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Juan de Vargas o del oficio de barbero,


hacia una microhistoria de los oficios
en el Nuevo Reino de Granada del siglo XVII♣
Paula Ronderos Gaitán♦

Resumen
En este artículo seguiremos los rastros de Juan de Vargas, barbero, que ejer-
ció en Santa Fe durante la primera mitad del siglo XVII. Se utilizarán los
artefactos enunciados en su testamento como indicios para reconstruir las
prácticas del oficio, aquellas cosas que estaba habilitado para realizar desde
las relaciones entre la materia y la acción, el saber y el hacer.

Palabras clave: barbero, prácticas, cultura material, artefactos, siglo XVII.

Abstract
In this article we will follow barber Juan de Vargas, who practiced his trade
in Santa Fe during the first half of the seventeenth century. We will focus in
the artifacts referenced in his will as examples to reconstruct the barber trade
practices: those things that enabled him to work based in the relationships
between matter and action, knowledge and trade.

Key words: Barber, practice, material culture, artifacts, XVII Century.


Artículo recibido el 9 de febrero de 2010 y aprobado el 5 de abril de 2010. Artículo de investigación
científica.

Magíster en Historia de la Pontificia Universidad Javeriana e historiadora de la Universidad de los Andes.
Profesora de tiempo completo de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Dirección de contacto:
paularonderos@gmail.com

Historia y Sociedad No. 18, Medellín, Colombia, enero-junio de 2010, pp. 149-161
150 Juan de Vargas o del oficio de barbero, hacia una
microhistoria de los oficios en el Nuevo Reino de Granada del siglo XVII

En este artículo se analiza el testa- la red de sentido y la importancia de


mento que el barbero Juan de Vargas los vínculos entre elementos diversos
registró en Santa Fé en 1633. En el que permite construir una explicación
documento de 3 folios no se menciona contextualizada. En tercer lugar está la
la ubicación del negocio en la ciudad ventaja de la reducción de escala para
pero se hace referencia al mobiliario de abordar procesos históricos. La escala
la barbería: 4 sillas viejas, dos taburetes, micro permite observar fenómenos de la
uno grande y otro pequeño, un baúl, un materialidad, de la cotidianidad, recono-
candelero y un machete pequeño atado ciendo vínculos y procesos que la escala
a una cinta. La escueta descripción del media o macro no pueden enfocar.
espacio contrasta con el detalle con que
se describen las cosas menudas y va- El inventario de Juan de Vargas pre-
liosas, los elementos propios del oficio senta un listado de cosas. Las cosas, lue-
que por su valor económico y práctico go de un proceso de análisis, se traducen
requerían mayor atención.1 en objetos que aluden directamente a las
prácticas. El tránsito de cosa a objeto
Apuntes metodológicos plantea al menos un punto de aclaración.
para una microhistoria de La cosa se entiende como un elemento
inerte que está en el mundo mientras que
artefactos el objeto actúa como agente histórico en
Para leer los objetos del pasado la medida en que se despoja de la inercia
como huella es útil la microhistoria. de lo material para cargarse de sentido,
Sobre ésta, desde lo metodológico, vale el objeto no solo está en el mundo, sino
resaltar tres puntos centrales: en primer que es un diseño intencionado que actúa
lugar el indicio, entendido como aquel en él. El objeto encarna una función.
fenómeno que indica o sugiere la pre-
Los objetos son incorporados por
sencia de otro, como punto de partida
los seres humanos y se integran en las
en la indagación sobre el pasado2. A
prácticas de la vida cotidiana como
diferencia de la construcción de hipó-
medios para hacer las cosas, a la vez,
tesis a partir de estructuras mayores,
los objetos encarnan cualidades hu-
la explicación desde indicios permite
manas en sus formas3. Al indagar por
identificar datos poco convencionales
la historia de los haceres los objetos
y rastrearlos para conectarlos con otros
permiten observar de primera mano las
y así darles sentido. Como segundo ele-
condiciones materiales que configuran
mento, este proceso relacional enfatiza
la vida cotidiana y constituyen las diná-
micas de producción. De acuerdo con lo
1
El testamento se encuentra en el Archivo General
anterior, la escisión entre lo social y lo
de la Nación (AGN) Bogotá, Colonia, Notaria 3.
1633, f.138. 3
Hoskins, Janet, “Agency, Biography and Objects”,
2
Ginzburg, Carlo, Tentativas, México, Universidad Tilley, Keane et al. (eds,), Handbook of Material
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2003. Culture, SAGE, 2006.

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técnico es discutible pues los objetos no para explicar las características del
se entienden como reflejo de las condi- oficio de barbero durante el periodo
ciones sociales, elementos producidos colonial, pues si son diseños intencio-
después como resultado de un consenso nados para realizar prácticas puntuales,
social, sino que se producen de manera a partir de un análisis detallado podre-
simultanea como parte fundamental del mos abducirlas. Aunque las prácticas
hacer y entender la existencia de las constituyen un espacio que pareciera
personas en un momento dado4. escurridizo e inaprensible, las huellas
de los artefactos permiten encontrar
Los objetos como indicios permiten comportamientos cotidianos, en este
elaborar una estrategia para buscar las caso dinámicas de una barbería, que no
prácticas y reconstruir el espacio del son consignadas en otras fuentes.
hacer, pues desentrañando su función,
pueden ser abordados como indicadores Una última anotación metodológica
de las prácticas a ellos asociadas. Ahora es necesaria al proponer un ejercicio de
bien, dado que la palabra objeto puede lectura de artefactos coloniales cuando
darse para confusiones debido a que su los artefactos no están presentes. La
uso coloquial parece despojarla de su propuesta radica en que es posible el
esencia funcional, al plantear un trabajo ejercicio del artefacto ausente mediante
que aborda como indicio los objetos el artefacto enunciado en el texto. La
documentación trabajada, los datos
intencionados, resulta conveniente
dispersos en los fondos de misceláneas
considerarlos como artefactos, palabra
y notarías de la colonia, entre listados
que hace más evidente su carácter arti-
de testamentos, inventarios, denuncias
ficioso, construido e intencionado.
por robos, entre otros, presentan deta-
En este caso, se han traducido de los lladas relaciones de objetos donde se
elementos enunciados en el inventario especifican materiales, diseños, estados
de la barbería a artefactos. Rastrear de conservación y desgaste. No sola-
éstos artefactos ordinarios permite cons- mente de artefactos valiosos, sino de
truir e identificar conexiones de sentido un amplio espectro de elementos que
material y semiótico, que partiendo de pueblan la vida cotidiana colonial, me-
lo más pequeño y menos notorio, las dias, almohadas con borlas, martillos,
huellas que encapsulan una época, hace alambiques, libros, jubones de mangas
posible explorar las configuraciones de gastadas, olletas varias, tablas de cama
las relaciones entre los humanos y los o sillas. De esta forma asumimos el ar-
tefacto enunciado no desde su ausencia
artefactos5. Los artefactos son pistas
material sino desde su presencia en el
espacio descriptivo que le abre el tipo
de documento en el que aparece.
4
Tilley, Christopher, “Objetification”, Tilley,
Keane et al. (eds,), Handbook of Material Culture,
SAGE, 2006.
logy and Nature. From Society to Heterogeneity,
5
Michael, Mike, Reconnecting Culture, Techno� London, Routledge, 2000.

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Disección de la barbería de Sacar: el arte de la flebotomía


Juan de Vargas 2 jeringas de plata
1 descarnador
La disección de un documento es el
acto de cortarlo artificiosamente, sepa- 10 ventosas
rando las partes que lo componen para 1 estuche de cirugía con lancetas
considerarlas cada una distintamente; 1 plato de peltre
como aproximación metodológica per-
Se entiende por sacar la acción de
mite descomponer, reconocer, asociar y
extraer alguna cosa o ponerla fuera de
vincular los elementos que se mencio-
donde estaba, la sangre de las venas,
nan en la fuente inscribiéndola en una
los dientes de las encías. La legislación
red de sentido que se produce desde el
colonial diferenciaba entre especiali-
documento mismo. Para traducir esas
zaciones: por una parte, los médicos
cosas enunciadas en artefactos inten-
se encargaban de diagnosticar y tratar
cionados la estrategia es relacionarlos
enfermedades internas, y por otra, los
con usos específicos. El primer paso
cirujanos de atender aquellas que tenían
para traducir las cosas en artefactos es
una manifestación externa. El Protome-
construir categorías que permitan rela-
dicato estipulaba los contenidos que
cionarlos con acciones particulares para
debía conocer un titulado en medicina,
despojarlos de la pasividad de la cosa.
cirugía o farmacia, y se evaluaban con
Para el presente caso, estas relacio- un examen donde el candidato debía
nes permiten inscribir las prácticas de mostrar suficiencia en las doctrina de
los artefactos en su contexto y definir las Hipócrates, Galeno y Avicena. Aun-
funciones del barbero desde su acción. que desde el siglo XV se presentaron
Para este cometido se han organizado cátedras universitarias en las distintas
los artefactos en conjuntos determina- especializaciones tanto en la península
dos por verbos que denotan una acción ibérica como en el Nuevo Mundo, los
específica y que caracterizan el uso de manuales constituían el mecanismo
cada objeto. El análisis de las entradas ideal para la difusión de los saberes pues
en el inventario permite considerar las se convertían en elementos móviles de
siguientes acciones: consulta que permitían la circulación
del saber especializado tanto para los
En la tabla se indican las actividades avalados como para los empíricos6.
del barbero a partir de los artefactos
que poseía y utilizaba en su labor. En Los cirujanos se dividían entre los
lo que sigue se relacionan tres prácticas latinistas y los romancistas. Los pri-
puntuales del oficio derivadas de los meros, más cercanos a los médicos,
artefactos: sacar, cortar y leer. estudiaban textos latinos y su formación

6
Recopilación, 1973.

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2 jeringas de plata
10 ventosas1 Sacar
1 estuche de cirugía con lancetas2
7 tijeras
6 tijeras sueltas
1 descarnador
Cortar
11 navajas sueltas con cabos y guarniciones
3 navajas sin guarniciones
3 escalfadores3
2 cajas negras con cadena de bronce
6 navajas en cada una
27 libros de cirugía Leer
2 peinadores Peinar
6 peines desenredar
7 hierros Cauterizar
3 piedras Afilar
6 paños de afeitar de rúan Secar
2 ligas de tafetán
Atar
Varias ligas de tafetán
2 escobetas
Barrer
1 escobilla
1 plato de peltre
4 cucharas de plata
1 caja para ungüentos
1 hijuela para polvos4 Guardar
2 vasijas de latón
2 cajas
2 petacas5
3 cajas barbería de carey y plata, con cadena de plata
1 barra de plata varios pesos de plata
Otros (colgar, medir)
1 broquel6
1 barra de hierro para colgar paño varias antiparas de paño7

1
Ventosas: instrumento de cirugía que es un vaso por lo regular de vidrio, angosto de boca y ancho de barriga,
que calentándole con estopas encendidas, se aplica a algunas partes del cuerpo, para traer con violencia los hu-
mores a lo exterior, y suelen sajar algunas veces aquella parte, y entonces las llaman ventosas sajadas. Si no se
hace esta operación se llaman ventosas secas. Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, p. 1739.
2
Lanceta: instrumento de acero muy agudo y delgado, de que usan los sangradores para romper la vena. Díjose
lanceta el nombre lanza, por la figura. Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, p. 1734.
4
Escalfador: el jarro de estaño, cobre u otro metal, hecho a manera de un chocolatero, con su tapa agujereada
como un tallo, en el cual calientan y tienen los barberos el agua para afeitar. Diccionario de la Real Academia
de la Lengua Española, p. 1732.
4
Hijuela: la lista de tela, lienzo u otra cosa que se pone para ensanchar lo que venia estrecho o angosto. Diccio-
nario de la Real Academia de la Lengua Española, p. 1734.
5
Petacas: especie de arca hecha de cueros o pellejos fuertes, o de madera cubierta de ellos. Diccionario de la
Real Academia de la Lengua Española, p. 1737.
6
Broquel: arma defensiva, especie de rodela o escudo redondo, hecho de madera, cubierto de ante encerado o
baldes, con su guarnición de hierro al canto, y en medio una cazoleta de hierro, que está hueca, para que la mano
pueda empuñar el asa o manija que tiene por la parte interior. Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española, p. 1726.
7
Antiparas: el cancel, biombo u otra cosa que está puesta delante de otra para encubrirla.
Es también cierto género de medias calzas, o polainas, que cubren las piernas y los pies solo por la parte de
adelante. Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, p. 1726.

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privilegiaba la academia, mientras los Como una de las subespecializacio-


segundos basaban su saber en la expe- nes entre los romancistas se encontraban
riencia7. Los latinistas necesitaban apro- los barberos, que podían dedicarse a la
bar un examen teórico y otro práctico en flebotomía, el arte de sangrar, a cortar
el que se evaluaban ciertas operaciones el pelo y las barbas y a sacar muelas. El
sobre cadáveres, la realización de san- corte de pelos no necesitaba de permisos
grías y se les enfrentaba a un enfermo al que si se necesitaban para dedicarse a la
cual debían relacionar la enfermedad y sangría o a la remoción de piezas den-
proponer una cura. Se contaba con dos tales. En la Península Ibérica estos per-
evaluadores que examinaban al candi- misos fueron controlados regularmente
dato por espacio de treinta minutos. Por pero en el caso americano la legislación
su parte, los romancistas presentaban un fue mucho mas laxa y parece ser que el
examen teórico y otro práctico en el que reconocimiento como barbero incluía el
se les evaluaba el conocimiento para re- permiso para sangrar.
cetar medicamento para enfermedades
externas y la fabricación de las recetas A Juan de Vargas podemos encon-
y, de manera similar al caso de los lati- trarlo de nuevo en 1650, lo que indica
nos, se les colocaba ante un enfermo a que no murió en fecha cercana a su tes-
quien debían diagnosticar manifestando tamento del 33, esta vez se presenta con
un método de terapia y un régimen el título de protobarbero, sosteniendo un
para tratarlo. La destreza manual sobre pleito con el protomédico del momento,
cadáveres también era evaluada. Estos Jorge Villalobos. La pugna se basó en
aspirantes eran entrevistados por los la libertad de ejercicio de barberos y
examinadores durante veinte minutos. cirujanos y la negativa a ser examinados
Las diferencia fundamental entre una únicamente por el protomédico sin la
y otra especialización de la cirugía presencia de uno de los suyos9. Uno de
radicaba en que los romancistas no los argumentos que desarrolla Juan de
podían recetar para el tratamiento de Vargas en su defensa es
enfermedades mixtas que tuvieran una el arte de barbero consiste lo más
dimensión interna y otra externa, o en en la manufactura y ésta no tienen
enfermedades puramente internas, ya obligación a saber los médicos y
que las primeras correspondían a los protomédicos por que no está a su
latinos y las segundas a los médicos8. cargo, ni de su oficio hacen una
sangría ni sajar unas ventosas ni
sacar un diente ni una muela y así
mal podrá examinar el protomédi-
7
Lanning, John Tate, El Real Protomedicato. La������
re�
glamentación de la profesión médica en el Imperio
co al barbero de como ha de picar
Español, México, Universidad Autónoma de Méxi-
co, Instituto de Investigaciones jurídicas, 1997. 9
Triana y Antorveza, Humberto, “Pleito que
8
Martín Santos, Luis, Barberos y cirujanos de entablaron por razón de sus oficios el protomédico
los siglos XVI y XVII, Salamanca, Junta de Castilla y el protobarbero de Santafe”, Boletín Cultural 6
León, 2000. (1), Bogotá, 1963.

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la vena, cómo ha de cortar, como pragmática de 1500 bajo el reinado de


ha de poner el instrumento para Felipe II, se estableció el protobarberato
sacar la muela o el diente como como una entidad autónoma que podía
a de echar unas sanguijuelas. Y ejercer controles y otorgar permisos
así cosa evidente es que no podrá
para el ejercicio del oficio de manera
examinar uno de cosa que no sabe
ni a experimentado.10
independiente al protomedicato. Esta
legislación fue de uso en Castilla12 sin
Al plantear la experiencia, la prác- embargo es interesante anotar que la
tica y el ejercicio se hace evidente la mayoría de los casos de pleitos por
tensión entre la teórica y la práctica jurisdicción en América se encuentran
que, dentro del gremio médico de la hacia el siglo XVIII tardío por lo cual
colonia, caracterizaba la distancia entre el pleito de Juan de Vargas resulta un
los médicos y los cirujanos. La práctica documento excepcional.
no podía evaluarse en los decires sino
desde los haceres. Los barberos coloniales sangraban.
Y sangrar era fundamental en el siste-
El pleito con el protomédico Vi- ma terapéutico colonial. Normalmente
llalobos es resuelto por la Audiencia cuando el médico visitaba a un enfer-
ordenando que los exámenes de bar- mo solicitaba dos acciones: purga y
beros sean presenciados por ambos sangría13. La purga permitía limpiar
personajes. No hay que olvidar que los el cuerpo de cualquier elemento que
exámenes tenían un costo y que quien pudiera estar enfermando al sujeto y
los presenciaba y avalaba recibía un expulsarlo, la purga se acompañaba de
salario, por tanto, mas allá de una lucha una dieta establecida por el galeno que
de egos y dignidades, la gestión del aval buscaba, desde la ingestión de ciertas
de las profesiones resultaba un negocio. sustancias, equilibrar y regular el orga-
Debido a las diferentes legislaciones nismo. La segunda indicación, previa a
acerca de los límites, avales y prohibi- cualquier cirugía o administración de
ciones al interior del sistema médico, sustancias medicamentosas complejas,
los pleitos entre cirujanos o barberos y era la sangría. Este procedimiento con-
protomédicos fueron constantes11. En el sistía en el drenaje de sangre a partir de
caso específico de los barberos, desde la la punción de las venas. La extracción

10
AGN (Bogotá) Colonia. Miscelánea VI, f. 704. 12
A mezcua M artínez , Manuel, “Barberos y
El pleito va del folio 692 al 728. La defensa de sangradores flebotomianos en Granada: norma y
Juan de Vargas anexó un cuestionario aplicado a sociedad en los siglos XVII y XVIII”, Cultura de
médicos y barberos conocidos que testificaron a su los cuidados, Revista de enfermería y humanidades,
favor certificando la especialidad del ser barbero y 1997, pp. 31-36.
argumentado sobre las múltiples causas que exigían
mecanismos de control especiales dadas las condi-
13
R onderos , Paula, El dilema de los rótulos.
ciones especiales en la teoría y práctica del oficio. Lectura del inventario de una botica santafereña
de comienzos del siglo XVII, Bogotá, Pontificia,
11
Lanning, El Real Protomedicato. Universidad Javeriana, 2007.

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de sangre se consideraba clave para succión por medio de jeringas y el uso


el saneamiento del cuerpo porque se de ventosas. Las jeringas del XVII
expulsaban humores represados dando eran instrumentos compuestos por un
espacio a la generación de otros nuevos. cilindro hueco de metal unido a un ca-
ñón delgado que servían para atraer y
A partir del inventario podemos arrojar un licor utilizando la fuerza del
visualizar las prácticas de sangrado émbolo18; las ventosas eran unos vasos
y otras afines a la idea de evacuación de vidrio de boca angosta y barriga an-
propia de la terapia colonial. 14 Las cha que se calentaba con estopas para
lancetas, guardadas en un estuche de aplicarlas en algunas partes del cuerpo
cirugía, eran instrumentos de acero y atraer con violencia los humores al
muy agudo y delgado, usadas por los exterior19.
sangradores para romper la vena15. Una
vez abierto el flujo, en el brazo, pierna, Aparte de la sangre y otros humores,
o donde fuera más recomendado según de saturaciones fluidas, los barberos re-
la enfermedad, el temperamento y la movían dientes. En este campo, que hoy
complexión del enfermo, la sangre se conocemos como dentistería, las nece-
colocaba en un platón y era analizada sidades eran simples: muelas o dientes
su densidad y color16. Para sangrar era dañados que debían ser removidos
necesario conocer la anatomía de las debido al dolor que causaban. Aunque
venas, su nombre, ubicación y el modo se utilizaban otros tratamientos que no
de punzar17. implicaban la remoción de la pieza20 lo
más usual, hasta entrado el siglo XX,
El sacar fluidos del cuerpo no se fue sacar el diente. Para esta actividad
limitaba a la sangría. La saturación debieron existir múltiples estrategias,
de humores en órganos o partes podía pero según las huellas del inventario
tratarse mediante otras estrategias: la debemos enfatizar sobre un artefacto:
el descarnador, “instrumento de acero,
14
Evacuación: el acto o efecto de sacar y extraer largo, con una punta al un extremo
alguna cosa fuera de otra, como la de la sangre de vuelta y aguda y una como lancilla al
las venas, la del agua de un navío. Evacuar: vaciar otro, que sirve para despegar la encía de
alguna cosa, como un licor, sacarle y extraerle del
vaso donde está metido. Este verbo es muy fre- la muela u diente que se quiere sacar”.21
cuente entre los médicos, que para la curación de
las enfermedades continuamente tratan de evacuar
los malos humores con sangrías, purgas y ayudas. Y
así dicen que para templar y corregir la enfermedad,
la calentura, etc. es necesario evacuar y abrir las
venas. Diccionario de la Real Academia, p. 1732.
18
Diccionario de Autoridades, 1732.
15
López de León, 1628.
19
Diccionario de Autoridades.
Laín Entralgo, Pedro, Historia de la Medicina,
16

Barcelona, Masson, 2003. 20


López de León, 1628, p.74.
17
Amezcua Martínez, “Barberos y sangradores”. 21
Diccionario de Autoridades.

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Cortar y afeitar: de las artes ayudó al protomédico Mendo López de


del corte de carne y cabello Campo en la disección de un cadáver
en 1626, en este caso el barbero fue el
7 tijeras encargado de los asuntos prácticos de
6 tijeras sueltas apertura y cierre del cuerpo, aunque
11 navajas sueltas con cabos y guarniciones
3 navajas sin guarniciones
también se le preguntó acerca de cómo
3 escalfadores interpretaba lo que había visto para
2 cajas negras con cadena de bronce: 6 explicar la causa de la muerte. Con una
navajas en cada una navaja abrió el cuerpo para que ambos
En el inventario hay un número pudieran ver dentro y prestó testimo-
significativo de artefactos que sirven nio ante el oidor de lo que había visto:
para cortar, dividir, separar o romper declaró que antes de abierto el cuerpo
cosas. Las tijeras servían para cortar éste tenía la cara morada y una aguadija
cabelleras y componer barbas largas amarilla le salía por la nariz y la boca.
que no se deseaban a ras de piel. Las Asimismo que después de abierto vio
tijeras son dos cuchillas unidas por un como tenía el hígado hinchado, negro
eje con remates para los dedos y para el y apostemado, y las tripas mayores y
XVII existían con punta aguda o roma menores muy hinchadas y aventadas.
y de diferentes tamaños de acuerdo con Añadió que sabía que al occiso desde
el uso. Si el cliente quería una barba que había llegado de la ciudad de Car-
rasa el barbero utilizaba un escalfador, tagena le dolía mucho el lado del hígado
un jarro de metal de tapa agujereada y le parecía que tenía una ahitera vieja.23
para calentar el agua y remojar la piel. Para hacer disecciones era tan
Luego procedería a afeitar. El barbero importante la experiencia práctica
contaba con un numeroso arsenal de como el conocimiento de anatomía.
navajas, de varios costos y tipos. Una La comprensión del cuerpo humano
navaja era una cuchilla pequeña y muy en sus partes constitutivas por medio
afilada con mango, la del barbero era de abrirlas y dividirlas, necesitaba ins-
una cuchilla larga y angosta, sin punta y trumentos especializados, cadáveres
con un lomo ancho y grueso que servía y espacios idóneos así como un mapa
como contrapeso22. de cuerpo para poder navegarlo24. Del
Otro uso de la navaja era en la disec- mismo modo que la cartografía relacio-
ción de cadáveres. De acuerdo con la nó los territorios a partir de continentes
especialización, los cirujanos, en primer
lugar, y los barberos en el segundo, te- 23
El expediente se encuentra en el AGN de Bogotá,
nían los conocimientos para diseccionar Colonia, Mis. XI; f: 832 y ss.; un análisis detallado
del documento se ha desarrollado en “El Caso de la
un cuerpo con destreza. Juan de Vargas Muerte por Purga”, 2003.
24
Sawday, Jonathan, The Body Emblazoned. Dis�
section and the Human Body in the Renaissance
22
Diccionario de Autoridades. Culture, New York, Routledge, 1995.

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y contenidos, la anatomía consideró mitad del XVII, ¿cómo funcionaban


las formas externas y los elementos la transmisión de conocimientos es-
internos de los cuerpos humanos. Los pecializados y el aprendizaje de las
manuales para cirujanos del periodo prácticas de los oficios?, en el inventario
colonial incluyen amplios tratados de encontramos genéricamente “27 libros
anatomía en los que se explican en de cirugía chicos y grandes”, estos ma-
detalle las cuatro divisiones del cuer- nuales eran el vehículo del saber y para
po, la cabeza, el pecho, el vientre y las la época encontramos varios escritos
extremidades y se describen en detalle en latín y castellano de cirugía, parto,
como continentes las estructuras óseas medicina y farmacéutica.
y los músculos, y las particularidades de
los contenidos en especial los órganos y Para el caso del Nuevo Reino de
fluidos25. Como lo resalta Mandressi26 Granada, dada la tardía llegada de
la creciente disección de cuerpos y la la imprenta, no se encuentran textos
necesidad de mayor precisión en el producidos en el territorio acerca de
conocimiento anatómico de órganos y las artes médicas como es el caso de
sistemas, produjeron un cambio central Nueva España desde el siglo XV. Sin
en la comprensión del cuerpo y de la embargo, en la Biblioteca Nacional de
causa de la enfermedad. Los fluidos Bogotá, existen algunos textos impresos
y humores, extraídos, guardados ce- en España durante el siglo XVII y XVIII
losamente y leídos para diagnóstico, que fueron propiedad de instituciones
progresivamente se convirtieron en como la Botica de los Jesuitas o de
un estorbo para el anatomista, quien particulares que los utilizaron en sus
necesitaba de órganos sólidos y secos, prácticas27. Si bien entre el manual y la
de sistemas diferenciados y visibles. Se realidad de los cirujanos y barberos del
utilizaba el cuchillo para separar pero Nuevo Reino, sin lugar a dudas existía
también la esponja. una distancia enorme, el manual, como
compendio de prácticas sobre el cuerpo,
Leer: las dinámicas del resultaba útil como guía o inspiración,
conocimiento pero siempre sujeto a la adaptación e
innovación. No hay que olvidar que Ga-
27 libros de cirugía leno instaba al practicante a aventurarse,
experimentar, pues era mejor tomar
Teniendo en cuenta que en Santa Fé riesgos que dejar morir al enfermo por
no existían universidades que impartie- no haber hecho nada.
ran cátedra de medicina en la primera
El uso de los manuales de cirugía
25
Ayala, 2009.
no lo encontramos en el testamento de
Juan de Vargas ni en los otros docu-
26
Mandressi, Rafael, “Disecciones y anatomía”,
Vigarello, Georges (dir.), Historia del cuerpo, 1,
Del Renacimiento al Siglo de las Luces, Madrid,
Taurus, 2005. 27
Ayala, 2009.

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mentos que sobre él se han hallado en autores clásicos como Galeno, Avicena
el Archivo, pero hay referencias sobre e Hipócrates, y contemporáneos como
el valor de la experiencia a partir de un Francisco Valles y Luis de Mercado. A
cirujano que fue su contemporáneo, raíz de sus lecturas manifestó poseer el
Miguel Cepeda de Santacruz. conocimiento suficiente para detectar
enfermedades por sus señales en los
Era usual que la Audiencia de Santa enfermos, especialmente aquellas del
Fé realizara visitas para solicitar los tí- pulso y la orina. Continuó enumerando
tulos de acreditación de quienes ejercían una extensa lista de enfermedades que
artes médicas. Durante la solicitud de definía por el órgano principal compro-
títulos de 1623, el cirujano Cepeda de metido, la localización en el cuerpo en
Santacruz tuvo que defenderse ante un cuanto a la relación de las partes con el
proceso por no contar con las credencia- todo y la posible terapia, en algunos ca-
les para ejercer. La estrategia utilizada sos farmacéutica, en otros, quirúrgica.29
por el cirujano fue escribir una serie de
cartas dirigidas a su majestad donde, Cepeda de Santacruz identificaba,
aparte de reiterar la injusticia a la que a partir de la experiencia, que las par-
se veía sometido, buscaba mostrar las ticularidades de las enfermedades y la
características y necesidades del ejerci- complejidad de la administración de
cio de la cirugía en el Nuevo Reino de curas tenían una estructura diferente en
Granada, para ello hizo una detallada las Indias. Así, la experiencia acumula-
relación de lo que entendía por cirugía, da a partir del uso de lo que se leía en
de los autores que seguía y las disputas los manuales y lo que se aprendía en
que se generaban ente los gremios.28 el uso, era un elemento de importancia
inigualable que no puede ser comparado
En términos generales reconocía la con los años de estudio en Europa.
cirugía como una de las tres partes de
la medicina, siendo las otras dos, dar Un estuche para el aprendiz
pociones y dietar. La cirugía era más
1 estuche negro con:
difícil, noble y antigua por ser mucho
4 navajas
más de práctica y precisión. Cepeda de 2 tijeras
Santacruz no había ido a la universidad 1 espejo
ni tenía título pero consideraba que este 1 bacía de latón
se veía claramente sopesado en treinta 1 piedra de afilar
1 vestido
y seis años de experiencia, treinta y
dos de ellos en las Indias. Conocía Al final del testamento, Juan de Var-
tanto el latín como las lenguas de Italia gas entrega al aprendiz que le sirve en
y España, y por eso había podido leer la tienda por contrato, Juan de Oliveira,

28
AGN (Bogotá) Colonia, Miscelánea XI, 1626, 29
AGN (Bogotá) Colonia, Miscelánea XI, 1626,
f.830-ss. f.854.

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160 Juan de Vargas o del oficio de barbero, hacia una
microhistoria de los oficios en el Nuevo Reino de Granada del siglo XVII

un estuche negro que contiene cuatro Oliveira. Sin embargo, podemos vis-
navajas, dos pares de tijeras, un espejo, lumbrar lo que sería una teniendo por
una piedra de afilar y una bacía de la- ejemplo la carta de asiento de aprendiz
tón.30 En este legado podemos ver que el firmada en Valladolid 1677, donde
aprendizaje de un oficio no se restringía Alonso Martínez fue puesto al servicio
a los conocimientos puntuales que podía de Diego Marcos, barbero. El contrato,
transmitir el maestro, sino que había una realizado por un periodo de tres años
condición material puntual que determi- y medio, obligaba al barbero a darle al
naba las posibilidades de ejercicio para muchacho, vestido, las herramientas
el nuevo barbero. Era necesario dejar tocantes al oficio, cama, comida y ropa
al joven montado con lo básico, eso sí, limpia. Después del plazo estipulado el
para que se instalará lo más lejos posible aprendiz se convertía en oficial, cargo
de su maestro31. Juan de Vargas dejó a en el que recibía un sueldo a cambio
Oliveira un juego con lo estrictamente de su trabajo. El siguiente paso era
necesario para seguir con el cuidado de convertirse en maestro para lo cual de-
barbas y cabelleras pero es de notar que bía presentar un examen y obtener un
no le lega instrumentos que pudieran permiso de ejercicio32.
servir para cumplir con funciones de
flebotomía, ni tampoco libros. En vez La estructura de aprendizaje y su-
de esto le dejó un vestido de paño. ficiencia garantizaba la transmisión de
los saberes y la regulación interna del
La relación maestro-aprendiz es mercado. Es importante resaltar que
fundamental para comprender como los barberos, así como los médicos
funcionaba el oficio de la barbería pues y los boticarios, se agremiaban para
es a partir de los vínculos de trabajo organizar sus intereses. Los gremios
como se estructura la lógica del gremio funcionaron como espacios de apoyo
y se puede establecer conjeturas sobre mutuo que se articulaban bajo la figura
los eventos cotidianos de la labor. Aun- de cofradías. En el testamento de Juan
que hemos iniciado una pesquisa en los de Vargas se menciona que pertenecía a
fondos de Notarías coloniales, aun no dos cofradías, la de las Ánimas y la de
ha aparecido una carta de asiento de Jesús Nazareno, este dato es importante
un aprendiz de barbero como Juan de ya que la cofradía como sistema de aso-
ciación en la colonia es lo más cercano
a los gremios y permite comprender las
30
Vacía: vaso grande de metal hondo y redondo que dinámicas de las experiencias colectivas
sirve para echar cosas líquidas o condensadas y para
en torno a la habilidad y al control de
otros usos. Se llama también la que usan los barbe-
ros para bañar la barba cuando afeitan a alguno, y los saberes. Pertenecer a una cofradía
solo se diferencia en ser más pequeña y delgada y era importante ya que permitía un
tener en el borde una abertura en forma de media auxilio económico entre los cofrades
luna para que la barba entre en ella. Diccionario
Real Academia, p. 1726.
31
Martín Santos, Barberos y cirujanos. 32
Martín Santos, Barberos y cirujanos.

Historia y Sociedad No. 18, Medellín, Colombia, enero-junio de 2010, pp. 149-161
Paula Ronderos Gaitán 161

en momentos de enfermedad, cárcel y rente desde donde plantear preguntas y


necesidad33. construir respuestas.

A modo de conclusión El trabajo del historiador es un traba-


jo con fuentes que usualmente quedan
Indagar por las acciones de un bar- tras bambalinas o en notas al pie en
bero del siglo XVII, se refiere a una un afán de discursos asépticos. Como
pregunta más amplia, a la inquietud por los cuerpos diseccionados, la historia
cómo dar cuenta del hacer, no del ser o se despoja de los sucios humores y se
del parecer, de los seres humanos del presenta seca y limpia. La metodología
pasado; de cómo historiar las prácticas del cacharreo, el acto de transcripción
como relaciones dinámicas, creativas y lectura que hace particular el tipo de
y disruptores, colectivas, incorporadas saber que generamos, se subyuga a la
y tejidas alrededor de entendimientos teoría y al discurso que legitima la tra-
compartidos34. Retornar a una mate- dición de la academia. Una conclusión
rialidad radical, al documento, a los del análisis del inventario del barbero
artefactos enunciados y a los cuerpos es que tal como Juan de Vargas, si bien
hábiles y situados, permite abducir necesitamos de autores y escuelas, la
desde lo concreto y plantear un enfoque habilidad del oficio se adquiere en la
que, aun cuando deja pendientes, da pie práctica y con la experiencia, para el
para construir un punto de vista dife- caso de la historia, en el trabajo de ras-
trear, analizar, cruzar, contextualizar y
vincular fuentes, de diseccionarlas.

33
Martín Santos, Barberos y cirujanos.
34
Schatzki, Theodore R., Knorr-Cetina, Karin,
Savigny, Eike von The Practice Turn in Contem�
porary Theory, Routledge, 2001.

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