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REVISTA DE PSIQUIATRIA DEL URUGUAY ‘uso aucevs o€ Soot se psquaEA ‘hago ol tratamiento con una concopeiéa duals Contirma Hutinel que parece que la sifills elige de ‘referencia el tiroides ¥ las paratioldas, provocan. fo una hipafoneién,vepito, ‘Pano seguir ol tratamiento durante largo tiem. po, con periodos de repaeo: Investigando ls ealeemia Jel metabolismo en los montentos extremos,trataré fe ver si es posible algin ia que los disturbios residualas desaparezean Jo que €s mls, si ese 0 {anise marcharia solo ain apuntalamiento ter péatico algune. El presente eato no regulta nuevo para mi, on to fave dice relaclin entre el indrame epilptlco ¥ las flindoles endocrinas, pues hace. ya varios Tustros ‘Que agrogo casi sintematicamente al tratamiento flandalar st anticonvulaive, habiendo notedo bene ficios seguroe en algunoa easos. Enfermoz de ls clientelnprivada tedor ells, no me he sido posible fetudisroc s mi gusto ni seguirce ol tiompo nece ‘ario. En nuestro Hospital Vilardeb6, donde eaen ‘plléptions de la peor especie y eon pora syuda de laborstorio, poco pido decir. Recién ahora, gracias ‘la amabllidad del Dr. Céeeres, estoy en condiciones de hacer sctudioa en sori, teniendo ya dosifiada 4 closmia dle muchos, aunque no podré completar ‘dos los estos descados exo respecto, debido 44 quem dicho Iaboratorio no hacen todavia Ia re Geren slealina ni ol metabollzmo basal. ‘ea calcemia oslla en nuestros epilptions entre 0.09 0.45 en unoe 80 casos. Asistencia familiar en el Uruguay be Aatonia Sceo Mayo 5 de 1951 Sear Director de ta Asistencia P. Nacional, De, José Martivené En eamplliniento de Ia misién que se ha tenldo ‘2 blon confirnos, elevamos a Ud. el presente infor- me sobre In maners como se aplics entre nosotros J asatencia familar de allenadoe. A objeto de Monar debidamante nuestro eomatido, nos thasladamos © ls Colonia Dr, Bernard Btche pate los dina 28 de febrero ¥ 19 de marzo del co- Frente afo, detindndolos easl por entero a obtener datos pertinantes ala cuestién y a vsitar el ma sor nmero posible de entermos en asistencia fami. Fier, Conversames con el Dr. Garmendia, iniclador yy propulace del peccedimianto en vigenci, y con el De. Olvera, que implant6 el mismo método en Mon- tevideo y tiene actualmente le direelén de la Ass tencia en Santa Lucia. Interrogemos detonidamente al primer vigilante Sr. Pedro Barool6 y a la enfer- ‘meta aaforita Luisa Camacho, qua al parecer han intervenido en Ia seleccin de una tnena parte de los enfermos, Asimismo eambiamos impresiones on algunos méiicos y empleados saperiores de In Co- Tala, y buseamos asssorarnos de todos aqvells ee ‘mento, talea como polémicas y campatas de pren- sas locales, capaces de sportsrnos lgin elemento de interés. por fin visitamos teint locales, veinte fn Santa Luca, siete en Ttuaalnas, y tres eh 25 de ‘Agosto, comprendiondo un total de aatente yun cenfermo en coloeacién familie. En el deseo de com- render en nuestra intormacién todos los eafversoa eallnados en favor de la asistencia familar, ingpec cionamos ssimismo en Blontevideo 1 viviendas, en Jas que se asisten 22 pensionstas. Como este sector de 1s salstencia que estudiamos comprendia, el 81 Ge diciembre de 1920, 627 enfarmos repartides en faleo mis de 290 locales en Sania Lacia, v en Mon: 2evideo 60 entermay en St vivlendas, podria croerse f primera viata gue el nimero de enfermos visit fos por nosotros no permite formar una impresiéa fexacta de la aituacién actual, Pero debe tanerae pre- fente que nuestras visita se realzaron al age, sin leecién previe,inspeccionande las casas que se 108 Dftecitn en cierto modo durante nusstea reeoride fn zonaa por otra parte muy diversas en lo que feoncerne a le densidad de poblecié, condiciones de trabajo, ctractristions de fos loeses, nivel de cul tara de lox habltantes, ete. Creemos puss que £2- ‘neralisando el resultado de nuestra inepocciin Dar lal, no se comate una deformacién artificlosa ni se exageran heshos sislador o restringidas. En todo f2s0, que nuestras conclsiones valgan tan solo para Toque hemos visto o puedan aplicare a toda I asi- Atenia anlar on 6) Uruguay 8 tencia familiar, elias son Ja expresién fiel de te verdad. Hemon realizado nsestra taren sin “part pris", con al eaplritu libre tanto de todo an slate riético de censure como de todo inmoderado ant. slasmo; hemos controlado severaments lo obscrvado por nosotror mismos y hemos depurado de e3age- rados apesionamientos Jo que se nos ha dicho: y fs sj, impareisimente, que legamos a formarnos tuna impresign que creomos bastante exacts y ade- fcusde a la reslidad de oe hechos, ‘A tin de que muestra exporicién aperezee Yo mis objetiva posible, In dividiremes en varies pequetoe ‘apitulas, nalizando aucestvamente la manera como se realizan laa divarsaa etapas de la. colocaci6n fa- niliar de alionades; ln soleccién do. enformos ado- adas ex primer término: Ia selescién de culdado. 05 (de la vivlenda y de los dapositarios) deepuse: Y Tinslmante el modo de control y vigilancia que se aplica, 4. Selecién de enfermos Eta etapa os fundamental. De el depends =n agran parte el éxito dal sistema. Una seleelén blen hheche logitima la esperanza de buenos resultados, mismo eon cuidadores mediocres yen. condiciones ‘materiales precarias. Una mala. eelgelén condena fl feacago an en los amblentes mée spropiados favorables al éxito, pero es diffell realizar compli damente esta tron, Para hacerlo seria accestrlo desde luego no per- er de viata cuslea son las indleaionss’ exensales evan de Fagus det Uragues ave determinen el modo de asistencia familiar. las on, un poco esquemiticamente, por un lado la con Venioncia de cooperar a la asigtencla que se presta an el Hospital, en expecial durante le convalecenela te psieosis agudas, a enfermos que habris interés fen someter, antes de zeintegrarlas por completo al medio nabituel, a una prucba de vide libre pero ontrolada; y por otro lado la necesidad de ampliar fel hovizonte de asistencia en la Colonia; de estable- for para el cuidado dal erénieo, incurable bajo la faz médica esrieta, pero recuperable ain socialmen- teen una clerta medida, un ambiente mis amplio ¥ de mayores postbiidades que ol del Asilo 0 Te Colonia, Ha la iltima categoria cabon, no sélo el Imenso contingente de enfermos demenclales, 0 totslmente asiledos, sino adn el eonjunto no menos numeroso de delirantas crGnicos readaptables capa- fae todavia, ya que no de inhibir, al menos de con- tillar eugielivo con una vida socal vstringias. Pero Sara hacerse una conviceiin firme al ree- ecto yn perder tiempo y medios en ensayos In. fructuoeoa es tenester un estudio minieieo del snferme, no ye tan colo desde al punto de vista Dalcopdtiee, sino au, 7 sabre todo desde el punto fe vista del comportemienta, Hay que analizar las posibildades de readaptecién social que caben en el Snfermo, ans virtualidades de aeelén til su capa: flded de aprendizaje efieas y mismo de coordina. flén de esfuarao en clerto modo residual que acusa odo peisGpata. Parn esto antes de efectuar la co- loesei6n familiar, seria Indlapensable someter al et Formo a una prueba de trabajo en la Colonia orga. niaar todos Jos modes de Taborterapia postbes, y pleat selectivamente el procaimlento a le modali= ‘led individual de cada psiedpata. Y ain dazpuse de este ensayo, hacer Ia detorminacién de lo quo resta fee Fecuperable en elementos culturales, tnteleetua- Jes, sfectivos, en conocimientos a aproveshar, #1 sentimientor & estimlar. ¥ finalmente habria asi. ‘lame que imponarze el conocimiento detanido de Ja familia verdedora del enformo y establecor hasta ‘gus punto no convendels en primer termine ensagee 1 asistencia, Hay pues, que hacer estricta, intima, pretisa la aclecién psiguiea y social, Agreguese atin In selec: ign continuada, severa, minucise. “Ea eelecein de ls enfermas actaalmente en asie- teneia familiar ha preventado dos agpectos sucesives Y distntas, Dest Ia nicael6n del sistema en junio de 1929 hasta mediados det afo pasado, en cuyo Tapco de tiempo se coloearon mis o menos Tas. dos tereiog de la pablacién actual, la selecelén a hacia en forma exceeivamenta simple y primitive. BI Di- rector ordenaba a capataz o a la enfermera el apar- tado de 20 0.25 enfermos, Imponlendo como condicio- nes indiopensebles que se tratare de asilados tr. ‘uilos, no agresivos, relativamente limos, que 20 frabojacan en el establecisenta y no astavieran et ‘quetadas como apiléptices o paralitices generals. El Director procedia # wna inepeceién sumarla de Toe tenfermoe y elegia @ aquellas de qolenes eeibla une Innprestn favorable, Inmadiatamnente el enfermo era confiado al euidador. Procedimento seneilisine, peso fexpucsto, como se comprende, a graves riesgos ‘Desa mayo @ junio del abo pasado In aelecién se hee en forma més cuideda, El candidato 2 eran dy Pasi al Unugony Asistencia Taine on Urogeny 8 ln colocsci6n familiar as puesto en obseevacién, en lun servicio apropiado, durante une semana 0 md: se le examina fsicamente, se estudian sus reseci- nes, su conducts, sp precisa st eae un diagndstio, ¥ rotién entoness, si ln obaervaciGn op eatiatactoria, Sale de la Colonia. Este modo de selecelin importa tum progreso evidente sobre el anterior, pero dt sin mucho que desesr. Noes en Ios limites de una sala y confinado en un leeho donde debe extdiarse un anfermo, sino en el ambiente relativamente Amplio de ta Colonia. A) trasadar un allado a un hogar plerde el cardcter de tal y recupera en grant parte su Ibertad de accién. Ea mismo’ estimlar F ancausar en los sutooe eomunes ln aecién del en- ermo, 0 To que tiende primondialmente In asistencia familar. Restringir law limites de la observaciin Imports alejarse de Ia vealidad en quo va a colo- carse al enfermo y desconoser los senses quizis ‘stiles para In sslecisn, ‘Las conseeuencias de estas fallas iiciales on of procedimienta do elescién noe £a6 dado eonstatar Jas al examen de’ loa enterimos viritados. Hemos isto sin dhda enfermos bien elegidos que benef ian indiseutibiemente da Ia eoloescign familie adn fn las condiciones muy dficientos en que oe reliza 1a actual. Pero estamos aeguras que In mayor parte de Too antermoe que nos f06 dado cbservar ino som propindos para el modo de asistencia apleado. ‘Alzunos son débiles mentales simples o Higeraments “elisntes, que podrian sin ieonveniente retornt? fal madio social que tes ara habitual. Oteos, mis tarados 0 ms Invadidos por i psleopata, pero ain ‘muy utiizabes, benefeiarian de su permaneneia em Jn Colonia coneagrados a euslguier tara, lo que im. portaris salma una diaminuel6n de In carga que Significen. Y finalmente hay ain unos cuantos gx toros, suios, negativistas, extereotipados, que im poner mucha cousagvecién — que en general los Cuidadores no tienen — y que evidentomante esta an mejor en cualquier rineSn de la Calls ‘Atm comesponde sefalr, para dastacay las malas consecuencias de una soleceién apresurade, quo 18 {gran mayoria de los enfermos colocados no tabs Jan, y loa que To hacen zeallzan tan solo ocupacto ‘bes'muy simples de limpieza o a lo sumo de eultivo rmuy soneillo do quinta, En cuanto a ofiios manas- Jos w otros a tareas ordenadas de chacra 0 de gran- Ja, no nas fd dado observer ningin enformo que Je cumplira, La mayor parte consorvan on los ho sueres Ja misma actitud que en la. Colona: sentados Dajo lor Arboles o al abrigo de una pared, aisladoe unos de otros, sileneiosos, indiferentes, pasan asi las horas mouertas, sin revelar el menor interés, nl ex teoviear sino por excepelén un deseo 0 une pre ‘ccupneién. Algunas, muy pocos, parecen experimen tar por sus cuidadores tn sincerp afecta y ae sien ten ahora mis a gusto que en 16 Colonia, Pero la rayor parte no revelan ol menor cambio favorable tn su estado afectivo, Devueltos al allo su astado ho vaviaria, oon seguridad, en forma aprecable Hlabria que sefalar todavia, como consecuencia Jementable de ons seleccin inconvenient, el hesho de que algunos anfermos hayan presentado sinto- riasorginicos graves, especialmente hemoptsi, fungue an este terreno loo males derivan tal vor fen paste, de otrns falls del método adoptado. 54 Ravn de Paiute del Urgaay Bn resumen poods afirmarce que Ie scleccién actual se hace en forma deficient, con olvido de ‘muchos elementos indispensable, y "que ello ha te nico por conseeuencia Ia coloecién al euidado de fa- rllas, de un buen nimero de enfermes mentales Inapropiadas para tl sistema de asistencia, “Satz etapa no es slo ol complemente necesario fe a anterior, sino ain Ia condlelin mime de la fasistoneia familiar. Si oe quiere que este sistema Imports wn procedimiento edecuado de mejoramiento en la asietencia, et menesler selecsionar atineda- mente los culdedores, entendiando esta expresién on ‘un sentido amplio: el ambiente, la vivienda, las per- onas, Para obtener de la asistanela amills bene Ficioe superiores a los del hospital o la Colona, os inspensable tener siempre presento los elementos Ingevos que eatran en. juego, tan numerosos, tan Complejos y tan diatintos a la que priman en aque- Tos otres organismos. Si se desdenian esos fectores Ja auisteneia familiar piesde todo caréeter origival ¥ Se reduce & lo que tal ver fué al implantarse: ‘an derivativo para eombatir el hacinamiento de Ios ‘sie, ‘a selecclén de cuidadoras, para ser eficlonto, de- bo gor muy etmerads. Hay que slogir dosde lnego @l amblente y estudiar su stintos sepectos: las condiciones carecteritices locals do trabajo, el nivel cultura, fa situacién econémies, los habitos y fcostumbres del medlo, ete, ete. Entre un ambionte ural y otro aebano © subeurbano. Is diferencia ex Aistencis falar en el Uruguay radical y loa factores a consultar totsimente ais. tintos, Bn este sentido cabris tal ver establecer que i medio raral mis apropiado es aquel que extuviera onstituido por pequehos propietaros de quintas 0 ccheeras, aplicados en expatiel «labor de hortelanas 6 Jardineros. n In vecindad de las eiudades los mis fonvenlentes serlan tin dude los barrios obreros 20 Industrales, donde se practian en el mismo domi allio ofieios manuales waviadoe, logido el amblente hay que elegit le vivienda, ontemplendo tn mainimam de exigencias higiales desde las caraclarsticas de In habitectén hasta Is fextenaln del predio y el aspesto mismo de ln casas ¥¥ dsepude Ia posbilded de trabajo para el enfermo, Ta natoralezs de ese trabajo, su presunta efiacia eomo agente terepéutic, Ia probabildad de. dstras- Slopes que interesen y estimulen la actividad el paleépats, et. ‘Queda todavia ts selecelOn de las personas ui fdorns que van desde laa conilelones morales, psi ‘olégieas y sociales (honestiad, caréeter, cultura, ‘stado civil, laboviosldad, medios de vida, naturale: a de tas tsreas que cumple, et.), hasta ls cond siones fsieas (salud, edad, ote). adn deben he- forse extensivas estas exigenclad a todas las perso- ‘as que viven en comunidad ean el enfermo y cuya Ingueneia sobre este puede sor ta decisiva como la ‘el euldador mismo. ‘Como se vo eo una tarca emplisims la que ha de Tenarse para satistacer este condiciin primordial de le selatencie familia. ‘He aqui ahora como se he cumplido entre nos- otros: 1+ Bl ambiente. — La mayor parte de los ot ‘ermos, han sido esloeadas en Ta zoaa exéntriea de Senta Lucie y los pequefios meleos de poblacién, (Caparo, Ieorsings, 25 de Agosto, etc), vecinos a la Colonia. Algunos han sldo confiados a chacareros. Casi todes los pobladores modestos de aquelles 20. fas se dedican a tarens modestas o -empleados. Muchos de estos prestan servicios en le misma Con lonia. or extepcidn se. ve alguno que agrerse sua ceupaciones un oficio manual o tareas de pe- ‘quefo caltivador. De todos lot que vino, uno solo Tesliaba un ofiio (fabricante de alpargetas), que or otra parte no ensefaba 2 sus enformos. Varios faltivaban poquenas extansiones de terreno, tan re- ‘dacidas que Ia Inbor de un solo hombre a2 excede paras culdado. ‘For ota parte, como ha habido gran demanda de fenfermos s2 han ereado pequetos nicleos de cul ‘dedores (en una extensiin de clneuenta metros vi- tame cuatro easaa con nueve enformos), verd eros barrios de alienades, que ain cuando no ereen Condiciones abvolitamente desfavorables al éxito de festa forma de asitencla, por lo menos no aportan ninguna ventaja sobre la asistencia en la Colona, Ademés on esos miclos la poblacion ex bastante ‘enea y como In separacién de los predics es muy relativa, Jor enfermos viven en contacto on un ‘gran mero de pobladores, Jo cual altera los re- Sultades de tna seleseién de culdadores, mismo bien ech. ‘En cuanto & los que ton empleados en la propia Colonia (east todos los de Wtuzaings, por ejemplo, Jo son), las obligaciones de eu cargo Tes spartan de 4a vigianeia de los enfermes durante casi todo el ia 0 is noche, con loa Inconvenientes que pueden proveerze. Vaya por ejemplo el que sigue: un eu dedor que vive en Santa Lucie tiene a su cargo tres fenfermes. y decempess el puesto de. sereno et la Colona. 8u domicio fu6 viteado por nosotros & lac ‘res do la tarde. El ewidedor doris an, ls enter mos cstaban abendoxados a si mismo, y durante toda la noche quedsban sin ningin scompatiant, Aluaioe absolatos de le cas. 1a lecsién de amblente no ha sido, por lo que se ve, muy acerteda. La zona eubaurbana de Sante Lucia carece de casi todos los eleinentes indispen- sables pars asegurar, en la aplieacién de la asaten- la, resultados superiorea o por lo menos iuales = Jos obtenidos en Ie Colonia, Digamos ain dos pala. bras dol ambiente que se ha preferido en Monte video. Agui se ha Incursido en la misma falta de previsién. La mayor parte de los enfermos en asie= ‘eneia familar han aldo eoloedos en un conglome- ado de viviendas que consttuyen un barrio 2n tor sno del camino Industria. Se trata sin duda, de una elas zonas peores, por sus malas eondlelones i tiénieas y por les carscteiatcas del ambiente que se hublera podido elegir. AI las calles som polvo- ventas, sucias, as cases paupérrimas, Ia ausencia de centros de Tabor east otal; iu actividad de sus pobladores séio se exterloriza ‘en lon deepachos de bebidas y canchas de boches, Agu ae ha hecho na verdadera seleclén al revés del ambiente, 2+ Vivienda. — HI tipo de vivienda donde han ido calocadar la mayor parte de los enfermas que 998 Revita de Poiaiatin dat Uru hemos visto, ep casi niforme. Pequefias casas de dos, thee 0 cuatro plezas, do custro metros cada fina mis menos, easi todas de material con tachos fo eine © paja, algunas con cieloraso de leno 9 de madera, con pisos de ladle, portland 0 baldo- fas, con una o dos aberturas. En algunas casas hay fdemés ‘wna galeria, y an todas un amplio patio fon elzunos daboles y en general totalmente deseui- Gado. Muy pocas viviendas cuentan con un reds. tle euarto de bano. Una de Ins pleras es reservada f los enferiios ¥ el nimero de lechos gue contiene ‘ve desde uno hasta cuatro, A. veces lo redueldo del Jocal obliza colar lethos en el comedor o en Ia hnabitacion del Poopio enidador. Hn Santa Lucia ¥ fn Trusningé nos fué dado cbservar algunas vivien fas (dos 0 tres) muy Buenas, emplies, ventilads, Timpiss, eon jardin o huerta en toro, ¥ con euids Gores amables y'sstados. Son Ie excepetin, Ba ge heal las viviondes aon bajas, estrechas, abandona- ‘des sucias, 7 algunas muy aucas, en geado extre- tno de dejeder, Vimos una donde se asilan dos ex Tormos, ate esta ett Tuinns, con lab puertas desven= cijadas, eon Jos techor, pls ¥ paredes en pésimo tad, Tin algunas casas los eukdadores ocupan tan solo tana pario del adic, y el resto es arrendado a fotra tr otras familias, de donde resulta wna proms fuldad de grandes ¥ chiens, hombres y mujeres, en nimero lata de quince 0 veinte, que dispoven en comin de un mismo patio, situaciin que comp es fe imoginer no puede redundar sino en perjuicio fe toe endermos. | Sanatorio ETCHEPARE Enfermedades mentales y nerviosns de ambos sexos Dr. CAMILO PAYSSE Dr. ELIO GARCIA AUSTT Avenida MILLAN N.° 3035 MONTEVIDEO IPRAL Sn eden det Asko Enprpibaricrey HIPNOTICO SUPERIOR [Bs flciimente soluble en agua, de rips absorein ¥y pla. aceén a2 0°75 “emtlgramenhsaecgosufetenie comma hipnice, ‘gov aunwae ple Jackcny Late pode sg Mts Scramble: ats pele ER squint & SONS rinicor sunsets stilt oy tae 1988 ES REPRESENTANTES: VAN VOKELEN & ROHOR COLON 1478 MONTEVIDEO Esher. PAGES ARGH | Nito-ion|Asmalicida } ABELARDO SOSA BARRERA Wiaeas ersara + dipaslin dal Corps Mion Aslotenin onile ot ol Unamway 89 Dizamos, para corrar este capitalo, algunas pa Jubras cobre las vivlendas elepides en Montevideo Por lo que dijimos del harvio se suponded lo que on laa casas. Viviendas miséerimes, sortlcas, ex: ftremadamente suclss, algunas revestides de lata, on habitaciones pequefias, oscuras, sin ventlsién, con pleo de tiorra, ete. Se respira en cant todas un ambiente lamentable de pobreza y abandono. feuando no son malas en ai, sa agregan otros fac tores que las toraan peores que las otraa, Vaya un ‘femplo: una de las viviendes menos malas del ba- ‘rio Industria esté constituide por un vasto despa: cho de bebidas y alto de recreo, al que dan todas Jas habitaclones de In casa ineliso la destinedas Jos enfermos. Estos pasan el da en el ambiente del até, en desastrosas candciones higiénicas y suftien- 4 Ta influeneia de un medio soci perniloso, eons ‘ituldo por bebedores habituales, vagos, jugadores, tc. Bn esta casa se atilan dos enferios del Vilardebé uno del Asilo L. P. del Campo, Otro local, alejado del ozo principal, y de excelentes con Aiciones materiales, — case e6mnods, ampli, — de nba frasiuir a tas claras, en Ia situacién’de sts ‘moradores, condiciones morales may sospéchosas. En este “hogar” se allan tree enfermos y tres nifos del Asilo D. Larrategs. Como s2 ve, un pe ‘avefo hospieio en el que le industealzacién det eo. ‘metido no so aplica a fines muy dignoe. Por tanto, en lo que se reflere a las viviendas, también puede afirmarse que ls seleceién en Mon tevideo y Santa Lucia no he aldo blen heche, pues Ja mayor parte de los locales elegidas no salistacen mo Rave de Prasat dat Uroguay 1 minimum de condiciones exigibles para la final fad que se busca. ‘So Guidaoes. — Ya expresamos que eas! todos tos euidadares son jornsleros o empleados, ave las obligaciones que Tee immponen sus tarens Tos dis- thacn, necesasittente del contacto de los enfermos ‘tue deben viglar. Hstaa quadan entonces & etrso fle la eapoea 0 algim pariente o mismo sin euldador ‘tlzano, como en sn sjemplo ye citado. Pero sii. fn tos. eaves en que. el euldader permanece en onstante contacto con el enfermo, la incomprension fle ln tarea que £6 le ha conflado es complets. Le Ssencis de corteacién personal, familar afectiva Gnire el culdsdor y el enferme es de To més evl- Gente, Los euidadores hen encerado su rol como si {aeran simples dspositarios de enfermos. Creen que fu mistin debe Himitarse © impedir que st custo- diado se fugue, # hacer que se alimente y st posible se Timpies nada mis. Otros deberes a obli= aciones Ye son deseonoeldas. Hay en muchos 1a Greencia de que los enfermos 0 deben trxbaiar, fea se podria suponer que Jos explotan. Oites, en ambio. encaran el arunto con espiritu comeresl, Yai no apllean en beneflelo propio las eneraias del ofermo, exploien por lo menot la asistencia en si Guando en vee de dos o tres se roducen a cular tin solo enfermo, protestan ¥ 20 tlenen reparo, tal Como nos manifests ne culdadora de 25 de Avot, fn declarar que “no 12 conviene el negocio’ ‘Se podria objetar, para buscar una justfieactén al estado de costs actoal, que no ve puede exigir do foros loa euidndorea un gran eaptitu de sacitcio y pretender que #2 eonangren por entero, ¥ mediante Asistenin familie om ol Uraguay 21 tina exigus retribucién, al euidado exclusiva de tos fenfermos que custodian, A esto eabria responder ‘gue e2 justemente por heberse dasoehado wn fastar psicol6gieo primordial, como ex el sentimlento de fconsagracién a una taren que debe saberse de. 23 frificio, que Jn asistencia Zamfliar entre nosotros fstaba, en elerto inodo, de sntemano, condonada resultados medigres, Ese eentimiento que debe £2 ‘lusadsto, estable, arraigado en al ocpiritu, no fea repentinamente, a impulso do_un entusiasmo Cireunetancial, sino que se desenvuelve como un Clemento ‘primordial de Ja personelidad misma,» lneuentra su estimula permanente en el medio 2o- ‘al que la cireunda, Ha asf que se explica en gran parte e] &xito da Grhel. La tradeign, of encanto de IE leyenda de Santa Difna, Ia atmésfera mlstcn, le fsgettién del amnbiento, ol ejemplo familiar, todo fon la aden belga sontribuye a crear y mantener ext ada habitente el deszo de complir ana mist, de lenge x rol que se aparece a ena uno como su propio destino, Es esto lo que hace © Gahel Insos ‘aie y le enflene las estacterstcas de wn efe- plo admirable, pero que no eabe mucho imitar. ‘Mas, ain admitiendo que no corresponds, entre nosotrasexigir demasiada consazracién desintere- ada a ioe evidadores, tampoco es justo hacerles xcesivas concesiones y confiarles, por ejemplo. a fin de que les reste cl nogocio, tros enfermas ‘oma tienen In. mayorla, y hasta cuatro eomo tie- hen algunos. 2 Ascer’ de cada case um pequeho tuilo pelvado eon todos los Inconveniantes y east sin Inguna de las ventajaa de los establecimientos oft lates, Yes autnsmno estimlay la codiela, crene un So___Revlsta de Pega det Uruguay tipo de euidador profesional indeseable y arrestrar Ja asistencia familar, tan noblemente insprade. en Drineiio, hacin una espocie de degenerscin indus. ‘wial, que ya se evidencla por lo demas, en ese afén Aesssperado de acapararse al alienado, de eonside: rarlo eomo un factor deciaivo en la. economia. del hogan, y que empieza a ser uno de ls sapectos mie Jamentables de la asatencia acto TL BI contro} ‘Nos parece supérfluo insistir mayormente sobre Ja necesdad de imponer un control severo de todos tos elementos y funclones que integran la asistencia familiar si se quiere que dota rinda los benetieioe Dresumibles. Establecido el ambiente apropiado, 2e- leccionados esmersdamente enfermos J etidadores, leghdas las viviendat adocuadas, 7 puesto todo el organismo en marcha, es menester ain, pera, de- fender la obra y haccr que go desenvuciva ¥ pete dare, imponer unk atenta vigilaneia adlnlsirativa Y téenies. Esta necesidad es mayor atin en nuestro fambiente. Ya hemos sefalado como un mal le ten. encia sl profesionalismo y in industralcacion en Jas familias culdadorss. Agréguese Ia fuerza inevi table de ta rutina, y se tienen dos males. que Iados pueden conducir a efestae deplorabies, ‘Actuslmente en Santa Lucia y Montevideo, el control que ae aplice es defiientisime. Ex la pri mera localidad Ios enfermos coneurren todos ‘los ‘meses & Ia Colonia donde en general ae limitan ¢ Desarlos; si los culdadoras notan algin sintoma Slarmante aeuden al médico de ln polclnien para Asistencia on oh Uruguay 58 que concurs 2 au domicllo; y finalmente wna ins Dectora yun inspector viaitan eada tres 0 cuatro Semanas lor Jcales. Esto es todo, En. Monteviden ‘mucho manos. Loe enfermos son trafdos de tanto ‘en tanto Villardebé, dajando conflado el compl ‘mento do esta taret In buena volutad del ext Aadar. No hay nspectores. Lx mayor parte de las viviendae no han aido nunea vietadaa, Tavis 1a oportunidad de encontrar enfermos que en 18 me 65 no habian sido examinados por ningin médieo. CCusndo se produce un accidente o una Intereurren- tia es neceesrio acudir al Servisio de Primeror At ‘ili Como az ve al abendano dle todo control et casi completo, Como testimonio de la vigllanela «que son 20 metides, los euldadores evan en Sante Luela uns libreta donde se anota ct peco de cada enfermo y silo por exeepeién algiin dato sintomético objetivo ae intent, En tales eondifonas de control no puede sorpren- der que hayames constatados las situaciones lamen- tables ya refers La Impresidn penota que deje ‘en general la asistencia tamillar entre nosotros, se puede atribuir en gran parte al control defiionta ‘we so apliee. $i se quiere salvar Io bueno que atin abe admitir en la asistencia actual, y aobre todo ae desen desanvolver razanablementa sate procs- Aimiento, = menester remediar de urgencia las fa- Mas tan ‘sensibies al control. Imponer una Ingpec- cldn severa y permanente de la parte material, de Ja fez higiénlen, de las vilendas, enfermos y euide locos; vigilar atentamente los custoiados, exami harlos periddieamnents, modifear lat condiciones de od Revista da igi dat Ura asistencia de acuerdo con In evolucién constatada; he ahi una tarea impostergable, pero que no pode enarse complidamente sin un cuerpo de inspecto- ren y um servicio téenioo apropiado Bajo cate 2s- ecto et menester, no ya reorganiagr, sino implan- tar por entero el organismo destinad a lonar uns fansién tan primordial. CConchuslones: A modo de conelusionse eveemos poder afteme Jo que sigue: Le La asiatensin familiar en Santa Lucta y ontevideo ee hace hasta el presante ex for- ‘ma. detlelentisima 29 Se han colocalo wn nimero excesiva de en- fermos no debidamente seleecionades; algu- vot retlrardn ningGn enefcio, otros som in fpropiadoe para tal forma de asistencia, ¥ tin buen némero estarian en mejores conde cones en In Colonia La mayor parte de Ite wiviendas son abeo- Ivtamente inconvenient 44°) Muchos euikdadores no comprendan su funcién yy tevelan una tareada tendensis aprofeaio hallzar au tare, 1s laborterapia on euslgulera de sus formas, no se aplica an los hogares de eustodla. control téenloo y material de la asistencia daficiente en grado sumo. Asitencn fami on Uroreay 18 ‘Te Bl amblente urbane y sub-urbano de Santa Lucie y sus alrededores y el de clrtos be ais de Montevidelo Cadustria), no es muy favorable al-modo de atistenciaimplantado. ‘A pesar de las conclusiones negativas que pre- celen, noe complace manifestar que el esfoers0 ealiado no ha de ser intructuose, Mal o bien Ia fsisteneia familiar ee ya un hecho, lo cual importe tina eonguista que pocae pafses han aleanzado hasta tlpresente, Correeponde ahora depurarla de sus de- Fieloncias; reducieis sue juste limites; formar tn ambiente favorable; educa a los pobladores de Tos medioe en que ha de implantarse; institair un régimen de control severo; infundir en las institu: tones diigentes y en Ia sociedad todo ot deseo de fooperar a una obra que bien eonduelda puede apor- fer innimeros beneficios y contibuir a pallar en fran patte la situacién deadichada on que s¢ el fueatan todavia lop enfermos montales. ‘Be cuanto tenemos que manifestar al Sr. Director, ‘4 quien saludemos con nuestra mayor consideracin, MEDICOS PROTECTORES DE LA REVISTA DE PSIQUIATRIA Dr José Mo Extapé Dr, Ello Gareia Aust oto hme panne | Dry A ovtiest De, Francisco J. Rodrigues | De, Félix A, Olivera Ty, Vagus Ps Pao | De Bea Dota ui St | me MEDICOS PROTECTORES DE LA REVISTA DE, De, Isidro Mis de Ayala Dr. Antonio Sleee Ds, Ventura €. Darder De, Abel J. Zamora PSIQUIATRIA, Dr, Rafael Rodriguez Dra, Maria L Alustiza Dr, B.S. Garmendia

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