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EL CUENTO

Un cuento (del latíín, compuŭ tus, cuenta)1 es una narracioí n


breve creada por uno o varios autores, basada en hechos reales
o ficticios, cuya trama es protagonizada por un grupo reducido
de personajes y con un
argumento relativamente sencillo.

El cuento es compartido tanto por víía oral como escrita;


aunque en un principio, lo maí s comuí n era por tradicioí n oral.
Ademaí s, puede dar cuenta de hechos reales o fantaí sticos pero
siempre partiendo de la base de ser un acto de ficcioí n, o mezcla de ficcioí n con hechos reales y
personajes reales. Suele contener varios personajes que participan en una sola accioí n central, y
hay quienes opinan que un final impactante es requisito indispensable de este geí nero. Su objetivo
es despertar una reaccioí n emocional impactante en el lector. Aunque puede ser escrito en verso,
total o parcialmente, de forma general se da en prosa. Se realiza mediante la intervencioí n de un
narrador, y con preponderancia de la narracioí n sobre el monoí logo, el diaí logo, o la descripcioí n.

El cuento, dice Julio Cortaí zar, como en el boxeo, gana por knock out, mientras que la novela gana
por puntos. El cuento recrea situaciones. La novela recrea mundos y personajes (su psicologíía y
sus caracteres).

LA FABULA
La faí bula es una composicioí n literaria breve, generalmente en prosa o
en verso, en la que los personajes principales son animales o cosas
inanimadas que presentan caracteríísticas humanas. La faí bula tiene
"una intencioí n didaí ctica de caraí cter eí tico y universal"1 que siempre
aparece en la parte final de esta misma, proporciona una ensenñ anza o
aprendizaje, que puede ser uí til o moral y es conocida generalmente
como moraleja. En
el Diccionario de uso del espanñ ol de Maríía Moliner2 de Helena
Beristaí in se indica que “se trata de un geí nero didaí ctico mediante el
cual suele hacerse críítica de las costumbres y de los vicios locales o
nacionales, pero
tambieí n de las caracteríísticas universales de la naturaleza humana en general”.

Como geí nero literario, posee un caraí cter mixto narrativo y didaí ctico, ademaí s debe contener estas
propiedades:
Geí nero: Literario, subgeí nero narrativo.
Elementos de la narracioí n: Generalmente en las faí bulas existe un narrador que relata los hechos
acontecidos en tercera persona, asíí como en un orden cronoloí gico. Ademaí s, relata lo que les
sucede a los personajes principales en un tiempo y lugar indeterminados.

EL BOSQUEJO
Un bosquejo es la primera traza, boceto o disenñ o que se realiza de una obra pictoí rica o de
cualquier otra produccioí n de la creatividad humana. El bosquejo supone el primer paso concreto
de la obra, es decir, la primera materializacioí n de la idea del autor.
En el aí mbito artíístico, como hemos mencionado, los
bosquejos son fundamentales para que los autores
puedan establecer sus primeras ideas acerca de las obras
que quieren desarrollar. Esto ha dado lugar a que
actualmente, en distintos museos del mundo, tengamos
la oportunidad de poder admirar y conocer bosquejos de
grandes pintores como, por ejemplo, Ceí zanne o Picasso.

LOS ESQUEMAS
Un esquema es una manera de analizar,
mentalizar y organizar todos los contenidos
presentes en un texto.

Un esquema es una expresioí n graí fica del


subrayado y el resumen de un texto luego de
su lectura. EÉ ste se ocupa de expresar
graí ficamente y jerarquizar diversas ideas sobre un contenido para que sea entendible tras una
simple observacioí n.

EL SUSTANTIVO
Los sustantivos son palabras cuyos referentes son clases de
entidades fijas (a diferencia de los pronombres cuyos referentes
son contextuales), no estados de hechos o relaciones
gramaticales. Los pronombres personales en cada contexto tienen
un referente pero este cambia de contexto a contexto, por
ejemplo: "yo" no tiene referente fijo sino que depende de quien
habla. Por su parte los verbos designan estados de hechos,
procesos o relaciones entre entidades, mientras que las
preposiciones generalmente indican relaciones abstractas.
Sintaí cticamente los sustantivos funcionan como nuí cleos de sintagma nominal, es decir, como
argumentos del verbo o complementos del nombre.

En espanñ ol, al igual que en las demaí s lenguas romances, los sustantivos son variables en geí nero y
nuí mero, mientras que en otras lenguas, el chino por ejemplo, los sustantivos son invariantes. La
mayoríía de las lenguas conocidas distinguen sistemaí ticamente entre sustantivos y verbos,
teniendo propiedades formales diferentes. Sin embargo, esta distincioí n tampoco es universal, ya
que algunas lenguas como el naí huatl o lenguas salish como el lummi o el kalispel no parecen
distinguir consistentemente entre ambas categoríías y las formas que funcionan como sustantivo
tambieí n aceptan flexioí n verbal.

ADJETIVOS CALIFICATIVO
Definicioí n de adjetivo calificativo. ... Los adjetivos calificativos son los maí s frecuentes ya que
senñ alan una cualidad del sustantivo, ya sea concreta o abstracta. Por ejemplo: “El coche es azul”
incluye un adjetivo calificativo (“azul”) que refiere a una caracteríística concreta (el color del
“coche”).
MUSICA
La muí sica (del griego: μουσικήή [τέή χνή] - mousikeē
[teí chneē ], «el arte de las musas») es, seguí n la
definicioí n tradicional del teí rmino, el arte de
organizar sensible y loí gicamente una combinacioí n
coherente de sonidos y silencios utilizando los
principios fundamentales de la melodíía, la armoníía
y el ritmo, mediante la intervencioí n de complejos
procesos psico-aníímicos. El concepto de muí sica ha
ido evolucionando desde su origen en la Antigua
Grecia, en que se reuníía sin distincioí n a la poesíía, la
muí sica y la danza como arte unitario. Desde hace varias deí cadas se ha vuelto maí s compleja la
definicioí n de queí es y queí no es la muí sica, ya que destacados compositores, en el marco de
diversas experiencias artíísticas fronterizas, han realizado obras que, si bien podríían considerarse
musicales, expanden los líímites de la definicioí n de este arte.

La muí sica, como toda manifestacioí n artíística, es un producto cultural. El fin de este arte es
suscitar una experiencia esteí tica en el oyente, y expresar sentimientos, emociones,
circunstancias, pensamientos o ideas. La muí sica es un estíímulo que afecta el campo perceptivo
del individuo; asíí, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento,
comunicacioí n, ambientacioí n, diversioí n, etc.).

SONIDO
El sonido (del latíín soníŭtus, por analogíía prosoí dica con ruido,
chirrido, rugido, etc.), en fíísica, es cualquier fenoí meno que
involucre la propagacioí n de ondas mecaí nicas (sean audibles o
no), generalmente a traveí s de un fluido (u otro medio
elaí stico) que esteí generando el movimiento vibratorio de un
cuerpo.

El sonido humanamente audible consiste en ondas sonoras y ondas acuí sticas que se producen
cuando las oscilaciones de la presioí n del aire, son convertidas en ondas mecaí nicas en el oíído
humano y percibidas por el cerebro. La propagacioí n del sonido es similar en los fluidos, donde el
sonido toma la forma de fluctuaciones de presioí n.1 En los cuerpos soí lidos la propagacioí n del
sonido involucra variaciones del estado tensional del medio.

Representacioí n esquemaí tica del oíído, propagacioí n del sonido. Azul: ondas sonoras. Rojo:
tíímpano. Amarillo: Coí clea. Verde: ceí lulas de receptores auditivos. Puí rpura: espectro de frecuencia
de respuesta del oíído. Naranja: impulso del nervio.

La propagacioí n del sonido involucra transporte de energíía sin transporte de materia, en forma de
ondas mecaí nicas que se propagan a traveí s de un medio elaí stico soí lido, lííquido o gaseoso. Entre
los maí s comunes se encuentran el aire y el agua. No se propagan en el vacíío, al contrario que las
ondas electromagneí ticas. Si las vibraciones se producen en la misma direccioí n en la que se
propaga el sonido, se trata de una onda longitudinal y si las vibraciones son perpendiculares a la
direccioí n de propagacioí n es una onda transversal.
La foneí tica acuí stica concentra su intereí s especialmente en los sonidos del habla: coí mo se
generan, coí mo se perciben, y coí mo se pueden describir graí fica o cuantitativamente.

ONU
La Organizacioí n de las Naciones Unidas (ONU), o
simplemente las Naciones Unidas (NN. UU.), es la mayor
organizacioí n internacional existente. Se define como una
asociacioí n de gobierno global que facilita la cooperacioí n
en asuntos como el Derecho internacional, la paz y
seguridad internacional, el desarrollo econoí mico y
social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.

La ONU fue fundada el 24 de octubre de 1945nota 1 en la


ciudad estadounidense de San Francisco, por 51 paííses, al finalizar la Segunda Guerra Mundial,
con la firma de la Carta de las Naciones Unidas.

Desde su sede en Nueva York, los Estados miembros de las Naciones Unidas y otros organismos
vinculados deliberan y deciden acerca de temas significativos y administrativos en reuniones
perioí dicas celebradas durante el anñ o. La ONU estaí estructurada en diversos oí rganos, de los cuales
los principales son: Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Econoí mico y Social,
Secretaríía General, Consejo de Administracioí n Fiduciaria y la Corte Internacional de Justicia. La
sede europea (y segunda sede mundial) de la Organizacioí n de las Naciones Unidas se situí a en
Ginebra, Suiza.

La figura puí blica principal de la ONU es el Secretario General. El actual es Antoí nio Guterres de
Portugal, que asumioí el puesto el 1 de enero de 2017, reemplazando a Ban Ki-moon.2

A fecha de 2017, la ONU posee 193 Estados miembros: todos los paííses soberanos reconocidos
internacionalmente, maí s tres miembros en calidad de observadores —el Estado de la Ciudad del
Vaticano, la Soberana Orden Militar de Malta y el Estado de Palestina. Otros Estados
independientes de facto como la Repuí blica de China o Kosovo no son miembros, pues son
considerados territorios en disputa.

Los idiomas oficiales de la ONU son seis: aí rabe, chino mandaríín, espanñ ol, franceí s, ingleí s y ruso.3

PAZ MUNDIAL
La paz mundial, o paz en la Tierra, es el concepto de un estado ideal de
felicidad, libertad y paz dentro y entre todas las personas y naciones en la
Tierra. Esta idea de la no violencia mundial es una motivacioí n para que
las personas y las naciones cooperen ya sea de manera voluntaria o en
virtud de un sistema de gobernanza que impida la guerra. Diferentes
culturas, religiones, filosofíías y organizaciones tienen diferentes
conceptos sobre coí mo se produciríía tal estado.

Varias organizaciones religiosas y seculares tienen el objetivo declarado


de lograr la paz mundial mediante el tratamiento de los derechos humanos, la tecnologíía, la
educacioí n, la ingenieríía, la medicina o la diplomacia como fin de todas las formas de lucha. Desde
1945, las Naciones Unidas han operado con el objetivo de resolver conflictos sin guerra o
declaraciones de guerra. No obstante, las naciones han entrado en numerosos conflictos militares
desde entonces.

ARMONIA
Armoníía o harmoníía (del griego «αρμονιήα») en muí sica es
el estudio de la teí cnica para enlazar acordes (notas
simultaí neas). Desde una perspectiva general, la armoníía es
el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes
de un todo, y su resultado siempre connota belleza. En
muí sica, el estudio de la armoníía implica los acordes y su
construccioí n, asíí como las progresiones de acordes y los
principios de conexioí n que los rigen.1 Por lo general se
suele entender que la armoníía hace referencia al aspecto «vertical» (notas simultaí neas, que en la
partitura se escriben una sobre otra) de la muí sica, que se distingue del aspecto «horizontal» (la
melodíía, formada por la sucesioí n de notas, que se escriben una detraí s de otra).

CUENTO DIA DE LA MADRE


Hubo una vez un rey que quedoí hueí rfano siendo
ninñ o y crecioí rodeado de militares y consejeros que
hicieron de eí l un rey poderoso y sabio, pero
insensible. Por eso se cansaba cuando la gente
hablaba con pasioí n de sus madres. Y a tal punto llegoí
su enfado que decidioí darles todo el poder.

- Pues si tan buenas son las madres en todo, que


gobiernen ellas. A ver coí mo lo hacen.

La noticia fue recibida con gran alegríía por todo el


mundo, pero resultoí ser un fracaso estrepitoso. Las
cosas iban tan mal que el rey tuvo que recobrar el
mando al poco tiempo. Y cuando pidioí a sus consejeros que averiguasen queí habíía fallado, estos
concluyeron que las madres siempre habíían dado maí s importancia a los problemas de sus
propios hijos que a los del reino. Y asíí, llegaban tarde a importantes reuniones cuando sus hijos
estaban enfermos, aplazaban los juicios para acudir a recogerlos al colegio, y mil cosas maí s.

Al oíírlo, el rey se puso tan furioso que castigoí con el destierro a todas las madres del reino.

- La que quiera seguir haciendo de madre, que se vaya.

Y no se quedoí ni una.

Poco despueí s, a pesar de su vuelta al gobierno, el reino iba auí n peor. Preguntoí de nuevo a sus
consejeros y estos, tras estudiar el asunto, respondieron:

- La falta de madres ha creado un enorme problema de nutricioí n que estaí hundiendo al reino.
Eran ellas las que hacíían la comida.

- De acuerdo. Contratad un ejeí rcito de cocineros - dijo el rey.


Pero tras contratar miles de cocineros, las cosas no mejoraron. Esta vez los sabios encontraron
una nueva razoí n para el desastre:

- La falta de madres ha creado un enorme problema de higiene que estaí hundiendo al reino. Eran
ellas las que limpiaban.

- No hay problema ¡Contratad un ejeí rcito de mayordomos! - respondioí el rey, muy irritado.

Pero tras contratar a los mayordomos, las cosas siguieron igual. Una vez maí s los sabios creyeron
encontrar la causa:

- La falta de madres ha creado un enorme problema de salud que estaí hundiendo al reino. Eran
ellas las que curaban las pequenñ as heridas y ahora todas se infectan y se vuelven graves.

- ¡¡Pues contratad un ejeí rcito de enfermeros!! - gritoí furioso el rey.


Pero los miles de enfermeros contratados no mejoraron nada. Y tampoco los economistas, sastres
o decoradores. Ni siquiera el descubrimiento de grandes minas de oro que permitieron al rey
contratar cuantas personas quiso. No encontraba la forma de sustituir totalmente a las madres.

Hasta que un díía, mientras paseaba, vio discutir a unos ninñ os. Los habíía visto jugar mil veces
como amigos, pero ahora discutíían con tanta ira y desprecio que el rey se acercoí para calmarlos.

- Tranquilos, chicos. Los amigos deben tratarse con maí s carinñ o ¿Es que por una sola pelea vais a
dejar de quereros?

Los ninñ os, avergonzados, detuvieron la pelea y se marcharon cabizbajos. Mientras se alejaban, el
rey les oyoí susurrar.

- Oye, ¿tuí sabes queí es eso de quererse? - dijo uno.


- Síí, claro, es un invento muy moderno de un amigo de mi abuelo - respondioí el otro hacieí ndose el
experto - Nos lo ensenñ araí n en la escuela dentro de un par de anñ os.

El rey lo comprendioí todo en un instante. Ahíí estaban todos los problemas del reino: ¡nadie
estaba ensenñ ando a los ninñ os lo que eran el amor y el carinñ o! Entonces pensoí en quieí n contratar
para hacer esa labor, pero no encontroí a nadie: era algo que siempre habíían ensenñ ado las madres,
y en eso nadie podríía sustituirlas.

Y arrepentido por su injusticia y dureza de corazoí n, mandoí buscar y contratar a todas las madres
que habíía expulsado, pagaí ndoles un altíísimo salario solo por hacer de madres. Y en poco tiempo
el reino resolvioí sus problemas y superoí ampliamente su antigua prosperidad.

Pero algunos tampoco tardaron tiempo en protestar al rey por estar pagando un salario a quienes
haríían gratis su trabajo de madres. Y el rey, para refrescarles a todos la memoria, decidioí retirar
su rostro de todas las monedas del reino, y sustituirlo por la imagen de una madre con su hijo, y
una inscripcioí n que decíía:

“Ni este ni ninguí n reino seríían nada sin el amor de sus madres.”
CANCIONES
Para todas la mujeres que van a ser o han sido yo no tengo a quieí n darle
madres - Canciones para dedicar a las madres el carinñ o que desde ninñ o
tuí me regalaste.
Ella es mucho mucho maí s que amiga míía.
Se parece maí s a míí que el mismo yo. Me acostumbreí tanto a ti
que cuando estoy con alguien
Ella calienta mi motor cuando se enfríía. quiero que sea como tuí
Y me levanta cuando caigo de dolor. y como tuí no hay nadie.
Ella no hace nada maí s y nada menos
que quererme exactamente como soy. Querida amiga - Pimpinela

Y acompanñ arme desde lejos y darme valor Querida amiga, tuí bien sabes que a veces
eso no es amor, es mucho maí s que amor. A pesar de todo me siento solo,
Querida amiga, esta carta que te escribo,
Es mi madre Soí lo es para decirte, quiero estar contigo,
la mujer que dio por míí su propia sangre, Querida amiga, a pesar de la distancia
y me parioí sin miedo es mi madre. Auí n conservo la fragancia de tu risa y tu alegríía,
Esa mujer que me aceptoí sin conocerme Querida amiga, dejaríía lo que tengo
y soí lo verme me adoroí . Por sentir soí lo un momento a tu mano en la míía,
Por una caricia querida amiga... madre míía...
Madre - Los Pecos
Madre, hoy te recuerdo maí s que nunca
Tu me conoces, Y mi corazoí n te busca,
a veces me derrumbo Madre, te quiero hacer tantas preguntas,
y es que sabes que soy mucho maí s deí bil que las Nada es faí cil sin tu ayuda,
aves, Madre, porque que tu vida fue mi vida,
mi vuelo es tan sencillo de abatir. Ese punto de llegada y de partida...
Madre, porque seraí s mientras yo viva
Y en esta tarde, El amor que no se olvida,
que vuelve a recordarme que ya es tarde, Madre, porque a mi lado has sufrido
me siento de repente que soy nadie. Cuando me has visto vencido,
y el fríío que ha llegado sin llamar. Madre, es tanto lo que yo te debo
Y nunca te he dicho te quiero...
Madre, quisiera conseguir en esta tarde,
las fuerzas necesarias para darte, PARA TI MAMÁ
los anñ os que luchaste para mi, Para tíí mamaí
hoy vengo a traerte
Madre, y en un verso darte
no temas si alguí n díía he de marcharme, mi canto de amor
auí n sigo los consejos de ese padre dulce madrecita
aquel hombre que nunca conoci. mil veces bendita
Maaadre, maaadre, maaadre, maaadre. para ti mis versos,

Madre - Camilo Sesto de salutacioí n


Ofrenda de mi alma
Ay madre... ay madre plegarias de un hijo
siempre cerca y siempre lejos que implora de inojos
ay madre... ay madre tu felicidad
no te olvido porque te quiero. Que el cielo te envííe
ventura infinita
Te hablo como amigo en tu santo díía
para ti mamaí .
POEMAS DIAS DE LA MADRE 3
DIVINA MADRE MÍA una caperuza roja
por contarme tantas veces
Divina madre míía el cuento que se me antoja.
tu amor es sacrosanto
pues tiene el dulce encanto Le regalo a mi mamaí
de excelsa melodíía. una colonia fresquita
por no soltarme la mano
Tuí me diste la vida cuando me duele la tripa.
con tierno amor profundo.
Eres Reina del mundo, Le regalo a mi mamaí
¡Madrecita querida! una armadura amarilla
que la proteja del monstruo
En tus brazos me acunaste, que espanta en mis pesadillas.
me abrigaste con tu pecho,
me dormiste en el lecho,
tu esencia me entregaste.

Eres mi Reina divina.


arrullo que me encanta,
mi Madrecita Santa,
tu pasioí n me fascina.

Adolfo Gonzaí lez Hernaí ndez


El Salvador, Centroameí rica.

RECUERDOS DE MI MADRE

Yo vi el cansancio en sus ojos


al final de la jornada,
tambieí n vi su fortaleza
y ternura en su mirada.

Su hermosura y su grandeza
en mi alma quedoí impregnada,
A MI MADRE escondíía sus tristezas
porque en míí siempre pensaba.
Le regalo a mi mamaí
una sonrisa de plata Festejaba mis progresos
que es la que alumbra mi cara con abrazos y caricias,
cuando de noche me tapa. y me envolvíía con sus besos,
apartando la injusticia.
Le regalo a mi mamaí
Con el tiempo descubríí YO ADORO A MI MADRE
el valor de sus consejos,
con mi madre yo aprendíí Yo adoro a mi madre querida,
la importancia del respeto. yo adoro a mi padre tambieí n;
ninguno me quiere en la vida
Cada una de sus palabras como ellos me saben querer.
las guardo en el corazoí n,
en míí quedaron grabadas Si duermo; ellos velan míí suenñ o;
¡y son una bendicioí n! si lloro, estaí n triste los dos;
si ríío su rostro es risuenñ o:
mi risa es para ellos el sol.

Me ensenñ an los dos con inmensa


ternura a ser humano y feliz.
mi padre para mi lucha y piensa,
mi madre ora siempre por míí.

Yo adoro a mi madre querida.


yo adoro a mi padre tambieí n;
ninguno me quiere en la vida
como ellos me saben querer.

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