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- Construirse un pasado
entre las tareas reorganizadoras propias a ese tiempo de transición que es la adolescencia, considero que una tiene
un rol determinante tanto para su éxito como para su fracaso ese trabajo de poner en memoria y de poner en
historia gracias al cual, un tiempo pasarlo, y, como tal definitivamente perdido, puede continuar existiendo
psíquicamente en y por esta autobiografía Incluso los capítulos que que se creían definitivamente acabados, pueden
pres tarse a modificaciones, ya sea añadiendo nuevos párrafos o haciendo desaparecer otros
ese trabajo de construcción reconstrucción permanente de un pasado vivido nos es necesario para orientamos e
investir ese momento temporal inasible que definimos como presente
una importancia particular a un concepto el de modificación es el organizador de los mecanismos a los que este
mismo aparato recurre para según el caso, aceptar, negociar, rechazar, desmentir este movimiento que aporta una
parte de imprevisto y desconocido
el sujeto deberá seleccionar y apropiarse de los elementos constituyentes de ese fondo de memoria gracias al cual
podrá tejerse la tela de fondo de sus composiciones biográficas
En ese trabajo, merced al cual ese tiempo pasado y perdido se transforma y continúa existiendo psíquicamente con
la forma de discurso que le habla, de la historia que lo guarda en la memoria, que permite al sujeto hacer de su
infancia ese “antes" que preservará una ligazón con su presente, gracias a la cual se construye un pasado como causa
y fuente de su ser
la Investidura de un tiempo futuro tiene como condición la esperanza de que él permitirá la realización de una
potencialidad ya presente en el Yo que Inviste ese tiempo y ese placer diferidos
separaré el recorrido que sigue el adolescente en dos etapas:
o una primera, durante la cual deberán seleccionarse, ser pues tos al amparo del olvido, los materiales
necesarios para la constitución de ese "fondo de memoria" garante de la permanencia identíficatoria de lo
que uno deviene y de lo que continuará deviniendo, y por allí de la singularidad de su historia y de su deseo
o una segunda que principia en el momento en que esa tarea ha podido, esencialmente, ser llevada a buen
puerto y prepara la entrada a lo que se califica de edad adulta Segunda etapa en la que una tarea igualmente
importante deberá ser cumplida: la puesta en lugar, a partir de ese pasado singular de los posibles
relaciónales accesibles a un sujeto dado, del panorama de sus elecciones y de los límites que cada uno
encontrará allí
La primera etapa concierne esencialmente a la organización del espacio Identificatorlo y la conquista de posiciones
estables y seguras a partir de las cuales el sujeto podra moverse sin riesgo de perderse
En la segunda, este trabajo de puesta en forma incide de forma privilegiada sobre el espacio rclaclonal y por
consiguiente sobre la elección de los objetos que podrán ser soportes del deseo y promesa de goce
No habiendo podido capitalizar eil la propia memoria las representaciones de momentos relaciónales, fuentes de un
placer el tiempo de la Infancia se constituye como un pasado desafectivizado
Pero aún debe el Yo ser capaz de unir algunas de sus emociones presentes con aquellas vividas en su pasado En caso
contrario, le quedará la solucion de evitar todo encuentro que lo obligaría a aceptar una tal ligadura, o, si esa
tentativa fracasa, a considerar toda emoción como una manifestación que encuentra su causa y su sola causa en un
ataque o un disfuncionamiento somático que en nada le conciernen
En nosotros, todos hallarán como huella de un tiempo de la infancia una forma de encuentro, un tipo de situación, la
obtención de un objetivo que representan lo que definimos en nosotros mismos por los términos de alegría, de goce,
de completud, o, a la inversa, de dolor, de horror, de destrucción
Los peligros sólo podrán ser evitarlos, si el Yo, no sólo puede apropiarse, elegir en nombre propio e investir el
recuerdo de un conjunto de experiencias que amalgama en esta aparente unidad que nombra su pasado, sino,
además, que este pasado pueda prestarse a Interpretaciones causales no fijas, pues ellas deberán cada vez revelarse
com posibles con las posiciones identificatorías que él ocupa sucesivamente en su marcha identificatoria y en la
puesta en lugar de los parámetros relaciónales que resultan de ello
Lo propio de la psicosis es desposeer al historiador de esa movilidad interpretativa
Una condición necesa ria para investir positivamente la memoria de su propio pasado re la dona! es su investidura
por el otro polo de la relación
Poder hacer sus cuentas con el tiempo de la infancia y así aceptar su “declinación", exige, como se ha visto, que se
puedan investir los recuerdos que uno guarda de ella y también que ese recuerdo relacional, tal corno uno lo
memoriza, se revele investido por los dos
El registro de la psicosis nos da un ejemplo paradigmático del peligro que puede representar la no-investidura por el
otro de la memoria que el sujeto habría podido guardar de sus experiencias relacionales
La autora analiza las condiciones que permiten que la entrada en la adoles cencia vaya a la par de un acceso a un
orden temporal que preserva al sujeto de esta confusión de tiempo propia de la psicosis Eso sólo es posible si el Yo
en el curso mismo de su Infancia, ha podido constituir ese fondo de memoria en el que van a preservarse ciertos
elementos, momentos, jalones de su propia historia libidinal Pero ese fondo de memoria deberá depender de ese
capital fantasmático del que el Yo debe poder disponer libremente a fin que su acervo de recuerdos quede dotado
de ese poder emocional sin el cual todo encuentro nuevo será desposeído de todo poder de goce y sufrimiento 29
Kaës es un autor de referencia trabajado por Stella a partir de su afirmación de que una familia que no logra
historizar su pasado repite su drama sin transformarlo
o los referentes simbólicos de la identidad son resignificados (nombre, apellido, filiación, pertenencia a un
sexo, a un grupo de origen, a una generación) en un proceso de resignificación e historización aun incierto en
cuanto a su devenir y que se inicia con los procesos adolescentes
Aulagnier (1986), quien entiende que las preguntas de los niños por el origen tienen un papel fundante en la
constitución psíquica en la medida en que lo remiten a la construcción de una escena de los (sus) orígenes
Las preguntas, en apa riencia inocentes, sencillas, sobre cómo nacen los niños, cuál es su procedencia recu bren y
condensan un interés relativo al lugar y función que él ocupa en circuitos de deseos que lo preceden y esperan, con
los cuales va a tener que estructurarse
El Yo no puede prescindir de un saber sobre su ontogénesis psíquica, sobre su propia historia libidinal e
identificatoria
En la adolescencia, este trabajo toma una inflexión particular con la desidentificación, al ponerse al servicio de
“imaginarizar” e inventar un futuro ligado a ese pasado
Definimos proyecto identificatorio a la autoconstrucción continua del Yo por el Yo, necesaria para que esta instancia
pueda proyectarse en un movimiento temporal, proyección de la que depende su propia existencia
El proyecto identificatorio tiene como precondíción y facilitación la investigación histórica familiar
Proyecto identificatorio es el trabajo de significar la historia
Transmisión y herencia de la vida psíquica son dos condiciones para la puesta en marcha de la investigación histórica
familiar
objeto transgeneracional es el conjunto de aquellas experiencias inscriptas en las generaciones precedentes y cuya
simbolización parcial y fragmentaria se transmite como herencia por vías diversas
es cierto que las herencias psíquicas garantizan la conservación de las adquisiciones y del potencial significante de la
humanidad, también pueden transmitir a los sucesores la carga de tener que superar cuestiones que quedan en
suspenso en el inconsciente de los padres y ances tros, y conllevar consecuentemente un potencial traumático para
las generaciones venideras
en cualquier generación, los traumatismos no elaborados por los antepasados pueden ser objeto de una puesta en
forma creadora por los sucesores 75
la adolescencia es el momento privilegiado de la resignificación retroactiva, del a posteriori, pues constituye una
nueva etapa libidinal, en donde se alcanza por vez primera la identidad sexual genital como un fenómeno psicológico
y social
El desarrollo no tiene nada de histórico, implementa una temporalidad lineal Apunta a la descripción de una serie de
fases que no tienen nada de individual La historia, en cambio, es una serie de acontecimientos, que son singulares
para cada sujeto y marcan la vida de un individuo Así como la historia apunta hacia lo subjetivo particular el
desarrollo se dirige hacia lo que hay de semejante
el analista no busca el desarrollo sino lo histórico , lo histórico implica el uso de la temporalidad con resignificación
del a posteriori,
el principio del a posteriori que implementa un tiempo en continua reelaboración desde el sujeto, , es a partir de él,
agente activo que organiza y otorga significado a los hechos, configurando el mismo a su propia historia,
retrospectivamente
La historia no es el pasado, la historia es el pasado historizado en el presente, Pero es un pasado que "aún es,
todavía" Se trata menos de recordar que de re-escribir
La historia del adolescente nace antes de su nacimiento biológico Existe un orden simbólico, orden lógico que
precede a su nacimiento cronológico Este orden es el lugar que ocupa el hijo en la fantasmática individual en cada
uno de los progenitores y en la pareja
El sujeto se define según cómo se resignifica, es decir, según cómo restructura su biografía para transformarla en su
propia historia 9
El estado de mortificación psíquica, implícito en los procesos de reordenamiento identificatorio, adquiere su mayor
dramaticidad durante el período de la adolescencia, porque representa el momen to privilegiado de la resignificación
retroactiva y de la estructuración identificatoria en todas las instancias psíquicas de la personalidad
se disuelven — desestructura ción implícita y transitoria en toda elaboración del proceso de reordenamiento— los
lazos afectivos con determinados objetos, para posibilitar su pasaje hacia otros, lo cual reabre el acceso a la
configuración de nuevas identificaciones
o La historización es un proceso esencial del psicoanálisis Permi te reordenar la relación que el sujeto ha
establecido con las identi ficaciones alienantes de los sistemas narcisistas parentales y explicar las reacciones
paradójicas a partir de la puesta en evidencia de las funciones de apropiación-intrusión, de desenganche y
reenganche, que se despliegan entre ambos sistemas narcisistas en pugna
o no se transmite como mensaje explícito, sino que se halla estrechamen te relacionada con la modalidad de
decir y no decir que utilizan los padres
_resumen
poner en memoria y de poner en historia gracias al cual, un tiempo pasarlo, y, como tal definitivamente perdido,
puede continuar existiendo psíquicamente
es necesario para orientamos e investir ese momento temporal inasible que definimos como presente
modificación es el organizador de los mecanismos a los que este mismo aparato recurre para según el caso, aceptar,
negociar, rechazar, desmentir
seleccionar y apropiarse de los elementos consti tuyentes de ese fondo de memoria
ese tiempo pasado y perdido se transfor ma y continúa existiendo psíquicamente con la forma de discurso que le
habla,
preservará una ligazón con su presente, gracias a la cual se construye un pasado como causa y fuente de su ser
recorrido que sigue el adolescente en dos etapas:
deberán seleccionarse, ser pues tos al amparo del olvido, los materiales necesarios para la constitu ción de ese
"fondo de memoria" garante de la permanencia identíficatoria
y por allí de la singularidad de su historia y de su deseo
la puesta en lugar, a partir de ese pasado singular de los posibles relaciónales accesibles a un sujeto dado, del
panorama de sus elecciones y de los límites que cada uno encontrará allí
organización del espacio Identificatorlo y la conquista de posiciones estables y seguras
la elección de los objetos que podrán ser soportes del deseo y promesa de goce
“Movimiento identificatorio y movimiento relacional no son entonces separables de ese movimiento temporal que
sirve de hilo conductor
debe el Yo ser capaz de unir algunas de sus emocio nes presentes con aquellas vividas en su pasado
En nosotros, todos hallarán como huella de un tiempo de la infancia una forma de encuentro, un tipo de situación, la
obtención de un objetivo
Una condición necesa ria para investir positivamente la memoria de su propio pasado re la dona! es su investidura
por el otro polo de la relación
Poder hacer sus cuentas con el tiempo de la infancia y así aceptar su “declinación", exige, como se ha visto, que se
puedan investir los recuerdos que uno guarda de ella y también que ese recuerdo relacional, tal corno uno lo
memoriza, se revele investido por los dos
"Construye tu futuro”, a este mandato que los padres y el campo social susurran en el oido del adolescente, el
analista sustituye un anhelo: "Construye tu pasado ”
la entrada en la adoles cencia vaya a la par de un acceso a un orden temporal
Eso sólo es posible si el Yo en el curso mismo de su Infancia, ha podido constituir ese fondo de memoria
capital fantasmático del que el Yo debe poder disponer libremente a fin que su acervo de recuerdos quede dotado
de ese poder emocional sin el cual todo encuentro nuevo será desposeído de todo poder de goce y sufrimiento
Freud postula que es en la adolescencia que se termina de cerrar el inconciente
una familia que no logra historizar su pasado repite su drama sin transformarlo
en la adolescencia se trata más bien de una desvinculación parental
los adolescentes muestran más que hablan
El adolescente no cuenta aún con un “discurso apropiado” (aún no se ha apropiado de un discurso) debe entonces
crear recursos expresivos en la grupalidad
El recurso de la acción es bastante frecuente en el proceso de subjetivación, cuando el adolescente no puede decir
en palabras ni expresar con el cuerpo
El fruto de la adolescencia será el cavado de un ínfimo lugar propio en el orden simbólico
incorporación y homogenización, lo proveniente de distintas fuentes:
los cambios corporales
las relaciones familiares
dimensión trans-subjetiva que conecta con las generaciones precedentes
nuevas organizaciones que signifiquen, que den sentido al creci miento y la genitalidad
duelo Crisis de identidad, duelo por el “ser infantil”
los referentes simbólicos de la identidad son resignificados
proceso de resignificación e historización aun incierto
no corresponden a dos fases de una misma sexualidad, sino a dos sexuali dades diferentes
Silvia Bleichmar
inscripción de un cuerpo que conlleve una identidad diferenciada de lo infantil
el proceso descripto es más que una represión; equi vale cuando se consuma idealmente a una destrucción y
cancelación del com plejo
es un corrimiento generacional cuya metabolización implica un deseo de muerte y asesinato de los progenitores
como operaciones simbólicas (Winnicott, 1970)
es fundante del pasaje generacional
se produce en la puber tad “el hallazgo de objeto” (Freud, 1978: 202)
El hallazgo de objeto, la reunificación de las pulsiones (parciales), su subordinación a la genitalidad y orientación
hacia la nueva meta, la reproducción
es incierto
dos caminos para el hallazgo de objeto: en primer lugar el que se realiza por apuntalamiento en los modelos en la
temprana infancia y en segundo lugar el narcisista
cuando Freud habla de objeto se refiere a representaciones psíquicas de los objetos
Llegada la pubertad, la sexualidad (la genitalidad) ya no puede ser diferida Una vez instalada la barrera de la
prohibición del incesto y los diques morales que hacen al sujeto de la ética y la búsqueda de alteridad propia de la
pulsión genital con la (im)pulsión puberal, al psiquismo le urgen trabajos específicos
, requiere de nue vas inscripciones y nuevos circuitos pulsionales El objeto, para terminar de consti tuirse como tal
(exterior-ajeno-extraño), requiere de tiempos y espacios donde hacerlo, de ensayos y exploraciones (Wasserman,
2005)
El sentimiento de extrañeza (bajo la forma de angustia no mentalizada) aso ciado al cuerpo puberal,
tratar su cuerpo como un “objeto externo (extrañó)”
El hecho de que la pulsión ahora genital se dirige nuevamente a un objeto exterior, entendemos un objeto no
conocido, un objeto que “aún no es” en el universo de las representaciones psíquicas
Aulagnier (1986), quien entiende que las preguntas de los niños por el origen tienen un papel fundante en la
constitución psíquica
construcción de una escena de los (sus) orígenes
El Yo no puede prescindir de un saber sobre su ontogénesis psíquica, sobre su propia historia libidinal e
identificatoria
En la adolescencia, este trabajo toma una inflexión particular con la desidentificación, al ponerse al servicio de
“imaginarizar” e inventar un futuro ligado a ese pasado
Definimos proyecto identificatorio a la autoconstrucción continua del Yo por el Yo
El proyecto identificatorio tiene como precondíción y facilitación la investigación histórica familiar
Proyecto identifi catorio es el trabajo de significar la historia
objeto transgeneracional es el conjunto de aquellas experiencias inscrip tas en las generaciones precedentes y cuya
simbolización parcial y fragmentaria se transmite como herencia por vías diversas
la adolescencia es el momento privilegiado de la resignificación retroactiva
lo histórico implica el uso de la temporalidad con resignificación del a posteriori,
Freud expresa que todo adolescente guarda huellas mnémicas que sólo pueden ser comprendidas por él al aparecer
las sensaciones propiamente sexuales
el principio del a posteriori que implementa un tiempo en continua reelaboración desde el sujeto, , es a partir de él,
agente activo que organiza y otorga significado a los hechos, configurando el mismo a su propia historia,
retrospectivamente
La historia no es el pasado 7 La historia es el pasado historizado en el presente, Pero es un pasado que "aún es,
todavía" Se trata menos de recordar que de re-escribir
asistir pasivamente a toda una serie de modificaciones físicas y hormonales que se apoderan de su cuerpo biológico,
acompañadas de demandas de impulsos instintivos y de demandas que surgen desde lo social
duelo por la pérdida del cuerpo infantil
fenómeno de despersonalización por la contradicción entre el cuerpo que se va haciendo adulto con una mente que
se halla aún en la infancia
fundamentalmente, del choque ante la incompatibilidad de las nuevas imágenes provenientes de los cambios del
cuerpo y el arsenal de las imágenes resignificadas de la historia del sujeto
modificación en el superyó del adolescente
presenta una doble función: imponer nuevamente el tabú del incesto y, al mismo tiempo, permitir la sexualidad
exogámica
Su superyó necesita desprenderse de las primeras relaciones de objeto, suavizando las imagos parentales
prohibidoras y reconciliarlas con otras, de padres más reales, sexualmente activos, permisivos, que lo confirmen en
su identidad sexual
la desestructuración temporaria del superyó durante la adolescencia es debida a que el yo trata al superyó como si
fuera un objeto incestuoso del cual debe alejarse como hace con sus padres de la infancia
necesita alejarse de aquello que hasta ese momento constituyó su fuente de seguridad: sus identificaciones
parentales y su ideal del yo
dejar de ser "a través de" los padres para llegar a ser él mismo
ideales nuevos en otras figuras, de alguna manera más adecuadas a la realidad (duelo por la identidad y el rol infantil
y duelo por los padres de la infancia)
resignifica en ellos en forma retroactiva la asunción de sus propias incompletudes, que a través del hijo obturador-
siempre-presente, evitaban asumir
para cada uno de los padres y según la ubicación en la fantasmática individual y de pareja: a lo que uno mismo es, a
lo que uno mismo fue, a lo que uno querría ser
El sujeto se define según cómo se resignifica, es decir, según cómo restructura su biografía para transformarla en su
propia historia
representa el momen to privilegiado de la resignificación retroactiva y de la estructuración identificatoria
se disuelven — desestructura ción implícita y transitoria en toda elaboración del proceso de reordenamiento— los
lazos afectivos con determinados objetos, para posibilitar su pasaje hacia otros, lo cual reabre el acceso a la
configuración de nuevas identificaciones
identificaciones son alienantes porque el su jeto se somete, por vía inconsciente, a las historias de un "otro"
Las identificaciones tienen una causa, una historia
La historia, por lo menos en parte, no pertenece a la gene ración del sujeto
Descubrir sus identificaciones alienantes y su historia, que concierne a tres generaciones, permite al sujeto
reconocer y encontrar su lugar en relación con la diferencia de las ge neraciones
La historización es un proceso esencial del psicoanálisis Permi te reordenar la relación que el sujeto ha establecido
con las identi ficaciones alienantes de los sistemas narcisistas parentales y explicar las reacciones paradójicas a partir
de la puesta en evidencia de las funciones de apropiación-intrusión, de desenganche y reenganche, que se
despliegan entre ambos sistemas narcisistas en pugna
no se transmite como mensaje explícito, sino que se halla estrechamen te relacionada con la modalidad de decir y no
decir que utilizan los padres
La desidentificación interviene en el complejo proceso de reestructuración de todas las instancias psíquicas
biología y cultura rnteractúan en un paradigma complejo sin prioridad lógica de uno sobre otro
la adolescencia, como franja etaria o etapa de la vida, nunca debe conjugarse en sin gular Siempre hay una pluralidad
de adolescencias en cada tiempo histórico y según el lugar geográfico y social
habrá que entender la adolescencia como proceso más que como la franja etaria donde los logros madurativos y las
trans formaciones ocurren o se inhiben y fracasan
el cuerpo fisiológico dispara un cuerpo fantasmático , se vuelve en la adolescencia zona de enigma e inte rrogación
Los gestos, actitudes y valores del riiundo adulto son cuestionables y re chazables en un intento de desmarcarse de
las identificaciones infantiles
en ese proceso de reapropiación identitaria durante el em puje pubertario se tejen o traman las coordenadas y los
itinerarios de un proyecto de vida, los dilemas de la vocación, el parto de una singulari dad y de un estilo
El espejo, en la acepción identificatoria que le dieron Winnicott y Lacan para la temprana infancia, vuelve a tener eii
esta etapa una im portancia ineludible
No se trata de opo ner realidad a fantasía sino de articular acontecimientos históricos significativos con los montajes
fantasmáticos que acompañan su representación psíquica
Buscando disipar o superar esa opacidad entre realidad y ensoñación, surge la necesidad de espejos que nos
acompañen en la peripecia; brotan los diarios íntimos y /o los amigos Confidentes
También es sabido que de esta ecuación surgen las marcas identitarias grupales 11