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Punto de partida

Está bastante extendido el hábito de la respiración bucal entre los niños, los especialistas en
este campo podrían señalar multitud de consecuencias, yo voy a mencionar algunas de las
que se aprecian más comúnmente en el colegio: permanecen durante demasiado tiempo con
una alimentación blanda a base de biberones y papillas, mantienen más tiempo del que sería
conveniente el chupete, necesitan mantener algo en la boca…

Voy a explicar, escuetamente, cómo enfoco este proceso.

 Empiezo colocando a los niños frente al espejo para que tomen conciencia de su nariz,
labios (soplar para arriba/ abajo, para la izquierda/derecha), lengua (tensión/
distensión, lengua plana/en punta, tocando la comisura derecha/izquierda), mejillas
(inflado / desinflado, inflado de la mejilla derecha/izquierda), mandíbula (tensión/
distensión), etc. Hago especial hincapié en el trabajo con las aletas de la nariz. Para
alumnos que presentan dificultades para conseguir abrir las aletas de la nariz, les
propongo abrir mucho los ojos y, a la vez, abrir las aletas. Otras veces simplemente
las abren cogiéndolas con los dedos.
 Posteriormente, pasamos a observar en los otros niños todo lo que hemos observado
en nosotros mismos.

Respiración abdominal o diafragmática


Trabajamos los dos tiempos de la respiración: inspiración y espiración. En posición decúbito
dorsal y con los brazos estirados a lo largo del cuerpo y las piernas estiradas: iniciamos la
inspiración / descansamos / expulsamos el aire. Con las manos encima del vientre,
comprobamos como éste y sus manos se mueven hacia arriba cuando “cogemos” aire y se
baja cuando lo expulsamos.

Después hacemos lo mismo de pie, sentados, etc.

En definitiva, inspiramos con lentitud por la nariz, llevamos el aire a los pulmones llenándolos
y, posteriormente, lo expulsamos por la boca. Mediante este tipo de respiración, se consigue
una buena oxigenación de todo el cuerpo, se contribuye a la relajación global, liberamos
ansiedad, etc.

Respiración nasal
Experimentamos cómo con la boca cerrada podemos inspirar y expulsar el aire por la nariz
muy suavemente (podemos ayudarnos con movimientos de las manos). Si respiramos de esta
manera, y colocamos un espejo debajo de la nariz, pueden comprobar cómo éste se
empaña.La respiración nasal es la más adecuada, la que oxigena mejor todo el organismo y
como consecuencia de ello crea una situación de relajación y favorece la concentración
necesaria para llevar a cabo todas las actividades que se realizan tanto dentro como fuera del
colegio. Existen multitud de libros que tratan este tema.

“La inspiración será nasal, profunda y regular, no debe ser entrecortada, sino realizada
en un solo movimiento, llenando en primer término la base de los pulmones y haciendo
descender el diafragma. No se deben realizar inspiraciones violentas. El aire será retenido
en los pulmones unos segundos y se espirará nasalmente, salvo en casos en que indiquemos
la respiración bucal, permitiendo que el diafragma vuelva lentamente a su posición
primaria”

SOS ABAD, A. SOS LANSAC, M.: Logopedia práctica. Editorial Escuela Española.
S.A. Madrid. 1999

Respiración bucal
Hacemos el ejercicio contrario, tapamos la nariz e inspiramos y espiramos por la boca. Este
modo de respiración lo observamos a menudo en el colegio, por ejemplo, cuando los niños
acaban una carrera. Al respirar habitualmente por la boca, tienen más posibilidades de
acatarrarse o coger otro tipo de infecciones porque el aire que inspiramos no sufre el proceso
de “limpieza” que ocurre cuando se respira a través de la nariz. Por otro lado, todas las
maestras de Audición y Lenguaje hemos observado el paladar ojival, problemas con los
dientes… en niños que respiran por la boca.

Respiración rinobucal
Inspiramos el aire por la nariz y espiramos por la boca o por la nariz. Evidentemente es la
respiración que utilizamos para comunicarnos, para hablar.

“…los mecanismos respiratorios que el sujeto genera en el primer año de vida, han de ser
objeto de atención especialmente en la escuela desde los 2 a los 8 años. Por tanto, los
educadores infantiles, los maestros y maestras, y los que se dedican a los primeros cursos de
educación primaria: 1º, 2º y 3º, han de conocer y desarrollar en sus programas de lenguaje
oral esta primera función, si desean acercarse al mundo del conocimiento infantil” afirma
María Dolores Rius Estrada en su gran obra citada al principio.

ONANCIA La resonancia es un fenómeno físico que consiste en el refuerzo de determinadas


frecuencias del espectro de un sonido y la amortiguación de otras. Se trata de agregar
armónicos al tono fundamental laríngeo, consiguiendo así un sonido pleno y amplificado. El
sistema resonancial, formado por la laringofaringe, la boca y la nariz, debe trabajar
adecuadamente sin un exceso de energía en ninguna de sus partes. Cuando es así y hay
equilibrio entre ellas, el resultado es una voz de cualidad difusa; en cambio, el uso excesivo de
una de estas regiones genera un desequilibrio en el sistema. (Cobeta, Núñez, Fernández,
EJERCICIOS: 1) Experimentar con resonadores nasales: Para extender la
sensación de zumbido a sonidos no nasales, ensaye la pronunciación de algunas
palabras cargadas de sonidos nasales y eleve y extienda el zumbido a través de
sonidos de vocales, realizar con las siguientes palabras: maná
(mmmmmmaaaannnnáááááá), mína, maní, nína y ñame. Además puede combinar
varias palabras formando frases, para tener una sensación de resonancia continua
durante el habla: mamá me voy, mi nombre es mary y ¿no notas nada?

2) Ejercicios preparatorios para la musculatura de la cavidad resonancial: • Pegar la


lengua al paladar como una ventosa y, sin despegarla, abrir la boca y estirar,
manteniendo unos segundos y dejarla caer.

• Pegar la lengua al paladar como una ventosa presionando unos segundos


fuertemente y aflojar. Emitir sílabas como bla/la/pla/fla/.

• Tomar aire en la boca inflando bien las mejillas, aguantar unos segundos y
desinflar de golpe dejando caer la mandíbula relajada, con la punta de la lengua
detrás de los incisivos inferiores. • Bostezos para elevar el velo del paladar y bajar
la laringe, con lo cual se amplía al máximo la cavidad de resonancia.

• Emitir consonantes nasales /m/, /n/ y lateral /l/ de forma aislada

. • Emitir la consonante /n/ y luego de pasa a una vocal /a/, manteniendo unos
segundos ambas emisiones

. • Emitir consonantes posteriores /k/, /g/ para sensibilizar la zona orofaríngea

. • Inspirar por la boca con los labios en posición de /u/, abriendo la orofarínge, y
espirar manteniendo la posición baja de la laringe.
PROYECCIÓN Proyectar la voz quiere decir que tu voz pueda oírse de forma clara,
que sea fácil de entender las palabras que estás diciendo, que el sonido natural de
la voz no se vea alterado en ningún sentido, tanto a volumen bajo como a volumen
alto, todo esto manteniendo una producción vocal sana, libre de tensiones.
(Campaña, 2013).

EJERCICIOS: 1. Flexión de tronco y proyección: Dejar el cuerpo relajado con los


brazos a los costados del cuerpo, la cabeza hacia abajo y el tronco flexionado.
Partiendo de esa posición, comenzar la emisión de una vocal e ir buscando la
postura en posición de pie llevando los brazos hacia arriba mientras el sonido se
hace sostenido y se ubica en los resonadores mientras se proyecta (Habbaby,
2006). 2. Voz fuerte: a) Mueva los hombros hacia arriba y déjelos caer, haga esto
de manera continua mientras emite la vocal “a” sostenida. Repita tres veces.

b) Mueva los hombros hacia arriba y abajo mientras recita un poema. Alargue todos
los sonidos. Respire varias veces siempre que lo necesite.

c) Salte en el lugar para dejar el cuerpo elástico a la vez que dice fuerte y extendida
la vocal “a”. Repita tres veces. d) Salte en el lugar mientras recita la primera línea
de un poema. Extienda el sonido. e) Corra ligero en el lugar y recite todo el poema;
al correr permita proyectar la voz. Note la falta de control de los niveles de los ruidos.
Respire todas las veces que necesite (Menaldi, 2002).

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