Luis Ángel Manzanares Alemán

Filosofía Política y social por:

la Doctora María Teresa Muñoz Sánchez
Ciudad de Dios Ciudad terrena
Virtud La obediencia como madre y Los hombres de la Ciudad terrena;
guardiana. pretenden en cierto modo sus
particulares señoríos y dominios, es
decir, predominio del vicio.
JUSTICIA San Agustín en la ciudad quiere No hay justicia objetiva, pues la justicia
implementar una justicia superior a la de los hombres es contingente y
terrenal, que sea más auténtica y no manipulaba por fines y deseos del
imitadora de otras. hombre.
LEY Ley eterna gobernada por Dios y Ley temporal, gobernada por los
complementa a la ley eterna. hombres.
Mandamientos de Dios.
TELEOLOGÍA Fin la vida eterna No hay finalidad explicita
AMOR “Ama y has lo que quieras” San Agustín Amor propio falso, amor sobre por los
menciona esto porque el amor debe objetos, vicios y pasiones.
regir los actos y la vida de los hombres,
pues, quien ama no va a hacer daño a
los demás.
Súbditos Comunidad de los seguidores de Cristo. Conjunto de individuos que se dejan
Donde hay, representantes de Cristo; guiar por preceptos humanos. Siguen
como lo son los Apóstoles y los las doctrinas de líderes imperfectos, la
sacerdotes, los cuales, están apegados peculiaridad de esta ciudad es que en
a la palabra de Dios y se les escucha esta se siguen preceptos de hombres
porque no hablan ellos sino Dios. contingentes.
Economía Reparto de los bienes, no debe haber El hombre se vuelve propietario de
deseos por las cosas al grado de que cosas. Y el ciudadano se pierde en las
halla alteración del orden y la paz en la cosas al grado de caer en la seducción
ciudad. Pues son solo bienes de estas, tanto que llevará al hombre a
contingentes, se deben repartir y no pecar.
querer apropiarse de ellos. Quien
busca más bienes se puede distraer
con estos y perderse en ellos y no
encontrar a Dios.
Los hombres están destinados a vivir en sociedad y dentro de esta los hombres buscan su un objetivo
final ya sea propio o comunitario. Todo depende de la concepción de hombre y lo que éste sigue;
ya sea sus propios intereses o la justicia. Un criterio objetivo sería tomar en cuenta a cada hombre
y no a uno solo.