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PROYECTO INVESTIGATIVO POLITICAS ECONOMICAS DE LOS ÚLTIMOS

CUATRO GOBIERNOS EN COLOMBIA

Presentado Por
MONICA PAOLA CARRERA GARZON

Profesor
JUAN PABLO ROA BUSTAMANTE

INSTITUCION UNIVERSITARIA POLITECNICO GRANCOLOMBIANO


MACROECONOMIA INTERMEDIA
BOGOTA
2017
PLANTEAMIENTO DEL PROYECTO

Con la investigación de este proyecto se pretende realizar un análisis crítico de


los últimos 4 gobiernos en Colombia, en donde principalmente se pueda
evidenciar las políticas socioeconómicas de Ernesto Samper, Andrés Pastrana,
Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos.
Este se podrá realizar inicialmente con la recolección de datos de cada gobierno,
posteriormente con la comparación de los datos y las distintas políticas,
finalmente se analizarán y establecerán las conclusiones del proyecto.

OBJETIVOS

Los objetivos del proyecto es poder lograr establecer de forma clara y concreta los
siguientes planteamientos:

 En los últimos cuatro Gobiernos cual presidente ha logrado cumplir con las
promesas económicas pactadas en su campaña electoral
 En los últimos cuatro Gobiernos cual presidente ha tomado las mejores
decisiones para la economía colombiana y sus consecuencias en las
estructuras sociales
 En los últimos cuatro Gobiernos cuales pueden ser considerados los
principales aciertos y desaciertos de cada presidente y como influyeron las
mismas en el siguiente gobierno
 Hacer un análisis comparativo de los impuestos y decisiones tributarias
tomadas por cada uno de los últimos cuatro presidentes y como esto ha
afectado o beneficiado la economía colombiana
 Establecer cuál de los últimos cuatro gobiernos ha tenido mejor situación
económica
 Identificar cual política economía ha puesto a Colombia en el estándar más
alto respecto a otros gobiernos en Latinoamérica
JUSTIFICACION

La presente investigación se enfocará en estudiar los cuatro últimos gobiernos en


Colombia y poder establecer las políticas económicas de cada uno y su influencia
en el desarrollo del país, así mismo lograr ver el posicionamiento mundial de
Colombia en cada gobierno basados en sus políticas económicas, evidenciar los
recientes cambios económicos y como esto afecta el desarrollo social.

Se pretende lograr establecer cuál de los últimos cuatro presidentes (Ernesto


Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos) ha logrado
un mayor desarrollo económico y social, poder recopilar y ajustar una única
política económica que lograra posicionar a Colombia como el país con mejor
desarrollo económico.
RECOLECCION DE DATOS

Ernesto Samper Pizano


07/08/1994 - 07/08/1998
En efecto, el presidente Samper Pizano lideró desde 1984 la defensa de la
política urbana y social, a través de una real y nueva visión del urbanismo en
Colombia y de las implicaciones que generaba el paso de un país
tradicionalmente rural a uno urbano.
En 1989, en su calidad de Senador de la República contribuyó decididamente en
la aprobación de la Ley 9a de Reforma Urbana, proceso en el cual tuve la
oportunidad de acompañarlo como Representante en la Comisión III de la
Cámara; norma perfeccionada posteriormente mediante la implementación d de la
Ley 3a de 1991, cuando entonces Ernesto Samper desempeñaba el cargo de
Ministro de Desarrollo Económico.
Consecuentes con este panorama, una de las principales acciones en las que se
centró este Gobierno en materia de vivienda social, fue desarrollar y reglamentar
todo el marco legal para impulsar el crecimiento de la vivienda para los más
pobres, creando las herramientas para el desarrollo de la Ley 142 de a994 de
Servicios Públicos Domiciliarios, y la 388 de 1997 de Ordenamiento Territorial.
Adicionalmente logramos sacar adelante la 432 de 1998, que transformó el Fondo
Nacional del Ahorro.
Y es que el problema de la vivienda no se puede concebir fuera de un marco de
política urbana, y por eso en este Gobierno hemos trabajado también para que las
ciudades tengan herramientas técnicas y jurídicas, que les permitan cumplir con el
reto de un mundo globalizado.
En este aspecto, nuestra principal contribución es la Ley de Desarrollo Territorial
(Ley 388/97, la cual deja sentadas las bases para que gobernaciones y municipios
asuman desde esta nueva visión el tema de la Vivienda de Interés Social,
logrando impulsar un proceso de competitividad para las ciudades a partir del
Ordenamiento Territorial.
Esta Ley es sin duda la carta de navegación para el desarrollo de los municipios y
la clave para la construcción de la vivienda social en el futuro de nuestro país.
Adicionalmente, en el Ministerio de Desarrollo a través de la política de vivienda
social urbana se evidenció que el modelo orientado a la demanda como único
motor del proceso no era suficiente, y que por lo tanto había que trabajar tanto en
el subsidio a la demanda como en la oferta y el crédito.
la demanda requiere adicionalmente de una oferta real que permita un subsidio
otorgado sea una vivienda construida y en ello trabajamos.
Frente al crédito, impulsamos la transformación del Fondo Nacional del Ahorro y
vinculamos al Fondo Nacional de Garantías, con lo cual se consolidó esta
estructura desde el Ministerio a mi cargo.
Como complemento, a finales de 1997 se puso en marcha la estrategia de
generación de Empleo, mediante la construcción de vivienda social, basada en el
subsidio a la demanda con criterios de oferta, y se consiguió que la oferta y la
demanda de Vivienda de Interés Social se centraran en unos proyectos inscritos
previamente en dicho plan, aumentando así al 100 por ciento el cobro de dichos
subsidios.
Sin embargo, pese al importante avance que ha significado todo este marco que
entregamos al país, de cara a la consolidación de una política de VIS, bien valdría
la pena resaltar algunos aspectos que dejamos esbozados y de seguro servirán
de base para que el entrante gobierno defina su programa de vivienda y lo
enmarque en la política macroeconómica colombiana.
Ellos tienen que ver con aspectos tales como la industrialización y estandarización
de la vivienda social, con el propósito de reducir sustancialmente el valor de las
soluciones habitacionales; el direccionamiento del sector hacia el desarrollo de
megaproyectos de vivienda, contemplando la posibilidad de otorgar por concesión
la prestación de los servicios públicos; la descentralización en el manejo de los
subsidios a través de las cajas de compensación y el sector financiero, y la
definición de una política en donde la asignación del subsidio se convierta en un
incentivo al ahorro para aquellas familias que demandan vivienda de interés
social.
Adicionalmente, habría que pensar también en la posibilidad de liberar un gran
porcentaje del encaje bancario exigido al sector financiero, con destino a la
generación de vivienda de interés social; con tasas preferenciales que beneficien
de hecho tanto a las entidades crediticias como a los colombianos aquejados por
el déficit habitacional en el país, reactivando así mismo el sector de la
construcción.
Sin embargo, para poder afianzar las bases de la política de vivienda social que el
Gobierno de Ernesto Samper Pizano deja, es indispensable que todos los actores:
Gobierno Nacional, Administraciones Locales, Cajas de Compensación familiar,
Organizaciones no Gubernamentales, sector financiero, solidario, constructores,
entre otros actores, hagan una serie de concertación, especialmente a nivel local,
para que se concentren los esfuerzos y no se diluya la efectividad de las acciones
que hasta ahora cada uno ha emprendido por su cuenta.
Antes de terminar el año, se suscribirá un Acuerdo Social de Productividad,
Precios y Salarios, entre el gobierno, los empresarios, trabajadores y otros
sectores. La idea fue expuesta por el presidente Samper en su discurso de
posesión el domingo pasado y marca quizás la diferencia de enfoque más
importante de manejo de los asuntos económicos con su antecesor César Gaviria.
Esa propuesta de pacto social había sido defendida por Samper cuando fue
ministro de Desarrollo, pero no prosperó.

Ándres Pastrana
07/08/1998 - 07/08/2002
En su balance, el mandatario explica los alcances de su gestión en materia
económica, seguridad, justicia, fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, política
social, educación, salud, diplomacia por la paz y Plan Colombia, entre otros
temas.
El mandatario le deseó a su sucesor Alvaro Uribe los mejores éxitos al frente de la
Nación.
-Retorno a la estabilidad: La recuperación del crecimiento:.
Luego de una caída en el PIB de más del cuatro por ciento en el año 99, la
economía ha registrado tasas de crecimiento positivas a partir del año 2000.
Y se estima que para este año, el crecimiento podría estar entre 1,5 y 2,0 por
ciento. Para el gobierno, lo más importante es la reversión de la tendencia.
En su informe Una semilla de futuro el presidente Pastrana se refiere en el
capítulo "Nuestra economía: la recuperación del crecimiento a que después de
una caída drástica de la inversión privada en 1998 y 1999, como resultado del
ajuste fiscal, de la devaluación real del peso, del fortalecimiento gradual del sector
financiero y de la pausada pero constante recuperación de la demanda interna, la
inversión privada creció en términos reales en 17,1 por ciento en el año 2000 y
9,2 por ciento en el año 2001.
También hace referencia al empleo, advirtiendo que pese a la lenta recuperación
la economía está generando nuevos puestos de trabajo. El número de ocupados
pasó de 7,4 a 7,7 millones de personas en el año 2001 en las trece principales
ciudades. A nivel nacional se crearon cerca de 2,2 millones de empleos en los
últimos 24 meses.
Como logros también se destaca la reducción de la tasa de inflación a alrededor
del seis por ciento, lo cual es atribuido a la aplicación de la política monetaria
responsable por parte del Banco de la República y una adecuada coordinación de
la política fiscal Otro logro importante que se resalta tiene que ver con la rebaja en
las tasas de interés.
Los beneficiarios del ajuste fiscal son todos los colombianos, dado que con
diferentes acciones, la economía vuelve a ser viable fiscal y financieramente, lo
cual redundará en mayores tasas de crecimiento y empleo .
-Apoyo al sector privado: Competitividad externa:.
Para el gobierno, la política de apoyo a la actividad productiva mejoró el
financiamiento, impulsó la competitividad y la inserción en los mercados
internacionales y fortaleció el gasto en ciencia y tecnología.
Como actividades concretas, el presidente destaca la creación de mecanismos
para el financiamiento de la actividad empresarial como el Fondo de
Modernización y Desarrollo Tecnológico para las pequeñas y medianas empresas
(Fomipyme), la capitalización del Fondo Nacional de Garantías, la creación del
Fondo de Capitalización Empresarial y la expedición de la Ley 550 para ayudar a
las empresas en dificultades financieras. En el campo del fortalecimiento del
sector exportador se destaca como resultado más importante el incremento en la
participación de las ventas al exterior como porcentaje del PIB que pasaron de
representar un 14 a un 17 por ciento.
Durante el período se aumentó el número de productos de exportación y se
amplió en cerca de 40 el número de socios comerciales. El sector exportador
generó 700.000 empleos y hoy hay más de 10.000 empresas vendiendo al
exterior.
En materia de negociación internacional, el presidente destaca que se desarrolló
una estrategia para mantener el acceso de las exportaciones al mercado de
Estados Unidos a través del Atpa y el Sistema Generalizado de Preferencias y en
las negociaciones del Alca se asumió una posición de liderazgo al interior de la
comunidad andina y se realizó a nivel interno un importante trabajo de
concertación con el sector privado y académico.
El gobierno también resalta el trabajo realizado para la recuperación del sector
agropecuario y en particular destaca las acciones para aliviar la crisis del sector
cafetero, la ampliación de la frontera agrícola en 350.000 hectáreas y el aumento
de la producción en más de 2,8 millones de toneladas.
-Infraestructura: (VER GRAFICA: LAS CUENTAS DE AHORRO PARA FOMENTO
DE LA CONSTRUCCION HAN REVITALIZADO LA COMPRA DE VIVIENDA).
Los principales logros en este frente fueron la rehabilitación de 63.000 kilómetros
de vías y se construyeron 320 kilómetros de nuevas carreteras.
Igualmente la inversión para mejoramiento de vías ascendió a 4,3 billones de
pesos.
El Fondo Nacional de Regalías asignó más de 400.000 millones de pesos para
cofinanciar proyectos de entidades territoriales y realizó inversiones por 265.000
millones de pesos. También destacó las acciones en ciencia y tecnología, cuya
participación dentro de los recursos del Presupuesto Nacional creció en el período
1999-2002.
En este campo destacó el aumento en los recursos dedicados al sector. hasta
llegar hoy a niveles superiores a los puntos más altos de inversión registrados en
la década de los 90 s.
-Reconstrucción del Eje Cafetero:.
Apenas comenzaba la administración Pastrana y el país fue sorprendido con un
terremoto que golpeó el corazón cafetero del país.
El gobierno creó entonces el Forec, Fondo para la Reconstrucción del Eje
Cafetero que se convirtió en un ejemplo de eficiencia en el manejo de recursos
públicos.
El Fondo recibió recursos por 1,6 billones de pesos para adelantar la tarea de
reconstrucción, con estos recursos se cubrió el cien por ciento de los costos
directos e indirectos de la tragedia.
La labor de reconstrucción se desarrolló en un tiempo record de dos años y medio
y el éxito de este modelo fue reconocido a nivel internacional por el Banco
Mundial y las Naciones Unidas como ejemplo a los recientes terremotos de
Turquía y la India.
Después de la etapa de emergencia, los esfuerzos del Forec se concentraron en
vivienda y servicios públicos.
El proceso de reconstrucción tras el sismo se cumplió en más de un 95 por ciento
de las metas pactadas.
Contrario a la tradición de crear instituciones que siguen después de cumplir su
labor, liquidamos el Forec a partir de diciembre de 31 de 2001, una vez cumplió
con el 100 por ciento de las acciones de reconstrucción contratadas y el total de
recursos comprometidos destaca el presidente en su balance.
-Protección ambiental:.
En gestión ambiental el balance del presidente Pastrana muestra varias
realizaciones. Entre ellas, la elaboración de 19 guías ambientales y sectoriales y
la reducción del tiempo de liquidación en el proceso de lincenciamiento de cuatro
meses.
Con la implementación del programa de autoliquidación del cobro del servicio de
licenciamiento y la creación de la secretaria legal de expedientes se logró reducir
a la mitad el tiempo promedio de tramitación de licencias ambientales.
Durante el cuatrienio se recibieron recursos por 110 millones de dólares, los
cuales junto con contrapartida nacional permitieron la ejecución de 146 millones
de dólares en proyectos de desarrollo sostenible, conservación y protección de
recursos naturales y ecosistemas, investigación, educación y planificación y
fortalecimiento institucional.
-Seguridad y Justicia:.
En el campo de la seguridad y justicia el presidente Pastrana destaca la tarea
cumplida para fortalecer la capacidad operativa de la fuerza pública.
Lo más importante, señala, fue el incremento del pie de fuerza y la mejora en la
calidad de los soldados. Durante el cuatrienio se duplicó el número de soldados
profesionales, se incrementó en más del 30 por ciento el número de soldados
regulares y se redujo en 90 por ciento e número de soldados bachilleres.
El país pasó de tener 22.000 soldados profesionales en el año 1998 a 55.000 a
finales del año pasado.
Durante los cuatro años se aumentó en 70 por ciento el número de helicópteros
de combate y se incrementó en 100 aeronaves la flotilla de helicópteros de
transporte.
El país invirtió 262,5 millones de dólares en la adquisición de 12 helicópteros
artillados para la FAC y 13 helicópteros de asalto y transporte aéreo para el
Ejército.
-Lucha contra la Corrupción:.
En el año 1999 Colombia ocupaba el puesto 72 dentro de 80 países que eran
calificados bajo el índice de percepción de corrupción.
Para el año 2001 el país avanzó en la recuperación de niveles de eficiencia en las
entidades públicas y alcanzó el puesto 42.
El presidente Pastrana señala que el programa presidencial de lucha contra la
Corrupción logró mejorar los procesos críticos y de trámites en las entidades del
gobierno central, desarrollo herramientas para la transformación de la
administración pública y las guías de escrutinio de eficiencia. Con estos
mecanismos mejoró el tiempo de atención a usuarios en procesos críticos y
bajaron los costos con el ahorro de 7.000 millones de pesos.
A través de la unidad de investigación y sanción, el programa presidencial recibió
3.755 investigaciones: 1.320 penales, 270 fiscales y 508 disciplinarias.
-Cárceles más seguras:.
Las cárceles merecieron una atención especial y en esta área la administración
Pastrana considera que hubo grandes avances.
Entre agosto de 1998 y marzo de 2002 la capacidad de las cárceles y
penitenciarias colombianas se incrementó en 11.495 cupos, es decir, en un 34,9
por ciento. Gracias a esto el hacinamiento pasó del 33,8 por ciento al 11,8 por
ciento. Los nuevos cupos garantizan altos niveles de seguridad y espacios
acordes con la dignidad de los reclusos y las necesidades de su proceso de
resocialización , destaca el presidente Pastrana.
El gobierno deseñó y está ejecutando un plan de ampliación de la infraestructura
penitenciaria y carcelaria que contempña soluciones de mediano largo plazo.
- El gobierno se la jugó por la paz :.
Durante más de tres años, el gobierno del presidente Pastrana insistió en
alcanzar una salida negociada para ponerle fin a más de 40 años de conflicto.
Aunque para muchos el balance en materia de paz, deja grandes sinsabores, el
presidente Pastrana señala que su gobierno puso en juego todo su capital político
al servicio de la paz y que en este campo hubo importantes logros.
Entre ellos, señala que hoy todos los colombianos estamos interesados en el
tema de la paz y entendemos la naturaleza de la guerrilla y sus verdaderas
intenciones.
Las Farc sufrieron la más grande derrota política de su historia y fueron
declarados como terroristas por Estados Unidos y la Unión Europea.
El Ejército se fortaleció y se profesionalizó como nunca antes en la historia
reciente del país.
Se pusieron en marcha los componentes social, económico e institucional del
Plan Colombia.
Programa económico de Pastrana. ¿Otra frustración?
Terminada la tediosa campaña electoral, que culmina con la elección del nuevo
Presidente de la República, la gente queda agotada pero llena de expectativas.
Nos corresponde a los colombianos que vivimos del trabajo preguntarnos si todas
las bellezas planteadas en el programa económico de Andrés Pastrana no
conducirán a nuevas frustraciones tal como ha sucedido a lo largo y ancho de la
historia del país y en especial con los gobiernos del habrá futuro y el salto social;
este último con una apertura económica con «corazoncito». Todos los programas
económicos de los gobiernos, si bien han facilitado procesos incipientes de
modernización, también han concentrado la riqueza en pocas manos y han
fortalecido la existencia de una sociedad llena de frustraciones y resentimientos.
Por eso, al estudiar los 10 puntos programáticos del nuevo gobierno, que deben
confluir coherentemente con la presentación del Plan de Desarrollo ante el
Congreso de la República para su aprobación, nos asaltan serias dudas sobre las
posibilidades reales de cumplimiento con tanta belleza, más, si tenemos en
cuenta que está de por medio un riguroso plan de ajuste que no afecta en lo
fundamental a los detentadores de la concentración de la riqueza.
La propuesta del nuevo Gobierno
Al hacer una panorámica sobre los 10 puntos encontramos un énfasis económico
y social muy importante. Es así como se propone la promoción de la economía
para crear un millón de empleos durante los cuatro años rebajando impuestos a
las empresas que los generen hasta un monto del 14 por ciento del impuesto
anual de la sociedad. Esto, acompañado de una inversión estatal de dos billones
600.000 millones de pesos para que se logre incentivar el empleo productivo.
Empleo productivo que mejorará con el impulso a la construcción, el sector
agropecuario y la infraestructura; así como los sectores que demanden altos
volúmenes de mano de obra. El estímulo a la produción para las exportaciones, la
reactivación y el empleo en el mediano y largo plazo serán efectos de las medidas
señaladas. Se trata de la búsqueda de un equilibrio real con una tasa de cambio
manejable, reducción de las altas tasas de interés y una inflación en un dígito.
El orden de prioridades
Por parte del Estado, se reducirá el IVA del 16 por ciento al 12 por ciento (pero se
ampliará su cobertura), con el propósito de elevar la capacidad de consumo de las
mayorías colombianas. Aspectos de la política tributaria que estará acompañada
de la reducción del déficit fiscal al 1.5 por ciento del PIB a través de una ofensiva
contra la corrupción, el control a la evasión y la eliminación de los gastos
innecesarios del Estado. A estos componentes, se une la eliminación de la renta
presuntiva sobre el patrimonio bruto para no castigar a las empresas endeudadas
y la doble tributación en el impuesto de industria y comercio. En cuanto a los tres
sectores prioritarios. Se apoyará realmente y se dará soporte a la agricultura
incrementando el área cultivable, subsidios a los campesinos para que adquieran
predios y los adecúen sin intermediación de las agencias del Estado. El desarrollo
de un programa masivo de titulación de tierras, la investigación y la asistencia
científico-técnica y tecnológica y créditos para la agricultura. La construcción, por
su parte, si bien apoyará el mejoramiento de la infraestructura del país, tendrá
énfasis especial en la vivienda de interés social con cuotas que se puedan pagar
y con plazos más largos acompañada de subsidios para los ingresos bajos. Para
ello, se rescatará la regulación efectiva del Estado sobre el capital privado y el
control al INURBE, hasta ahora, un foco de corrupción.
Cosas de la economía social de mercado
Si el Estado de Samper tenía «corazoncito», el de Pastrana será más humano
ubicando la cobertura de la salud de manera oportuna y solidaria al 100 por
ciento, la educación adecuada a todos los niños colombianos, la niñez será
privilegiada en todo sentido, las mujeres serán menos discriminadas, la tercera
edad, las minorías y los disca-pacitados gozarán de óptimas condiciones en su
desarrollo. En síntesis, los 10 puntos pro-gra-máticos están llenos de todas las
exigencias hechas por esas mayorías oprimidas por la voracidad oligárquica. Se
trata de una economía para el empleo dentro de la filosofía de la economía social
de mercado. Primero que todo, es bueno recordar que la economía social de
mercado, producto teórico de la socialdemocracia de origen alemán, fue
planteada por el señor Virgilio Barco en su campaña electoral. Y al concluir su
gobierno sentó las bases para los programas eminentemente neoliberales. Si bien
es cierto, que se nota un distanciamiento significativo de Pastrana con respecto al
neoli-beralismo otodoxo, por lo menos en el papel, también es bueno recordar que
el mercado en Colombia es incompleto y requiere una alta injerencia del Estado
como empresario. Cuestión que no debe reducir su función a simple regulador,
criterio propio de los neoli-berales. Igualmente, la política tributaria planteada,
incentiva la inversión productiva; pero un Estado con un déficit fiscal tan alto (siete
billones de pesos) exige reducir el peso de la tributación sobre el consumo directo
y priorizar el impuesto sobre las ganancias de los más altos capitales, que deben
financiar el progreso de la economía gene-radora de valor en todas sus
expresiones. Sobre esto el programa no se manifiesta.
Las privatizaciones continuarán
La otra versión es seguir impulsando las privatizaciones a ultranza en detrimento
de los salarios para los trabajadores del Estado y el bienestar social del que tanto
hace alarde la economía social de mercado. Todo el programa económico está
sujeto a un plan de ajuste propuesto por los organismos internacionales del
capital que continúa en la línea neoliberal y sigue golpeando la desvencijada
economía del trabajo. Lograr la paz, hacer la reforma política, el mejoramiento de
nuestras relaciones internacionales y el programa económico son los ejes
sustanciales del nuevo gobierno. Todo ello sólo será de beneficio para la Nación
si se presiona a la oligarquía y al capital transnacional para el cambio desde un
Estado democrático y desde el movimiento popular con alta participación política y
social.
Álvaro Uribe
07/08/2002 - 07/08/2010
Álvaro Uribe Vélez de tendencia liberal, pero disidente de este partido, se
presentó a las elecciones presidenciales de 2002, apoyado por el movimiento
Primero Colombia. Su candidatura se enfrentó con las de Horacio Serpa, del
partido liberal; Noemí Sanín, del movimiento Sí Colombia; Luis Eduardo Garzón,
del Polo Democrático Independiente; Guillermo Lora, del Movimiento 19 de Abril;
e Íngrid Betancourt del Partido Verde Oxígeno, quien estuvo secuestrada por las
Farc hasta julio de 2008.
Uribe Vélez logró imponerse a sus contendores con el 54% de los votos a su
favor. "Uribe bajo el lema 'mano firme, corazón grande', inició un gobierno de
cambio frente a la política de paz de su antecesor, Andrés Pastrana, quien dedicó
gran parte de su gobierno a encontrar una solución política al conflicto armado. En
este sentido, el mandato de Álvaro Uribe Vélez ha estado fundamentado en la
aplicación de una política de seguridad democrática, que incluye una guerra
frontal contra los actores armados que no estén dispuestos a negociar bajo los
términos establecidos por el gobierno".
Precisamente, con intenciones de dar fin a las organizaciones armadas como las
Farc, el Eln y las Auc, Uribe ha consolidado una estrecha alianza con Estados
Unidos para que el conflicto colombiano sea incluido en la cruzada internacional
contra el terrorismo, liderada por el presidente norteamericano George W. Bush.
La Presidencia de Colombia 2002-2010 comenzó oficialmente el 7 de
agosto de 2002 con la posesión de Álvaro Uribe Vélezcomo Presidente de
Colombia en el remplazo de Andrés Pastrana y finalizó con su reelección luego de
la posesión el 7 de agosto de 2006. Uribe fue elegido en las elecciones
presidenciales el 26 de mayo de 2002.
La política de Álvaro Uribe se centró principalmente en implementar la política de
seguridad democrática, destinada a recuperar las zonas tomadas por la
delincuencia, mantener presencia del estado y brindar seguridad a la población
civil. Uribe se propuso a cumplir sus promesas de campaña entre las cuales
estaba la de introducir un Referendo que buscaba recuperar la credibilidad
popular en las instituciones y fortalecer la democracia.1 Su popularidad se
mantuvo con un 74% de imagen favorable.2
Durante su primera presidencia el secuestro bajó de 2.986 a 800 secuestros por
año; los homicidios bajaron en un 40.6 por ciento y el número de atentados
terroristas, un 62.5 por ciento; los asaltos a poblaciones pasaron de 32 en 2002 a
5 en 2005. Además, el PIB creció el 5.75 por ciento y la tasa de desempleo pasó
de 15.7 a 11.8. Todas son cifras consignadas en el balance 2005 del Plan
Nacional de Desarrollo.3
Promovió su reelección y fue reelecto tras modificar por referendo las leyes que
autorizaban un período presidencial. Se dice que mediante artimañas corruptas,
véase el caso e la Yidispolitica. El 7 de agosto de 2006, comenzó oficialmente
su segundo período como presidente de Colombia.
El balance de la gestión de los dos gobiernos de Álvaro Uribe deja un sabor
agridulce. Por una parte, la situación de la economía es mejor hoy a la que se
vivía en el año 2002, cuando el país aún pasaba por la crisis más profunda en
casi un siglo. La inversión volvió a creer en Colombia y se logró que el país
regresara a figurar en los mapas de los inversionistas globales, como un lugar
interesante, seguro y con buenas perspectivas de crecimiento.

Sin embargo, es igualmente cierto que la agenda quedó inconclusa en muchos


frentes y que el periodo de auge de la economía internacional, entre 2003 y 2008,
no fue aprovechado para tomar acciones decisivas que transformaran la
perspectiva en términos de competitividad y generación de empleo. Se dejó pasar
una coyuntura externa extraordinariamente favorable, sin tomar decisiones
críticas que podrían haber mejorado en forma sustancial las posibilidades de largo
plazo del país.

Una mirada a los resultados de la era Uribe muestra que, si bien el país avanzó,
solamente logró mantener estable su posición en la carrera por la competitividad
internacional, pues otros países también avanzaron. Al mismo tiempo, el
desempleo se acomodó en un nivel extraordinariamente alto y la deuda social
permanece. La agenda del próximo Presidente de la República deberá incluir
iniciativas audaces en este frente para progresar en ese terreno.

¿Cómo fue?

En los ocho años de gobierno del presidente Álvaro Uribe, la economía


colombiana pasó por tres momentos muy diferentes.

El primer año fue muy difícil y de bajo crecimiento (2,5%), mientras arrancaba la
administración, se ponía en operación la política de seguridad democrática y se
trabajaba en la restitución de la confianza de los inversionistas en el país.

Luego siguieron seis años de expansión económica, entre 2003 y 2008. La


consolidación de la política de seguridad ocurrió en forma sincronizada con la
expansión de la economía mundial. En esos años, la economía colombiana creció
a una tasa de 5,8% anual en promedio, con un pico de 7,5% en 2008.
Al cierre de la era Uribe, el país ha vivido dos años de estancamiento, producto de
la crisis financiera internacional, así como de los problemas con los países
vecinos y del agotamiento del modelo económico. En 2009, el crecimiento se
desplomó, llegando a 0,4%, mientras se espera que en 2010 esté entre 2,5% y
3%. Este nivel está muy por debajo del crecimiento esperado para los países
emergentes (6,8%), los latinoamericanos (4,9%) y la economía mundial (3,6%) en
el presente año.

Por su parte, la Inversión Extranjera Directa (IED) creció casi cuatro veces en la
era Uribe, al pasar de US$2.134 millones en 2002, a US$7.201 millones en 2009.
Se espera que en 2010 llegue a US$10.000 millones. La expansión de la
inversión se concentró en petróleo, donde aumentó de US$449 millones, a
US$4.568 millones, y en minas y canteras, donde pasó de US$466 millones, a
US$3.089 millones. El crecimiento de la IED en los demás sectores fue de apenas
de US$1.000 en ese mismo periodo.

La pregunta es, ¿por qué, a pesar de los buenos resultados de crecimiento


económico y aumento en la inversión extranjera directa, las perspectivas de
crecimiento de Colombia están por debajo de las de países como Chile y Perú?
Son varias las razones.

La primera tiene que ver con el frente fiscal. Los años de expansión económica y
de altos recaudos tributarios no se aprovecharon para hacer los ajustes
necesarios en ese frente. Hoy, los déficits fiscales proyectados para 2010 (el
déficit consolidado de 3,8% del PIB y el déficit del gobierno central de 4,5% del
PIB) son prácticamente iguales a los que registró el país en el año 2002, al
comienzo de la administración Uribe. Esos estimados fiscales, además,
consideran una venta de Isagen en cerca $3 billones, que formaba parte de las
fuentes de financiación. Sin embargo, el Gobierno decidió finalmente no vender
Isagen, de modo que el déficit será muy superior. Habrá que buscar la forma de
financiar la diferencia. Si esto se hace en el exterior, al monetizar los recursos
presionaría el tipo de cambio; mientras que si se financia internamente, la presión
sería sobre la tasa de interés. Cualquiera de las dos opciones afectará las
posibilidades de crecimiento de la economía.

Los años de bonanza no fueron aprovechados para avanzar en forma decidida en


la competitividad internacional del país. Muchas de las inversiones en obras de
infraestructura que el país necesita para competir se aplazaron y únicamente en
el último año se decidió avanzar en las mismas, como parte de una política
anticíclica orientada a contrarrestar los efectos negativos de la crisis financiera
global. El resultado, sin embargo, no es positivo. Se ha actuado de forma
improvisada y en las últimas semanas el Conpes ha aprobado recursos de
vigencias futuras para obras que no son las prioritarias (ver pg. 44). Obras
fundamentales, como la navegabilidad del río Magdalena y la ampliación y
actualización de la vía férrea, ni siquiera formaron parte del programa del
Gobierno.

Tampoco se avanzó en otras áreas fundamentales para la competitividad, como la


inversión en ciencia y tecnología.

En el frente externo, y debido a la presión de los grupos de interés, se perdió la


oportunidad de avanzar en la aprobación del TLC con Estados Unidos, cuando
era posible hacerlo. Al firmarse el acuerdo ya era demasiado tarde y hoy
Colombia sigue esperando su aprobación por parte del Congreso de Estados
Unidos. Entretanto, Perú y algunos países centroamericanos, entre otros, ya
tienen TLC con Estados Unidos.

El comercio con Venezuela y Ecuador, segundo y tercer socios comerciales de


Colombia, respectivamente, se desplomó por razones políticas, sin que el país
estuviera preparado para enviar sus exportaciones, especialmente de
manufacturas, a otros mercados.

En suma, la posición de Colombia en el ranking mundial de competitividad es


prácticamente igual a la de hace ocho años. A pesar de nuestros avances, otros
países han avanzado también. Se perdió la oportunidad de ir más rápido y
destacarse frente a los demás.

Continúa la deuda social

Aunque hay avances, la deuda social sigue siendo uno de los principales
problemas que afronta Colombia. La viabilidad del país depende, en gran medida,
de la capacidad del próximo Presidente de la República para reducirla.

Los indicadores socioeconómicos muestran mejorías ligeras frente a las metas


propuestas por la actual administración, tanto en sus objetivos de corto plazo,
como en el panorama de mediano plazo contemplado en Visión Colombia II
centenario: 2019, una propuesta para discusión que elaboró el Departamento
Nacional de Planeación (DNP) en 2004.

Las cifras de pobreza, indigencia y desigualdad, publicadas recientemente por el


Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y el DNP, reflejan
que Colombia está prácticamente en la misma situación en que se encontraba
diez años atrás.

Según estas estadísticas, casi 20 millones de colombianos, 45,5% de la


población, viven bajo la línea de pobreza y 7,2 millones, más del 16% de los
ciudadanos de país, viven en condición de indigencia. Por su parte, el coeficiente
Gini, una medida de desigualdad que fluctúa entre 0 y 1 -donde 0 correspondería
a una perfecta igualdad y 1 correspondería a una perfecta desigualdad- es de
0,578, muy cercano al que tenía Colombia 20 años atrás. Este indicador es
desalentador, si se tiene en cuenta que por ese entonces la Constitución Política
de 1991 buscaba, entre otras, dar prioridad a la política social para mejorar la
calidad de vida de la población y reducir la pobreza.

Esta situación es alarmante a la luz de nuestra historia, pues, desde una


perspectiva de largo plazo, el progreso se frenó. Después de la crisis de
comienzos de los años treinta, con excepción de 1999, el Producto Interno Bruto
(PIB) colombiano creció todos los años del siglo XX y su variación, al igual que la
de la inflación, fue la menor entre todos los países de la región. Según datos del
DNP, durante el siglo pasado el PIB se multiplicó por cien y el ingreso por
habitante lo hizo nueve veces. Además, a lo largo de ese siglo, Colombia siempre
cumplió con sus compromisos externos y durante la década más difícil para el
continente, la de los años 80, no reestructuró su deuda externa. A lo largo del
siglo XX, el país evitó los episodios de hiperinflación que afectaron buena parte de
las economías latinoamericanas y el crecimiento y la estabilidad de la economía
fueron la base para un significativo mejoramiento en los indicadores sociales.

Fue así como, por ejemplo, la esperanza de vida al nacer de los colombianos
subió de niveles inferiores a 40 años, a comienzos en la primera década de 1900,
a 72 años en la actualidad. Así mismo, la tasa de mortalidad infantil cayó de 204 a
comienzos de siglo, a 24 a inicios del nuevo milenio; el analfabetismo pasó en
este periodo de 58% de la población a 7,6%. En cuanto a educación, hacia 1950
los colombianos mayores de 15 años sumaban, en promedio, 2,2 años de
educación y en cinco décadas pasó a 7,6 años.

Otros países de la región lo han hecho mejor. Por ejemplo, a pesar de que el
ingreso per cápita se multiplicó por nueve en el último siglo en Colombia, este era
de solo US$2.208 en 2004, cifra inferior a la de países como Chile. De forma
similar, en el siglo XX la esperanza de vida al nacer se incrementó en 35 años,
pero aún estamos cuatro años por debajo de Chile y Costa Rica. Según el DNP,
la pobreza, medida con los subsidios que reciben las familias a través de los
programas sociales, puede ser menos de la mitad de lo que era hace medio siglo,
pero es aún superior a la de Chile y a la de Brasil. La distribución del ingreso es
una de las peores del mundo.

De acuerdo al documento Visión 2019, la meta es duplicar el tamaño de la


economía antes del año 2019. Para lograrlo, se estimaba una tasa de crecimiento
del PIB de 5% a partir de 2010 y de 6% por año a partir de 2014. Estas metas, a
la luz de la realidad actual, lucen difíciles de conseguir, toda vez que el
crecimiento en esta tercera etapa de la administración de Álvaro Uribe está entre
los más bajos de la historia del país, alcanzando el pronóstico de 2010 tan solo la
mitad de lo que esperaban los expertos del DNP en 2004.
Rajados en pobreza

Sin duda, el país mostraba unos indicadores sociales muy desfavorables cuando
Álvaro Uribe llegó a la Presidencia. Entre 1996 y el año 2001, fruto de la peor
crisis económica en la historia, el producto per cápita en Colombia se redujo de
US$2.472 a US$1.937. El número de pobres aumentó de 20,7 millones a casi 30
millones entre esos años y el número de personas en pobreza extrema, que viven
con menos de US$1 al día, pasó de 7,3 millones a 10,1 millones. El número de
niños que morían antes del primer año de vida aumentó de 380.000 a 550.000.

A ello habría que sumar el deterioro de los indicadores de violencia y el de


aquellos con un alto impacto social, como el número de desplazados, que
superaba los 300.000 por año.

Al iniciar su primer gobierno, el presidente Uribe anunció que sus prioridades


serían la recuperación del orden público y la reducción de las desigualdades
sociales. Desafortunadamente, el problema social continúa siendo grave en los
principales temas, como educación y salud.

La proporción de personas en condición de miseria, según cálculos de la Misión


para el Empalme de las Series de Mercado Laboral, Pobreza y Desigualdad
(Mesep), se redujo entre 2002 y 2008, al pasar de 19,7% a 17,8%. Sin embargo,
entre 2005 y 2008 la tendencia es creciente tanto a nivel nacional como para las
zonas urbana y rural.

En las cabeceras municipales, la indigencia se redujo de 15,2% a 13,1% entre


2002 y 2008. En este periodo, el porcentaje más bajo se logró en 2005 (11,8%),
año a partir del cual la tendencia se revierte con un aumento de la indigencia de
1,3 puntos porcentuales en el periodo 2005-2008. En el área rural también se
observa un retroceso en los últimos años.

El DNP ha establecido además que la incidencia de la pobreza es mayor entre la


población más joven. Así, el porcentaje de personas menores de 18 años en
condición de pobreza fue alrededor de 59% en 2008, frente a una tasa de 40,8%
para los que están en el rango de edad 18 a 45 años y otra de 35% para los que
superan o igualan los 46 años. Por su parte, el Banco Mundial muestra que una
incidencia más acentuada entre la población más joven implica una mayor
probabilidad de transmisión intergeneracional de la pobreza.

Entretanto, el desempleo se ubica alrededor del 12% actualmente y la tasa de


ocupación es inferior al 52%. Un menor crecimiento de la economía se verá
reflejado en tasas de desempleo más altas, incrementos en el subempleo e
ingresos bajos que contribuirán a dilatar el logro de la meta de reducción de la
pobreza.

En cuanto a la alimentación, la desnutrición global -una medida general del estado


nutricional- afectó al 7% de los niños menores de 5 años en 2005, el año más
reciente para el que se tiene información. Así mismo, para ese año, ninguna
región del país presentó una tasa de desnutrición global cercana a la meta
nacional de 3%.

La educación avanza, pero aún hace falta calidad

El país se ha comprometido a lograr, antes de 2015, cobertura universal en


educación básica (del grado 0 a 9°). Aunque ya se cumplió la meta, existen
algunos departamentos con rezagos, que requieren de mayor énfasis en las
acciones. Según información del Censo General 2005 del Dane, Colombia viene
presentado una nueva realidad demográfica, reflejada en un descenso de la
población en edades de 0 a 10 años. Por ello, durante la última década la
población entre 0 y 5 años disminuyó 7%, en tanto la población entre 6 y 10 años
disminuyó en 1,2%. Cada vez son menos los niños que hay que incluir en el
sistema educativo.
La evolución de la cobertura educativa ha mostrado avances importantes en los
últimos años. En educación básica, Colombia aumentó 15,2 puntos porcentuales,
al pasar del 93,4% en 2001, al 108,6% en 2008. La cobertura en educación
básica primaria, por su parte, presentó un aumento de 7,3%.

Sin embargo, el problema es cada vez menos la cobertura y, cada vez más, la
calidad. La política de ampliación de cobertura para los más pequeños debe estar
encaminada hacia la continuidad del ciclo escolar de los niños que ya hacen parte
del sistema, más allá de la generación de nuevos cupos escolares. Es vital que
quienes acceden a la educación finalicen sus estudios a tiempo y adquieran
habilidades efectivas en las áreas básicas.

En el actual contexto de menor crecimiento económico que atraviesa Colombia,


será imperativo redoblar esfuerzos para atender la situación de pobreza y los
riesgos de mayor desigualdad que afectan al país. Ni el positivo desempeño
económico de los años 2007 y 2008, en términos históricos, ni los esfuerzos
evidentes de los gobiernos de los años recientes han sido suficientes para dejar
de ostentar el título de uno de los países más inequitativos de la región
latinoamericana y del mundo. A futuro, además, los altos precios de los alimentos
y de las fuentes de energía traerán nuevos riesgos, que podrían desestabilizar
aún más los indicadores sociales. Por ello, será necesario dar un fuerte impulso a
las políticas de reducción de la pobreza en los próximos años con el fin de lograr
el cumplimiento de las metas para el año 2019.
Juan Manuel Santos

07/08/2010 – 2014

Diálogos de Paz

El presidente Santos, ante la reiterada propuesta de las Farc de posponer las


elecciones para que haya más tiempo para las negociaciones, dijo que descarta
“de tajo” esa propuesta y que se debe acelerar el proceso.

“Nunca ha habido ninguna movida para beneficiarme personalmente de una


extensión del periodo o cualquier otro tipo de paso que beneficie personalmente al
presidente en este momento. Yo descarto de tajo esa posibilidad. Lo que tenemos
que hacer es acelerar el proceso para que tengamos resultados más pronto. Se lo
estamos diciendo a la contraparte de todas las formas: para el bien del proceso,
aceleremos el ritmo”, recalcó el primer mandatario.

En relación al cronograma de los diálogos con las Farc, el presidente Juan


Manuel Santos dijo que si el proceso se demora unos meses más de lo
estipulado, no pasa nada, ya que lo importante es lograr la paz, y aclaró que
indiscutiblemente este será uno de los temas de la campaña presidencial.

“Yo aspiro a que en noviembre tengamos unos acuerdos, si se demora un par de


meses más no es grave, y si las campañas electorales comienzan en la mitad del
diálogo tampoco es tan grave, eso no tiene ninguna consecuencia negativa. Lo
que inexorablemente va a suceder es que la paz se convierta en uno de los temas
de la campaña presidencial, gústenos o no eso va a suceder. No veo nada grave
en ese sentido, pero para el bien del proceso entre más pronto terminemos, es
mejor”, dijo Santos.

En relación a la influencia de las Farc en los resultados electorales, de no lograrse


un acuerdo antes de la campaña electoral, el presidente aseguró que “eso va a
suceder de todas formas”.

“Cualquiera que sea el candidato y cualesquiera que sean las posiciones sobre
los diálogos, el proceso va a estar en medio de las elecciones. Por ejemplo, si
terminamos los acuerdos en noviembre, si se aceptan o no, eso va en sentido de
campaña, es decir que inexorablemente el tema va a estar ahí. De manera que no
veo cómo cambien las circunstancias si los diálogos terminan en noviembre o en
enero”.

El primer mandatario de los colombianos fue optimista en relación a la opinión de


la ciudadanía con los diálogos de paz en Cuba.

“Yo pensaría que la inmensa mayoría de los colombianos quieren la paz, son los
extremos que están en contra de las Farc. Los enemigos de la paz son
relativamente pocos. Yo estoy confiado de que si llegamos a unos acuerdos el
grueso de los colombianos va a apoyar ese proceso”, aseguró Santos.

“Las discusiones que estamos teniendo en torno a cómo vamos a llegar a esa
paz, cómo hacer el tránsito de las balas a los votos, de las armas a los
argumentos, aquello que llaman Justicia Transicional, ese es el meollo de la
discusión. Esa discusión se da en cualquier país que quiere solucionar un
conflicto armado. Sobre dónde trazar esa línea divisoria entre justicia y paz,
siempre habrá diferencias. Esa es la discusión que hay entre, por ejemplo, el
Procurador (Alejandro Ordóñez) y el Fiscal (Eduardo Montealegre), que
representan dos corrientes de pensamiento frente a ese problema. Es muy sano
que se dé esa discusión”, agregó.

Precisamente, en el tema del Marco Jurídico para la paz, el presidente dijo que
los debates se tienen que realizar y que son un ejercicio sano para la democracia.
“A mí me gustó muchísimo que la Corte Constitucional haya abierto ese diálogo y
haya escuchado las diferentes voces. Yo fui allá precisamente porque creo que es
una gran contribución a nuestra democracia, que frente a los guardianes de la
Constitución todos podamos expresar nuestro punto de vista sobre un tema tan
fundamental como es el de la Justicia Transicional que nos permita hacer tránsito
hacia la paz”, recalcó.

El presidente de la República dijo que no es necesaria su reelección, en caso de


ser candidato, para la continuidad de los diálogos con las Farc, pero sí resaltó que
es importante que el nuevo presidente sea a fin a conseguir la paz por esta vía.

“Yo soy enemigo del caudillismo, yo soy enemigo de que existan personas
indispensables, nadie es indispensable y mucho menos éste servidor. Yo
esperaría que no, pero si yo he sido el que se ha comprometido con el proceso —
y yo he dicho que soy el responsable del proceso si fracasa—, sería la persona
indicada para que el proceso continúe y sea exitoso. En la práctica, cualquier
persona que esté comprometida con el proceso puede continuar con la práctica
que hemos establecido”, señaló Santos.

“Si viene un presidente que no está de acuerdo con nada de lo que se recogió,
suponiendo que haya un cambio de presidente, va a ser muy difícil que los
acuerdos pasen a esa fase tres y se conviertan en realidades. Vamos a buscar la
forma de garantizar, cuando los acuerdos se hagan, que existan las garantías
para que los acuerdos se cumplan”.
Juan Manuel Santos también habló sobre una eventual negociación de paz con el
ELN. Volvió a asegurar que hasta que no se libere el ciudadano canadiense que
esta guerrilla tiene en cautiverio la puerta de diálogo seguirá cerrada.

“Con el ELN, si liberan al canadiense —así lo hemos dicho muchas veces y ya


han anunciado que lo van a liberar—, casi que de inmediato iniciamos las
negociaciones”, recalcó.

(Vea la entrevista en video: "Ojalá terminemos el proceso en noviembre").

La oposición

En relación a la oposición que le están haciendo desde diferentes sectores


políticos, el presidente Santos afirmó que está “produciendo milagros”. “Estoy
volviendo a Jorge Robledo uribista y a (Álvaro) Uribe partidario de apoyar al Polo
Democrático. Eso es un verdadero milagro. Eso lo que significa es que estamos
haciendo las cosas bien, porque cuando uno tiene a la extrema izquierda y a la
extrema derecha en contra de uno, algo bueno tiene que estar haciendo uno”.

Sobre su primo Francisco Santos, uno de sus más fuertes detractores, aseguró
que la posibilidad de que él sea candidato presidencial por el Centro Democrático
sería lo mejor que le podría pasar a una eventual campaña suya.

“Ojalá gane mi primo ‘Pacho’ Santos dentro del Centro Democrático. La mejor
persona para tener en contra en una eventual campaña, y no lo digo por mí sino
por el candidato que esté ahí, es tener a ‘Pachito’ al frente. No es sino decir
‘imagínense ustedes este país manejado por ‘Pacho’ Santos’. La única campaña
efectiva que puede haber es esa”, dijo.

Recalcó que el uribismo está empeñado y radicalizado en las acciones del


Gobierno y que eso demuestra el desespero de la oposición. “Está empecinado,
todo el uribismo está muy radicalizado en mis acciones y eso lo que me produce
es extrañeza, pero confianza, porque eso lo que muestra es desespero”.

“Cuando uno llega a esos extremos y empieza a acusar, por ejemplo, que
nosotros estamos entregándole el país a Fidel Castro y al chavismo, y van y
hacen esa acusación en Nueva York y Washington, eso lo que muestra es que no
tienen argumentos para atacar al Gobierno y deben inventar un poco de historias
realmente fantásticas como material de oposición”, aseguró.

(Vea la entrevista en video: "Imagínense el país manejado por 'Pacho' Santos").

Relaciones con Venezuela

Sobre su más reciente reunión con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,


Santos aseguró que en el diálogo aclararon la controversia por la reunión que él
tuvo con Henrique Capriles y discutieron sobre la participación de ese país en los
diálogos de La Habana.

“El presidente Maduro tendrá el mismo papel que jugó el presidente Hugo Chávez
y que jugó el mismo Maduro, porque él era quien ejecutaba las decisiones del
presidente Chávez en el proceso de paz: que ayude a que el proceso continúe, ya
que es uno de los dos países acompañantes, es influyente dentro de las Farc y
siempre ha contribuido cuando hay dificultades. Espero que continúen, y así me lo
prometió el presidente Nicolás Maduro, con ese papel constructivo que han
venido jugando”, dijo.

El mandatario reconoció que existen grandes diferencias con su homólogo


venezolano, aunque aclaró que estas serán resueltas por los canales diplomáticos
y lejos de los micrófonos. “Cualquier diferencia que tengamos la vamos a tratar de
solucionar a través de las vías diplomáticas o a través de las conversaciones
personales en privado, no salir cada vez que haya una diferencia a los medios de
comunicación, porque eso no conduce a ninguna parte”, resaltó.

Sobre el detonante de la más reciente confrontación entre los dos gobiernos, la


visita de Capriles a la Casa de Nariño, el presidente dijo que volvería a recibir al
líder de la oposición venezolana. “Yo creo que sí, porque no lo hice con ninguna
intención malévola como algunos han querido atribuirle a ese hecho. Cuando yo
voy a Inglaterra me reúno con los jefes de gobierno y los jefes de la oposición,
cuando voy a España lo mismo, cuando voy a Alemania lo mismo, cuando voy a
Brasil igual, no le veo ningún inconveniente ni nada malo a que en una
democracia uno pueda hablar con los Gobiernos y con la oposición, eso es
normal”, precisó.

(Vea la entrevista en video: "Las diferencias con Maduro serán resueltas en


privado").

Protesta social

En el diálogo con Noticias RCN, Santos les salió al paso a los críticos que dicen
que en Colombia creció la idea de que en su gobierno los paros pagan y valen la
pena. “Yo creo que los hechos están demostrando lo contrario. Yo sí fui generoso
en algunos paros que se presentaron, en algunas situaciones y en algunas
circunstancias especiales por reclamos que eran justificados. Cuando los
reclamos son justificados y uno se sienta a dialogar, se encuentran soluciones.
Pero también hemos dicho que no vamos a ceder bajo presión y lo del Catatumbo
es una demostración que nosotros no cedemos bajo presión”, aclaró el
presidente.

“Les dijimos que bajo ningún motivo íbamos a seguir dialogando si acudían a las
vías de hecho, si seguían los bloqueos, eso lo cumplimos hasta la semana
pasada que acordaron acabar con los bloqueos y yo cumplo con mi palabra de
sentarme a dialogar. Esa es la política que hemos mantenido y que
mantendremos siempre. Respetamos la protesta social, es más, hasta nos gusta,
es parte fundamental de la democracia que la gente pueda salir a protestar, pero
sin violencia y sin vías de hecho”, agregó.

Sobre los recientes señalamientos del Gobierno a distintos sectores de oposición,


a los cuales vinculó con las protestas, el jefe de Estado argumentó que el
Ejecutivo buscaba “condenar la violencia”.

“Cuando dicen que quisimos estigmatizar a algunos personajes lo que estábamos


buscando, precisamente, es condenar la violencia. En el caso específico del
senador Jorge Robledo, ¿qué queríamos con el senador Robledo?, que saliera a
decir lo que finalmente dijo, que no estaba de acuerdo con la violencia. Es
inaceptable que el líder o vocero de la oposición se niegue a condenar la
violencia, pero finalmente logramos que el Polo Democrático condenara la
violencia y esa es la forma”, aclaró.

Además, subrayó que al senador Jorge Robledo nadie lo acusó de ser el promotor
de la violencia en las protestas del Catatumbo. “A él nadie lo acusó de ser el
causante de la violencia. Lo que todo el mundo sabe es que la gente que estaba
promoviendo esos paros, que se estaban convirtiendo en paros violentos, eran
personas muy cercanas al senador Robledo, pero lo que queríamos era que
condenaran la violencia”.

(Vea la entrevista en video: "Nos gusta la protesta social, pero no con violencia").

Fallo de La haya

Santos también habló sobre la nota de protesta que presentó el Gobierno


colombiano a Nicaragua por la aparente decisión de abrir una concesión para
explotar aguas marinas que están en jurisdicción colombiana. “No sé qué busca
(Nicaragua), me imagino que ir sembrando semillas. La nota de protesta fue clara
y contundente, no vamos a permitir por ningún motivo que en aguas colombianas
se ofrezca o se pretenda algún tipo de exploración”.

El mandatario fue claro al decir que su gobierno no está cruzado de brazos frente
al litigio con el país centroamericano y que se trabaja intensamente en la
búsqueda de recursos legales para enfrentar la decisión.

“Colombia sí tiene instrumentos para mitigar el fallo de La Haya y los estamos


afinando”, sentenció.

(Vea la entrevista en video: "No permitiremos exploración petrolera en


nuestras aguas").

Balance del mandato


Tras tres años de gobierno, el jefe de Estado precisó cuáles son los aspectos
pendientes por mejorar y ejecutar en lo que queda de su mandato:

El frente social: “Hemos hecho unos avances muy importantes, rompimos esa
tendencia perversa en la que crecía la economía y crecían las desigualdades, y
tenemos que hacer más para que esas desigualdades —no solamente entre los
ricos y los pobres, sino también entre las regiones ricas y las regiones pobres—, a
través de reformas como la de regalías, se vayan cerrando”.

La reducción de la pobreza: “Hemos transferido de la pobreza a la clase media


a cerca de dos millones de colombianos. Solamente Perú tiene un porcentaje
parecido al colombiano en las reducciones de pobreza, pero todavía hay algo más
del 30 por ciento de pobreza en Colombia”.

Infraestructura: “Nos hemos demorado porque hemos querido hacer las cosas
bien. Ya se están viendo las obras que van a ser muy importantes y este año
tenemos que iniciar la ejecución de las obras que van a transformar de una forma
muy importante la competitividad del país”.

Educación: “Hemos hecho un esfuerzo muy grande para la gratuidad de la


educación de todos los niños y niñas que quieran educarse en una institución
pública desde el grado cero al grado once. Ahora el gran esfuerzo es mejorar la
calidad, eso es un esfuerzo que debe ser permanente. El acceso de los
bachilleres a la educación superior, ahí tenemos que romper ese cuello de botella
donde tenemos unos avances importantes, pero sabemos que tenemos que hacer
mucho más”

Seguridad ciudadana: “Tenemos distintas amenazas en materia de seguridad,


las Farc, el ELN, el terrorismo, las bandas criminales, todas atravesadas por el
narcotráfico, y la seguridad ciudadana que también está atravesada por el
narcotráfico. La microextorsión y el microtráfico también están creciendo y
tenemos que ser mucho más contundentes”.

La economía: “Hemos logrado algo muy importante: recibimos la economía con


18 billones de pesos de déficit, es decir que gastábamos 18 billones de pesos
más de lo que nos ingresaba. El año pasado terminamos con dos billones de
superávit, es decir que transformamos eso radicalmente y por eso hoy la
economía colombiana es una economía sólida y sana que tiene los indicadores
fundamentales en su sitio (…) Vamos a tener una economía creciendo alrededor
del 4 por ciento”.

Tras seis años en el poder, y con la paz como su principal apuesta política, el
presidente Juan Manuel Santos no cuenta con altos índices de favorabilidad en
las encuestas, pero sí con muchos resultados positivos para mostrar en varios
frentes.
Si todo sale como está presupuestado en la Casa de Nariño, el 2016 pasará a la
historia como el año en que se le puso punto final a más de cinco décadas de
guerra con las Farc. Será un logro de Santos.

A nivel internacional no solo se logró normalizar la relación con los países


vecinos, sino que se proyectó a Colombia como un destino de inversión atractivo
a cuyos ciudadanos ya no se les exige visa de turista en un total de 69 países y
14 territorios no estatales.

El campo económico presenta nubarrones y existe la expectativa sobre la nueva


reforma tributaria que Santos espera impulsar este semestre en el Congreso, pero
las cifras de desempleo y reducción de la pobreza le dan al actual Gobierno
confianza en que se avanza por buen camino.

La caída en los precios del barril de petróleo y la necesidad de encontrar recursos


para financiar el posconflicto –sin descuidar áreas sociales y de inversión en otros
campos– tienen al Gobierno analizando con especial cuidado este tema. Santos
lo supervisa personalmente.

El sábado, desde la base militar de Tolemaida, Cundinamarca, el primer


mandatario destacó algunos de los logros que considera claves de su gestión
presidencial.

(Lea: Desempleo sube en el país y Banco de la República ve menor crecimiento)

“Hemos logrado bajar la pobreza como nunca antes, hemos reducido a la mitad la
pobreza extrema, hemos creado más de 3 millones de empleos, la mayoría por
primera vez formales; hemos conectado todos los municipios del país con fibra
óptica y banda ancha. Estamos cubriendo 1,2 millones de niños de primera
infancia con un trato integral, decretamos la educación gratuita para todos los
niños y niñas de Colombia del grado cero al grado once. Tenemos cobertura
universal en materia de salud”, enfatizó el jefe de Estado al hacer un balance
resumido de su gestión.

Y en términos políticos, tras seis años en el poder, el Presidente aún mantiene


una amplia gobernabilidad en el Congreso y apoyos multipartidistas en favor del
proceso de paz, aunque su relación con el senador y expresidente Álvaro Uribe
permanece fría y no se vislumbra una mejoría.

De hecho, la campaña por el plebiscito es cada día más agitada, y el que Uribe se
haya sumado a impulsar el ‘No’ hace que la distancia con Santos sea cada vez
más infranqueable. Las urnas, en esa discusión, también darán un resultado
sobre quién se impondrá.

Claro que aún restan dos años más de Gobierno, y Santos sabe que son claves
para pasar a la historia –como quiere– recordado por ponerle punto final al
conflicto armado.
Avances notables en política exterior

Sin duda alguna, la diplomacia es uno de los campos que más resultados le da al
gobierno de Juan Manuel Santos. La continuidad de la canciller María Ángela
Holguín ha permitido mantener la misma línea política exterior clara, lo que se
refleja, por ejemplo, en logros como la eliminación de la visa Schengen para
periodos de permanencia en Europa de no más de 3 meses y la ampliación del
visado de turismo a Estados Unidos de 5 a 10 años.

A todo esto se le debe sumar que bajo la actual administración se consolidó la


Alianza del Pacífico, una iniciativa de Colombia, México, Chile y Perú que se
proyecta como una alternativa en materia tanto comercial como política, ante las
turbulencias de gran parte de la región. De hecho, en algunos países estos cuatro
Estados –como parte de su estrategia de unión– comparten una misma sede
diplomática.

Y en el mundo ya hay 69 países y 14 territorios no estatales no les exigen visa a


los colombianos: 44 de los primeros y 13 de los segundos se han logrado durante
lo corrido del gobierno del presidente Santos.

Y siendo la paz la principal apuesta política de la actual administración de la Casa


de Nariño, pues la diplomacia no ha estado exenta de logros en este campo.
Hace poco, por ejemplo, se logró que el Consejo de Seguridad de la ONU
aprobara la resolución que permite conformar la misión verificadora del cese
bilateral del fuego y el desarme de las Farc.

Más cobertura en salud, pero el sistema está en crisis

En materia de salud, los resultados de este gobierno en materia de salud pueden


resumirse como el enfrentamiento entre el lema del ministro Alejandro Gaviria,
“Más gente, más beneficios, más equidad” y la escasez de recursos para llevarlo
a la práctica de manera plena.

(Además: Crisis de Cafesalud tiene en vilo atención de 300.000 pacientes)

Entre los logros se destacan el aseguramiento prácticamente universal de la


población, un amplio plan de beneficios similar para los regímenes contributivo y
subsidiado, y la ampliación del programa de vacunación con coberturas que casi
alcanzan el 95 por ciento. Así mismo está la política farmacéutica nacional y su
control de precios, la cual ha permitido ahorros por cerca de 1 billón de pesos.

(Lea: Cinco años en obra y no terminan el Hospital de Barrancabermeja)

En el campo normativo, es de resaltar la sanción en febrero del año pasado de la


Ley Estatutaria de Salud, que elevó la salud al rango de derecho fundamental; la
génesis de medidas para sanear las afectadas finanzas del sector, eliminar
fuentes de corrupción y asegurar la sostenibilidad completa del sistema.
No pueden obviarse avances de talante claramente liberal, como la apertura para
el uso de cannabis con fines medicinales; el derecho a la eutanasia; la definición
de protocolos para la interrupción del embarazo y la abolición de las aspersiones
de glifosato, basadas en argumentos de salud pública que se superpusieron al
uso de esta técnica para el control de cultivos ilícitos.

La lista de pendientes la encabeza la situación financiera del sistema, que sigue


siendo deficitaria, al punto de que unos faltantes que bordean los 5 billones de
pesos permiten hablar de una verdadera crisis en el sector.

(Lea: Lograr un tratamiento para el cáncer en Colombia toma seis meses)

La siguen las tensiones económicas y los graves problemas de acceso generados


por la necesaria liquidación de algunas EPS (Selva Salud, Salud Cóndor,
Solsalud, Humana Vivir, Golden Group, Caprecom y Saludcoop).

Por otra parte, el Modelo Integral de Atención en Salud (Mias), indispensable para
reducir las desigualdades de salud en las diferentes regiones del territorio, sigue
siendo una idea teórica, en mora de ser implementada.

(Además: Los niños con cáncer que no reciben atención de las EPS)

Todas esas dificultades, al final, recaen sobre los pacientes, que se quejan por
limitaciones en la atención y en la disponibilidad oportuna de citas y tratamientos.

Por eso, el gran pendiente del Gobierno en materia de salud sigue siendo la
recuperación de la confianza y la legitimidad del sistema con resultados y gestión
eficientes.

Bien en crecimiento, mal en inflación

Tras un 2009 con un crecimiento de 1,7 %, en el 2010 la economía colombiana


empezó a transitar por una senda expansiva.

Luego de que el presidente Juan Manuel Santos tomó las riendas del país, en el
cuarto trimestre del 2010 la producción se impulsó y logró que el año total diera
un resultado de 4,0 %. En adelante, el ritmo se aceleró.

(Lea: Tras más de dos años de inflación al alza, en julio se acercó al 9 %)

Con las locomotoras del desarrollo, en el 2011, el producto interno bruto (PIB) se
expandió en 6,6 %, manteniendo una dinámica sostenida que permitió un 2012
con un crecimiento del 4 % y de 4,3 % en el 2013.

En el 2014, cuando ya tomaba impulso la crisis global, el país logró una


producción de 4,6, para cerrar el 2015 con una desaceleración, hacia el 3,1 %,
mientras el resto de países de América Latina experimentaban resultados
negativos.

La pobreza monetaria es otro de los indicadores que muestra un fuerte descenso


en el país. En el 2009 la cifra era de 45,5 %. En el 2010, tras un cambio de la
metodología para la medición de este indicador, pasó a 37,2 %, desde donde se
ha reducido visiblemente, año a año, hasta ubicarse en el 2015 en 27,8 %.

(Además: Seis consejos para sobrevivir en época de alzas de precios)

En cuanto al desempleo, el balance arroja resultados positivos. El porcentaje de


desocupados en el país que había en agosto del 2010 llegaba al 11,2 %, frente al
8,9 % de julio de este año revelado por el Dane.

Sin embargo, en lo relacionado con el costo de vida, solo factores como el


fenómeno del Niño y los choques externos que recibió la economía en los últimos
dos años lograron desbordar la inflación, que el Banco de la República había
logrado mantener controlada dentro del rango meta de entre 2 y 4 por ciento. A
diferencia de lo observado seis años atrás, cuando la inflación anual marcaba
2,42 por ciento a julio, hoy ese indicador está en 8,97 por ciento, el más alto en
casi 16 años.

En materia petrolera, los resultados son agridulces. Según la Agencia Nacional de


Hidrocarburos (ANH), luego de mostrar un crecimiento continuo y de alcanzar su
pico de producción en enero del 2015, cuando se extrajeron 1’035.000 barriles por
día, la producción de crudo ha venido bajando y para el corte de junio pasado
(mes más reciente), el nivel fue de 888.000 barriles por día, frente a los 783.000
barriles diarios con los inició la administración Santos, en agosto del 2010.
V. BIBLIOGRAFÍA

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 Ernesto Samper Pizano - Observatorio de Medios
www.mineducacion.gov.co
 SAMPER CAMBIA EL RUMBO ECONÓMICO - Archivo Digital de Noticias
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Colombia y el Mundo desde 1.990 - eltiempo.com www.eltiempo.com
 Balance de la política social y económica del gobierno Uribe |
Elpilon.com.co elpilon.com.co
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Uribe - Colectivo de Abogados "José Alvear Restrepo"
www.colectivodeabogados.org
 ANNCOL _ Noticias alternativas de Colombia - 25 puntos de análisis al
gobierno de Juan Manuel Santosanncol.eu
 Política económica y social del gobierno Santos al tablero en Debate CID
de la Universidad Nacional www.cid.unal.edu.co
 Presidentes colombianos (1810-2014) | banrepcultural.org
www.banrepcultural.or

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