La autofagia es un proceso celular genéticamente programado que involucra
la degradación de componentes intracelulares. En condiciones fisiológicas, la autofagia ayuda a mantener la homeostasis celular a través de la degradación y el reciclaje de proteínas y organelos envejecidos o dañados. Hay cuatro tipos principales de autofagia: macroautofagia, microautofagia, crinofagia y autofagia mediada por chaperona, las cuales tienen funciones diferentes y proceden por medio de mecanismos diferentes pero con un resultado final común, la degradación lisosomal. Sin embargo, el término autofagia generalmente se emplea para referirse a la macroautofagia. Las formas específicas de macroautofagia -lipofagia, mitofagia y zimofagia entre otras- involucran la degradación deliberada de sustratos específicos. Por otra parte, la autofagia está involucrada en el desarrollo y el avance de enfermedades neurodegenerativas, cardíacas, pulmonares, musculares, hepáticas, así como también en las infecciones y el cáncer.
La autofagia involucra varias etapas, comienza con la inducción –
generalmente disparada por la deprivación de alimentos- y continúa con el atrapamiento de los constituyentes citoplasmáticos por un fagoporo de doble membrana para formar un autofagosoma. El autofagosoma se fusiona con los lisosomas y expone su contenido a la degradación lisosomal. Los productos de esta degradación son reciclados y reusados como nutrientes para ayudar en la supervivencia de la célula. Se han descrito 31 genes relacionados con la autofagia en levaduras, muchos de los cuales están presentes en los mamíferos. Las proteínas codificadas por estos genes son reguladas por la kinasa del blanco de rapamicina de mamíferos (mTORK), el principal regulador negativo de la autofagia. A su vez, la mTORK es regulada por la estimulación del complejo PI3K clase 1 por la activación de receptores de factores de crecimiento. La autofagia también es regulada por la proteína kinasa activada por el AMP (AMPK) que reacciona al estrés energético (baja energía), las proteínas supresoras de tumor, nucleares y citoplasmáticas, que responden al estrés oncogénico o genotóxico, la familia de proteínas Bcl2, activada bajo condiciones de deprivación de nutrientes y estrés del retículo endoplasmático, la ruta Ras y varios otro moduladores. Cuando la célula tiene suficientes nutrientes, la mTORK inhibe al complejo proteico ULK1, suprimiendo la autofagia. Por el contrario, en condiciones de ayuno, la mTORK es inactiva, por lo que se desinhibe el complejo ULK1 y se activa el proceso de autofagia.
La autofagia tiene numerosas funciones fisiológicas. Durante los períodos de
estrés metabólico como la deprivación de nutrientes, condiciones hipóxicas y/o carencia de factores de crecimiento, la autofagia degrada proteínas para proporcionar los aminoácidos necesarios para la supervivencia. Estos aminoácidos son usados en la síntesis de proteínas críticas para la adaptación de la célula al estrés. También pueden ser usados por el ciclo de ácidos tricarboxílicos en la producción de ATP para la energía celular. La autofagia también sirve como mecanismo de control de calidad, aclarando la célula de proteínas envejecidas o dañadas, organelos, agregados de proteínas y patógenos extraños. Recientemente se ha propuesto que la autofagia actúa como un “guardian del genoma”, previniendo la inestabilidad gnómica y las mutaciones del ADN que eventualmente facilitarían el desarrollo tumoral. La autofagia está involucrada en procesos específicos como el envejecimiento, donde tiene un potencial efecto anti-envejecimiento, la diferenciación celular y varios aspectos del desarrollo.
La crinofagia, descubierta en las células mamotrofas de la hipófisis, describe
el proceso por el cual, en las glándulas endocrinas, los gránulos secretores que contienen proteínas específicas para la secreción se fusionan directamente con los lisosomas para la degradación de proteínas. Dado que los esteroides no se almacenan en gránulos, la crinofagia no ocurre en las células secretoras de esteroides de las glándulas endocrinas. Hay una notable diferencia funcional/estructural entre la eliminación de gránulos secretores por crinofagia y por macrofagia. Mientras la autofagia maneja la degradación lisosomal del gránulo secretor con otros componentes celulares, la crinofagia lleva a cabo la fusión directa del gránulo secretor al lisosoma. La crinofagia paree ser un método de autofagia energéticamente más eficiente para la regulación específica de las fluctuaciones normales en el material secretor. La crinofagia ha sido reportada en la mayoría de glándulas endocrinas y es la principal ruta que utilizan las células secretoras de péptidos para degradar el exceso de material secretor. Los mecanismos de inducción y regulación de la crinofagia permanecen aún desconocidos. La modulación por esteroides ha sido sugerida en la hipófisis, donde los estrógenos se correlacionan positivamente y la progesterona negativamente con la crinofagia de los gránulos secretores de prolactina y en el páncreas donde la progesterona regula positivamente y los glucocorticoides negativamente la crinofagia en las células β. En las células secretoras de la hipófisis anterior, la crinofagia funciona tanto como mecanismo fisiológico normal para el recambio regular de material secretor y también como una forma de manejar el exceso de material secretor. Durante el ciclo estral de la rata, si no ocurre embarazo y la prolactina no es requerida, el exceso de gránulos de prolactina se fusiona con los lisosomas para ser degradados y sus aminoácidos son reciclados. Durante la lactancia, las células mamotrofas incrementan la síntesis y secreción de prolactina, la cual disminuye después del destete, mientras que los cuerpos crinofágicos incrementan después del destete y degradan el exceso de gránulos secretores de prolactina. La crinofagia también puede ser inducida. Por ejemplo, después de la remoción prematura de la succión, la actividad secretora de las células mamotrofas es inhibida y los gránulos secretores en exceso son eliminados vía crinofagia. Además de las células mamotrofas, la crinofagia ha sido confirmada en los otros tipos de células de la hipófisis, esto es corticotrofas, somatotrofas, gonadotrofas y tirotrofas.
La autofagia es un mecanismo importante en la función del ovario. Durante el
desarrollo, antes de la formación del pool de folículos primordiales, la autofagia es requerida para la supervivencia de las células germinales. Más tarde, en cada ciclo menstrual, los folículos que no son escogidos como folículos preovulatorios desarrollan atresia folicular. El descubrimiento de la muerte de células granulosas vía autofagia activada por el receptor de LDL oxidada sugiere que la forma autofágica de muerte celular programada está involucradas en la atresia folicular. En mujeres obesas, con niveles elevados de LDL oxidada y por lo tanto con alta incidencia de muerte autofágica de células granulosas, se ha reportado una alta tasa de infertilidad. La estimulación del receptor por la LDL oxidada también ha sido asociada con niveles aumentados de especies reactivas de oxígeno (ROS), lo cual provoca estrés oxidativo y muerte celular apoptósica. Estudios recientes sugieren que en mujeres jóvenes con peso normal, la autofagia reparativa es inducida en respuesta a los niveles bajos de ROS para evitar la apoptosis y promover la supervivencia celular. La disminución de la autofagia reparativa con la edad podría incidir en la disminución de la fertilidad femenina relacionada con la edad. Otros factores como la deprivación de nutrientes y el cigarrillo también inducen la muerte celular autofágica de las células granulosas. Por otra parte, estudios de microscopia electrónica han revelado la presencia de autofagosomas en muchas células durante la regresión del cuerpo lúteo. A nivel molecular, hay un canal de sodio activado por voltaje en el ovario que induce la autofagia en la regresión del cuerpo lúteo. En el testículo, la autofagia ocurre en las células de Leydig más que en otros tipos de células. En las células de Leydig, los autofagosomas secuestran preferencialmente organelos que producen esteroides como mitocondrias y retículo endoplásmico liso, lo que sugiere que la autofagia tiene un rol en la producción de esteroides. La tasa de actividad autofágica en las células de Leydig fluctúa con la secreción de esteroides, aumenta en células inhibidas y disminuye en células activadas. La deficiencia autofágica ha sido implicada en la reducción de la producción de testosterona en células de Leydig de ratas envejecidas. Particularmente, la mitofagia o degradación selectiva de mitocondrias dañados, provoca una acumulación de ROS. Dado que las ROS son perjudiciales para el funcionamiento de las células de Leydig, esta acumulación de ROS repercute en la producción de testosterona. Estudios recientes reportan evidencias de autofagia en las células de Sertoli.
En la corteza adrenal, las células secretoras de esteroides funcionan de
manera similar a las células de Leydig del testículo, por lo que la autofagia tiene una función comparable en ambos tipos de células. Sin embargo, diversos estudios reportan que hay un rol único de la autofagia en la regulación del crecimiento de las células del parénquima en la zona fasciculada de la corteza adrenal. Células de la zona fasciculada adrenocortical de ratas expuestas a la hormona adrenocorticotropa (ACTH) presentaron inhibición de la autofagia durante la hiperplasia inducida por ACTH. Este hallazgo, sumado al descubrimiento del mismo fenómeno en la regeneración hepática, sugiere que la inhibición de la degradación autofágica es un mecanismo pro-crecimiento en órganos con crecimiento rápido como el hígado en regeneración o la corteza adrenal estimulada por ACTH.
Los niveles de hormona tiroidea no parecen ser regulados por crinofagia o
autofagia. Sin embargo, los gránulos secretores que contienen calcitonina en las células parafoliculares de la glándula tiroides son regulados por crinofagia de una manera similar a la mayoría de células endocrinas. La crinofagia ocurre en respuesta a la supresión de la secreción de hormona paratiroidea, en este caso, la secreción es suprimida por altas concentraciones de Ca 2+. La crinofagia de la glándula paratiroides funciona como un medio para eliminar el exceso de hormona. Por otra parte, las hormonas tiroideas, en particular la T3, inducen autofagia selectiva de lípidos (lipofagia) en el hígado, un importante mecanismo para la homeostasis, el metabolismo y la movilización de los lípidos en las células hepáticas. La autofagia ha sido extensamente estudiada en el páncreas. Como en el resto del sistema endocrino, la crinofagia es activada en los islotes pancreáticos durante los períodos de sobre producción de hormona o de supresión de la secreción de hormonas, para ingerir, utilizar y reciclar el exceso de gránulos secretores. La autofagia tradicional también interviene en el funcionamiento de las células β para degradar y reciclar macromoléculas y organelos dañados o envejecidos. Más aún, la disfunción mitocondrial causada por estresores como la hiperglucemia crónica induce en las células la acumulación de ROS que provocan estrés oxidativo. La autofagia protege a las células β del estrés oxidativo digiriendo las mitocondrias dañadas. Debido al alto nivel de síntesis de proteínas que ocurre en las células β, ellas son especialmente susceptibles al estrés oxidativo. La autofagia juega un rol indispensable en el mantenimiento de la función de la célula β durante las condiciones adversas. La deficiencia de autofagia en las células β juega un importante rol en la patogenia de la diabetes tipo 2.
En conclusión, en cada glándula del sistema endocrino, la autofagia está
involucrada en la regulación de los niveles intracelulares de hormonas e indirectamente en el control de los niveles sistémicos de las hormonas. En el caso de las células de glándulas que secretan hormonas peptídicas, como la hipófisis, la autofagia se activa vía crinofagia o fusión directa de los gránulos secretores con lisosomas. Como las hormonas esteroideas no se almacenan en gránulos secretores, en las células de las glándulas que secretan esteroides, como testículo y glándula suprarrenal, la autofagia interviene en la maquinaria que produce los esteroides (mitocondrias, retículo endoplasmático). La autofagia también juega un rol importante en los desordenes endocrinos como hipo e hiper función de las glándulas. La disrregulación de la autofagia en las glándulas endocrinas es un factor importante en diferentes enfermedades endocrinas como diabetes e infertilidad.
Fuente: Weckman A et al (2014). Autophagy in the endocrine glands. Journal