Por quéaproximarse ala nocién de dspositivo?
Lapalabra dispositivo se suele leer tanto en piginas de flosofia como de
‘mecinics, remitiendo, al parecer, al significado que le ctorga a lengua corriente:
‘unsrtfcio detnado a obtener un resultado automtico Desuso no se exeptia
‘lcampo dela comunicacién, transitado por tantosy diferentes discusos, que
‘nose distancia dels anteriormentecitados, en cuanto alo que genéricamente
“En algunos contexts a nocién de dispositivo se acerca alo tangible,
1 yesulta de una manipulacion inst jen otros, a fendmenos ie
1 “configuracionales, res siones 5 en
‘otros, fo que rcribirse con este término se similariza con alguna
esas alternativas, pero no recbeladesignacién de dspostivo.
Nene = earache e s
X (en ‘sproximaciones que intentaremos, ni echaustivas ni encluyentes,
s | pretenden elamentsinala inquired acerca dl aleaney posible iad
{e extablecrlos limites de empleo de la palabra en vista de asignarle
we o arulficaen el dominio delos fendmenos de produccgn desentido,enclespacg <<
( ee que denorna
Y Nos apresuramos a reconocer el lugar que ocupa un texto en este
scereamient; me lito a "El papel del disposiio”, capitulo de La imagen de
‘Jaques Aumont. Escrito al que pueden hacérsele muchos reproches, peo sin
lvider adjuicarle wn doble mésitorel primero seral que intenth una exposicin
abreativa, que desborda ss ntencin nial (eferrelaimagesel segundo,
perar como rls, reenviandoa un diverso campo de tests que, despise
lestura podilanesublecer un perimeo de despiege delanocia'
signegyseia_ Nimere 12 Ab! 2001
4. Ediciones Pads Beresona, 1992 :
233Eldesorden que podrlerse no s solo aparente, se propone como un
jericio de método, pues la dispersién de nuestro objeo no presenta, de
antemano,ningin camino que asegure un fin previsible.
Primeraapracimacién: la materialidad delos signe, lstéenicasy
losoénodos
Cuando hablamos de produccibn de sentido hablamos de cosss que
‘procesos cognitivos en los que intervienen, los cuales no se sian en espacios
‘sociales ni son portadores de jerarquias homogéneas.
_Hlolde y el olfato ol gusto y lavisibn, por ejemplo, no han merecidola
sisma atencin ni ocupan lugares semgjantesen el contacto con distinsa especies
oa a eee ee ts
Sin embargo Yanadie se atreveia a esablecer una jerarquia,en otro orden de
30s, en cuanto asuimportanca en la ontogénesis en laconservacibn
de acontinuidad biolbgics, sea con fines reproductives oadaptativos.
‘Esta materialdadse exiende bastalo reebndito dela producein onicica,
Ja que se libra al mundo en la. palabra del sofiante- unos sonidos o unos
trazados grificos-alaleance de los ofdoso los ojos de alguien, que los toma
Juego en otra palabra, No de otra manera ocurre,en una posici6n tan alead,
con la percepcién del vulgar olor a gas combustible, que de registrase, por
cjemplo, cuando ingresamos en nuestas cass, se maniiestaen exclamaciones,
esos, seguramente alguna aceibn, que otrgan, por vas del reconocimieno
de tan simple sera (olor va. no olor), una dimensién de orden creciente al de
lasefalde origen.
‘Veda lo resumfa, hace algunos afos: “Toda produccibn de sent