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potencias
Tres de las marcas más importantes de Japón, Honda, Nissan y Mazda suspendieron la
producción en las plantas que tienen en China como consecuencia de las violentas
manifestaciones que se llevaron a cabo en este país durante el fin de semana por la
disputa territorial que involucra a los gobiernos de Tokio y Beijing.
Esta suspensión temporal obedece a posibles represalias de los manifestantes contra
las fábricas, los concesionarios y los autos que en territorio chino poseen las
marcas automotrices, después de que algunas empresas niponas y vitrinas sufrieron
ataques en varias ciudades.
Nissan anunció que congelará la producción hasta el próximo miércoles en las
fábricas que tiene en las ciudades de Guangzhou y Zhengzhou. Lo mismo hizo Honda
que detendrá sus actividades hasta el jueves, en cuatro plantas ubicadas también en
Guangzhou y en la ciudad de Wuhan, y Mazda parará durante cuatro días las líneas de
ensamblaje de Nanjing.
Solo Toyota anunció que seguirá operando con normalidad en sus oficinas y plantas a
pesar de que algunos de sus concesionarios también se vieron afectados por los
disturbios y uno de ellos fue incendiado.
Sin embargo, las marcas mostraron su preocupación porque esta situación podría
hacer caer sus ventas en el mercado más grande del mundo y detener la producción de
vehículos que en algunos casos están cerca del millón de unidades anuales.
Muchos de los portavoces de las firmas aseguraron que si no se alivian las
tensiones entre los dos países, las pérdidas podrían superar a las ocasionadas por
el terremoto y el Tsunami que afectaron a Japón en marzo de 2011.
DATO
Miles de personas protestaron en varias ciudades chinas durante el fin de semana
pasado en el peor estallido de tensiones entre dos economías más grandes de Asia
desde 2005 y que esta vez se desató como consecuencia de la exigencia del gobierno
chino hacia Japón por la restitución de las islas Diaoyu/Senkaku.