La responsabilidad para mí antes que nada lo considero un valor
muy importante en la formación como persona parte de la sociedad,
es la acción de cumplir con lo que prometo y enfrentar lo estoy dispuesto a hacer, porque esto implica que los individuos que te rodean verán y pensarán en lo responsable y maduro que fuiste, teniéndote en mejor consideración y concepto. Así es, la madurez también se lleva de la mano con la responsabilidad y el compromiso, es algo reciproco. De hecho, casi todos los valores van con la responsabilidad porque es casi indispensable para el ser humano. para los responsables la vida es más honesta, no huyes de los problemas y los enfrentas, eso es ser responsable siempre. La responsabilidad modera las facultades de la libertad. La responsabilidad hace a las personas honestas y maduras, y el irresponsable, en cambio, decide a impulso y no toma en cuenta las consecuencias, esto crea sobre el un estigma. El responsable siempre usa la cabeza y piensa, el Irresponsable usa los instintos y la mayoría de las veces fracasa. El primero hace frente a sus problemas a consciencia en presencia de quien sea, ya sea amigos y familiares porque es completamente honesto y no tiene nada que temer. En cambio, el irresponsable los evita, es deshonesto e inmaduro, no logra derecho lo que quiere. Si quieres adquirir responsabilidad, piensa antes de actuar, se tranquilo y maduro y todo te va a salir bien y no tendrás miedo de decir que es cierto. Se responsable y se te abrirán muchos caminos y posibilidades. La persona irresponsable se le hace mala fama y no podrá avanzar en la vida fácilmente. Seguirá siendo así hasta que no se comprometa a cambiar y triunfar. Para ser una persona exitosa y funcional es indispensable este valor, La palabra, responsabilidad, proviene de la palabra en latín “Responsum”, que es una forma de ser considerado sujeto de una deuda u obligación. Dicho esto, también podría definirse como una deuda para contigo mismo y en parte con los demás ya que somos seres sociales. La responsabilidad es un valor que está en la consciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de la moral.