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Problemas:

 El uso de demasiado detergente y suavizante al lavar la ropa: La ropa olerá "a limpio",
pero al ponérnosla y entrar en contacto con la humedad de nuestro sudor, estas
sustancias diluyen la película grasa que protege nuestro cuerpo y agreden la dermis
desprotegida, lo que provoca una reacción autoinmune urticante. Hay zonas que son
más sensibles a la acción de los restos de detergente y también personas más propensas
a los eccemas dérmicos.
 El uso de aromatizantes son desfavorables para las personas alérgicas. Pueden dar tanto
problemas respiratorios como dérmicos si estas sustancias volátiles entran en contacto
con nuestra piel.
 Si somos nadadores frecuentes es muy posible que nuestra dermis se vea afectada por
una excesiva sequedad y deshidratación y por tanto la capa de protección se agrietará,
dejando espacios de entrada a cuerpos extraños que nos provoquen una alergia.
 Un ambiente excesivamente húmedo y caldeado puede aumentar el riesgo de alergias
respiratorias. Pero también el exceso de calor seco producto de la calefacción afecta a
la hidratación de la piel y de las mucosas respiratorias, favoreciendo la aparición de
procesos autoinmunes.
 La dermatitis irritativa se produce con mayor frecuencia en algunos trabajos, tales como
peluquerías, limpieza, industrias del metal, obreros de la construcción y la horticultura.
Productos como jabones, detergentes, alimentos y cemento pueden causar dermatitis
irritativa.

Cliente:

 Personas que se dedican a la limpieza, peluquería, industrias del metal, obreros de la


construcción, horticultura, pinturas, laboratoristas, nadadores, etc.

Solución: Ropa con aloe vera

 Protege e hidrata la piel


 Microcápsulas que van liberando progresivamente el aloe vera
 Evita irritaciones y elimina las rojeces
 Según un estudio elaborado en Francia consiguen aumentar un 14% la hidratación tras
ocho horas de uso y un 27% si las llevan puestas una semana.
 Su fragancia combate el mal olor
 Ofrecen sensación de frescura
 Prendas a base de algas o miel que humectan la piel, tejidos anticelulitis, otras que
repelen el sudor.
 Se lava a 30° de temperatura y con jabón neutro.
Artículo: Sustancias que irritan la piel

Una amplia gama de sustancias pueden irritar la piel, pero normalmente se incluyen en uno de
estos grupos:

 Los aceites minerales: todos los tipos de aceites, incluidos el diésel y otros
combustibles, pueden provocar irritación cutánea, aunque es probable que unos
resulten más dañinos que otros. Los aceites provocan una forma de dermatitis
conocida como «acné del aceite», que provoca granos o espinillas en la zona de la piel
en la que los poros se han visto bloqueados y se ha producido la infección séptica.
Normalmente, el acné del aceite solo afecta aquellas zonas que han estado en
contacto directo con el aceite o con prendas aceitosas.

 Productos químicos: algunos productos químicos, concretamente los álcalis fuertes y


algunos ácidos, penetran en la piel y forman úlceras o «agujeros» que tardan en curar.
Son los siguientes:
o explosivos;
o algunos insecticidas;
o ácido crómico;
o naftalenos y bifenilos clorados;
o cromatos;
o bicromatos;
o sales de níquel;
o aceleradores de vulcanización;
o compuestos de mercurio;
o formaldehído, irritante cutáneo especialmente potente que puede producir
una forma grave de dermatitis.

 Disolventes y desengrasadores: parafina, aguarrás, productos petrolíferos,


tricloroetileno y otros disolventes pueden provocar dermatitis al disolver la grasa
natural de la piel. También hacen que la piel sea más propensa a los daños de otras
sustancias.
 Productos con alquitrán, brea y alquitrán de hulla: la exposición prolongada a la brea y
el alquitrán puede provocar verrugas o úlceras que pueden llegar a ser malignas.
 Otras sustancias: se sabe que el contacto prolongado con algunas otras sustancias
provoca dermatitis; entre ellas:
o azúcar;
o ciertas maderas duras;
o ciertos tipos de antibióticos;
o cemento;
o algunas hortalizas, frutas y flores.

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