Está en la página 1de 3

HOMBRE Y HUMANIDAD DEFINICION

Llegar a una definición de lo que es el hombre y humanidad es un trabajo arduo puesto que
desde diferentes perspectivas los significados mantienen y se dividen en varias aspectos,
por una lado se encuentran las definiciones biológicas de hombre que lo categorizan como
un eslabón de la evolución proveniente de un primate que al seguir una serie de cambios
específicos que abarcan desde la postura corporal hasta la utilización de herramientas cada
vez mayor elaboradas se da un desarrollo no solo físico sino intelectual e incluso social
conformando diferentes tipos de símbolos con significados específicos que darán nacimiento
a las primeras formas de núcleos sociales, esta definición abarca un sentido del hombre de
manera empírica, un cuerpo con sistemas desarrollados que lo ayudan no solo a sobrevivir
sino a adaptarse a los medios que se le presentaron y se le presentan en la actualidad, pero
como cabe resaltar el hombre no puede ser reducido a un mero sistema de nervios que se
conecta con el ambiente y provoca una respuesta autónoma en el, , dentro del hombre hay
otras variantes que hacen que dicho significado meramente biológico se considere demasiado
pequeño para abarcar la complejidad del mismo.
Desde una perspectiva antropológica el hombre es capaz de pensar sobre si mismo, este
pensamiento sobre su propia razón y existencia es lo que lo diferencia de otros mamíferos
que pueden compartir las mismas bases anatómicas que él, pero además de esto el hombre
es capaz de realizar e innovar en sus propias técnicas, mas estrechamente se relaciona con
sus actividades diarias y como lo hizo en el pasado es capaz de revolucionar sus propias
ideas, es decir que dicha evolución no solo se evidencio en la parte biológica del mismo sino
que junto a ella devinieron nuevas posibilidades que pudiesen hacer del hombre un ser social
con contenido estructurado dentro de sus relaciones, dentro del marco antropológico la
definición de hombre abarca todo aquello que se presenta dentro del mismo, la noción de
vida y muerte y la temporalidad que el hombre asigna a su existencia es otro aspecto que lo
diferencia del resto de animales mamíferos, aquella contemplación y deseo de legado es lo
que al final hace que el hombre sea un ser que quiere en pocas palabras transgredir la fuerza
del tiempo y permanecer incorpóreo dentro de su propio núcleo social, la conciencia de
muerte es lo que fijo en el hombre los primeros eslabones de la creencia en algo mas allá de
la corporeidad, Buber (1967) resalta al respecto que en los primeros eslabones del
pensamiento del hombre sobre si mismo “este era comprendido desde el mundo, pero el
mundo no era comprendido desde el” (p.14) es decir que aún no se puede hablar de un
conocimiento sobre si mismo como solo el mismo hombre pudo haberlo hecho, con la visión
del mundo aristotélico en el que este se compone de cosas el hombre se ve a si mismo como
perteneciente al mismo conjunto y se da un lugar intermedio dejando de lado la visión
platónica de que el hombre era un forastero dentro de su espacio; Más de siete siglos después
de Aristoteles nace con San Agustin la genuina cuestión antropológica, en este momento
el mundo se divide en dos espacios ambos hostiles el de la luz y el de las tinieblas, el hombre
ya no es una cosa con un puesto fijo sino que al estar compuesto por cuerpo y alma se
encuentra entre dos mundos diferentes, la gran diferencia es que el hombre aristotélico se
maravilla del hombre como parte de todas las cosas del mundo mientras que el hombre de
san agustin lo hace de aquello que le pertenece al hombre y que no le pertenece al mundo,
que no hace parte de el. (p.23) entra para darle de nuevo un lugar en el cosmos al hombre la
fe, surgiendo el cosmos cristiano (considerado real que se obtienes detallados mapas del
mismo ) se refleja entonces un tiempo finito en el hombre, establecido por el cristianismo.
Buber (1967) señala que:
El esquema de esta imagen del mundo es una cruz cuyo madero vertical es el espacio finito
entre cielo e infierno, que nos lleva derechamente a través del corazón humano, y cuyo
travesaño es el tiempo finito desde la creación hasta el día del juicio; su centro, la muerte de
Cristo, coincide, cubriéndolo y redimiéndolo, con el centro del espacio, el corazón del pobre
pecador. En torno a este esquema se construye la imagen medieval del mundo (pg.3)
En el renacimiento se presenta un hombre autónomo y consciente, un hombre que puede
concerlo todo, y el cual nuevamente es desterrado de su lugar en el mundo, pero que en este
momento de la historia acepta ese destierro (con la perdida de posición de la tierra) y reevalua
la ifinididad de la grandeza y de aquello que es inifinitamente pequeño (pascal) ya no busca
un lugar puesto que en el sitio donde se encuentra no existen limites, no existe lo finito.
Buber (1967) plantea que tras esta revisión que:
“la grandeza del hombre surge de su miseria, que el hombre es diferente de todo lo demás
precisamente porque hasta pereciendo puede ser un hijo del espíritu. El hombre es el ser que
conoce su situación en el mundo y que, mientras está en sus cabales, puede prolongar este
conocimiento. Lo decisivo no es que esta criatura sea la única que se atreve a penetrar en el
mundo para conocerlo, por muy sorprendente que ello sea; lo decisivo es que conoce la
relación que existe entre el mundo y él mismo” (33)
las primeras civilizaciones buscaron conservar los cuerpos e iniciaron pequeños rituales
fúnebres que se encuentran documentados hoy día; a partir de esto empezó a gestarse una
cosmogonía y una idea de las primeras religiones que con el paso del tiempo se volvieron
mas complejas conforme los mismo grupos sociales crecían expandiendo los significados de
los diferentes símbolos al arte, el lenguaje y otras formas de expresión de los primeros Homo
– Sapiens* .
Asi mismo por otro lado el ser humano puede definirse desde la ética como un ente libre en
tanto que su libertad conlleva una conciencia y una búsqueda de su felicidad verdadera sin
transgredir los límites establecidos no solo por la sociedad que lo acogió sino por aquellas
buenas virtudes que se puede decir que son inherente a la dignidad ontológica que solo posee
el mismo, cuando se habla de la categoría de hombre se refiere entonces a un organismo
biológico desde la perspectiva de la ética, es por esto que se hace una distinción puesto que
aquellos actos del hombre son actos biológicos inherentes en si para asegurar sus
supervivencia y que abarcan instintos y necesidades que se pueden humanizar ( dado que es
el ser humano el que posee una dignidad) la gran diferenciación que se hace es que estos
actos humanos preservan la intimidad del cuerpo, una preservación privada y no compartida
en lo público y en los cuales interviene la inteligencia como herramienta que permite conocer
la verdad , la voluntad el cual se entiende como un llamado a hacer el bien y la vocación
entendido como un llamado interno de cada individuo a desarrollar el proyecto de vida.

También podría gustarte