Está en la página 1de 1

THE BLACK RUSSIAN

Frías noches de Febrero, en un Madrid que resistía a arrodillarse,


aprendí que no siempre que se camina se va a algún lado.
Vas despacio porque no huyes, deprisa porque aun vives.
La gran vía crece a cada paso que das.
Agotada la mirada, inquieta, me llevó a aquel bar
con nombre de ranchera ahogada en tequila, JoseAlfredo.
Espejos mágicos que te devuelven sonrisas.
Aire que es bondad, respeto, Espinetta. El bar donde los relojes duermen.
El ultimo trago me llevo a escribir:
"aquí, donde termina todo y nada empieza!”.
Pensar y reescribir:
"aquí, donde nada termina y todo empieza!"

J.R

También podría gustarte