LA LIBERTAD SINDICAL EN EL DECRETO SUPREMO N° 010-2003-TR, TUO
DE LA LEY DE RELACIONES COLECTIVAS DE TRABAJO Y SU REGLAMENTO EL DECRETO SUPREMO N° 011-92-TR 3.1. ANTECEDENTES: Mediante Decreto Ley Nº 25593, se dictó la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, la cual regula la libertad sindical, la negociación colectiva y la huelga, derechos consagrados en el artículo 28 de la Constitución Política del Estado. Mediante Ley Nº 27912, se han modificado diversos artículos del Decreto Ley Nº 25993 - Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, facultándose al Poder Ejecutivo a publicar a través de Decreto Supremo, el Texto Único Ordenado correspondiente; Es necesario contar con un único texto que contenga de modo integral la regulación referida a la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo; Basados en conformidad con el artículo 118 inciso 8, de la Constitución Política del Perú, y el artículo 3 inciso 2 del Decreto Legislativo Nº 560. 3.2. TUO de la ley de relaciones colectivas: El texto único ordenado de la ley de relaciones colectivas consta de cinco Títulos, ochenta y seis artículos y tres Disposiciones Transitorias – Finales. 3.3. CAMPO DE APLICACIÓN: La presente norma se aplica a los trabajadores sujetos al régimen laboral de la actividad privada que prestan servicios para empleadores privados. Los trabajadores de entidades del Estado y de empresas pertenecientes al ámbito de la Actividad Empresarial del Estado, sujetos al régimen de la actividad privada, quedan comprendidos en las normas contenidas en el presente Texto Único Ordenado en cuanto estas últimas no se opongan a normas específicas que limiten los beneficios en él previstos. 3.4. DERECHO A LA SINDICALIZACIÓN SIN AUTORIZACIÓN PREVIA: El Estado reconoce a los trabajadores el derecho a la sindicación, sin autorización previa, para el estudio, desarrollo, protección y defensa de sus derechos e intereses y el mejoramiento social, económico y moral de sus miembros. 3.4.1. La libertad de afiliación sindical: La afiliación es libre y voluntaria. No puede condicionarse el empleo de un trabajador a la afiliación, no afiliación o desafiliación, obligársele a formar parte de un sindicato, ni impedírsele hacerlo. 3.4.2. Autonomía sindical: El Estado, los empleadores y los representantes de uno y otros deberán abstenerse de toda clase de actos que tiendan a coactar, restringir o menoscabar, en cualquier forma, el derecho de sindicalización de los trabajadores, y de intervenir en modo alguno en la creación, administración o sostenimiento de las organizaciones sindicales que éstos constituyen. 3.4.3. Clases de sindicato: Los sindicatos pueden ser: a) De empresa, formados por trabajadores de diversas profesiones, oficios o especialidades, que presten servicios para un mismo empleador. b) De actividad, formados por trabajadores de profesiones, especialidades u oficios diversos de dos (2) o más empresas de la misma rama de actividad. c) De gremio, formados por trabajadores de diversas empresas que desempeñan un mismo oficio, profesión o especialidad. d) De oficios varios, formados por trabajadores de diversas profesiones, oficios o especialidades que trabajen en empresas diversas o de distinta actividad, cuando en determinado lugar, provincia o región el número de trabajadores no alcance el mínimo legal necesario para constituir sindicatos de otro tipo. 3.4.4. Libertad sindical negativa: Consiste en el derecho de los trabajadores a no incorporarse a una organización sindical o a no permanecer en aquella de la que formen parte, bastando para ello su voluntad en cualquiera de los dos sentidos y sin que su decisión les pueda acarrear represalia alguna. Este derecho no se encuentra consagrado expresamente en nuestra Constitución, ni lo encontramos establecido en los Convenios de la OIT, solo lo encontramos en el TUO DE LA LEY DE RELACIONES COLECTIVAS DE TRABAJO, en términos generales la afiliación es libre y voluntaria. No puede condicionarse el empleo de un trabajador a la afiliación, no afiliación o desafiliación, obligársele a formar parte de un sindicato, ni impedírsele hacerlo, así mismo se señala que todo miembro de un sindicato puede renunciar en cualquier momento, sin perjuicio de la obligación de pagar las cuotas vencidas o rendir cuentas si manejó fondos sindicales. La renuncia surte sus efectos, sin necesidad de aceptación, desde el momento en que es presentada. La renuncia debe ser comunicada al empleador dentro de los cinco días hábiles de formulada. Concordante con ello, el Código Penal establece en su artículo 168.1 que «será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años el que obliga a otro, mediante violencia o amenaza, a realizar cualquiera de los actos siguientes: 1) integrar o no un sindicato. Con ello, se proscribe claramente en nuestro ordenamiento jurídico que cualquier mecanismo dirigido a obligar o imponer la sindicación de manera directa (establecimiento de la sindicación obligatoria o automática por el Estado) o indirecta (principalmente a través de las cláusulas sindicales). Si bien respecto de los primeros no existe duda alguna de su carácter vulnerador de la libertad sindical negativa (por ser injerencias estatales heterónomas), en relación con las segundas, que son generalmente estipulaciones de los convenios colectivos dirigidas al favorecimiento de la sindicación, no hay una respuesta ni única ni unívoca. 3.4.5. Impedimentos legales a las organizaciones sindicales: Dentro de los impedimentos legales a las organizaciones sindicales establecidos en el TUO de la Ley de relaciones colectivas de trabajo tenemos a las siguientes: a) Dedicarse institucionalmente de manera exclusiva a asuntos de política partidaria, sin menoscabo de las libertades que la Constitución Política y los Convenios Internacionales de la OIT ratificados por el Perú les reconocen. b) Coaccionar directa o indirectamente a los trabajadores a ingresar o retirarse de la organización sindical, salvo los casos de expulsión por causales previstas en el estatuto, debidamente comprobadas. c) Aplicar fondos o bienes sociales a fines diversos de los que constituyen el objeto de la organización sindical o que no hayan sido debidamente autorizados en la forma prevista por la ley o por el estatuto. d) Distribuir directa o indirectamente rentas o bienes del patrimonio sindical. e) Realizar o estimular actividades contrarias a la ley o al orden público. 3.4.6. Ejercicio de la autonomía sindical por las organizaciones sindicales: La autonomía es el estado o condición de un grupo social que goza de independencia, sin estar sujeto a otras normas que las dictadas para él y por él, esto es referencia a los sindicados, el derecho a gobernarse normativa y ejecutivamente sin intervención ni interferencia del estado, de los empleadores o de cualesquiera otras personas o instituciones. El sindicato no puede exigir que se le reconozca como ente soberano, sino como solamente entidad autónoma, porque la asociación profesional, si bien es autónoma en su régimen interior, está encuadrado en el orden jurídico estatal. Expresado en otras palabras el límite de la autonomía de la asociación profesional está en los derechos de los hombres y de los restantes grupos sociales, derechos cuya vigencia corresponde al estado. Dentro del ejercicio de esta autonomía sindical podemos encontrar: Los sindicatos se pueden organizar con alcance local, regional o nacional. En tales casos, para el cumplimiento de sus fines al interior de la empresa, podrán constituir una “sección sindical”. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho a redactar sus estatutos y reglamentos administrativos; el de elegir libremente a sus representantes, el de organizar su administración y sus actividades y el de formular su programa de acción. Las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este derecho o entorpecer su ejercicio legal, En relación al contenido de los estatutos ya sea en materia de organización y gobierno, ya sea en materia eleccionaria o de otra índole, la legislación peruana, no tiene taxativas que las condicione. Dicha libertad autónoma que la ley otorga a los sindicatos para escoger la estructura funcional que mejor los acomode no ha impedido que estos, con carácter casi unánime hayan adoptado pautas comunes. El sindicato tiene autonomía para fijar en su estatuto la forma de separación temporal y expulsión de sus miembros. Lo expuesto nos lleva a sostener que las organizaciones sindicales no pueden desenvolverse al azar o “como mejor se acomoden” por lo que es importante la preparación constante de los dirigentes y afiliados al sindicato en temas sobre sindicalismo y derecho laboral. 3.4.7. Incidencia de la extinción del vínculo laboral en la libertad sindical En la regulación de la extinción de la relación laboral se confrontan los intereses del empleador de actuar con libertad en la regulación de su empresa aunque sus decisiones tengan efecto sobre el empleo de sus trabajadores, y del trabajador de conservar su empleo frente a las decisiones de su empleador o situaciones objetivas ajenas a las partes de la relación laboral que pudieran afectarlo. Al intentar extinguirse el vínculo laboral sea una de estas causas la libertad sindical se pueden nombrar o exponer tres derechos constitucionales cuya vigencia y ejercicio se encuentran directamente relacionados con la ocurrencia de dichos supuestos: libertad de trabajo, derecho al trabajo y estabilidad en el trabajo, a fin de identificar qué garantías otorgan dichos derechos al trabajador en su relación laboral, en particular en el momento de la extinción (esto sin perjuicio de señalar que con ocasión de la extinción de la relación laboral se pueda ver comprometido el ejercicio de otros derechos constitucionales como la libertad sindical, el derecho a la igualdad y a no ser discriminado, el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva o el derecho al debido proceso, por ejemplo). La constitución reconoce la libertad sindical en su artículo 28 inciso 1. Este derecho tiene como contenido esencial un aspecto orgánico, así como un aspecto funcional. El primero consiste en la facultad de toda persona de constituir organizaciones con el propósito de defender sus intereses gremiales. El segundo consiste en la facultad de afiliarse o no a este tipo de organizaciones. A su vez, implica la protección del trabajador afiliado o sindicado a no ser objeto de actos que perjudiquen sus derechos o tuvieran como motivación real su condición de afiliado o afiliado de un sindicato u organización análoga. El derecho al trabajo está reconocido por el artículo 2 de la Constitución. El contenido esencial de este derecho constitucional implica dos aspectos. El acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa, en el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo. El segundo aspecto se trata del derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa” Dentro de los precedentes vinculantes que tenemos en relación a la extinción del vínculo laboral en la libertad sindical, encontramos el despido masivo afectando al derecho a la libertad sindical, lo cual narra el caso del sindicato de Trabajadores de telefónica del Perú y Fetratel,Exp N° 1124-2001-AA/TC, que en fecha 29 de Mayo del 2000 el Sindicato Unitario de telefónica del Perú y la Federacion de Trabajadores de Telefónica interpusieron acción de amparo contra las empresas Telefónica del Perú S.A.A. y Telefónica del Perú Holding S.A. destinada a proteger sus derechos a la igualdad ante la ley, al trabajo, a la libertad sindical, entre otros amenazados por la inminente aplicación de un Plan de Despido Masivo.