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Instituto Del Cemento Portland H°A° PDF
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NOTACIÓN
Símbolo Representa
a Distancia del borde traccionado de la
sección al baricentro de la armadura de
tracción
a´ Distancia del borde comprimido de la
sección al baricentro de la armadura
comprimida
b Ancho estático de viga; menor dimensión
de columna
bo Ancho de nervadura en viga placa
bc Largo de cartela
c Recubrimiento de la armadura
d Espesor de losa, altura total de viga
rectangular; diámetro de columna
zunchada
dn Diámetro del núcleo en columna
zunchada
do Altura total de viga placa
e Excentricidad
h Altura útil de la sección de hormigón;
largo de columna
ho Distancia entre armadura comprimida y
traccionada en la sección de hormigón
l Luz teórica
s Separación de estribos; paso de la
armadura helicoidal en las columnas
zunchadas
u Perímetro de una barra
x Distancia al eje de la fibra comprimida
más alejada
z Brazo elástico
Φ Diámetro de una barra
Areas
Sa Area de la sección de armadura
traccionada de las vigas o de la armadura
total en las columnas
S´a Area de la sección de armadura
comprimida de las vigas
Sh Area de la sección de hormigón
Si Area de la sección homogeneizada
Sy Area de la sección ficticia de zunchado
Cargas
g Carga permanente distribuida
uniformemente
p Carga útil e sobrecarga uniformemente
distribuida
q Carga total uniformemente distribuida g +
p
G Carga concentrada permanente
P Carga concentrada accidental
Q Carga concentrada total
Solicitaciones
C Resultante de los esfuerzos internos de
compresión
T Resultante de los esfuerzos internos de
tracción
R´ Reacción de apoyo
H Componente horizontal de la reacción de
apoyo o de una fuerza
V Componente vertical de la reacción de
apoyo o de una fuerza
Q Esfuerzo de corte
N Esfuerzo axil
M Momento flexor
Ms Momento estático
Mt Momento torsor
Tensiones
σ Tensión normal
σh Tensión de compresión en el hormigón
σ II Resistencia cilíndrica del hormigón a la
compresión
σ He Resistencia cúbica del hormigón a la
compresión
σ ht Tensión de tracción del hormigón
σ hf Módulo de flexión del hormigón
σa Tensión de tracción del acero
σf Tensión del acero en el límite de fluencia
τ Tensión tangencial
τa Tensión de adherencia
τp Tensión de punzonamiento
σt Presión de contacto en fundaciones
Varios
hp Largo de pandeo
I Momento de inercia
Ea Módulo de elasticidad del acero
Eh Módulo de elasticidad del hormigón
n Relación del módulo de elasticidad del
acero y del hormigón
ε Deformación específica longitudinal
λ Esbeltez mecánica
µ Cuantía de armadura de tracción
µ´ Cuantía de armadura de compresión
µx Cuantía del zunchado
ν Coeficiente de seguridad
INDICE GENERAL
Introducción
Capítulo I – Materiales
Hormigón
Cemento Pórtland
Agregados finos
Agregados gruesos
Agua de amasado
Resistencia del hormigón
Trabajabilidad y consistencia del hormigón
Dosificación de hormigones
Hormigón
Código de Edificación de la Ciudad de Buenos Aires
Reglamento Alemán (Norma DIN 1045)
Normas Norteamericanas
Acero
Código de edificación de la Ciudad de Buenos Aires
Reglamento Alemán (Norma DIN 1045)
Normas Norteamericanas
Tipos de carga
Cargas permanentes
Cargas accidentales o sobrecargas
Generalidades
Losas armadas en una sola dirección
Cargas y luces para el cálculo
Momentos flexores
Losas de un solo tramo
Losas de varios tramos (continuas)
Distribución de cargas concentradas en losas de hormigón armado
Losas armadas en dos direcciones
Método de Marcus – Löser
Losas continuas
Dimensionamiento
Espesor de la losa
Armadura
Detalles constructivos
Losas llenas o macizas
Losas alivianadas nervuradas
Capítulo V – Vigas
Cargas actuantes
Condiciones de apoyo o continuidad
Luz de cálculo
Momentos flexores
Esfuerzo de corte
Dimensiones de las vigas
Sección de hormigón
Armadura
Cartelas
Detalles constructivos
Dimensionamiento de secciones a la torsión
Cálculo de la armadura de torsión
Capítulo VI – Columnas
Determinación de las cargas
Dimensionamiento
Detalles constructivos
Armaduras
Hormigonado
Zapatas aisladas
Zapatas centradas
Zapatas excéntricas
Zapatas combinadas
Zapata combinada rectangular
Zapata combinada trapecial
Zapata con viga cantilever
Plateas de fundación
Flexo compresión
Sección totalmente comprimida (Clase A)
Sección parcialmente comprimida (Clase B)
Flexo tracción
Sección totalmente traccionada (Clase A)
Sección parcialmente traccionada (Clase B)
Criterios de cálculo
Cálculo a la rotura de secciones sometidas a flexión simple
Características generales
Cálculo y dimensionamiento
Disposiciones constructivas
Capítulo XII – Elementos para la confección de presupuestos
Materiales
Encofrados
Mano de obra
Ejemplos de aplicación
Ejemplo Nº 1
Ejemplo Nº 2
Ejemplo Nº 3
Ejemplo Nº 4
Ejemplo Nº 5
Ejemplo Nº 6
Ejemplo Nº 7
Ejemplo Nº 8
Ejemplo Nº 9
Ejemplo Nº 10
Ejemplo Nº 11
Ejemplo Nº 12
Ejemplo Nº 13
Ejemplo Nº 14
Ejemplo Nº 15
Referencias bibliográficas
INTRODUCCION
El hormigón es, por excelencia, el material de la construcción moderna, en mérito a su
facilidad de moldeo aun en las formas arquitectónicas más audaces, por la simplicidad
de su ejecución con elementos que abundan en la naturaleza, por su bajo costo y por
poseer resistencia y durabilidad adaptables a las necesidades funcionales de cada
estructura. La superficie del hormigón, ya sea en su aspecto natural, o bien tratada por
diferentes procedimientos que permiten lograr texturas, coloraciones o incorporar
distintos materiales, significa también una nueva forma de expresión arquitectónica.
El hormigón armado ha revolucionado las concepciones estructurales imponiéndose en
todos los sistemas constructivos, ya sea como hormigón moldeado ¨ in situ ¨,
construcciones con elementos prefabricados con hormigón, o elementos premoldeados.
Y a los 100 años de su invención, surge el hormigón pretensado que amplía y
posibilita aún más la aplicación de este material.
En las últimas décadas, la labor de los investigadores y la gran experiencia práctica
acumulada, han permitido profundizar en forma extraordinaria el conocimiento y
posibilitar nuevas aplicaciones de dicho material. Muchos de esos resultados e
innovaciones se encuentran, no obstante, dispersos en diversas publicaciones y obras
técnicas especializadas, circunstancia que dificulta su conocimiento y aplicación.
Para facilitar la labor del proyecto se ha preparado este folleto, donde el profesional
podrá encontrar un resumen de los métodos usuales y elementos de cálculo necesarios
para el proyecto de una estructura para edificios, donde la cubierta hasta las bases de
fundación y otras similares.
Con el mismo espíritu, de síntesis se han incluido capítulos destinados al conocimiento
de los materiales componentes del hormigón armado, con el fin de obtener el máximo
rendimiento de los mismos en esta hora de exigencias constructivo – económicas.
Se ha dado importancia, dentro de los límites propios de esta publicación, a la
divulgación de los procedimientos más racionales para una correcta dosificación y
ejecución del hormigón, incorporando a los capítulos que tratan las diferentes partes de
la estructura una serie de recomendaciones y disposiciones constructivas cuyo
cumplimiento permitirá obtener los mejores resultados.
Los procedimientos de cálculo han sido encarados con criterio simplificativo,
procurando comparar las disposiciones reglamentarias de nuestro país con las
correspondientes a otras naciones. Esto permitirá al proyectista la apreciación
económica de distintas soluciones.
Además de las estructuras moldeadas ¨ in situ ¨, se incluyen en este folleto el estudio
de entrepisos prefabricados, cuyo empleo tiende a difundirse cada vez más, dadas sus
notorias ventajas.
Se ha incluido finalmente, un capítulo referente al cálculo a la rotura, tema
universalmente aceptado e incorporado a numerosos reglamentos modernos de
construcción.
Capítulo I
MATERIALES
1.1 Hormigón
El hormigón está constituido por materiales inertes (agregados finos y gruesos) que se
mantienen unidos entre sí mediante una pasta endurecida de cemento y agua.
Los agregados constituyen la parte pasiva de la mezcla, mientras que la pasta de
cemento y agua es el elemento activo o ligante que, al endurecerse, confiere al
conjunto una consistencia pétrea.
Esta propiedad ligante y endurecedora la desarrolla el cemento al entrar en contacto
con el agua. Se producen entonces en el seno de la masa, reacciones químicas
exotérmicas complejas que transforman la pasta en un sólido que adhiere y envuelve a
las partículas de los agregados, manteniéndolas unidas y comunicando al conjunto, en
mayor o menor grado, las propiedades características del hormigón: resistencia y
durabilidad. Estas características del hormigón no son independientes entre sí, sino que
están estrecha y mutuamente ligadas, dependiendo fundamentalmente de la relación
agua – cemento, de la calidad de los materiales utilizados, de sus proporciones
relativas y de la forma cómo se ha efectuado su preparación, colocación y operaciones
subsiguientes.
Los agregados finos los constituyen las arenas, que pueden ser naturales o artificiales.
Las arenas naturales, de origen silíceo, se encuentran en los lechos de los ríos o costas
marítimas o en yacimientos terrestres, denominándose e, tal caso arena de cantera. La
arena artificial proviene de la trituración de rocas, generalmente de origen granítico,
razón pro la cual se la denomina arena granítica o de trituración.
Las arenas naturales poseen granos más bien redondeados, mientras que las artificiales
presentan granos con aristas agudas. Las primeras conducen a hormigones más
fácilmente trabajables que las segundas.
De acuerdo con su granulometría, las arenas se clasifican en finas, medianas y gruesas,
utilizándose para su clasificación el ´ módulo de fineza ´, que es un número obtenido
sumando los porcentajes de arena retenidos por una serie preestablecida de tamices y
dividiendo dicha suma por 100.
Las arenas se consideran finas cuando su módulo de fineza es inferior a 2,6, si el
mismo se encuentra comprendido entre 2,6 y 2,9; se las califica como medianas y si
excede de este último valor, como arenas gruesas.
Para estructuras, el módulo de fineza más apropiado es 3,75 (que corresponde al tipo
conocido comercialmente como ¨ arena oriental gruesa ¨), pero es posible obtener
hormigones de buena calidad con arenas de cualquier módulo de fineza, siempre que
se utilice una dosificación correcta.
Las arenas deben ser limpias, libres de impurezas orgánicas y partículas de arcilla o
limo, como así también de inclusiones salinas. En algunos casos es posible mejorar su
calidad mediante el lavado.
Los agregados gruesos pueden ser de origen natural /canto rodado) o artificial (piedra
partida), provenientes estos últimos de la trituración de rocas, generalmente graníticas.
El agregado grueso debe ser sano, no friable, libre de limo o impurezas orgánicas y sus
partículas no deben ser aplanadas, sino más bien, afectar formas poliédricas.
El tamaño máximo del agregado grueso queda limitado por el espesor de los distintos
elementos que constituyen una estructura. En general, se deberá superar 1/3 de la
menor dimensión, y si la armadura es muy densa, se limitará su tamaño a ¼ de dicha
dimensión.
El agua de amasado debe ser limpia y exenta de ácidos, álcalis o sustancias orgánicas
en descomposición. En principio, toda agua potable es apta para el amasado del
hormigón.
Cuando existen dudas acerca de la conveniencia de utilizar un tipo de agua
determinada, conviene preparar probetas de mortero con el agua cuestionada y con
agua de aptitud reconocida y comparar las correspondientes resistencias a la
compresión. Si la resistencia del hormigón preparado con el agua de dudosa calidad no
es inferior al 90 % de la resistencia de la probeta testigo, el agua puede utilizarse sin
mayor inconveniente.
σ H = 0,85 σ Hc
σ Hc = 160 kg /cm2
Tabla 1
Tabla II
Las proporciones de la mezcla deben responder, por una parte, a la calidad del
hormigón que se requiere en cada caso (resistencia a los distintos esfuerzos y a la
acción de agentes agresivos) y por otra parte, a las condiciones de colocación en obra,
que exigen una cierta trabajabilidad de la misma.
La dosificación es correcta cuando la dosificación permite satisfacer ambos requisitos
con la máxima economía de material.
Existen diversos métodos para la dosificación de hormigones, cuya descripción y
forma de aplicación ocupan a los alcances de esta publicación.
El punto de partida para una dosificación racional consiste en fijar la relación agua –
cemento, de acuerdo con el criterio ya expuesto, de manera que el hormigón obtenido
responda a las condiciones de durabilidad y resistencia requeridas por la estructura. El
segundo paso consiste en determinar las proporciones de agregados, cemento y agua
que aseguren el grado de trabajabilidad necesario.
Esto depende de las características de los agregados disponibles, especialmente del
módulo de fineza de la arena y del tipo y tamaño de agregado grueso que, como se ha
dicho, viene impuesto por la clase de estructura a moldear.
Como base de orientación, para los casos más corrientes de la práctica, puede servir de
guía la Tabla III, donde se indican las cantidades de materiales, medidas en peso,
necesarias para la preparación de 1 m3 de hormigón, con distintas relaciones agua –
cemento, arena fina de tipo corriente y diversos tamaños máximos de agregados
gruesos (piedra partida y canto rodado). Ambos agregados se exponen al estado ¨
saturado y superficie seca ¨; por consiguiente, la cantidad de humedad superficial que
pudieran contener en el momento de su utilización, deberá deducirse de la del agua de
amasado indicada en la tabla.
Dichas dosificaciones corresponden a hormigones de una consistencia cuyo
asentamiento medio, medido en el cono, es de 12,5 cm y que corresponde a la
consistencia más indicada para estructuras de edificios corrientes. Para mayor
ilustración, en la misma tabla se consignan las proporciones también en peso, pero
referidas a una bolsa de cemento de 50 kg.
El gráfico de la Figura 2 construido de acuerdo con los datos de la Tabla III permite
igualmente determinar las cantidades de materiales que se requieren para preparar 1 m3
de hormigón, en función de las diversas variables ya mencionadas. En dicho gráfico,
como indica su encabezamiento, las curvas de trazo lleno corresponden a hormigones
elaborados con piedra partida y los respectivos tamaños máximos de agregado grueso
se indican en la escala inferior. La escala superior y las curvas de trazo interrumpido
corresponden a hormigones preparados con canto rodado.
Las dosificaciones indicadas deben ser ajustadas en cada caso, de acuerdo con las
características particulares de los materiales utilizados, a fin de obtener una
trabajabilidad adecuada de la mezcla. Esta operación puede efectuarse prácticamente
por medio de pastones de ensayo, antes de iniciar el hormigonado en obra.
Las proporciones de los componentes del hormigón convienen siempre establecerlas
en peso y medirlas en obra en igual forma.
La determinación en volumen tiene el inconveniente de las grandes diferencias que se
obtienen en la práctica para las proporciones, tanto del cemento como de los
agregados.
En efecto, el peso del cemento, medido en volumen suelto, puede variar desde 1300 a
1500 kg/m3 o más, según sea el grado de aplastamiento o asentamiento que
experimenta (en nuestro país es costumbre sin ser norma, adoptar para dicho material
un peso unitario de 1400 kg/m3.
De ahí que, cualquiera sea el método que se emplee para la medición en obra de los
otros materiales, el cemento deberá medirse siempre en peso, lo cual es factible por el
hecho de expedirse en envases de 50 kg netos.
En lo que se refiere a la arena, la dificultad de expresar su proporción en volumen es
mucho mayor, ya que su peso unitario no sólo depende del grado de compactación,
sino que también varía considerablemente con el contenido de humedad, debido al
efecto de esponjamiento que esta última produce.
El peso unitario de la arena seca oscila generalmente entre 1600 y 1800 kg/m3 y el de
la misma húmeda puede variar entre 1100 y los valores anteriores. Con el agregado
grueso ocurre algo similar, aunque la variación es menor.
Los datos expuestos ponen de relieve el grado de incertidumbre que introduce la
medición de los materiales en volumen, cuando se trata de dosificar hormigones y
predecir sus propiedades resultantes.
En consecuencia, cuando por falta de facilidades adecuadas en obra sea preciso medir
los agregados en volumen, se aconseja determinar previamente sus respectivos pesos
unitarios, medidos sueltos y en las condiciones de humedad en que serán utilizados.
Esto puede efectuarse fácilmente pesando medidas de volumen conocido (por ejemplo,
cajones de 25 litros) donde los materiales deberán depositarse en forma que
reproduzca, lo más exactamente posible, las condiciones de llenado en obra.
Determinado así el peso por metro cúbico de cada material, las proporciones de la
mezcla a medir en volumen se deducen de las proporciones en peso previamente
establecidas, mediante la relación:
Proporción en peso
Proporción en volumen = -------------------------
Peso por metro cúbico
1.2 Acero para hormigón armado
Capítulo II
TENSIONES ADMISIBLES
2.1 Hormigón
Cuando se empelan armaduras de acero cuyo límite aparente de fluencia sea de 5760
kg/cm2 o más, o cuando se utilizan mallas de acero soldadas como armaduras establece
que la resistencia cúbica mínima a 28 días deberá ser igual o superior a 180 kg/cm2,
valor que se reduce a 160 kg/cm2 si la resistencia se determina en probetas cilíndricas
de 15 x 30 cm. Estos valores corresponden a lo que se denomina resistencia
característica y para las condiciones normales de obra corresponden a resistencias
promedio del orden de 230 kg/cm2 para probetas cilíndricas de 15 x 30 cm y 265
kg/cm2 para probetas cúbicas, de 20 cm de arista.
Las tensiones admisibles que fija el Código de la Edificación son las siguientes:
a) Columnas
Cuando la armadura de las columnas está constituida por barras de acero de alto límite
de fluencia, la tensión admisible será 0,285 de la resistencia cilíndrica a los 28 días,
pero en ningún caso superará los valores siguientes:
σ k = 65 kg/cm2 b ≤ 40 cm
σ k= 75 kg/cm2 b > 40 cm
siendo b el lado menor de la columna.
Las tensiones admisibles para el cálculo de estructuras que trabajan a la flexión simple
o compuesta son las indicadas en el cuadro siguiente:
En vigas – placa, donde la cuantía de armadura sea mayor que 0,8%, se podrán
aumentar estas tensiones en un 15 %. Cuando la estructura se encuentre a la
intemperie sin protección, los valores de dichas tensiones se reducirán en un 10% y
en un 20 % si existe peligro de ataque de gases agresivos o ácidos. Para losas de un
espesor d = 8 cm, las tensiones se disminuirán también en 20 %.
Las tensiones admisibles varían entre 40 y 120 kg/cm2 según sea la calidad del
material empleado y el tipo de estructura.
En cuanto a las tensiones de resbalamiento, el valor máximo admisible es de
14 kg/cm2 para B 120, llegando a 20 kg/cm2 para B 200.
En casos especiales y para ciertos tipos de estructuras, siempre que la resistencia
del hormigón sea superior a 350 kg/cm2, se permite aumentar la tensión admisible a
σ He - 300
σ h1 = σ h + ----------------
6
A la flexión: σ hf = 0,45 σ H
al resbalamiento τ = 1,325 √ σ H
A la adherencia
1,61 √ σ H
Barras lisas: τ d = -------------- ≤ 11,2 kg/cm2
Φ
3,23 √ σ H
Barras conformadas: T g = ------------------ ≤ 35,2 kg/cm2
Φ
A la compresión
Columnas simples: σ h= 0,21 σ H
Columnas zunchadas: σ h = 0,25 σ H
132
n = --------
√σH
valor que debe redondearse al entero más próximo.
Así, por ejemplo, para un hormigón de 280 kg /cm2 de resistencia cilíndrica,
corresponde calcular con valor de n = 8.
2.2 Acero
2.2.1 Código de la Edificación de la Ciudad de Buenos Aires
Casos de aplicación σq
Vigas y losas Vigas – placa Sa = µ < 0,8 %
µ < 0,8% µ < 0,8% Bh
En todos los casos 1800 1500 1800
menos para puentes
Cuando exista 2000 1800 2000
seguridad que los
elementos no están
sometidos a
esfuerzos
dinámicos
Para aceros con σf = 4600 kg /cm2, el Código de la edificación fija una tensión
admisible de 2400 kg / cm2, valor que se eleva a 3000 kg / cm2 para los aceros cuyo
límite de fluencia aparente es de 5760 kg / cm2 o más y para las mallas de acero
soldadas.
Si la estructura se encuentra a la intemperie, sin protección, las tensiones se
disminuirán en un 10 %, y en un 20 % si existe el peligro de ataque por agentes
corrosivos o gases. Para losas de un espesor de 8 cm, también se reducirán las
tensiones en un 10 %.
El Código de la Edificación establece también que para elementos comprimidos
(columnas), la tensión admisible del acero de alto límite de fluencia se reduce a
1600 kg / cm2.
Este reglamento distingue cuatro tipos de aceros, variando las tensiones admisibles
para cada uno de ellos en función de la calidad del hormigón.
Para el acero tipo I, que corresponde al acero común, la tensión admisible es de σe =
1200 kg/cm2 para hormigón de calidad B 120, elevándose a σe = 1400 kg/cm2, para las
calidades B 120 a B 300.
En los aceros tipos I, II,III y IV, las tensiones varían entre 1800 kg/cm2 y 2400 kg/cm2
según sea la calidad del hormigón empleado, la forma como esté solicitada la parte de
estructura de que se trata y el destino de la misma.
Capítulo III
CARGAS ACTUANTES
Se denomina cargas permanentes aquellas acciones que persisten durante toda la vida
de la estructura, y comprenden el peso propio de la misma y el de todas aquellas partes
de la construcción rígida y permanentemente ligadas a ella (peso de revestimientos,
contrapisos, etc).
Las cargas permanentes, cuando son concentradas se representan con la letra G y se
miden en kg ó t. Si son distribuidas, se las simbolizan con la letra g y se las mide en
t/m2 ó kg/m2 en caso de ser distribuidas sobre una superficie, o bien en t/m ó kg/m si
son lineales
En la Tabla IV figuran los valores medios de los pesos unitarios de distintos materiales
de construcción, necesarios para la determinación de las cargas permanentes.
Tabla IV
Pesos unitarios de materiales de construcción
b) Piedras naturales
c) Mamposterías
13 – Ladrillos comunes, mortero de cal…..1600
14 – Ladrillos comunes, mortero de cemento. 1800
15 – Ladrillos huecos, mortero de cal……… 1300
16 - Ladrillos huecos, mortero de cemento…1500
17 – Ladrillos de máquina O.S.N, mortero de
cal……………………………………….. 2000
18 – Ladrillos de máquina O.S.N, mortero de
cemento ………………………………….2200
19 – Ladrillos prensados, mortero de cal……1900
20 – Ladrillos prensados, mortero de
Cemento…………………………………. 2100
21 – Tabiques de escoria, carbonilla, etc,
empastados con cemento………………..1300
22 – Ladrillos refractarios……………………2700
23 – Mármol…………………………………..2500
24 – Piedra caliza……………………………… 2300
25 – Granito……………………………………..2600
26 – Piedra artificial…………………………….2100
d) Morteros:
27 – Cemento y arena…………………………..2100
28 – Cemento, cal y arena………………………1900
29 – Cal y arena………………………………….1700
30 – Cal, arena y polvo de ladrillos……………..1600
31 – Yeso fundido………………………………..1000
e) Hormigones
32 – De cemento, arena, canto rodado, piedra
partida o granza granítica:
Sin armar…………………………………… 2200
Armado……………………………………….2400
33 – De cemento, arena y cascotes……………… 1800
34 – De cal, arena, polvo de ladrillos y cascotes… 1600
f) Maderas
35 – Pino de Flandes……………………………..700
36 – Pino americano………………………………800
37 – Pino – tea (resinoso)…………………………900
38 – Pino spruce…………………………………..550
39 – Pino blanco…………………………………..500
40 – Abeto blanco o rojo………………………….600
41 – Roble vivo…………………………………….950
42 – Roble avellano………………………………..650
43 – Roble rojo o negro…………………………..700
44 – Roble blanco..……………………………….750
45 – Alamo…………………………………………500
46 - Ciprés…………………………………………480
47 – Fresno…………………………………………650
48 – Nogal blanco………………………………….450
49 – Nogal negro…………………………………..650
50 – Ceibo………………………………………….510
51 – Raulí…………………………………………..580
52 – Curupay colorado y negro………………….1100
53 – Curupay blanco…………………………….. 950
54 – Incienso amarillo……………………………..980
55 – Incienso colorado……………………………..990
56 – Incienso amarillo o verde…………………….980
57 – Lapacho negro o moro………………………..1150
58 – Ñandubay………………………………………960
59 – Quebracho blanco…………………………….920
60 – Quebracho colorado………………………….1300
61 – Urunday……………………………………….1220
62 – Viraró………………………………………….970
63 – Virapitá……………………………………….. 995
f) Metales
64 – Hierro laminado………………………………..7850
65 – Acero…………………………………………….7860
66 – Plomo…………………………………………….11420
67 – Cobre laminado………………………………….8900
68 – Bronce laminado…………………………………8500
69 – Zinc laminado…………………………………….1700
70 – Estaño laminado …………………………………7400
71 – Latón fundido……………………………………..8400
72 – Latón laminado……………………………………8650
g) Otros materiales
73 – Cenizas…………………………………………..900
74 – Basura…………………………………………... 660
75 – Pizarra……………………………………………2700
76 – Vidrio……………………………………………..2500
77 – Yeso……………………………………………….970
78 – Cal viva…………………………………………..1150
h) Pavimentos
79 – Baldosas y mosaicos: mortero de cemento y
mármol reconstituido por cada centímetro de
espesor………………………………………………. 22
80 – Baldosas cerámicas, id. id. ………………………..20
81 – Asfalto fundido, id.id. ……………………………..14
i) Cielorrasos
82 – De yeso incluso enlistonado………………………20
83 – De mortero de cemento, cal y arena con metal
Desplegado………………………………………………57
84 – De yeso …………………………………………….5
j) Cubiertas
85 – Tejas planas simples, con armadura de sostén…….75
86 – Tejas planas dobles , id id……………………………95
87 – Tejas Marsella, id.id.,…………………………………65
88 – Tejas españolas, id.id.,………………………………..105
89 – Tejado de teja flamenca con baño de mortero, id.id.. 80
90 – Tejado de teja flamenca de gran tamaño,id.id………85
91 – Tejado de teja árabe a la bohemia, id.id…………….115
92 – Tejado inglés de pizarra sobre enlistonado, id.id……45
93 – Tejado inglés, sobre tablas de 2,5 cm,id.id………….55
94 – Tejado alemán de pizarra con tejas de
20 cm x 15 cm, id.id,…………………………………..60
95 – Tejado alemán, sobre tablas de 2,5 cm y
cartón cuero, tejas de 35 cm x 25 cm, id.id…………. 65
96 – Zinc en chapa de 0,7 mm de espesor,id.id……………40
97 – Cobre en chapa de 0,6 mm de espesor,id.id…………..40
Tabla V
Valores de la sobrecarga de acuerdo con el destino de los locales
a) Locales kg/cm2
Habitaciones……………………………………………………….150
Comedores, salas de recepción en viviendas y oficinas…………..200
(Se aumentará esta sobrecarga en un 10 % y hasta un máximo
Del 50 %, por cada 5 m2 o fracción que pase de los 25 m2 de
Superficie)
Comedores públicos, salones de baile y reopción, y e3n general,
Donde se pueden llevar a cabo reuniones………………………..500
Baños y cocinas…………………………………………………….200
Salas de enfermos en hospitales y sanatorios…………………….200
Aulas………………………………………………………………...350
Bibliotecas, archivos………………………………………………..400
Locales públicos……………………………………………………400
Salas de espectáculos………………………………………………500
Salas o locales para deportes……………………………………..600
Pasillos de acceso en general, escaleras, balcones: en edificios
para viviendas……………………………………………………….300
En edificios públicos, comerciales e industriales…………………500
Mercados……………………………………………………………400
Garajes, depósitos comunes y grandes tiendas y almacenes……500
Locales a los cuales no se asigna destino………………………….600
Barandilla de balcones y escaleras, esfuerzo horizontal
dirigida al exterior y aplicado sobre el pasamano: en edificios
de vivienda………………………………………………………….40
En edificios públicos, comerciales e industriales………………..100
c) Azoteas
Azotea inaccesible………………………………………………….100
Azotea accesible…………………………………………………….150
Azotea donde pueda congregarse gente para fines de recreo
u observación……………………………………………………….500
Capítulo IV
LOSAS DE ENTREPISO
4.1 Generalidades
Los entrepisos de hormigón más comúnmente usados, están constituidos por losas y
vigas, formando un todo monolítico. Las cargas que actúan sobre las primeras se
transmiten a las segundas y estas últimas las transfieren a las columnas, ya sea
directamente o por intermedio de otras vigas denominadas principales. A su vez , las
columnas transmiten al terreno de fundación, mediante sus respectivas bases, el total
de las cargas actuantes.
Las losas de entrepiso pueden ser llenas o o alivianadas, según que todo su espesor
esté ocupado por hormigón o que se intercalen en el mismo, elementos huecos
prefabricados, obteniéndose así estructuras más livianas y aislantes. En ambos casos,
el moldeo de la losa se efectúa en obra conjuntamente con las vigas que le sirven de
apoyo.
También pueden construirse losas de entrepiso con elementos resistentes
premoldeados, lo que permite la construcción y, al mismo tiempo, eliminar o reducir a
un mínimo el empleo de encofrados con la consiguiente reducción de costos. Las
particularidades constructivas y forma de calcular esta clase de entrepisos pueden
verse en el capítulo XI; en el presente capítulo, sólo nos referiremos a las losas de
entrepiso moldeadas en obra.
Desde el punto de vista de su funcionamiento estructural, estas últimas pueden ser de
dos tipos:
a) Losas armadas en una sola dirección.
b) Losas armadas en dos direcciones, o con armaduras cruzadas.
En las primeras se considera que las cargas se transmiten únicamente en una sola
dirección, que es la correspondiente a su armadura. En las segundas, la transmisión de
las cargas se efectúa en dos direcciones perpendiculares entre sí, y los esfuerzos
correspondientes se absorben mediante armaduras cruzadas, dispuestas paralelamente
a esas dos direcciones.
Para el cálculo de las losas, es necesario establecer ante todo, las cargas que actúan y
las luces de cálculo. Con estos elementos, y en base a las condiciones de apoyo, se
determinan los momentos flexores que se utilizan para el dimensionamiento de la losa.
Se consideran y calculan como tales las que sólo están soportadas en uno de sus bordes
(losas en voladizo) o en dos bordes opuestos y las que estando sustentadas en todo su
perímetro o en tres bordes, tienen una relación de largo a ancho mayor que 2.
La transmisión de las cargas y esfuerzos se efectúa según la dirección de la luz menor
(ancho) que es la que debe tomarse como base para el cálculo de los momentos.
Para el proyecto de estas losas basta considerar una faja de ancho b = 1 m que se
calcula como si estuviera aislada y sometida a la totalidad de las cargas (carga
permanente g y sobrecarga accidental p), ya que las mismas se transmiten únicamente
en la dirección de la faja. Las cargas para el cálculo se determinan multiplicando el
ancho (b = 1 m de la faja considerada por los valores g (kg/m3) y p (kg/m3), que se
fijarán en cada caso según se ha expuesto en el capítulo III. Se tienen así, para dicha
faja, las siguientes cargas uniformes:
Tabla VI
Coeficiente de empotramiento m para losas de un solo tramo
Tabla VII
Estados de cargas más desfavorables
Tabla VIII
Coeficiente m de empotramiento para losas y vigas continuas
Si los tramos tienen luces muy dispares o el valor de la sobrecarga accidental excede
del límite anteriormente indicado, el cálculo de los momentos flexores deberá
efectuarse siguiendo algunos de los procedimientos exactos expuestos en las
publicaciones técnicas que tratan sobre el tema.
Algunos casos particulares pueden resolverse mediante fórmulas sencillas que se
indican a continuación:
a) Losa de 2 tramos de espesor uniforme, con luces y cargas desiguales (Fig. 6)
Fig 6 – Momentos flexores en losas de 2 tramos
q1 l13 + q2 l23
Mb = - ----------------------
8 (l1 + l2)
1 q1 l1 MB
M1 = -------- (----------- + ------------)
2 q1 2 l1
1 q2 l2 MB
M2 = ------- (---------- + -------------)
2 q2 2 l2
b) Losa de tres tramos, de espesor uniforme con luces y cargas desiguales (Fig. 7)
c) Las fórmulas siguientes dan los valores parciales de los momentos en los
apoyos, cuando cada una de las cargas actúa aisladamente. Los momentos
totales, debidos a la acción simultánea de q1, q2 y q3, se obtienen sumando los
valores parciales así determinados.
Conocidos estos valores, los de los momentos máximos en los tramos pueden
obtenerse gráficamente, como indica la Fig. 7.
Las fórmulas que anteceden permiten considerar los estados de carga más
desfavorables, asignando a la carga de cada tramo el valor g o el valor (g+ p), según
corresponda.
Los momentos calculados sobre la base de los coeficientes de la Tabla VIII y de las
fórmulas precedentes son los que corresponden, de acuerdo con la teoría de la
elasticidad, a la viga continua ideal soportada por apoyos indeformables y de rotación
libre (apoyos ¨ de cuchilla ¨, condiciones que sólo se cumplen parcialmente en las
estructuras reales.
Por tal motivo y teniendo además en cuenta el fenómeno de la ¨ adaptación plástica ¨, a
que se hace referencia en el Capítulo IX; algunos reglamentos modernos permiten
modificar, dentro de ciertos límites, los valores teóricos obtenidos mediante el cálculo
elástico.
Así, las normas inglesas en vigencia (British Standard Code of Practice CP 114 –
1957), establecen que los momentos máximos teóricos pueden ser modificados hasta
en un 15 %, siempre que la disminución supuesta en un apoyo vaya acompañada de un
aumento de igual valor numérico en los momentos máximos positivos de los dos
tramos adyacentes. Inversamente, si se disminuye el momento máximo positivo en un
tramo, deberá aumentarse de igual valor los momentos máximos negativos en los dos
apoyos contiguos.
En el caso de un tramo extremo, cuyo apoyo exterior puede suponerse articulado, la
modificación supuesta en el momento máximo del tramo será igual a la mitad del
ajuste introducido en el apoyo interior.
Las previsiones que anteceden equivalen prácticamente a admitir en el diagrama de
momentos teóricos, una modificación del eje de referencia, como se indica con trazo
interrumpido en la Fig. 8.
Este ajuste de los momentos flexores teóricos es un recurso muy útil para el
proyectista, pues permite uniformar las dimensiones de las secciones críticas en las
losas y vigas continuas, haciendo innecesario el empleo de empates o de armaduras de
compresión en correspondencia de los apoyos.
b = b´ = t1 + 2 s
o bien
2 t1 + 2 s
b = b ´´ = -------- (1 + ----------------
3 2
Entre ambos anchos b ´ y b ´´ puede elegirse el mayor.
Fig. 9
b) la zona de ancho b debe llevar una armadura de repartición igual a cSA donde
t1 + 2 s
c = 0,4 (1 - ------------)
b
b = b ´= t1 + 2 s
o bien
1 t1 + 2 s
b = b `` = ---------- (1 + --------------)
3 2
b = t1 + 5 d
A los efectos del cálculo se considera descompuesta la losa en dos sistemas de fajas
cruzadas paralelas a sus bordes (¨ emparrillado¨), cada una de las cuales soporta y
transmite en su propia dirección una parte de la carga actuante q, que se supone
uniformemente distribuida. Distinguiremos a ambas direcciones con los subíndices, x,
y (Fig. 10).
El cálculo difiere según se trate de losas de un solo tramo o de varios tramos (losas
continuas).
qx = x q
qy = (1 – x) q
Mx = α q lx2
My = β q ly2
qx lx2
Caso b: Mx¨= - ------
8
qx lx2
Caso c: Mx¨= - -------
12
qx lx2 qy ly2
Caso d: MX ´ = - --------- My¨= - -------
8 8
qx lx2 qy ly2
Caso e: Mx´= - ------ My¨= - ------
12 8
qx lx2 qy ly2
Caso f: Mx¨= - ------ My¨= - -------
12 12
Cuando la losa consta de varios paños continuos – en una o en ambas direcciones – los
momentos flexores deben determinarse teniendo en cuenta la continuidad y
considerando para cada sección los estados de carga más desfavorables.
El criterio para la determinación de dichos estados de carga es similar al expuesto para
las losas armadas en una sola dirección ($.2.2.2). Vale decir, por ejemplo, que para
obtener el momento máximo positivo en un paño tal como el 6 de la Fig. 11, se
supondrá totalmente cargado dicho paño (carga g + p), descargados los paños
contiguos que lindan con sus bordes (carga: solamente p) y los restantes cargados
alternativamente en una y otra forma, como los cuadros blancos y negros de un
damero. Para un apoyo, tal como el a, el estado más desfavorable es el que indica la
misma figura, en (b).
El cálculo de los momentos flexores máximos, para una clase de estados de carga,
puede reducirse al de los casos simples de la Tabla IX, mediante el siguiente artificio
(Löser):
a) Se supone primeramente que todos los paños están sometidos a una carga
ficticia de valor: q ´= g + p/2 y se admite que en ese estado parcial de carga, no
se produce rotación de los apoyos interiores. De esta forma, cada paño se
comporta como una losa empotrada en uno o varios bordes, según sea su
posición relativa (paño esquinero, marginal, interior, etc) y sus momentos
pueden determinarse directamente en base a la Tabla IX.
b) Luego se consideran los paños cargados alternativamente, como en el esquema
de la Fig. 11 (a), con cargas ficticias q ¨¨ = ± p/2 que se supondrán dirigidas
hacia abajo en los paños rayados y hacia arriba en los restantes. En este nuevo
estado parcial de carga, puede admitirse que cada losa flexiona como si
estuviera simplemente apoyada (caso a de la Tabla IX).
Componiendo los valores parciales obtenidos en ambas hipótesis de carga, se tiene los
momentos máximos en el centro de cada paño; su expresión genérica es:
qm lm2
M¨= -- ---------
M
Los momentos flexores en las dos fajas centrales cruzadas, paralelas a los bordes de la
losa, se calculan como si estuvieran sometidas a sendas cargas uniformes ficticias
( ¨ cargas uniformes equivalentes ¨), cuyos valores están dados en función de la carga
unitaria total q, por las expresiones:
qx = C x q
qy = C y q
entre las distancias que separan a las líneas de inflexión opuestas (¨ grado de
rectangularidad ¨ ), constituye una medida práctica de las rigideces relativas del paño
considerado en ambas direcciones y se toma como base para la determinación de los
coeficientes de cargas Cx y Cy.
En la Tabla X se dan los valores de dichos coeficientes que corresponden a distintos
grados de rectangularidad λ comprendidos entre 0,50 y 2,00.
Los factores kz y ky que definen la posición de las líneas de inflexión, varían dentro de
límites relativamente estrechos. Cuando las luces, en cada una de las direcciones
consideradas, no difieren de las de los paños contiguos en más de un 50 % (*), kx y ky
tienen valores prácticamente fijos, que sólo dependen de las condiciones de
continuidad del paño en cuestión. Dichos valores son los que se indican en la Fig. 13
para cada uno de los seis casos que pueden presentarse en la práctica. En el caso (1)
que corresponde
a la losa simplemente apoyada, aislada, las líneas de inflexión coinciden con los bordes
y λ es igual a la relación de luces.
Si las diferencias entre las luces del tramo considerado y las de los tramos adyacentes
exceden de los límites indicados más arriba, las líneas de inflexión correspondientes a
cada una de las direcciones deben determinarse mediante el análisis elástico de las
respectivas estructuras continuas, para el estado de carga simple representado en la
Fig. 12.
Cx q lx´2
Mx = -------
mx
Cy q ly`2
My = ---------------
my
donde lx´ y lx´ son las luces libres (distancias entre bordes o caras opuestas de las vigas
de sostén). Los coeficientes mx y my tienen el mismo significado y deben determinarse
en la misma forma que para las losas armadas en una sola dirección (ver 4.2.2.2).
En particular pueden aplicarse los valores de la Tabla VIII, siempre que la
irregularidad de luces y la relación de sobrecarga accidental a carga permanente, no
exceda de los límites que se indican en dicho apartado.
Para el cálculo de los momentos máximos negativos en los apoyos, si los tramos
adyacentes son desiguales, deberán promediarse los valores de los coeficientes Cx (o
Cy) y los de las luces lx´(o ly´) que corresponden a uno y otro tramo.
Cuando la disparidad de luces o la relación de sobrecarga útil a carga permanente
sobrepasan los límites aludidos precedentemente, los momentos flexores pueden
calcularse por cualquiera de los métodos conocidos para el análisis elástico de
estructuras continuas planas, suponiendo cargados los sucesivos tramos en cada
dirección con las cargas uniformes equivalentes (permanente y accidental),
previamente determinadas en base a los coeficientes Cx y Cy. La posición de la
sobrecarga accidental deberá variarse de modo que se tengan los valores máximos de
los momentos en las secciones críticas, como ya se ha visto en el apartado 4.2.2.2.
En lo que se refiere a espesores mínimos y distribución de armaduras en esta clase de
losas, el ¨ Building Code Requirements ¨ contiene algunas limitaciones y
recomendaciones que se consignan más adelante, al tratar del dimensionamiento
(apartado 4.4.1) y de los detalles constructivos (apartado 4.5.1).
En el caso más general en que las losas adyacentes tienen distintos anchos (ly1¨, ly2¨ ) y
por lo tanto, diferentes grados de rectangularidad, las cargas equivalentes, por metro
lineal de viga, se calculan como sigue.
a) Momentos flexores
De acuerdo con principio ya aludido de que, en cada dirección, la carga total se reparte
íntegramente entre la losa y las vigas adyacentes, las cargas unitarias a considerar para
el cálculo de los momentos flexores en las vigas son: (1 – Cx) q, en la dirección x y (1
– Cy) q, en la dirección y, siendo Cx y Cy los respectivos coeficientes de carga de la
losa.
En cada viga, la carga uniforme equivalente por metro lineal se obtiene multiplicando
las cargas unitarias que corresponden a los dos paños adyacentes, por los anchos
tributarios respectivos. Así, para la viga AB de la Fig. 14, dicha carga está dada por:
donde Cx1 y Cx2 son los coeficientes de carga de cada paño adyacente, en la dirección
x de la viga ( si esta última tuviera la dirección y, los coeficientes a adoptar serían los
Cy).
Al valor dado por la expresión que antecede, debe adicionarse el peso propio de la
viga: g(kg/m) y cualquier otra carga uniforme que actúe sobre la misma. Las cargas
concentradas, si las hubiere, se tendrán en cuenta por separado.
Determinadas las cargas uniformes equivalentes en los sucesivos tramos de viga, los
momentos flexores en las secciones críticas – centro de tramo y apoyos – se calculan
por cualquiera de los métodos y fórmulas desarrolladas para la resolución de vigas
continuas, o bien, aplicando directamente los coeficientes m de la Tabla VIII, si la
disparidad de luces y de cargas no excede de los límites allí indicados.
b) Esfuerzos de corte
Para el dimensionamiento de las vigas, en estructuras de edificios comunes, basta
ordinariamente conocer los valores máximos de los esfuerzos de corte, que
corresponden a las secciones de los apoyos.
Las cargas uniformes equivalentes para el cálculo de los mismos, de acuerdo al
método que nos ocupa, se obtienen en forma análoga a la expuesta para los
momentos flexores. En el caso de la viga AB (Fig. 14), dicha carga está dada por la
expresión:
donde Cx1¨ y Cx2¨ son los coeficientes que corresponden a las losas adyacentes en la
dirección de la viga, de acuerdo con los respectivos grados de rectangularidad. Al
valor dado por esa expresión debe adicionarse, como antes, el peso propio de la
viga y otras cargas uniformes, si las hubiere.
En la Tabla X se consignan los valores de los coeficientes Cx´ y Cy´ como así
también los de los coeficientes (1 – Cx) y (1 – Cy), para distintos valores de λ
comprendidos entre los límites usuales.
Determinada para cada tramo de viga la carga uniforme equivalente total, los
esfuerzos de corte en las secciones de apoyo se calculan en la forma corriente (ver
apartado 5.5).
El ejemplo Nº 3 incluido al final de este folleto, ilustra la forma de aplicación de
los dos métodos precedentemente expuestos.
4.4 Dimensionamiento
Las losas se dimensionan en base a los valores máximos de los momentos flexores que
actúan en sus secciones críticas. Generalmente, los esfuerzos de corte no necesitan ser
considerados en el cálculo, como ocurre en cambio con las vigas.
h (cm) = r √ M (kgm)
4.4.2 Armadura
Calculada la altura útil de la base, la armadura necesaria se determina por la fórmula:
Se = µ b h
donde :
M
Sa = -------------
σe z
en la cual:
M = momento flexor en kg/cm
σa = tensión admisible del acero en kg/cm2
z = brazo elástico = 0,89 h (cm)
Esta última fórmula resulta particularmente útil para calcular las secciones de
armadura en las diversas secciones críticas de losas continuas, una vez fijado su
espesor (ver ejemplo Nº 2).
La separación y diámetro de las barras que se adopten deben ser tales que cubran la
sección calculada por metro de ancho de losa. Esta operación se facilita por medio de
la Tabla XIII donde se indican las secciones correspondientes a diversas
combinaciones de barras de diámetros y separaciones variables.
En las losas armadas en dos direcciones, la armadura inferior se dispondrá en la
dirección cuyo momento flexor es mayor. La altura útil correspondiente a la armadura
superior queda disminuida, con respecto a la de la armadura inferior, en una magnitud
igual a la distancia entre ambas armaduras, como indica la Fig. 16.
Se consideran como tales, las reforzadas con nervaduras distantes entre sí no más de
70 cm, pudiendo llenarse los espacios vacíos entre dichas nervaduras, con materiales
más livianos o elementos huecos premoldeados, que no soportan tensiones, siendo por
lo tanto estáticamente inactivos.
Estos elementos reemplazan la parte de hormigón que en el cálculo se supone no
absorbe esfuerzos y su objeto es aumentar la aislamiento del entrepiso y alivianarlo,
facilitando al propio tiempo la ejecución de la losa y del cielorraso. Los elementos
huecos se colocan sobre el encofrado, convenientemente alineados, antes de colar el
hormigón; luego se hormigonan en una sola operación las nervaduras y las losas,
formando un todo monolítico.
Las losas nervuradas proporcionan una mayor aislamiento térmica y acústica que las
losas llenas, debido a los volúmenes huecos incorporados y a su mayor espesor.
Además, para soportar una misma sobrecarga, los entrepisos nervurados tienen un
menor peso propio. Esta disminución, unida a una mayor altura, permite emplear
menor cantidad de armadura.
En la Fig. 21 se indican las dimensiones mínimas establecidas por el Código de
Edificación de Buenos Aires, para el espesor de la losa y el ancho de las nervaduras.
En las losas de este tipo simplemente apoyadas, deberá dejarse una franja libre de
material de relleno, de 10 cm de ancho, a partir del borde interior de apoyo, la que se
ejecutará maciza en todo su espesor.
Igualmente en las losas continuas o empotradas, se suprimirá el material de relleno en
toda la zona de momentos negativos (figura 22).
El cálculo de estas losas se hace, igual que el de las losas llanas, considerando una faja
de ancho b = 100 cm.
Como la armadura calculada no se reparte uniformemente en ese ancho, sino que va
concentrada en los nervios, en uno de estos últimos deberá colocarse, como mínimo,
una sección de acero.
S
SE1 = Sa ------- cm2
100
Donde
la que estará constituida, como máximo, por 1 barra de 6 mm cada 25 cm como en las
losas llenas.
Cuando la separación entre nervios sea mayor de 40 cm, se agregarán estribos de 6
mm cada 25 cm como mínimo. (Fig. 21).
Las losas nervuradas alivianadas, armadas en una dirección llevarán nervaduras
transversales, en los siguientes casos: Si la luz es mayor de 4 m y hasta 6 m, una
nervadura, a partir de 6 m, 2 nervaduras.
Las nervaduras transversales tendrán las mismas dimensiones y armaduras, inclusive
los estribos, que las longitudinales.
Capítulo V
VIGAS
En las estructuras de hormigón armado, salvo casos especiales, las vigas forman un
todo monolítico con las losas, las que en una forma, contribuyen a la resistencia a la
flexión de aquéllas.
Se originan así las vigas placas, de secciones T ó L, que conjuntamente con las vigas
de sección rectangular constituyen los tipos comunes que se presentan en la práctica
(Fig. 23).
Para proceder el cálculo de las vigas es necesario, lo mismo que en las losas,
determinan previamente:
En base a esos tres elementos se calculan los momentos flexores y esfuerzos de corte,
necesarios para el dimensionamiento de las secciones de hormigón y armadura.
Las cargas que solicitan a una viga pueden ser concentradas o distribuidas. Las
primeras son originadas ya sea por viguetas y columnas que descargan sobre la viga, o
bien por el peso de maquinarias, etc.
Las cargas distribuidas incluyen el peso propio de la viga, las que le transmiten las
losas a ella vinculadas y, eventualmente, el peso de muros o tabiques que apoyan a lo
largo de la misma.
La forma como se transmiten las cargas de las losas a los vigas según que aquellas
primeras estén armadas en una o en dos direcciones.
En el primer caso, la carga de la losa se reparte por mitades entre las dos vigas
adyacentes.
Esto es sólo aproximadamente exacto cuando se trata de losas continuas, pero se
admite en términos generales para no complicar innecesariamente el cálculo.
Si se trata de losas armadas en dos direcciones, las cargas transmitidas a las vigas están
representadas por dos triángulos y dos trapecios que corresponden respectivamente a
los paños de losa delimitados, como indica la Fig. 24, por las bisectrices de los cuatro
ángulos esquineros y la única media paralela al lado mayor.
Siendo q la carga unitaria de la losa y lx su luz menor.
El criterio que antecede es el que corresponde aplicar cuando las losas con armadura
cruzada se calculan por el método corriente (Marcus – Löser). Si se aplica, en cambio
el procedimiento expuesto en el apartado 4.3.2, las vigas se calculan como si
estuviesen sometidas a ¨ cargas uniformes equivalentes ¨ cuyos valores se determinan
en la forma allí indicada.
Al determinar las cargas que actúan sobre las vigas, si estas últimas son continuas o
forman parte de estructuras continuas, hay que discriminar los valores que
corresponden a las cargas permanentes y a las condiciones accidentales.
La luz a adoptar para el cálculo, de acuerdo con las distintas condiciones enumeradas
en el apartado precedente, será:
a) Para vigas simplemente apoyadas o semiempotradas en los dos extremos: la
distancia entre centros de apoyos (Fig. 25,a y b);
b) Para vigas simplemente apoyadas con apoyo de gran profundidad: la luz libre
aumentada en un 5 % (Fig. 25,c);
c) Para vigas empotradas o en voladizo: la luz libre;
d) Para vigas continuas: la separación entre ejes de columnas (Fig. 25,d).
El cálculo de los momentos flexores en las vigas es similar al de las losas armadas en
una sola dirección ya que estas últimas pueden considerarse, en esencia, como un caso
particular de vigas, con ancho b = 1 m.
Lo mismo que en las losas continuas los momentos flexores máximos, en las diferentes
secciones de estas vigas, no corresponden a un estado único de cargas, sino que se
producen para diversas combinaciones de la carga permanente y de la sobrecarga
accidental. El criterio para la determinación de los estados más desfavorables es
similar al expuesto en el apartado 4.2.2.2.
Si las cargas que actúan en todos los tramos son uniformemente repartidas, el cálculo
de los momentos tampoco difiere del de las losas continuas armadas en una sola
dirección, y sometidas al mismo tipo de cargas.
En particular cuando las luces de los distintos tramos son iguales o no difieren entre sí
en más del 20 %, los momentos flexores pueden calcularse con suficiente
aproximación utilizando los valores de la Tabla VIII, siempre que la sobrecarga útil no
exceda de 3 veces el valor de la carga permanente.
Para otros estados de carga o relaciones de luces, el cálculo de las vigas continuas debe
hacerse siguiendo algunos de los métodos que figuran en las publicaciones técnicas
especializadas.
Un procedimiento suficientemente aproximado para el cálculo de vigas continuas con
luces arbitrarias y cargas uniformemente distribuidas también arbitrarias, en el
supuesto de rigideces constantes en los distintos tramos (L/I = constante), es el
desarrollado por Löser.
Consiste en suponer los puntos fijos ubicados a un quinto de la luz de cada tramo, de
manera que los momentos de los apoyos de un tramo cargado se transmiten hacia los
restantes apoyos, variando los sucesivos coeficientes de empotramiento según la ley
siguiente:
1 1 1 1
---- ------- ; + --------- ; --- ------ ; + ---------; …..
4 16 64 256
Se considera cargado independientemente cada uno de los tramos, mientras los demás
se suponen descargados.
1
---- -------- q . l2
20
ql
Q = --------
2
Para vigas continuas de tramos iguales y cargas uniformes
repartidas, pueden adoptarse los valores de la Tabla XIX.
Para otros tipos de cargas y tramos de luces desiguales, es
preciso determinar las reacciones máximas en los apoyos, que se
reducen en cada uno de ellos, cuando los dos tramos continuos
están totalmente cargados y los siguientes alternativamente
descargados y cargados (ver ejemplo de cálculo Nº 5)
Las dimensiones de las vigas se determinan en base a los momentos flexoσ2 res
máximos y luego se verifica la sección para los esfuerzos de corte. El procedimiento
de cálculo difiere de acuerdo con el tipo de viga.
a) Vigas rectangulares
Para estas secciones valen con carácter general las fórmulas siguientes (Fig. 27):
h = r √M/b
siendo:
h = altura útil en cm.
M = momento flexor en kg cm
b = ancho de la viga en cm.
r = coeficiente que depende de las tensiones admisibles elegidas σ1 y σ2 (Tabla XI)
b) Vigas placa
En la zona de momentos positivos la parte comprimida corresponde a la losa y puede
considerarse que esta última colabora a los efectos resistentes, en un ancho que se
fija con el siguiente criterio:
Para vigas simétricas:
b = 12 d + bc + bo, pero no mayor que la separación entre los centros de los tramos
de losa adyacentes o la semiluz de la viga (Fig. 28ª).
b = 4,5 d + bc + bo, pero no mayor que la semiluz de la losa vecina más bo, o la
cuarta parte de la luz de la viga (fig. 28 b).
cuyos
Xo = 0,14 √ M/b
Si xo > d, vale decir si el eje neutro corta a la nervadura, (fig. 29) puede calcularse
también como viga rectangular, calculando el ¨ ancho estático equivalente ¨.
bi = λ b
TABLA XXII
Vigas con la armadura dispuesta en una o dos capas
Distancia a del baricentro de la armadura al borde inferior de la viga
Estribos: Φ 6 mm – recubrimiento: 1,5 cm
Separación entre capas de armadura: 2,0 cm (libres) para Φ < 20 mm o el diámetro
de la barra mayor para Φ ≥ 20 mm.
Para vigas de sección rectangular o vigas – placa en que el eje neutro cae dentro de
la losa, el cálculo de la armadura necesaria puede hacerse en la misma forma
expuesta para las losas, mediante la fórmula:
So = µ b h (cm2)
siendo b el ancho de la viga o el ancho estático, según se trate de uno u otro caso.
También puede determinarse la armadura por medio de la expresión siguiente, válida
para cualquier tipo de viga:
M
Sa = -------
σa z
donde z es el brazo elástico, esto es: la distancia entre las resultantes de compresión
C y la tracción T que solicitan la sección (Fig. 27).
Para vigas rectangulares o vigas – placa que funcionan como tales, puede tomarse
aproximadamente: z = 0,89 h y para vigas placa propiamente dichas:
5
z = h - -------- d
12
En la Tabla XXIII figuran las secciones compuestas por barras de un mismo
diámetro y en la Tabla XXIV distintas combinaciones de barras de dos diámetros
diferentes, que pueden adoptarse para cubrir la cantidad de armadura calculada.
En determinadas circunstancias, razones arquitectónicas obligan a fijar para la altura
h de la viga un valor inferior al que corresponde para mantener las tensiones dentro
de los límites admisibles, y que viene dado por la fórmula
h = r √ M/b
b h2
M1 = ------------
r2
y la correspondiente sección de armadura
Se1 = µ b h
tomándose los valores de µ y r de la Tabla XI.
La diferencia de momentos ∆M = M – M1 debe ser absorbida mediante armaduras
adicionales de tracción y compresión dadas respectivamente por las fórmulas
∆M ∆M
Sa2 = --------- S¨a = -----
ha σ a ha
en las que
he = h – a¨
σe = tensión admisible para la armadura de tracción
σ´e = tensión de la armadura comprimida
a¨= distancia del baricentro de la armadura comprimida al borde comprimido de la
sección
Los valores de σ´e figuran en la Tabla XXV, para distintos valores de las tensiones
admisibles σg y σh y para una relación
h
-------
h´
Sa = Sa1 + Sa2
5.6.3 Cartelas
Ya se ha visto que en las zonas de momentos negativos, el ancho de cálculo de las
vigas – placa es menor que en la zona de momentos positivos. Por otra parte, los
momentos negativos, engendrados en los apoyos por la continuidad o por
empotramiento parcial o total de la viga, son generalmente mayores que los
positivos, producidos en la zona media del tramo.
De ahí que, cuando el cálculo lo justifica, se acostumbra adoptar alturas mayores en
correspondientes con los apoyos, mediante la introducción de cartelas o empates
cuya pendiente no debe exceder de 1:3 (Fig. 30).
En tales casos, el valor del momento flexor máximo a considerar para el cálculo y la
altura útil correspondiente serán las que se indican en la Fig. 31.
Esta consideración, vale igualmente para el caso de losas continuas.
Q
τ = ------- (kg/cm2)
bo z
donde:
Q = esfuerzo de corte máximo en la sección que se considera en kg
Bo = ancho de la viga (o de la nervadura, si se trata de vigas placa) en cm.
z = brazo elástico en cm
τ = 14 kg/cm2
Este valor corresponde al caso que se utilice acero común de construcción. Para
aceros de alto límite de fluencia ver 2.1.1 c).
En caso contrario, debe dimensionarse nuevamente la viga aumentando el ancho b, la
altura útil h o ambos a la vez.
Si se tiene:
las dimensiones fijadas son aceptables, pero deberá preverse una armadura especial
consistente en estribos y barras levantadas a 45 º , capaz de absorber la totalidad de
los esfuerzos originados por las tensiones tangenciales.
En el caso que:
τ < 4 kg/cm2
T = Aτ bo
En donde:
La fuerza T puede obtenerse también en base a los valores de los momentos flexores
máximos. En una longitud de viga ∆ l (Fig. 33 a), el esfuerzo de resbalamiento está
dado por la expresión:
∆M
∆ T = -------
Z
donde:
∆ M = incremento de momento correspondiente a la longitud ∆ l
z = brazo elástico
M
T = ------
Z
M1 – Ma M1 – Mb
Ta = --------------- Tb = -----------
Z z
Para el cálculo de los estribos y barras inclinadas pueden usarse las Tablas XXVI y
XXVII.
Fijado el número y diámetro de los estribos, con la Tabla XXVI se calcula el
esfuerzo Te que pueden absorber. Por diferencia con el esfuerzo se tiene el esfuerzo
que deben absorber las barras inclinadas.
T – Te = Tb
Las vigas se moldean conjuntamente con las losas vinculadas a las mismas.
Cuando, en las vigas – placa, la armadura principal de la losa sea paralela a la de la
viga, se colocarán en la parte superior de
El primer tipo de armadura se aconseja para las secciones con simetría central, es decir
circulares o poligonales regulares.
Si el momento torsor actúa en un solo sentido será suficiente disponer una única
armadura en espiral, cuyo desarrollo coincida con el sentido en que el momento torsor
tiende a disminuir su diámetro. Si en cambio, el momento torsor puede cambiar de
signo, será necesario disponer dos espirales opuestas.
La sección necesaria de una espiral a 45 º de paso s, capaz de absorber un S momento
torsor M, se calcula con la fórmula
Mt s
Sexp = ---------------------
2√ 2 σe Sh
a) Armadura longitudinal
Mt U
Sa = --------------------------
2 σ a Sn
Mt s
S e1 = ---------------
2 σa Sn
donde:
Capítulo VI
COLUMNAS
a) Columnas con estribos simples, cuya armadura resistente está constituida por
barras longitudinales y la armadura transversal, formada por estribos o ataduras,
sólo responde fundamentalmente a la necesidad de impedir el pandeo de dichas
barras longitudinales;
b) Columnas zunchadas, que además de la armadura longitudinal llevan una
armadura transversal continua, en forma de espiral, arrollada sobre aquélla y que
contribuya a la resistencia de la pieza.
En cualquier caso, el cálculo de dimensionamiento de las columnas se efectúa
partiendo de las cargas actuantes.
La carga total actuante sobre una columna, es igual a su peso propio más la suma de
las reacciones de apoyo de todas las vigas concurrentes a la misma y la que le
transmiten las columnas superiores, si las hubiere.
En el caso de edificios de varios pisos, el cálculo debe comenzarse con las columnas
correspondientes al piso superior.
La carga obtenida permite dimensionar la sección inferior de ese tramo.
A continuación se procede de igual manera con los restantes pisos, en orden
descendente, teniendo cuidado de sumar siempre la carga que transmiten los tramos
superiores al que se está considerando.
El Código de Edificación de la ciudad de Buenos Aires, cuando se trata de
estructuras de varios pisos, permite reducir las sobrecargas accidentales, en las
siguientes proporciones (Estas reducciones son aplicables a edificios comerciales,
industriales o destinados a depósitos o almacenes):
Azoteas…………………………………………. Sin reducción.
Piso inmediato inferior…………………………..Sin reducción.
1 er piso siguiente en orden descendente………..10 % de reducción
2 do piso siguiente en orden descendente………..20% de reducción
3 er piso siguiente en orden descendente……….30 % de reducción
4 to piso siguiente en orden descendente………..40 % de reducción
En todos los pisos subsiguientes…………………50 % de reducción.
N = σ h (Sh + 15 Sg)
En la cual
N = carga máxima actuante (kg)
σ h = tensión admisible de compresión del hormigón (kg/cm2)
Sh = sección transversal de la columna (cm2)
Sa = sección de la armadura longitudinal (cm2)
Sa
La proporción o cuantía de armadura µ = ------- debe estar comprendida
Sh
Normalmente entre 0,008 y 0,03, vale decir:
0,008 Sh ≤ Sa ≤ 0,03 Sh
Esos límites pueden ser modificados en casos especiales previstos por el mismo
Código (por ejemplo cuando se utiliza cemento de alta resistencia y armadura de
aceros especiales).
Adoptada la cuantía de armadura µ entre los límites que acaban de indicarse y fijada
la tensión σh se calcula Sh despejando su valor de la fórmula precedente:
N
Sh = ------------------------
(1 + 15 µ ) σ h
b = √Sh (cm)
Normalmente dichas dimensiones no deben ser inferiores a los valores mínimos que
se indican a continuación.
b mín = 18 cm
Se consideran como tales las que tienen un núcleo circular de hormigón, cercado por
la armadura transversal, y que cumplen las condiciones que se indican más abajo.
De acuerdo con el Código de la Edificación, su cálculo se efectuará mediante la
fórmula:
N = σh (Sn + 15 Sa + 45 Sz)
donde.
Las condiciones que deben cumplir dichos valores son las siguientes (Fig. 39):
El paso s de la armadura helicoidal no debe ser superior a 1/5 del diámetro dn del
núcleo, ni mayor de 8 cm.
La sección de la armadura longitudinal será, por lo menos igual a 1/3 de la sección
ideal del zuncho Sz , debiendo estar comprendida entre el 0,8 % y el 3 % de la sección
Sh (este último límite podrá aumentarse en casos especiales).
Siz ≤ 2 Si
donde
dn = 2 √Sn/π
Conociendo dn , la sección del zuncho Sz se deduce de la fórmula:
π dn S e
Sz = ------------
s
previa fijación del paso s o viceversa.
donde:
Sh = área de la sección
Cuando las dimensiones calculadas son tales que la relación de esbeltez supera
determinados valores, las columnas deberán recalcularse para una carga ficticia igual a
ω veces la carga efectiva N, vele decir que la carga de cálculo será: N¨= ω N.
El coeficiente de pandeo ω depende de la relación de esbeltez y sus valores, para
columnas con estribos simples, se dan en la Tabla XXIX. A título comparativo, se
consignan en la misma, conjuntamente con los valores de ω establecidos por el Código
de la Edificación, los que prescribe la norma DIN – 1045.
En el caso más corriente de secciones cuadradas o rectangulares, los valores de ω
quedan determinados directamente en función de la relación hp/b donde b es el lado del
cuadrado o la dimensión menor del rectángulo. Dichos valores figuran en la Tabla
XXX, donde también se consignan los correspondientes a columnas zunchadas, en
función de la relación hp/dn
Ci
Mi = M3 ------------
Cs + Ci
Cs
MI = - M3 ---------------
Cs + Ci
donde:
Las fórmulas que anteceden sólo tienen una validez aproximada, aunque
suficiente para la mayor parte de las estructuras comunes. En casos especiales,
los momentos deberán calcularse asimilando las columnas a los pies derechos
de un pórtico y aplicando los métodos exactos que figuran en las publicaciones
técnicas especializadas.
6.2.5 Otras formas de dimensionar
De acuerdo con esta norma, la carga máxima admisible se determina mediante las
siguientes fórmulas:
σH σf
N = ----- Sh + ----- Sa
3 3
b) Columnas zunchadas:
σH σf σ fe
N = ------Sa + --------- Sa + 2,5 ------- S2
3 3 3
en las cuales:
Los demás símbolos tienen el mismo significado que ya se indicó en los apartados
precedentes.
Cuando las dimensiones calculadas o fijadas de antemano son tales que existe
posibilidad de pandeo, el cálculo deberá hacerse para una carga ω veces mayor que la
efectiva, aplicando el coeficiente dado por las Tablas XXIX y XXX.
a ) Columnas zunchadas
N = 0,25 σ H Sh + Sa σ a
en la cual:
Sh σH
µ ¨= 0,45 (------------ - 1 ) --------
Sn σg
donde:
Sh
---- = relación entre la sección total de hormigón y la del núcleo
Sn
Las columnas con estribos simples son más económicos que las columnas zunchadas
por lo cual sólo debe recurrirse a esta última solución en casos excepcionales, por
ejemplo, cuando razones de espacio imponen dimensiones transversales limitadas.
6.3.1 Armaduras
6.3.2 Hormigonado
CAPÏTULO VII
BASES DE FUNDACIÖN
Las bases de fundación constituyen la parte de la estructura encargada de transmitir las
cargas al terreno. En términos generales, se distinguen dos clases de fundaciones:
directas e indirectas. A la primera pertenecen los diversos tipos de zapatas y plateas,
mientras que la segunda comprende las fundaciones sobre pilotes y pilares. En este
folleto se tratará únicamente de las fundaciones directas.
Para el dimensionamiento de las bases es preciso conocer, además de las cargas
máximas actuantes, la capacidad portante del terr4eno, vale decir, la presión admisible
sobre el mismo.
Esta última se determina mediante ensayos y procedimientos propios de la mecánica
de suelos, debiendo cumplirse las dos condiciones siguientes:
a) seguridad suficiente, respecto a rotura, del suelo;
b) asentamientos diferenciales entre las distintas partes de la estructura, que no
excedan de ciertos límites compatibles con los esfuerzos admisibles en la
misma.
7. Zapatas aisladas
Cuando las columnas están suficientemente distanciadas entre sí, cada una de ellas se
apoya sobre una base o zapata aislada, que ordinariamente tiene planta cuadrada o
rectangular o forma tronco – piramidal en su parte superior.
El área de la base se fija, de acuerdo con la capacidad portante del terreno, de tal forma
que la presión sobre el mismo no sobrepase el valor admisible.
La cara superior o plataforma de la zapata debe tener dimensiones algo mayores que la
sección de la columna, a fin de proporcionar conveniente apoyo al encofrado de la
misma, que se levantará sobre la base previamente hormigonada.
Para que las presiones sobre el terreno se repartan uniformemente, es necesario que el
eje de la columna coincida con el centro de gravedad de la base (superficie de apoyo).
Según que esa condición se cumpla o no, se distinguen dos tipos de zapatas: centradas
y excéntricas.
Qt = QC + GB + Gt (kg)
donde:
Gt = peso del prisma de tierra que gravita sobre la cara superior de la zapata, más las
otras cargas que pudieran actuar sobre la misma (muros, etc).
Determinado el valor de Qt y conociendo la presión admisible σt (kg/cm2) del terreno,
se calcula SB por medio de la expresión:
Qt
SB = ------------- (cm2
σt
a = √SB (cm)
Si se adopta la forma rectangular (Fig. 42) llamando: n la relación entre el lado mayor
a2 y el menor a1, se tendrá:
a1 = √ SB/ n
a2 = n a1
a) Flexión simple
Qc
σ¨ 1 = ----------- (kg/cm2)
aa a2
f22 b1
M1 = σ 1¨------- (a1 + ------ )
3 2
Y el correspondiente a las secciones AA´o BB´
f12 b2
M2 = σ´ -------- (a2 + ------)
3 2
siendo:
a1 – b1
f1 = ---------------
2
a2 – b2
f2 = ---------------
2
La altura útil h de la zapata se calcula para el mayor de ambos momentos flexores (M1
en el caso de la fig. 42), aplicando la fórmula del apartado 5.6.1:
h1 = r √M1/c1
b) Tensiones tangenciales
A los efectos de la verificación al corte, se consideran las secciones verticales C1 C1¨ y
C2 C2 ¨ situadas a una distancia de los bordes de la columna igual a la altura total d,
eligiendo entre ambas la de menor longitud: t2. (Fig. 43).
El esfuerzo de corte correspondiente es:
a2 + t2
Q = σ´1 --------------- s1
2
y la tensión tangencial:
Q
τ = --------------- (kg/cm2)
t2 0,89 h1
Qc
τ = -------- (kg/cm2)
dp
donde:
Armadura
Las bases se arman en dos direcciones paralelas a sus lados, correspondiendo la
armadura inferior a la dirección para la cual el momento flexor es mayor. Suponiendo
que M1 > M2 las secciones de una y otra armadura se determinan por las fórmulas:
M1
Sa1 = -----------
σa 0,89 h1
M2
Sa2 = -------------
σ a 0,89 h2
donde:
La armadura calculada para cada dirección se distribuye en una faja central de ancho e,
determinado por planos a 45 º que pasan por bordes de la columna, según se indica en
la Fig. 44.
En las zonas laterales externas, la separación de las barras puede duplicarse.
7.1.2 Zapatas excéntricas
Las fórmulas a aplicar para el cálculo de los momentos flexores son las mismas dadas
en 7.1.1 con la única salvedad de que en este caso:
f1 = a1 – b1
El dimensionamiento y distribución de las armaduras que tampoco difiere del expuesto
para las zapatas centradas, se indica en a Fig. 46.
Las columnas con base excéntrica deben verificarse a la flexión compuesta, como se
indica más adelante en el capítulo VIII, pues además de su carga axil, soportan
esfuerzos de flexión.
Supuesto que la reacción del terreno se reparte uniformemente (Fig. 47), la resultante
R de las presiones sobre la zapata y la carga Qc transmitida por la columna no son
coaxiles, sino que forman un par de momento: M = Qc . e (e= excentricidad), cuya
acción se transmite al resto de la estructura por intermedio de la columna.
Dicha cupla es equilibrada por el par de fuerzas que forman las reacciones
horizontales: H1 y H0 ésta última ejercida por el frotamiento del terreno sobre la base,
debiendo tenerse:
M = - H0 h
en la hipótesis que la columna estuviera articulada en su extremidad superior y cuyo
diagrama de momentos flexores está representado en Fig. 47b.
Si la rigidez de la columna y de los miembros vinculados a ella fuera suficiente para
considerarla empotrada en su extremidad superior, el diagrama de momentos flexores
correspondiente es el indicado en Fig. 47 c y los valores de las reacciones deducidos
de la ecuación de equilibrio son:
M
M + ----- = Ho h
2
3 M
Ho = ------- --------
2 h
El momento flexor en el pie de la columna es, en realidad, menor que el indicado en la
Fig. 47, pues las presiones del terreno no son uniformes, como se ha supuesto
precedentemente, sino que se concentran hacia el borde exterior de la zapata,
reduciéndose la excentricidad e.
La fundación de una columna de medianera puede ser realizada con una zapata
centrada mediante la desviación del eje longitudinal de la columna como muestra la
Fig. 48.
Es conveniente utilizar zapatas rectangulares, cuyo lado menor esté dispuesto en
sentido normal a la medianera.
Si la distancia entre columnas vecinas es tan reducida que las respectivas bases se
superponen o quedan muy próximas entre sí, convendrá reemplazarlas por una base
única. Las zapatas de esta clase, que reciben la carga conjunta de dos o más columnas
se denominan zapatas combinadas.
La Fig. 49 muestra una zapata combinada rectangular, aplicable en el caso de
columnas interiores cuyas cargas no difieren sensiblemente en magnitud.
El empleo de bases aisladas tampoco resulta prácticamente factible en columnas de
medianera, según se ha visto, cuando están sometidas a cargas considerables; en estos
casos el tipo de fundación más indicado es la zapata combinada trapecial que ilustra la
Fig. 52, o bien la de viga cantilever, representada en la Fig. 56.
LA Fig. 49 ilustra una zapata de este tipo. El área de apoyo debe dimensionarse para la
suma de las cargas transmitidas por ambas columnas, más el peso propio de la zapata,
que se fijará previamente por estimación.
La carga total será, pues:
Qτ = QR + GR (kg)
donde:
QR = Q1 + Q2 (kg)
Qτ
SB = ------------ (cm2)
σf
2
donde σf (kg/cm ) es la presión admisible sobre el terreno, y se determina el largo a de
SB
la zapata por la relación: a = -------- fijando previamente el ancho b. Este último se
b
toma generalmente entre 1 y 2 metros.
La resultante QR debe incidir en el baricentro de la superficie de apoyo, para obtener
una repartición uniforme de las presiones sobre el terreno. Esta condición se satisface
llevando a uno y otro lado de la recta de acción de dicha resultante, longitudes iguales
a a/2, con lo que quedan determinadas las dimensiones l1y l2 de los extremos en
voladizo de la zapata (Fig. 49).
La sección de esta última se calcula como viga T invertida (Fig. 50), sometida a la
reacción uniforme del terreno: σ´f.
Previamente debe calcularse el espesor de la losa de apoyo, para lo cual se consideran
ambas alas de la sección T como empotradas en el nervio (voladizo).
(b – bo)2
M = σ´t ---------------------------
8
QB
siendo σ´f = ---------
SB
M
Sa = -------------------
σg 0,89 h
Este tipo de zapata se adopta cuando las cargas de las columnas vecinas son muy
dispares, o una de las columnas se encuentra próxima a medianera (Fig. 52).
La planta de la base debe proyectarse, según ya se ha dicho, de modo que su baricentro
coincida con el punto de aplicación de la resultante QR- El área del trapecio se calcula
por la expresión:
Qτ
SB = ----------
σf
Conociendo SB y fijando el ancho medio de la zapata, queda determinada su longitud a
(o viceversa); los lados b1 y b2 se fijan
De modo que se satisfaga la condición anterior, referente a la posición del baricentro.
La sección de la zapata se dimensiona como viga T invertida, en forma similar a la ya
expuesta para las zapatas combinadas rectangulares.
Para el cálculo de la losa de apoyo, que es este caso es de ancho variable, se la
considera descompuesta en zonas o fajas, según indica la Fig. 53 y se adopta un
espesor uniforme en todo el ancho de la base, determinado por el momento flexor
máximo.
La armadura de cada faja se dimensiona de acuerdo al momento correspondiente, que
varía de una zona a otra. Dichos momentos están dados por las expresiones:
σ´f l2I
MI = -------- (kgcm/m)
2
σ´f l2II
MII = ---------- (kgcm/m)
2
σ´f l2 III
MIII = ---------- (kgcm/m)
2
h = √ MIII
MI
Sa1 = --------------- (por m de ancho)
σa 0,89 h
MII
Sa2 = ------------ (por m de ancho)
0,89 h σa
MIII
Sa3 = -------- (por m de ancho)
0,89 h σa
a = √SB/n (b = n a)
Fijando así el ancho a, el valor definitivo del área de apoyo se calcula por la expresión:
QC l
SB σt = -------------- + G
1
l - ---- a
2
En la que a representa la carga debido al peso propio de la zapata, al de la viga y la
carga de tierra antes mencionada. Conociendo a y SB se deduce el largo definitivo de la
zapata: b.
siendo:
QC a
σ´f = ----- (1 + ---------------)
SB 2l–a
h = √M/a
M
SB = ---------- (a repartir en el ancho b)
σg 0,89 h
Se acostumbra dar a la zapata una sección trapecial, disminuyendo su espesor hacia los
bordes, lo mismo que para las bases aisladas.
En la Fig. 58 se han representado los diagramas de cargas, de momentos flexores y de
esfuerzos de corte correspondientes a la viga cantilever. El momento máximo, en base
al cual debe dimensionarse la viga y la posición de la sección más comprometida,
pueden obtenerse de la Tabla XV.
Dicha sección se calculará como viga T, de ancho estático igual al largo b de la zapata.
Hacia el extremo interior, la altura útil de la viga puede reducirse linealmente, dando a
su perfil inferior una cierta pendiente /Fig. 56), de acuerdo con el diagrama decreciente
de momentos flexores.
Para la verificación de las tensiones tangenciales debe considerarse la sección
correspondiente a la cara interior de la columna de medianera, donde el esfuerzo de
corte vale:
Q = QC – σ´f b d
siendo:
En los casos en que la presión admisible del terreno es reducida o las cargas actuantes
muy elevadas, conviene adoptar como base de fundación, una loza continua que apoya
sobre vigas invertidas vinculadas a las columnas.
Cuando la rigidez de la estructura de la platea es grande, y las columnas, además de
estar distribuidas simétricamente, transmiten cargas muy similares, el cálculo de la
platea puede realizarse suponiendo a la misma como un entrepiso de losas y vigas,
invertido, cuya carga sea la reacción del terreno, que puede admitirse como
uniformemente repartida en este caso.
Si la platea no es lo suficientemente rígida, o las cargas transmisibles por las columnas
no son uniformes, el cálculo deberá efectuarse según la teoría de las fundaciones
continuas apoyadas en medios elásticos.
CAPÍTULO VIII
ELEMENTOS PARA EL CÁLCULO DE SECCIONES SOMETIDAS A
FLEXIÓN COMPUESTA
De acuerdo con la posición relativa del eje neutro, se pueden presentar los dos casos
siguientes:
A) El eje neutro resulta exterior a la sección, vale decir que esta última está
sometida a tensiones de un miemos signo (compresión).
B) El eje neutro corta la sección, existiendo en consecuencia tensiones de
compresión y de tracción-
Si = Sh + n Sa + n S¨a
los bordes o fibras extremas de la sección vienen dadas por las fórmulas:
N Ne
σb1 = ------- + --------- v1
S1 I1
N Ne
σb2 = -------- -- ---------- v2
S1 I1
donde:
σ h1 ≤ σ hadm
Las fórmulas anteriores pueden aplicarse aún en aquellos casos en que la tensión σh
sea de tracción
N Ne
(-------- < ------- v)
Si Ii
siempre que su valor absoluto no exceda de σh1 /4 debiendo verificarse
simultáneamente: σhadm ≥ σ h1.
N Ne
σa = 15 ( --------- -- --------- vf)
Si Ii
N Ne
σa2 = 15 ( ------- + --------- vf´)
Si Ii
8.1.2 Sección parcialmente comprimida (caso B)
En este caso, el cálculo debe efectuarse considerando como estáticamente inactiva la
zona traccionada de la sección de hormigón (Fig. 63).
El efecto de la fuerza excéntrica N´ equivale a la acción conjunta de otra fuerza N de
igual magnitud, dirección y sentido, aplicada en el baricentro de la armadura de
tracción y un par flexor de momento.
Me = N´ea
h = r √Ma/b
d
Ma = N ´ea = N ´( e + ------- --- a)
2
es preciso conocer la altura total de la sección d. Como la excentricidad es grande con
relación a d, este último valor puede fijarse por estimación – cuando se trata de cálculo
directo – rectificándolo luego si fuera necesario para el cálculo definitivo.
Las secciones donde pueden presentarse momentos flexores de signos contrarios, o
cuya altura está limitada por razones arquitectónicas o constructivas, deben
proyectarse con doble armadura (Fig. 64).
Fijadas las dimensiones b y h, las armaduras Sa y S´as se calculan por medio de las
siguientes fórmulas:
∆M N´
Sa = µ b h + ------- --- --------- (cm2)
Ch σa
∆M
S´a = -------- (cm2)
C ´h
Donde:
∆ M = Ma – λ b h 2
1
λ = --------- siendo r el coeficiente que figura en la Tabla XI.
r2
En este estado de solicitaciones también pueden presentarse dos casos, similares a los
expuestos en 8.1.1 y 8.1.2:
A) El eje neutro es exterior a la sección, por lo que únicamente se producen en la
misma esfuerzos de tracción.
B) B) eje neutro corta a la sección, existiendo en consecuencia esfuerzos de ambos
signos.
f2 N´
Se1 = ----- -------- (cm2)
ha σa
f1 N´
Se2 = ----- ------- (cm2)
ha σa
Para este caso vale todo lo expuesto en el apartado 8.1.2, con la única salvedad de que
la sección Sa de armadura de tracción debe ser aumentada de N/σa en vez de
disminuida como cuando se trata de flexo – compresión.
CAPÏTULO IX
CALCULO EN EL PERIODO PLASTICO
La función esencial de toda estructura consiste en soportar con adecuada seguridad las
cargas para las cuales ha sido proyectada. Dicha seguridad puede lograrse
dimensionándola de modo que se cumpla una u otra de las condiciones siguientes:
a) Que en ninguna sección de la misma, las tensiones producidas por las cargas de
servicio sobrepasen ciertos límites considerados admisibles, para el material y
tipo de solicitaciones de que se trate;
b) Que las cargas de servicio sean sustancialmente menores que las que la
estructura puede soportar en el límite de su resistencia, en cuyo caso las
primeras se determinan dividiendo a las segundas por un coeficiente de
seguridad.
Del planteo que antecede surgen dos criterios de cálculo que se fundan
respectivamente en el concepto de tensión admisible o bien en el de carga crítica.
El primer criterio es el del cálculo clásico, basado en el comportamiento elástico del
material (proporcionalidad entre tensiones y deformaciones), hipótesis que en el
hormigón armado sólo se cumple aproximadamente para solicitaciones moderadas.
El cálculo elástico permite estimar las tensiones producidas por las cargas normales de
servicio, pero no proporciona una medida directa de la seguridad real de la estructura
en el caso de que esas cargas sean excedidas pues no permite predecir la magnitud de
las cargas ¨ críticas ¨, esto es: las cargas capaces de producir la inutilización o el
colapso de la misma.
Ello se debe a que, cuando las solicitaciones se aproximan a sus valores críticos, el
hormigón se aparta completamente de las hipótesis elásticas usuales y entra en el
período de las deformaciones plásticas, caracterizado por un rápido crecimiento de las
mismas sin aumento sensible de las cargas aplicadas. Algo semejante ocurre con las
armaduras resistentes, cuando se alcanza el límite de fluencia del acero.
En las estructuras hiperestáticas, ese comportamiento plástico conduce a una
redistribución de las fuerzas interiores, en virtud de la cual las secciones más
recargadas se deforman a partir de un cierto punto sin absorber mayor solicitación,
actuando como ¨ articulaciones plásticas ¨, mientras la estructura continúa tomando
carga a expensas de las otras secciones más aliviadas.
Este fenómeno de adaptación plástica – como también se lo denomina – explica la
discrepancia observada entre los resultados experimentales de estructuras ensayadas
hasta el límite de su resistencia y los valores teóricos que se obtienen por extrapolación
del cálculo elástico. En casi todos esos casos, la carga real de rotura o fluencia
estructural resulta mucho mayor que la que surge de la teoría elástica, de donde se
deduce que el criterio de cálculo corriente implica, por lo general, márgenes de
seguridad mayores de lo necesario.
Es en base a estos conceptos que algunos reglamentos modernos, como el ¨Building
Code Requirements for Reinforced Concrete ACI 318 – 63 ¨ y la última norma inglesa
(¨British Standard Code of Practice CP 114 – 1957¨) admiten una modificación
sustancial de los momentos en losas continuas con armaduras cruzadas y en vigas
continuas respectivamente, con relación a los valores teóricos que resultan del cálculo
elástico (veáse apartados 4.3.2 y 4.2.2.2).
La redistribución de tensiones no se produce solamente entre las diversas secciones o
miembros de las estructuras hiperestáticas, sino también dentro de una miama sección.
En las secciones flexadas, el comportamiento plástico del hormigón cuando las
solicitaciones se aproximan a sus valores críticos, altera fundamentalmente el
diagrama de tensiones supuesto en el procedimiento de cálculo convencional, como
luego se verá, en forma que la capacidad resistente de la sección resulta aumentada.
La plasticidad del hormigón también modifica el estado elástico teórico en los
elementos comprimidos, permitiendo una mejor colaboración de las armaduras, al
admitir tensiones más elevadas del acero. En este hecho se funda el principio de
¨ adición ¨, admitido para el cálculo de columnas por los reglamentos modernos de
hormigón armado (ver apartado 6.2.5).
Las consideraciones que anteceden han conducido a un nuevo criterio de cálculo
estructural, basado en el fenómeno de adaptación plástica que precede a la falla o
rotura y que en el hormigón armado adquiere, como se ha dicho, particular
importancia.
Su idea fundamental consiste en determinar cuál es la carga (o combinación de cargas)
capaz de producir la rotura estructural y. dividiendo ese valor por el coeficiente de
seguridad, establecer la carga admisible.
Bajo el concepto de ¨ rotura estructural ¨ se entiende la inutilización de la estructura, o
sea el estado en que aquélla deje de comportarse en forma satisfactoria para el fin con
que fue proyectada – aún sin llegarse a la desintegración c0mpleta – sea por las
excesivas deformaciones sufridas o por la aparición de fisuras y grietas de
considerable espesor, que comprometen la seguridad del conjunto.
De acuerdo con lo expuesto, el cálculo plástico comprende dos fases o aspectos, uno
que se reduce al análisis de las estructuras estáticamente indeterminadas (estudio de las
solicitaciones) y otro al dimensionamiento o verificación de las secciones (estudio de
la resistencia).
Aunque el primer aspecto escapa a la índole del presente folleto, señalaremos que el
criterio plástico ha encontrado una valiosa aplicación en el análisis de placas plana
mediante la teoría de las ¨ líneas de rotura ¨, desarrollada principalmente por K.W.
Johansen.
Dicha teoría permite resolver en forma simple muchos problemas de losas cuya
irregularidad de forma y de cargas los hace prácticamente inabordables por la teoría de
la elasticidad. Las capacidades de cargas calculadas por ese método, concuerdan
bastante satisfactoriamente con los resultados experimentales.
En lo que sigue, nos ocuparemos brevemente de la aplicación de la teoría plástica al
cálculo de las secciones de hormigón armado, método ya incorporado a las
reglamentaciones de varios países.
xo
MH = Sa σf (h -- ----)
2
donde:
Sa = sección de la armadura.
σf = límite de fluencia del acero.
h = altura útil de la sección.
xo = altura de la zona comprimida de la sección.
Esta última magnitud viene dada por la expresión:
S a σf
xo = ----------------
0,85 σH b
siendo:
b = ancho de la sección.
σH = resistencia cilíndrica del hormigón a 28 días.
En el segundo caso, que corresponde a: µ< µo son aplicables las mismas fórmulas, ya
que la estructura se deforma, subiendo el eje neutro hasta que la zona comprimida se
encuentre totalmente plastificada y la tensión alcanza el valor: 0,85 σH.
En el tercer caso, para el cual: µ > µo , la rotura ocurre por agotamiento de la
resistencia del hormigón y la fórmula precedente deja de ser aplicable. Whintey ha
establecido experimentalmente que, para cuantías mayores que la límite, cualquiera
sea su valor el momento de rotura es constante e igual a:
b h2
MR = -------- σH
3
Una vez calculado el momento de rotura de la sección que se considera, el momento
admisible se obtiene dividiendo aquel primero por un cierto coeficiente de seguridad:
MR
Madm = -----------
υ
cuyo valor se fija de acuerdo al destino, tipo de solicitaciones y forma de rotura.
Para los casos 1º y 2º, vale decir, cuando la rotura ocurre por agotamiento de la
resistencia del acero, el coeficiente de seguridad recomendable es υ = 2. Cuando la
rotura tiene lugar por agotamiento de la resistencia del hormigón (caso 3º), debe
adoptarse un coeficiente más elevado que normalmente se toma igual a 3.
El gráfico de la Fig. 68 permite la verificación inmediata de secciones rectangulares
sometidas a flexión simple, por la fórmula de Whitney. En el mismo se han llevado
como ordenadas, a la derecha, los valores de la cuantía de armadura µ y a la izquierda,
los momentos de rotura teóricos expresados por la relación: MR/bh2.
La correspondiente entre unos y otros valores se establece mediante las dos familias de
curvas contenidas en el gráfico, que representan respectivamente los valores de la
resistencia cilíndrica σR del hormigón y del límite de fluencia del acero σf.
La línea de trazos interrumpidos indica un ejemplo de aplicación del gráfico, en el cual
se ha expuesto que los datos son los siguientes:
µ = 1,6 %
σf = 2800 kg/cm2
σH = 240 kg/cm2
La línea de trazo interrumpido indica sobre el eje de ordenadas izquierdo un valor de
MR/bh2 = 40 kg/cm2 de donde se deduce inmediatamente el valor del momento de
rotura.
El gráfico permite apreciar que la cuantía y el límite de fluencia del acero son los
factores determinantes de la resistencia a rotura de la sección, mientras la resistencia
del hormigón tiene muy escasa influencia sobre la misma.
CAPITULO X
PROCEDIMIENTOS CONSTRUCTIVOS
La ejecución de la estructura de hormigón armado requiere una serie de operaciones
que pueden concretarse en los siguientes puntos:
a) Preparación y montaje de los encofrados.
b) Preparación y colocación de las armaduras.
c) Preparación y colocación del hormigón (moldeo).
d) Curado del hormigón.
e) Desencofrado.
El encofrado constituye el molde que dará forma a la estructura y. como tal, sus
dimensiones, líneas y pendientes deben ajustarse exactamente a los que indican los
planos de obra.
Sus elementos deben ser suficientemente rígidos y resistentes como par que, en curso
del hormigonado, no puedan experimentar deformaciones capaces de alterar la
configuración y dimensiones previstas para la estructura.
Además, deben ser fáciles de desarmar, para que al proceder al desencofrado, no sufra
daños el hormigón que se encuentra aún en el período inicial de endurecimiento.
Los encofrados pueden ser metálicos o de madera, siendo estos últimos los de uso más
corriente. Los encofrados metálicos se emplean en casos especiales o cuando se trata
de moldear un gran número de elementos iguales, como ocurre en los procesos de
prefabricación.
Los encofrados de entrepisos deben proyectarse para soportar, además de su peso
propio y el del hormigón fresco, el peso de los obreros que los transitan durante el
moldeo y el de los equipos utilizados en dicha operación.
Con respecto a los encofrados verticales – correspondientes a columnas, muros,
tabiques y vigas de gran altura – además de las solicitaciones indicadas, hay que tener
en cuenta las presiones laterales ejercidas por el hormigón fresco.
Dichas presiones crecen con la altura de la tongada de hormigón y dependen, de la
forma de compactación (apisonado manual o vibrado), de las dimensiones de la
sección, la rugosidad superficial de los encofrados y la velocidad con que progrese en
altura la colocación del hormigón.
Para vigas y secciones no muy profundas, las presiones laterales pueden calcularse de
acuerdo con la teoría del empuje de tierras, mediante la fórmula:
donde:
γR
pm = ------------ (kg/cm2)
tg σ´
donde:
γ = peso unitario del hormigón fresco (kg/m3)
tg σ ´= coeficiente de frotamiento entre el hormigón y el encofrado.
p = γ h (kg/cm2)
TABLA XXXV
Espesor de losa (cm) Separación entre tirantillos (cm)
Hasta 10 80
12,5 75
20 70
Los extremos de los tirantillos apoyan en los costados de los encofrados de las vigas.
Si la separación entre estos últimos es grande, conviene disponer un tirante intermedio
sostenido por los puntales.
En la Fig. 72 se indica la forma de construcción corriente de los encofrados de las
vigas. Los costados y el fondo están formados por tablas de 2,5 cm de espesor unidas
exteriormente por medio de travesaños de 2,5 x 7,5, cada 0,70 o
0,80 cm. Los tableros laterales llevan sus bordes superior e inferior, sendos refuerzos
longitudinales constituidos normalmente por listones de 2,5 x 7,5 cm. En el listón
superior apoya el entablonado correspondiente a la losa de entrepiso. El encofrado
entablonado correspondiente a la losa de entrepiso. El encofrado de cada viga se
sostiene por medio de puntales, con un travesaño superior de apoyo cuya construcción
puede verse en la Fig. 72.
Los encofrados de las columnas se forman igualmente con tablas de 2,5 cm de espesor,
unidas cada 40 cm por abrazaderas constituidas por tirantillos (Fig. 73). Cuando se
trata de columnas de gran sección y altura, las abrazaderas ubicadas en
la parte inferior, deben reforzarse y disminuir su espaciamiento, para soportar las
presiones considerables ejercidas por el hormigón fresco.
Las Fig. 74,75 y 76 muestran diversos detalles de los encofrados de vigas y columnas.
Dichos encofrados se preparan en el suelo: luego se colocan en posición, levantando
primeramente los de las columnas y a continuación los de las vigas. Una vez
emplazados estos últimos, se disponen los puntales arriostrándolos entre sí por medio
de tablas y apoyándolos sobre el terreno por intermedio de cuñas (Fig. 72); esto último
permite un nivelado perfecto y facilita el desencofrado. Sobre los costados de las vigas
se clava el entablonado que servirá de encofrado a las losas. Los extremos de las tablas
correspondientes a este último deben cortarse a bisel, como indica la Fig. 69, para
evitar la presencia de ángulos vivos que dificultan el desencofrado. Con el mismo
objeto, deben disponerse en las esquinas interiores de los encofrados de vigas y
columnas, pequeños listones de forma triangular.
La colocación de las barras debe hacerse en forma tal que no puedan desplazarse
durante el moldeo, utilizándose para ello ataduras de alambre o abrazaderas adecuadas
en los cruces de las barras.
Para asegurar los recubrimientos mínimos, es conveniente colocar la armadura sobre
pequeños caballetes preparados de antemano, que pueden ser metálicos o de mortero.
Los empalmes entre barras se efectuarán superponiéndolas en una longitud no inferior
a 30 veces su diámetro y atándolas con alambre en toda esa longitud.
La armadura expuesta a la intemperie y que deba servir como medio de empalme para
alguna ampliación futura, se protegerá en forma adecuada contra los efectos de la
corrosión, pintándola por ejemplo con lechada de cemento.
La preparación del hormigón puede hacerse a mano o con hormigonera. Hasta una
producción de 20 m3 por día puede efectuarse manualmente en forma económica; para
ello se preparará una cancha adecuada de tierra firma o de ladrillos bien asentados
sobre la tierra.
Se mezcla previamente la arena con el cemento hasta conseguir un color uniforme;
luego se adiciona el agregado grueso y por último el agua.
Las hormigoneras son de capacidad variable, desde 0,14 m3 a 1,5 m3, pudiéndose
obtener de 20 a 25 pastones por hora. El tiempo de mezclado no será inferior a 1
minuto para hormigoneras hasta 0,75 m3 de capacidad, debiéndose aumentar este
tiempo en 15 segundos por cada 0,40 m3 adicionales. El tiempo de mezclado dentro de
la hormigonera y el agua se agregará antes que transcurra la cuarta parte del tiempo
fijado.
Como ya se indicó en el capítulo 1, la forma correcta de efectuar la medición de los
materiales es en peso. En las obras donde se usan hormigoneras de gran capacidad,
suele disponerse de balanzas especiales para su exacta determinación.
Como en obras de menor importancia esto no siempre es posible, pueden establecerse
las proporciones en volumen, y efectuar la medición de los materiales en esa misma
forma, por medio de pequeños cajones de madera con las medidas establecidas.
En lo posible, debe desterrarse la costumbre de utilizar baldes y canastos para la
medición en volumen de los agregados y cemento, pues ello conduce a errores
sensibles en las proporciones finales de la mezcla. Conviene siempre que sea posible,
preparar pastones que correspondan al contenido de una bolsa de cemento (50 kg).
La mezcla debe usarse dentro de la hora de preparada, a no ser que se empleen para su
transporte camiones agitadores, en cuyo caso puede aumentarse dicho lapso hasta 1 ½.
El hormigón debe transportarse desde la hormigonera hasta el lugar de colocación de
la manera más rápida posible y en forma tal que impida la segregación de los
agregados. Generalmente se empelan para ello carritos volcadores alimentados desde
una torre elevadora central con tolva y dispositivo de descarga automático, como
muestran las figuras 78,79, 80 y 81, que ilustran diversos aspectos del hormigonado de
una estructura corriente. En casos especiales, el hormigón se impulsa a presión, a
través de cañerías.
El hormigón no debe colocarse cuando la temperatura ambiente es inferior a 5 grados
Celsius y debe mantenerse, durante los primeros días, a temperaturas superficiales
superiores a los 10 grados Celsius.
Antes de proceder a la colocación del hormigón, se limpiarán prolijamente los
encofrados, eliminando todo resto de virutas o material suelto y se verificará luego la
nivelación y ajuste de los puntales.
Para facilitar la revisión y limpieza de los encofrados de columnas, deben dejarse
aberturas en el pie de los mismos, por donde pueden extraerse los desechos, las que se
cerrarán antes de proceder al colado.
Si luego del hormigonado, la temperatura ambiente hubiese descendido por debajo de
5 ºC, antes de proceder al retiro de los encofrados, deberá verificarse el estado de
endurecimiento del hormigón. Cuando la temperatura sea inferior a 0 ºc (caso de
heladas), se aumentarán los plazos de desencofrado en la duración de las mismas.
El orden en que debe procederse al retiro de las distintas partes de un encofrado es el
siguiente:
1 – Costados de columnas.
2 – Costados de vigas.
3 – Fondos de losas.
4 – Fondos de vigas.
Existen diversas formas de disponer las juntas. La Fig 83 a muestra una solución, que
consiste en ubicar la junta en coincidencia con el eje de una columna, para la cual se
divide ésta en dos, disponiendo también dobles vigas de borde para apoyo de las losas
y una única fundación común.
Otra forma de disponer la junta de las vigas es el costado de la columna, construyendo
una donde apoyo el extremo del tramo correspondiente. (fig. 82 b).
CAPITULO XI
ENTREPISOS PREFABRICADOS
Mi = ε M (kgm)
Para los entrepisos de la clase 1, soportados por viguetas premoldeados de sección
llena, el cálculo de las mismas se efectúa, de acuerdo con lo indicado en el Capítulo 5,
considerándolos como viga – placa o como vigas rectangulares, según que el entrepiso
tenga o no carpeta de compresión.
Cuando se trata de entrepisos de la clase 2, sin carpeta de compresión, la altura útil h
queda fijada de antemano por la de los bloques a utilizar, cuyas dimensiones están
estandardizadas.
Si M, es el momento solicitante, se determina el valor del coeficiente r por medio de la
fórmula:
h
r = -----------------
√Mi/b
Donde h y b corresponden a las dimensiones indicadas en la Fig. 95.
Ma
Sa = -------------------
σa 0,89 h
12.1 Materiales
TABLA XLII
Cabe señalar que, en edificios comunes de varios pisos, sólo se requiere en obra la
madera necesaria para encofrar las primeras plantas pues, para los siguientes, puede
utilizarse la proveniente del desarme de las primeras, deducido el porcentaje de
desperdicio que normalmente oscila alrededor del 30 %. Si la madera utilizada es
nueva o con poco uso, la cantidad que se necesita acopiar en obra es normalmente la
correspondiente al encofrado de los tres primeros pisos.
Para determinar como incide el valor de la madera de encofrados sobre el costo de la
obra, no basta conocer su cantidad y costo inicial, sino que debe tenerse en cuenta la
depreciación que experimenta en las sucesivas utilizaciones o en otros términos el
coeficiente de amortización.
Aparte de la depreciación resultante del uso repetido, cada nueva utilización implica
nuevos cortes que aumentan el porcentaje de desperdicios. Tenidas en cuenta todas
esas circunstancias puede estimarse que la vida útil de las tablas oscila normalmente
entre 3 y 3,5 usos repetidos y la de los tirantes y puntales, entre 10 y 12.
Estas cifras son más bien conservadoras, pues la madera que ya ha sido utilizada
repetidamente en las partes principales de lo s encofrados, puede continuar prestando
servicios en partes secundarias. Así por ejemplo, los tableros de vigas y columnas
inutilizados como tales, pueden emplearse aún como arriostramientos, travesaños, etc.
EJEMPLOS DE APLICACION
EJEMPLO Nº 1
Dosificar un hormigón destinado a estructura, utilizando arena de módulo de fineza
2,4, agregado grueso constituido por canto rodado de 38 mm de tamaño grueso, para
obtener una resistencia cilíndrica a los 28 días de 210 kg/cm2.
El gráfico de Fig. 1 corresponde a hormigones con piedra partida. A igualdad de
dosificación con este tipo de agregado se obtiene a 28 días una resistencia mayor en
unos 25 kg/cm2, que la que se consigue a los 28 días con canto rodado.
En consecuencia, será necesario entrar al gráfico con una resistencia de 235 kg/cm2
que conduce a una relación agua – cemento del orden de 0,60.
Entrando a los gráficos de Fig.2, se busca la intersección de la vertical correspondiente
al tamaño máximo del agregado grueso empelado, (38 mm) en este caso, con la curva
correspondiente a canto rodado.(curva punteada). Por dicho punto se traza una
horizontal leyéndose en la escala del borde lateral la cantidad necesaria de agregado
grueso para un metro cúbico de hormigón, en este caso 1290 kg.
Prolongando la vertical indicada hasta encontrar la curva de arena (punteada)
correspondiente a la relación agua – cemento adoptada, es decir 650 kg para el ejemplo
que tratamos y, finalmente sobre la misma vertical y en su intersección con la curva
punteada correspondiente al cemento, para a/c = 0,60, se obtiene tenor de cemento, es
decir 290 kg/m3.
Conocida la cantidad de cemento, se calcula el contenido de agua multiplicando por la
relación agua – cemento:
EJEMPLO Nº 2
Dimensionar la losa continua representada en la Fig. 97, que corresponde a un
entrepiso destinado a oficinas. La losa se supone simplemente apoyada en todo su
perímetro y en su viga central, que la divide en dos tramos desiguales: 1) y 2).
Dadas las dimensiones relativas de los paños, se proyectará como losa armada en una
sola dirección.
300
d = -------- = 9 cm
35
y se tiene, entonces, para la carga permanente: peso propio: 0,09 x 2400 = 210 kg/cm2,
piso y contrapiso (estim.) = 60 kg/cm2.
G = 270 kg/m2
p = 200 kg/m2
Como las luces de ambos tramos difieren entre sí en menos del 20 %, pueden utilizarse
los coeficientes aproximados de la Tabla VIII, que en este caso dan, para los
momentos en los tramos:
q1 l12 470 x (2,60)2
M1= ----- = --------------- = 290 kgm
11 11
l1 + l2
l = ----------- = 2,80 m
2
y por lo tanto:
q l2 470 x (2,80)2
Ma = --- -------- = ------------------- = -- 460 kgm
8 8
3º) Dimensionamiento
La altura útil se calcula para la sección del apoyo, donde el momento flexor es
máximo, en base a la fórmula: h = r √ M apartado 4.4.1.
Adoptando: σh = 50 kg/cm2 y σa = 1200 kg/cm2, de la tabla XI se obtiene: r = 0,345 y
con este valor:
46 000
Sa = ------------------------------- = 5,8 cm2/m
1200 x 0,89 x 7,4
Para los tramos se adopta la misma altura útil y de la fórmula: h = r √ 290 = 0,435
7,4
Tramo 2: r = -------------- = 0,378
√ 384
Tramo 1:
σ h = 30 kg/cm2
Tramo 2:
σ h = 45 kg/cm2
De acuerdo con la Tabla XIII, las secciones calculadas pueden cubrirse en la siguiente
forma:
5,50
d = ---------- = 12 cm
45
400
q ´ = 359 + -------- = 550 kg/m2
2
400
q´´ = ± -------- = ± 200 kg/m2
2
Con estos valores y aplicando los coeficientes de la Tabla IX, de acuerdo a lo expuesto
en el apartado 4.3.1, se obtiene:
Losas 1
4,20
Relación de luces: λ = ------------- = 0,84
5,00
Momentos máximos en el centro del tramo (casos d y a de la Tabla IX):
Losas 2
4,20
Relación de luces: λ = ------ = 0,75
5,60
Apoyos a)
l = 4,20 m
q = 500 kg/m
Apoyos b)
5,00 + 5,60
lm = ---------------- = 5,30 m
2
250 + 290
qm = ------------------ = 270 kg/m
2
Apoyos c)
l = 4,20 m
q = 4,60 kg/m
Como en este caso la disparidad de luces y de cargas no excede de los límites a que se
ha hecho referencia en el capítulo 4, pueden aplicarse directamente los coeficientes de
las tablas VIII y X. Se tiene entonces:
Losas 1
4,85
λ = -------------- = 1,21
4,00
Momentos máximos en el centro del tramo:
Losas 2
5,45
λ = --------- x 0,87 = 1,18
4,00
Apoyos a)
l´ y = 4,00 m
C = 0,456
Apoyos b)
4,85 + 5,45
l´m = ------------------------ = 5,15 m
2
0,226 + 0,240
Cm = ---------------------- = 0,233
2
l´y = 4,00 m
C = 0,438
Comparando los valores de los momentos obtenidos por ambos métodos de cálculo,
puede observarse que los correspondientes al ¨Building Code Requirements ¨ son, en
general, inferiores a los de Marcus – Löser y que esa diferencia es particularmente
sensible en las secciones de apoyo de los tramos.
3º) Dimensionamiento
h = 0,345 √ 685 = 9 cm
Según el aludido código, el espesor de la losa (ver apartado 4.4) no debe ser inferior,
en este caso, a:
2 x (4,00 + 5,45)
------------------------ = 10,5 cm
180
Los apoyos b se armarán levantando las barras θ10 de los dos paños adyacentes
(dirección x). Para los apoyos a y c se levantarán las barras θ 8 de los tramos
adyacentes (dirección y) y se completará la sección requerida intercalando caballetes
del mismo diámetro. En consecuencia, la armadura de los apoyos será la siguiente:
En las fajas laterales adyacentes a los bordes continuos (vigas interiores) y en un ancho
igual a ¼ de la luz menor de cada paño, la armadura correspondiente al centro dfel
tramo se reducirá en un 25 %, tal como autoriza el ¨Building Code Requirements ¨,
aumentando la separación de las barras.
La fig. 100 siguiente muestra esquemáticamente la disposición de las armaduras
proyectadas.
EJEMPLO N º4
Dimensionar una viga simplemente apoyada (Fig. 101), de sección rectangular, cuya
luz de cálculo es: l = 4,20 m y la sobrecarga uniformemente distribuida: p = 2500
kg/m.
2840 x 4,202
M = -------------------- = 6260 kgm
8
y la altura útil se determina con la fórmula: h = r √M/b del apartado 5.6.1. Para las
tensiones reglamentarias: σh = 45 kg/cm2 y σa = 1200 kg/cm2, la Tabla XI da: r = 0,375
y adoptando b0 = 20 cm, resulta:
h = 0,375 √626000/20 = 66 cm
Para las tensiones adoptadas, la Tabla XI da: µ = 0,00675 y la armadura necesaria es:
Sa = 0,00675 x 20 x 66 = 8,92 cm2
Esta sección puede cubrirse, según surge de la Tabla XXIII, utilizando 4 barras: 2 θ 16
+ 2 θ 18 = 9,10 cm2, que se dispondrán en una sola capa, ya que el ancho b0 de la viga
lo permite (ver Tabla XX).
La altura total de la carga será:
H = h + 3 = 69 cm
valor casi coincidente con el adoptado para el cálculo del peso propio La verificación
de las tensiones de resbalamiento se efectúa con la fórmula del apartado 5.7.1:
r = Q/b0 z. En este caso:
2840 x 4,20
Q = --------------- = 5960 kg
2
Z = 0,89 x 66 = 58,7 cm
5960
r = -------------- = 5,1 kg/cm2 > 4 kg/cm2
20 x 58,7
626 000
T = ------------ = 10 700 kg
58,7
valor este último correspondiente a la mitad del tramo, cuyo largo es: 4,20/2 = 2,10 m
Disponiendo estribos θ 6 cada 25 cm (9 estribos en cada mitad de tramo) y levantando
2 θ 18, el esfuerzo absorbido, de acuerdo con las tablas XXVI y XXVII, será:
9 estribos θ 6 : 6110 kg
2 barras θ 18 levantadas a 45 º : 8640 kg
------------------
Total : 14750 kg
Las dos barras θ 16, no dobladas, correrán derechas hasta los apoyos. La armadura se
completará con 2 barras superiores para montaje, de diámetro θ 8.
EJEMPLO Nº 5
3200 x 3,502
Tramo 1: M1 = ---------------- = 3570 kgm
11
3200 x 3,50 2
Tramo 2: M2 = ------------------ = 2610 kgm
15
3200 x 3,00 2
Tramo 3: M3 = ----------------- = 2610 kgm
11
3200 x 3,502
Apoyo B: MB = -- ---------------- = --- 4360 kgm
9
3200 x 3,25 2
Apoyo C: MC = -- ---------------------- - = -- 3760 kgm
9
Tramo 1:
0,400 + 2 x 0,450
QA = ( ----------------------- ) x 3200 x 3,50 = 5 000 kg
3
0,600`+ 2 x 0734
QB1 = ( ---------------------------------- ) x 3200 x 3,50 = 8 000 kg
3
Tramo 2:
0,500 + 2 x 0,456
QB2 = ( ---------------------- ) x 3200 x 3,50 = 5 500 kg
3
0,500 + 2 x 0,734
QC1 = ( ---------------------- ) x 3299 x 3,25 = 5 500 kg
Tramo 3:
0,600 + 2 x 0,734
QC2 = ( ------------------------ ) x 3200 x 3,25 = 7200 kg
3
0,400 + 2 x 0,450
QD = ( --------------------------) x 3200 x 3,00 = 4200 kg
3
Se mantiene la misma altura útil para todos los tramos, dimensionándolas para la
sección del apoyo B, donde el momento es mayor. También podría dimensionarse para
el momento M1 en el tramo más solicitado, aumentando la altura en los apoyos
mediante cartelas (en este caso los momentos flexores deberán calcularse como indica
la Tabla VIII) o colocando armadura doble en los apoyos.
Adoptando para el apoyo B las tensiones reglamentarias σh = 55 kg/cm2 y σa = 1200
kg/cm2 y fijando el ancho b0 = 15 cm, se tiene:
436 000
h = 0,320 √ ----------- = 55 cm
15
M
Sa = ----------------- (apartado 6.5.2), como sigue
σa 0,89 h
357 000
Tramo 1: ------------------------ = 6,06 cm2 (4 θ 14 = 6,16 cm2)
1200 x 0,89 x 55
261 000
Tramo 2: ------------------------ = 4,45 cm2 (4 θ 12 = 4,52 cm2)
1200 x 0,89 x 55
261 000
Tramo 3: ---------------------- = 4,45 cm2 (4 θ 12 = 4,52 cm2)
1200 x 0,89 x 55
436 000
Apoyo B: ------------------------- = 7,42 cm2
1200 x 0,89 x 55
376 000
Apoyo C: ------------------------- = 6,40 cm2
1200 x 0,89 x 55
5 000
τ A = ----------------- = 6,8 kg/cm2
15 x 0,89 x 55
8 000
τ B = ----------------- = 10,9 kg/cm2
15 x 0,89 x 55
6,8 x 135 x 15
TA = ---------------------- = 6870 kg
2
10,9 x 215 x 15
TB = -------------------- = 17 600 kg
2
Dichos esfuerzos se absorben, en cada porción de tramo, mediante la siguiente
armadura especial (Tablas XXVI y XXVII):
Entre A y M:
5 estribos θ 6 (separación 25 cm): 3390 kg
2 θ 14 doblados a 45 º : 5220 kg
---------------
Total : 8610 kg
Entre B y M:
20 estribos θ 6 (separación 11 cm): 13550 kg
2 θ 14 doblado a 45 º : 5220 kg
Total : 18770 kg
EJEMPLO Nª 6
Dimensionar la viga que sirve de apoyo central al entrepiso del Ejemplo Nª 2.
Además de las cargas transmitidas por las losas adyacentes, se supone que la viga
soporta en toda su largo, la carga de un tabique cuyo peso es igual a 400 kg/m.
Para el cálculo de las cargas actuantes supondremos, en primera aproximación, que la
sección de la viga sea 18 x 60 cm. La carga total de las losas 1 y 2 ya ha sido calculada
en 470 kg/m2; por consiguiente, las cargas que actúan sobre la viga (uniformemente
repartidas) son:
1970 x 6,00 2
M = --------------------- = 8 900 kgm
8
El cálculo se hará como viga placa; fijado el ancho de nervadura: b = 18 cm, se
determina el ancho estático (ver apartado 5.6.1) por la fórmula: B = 12 d + b, que en
este caso da:
B = 12 x 9 + 18 = 126 cm
λ = 0,945
Se adopta como armadura en el centro del tramo: 5 θ 22 = 19,0 cm2, que se dispondrá
en 2 capas: 3 barras abajo y 2 arriba. La altura total de la viga resulta: H = 50 cm, vale
decir algo inferior a lo supuesto en el cálculo de las cargas actuantes, por lo que no se
justifica rehacerlo.
Seguidamente se verifican las tensiones de resbalamiento y se calculan las armaduras
destinadas a absorber los esfuerzos principales.
El esfuerzo total para el que debe dimensionarse la armadura especial, de acuerdo con
lo expuesto en 5.7.2, es:
890 000
T = ------------ = 22 200 kg
40
Correspondiendo este último valor a la mitad del tramo, cuya longitud es: 6,00 / 2 =
3,00 m.
Para absorber dicho esfuerzo, en cada medio tramo se disponen (Tablas XXVI y
XXVIII):
EJEMPLO Nª 7
Dimensionar una columna de sección cuadrada con estribos simples, que debe soportar
una carga mínima de 55 toneladas, siendo la separación de entrepisos: h = 3,20 m.
El problema se desarrollará, a título comparativo, siguiendo las normas del Código de
la edificación de Buenos Aires y los otros criterios expuestos en el apartado 6.2.5.
a) Código de Edificación:
b) Aplicando la fórmula: N = σh (Sa + 15 So) del apartado
6.2.1, y adoptando: Sa = 0,01 Sh, , se tiene:
N = σh Sh (1+ 0,15)
N
Sh= --------------
1,15 σh
Para: 45 kg/cm2, resulta:
55 000
Sh = --------------- = 1060 cm2
1.15 x 45
b = √ 920 = 30,4 cm
que, de acuerdo con la Tabla XXIII, puede cubrirse con 4 θ 18 = 10,18 cm2.
Se dispondrá estribos θ 6, cuya separación deberá responder, según el Código, a las
siguientes condiciones::
s ≤ 31 cm
s ≤ 12 x 1,8 = 22 cm
144 2400
55 000 = ------- Sh + --------- Sa
3 3
55 000 x 3
Sh = ------------- = 980 cm2
144 + 24
b = √980 = 31 cm
Sa = 0,01 x 980 = 9,81 cm2
N = 0,85 x (0,25 σH Sh + σa Sa )
Se adopta para el hormigón la misma calidad que en los casos anteriores, es decir una
resistencia cúbica de 160 kg/cm2, que equivale a una resistencia cilíndrica a los 28 días:
µ = 0,011
55 000
---------------- = (0,25 x 136 + 0,011 x 980) Sh
0,85
64 700
Sh = ----------- = 1440 cm2
44,6
b = √1440 = 38 cm
hp 620
---- = ----- = 20
b 31
Siendo esta relación mayor de 15, corresponde efectuar la verificación de la columna al
pandeo con lo que, evidentemente, las tensiones de trabajo superarán a las admisible adoptadas
precedentemente.
En consecuencia, caben dos soluciones: a) mantener la sección de hormigón y aumentar la
sección de armadura en la proporción requerida para que las tensiones no excedan los límites
admitidos o bien: b) aumentar la sección de hormigón y calcular la armadura necesaria,
manteniendo la misma cuantía. Aplicaremos sucesivamente uno y otro criterio de cálculo.
Solución a):
Para: hp/b = 20, la Tabla XXX indica como valor del coeficiente de pandeo, ω = 1,25 y por lo
tanto, la columna debe ser recalculada para una carga:
N ´- σh Sh
Sa = ----------------
15 σh
68 000 – 51 x 31 2
Sh = -------------------------------------- = 25,9 cm2
15 x 51
25,9
µ = ---------------- = 0,026 < 0,03
31 x 31
luego, la solución es admisible. Se adopta como armadura: 4 θ 28 = 24,64 cm2, con lo que se
tiene una tensión de compresión del hormigón: σh = 51,5 kg/cm2 levemente mayor que la
admitida. La diferencia es insignificante y no justifica rehacer el cálculo.
Solución b):
Se mantiene constante la cuantía de armadura: µ = 0,01 y se aumenta Sh, adoptando en primera
aproximación, una sección cuadrada de lado: b = 33 cm. Para este último valor, se tiene: hp/b =
620 /33 = 18,8 y de la Tabla XXX se deduce: ω = 1,19, vale decir que la columna deberá
recalcularse para una carga:
N ´= 1,19 x 55 = 65,5 t
Teniendo en cuenta que: Sa/Sh = µ = 0,01, de la fórmula:
Para las nuevas dimensiones de la sección (33 x 33 cm), la tensión admitida por el Código es:
σhmín = 45 + 8 = 53 kg/cm2
Se adopta una armadura compuesta por 4 θ 18 = 10,18 cm2, con lo cual la tensión de
trabajo del hormigón será:
65 500
σh = --------------------------------------- = 53 kg/cm2
33 x 33 + 15 x 10,18
EJEMPLO Nº 9
Dimensionar una columna zunchada, para soportar una carga máxima de 280 t, con
una separación de entrepisos:
Hp = 3,20 m
El cálculo se desarrollará, a título comparativo, siguiendo las normas del Código de la
Edificación de la Ciudad de Buenos Aires y los otros criterios expuestos en el capítulo
6.
a) Código de la Edificación.
De acuerdo al mismo, la carga admisible está dada (ver 6.2.2) por:
N = σh = (Sa + 15 Sa + 45 Sa )
Sa = 0,01 Sh
Sx = 2 Sa = 0,02 Sn
y se tiene, entonces:
dn = √4 x 2100/3,14 = 52 cm
Esto significa que se puede aumentar aún más la tensión σh pues el excedente de
dn, sobre 25 cm es superior al aumento de tensión que se había supuesto. (20
kg/cm2). Ensayando nuevamente con: σh = 70 kg/cm2, resulta:
280 000
Sn = ----------- = 1955 cm2
2,05 x 70
dn = √4 x 1955/3,14 = 50 cm
π dn Sθ 3,14 x 50 x 1,54
Sa =---------------- = -------------------- = 6,2 cm
Sz 39,10
Dicho valor cumple las limitaciones establecidas por el Código, pues se tiene:
s < 8 cm
Se adopta una sección de columna octogonal; sus dimensiones y características son las
indicadas en la fig. 105.
Finalmente, debe verificarse que Si2 ≤ Si donde:
Si = Sh + 15 Sa
Si2 = Sn + 15 Sa + 45 Sz
Se tiene, en efecto:
La Tabla XXX indica que para este último valor, no existe peligro de pandeo y, en
consecuencia, no es necesaria la verificación correspondiente.
De acuerdo con esta norma, debe empelarse un hormigón cuya resistencia cúbica a los
28 días sea por lo menos, igual a 225 kg/cm2, lo que equivale a una resistencia
prismática promedio σH = 198 kg/cm2.
de donde:
280 000
Sn = --------------- = 2480 cm2
113
dn = √4 x 2480/3,14 = 56 cm
Π dn S θ 3,14 x 56 x 1,54
s = --------------- = ---------------------- = 5,5 cm
Sn 49,6
dn
s ≤ ------ y s ≤ 8 cm
5
N = 0,25 σH Sh + σh Sa
adoptando para la armadura longitudinal la misma cuantía que en los casos anteriores:
µ = 0,01, resulta:
de donde:
280 000
Sh = ------------- = 6400 cm2
43,6
D = √ 6400 = 88 cm
El diámetro del núcleo: dn se fija en 80 cm, pues según este Código, el recubrimiento
de la armadura no debe ser menor de 4 cm. La sección del núcleo será, por
consiguiente:
3,14 x 802
Sn = -------------- = 5030 cm2
4
La armadura longitudinal, de acuerdo con la cuantía prefijada: µ = 0,01, resulta:
Sh σH 6400 136
µ ´ = 0,45 (------- -- 1 ) ------ = 0,45 x (--------- -- 1) x ----- = 0,0069
Sn σf 5030 2400
de donde:
dn 80
------ = ----- = 13,3 cm
6 6
y el espacio libre entre las espiras debe estar comprendido entre 2,5 y 7,5 cm.
Adoptamos un paso = s = 8 cm y en consecuencia, la sección de la armadura espiral
será:
Sz s 34.6 x 8
Sθ = ---------- = ------------- = 1,10 cm2
Π dn 3,14 x 80
EJEMPLO Nº 10
Dimensionar la zapata de fundación para una columna de sección cuadrada, de 40 x 40
cm, que soporta una carga máxima: Qc = 100 t. LA presión admisible del terreno se
supone sea: σt = 2,5 kg/cm2.
En primer término se calcula la superficie de apoyo sobre el terreno, previa
determinación de la carga total actuante:
Qt = Qc + GB + Gl = 100 + 5 + 4 = 109 t
Ql 109 000
En consecuencia: SB = --------- = -------------- = 43 600 cm2
σl 2,5
Adoptando una base cuadrada (Fig. 106). El largo de sus lados será:
donde:
100 000
σ´1 = -------------- = 2,3 kg/cm2
43 600
y
210 - 40
f1 = ------------ = 85 cm
2
Por lo tanto.
852
M1 = M2 = 2,3 x ----- x (210 + 20) = 1 275 000 kg/cm
3
h = r √ M/b1
Este último valor es algo superior al admisible: rp = 8 kg/cm2, por lo cual la altura total
se aumenta a: d = 80 cm, resultando entonces:
100 000
rp = ----------------- = 7,8 kg/cm2
80 x 160:
Las tensiones de resbalamiento son despreciables pues, de acuerdo con lo expuesto en
7.1.1 (punto b), el plano a 45 º prácticamente coincide con la superficie inclinada de la
base.
Las armaduras necesarias son:
M 1 275 000
Sa1 = ------------- = ------------------ = 16,15 cm2
σa 0,89 h1 1200 x 0,39 x 74
M 1 275 000
Sa2 = ------------ = -------------------- = 16,55 cm2
σa 0,89 h2 1200 x 0,89 x 72
EJEMPLO Nº 11
Qy = QC * GB + G1 = 20 + 1,5 + 1,5 = 23 t
Q1 23 000
SB = ------ = ----------- = 11500 cm2
σtum 2,0
a2 = 2,5 x 68 = 170 cm
f12
M1 = σ ´t ----- (a2 + ½ d2)
3
f22
M2 = σ´t ------- (a1 + ½ d1)
3
donde
20 000
σ ¨t = ------------- = 1,74 kg/cm
11500
f1 = a1 – d1 = 68 – 40 = 28 cm
M1 = 83 600 kgcm
M2 = 258000 kgcm
La altura útil de la base, adoptando como tensiones: σh = 35 kg/cm2 y σe = 1200
kg/cm2, resulta ser:
h = 0,375 √258000/40 = 37 cm
d = 37 + 8 = 45 cm
Q
rp = ----------- donde p = 2 d1 + d2 = 108 cm
d.p
20000
rp = ---------------- = 4,1 kg/cm2
45 x 108
M1 83600
Sc1 = ---------------- = ---------------------- = 2,2 cm2
σH 0,89 h 1200 x 0,89 x 35,5
M2 2580000
Se2 = ------------ = ------------------------ = 6,6 cm2
σH 0,89 h 1200 x 0,89 x 37
Para la cuantía superior se adoptan 8 θ 6 mm, es decir una barra cada 21 cm, sobre un
largo de 1,70 m y como armadura inferior 6 θ 14 mm, o sea una barra cada 11 cm
sobre 0,68 m.
Verificación de la columna
La excentricidad de la reacción del terreno con respecto al eje de la columna, origina
en ésta momentos de flexión cuyo máximo ocurre en la sección de apoyo de la base y
tiene por valor
M1
e1 = ------- = 0,167 m
N
La armadura de la columna está constituida por 4 θ 16 mm, reforzándola con 4 θ 25
mm, colocados en la cara externa.
20000 334000
σ1 = -- ------------ + ------------------------ 16,7 = --- 13 + 21,6 = + 8,6 kg/cm2
1535 259000
20000 334000
σ2 = ------------------ + -------------------- 22,3 = -- 13 – 30 = -- 43 kg/cm2
1535 259000
σ2 < σh y σ1 < ¼ σ2
EJEMPLO Nº 12
Verificar a la flexión compuesta la sección de columna cuyas dimensiones y
armaduras se indican en la Fig. 108, que debe soportar un momento flexor: M = 1000
kgm y un esfuerzo normal: N = 25000 kg.
M 1 000
e = ----- = ------------- = 0,04
N 25 000
de donde surge que la sección se halla totalmente comprimida, por ser dicha
excentricidad menor que el correspondiente radio nuclear.
El radio del núcleo central de una sección, o radio nuclear se expresa con la fórmula
i2
r = -----
υ
donde i es el radio de giro de la sección y υ la distancia del baricentro a la fibra más
alejada en la dirección en que se mide el radio nuclear. En el ejemplo que tratamos
tenemos:
Ii 72170
i = ----------- = ---------- = 70,6 cm2
2
Si 1020
Υ = 15 cm
70,6
r =-------- = 4,72 cm > 4 cm
15
Aplicaremos, por lo tanto, el procedimiento cálculo indicado en 8.1.1, verificando las
tensiones en ambos bordes de la sección, por las fórmulas:
N Ne
σb1 = ------- + --------- υ1
Si Ii
N Ne
σb2 = ------ -- ------- υ2
Si Ii
Donde:
Si = b d + n Sa = 30 x 30 + 15 x 8 = 1 020 cm2
b d2 d 302
Ii = ------ + 2 n Sa (----- --- a ´) = ------- + 30 x 8 x 12,52 = 72 170 cm2
2
12 2 12
υ1 = υ2 = 15 cm
25000 100000 x 15
σb1 = -- ---------- --- ----------------------- = --- 45,3 kg/cm2 (compresión)
1020 72170
25000 100 000 x 15
σb2 = -- ------- + ----------------- = -- 3,7 kg/cm2 (compresión)
1020 72170
EJEMPLO Nº 3
Calcular a la flexión compuesta una sección de pórtico sometida a los siguientes
esfuerzos máximos:
M = 5400 kgm
N = 3000 kg
5400
e = --------- = 1,80 m
3000
lo que indica que la sección se halla parcialmente comprimida, puesto que el centro de
presión cae evidentemente fuera del núcleo central.
Aplicando entonces el procedimiento de cálculo indicado en 8.1.2 para secciones
doblemente armadas, se tiene:
50
ea = 180 + ----- -- 3 = 202 cm
2
u = 0,00803 r = 0,345
1
λ = --- = 8,4
r2
∆M N´
Sa = µ b h + ------- -- ------
Ch σa
∆M
S´a = -------
C´h
Los coeficientes C y C´, para las tensiones adoptadas y para a´/ h = 3 / 47 = 0,064, se
obtienen de las Tablas XXXIII y XXXIV:
C = 1123 C ´= 585
143 000
S´a = -------------- = 5,20 cm2
585 x 47
EJEMPLO Nº 14
Verificar, mediante el criterio de rotura de Whitney, la viga dimensionada en el
ejemplo Nº 4, admitiendo que la resistencia cilíndrica del hormigón sea: σH = 200
kg/cm2 y el límite de fluencia del acero de la armadura: σf = 2800 kg/cm2.
Para la sección más solicitada de la viga (centro del tramo), el momento flexor
calculado es:
M = 6 260 kgm
De acuerdo con las características de dicha sección (fig. 110), la cuantía de armadura
es:
9,1
µ = -------------- = 0,0069
20 x 66
mientras la ¨ cuantía límite ¨ es, en este caso:
200
υ0 = 0,456 x ------- = 0,0325 > µ
2800
vale decir que se trata de una sección subarmada. La altura de la zona comprimida, al
producirse la rotura de la viga, será pues:
σf S n 2800 x 9,1
x0 = -------------- = ------------------------ = 7,5 cm
0,85 σh b 0,85 x 200 x 20
Igual resultado puede obtenerse con el gráfico de la fig. 68. En efecto, entrando en el
mismo valor de la cuantía: µ = 0,69 se tiene para los valores prefijados de σH y σf
MR
---------- = 18,2 kg/cm2
b h2
de donde:
MR 1 252 000
----------- = --------------- = 14,4 kg/cm2
b h2 20 x 662
y entrando con este último valor en el gráfico de la Fig. 68, se tiene, para: σH = 200
kg/cm2 y σf = 2800 kg/cm2, la cuantía de armadura necesaria:
µ = 0,54 %
de donde:
EJEMPLO Nº 15
Determinar, en base al criterio de Whitney, la capacidad portante de un entrepiso
prefabricado, cuyas características se indican en la fig. 111, para una luz de cálculo: l =
4,20 m Se supone que la resistencia cilíndrica del hormigón es: σH = 220 kg/cm2 y el
límite de fluencia del acero de la armadura: σf = 3000 kg/cm2.
b = 20 cm
Para cada faja de ancho b, de acuerdo con las características de la sección, se tiene:
Sn 2,26
µ = -------- = ------------ = 0,75 %
bh 30 x 10
σf S n 3000 x 2,26
x0 = -------------- = ---------------- = 1,2 cm
0,85 σH b 0,85 x 220 x 30
MR 63000
Madm = -------- = ----------- = 31 800 kgcm
υ 2
y para un ancho igual a 1 m, el momento admisible en kgm será:
318
M = --------- = 1060 kgm
0,30
Por otra parte, el momento flexor máximo expresado en función de la carga total
uniformemente repartida, vale:
q l2
M = ------------- = 1060 kgm
8
de donde se despeja :
8M 8 x 1060
q = ----------- = --------------- = 480 kg/m2
l2 4,202
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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