que la sobrecarga útil no
exceda de 3 veces el valor de la carga permanente.
Para otros estados de carga o relaciones de luces, el cálculo de las vigas continuas debe
hacerse siguiendo algunos de los métodos que figuran en las publicaciones técnicas
especializadas.
Un procedimiento suficientemente aproximado para el cálculo de vigas continuas con
luces arbitrarias y cargas uniformemente distribuidas también arbitrarias, en el
supuesto de rigideces constantes en los distintos tramos (L/I = constante), es el
desarrollado por Löser.
Consiste en suponer los puntos fijos ubicados a un quinto de la luz de cada tramo, de
manera que los momentos de los apoyos de un tramo cargado se transmiten hacia los
restantes apoyos, variando los sucesivos coeficientes de empotramiento según la ley
siguiente:

1 1 1 1
---- ------- ; + --------- ; --- ------ ; + ---------; …..
4 16 64 256

Estos valores son válidos siempre que no existan cartelas.

Se considera cargado independientemente cada uno de los tramos, mientras los demás
se suponen descargados.

En el procedimiento que desarrollamos se admite que:


a) para un tramo extremo cargado y con el apoyo extremo articulado, el momento
en el otro apoyo será:
1
---- ------- q.. l2
16
b) para un extremo interior cualquiera cargado, el momento en ambos apoyos será:

1
---- -------- q . l2
20

Supóngase, entonces, que se quiera determinar el máximo momento flexor en el


apoyo B de una viga continua de 5 tramos, con luces y cargas uniformemente
distribuidas arbitrarias y rigideces constantes en todos los tramos.
La carga total q está compuesta por la carga permanente g y por la carga útil o
sobrecarga p.
El estado de cargas más desfavorable se obtiene, como es sabido, considerando que
la sobrecarga actúa solamente en los tramos 1,2 y 4.
Entonces, el momento flexor resultante se obtendrá como suma de los momentos
parciales producidos por las correspondientes cargas totales actuando en los tramos
1,2 y 4 y por las cargas permanentes en 3 y 5; es decir que se tendrá:

q1 l12 q2 l22 q3 l32 q4 l42 q5 l52


XB = ---- ------ ---- ------- + ------- ---- ------- + ----------
16 20 80 320 1024

Si en cambio, se deseara determinar el máximo momento positivo en el tramo 1, se


deberá considerar el estado de cargas más desfavorable para esa incógnita que, como
se sabe, está dado cuando se consideran cargados con la carga total los tramos 1, 3 y 5
con sólo la carga permanente los tramos 2 y 4.
En esas circunstancias, el momento en el apoyo B será:

q1 l12 qw l 2 2 q3 l32 q4 l42 q5 l52


XB = ---- --------- --- ------------ + ------------ --- --------- + -----------
16 20 80 320 1024

Obtenido el valor de XB, el máximo momento flexor positivo en el tramo 1 puede


determinarse gráficamente llevando a partir de un eje horizontal y sobre la vertical del
apoyo interno, la ordenada correspondiente al mencionado momento en la escala
elegida.
En el otro extremo del tramo, por tratarse de una articulación, el diagrama de
momentos flexores tendrá ordenada nula y entre ambas ordenadas, la ley de variación
será una parábola de 2ª grado.
Trazada esta parábola, los momentos flexores están dados por las ordenadas leídas en
la escala adoptada y comprendidas entre la parábola y el eje horizontal de referencia
(Fig. 26).
De manera similar puede procederse para determinar los máximos momentos positivos
o negativos de cada tramo, o sea calculando en la forma indicada los momentos en los
apoyos izquierdo y derecho del mismo para las posiciones de la sobrecarga que
produzca el máximo momento buscado y colgando la parábola correspondiente de los
extremos de las ordenadas representativas de los momentos en los apoyos. El diagrama
de momentos resultará, también, referido al eje horizontal (Fig. 26).
Procediéndose en la forma descripta para todos los apoyos y tramos, puede obtenerse
el diagrama envolvente de los máximos y mínimos momentos flexores, con el que se
dimensionará la viga o losa, según sea el caso.
5.5 Esfuerzos de corte

El cálculo de estos esfuerzos es necesario para el dimensionamiento de las vigas,


teniendo en cuenta las tensiones tangenciales o de resbalamiento que ellos originan y
las tensiones principales asociadas a las mismas.
En vigas de un solo tramo, se considerarán éstas totalmente cargadas y los esfuerzos de
corte máximos, que corresponden a las secciones de los apoyos, son numéricamente
iguales a las respectivas reacciones. En el caso particular de carga uniformemente
repartida, el valor de dichos esfuerzos es:

ql
Q = --------
2
Para vigas continuas de tramos iguales y cargas uniformes
repartidas, pueden adoptarse los valores de la Tabla XIX.
Para otros tipos de cargas y tramos de luces desiguales, es
preciso determinar las reacciones máximas en los apoyos, que se
reducen en cada uno de ellos, cuando los dos tramos continuos
están totalmente cargados y los siguientes alternativamente
descargados y cargados (ver ejemplo de cálculo Nº 5)

5.6 Dimensiones de las vigas

5.6.1 Sección de hormigón

Las dimensiones de las vigas se determinan en base a los momentos flexoσ2 res
máximos y luego se verifica la sección para los esfuerzos de corte. El procedimiento
de cálculo difiere de acuerdo con el tipo de viga.
a) Vigas rectangulares
Para estas secciones valen con carácter general las fórmulas siguientes (Fig. 27):

h = r √M/b

siendo:
h = altura útil en cm.
M = momento flexor en kg cm
b = ancho de la viga en cm.
r = coeficiente que depende de las tensiones admisibles elegidas σ1 y σ2 (Tabla XI)

El ancho b se fija dentro de ciertos límites por razones de orden constructivo y


económico. En términos generales, conviene adoptar un valor reducido, aumentando
en cambio la altura útil, lo cual conduce a menores secciones de armadura (por el
mayor brazo elástico).
Sin embargo, el ancho de la viga no debe reducirse exageradamente, pues en tal caso
las tensiones de resbalamiento pueden exceder los valores admisibles, a que se hace
referencia más adelante (apartado 5.7.1).
Por otra parte, existe una limitación práctica, impuesta por la cantidad de barras a
colocar, que en muchos casos fijan un mínimo a dicho ancho. En la Tabla XX se
consignan los anchos mínimos requeridos para diversas combinaciones de barras que
cubren distintas secciones de armadura.

b) Vigas placa
En la zona de momentos positivos la parte comprimida corresponde a la losa y puede
considerarse que esta última colabora a los efectos resistentes, en un ancho que se
fija con el siguiente criterio:
Para vigas simétricas:

b = 12 d + bc + bo, pero no mayor que la separación entre los centros de los tramos
de losa adyacentes o la semiluz de la viga (Fig. 28ª).

Para vigas asimétricas

b = 4,5 d + bc + bo, pero no mayor que la semiluz de la losa vecina más bo, o la
cuarta parte de la luz de la viga (fig. 28 b).

cuyos

La altura útil se calcula directamente con el ancho b, como en las vigas


rectangulares, siempre que el eje neutro caiga dentro de la losa o que sea igual al
espesor de la misma, lo que puede determinarse mediante la fórmula aproximada:

Xo = 0,14 √ M/b

Si xo > d, vale decir si el eje neutro corta a la nervadura, (fig. 29) puede calcularse
también como viga rectangular, calculando el ¨ ancho estático equivalente ¨.

bi = λ b

donde λ es un coeficiente de reducción, función de b/bo y d/xo cuyos valores figuran


en la Tabla XXI.
En las vigas – placa conviene adoptar para el hormigón tensiones inferiores a la
admisible, pues en caso contrario, debido a la magnitud relativamente grande del
ancho de cálculo, suelen obtenerse alturas muy reducidas y antieconómicas.
En las zonas de momentos negativos, la parte comprimida de estas vigas corresponde
a la nervadura y el cálculo debe hacerse como sección rectangular de ancho igual al
de la nervadura: bo.
Este último se fija por razones constructivas, como ya se ha expuesto al tratar de las
vigas rectangulares.

TABLA XXII
Vigas con la armadura dispuesta en una o dos capas
Distancia a del baricentro de la armadura al borde inferior de la viga
Estribos: Φ 6 mm – recubrimiento: 1,5 cm
Separación entre capas de armadura: 2,0 cm (libres) para Φ < 20 mm o el diámetro
de la barra mayor para Φ ≥ 20 mm.

Una capa de armadura

Dos capas de armadura


5.6.2 Armadura

Para vigas de sección rectangular o vigas – placa en que el eje neutro cae dentro de
la losa, el cálculo de la armadura necesaria puede hacerse en la misma forma
expuesta para las losas, mediante la fórmula:

So = µ b h (cm2)

siendo b el ancho de la viga o el ancho estático, según se trate de uno u otro caso.
También puede determinarse la armadura por medio de la expresión siguiente, válida
para cualquier tipo de viga:

M
Sa = -------
σa z

donde z es el brazo elástico, esto es: la distancia entre las resultantes de compresión
C y la tracción T que solicitan la sección (Fig. 27).
Para vigas rectangulares o vigas – placa que funcionan como tales, puede tomarse
aproximadamente: z = 0,89 h y para vigas placa propiamente dichas:

5
z = h - -------- d
12
En la Tabla XXIII figuran las secciones compuestas por barras de un mismo
diámetro y en la Tabla XXIV distintas combinaciones de barras de dos diámetros
diferentes, que pueden adoptarse para cubrir la cantidad de armadura calculada.
En determinadas circunstancias, razones arquitectónicas obligan a fijar para la altura
h de la viga un valor inferior al que corresponde para mantener las tensiones dentro
de los límites admisibles, y que viene dado por la fórmula

h = r √ M/b

En tales casos debe adoptarse una de las soluciones siguientes:


a) Reducir la tensión de trabajo de la armadura de manera de disminuir
simultáneamente la tensión de compresión del hormigón al valor admisible;
b) Disponer una armadura en la zona comprimida de la sección, denominada
armadura de compresión o armadura comprimida.

Ambas soluciones resultan antieconómicas, por cuanto conducen a un aumento de la


sección de armadura, debiendo por ello utilizarse sólo en casos especiales.
Para el cálculo de la sección de la armadura de compresión se procede en la forma
siguiente:
Se conoce el momento flexor que solicita a la sección, y las dimensiones de la misma b
y h, impuestas por razones especiales.
Además están fijadas las tensiones admisibles para el acero y hormigón σ1 y σ2
respectivamente.
El valor del momento flexor que puede absorber la sección de las dimensiones dadas,
sin que se sobrepasen las tensiones σ1 y σ2 está dado por la expresión

b h2
M1 = ------------
r2
y la correspondiente sección de armadura

Se1 = µ b h
tomándose los valores de µ y r de la Tabla XI.
La diferencia de momentos ∆M = M – M1 debe ser absorbida mediante armaduras
adicionales de tracción y compresión dadas respectivamente por las fórmulas

∆M ∆M
Sa2 = --------- S¨a = -----
ha σ a ha

en las que
he = h – a¨
σe = tensión admisible para la armadura de tracción
σ´e = tensión de la armadura comprimida
a¨= distancia del baricentro de la armadura comprimida al borde comprimido de la
sección

Los valores de σ´e figuran en la Tabla XXV, para distintos valores de las tensiones
admisibles σg y σh y para una relación
h
-------

Finalmente, la armadura total de tracción será

Sa = Sa1 + Sa2

Y la armadura de compresión, S¨a

5.6.3 Cartelas
Ya se ha visto que en las zonas de momentos negativos, el ancho de cálculo de las
vigas – placa es menor que en la zona de momentos positivos. Por otra parte, los
momentos negativos, engendrados en los apoyos por la continuidad o por
empotramiento parcial o total de la viga, son generalmente mayores que los
positivos, producidos en la zona media del tramo.
De ahí que, cuando el cálculo lo justifica, se acostumbra adoptar alturas mayores en
correspondientes con los apoyos, mediante la introducción de cartelas o empates
cuya pendiente no debe exceder de 1:3 (Fig. 30).
En tales casos, el valor del momento flexor máximo a considerar para el cálculo y la
altura útil correspondiente serán las que se indican en la Fig. 31.
Esta consideración, vale igualmente para el caso de losas continuas.

5.7 Verificación de la sección de corte

Una vez determinada la sección de la viga es necesario verificar si las tensiones


tangenciales, originadas por los esfuerzos de corte máximos, no sobrepasan los
valores admisibles y si la magnitud de dichas tensiones requiere la colocación de
armadura especial, procediendo en tal caso al cálculo de ésta.

5.7.1 Tensiones tangenciales o de resbalamiento

Su valor para la sección rectangular está dado por la fórmula:

Q
τ = ------- (kg/cm2)
bo z
donde:
Q = esfuerzo de corte máximo en la sección que se considera en kg
Bo = ancho de la viga (o de la nervadura, si se trata de vigas placa) en cm.
z = brazo elástico en cm

De acuerdo al Código de Edificación de la ciudad de Buenos Aires, los valores de τ


no deben ser mayores de:

τ = 14 kg/cm2
Este valor corresponde al caso que se utilice acero común de construcción. Para
aceros de alto límite de fluencia ver 2.1.1 c).
En caso contrario, debe dimensionarse nuevamente la viga aumentando el ancho b, la
altura útil h o ambos a la vez.
Si se tiene:

4 < τ < 14 kg/cm2

las dimensiones fijadas son aceptables, pero deberá preverse una armadura especial
consistente en estribos y barras levantadas a 45 º , capaz de absorber la totalidad de
los esfuerzos originados por las tensiones tangenciales.

En el caso que:
τ < 4 kg/cm2

no será necesario disponer armadura suplementaria, aunque por razones


constructivas, se colocarán siempre estribos de sección mínima (Φ 6 cada 25 cm).

5.7.2 Cálculo de la armadura especial


El esfuerzo total que debe absorber esta armadura es:

T = Aτ bo

En donde:

bo = ancho de la viga o nervadura.

Aτ = área del diagrama de tensiones tangenciales referido a la horizontal (ver Fig.


32)

La fuerza T puede obtenerse también en base a los valores de los momentos flexores
máximos. En una longitud de viga ∆ l (Fig. 33 a), el esfuerzo de resbalamiento está
dado por la expresión:

∆M
∆ T = -------
Z

donde:
∆ M = incremento de momento correspondiente a la longitud ∆ l
z = brazo elástico

Si la viga tiene altura constante, como es el caso corriente, el esfuerzo a absorber en


cada mitad de tramo vale:

M
T = ------
Z

siendo M el momento flexor máximo en el tramo, que suponemos simplemente


apoyado.

En el caso más general (Fig. 33 b), los esfuerzos de resbalamiento correspondiente a


las fracciones de tramo a y b, están dados directamente por las expresiones:

M1 – Ma M1 – Mb
Ta = --------------- Tb = -----------
Z z

donde los momentos deben tomarse con sus respectivos signos.


Los esfuerzos T deben ser absorbidos parcialmente por los estribos y el resto
mediante barras inclinadas a 45 º.
Los estribos deben tener una separación máxima de 25 cm y un diámetro de 6 u 8
mm.
Las barras longitudinales de la armadura corriente se aprovechan en parte para
levantarlas en los lugares donde ya no son necesarias de acuerdo con el diagrama de
momentos flexores. Las barras utilizadas con tal objeto no excederán de 2/3 de la
armadura principal, debiendo el tercio restante prolongarse inferiormente sobre los
apoyos. Si las barras que es posible levantar no son suficientes para absorber la parte
T que les corresponde, se agregarán barras especiales inclinadas. En ningún caso
deben emplearse las llamadas ¨ barras flotantes ¨, es decir, barras cortas ancladas en
las zonas de tracción y compresión.

Para el cálculo de los estribos y barras inclinadas pueden usarse las Tablas XXVI y
XXVII.
Fijado el número y diámetro de los estribos, con la Tabla XXVI se calcula el
esfuerzo Te que pueden absorber. Por diferencia con el esfuerzo se tiene el esfuerzo
que deben absorber las barras inclinadas.

T – Te = Tb

Con los valores resultantes de Tb y mediante la Tabla XXVII se determina la


cantidad necesaria de barras inclinadas a 45 º.
Las barras dobladas deben disponerse, en lo posible, de tal forma que toda sección
inclinada a 45 º intercepte por lo menos una de dichas barras (Fig. 34).

5.8 Detalles constructivos

Las vigas se moldean conjuntamente con las losas vinculadas a las mismas.
Cuando, en las vigas – placa, la armadura principal de la losa sea paralela a la de la
viga, se colocarán en la parte superior de

ésta, barras transversales en forma de caballete (Fig. 34), a fin de asegurar la


continuidad prevista en el cálculo. Dicha armadura consistirá, como mínimo, en 8
barras de 8 mm de diámetro por metro lineal de viga, o su equivalente.
Para la armadura principal de las vigas no es conveniente emplear barras de diámetro
inferior a 10 mm, ni superior a 26 mm, salvo casos especiales. Estas barras se
distribuirán en no más de dos capas.
La distancia libre mínima entre dos barras paralelas será igual a su diámetro y en
ningún caso inferior a 2 cm. Razones prácticas aconsejan que la distancia libre no
sea inferior a 1,5 veces el tamaño máximo del agregado grueso.
En la parte superior de la viga y paralelamente a la armadura principal, se colocarán
dos barras denominadas ¨ de montaje ¨ cuyo diámetro dependerá de las dimensiones
de la viga. Ordinariamente se utilizan con ese objeto barras de 6 u 8 mm.
Para la ejecución de los encofrados, colocación de las armaduras y moldeo de las
vigas, deben seguirse las indicaciones de orden general que más adelante se exponen
en el Capítulo X.

5.9 Dimensionamiento de secciones a la torsión

Ciertos elementos estructurales pueden estar solicitados por momentos de torsión,


además de los momentos flexores y esfuerzos de corte. Tal es caso de vigas de planta
circular o de vigas que soportan losas en voladizo.
Los momentos torsores producen tensiones tangenciales que actúan en el plano de la
sección, los que a su vez conducen a tensiones principales de tracción, de igual valor
que las tensiones tangenciales pero formando un ángulo de 45 º con el eje de la viga.
Las tensiones tangenciales alcanzan sus valores máximos en el punto medio de los
lados de la sección, en el caso de ser rectangulares o poligonales, o en el perímetro si
son circulares, anulándose en el centro de la sección.
Dicho valor máximo se calcula mediante la fórmula:
Mt
Τ = ke-------
Sh d
donde

ke = coeficiente que depende de la forma de la sección


Mt = momento de torsión (kgcm)
Sh = sección total de hormigón (cm2)
d = diámetro del máximo círculo inscripto en la sección (cm)
(Para sección circular coincide con el diámetro de la misma).
En la Tabla XXVIII figuran los valores del coeficiente k para distintas formas de
sección.

5.9.1 Cálculo de la armadura de torsión

En las piezas solicitadas por torsión, es necesario disponer armaduras destinadas a


absorber los esfuerzos principales de tracción, aparte de las que corresponden como
consecuencia de las solicitaciones por flexión y corte.
Dichas armaduras pueden ser de dos tipos:
a) Armaduras en espiral a 45 º;
b) Armaduras constituidas por barras longitudinales y estribos cerrados.

El primer tipo de armadura se aconseja para las secciones con simetría central, es decir
circulares o poligonales regulares.
Si el momento torsor actúa en un solo sentido será suficiente disponer una única
armadura en espiral, cuyo desarrollo coincida con el sentido en que el momento torsor
tiende a disminuir su diámetro. Si en cambio, el momento torsor puede cambiar de
signo, será necesario disponer dos espirales opuestas.
La sección necesaria de una espiral a 45 º de paso s, capaz de absorber un S momento
torsor M, se calcula con la fórmula

Mt s
Sexp = ---------------------
2√ 2 σe Sh

donde Sn representa el área de la sección de hormigón encerrada por la espiral.


Para secciones rectangulares o cuadradas es preferible utilizar el segundo tipo de
armadura, por razones de facilidad de montaje.
El cálculo de la sección de las barras de la armadura longitudinal o de los estribos se
efectúa mediante las fórmulas siguientes:

a) Armadura longitudinal

Mt U
Sa = --------------------------
2 σ a Sn

b) Sección de estribos por unidad de largo:

Mt s
S e1 = ---------------
2 σa Sn

donde:

Sa = sección total de la armadura longitudinal.


Sa1 = sección de estribos por unidad de largo
s = separación entre estribos.
U = perímetro de la sección de hormigón encerrada por los estribos
Sn = Sección de hormigón encerrada por los estribos
En la fig. 35 puede observarse la disposición de ambos tipos de armadura. Siendo las
tensiones tangenciales, máximas en los bordes de la sección, tanto la armadura en
espiral como la longitudinal y los estribos deberán ubicarse lo más cerca posible de los
bordes, respetando los recubrimientos mínimos reglamentarios.

Capítulo VI
COLUMNAS

Las columnas de hormigón armado utilizadas en estructuras de edificios pueden tener


secciones de diversas formas; las de uso más corriente se indican en la Fig. 36.

Desde el punto de vista de su funcionamiento estructural cabe distinguir dos clases


de columnas:

a) Columnas con estribos simples, cuya armadura resistente está constituida por
barras longitudinales y la armadura transversal, formada por estribos o ataduras,
sólo responde fundamentalmente a la necesidad de impedir el pandeo de dichas
barras longitudinales;
b) Columnas zunchadas, que además de la armadura longitudinal llevan una
armadura transversal continua, en forma de espiral, arrollada sobre aquélla y que
contribuya a la resistencia de la pieza.
En cualquier caso, el cálculo de dimensionamiento de las columnas se efectúa
partiendo de las cargas actuantes.

6.1 Determinación de las cargas

La carga total actuante sobre una columna, es igual a su peso propio más la suma de
las reacciones de apoyo de todas las vigas concurrentes a la misma y la que le
transmiten las columnas superiores, si las hubiere.
En el caso de edificios de varios pisos, el cálculo debe comenzarse con las columnas
correspondientes al piso superior.
La carga obtenida permite dimensionar la sección inferior de ese tramo.
A continuación se procede de igual manera con los restantes pisos, en orden
descendente, teniendo cuidado de sumar siempre la carga que transmiten los tramos
superiores al que se está considerando.
El Código de Edificación de la ciudad de Buenos Aires, cuando se trata de
estructuras de varios pisos, permite reducir las sobrecargas accidentales, en las
siguientes proporciones (Estas reducciones son aplicables a edificios comerciales,
industriales o destinados a depósitos o almacenes):
Azoteas…………………………………………. Sin reducción.
Piso inmediato inferior…………………………..Sin reducción.
1 er piso siguiente en orden descendente………..10 % de reducción
2 do piso siguiente en orden descendente………..20% de reducción
3 er piso siguiente en orden descendente……….30 % de reducción
4 to piso siguiente en orden descendente………..40 % de reducción
En todos los pisos subsiguientes…………………50 % de reducción.

Las reducciones mencionadas obedecen a las siguientes razones:


En primer lugar, para edificios comunes, es poco probable que las sobrecargas
exigidas, actúen simultáneamente sobre los locales de todos los pisos. En segundo
término, si bien no se los tienen en cuenta para el dimensionamiento de las
columnas, sobre las cabezas de éstas actúan momentos flexores transmitidos por las
vigas. Dichos momentos producen excentricidades de los puntos de aplicación de las
cargas verticales, que se traducen en aumentos de las tensiones de compresión de las
columnas.
A igualdad de momentos, esas excentricidades son tanto menores cuanto mayor sea
la carga axil, situación que se acentúa a medida que se consideran los sucesivos
tramos en sentido descendente, ya que la carga axil aumenta mientras los momentos
son prácticamente los mismos para todos los pisos.
Finalmente, por ser las columnas inferiores de mayor sección que las superiores, los
efectos de la excentricidad son menos sensibles y existen además, mayores garantías
de un llenado y apisonado correcto, es decir un mayor coeficiente de seguridad.
El esquema siguiente muestra la disposición típica que se adopta usualmente para la
determinación de las cargas que actúan sobre las columnas correspondientes a los
distintos pisos de un entramado parea edificio.
6.2 Dimensionamiento

Es práctica bastante generalizada calcular las columnas como sujetas solamente a


esfuerzos de compresión, sin considerar los efectos secundarios que provienen del
monolitismo de la estructura de hormigón armado.
Esta hipótesis sólo es aceptable si las columnas son interiores y se hallan
sensiblemente equidistantes entre sí; en cambio, el error que así se comete puede ser
de cierta importancia, cuando se trata de columnas exteriores o existe una gran
asimetría de cargas y luces. Estas últimas columnas pueden asimilarse, por sus
condiciones de trabajo, a los pies derechos de un pórtico, por cuyo motivo suele
llamárselas ¨ columnas aporticadas ¨ y deben calcularse a la flexión compuesta (flexo
– compresión).
En el dimensionamiento de las columnas debe considerarse, además, la posibilidad
del pandeo que depende de la ¨ esbeltez ¨ de la pieza. Esta última es una función de
la longitud y la sección transversal de la columna y los valores para los cuales puede
originarse el pandeo, así como la forma de cálculo correspondiente se indican en el
apartado 6.2.3.
Seguidamente se expone el procedimiento establecido por el Código de la
edificación de Buenos Aires, para el dimensionamiento de columnas con estribos
simples y de columnas zunchadas.

6.2.1 Columnas con estribos simples

De acuerdo con el mencionado Código, estas columnas se dimensionan mediante la


expresión:

N = σ h (Sh + 15 Sg)

En la cual
N = carga máxima actuante (kg)
σ h = tensión admisible de compresión del hormigón (kg/cm2)
Sh = sección transversal de la columna (cm2)
Sa = sección de la armadura longitudinal (cm2)
Sa
La proporción o cuantía de armadura µ = ------- debe estar comprendida
Sh
Normalmente entre 0,008 y 0,03, vale decir:

0,008 Sh ≤ Sa ≤ 0,03 Sh

Esos límites pueden ser modificados en casos especiales previstos por el mismo
Código (por ejemplo cuando se utiliza cemento de alta resistencia y armadura de
aceros especiales).

El procedimiento siguiente para dimensionar es el siguiente:

Adoptada la cuantía de armadura µ entre los límites que acaban de indicarse y fijada
la tensión σh se calcula Sh despejando su valor de la fórmula precedente:

N
Sh = ------------------------
(1 + 15 µ ) σ h

Conociendo Sh se fijan las dimensiones transversales de la columna de acuerdo con


el tipo de sección adoptada. Si esta última es cuadrada, tendrá por lado:

b = √Sh (cm)
Normalmente dichas dimensiones no deben ser inferiores a los valores mínimos que
se indican a continuación.

Secciones cuadradas y rectangulares: la dimensión mínima será:

b mín = 18 cm

Secciones poligonales y circulares: el diámetro del círculo inscripto será:


dmín = 20 cm

Secciones en forma de L, T y + : las dimensiones mínimas serán las indicadas en la


fig. 327, debiendo mantener la relación de sus lados entre los límites
a
-------- = 0,80 y 1,25
B
Los valores que anteceden pueden ser disminuidos en casos especiales, cuando se
trate de columnas secundarias y que no continúan en pisos superiores.
La armadura longitudinal se determina en función de Sh y de la cuantía previamente
elegida, por la relación: Sa = µ Sh debiendo distribuirse la sección calculada en un
mínimo de 4 barras.

Dichas barras se vincularán transversalmente por medio de estribos, de un diámetro


mínimo de 6 mm, cuya separación s no deberá ser superior a la dimensión mínima
de la sección de hormigón, ni a 12 veces el diámetro Φ de las barras longitudinales
(Fig. 38).

6.2.2 Columnas zunchadas

Se consideran como tales las que tienen un núcleo circular de hormigón, cercado por
la armadura transversal, y que cumplen las condiciones que se indican más abajo.
De acuerdo con el Código de la Edificación, su cálculo se efectuará mediante la
fórmula:
N = σh (Sn + 15 Sa + 45 Sz)

donde.

N = carga máxima actuante (kg)


σ h = tensión admisible del hormigón a compresión (kg/cm2)

Sn= área del núcleo (cm2)

Sa = sección de la armadura longitudinal (cm2)


Π dn S e
Sz = ----------- = sección ideal del zuncho(cm2)
s
dn = diámetro del núcleo (cm)

Se = sección de la barra empleada en la armadura helicoidal (cm2)

S = peso de la armadura helicoidal (cm)

Las condiciones que deben cumplir dichos valores son las siguientes (Fig. 39):
El paso s de la armadura helicoidal no debe ser superior a 1/5 del diámetro dn del
núcleo, ni mayor de 8 cm.
La sección de la armadura longitudinal será, por lo menos igual a 1/3 de la sección
ideal del zuncho Sz , debiendo estar comprendida entre el 0,8 % y el 3 % de la sección
Sh (este último límite podrá aumentarse en casos especiales).

Además deberá tenerse:

Siz ≤ 2 Si

donde

Siz = Sn + 15 Sz * 45 Sa (sección ideal de la columna zunchada)

Si = Sh + 15 Sa (sección ideal de la columna prescindiendo del zunchado)

Para el dimensionamiento de la columna, se procede por tanteo, fijando previamente


entre los límites indicados, las proporciones o cuantías de armadura longitudinal y
transversal, referidas a la sección del núcleo Sa se despeja este último valor de la
fórmula primera y se calcula el diámetro correspondiente, pro la expresión:

dn = 2 √Sn/π
Conociendo dn , la sección del zuncho Sz se deduce de la fórmula:

π dn S e
Sz = ------------
s
previa fijación del paso s o viceversa.

Una vez determinadas las características de la sección, se verifica si: Siz ≤ 2 Si y en


caso contrario se rectifican las dimensiones calculadas.
6.2.3 Verificación al pandeo
La posibilidad de pandeo depende de la relación de esbeltez de la columna, que está
definida por la relación:
hp
λ = -----------
imín

donde:

hp = largo de la columna (distancia entre pisos)

imín = √Imín/Sh = radio de giro máximo de la sección


Para el cálculo de Imín sólo se tendrá en cuenta la sección bruta de hormigón, con
prescindencia de la armadura.
Imín = momento de inercia mínimo de la sección

Sh = área de la sección

Cuando las dimensiones calculadas son tales que la relación de esbeltez supera
determinados valores, las columnas deberán recalcularse para una carga ficticia igual a
ω veces la carga efectiva N, vele decir que la carga de cálculo será: N¨= ω N.
El coeficiente de pandeo ω depende de la relación de esbeltez y sus valores, para
columnas con estribos simples, se dan en la Tabla XXIX. A título comparativo, se
consignan en la misma, conjuntamente con los valores de ω establecidos por el Código
de la Edificación, los que prescribe la norma DIN – 1045.
En el caso más corriente de secciones cuadradas o rectangulares, los valores de ω
quedan determinados directamente en función de la relación hp/b donde b es el lado del
cuadrado o la dimensión menor del rectángulo. Dichos valores figuran en la Tabla
XXX, donde también se consignan los correspondientes a columnas zunchadas, en
función de la relación hp/dn

En columnas arriostradas donde existe la seguridad de que el pandeo en la dirección


del eje menor es imposible, se tomará como valor de b el del lado mayor de la sección.
En la tabla XXXI se indican las secciones cuadradas de columnas con estribos simples
y las armaduras que se requieren para soportar diversas cargas axiles sin considerar
pandeo con las tensiones máximas admitidas por el Código de la edificación.
Los valores de la tabla han sido calculados para compresión simple. En el caso que
exista peligro de pandeo, la carga de cálculo deberá ser afectada del coeficiente ω que
corresponda, según se ha expuesto precedentemente.
La Tabla XXXII incluye las secciones correspondientes a columnas cuadradas, con
estribos simples, de distintas alturas, en las que se ha tenido en cuenta el coeficiente ω
de pandeo.
B) 34 x 34 Sh = 1156 cm2 Sn = 4Φ 22 est. Φ 6 c/26 cm

6.2.4 Columnas aporticadas

Como ya se ha dicho las columnas exteriores deben verificarse a la flexión compuesta.


Los momentos flexores que deben tenerse en cuenta a ese efecto, son los siguientes
(Fig. 40):

a) En el apoyo exterior de la viga:


C2 + C1
M3 = M2 -------------------
1 + Cs + Ci

b) En la cabeza de la columna inferior:

Ci
Mi = M3 ------------
Cs + Ci

c) En el pie de la columna superior:

Cs
MI = - M3 ---------------
Cs + Ci

donde:

M2 = momento en el extremo de la viga, supuesta perfectamente empotrada.


l Is
Cs = ------ . ------
hs I
l Ii
Ci = ----- . -------
hi I

I = momento de inercia de la viga

Ii = momento de inercia de la columna inferior

Is = momento de inercia de la columna inferior

hi = altura de inercia de la columna inferior

hs = altura de inercia de la columna inferior

Las fórmulas que anteceden sólo tienen una validez aproximada, aunque
suficiente para la mayor parte de las estructuras comunes. En casos especiales,
los momentos deberán calcularse asimilando las columnas a los pies derechos
de un pórtico y aplicando los métodos exactos que figuran en las publicaciones
técnicas especializadas.
6.2.5 Otras formas de dimensionar

Los modernos reglamentos de hormigón armado encaran el cálculo de las columnas en


base a nuevos criterios que tienen en cuenta el real comportamiento de los materiales y
conducen, por tanto, a fórmulas más racionales. A continuación, indicaremos algunos
de ellos.

6.2.5.1 Norma DIN – 1045

De acuerdo con esta norma, la carga máxima admisible se determina mediante las
siguientes fórmulas:

a) Columnas con estribos simples:

σH σf
N = ----- Sh + ----- Sa
3 3

b) Columnas zunchadas:

σH σf σ fe
N = ------Sa + --------- Sa + 2,5 ------- S2
3 3 3

en las cuales:

σ H = resistencia prismática del hormigón a los 90 días

σ f = límite de fluencia del acero correspondiente a la armadura longitudinal


σ fe = límite de fluencia del acero correspondiente al zuncho.

Los demás símbolos tienen el mismo significado que ya se indicó en los apartados
precedentes.

La dimensión transversal mínima, de acuerdo con esta norma es de 20 cm.

Cuando las dimensiones calculadas o fijadas de antemano son tales que existe
posibilidad de pandeo, el cálculo deberá hacerse para una carga ω veces mayor que la
efectiva, aplicando el coeficiente dado por las Tablas XXIX y XXX.

6.2.5.2. Building Code Requirements ACI 318.63

a ) Columnas zunchadas

La carga máxima admisible viene dada por la siguiente fórmula:

N = 0,25 σ H Sh + Sa σ a

en la cual:

Sh = área total de la sección.

σ H = resistencia cilíndrica de compresión del hormigón a los 28 días.

σ a = tensión admisible del acero correspondiente a la armadura longitudinal (40 % del


valor límite de fluencia mínimo del acero empelado pero no más de 2100 kg/cm2).
Sa
Sa = sección de la armadura longitudinal (la cuantía µ = ------ debe estar comprendida
Sh
Entre 0,01 y 0,08).
La armadura longitudinal debe constar, por lo menos, de 6 barras, cuyo diámetro no
debe ser inferior a 16 mm.
La cuantía de la armadura helicoidal no será menor que:

Sh σH
µ ¨= 0,45 (------------ - 1 ) --------
Sn σg
donde:

µ ¨= relación entre el volumen de la armadura helicoidal y el del núcleo de hormigón


(de exterior a exterior de los espiras)

Sh
---- = relación entre la sección total de hormigón y la del núcleo
Sn

σ g = tensión de flu3ncia del acero de la armadura espiral utilizada, pero no más de


4200 kg/cm2
c) Columnas con estribos simples:

La carga máxima admisible en columnas de este tipo debe ser el 65 % de la


correspondiente a columnas zunchadas, de acuerdo con la fórmula anterior. La cuantía
de la armadura longitudinal debe estar comprendida entre 0,01 y 0,08.
En columnas principales circulares, el diámetro mínimo será de 25 cm y en
rectangulares, el lado menor no será menor de 20 cm con una sección total de
hormigón no menor de 620 cm2. Estas restricciones rigen para los dos tipos de
columnas. Para columnas secundarias que no continúen de piso a piso, la menor
dimensión transversal mínima podrá reducirse a 15 cm.

6.3 Detalles constructivos

Las columnas con estribos simples son más económicos que las columnas zunchadas
por lo cual sólo debe recurrirse a esta última solución en casos excepcionales, por
ejemplo, cuando razones de espacio imponen dimensiones transversales limitadas.

6.3.1 Armaduras

Para las barras longitudinales es conveniente la utilización de diámetros superiores a


12 mm, a fin de obtener cierta rigidez que impida la deformación de la armadura
durante el hormigonado.
Los estribos pueden ser independientes o estar constituidos por un arrollamiento
continuo cuyo paso corresponde a la separación reglamentaria y deben vincular
eficientemente todas las barras longitudinales, como se aprecia en los ejemplos de Fig.
41.
En general, los estribos deben tener un recubrimiento de 1,5 cm; en columnas
expuestas a la intemperie, el recubrimiento no será inferior a 2,5 cm, valor que deberá
aumentarse a 4 cm cuando exista la posibilidad d acciones agresivas.
Una vez preparado el encofrado, se introduce en su interior la armadura de la columna
formada por los hierros longitudinales y estribos, convenientemente atados con
alambre.
Las barras longitudinales deben sobresalir en una longitud de 30 a 40 diámetros para
asegurar el empalme con la armadura del tramo superior.
Debe tenerse la precaución de dejar barras de 6 mm pasantes a través de la columna
para trabar las paredes de mampostería con la estructura. Se colocarán no menos de 3
barras por metro de altura, que sobresalgan 60 cm del filo de columna.

6.3.2 Hormigonado

Al efectuar el moldeo de la columna debe cuidarse, sobre todo en aquellos tramos de


gran altura, que el choque del material con la malla de acero no produzca la
segregación del agregado grueso y la consiguiente formación de oquedades o ¨ nidos ¨
de piedras en la parte inferior de la columna.
Esto se evita volcando, previamente al llenado de la columna, mortero de cemento y
arena a fin de formar un lecho inferior capaz de recibir cualquier acumulación de
agregado grueso, que se produzca.
Durante el moldeo se debe golpear continuamente el encofrado mediante mazas de
madera y apisonar con barras de hierro o tirantillos, para destruir posibles
obstrucciones y asegurar una buena compactación de la mezcla.
El desencofrado de columnas debe realizarse a los 3 días del hormigonado,
efectuándose una revisión para localizar posibles nidos de piedra huecos, los cuales
deben ser rellenados cuidadosamente con mortero u hormigón, según sea su tamaño,
eliminando previamente cualquier fragmento fraguado que estuviera adherido a las
paredes de la cavidad.

CAPÏTULO VII
BASES DE FUNDACIÖN
Las bases de fundación constituyen la parte de la estructura encargada de transmitir las
cargas al terreno. En términos generales, se distinguen dos clases de fundaciones:
directas e indirectas. A la primera pertenecen los diversos tipos de zapatas y plateas,
mientras que la segunda comprende las fundaciones sobre pilotes y pilares. En este
folleto se tratará únicamente de las fundaciones directas.
Para el dimensionamiento de las bases es preciso conocer, además de las cargas
máximas actuantes, la capacidad portante del terr4eno, vale decir, la presión admisible
sobre el mismo.
Esta última se determina mediante ensayos y procedimientos propios de la mecánica
de suelos, debiendo cumplirse las dos condiciones siguientes:
a) seguridad suficiente, respecto a rotura, del suelo;
b) asentamientos diferenciales entre las distintas partes de la estructura, que no
excedan de ciertos límites compatibles con los esfuerzos admisibles en la
misma.

7. Zapatas aisladas

Cuando las columnas están suficientemente distanciadas entre sí, cada una de ellas se
apoya sobre una base o zapata aislada, que ordinariamente tiene planta cuadrada o
rectangular o forma tronco – piramidal en su parte superior.
El área de la base se fija, de acuerdo con la capacidad portante del terreno, de tal forma
que la presión sobre el mismo no sobrepase el valor admisible.
La cara superior o plataforma de la zapata debe tener dimensiones algo mayores que la
sección de la columna, a fin de proporcionar conveniente apoyo al encofrado de la
misma, que se levantará sobre la base previamente hormigonada.
Para que las presiones sobre el terreno se repartan uniformemente, es necesario que el
eje de la columna coincida con el centro de gravedad de la base (superficie de apoyo).
Según que esa condición se cumpla o no, se distinguen dos tipos de zapatas: centradas
y excéntricas.

7.1.1 Zapatas centradas

Dicha solución es la que se adopta normalmente en el caso de columnas interiores.


La planta cuadrada es la más simple y conveniente para este tipo de bases, pero
también puede proyectarse rectangular o poligonal, si por falta de espacio u otras
razones constructivas resulta necesario.
El área de la superficie de apoyo SB se calcula en base a la carga total actuante:

Qt = QC + GB + Gt (kg)

donde:

QC = carga máxima transmitida por la columna.

GB = peso propio de la base (estimado).

Gt = peso del prisma de tierra que gravita sobre la cara superior de la zapata, más las
otras cargas que pudieran actuar sobre la misma (muros, etc).
Determinado el valor de Qt y conociendo la presión admisible σt (kg/cm2) del terreno,
se calcula SB por medio de la expresión:

Qt
SB = ------------- (cm2
σt

Si la planta es cuadrada, la longitud será:

a = √SB (cm)
Si se adopta la forma rectangular (Fig. 42) llamando: n la relación entre el lado mayor
a2 y el menor a1, se tendrá:

a1 = √ SB/ n

a2 = n a1

donde a1 y a2 pueden cumplir cualquier relación, aunque económicamente conviene


que: n≤ 2.
La sección de la zapata se calcula en base a las solicitaciones por flexión simple y se
verifica luego a los esfuerzos tangenciales (corte) y de punzonamiento. El
procedimiento de cálculo es el siguiente:

a) Flexión simple

Para esta clase de esfuerzos se consideran, en planta, 4 trapecios delimitados por el


perímetro de la base, el perímetro de la columna y las dos diagonales. Dichos trapecios
se suponen empotrados en los lados de la columna y sometidos a una carga uniforme o
igual a la reacción del terreno producida exclusivamente por la carga Qc que transmite
la columna.
Aunque aquella primera hipótesis no se ajusta en forma estricta a la realidad, resulta
suficientemente aproximada para los fines prácticos.

Qc
σ¨ 1 = ----------- (kg/cm2)
aa a2

El momento flexor correspondiente a las secciones: AB o A´ B´ de acuerdo a la


notación de la fig. 42, vale:

f22 b1
M1 = σ 1¨------- (a1 + ------ )
3 2
Y el correspondiente a las secciones AA´o BB´

f12 b2
M2 = σ´ -------- (a2 + ------)
3 2

siendo:

a1 – b1
f1 = ---------------
2

a2 – b2
f2 = ---------------
2

La altura útil h de la zapata se calcula para el mayor de ambos momentos flexores (M1
en el caso de la fig. 42), aplicando la fórmula del apartado 5.6.1:

h1 = r √M1/c1

donde c1 es el lado respectivo de la base superior; el coeficiente r depende de las


tensiones admisibles σ h y σ a que se adopten y sus valores están dados en la tabla XI.
A fin de asegurar una eficaz protección de la armadura, la altura total d de la zapata se
fijará unos 6 cm mayor que la altura útil h (fig. 42).
En los bordes externos de la zapata, la altura útil puede reducirse hasta v1/3 de la
calculada para la sección de máximo momento flexor.

b) Tensiones tangenciales
A los efectos de la verificación al corte, se consideran las secciones verticales C1 C1¨ y
C2 C2 ¨ situadas a una distancia de los bordes de la columna igual a la altura total d,
eligiendo entre ambas la de menor longitud: t2. (Fig. 43).
El esfuerzo de corte correspondiente es:

a2 + t2
Q = σ´1 --------------- s1
2

y la tensión tangencial:

Q
τ = --------------- (kg/cm2)
t2 0,89 h1

Si el valor de τ sobrepasa el máximo admisible: τ = 14 kg/cm2, deberá aumentarse la


altura útil h en la medida necesaria para que no se exceda dicho límite.
Si el valor de τ es tal que:

4 < τ < 14 kg/cm2


Deberá doblarse algunas barras a 45 º para absorber los esfuerzos principales
originados por las tensiones tangenciales, lo mismo que en las vigas (véase apartado
5.7).
C) Verificaciones al punzonamiento

Las secciones AA¨y AB (Fig. 42) deberán verificarse al esfuerzo de punzonamiento


que tiende a producir la columna a través de la base. Las tensiones correspondientes
están dadas por:

Qc
τ = -------- (kg/cm2)
dp

donde:

Qc = carga que transmite la columna en kg.

d = altura total de la base en cm.

P = 2 (b1+ b2) perímetro de la columna en cm.

La tensión de trabajo al punzonamiento así determinado no debe superar el valor límite


admisible, que es τp = 8 kg/cm2. En caso contrario, deberá aumentarse la altura total d
en la medida necesaria.

Armadura
Las bases se arman en dos direcciones paralelas a sus lados, correspondiendo la
armadura inferior a la dirección para la cual el momento flexor es mayor. Suponiendo
que M1 > M2 las secciones de una y otra armadura se determinan por las fórmulas:

M1
Sa1 = -----------
σa 0,89 h1

M2
Sa2 = -------------
σ a 0,89 h2

donde:

h2 = h1 – t siendo t la distancia entre ejes de armaduras.

La armadura calculada para cada dirección se distribuye en una faja central de ancho e,
determinado por planos a 45 º que pasan por bordes de la columna, según se indica en
la Fig. 44.
En las zonas laterales externas, la separación de las barras puede duplicarse.
7.1.2 Zapatas excéntricas

Cuando se trata de columnas ubicadas en paredes medianeras, donde no es posible


emplear zapatas centradas, debe recurrirse a otros tipos de bases.
Si la columna está sometida a cargas de moderada magnitud, de zapata aislada
excéntrica (Fig. 45) es la solución más simple y económica. Su dimensionamiento se
hace en forma similar al de las zapatas centradas, suponiendo una repartición uniforme
de las presiones sobre el terreno.
Qt
El área de apoyo se calcula por la fórmula: S = ------ (cm2)
σt
Q1
y adoptada la relación: n = ----------
σ1
más conveniente, se determinan los valores de a1 y a2 como ya se indicó en el apartado
7.1.1.

La sección de la zapata se dimensiona también en base a las solicitaciones por flexión


simple, verificándola luego a las tensiones tangenciales y de punzonamiento, debiendo
referirse estas últimas al perímetro real, que sólo comprende tres lados de la columna:
p = 2 b1 + b2

Las fórmulas a aplicar para el cálculo de los momentos flexores son las mismas dadas
en 7.1.1 con la única salvedad de que en este caso:

f1 = a1 – b1
El dimensionamiento y distribución de las armaduras que tampoco difiere del expuesto
para las zapatas centradas, se indica en a Fig. 46.

Las columnas con base excéntrica deben verificarse a la flexión compuesta, como se
indica más adelante en el capítulo VIII, pues además de su carga axil, soportan
esfuerzos de flexión.
Supuesto que la reacción del terreno se reparte uniformemente (Fig. 47), la resultante
R de las presiones sobre la zapata y la carga Qc transmitida por la columna no son
coaxiles, sino que forman un par de momento: M = Qc . e (e= excentricidad), cuya
acción se transmite al resto de la estructura por intermedio de la columna.
Dicha cupla es equilibrada por el par de fuerzas que forman las reacciones
horizontales: H1 y H0 ésta última ejercida por el frotamiento del terreno sobre la base,
debiendo tenerse:

M = - H0 h
en la hipótesis que la columna estuviera articulada en su extremidad superior y cuyo
diagrama de momentos flexores está representado en Fig. 47b.
Si la rigidez de la columna y de los miembros vinculados a ella fuera suficiente para
considerarla empotrada en su extremidad superior, el diagrama de momentos flexores
correspondiente es el indicado en Fig. 47 c y los valores de las reacciones deducidos
de la ecuación de equilibrio son:
M
M + ----- = Ho h
2
3 M
Ho = ------- --------
2 h
El momento flexor en el pie de la columna es, en realidad, menor que el indicado en la
Fig. 47, pues las presiones del terreno no son uniformes, como se ha supuesto
precedentemente, sino que se concentran hacia el borde exterior de la zapata,
reduciéndose la excentricidad e.
La fundación de una columna de medianera puede ser realizada con una zapata
centrada mediante la desviación del eje longitudinal de la columna como muestra la
Fig. 48.
Es conveniente utilizar zapatas rectangulares, cuyo lado menor esté dispuesto en
sentido normal a la medianera.

El esfuerzo transversal necesario para desviar la carga vertical transmitida por la


columna será soportado por un tensor convenientemente anclado.
Para evitar fuertes cargas en el tensor y esfuerzos secundarios originados por el
monolitismo es aconsejable que el ángulo de desviación de la columna sea inferior a
15 º.
El plano de asiento de la base formará con la horizontal un ángulo igual al de
desviación de la columna.
Aún teniendo en cuenta esa circunstancia, el momento en el pie de la columna suele
alcanzar valores excesivos, frente a las dimensiones de la pieza, cuando la carga que
soporta es de cierta consideración.
De cualquier forma, cuando se trate de columnas de medianera fuertemente cargadas,
es preferible recurrir a alguna de las soluciones que se indican en el apartado siguiente.

7.2 Zapatas combinadas

Si la distancia entre columnas vecinas es tan reducida que las respectivas bases se
superponen o quedan muy próximas entre sí, convendrá reemplazarlas por una base
única. Las zapatas de esta clase, que reciben la carga conjunta de dos o más columnas
se denominan zapatas combinadas.
La Fig. 49 muestra una zapata combinada rectangular, aplicable en el caso de
columnas interiores cuyas cargas no difieren sensiblemente en magnitud.
El empleo de bases aisladas tampoco resulta prácticamente factible en columnas de
medianera, según se ha visto, cuando están sometidas a cargas considerables; en estos
casos el tipo de fundación más indicado es la zapata combinada trapecial que ilustra la
Fig. 52, o bien la de viga cantilever, representada en la Fig. 56.

7.2.1 Zapata combinada rectangular

LA Fig. 49 ilustra una zapata de este tipo. El área de apoyo debe dimensionarse para la
suma de las cargas transmitidas por ambas columnas, más el peso propio de la zapata,
que se fijará previamente por estimación.
La carga total será, pues:

Qτ = QR + GR (kg)
donde:

QR = Q1 + Q2 (kg)

GR 0 peso estimado de la zapata (kg).

Conociendo Qτ se calcula el área en planta de la base por la fórmula:


SB = ------------ (cm2)
σf
2
donde σf (kg/cm ) es la presión admisible sobre el terreno, y se determina el largo a de
SB
la zapata por la relación: a = -------- fijando previamente el ancho b. Este último se
b
toma generalmente entre 1 y 2 metros.
La resultante QR debe incidir en el baricentro de la superficie de apoyo, para obtener
una repartición uniforme de las presiones sobre el terreno. Esta condición se satisface
llevando a uno y otro lado de la recta de acción de dicha resultante, longitudes iguales
a a/2, con lo que quedan determinadas las dimensiones l1y l2 de los extremos en
voladizo de la zapata (Fig. 49).
La sección de esta última se calcula como viga T invertida (Fig. 50), sometida a la
reacción uniforme del terreno: σ´f.
Previamente debe calcularse el espesor de la losa de apoyo, para lo cual se consideran
ambas alas de la sección T como empotradas en el nervio (voladizo).

El momento flexor en las secciones de empotramiento vale:

(b – bo)2
M = σ´t ---------------------------
8
QB
siendo σ´f = ---------
SB

En base a dicho momento se calcula la altura útil de la losa y la armadura transversal


correspondiente, por las fórmulas ya conocidas:
h = τ √M (d = h + 6 cm)

M
Sa = -------------------
σg 0,89 h

La viga se dimensiona como ya se ha expuesto en el apartado 5.6.1.


En la Fig. 51 se representan los diagramas de cargas, de momentos flexores y de
esfuerzos de corte correspondientes.

7.2.2 Zapata combinada trapecial

Este tipo de zapata se adopta cuando las cargas de las columnas vecinas son muy
dispares, o una de las columnas se encuentra próxima a medianera (Fig. 52).
La planta de la base debe proyectarse, según ya se ha dicho, de modo que su baricentro
coincida con el punto de aplicación de la resultante QR- El área del trapecio se calcula
por la expresión:


SB = ----------
σf
Conociendo SB y fijando el ancho medio de la zapata, queda determinada su longitud a
(o viceversa); los lados b1 y b2 se fijan
De modo que se satisfaga la condición anterior, referente a la posición del baricentro.
La sección de la zapata se dimensiona como viga T invertida, en forma similar a la ya
expuesta para las zapatas combinadas rectangulares.
Para el cálculo de la losa de apoyo, que es este caso es de ancho variable, se la
considera descompuesta en zonas o fajas, según indica la Fig. 53 y se adopta un
espesor uniforme en todo el ancho de la base, determinado por el momento flexor
máximo.
La armadura de cada faja se dimensiona de acuerdo al momento correspondiente, que
varía de una zona a otra. Dichos momentos están dados por las expresiones:

σ´f l2I
MI = -------- (kgcm/m)
2

σ´f l2II
MII = ---------- (kgcm/m)
2

σ´f l2 III
MIII = ---------- (kgcm/m)
2

La altura útil de la losa y las armaduras correspondientes a las distintas fajas se


calculan por las fórmulas:

h = √ MIII

MI
Sa1 = --------------- (por m de ancho)
σa 0,89 h

MII
Sa2 = ------------ (por m de ancho)
0,89 h σa

MIII
Sa3 = -------- (por m de ancho)
0,89 h σa

En la Fig. 54 se representan los diagramas de cargas, de momentos flexores y de


esfuerzos en base a los cuales debe dimensionarse la viga.
La Fig. 55 muestra la distribución de armaduras típica correspondiente a la viga de esta
clase de zapatas.

7.2.3 Zapata con viga cantilever

En este tipo de base (Fig. 56), la zapata correspondiente a la columna exterior –


columna de medianera- está vinculada a la columna interior más próxima mediante
una viga, solidaria con dicha zapata. La función de la viga consiste en resistir el
momento flexor producido por la excentricidad de la carga que actúa en la columna
exterior, con respecto a la reacción del terreno.
Si se prescinde del peso propio de la zapata y de la viga, las condiciones de equilibrio
del sistema responden al esquema de la Fig. 57. Según surge de la misma, la viga
cantilever tiene por efecto disminuir la carga de la columna interior en un valor igual a
la reacción RD mientras la carga Qc,, transmitida al terreno por la columna exterior
resulta incrementada de igual magnitud.
El área en planta de la zapata debe ser dimensionada para una carga equivalente a la
reacción l
RA = QC --------------
l–e
(donde e es igual a la mitad del ancho a de la zapata) más el peso propio de ésta, la
parte correspondiente del peso de la viga, y el de la tierra que gravita sobre la cara
superior de la zapata.
Estas últimas cargas, lo mismo que el ancho de la zapata, deben ser fijadas
previamente por estimación. Para ello puede adoptarse provisoriamente una relación
de largo a ancho:
b
n = ----- y calcular un primer valor aproximado del área de
a

apoyo SB, en base a la carga de la columna QC incrementada en un 25 por ciento:


1,25 Qc
SB = ----------
σf
de donde:

a = √SB/n (b = n a)

Fijando así el ancho a, el valor definitivo del área de apoyo se calcula por la expresión:

QC l
SB σt = -------------- + G
1
l - ---- a
2
En la que a representa la carga debido al peso propio de la zapata, al de la viga y la
carga de tierra antes mencionada. Conociendo a y SB se deduce el largo definitivo de la
zapata: b.

El espesor de la zapata se dimensiona en base al momento flexor:


σ´f . a
M = ------------- (b – b0) 2
8

siendo:

QC a
σ´f = ----- (1 + ---------------)
SB 2l–a

La altura útil de la losa en las secciones de empotramiento y la armadura


correspondiente, se calculan por las fórmulas:

h = √M/a

M
SB = ---------- (a repartir en el ancho b)
σg 0,89 h

Se acostumbra dar a la zapata una sección trapecial, disminuyendo su espesor hacia los
bordes, lo mismo que para las bases aisladas.
En la Fig. 58 se han representado los diagramas de cargas, de momentos flexores y de
esfuerzos de corte correspondientes a la viga cantilever. El momento máximo, en base
al cual debe dimensionarse la viga y la posición de la sección más comprometida,
pueden obtenerse de la Tabla XV.
Dicha sección se calculará como viga T, de ancho estático igual al largo b de la zapata.
Hacia el extremo interior, la altura útil de la viga puede reducirse linealmente, dando a
su perfil inferior una cierta pendiente /Fig. 56), de acuerdo con el diagrama decreciente
de momentos flexores.
Para la verificación de las tensiones tangenciales debe considerarse la sección
correspondiente a la cara interior de la columna de medianera, donde el esfuerzo de
corte vale:

Q = QC – σ´f b d

siendo:

b = largo de la zapata (m)

d = ancho de la sección de la columna (m)

La Fig. 59 muestra la disposición de armaduras típica de una viga cantilever, en este


tipo de bases.

7.3 Plateas de fundación

En los casos en que la presión admisible del terreno es reducida o las cargas actuantes
muy elevadas, conviene adoptar como base de fundación, una loza continua que apoya
sobre vigas invertidas vinculadas a las columnas.
Cuando la rigidez de la estructura de la platea es grande, y las columnas, además de
estar distribuidas simétricamente, transmiten cargas muy similares, el cálculo de la
platea puede realizarse suponiendo a la misma como un entrepiso de losas y vigas,
invertido, cuya carga sea la reacción del terreno, que puede admitirse como
uniformemente repartida en este caso.
Si la platea no es lo suficientemente rígida, o las cargas transmisibles por las columnas
no son uniformes, el cálculo deberá efectuarse según la teoría de las fundaciones
continuas apoyadas en medios elásticos.

CAPÍTULO VIII
ELEMENTOS PARA EL CÁLCULO DE SECCIONES SOMETIDAS A
FLEXIÓN COMPUESTA

Una sección se encuentra sometida a flexión compuesta cuando actúan


simultáneamente sobre la misma un momento flexor M y una fuerza normal N
aplicada en el centro de gravedad de la sección. Según sea el sentido de esta última
fuerza, pueden presentarse dos estados de solicitaciones diferentes: flexo – compresión
o flexo – tracción (Fig. 60).

La acción conjunta de los dos esfuerzos: M y N equivale a la de una única fuerza N ´,


de igual magnitud y sentido que N. aplicada a una distancia: e = M/N del baricentro G
de la sección (Fig. 60ª). La distancia e se denomina excentricidad.
En una estructura sometida a flexión compuesta, el eje de referencia para la
determinación de los esfuerzos M y N es, pues, la línea que une los baricentros de las
sucesivas secciones. Como las posiciones de estos últimos no se conocen en la fase
inicial del proyecto, se adopta generalmente como eje de referencia, la línea central o
línea media de cada miembro (Fig. 61 a ). Por consiguiente, el momento Mm así
determinado para cada sección, está referido al eje medio m –m de la misma y el valor
σm dado por la relación Mm/N representa la distancia de la fuerza excéntrica N a ducho
eje medio, que no siempre coincide con el eje baricéntrico g – g.
Esta circunstancia debe ser tenida en cuenta cuando se trata de definir la posición de la
fuerza N que, en los desarrollos siguientes, constituye el punto de partida para el
cálculo de la sección. En este capítulo sólo se tratará el cálculo de secciones simétricas
con respecto a la línea de fuerzas (traza del plano donde actúan los esfuerzos M y N) y
en particular, el de las secciones rectangulares, que son las que más frecuentemente se
presentan en la práctica.

8.1 Flexo - compresión

De acuerdo con la posición relativa del eje neutro, se pueden presentar los dos casos
siguientes:
A) El eje neutro resulta exterior a la sección, vale decir que esta última está
sometida a tensiones de un miemos signo (compresión).
B) El eje neutro corta la sección, existiendo en consecuencia tensiones de
compresión y de tracción-

El primer caso se tiene cuando la excentricidad es pequeña (no superior al


correspondiente radio nuclear). Dicho estado de solicitaciones se aproxima al de
compresión simple o axil y suele denominarse, por tal causa, compresión excéntrica.
El caso B) corresponde a grandes excentricidades, donde el momento flexor M es el
factor predominante y el estado de solicitaciones se asemeja, por consiguiente, al de
flexión simple.

9.1.1 Sección totalmente comprimida (caso A)

En estructuras sometidas a compresión excéntrica (columnas de medianera, pies de


pórtico, etc) el problema que se plantea corrientemente consiste en la verificación de
las secciones, cuyas dimensiones y porcentajes de armadura se fijan previamente con
prescindencia de la excentricidad (ver Capítulo VI).
La Fig. 62 representa una sección sometida a compresión excéntrica. El baricentro G
corresponde a la sección ideal u homogeneizada S, donde la sección de armaduras se
supone reemplazada por n veces su área de hormigón (n = 15):

Si = Sh + n Sa + n S¨a

La posición del punto G puede determinarse gráficamente, por medio de un polígono


funicular como indica la Fig. 62, descomponiendo la sección en fajas o figuras simples
cuyas áreas Sn, se consideran como fuerzas paralelas aplicadas en sus respectivos
baricentros, o bien, analíticamente, por medio de la expresión:
Σ Sn yn
yG = -----------------
Si
Que resulta de tomar momentos estáticos con respecto a un eje paralelo a dichas
fuerzas (eje z – z´).
Con las notaciones empleadas en la Fig. 62, las tensiones en

los bordes o fibras extremas de la sección vienen dadas por las fórmulas:

N Ne
σb1 = ------- + --------- v1
S1 I1

N Ne
σb2 = -------- -- ---------- v2
S1 I1

donde:

N = esfuerzo normal a la sección, en kg.


E = excentricidad, en cm.
S1 = Sh + 15 (Se + S´e) = sección ideal u homogeneizada en cm2.
I1 = momento de inercia, con respecto al eje baricéntrico g – g´ de la sección
homogeneizada, en cm4.
v1 = distancia del eje baricéntrico al borde más comprimido de la sección, en cm.
v2 = distancia del eje baricéntrico al borde menos comprimido de la sección, en cm.
El borde más comprimido se determina en base a la posición de la fuerza N con
respecto al baricentro G de la sección, o lo que es equivalente, al sentido de la
excentricidad e (dicho borde y el punto de aplicación de N se encuentran de un mismo
lado del eje baricéntrico).
En el caso de la fig. 62 borde más comprimido es el superior y la tensión
correspondiente es σb1 debiendo cumplirse, por consiguiente, que:

σ h1 ≤ σ hadm

Las fórmulas anteriores pueden aplicarse aún en aquellos casos en que la tensión σh
sea de tracción

N Ne
(-------- < ------- v)
Si Ii
siempre que su valor absoluto no exceda de σh1 /4 debiendo verificarse
simultáneamente: σhadm ≥ σ h1.

Las tensiones de trabajo de las armaduras no requieren comprobación, pero si se desea


conocerlas, pueden determinarse por medio de las expresiones:

N Ne
σa = 15 ( --------- -- --------- vf)
Si Ii
N Ne
σa2 = 15 ( ------- + --------- vf´)
Si Ii
8.1.2 Sección parcialmente comprimida (caso B)
En este caso, el cálculo debe efectuarse considerando como estáticamente inactiva la
zona traccionada de la sección de hormigón (Fig. 63).
El efecto de la fuerza excéntrica N´ equivale a la acción conjunta de otra fuerza N de
igual magnitud, dirección y sentido, aplicada en el baricentro de la armadura de
tracción y un par flexor de momento.

Me = N´ea

La sección se dimensiona para este último momento, como si se tratara de flexión


simple y la sección de armadura Se así calculada se disminuye en un valor igual a N´/
σa para tener en cuenta el efecto adicional de la fuerza N´ que comprime dicha
armadura. De esta forma, la tensión de trabajo en la armadura de tracción mantiene el
valor que sirvió de base para el cálculo a la flexión simple y el diagrama de tensiones
que presupone este último no resulta alterado.
Si no existen estados de carga que puedan invertir el signo del momento flexor en la
sección, conviene adoptar una sección con simple armadura. En este caso, la altura útil
se calcula con la fórmula:

h = r √Ma/b

donde el ancho b se fija con el criterio expuesto anteriormente. El coeficiente r puede


tomarse de la Tabla XI, en base a las tensiones de trabajo σh y σa. adoptadas.
La sección de armadura se determina por la fórmula:
N ¨ (*)
Se = µ b h - -------
σa
(*) Si N´/σa resultara mayor que µ b h esto indicaría que la sección se encuentra en
caso A y debe ser calculada como se indica en 8.1.1.
siendo µ la cuantía de armadura dada por la tabla XI, en función de σh y σa.
Para determinar el momento de la fuerza N´ respecto al baricentro de la armadura de
tracción, cuyo valor es:

d
Ma = N ´ea = N ´( e + ------- --- a)
2
es preciso conocer la altura total de la sección d. Como la excentricidad es grande con
relación a d, este último valor puede fijarse por estimación – cuando se trata de cálculo
directo – rectificándolo luego si fuera necesario para el cálculo definitivo.
Las secciones donde pueden presentarse momentos flexores de signos contrarios, o
cuya altura está limitada por razones arquitectónicas o constructivas, deben
proyectarse con doble armadura (Fig. 64).

Fijadas las dimensiones b y h, las armaduras Sa y S´as se calculan por medio de las
siguientes fórmulas:

∆M N´
Sa = µ b h + ------- --- --------- (cm2)
Ch σa

∆M
S´a = -------- (cm2)
C ´h

Donde:

∆ M = Ma – λ b h 2

Μ = cuantía de armadura dada, en función de σh y σa por la tabla XI.

1
λ = --------- siendo r el coeficiente que figura en la Tabla XI.
r2

C = coeficiente que depende del valor de σa y de la relación a/h


C´= coeficiente que depende de σa , σ h y a/h

Los coeficientes C y C´ se consignan a continuación, en las Tablas XXXIII y XXXIV.


8.2 Flexo – tracción

En este estado de solicitaciones también pueden presentarse dos casos, similares a los
expuestos en 8.1.1 y 8.1.2:
A) El eje neutro es exterior a la sección, por lo que únicamente se producen en la
misma esfuerzos de tracción.
B) B) eje neutro corta a la sección, existiendo en consecuencia esfuerzos de ambos
signos.

8.2.1 Sección totalmente traccionada (caso A)

Este caso se presenta cuando la excentricidad e es pequeña. La fuerza N ´está


ubicada entre armaduras (Fig. 65) y como el

hormigón traccionado se considera estáticamente inactivo, el valor total de N´ debe ser


absorbido por dichas armaduras. Las secciones de estas últimas se calculan por las
fórmulas:

f2 N´
Se1 = ----- -------- (cm2)
ha σa

f1 N´
Se2 = ----- ------- (cm2)
ha σa

8.2.2 Sección parcialmente traccionada (caso B)

Para este caso vale todo lo expuesto en el apartado 8.1.2, con la única salvedad de que
la sección Sa de armadura de tracción debe ser aumentada de N/σa en vez de
disminuida como cuando se trata de flexo – compresión.

CAPÏTULO IX
CALCULO EN EL PERIODO PLASTICO

9.1 Criterios de cálculo

La función esencial de toda estructura consiste en soportar con adecuada seguridad las
cargas para las cuales ha sido proyectada. Dicha seguridad puede lograrse
dimensionándola de modo que se cumpla una u otra de las condiciones siguientes:
a) Que en ninguna sección de la misma, las tensiones producidas por las cargas de
servicio sobrepasen ciertos límites considerados admisibles, para el material y
tipo de solicitaciones de que se trate;
b) Que las cargas de servicio sean sustancialmente menores que las que la
estructura puede soportar en el límite de su resistencia, en cuyo caso las
primeras se determinan dividiendo a las segundas por un coeficiente de
seguridad.

Del planteo que antecede surgen dos criterios de cálculo que se fundan
respectivamente en el concepto de tensión admisible o bien en el de carga crítica.
El primer criterio es el del cálculo clásico, basado en el comportamiento elástico del
material (proporcionalidad entre tensiones y deformaciones), hipótesis que en el
hormigón armado sólo se cumple aproximadamente para solicitaciones moderadas.
El cálculo elástico permite estimar las tensiones producidas por las cargas normales de
servicio, pero no proporciona una medida directa de la seguridad real de la estructura
en el caso de que esas cargas sean excedidas pues no permite predecir la magnitud de
las cargas ¨ críticas ¨, esto es: las cargas capaces de producir la inutilización o el
colapso de la misma.
Ello se debe a que, cuando las solicitaciones se aproximan a sus valores críticos, el
hormigón se aparta completamente de las hipótesis elásticas usuales y entra en el
período de las deformaciones plásticas, caracterizado por un rápido crecimiento de las
mismas sin aumento sensible de las cargas aplicadas. Algo semejante ocurre con las
armaduras resistentes, cuando se alcanza el límite de fluencia del acero.
En las estructuras hiperestáticas, ese comportamiento plástico conduce a una
redistribución de las fuerzas interiores, en virtud de la cual las secciones más
recargadas se deforman a partir de un cierto punto sin absorber mayor solicitación,
actuando como ¨ articulaciones plásticas ¨, mientras la estructura continúa tomando
carga a expensas de las otras secciones más aliviadas.
Este fenómeno de adaptación plástica – como también se lo denomina – explica la
discrepancia observada entre los resultados experimentales de estructuras ensayadas
hasta el límite de su resistencia y los valores teóricos que se obtienen por extrapolación
del cálculo elástico. En casi todos esos casos, la carga real de rotura o fluencia
estructural resulta mucho mayor que la que surge de la teoría elástica, de donde se
deduce que el criterio de cálculo corriente implica, por lo general, márgenes de
seguridad mayores de lo necesario.
Es en base a estos conceptos que algunos reglamentos modernos, como el ¨Building
Code Requirements for Reinforced Concrete ACI 318 – 63 ¨ y la última norma inglesa
(¨British Standard Code of Practice CP 114 – 1957¨) admiten una modificación
sustancial de los momentos en losas continuas con armaduras cruzadas y en vigas
continuas respectivamente, con relación a los valores teóricos que resultan del cálculo
elástico (veáse apartados 4.3.2 y 4.2.2.2).
La redistribución de tensiones no se produce solamente entre las diversas secciones o
miembros de las estructuras hiperestáticas, sino también dentro de una miama sección.
En las secciones flexadas, el comportamiento plástico del hormigón cuando las
solicitaciones se aproximan a sus valores críticos, altera fundamentalmente el
diagrama de tensiones supuesto en el procedimiento de cálculo convencional, como
luego se verá, en forma que la capacidad resistente de la sección resulta aumentada.
La plasticidad del hormigón también modifica el estado elástico teórico en los
elementos comprimidos, permitiendo una mejor colaboración de las armaduras, al
admitir tensiones más elevadas del acero. En este hecho se funda el principio de
¨ adición ¨, admitido para el cálculo de columnas por los reglamentos modernos de
hormigón armado (ver apartado 6.2.5).
Las consideraciones que anteceden han conducido a un nuevo criterio de cálculo
estructural, basado en el fenómeno de adaptación plástica que precede a la falla o
rotura y que en el hormigón armado adquiere, como se ha dicho, particular
importancia.
Su idea fundamental consiste en determinar cuál es la carga (o combinación de cargas)
capaz de producir la rotura estructural y. dividiendo ese valor por el coeficiente de
seguridad, establecer la carga admisible.
Bajo el concepto de ¨ rotura estructural ¨ se entiende la inutilización de la estructura, o
sea el estado en que aquélla deje de comportarse en forma satisfactoria para el fin con
que fue proyectada – aún sin llegarse a la desintegración c0mpleta – sea por las
excesivas deformaciones sufridas o por la aparición de fisuras y grietas de
considerable espesor, que comprometen la seguridad del conjunto.
De acuerdo con lo expuesto, el cálculo plástico comprende dos fases o aspectos, uno
que se reduce al análisis de las estructuras estáticamente indeterminadas (estudio de las
solicitaciones) y otro al dimensionamiento o verificación de las secciones (estudio de
la resistencia).
Aunque el primer aspecto escapa a la índole del presente folleto, señalaremos que el
criterio plástico ha encontrado una valiosa aplicación en el análisis de placas plana
mediante la teoría de las ¨ líneas de rotura ¨, desarrollada principalmente por K.W.
Johansen.
Dicha teoría permite resolver en forma simple muchos problemas de losas cuya
irregularidad de forma y de cargas los hace prácticamente inabordables por la teoría de
la elasticidad. Las capacidades de cargas calculadas por ese método, concuerdan
bastante satisfactoriamente con los resultados experimentales.
En lo que sigue, nos ocuparemos brevemente de la aplicación de la teoría plástica al
cálculo de las secciones de hormigón armado, método ya incorporado a las
reglamentaciones de varios países.

9.2 Cálculo a la rotura de secciones sometidas a flexión simple

Todas las fórmulas expuestas en los capítulos precedentes para el dimensionamiento y


verificación de las secciones de hormigón armado se basan en el comportamiento
elástico del material caracterizado por un diagrama lineal de tensiones (Fig. 66 a).
Admitida la proporcionalidad entre las tensiones y las deformaciones, tanto en la zona
comprimida del hormigón como en el acero de las armaduras, la relación de módulos
de elasticidad de ambos materiales: n = Ea/Eh resulta constante. Dicha relación
modular, conjuntamente con las tensiones admisibles del hormigón y del acero son los
factores determinantes en el método corriente de cálculo, por cuyo motivo este último
suele denominarse procedimiento ¨n ¨.
El cálculo a la rotura de las secciones se basa, en cambio, sobre el comportamiento
plástico del material en el período que precede a la falla. Cuando las solicitaciones se
aproximan a su valor crítico, las fibras más comprimidas de la sección se deforman
rápidamente sin aumento de tensión, mientras esta última continúa creciendo en las
fibras menos solicitadas, esto es: las más próximas al eje neutro y el diagrama lineal se
transforma en parabólico (Fig. 66 b).

Se admite que, al producirse la falla, la armadura de tracción se encuentra trabajando


en el límite de fluencia del acero y la zona comprimida del hormigón se halla
totalmente ¨plastificada ¨.
Para interpretar el fenómeno se han desarrollado varias fórmulas y criterios de rotura
que, aunque difieren en la forma de repartición y en el valor máximo de las tensiones
de compresión, dan resultados prácticamente coincidentes para secciones con
porcentajes de armadura moderados.
En ellas merece destacarse, por su sencillez y concordancia con los resultados
experimentales, la fórmula de rotura de Whitney, para secciones rectangulares
sometidas a flexión simple.
Whitney supone que, en el momento de rotura, las tensiones en toda la zona
comprimida del hormigón tienen un valor uniforme, igual a 0,85 veces la resistencia
cilíndrica σH del hormigón y que la armadura trabaja en el límite de fluencia del acero
σf. Según sea el porcentaje de armadura de la sección µ, pueden ocurrir tres casos:
1º) Que ambos límites de resistencia se alcancen simultáneamente.
2º) Que cuando el acero entra en fluencia, el hormigón esté trabajando a una tensión
menor de 0,85 σH.
3º) Que la tensión en la zona comprimida llegue al valor 0,85 σH, mientras el acero aún
no ha alcanzado su límite de fluencia.
El primer caso corresponde a lo que se denomina ¨ sección equilibrada ¨ y ocurre
cuando el porcentaje de armadura tiene el valor:
σH
µ0 = 0,456 ----
σf
llamada ¨ cuantía límite ¨.
En esta caso, el momento de rotura de la sección, según Whitney, está dado por la
fórmula:

xo
MH = Sa σf (h -- ----)
2
donde:

Sa = sección de la armadura.
σf = límite de fluencia del acero.
h = altura útil de la sección.
xo = altura de la zona comprimida de la sección.
Esta última magnitud viene dada por la expresión:

S a σf
xo = ----------------
0,85 σH b

siendo:

b = ancho de la sección.
σH = resistencia cilíndrica del hormigón a 28 días.

En el segundo caso, que corresponde a: µ< µo son aplicables las mismas fórmulas, ya
que la estructura se deforma, subiendo el eje neutro hasta que la zona comprimida se
encuentre totalmente plastificada y la tensión alcanza el valor: 0,85 σH.
En el tercer caso, para el cual: µ > µo , la rotura ocurre por agotamiento de la
resistencia del hormigón y la fórmula precedente deja de ser aplicable. Whintey ha
establecido experimentalmente que, para cuantías mayores que la límite, cualquiera
sea su valor el momento de rotura es constante e igual a:

b h2
MR = -------- σH
3
Una vez calculado el momento de rotura de la sección que se considera, el momento
admisible se obtiene dividiendo aquel primero por un cierto coeficiente de seguridad:

MR
Madm = -----------
υ
cuyo valor se fija de acuerdo al destino, tipo de solicitaciones y forma de rotura.
Para los casos 1º y 2º, vale decir, cuando la rotura ocurre por agotamiento de la
resistencia del acero, el coeficiente de seguridad recomendable es υ = 2. Cuando la
rotura tiene lugar por agotamiento de la resistencia del hormigón (caso 3º), debe
adoptarse un coeficiente más elevado que normalmente se toma igual a 3.
El gráfico de la Fig. 68 permite la verificación inmediata de secciones rectangulares
sometidas a flexión simple, por la fórmula de Whitney. En el mismo se han llevado
como ordenadas, a la derecha, los valores de la cuantía de armadura µ y a la izquierda,
los momentos de rotura teóricos expresados por la relación: MR/bh2.
La correspondiente entre unos y otros valores se establece mediante las dos familias de
curvas contenidas en el gráfico, que representan respectivamente los valores de la
resistencia cilíndrica σR del hormigón y del límite de fluencia del acero σf.
La línea de trazos interrumpidos indica un ejemplo de aplicación del gráfico, en el cual
se ha expuesto que los datos son los siguientes:
µ = 1,6 %
σf = 2800 kg/cm2
σH = 240 kg/cm2
La línea de trazo interrumpido indica sobre el eje de ordenadas izquierdo un valor de
MR/bh2 = 40 kg/cm2 de donde se deduce inmediatamente el valor del momento de
rotura.
El gráfico permite apreciar que la cuantía y el límite de fluencia del acero son los
factores determinantes de la resistencia a rotura de la sección, mientras la resistencia
del hormigón tiene muy escasa influencia sobre la misma.
CAPITULO X
PROCEDIMIENTOS CONSTRUCTIVOS
La ejecución de la estructura de hormigón armado requiere una serie de operaciones
que pueden concretarse en los siguientes puntos:
a) Preparación y montaje de los encofrados.
b) Preparación y colocación de las armaduras.
c) Preparación y colocación del hormigón (moldeo).
d) Curado del hormigón.
e) Desencofrado.

En el presente capítulo describiremos brevemente cada una de esas operaciones,


indicando las normas y procedimientos principales a seguir para una correcta ejecución
de las mismas.
10.1 Preparación y montaje de los encofrados

El encofrado constituye el molde que dará forma a la estructura y. como tal, sus
dimensiones, líneas y pendientes deben ajustarse exactamente a los que indican los
planos de obra.
Sus elementos deben ser suficientemente rígidos y resistentes como par que, en curso
del hormigonado, no puedan experimentar deformaciones capaces de alterar la
configuración y dimensiones previstas para la estructura.
Además, deben ser fáciles de desarmar, para que al proceder al desencofrado, no sufra
daños el hormigón que se encuentra aún en el período inicial de endurecimiento.
Los encofrados pueden ser metálicos o de madera, siendo estos últimos los de uso más
corriente. Los encofrados metálicos se emplean en casos especiales o cuando se trata
de moldear un gran número de elementos iguales, como ocurre en los procesos de
prefabricación.
Los encofrados de entrepisos deben proyectarse para soportar, además de su peso
propio y el del hormigón fresco, el peso de los obreros que los transitan durante el
moldeo y el de los equipos utilizados en dicha operación.
Con respecto a los encofrados verticales – correspondientes a columnas, muros,
tabiques y vigas de gran altura – además de las solicitaciones indicadas, hay que tener
en cuenta las presiones laterales ejercidas por el hormigón fresco.
Dichas presiones crecen con la altura de la tongada de hormigón y dependen, de la
forma de compactación (apisonado manual o vibrado), de las dimensiones de la
sección, la rugosidad superficial de los encofrados y la velocidad con que progrese en
altura la colocación del hormigón.
Para vigas y secciones no muy profundas, las presiones laterales pueden calcularse de
acuerdo con la teoría del empuje de tierras, mediante la fórmula:

p = γ h tg2 (45 º - φ/2) (kg/cm2)

donde:

p = presión lateral correspondiente a la profundidad h (m).


γ = peso unitario del hormigón fresco (2200 a 2400 kg/m3).
Φ = ángulo de frotamiento interno de la mezcla que, en hormigones corrientes, varía
entre 20 º y 30 º, pero puede llegar hasta 35 º o más, cuando se trata de mezclas secas.
En este caso, las presiones laterales responden a un diagrama lineal (Fig. 69), cuyo
vértice corresponde al nivel superior de la losa.
Cuando se trata de secciones relativamente profundas, las presiones laterales no
aumentan en forma lineal sino que, debido al endurecimiento de las capas inferiores
del hormigón y el frotamiento con el encofrado, lo hacen según una curva del tipo
representado en la Fig. 70. El valor máximo de la presión Pm y la correspondiente
profundidad hm dependen fundamentalmente de la velocidad y forma de colocación del
hormigón, como así también de la temperatura a que se efectúa esa operación.

En columnas, muros y otras secciones angostas, el frotamiento con el encofrado


constituye el factor predominante y la presión máxima pm puede calcularse con
suficiente aproximación, por medio de la fórmula:

γR
pm = ------------ (kg/cm2)
tg σ´
donde:
γ = peso unitario del hormigón fresco (kg/m3)
tg σ ´= coeficiente de frotamiento entre el hormigón y el encofrado.

S área en planta de la sección


R = ------- = ----------------------------------- = radio hidráulico de la sección
υ perímetro de la sección

Los valores de R, para las secciones más comunes, se indican a continuación:

Columnas cuadradas o poligonales regulares, siendo d el diámetro del círculo


inscripto:
d
R = -------
4

Columnas rectangulares de lados a y b:


ab
R = -------------
2 (a+ b)
e
Muros de espesor e: R = -----
2

El coeficiente de frotamiento tg φ ´ depende de la rugosidad superficial del encofrado


y de la consistencia del hormigón fresco.
Para encofrados corrientes de madera sin cepillar, se aconseja adoptar φ´≤ ¾ φ y para
encofrados de madera cepillada y aceitada, o moldes metálicos: φ ´= 1/3 a ½ φ donde
φ es el ángulo de frotamiento interno de la mezcla, cuyos valores se han indicado
precedentemente.
Cuando se emplean vibradores externos (aplicados a los encofrados), el hormigón
puede mantener su estado plástico en toda la altura de la columna o muro que se está
moldeando. En tal caso, las presiones laterales son equivalentes a las de un líquido de
densidad igual a la del hormigón vibrado y los encofrados deben proyectarse para
soportar dicho empuje hidrostático, dado por la expresión:

p = γ h (kg/cm2)

A continuación se describen necesariamente los encofrados de madera


correspondientes a los distintos elementos de una estructura común de hormigón
armado.
Los encofrados de losas están formados, corrientemente, por tablas yuxtapuestas de
2,5 x 15 cm que apoyan sobre tirantes de 7,5 x 7,5 cm , soportadas a su vez por
puntales (Fig. 71).
La distancia entre puntales es generalmente de unos 80 cm. En la tabla XXXV se
indican las separaciones adecuadas entre tirantillos para tablas de 2,5 cm y distintos
espesores de losas.

TABLA XXXV
Espesor de losa (cm) Separación entre tirantillos (cm)
Hasta 10 80
12,5 75
20 70

Los extremos de los tirantillos apoyan en los costados de los encofrados de las vigas.
Si la separación entre estos últimos es grande, conviene disponer un tirante intermedio
sostenido por los puntales.
En la Fig. 72 se indica la forma de construcción corriente de los encofrados de las
vigas. Los costados y el fondo están formados por tablas de 2,5 cm de espesor unidas
exteriormente por medio de travesaños de 2,5 x 7,5, cada 0,70 o

0,80 cm. Los tableros laterales llevan sus bordes superior e inferior, sendos refuerzos
longitudinales constituidos normalmente por listones de 2,5 x 7,5 cm. En el listón
superior apoya el entablonado correspondiente a la losa de entrepiso. El encofrado
entablonado correspondiente a la losa de entrepiso. El encofrado de cada viga se
sostiene por medio de puntales, con un travesaño superior de apoyo cuya construcción
puede verse en la Fig. 72.
Los encofrados de las columnas se forman igualmente con tablas de 2,5 cm de espesor,
unidas cada 40 cm por abrazaderas constituidas por tirantillos (Fig. 73). Cuando se
trata de columnas de gran sección y altura, las abrazaderas ubicadas en
la parte inferior, deben reforzarse y disminuir su espaciamiento, para soportar las
presiones considerables ejercidas por el hormigón fresco.
Las Fig. 74,75 y 76 muestran diversos detalles de los encofrados de vigas y columnas.
Dichos encofrados se preparan en el suelo: luego se colocan en posición, levantando
primeramente los de las columnas y a continuación los de las vigas. Una vez
emplazados estos últimos, se disponen los puntales arriostrándolos entre sí por medio
de tablas y apoyándolos sobre el terreno por intermedio de cuñas (Fig. 72); esto último
permite un nivelado perfecto y facilita el desencofrado. Sobre los costados de las vigas
se clava el entablonado que servirá de encofrado a las losas. Los extremos de las tablas
correspondientes a este último deben cortarse a bisel, como indica la Fig. 69, para
evitar la presencia de ángulos vivos que dificultan el desencofrado. Con el mismo
objeto, deben disponerse en las esquinas interiores de los encofrados de vigas y
columnas, pequeños listones de forma triangular.

10.2 Preparación y colocación de las armaduras

Las armaduras se preparan generalmente en obra, de acuerdo a la forma y dimensiones


indicadas en los planos respectivos.
El doblado de las barras debe efectuarse en frío, haciéndolo alrededor de un pasador
cuyo diámetro no sea inferior a seis veces el diámetro de la barra, cuando éste no
exceda de 25 mm. Las barras de mayor calibre deberán doblarse sobre pasadores de
ocho veces su diámetro. Los estribos y barras de repartición pueden doblarse sobre
pasadores de dos veces su diámetro.
La armadura debe estar libre de escamas sueltas, herrumbre y recubrimiento que
puedan afectar su adherencia con el hormigón. La oxidación superficial no es
obstáculo para su utilización, siempre que no llegue a disminuir la sección útil, pero en
lo posible debe eliminarse.
Los extremos de todas las barras irán dobladas en forma de gancho, con las
dimensiones mínimas que indica la Fig. 77.

La colocación de las barras debe hacerse en forma tal que no puedan desplazarse
durante el moldeo, utilizándose para ello ataduras de alambre o abrazaderas adecuadas
en los cruces de las barras.
Para asegurar los recubrimientos mínimos, es conveniente colocar la armadura sobre
pequeños caballetes preparados de antemano, que pueden ser metálicos o de mortero.
Los empalmes entre barras se efectuarán superponiéndolas en una longitud no inferior
a 30 veces su diámetro y atándolas con alambre en toda esa longitud.
La armadura expuesta a la intemperie y que deba servir como medio de empalme para
alguna ampliación futura, se protegerá en forma adecuada contra los efectos de la
corrosión, pintándola por ejemplo con lechada de cemento.

10.3 Preparación y colocación del hormigón

La preparación del hormigón puede hacerse a mano o con hormigonera. Hasta una
producción de 20 m3 por día puede efectuarse manualmente en forma económica; para
ello se preparará una cancha adecuada de tierra firma o de ladrillos bien asentados
sobre la tierra.
Se mezcla previamente la arena con el cemento hasta conseguir un color uniforme;
luego se adiciona el agregado grueso y por último el agua.
Las hormigoneras son de capacidad variable, desde 0,14 m3 a 1,5 m3, pudiéndose
obtener de 20 a 25 pastones por hora. El tiempo de mezclado no será inferior a 1
minuto para hormigoneras hasta 0,75 m3 de capacidad, debiéndose aumentar este
tiempo en 15 segundos por cada 0,40 m3 adicionales. El tiempo de mezclado dentro de
la hormigonera y el agua se agregará antes que transcurra la cuarta parte del tiempo
fijado.
Como ya se indicó en el capítulo 1, la forma correcta de efectuar la medición de los
materiales es en peso. En las obras donde se usan hormigoneras de gran capacidad,
suele disponerse de balanzas especiales para su exacta determinación.
Como en obras de menor importancia esto no siempre es posible, pueden establecerse
las proporciones en volumen, y efectuar la medición de los materiales en esa misma
forma, por medio de pequeños cajones de madera con las medidas establecidas.
En lo posible, debe desterrarse la costumbre de utilizar baldes y canastos para la
medición en volumen de los agregados y cemento, pues ello conduce a errores
sensibles en las proporciones finales de la mezcla. Conviene siempre que sea posible,
preparar pastones que correspondan al contenido de una bolsa de cemento (50 kg).
La mezcla debe usarse dentro de la hora de preparada, a no ser que se empleen para su
transporte camiones agitadores, en cuyo caso puede aumentarse dicho lapso hasta 1 ½.
El hormigón debe transportarse desde la hormigonera hasta el lugar de colocación de
la manera más rápida posible y en forma tal que impida la segregación de los
agregados. Generalmente se empelan para ello carritos volcadores alimentados desde
una torre elevadora central con tolva y dispositivo de descarga automático, como
muestran las figuras 78,79, 80 y 81, que ilustran diversos aspectos del hormigonado de
una estructura corriente. En casos especiales, el hormigón se impulsa a presión, a
través de cañerías.
El hormigón no debe colocarse cuando la temperatura ambiente es inferior a 5 grados
Celsius y debe mantenerse, durante los primeros días, a temperaturas superficiales
superiores a los 10 grados Celsius.
Antes de proceder a la colocación del hormigón, se limpiarán prolijamente los
encofrados, eliminando todo resto de virutas o material suelto y se verificará luego la
nivelación y ajuste de los puntales.
Para facilitar la revisión y limpieza de los encofrados de columnas, deben dejarse
aberturas en el pie de los mismos, por donde pueden extraerse los desechos, las que se
cerrarán antes de proceder al colado.
Si luego del hormigonado, la temperatura ambiente hubiese descendido por debajo de
5 ºC, antes de proceder al retiro de los encofrados, deberá verificarse el estado de
endurecimiento del hormigón. Cuando la temperatura sea inferior a 0 ºc (caso de
heladas), se aumentarán los plazos de desencofrado en la duración de las mismas.
El orden en que debe procederse al retiro de las distintas partes de un encofrado es el
siguiente:
1 – Costados de columnas.
2 – Costados de vigas.
3 – Fondos de losas.
4 – Fondos de vigas.

10.6 Juntas de dilatación


Cuando se trata de estructuras de hormigón armado de gran longitud (más de 50 m),
deberán disponerse juntas de dilatación que permitan los movimientos debidos a
cambios de temperaturas, evitando así que se originen en la estructura tensiones
secundarias capaces de producir agrietamientos y fisuras. En losas de techo, soportadas
por muros de mampostería, conviene disponer dichas juntas cada 30 ó 35 m, según el
tipo de aislamiento adoptado.
También es preciso establecer juntas de dilatación cuando se presenten cambios
bruscos de sección en planta o elevación, o cuando las diversas partes de la estructura
ejerzan distintas presiones sobre el terreno. En tales casos, las juntas se dispondrán en
coincidencia con los cambios de sección o dirección o en donde varían las condiciones
de fundación y su objeto es evitar, respectivamente, concentraciones o efectos de
asentamientos diferenciales.

Existen diversas formas de disponer las juntas. La Fig 83 a muestra una solución, que
consiste en ubicar la junta en coincidencia con el eje de una columna, para la cual se
divide ésta en dos, disponiendo también dobles vigas de borde para apoyo de las losas
y una única fundación común.
Otra forma de disponer la junta de las vigas es el costado de la columna, construyendo
una donde apoyo el extremo del tramo correspondiente. (fig. 82 b).
CAPITULO XI
ENTREPISOS PREFABRICADOS

11.1 Características generales


La necesidad de reducir los costos y racionalizar los métodos constructivos, ha dado
impulso a la prefabricación de estructuras o partes de las mismas, especialmente en lo
que se refiere a entrepisos y cubiertas. Es así como se ha llegado a desarrollar una serie
de entrepisos de diversos tipos, constituidos por elementos prefabricados.
Las ventajas principales de esta clase de losas son las siguientes:
a) Fabricación industrial en serie de los elementos que las componen, lo que
permite un mayor rendimiento de la mano de obra, con la consiguiente
reducción de costo.
b) Posibilidad de aumentar las tensiones admisibles del hormigón, vale decir,
mejor aprovechamiento del material, pues, con los procesos controlados de
elaboración, colocación y curado, se logra una mayor uniformidad y calidad del
hormigón.
c) Eliminación de encofrados y disminución de los apuntalamientos a un mínimo,
o prescindencia total según los casos, lo que implica una considerable
economía de madera y mano de obra especializada.
d) Mayor aislamiento térmico que en las losas corrientes, debido a la alta
proporción de elementos huecos por unidad de superficie y facilidad de
empelar agregados livianos, cuya presencia disminuye el coeficiente de
conductibilidad térmico del hormigón.
e) Mayor rapidez de construcción, pues ya sea que los elementos premoldeados se
preparen en fábrica o en la misma, su colocación es inmediata. En el primer
caso, además, el transporte y manipuleo de materiales sueltos se reduce a un
mínimo, al mismo tiempo que se elimina el empelo de mano de obra adicional.
Las losas prefabricadas pueden agruparse, fundamentalmente en dos clases:
1- Losas constituidas por viguetas prefabricadas de hormigón armado entre los
cuales apoyan bloques huecos de hormigón liviano, recubiertas o no por una
carpeta de compresión que se moldea en el sitio (Fig. 84 a).
2- Losas constituidas por viguetas prefabricadas yuxtapuestas, cada una de ellas
formada por bloques huecos de hormigón liviano vinculados por la armadura,
pudiendo llevar o no carpeta de compresión (Fig. 84 b), se denominan ¨ línea
de bloques armados ¨.
Una variante de la primera clase es la representada en la Fig. 84 c, en la cual las
viguetas sirven de apoyo a losetas premoldeadas cuyas juntas se toman con mortero, o
bien a una losa continua que se moldea en el sitio.
Cuando la losa se hormigona en el lugar, puede admitirse que colabora en la función
resistente de las viguetas (zona de comparación), siempre que se asegure una perfecta
adherencia entre ambos elementos, mediante incisiones o entalladuras, dispuestas en la
cara superior de las viguetas o bien con barras de anclaje.
La Fig. 85 muestra un tipo de viguetas prefabricadas que ha alcanzado gran difusión en
los EEUU y las dimensiones aconsejadas para las mismas. En la Tabla XXXVII se
indican sus características y las sobrecargas que pueden soportar en función de las
luces y separaciones entre ejes de viguetas, cuando estas últimas actúan
independientemente de la losa de entrepiso. Para la cuantía y disposición de los
estribos, puede consultarse la Tabla XXXVIII.
Las Fig. 86 a 93 ilustran diversos aspectos de la fabricación de las viguetas y de la
construcción de este tipo de entrepisos,
En la Fig. 64 se dan los detalles correspondientes a dos tipos de entrepisos
desarrolladas por el ICPA, constituidas por viguetas de hormigón armado
prefabricadas y bloques de hormigón liviano. Uno de ellos, el más liviano, lleva una
cargada de compresión de hormigón, de 3 cm de espesor.
11.2 Cálculo y dimensionamiento

Para el proyecto de entrepisos prefabricados hay que determinar principalmente, las


cargas actuantes y los momentos flexores tal como se ha señalado en los Capítulos 3 y
4.
El valor de M así obtenido corresponde a una faja de 1 metro de ancho pero, para
mayor facilidad de cálculo, conviene determinar el momento flexor M, que solicita a
cada vigueta. Si a es la separación expresada en metros entre ejes de viguetas, se
tendrá:

Mi = ε M (kgm)
Para los entrepisos de la clase 1, soportados por viguetas premoldeados de sección
llena, el cálculo de las mismas se efectúa, de acuerdo con lo indicado en el Capítulo 5,
considerándolos como viga – placa o como vigas rectangulares, según que el entrepiso
tenga o no carpeta de compresión.
Cuando se trata de entrepisos de la clase 2, sin carpeta de compresión, la altura útil h
queda fijada de antemano por la de los bloques a utilizar, cuyas dimensiones están
estandardizadas.
Si M, es el momento solicitante, se determina el valor del coeficiente r por medio de la
fórmula:

h
r = -----------------
√Mi/b
Donde h y b corresponden a las dimensiones indicadas en la Fig. 95.

Calculado dicho coeficiente de la tabla XI se deduce el valor σh de la tensión máxima


en el hormigón, en función de r y σh .
Si σh resultara mayor que la tensión admisible deberá elegirse un tipo de bloque de
mayor altura, o bien colocar una carpeta de compresión. En este último caso, el cálculo
se hará como sección T de ancho estático igual a la separación entre ejes de viguetas, o
lo que es equivalente, igual al ancho inferior de cada bloque (Fig. 96).
Cuando los bloques poseen suficiente resistencia a la compresión se los puede utilizar
como elementos activos de la losa y el cálculo se efectúa también como viga placa de
ancho estático igual al indicado precedentemente.
La sección de armadura que debe llevar cada vigueta se determina por la fórmula:

Ma
Sa = -------------------
σa 0,89 h

11.3 Disposiciones constructivas

La ejecución del entrepiso varía según la clase o tipo de que se trate.


Para los entrepisos de la clase 1, las viguetas se construyen en obradores especiales
(Fig. 86) y generalmente por empresas especializadas. No obstante, su construcción
puede encararse en cada caso especial, ya que para ello no se necesitan instalaciones
complicadas.
En lo que se refiere a la preparación del hormigón, colocación de la armadura y demás
detalles constructivos, deberán seguirse las indicaciones generales ya especificadas en
el capítulo 10.
Los encofrados pueden ser de madera o metálicos (Fig. 86), según la conveniencia
económica y deben aceitarse antes del hormigonado a fin de facilitar el desmolde. Es
aconsejable recurrir al vibrado del hormigón, para obtener un material compacto y
resistente.
Las viguetas prefabricadas se colocan directamente apoyadas sobre los muros
resistentes o las vigas principales, cuidando que su distancia entre ejes sea la prevista;
luego se disponen entre ellas los bloques huecos o las losetas premoldeadas, según sea
el tipo de entrepiso, y el conjunto queda listo para moldear la capa superior de
hormigón o para el sellado de juntas.
Como puede advertirse, no es necesario colocar encofrado alguno, pero deben
disponerse tablones sobre la losa para el paso del personal y del equipo de moldeo,
evitando así posibles roturas de bloques.
En cuanto a la variante ilustrada en la Fig. 94 c, si la losa se moldea en el lugar, el
encofrado necesario se apoya directamente sobre las viguetas (ver Fig. 89) y el
hormigonado se efectúa en forma similar a las losas corrientes de entrepiso.
Para los entrepisos de la clase 2, las viguetas se construyen al pie de la obra. A tal
efecto, se disponen los bloques que formarán la primera de ellas sobre un lecho de
arena enrasado de tal forma que produzca una pequeña contraflecha en el centro de la
misma (aproximadamente 2 mm por cada metro de luz).
Luego se construyen superpuestas las siguientes, hasta alcanzar una altura que permita
trabajar cómodamente.
Una vez que las viguetas han adquirido suficiente resistencia, se pueden colocar
directamente sobre los muros portantes o las vigas principales. En este caso, tampoco
se requiere encofrado de ninguna especie, ya que las viguetas se disponen yuxtapuestas
con sus bordes inferiores en contacto. Los espacios intermedios que quedan por
encima de dichos bordes se rellenan con hormigón y simultáneamente se moldea la
carpeta de compresión, si esta última hubiera sido prevista en el proyecto.
Con respecto a dicha carpeta de compresión, cabe insistir en su conveniencia pues,
aparte de su función específica como elemento resistente, confiere monolitismo a la
losa y permite la colocación de una armadura transversal (3 θ 8 mm por metro) cuyo
objeto es evitar la formación de fisuras longitudinales de contracción.
CAPITULO XII
ELEMENTOS PARA LA CONFECCION DE PRESUPUESTOS

La determinación de costos juega un importante papel en el proyecto de toda


estructura, ya que ese factor puede decidir la elección entre diversas soluciones
técnicamente posibles.
En este capítulo se indican los lineamientos generales para la determinación de dichos
costos, cuyo análisis incluye los siguientes rubros básicos:
1) Materiales.
2) Encofrados.
3) Mano de obra.

12.1 Materiales

El cómputo de los mismos se efectúa en base al volumen total de la estructura, a la


dosificación del hormigón y al detalle de las armaduras.
Para facilitar el cálculo del volumen de hormigón, conviene descomponer la estructura
en vigas, losas, columnas, etc. Multiplicando dicho volumen por las cantidades de
materiales correspondientes a 1 m3 de hormigón – que surgen de la dosificación
adoptada – se obtienen las cantidades de cemento, arena y agregado grueso requeridas
para el total de la estructura. Si se establecen distintas dosificaciones para
determinadas partes de la misma, el cómputo de materiales se hará separadamente para
cada una de ellas.
En cuanto al acero, el detalle de las armaduras de la planilla de doblado de barras,
Tabla XXXIX, permite determinar las longitudes necesarias para cada diámetro de
barras considerando suplementos por ganchos y reducciones de donde se deduce
inmediatamente su peso ya que el peso por metro lineal de cada uno de ellos es
conocido (ver Tabla XXIII). A la cantidad total de acero así determinada debe sumarse
un cierto porcentaje, en concepto de desperdicio debido a cortes, empalmes, sobrantes,
etc, cuyo valor puede estimarse aproximadamente en un 7 % del total.
En general, cuando se estudia el costo de una estructura durante la faz del proyecto, no
se tienen detalles completos, sino las dimensiones de las vigas, losas y columnas, con
la cantidad de armadura correspondiente a las secciones de cálculo.
En ese caso, a los efectos de la estimación aproximada del costo, el cómputo del acero
para armaduras puede hacerse con suficiente aproximación en base a coeficientes
empíricos, tales como las consignadas en la Tabla XLI, que permiten determinar
dichos valores para cada miembro de la estructura en función de la sección de acero
calculada.
12.2 Resultados

El cómputo de la madera para encofrados – cuando se tienen planos completos y


detalladas de la estructura – se hace en base a la superficie desarrollada de losas, vigas,
tabiques y columnas, estimándose por medio de coeficientes empíricos, la cantidad en
metros cuadrados de tablas y la longitud en metros de tirantes y puntales de los
distintas escuadrías utilizadas. En la misma forma se estima el consumo de clavos y
alambre.
Para estructuras corrientes de más de una planta, se puede determinar con carácter
aproximado las cantidades de madera, clavos y alambre necesarios, con ayuda de la
Tabla XLIII donde se indica el consumo normal de cada uno de estos elementos, por
metro cuadrado de superficie cubierta (incluidos losas, vigas y columnas)

TABLA XLII

Cantidad de madera, clavos y alambre para encofrado por m2 de superficie cubierta


Tablas de 2,5 cm de espesor……………………………………………2 a 3 m2
Tirantes y puntales de 7,5 x 7,5 cm…………………………………….8 a 11 m
Clavos…………………………………………………………………..500 g
Alambre…………………………………………………………………100 g

Cabe señalar que, en edificios comunes de varios pisos, sólo se requiere en obra la
madera necesaria para encofrar las primeras plantas pues, para los siguientes, puede
utilizarse la proveniente del desarme de las primeras, deducido el porcentaje de
desperdicio que normalmente oscila alrededor del 30 %. Si la madera utilizada es
nueva o con poco uso, la cantidad que se necesita acopiar en obra es normalmente la
correspondiente al encofrado de los tres primeros pisos.
Para determinar como incide el valor de la madera de encofrados sobre el costo de la
obra, no basta conocer su cantidad y costo inicial, sino que debe tenerse en cuenta la
depreciación que experimenta en las sucesivas utilizaciones o en otros términos el
coeficiente de amortización.
Aparte de la depreciación resultante del uso repetido, cada nueva utilización implica
nuevos cortes que aumentan el porcentaje de desperdicios. Tenidas en cuenta todas
esas circunstancias puede estimarse que la vida útil de las tablas oscila normalmente
entre 3 y 3,5 usos repetidos y la de los tirantes y puntales, entre 10 y 12.
Estas cifras son más bien conservadoras, pues la madera que ya ha sido utilizada
repetidamente en las partes principales de lo s encofrados, puede continuar prestando
servicios en partes secundarias. Así por ejemplo, los tableros de vigas y columnas
inutilizados como tales, pueden emplearse aún como arriostramientos, travesaños, etc.

12.3 Mano de obra


El costo de la mano de obra está determinado por dos factores fundamentales: salarios
y rendimientos del personal.
Con respecto al primero, el punto de partida para la estimación en el jornal – hora
correspondiente a cada una de las distintas especialidades: carpinteros, armadores,
peones, etc, al cual deben adicionarse las cargas sociales respectivas.
En cuanto al rendimiento, o tiempo de ejecución para los distintos trabajos, no es
posible dar valores exactos, pues depende de múltiples circunstancias variables, como
ser: métodos de trabajo, características de la obra, disponibilidad de obreros en el
medio local, etc.
No obstante a los fines de una estimación aproximada de la incidencia de la mano de
obra en el costo de estructuras corrientes, puede considerarse que la mano de obra total
insumida por cada metro cuadrado de superficie cubierta (incluidas las distintas
especialidades) equivale a unas 8 horas de oficial. Vale decir que, multiplicando el
jornal – hora de oficial por 8 horas y por la superficie cubierta, se obtiene el valor
aproximado de la mano de obra requerida en toda la estructura.
Una vez determinados los costos parciales correspondientes a materiales, encofrados y
mano de obra, se agregarán los gastos generales o indirectos, propios de cada empresa
y se obtendrá el costo total de la estructura de hormigón armado.

EJEMPLOS DE APLICACION

EJEMPLO Nº 1
Dosificar un hormigón destinado a estructura, utilizando arena de módulo de fineza
2,4, agregado grueso constituido por canto rodado de 38 mm de tamaño grueso, para
obtener una resistencia cilíndrica a los 28 días de 210 kg/cm2.
El gráfico de Fig. 1 corresponde a hormigones con piedra partida. A igualdad de
dosificación con este tipo de agregado se obtiene a 28 días una resistencia mayor en
unos 25 kg/cm2, que la que se consigue a los 28 días con canto rodado.
En consecuencia, será necesario entrar al gráfico con una resistencia de 235 kg/cm2
que conduce a una relación agua – cemento del orden de 0,60.
Entrando a los gráficos de Fig.2, se busca la intersección de la vertical correspondiente
al tamaño máximo del agregado grueso empelado, (38 mm) en este caso, con la curva
correspondiente a canto rodado.(curva punteada). Por dicho punto se traza una
horizontal leyéndose en la escala del borde lateral la cantidad necesaria de agregado
grueso para un metro cúbico de hormigón, en este caso 1290 kg.
Prolongando la vertical indicada hasta encontrar la curva de arena (punteada)
correspondiente a la relación agua – cemento adoptada, es decir 650 kg para el ejemplo
que tratamos y, finalmente sobre la misma vertical y en su intersección con la curva
punteada correspondiente al cemento, para a/c = 0,60, se obtiene tenor de cemento, es
decir 290 kg/m3.
Conocida la cantidad de cemento, se calcula el contenido de agua multiplicando por la
relación agua – cemento:

a = 0,60 x 290 = 174 l/m3

La dosificación pedida será en consecuencia:

Cemento = 290 kg/m3

Arena = 650 kg/m3

A. grueso = 1290 kg/m3

Agua = 174 l/m3.

EJEMPLO Nº 2
Dimensionar la losa continua representada en la Fig. 97, que corresponde a un
entrepiso destinado a oficinas. La losa se supone simplemente apoyada en todo su
perímetro y en su viga central, que la divide en dos tramos desiguales: 1) y 2).
Dadas las dimensiones relativas de los paños, se proyectará como losa armada en una
sola dirección.

1º) Determinación de las cargas actuantes

Estimando provisoriamente el espesor de la losa en 1/35 de la luz mayor, resulta:

300
d = -------- = 9 cm
35

y se tiene, entonces, para la carga permanente: peso propio: 0,09 x 2400 = 210 kg/cm2,
piso y contrapiso (estim.) = 60 kg/cm2.

G = 270 kg/m2

Para la sobrecarga accidental se adopta el valor establecido por el Código de la


Edificación de Buenos Aires (ver Tabla V), que en este caso es:

p = 200 kg/m2

y, por lo tanto, la carga total de cálculo será:

q = 270 + 200 = 470 kg/m2

2º) Determinación de los momentos flexores

Como las luces de ambos tramos difieren entre sí en menos del 20 %, pueden utilizarse
los coeficientes aproximados de la Tabla VIII, que en este caso dan, para los
momentos en los tramos:
q1 l12 470 x (2,60)2
M1= ----- = --------------- = 290 kgm
11 11

q l22 470 x (3,00)2


M2= ------- = -------------------- = 384 kgm
11 11

Para el momento flexor en el apoyo (a), la luz de cálculo a adoptar es:

l1 + l2
l = ----------- = 2,80 m
2
y por lo tanto:

q l2 470 x (2,80)2
Ma = --- -------- = ------------------- = -- 460 kgm
8 8

3º) Dimensionamiento

La altura útil se calcula para la sección del apoyo, donde el momento flexor es
máximo, en base a la fórmula: h = r √ M apartado 4.4.1.
Adoptando: σh = 50 kg/cm2 y σa = 1200 kg/cm2, de la tabla XI se obtiene: r = 0,345 y
con este valor:

h = 0,345 √ 460 = 7,4 cm

altura que satisface las condiciones establecidas en la Tabla XIi pues:

d > 7 cm y l2/45 = 300/ 45 = 8,7 cm

De la Tabla XI se obtiene también: µ = 0,00803 y se calcula la sección de armadura


necesaria:

Sa = 0,00803 x 100 x 7,4 = 5,9 cm2/ m

Este último valor puede obtenerse también, en forma suficientemente aproximada,


mediante la fórmula Sa = M/ σa z (apartado 4.4.2), donde: z = 0,89 h, que en este caso
da:

46 000
Sa = ------------------------------- = 5,8 cm2/m
1200 x 0,89 x 7,4
Para los tramos se adopta la misma altura útil y de la fórmula: h = r √ 290 = 0,435
7,4
Tramo 2: r = -------------- = 0,378
√ 384

Con estos valores y manteniendo para el acero de la armadura: σ a = 1200 kg/cm2, la


Tabla XI permite verificar – por interpolación lineal – las respectivas tensiones en el
hormigón y calcular las secciones de armadura correspondientes:

Tramo 1:
σ h = 30 kg/cm2

Sa = 0,00665 x 100 x 7,4 = 3,7 cm2/ m

Tramo 2:

σ h = 45 kg/cm2

Sa = 0,00665 x 100 x 7,4 = 4,9 cm2/m

De acuerdo con la Tabla XIII, las secciones calculadas pueden cubrirse en la siguiente
forma:

Tramo 1: 1 θ 8 cada 13 cm = 3,87 cm2/m

Tramo 2: 1 θ 8 + 1 θ 10 cada 13 cm = 4,94 cm2/m

Levantando en el apoyo , alternadamente la mitad de las barras θ 8 correspondientes al


tramo 1 y las barras θ 10 correspondientes al tramo 2, se tiene una sección de
armadura: 1 θ 8 + 1 θ 10 cada 13 cm = 4,94 cm2/m. Para cubrir la sección calculada en
dicho apoyo será preciso, pues, agregar barras suplementarias (caballetes) con una
sección mínima de: 5,9 – 4,94 = 0,96 cm2/m. se agregarán, a tal efecto, 2 θ 8 cada
metro, o mejor aún, 1 θ 8 cada 52 cm = 0,97 cm2/m, para que la separación entre
caballetes sea un múltiplo entero de la distancia entre las barras de los tramos.
En la Fig. 98 se representa esquemáticamente la disposición de armaduras adoptadas.
Además, se colocará 1 θ 8 cada 25 cm en dirección transversal, como armadura de
distribución (ver apartado 4.5.1).
El recubrimiento de las barras, tratándose de una losa protegida de la intemperie, no
debe ser inferior a 1 cm (apartado 4.4.1); esta condición queda satisfecha si se fija
como espesor de la losa: d = 9 cm, en cuyo caso el valor del recubrimiento resulta ser:

C = 9 – 7,4 – 0,8/2= 1,2 cm > 1


EJEMPLO Nº 3
Dimensionar la losa continua representada en la Fig. 99, correspondiente al entrepiso
de un local que se destina a biblioteca y archivo.
La losa se supone simplemente apoyada en todo su perímetro y las vigas soportadas
interiormente por columnas. Dados las dimensiones relativas de los paños, se los
proyectará como armados en dos direcciones. El cálculo de los momentos flexores se
hará por los dos métodos expuestos en el apartado 4.3.

1º ) Determinación de las cargas actuantes

El espesor de la losa se fija provisoriamente en 1/45 de luz mayor:

5,50
d = ---------- = 12 cm
45

y se tiene entonces para la carga permanente:

Peso propio losa 0,12 x 2400 = 290 kg/m2

Piso y contrapiso (estimado) = 60 kg/m2


-----------------------
g = 350 kg/m2
La sobrecarga a adoptar, según el Código de la Edificación (Tabla V), es en este caso:
p = 400 kg/m2 y la carga total de cálculo:

q = 350 + 400 = 750 kg/m2

2º) Determinación de los momentos flexores

A) Según el método de Marcus – Löser:

Las cargas ficticias a utilizar para el cálculo son, en este caso:

400
q ´ = 359 + -------- = 550 kg/m2
2
400
q´´ = ± -------- = ± 200 kg/m2
2

Con estos valores y aplicando los coeficientes de la Tabla IX, de acuerdo a lo expuesto
en el apartado 4.3.1, se obtiene:

Losas 1
4,20
Relación de luces: λ = ------------- = 0,84
5,00
Momentos máximos en el centro del tramo (casos d y a de la Tabla IX):

Mx = (0,0182 x 550 + 0,0252 x 200) x (5,00)2 = 375 kg/m

My = (0,0366 x 550 + 0,0507 x 290) x (4,20)2 = 535 kg/m

Cargas transmitidas a los apoyos (caso 3):


qx = 0,332 x 750 m= 250 kg/m

qy = 0,668 x 750 = 500 kg/m

Losas 2
4,20
Relación de luces: λ = ------ = 0,75
5,60

Momentos máximos en el centro del tramo (casos e y a de la Tabla IX):

Mx = (0,0131 x 550 + 0,0194 x 200) x (5,60)2 = 350 kg/m

My = (0,0361 x 550 + 0,0611 x 200) x (4,20)2 = 565 kg/m

Cargas transmitidas a los apoyos (caso 4):

qx = 0,388 x 750 = 290 kg/m

qy = 0,612 x 750 = 460 kg/m

Apoyos a)

Luces ya cargas para el cálculo (ver losas 1):

l = 4,20 m
q = 500 kg/m

Momento máximo (negativo) en el borde de la viga:

4,202 4,20 x 0,22


Ma = -- 500 x ( ------- -- ---------------- ) = -- 985 kg/m
8 4

Apoyos b)

Luces y cargas para el cálculo (ver losas 1 y 2):

5,00 + 5,60
lm = ---------------- = 5,30 m
2
250 + 290
qm = ------------------ = 270 kg/m
2

Momentos máximos (negativos) en el borde de la viga:


4,202 5,30 x 0,15
Mb = -- 270 ( -------- -- ---------------- ) = -- 700 kgm/m
9 4

Apoyos c)

Luces y cargas para el cálculo:

l = 4,20 m
q = 4,60 kg/m

Momentos máximos (negativos) en el borde de la viga:

4,202 4,20 x 0,22


Mc = -- 4,60 x (-------- -- --------------- ) = --- 905 kgm/m
8 4

B) Según el método 1 del ¨Building Code


Requirements ACI ¨:

Como en este caso la disparidad de luces y de cargas no excede de los límites a que se
ha hecho referencia en el capítulo 4, pueden aplicarse directamente los coeficientes de
las tablas VIII y X. Se tiene entonces:

Losas 1

Luces para el cálculo:

l´x = 4,85 m l´y = 4,00 m

Grado de rectangularidad (caso 4 de la figura 12):

4,85
λ = -------------- = 1,21
4,00
Momentos máximos en el centro del tramo:

0,226 x 750 x 4,852


Mx = ------------------------- = 365 kgm/m
11

0,456 x 750 x 4,002


My = --------------------------- = 500 kgm/m
11

Losas 2

Luces para el cálculo:


l ´x = 5,45 m l´y = 4,00m

Grado de rectangularidad (caso 5 de la figura 13):

5,45
λ = --------- x 0,87 = 1,18
4,00

Momentos máximos en el centro del tramo:

0,240 x 750 x 5,45 2


Mx = -------------------------- = 355 kgm/m
15
0,438 x 750 x 4,00 2
My = ------------------------- = 480 kgm/m
11

Apoyos a)

Luces y coeficientes para el cálculo (losas1):

l´ y = 4,00 m

C = 0,456

Momento máximo (negativo) en el borde de la viga:

0,456 x 750 x 4,00 2


Ma = -- ------------------------ = -- 685 kgm/m
8

Apoyos b)

Luces y coeficientes para el cálculo (losas 1 y 2):

4,85 + 5,45
l´m = ------------------------ = 5,15 m
2
0,226 + 0,240
Cm = ---------------------- = 0,233
2

Momento máximo (negativo) en el borde de la viga:

0,233 x 750 x 5,152


Mb = -- ----------------------------- = -- 4,65 kgm/m
10
Apoyos c)

Luces y coeficientes para el cálculo (losas 2):

l´y = 4,00 m
C = 0,438

Momento máximo (negativo) en el borde de la viga:

0,438 x 750 x 4,002


Mc = -- ------------------------- = -- 660 kgm/m
8

Comparando los valores de los momentos obtenidos por ambos métodos de cálculo,
puede observarse que los correspondientes al ¨Building Code Requirements ¨ son, en
general, inferiores a los de Marcus – Löser y que esa diferencia es particularmente
sensible en las secciones de apoyo de los tramos.

3º) Dimensionamiento

El dimensionamiento de la losa se hará en base a los momentos flexores obtenidos por


el método 1 del ¨Building Code Requirements ¨.
Si se adopta un espesor uniforme para todos los paños, la altura útil de la losa queda
determinada por el momento en los apoyos a, que es el mayor de los calculados:
Ma = -- 685 kgm/m.

Para: σ h = 50 kg/cm2 y σ a = 1200 kg/cm2, se obtiene de la Tabla XI: r = 0,345 y por lo


tanto:

h = 0,345 √ 685 = 9 cm

Según el aludido código, el espesor de la losa (ver apartado 4.4) no debe ser inferior,
en este caso, a:

2 x (4,00 + 5,45)
------------------------ = 10,5 cm
180

ni menor, en general, de 9 cm. Adoptando un espesor: d = 11 cm y admitiendo un


recubrimiento de 1 cm para las armaduras de la capa inferior, la altura útil
correspondiente (dirección de la luz menor), quedará fijada en: h = 9,5 cm. Para la
armadura de la capa superior, correspondiente a la dirección de la luz mayor, dicha
altura deberá ser disminuida de 10 mm, que es el diámetro de las barras (ver 4.4.2).
La armadura de las distintas secciones se dimensiona, como ya se hizo en el Ejemplo
Nº 1, despejando el valor de r de la fórmula: h = r √M y tomando de la Tabla X los
correspondientes valores de µ, para la tensión de trabajo del acero que supondremos
sea en todos los casos: σa = 1200 kg/cm2. dicho cálculo se resume en el cuadro
siguiente:
De acuerdo con los valores calculados, se adoptan las siguientes armaduras en los
centros de los tramos:

Los apoyos b se armarán levantando las barras θ10 de los dos paños adyacentes
(dirección x). Para los apoyos a y c se levantarán las barras θ 8 de los tramos
adyacentes (dirección y) y se completará la sección requerida intercalando caballetes
del mismo diámetro. En consecuencia, la armadura de los apoyos será la siguiente:

Apoyo a: 2 θ 8 c/13 cm = 7,74 cm2/m

Apoyo b: 1 θ 10 c/16 cm = 4,91 cm2/m

Apoyo c: 2 θ 8 c/13,5 cm = 7,44 cm2/m

En las fajas laterales adyacentes a los bordes continuos (vigas interiores) y en un ancho
igual a ¼ de la luz menor de cada paño, la armadura correspondiente al centro dfel
tramo se reducirá en un 25 %, tal como autoriza el ¨Building Code Requirements ¨,
aumentando la separación de las barras.
La fig. 100 siguiente muestra esquemáticamente la disposición de las armaduras
proyectadas.
EJEMPLO N º4

Dimensionar una viga simplemente apoyada (Fig. 101), de sección rectangular, cuya
luz de cálculo es: l = 4,20 m y la sobrecarga uniformemente distribuida: p = 2500
kg/m.

Estimando provisoriamente la sección de la viga en 20 x 70 cm, su peso propio será:

g = 0,20 x 0,70 x 2400 = 340 kg/m

y la carga total de cálculo:

q = 2500 + 340 = 2840 kg/m

El momento flexor máximo, para el cual debe dimensionarse la sección, es:

2840 x 4,202
M = -------------------- = 6260 kgm
8

y la altura útil se determina con la fórmula: h = r √M/b del apartado 5.6.1. Para las
tensiones reglamentarias: σh = 45 kg/cm2 y σa = 1200 kg/cm2, la Tabla XI da: r = 0,375
y adoptando b0 = 20 cm, resulta:

h = 0,375 √626000/20 = 66 cm
Para las tensiones adoptadas, la Tabla XI da: µ = 0,00675 y la armadura necesaria es:
Sa = 0,00675 x 20 x 66 = 8,92 cm2

Esta sección puede cubrirse, según surge de la Tabla XXIII, utilizando 4 barras: 2 θ 16
+ 2 θ 18 = 9,10 cm2, que se dispondrán en una sola capa, ya que el ancho b0 de la viga
lo permite (ver Tabla XX).
La altura total de la carga será:

H = h + 3 = 69 cm

valor casi coincidente con el adoptado para el cálculo del peso propio La verificación
de las tensiones de resbalamiento se efectúa con la fórmula del apartado 5.7.1:
r = Q/b0 z. En este caso:

2840 x 4,20
Q = --------------- = 5960 kg
2

Z = 0,89 x 66 = 58,7 cm

5960
r = -------------- = 5,1 kg/cm2 > 4 kg/cm2
20 x 58,7

en consecuencia, debe disponerse armadura especial para absorber los esfuerzos


principales.
La fuerza total que deben absorber los estribos y barras dobladas a 45 º, de acuerdo
con lo expuesto en el apartado 5.7.2, es:

626 000
T = ------------ = 10 700 kg
58,7

valor este último correspondiente a la mitad del tramo, cuyo largo es: 4,20/2 = 2,10 m
Disponiendo estribos θ 6 cada 25 cm (9 estribos en cada mitad de tramo) y levantando
2 θ 18, el esfuerzo absorbido, de acuerdo con las tablas XXVI y XXVII, será:

9 estribos θ 6 : 6110 kg
2 barras θ 18 levantadas a 45 º : 8640 kg
------------------
Total : 14750 kg

Las dos barras θ 16, no dobladas, correrán derechas hasta los apoyos. La armadura se
completará con 2 barras superiores para montaje, de diámetro θ 8.

EJEMPLO Nº 5

Dimensionar la viga continua de tres tramos y sección rectangular representada en la


Fig. 102.
Se supone que la sobrecarga útil es aproximadamente igual al doble de la carga
permanente. Teniendo en cuenta esta circunstancia y la similitud de las luces, el
cálculo de los momentos flexores puede hacerse directamente mediante los
coeficientes de la Tabla VIII (Apartado 4.2.2).
Dichos momentos flexores son los siguientes:

3200 x 3,502
Tramo 1: M1 = ---------------- = 3570 kgm
11
3200 x 3,50 2
Tramo 2: M2 = ------------------ = 2610 kgm
15
3200 x 3,00 2
Tramo 3: M3 = ----------------- = 2610 kgm
11
3200 x 3,502
Apoyo B: MB = -- ---------------- = --- 4360 kgm
9
3200 x 3,25 2
Apoyo C: MC = -- ---------------------- - = -- 3760 kgm
9

Los esfuerzos de corte se calculan en base a los coeficientes de la Tabla XIX y


teniendo en cuenta que, en este caso:
1 2
g = ---- q y p = ------ q de modo que:
3 3
q 2 α+2β
Qmáx. = (α ---- + β -------- q ) l = ( ----------------) q l
3 3 3

Se tienen, entonces, los siguientes valores para los esfuerzos de corte:

Tramo 1:
0,400 + 2 x 0,450
QA = ( ----------------------- ) x 3200 x 3,50 = 5 000 kg
3

0,600`+ 2 x 0734
QB1 = ( ---------------------------------- ) x 3200 x 3,50 = 8 000 kg
3
Tramo 2:
0,500 + 2 x 0,456
QB2 = ( ---------------------- ) x 3200 x 3,50 = 5 500 kg
3

0,500 + 2 x 0,734
QC1 = ( ---------------------- ) x 3299 x 3,25 = 5 500 kg

Tramo 3:

0,600 + 2 x 0,734
QC2 = ( ------------------------ ) x 3200 x 3,25 = 7200 kg
3

0,400 + 2 x 0,450
QD = ( --------------------------) x 3200 x 3,00 = 4200 kg
3

Se mantiene la misma altura útil para todos los tramos, dimensionándolas para la
sección del apoyo B, donde el momento es mayor. También podría dimensionarse para
el momento M1 en el tramo más solicitado, aumentando la altura en los apoyos
mediante cartelas (en este caso los momentos flexores deberán calcularse como indica
la Tabla VIII) o colocando armadura doble en los apoyos.
Adoptando para el apoyo B las tensiones reglamentarias σh = 55 kg/cm2 y σa = 1200
kg/cm2 y fijando el ancho b0 = 15 cm, se tiene:

436 000
h = 0,320 √ ----------- = 55 cm
15

Las armaduras necesarias en las distintas secciones se determinan por la fórmula:

M
Sa = ----------------- (apartado 6.5.2), como sigue
σa 0,89 h

357 000
Tramo 1: ------------------------ = 6,06 cm2 (4 θ 14 = 6,16 cm2)
1200 x 0,89 x 55

261 000
Tramo 2: ------------------------ = 4,45 cm2 (4 θ 12 = 4,52 cm2)
1200 x 0,89 x 55

261 000
Tramo 3: ---------------------- = 4,45 cm2 (4 θ 12 = 4,52 cm2)
1200 x 0,89 x 55
436 000
Apoyo B: ------------------------- = 7,42 cm2
1200 x 0,89 x 55

376 000
Apoyo C: ------------------------- = 6,40 cm2
1200 x 0,89 x 55

En el esquema de la Fig. 103 se indica la disposición adoptada para las armaduras. La


del apoyo B se obtiene doblando 2 θ 14 del tramo 1 y 2 θ 12 del tramo 2 y colocando 1
θ 16 adicional. Análogamente, el apoyo C se arma con 1 θ 12 levantados desde los
tramos adyacentes y 1 θ 16 adicional.

Seguidamente se verifican las tensiones de resbalamiento y los esfuerzos principales a


absorber en el primer tramo:

5 000
τ A = ----------------- = 6,8 kg/cm2
15 x 0,89 x 55

8 000
τ B = ----------------- = 10,9 kg/cm2
15 x 0,89 x 55

Los esfuerzos principales se deducen del diagrama de Fig. 104, aplicando T = Aτ b0


(apartado 5.7.2):

6,8 x 135 x 15
TA = ---------------------- = 6870 kg
2

10,9 x 215 x 15
TB = -------------------- = 17 600 kg
2
Dichos esfuerzos se absorben, en cada porción de tramo, mediante la siguiente
armadura especial (Tablas XXVI y XXVII):

Entre A y M:
5 estribos θ 6 (separación 25 cm): 3390 kg
2 θ 14 doblados a 45 º : 5220 kg
---------------
Total : 8610 kg

Entre B y M:
20 estribos θ 6 (separación 11 cm): 13550 kg
2 θ 14 doblado a 45 º : 5220 kg
Total : 18770 kg

En forma análoga se procede para la verificación de los restantes tramos.

EJEMPLO Nª 6
Dimensionar la viga que sirve de apoyo central al entrepiso del Ejemplo Nª 2.
Además de las cargas transmitidas por las losas adyacentes, se supone que la viga
soporta en toda su largo, la carga de un tabique cuyo peso es igual a 400 kg/m.
Para el cálculo de las cargas actuantes supondremos, en primera aproximación, que la
sección de la viga sea 18 x 60 cm. La carga total de las losas 1 y 2 ya ha sido calculada
en 470 kg/m2; por consiguiente, las cargas que actúan sobre la viga (uniformemente
repartidas) son:

Peso propio viga: 0,18 x 0,60 x 2400 = 260 kg/m


3,00 + 2,60
Reacciones losas 1 y 2: ---------------- x 470 = 1310 kg/m
2

Carga del tabique: = 490 kg/m


---------------------------
Carga total = 1970 kg/m

El momento flexor máximo para el cual debe dimensionarse la sección, será:

1970 x 6,00 2
M = --------------------- = 8 900 kgm
8
El cálculo se hará como viga placa; fijado el ancho de nervadura: b = 18 cm, se
determina el ancho estático (ver apartado 5.6.1) por la fórmula: B = 12 d + b, que en
este caso da:

B = 12 x 9 + 18 = 126 cm

y se verifica la posición del eje neutro mediante la expresión aproximada:

x0 = 0,14 √M/b 0 0,14 √890 00/126 = 12 cm

Como el eje neutro corta a la nervadura, se determina el ancho de la viga rectangular


equivalente por medio del coeficiente λ de la Tabla XXI. En este caso se tiene:

b/b0 = 126/18 = 7 d/x0 = 9 /12 = 0,75

bi = λ b = 0,945 x 126 = 119 cm

λ = 0,945

Para: σh = 30 kg/cm2 y σa = 1200 kg/cm2 , la Tabla XI indica: τ = 0,519 y µ = 0,00342,


con cuyos valores se determina la altura útil y la armadura de la sección:

h = τ √M/b = 0,519 x √ 890 000/119 = 45 cm

Sa = µ b h = 0,00342 x 119 x 45 = 18,3 cm2

Se adopta como armadura en el centro del tramo: 5 θ 22 = 19,0 cm2, que se dispondrá
en 2 capas: 3 barras abajo y 2 arriba. La altura total de la viga resulta: H = 50 cm, vale
decir algo inferior a lo supuesto en el cálculo de las cargas actuantes, por lo que no se
justifica rehacerlo.
Seguidamente se verifican las tensiones de resbalamiento y se calculan las armaduras
destinadas a absorber los esfuerzos principales.
El esfuerzo total para el que debe dimensionarse la armadura especial, de acuerdo con
lo expuesto en 5.7.2, es:

890 000
T = ------------ = 22 200 kg
40

Correspondiendo este último valor a la mitad del tramo, cuya longitud es: 6,00 / 2 =
3,00 m.
Para absorber dicho esfuerzo, en cada medio tramo se disponen (Tablas XXVI y
XXVIII):

12 estribos θ 6 (separación 25 cm): 8150 kg


3 θ 22 levantados a 45 º : 19350 kg
----------------
Total: 27 500 kg
La armadura de la viga se completará con 2 θ 10, colocados en la parte superior como
barras de montaje.

EJEMPLO Nª 7
Dimensionar una columna de sección cuadrada con estribos simples, que debe soportar
una carga mínima de 55 toneladas, siendo la separación de entrepisos: h = 3,20 m.
El problema se desarrollará, a título comparativo, siguiendo las normas del Código de
la edificación de Buenos Aires y los otros criterios expuestos en el apartado 6.2.5.
a) Código de Edificación:
b) Aplicando la fórmula: N = σh (Sa + 15 So) del apartado
6.2.1, y adoptando: Sa = 0,01 Sh, , se tiene:

N = σh Sh (1+ 0,15)

N
Sh= --------------
1,15 σh
Para: 45 kg/cm2, resulta:
55 000
Sh = --------------- = 1060 cm2
1.15 x 45
b = √ 920 = 30,4 cm

Se adopta: d = 31 cm, con lo cual la tensión admisible sería:

σh = 45 + 6 = 51 kg/cm2, resultando innecesario repetir el cálculo.


La sección necesaria de armadura longitudinal será:

Sa = 0,01 x 312 = 9,61 cm2

que, de acuerdo con la Tabla XXIII, puede cubrirse con 4 θ 18 = 10,18 cm2.
Se dispondrá estribos θ 6, cuya separación deberá responder, según el Código, a las
siguientes condiciones::

s ≤ 31 cm
s ≤ 12 x 1,8 = 22 cm

debiendo adoptarse el menor de esos valores, o sea: s = 22 cm.


Siendo el lado de la sección: b = 31 cm y su altura: h = 3,20 m se tiene(ver apartado
6.2.3):

hp/b = 320 / 31 = 10,3


La Tabla XXX indica que, para dicha relación no existe peligro de pandeo y en
consecuencia no es necesaria la correspondiente verificación.
b)Norma DIN 1045:
Según esta norma (ver apartado 6.2.5.1)), la carga admisible de la columna viene dada,
en función de la resistencia a compresión del hormigón y del límite de fluencia del
acero, por la fórmula:
σH σf
N = ------ Sh + ------ Sa
3 3
A fin de poder comparar valores, supondremos que el hormigón responde al mínimo
de resistencia cúbica exigido por el Código de la Edificación , o sea: 160 kg/cm2 a los
28 días.
A esta calidad de hormigón – según la Norma DIN 1045 – corresponde una resistencia
prismática: σH = 144 kg/cm2; en cuanto al acero común, puede admitirse como límite
de fluencia: σf = 2400 kg/cm2.
Reemplazando valores en la fórmula anterior, resulta:

144 2400
55 000 = ------- Sh + --------- Sa
3 3

y adoptando la misma cuantía de armadura: µ = 0,01 que en el caso anterior, se tiene:

55 000 x 3
Sh = ------------- = 980 cm2
144 + 24
b = √980 = 31 cm
Sa = 0,01 x 980 = 9,81 cm2

resultados que coinciden prácticamente con los obtenidos en a).

c) Building Code Requirements ACI 318 – 63:


Según este Código, la carga admisible de la columna (ver apartado 6.2.5.2) está dada por:

N = 0,85 x (0,25 σH Sh + σa Sa )
Se adopta para el hormigón la misma calidad que en los casos anteriores, es decir una
resistencia cúbica de 160 kg/cm2, que equivale a una resistencia cilíndrica a los 28 días:

σH = 0,85 x 160 = 136 kg/cm2

Para la armadura de acuerdo con lo expuesto en el apartado 6.2.5.2, se adopta:

µ = 0,011

σh = 980 kg/cm2 (0,40 x 2400 kg/cm2)

Reemplazando valores en la fórmula precedente, resulta:

55 000
---------------- = (0,25 x 136 + 0,011 x 980) Sh
0,85
64 700
Sh = ----------- = 1440 cm2
44,6

b = √1440 = 38 cm

Sa = 0,011 x 1440 = 15,8 cm2 (4 θ 22)


EJEMPLO Nº 8
Dimensionar la columna del ejemplo Nº 6, de acuerdo con las normas del Código de la
Edificación de la ciudad de Buenos Aires, suponiendo que la separación de entrepisos sea
hp = 6,20 m
Para la sección adoptada en dicho ejemplo (31 x 31 cm), se tiene:

hp 620
---- = ----- = 20
b 31
Siendo esta relación mayor de 15, corresponde efectuar la verificación de la columna al
pandeo con lo que, evidentemente, las tensiones de trabajo superarán a las admisible adoptadas
precedentemente.
En consecuencia, caben dos soluciones: a) mantener la sección de hormigón y aumentar la
sección de armadura en la proporción requerida para que las tensiones no excedan los límites
admitidos o bien: b) aumentar la sección de hormigón y calcular la armadura necesaria,
manteniendo la misma cuantía. Aplicaremos sucesivamente uno y otro criterio de cálculo.

Solución a):

Para: hp/b = 20, la Tabla XXX indica como valor del coeficiente de pandeo, ω = 1,25 y por lo
tanto, la columna debe ser recalculada para una carga:

N´= ω N = 1,25 x 55 = 68,8 t

Introduciendo este nuevo valor en la fórmula: N ´= σh (Sh + 15 Sa) se despeja:

N ´- σh Sh
Sa = ----------------
15 σh

donde Sh y σh tienen las mismas valores determinados en el ejemplo anterior. En consecuencia:

68 000 – 51 x 31 2
Sh = -------------------------------------- = 25,9 cm2
15 x 51

La cuantía correspondiente será:

25,9
µ = ---------------- = 0,026 < 0,03
31 x 31
luego, la solución es admisible. Se adopta como armadura: 4 θ 28 = 24,64 cm2, con lo que se
tiene una tensión de compresión del hormigón: σh = 51,5 kg/cm2 levemente mayor que la
admitida. La diferencia es insignificante y no justifica rehacer el cálculo.

Solución b):
Se mantiene constante la cuantía de armadura: µ = 0,01 y se aumenta Sh, adoptando en primera
aproximación, una sección cuadrada de lado: b = 33 cm. Para este último valor, se tiene: hp/b =
620 /33 = 18,8 y de la Tabla XXX se deduce: ω = 1,19, vale decir que la columna deberá
recalcularse para una carga:
N ´= 1,19 x 55 = 65,5 t
Teniendo en cuenta que: Sa/Sh = µ = 0,01, de la fórmula:

N ´= σh (Sh + 15 Sa) se despeja:


N´ 65 500
σh = ----------------- = --------------------------- = 52,3 kg/cm2
1,15 Sh 15 x 33 x 33

Para las nuevas dimensiones de la sección (33 x 33 cm), la tensión admitida por el Código es:

σhmín = 45 + 8 = 53 kg/cm2

Siendo la tensión de trabajo prácticamente igual a la admisible, resulta innecesaria una


nueva aproximación y el cálculo se completa con la determinación de la armadura:

Sa = µ Sh = 0,01 x 33 x 33 = 10,9 cm2

Se adopta una armadura compuesta por 4 θ 18 = 10,18 cm2, con lo cual la tensión de
trabajo del hormigón será:

65 500
σh = --------------------------------------- = 53 kg/cm2
33 x 33 + 15 x 10,18

que coincide exactamente con el valor admisible.

EJEMPLO Nº 9
Dimensionar una columna zunchada, para soportar una carga máxima de 280 t, con
una separación de entrepisos:
Hp = 3,20 m
El cálculo se desarrollará, a título comparativo, siguiendo las normas del Código de la
Edificación de la Ciudad de Buenos Aires y los otros criterios expuestos en el capítulo
6.

a) Código de la Edificación.
De acuerdo al mismo, la carga admisible está dada (ver 6.2.2) por:

N = σh = (Sa + 15 Sa + 45 Sa )

Adoptamos las siguientes cuantías de armadura:

Sa = 0,01 Sh
Sx = 2 Sa = 0,02 Sn

y se tiene, entonces:

N = σh = (Sn + 15 x 0,01 Sn + 45 x 0,02 Sn) = 2,05 Sn σh

Considerando que el Código de la Edificación permite un aumento de la tensión


admisible σh, en función de las dimensiones, de la sección, tomaremos en primera
aproximación: σh = 65 kg/cm2. Por consiguiente:
280 000
Sn = -------------- = 2100 cm2
2,05 x 65

dn = √4 x 2100/3,14 = 52 cm

Esto significa que se puede aumentar aún más la tensión σh pues el excedente de
dn, sobre 25 cm es superior al aumento de tensión que se había supuesto. (20
kg/cm2). Ensayando nuevamente con: σh = 70 kg/cm2, resulta:
280 000
Sn = ----------- = 1955 cm2
2,05 x 70

dn = √4 x 1955/3,14 = 50 cm

Para estas últimas dimensiones, la tensión admisible sería: σh = 45 + 25 = 70


kg/cm2, que es justamente la supuesta, por lo que el cálculo no necesita ser
rehecho.
La sección de armadura longitudinal, siendo: Sa = 0,01 Sh resulta:

Sa = 0,01 x 1955 = 19,55 cm2

que, según la Tabla XXIII, puede cubrirse con 8 θ 18 = 20,36 cm2.


La sección ideal de zuncho, de acuerdo con la relación preestablecida: Sz = 2 Sa será:

S = 2 x 19,55 = 39,10 cm2

Teniendo en cuenta que, por razones de ejecución de la espiral, no conviene


utilizar para la misma diámetros de barra mayores de 14 mm, se adopta este último
cuya sección es: Sθ = 1,54 cm2 y de la relación:

π dn Sθ 3,14 x 50 x 1,54
Sa =---------------- = -------------------- = 6,2 cm
Sz 39,10

Dicho valor cumple las limitaciones establecidas por el Código, pues se tiene:

s < dn/5 = 50/5 = 10 cm

s < 8 cm
Se adopta una sección de columna octogonal; sus dimensiones y características son las
indicadas en la fig. 105.
Finalmente, debe verificarse que Si2 ≤ Si donde:

Si = Sh + 15 Sa

Si2 = Sn + 15 Sa + 45 Sz

Se tiene, en efecto:

Si = 0,83 x 562 + 15 x 19,55 = 2993 cm2

Si2 = 1955 + 15 x 1955 + 45 x 39,10 = 4010 cm2 < 2 Si

Por otra parte, siendo: dn = 50 cm y hp = 3,20 m se tiene:

hp/dn = 328 / 50 = 6,4

La Tabla XXX indica que para este último valor, no existe peligro de pandeo y, en
consecuencia, no es necesaria la verificación correspondiente.

b) Norma DIN 1045


Se aplica la fórmula b) del apartado 6.2.5.1:
N = σH/ 3 x Sn + σf/3 x Sa + 2,5 σf2 /3 x Sz

De acuerdo con esta norma, debe empelarse un hormigón cuya resistencia cúbica a los
28 días sea por lo menos, igual a 225 kg/cm2, lo que equivale a una resistencia
prismática promedio σH = 198 kg/cm2.

Adoptando las mismas cuantías que en el caso anterior, se tiene:


195 2400 2400
N = ------- Sn + --------x 0,01 Sn + 2,5 x --------- x 0,02 Sn = 113 Sn
3 3 3

de donde:

280 000
Sn = --------------- = 2480 cm2
113

dn = √4 x 2480/3,14 = 56 cm

Sa = 0,01 Sn = 24,8 cm2

Sz = 0,02 Sn = 49,6 cm2

Para la armadura longitudinal se adopta: 8 θ 20 = 25,13 cm2, para la armadura espiral θ


= 14 mm, como en el caso anterior, determinando el correspondiente valor del paso
por la fórmula:

Π dn S θ 3,14 x 56 x 1,54
s = --------------- = ---------------------- = 5,5 cm
Sn 49,6

Este último valor satisface las limitaciones impuestas por la norma:

dn
s ≤ ------ y s ≤ 8 cm
5

Como Sz no es mayor que el 3 % de Sh, puede omitirse la verificación de que la carga


de rotura de la columna zunchada no sobrepase el doble de la correspondiente a una
columna con estribos simples, a que se ha hecho referencia en el apartado 6.5.2.1.
Tampoco es necesaria, en este caso, la verificación al pandeo, puesto que:
hp 320
-------- = ------- = 5,7
dn 56

c) Building Code Requirements:


Según este Código (ver apartado 6.2.5.2), la carga admisible de la columna está dada
por:

N = 0,25 σH Sh + σh Sa

donde: σa = 900 kg/cm2 y σH es la resistencia cilíndrica del hormigón a los 28 días.


Para una resistencia cúbica de 160 kg/cm2 como la que se ha supuesto en el caso a), su
equivalente sería:

σH = 0,85 x 160 = 136 kg/cm2

adoptando para la armadura longitudinal la misma cuantía que en los casos anteriores:
µ = 0,01, resulta:

N = 0,25 x 136 x Sh + 0,01 x 960 x Sh = 43,6 Sh

de donde:
280 000
Sh = ------------- = 6400 cm2
43,6

D = √ 6400 = 88 cm

El diámetro del núcleo: dn se fija en 80 cm, pues según este Código, el recubrimiento
de la armadura no debe ser menor de 4 cm. La sección del núcleo será, por
consiguiente:
3,14 x 802
Sn = -------------- = 5030 cm2
4
La armadura longitudinal, de acuerdo con la cuantía prefijada: µ = 0,01, resulta:

Sa = 0,01 x 6400 = 64 cm2

sección que queda cubierta con: 8 θ 22 + 8 θ 24 = 66,6 cm2

LA cuantía de la armadura en espiral no debe ser inferior a:

Sh σH 6400 136
µ ´ = 0,45 (------- -- 1 ) ------ = 0,45 x (--------- -- 1) x ----- = 0,0069
Sn σf 5030 2400
de donde:

Sz = 0,0069 x 5030 = 34,6 cm2


El paso de la espiral no debe ser mayor que:

dn 80
------ = ----- = 13,3 cm
6 6
y el espacio libre entre las espiras debe estar comprendido entre 2,5 y 7,5 cm.
Adoptamos un paso = s = 8 cm y en consecuencia, la sección de la armadura espiral
será:

Sz s 34.6 x 8
Sθ = ---------- = ------------- = 1,10 cm2
Π dn 3,14 x 80

que corresponde a un diámetro: θ = 12 mm.


La verificación al pandeo resulta, evidentemente innecesaria ya que la sección
determinada de acuerdo a esta norma es mayor que la obtenida en los dos casos
anteriores.

EJEMPLO Nº 10
Dimensionar la zapata de fundación para una columna de sección cuadrada, de 40 x 40
cm, que soporta una carga máxima: Qc = 100 t. LA presión admisible del terreno se
supone sea: σt = 2,5 kg/cm2.
En primer término se calcula la superficie de apoyo sobre el terreno, previa
determinación de la carga total actuante:

Qt = Qc + GB + Gl = 100 + 5 + 4 = 109 t

Ql 109 000
En consecuencia: SB = --------- = -------------- = 43 600 cm2
σl 2,5

Adoptando una base cuadrada (Fig. 106). El largo de sus lados será:

a1 = a2 = √43 600 = 210 cm2

Los momentos flexores para el cálculo, de acuerdo con lo expuesto en el apartado


7.1.1 (punto a), están dados por:
f 12 b1
M1 = M2 = σ´1 ------ (a1 + ----)
3 2

donde:

100 000
σ´1 = -------------- = 2,3 kg/cm2
43 600

y
210 - 40
f1 = ------------ = 85 cm
2

Por lo tanto.
852
M1 = M2 = 2,3 x ----- x (210 + 20) = 1 275 000 kg/cm
3

La altura útil de la base se calcula por medio de la fórmula:

h = r √ M/b1

Para las tensiones reglamentarias: σ1 = 45 kg/cm2 y σa = 1200 kg/cm2, la Tabla XI


indica que: r = 0,375 y entonces se tiene:

h = 0,375 √ 1 275 000/45 = 65 cm


d = h + 7 = 72 cm

Seguidamente se verifica al punzonamiento, mediante la expresión


100000
rP = -------------- = 8,7 kg/cm2
80 x 160

Este último valor es algo superior al admisible: rp = 8 kg/cm2, por lo cual la altura total
se aumenta a: d = 80 cm, resultando entonces:

100 000
rp = ----------------- = 7,8 kg/cm2
80 x 160:
Las tensiones de resbalamiento son despreciables pues, de acuerdo con lo expuesto en
7.1.1 (punto b), el plano a 45 º prácticamente coincide con la superficie inclinada de la
base.
Las armaduras necesarias son:

M 1 275 000
Sa1 = ------------- = ------------------ = 16,15 cm2
σa 0,89 h1 1200 x 0,39 x 74

M 1 275 000
Sa2 = ------------ = -------------------- = 16,55 cm2
σa 0,89 h2 1200 x 0,89 x 72

Se colocarán: 11 θ 14 = 16,9 cm2 en cada dirección, repartidos en el ancho total de la


base, o sea con una separación aproximada de 20 cm entre barras.

EJEMPLO Nº 11

Dimensionar la zapata de fundación para una columna ubicada en pared medianera,


que soporta una carga máxima de 20 t.
La presión admisible del terreno se supone: σ = 2,0 kg/cm2.
Estimaremos las dimensiones de la columna en 28 x 28 cm, aumentando la dimensión
normal a la medianera a 40 cm, a efectos de poder absorber el momento flexor
originado por la excentricidad de la reacción del terreno con respecto al eje de la
columna.
La carga total actuante es:

Qy = QC * GB + G1 = 20 + 1,5 + 1,5 = 23 t

Y la superficie de apoyo requerida:

Q1 23 000
SB = ------ = ----------- = 11500 cm2
σtum 2,0

Fijando a2 = 2,5 a1, el lado menor de la base resulta:


a1 = √SB/2,5 = √11500/2,5 = 68 cm
y el lado mayor

a2 = 2,5 x 68 = 170 cm

Los momentos flexores para el cálculo son (Figura 107 a):

f12
M1 = σ ´t ----- (a2 + ½ d2)
3
f22
M2 = σ´t ------- (a1 + ½ d1)
3

donde
20 000
σ ¨t = ------------- = 1,74 kg/cm
11500

f1 = a1 – d1 = 68 – 40 = 28 cm

f2 = ½ (a2 – d2) = ½ (170 – 28) = 71 cm

Reemplazando valores se tiene

M1 = 83 600 kgcm

M2 = 258000 kgcm
La altura útil de la base, adoptando como tensiones: σh = 35 kg/cm2 y σe = 1200
kg/cm2, resulta ser:

h = 0,375 √258000/40 = 37 cm

y la altura total se fija en

d = 37 + 8 = 45 cm

A continuación se verifica la base al punzonado, mediante la fórmula:

Q
rp = ----------- donde p = 2 d1 + d2 = 108 cm
d.p
20000
rp = ---------------- = 4,1 kg/cm2
45 x 108

valor aceptable, por cuanto es inferior al admisible de 8 kg/cm2.


Las tensiones de resbalamiento de acuerdo con lo expuesto en 7.1.1 (punto b), se
denominan en base al esfuerzo de corte Q = σ ´t ½ (a1 x t1) s2, de donde t1 = 55 cm y sz
= 34 cm:
Q = 1,74 x ½ (55 + 68) 34 = 3640 kg
Q 3640
r = ---------------- = ------------------------ = 3,2 kg/cm2
t1 . 0,89 h 55 x 0,89 x 23
valor este último que resulta inferior al admisible de 14 kg/cm2.

Las armaduras necesarias son:

M1 83600
Sc1 = ---------------- = ---------------------- = 2,2 cm2
σH 0,89 h 1200 x 0,89 x 35,5

M2 2580000
Se2 = ------------ = ------------------------ = 6,6 cm2
σH 0,89 h 1200 x 0,89 x 37

Para la cuantía superior se adoptan 8 θ 6 mm, es decir una barra cada 21 cm, sobre un
largo de 1,70 m y como armadura inferior 6 θ 14 mm, o sea una barra cada 11 cm
sobre 0,68 m.

Verificación de la columna
La excentricidad de la reacción del terreno con respecto al eje de la columna, origina
en ésta momentos de flexión cuyo máximo ocurre en la sección de apoyo de la base y
tiene por valor

M = Qe x e = 20 x ½ (0,68 – 0,23) = 4,0 tm


La distribución de momentos a lo largo del eje de la columna puede verse en la Fig.
107 b.

En la sección inferior de la columna, el momento flexor vale M1 = 3,34 tm y la


excentricidad, para N = 20 t resulta de

M1
e1 = ------- = 0,167 m
N
La armadura de la columna está constituida por 4 θ 16 mm, reforzándola con 4 θ 25
mm, colocados en la cara externa.

La sección ideal F es:

Si = Sh + n (S´e + Sa) = 28 x 40 + 15 (4,02 + 23,62) = 1535 cm2

El baricentro de la sección ideal, calculado tomando momentos respecto del borde


exterior de la columna, dista de este último
z = 16,7 cm

El momento de inercia de la sección ideal respecto del eje baricéntrico será:


Ii = 28 x 402 / 12 + 11,20 x 3,32 + 60,3 x 20,82 + 354,7 x 14,22 = 149300 + 12220 +
26100 + 71400 = 259000 cm4

En consecuencia, las tensiones máximas en los bordes de la sección valdrán

20000 334000
σ1 = -- ------------ + ------------------------ 16,7 = --- 13 + 21,6 = + 8,6 kg/cm2
1535 259000

20000 334000
σ2 = ------------------ + -------------------- 22,3 = -- 13 – 30 = -- 43 kg/cm2
1535 259000

La sección satisface las prescripciones reglamentarias, puesto que

σ2 < σh y σ1 < ¼ σ2

EJEMPLO Nº 12
Verificar a la flexión compuesta la sección de columna cuyas dimensiones y
armaduras se indican en la Fig. 108, que debe soportar un momento flexor: M = 1000
kgm y un esfuerzo normal: N = 25000 kg.

De acuerdo a lo expuesto en el Capítulo 8, el valor de la excentricidad es:

M 1 000
e = ----- = ------------- = 0,04
N 25 000
de donde surge que la sección se halla totalmente comprimida, por ser dicha
excentricidad menor que el correspondiente radio nuclear.
El radio del núcleo central de una sección, o radio nuclear se expresa con la fórmula
i2
r = -----
υ
donde i es el radio de giro de la sección y υ la distancia del baricentro a la fibra más
alejada en la dirección en que se mide el radio nuclear. En el ejemplo que tratamos
tenemos:
Ii 72170
i = ----------- = ---------- = 70,6 cm2
2

Si 1020

Υ = 15 cm

70,6
r =-------- = 4,72 cm > 4 cm
15
Aplicaremos, por lo tanto, el procedimiento cálculo indicado en 8.1.1, verificando las
tensiones en ambos bordes de la sección, por las fórmulas:

N Ne
σb1 = ------- + --------- υ1
Si Ii
N Ne
σb2 = ------ -- ------- υ2
Si Ii

Donde:

N e = M = 100 000 kgcm

Si = b d + n Sa = 30 x 30 + 15 x 8 = 1 020 cm2

b d2 d 302
Ii = ------ + 2 n Sa (----- --- a ´) = ------- + 30 x 8 x 12,52 = 72 170 cm2
2

12 2 12

υ1 = υ2 = 15 cm

Reemplazando valores, se tiene :

25000 100000 x 15
σb1 = -- ---------- --- ----------------------- = --- 45,3 kg/cm2 (compresión)
1020 72170
25000 100 000 x 15
σb2 = -- ------- + ----------------- = -- 3,7 kg/cm2 (compresión)
1020 72170

EJEMPLO Nº 3
Calcular a la flexión compuesta una sección de pórtico sometida a los siguientes
esfuerzos máximos:
M = 5400 kgm

N = 3000 kg

Las dimensiones de la sección se suponen fijadas en: 35 x 50 cm (Fig. 109) y se trata


de proyectar las armaduras. De acuerdo con lo expuesto en el apartado 8.1.2, se
dispondrá doble armadura, teniendo en cuenta la posibilidad de estados de carga
capaces de invertir el signo del momento flexor.
El valor de la excentricidad es, en este caso:

5400
e = --------- = 1,80 m
3000

lo que indica que la sección se halla parcialmente comprimida, puesto que el centro de
presión cae evidentemente fuera del núcleo central.
Aplicando entonces el procedimiento de cálculo indicado en 8.1.2 para secciones
doblemente armadas, se tiene:

Ma = 3 000 x 202 = 606 000 kgcm

50
ea = 180 + ----- -- 3 = 202 cm
2

Para: σh = 50 kg/cm2 y σa = 1200 kg/cm2, de la tabla Xi se obtiene:

u = 0,00803 r = 0,345
1
λ = --- = 8,4
r2

Con este último valor obtengamos:


∆ M = Ma – λ b h2 = 606 000 – 8,4 x 25 x 472 = 142 000 kgcm

y el cálculo de las armaduras se realiza mediante las expresiones

∆M N´
Sa = µ b h + ------- -- ------
Ch σa
∆M
S´a = -------
C´h

Los coeficientes C y C´, para las tensiones adoptadas y para a´/ h = 3 / 47 = 0,064, se
obtienen de las Tablas XXXIII y XXXIV:

C = 1123 C ´= 585

Reemplazando estos valores en las fórmulas precedentes resulta:


143 000 3000
Sa = 0,00803 x 25 x 47 + ------------- -- ------- = 9,63 cm2
1123 x 47 1200

143 000
S´a = -------------- = 5,20 cm2
585 x 47

Se armará la sección colocando: 4 θ 18 = 10,18 cm2 en la zona traccionada y 3 θ 16 =


6,03 cm2 en la zona comprimida.

EJEMPLO Nº 14
Verificar, mediante el criterio de rotura de Whitney, la viga dimensionada en el
ejemplo Nº 4, admitiendo que la resistencia cilíndrica del hormigón sea: σH = 200
kg/cm2 y el límite de fluencia del acero de la armadura: σf = 2800 kg/cm2.

Para la sección más solicitada de la viga (centro del tramo), el momento flexor
calculado es:

M = 6 260 kgm

De acuerdo con las características de dicha sección (fig. 110), la cuantía de armadura
es:

9,1
µ = -------------- = 0,0069
20 x 66
mientras la ¨ cuantía límite ¨ es, en este caso:

200
υ0 = 0,456 x ------- = 0,0325 > µ
2800
vale decir que se trata de una sección subarmada. La altura de la zona comprimida, al
producirse la rotura de la viga, será pues:

σf S n 2800 x 9,1
x0 = -------------- = ------------------------ = 7,5 cm
0,85 σh b 0,85 x 200 x 20

y el momento de rotura, según Whitney:

Mg = σa Sn ( h – ½ xn) = 2800 x 9,1 x (66 – ½ 7,5) = 1 590 000 kgcm

Igual resultado puede obtenerse con el gráfico de la fig. 68. En efecto, entrando en el
mismo valor de la cuantía: µ = 0,69 se tiene para los valores prefijados de σH y σf

MR
---------- = 18,2 kg/cm2
b h2

de donde:

MR = 18,2 x 20 x 662 = 1 950 000 kgcm


De acuerdo con el valor la sección de armadura para un coeficiente de seguridad
determinado, por ejemplo: υ = 2 se calcula:

MR = υ M = 2 x 626 000 = 1 252 000 kgcm

MR 1 252 000
----------- = --------------- = 14,4 kg/cm2
b h2 20 x 662

y entrando con este último valor en el gráfico de la Fig. 68, se tiene, para: σH = 200
kg/cm2 y σf = 2800 kg/cm2, la cuantía de armadura necesaria:
µ = 0,54 %
de donde:

Sn = 0,0054 X 20 X 66 = 7,1 cm2


Para cubrir esta sección son insuficientes: 2 θ 14 + 2 θ 16.

EJEMPLO Nº 15
Determinar, en base al criterio de Whitney, la capacidad portante de un entrepiso
prefabricado, cuyas características se indican en la fig. 111, para una luz de cálculo: l =
4,20 m Se supone que la resistencia cilíndrica del hormigón es: σH = 220 kg/cm2 y el
límite de fluencia del acero de la armadura: σf = 3000 kg/cm2.

Como el entrepiso tiene carpeta de compresión, el ancho estático b a considerar en el


cálculo es igual a la separación s entre viguetas (ver apartado 11.2), o sea:

b = 20 cm
Para cada faja de ancho b, de acuerdo con las características de la sección, se tiene:

Sn 2,26
µ = -------- = ------------ = 0,75 %
bh 30 x 10
σf S n 3000 x 2,26
x0 = -------------- = ---------------- = 1,2 cm
0,85 σH b 0,85 x 220 x 30

y el momento de rotura correspondiente será:

MR = σf Sn (h – ½ x0) = 3000 x 2,26 x (10 – ½ x 1,2) = 63 600 kgcm

Adoptando un coeficiente de seguridad a la rotura: υ = 2, el momento admisible para la


faja de ancho b que corresponde a cada vigueta, será:

MR 63000
Madm = -------- = ----------- = 31 800 kgcm
υ 2
y para un ancho igual a 1 m, el momento admisible en kgm será:
318
M = --------- = 1060 kgm
0,30

Por otra parte, el momento flexor máximo expresado en función de la carga total
uniformemente repartida, vale:
q l2
M = ------------- = 1060 kgm
8

de donde se despeja :
8M 8 x 1060
q = ----------- = --------------- = 480 kg/m2
l2 4,202

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Löser, B Hormigón armado. Trad. de la 15ª edic. alemana. Buenos Aires, El Ateneo,
1958.
Ferguson, Phil Reinforced Concrete Fundamentals with Emphasis on Ultimate
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Pucher, Adolf Curso de Hormigón armado, Trad. de la 2ª edic. alemana, Buenos Aires,
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Van Lancendone, T Cálculo de Concreto Armado. Vol. 1 (2ª edic.) 1954, Vol. II (1ª
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528 Tra44 ª edic. alemana, Buenos Aires, El Ateneo, 1957.
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