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Esta ley regula la

dirección en la que SEGUNDA LEY DE LA TERMODINÁMICA


deben llevarse a cabo
los procesos
termodinámicos y por lo
tanto, la imposibilidad de que ocurran en el sentido contrario (por ejemplo, que una mancha de tinta
dispersada en el agua pueda volver a concentrase en un pequeño volumen). También establece, en
algunos casos, la imposibilidad de convertir completamente toda la energía de un tipo en otro sin
pérdidas. Conocida como ENTROPÍA, es decir que, para un sistema aislado, no intercambia materia
ni energía con su entorno. entropía de un sistema (cerrado y que no esté en equilibrio), tiende a
incrementarse con el tiempo, hasta alcanzar el equilibrio. La entropía es la energía no aprovechable
para realizar un trabajo. Es decir, una energía que está ahí, pero que no podemos utilizar. Por
ejemplo; cualquier objeto del universo, por el solo hecho de estar a una temperatura superior al cero
absoluto (0 K), tiene una ENERGÍA INTERNA, que se llama CALOR. Pero para aprovechar ese calor,
el objeto debe poder transferirlo a otro. Y para que esto ocurra, ese segundo objeto debe tener menor
temperatura. Por ejemplo: si imaginamos que tenemos una jarra de leche caliente y otra de leche
fría. Si mezclamos ambos líquidos, la leche fría se calentará y la caliente se enfriará, hasta que
tengamos toda la leche a la misma temperatura. Sin embargo, si volvemos a separar la leche en dos
jarras, nunca una se enfriará a costa de la otra (que se calentaría), de forma natural. Al mezclar la
leche de las dos jarras, hemos realizado un proceso irreversible. Si queremos volver a tener una
diferencia de temperatura entre las jarras, necesitaremos una fuente de energía externa, para
bombear el calor de una a la otra.
La Segunda Ley dice que el CALOR fluye de forma natural de los cuerpos de más temperatura, a
los de menos. Y si queremos invertir ese proceso, necesitamos aplicar energía.

MUERTE TERMICA DEL UNIVERSO


La muerte
térmica (también muerte entrópica) es uno de los posibles estados finales del universo, en el
que no hay energía libre para crear y mantener la vida y otros procesos. En términos físicos, el
universo habrá alcanzado la máxima entropía.
TEMPERATURA DEL UNIVERSO (MUERTE DE CALOR VS MIERTE FRIA)
En una "muerte de calor", la temperatura del universo entero es cerca del cero absoluto sin
embargo en "la muerte fría" o "Big Freeze" el universo se convierte simplemente en
demasiado frío para permitir la formación de nuevas estrellas y permitir la vida, aunque su
expansión continúa:
"Sin embargo, desde el punto de vista de los seres humanos vivos, el resultado es
exactamente el mismo"
MUERTE TERMICA DEL UNIVERSO
ORIGEN DE HIPOTESIS
La hipótesis de la muerte térmica se fundamenta en la segunda ley de la termodinámica, que dice que en un sistema aislado,
la entropía tiende a aumentar. Si el universo perdura durante el tiempo suficiente, llegará asintóticamente a un estado en
el que la energía se distribuiría uniformemente y al no haber gradientes de calor ya no sería posible el última de las posibles
formas de transformarla.
La idea fue propuesta inicialmente por William Thomson, Lord Kelvin, quien en 1851 teorizó acerca de las consecuencias
de la pérdida de calor de Sadi Carnot en 1824 y Rudolf Clausius en 1865, pero fue Hermann von Helmholtz quien desarrolló
la idea de la muerte térmica más tarde.
En 1862, William Thomson publicó "Sobre la edad del calor del sol", un artículo donde reafirmó su creencia fundamental en
la indestructibilidad de la energía y la difusión del calor, Thomson escribió:
El resultado sería inevitablemente un estado de descanso y muerte universal, si el universo es finito y está obligado a
obedecer las leyes existentes. Pero es imposible concebir un límite a la extensión de la materia en el universo; y así la ciencia
volvió más bien hacia una progresión sin fin, en un espacio sin fin, aquellas actuaciones que resulten de la transformación
de la energía potencial en movimiento palpable y por lo tanto en calor, en lugar de un único mecanismo finito, funcionaría
como un reloj que parara por siempre.

ENTROPÌA
En termodinámica, la entropía (simbolizada como S) es una magnitud física que para un sistema termodinámico en
equilibrio mide el número de micro estados compatibles con el macro estado de equilibrio, también se puede decir que
mide el grado de organización del sistema, o que es la razón de un incremento entre energía interna frente a un incremento
de temperatura del sistema.
La entropía es una función de estado de carácter extensivo y su valor, en un sistema aislado, crece en el transcurso de un
proceso que se da de forma natural. La entropía describe lo irreversible de los sistemas termodinámicos. La
palabra entropía procede del griego y significa evolución o transformación. Fue Rudolf Clausius quien le dio nombre y la
desarrolló durante la década de 1850;12 y Ludwig Boltzmann, quien encontró en 1877 la manera de expresar
matemáticamente este concepto, desde el punto de vista de la probabilidad

EVOLUCION FUTURA DEL UNIVERSO


Se ha intentado modelizar la evolución futura del Universo en este escenario, detallándose a continuación lo que le espera
a éste en ese posible futuro; es importante tener en cuenta que los eventos y eras que se describen a continuación están
basados en diversos modelos y teorías y tienen una duración solamente aproximadas (y sobre todo que las fechas dadas
están escritas en notación científica, la cual no transmite adecuadamente lo que significan las cantidades aquí
mencionadas). Asimismo, hay que tener en cuenta que descubrimientos o teorías futuras pueden cambiar algunas de los
sucesos aquí descritos, como por ejemplo, la posibilidad de un Big Rip —que se daría mucho antes de que se produjeran
muchos de los fenómenos aquí descritos— o la de que el Universo sufra una transición de fase hacia un vacío verdadero
mediante efecto túnel, interrumpiéndose así de manera súbita su evolución —e incluso la posibilidad de un colapso
futuro—. Dejada ya atrás hace mucho la era de la radiación que tuvo lugar poco después del Big Bang, y en la que la
energía dominó sobre la materia, las diferentes eras por las que pasará el universo son las siguientes:

 Era estelífera
 Era degenerada,
 Era de los agujeros negros
 Era oscura
ERA ESTELIFERICA
Esta era, en la primera parte de la cual nos hallamos, se caracteriza por ser las estrellas los objetos dominantes del Cosmos.
Gran parte de la energía generada en el universo es debida a los procesos nucleares que tienen lugar en su evolución, y sin
duda es la era en la que más fenómenos interesantes ocurrirán. Su inicio fue 1 millón de años después del Big Bang, con la
formación de las primeras estrellas y durará hasta dentro de 100 billones de años (10 14)[cita requerida] en el futuro, cuando
dejen de formarse estrellas, al menos a partir del gas interestelar, y todas ellas se hayan apagado. El futuro en esta era
estará marcado por el progresivo agotamiento del gas interestelar, y con él una progresiva disminución de la formación
estelar, disminuyendo las estrellas que se forman y aumentando la proporción de cadáveres estelares (enanas
blancas, estrellas de neutrones, y agujeros negros). Asimismo, la metalicidad del gas interestelar irá aumentando y ello
tendrá profundas consecuencias en la evolución estelar, disminuyendo por un lado la masa máxima que puede tener una
estrella y permitiendo la existencia de estrellas aún menos masivas que las más ligeras de las existentes actualmente y de
mucha mayor vida, pero por otro disminuyendo significativamente la vida de los astros que se formen por entonces, aunque
aun así, esas estrellas congeladas como han sido llamadas debido a su bajísima temperatura superficial (comparable a la
existente hoy en la superficie terrestre) vivirían mucho más tiempo que las estrellas menos masivas existentes hoy.
Llegará un momento en el que las únicas estrellas de la secuencia principal que queden sean las enanas rojas, astros que
no experimentan la fase de gigante roja. Aun así cerca del final de su lenta evolución estos astros se cree que tienen
luminosidades similares a la del Sol actual, por lo que gracias a ello incluso dentro de un billón de años (10 12) las galaxias
tendrán luminosidades comparables a las actuales, pero posteriormente en primer lugar la muerte de dichas estrellas y
luego la extinción de las enanas blancas hará que las tinieblas las acaben envolviendo y extinguiendo de manera progresiva
e irremediable.
Otros fenómenos de consecuencias mucho más cercanas ocurrirán en esta era. En particular, la Tierra será destruida por la
evolución futura del Sol durante su fase de gigante roja y no escapará a este destino tal y como se proponía. Más o menos
en la misma época en la que ocurrirá esto, es muy probable que Andrómeda y nuestra galaxia colisionen, formando una
galaxia elíptica que ha sido bautizada por algunos autores como Lactó meda, y aunque ello no ocurriera por entonces
eventualmente todo el Grupo Local acabará por condensarse en una única galaxia gigante.
La aceleración de la expansión del Universo tendrá consecuencias muy importantes en el futuro, provocando que el Grupo
Local no sea absorbido por el Cúmulo de Virgo. Sin embargo, la consecuencia más dramática será el aislamiento de las
galaxias y los cúmulos de galaxias formando auténticos "universos isla". El Cúmulo de Virgo dejará de ser visible para
"nosotros" dentro de apenas 1,32×1011 años, pareciendo (al igual que el resto de objetos exteriores a nuestro Grupo Local)
su imagen estar "congelada" en el tiempo y enrojeciendo permanentemente (desplazamiento infinito al rojo, el mismo
fenómeno que apreciaría un observador cercano a un agujero negro en un objeto que cayera en él). Llegará un tiempo —
dentro de 1,26×1012 años, mucho antes de que se apaguen las estrellas— en el que la única galaxia visible será el resultado
de la fusión de todas las galaxias del Grupo Local.
Llegará también un momento (se estima que, dentro de 1011 años, mucho antes del final de la era estelífera) en el que será
prácticamente imposible —si no imposible— determinar el origen del universo. Los pilares básicos que determinan la teoría
del Big Bang (radiación de fondo, existencia de galaxias exteriores a la nuestra en las que se pueda apreciar la expansión del
universo, y la nucleosíntesis primordial) habrán desaparecido, respectivamente debido a la aceleración del universo —que
hará indetectable (o al menos irreconocible) el fondo de radiación cósmica y hará invisible ésas otras galaxias— y a la
evolución estelar que habrá acabado con las abundancias originales de deuterio, con lo que se llegará al fin de la cosmología
como ciencia; si bien observadores hipotéticos que existieran por entonces podrían saber que su "universo isla" tiene una
edad finita y que su fin último es —como se detalla abajo— colapsar en un gran agujero negro, sería muy difícil para ellos
deducir la teoría antes mencionada, o, naturalmente, la existencia de otros objetos como el suyo;1 sin embargo también se
ha sugerido que hipotéticos astrónomos que existieran en ese lejano futuro podrían utilizar estrellas
hiperenlaces expulsadas de Lactó meda para determinar la distribución de masa más allá de su galaxia e incluso mediante
métodos indirectos serían capaces de determinar el modelo cosmológico estándar y por tanto la evolución hasta entonces
del Cosmos.
ERA DEGENERADA
En esta era los objetos dominantes serán los restos densos, inertes, y fríos que durante la era estelífera fueron estrellas
(enanas negras, estrellas de neutrones, y agujeros negros), estimándose que durará entre 1014 años y al menos 1032 años
(dependiendo de cuando se desintegren los protones o si es que se desintegran). Será un universo prácticamente oscuro
para un órgano como el ojo humano, pero aún seguirá radiando en otras longitudes de onda durante mucho tiempo.
La evolución galáctica por entonces estará dominada por la interacción gravitatoria entre dichos objetos y los efectos
causados por ellas como relajación dinámica, disminución de las órbitas debido a la emisión de ondas gravitatorias, y
finalmente aquellos causados por la aproximación de dichos objetos, que provocará por un lado que las galaxias muestren
una distribución de masas cada vez más heterogénea, con una pequeña parte (apenas un 1%) de la masa concentrada en
un volumen cada vez más pequeño en su centro —hasta acabar por formarse un agujero negro gigantesco—, y el resto de
ella dispersa en un amplio volumen de espacio, o incluso expulsada de la galaxia ("evaporación galáctica").
Seguirán formándose estrellas gracias a colisiones estelares, aunque a un ritmo muy lento (aun así, se formarán bastantes
astros gracias a ese sistema, por lo que durante al menos parte de ésta era una galaxia contendrá alrededor de 100
estrellas). Muy de vez en cuando, dos enanas marrones pueden colisionar, formando una nueva estrella; una enana roja
que brillará 25 billones (2,5×1013) de años antes de convertirse en una enana blanca —constituyendo este proceso una
manera de que nazcan estrellas, incluso cuando la formación estelar normal haya cesado mucho antes y que durará
bastante tiempo, formando relativamente muchas estrellas (se ha estimado que durante esta época la galaxia que mucho
antes fue el Grupo Local contendrá alrededor de 100 estrellas que consigan su energía gracias a la fusión del hidrógeno,
nacidas gracias a esas colisiones)—, al igual que dos enanas blancas (mejor dicho, enanas negras) formando una nueva
enana blanca. Otros objetos mucho más exóticos que podrán formarse por este proceso —mediante la colisión de enanas
blancas si se dan las condiciones adecuadas— son estrellas que fusionen helio o carbono en vez de hidrógeno (aunque su
esperanza de vida será mucho menor que una estrella que fusione hidrógeno, respectivamente de unos cientos de millones
de años y de un millón de años) además de supernovas de tipo I si la masa total de las dos estrellas supera el límite de
Chandrasekhar, o incluso un GRB si colisionan dos estrellas de neutrones; en una galaxia oscura y empobrecida estos
fenómenos —ya impresionantes hoy— serán realmente espectaculares.
Esos fenómenos ocurrirán sobre todo en la parte central de las galaxias, e incluso tras la formación del mencionado agujero
negro al destruir y absorber éste el resto de cadáveres estelares cercanos que no se hayan fusionado con él —brillando
como un quasar durante mil millones de años antes de que la oscuridad y el frío vuelvan a envolverlo todo—, y también se
producirán a escala supe galáctica, convirtiendo cada cúmulo de galaxias en un enorme agujero negro formado por la fusión
de aquellos agujeros negros que antes fueron galaxias individuales y rodeado por un halo compuesto por aquellos cuerpos
que han conseguido escapar.
Las interacciones gravitatorias y la contracción orbital debida a la emisión de energía en la forma de ondas gravitatorias ya
mencionadas también acabarán por destruir los sistemas planetarios que puedan existir por aquel entonces, disrumpiendo
sus órbitas y convirtiendo a los planetas en vagabundos sin rumbo a través de la oscuridad, o provocando que acaben por
chocar con los cuerpos que orbitan; parece que únicamente los que orbiten enanas rojas —que no experimentan la fase de
gigante roja—, como por ejemplo los de Gliese 876, son los que sufrirán este último destino.
Asimismo, si la materia oscura presente en los halos galácticos está compuesta por partículas como los WIMPs, dichas
partículas acabarán por desaparecer vía aniquilación debida a colisiones entre ellos o debido a la captura por remanentes
estelares. En este último caso, el efecto será la disminución de la masa de la galaxia —y una consecuente expansión de
ella—, y que dichos remanentes estén más calientes de lo que cabría esperar, con una temperatura de apenas 5 grados
sobre el cero absoluto.
Mucho más adelante, se producirá la desintegración de los protones y por tanto de la materia, un fenómeno predicho por
las Teorías de la Gran Unificación (TGUs). Este fenómeno aún no ha sido observado experimentalmente, pero parece claro
que acabará por producirse tarde o temprano, incluso si las teorías antes mencionadas resultan ser incorrectas; las
estimaciones de la vida media del protón varían entre 1032 y 1041 años en el primer caso y un intervalo mucho mayor en el
segundo, que puede llegar a 10200 años.
En el caso de que las TGUs sean ciertas, el resultado de la desintegración de los protones será la producción de rayos
gamma, y quizás electrones y positrones que consigan sobrevivir a la aniquilación mutua entre ellos al decaer dicha
partícula así como unos pocos neutrinos, e incluso reacciones nucleares —aunque de producción de energía mucho menor
comparada a la desintegración de los protones, ya de por sí bajísima (de apenas del orden de 400 vatios)— (los neutrones
fuera de los núcleos atómicos ó de las estrellas de neutrones son inestables y se desintegran en apenas 15 minutos). Al ir
disminuyendo su masa, las enanas blancas (ya apagadas y convertidas en enanas negras desde hace mucho tiempo atrás)
irán expandiéndose y llegará un momento en el cual sus masas serán insuficientes para seguir estando su materia en estado
degenerado, algo que ocurrirá cuando su masa, radio, y densidad sean comparables a los del planeta Júpiter. Más adelante,
cuando su masa quede reducida a 1021 gramos, esos objetos acabarán por dejar de ser considerados cómo estrellas
eventualmente pasando a ser cuerpos del tamaño de una roca mantenidos por fuerzas de Coulomb —las que mantienen
unidos cuerpos como planetas, etcétera— hasta acabar por desaparecer.
Las estrellas de neutrones evolucionarán de modo similar debido a la presencia de materia ordinaria en su corteza exterior,
perdiendo progresivamente su degeneración y cuando su masa quede reducida a una parecida también a la del planeta
Júpiter sufrirán un reajuste o bien les convertirá en objetos parecidos a las enanas blancas, en adelante siguiendo una
evolución similar a la de dichos cuerpos, o bien provocará que estallen dispersando su materia.
Finalmente, los planetas y otros cuerpos menores sufrirán también una desintegración parecida, descomponiéndose
primero sus átomos constituyentes en elementos cada vez más simples hasta llegar al hidrógeno y luego desapareciendo.
A los 1038 años en el futuro, toda la materia habrá desaparecido y sólo quedarán agujeros negros.
Si las TGUs son incorrectas y el protón no se desintegra cómo éstas predicen, otra vía de que dejara de existir es la formación
de mini agujeros negros por efecto túnel, en cuyo caso la vida media de ésta partícula sería de 1045 años; excepto por ésta
mayor vida media, lo que les sucedería a los diferentes cuerpos celestes en éste caso es el mismo que asumiendo una
desintegración del protón causada por las TGUs.
Eventos futuros si los protones son estables
Ha habido también especulaciones sobre lo que ocurriría si los protones fueran absolutamente estables y no se
desintegraran de los modos antes comentados. El efecto túnel comentado arriba, que hace que no se pueda calcular con
total precisión la posición de un átomo, se encargaría de que dentro de 1065 años los diamantes acabaran reducidos a
esferas, así como de hacer que los sólidos se comportaran como si fueran líquidos (de modo que un pedazo de roca o un
diamante quedaría reducido a una esfera), e incluso provocar reacciones de fusión nuclear (una especie de fusión fría a
temperatura ambiente) —pero extraordinariamente lentas— que harían que dentro de 101500 años prácticamente toda la
materia —excepto las estrellas de neutrones— acabaría convertida en hierro (el elemento más estable dela

naturaleza),después en neutrones, y mucho después —dentro de entre años y años—, casi toda ella
(incluyendo las estrellas de neutrones esta vez) habría colapsado formando agujeros negros; dependiendo de las
estimaciones realizadas lo único que no acabarían bajo esa forma serían desde cuerpos con masa similares a la de un planeta
hasta minúsculas partículas de polvo de hierro, pero tampoco puede descartarse que toda la materia del Universo acabará
convertida en agujeros negros.
ERA DE LOS AGUJEROS NEGROS
Una vez que los protones y los neutrones hayan desaparecido (excepto que la esperanza de vida de los primeros sea de las
mayores predichas por la teoría) o que la materia haya colapsado si el protón es estable, prácticamente los únicos objetos
que quedarán de la época actual en un universo muchísimo más grande, frío, y oscuro que el nuestro serán los agujeros
negros. Ni siquiera ellos son inmortales, y decaerán mediante la emisión de radiación de Hawking. En esta era, poco más
ocurrirá que la emisión de partículas debido a la progresiva "evaporación" de éstos, o la captura por ellos de alguna que
otra partícula extraviada que producirá una emisión de rayos X. Al irse evaporando, la temperatura de los agujeros negros
irá subiendo a la vez que van encogiendo y perdiendo masa, llegando un momento en el que brillarán como estrellas
minúsculas para desaparecer poco después en una potente explosión, aunque según algunas teorías el agujero negro podría
dejar una especie de "residuo" de características desconocidas. Los cálculos muestran que un agujero negro con la masa
del Sol desaparecerá en 1066 años, y uno con la masa de nuestra galaxia habrá dejado de existir dentro de 1099 años, y otros
más masivos en un tiempo superior. La era de los agujeros negros acabará con la desaparición de los últimos y más masivos
de ellos —alrededor de 10100 años en el futuro—. Con ello, desaparecerán del universo los últimos vestigios de lo que antes
fueron estrellas y galaxias.
ERA OSCURA
Los procesos antes mencionados tienen lugar a una escala temporal desafiante para nuestra intuición, pero que no es
nada en comparación con la "muerte eterna" que tendrá por delante tras la desaparición de los agujeros negros el
universo de la era oscura: un lugar inimaginablemente enorme e increíblemente frío —a una temperatura cercana a 0
Kelvin (-273 C)—, vacío —en el que las radiaciones producidas tanto por el Big Bang como por los fenómenos antes
descritos hace ya mucho tiempo habrán desaparecido presas de un enorme desplazamiento al rojo—, oscuro, en
expansión desbocada (si continúa la tendencia actual), y en el que los únicos objetos existentes serán electrones,
positrones, neutrinos, fotones, y quizás algunas partículas exóticas. Un proceso que podrá tener en esta época es la
aniquilación de electrones y positrones, pero que de continuar la expansión acelerada del universo apenas se producirá.
De hacerlo, las partículas implicadas formarán átomos de positronio, orbitándose una alrededor de la otra a distancias
comparables a las del radio actual del universo o incluso mayores, y acercándose en escalas temporales
inimaginablemente largas hasta acabar por colisionar y desaparecer produciendo rayos gamma. Este fenómeno podría
durar indefinidamente —aunque cada vez a menor escala—, por lo que quizás jamás se alcanzará el estado de "muerte
térmica" en el universo y este escenario de oscuridad, vacío, y desolación fuera lo más cercano (y bastante) a ese
concepto, pero también entra dentro de lo posible que el Universo acabe sufriendo un lo que estipula la Teoría del Big
Rip o que sufra una "transición de fase" hacia un vacío verdadero.
Asimismo, es muy probable que la aparente pobreza de procesos físicos en una era tan lejana sea debida al
desconocimiento de las leyes físicas que operan en unas condiciones tan extremas; en una época tan lejana y extrema, las
fluctuaciones cuánticas acabarán por tener dimensiones macroscópicas y dejarán de funcionar las leyes físicas conocidas,
no habiendo manera de saber qué le acabará por ocurrir al Universo en un futuro tan lejano (aunque ha habido algunas
especulaciones como que la radiación no volverá a predominar sobre la materia como ocurrió en los primeros instantes
del universo (en otras palabras, que incluso teniendo en cuenta la aniquilación mutua de los positrones y de los electrones
siempre quedará cierta cantidad de "materia"), e incluso la posibilidad de que regiones del Universo colapsen sobre sí
mismas y se vuelva a las condiciones existentes en la era del Big Bang. El físico Sean Carroll, por ejemplo, ha calculado que
se necesitarán 101056 años para que una de esas fluctuaciones cuánticas genere un "Big Bang" como el que dio origen al
universo.)
EL FONDO COSMICO DE RADIOONDAS EN EL FUTURO LEJANO DEL COSMOS
En la actualidad el fondo cósmico de radioondas, producto del Big Bang, constituye la principal fuente de radiación
electromagnética en el Universo. Se espera que la expansión de éste provocará un desplazamiento al rojo tan elevado en
él que el fondo cósmico de radioondas acabará por ser indetectable, siendo reemplazado poco a poco por el producido
por el brillo de las estrellas. Dentro de aproximadamente 1016 años, éste también acabará por ser indetectable debido a
un desplazamiento al rojo creciente, siendo sustituido por el producido por los procesos de desintegración de la materia
oscura mencionados arriba —si se dan—. Pasados aproximadamente 1030 años, dicha radiación también caerá víctima del
desplazamiento al rojo causado por la expansión cósmica y será reemplazado por el producido por la desintegración de
los protones. Mucho después, dentro de quizás 1060 años, éste también desaparecerá del mismo modo y el provocado
por la evaporación de los agujeros negros será el que predomine.
VIDA EN EL FUTURO DEL UNIVERSO
Sin entrar en las especulaciones realizadas por los autores de ciencia ficción (por ejemplo, Isaac Asimov en su relato La
última pregunta) ó las ideas altamente especulativas que hablan de crear "universos bebé" a partir de fenómenos
como agujeros de gusano, algunos científicos como Freeman Dyson han especulado con el tipo de vida que podría existir
en un futuro tan remoto como el descrito aquí (véase: inteligencia eterna de Dyson). No cabe duda de que mientras
existan estrellas, las formas de vida que pudieran existir no serían muy distintas a la vida existente actualmente —en el
sentido de estar basadas en el carbono y conseguir su energía gracias a reacciones químicas—, pero los seres que existan
en los lejanísimos futuros aquí descritos van a tener que enfrentarse a dos crisis: la desaparición de los cuerpos radiantes
(estrellas), y sobre todo la desintegración de la materia.
Para afrontar la primera crisis se ha sugerido que una civilización muy avanzada podría "pastorear" nubes de gas
interestelar, controlándola para que formara estrellas tal y como ellos desearan, e incluso llegar a controlar las órbitas de
las estrellas alrededor del centro galáctico creando acumulaciones de cuerpos que utilizar posteriormente en provecho
propio. Una sugerencia que se ha hecho es conseguir que por ejemplo dos agujeros negros colisionaran entre sí y
aprovechar tanto la energía desprendida en dicha fusión como posteriormente de su propia rotación, o la desprendida al
lanzar objetos en la órbita adecuada —incluyendo aprovechar de este modo, quizás junto a otras civilizaciones muy
avanzadas, la energía del gran agujero negro en el que quedaría convertida la galaxia—. De realizarse esto, llegaría un
momento en el que la naturaleza estaría "tecnificada" y sería imposible distinguir lo natural de lo artificial; esto es algo
que en teoría puede realizarse al no entrar en conflicto con las leyes físicas conocidas; lo único que se necesita es tiempo,
y en el futuro de un universo abierto lo habrá de sobra.
Para superar la segunda crisis, dichos seres deberían ser radicalmente distintos a las actuales, probablemente en la forma
de entes enormes, muy poco densos —seguramente hechos de electrones y/o positrones—, y capaces de aprovechar los
escasísimos recursos existentes, por ejemplo estando activos entre períodos cada vez más largos de hibernación y así
indefinidamente —de modo que en cierto modo se alcanzaría la inmortalidad, ya que se ha estimado que una civilización
con la complejidad de la nuestra gastaría con este sistema en toda la eternidad la energía que el Sol desprende en apenas
unas horas—. Sin embargo, recientes investigaciones demuestran que ello no es posible y que cualquier ser de ese tipo
tendría una vida finita, ya que por un lado, la aceleración del universo antes mencionada mantendría cada vez más
alejados a esos seres y les impediría mantener comunicación entre ellos, y por otro no sólo el hecho de que el universo
acabará por alcanzar una temperatura mínima haría que terminara por serles imposible disipar el calor producido por
ellos, sino que los "despertadores" que puedan utilizar para salir de dicha hibernación tarde o temprano acabarían por
fallar debido a efectos cuánticos y con ellos el ser que los utiliza no podría volver a despertar. Además, la temperatura del
Universo acabaría por alcanzar como se ha dicho arriba 10-29 Kelvin y no bajaría más, dando numerosos problemas a tales
seres a la hora de deshacerse del calor producido en sus procesos metabólicos.
Una opción que también existe es la posibilidad de que puedan existir sistemas físicos capaces de procesar información
sin gastar energía (por ahora, totalmente hipotéticos), y que no estarían sujetos a los problemas mencionados arriba. Sin
embargo, es muy probable que un hipotético ser hecho de esa manera no pudiera interaccionar con el universo que le
rodea, incluyendo recabar información de él —ya que ello supone gastar energía—, por lo que es muy probable que
estuviera limitado a vivir y como mucho procesar (="soñar") una y otra vez sus recuerdos sin poder borrarlos (ya que ello
requiere también usar energía), y sin tener percepciones del universo a su alrededor; de hecho, algunos autores dudan de
que a tal tipo de existencia se le pudiera llamar "vida".

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