Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LENGUA Y LITERATURA
HISTORIA DE LA LENGUA
La evolución de la lengua
Española en América
El siguiente trabajo tiene por objeto comentar y reflexionar sobre un punto muy
interesante de la conquista de América por parte de los españoles. La difusión del
castellano, ya que éstos, no sólo trajeron su sed de aventuras, riquezas y de un mejor
porvenir, sino que acarrearon con ellos su lengua, por consiguiente: Su cultura,
costumbres y visión de mundo.
El tema que nos atañe es más específico todavía ¿qué pasó en América con esta lengua
trasplantada? ¿Es copia del español de la Península Ibérica? ¿El nuevo continente posee
un español propio? y si es así, ¿se puede considerar al español de América cómo un
bloque único? O ¿admite zonificaciones?
Lo que podemos decir, en primer lugar, es que el español de los adelantados también
estaba en vías de consolidarse como lengua, aunque la castellanización había empezado
hacia siglos, aún había rezagos de los demás dialectos (leonés, aragonés o andaluz)
pues, entre los s.XV y s. VXI la lengua española o Castellana se encontraba en proceso
de consolidación .Rivarola afirma al respecto que: “ Si bien la Península había alcanzado
una relativa unidad sobre la base de la expansión del castellano, éste no había sido inmune
a diferenciaciones internas y su contacto con variedades hermanas”.(Rivarola; 1990, 800)
A los estudiosos del Castellano nunca se les escapó el dato que los primeros españoles
que llegaron al nuevo continente provenían de la región de Andalucía y que su español
poseía características particulares:” seseo, aspiraciones, sistema clítico etimológico,
neutralización en la segunda persona del plural a favor de ustedes, léxico específico”
(Rivarola; 1990; 803) es así, que las costas e islas de Centroamérica tienen como primer
dialecto al castellano-andaluz. Luego en las tierras continentales se expandieron más
variedades, pues, los españoles provenían de Toledo, Cáceres y Valladolid, exponentes
de la modalidad centro-norteña. Sin embargo, en la actualidad, los estudiosos coinciden
con la amplia influencia del andalucismo en América puesto que, si se quiere hablar de
un bloque lingüístico que aúne a toda América para dar un carácter identitario del español
en este continente, seria justamente: el Andaluz-español. Sin embargo, a pesar de ciertas
fenómenos ya aludidos y diseminados por toda América, de esta variedad, lo cierto es que
no se puede pensar de un bloque único, sería simplificar el fenómeno lingüístico dado en
América. Es más, muchos especialistas que estudiaron el tema han querido realizar una
especie de zonificación del español tomando en cuenta las peculiaridades que se habían
manifestado en ciertas partes del continente con el sustrato producido por el contacto de
las lenguas indígenas más significativas del territorio americano.
En afán de clasificar hubo muchos puntos de vista para establecer categorías de estudio
para clarificar qué sucedió con el español hablado en América. Algunos expertos adhieren
a las hipótesis de homogeneidad y heterogeneidad; la primera, considera al español
americano como algo homogéneo. Zamora Vicente defiende esta teoría explicando que
hay homogeneidad en los niveles cultos y que la heterogeneidad se produjo en los niveles
bajos de la población que, de alguna manera, conjeturo yo, “deformaron” el idioma,
argumenta también que los fenómenos fonéticos se repiten en todo el continente. Estos
planteos poseen falencias ya que solo toman algunos ítems de la problemática como, por
ejemplo: la condición social de los hablantes, sin profundizan en otros otros factores.
Otros piensan que hay diversidad y variedad dialectal o sea heterogeneidad, por lo tanto,
se puede fijar zonas dialectales. Tratando de conciliar ambas teorías; los estudiosos
afirman que el español hablado en América posee una estructura interna única, es decir,
todas estas variedades provienen del español, pero tienen diferencias externas, estas
diferencias podrían ser explicadas como resultado de la aplicación de reglas o
transformaciones diferentes.
Entre las diversas propuestas que los expertos señalan para realizar una zonificación,
está la que postula la clasificación por sustrato indígena: Se entiende por sustrato
indígena, en este caso, “al (posible) influjo que las diversas lenguas amerindias pudieran
ejercer sobre el español de cada una de las zonas americanas en las que el contacto del
español con una lengua amerindia ha sido secular(Juan Sánchez Menéndez, 2002, 155)
Es decir, que el sustrato se utiliza como una categoría de clasificación para sectorizar
según la lengua indígena predominante en la zona( guaraní, la región Rioplatense ;el
Náhuatl en el Caribe; quechua en la parte andina; el araucano en Chile; tal influencia,
¿podría explicar las variedades que surgieron del español en América? la verdad es que
no del todo, las lenguas en contacto no produjeron la indigenización del español, de
hecho, los dialectos indígenas tuvieron solo mayor injerencia en lo fonético y
principalmente en lo léxico(préstamos) ya que hubo que incorporar nuevas palabras
(especialmente en lo referido a la flora y la fauna ) a la nueva realidad que se vivía en
los nuevos territorios. Voces como, por ejemplo: cacao palabra en su etimología viene
del dialecto nahuatl “cacáhuatl” que quiere decir cocoa otro nombre común de este
arbusto son préstamos se añade al español para nominar una entidad que no se conocía
en España, pero si pertenece a la vida cotidiana de América y al lenguaje indígena.
Aunque el nivel léxico fue donde mayormente se pueden ver las contribuciones
indígenas al español, esto no implica que el castellano se indigenizò, sino que, al
contrario, se expandió y enriqueció con las nuevas denominaciones para nombrar las
realidades de estas tierras.
En los primeros años de la conquista y en la época colonial predomino el bilingüismo
pues era indispensable la comunicación con los indígenas.
A través de los años se fue manifestando una expansión en todo el nuevo continente, en
detrimento de los dialectos indígenas preexistentes, es decir, en cierta medida se produjo
un fenómeno de sustitución. Según Claude Hagege, la sustitución sucede cuando “una
lengua llega del exterior sustituye a otra, precedentemente atestiguada en un grupo
humano, cuando ésta última, después de haber coexistido durante un periodo muy
variable con la lengua nueva, termina por absorberse en ella, se trata fusión creciente, al
término de ella, ni las palabras de la lengua de origen se mantienen en el uso general y no
sobreviven, en el mejor de los casos, más que en una escasa minoría de usos.” Eso sucedió
con los dialectos autóctonos de América, muchos de los mismos, desaparecieron como el
Charrúa en la zona de lo que se conoce hoy como Uruguay, murieron. Según el autor
mencionado “…se puede decir que una lengua se extingue cuando ya no hay hablantes
nativos utilizadores que la aprendan desde el principio de su vida en el medio familiar y
social, y a lo que este aprendizaje confiere que se puede llamar competencias nativas.”
Sin embargo, no todo está perdido para los dialectos americanos muchos de ellos tienen
miles de hablantes que persisten en el bilingüismo; dialectos como el Aimara o el Guaraní,
lejos de la extinción, conviven con el español y son parte del mosaico lingüístico
americano.
Palacios A. García A.I. (Edis) Sánchez Méndez (2002), El indigenismo americano III
“De nuevo sobre la influencia del sustrato indígena en la historia del español de
América: el caso del mundo andino”, Actas del III Congreso Internacional sobre
Indigenismo Americano, Anexo número XLVIII de Cuadernos de filología, Valencia,
Universitat de València
Rivarola, J. L. (2004) La difusión del español en el nuevo mundo, Cano R. (dir.): Historia
de la Lengua española, Barcelona, España.