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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

POST GRADO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA

PROTOCOLO DE INVESTIGACION

IMPACTO PSICOLOGICO EN MUJERES DIAGNOSTICADAS CON

CÁNCER DE MAMA

PRESENTADO POR:

Dra. Nelly Suyapa Meza Fernández

ASESOR TEMATICO:

Dr. Estefan

ASESOR METODOLOGICO:

Dr. Marvin Rodríguez

San Pedro Sula, Cortes, Honduras, CA

Febrero , 2018

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Indice
Capitulo I....................................................................................................................................... 3
A. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA .......................................................................... 3
B. FORMULACION DEL PROBLEMA .............................................................................. 5
C. JUSTIFICACION ......................................................................................................... 5
D. OBJETIVOS ................................................................................................................. 6
1. GENERAL ........................................................................................................................ 6
2. OBJETIVOS ESPECIFICOS ......................................................................................... 6
E. PREGUNTAS ESPECIFICAS DE INVESTIGACION ................................................ 7
Capitulo II: Marco Teorico .......................................................................................................... 8
A. Anatomía de la mama .................................................................................................... 8
B. El cáncer ........................................................................................................................... 8
CÁNCER DE MAMA ............................................................................................................. 17
 Cirugía ......................................................................................................................... 19
 Radioterapia ............................................................................................................... 20
 Quimioterapia ............................................................................................................. 21
 Terapia Hormonal...................................................................................................... 21
Emociones positivas y cáncer ............................................................................................. 22
Resiliencia y cáncer .............................................................................................................. 24
AUTOESTIMA Y CÁNCER .................................................................................................. 38
ESTRÉS ................................................................................................................................. 40
Capitulo III: METODOLOGIA .................................................................................................. 43
A. Enfoque de la investigación: Cuantitativo ................................................................. 43

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Capitulo I

A. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El cáncer es una proliferación rápida de células anormales que se extiende

fuera de sus límites habituales y puede invadir otras partes del cuerpo

propagándose a otros órganos, siendo el cáncer una de las principales causas

de morbilidad y mortalidad del mundo.

El bienestar emocional también se relaciona con la imagen corporal, la

autoestima y el funcionamiento sexual. Las pacientes que presentan

alteraciones en su imagen corporal, una baja autoestima y un funcionamiento

sexual inadecuado, tienen niveles elevados de ansiedad y depresión. Los

factores protectores, tales como la autoeficacia, el sentido del humor y la

resiliencia, se asocian con el bienestar emocional. Una de las áreas que

puede sufrir un mayor impacto psicológico en la mujer con cáncer de mama,

es la dimensión de la autoimagen. Los efectos de la cirugía y de los

tratamientos, sobre todo aquellos que poseen efectos visibles como la

extirpación de la mama y la caída del cabello, entre otros, pueden mermar la

imagen que cada mujer posee de sí misma, y por ende, generar secuelas

negativas sobre su autoestima. Este detrimento no sólo afecta la relación de

la mujer consigo misma, sino también con los demás, pudiendo surgir

sentimientos de minusvalía, soledad, vergüenza, conductas de aislamiento,

de rechazo hacia el contacto social y sexual, entre otros.

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En el cáncer de mama, a diferencia de otros tipos de cáncer, cobra especial

relevancia el tema de la autoimagen debido a las connotaciones psicosociales

que esta enfermedad conlleva para la mujer, ya que la mama puede llegar a

tener una importancia crucial en la identidad femenina. Además, las mamas

se relacionan fuertemente en nuestra cultura, con el ámbito de la sexualidad

y el atractivo físico, siendo un elemento valorado y apreciado por su contenido

sexual. Muchas supervivientes han de adaptarse a las secuelas físicas

derivadas de los tratamientos oncológicos como mastectomía, cicatrices,

linfedema, tratamientos hormonales, quimioterapia, radioterapia o trasplante

de médula ósea. A pesar de que muchas mujeres hacen frente

satisfactoriamente a la experiencia de los tratamientos, otras pueden sentirse

emocionalmente afectadas debido a cambios en su imagen corporal y su

feminidad.

La detección precoz del cáncer es importante en el éxito del tratamiento que

se implemente a las personas enfermas; pero también es importante conocer

los factores psicosociales que afectan a su bienestar psicológico y su

recuperación de las secuelas tanto físicas como emocionales

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B. FORMULACION DEL PROBLEMA

¿Cuál es el impacto psicologico en las pacientes diagnosticadas con cáncer de

mama en la Liga Contra el Cáncer del 2017 al 2018?

C. JUSTIFICACION

El cáncer de mama es una de los padecimientos más frecuentes en nuestra

población siendo la segunda causa de muerte en las pacientes en el país. El

diagnóstico de dicho padecimiento tiene un impacto emocional creando la

idea a las pacientes de muerte cuando se supera esta etapa las pacientes se

dan cuenta que hay tratamientos disponibles que pueden mejorar el

pronóstico de dicha enfermedad, inmediatamente después vienen los

problemas de autoestima, el rechazo a recibir ayuda o rechazo a la relaciones

interpersonales o de parejas.

Por lo tanto, este estudio pretende identificar esas secuelas emocionales que

conlleva dar un diagnóstico de cáncer de mama a las pacientes y así saber

cuáles son los problemas psicosociales más relevantes a los que se deben

afrontar las pacientes y así poder brindar asesoría con el personal de

psicología en las áreas más vulnerables de las pacientes.

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D. OBJETIVOS

1. GENERAL

Determinar los efectos emocionales en mujeres que han sido diagnosticadas

con cáncer de mama en la Liga Contra el Cáncer de enero 2017 a diciembre

2018

2. OBJETIVOS ESPECIFICOS

a) Determinar la prevalencia del cáncer de mama en la Liga Contra el

Cancer

b) Clasificar el cancer de mama según los estadios

c) Determinar el impacto a nivel emocional del cáncer de mama

d) Determinar el impacto a nievl cognitivo del cáncer de mama

e) Dertminar el impacto a nivel conductual del cáncer de mama

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E. PREGUNTAS ESPECIFICAS DE INVESTIGACION

 ¿ Cual seria el impacto sobre la vida de mujer que es

diagnosticada con cáncer de mama?

 ¿ Como afecta la masectomia a la autoimagen de la mujer que

padecio de cáncer de mama?

 ¿ se ve afectada la vida sexual de la mujer que ha sufrido cáncer

de mama?

 ¿ Se e reflejado el apoyo de familia y cuidadores a la mujer con

cáncer de mama?

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Capitulo II: Marco Teorico

A. Anatomía de la mama
B. El cáncer
C. Cáncer de mama
D. Impacto psicológico
E. Investigaciones relacionadas

Anatomía de la Mama

La mama está formada principalmente por tejido adiposo (grasa) y

la glándula mamaria. Con los ciclos hormonales y el embarazo, el tejido

predominante es el glandular, mientras que, tras la menopausia, la glándula

se atrofia y el volumen de la mama depende básicamente del tejido adiposo.

El tejido adiposo mamario es uno de los que más se afecta con las

oscilaciones del

peso, siendo de los

primeros tejidos que

disminuyen de tamaño al

adelgazar, y de los primeros

que aumentan al

incrementar el peso. La

glándula está formada por diferentes lobulillos glandulares (entre 15 y 20),

de los cuales salen los conductos galactóforos que confluyen en el seno

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galactóforo. Esta última estructura comunicará el interior de la mama con el

exterior a través del pezón, y es por donde se expulsa la leche en la lactancia.

El pecho se extiende desde la 2ª hasta la 6ª costillas, medialmente hasta el

esternón (a unos 2 cm de la línea media) y lateralmente hasta la línea media

axilar. Está anclada a la fascia del músculo pectoral mayor mediante

los ligamentos de Cooper. La cola de la mama o cola de Spence, extiende

la mama oblicuamente hacia la axila

El complejo areola-pezón (CAP) se encuentra entre la 4ª y 5ª costilla en

mamas no ptósicas (no caídas), lateral a la línea medioclavicular. La distancia

ideal entre el pezón y la horquilla esternal se sitúa entre 19 y 21 cm, aunque

puede variar en función de la constitución de la mujer. Esta medida es similar

al segmento que une la línea medio clavicular con el pezón. Cifras

incrementadas en estas medidas pueden indicar que el pecho está ptósico

(caído). Otras medidas importantes se

encuentran entre el surco submamario y el

pezón (situado en 5-6 cm) y del pezón a la

línea media (entre 9 y 11 cm).

El diámetro areolar suele situarse en torno a

los 4-5 cm, y en el centro se sitúa el pezón, con

una proyección de 1 cm y un diámetro de unos

9
5 mm. La horquilla esternal y los pezones deben formar un triángulo

equilátero.

Todo el tejido mamario está vascularizado principalmente por vasos

perforantes de la arteria y venas mamarias internas, situados a los lados del

esternón. También recibe vascularización de los vasos torácicos laterales,

rama de la arteria axilar. Otras arterias que aportan vascularización a la mama

son los intercostales y toracoacromiales. Conocer la vascularización de la

mama es esencial para poder realizar determinadas cirugías como

reducciones mamarias, mamas tuberosas e incluso mamoplastias de

aumento. Una planificación sin tener en cuenta los patrones vasculares puede

llevar al fracaso de la cirugía e incluso a la pérdida del complejo areola-pezón.

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El líquido intersticial de la glándula mamaria es drenado mediante los vasos

linfáticos de la mama a través de los linfáticos interlobulillares que confluyen

formando el plexo linfático subareolar. Todos ellos drenan a los ganglios

linfáticos, situados principalmente en

la axila, aunque también puede estar

en las proximidades de los vasos

mamarios internos e incluso

supraclaviculares. Este drenaje

linfático tiene especial relevancia

sobre todo en los tumores malignos, que usan los vasos linfáticos para

propagar la enfermedad a distancia.

El CANCER

La salud, para el ser humano, es un factor de suma importancia y debe

abordarse de manera integral. En coherencia con ello, “salud se refiere a la

satisfacción de un individuo con los aspectos físicos, sociales y psicológicos

de su vida” (Varela, Arrivillaga, Cáceres, Correa Sánchez y Holguin, 2005, p.

72), lo que permite indicar que “los cambios en el estado de salud responden

a una multicausalidad y a los factores que intervienen en esta, se los conoce

como determinantes de la salud” (Londoño y Chaparro, 2011 p. 15). Sabiendo

que el cáncer en la actualidad es uno de los procesos patológicos que genera

grandes consecuencias en la persona y familia, se considera que “el cáncer

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de mama (CaMa) es un problema de salud pública no reconocido como

prioritario por la mayoría de las autoridades de salud en la región de las

Américas, pese al continuo incremento de las tasas de incidencia y

mortalidad” (González, González, Nigenda y López, 2010, p. 533).

El nombre de cáncer “deriva de la palabra kankros, que significa cangrejo y

hace referencia a la similitud en que el animal y la enfermedad “atrapan” y

destrozan a sus víctimas” (Figueredo, 2008, p. 1). En palabras de Palacios y

Castaño (2013, p. 505), “el cáncer se representa como un personaje vivo con

características casi humanas; se transforma, se camufla, es implacable,

voraz, un intruso capaz de destruir la vida de una persona”, ya que no solo

afecta la dimensión física, sino que también involucra la esfera psicológica y

social

El cáncer es la neoplasia maligna más estudiada en el mundo,

aproximadamente “1,7 millones de mujeres fueron diagnosticas con esta

enfermedad en el 2012” (Chen, Wen, Li, Luo y Zhang, 2016, p. 12), y “se prevé

que para el 2020 se presentarán cerca de 15 millones de casos nuevos por

año” (Guevara, 2007, p. 64), por lo que se considera como una prioridad a

nivel mundial. Este proceso neoplásico “se presenta con mayor frecuencia a

partir de los 45 años de edad, periodo que coincide con la aparición de la

menopausia” (Valle et al., 2006 p. 328), lo anterior se justifica debido a que

después de la menopausia, “los tejidos como el parénquima mamario, son

12
muy sensibles a los estrógenos, quedando expuestos a un mayor estimulo”

(Aguilar, González, García, Álvarez y Padilla, 2012, p. 900), conllevando a un

riesgo de desarrollar cáncer.

La etiología de la enfermedad es conocida parcialmente, ya que se han

encontrado diferentes factores que combinados aumentan el riesgo. Además,

se ha identificado que el cáncer de mama se debe “en parte, a factores

epigenéticos como las características ambientales, socioeconómicas y de

estilo de vida” (Pou et al., 2014, p. 619), sin dejar de lado los factores

genéticos asociados a “genes de alta como de baja penetración” (Sanabria,

Muñoz y Vargas, 2009, p. 62). Asimismo, diversos estudios plantean una

fuerte asociación con la herencia, factores “de los cuales el 5% se puede

asociar con mutaciones en genes de alta penetrancia como BRCA1 y BRCA2”

(Pinto, Sánchez, Ibañez y Ramírez, 2006, p. 7). Por otra parte, “se ha

documentado que la edad temprana a la menarquia, la nuliparidad o la edad

tardía al primer embarazo, la falta de lactancia y la edad tardía de la

menopausia” (Knaul et al., 2009, p. 138) pueden ser otras causas probables

que, combinadas con hábitos y estilos de vida inadecuados, son

coadyuvantes a la presencia del cáncer de mama.

Es indudable que cuando la mujer tiene un diagnóstico de cáncer, la

percepción de su mundo se altera, afectando la estabilidad psicológica del

individuo, encontrando que el cáncer no solo afecta la estructura física de la

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persona que lo padece, sino que también tiene repercusiones que “se

expresan en todas las esferas de la vida: la familiar, la relación de pareja y la

laboral y social” (García y González, 2007, p. 73).

Estudios de Palacios, Gonzales y Zani(2015, p. 498) evidencian cómo el

impacto del cáncer afecta “las esferas afectiva, emocional, cognitiva y

comportamental en el paciente con cáncer y en su familia”, con lo que se

demuestra que no es solo una afección orgánica sino que abarca otras

dimensiones. Sumado a ello, dicha autopercepción varia “dependiendo de la

severidad del proceso de la enfermedad, del grado y tipo de incapacidad”

(Baider, 2003, p. 507).

Debido a esto, es importante identificar el sentir de las mujeres con cáncer de

mama acerca de su enfermedad y así brindar pautas para un tratamiento más

incluyente, ya que “para la mujer, la aparición de un tumor maligno en los

órganos sexuales constituye un impacto psicológico capaz de desestructurar

el equilibrio anímico y afectivo” (Bejarano, Fuchs, Fernández y Amancio,

2009, p. 183), pues “en el caso de la mujer, las mamas han constituido

generalmente una parte importante de la belleza corporal, un símbolo de la

sexualidad y, de hecho, una zona erógena importante, así como una

representación de la maternidad” (García y González, 2007, p.7 5). Por lo

tanto, esta situación genera “sentimientos de ansiedad, tristeza, pérdida y

miedo, así como dudas y cuestionamientos, debido al estigma de enfermedad

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terminal que ocasiona sufrimiento y muerte” (Mesquita, Magalhães, De

Almeida, Carvalho y Mota, 2007, p. 2). Adicionalmente, en la mujer se

desencadenan una serie de preguntas y manifestaciones psicológicas

asociadas consigo misma, con su familia y con las expectativas al futuro.

Conocer en profundidad las bases que sustentan el bienestar es un objetivo

de gran importancia, no solo porque puede permitir que cada vez haya

personas más satisfechas consigo mismas, sino que también las emociones

positivas y la felicidad están asociadas a múltiples beneficios: mejor salud,

mejores relaciones sociales, mejor rendimiento laboral, incluso mayor

tendencia a beneficiar a otros (Lyubomirsky, King y Diener, 2005). En

psicología se suele considerar el bienestar como un sinónimo de felicidad, con

el que podemos valorar los aspectos cognitivos y afectivos de manera más

amplia (Diener, 2009; Diener, Em-mons, Larsen y Griffin, 1985; Fierro, 2006;

Vázquez y Hervás, 2008). Se podría decir que el bienestar de una persona

sería la valoración positiva de su vida, basada tanto en la congruencia entre

sus aspiraciones y logros alcanzados (componente cognitivo), como en

presentar un estado emocional y afectivo óptimo (componente afectivo). Al

mismo tiempo, la percepción de ausencia de bienestar, consistiría en una

valoración negativa de la vida, producto de la incongruencia entre

expectativas y logros, así como el predominio de emociones y afectos

displacenteros (Fierro, 2006, 2008).

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De entre los factores personales que podamos contemplar, nada afecta tanto

a la vida feliz como la salud física. Eso no obsta a que personas con poca

salud física, o seriamente afectadas por una discapacidad, muestren una

vitalidad envidiable, como por ejemplo, el conocido físico Stephen Hawking.

Si la salud física refleja nuestro nivel de bienestar o felicidad, ni que decir tiene

que la salud mental también se ve muy condicionada a ésta (Fierro, 2009).

Los estudios que tratan del bienestar y la felicidad en cáncer suelen estar

relacionados con intervenciones psicológicas con las que se pretende

conseguir mejorar el estado de bienestar de los participantes, desde los

distintos enfoques, técnicas, o variables estudiadas (Cameron, Booth,

Schlatter, Ziginskas y Harman, 2007; Cerezo, Ortiz- Tallo y Cardenal, 2009

a,c; Font y Rodríguez, 2007; Iwamitsu et al., 2005). En los estudios con

pacientes oncológicos se ha encontrado, de manera global, que la felicidad

se relaciona positivamente con una adecuada reparación emocional (Cerezo

y Ortiz-Tallo, 2007) y mejor calidad de vida (Carver et al., 2005; Novoa,

Vargas, Obispo, Pertuz y Rivera, 2010; García- Viniegras y González, 2007),

destacando la necesidad de que las estrategias de atención sanitaria a los

pacientes con cáncer incluyan elementos clínico-psicológicos que promuevan

una mejoría del bienestar psicológico de estos pacientes.

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CÁNCER DE MAMA
Es el cáncer que se forma en los tejidos de la mama,

por lo general en los conductos (tubos que llevan

leche al pezón) y los lobulillos (glándulas que

producen leche) (National Cancer Institute, NCI,

2010).

De acuerdo a la Sociedad Americana del Cáncer

(2014) el cáncer de mama se puede clasificar en

varios tipos en función de la forma en que las células cancerosas se ven al

microscopio. Dependiendo de la localización (conductos o lóbulos) y de la

apariencia de las células cancerosas, algunos tipos de cáncer

son:

 Cáncer ductal in situ: Las células no se han propagado a través de las paredes

de conductos hacia el tejido que rodea el seno, por lo que se considera cáncer

de mama no invasivo

 Cáncer ductal invasivo o infiltrante: comienza en el conducto lácteo de la

mama. penetra a través de la pared del conducto y crece en el tejido adiposo

del seno, tiene la capacidad de propagarse a otras partes del cuerpo a través

del sistema linfático y el torrente sanguíneo.

 Cáncer lobulillar invasivo o infiltrante: comienza en las glándulas productoras

lobullillos) y se puede propagar a otras partes del cuerpo.

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De los factores de riesgo asociados al cáncer de mama, el más importante es

ser mujer, ya que la relación de este cáncer entre mujeres y hombres es

aproximadamente de 100 a 1; también señalan que la incidencia de cáncer

de mama aumenta con la edad. Existe evidencia que indica que la exposición

a estrógenos es un factor crítico para el cáncer de mama; sobre esto se

resalta que una menstruación temprana y una menopausia tardía se asocian

a largos períodos de exposición a estrógenos, además la nuliparidad y los

embarazos en edad avanzada también aumentan el riesgo de desarrollar

cáncer de mama junto con el uso de hormonas y anticonceptivos, el efecto de

estos como factores de riesgo va a depender del tiempo de uso, de la edad

en que se inició la ingesta y la dosis y tipo de hormonas empleadas (Brandan

& Villaseñor 2006).

La estatificación del cáncer de mama se realiza de acuerdo a la clasificación

del American Joint Committee on Cancer (AJCC), la cual se basa en las

características clínicas y patológicas del sistema TNM: T se refiere al tumor y

recibe una numeración de 0 a 4 la cual indica el tamaño del tumor y

sudiseminación a la piel o pared torácica, N se refiere a los ganglios linfáticos

y recibe una numeración de 0 a 3 que indica el grado y cantidad de

diseminación a los nódulos linfáticos y M indica metástasis y se califica de 0

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a 1indicado la presencia de diseminación a partes distantes del cuerpo

(García & Martín, 2007;Hartmann & Loprinzi, 2005).

La estrategia terapéutica contra el cáncer es el control regional de la

enfermedad, dando primeramente tratamiento sobre la mama y sus cadenas

glanglionares regionales, además de tratar la enfermedad a distancia, es

decir, las micrometástasis en los estadios iníciales o avanzados. De acuerdo

a lo anterior, los tratamientos se dividen en dos tipos: 1) tratamientos locales

como la cirugía y la radioterapia, que actúan solo en la zona anatómica del

tumor que

incluye la mama y sus cadenas linfoganglionares regionales; 2) tratamientos

sistémicos como la quimioterapia, la hormonoterapia y tratamientos

biológicos, estos actúan sobre todo el organismo para erradicar la

enfermedad metastásica o micrometastásica (García & Martín, 2007). Existen

varias opciones de tratamiento para el cáncer de mama (Hartmann & Loprinzi,

2005):

 Cirugía

Es la primera forma de tratamiento del cáncer de mama, con el objetivo de

extirpar el tumor. Además, proporciona información acerca del tipo y la

extensión cáncer. Existen dos opciones de cirugía:

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La nudolectomía, también llamada cirugía conservadora de la mama, en la

cual solo se extrae la parte de la mama en la que se encuentra el tumor, y a

la cual sigue generalmente otro tratamiento como la radioterapia para tratar

de eliminar cualquier célula cancerosa que no haya sido extraída en la cirugía.

La mastectomía es un término utilizado para indicar la extirpación del seno.

Esta se realiza cuando la nudolectomía no es posible o cuando la mujer lo

decide.

Se pueden realizar varios tipos de mastectomía:

1. Mastectomía radical: requiere la extirpación de la mayor parte del tejido

como el seno, músculos de la pared torácica, nódulos linfáticos axilares y

grasa y piel adicional.

2. Mastectomía radical modificada: es la más común para tratar el cáncer

invasivo, incluye la extirpación de la mama completa, piel, areola y pezón y

algunos nódulos linfáticos axilares.

3. Mastectomía simple: comprende la extirpación del tejido mamario, piel

areola y pezón pero no los nódulos linfáticos.

 Radioterapia

En este tratamiento se utiliza rayos X de alta energía para matar a las células

cancerosas o para impedir la capacidad de crecer y dividirse. La radioterapia

20
puede ser aplicada en varias formas llamadas externa e interna. La primera

la radiación proviene de una fuente externa y es dirigida a todo el seno y áreas

circundantes que contienen nódulos linfáticos. La segunda (radioterapia

interna o branquiterapia), se colocan partes de material radioactivo en sondas

que se colocan directamente en el tejido mamario y se mantienen ahí por un

tiempo.

 Quimioterapia

En este tipo de tratamiento se utilizan medicamentos que son tóxicos para las

células cancerosas. Se da por un período largo de 3 a 6 meses en ciclos de

una a cuatro semanas. Los medicamentos se administran comúnmente por

vía intravenosa, pero también pueden ser tomados oralmente. En ocasiones

se dan medicamentos quimioterapéuticos diferentes para atacar a los tumores

de diferentes formas. Algunos fármacos y combinaciones incluyen los

siguientes: Ciclofosfamida, Doxorrubicina, 5- flourouracilo, Metrotrexato y

Taxanos.

 Terapia Hormonal

Es una de las más importantes cuando el tumor es positivo para receptores

estrógenos, progesterona o ambos. Su objetivo es bloquear los efectos de la

hormona femenina la cual es sabido que estimula la mayoría de los canceres

de mama. Este tipo de tratamiento maneja tres abordajes diferentes:

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1.Uso de medicamentos antiestrógenos como el tamoxifeno.

2.En las mujeres premenopáusicas se realiza el procedimiento de

extirpar los ovarios.

3.En las mujeres posmenopáusicas se usan inhibidores de la aromatasa.Los

avances en neurociencias han permitido conocer los cambios que seproducen

en el sistema endocrino y en el sistema inmunitario en relación a las

respuestas emocionales y como estos sistemas pueden modificar los estados

emocionales. Esto ha abierto un área de conocimiento que intenta clarificar la

interacción entre estas vías que regulan las respuestas homeostáticas del

organismo, esta área es llamada psiconeuroinmunoendocrinología

(Cabranes, 2004).

Emociones positivas y cáncer

Por otro lado, se sabe que las emociones positivas generan adaptabilidad,

pueden prevenir la aparición de enfermedades (el resfriado común o la gripe)

y complicaciones en enfermedades más graves (en los accidentes

cerebrovasculares o las tasas de mortalidad en los ancianos); además,

pueden reducir el dolor, incrementando su umbral debido al efecto analgésico

de la liberación de opiáceos endógenos asociados a las emociones positivas

(Cohen et al., 2006; Cohen y Pressman, 2006; Fredrick¬son, 1998; Pressman

y Cohen, 2005; Selig¬man, 2008), demostrando también su efecto positivo en

22
las personas con cáncer (Bozo, Gündogdu y Büyükasik-Çolak, 2009; Hou et

al., 2010). Experimentar emociones positivas tales como la alegría,

entusiasmo, orgullo, satisfacción, gratitud, esperanza, admiración, humor,

etc., lleva a estados mentales y modos de comportamiento que de forma

indirecta preparan al individuo para enfrentar con éxito las dificultades y

adversidades venideras (Fredrickson, 2003; Hou et al., 2010). Las emociones

positivas pueden ser el medio para solventar muchos de los problemas que

generan las emociones negativas, nos sirven para conseguir sobreponernos

a momentos difíciles y salir fortalecidos de ellos; pueden guiarnos hacia la

prevención, el tratamiento y el afrontamiento, de forma que se transforman en

verdaderas armas para afrontar problemas. La alegría, el amor, el orgullo, la

complacencia, etc., aunque sean fenomenológicamente distintas entre sí,

comparten muchas propiedades, ya que mejoran el pensamiento y la acción,

fomentan el desarrollo y crecimiento personal, mantienen y mejoran los

recursos físicos, intelectuales, psicológicos y sociales disponibles para

momentos futuros de crisis o adversidad, generan habilidades psicológicas

que permiten descubrir y crear posibilidades, y desarrollan habilidades

sociales adecuadas para generar vínculos entre personas y aprendizaje de

conductas de ayuda (Vecina, 2006). Y en cuanto a los pacientes de cáncer,

se demuestra que los afectos positivos les aportan beneficios teniendo

mejores hábitos de consumo y de autocuidado, mejor calidad y cantidad de

23
sueño y practicando más ejercicio físico (Lyubomirsky et al., 2005; Vázquez y

Castilla, 2007).

Resiliencia y cáncer
La resiliencia, entendida como la capacidad del ser humano de resistir y

rehacerse frente a los embates de la vida, la capacidad de recuperarse y

mantener una conducta adaptativa después del desastre, surge como parte

de la psicología positiva suscitando investigaciones que se preguntan

mediante qué mecanismos algunas personas consiguen aprender de sus

experiencias e incluso encontrar beneficios en ellas. Sin despreciar el horror

y la gravedad de esas experiencias, hay que destacar que es en esas

situaciones extremas donde el ser humano tiene la oportunidad darse cuenta

de sus propias capacidades latentes, de volver a construir su forma de

entender el mundo y su sistema de valores, tiene la oportunidad de

replantearse su manera de vivir y de modificar sus creencias, de manera que

en esta reconstrucción puede darse, y de hecho se da en muchos casos, un

aprendizaje y un crecimiento personal (Vera, 2008). En la definición de

resiliencia se incluyen cualidades como la inteligencia, la salud, el

temperamento, darle sentido a las experiencias, tener habilidades para

identificar y relacionarse con modelos positivos, tener buena voluntad y

confianza en las relaciones, tener habilidades de solución de problemas,

flexibilidad o perseverancia (Becoña, 2006; Carver, 1998). La resiliencia

fomenta la salud mental y parece una realidad confirmada por el testimonio

24
de muchísimas personas que, aun habiendo vivido una situación traumática,

han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose y viviendo, incluso, en

un nivel superior, como si el trauma vivido y asumido hubiese desarrollado en

ellos recursos latentes e insospechados (Bowen, Morasca y Meis¬chke, 2003;

Vázquez y Castilla, 2007).

En cáncer, esta resiliencia se ha venido llamando crecimiento postraumático,

ya que las emociones y cogniciones positivas pueden ser también resultado

de la vivencia de situaciones traumáticas. El crecimiento postraumático se

definiría como la capacidad de las personas de generar respuestas de

crecimiento o maduración personal sin negar la vivencia de la adversidad

vivida, pero dándole un significado o sentido a la misma (Costa y Gil, 2008;

Vázquez y Castilla, 2007). El evento traumático induce una crisis existencial

que desencadena un proceso de “rumiación constructiva”, asociado a la

búsqueda de significado en medio de una gran incertidumbre y percepción de

vulnerabilidad. Es un proceso reparador, una reestructuración cognitiva que

ayuda a encontrar una explicación a lo ocurrido (Calhoum y Tedeschi, 2006).

La respuesta de crecimiento puede entenderse como el resultado del proceso

de atribuir significado a un evento estresante (Park, 2004). Se relaciona

mucho con el optimismo, al que consideran como parte del proceso de

crecimiento.

25
La mayoría de los estudios psicooncológicos se centran en las mujeres con

cáncer de mama y concluyen que el ajuste psicológico es mucho más

adecuado cuando las mujeres le encuentran sentido a la vivencia (Bellizzi y

Blank, 2006; Scrignaro, Barni y Magrin, 2010), tras los tratamientos tienen

menos consecuencias emocionales negativas (Aspinwall y MacNamara 2005;

Aydin, 2008; Bozo et al., 2009; Salsman, Segerstrom, Brechting, Carlson y

Andrykowski, 2009), se cuidan más durante y una vez acabados los

tratamientos, llevando una vida más saludable, comprometiéndose más

fuertemente con su salud (Vázquez y Castilla, 2007); y suelen ser las mujeres

de mayor edad a las que les es más fácil considerarse resilientes ante las

adversidades en comparación con las mujeres más jóvenes (Bennett et al.,

2008; Morse y Adams-Price, 2008). En estudios en los que se trabaja

terapéuticamente para ayudar a mejorar el crecimiento postraumático, se han

encontrado importantes cambios positivos en el grupo de participantes, sobre

todo en la mejora de síntomas de estrés postraumático, con lo que se

comprueba que las intervenciones o tratamientos en este ámbito son

favorables (Hart, Wilson y Hittner, 2006; Knaevelsrud)

26
Autoestima.

La autoestima es un factor importante a considerar en la vida de las personas

en general y en particular, en el tema del desempeño y de las actitudes hacia

las actividades académicas de los estudiantes y las estudiantes. De acuerdo

con Rice (2000), la autoestima de una persona es la consideración que tiene

hacia sí misma. Señala este autor que ha sido denominada como el vestigio

del alma y que es el ingrediente que proporciona dignidad a la existencia

humana.La autoestima se desarrolla a partir de la interacción humana,

mediante la cual las personas se consideran importantes una para las otras.

El yo evoluciona por medio de pequeños logros, los reconocimientos y el

éxito. En opinión de Maslow, citado por Santrock (2002), la mayoría de las

personas que no han desarrollado un alto nivel de estima, nunca llegan a

autorrealizarse.

De Mezerville (2004), menciona que Abraham Maslow ha sido uno de los

representantes de la psicología humanista quien más ha difundido el papel

que la autoestima desempeña en la vida de la persona, al incluirla dentro de

su conocida jerarquía de necesidades. Para Maslow existen dos tipos de

necesidades de estima, la propia y aquella que proviene de las otras

personas.Ambas necesidades las ubica jerárquicamente por encima de las

necesidades fisiológicas,las de seguridad personal y las de amor y

pertenencia. Branden, en de Mézerville (2004, p. 25) manifiesta que:

27
La autoestima está configurada por factores tanto internos como externos.

Entiendo por factores internos, los factores que radican o son creados por el

individuo-ideas, creencias, prácticas o conductas. Entiendo por factores

externos los factores del entorno: los mensajes transmitidos verbal o no

verbalmente, o las experiencias suscitadas por los padres, los educadores,

las personas significativas para nosotros,las organizaciones y la cultura.

Según Güell y Muñoz (2000, p. 118), la persona tiene la capacidad de

establecer su propia identidad y atribuirse un valor y, a esa valoración se le

llama autoestima. Señala que “Si conseguimos mantener un buen nivel de

autoestima resistiremos las críticas, nos abriremos mejor a los demás,

aprenderemos a pedir ayuda y, en general, nos resultará

mucho más gratificante vivir, lo que contribuirá también a prevenir cualquier

proceso depresivo”. Refiriéndose a este tema de la autoestima, Santrock

(2002, p. 114) expresa que ésta es: “La evaluación global de la dimensión de

Yo o self. La autoestima también se refiere a la autovalía o a la autoimagen,

y refleja la confianza global del individuo y la satisfacción de sí mismo”. Para

White en Courrau (1998), la autoestima es el valor del yo, el valor de la

persona ante los ojos de las otras. Esta autora la define como un proceso

dinámico y multidimensional que se va construyendo a lo largo de la vida y en

el cual se involucra el contexto social, físico, emocional y cognitivo de la

persona. Al respecto también Molina en Olivares (1997, p. 20) considera que

28
la autoestima tiene un significado complejo, y que precisa de cuatro

componentes en su definición: ƒ Es una actitud, ya que contempla las formas

habituales de pensar, actuar, amar y sentir de las personas para consigo

mismas. ƒ Tiene un componente cognitivo, pues se refiere a las ideas,

opiniones, creencias percepciones y procesamiento de la información que

posee la persona respecto de sí misma. ƒ Tiene un componente afectivo, que

incluye la valoración de los positivo y negativo, involucra sentimientos

favorables y desfavorables, agradables o desagradables que las personas

perciben de sí mismas. ƒ Tiene un componente conductual, porque implica la

intención y decisión de actuar, de llevar a la práctica un comportamiento

consecuente y coherente. Por otra parte, Gastón de Mézerville (204, p. 61)

menciona que “La autoestima es la percepción valorativa y confiada de sí

misma, que motiva a la persona a manejarse con propiedad, manifestarse con

autonomía y proyectarse satisfactoriamente en la vida”. Alcántara en Molina,

Baldares y Maya (1996, p. 24) expresa:

La autoestima es la meta más alta del proceso educativo y quicio y centro de

nuestra forma de pensar, sentir y actuar, es el máximo resorte motivador y el

oculto y verdadero rostro de cada hombre esculpido a lo largo del proceso

vital. Este autor considera también que la autoestima no es innata, que se

adquiere y se genera como resultado de la historia de cada persona. Este

aprendizaje generalmente no es intencional, por cuanto se moldea a la

persona desde diversos contextos informales educativos. No obstante, a

29
veces es el resultado de una acción intencional para lograr su consecución.

Las ideas anteriores pueden relacionarse con la neurociencia,

específicamente con algunos de los principios de aprendizaje del cerebro.

Algunos de estos principios son señalados por Caine y Caine, en Salas

(2003). Entre estos pueden mencionarse:

• El cerebro es un complejo sistema adaptativo. Pensamientos, emociones,

imaginación, predisposiciones y fisiología operan concurrente e

interactivamente en la medida en que todo el sistema interactúa e intercambia

información con su entorno.

• El cerebro es un cerebro social. Las personas empiezan a ser configuradas

a medida que sus cerebros receptivos interactúan con el entorno y se

establecen relaciones interpersonales. Está claro que a lo largo de la vida los

cerebros cambian en respuesta a los compromisos con las demás personas,

de tal modo que estas pueden ser vistas siempre como partes integrales de

sistemas sociales más amplios. En realidad, parte de la propia identidad

depende del establecimiento de una comunidad y de la posibilidad de

pertenecer a esta. En consecuencia el aprendizaje y el desarrollo de la

autoestima están influidos por la naturaleza de las relaciones sociales dentro

de las cuales se encuentran las personas. • La búsqueda de significado es

innata. En lo esencial, la búsqueda de significado está dirigida por metas y

valores personales. La búsqueda de significado se ordena desde la necesidad

30
de alimentarse y encontrar seguridad, mediante el desarrollo de las relaciones

interpersonales y de un sentido de identidad, hasta una exploración del propio

potencial y búsqueda de lo trascendente

. • El aprendizaje implica tanto una atención focalizada como una percepción

periférica. Es decir, el cerebro absorbe información de lo que está

directamente consciente, y también de lo que se encuentra más allá del centro

inmediato de atención. Incluso las señales inconscientes que revelan

actitudes y creencias interiores tienen un efecto poderoso en las personas.

• El aprendizaje es un proceso de desarrollo. En muchos aspectos, no existe

el límite para el crecimiento ni para las capacidades de los seres humanos

para aprender más las neuronas siguen siendo capaces de realizar y reforzar

nuevas conexiones a lo largo de toda la vida. De igual manera, a pesar de

que la autoestima es una estructura consistente y estable y a veces difícil de

cambiar, su naturaleza es dinámica, por lo que puede crecer, empobrecerse

o incluso desintegrarse. Lo importante es que, en mayor o menor grado es

perfectible.

Relación entre autoconcepto y autoestima.

De acuerdo con Rice (2000), el autoconcepto es la percepción cognitiva

consciente y la evaluación que las personas realizan sobre sí mismas, son

sus pensamientos acerca de sí mismas. Señala que según Wayment y Zetlin,

el autoconcepto es la identidad autohipotetizada de la persona y que Erikcson


31
se refiere a él como la identidad del yo o el yo autopercibido, la individualidad

consistente. Debería describirse como un sistema de actitudes que la persona

tiene hacia sí misma, supone la suma total de sus autodefiniciones o

autoimágenes. Refiriéndose a los adolescentes y a las adolescentes, explica

este autor que ellos y ellas recogen datos que les permiten evaluarse. Desde

la evidencia se plantean hipótesis sobre sí mismos y sobre sí mismas y

examinan sus sentimientos y opiniones mediante sus experiencias y

relaciones. Además, establecen comparaciones de su persona con sus

propios ideales y los de otras personas. Se menciona que todas las personas

tienen seis aspectos del yo: lo que realmente son, lo que piensan que son, lo

que piensan otras que son, lo que creen que piensan las demás de ellas, lo

que quieren llegar a ser y las expectativas que creen que otras personas

tienen sobre ellas. Los autoconceptos pueden o no tener enfoques cercanos

a la realidad, y están permanentemente en proceso de cambio.

Strang, citado por Rice (2000), propone que existen cuatro dimensiones básicas

del yo, las cuales explica de la siguiente manera. En primer lugar, está el

autoconcepto básico, que es la visión del adolescente y la adolescente sobre su

personalidad y las percepciones sobre sus habilidades, su estatus y sus

funciones en el mundo exterior. Posteriormente, están los autoconceptos

temporales o transitorios de la persona. Estas ideas sobre el sí misma, están

influidas por el estado de ánimo del momento o por una experiencia reciente. Por

ejemplo, la obtención de una puntuación baja en una prueba reciente, puede

32
hacer que la persona se sienta temporalmente poco capaz; en este caso, una

crítica aguda por parte de otra persona puede producir un sentimiento transitorio

de una autoestima devaluada. En tercer lugar, está el yo social; esto es, la opinión

que creen que otras personas tienen sobre ellas, que a su vez influye sobre ellas

mismas. Si tienen la impresión de que otras personas piensan que son incapaces

o socialmente inaceptables, pensarán sobre sí mismas de forma negativa. Harter,

Stocker y Robinson en este autor, mencionan que la identidad proviene, en parte,

de la implicación del yo con las otras personas, la intimidad, la participación en

grupo, la cooperación y la competencia. De esta forma, las percepciones sobre

los pensamientos de las demás personas impregnan las visiones sobre sí

mismas. La cuarta dimensión es el yo ideal; es decir, qué tipo de personas les

gustaría ser. Las aspiraciones pueden ser realistas, demasiado bajas o

demasiado altas. Los yo ideales que demasiado bajos impiden la realización,

mientras que lo que son muy altos pueden llevar a la frustración y autodesprecio.

Los conceptos del yo que son realistas conducen a la autoaceptación, la salud

mental y la consecución de metas realistas. Explica Rice (2000) que habiendo

construido conceptos sobre sí mismos y sobre sí mismas, las personas

adolescentes deben enfrentarse a la estima que tienen de sí. Cuando su

autoconocimiento las lleva a la autoaceptación y a la aprobación, a un sentimiento

de valía, entonces tienen autoestima suficiente como para aceptarse a sí mismos

y a sí mismas. Para que las personas se autoestimen, debe existir una

correspondencia entre los conceptos de sí mismas y los yo ideales.

33
Al inicio de la pubertad, la mayoría de los jóvenes y de las jóvenes empiezan a

realizar evaluaciones de sí, comparando aspectos tales como los físicos, las

habilidades motoras, las capacidades intelectuales y las habilidades sociales con

los de sus iguales y con los de sus ideales o héroes. Esta autoevaluación crítica

podría acompañarse de un sentimiento de vergüenza que hace a las personas

adolescentes vulnerables a la crítica y al ridículo. Como resultado, se preocupan

por intentar reconciliar el yo percibido con su yo ideal. Durante la adolescencia

tardía, puede que hayan logrado organizar su yo, percibiendo lo que pueden ser

con mayor efectividad e integrando sus metas en sus yo ideales. Rogers citado

por este autor, señala que existe una ausencia de conflicto interno y de ansiedad

cuando las personas descubren quienes son, y lo que perciben que son y lo

quieren ser comienza a converger, entonces pueden aceptarse a sí mismas sin

conflictos. Sus autopercepciones y las relaciones con otras personas llevan a la

autoaceptación y a la autoestima. Por otra parte, el desajuste psicológico ocurre

cuando hay una divergencia entre el yo real y el yo en relación con otras

personas, con respecto al yo que le gustaría ser. Beane (1986) indica que los

estudios han demostrado una relación persistente entre el autoconcepto y la

autoestima y diversas variables relacionadas con las actividades académicas.

Por ejemplo, los estudiantes y las estudiantes con autoconceptos claros y una

autoestima positiva tienden a participar más, a tener puntajes de competencia

educativa más altos, a exhibir una conducta prosocial y a demostrar un logro

académico mayor que el que tienen sus iguales con autopercepciones no claras

34
o negativas. En otras palabras, aquellos estudiantes y aquellas estudiantes que

creen que pueden tener éxito en la institución educativa, realmente tienen éxito.

Los éxitos continuos conducen a estas personas a una mayor estabilidad en la

autoconfianza educativa; inversamente, aquellas personas que fracasan

experimentan una pérdida de autoestima, lo cual, a su vez, contribuye a una

continua carencia de éxito. La autoconfianza en el aprendizaje es la clave para

ser exitoso o exitosa en la educación. Por su parte, también Borden y Stone

(1982, p. 251), manifiestan que: Una de las principales variables en la formación

del concepto de uno mismo es el desarrollo de una elevada autoestima. Para

lograrlo es necesario convencerse y tener fe en las propias habilidades. Sus

decisiones deben proceder de sus ideas y usted debe estar dispuesto a asumir

la responsabilidad de sus actos. En los modelos de autoactualización de Maslow

y Rogers, citados por los autores mencionados, la persona saludable está en

proceso continuo de intentar comprender los sentimientos, las percepciones y las

motivaciones de su conducta personal. No obstante, este proceso de

autocuestionamiento ocurre dentro del contexto de un sentido básico de

adecuación. Su posición ante la vida parece ser: básicamente me gusto a mi

mismo o a mi misma aún cuando no soy perfecto o perfecta. Otra verdad que

parece ser que muchas personas no están totalmente enteradas de todas las

creencias que tienen sobre sí mismas. Algunas tienen autoimágenes y

autoestimas altamente desarrolladas, mientras que otras solo tienen una

autoimagen y estima mal acabada e inarticulada en sí misma. Existe una

35
actividad estructurada conocida como: ¿quién soy yo?, que ilustra esta

observación, señalan Eisenberg y Patterson (1981). Para realizar esta actividad

se requiere dos personas participantes, una que pregunta y una que responde.

La persona que pregunta simplemente repite el cuestionamiento: ¿quién es

usted? Con cada cuestión, la persona que responde debe dar una nueva

descripción de sí misma. Se ha encontrado que la mayoría de las personas se

describen a sí mismas por los roles familiares, educativos o vocacionales que

desempeñan. Relativamente pocas responden a más de diez preguntas y

muchas no pueden dar autodescripciones más allá de sus roles. Aunque algunos

aspectos de las creencias y percepciones de una persona acerca de sí misma no

están fácilmente disponibles en la consciencia, señalan estos autores, las

creencias sobre sí siempre parecen actuar como poderosos determinantes de la

conducta. Las personas a las que no les gusta su yo, con frecuencia tienen una

baja autoestima y están motivadas para evitar el fracaso, mientras que las

personas que gustan de sí mismas a menudo tiene una buena autoestima y están

motivadas hacia las experiencias de éxito. Teorías como las de Eisenberg y

Patterson (1981) enfatizan que el aumento de la consciencia de una persona

acerca de y el conocimiento del yo es una clave central para estimular el

crecimiento, la toma de decisiones efectiva, su autopercepción y el cambio de

conducta.

Refiriéndose concretamente a los estudiantes y las estudiantes, Lee (1986) indica

que existe una cantidad considerable de evidencia empírica que demuestra que

36
el autoconcepto predice e influencia los logros en los centros educativos, desde

los grados de primaria hasta la educación universitaria. Algunas contribuciones

importantes para el autoconcepto lo aportan el éxito alcanzado previamente, la

percepción que el profesor o la profesora tenga de la habilidad y el valor del

estudiante o la estudiante, la aceptación de sus iguales y dentro del grupo.

Debido entonces a que los desarrollos educativos y psicológicos parecen ser

interdependientes, es importante determinar y promover las variables

productoras de cambios relacionados con las experiencias afectivas que mejoran

la autoconcepción de los estudiantes y las estudiantes y por ende su autoestima.

Stafford y Hill (1989) enfatizan también la idea de que la forma en que se perciben

las personas a sí mismas podría tener una futura influencia en el éxito que

puedan lograr en la institución educativa, pero también y quizá más importante

como personas totales. Alcántara en Molina, Baldares y Maya (1996, p. 25) se

refiere al autoconcepto, definido como la opinión que se tiene de la propia

personalidad y su conducta y el cual ocupa un lugar importante en el desarrollo y

la consolidación de la autoestima. Señala este autor que: Las restantes

dimensiones, afectiva y conductual, caminan bajo la luz que les proyecta el

autoconcepto, que a su vez se hace servir y acompañar por la autoimagen o

representación mental que un sujeto tiene de sí mismo en el presente y en las

aspiraciones y expectativas futuras.

37
AUTOESTIMA Y CÁNCER
La última variable que considerar en este artículo es la autoestima. La

autoestima es un conjunto de actitudes que dependen de las percepciones,

pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento

dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra forma de comportarnos, hacia

nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción evaluativa

de uno mismo. La importancia que tiene la autoestima radica en que nos

concierne por completo: a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía

personal; además de que funciona como motor de nuestra vida: habla de

nosotros, de cómo nos percibimos y comportamos y de lo que esperamos del

otro. Es uno de los factores más relevantes para el bienestar personal, clave

para relacionarnos con nuestro entorno de una forma satisfactoria. Por lo

tanto, no puede menos que afectar a nuestra manera de estar y actuar en el

mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar,

de sentir, de decidir y de desenvolvernos escapa a la influencia de la

autoestima (Bonet, 1997). La autoestima adecuada, por tanto, comprende

cubrir las necesidades de respeto por uno mismo con sentimientos como

confianza, competencia, logros, maestría, independencia y libertad.

Los pacientes con cáncer suelen ver su autoestima deteriorada en algún

momento o circunstancia del proceso de superación de la enfermedad como

consecuencia de los tratamientos, de sus efectos secundarios, de los cambios

en su imagen corporal, de la incertidumbre ante el futuro, etc. En la sociedad

38
actual, se nos exige ser perfectos: altos, guapos, inteligentes, resolutivos,

responsables, con buen físico… y cuando a una persona le diagnostican una

enfermedad como puede ser el cáncer, la autoestima se tambalea por la

abismal incongruencia entre lo que socialmente se espera de ella y lo que le

deparará la enfermedad de aquí en adelante. El cáncer y los tratamientos

oncológicos recibidos pueden dañar la autoestima de los pacientes en

diferentes sentidos: por los cambios en la imagen corporal (alopecia, aumento

de peso, cicatrices, secuelas de la cirugía, en especial, la mastectomía, etc.),

por los cambios en su independencia y estilo de vida (no poder trabajar o

desempeñar las tareas habituales, no poder realizar deporte, etc.), o por las

consecuencias derivadas de los tratamientos sobre algún órgano o función

determinada (de la fertilidad, el habla, la movilidad, alteraciones en

necesidades básicas, como comer, respirar o defecar, etc.). La presencia de

alguna de estas consecuencias les puede hacer sentir menos valioso, menos

útil o atractivo, generando sentimientos de inseguridad y provocando

aislamiento, menos relaciones sociales, distanciamiento de la pareja y de

familiares, y en definitiva, generando trastornos de gravedad variable. El

aspecto sexual, también se ve muy alterado por el estado de ánimo

vulnerable, así como por las dificultades que se le presentan tras los

tratamientos. En mujeres mastectomizadas, se ha estudiado la relación entre

la baja autoestima y la alteración de la vida sexual: diferentes estudios ponen

de manifiesto que las mujeres mastectomizadas están menos satisfechas con

39
su imagen corporal que las pacientes con cirugía conservadora, aunque estén

en proceso de reconstrucción de la mama, con lo que se puede afirmar que

la mastectomía impacta negativamente en la autoestima de las pacientes,

interfiriendo además en el apoyo percibido, en su vida social y sexual, así

como en su bienestar (Brandberg et al., 2008; González, Rodríguez, Alonso,

de León y Gutiérrez, 2010; Lepore, Glaser y Roberts, 2008; Markopoulos et

al., 2009; Sebastián, Manos, Bueno y Mateos, 2008). Otro grupo de pacientes

que también sufre muy especialmente este tipo de dificultades es el de cáncer

colorrectal, que además de ver interferida su funcionalidad más básica,

alterada su fertilidad y resentida su autoestima, sienten que se altera

gravemente su vida sexual, llegando a tener disfunciones sexuales hasta el

57% de los afectados (da Silva et al., 2008). De nuevo, la mayoría de las

investigaciones incluyen tratamientos psicológicos en los que se trabaja con

los pacientes de cáncer para mejorar su calidad de vida, su autoestima, su

bienestar, etc., concluyendo que es necesario intervenir para ayudarles a

adaptarse mejor a su situación oncológica, trabajando diferentes facetas

psicológicas: emocionales, sociaes, habilidades, etc., en función del tipo de

cáncer que presentan (Bartoces et al., 2009; Lee et al., 2006; Sebastián et al.,

2008).

ESTRÉS
El estrés tiene diferentes definiciones y énfasis, sin embargo, se pueden

encontrar aspectos comunes entre los enfoques y se pueden integran en

40
modelos que expliquen el rol del estrés en la enfermedad. Existe un consenso

en cuanto al proceso del estrés, el cual se define como: demandas del medio

ambiente que exceden la capacidad adaptativa del organismo, resultando en

cambios biológicos y psicológicos que ponen en riesgo la salud de las

personas (Cohen, Kessler & Underwood, 1998).

El estrés se ha estudiado desde diferentes enfoques, a continuación se

presentan dos de los que se manejan en este estudio:

 Enfoque Biológico del Estrés

Dentro de esta perspectiva, W.C. Cannon es el primero en usar el término

estrés de manera sistemática, como una respuesta fisiológica regulatoria del

organismo ante las amenazas. Siguiendo esta línea, Hans Selye aplicó

diferentes tipos de estresores a animales encontrando, ante diversos

desafíos, el mismo patrón de respuesta, al que llamo Síndrome General de

Adaptación, en cual identifica tres estadios. El primero es la reacción de

alarma, en el que el estresor es registrado en el sistema y el organismo da

una respuesta. El segundo es el estadio de resistencia, donde el organismo

produce los cambios metabólicos necesarios para mantener la vida y

compensar una reacción a largo plazo. El estadio final es el de agotamiento

en el que la capacidad para resistir se reduce y produce un agotamiento

(Lovallo, 2005).

41
 Estrés Agudo y Estrés Crónico

Una condición o situación estresante puede generar dos tipos de respuestas

o activación biológica, por lo que de esto se derivan los dos tipos de estrés

que a continuación se explican: el estrés agudo es provocado por una

experiencia de amenaza que genera la respuesta conocida como de "lucha-

huida". En esta respuesta están involucrados el sistema nervioso simpático y

el sistema endocrino. El sistema nervioso simpático estimula la médula

adrenal para la secreción de catecolaminas en las que se incluyen la

adrenalina y noradrenalina.

42
Capitulo III: METODOLOGIA

A. Enfoque de la investigación: Cuantitativo

B. Diseño de la investigación: Observacional

C. Alcance de la investigación: Explicativo

D. Identificación de las variables:

Variable independiente: cáncer de mama

Variable dependiente: impacto psicológico

E. Operacionalización de las variables

Variables Definición Definición Dimensiones Indicadores


teorica operacional
Impacto 1. Nivel a. Miedo
psicologico emocional b. Rabia
c. Tristeza
d. Ansiedad
e. Depresión

2. Nivel a. Creencias
cognitivo b. Ideas
c. pensamientos

3. nivel a. conductas
conductual adaptativas:

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adherencia terapéutica
reconocimiento de la
enfermedad bienestar
fisico
b. conducta
desadaptativa
inconsistncias a seguir el
tratamiento medico
no acudir a las citas
aislamiento
evitar mirarse al espejo
cambio al estilo de ropa
problemas sexuales

Cáncer de A. estadio del Estadios …..


mama cáncer
B. sin cáncer

 Tipo de estudio

 Universo : Mujeres con antecedentes de cáncer de mama que llegan

a la liga contra el cáncer

 Muestra

 Criterios de exclusión de la muestra: pacientes que no desean

colaborar, pacientes que no se pudieran contactar

 Método de recolección de la muestra; entrevista semiestructurada

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