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Los volcanes

Los volcanes son estructuras geológicas en forma de montaña por las cuales el magma, roca
fundida del interior del planeta Tierra, es expulsado en forma de erupción a temperatura muy
elevada. Cuando una de estas formaciones geológicas entra en erupción, o bien cada poco tiempo
erupciona, es considerado un volcán activo, en cambio uno que nunca haya tenido una erupción, o
bien tras muchos años sin actividad, es llamado volcán inactivo. En nuestro planeta existen
muchas estructuras geológicas de este tipo y, debido al movimiento de las placas tectónicas, la
mayoría se encuentran en las costas del océano Pacífico, desde América hasta Asia y Oceanía,
abarcando 21 países que se encuentran en la zona conocida como el anillo de fuego.
Partes externas de un volcán
Para conocer las partes de un volcán debemos comenzar por las externas, que son aquellas que se
encuentran en la superficie de la corteza terrestre, es decir, en el exterior. Algunas de estas partes
solo son visibles en cuando hay actividad, por esto, para tener el máximo de información sobre
cómo se componen estas masas geológicas, explicaremos las partes externas de un volcán en
erupción:
Cono volcánico: es una montaña que tiene forma cónica o forma de cono que ha ido formándose
con el paso del tiempo con materiales como rocas sedimentarias, piroclastos, lava y cenizas
solidificadas. Es amplio en la base y se va estrechando conforme se acerca a la parte superior en la
que tiene el cráter. Podemos decir que este cono es la estructura y la forma básicas de esta
estructura geológica.
Cráter: es la abertura que hay en la parte superior del cono, el orificio por el que son expulsados
los gases, el humo, la ceniza, la lava y otros materiales que expulsa un volcán, es decir, es la boca
del volcán por la que sale el magma al exterior. Normalmente, un cráter mide varios kilómetros de
diámetro y puede ser de forma circular u ovalada.
La columna eruptiva: es la columna de humo, gases y lava que sale directamente del cráter
verticalmente y con mucha energía debido a la explosión.
La explosión volcánica de materiales piroclásticos: es la nube de la explosión compuesta por la
lava, los gases y otros minerales. Debido a la energía de esta explosión salen despedidos por el
cráter hacia el exterior, pasando a formar parte de las nuevas capas del cono principal cuando se
enfrían.
Lava: está conformada por diversos minerales fundidos a una temperatura muy elevada, es el
magma en el momento que sale al exterior. Hasta que se enfría destruye el entorno del volcán
debido a la elevada temperatura y, cuando finalmente se enfría, pasa a formar parte del cono.
Fumarolas: emisiones de gas derivados de la lava cuando todavía se encuentra a temperaturas
elevadas.
Rocas sedimentarias: son el material de la corteza terrestre que conforma el volcán en el exterior,
junto a las cuales se van uniendo los distintos piroclastos que salen en las explosiones y que
aumentan la superficie de esta formación geológica.
Solfataras: forman parte de las emisiones de la explosión y están formadas por ácido sulfhídrico y
vapor de agua.
Mofetas o fumarolas frías: son fumarolas que expulsan dióxido de carbono y que tienen una
temperatura muy por debajo del resto de partes de esta estructura geológica.
Géisers: volcanes de tamaño reducido que se encuentran en distintos puntos de la base del cono
principal y que solo expulsan vapor de agua a temperaturas muy elevadas.
Partes internas de un volcán
las partes internas de esta estructura geológica, que son aquellas que se encuentran debajo de la
superficie terrestre. Como es importante conocer todos los componentes de estas formaciones
geológicas que conectan el interior del planeta con la superficie, vamos a explicar detalladamente
cuáles son las partes internas de un volcán en erupción:
Movimiento de las placas tectónicas: aunque no es en sí una parte de un volcán, debemos
mencionar una de las causas por la cual se puede dar una erupción. Las placas tectónicas que
conforman nuestro planeta están en movimiento constante, cuando hay movimiento muy fuertes
son conocidos como movimientos sísmicos que a veces podemos notar y que llamamos
terremotos. Estos movimientos de las placas cuando se producen en zonas volcánicas suelen
provocar que el magma salga al interior. También, muchas veces este movimiento ha sido
provocado porque el magma, debido a las reacciones de los gases que contiene, busca salir a la
superficie.
Cámara magmática: es la parte interna de la Tierra que contiene el magma y que está en conexión
con la superficie a través de los volcanes.
Magma: material interno de la Tierra que está compuesto por minerales fundidos a elevadas
temperaturas. Cuando se dan ciertas reacciones en los gases que produce el magma al
encontrarse a temperatura muy alta constantemente, este sale a la superficie.
Chimenea volcánica: es la conexión que hay entre la cámara magmática y el exterior, por lo que se
trata de la columna interna por la que circula el magma cuando necesita salir a la superficie.
Fisuras eruptivas: a veces el magma no sale a la superficie por la chimenea, sino que lo hace por
algunas fisuras laterales en el cono, derramándose la lava por los costados.
Gases y materiales piroclásticos: los piroclastos, el gas, el humo y todos los materiales que
conforman el magma en el momento de circular por la chimenea, antes de ser expulsados y
convertirse en lo que se conoce como lava.
Capas de ceniza y lava solidificadas: son las distintas capas que componen el interior del cono, por
lo que también se conocen como cono volcánico secundario. Se trata de todos los materiales que
expulsa un volcán en ocasiones anteriores y que, al enfriarse, han ido formando el cono.
Coladas lávicas: cuerpos de magma que tienen poca continuidad lateral por lo que llegan a
recorrer poca distancia. Esta lava, cuando consigue salir a la superficie, se solidifica formando
obsidianas, basaltos y riolitas.

Cómo se forman los volcanes


Los volcanes son formaciones geológicas, normalmente cónicas, en la superficie de la corteza
terrestre y que conectan con las capas más profundas de la corteza hasta el interior de la Tierra,
donde se encuentra el magma. Además, existen diversos tipos de volcanes, como los volcanes de
escudo o los estratovolcanes entre otros.
Normalmente, los volcanes pueden formarse de tres formas distintas según el punto de la corteza
en el que se crean:
Los volcanes de las fronteras divergentes: se trata de los que se forman en las partes en las que
dos placas se separan. Son más habituales en la corteza oceánica. Es un punto en el que el magma
tiene fácil salida para comenzar a crear un volcán.
Los volcanes de las fronteras de convergencia: punto en el que dos placas se juntan al moverse.
Cuando esto sucede una de las placas se desplaza debajo de la otra, proceso conocido como
subducción. Esto hace que el magma pueda ascender fácilmente por esta zona aunque,
normalmente, lo que sucede es que la placa que subduce desciende tanto hacia el manto que
acaba deshidratándose y fundiéndose, formándose así el magma que saldrá por las fisuras de ese
punto y formará un volcán.
Los volcanes en los puntos calientes: son los puntos de la corteza en los que el magma asciende
desde distintas vetas que provienen del manto y, debido a la presión que ejerce, mueve las placas
formando un volcán.
El proceso de formación de los volcanes es complejo y, habitualmente, sigue estos pasos:
Se forma el magma en el interior de la Tierra a temperaturas muy elevadas
Asciende hacia la parte superior de la corteza
Se produce su emisión a través de fisuras en la corteza
Se acumulan los materiales que conforman el magma en la superficie de la corteza que, con el
paso del tiempo y diversas erupciones, van creando el cono volcánico

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