Tienes en tus manos, amado lector, un
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amada Espaia en el periodo 1936-1939.
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Santos, asi concluyé la preciosa homilia de
la Eucaristia de Beatificacién de nuestro
beato P. Alberto y 521 martires el domingo
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fruto precioso de esta celebracién en el aio
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Si se ha dicho que “una imagen vale mas que mil palabras”, espera-
mos que las que traemos a lo largo de este libro valgan todavia mas.
Ofrecemos algunas de sus familiares, lugares donde vivid, de grupos
y otras varias relacionadas especialmente con su beatificacion.
Las debemos a sus sobrinos carnales: José Luis Marco (en Castellon)
y Gloria Gomez Marco (en Valdeaveruelo, Guadalajara).
Y a los fotégrafos de Caudete José Molina, Joaquin Medina y Fotos-
Juan. A su sobrino Tomas R.
A los religiosos carmelitas: Miguel M* Arribas (+ 2011), F. Bocos, L.
Gallardo, Federico M., Alfonso C. Grau y Antonio Gracia...
A los pintores: P. Florentino Bocos Priante, de El Henar; M* Carmen
Conejero Caerols, de Caudete y Fernando Garrido Rodriguez, de Ma-
drid.
MIL GRACIAS A TODOS.
Escriben: Rafael Maria Lopez Melis y Juan Gil Aguilar, carmelitas,
Edita y difunde: AMACAR, Apostolado MAriano CARmelita
Imprime: Grafiques Onda Impresores, $.L.BEATO ALBERTO M? MARCO ALEMAN
Martir carmelita: 1894 - 1936Portada
El beato Alberto colocado en su ambiente: en el corazén de la villa
que le vio nacer, fue monaguillo en la iglesia y estudié en el colegio del
Carmen de su Caudete querido. Aqui estudié también la Filosofia y la
Teologia, emitid su profesién perpetua, canté su primera misa y fue pre-
fecto de los coristas.
Este dibujo se debe a la artista caudetana Marta del Carmen Conejero
Caerols (Caudete, 2013).
Contraportada, es doble:
1*.- Los nueve beatos carmelitas beatificados por el Papa Francisco
el 13. 10. 2013 en Tarragona: el beato Alberto y los ocho estudiantes de
Onda: Fr. Daniel M* Garcia Anton, Fr. Aurelio M* Garcia Anton, Fr.
Francisco M* Pérez Pérez, Fr. Adalberto M* Vicente Mufioz, Fr. Silvano
M® Villanueva Gonzalez, Fr. Angel M® Sanchez Rodriguez, Fr. Angelo
M®* Reguilén Lobato y Fr. Bartolomé Fanti M* Andrés Vecilla.
Pintado por el artista carmelita P Florentino Bocos Priante (El Henar,
Segovia, 2011).
2*,- El Escudo de la Orden del Carmen, a la que los nueve pertene-
cfan. Es una rica y simbdlica sintesis de la espiritualidad carmelita. El
mote o lema tradicional es el grito de san Elias Profeta, Padre espiritual
del Carmelo: “Me abraso de celo por el Sefior Dios de los ejércitos” (1Re
19, 10). A partir de 1980, sin renunciar al tradicional, comenzamos a
extender este nuevo lema que especifica con mas claridad el rico carisma
del Carmelo: Jesucristo, Maria y Elias.Rafael Maria Lopez Melis y Juan Gil Aguilar
carmelitas
BEATO ALBERTO M* MARCO ALEMAN
Martir carmelita: 1894-1936
Presentacion por el P. Fernando Millan Romeral,
Prior General de la Orden del Carmen
AMACAR: Apostolado MAriano-CARmelita
Apartado de Correos 53
12200 ONDA (Castellén) - Espaiia
Telf.: 636 055 440}
2
Ardientes deseos del beato Alberto de morir martir por Jesucristo
DB eclaraciones de testigos en la Causa de su canonizacion
que recoge este libro:
El P. Alberto tuvo el presentimientos de que si estallaba la
guerra civil, lo matarian por odio a Dios y a su Iglesia. “Qué
oscuras se estan poniendo las cosas -dijo un dia a las monjas
carmelitas de la Encarnacién de Avila. - ;Quién sabe si un dia
se dira: P. Alberto y compaiieros martires carmelitas! Toda una
profecia.
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A unos que le aconsejaban que saliera de Madrid y se quitara
el habito, les dijo: “Si es que ha llegado mi hora, tengo que mo-
rir con el habito de fraile... Si soy martir, me iré al cielo j;Qué
mas quisiera yo que morir martir!”.
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El 13 de julio el P. Alberto iba a salir de Madrid, por motivos
de salud, a tomar aguas termales para sus fuertes dolores de hi-
gado y de catarro anginal. Su madre y hermanos, que vivian en
Madrid, y los religiosos y amigos de la comunidad, le animaban
a que marchase, pero él contesté: “Las horas presentes son muy
graves, y el capitan de un navio no debe abandonar su puesto en
las horas de mayor peligro”.
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Declaré el P. Alberto con viril y cristiana valentia ante el tri- )
bunal de la checa de Fomento en Madrid el 1. 9. 1936 antes de .
ser encerrado en la carcel de C/ Porlier:
“Si por ser religioso y sacerdote van a fusilarme, deben tener
bien entendido que cinco minutos que retrasen mi ejecucion, me
los quitan de ver a Dios en el Cielo”.
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El BEATO ALBERTO M* MARCO ALEMAN, con habito y capa carmeli-
tanos, en El Henar, Cuéllar (Segovia). Le faltaban 19 dias para cumplir los 33,
atios de edad.
‘Amaba mucho su habito y capa carmelitanos. Dijo a unos que le aconseja-
ban que vistiera de paisano para salvar la vida: “Si es que ha llegado mi hora,
tengo que morir con el hdbito de fraile... Si soy martir me iré al cielo ;Qué mas
quisiera yo que morir martir!”.
Asi dedicé por detras la fotografia a unos tios: “A mis queridos tfos Alfonso
Villalta y Amparo Ibarra en testimonio de afecto. Alberto M* Marco. Ord. Carm.
Cuéllar, Segovia 4-V-27»
Sob ted HzBeato Alberto M* Marco, mértir carmelita
E] Beato Alberto en su plenitud, a sus 42 aiios, cuando fue Ilevado al marti-
rio: 24. 11. 1936.Jestis + Maria
PORTICO
Ce en tus manos, amado lector, un breve y sencillo libro
que recoge, con amor y gratitud, la vida de un martir car-
melita que derramé su sangre durante la persecuci6n religiosa que
sufrié nuestra amada Espafia durante la Guerra Civil (1936-1939).
En 1940, al afio siguiente de terminarse la cruel persecucion y
Guerra Civil, el carmelita P. Simon M“ Besalduch Segarra (+1955)
publicé un precioso libro, Nuestros Martires (pp. 470 + XXIII),
que serviria para incoar los procesos de canonizacién de 56 mérti-
res para en su dia poderlos declarar beatos por la Iglesia. A nuestro
P. Alberto le dedica las paginas 191-202. Este libro lo ha reeditado
Amacar en 2011 y la biografia del P. Alberto ocupa las paginas
122-135.
Después de leer con detencién la Positio, se puede comprobar
como el P. Besalduch recoge en 1940, en sintesis, todo lo mas im-
portante que declararon los 20 testigos veinte afios después y que
nosotros ofrecemos con mayor riqueza de detalles.
Por el aito 1995, el carmelita P Miguel Maria Arribas Sombria
escribié un pequefio libro que vio la luz publica en 2013, cuando
ya hacia dos afios que P. Miguel habia partido a la Casa del Padre.
Asi se titula: P. Alberto Marco y compaiieros martires carmelitas
(pp. 125). Al P. Alberto le dedica las pp. 19-44. El P. Miguel se
limita a recoger las noticias del P. Sim6n, enriquecidas con alguna
nueva tomada de la Positio.
Aunque ambos libros son muy interesantes, es poco lo que en
un compendio se puede decir de un hombre tan extraordinarioBeato Alberto M* Marco, martir carmelita
como nuestro Padre Alberto. Por eso, después de su elevacién a
los altares por nuestra madre la Iglesia — Tarragona 13. 10. 2013
- nos hemos decidido a escribir este libro que tienes en tus ma-
nos y que hemos extraido —como laboriosas abejas en un jardin
- de una fuente tan importante, fundamental y veridica, como es la
POSITIO 0 volumen que recoge los ricos testimonios de testigos
fidedignos que hace afios fueron presentados por el postulador a la
Santa Sede.
Lo hacemos, como siempre, pensando en que a muchos hombres
y mujeres no les llegar cantera tan rica de virtudes, de ejemplos
dignos de ser publicados e imitados, si no los damos a conocer. El
Carmelo, en este hijo —al igual que en los demas compaiieros de
martirio - tiene muchos ejemplos dignos de ser conocidos e imita-
dos por sus hermanos que pretendemos seguir las huellas del Mar-
tir del Calvario como ellos ya lo hicieron en grado heroico. Por ello
prestamos mayor extensién a sus virtudes que a su vida y martirio.
Nuestro beato Alberto Maria Marco nos esta diciendo, como
cuenta la vida de san Agustin (+ 430), que contemplando los re-
tratos de santos que Je habian precedido, se decia a si mismo: “Si
estos y aquellos lo hicieron, {por qué no hacerlo yo?”.
Por la vida de nuestro padre Alberto y por la de los dieciocho
compafieros martires carmelitas beatificados con él en Tarragona,
por los diecisiete que ya lo fueron el 28. 10. 2007 en Roma y por
los veinte que estan esperando como siervos de Dios, ya en la San-
ta Sede, les repetimos a Jestis y a Maria nuestra jaculatoria:
iGracias, Jestis! ;Gracias, Maria! — jTe amo, Jestis! jTe amo,
Maria!
Onda (Castellén), uno de enero de 2014, Solemnidad de Santa
Maria Madre de Dios.Jesiis | Maria
PRESENTACION
P. Fernando Millan Romeral, Prior General de la Orden del Carmen
Roma, 14 de noviembre de 2013, fiesta de todos los Santos carmelitas
EI P. Fernando saludando al
papa Francisco.
1 pasado dia 13 de octubre de 2013, en Tarragona, tuvo lugar
la solemne beatificacion de diez carmelitas de la Provincia
Bética y otros nueve de lo que hoy es la Provincia de Castilla. Se
unen asi a los dieciséis carmelitas de la Provincia de Catalufia (que
era Comisariado General, cuando ocurrieron los sucesos de 1936)
y una monja de clausura del convento carmelita de Vic, beatifi-
cados hace seis afios, en octubre de 2007, en Roma. Todos ellos
fueron asesinados durante los tristes acontecimientos de la Gue-
tra Civil espafiola. En el momento de estallar la Guerra Civil, en
Espafia habia solamente dos Provincias (Aragovalentina y Bética)Beato Alberto M* Marco, mértir carmelita
y un Comisariado General (Cataluiia). En 1948 fue erigido el Co-
misariado General de Castilla, que se convertiria en Provincia en
1984. Catalufia se convertiria en Provincia en 1950. No obstante,
los diversos grupos de martires se suelen asociar a las Provincias
en su estado actual.
Todos ellos forman un total de cincuenta y seis carmelitas, ase-
sinados “in odium fidei”, en Espafia, durante aquellos afios dificiles
y sangrientos. Podemos aplicar a la Orden lo que el beato Juan
Pablo II decia de la Iglesia universal en su Carta Apostolica Tertio
Millennio Adveniente del afio 1994: “Al término del segundo mi-
lenio, la Iglesia ha vuelto de nuevo a ser Iglesia de martires” (n°.
37). Humanamente hablando, todo ello supuso una tragedia para el
Carmelo espafiol, que vefa c6mo muchos de sus jovenes y de sus
mejores elementos morian en el sinsentido de una guerra fratricida.
Pero, como sabian muy bien los primeros cristianos, la sangre de
los martires se convirtié en semilla, y su testimonio heroico de f,
fue bendecido con nuevas vocaciones para la Orden.
Elinfatigable P. Rafael Maria Lopez Melis, carmelita apasionado
y prolifico escritor, nos ofrece en este nuevo libro la vida y la
descripcién del perfil espiritual de uno de aquellos martires, el
beato Alberto M* Marco Aleman, O. Carm, Sin duda, el testimonio
supremo de su martirio, no fue algo casual, ni anecdotico, sino la
consecuencia de toda una vida de entrega al Carmelo, a la Iglesia
y a los que se cruzaron en su camino. El P. Melts subraya, en este
sentido, algunos elementos y dimensiones de su biografia que son
muy significativos, como su preocupacién y su actividad a favor
de las vocaciones, su generosidad en la vida pastoral y en la obser-
vancia religiosa, su devocién al Sagrado Corazén de Jestis y a la
Virgen del Carmen, cuyo escapulario distribuia entre los enfermos,Jestis + Marfa
su valentia a la hora de acometer nuevas obras apostélicas en aquel
Carmelo espaiiol del primer tercio del siglo XX, que emprendia
con fuerza y vigor nuevos apostolados y nuevas presencias por
toda la geografia de nuestro pais.
De hecho, la biografia del P. Alberto esta unida a tres de los
lugares mas emblematicos de la geografia carmelitana espafiola
en los tiempos modernos, a saber: Caudete (Albacete), su pue-
blo natal, y donde haria sus estudios de Filosofia y Teologia; Olot
(Gerona), donde hizo su “marianado”; y Onda (Castellén), donde
hizo su noviciado y donde profes6, y donde ayudaria a fundar las
famosas “Escuelas del Castillo de Onda”. Pero, al mismo tiempo,
su biografia esta también unida a nuevas presencias 0 a presencias
que se iban consolidando, y que hoy son fundamentales para en-
tender la aportacién del Carmelo a la Iglesia espafiola, tales como
el Santuario de El Henar (Segovia) o la parroquia de la calle Ayala
en Madrid.
Siempre he pensado que nuestros martires vivieron al final de
sus vidas lo que se habia venido gestando durante muchos afios, a
veces de forma callada, humilde, discreta 0 casi escondida. Dicho
de otro modo, Ilegado el momento, estos carmelitas supieron dar la
talla y mostraron la riqueza interior que Ilevaban en sus corazones.
Su testimonio supone un motivo de sano orgullo para todos no-
sotros, pero también una llamada y un signo “provocativo”. Su
testimonio nos invita a vivir nuestra vocacién con autenticidad y
humildad, a ser signos de reconciliacién y de perdén (algo esencial
para entender el sentido de estas beatificaciones) y a ilusionarnos
con el reto y la tarea que tenemos por delante en tiempos quizas
menos dramaticos, pero también complejos y dificiles. En el caso
concreto del P. Alberto, se nos invita también a vivir con genero-Beato Alberto M* Marco, mértir carmelita
sidad el “martirio cotidiano”, esto es, a vivir plenamente nuestra
vocacién y nuestro carisma y a entregarnos a nuestro ministerio
como carmelitas al servicio de la iglesia y de la sociedad, especial-
mente de los mas necesitados, como nos recuerda constantemente
el Papa Francisco.
Felicidades al P. Rafael Maria Lopez Melis y a AMACAR
(Apostolado Mariano Carmelita) por este libro, que supone una
nueva contribucién al mejor conocimiento del Carmelo, de su his-
toria y, sobre todo, de su misién. Que Nuestra Madre del Carmen.
le dé muchas fuerzas para seguir trabajando con el mismo entusias-
mo, y con la misma entrega y pasidn por todo lo que es carmelita.
Dado que aquellos nueve martires pertenecian todavia a la pro-
vincia Aragovalentina, y dado que esta provincia y la provincia de
Castilla se encuentran en un proceso de unificacién que culminara,
Dios mediante, con el Capitulo de la nueva provincia carmelita
(Provincia de Aragon, Castilla y Valencia) en abril del afio 2014,
me atrevo a poner bajo la intercesién del beato Alberto M* Marco
Aleman y de estos martires el final de este proceso de unién, de
modo que la nueva provincia comience con buen pie, se convierta
en un espacio de vida fraterna y carmelita, y sea un buen instru-
mento al servicio de la evangelizacion.
Que el testimonio de nuestros miartires sea semilla de reconci-
liacion, de entendimiento, de paz y de solidaridad en nuestra Espa-
fia del siglo XXI y que, desde el cielo, intercedan por nosotros para
que sepamos responder a los nuevos retos con fidelidad, creativi-
dad y generosidad”.FUENTES DE ESTA BIOGRAFIA
unque ofrezcamos alguna frase o testimonio de las dos
fuentes recordadas en el Portico, que lo haremos notar, una
sola es la Fuente en la que vamos a beber para escribir estas ejem-
plarizantes paginas: la POSITIO, que ha publicado la Santa Sede,
preparada por la Congregacion para la Causa de los Santos.
La Positio consta de mas de mil paginas, con siete apartados,
de los cuales para nuestro cometido solo nos interesa el sexto y de
él tan solo la parte I, letra d): Deposicién de los testigos. La Causa
de los nueve carmelitas trae 33 testigos, pero no todos se presen-
taron como testigos del P. Alberto sino también de parte de ocho
jOvenes carmelitas martirizados en aquellos aciagos dias. Del P.
Alberto son veinte los testigos que depusicron. Trece testigos 0 no
dejaron sus testimonios o hacen referencia solo a los ocho jovenes
carmelitas.
Después de cada testimonio, que traemos entre comillas, deja-
mos constancia de la fuente PS, Positio, y dentro de ese titulo el
apartado correspondiente que es S$: Summarium, lista y testimonio
de los testigos que pasaron por el Tribunal constituido en el Ar-
zobispado de Madrid. que es donde se inicié y llevé la Causa a
cuya cabeza iba el P. Alberto Maria Marco Alemdn. La formaban
nueve religiosos carmelitas y dieciséis religiosos de las Escuelas
Cristianas.Beato Alberto M Marco, mértir carmelita
A las letras P y S sigue el numero de la lista de testigos y las
paginas del Sumario donde se encuentra.
Este es el titulo en latin:
CONGREGATIO DE CAUSIS SANCTORUM P.N. 1115
BEATIFICATIONIS SEU DECLARATIONIS MARTYRII
SERVORUM DEI
ALBERTI MARIAE MARCO ALEMAN AC VIII SOCIO-
RUM
EX ORDINE CARMELITARUM AB ANTIQUA OBSER-
VANTIA
NECNON
AUGUSTINI MARIAE GARCIA TRIBALDOS ET XV SO-
CIORUM
EX INSTITUTO FRATRUM SCHOLARUM CHRISTIANA-
RUM IN ODIUM
FIDEL UTI FERTUR, INTERFECTORUM (1936-1937)
POSITIO SUPER MARTYRIO. ROMA.
Esta es la lista de los 20 testigos que depusieron sobre el mar-
tirio del P. Alberto:
Testigo I.- D. Luis Marco Aleman, hermano del P. Alberto, (pp.
45-59).
Testigo II.- P. Manuel M? Ibafiez Ibafiez, alumno y dirigido es-
piritual (pp. 59-90).
Testigo III.- P. Elias M* Requena Mufioz, carmelita, del mismo
pueblo y compafiero en diversos convento (pp. 91-96).
Testigo IV.- Dfia. Mercedes Arechabala y Hurtado de Mendoza,
viuda, terciaria carmelita y su penitente en Madrid (pp. 96-104).
Testigo V.- P. Joaquin M* Guarch Mampel, alumno en Teologia
y admirador de su predicacion (pp. 104-112).Jestis + Marfa
Testigo VI.- D. Clemente Ramirez Checa, compaiiero de prisién
en la carcel de Porlier, (pp. 112-116),
Testigo VIL- D. Jestis Sanchez Posada, compafiero del P. Alber-
to en la carcel de Porlier, (pp. 116-129),
Testigo VIII.- Nada del P. Alberto.
Testigo [X.- Diia. Maria Agustina Martinez Sainz, casada, que
traté bastante al P. Alberto cuando este iba a Valladolid (pp. 135-
139).
Testigo X.- Rvdo. D. Desiderio Lopez Ruyales, sacerdote y vi-
cario general de Valencia, traté bastante al P. Alberto, (pp. 140-
149).
Testigo XI.- Nada del P. Alberto.
Testigo XII.- D. Jesus Garcia Melero, casado. Fue carmelita an-
tes de la Guerra y discipulo de P, Alberto, (pp. 153-163).
Testigo XIIL- P. Alfonso M* Lépez Sendin, carmelita. E, P. Al-
berto fue su profesor y prior, (pp. 164-179).
Testigos XIV, XV y XVL- Nada del P. Alberto.
Testigo XVII.- Dfia. Lucila Sanchez Miguel de Lopez, casada.
Esta celosa vocacionista traté bastante al P. Alberto, (pp. 190-198).
Testigo XVIIL- Sor Maria Amparo Villamafian Lépez, religiosa
de las Esclavas del Sagrado Corazén de Jesus. Traté bastante al P.
Alberto desde 1925 hasta su martirio, (pp. 198-211),
Testigo XIX.- Dfia. Carmen Salinas Garcia, soltera, terciaria
carmelita, en Madrid tuvo al P. Alberto como confesor. (pp. 212-
217).
Testigo XX.- Nada del P. Alberto.
Testigo XXL- P. Isidoro M* Garrido Mufioz, carmelita, tuvo al
P. Alberto como prefecto y profesor en sus afios de profeso. (pp.
217-224).Beato Alberto M* Marco, mértir carmelita
Testigo XXII.- Rev. D. José Garcia, sacerdote de la didcesis de
Madrid, estuvo dos meses con el P. Alberto en la carcel Porlier de
Madrid (pp. 224-226).
Testigos XXIII, XXIV, XXV, XXVI y XXVIL- Nada del P.
Alberto.
Testigo XXVIIL.- Dfia. Mercedes Aguilar Amat, casada, tuvo al
P. Alberto como director espiritual de 1932-1937. (pp. 234-238).
Testigos XXIX y XXX.- Nada del P. Alberto.
Testigo XXXL- Sor Teresa Margarita del Corazon Agonizante
de Jestis, carmelita descalza en Avila, tuvo como su director espiri-
tual al P. Alberto y recuerda algunas frases espirituales que le decia
(pp. 240-252).
Testigo XXXIL.- D. Juan Felipe Gomez Sanchez, casado, estu-
vo dos meses en la carcel de Porlier con el P. Alberto y con él se
confesaba con frecuencia, (pp. 253-257).
Testigo XXXILL- Diia. Josefa Arenas Rodriguez, soltera, era
criada de Diia. Mercedes Aguilar Amat (V. Testigo XXVIII) y se
confesaba con P. Alberto cuando este iba al domicilio de Diia. Mer-
cedes, (pp. 257-265).
ak Ok
Son 20 los testigos que declararon en la Causa del P. Alberto.
Asi divididos: un familiar: n. 1; cinco, religiosos carmelitas: nn. 2,
3, 5, 13, 21; dos sacerdotes diocesanos: nn. 10 y 22; dos religiosas:
nn. 18 y 31; un seglar que fue carmelita: n. 12; seis mujeres dirigi-
das suyas: nn. 4, 9, 17, 19, 28 y 33; y tres compajfieros de prisién:
nn. 6, 7 y 32.Jesiis ¢ Maria
PERSECUCION RELIGIOSA EN ESPANA
a produccion bibliografica referente a este tema: /glesia y
Persecucion religiosa o Guerra Civil en Espafia en 1936-
1939, es abrumadora. Cada dia aparecen nuevos libros de una u
otra tendencia. Pero no todo lo que se ha escrito es historia que
deba aceptarse como tal.
Espafia, desde el siglo XIX, arrastraba un agudo anticlericalis-
mo, que estallé, sobre todo, con la II Republica, en 1931.
Ya he tocado este tema en varios de mis libros sobre Martires de
ayer y de hoy y sobre varios martires ya beatificados por la Iglesia.
Aqui me limito a recordar tres testimonios muy elocuentes que
valen para hacer una composicién de lugar del martirio, en Madrid,
que le tocé vivir a nuestro Padre Alberto.
- El papa Pio XI (¢ 1939), con conocimiento de causa, ya que
tenia sobre la mesa los nombres de mas de 3.000 sacerdotes y re-
ligiosos martirizados en este medio afio de persecucién, publicé la
enérgica enciclica Divini Redemptoris, el 19 de marzo de 1937, en
la que decia:
“No es ya esta o aquella iglesia, ya tal o cual convento, lo que
se ha destruido, sino que han sido, en cuanto ello ha sido posible,
todas las iglesias, todos los conventos y aun toda huella de la
religion cristiana lo que se ha querido destruir, aunque se tratase
de los monumentos mas notables del arte y de la ciencia!
El furor comunista no se ha contentado con matar obispos y mi-
Ilares de sacerdotes, religiosos y religiosas, cebandose juntamenteBeato Alberto M* Marco, martir carmelita
con mayor empefio en aquellos que, con mas celo, se ocupaban de
los obreros y de los pobres, sino que ha hecho un mayor nimero
de victimas entre los seglares de toda clase, que, atin hoy dia, son
asesinados en masa por el solo hecho de ser buenos cristianos 0 al
menos opuestos al ateismo comunista. Y esta espantosa destruc-
cion se perpetia con un odio, con una barbaric, con un salvajismo
increible en nuestros dias” (ANTONIO MONTERO, Historia de la perse-
cucién religiosa en Espaita, 1936-1939, BAC, Madrid, 1961, p. 71).
- El 1 de julio de 1937, aparecio la Carta colectiva del episco-
pado espaiiol, muy extensa, de gran repercusién en todo el mundo,
y que tuvo mds de 36 ediciones en castellano, francés, inglés, ale-
man, hingaro, italiano, polaco, checoslovaco, portugués, rumano,
latin, chino y ruso. Sus 42 paginas todas son de gran valor y muy
interesantes, pero solamente recordamos estos parrafos:
“Sobre todo la revolucion fue anticristiana. No creemos que en
la historia del cristianismo, y en el espacio de unas semanas, se
haya dado explosién semejante, en todas las formas de pensamien-
to, de voluntad y de pasién, del odio contra Jesucristo y su religién
sagrada. Tal ha sido el sacrilego estrago que ha sufrido la Iglesia
en Espaiia, que el delegado de los rojos espafioles enviado al Con-
greso de los Sin-Dios, en Mosci, pudo decir: ‘Espaiia ha superado
en mucho la obra de los soviets, por cuanto la Iglesia en Espafia ha
sido completamente aniquilada’.
Contamos los mértires por millares. Su testimonio es una es-
peranza para nuestra pobre patria, pero casi no hallariamos en el
martirologio romano una forma de martirio no usada por el comu-
nismo, sin exceptuar la crucifixion, y en cambio hay formas nue-
vas de tormento que han consentido las sustancias y las maquinas
modernas.
El odio a Jesucristo y a la Virgen han Ilegado al paroxismo en
20__Jestis ¢ Maria
los centenares de crucifijos acuchillados, en las imagenes de la Vir-
gen bestialmente profanadas...
Ha sido espantosa la profanacién de sagradas reliquias. Han sido
destrozados 0 quemados los cuerpos de san Narciso, san Pascual
Baildon, la beata Beatriz de Silva, san Bernardo Calvo y otros. Las
sagradas Formas profanadas... Famosas imagenes de veneracién
secular han sido quemadas o destruidas para siempre...” (ANTO-
NIO MONTERO, Historia de la persecucién religiosa, en Espatia, 1936-1939,
BAC, Madrid,1961, 72-74).
- A la distancia de 75 afios, el historiador Rafael Abella contem-
pla asi esta tragica barbarie anticristiana cometida durante estos
lébregos afios de la persecucién:
“La persecucién de cualquier simbolo del catolicismo tradicio-
nal fue uno de los signos externos mds caracteristicos de la vida
cotidiana.
Iglesias y conventos fueron pasto de las llamas, como objetivo
de un pueblo que habia situado a la Iglesia espafiola entre las fuer-
zas mas reaccionarias.
La desaparicién de curas, frailes y monjas, perseguidos safiuda-
mente, dio paso al holocausto de muchos de ellos y a la ocultacién
de los demas.
El culto qued6 prohibido y se vivid una etapa de negacién del
catolicismo, que condujo a una religion de catacumbas.
Los sacramentos habian de ser administrados en secreto, y los
sacerdotes decian misa escondidos en la intimidad de los hogares.
Todas las propiedades de la Iglesia fueron requisadas y habili-
tadas como escuelas, hospitales o centros de instruccién militar.
Muchos religiosos pudieron huir al extranjero con documenta-
cin falsa, entre ellos, un hermano fraile del doctor Negrin, y los
que sobrevivieron atravesaron un periodo critico” (RAFAEL ABE-
21Beato Alberto M* Marco, mértir carmelita
LLA, La vida cotidiana, en la obra La Guerra Civil Espafiola, Taurus-historia,
2006, 429).
No afiadimos nada de lo mucho que sufrié la fe y los edificios
religiosos en Caudete, pueblo natal del beato Alberto, porque du-
rante este tiempo el P. Alberto se encontraba en otro convento de
la Orden.
Vista panorimica de Caudete (Albacete) donde nacié en 1894 (v. pp. 29-34).
22Jestis + Maria
CAUDETE, VILLA RELIGIOSA Y CARMELITA
ge“ goza de los titulos nobiliarios de muy ilustre, muy
‘noble, muy leal y real villa. Esta es el pueblo donde nacié
nuestro nuevo beato carmelita, P A/berto Maria Marco Aleman.
Que esté enamorado de Caudete quien ha nacido alli es normal
y que lo estemos los que hemos trabajado apostdlicamente alli es
una realidad por todos vivida. Yo tuve la dicha de pasar alli nueve
afios de cielo: 14. 8. 1972-25. 6. 1981, tratando de servir a todos
los caudetanos como su parroco.
Caudete es el ultimo pueblo de la provincia de Albacete en di-
reccién hacia Alicante y colinda con tres provincias: con Murcia,
por Yecla; con Alicante, por Villena, y con Valencia, por Fuente la
Higuera.
Su origen es antiquisimo. Quiza fue la antigua ciudad arabe Vol-
dim.
Tipicas son las solemnisimas fiestas que se celebran todos los
anos, durante la primera quincena de septiembre, en honor a sus
patronos, la Santisima Virgen de Gracia y San Blas.
Son verdaderamente encantadoras. Ricas en piedad mariana y
en folklore popular.
Son las asi llamadas Fiestas de Moros y Cristianos; con la re-
presentacion de los Episodios Caudetanos. Eucaristias solemnes
con asistencia del Sr. Obispo, bajada y subida de la Virgen desde
el Santuario a la parroquia de Santa Catalina, procesién de variasBeato Alberto M* Marco, mértir carmelita
horas con las calles engalanadas, ofrenda de flores, desfile de ca-
rrozas, etc... Por los aflos setenta fueron declaradas de interés tu-
ristico nacional.
Caudete en un principio pertenecio eclesidsticamente a Grana-
da. A Cartagena desde 1266 hasta 1564; a Orihuela desde 1565; a
Albacete desde el 2.11.1949, que es cuando se creé esta didcesis, a
la que pertenece en la actualidad.
Hay dos parroquias: santa Catalina y san Francisco; cuatro co-
munidades religiosas: PP. Carmelitas; Monjas Carmelitas de clau-
sura; Hermanas Carmelitas (Residencia de Ancianos) y Hermanas
del Amor de Dios (Colegio). Una hermosa ermita 0 santuario de-
dicado a su Patrona la Virgen de Gracia y dos pequefias ermitas
dedicadas a santa Ana y san Anton.
Caudete es un pueblo de profunda raigambre cristiana. Durante
la década de los afios setenta-ochenta oi decir muchas veces al ve-
nerado Sr. Obispo de Albacete D. Ireneo Garcia Alonso (f 1912),
que fue obispo de Albacete de 1968 a 1980. “La religiosidad de
Caudete descansa sobre dos piedras angulares, fundamento de su
cristianismo: una profunda devoci6n al Santisimo Sacramento y el
gran amor que profesa a su Patrona, la Virgen de Gracia”.
Caudete es carmelita desde hace casi cuatro siglos y medio. Al-
rededor de 1578 fundaron los religiosos carmelitas en el Santuario
de la Virgen de Gracia y poco después pasaron al casco urbano de
la villa.
Alli permanecieron hasta la fatidica desamortizacion de Mendi-
zAbal de 1836, en que fueron arrojados del convento. Volvieron de
nuevo desde Onda (Castellon) en 1888.
Fue seminario de los ya profesos —estudiantes de Filosofia y
Teologia— y durante varios afios dirigieron un colegio para niiiosJestis + Maria
hasta que en 1931 fueron expulsados de nuevo al estallar la IT Re-
publica. Fue el tinico convento carmelita de toda Espafia que su-
frié este percance.
Durante los afios de la persecuci6n religiosa-guerra civil sufrid
muchos desperfectos, tanto el convento como la iglesia. Fue un
hijo ilustre de Caudete —el P. Elias M* Requena Mufioz (+ 1972)—
quien restauré ambos edificios.
Por la década de 1960 levantaron un colegio en el centro del
pueblo en el que recibieron educacién cientifica y cristiana mu-
chos nifios de la villa.
En 1891 nacié en Caudete una Congregacioén religiosa, las hoy
llamadas Hermanas de la Virgen Maria del Monte Carmelo, que en
la actualidad dirigen la Residencia de ancianos San Juan Evange-
lista.
En 1914 —pronto celebraremos el primer centenario— fundaban,
procedentes de Onteniente, las Monjas Carmelitas de clausura en
el Camino de la Virgen.
También en Caudete funcioné durante unos afios —1914-1931—
el Centro del Escapulario del Carmen, fundado por el P. Simon M*
Besalduch (+ 1955) y de 1976 a 1981 el Centro de Espiritualidad
Carmelita (CESCA).
EI nifio Francisco (que al vestir el habito carmelita cambié su
nombre de pila por el de Alberto Maria), frecuentd el colegio diri-
gido por los carmelitas y desempeiio el oficio de monaguillo en la
Iglesia del Carmen.Beato Alberto M* Marco, mértir carmelita
Su madre: Francisca Aleman
Garcia (v. pp. 29-30).
Fotografia familiar: dia de campo: de izquierda a derecha: hermano Miguel,
hermana Joaquina, su madre y su padre.Jess + Maria
J PARTE:
SU VIDA
1.- Hijo de una familia piadosa y carmelita
2.-“Cuidad muy bien a este nifio”
3.- Vocacion al Carmelo y mariano en Olot
4.- Noviciado y Profesién carmelita en Onda
5.- En Caudete, su pueblo, estudia Filosofia y Teologia y emite su
profesién perpetua
6.- Sacerdote de Jesucristo
7.- Co-fundador y profesor de las Escuelas del Castillo de Onda
8.- Co-fundador, profesor y prior del Santuario de la Virgen de El
Henar en Cuéllar
9.- Formador de sacerdotes y co-fundador y profesor en
Cogullada (Zaragoza)
10.- Predicador de la Palabra de Dios
11.- Director espiritual de muchas almas
12. Prior del Carmelo de Madrid
2Iglesia parroquial
de Santa Catalina, en
Caudete, donde recibio
los sacramentos de ini-
ciacién cristiana: Bau-
tismo, Confirmacién,
Primera Penitencia y
Eucaristia.
Santuario Virgen de Gracia, que tantas veces visitaria de nifio y
de mayor, como buen caudetano y carmelita.Jesiis + Maria
1.- HIJO DE UNA FAMILIA PIADOSA Y CARMELITA
Su familia
1 domingo 3.11.2013, el P. Juan y servidor fuimos, acom-
‘pafiados de Teresa Burdeus Marco y su esposo Rafael, al
cementerio de Burriana (Castellon), donde reposan los restos de
Francisca Aleman Garcia, madre del Bto. Alberto (Bloque A, 4* fila,
columna 57). Teresa es nieta de Miguel, hermano del P. Alberto, que
cas6 con Teresa Rochera, de Burriana, donde fundaron su hogar, y
con los que vivid Francisca, madre del novio, la cual murié el 14.
5. 1945, a la edad de 75 afios. Miguel, el hermano de P. Alberto,
murié en Burriana el 16. 3. 1958, a los 57 afios de edad.
Cuando en 1972 llegué yo a Caudete, vivia en el Barrio de san
Francisco su primo hermano Francisco Marco Requena, casado
con Josefa Aleman Gomez, prima hermana del P. Alberto, y sus
hijos casados Francisco, Gaspar, Juan, Manuel, Angel, Teresa,
Mercedes y Maria. Otros familiares de la numerosa familia “de los
Monjos” se dispersaron por diversas partes de Espaiia: Madrid, Va-
lencia, Castellon, Alcorcon, Guadalajara, Burriana, etc., en busca
de trabajo, y otros quedaron en Caudete.
Gracias a Hna. Josefina Marco Navarro y a su prima Pepi Mar-
co Hernandez, que han hurgado en el Registro civil y en los docu-
mentos del cementerio de Caudete (Albacete), hemos conseguido
la lista de los abuelos, padres y hermanos de nuestro beato Alber-
29Beato Alberto M* Marco, mértir carmelita
to. Abuelos paternos: Joaquin y Maria Gracia. Abuelos maternos:
Francisco y Joaquina. Padres: Joaquin Marco Albertos y Fran-
cisca Aleman Garcia, que contrajeron matrimonio el 3 de octubre
de 1891. Estos fueron sus hijos: Maria Gracia, n.1892; Francisco
(nuestro BEATO), n. 1894; Joaquina, n. 1896; Joaquin, n. 1898;
Miguel, n. 1900; Manuel, n. 1902; José, n. 1905; Rosario, n. 1909;
Luis, n. 1911; Antonio, n. 1913. A estos diez parece que habria que
afiadir alguno més, segun dicen ciertos sobrinos, pero no constan
sus nombres en los registros mencionados.
La mayor parte de estos hermanos del P. Alberto salieron de
Caudete para buscarse medios de vida, y esta ocasién de la beati-
ficacion del P. Alberto nos ha ayudado a localizar a bastantes hijos
de sus hermanos y hermanas repartidos en varias provincias de
Espafia y hasta uno de ellos esta en Suiza.
El 16 de abril de 1988, hubo gran fiesta en el Carmelo con-
templativo de Caudete porque Josefina Marco Navarro, que habia
nacido en Caudete el 2 de septiembre de 1966, emitia su profesion
religiosa en aquel monasterio de su villa natal. Ella era hija de
Manuel Marco Aleman y M* Gracia Navarro Pérez, y, por tanto,
re-sobrina de nuestro martir, el beato P. Alberto. La sangre mar-
tirial-carmelitana habia llegado hasta ella y habia sido semilla de
una nueva carmelita, como decian en los primeros siglos del cris-
tianismo.
Otra consagrada sobrina carnal del Bto. Alberto: Buscando fa-
miliares suyos, hemos dado también con una sobrina, hija de su
hermano Joaquin, llamada Maria Jestis Marco Navarro, que es
miembro del Instituto secular Vita et Pax, y vive en Valencia. Este
instituto llevaba las famosas librerias religiosas Manantial (en
Roma, Sorgente). Dice que su tio Alberto la bautiz6 en 1934 y atin__Jestis + Marfa
recuerda cuando él la tomaba en brazos y ella cosa de nifios— le
quitaba las gafas...
Ojala a estas dos sobrinas consagradas le sigan otras vocaciones
al estado sacerdotal o religioso.
Ha sido una maravilla que con ocasién de la beatificacién del
P. Alberto se han dado a conocer varios primos hermanos y fami-
liares mas lejanos que antes ignoraban su existencia. Bastantes de
ellos asistieron a la beatificacién en Tarragona y a las celebracio-
nes de Accién de Gracias en El Henar y en Madrid.
Su hermano Luis fue el primer testigo que depuso en la Causa
martirial del beato Alberto. Es muy rico y muy interesante su testi-
monio. Dijo al tribunal de la Causa:
“Su abuela paterna, que pens6 hacerse religiosa, una vez ca-
sada, decia que se podia practicar la vida religiosa en cualquier
condicién, con tal de cumplir religiosamente los propios deberes,
y asi vivid ella y educo a todos sus descendientes en un ambiente
de tanta religiosidad que a nuestra familia la conocian en el pueblo
con el nombre de ‘los monjos’” (PS, Tes. L, p. 48).
Bautismo
Su hermano Luis depuso en el Proceso: “Tanto mi hermano
Francisco como todos nosotros fuimos bautizados el mismo dia
del nacimiento o al siguiente y recibimos la Confirmacién en el
momento oportuno” (PS, Tes. I, p. 48).
Gracias a Dios, se conserva la partida de su Bautismo, el sa-
cramento mas importante de los siete. Se encuentra en el archivo
de la parroquia de santa Catalina de Caudete, y ofrece estos datos
de interés: Nacié el 23 de mayo de 1894 a las tres y media de laBeato Alberto M" Marco, mértir carmelita
mafiana y fue bautizado ese mismo dia. Lo bautizé el coadjutor de
la parroquia, D. Juan Carpena. Sus padres: Joaquin Marco y Fran-
cisca Aleman. Abuelos paternos: Joaquin Marco y Maria Gracia
Albertos. Y maternos: Francisco Aleman y Joaquina Garcia. Todos
naturales de Caudete. Se le puso por nombre Francisco, y fueron
sus padrinos: su abuelo Francisco Aleman y su tia Teresa Aleman
(Libro XXIII de Bautismos, fol. 299vto., en PS, Documentos, pp. 267-268).
Confirmacion
Nos ha dicho su hermano Luis en el apartado anterior que en su
familia “el sacramento de la Confirmacién lo recibian en el mo-
mento oportuno”. Ese momento oportuno era cuando el Obispo
diocesano acudia al pueblo, que a veces se distanciaban sus visitas
diez y mas afios. Y cuando lo hacia, confirmaba a nifios y mayores,
todos los que no lo estaban. Es lo que sucedié con el pequefio Fran-
cisco, que solo contaba tres meses y 28 dias de vida.
El Acta de su Confirmacién, conservada también en el archivo
de la parroquia de santa Catalina de Caudete, recoge estos datos:
Fecha de Confirmacién el 20 de septiembre de 1894. Obispo ofi-
ciante: D. Pedro Rocamora y Garcia, obispo de Tortosa. Fueron sus
padrinos: D. Joaquin Beneyto y Diia. Maria Gracia Pedrds (Archivo
de la P. de Sta. Catalina, Libro 3° de Confirmados, fol. 118. En PS, Documentos,
p. 268).
{Por qué lo confirm6 el obispo de Tortosa, D. Pedro Rocamora,
y no el obispo de Orihuela, a cuya didcesis pertenecia Caudete
y era su obispo D. Juan Maura Gelabert? Sabemos que tanto el
Obispo Rocamora como Mosén Pedrés, que seria parroco de Villa-
rreal, profesaban gran amistad a los carmelitas de Caudete.Jestis + Maria
Amistad con los carmelitas
“Mi hermano - depuso Luis - en este ambiente en el cual todos
éramos piadosos, se distinguié por encima de todos, como también
el cuarto de mis hermanos, llamado Joaquin, que lleg6 a entrar en
el Seminario, aunque luego tuvo que dejar los estudios por falta de
salud.
En el colegio que los PP. Carmelitas tenian en Caudete, mi her-
mano recibié la cultura elemental, ademas de la direccién religiosa
y moral recibida en el seno de la familia, donde todos fuimos edu-
cados cristianamente.
Recuerdo haber ofdo decir a mis padres que mi hermano Fran-
cisco era un nifio que se distinguia por su aplicacién y provecho y
que los profesores lo alababan siempre mucho.
Mis padres consideraban un honor que un dia a la semana la
Comunidad carmelita se trasladara a una finca nuestra llamada “La
Casita”, donde pasaban el dia en el campo, y alli iban los coristas y
los padres. Esto daba lugar a una frecuente relacién de mi hermano
con todos ellos porque alli estaban todos ayudando en los trabajos
y hablaban mucho con nosotros” (PS, Tes. I, p. 49).
El P. Manuel M* Ibdiiez, discipulo y confidente del P. Alberto,
completa este cuadro de la encantadora infancia del nifio Francis-
co:
“Sus padres le dieron una formacién muy piadosa y ejemplar,
que llamaba la atencidon entre los demas nifios... Pequefios y gran-
des recuerdan también la asiduidad y la puntualidad con la que
asistia a las funciones religiosas y la diligencia y devocién con la
que ayudaba como monaguillo (PS, Tes II, p. 63-64).
33Beato Alberto M® Marco, mértir carmelita
Pas6 su infancia en Caudete, siempre en intimo contacto con la
comunidad de los PP. Carmelitas, que tenian alli un colegio, que
él frecuentd, asi como las funciones de culto de su iglesi Hay
algunos de sus condiscipulos que recuerdan que era el primero en
acudir a las clases y comportarse en ellas con una seriedad extrafia
para su edad y con una aplicacién extraordinaria.
Desde muy nifio se distinguia de sus hermanos por su gran ge-
nerosidad y por su colaboracion con el trabajo de su padre, que era
carpintero, También su madre tenia con él una gran ayuda, ya que
con frecuencia le encargaba cuidar de sus hermanos mas peque-
fios” (PS, Tes II, p. 65).
Iglesia del
Carmen en Cau-
dete. Aqui fue
monaguillo, pro-
fes6, celebré la
primera Misa y
estrend su apos-
tolado sacerdotal
(v. pp. 29-36).
El Convento del
Carmen de Cau-
dete donde estu-
did de nifio y de
corista y vivid
varios afios de
prefecto (v. pp.
41-46),Jestis + Maria
2.- “CUIDAD MUY BIEN A ESTE N
1O”
uis, su hermano, nos describe esta bonita escena: “Recuer-
do haberle oido contar a mi madre que mi hermano, Alber-
to, cuando llegé el Sr. Obispo a confirmar, se postré y le besd los
pies. Entonces era monaguillo del Carmen, y la actitud de aquel
nifio le impresioné al Sr. Obispo, el cual le pregunté por qué hacia
aquello y qué queria de él, que entonces tenia seis 0 siete ailos, y
respondi6: “Quiero ser religioso”. El Sr. Obispo dijo a los PP. Car-
melitas que estaban a su lado: ‘Cuidad muy bien a este nifio, que
promete llegar a ser una lumbrera’” (PS, Tes. I, p. 48-49).
Afirmé el P. Elias M* Requena, que era compafiero suyo: “Se
confesaba y comulgaba con frecuencia, dado que era monaguillo
del Carmen, y se distinguia por su figura elegante ya desde peque-
fio” (PS, Tes III, p. 92).
A sor Maria Amparo, religiosa esclava, debemos estas noticias:
“Dado que el Siervo de Dios era de un caracter tan abierto, hablaba
frecuentemente con nosotros incluso de su familia, que él amaba
entrafiablemente sin faltar en nada a sus deberes hacia la Orden.
En estas conversaciones, el P. Alberto nos decia que sus pa-
dres eran buenisimos, y por esto supimos también que tenia varios
hermanos, porque uno de ellos, que se Ilamaba Joaquin, vino a El
Henar y estuvo un tiempo en nuestra casa de Traspinedo, que esta
cerca de El Henar, y este era un muchacho buenisimo que llamaba
la atencién en aquellos tiempos. Era de comunién casi diaria 0 por
35Beato Alberto M' Marco, mértir carmelita
lo menos muy frecuente y se distinguia como muy piadoso. Y lo
mismo también otra hermana, que se Ilamaba Rosarito, aunque yo
no la conoci. Me parece, por todo el complejo de recuerdos que
conservo, que debia de ser una familia de buena posicion, porque
los familiares que yo conoci eran muy finos y vestian elegante-
mente.
He aqui una travesura que el P. Alberto nos conto de su infancia:
Era muy asidua a la iglesia una sefiora que Ilamaba la atencién por
un mofio desproporcionado que se hacia en la cabeza, y los nifios
se sentian tentados al ver aquel mojio, y entre los monaguillos Ile-
go un momento en el que hicieron como una apuesta para ver quién
de ellos se las ingeniaba para golpear con el apagavelas el mofio de
dicha sefiora con suficiente habilidad, aprovechando los momentos
en que se encendian o se apagaban las velas de los altares, y nos
decia que habia sido él quien lo habia logrado, provocando con
esto un gran revuelo, pero sin que luego sucediera nada especial”
(PS, Test. XVIII, p. 201-202).
Su hermano Luis, a quien
debemos un interesante tes-
timonio (v. pp. 81-83) y a lo
largo de todo el libro.
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