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MAGALLANIA (Chile), 2015. Vol.

43(1):15-35 15

LA CARAVANA DE MUSTERS Y CASIMIRO. LA “CUESTIÓN TEHUELCHE” REVISITADA


POR EL ANÁLISIS DE REDES. PUNTA ARENAS–CARMEN DE PATAGONES, 1869-70

JULIO E. VEZUB*

RESUMEN

Durante 1869 y 1870 el oficial de la marina británica George Ch. Musters recorrió 2.750 km
desde el estrecho de Magallanes hasta el río Negro, integrando una caravana que encabezaba el cacique
Casimiro cuando la Patagonia era todavía un territorio autónomo. Mediante la sistematización de datos
de la crónica de Musters, provisto de herramientas informáticas para la elaboración de grafos, este
artículo se dedica al análisis de las redes sociales que los actores tejieron durante el viaje. A partir de esta
metodología se ensaya una discusión crítica de la etnología culturalista y su refutación parcial por los
autores que consideraron la identidad étnica “tehuelche” como el fruto de la imposición y la imaginación
coloniales. La hipótesis a confrontar es que la caravana de Casimiro puede comprenderse como un
itinerario geográfico, político, parental, comercial y guerrero que delimita los sentidos históricos que
asumió la identificación tehuelche en el contexto de los procesos expansivos del colonialismo y los estados
nacionales argentino y chileno.

PALABRAS CLAVE: Patagonia, Tehuelche, Casimiro, Musters, redes sociales.

THE CONVOY OF MUSTERS AND CASIMIRO. THE “TEHUELCHE ISSUE” REVISITED BY


SOCIAL NETWORKS ANALYSIS. PUNTA ARENAS - CARMEN DE PATAGONES, 1869-70

ABSTRACT

During 1869 and 1870 British naval officer George Ch. Musters traveled 2,750 km from the Strait
of Magellan to Río Negro, as a member of a convoy headed by cacique Casimiro when Patagonia was
still an autonomous territory. By systematizing data from Musters’ chronicle, and applying software for
graphs, this article focuses on the analysis of social networks woven by these actors during the journey.
Based on this methodology, the article poses a critical discussion of the culturalist anthropology and its
refutation by authors who considered the ethnic identity of Tehuelches as an imposition of the colonialist
imagination. The hypothesis is that Casimiro’s convoy can be understood as a geographical, political,
kinship, business and warfare itinerary which was defining the historical meanings of the Tehuelche

*
Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas, Centro Nacional Patagónico, Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (IPCSH-CENPAT-CONICET). Bd. Guillermo Brown 2915, (9120) Puerto Madryn, Chubut, Argentina.
vezub@cenpat-conicet.gob.ar
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identification during the context of expansive processes of colonialism and nation states of Argentina
and Chile.

KEY WORDS: Patagonia, Tehuelche, Casimiro, Musters, social networks.

LA “CUESTIÓN TEHUELCHE” Y LA plazo la caravana a la que éste acompañó durante


ETNOLOGÍA DE LA PATAGONIA catorce meses desde el estrecho de Magallanes
hasta el río Negro puede leerse como una secuencia
Para la controversia etnológica que se de malones y parlamentos, enfrentamientos y
ha dado durante los últimos veinte años entre alianzas, agregación y dispersión de fuerzas que se
los enfoques culturalistas e interaccionistas1, dio en el marco de los procesos formativos de los
probablemente, el caso “tehuelche” sea uno de estados nacionales chileno y argentino. Es decir, un
los que más fácilmente se ajusta en Sudamérica a itinerario geográfico, político, parental, comercial
lo que una u otra línea antropológica reconocería y guerrero que delimita los sentidos históricos que
como un “grupo étnico” en la más general de asumió la identificación tehuelche en el contexto
las acepciones, aquella que combina el énfasis del colonialismo europeo y republicano en el
en los procesos de construcción histórica de la marco de las pestes y los conflictos que provocaron
identidad con una serie de atributos genealógicos, una severa retracción demográfica desde el siglo
culturales y político-territoriales que se remarcan XVIII hasta fines del XIX.
para distinguirse de otros. A partir de esta premisa Si se parte del título del coloquio en el cual
ensayaré una revisión crítica doble, tanto de la se presentó una primera versión de este trabajo,
etnología culturalista como de su refutación parcial “Las sociedades indias entre las clasificaciones
por el paradigma de las “identidades impuestas”, etnográficas y las memorias colectivas”, se
que vio para el caso patagónico un conjunto puede discutir desde este estudio de caso que la
de clasificaciones aparatosas y rótulos étnicos disyuntiva que atraviesa o sitúa a las sociedades
imaginarios, atribuibles a los colonizadores del indígenas americanas sea precisamente esa. Antes
siglo XVI en adelante y sus continuadores, los bien, se trata de reflexionar sobre el modo en
antropólogos del siglo XX. que las prácticas clasificatorias intervienen en la
Concentrado en el caso tehuelche, con producción de memorias y a la inversa, discernir el
el objeto de visualizar la dinámica histórica que modo en que las memorias colectivas operan sobre
posibilitó el eslabonamiento de pequeños espacios las clasificaciones. De aquí se desprende el objetivo
sociales en los extensos espacios territoriales de de este artículo, releer a Musters para reconocer las
la región, compararé primero un par de mapas tensiones entre las clasificaciones etnológicas que él
etnológicos de corte culturalista con el mapa del recoge y su propio análisis histórico y sociológico a
itinerario de la caravana que unió Punta Arenas con medida que la caravana progresa. Esto será posible
Las Manzanas y Carmen de Patagones entre abril por la riqueza de sus observaciones y el registro
de 1869 y mayo de 1870, itinerario que tuvo a concreto de situaciones concretas que el etnógrafo
Casimiro a la cabeza y al inglés George Chatworth vivió participativamente como un capitán tehuelche
Musters como integrante destacado de la partida. más, diplomático y escriba de la partida que
Simultáneamente, pasaré por el filtro de conducían Casimiro y Orkeke.
las herramientas informáticas para el análisis de Historiográficamente, la discusión sobre la
redes sociales (ARS) los datos de la famosa crónica “cuestión tehuelche” tuvo su apogeo a mediados
de Musters. La hipótesis es que vista en el corto del siglo XX, centrada en el tópico de la extinción, el

1 Como deriva esencialista de la antropología cultural, el más atento a las condiciones históricas de la emergencia
culturalismo otorgó valor omnicomprensivo a los atributos de la alteridad y la etnogénesis, otorgándole carácter rela-
culturales y a los diacríticos definitorios de las “etnias”, sin cional y construido a la etnicidad. Para un tratamiento de
ocuparse de la “identidad étnica” ni tampoco de los pro- los antecedentes teóricos del problema, véase Poutignat y
cesos de “etnicidad”. El interaccionismo, en contradicción Streiff-Fenart (1995).
con dicha corriente a partir de los años cincuenta, estuvo
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relicto y las correspondencias entre etnia y nación, de los “Tehuelches Meridionales Australes” de la
estableciendo generalmente una asociación lineal sub-clasificación de Casamiquela, los “propiamente
entre los “araucanos” con Chile y los “tehuelches” Aónikenk”, del sur del río Santa Cruz hasta el
con la Argentina2. En lo fundamental, se trató de estrecho de Magallanes. Se trata precisamente de
un debate sobre clasificaciones etnológicas, basadas la gente que saldrá perdedora del primer conflicto
en tipologías raciales y fenotípicas como la estatura de 1869 que narraré más adelante, los que se
y la morfología craneana, los atributos culturales y subordinan con desgano a los vencedores Casimiro
las diferencias lingüísticas. Sin ahondar en detalles y Orkeke. En ese y otros trabajos puntuales, Martinic
consignaré simplemente que Tomás Harrington mostró que también hubo tehuelches en Chile,
en la “Contribución al estudio del indio Gunüna desmontando la visión de esta etnia como soporte
Küne” (1946), y Federico Escalada en El complejo exclusivo de la argentinidad sureña. Salvo Martinic,
tehuelche (1949), ordenaron con base etnográfica alguna excepción anterior (Boschín & Nacuzzi,
un panorama etnológico que ya estaba presente 1979), y nuevamente Casamiquela en un libro
en las contribuciones que los precedieron desde de publicación postergada sobre los “Tehuelches
fines del siglo XIX3. Estos autores distinguieron a Septentrionales” (2004), no se registraron
grandes rasgos entre dos etnias, los “tehuelches novedades mayores respecto de las intervenciones
meridionales” o aónikenk al sur del río Chubut, de mediados del siglo XX. En los últimos quince
y los “tehuelches septentrionales”, “pampas” o años Boschín y Nacuzzi cambiaron de paradigmas
gunüna küne con territorialidad entre ese río y el separadamente y con líneas divergentes, refinando
Negro. Entre estos dos grupos reconocieron un en un caso el seguimiento arqueológico, histórico
tercero prácticamente absorbido por los otros dos, y etnográfico de los procesos de construcción de
los teushen, con base en la cordillera del noroeste identidades socio-territoriales patagónicas durante
de Santa Cruz y el suroeste del Chubut. Más los siglos del contacto con los europeos y criollos
allá de las variantes y subdivisiones que después (Boschín, 2002, 2009; Boschín & Del Castillo,
divulgaría Rodolfo Casamiquela (1965, entre otras 2005), y optando en el otro caso por concebir
publicaciones), todos los que intervinieron en la las etnias como productos de naturaleza colonial
discusión sostuvieron que estas etnias hablaban (Nacuzzi, 1998).
lenguas distintas4. Según los estudios lingüísticos En general, desde los años noventa faltó
más recientes hay que remontarse 5.000 o interés por la problemática histórica tehuelche,
6.000 años para encontrar el tronco común a encontrándose pocos trabajos recientes además
los idiomas günün a iajüch y aonik’o ais de los de los mencionados. Esta carencia se hace
“septentrionales” y “meridionales” respectivamente manifiesta si se dirige la búsqueda hacia los
(Viegas, 2005, p. 63). autores que de distinta manera han confrontado
En una obra de vasto alcance, Los Aónikenk con la matriz culturalista, entre ellos Rodríguez &
historia y cultura, Mateo Martinic (1995) se ocupó Delrio (2000), parcialmente mis propios trabajos


2
Entre los muchos trabajos que se han ocupado de la críti- con los mismos rótulos que empleó Musters para diferenciar
ca del nacionalismo subyacente a los enfoques etnológicos entre “meridionales y septentrionales” del sur y norte del
pampeanos y patagónicos, se destaca el de Lazzari & Len- río Santa Cruz, y no del sur y norte del río Chubut como lo
ton (2000). harán Escalada y Casamiquela, incluyendo también una dis-
3
Entre las principales obras que conformaron el corpus etno- tinción entre dos lenguas. Cada subgrupo de los que había
lógico del tránsito del siglo XIX al XX, véase Moreno, F. P. señalado Musters coincide con los tehuelches “meridionales
(1876); Moreno, E. (1979); Lista (2006) [1894]; Lehmann- australes” y los “meridionales boreales” del último autor,
Nitsche (1922); y Outes (1928). Aunque de publicación si- según puede verse en los mapas reproducidos en la figura
multánea con los trabajos de Harrington y Escalada, debe 1 (Casamiquela, 1990, p. 27). Solo en una oportunidad a
considerarse el estudio de antropología física de Imbelloni lo largo del artículo recurrí a la distinción de Musters para
(1949), por su yuxtaposición con los criterios de las clasifi- describir el conflicto que estalla entre Cuastro (“meridional”)
caciones raciales y etnológicas. y las figuras que hegemonizan la misma partida tehuelche
4
La división entre “tehuelches meridionales” y “septentriona- (“septentrionales”). Los “tehuelches septentrionales” o
les” que quedó fijada por la etnología de mediados de siglo “Gününa Küne” de Casamiquela o Harrington son aquellos
XX, y en particular por Casamiquela, no se corresponde que Musters identifica como “pampas”.
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(Vezub, 2006, 2009; Vezub & De Oto, 2011), territorial hacia el sur. Barros recomendaba reunir
Rodríguez (2010), Bascopé (2012), y últimamente […] en dos grandes fracciones todos los
San Martín (2013). Estas contribuciones exploran grupos del Oeste, de acuerdo en ello con los
varios aspectos desde perspectivas diferentes, que vínculos ó relaciones que cada grupo independiente
van desde el cuestionamiento clasificatorio, los tiene con el uno o con el otro de los dos caciques
problemas representacionales y de los imaginarios principales que se disputan la influencia,
actuales, hasta los esfuerzos por historiar más Shayuequé y Reuque Curá. Los tehuelches del Sud
sistemáticamente el esquivo objeto de estudio los consideraré separadamente (destacado es mío)5.
“tehuelche” sobre el que faltan, indudablemente, Barros subraya la singularidad y
nuevos esfuerzos de síntesis. Se destacan las tesis excepcionalidad de los tehuelches sureños, que
doctorales de Rodríguez (2010, p. 90-98), que convencionalmente podría considerar aquí como
enfocada en las experiencias de autoafirmación “propiamente dichos”, distinguiéndolos de sus
de la identidad tehuelche incluye un análisis de la pares tehuelches del norte, los “Pampas” o
política de Casimiro a través de las observaciones “Quirquinchos” según la denominación que Barros
de Musters, y la de Bascopé, que centrada en la recogió de Francisco P. Moreno (Moreno E., 1979).
historia de la colonización de Tierra del Fuego y Barros agrega en su informe:
Magallanes abre perspectivas radicales para el
estudio de la historia regional en contextos globales Se sorprenderá V.E. del reducido número
que tienen por centro a los propios tehuelches. en que figuran los Tehuelches del Sud. Estos
Ambos trabajos constituyen antecedentes directos como los Pampas, hoy Quirquinchos, que han
de este artículo, y estimulan volver sobre fuentes disminuido rápidamente bajo la prepotencia de
como la crónica de Musters con preguntas los Araucanos; pero su aniquilamiento se ha
renovadas. precipitado en estos últimos años; haciéndose
De regreso al consenso de la década de una guerra de exterminio los Tehuelches del
1940, tanto Harrington como Escalada coincidieron Sud divididos en dos bandos; y contra uno y
que la “mezcla de sangre es completa” y que otro bando indistintamente, haciendo la misma
prácticamente desde mediados del siglo XIX “[…] guerra los Quirquinchos. Hoy mismo donde
no ha de encontrarse indio alguno de estirpe se encuentran dos indios, pertenecientes a
pura” (Escalada, 1949, p. 317-318). Aún así, distintos grupos, hay un muerto infaliblemente.
históricamente, los “tehuelches” fueron presentados
en la literatura especializada con el mayor grado de Retomaré más adelante los distintos
individuación, menor proliferación y superposición problemas que abre la cita de Barros. Ahora interesa
de rótulos, más certeza y homogeneidad que otros destacar dos aspectos, el primero es que el pacifismo
colectivos étnicos de la región pampeano-patagónica. tehuelche hace crisis al contrastar estos datos y los
Esta aparente estabilidad en la identificación externa, de Musters, que muestran características solo en
probablemente además en la definición de la identidad apariencia contradictorias, como ser la hospitalidad
propia, es un aspecto a interrogar con la metodología y afabilidad con los huéspedes y las lógicas
propuesta para este trabajo. Y esta capacidad de centrífugas de la “guerra primitiva”6, las matanzas
reconocimiento se ratifica si se revisan las perspectivas entre cónyuges y parientes, los enfrentamientos al
de los observadores directos. Entre ellos el primer interior de las pequeñas partidas. El segundo aspecto
gobernador de la Patagonia Álvaro Barros, quien a destacar de la cita es que para Barros, al igual
le propuso al ministro de Guerra y Marina Julio A. que para otros contemporáneos bien informados,
Roca en su informe del 1 de enero de 1879 cuál sería los tehuelches eran fácilmente identificables desde
la política más efectiva para prolongar la expansión el punto de vista socio-territorial por encima de las


5
Informe del gobernador de la Patagonia Álvaro Barros al mi- como la institución que garantiza la indivisión interna de la
nistro de Guerra y Marina Julio A. Roca, 1 de enero de 1879 comunidad, impulsora hacia el exterior de las fuerzas centrí-
(Museo Histórico Regional “Emma Nozzi” de Carmen de Pa- fugas que dificultan la conformación del Estado. Lejos de ser
tagones, legajo Isaías Crespo, sobre Nº 5 doc. Nº 4448). un síntoma de irracionalidad, Clastres la entiende como una

6
Clastres (1981, p. 213-215) caracterizó la “guerra primitiva” estrategia para evitar la consumación del poder.
LA CARAVANA DE MUSTERS Y CASIMIRO 19

premisas ideológicas o los intereses y necesidades que reduzcan los márgenes de generalidad, en
que motivaran las caracterizaciones. También, que este caso, sobre los conflictos por el control del río
las claves para conocer la historia y el presente de Negro durante las primeras décadas del siglo XIX.
los tehuelches eran principalmente de índole política Esos enfrentamientos ocupaban un lugar destacado
y contingente, basadas en actores singulares, por en la memoria de los compañeros de Musters, tal
encima de los mapas y generalizaciones que fijarán como se los contaron cincuenta años después de los
las etnologías del siglo XX. Aparece aquí uno de los acontecimientos, mostrándole incluso el paraje de
tópicos frágiles del paradigma de las “identidades una de las antiguas batallas:
impuestas” tal como lo concibió Nacuzzi (1998),
quien identifica mecánicamente y sin solución de Los indios llaman Senguel a ese lugar,
continuidad las percepciones de los colonizadores, que fue la escena de un gran combate entre los
expedicionarios y viajeros de los siglos XVIII y XIX con tehuelches y araucanos hace muchos años, y
las simplificaciones posteriores de los antropólogos todavía blanquean en el llano vestigios de él en
del XX. Aunque estos hayan tomado a aquellos como forma de huesos y calaveras (Musters, 1964, p.
fuentes legitimadoras de sus generalizaciones, las 155).
crónicas de Cox (1863), Claraz (1988) [1865-1866]
e incluso Moreno (1876) muestran que Musters no Ya se mencionó que el gobernador Barros
fue el único observador sensible a los acontecimientos fue bastante preciso en sus observaciones como
en que participaba. operador, lo mismo que Musters, informado como
Entre los estudios actuales, aunque no se hayan estaba que “Las relaciones entre los tehuelches o
ocupado de la “cuestión tehuelche” directamente, tsonecas de la Patagonia y los indios araucanos
Villar y Jiménez bordean elegantemente el problema de Las Manzanas no habían tenido antes, de
de las clasificaciones: ninguna manera, un carácter pacífico” (Musters,
1964, p. 184). Que los tehuelches eran vistos como
[...] en la década de 1820, los indígenas grupo individualizable lo reflejan los tratados que el
genérica y ambiguamente llamados Tehuelche gobierno argentino suscribió en 1865 y 1866 con
en las fuentes documentales perdieron su los caciques, entre ellos Casimiro, en representación
control sobre Choele-Choel y el curso medio de una entidad colectiva definida como “Pueblo de
y bajo del Río Negro a manos de “indios los Teguelches” o “Chegüelchos”, tratados que tenían
chilenos” apoyados por operadores de armas por objeto la formación de una “Colonia Tegüelcha
de fuego, que los diezmaron (2003, p. 142, en el Puerto San Gregorio”, etc.7.
destacado mío). Veamos ahora los mapas de Casamiquela
(1990) sobre la “Evolución del poblamiento indígena
Vale decir, Villar y Jiménez advierten la en tiempos hispánicos (siglos XVIII y XIX)”, una de
imprecisión característica de algunas fuentes y la las versiones cartográficas más claras del paradigma
temprana nacionalización de las distinciones étnicas, culturalista y difusionista al influjo de criterios
pero parecen subestimar la operatividad que las nacionalistas (Fig. 1).
identificaciones tendrían para los propios actores, Conforme a la legislación toda publicación
indígenas e hispano-criollos, sin ahondar en qué nacional de cartografía argentina debía contar con el
medida esas fuentes pueden combinarse con otras visto del Instituto Geográfico Militar8, lo que generó

7
Ver los tratados con los caciques Francés o Francisco y mantenido la ley 22.963 de 1998 que establece en su artí-
Casimiro Biguá, suscriptos en Buenos Aires en julio de culo 1º que “La representación del Territorio Continental,
1865 y julio de 1866 respectivamente. Ambos documen- Insular y Antártico de la República Argentina, editada en
tos están transcriptos en Levaggi (2000, p. 350-357). el país en forma literaria o gráfica con cualquier formato y

8
Desde 2009 pasó a depender directamente del Poder Eje- finalidad, así como la proveniente del extranjero destinada
cutivo con la nueva denominación de Instituto Geográfico a ser distribuida en el país, deberá ajustarse estrictamente a
Nacional (IGN) según el decreto presidencial 554/2009, la cartografía oficial establecida por el Poder Ejecutivo Na-
aunque el criterio nacionalista e incluso militarista con el cional a través del Instituto Geográfico Militar”. Al respecto,
cual se supervisan los mapas no ha variado, incluso se ha véase la página oficial del IGN, http://www.ign.gob.ar
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Fig. 1. Mapas con la clasificación etnológica de los siglos XVIII y XIX según Casamiquela (1990, p. 27).

mapas como éstos, que tuvieron que agregar las soberanas del estado conforme a la normativa. Al
islas Malvinas y la Antártida incluso en la cartografía observar ambos mapas se visualizan recurrencias
de períodos previos a la existencia de la República como la correspondencia entre las divisiones
Argentina, al costo de confundir la representación étnicas y jurisdiccionales, la naturalización de la
de procesos que no tuvieron lugar en dichas áreas cordillera de los Andes, los ríos y otros accidentes
ultramarinas. Pero estos requisitos legales no fueron físicos como límites infranqueables salvo para
una contradicción para los etnólogos nacionalistas los vectores de invasión-difusión, el esbozo de
en la medida que compartían esta ideología, áreas étnicas con fronteras precisas a semejanza
identificando la etnia con las proyecciones de las provincias y las naciones, el desinterés
LA CARAVANA DE MUSTERS Y CASIMIRO 21

por completar el mapa “allende los Andes” con la economía y el colonialismo como factores de
excepción de los procesos de “tehuelchización” transformación de los territorios.
y “araucanización”, etc. Se presenta el cambio Las objeciones que se hicieron a estos
social como fruto de presiones étnicas, y esto se planteamientos durante los años noventa no
mezcla con curiosidades como la desaparición de perturbaron radicalmente el panorama culturalista
los tehuelches en la región magallánica de lo que y difusionista que alimentaba estos mapas. Incluso
será Chile en el siglo XIX. Complementariamente, intervenciones sustanciales como las de Boccara
la “tehuelchización” se extiende a los lagos Viedma (2000, 2003) se simplificaron al proyectarse
y Argentino, anticipando la incorporación de sobre el caso patagónico, asumiendo la fórmula
esta región al territorio nacional que recién se de las “identidades impuestas” de Nacuzzi, sin
dará a partir de 1880, período posterior al que advertir que esta versión argentina incorporaba sin
supuestamente ilustra el segundo de los mapas. mayor procesamiento la discusión más profunda
Se concluye de ello que la sincronía y la diacronía con el esencialismo antropológico que afrontó
entre la evolución etnológica y los procesos la academia francesa durante dicha década.
de configuración de los estados nacionales Precisemos entonces la crítica. A propósito de
están completamente desajustadas en estas Eugenio Alcamán, Boccara escribió que este último
representaciones cartográficas. autor
Algunos de los procesos que se
generalizan a través de estos mapas, como ser la Induce su investigación hacia un micro-
“hegemonización de los tehuelches meridionales análisis que privilegia la reconstrucción de
australes sobre los boreales”, no mostrarían otra las redes de alianzas egocentradas por sobre
cosa que cambios más o menos acotados en la los grandes rótulos que tienden a postular
territorialidad y el relacionamiento de los grupos, la existencia de macro-unidades étnicas
o bien ajustes en los liderazgos en el corto plazo, (tehuelche, puelche, poya, pehuenche,
antes que confrontaciones étnicas en la larga pampa, picunche, etc.) que quizá nunca
duración, o transformaciones étnicas con algún hayan existido (Boccara, 2000, p. 29,
sustrato cultural propio. destacado mío).
En síntesis, la falta de actores con nombre
propio -salvo Calfucurá- se combina en los mapas Boccara acierta con la necesidad de estudiar
de Casamiquela con la ausencia de toda referencia el tejido de redes ego-centradas, que es lo que
a los enclaves hispano-criollos (Fuerte Bulnes o se ensaya aquí a propósito de Casimiro y sus
Punta Arenas, Carmen de Patagones y la colonia compañeros mediante el ARS y la cartografía. Mi
galesa del Chubut) que tuvieron una participación diferencia es con la segunda parte de su sentencia,
influyente en la evolución del poblamiento vale decir con la conjetura sobre la existencia o
patagónico, justamente en “tiempos hispánicos” inexistencia de las identidades étnicas. Al plantear
como los que se aduce representar. Tampoco se el problema en términos ontológicos se pasa
desprenden preguntas en esta gráfica sobre los por alto el modo en que las construcciones y los
asentamientos estables de población indígena artefactos ideológicos intervienen en el modelaje
como Las Manzanas del sur del Neuquén, que social, y cuál era el rol activo de aquellos que
oficiaban como foco atractivo para los caravaneros eran identificados de una u otra manera. Como
tehuelches anteriores y contemporáneos a Casimiro. lo planteé con anterioridad (Vezub, 2009), las
Precisamente, la clase de hinterland colonial “macro-identidades” que consagraron las narrativas
que Boccara (2005) definió como “verdaderos etnológicas de la primera mitad del siglo XX
laboratorios de las hibridaciones interindígenas tuvieron en realidad una escala bastante “micro”.
y componente esencial en la estructuración de Esto se refuerza en el caso puntual por el historial
los nuevos espacios macrorregionales”. Prima en de crisis demográficas, pestes y guerras entre y con
cambio la fijación de espacios sociales estancos por tehuelches que acontecieron a partir del siglo XVIII,
sobre la dinámica contingente de los itinerarios. precisamente en las interacciones y conflictos
O bien, un dominio de lo étnico sobre la política, que fueron el crisol para esta manifestación de la
22 J. VEZUB

identidad pan-patagónica. los indígenas” (1964, p. 47), luego de desembarcar


Entonces, se han confundido agrupamientos en Punta Arenas procedente desde Port Stanley,
demográficamente acotados, pero que ejercían en las islas Malvinas9.
una territorialidad extensa y discontinua, con la Lo cierto es que según los cálculos de
imposición colonial de grandes pueblos ficticios. Rey Balmaceda (1964, p. 34) este oficial de la
Para superar este déficit, propongo estudiar con marina británica, autor de At home with the
herramientas nuevas la dinámica histórica que Patagonians, recorrió 2.750 km desde Punta
posibilitó el eslabonamiento de pequeños espacios Arenas a Carmen de Patagones entre 1869 y
sociales y redes ego-centradas en los extensos 1870. Como ya lo propuse, leeré esta caravana
espacios territoriales de la Patagonia. Comparto desde el estrecho como una secuencia de
como premisa la prevalencia de las “cadenas de enfrentamientos, alianzas, malones y parlamentos
sociedades” e “identidades interdigitadas” sobre que delimitan los significados de pertenencia
el “paisaje cultural hecho de segmentos” que históricos que se atribuían a los tehuelches en
caracteriza Boccara (2003, p. 89). Si el paradigma aquel contexto. Itinerario que coincidía con la
de las “identidades impuestas” ha trazado una dinámica de agregación poblacional en primavera
relación demasiado lineal entre la escritura de los y verano para afrontar la temporada de cacería
viajeros exploradores del siglo XIX y el uso que le que se daba durante los meses de la parición
dieron las etnologías posteriores, se trata ahora de guanacos. Bajo esta premisa se organizó la
de leer las viejas crónicas liberándolas de los filtros partida durante el mes de agosto en el “Frequent
histórico-culturalistas, desatando la potencia de sus Winter Quarters of Tehuelches” sobre el río
enunciados. Chico (referencia 3 del mapa de la Fig. 2), pero
también conforme a otra preocupación principal,
LOS HITOS DEL VIAJE Y LA EVOLUCIÓN la gestión de la política y el comercio en la larga
DE LAS ALIANZAS CONFORME AL ARS ruta que unía provisoriamente el enclave chileno
magallánico con el argentino de la desembocadura
No se ha comprobado que Musters del río Negro, “haciendo camino al andar” como
fuera un informante de la corona, pero tanto reza la sentencia poética, proponiendo una
los temas que fueron objeto de su observación perspectiva dinámica en reemplazo de la estática
como las conferencias que brindó al regresar en predominante en las cartografías etnológicas
las principales sociedades científicas permiten como la que ya se mostró de Casamiquela.
conjeturar que sí (Musters, 1870-1871 y 1872). Según estas modalidades de viaje, impuestas
Más allá del rol de agente encubierto que pudiera por sus compañeros, Musters se integra a una
cumplir, los datos y los análisis suministrados serán partida que estaba conformada por familiares
especialmente aprovechados quince años más y allegados, además de prófugos del presidio
tarde por los capitalistas británicos que obtuvieron de Punta Arenas que habían sido capturados y
concesiones para la colonización de tierras. En el reducidos a servidumbre por los jefes tehuelches.
ínterin, Musters daría explicaciones banales sobre Todos estos sujetos heterogéneos se suman
las motivaciones para penetrar el interior del país voluntaria o compulsivamente, después de dirimir
patagónico, como propias de un explorador free enfrentamientos, a medida que el grupo inicial
lance, que estimulado por las lecturas de Darwin y evoluciona en el ciclo viajero de aproximadamente
Fitz Roy buscaba cruzar el territorio de sur a norte dos años, y que se repetía desde la fundación
agregándose a alguna de las “partidas errantes de española de Carmen de Patagones en 1779 con

9
Musters se comporta con sus lectores tal como lo había quería bien a los indios, pero que estaba visitando esos
hecho con sus interlocutores, suministrando información a lugares por gusto solamente, dijo que no era un mucha-
medias sobre las motivaciones del viaje. Así, cuenta que al cho para que lo engañara así nomás; pero como hiciera
conocer a Quintuhual, “[...] al principio me trató con gran luego una pesquisa privada al respecto, en seguida cam-
desconfianza, y cuando en respuesta a sus averiguacio- bió de tono, se mostró lo más cortés conmigo y no se
nes sobre lo que era yo y por qué estaba allí, supo que cansaba nunca de hacerme preguntas sobre Inglaterra y
me encontraba al servicio del cacique de Inglaterra, que los ingleses” (1964, p. 273).
LA CARAVANA DE MUSTERS Y CASIMIRO 23

Fig. 2. “Map of Patagonia Showing Captn. Musters Route”. Conversión a imagen Raster con Quantum
Gis 2.2.0. Elaboración: Lic. Santiago Peralta González.
24 J. VEZUB

la política de los agasajos, reforzada durante los políticos a mediados del siglo XIX.
tiempos de Juan Manuel de Rosas con el objetivo de A la irrupción de los nombres propios de
recibir raciones de ganado, alcohol, yerba, tabaco, los jefes guerreros Musters adiciona el criterio
galleta, vestimenta y uniformes que los gobiernos de la “ruta”, la rastrillada, la traza o la huella,
bonaerenses y argentinos les entregaban periódica que se destaca desde el título que le dio al mapa
o mejor dicho irregularmente a los contingentes en la edición de 1873. Para el ARS que aquí se
indígenas que visitaban el enclave del río Negro. plantea, los jefes y sus familiares son los nodos que
Musters también presenta información se relacionan entre sí a lo largo del camino donde
etnológica, y no en vano, la antropología “los puntos de agua, de vivienda, de asamblea”,
patagónica lo consideró durante más de un al decir de Deleuze y Guattari (1988, p. 384), se
siglo como uno de los principales antecedentes. subordinan al trayecto en la medida en que cada
Como ha señalado Rodríguez (2010, p. 94), punto “[...] sólo existe para ser abandonado, y todo
Musters tiene conciencia de “[…] las grietas y punto es una etapa y sólo existe como tal”. Por
limitaciones de su sistema clasificatorio”, “[…] ello, cada “hito” de la caravana que se describe no
exponiendo la inadecuación de taxonomías se resuelve en una localización única, sino en los
que intentan aislar entidades ‘puras’”. Con segmentos del “trayecto”. De aquí el sentido tan
estas salvedades, se observan en el mapa una políticamente deleuziano que el término “paraje”
serie de rótulos étnicos que están impresos adquiere en el lenguaje patagónico cotidiano.
sobre la representación del territorio, y la Como cómputo demográfico y visión de la
territorialidad de las etnias, para registrar las configuración sociopolítica de las jefaturas y las
diferentes identidades regionales. De sur a norte, distinciones étnicas, Musters detalla que:
la carta indica el señoreo de los “Southern
Tehuelches”, los “Mixed Northern Tehuelches Hecha abstracción de estos indios
and Pampas Indians”, entreverados con los (pampas y araucanos), el número de tehuelches
“Quintuhual & Foyel’s Warriors Indians”, puros, tanto del norte como del sur, no excede
los “Manzaneros” y las “Tribes of Warriors or de 1.500 hombres, mujeres y niños, según el
Araucanian Warriors”. Estas denominaciones total de guerreros válidos determinado en la
no se circunscriben con manchones ni época en que la unión de todas las partidas,
esferoides cerrados, como se ve en los mapas concertada con fines políticos durante mi viaje,
característicamente etnológicos que subestiman me dio una oportunidad para computarla con
el papel de los contactos en la construcción de exactitud. Fuera de las dos grandes divisiones,
las identidades10. Un detalle a notar entre los septentrionales y meridionales, las subdivisiones
rótulos de territorialidad que Musters marca en el en tribus que se dan a menudo son imaginarias,
mapa es que la de Quintuhual y Foyel es la más o tienen su origen en los nombres de los jefes
incierta de todas desde el punto de vista étnico, temporarios. Tampoco es muy apropiado
los denomina “Indios Guerreros” refiriéndose el término clan para designar las partidas
alternativamente a ellos como “araucanos”, nómadas, compuestas de elementos reunidos
“manzanares” e incluso “Chenna”, nuevamente por la costumbre y a veces por la casualidad
“Guerreros” en lengua tehuelche. Mucho se (1964, p. 258, destacado mío).
puede conjeturar sobre esta convivencia de
criterios en un mismo texto y en el mapa que Musters realizó estas observaciones cuando
lo ilustra, pero una conclusión primaria que no pudo contar dicho número de personas en un
desentonaría con los dichos de Harrington y momento avanzado de la agregación de fuerzas
Escalada sobre lo avanzado del mestizaje para durante el viaje, probablemente la casi totalidad de
la época es que todas estas identificaciones la población tehuelche políticamente organizada.
les cabían a estas personas a la vez, y que los Mediante los destacados subrayados quise resaltar la
criterios de agrupamiento eran crecientemente importancia de los nombres propios en la identificación

Otro caso arquetípico de “mapa etnológico” renuente a


10
representar territorialmente los grupos étnicos se encuentra
considerar la alteridad y el contacto como premisas para en Fernández (1998, p. 37).
LA CARAVANA DE MUSTERS Y CASIMIRO 25

de las diferentes partidas que no estaría sujeta al clan fuerzas que dieron inicio a la caravana. El segundo
ni al linaje, en un proceso diferente al que se ve en conjunto de hitos para la agregación de fuerzas
las prácticas de recordación familiar como las del líder transcurrió en la porción oeste de las actuales
manzanero Saygüeque, siendo la dinámica política provincias de Chubut y Río Negro, entre los
antes que la “etnia” lo que cohesiona o fragmenta a parajes de Genoa, Tecka y Geylum (referencias 4,
cada grupo. Se nota una apreciación de la condición 6 y 10 del mapa de la Fig. 2). Fue en ese trayecto
contingente, temporal e incluso “imaginaria” de la donde se configuró la alianza de jefes que ingresó
representación de las alianzas donde conforme a inmediatamente después a parlamentar en el País
sus constataciones Musters concluye que “[…] estos de Las Manzanas del Neuquén.
indios no rinden vasallaje en ninguna forma a He volcado a la base de datos -de la cual
ningún cacique, como Callfucurá o cualquier otro, cada grafo es una proyección selectiva- toda la
aunque pueden convenir en obedecer a un jefe, a información que proporciona Musters sobre los
Casimiro por ejemplo; tampoco están unidos entre integrantes de la partida original, seguramente
sí políticamente como los pampas o araucanos, incompleta pero bastante minuciosa, y que
sino por medio del matrimonio o la asociación permite identificar a prácticamente todos los
voluntaria” (1964, p. 258). actores principales, hombres y mujeres, que se
Metodológicamente, el paso siguiente es reunieron en 1869 para organizar el viaje en el
procesar las explicaciones de Musters acerca destacamento y factoría lobera de Luis Piedra
de una dinámica social que estaba al influjo del Buena en la isla Pavón del río Santa Cruz11.
habitus, pero que también estaba sujeta a los Sobre la composición del contingente inicial
comportamientos aleatorios y la casualidad. Para que partió del campamento de invierno sobre el
ello mostraré grafos que facilitan la comprensión río Chico, Musters (1964, p. 124) comenta que:
de las redes, la distinción de subgrupos y clusters,
la medición de distancias entre los actores y sus Los diversos destacamentos estaban
grados de intermediación o centralidad. Este todos reunidos entonces, y la partida
intento de reconstruir una historia en escala 1:1 representaba en total, aparte de los chilenos
quizás parezca desmesurado, pero se ve favorecido y de mí, dieciocho fornidos tehuelches o
por el universo relativamente circunscripto que patagones, con un número proporcionado
ofrece la crónica de Musters, donde se apunta de mujeres y criaturas. Los más importantes
y caracteriza a prácticamente todos los actores eran Orkeke, el cacique actual, y su hermano
políticamente relevantes del espacio tehuelche de Tankelow, que poseía el número de caballos
1870 en el marco de una demografía acotada a más considerable; Casimiro, cuyo gobierno
3.000 individuos. era todavía una posibilidad, Camilo,
Este análisis está concentrado en los Crime, Cuastro, Cayuke, etc. Hay que citar
hitos claves del itinerario para la evolución de el nombre de uno más: Waki, perfecto
las alianzas y los enfrentamientos. Para ello se hércules por sus formas, sujeto enteramente
presentan grafos como si fueran radiografías de bondadoso, con quien nos hicimos grandes
dos coyunturas críticas en las que se resolvieron amigos. De todos estos hombres que estaban
enfrentamientos y acuerdos. La primera en el campamento de río Chico el 15 de
corresponde al tramo entre el río Santa Cruz y el agosto, sólo ocho sobrevivirían al llegar al
campamento cercano de los tehuelches sobre el río río Negro […] Las disensiones secretas que
Chico (referencias 2 y 3 de sur a norte en el mapa antes de mucho iban a poner en peligro la
de la Fig. 2). En ese segmento se concentraron las seguridad de todos nosotros estaban ocultas

11
Luis Piedra Buena fue un marino oriundo de Carmen de públicos y privados por el Atlántico sur, el litoral patagóni-
Patagones, que al servicio del gobierno argentino, y en vir- co y las islas Malvinas, siendo el comercio y la diplomacia
tud de una concesión otorgada por éste, instaló en 1866 con los tehuelches una de las actividades principales que
una colonia o factoría lobera en la isla Pavón, próxima a la desarrolló desde la factoría, además de las tareas de nave-
desembocadura del río Santa Cruz. Desde allí realizó em- gación, rescate y reparación de embarcaciones (Entraigas,
prendimientos y exploraciones que combinaban asuntos 2000).
26 J. VEZUB

Fig. 3. Actores y relaciones de la caravana encabezada por Casimiro y Orkeke al partir del río Chico.
Grafo elaborado con Gephi 0.8.2 Betha.

todavía, y todos parecían ser buenos amigos. (Hux, 1991, p . 213) o “voluble”, aunque Martinic,
En su totalidad se alojaban en cinco toldos autor del segundo calificativo, da una explicación
(1964, p. 124, destacado mío). más atenta a las propias determinaciones de los
actores al afirmar que “[...] a los aónikenk nada
Son varias las observaciones que surgen les importaba uno u otro país. Ellos no tenían
del extracto y el grafo resultante del análisis otra patria que ese áspero solar estepario que
de los datos. Orkeke y su hermano Tankelow habían heredado de sus antepasados y al que
son los propietarios de la mayor cantidad de amaban con pasión”. Martinic aporta además
caballos y por ello los hombres más ricos, al un diagnóstico certero de la circunstancia en que
menos coyunturalmente. La situación económica Musters se asocia a la caravana, planteando que
de Casimiro es más modesta, pero debe sus éste “[...] encontraría a Casimiro con escasa o
expectativas políticas a la proliferación de ninguna autoridad, aunque disfrutando todavía
lazos de parentesco y alianza, a su prestigio y de cierta fama ultratrerritorial” (Martinic,
habilidad diplomática, centrales para la “historia 1995, p. 123-129), prestigio este que estaba
internacional de Casimiro”, si se la piensa como basado en los tratados suscriptos durante los años
una biografía política que transgrede límites anteriores que le daban base a su vez a sus nuevas
nacionales, chilenos y argentinos, para situar al aspiraciones.
personaje en un haz de relaciones que incluye Vemos de nuevo la exterioridad soberana de
actores europeos, principalmente británicos y los principios políticos y las estrategias autónomas
falklanders, o malvineros (Bascopé, 2012). El de Casimiro, situado en el vórtice de las ofertas
tema de la diplomacia de Casimiro fue motivo de y posibilidades que le abrían sus contactos con
malestar para las autoridades argentinas y chilenas los enclaves nacionales de Punta Arenas, isla
por su ambigüedad al trabar relaciones, rubricar Pavón, Carmen de Patagones, la recientemente
tratados, recibir agasajos, grados militares, fundada colonia galesa, los experimentos
uniformes, banderas y salarios de ambos países. misionales británicos y, por supuesto, las vastas
Cada tradición historiográfica lo trató de “mañoso” redes indígenas pan-patagónicas en las que estaba
LA CARAVANA DE MUSTERS Y CASIMIRO 27

inserto12. En este sentido, la relevancia de Musters que ponderé cuantitativamente al cargar estos
como secretario político es un indicador tanto de datos en la base, al igual que al caracterizar las
la capacidad de captación como de la heterodoxia relaciones del resto de los actores. Por ello el grosor
de Casimiro. de las aristas vinculantes es una función variable
El grafo de la Fig. 3 representa la red de de la importancia de cada relación (Ejemplo, las
actores y relaciones al momento de la partida de la aristas que conectan esposos y esposas o padres e
caravana desde el cuartel invernal del río Chico, a hijos son más gruesas que las que unen a cuñados
mediados de agosto de 1869. No se trata de una o allegados). El tamaño de cada nodo depende
ilustración ni de una recreación a partir de ideas de la cantidad y el peso de los lazos de cada
previas sobre la morfología de la caravana, sino el actor, mientras que las relaciones o aristas están
resultado de procesar cuantitativamente los datos. representadas con líneas curvas en el sentido de las
Por ejemplo, ponderando el peso de cada relación agujas del reloj, o contra-reloj, según la dirección
o la capacidad de intermediación de los actores, de cada asociación, aunque en este análisis se trata
distribuyéndolos espacialmente y coloreándolos principalmente de relaciones no dirigidas entre los
según la intensidad de los lazos. actores.
Cuatro de los individuos anónimos que Los vínculos conflictivos o negativos están
Musters identifica como “tehuelches” aparecen representados por aristas rojas. Y los positivos o
desconectados en un extremo de la red, ya que indicativos de subordinación están trazados de
la crónica no informa sobre las relaciones que celeste. Cuastro, el único actor “rojo”, concentra
pudieran tener entre sí ni con el resto (grises). Se la casi totalidad de las enemistades: mata a Juana
distinguen dos conjuntos mayores de familiares y la hija de Casimiro y a Camilo. Él mismo es
agregados encabezados por Orkeke y su hermano lanceado por Cayuke en la batalla cuerpo a cuerpo
Tankelow (verdes), y por Casimiro (azules). Los entre los “meridionales” que encabezaba y los
primeros tienen esclavizados a tres desertores del “septentrionales” del río Santa Cruz de Casimiro y
presidio de Punta Arenas (violetas), Orkeke es Orkeke. Incluso después que los dos grupos pacten
hasta ese entonces el jefe, y Casimiro cuenta en sus la tregua será asesinado el hermano de Camilo
toldos con varios habitantes asociados, la familia como secuela del ciclo vengativo. Una cuestión que
de “Kai Chileno” (celeste), la “vieja sordomuda” y no se advierte fácilmente si se sigue la literalidad
el desertor Meña, que dada su buena conducta y de la crónica, es la dinámica interpersonal que
habilidades se le confían funciones de secretario. tuvieron estos conflictos, que no se explican
Musters y los dos hombres que él considera con un criterio étnico ni tampoco con la lógica
como sus mejores amigos, Waki y Cayuke, están supuestamente estructural del parentesco. Ello
identificados con el mismo color amarillo que él y resulta razonable en contingentes tan chicos que a
la hija “bruja” del segundo de estos caciques. El su vez son la resultante de agregaciones estacionales
trío ayuda a mejorar las relaciones entre Orkeke y o políticamente coyunturales, que en este caso se
Casimiro, influyendo positivamente en el equilibrio resolvieron inmediatamente después de la batalla
interno de las fuerzas tehuelches. mediante una “gran consulta” donde “[…] se
Se nota cierta dinámica autónoma entre decidió que se olvidaran todas las disputas y que
el viajero inglés y estos dos personajes que son saliéramos en seguida a reunirnos con los otros
positivamente valorados en el relato, aspecto este indios” (Musters, 1964, p. 159). De esta manera,

Rodríguez (2010, p. 96-97) destaca que Musters atribuía


12
que habían mejorado a los del gobierno chileno, y con la
razones instrumentales a los “móviles de Casimiro”, “[…] factoría de lobos de Piedra Buena demostrando siempre
cuyas estrategias involucraban indígenas y funcionarios ‘el deseo de captarse la amistad de los visitantes ingleses
estatales chilenos y argentinos”, además del intento por a la Patagonia’”. Rodríguez (2010, p. 97) plantea también
“[…] consolidar su propio poder y redes de influencia que la historiografía nacionalista “[…] ha considerado a
construidas mediante vínculos matrimoniales con otros Casimiro como un defensor de la soberanía que hacía
caciques (seis en total), entre los que se encontraban flamear la bandera cada vez que podía, silenciando así
Rouke y Calficura”, buscando “[…] la estabilidad del co- la propia historia indígena, sus estrategias políticas y la
mercio y los beneficios que resultaban de alianzas con el capacidad de los caciques para negociar de acuerdo a las
gobierno de Buenos Aires (raciones de ganado y salario), conveniencias del contexto”.
28 J. VEZUB

los derrotados aceptaron una subordinación que precisiones sobre cuál de los bandos integrara durante
nunca se resolvería del todo bajo el mando de los la batalla14. Sin embargo, una vez que la gente de
triunfadores. Debe aclararse que Cuastro es el único Cuastro es derrotada y acepta subordinarse, Crime
actor representado con rojo porque la crónica no es fundamental para el equilibrio. Musters no describe
proporciona datos sobre la identificación del resto el alcance de sus redes pero informa que Crime
de los “indios meridionales” que lo secundaban. capitaneaba una población numerosa de diez toldos15,
Pero su ubicación en el centro de una red “enemiga” que se maneja con autonomía pese a ser allegado a
proporciona una imagen similar a la que sí provee Casimiro, y que es un actor atrayente para terceros
el relato del combate en que es aislado, rodeado al punto de permitirse abandonar transitoriamente
por los que claman venganza, y ultimado por los la caravana por la invitación de los “araucanos” o
crímenes de Camilo y la hija de Casimiro13. “manzanares” de Quintuhual: “De acuerdo con esto,
Frente al liderazgo de las dos figuras Crime, rico entonces en caballos y avíos, porque
principales, Orkeke y Casimiro, en una coyuntura había recibido muchos regalos, se despidió de
donde se dirimían las posibilidades de acumulación nosotros y partió con una imponente cabalgata”
de poder y prestigio que transformarían a los (1964, p. 203).
liderazgos en jefaturas, resuenan las palabras de La alianza entre Orkeke y Casimiro tiene un
Cuastro, que al desangrase exclamó “muero como historial preexistente a su conocimiento con Musters,
he vivido, no me manda ningún cacique”. Se y está plagada de tensiones, desconfianza y disputa
evidencia a través del grito póstumo que lo que por el liderazgo. En este marco competitivo entre
estaba en juego eran las resistencias personales a los dos caciques, la mediación del inglés es central
la emergencia de cualquier clase de soberanía entre para que los acuerdos se mantengan mediante
los caciques, hasta entonces iguales, en un proceso gestos compensatorios que equilibran los celos.
donde las relaciones de poder se distorsionaban Decisiones delicadas como la de mudarse al toldo
por la cercanía y el roce con los estados nacionales. de Casimiro hicieron peligrar esta intermediación:
Otro resultado que emerge recién al combinar “Mi honorable posición de secretario y árbitro
la lectura de la crónica con la metodología de ARS, y general, el primero después del cacique,
la elaboración de grafos, es el papel central que tienen difícilmente compensaba la comodidad y el orden
determinados actores de tamaño intermedio dentro de de la señora de Orkeke y la incomodidad de mi
la configuración de cada red. Uno de ellos es Crime, nuevo domicilio” (1964, p. 267). Pese a estar
cuya responsabilidad en el estallido de los conflictos representado por un nodo de tamaño mediano por
entre las facciones del sur y del norte del río Santa Cruz carecer de parentela y ser un agregado externo a
es protagónica, pero que también es decisivo para la caravana, se observa en el grafo que “Musters”
pactar la tregua y lograr los acuerdos mínimos que oficia como mediador entre varios de los actores
sustentarán el ascenso de Casimiro. Crime pertenece principales. El inglés logra esta centralidad porque
a los “septentrionales” de la clasificación de Musters, reúne muchos atributos que le permiten ganar la
pero es justamente él quien introduce en la caravana confianza de la diversidad de actores, como ser su
a su primo Cuastro y al resto de los “meridionales”, condición de oficial de una potencia imperial, su
fuente principal de la discordia y la primera masacre preparación como combatiente y su capacidad de
vindicatoria. Crime sale malherido sin que Musters de adaptarse tanto a las modalidades guerreras como

13
Con una pequeña cruz junto a cada nombre se señala en el Buenos Aires con Casimiro [...] y en Santa Cruz bajo la
grafo de la Fig. 3 a los que mueren por los enfrentamien- influencia del aguardiente, había asesinado a su mujer
tos. Juana, hija Casimiro” (Musters, 1964, p. 139).
14
“La reyerta provenía de una venganza entre Cuastro 15
Este dato contradice el dato aportado por Musters an-
y Camilo; este último había causado la muerte de un teriormente (1964, p. 124) sobre la totalidad de cinco
miembro de la familia del primero, que en una ocasión toldos que componían el campamento original de Río
había tratado de vengarla en Camilo, y que se había Chico. Otras posibilidades a considerar son que haya ha-
agregado a nuestra partida, en compañía de Crime, bido agregaciones posteriores en el camino que no fueron
sólo para tener la oportunidad de asesinar a Camilo. claramente computadas en la crónica, o bien, que Crime
Se sospechaba, por buenas razones, que ese Cuastro haya recibido un sustancial aporte posterior de parientes y
había eliminado a Mendoza, el argentino enviado por allegados, así como recibió caballos y otros regalos.
LA CARAVANA DE MUSTERS Y CASIMIRO

Fig. 4. Alianza patagónica del sur del Limay entre los parajes de Genoa, Tecka y Geylum.
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al terreno patagónico, su coraje y lealtad que fueron Valentín Saygüeque:


probados en distintos incidentes dirimidos cuerpo El grafo muestra la alianza en su punto
a cuerpo, la portación de revólveres, la destreza máximo de agregación que incluye 250 guerreros,
como jinete, el aprendizaje de las artes de cacería, algunos de los cuales, y principalmente los jefes,
la habilidad diplomática, las recomendaciones de son mencionados por Musters por su nombre o
su persona que recibieron los tehuelches al partir apodo. En cambio, la mayoría de los agrupados
de Punta Arenas, el hecho de no ser español (es permanecen anónimos porque obviamente el
decir ni argentino ni chileno), la capacidad como cronista no alcanzó a individualizar ni conocerlos a
secretario, asesor, escribiente y traductor. todos. Sobre estos guerreros Musters proporciona
Ya en la cuenca del río Chubut (referencias estimaciones como el número que revistaba detrás
4 a 7 del mapa de la Fig. 2), Musters cuenta que de cada referente, cotejando sus observaciones
“Casimiro estaba muy contento porque muchos con la cantidad de toldos de cada campamento.
de los indios del norte eran parientes suyos y Los datos que aporta Musters parecen fehacientes,
se le iba a investir con el mando supremo, en porque al llegar a Genoa (referencia 4 del mapa de
vista de lo cual ya había recibido regalos de la Fig. 2) tiene la posibilidad de contar uno por uno
caballos, y estaba esperando la consulta del a los 200 guerreros que ya se habían sumado hasta
jefe, que, según me aseguró, iba a hacerse con ese punto, los que se incrementarán en 50 desde
gran pompa” (destacado mío). Por lo visto, el allí hasta el paraje de Tecka (referencia 6):
factor político, el prestigio y la inserción en redes
parentales más amplias permitirían a Casimiro Visto desde las alturas de Henno
compensar o incrementar su capital económico (Genoa) el valle se extendía como un cuadro:
mediante la política de los regalos. En lo que nuestros pocos toldos formaban un grupo al
hace a la caravana, esta ingresa en el territorio este, del lado sur de la corriente; como a un
que las etnologías definieron como “gunüna cuarto de milla al norte estaban plantados
küne”, “pampa” o “tehuelche septentrional”, y los treinta o cuarenta toldos de los indios
que salvando algunas diferencias se consignan septentrionales (Sinchel) y, frente a ellos, del
en el mapa de Musters. Una vez más, el análisis lado norte de la corriente, los de la partida
de las redes resalta que los conflictos al igual mandada por Jackchan o Juan (20 toldos,
que las alianzas son entre parientes, y que por 70 u 80 hombres con mujeres y criaturas, dice
lo general las enemistades se producen entre más adelante. Musters 1964:187, destacado
los competidores más cercanos aunque estén mío).
relacionados. Hay que considerar una dinámica
que Musters observa recurrentemente, que varios Según los rótulos étnicos que les atribuye
de los conflictos domésticos entre familiares y Musters, los líderes visibles de la fracción
gente allegada se disparan en el contexto de lo “tehuelche” eran Casimiro, Orkeke y “El Zurdo”,
que él denomina “bacanal”. Conforme a esto, el que se había sumado recién en el campamento
consumo agonal de alcohol nunca consigue ser de Chirik (referencia 5 del mapa de la Fig. 2). He
regulado pese a las medidas precautorias que incluido a Musters como un hombre más de la
se toman, como esconder las armas durante los partida porque así se considera él mismo y quienes
festejos e intercambios. A menudo “[...] la bebida lo rodean. El jefe de los “tehuelches del norte”
había causado riñas que remataron como pelea era Chiquichano y el de los “pampas” Sinchel,
general” (1964, p. 398), activando el ciclo mientras que los “araucanos” eran conducidos
venganzas como contra-dones de sangre. por Quintuhual y Foyel. Musters testimonia que
Veamos ahora una imagen de la morfología Casimiro fue elegido en ese marco como el jefe de
de los acuerdos que se producen en el trayecto todos los indios del sur del Limay (1964, p. 289).
más próximo al río Limay, cuando la partida de los No deja de llamar la atención que quien lidera con
tehuelches del sur y los tehuelches del norte que Orkeke la fracción más pequeña sea nominado
ya marcha unida se prepara para ingresar en el al mando de toda la coalición. Como ya se ha
corazón del País de Las Manzanas acaudillado por dicho, esto se explica por su carisma, la capacidad
LA CARAVANA DE MUSTERS Y CASIMIRO 31

de intermediación diplomática y el parentesco los aportes de los distintos jefes subordinados


con varios de los grandes hombres de los otros o allegados a Saygüeque, entre ellos su cuñado
contingentes, incluso con la gente del “araucano” Ñancucheo que se comportaba como una fuerza
Quintuhual. Además de contar con los favores del autónoma con capacidad de conducción propia.
secretario inglés, otro elemento importante para Estas dos grandes confederaciones, la de Casimiro
la reunión de tantos apoyos es su condición de y Saygüeque, acuerdan un punto principal por
hombre desprendido que otorga dones: “El único encima de las desavenencias, los conflictos por
rasgo bueno de Casimiro era su caridad. Ese la territorialidad y los recursos, y las venganzas
hombre estaba siempre dispuesto a dar asilo a pendientes: proteger la plaza argentina de
cualquier individuo desamparado o inválido, y Carmen de Patagones de un posible ataque de los
nunca dejaba de haber en su toldo algún objeto hermanos Calfucura y Reuque, quienes quedaban
de compasión” (1964, p. 267). Precisamente son fuera de todo compromiso en 1869. Se trata en lo
los líderes que consuman la alianza los que cuentan fundamental de la construcción de una alianza que
con mayor cantidad y calidad de parientes en los a su vez tiende puentes con el Estado en proceso
otros contingentes. de consolidación, donde Saygüeque tenía ventajas
Analíticamente, el misterio de la conducción como la subordinación menos trabajosa de la tropa
de Casimiro se devela al asociar la morfología propia, que a su vez estaba territorialmente más
social nómada con el rizoma, donde cualquier concentrada que la que encabezaba Casimiro
punto de la estructura puede asociarse con otro coyunturalmente. Probablemente, esta oportunidad
(Deleuze y Guattari, 1988, p. 13) aunque no sean de acuerdo con el Estado nacional estimuló a
correlativos. Este principio se verifica en un sistema unos y otros a dejar de lado los rencores por los
heterárquico e interconectado donde los agentes enfrentamientos de sus padres y abuelos por la
más activos de la comunicación juegan un rol hegemonía de la cuenca del Limay y Negro durante
decisivo con independencia de su tamaño relativo la década de 1820, batallas como la de Senguerr, o
(Sloterdijk, 2006, p. 23, 197). Languiñeo en el norte del Chubut.
Musters ya había dado un primer resumen Como se observa en la Fig. 5, proyección
de cifras totales, duplicando el cálculo más preciso de la red o alianza de jefes que se aprestaban para
que ya se citó donde no computa a los “pampas” parlamentar o guerrear en Las Manzanas, llama
ni a los “araucanos”: “[…] hay ahora entre el río la atención que Foyel, muy ligado a la historia de
Negro y el Estrecho unos 500 combatientes, la construcción política de Saygüeque, aparezca
que dan, calculando a la ligera, una población enemistado con éste al punto que Musters lo
total de 3.000” (1964, p. 127). Esta primera define como uno de los más dispuestos entrar a la
apreciación política, militar y demográfica daría pelea, y que otros como Chiquichano y El Zurdo
por resultado el reducido conjunto de la población se separen de la partida prematuramente para
patagónica hacia 1870. El anonimato mayoritario dirigirse a la colonia galesa del Chubut, porque “...
de los actores del último grafo no implica que no querían mantenerse ajenos a toda lucha con los
haya menciones constantes en el texto sobre la manzaneros” (1964, p. 225). Una vez más los más
cantidad de parientes de los tehuelches sureños próximos, quienes disputaban la influencia directa
que habitan los toldos “pampas” y “araucanos”, sobre la comandancia de Carmen de Patagones,
o viceversa. son los que están en situación de riesgo bélico con
Una vez que los 250 guerreros que sí Saygüeque si se los compara con los caravaneros
pudo contar uno a uno ingresan a parlamentar y de Casimiro y Orkeke, que privilegian los negocios
comerciar con Saygüeque, aunque el estallido de como móvil de los 2.000 km recorridos desde el
la guerra pendió hasta último momento de un hilo, estrecho de Magallanes al País de Las Manzanas a
Musters constata aquello que ratificarán Bejarano expensas de las masacres y ajustes de cuentas entre
(1873) y Moreno (1876) pocos años después, ellos para dirimir quién encabezaba la marcha. En
que la Gobernación Indígena de Las Manzanas este último grafo, el tamaño de los nodos no está
contaba con otra fuerza militar aproximada de medido por la gente que sigue a cada uno de los
500 combatientes, resultante de la sumatoria de caciques sino por la intensidad de los vínculos entre
32 J. VEZUB

Fig. 5. Alianza entre los jefes del sur del Limay para parlamentar o guerrear con Saygüeque, 1870.

ellos y el peso político que se puso en juego al elegir predominan las formas reguladas de la guerra y
la jefatura general de Casimiro. el perdón, la suspensión de las venganzas y los
rencores aunque sea coyunturalmente en pos de
CONCLUSIONES otros objetivos como los intercambios, los acuerdos
territoriales o la asunción subordinada de las
Son varios los corolarios de este análisis lógicas de Estado. Respecto del fortalecimiento del
de redes experimental a partir del universo sistema estatal y la jerarquización paralela de las
relativamente acotado de actores y relaciones que jefaturas indígenas, lo que está en juego para los
ofrece la crónica de Musters. El primero es que no tehuelches de 1870 se sintetiza con la sentencia
es necesariamente el más rico, ni quien dispone póstuma de Cuastro, aquel miembro de la partida
de los contingentes más numerosos de personas que proclamaba morir como había vivido porque a
y ganados, quien se instituye como jefe. En los él no lo mandaba ningún cacique.
términos matemáticos del ARS, ello significa que el Un desarrollo posterior de este experimento
“grado” no siempre indica la importancia de cada debería abordar sistemáticamente la comparación
actor. El segundo es que la dinámica interpersonal entre los grados de acumulación de las jefaturas
emerge como la pauta explicativa de la mayoría mapuches o mapuche-tehuelches como la de
de los conflictos. Aunque se tramen en el tiempo Saygüeque con esta otra forma nómada de la
y reconozcan antecedentes de larga data que autoridad política, horizontal, insumisa y centrífuga,
son vividos como relevantes por los actores, ni que representaban Casimiro y Orkeke. Musters
los enfrentamientos ni los alineamientos parecen aporta muchos elementos para la comparación
seguir en lo fundamental una matriz “étnica”. El como ser los marcados contrastes de la riqueza,
ARS y su manifestación bajo la forma de grafos los usos estacionales del territorio, el costo
ayudan a entender que todos los actores relevantes humano y en recursos que provocaban los grandes
están políticamente emparentados, aspecto este desplazamientos, el pulimento de las maneras
que se podría medir en términos del nivel de de una aristocracia de jefes, o el orden de las
cohesión de la red. Esta conclusión significa que maniobras de la “caballería araucana” en oposición
tanto las alianzas como el comercio y la guerra se con la dificultad de sus compañeros tehuelches
daban inevitablemente entre parientes. Dentro de para mantener formados y en silencio a sus jinetes.
esta dinámica se puede advertir que en el linde de Aquello que las fuentes cercanas a 1870
las relaciones políticas con los Estados nacionales denominan “tehuelche”, y que la literatura
LA CARAVANA DE MUSTERS Y CASIMIRO 33

histórico-antropológica vino a reforzar como “identidades impuestas” a una historia de nombres


rótulo, es ni más ni menos que la identificación propios, de hombres, mujeres, niños y niñas.
del conjunto de fuerzas de base sureña que Historia esta que también debería incluir a los
cristalizaba periódicamente en el contexto de las animales domésticos, a juzgar por la importancia
largas caravanas político-comerciales como la que de Ako, el perrito faldero de la señora y el señor
acompañó Musters. Esta articulación que se repetía Orkeke a quien Musters, por sugerencia de éste, se
en el tiempo estaba respaldada en el historial de vio obligado a pedirle prestado un caballo que le
conflictos con los referentes y caciques de más pertenecía para sumarse a la expedición de cacería
al norte, que se remonta a fines del siglo XVIII (1964, p. 146). Conforme al perspectivismo, una
y del que dan cuenta los distintos ejercicios de versión ajustada de los grafos debería incluir a
recordación que se trasmitieron por generaciones Ako, junto con los muertos por su latencia política,
hasta mediados del siglo XX. además de los inefables caballos tehuelches, al
Del corolario anterior se desprende la punto que Casimiro y los suyos no podían concebir
caracterización de los “tehuelches” como el grupo un pasado cuando las tribus viajaban a pie, antes
más fácilmente circunscripto pese a la movilidad que los españoles introdujeran los equinos en
permanente, identificable y distinguible en las Sudamérica (1964, p. 248).
distintas clases de testimonios, incluso por encima
de las atribuciones genéricas o las identificaciones AGRADECIMIENTOS
ambiguas, impuestas y superpuestas que se
combinaron o confrontaron durante más de dos Una versión preliminar de este trabajo fue
siglos de observaciones e interacciones entre presentada con el título “La cuestión tehuelche y
europeos, criollos e indígenas patagónicos. la etnología patagónica revisitados por el análisis
Pese a que la oposición de diacríticos de redes sociales” en el Coloquio Internacional
juega un papel en las percepciones grupales de Les sociétés indiennes entre classifications
los actores y en el modo en que se relacionan y ethnographique et mémoire collective, 21 al 23
recuerdan, la “etnia” no parece ser el lazo ni la de marzo de 2013. Agradezco a los organismos
caracterización más operativa para delimitar e instituciones organizadoras, CNRS-CERHIO-
las alianzas ni las enemistades, ni para definir el équipe CHACAL, Université Rennes 2, Institut des
grado de cohesión de las mismas. Si bien hay una Amériques e Institut français d’études andines por
apelación constante a los enfrentamientos vividos la facilitación y financiación de mi participación
por las dos o tres generaciones precedentes, el en el encuentro, junto con la Agencia Nacional de
carácter principalmente contingente de las peleas Promoción Científica y Tecnológica de la Argentina
y la definición política de los alineamientos que se que mediante el PICT 2011-1457 contribuyó al
ha mostrado al organizar la información con esta costeo del viaje y la investigación. El Ministerio
metodología de ARS plantea el papel pasivo o Español de Ciencia e Innovación también colaboró
mejor dicho latente de las identificaciones étnicas, con fondos para realizar el Sistema de Información
que quedan listas para ser activadas cuando los Geográfica que sustenta este artículo a través
actores lo consideran pertinente, generalmente en del Proyecto “Experimentación y desarrollo de
la oportunidad de enfrentarse con los rivales más técnicas avanzadas de inteligencia artificial para la
cercanos. simulación computacional de la dinámica social y
En síntesis, tanto en la dimensión macro la evolución histórica” (HAR2009-12258, 2010-
como en la micro política de la Patagonia del siglo 2012), radicado en la Universidad Autónoma de
XIX lo étnico funciona como marco para las pautas Barcelona y cuyo investigador responsable es
de alteridad, pero no determina el carácter ni la Juan Antonio Barceló. Quiero agradecer muy
dirección de las relaciones de los protagonistas especialmente a este colega y a Víctor Hugo
históricos desde la base social hasta sus referentes. Mazzalay por introducirme en la metodología del
Mediante el ARS y la lectura intensiva de la crónica análisis de redes, a Santiago Peralta González por
de los catorce meses del viaje hemos pasado de su ayuda con la cartografía, y a Rodrigo René
los “panoramas etnológicos” y el supuesto de las Cura por lo propio con el software orientado a
34 J. VEZUB

la producción de grafos. Además de Christophe Serie Monográfica del Colegio de Graduados en Antro-
Giudicelli, con quien todavía no se me ocurre cómo pología, 4, 456-473.
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Recibido: 12/03/2015 Aceptado: 04/05/2015 Versión final: 29/05/2015


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