La Implantación de una Estrategia Comercial es la asignación de Acciones
específicas a los miembros adecuados de la empresa (Estructura humana y material) para alcanzar los Objetivos previstos, y su posterior Control. Para poder lograrlo es necesaria una correcta gestión y responsabilidad, para ello la Dirección de la Empresa debe llevar a cabo las siguientes tareas:
Identificar las funciones comerciales a desarrollar por los distintos
niveles y posiciones de la empresa. Dividir las tareas a realizar y asignar las mismas a diferentes personas según sus capacidades, formando al mismo tiempo equipos de trabajo que funcionen de forma coordinada. Establecer el nivel de autoridad y responsabilidad de cada posición de la empresa. Determinar los niveles de supervisión necesarios. Clarificar las relaciones entre las distintas posiciones de la organización comercial de la empresa.
Para una mejor gestión de las estrategias de Marketing, éstas se suelen
clasificar en estrategias destinadas a cuatro aspectos o elementos de una empresa: 1.- Estrategias para el Producto. 2.- Estrategias para el Precio. 3.- Estrategias para la Distribución. 4.- Estrategias para la Promoción o Comunicación.
Para el correcto desarrollo de la Estrategia Comercial debemos tener en
cuenta los siguientes puntos:
Contar con unos Objetivos claros y cuantificables.
Para ello será necesario analizar nuestro público objetivo para que luego, en base a dicho análisis, podamos diseñar Estrategias que se encarguen de satisfacer sus necesidades o deseos, o aprovechar sus características o costumbres. También debemos tener en cuenta la Competencia (por ejemplo, diseñando estrategias que aprovechen sus debilidades, o que se basen en las estrategias que les estén dando buenos resultados). Y otros factores tales como nuestra capacidad y nuestra inversión.
Comunicar los objetivos de la Estrategia Comercial al Equipo de trabajo
encargado de su realización de manera comprensible y simplificada. Definir los roles de autoridad, y las responsabilidades individuales de cada uno de los miembros del equipo de trabajo. Evitar la duplicación de tareas, los conflictos y solapamientos.
En conclusión, toda estrategia comercial debe ser clara y específica, la
organización debe tener claros los fundamentos necesarios para su correcta implantación, y deben realizarse los controles necesarios.