Está en la página 1de 3

EL ROL DE LA INGENIERIA CIVIL FRENTE AL MEDIO AMBIENTE

Por definición La Ingeniería Civil es la rama de la construcción encargada del manejo y


transformación de los materiales y procesos, ya que tiene como fin generar
infraestructura. Debido a esto su influencia es amplia en gran cantidad de campos y
abarca todos los procesos de construcción desde la concepción hasta el mantenimiento
de las obras.

Debido a la amplia influencia que tiene la Ingeniería Civil sobre varios campos el impacto
se hace mayor. Directa o indirectamente cada vivienda, carretera, alcantarillado,
hidroeléctrica, edificación etc. impacta de diferente forma, pero es evidente que el más
afectado de todos es el campo ambiental.

Toda obra civil se realiza con el fin de satisfacer una necesidad humana ya sea de
vivienda, recreación, alimentación entre otras. Para el ser humano es muy importante
lograr un nivel de comodidad que aumenta a medida que la población lo hace pero que
deja en la actualidad un medio ambiente devastado por el impacto del hombre que pone
por encima su bienestar antes que el cuidado del medio que le permite sobrevivir.

Es así como cada vez nos encontramos ciudades sin un solo espacio verde, con un auge
de expansión en el que no cabe una edificación mas pero a medida que pasa el tiempo la
población exige un lugar más amplio en cual pueda establecerse y es allí donde el
ingeniero civil debería poder nivelar los intereses económicos y sociales con los
ambientales, tomando conciencia de la situación actual y viendo a futuro la necesidad de
conservar los recursos que día a día desaparecen de manera preocupante.

En los inicios de la ingeniería civil su principal objetivo y meta fue lograr el bienestar y
desarrollo de la humanidad pero con el paso del tiempo y los constantes cambios hemos
visto como este objetivo se ha desviado a satisfacer este bienestar, olvidando la parte
fundamental sin la cual nada podría subsistir.

Es así como en el último siglo los seres humanos apoyados en los avances tecnológicos
y el constante desarrollo nos hemos encargado de talar un importante porcentaje de
árboles, olvidando que de ellos proviene el aire indispensable para sobrevivir, hemos
contaminado el agua que hoy más que nunca es un recurso que se agota, hemos
acabado con buena parte de la flora y fauna tan variada en nuestro país, además de la
contaminación a la que se somete el planeta cada día. Solo en el caso de Medellín y el
área metropolitana sus 2.499.080 de habitantes producen 2400 toneladas diarias de
desechos que con el tiempo y el aumento de la población dificultan su manejo, además
del aumento en los niveles de dióxido de carbono que en las grandes ciudades comienza
a causar estragos.

Colombia ha afrontado grandes cambios alrededor de los últimos años, su infraestructura


se ha desarrollado a gran velocidad lo cual se hace evidente en la red de vías del país
que al año 2012 posee 166.500 km de los cuales 1049 kilómetros son de doble calzada lo
equivale a 9 km de vía por cada kilómetro cuadrado de área. Muchas de estas vías en
especial las primeras descuidaron casi totalmente el impacto ambiental, sobreponiendo
los intereses económicos del proyecto y evitando los costos “innecesarios” pero sin tener
en cuenta que el daño ambiental generaría también costos aunque asumidos por las
poblaciones y no por quienes ejecutaron el proyecto

En el caso de las aguas que es uno de los más complicados, hoy en día las aguas
residuales son de dudoso manejo y vemos como desparecen ríos y cuencas de agua
limpia para convertirse en un vertedero de desechos que junto al mal uso del agua
potable nos acercan cada vez más a agotar este recurso y si a eso sumamos el deterioro
de paramos y bosques logramos ver solo superficialmente que el problema es mucho más
grave de lo que la mayoría suponemos.

La minería ha hecho también su aporte, ya que esta actividad acaba con el suelo que
después de ser explotado queda totalmente deteriorado y como si fuera poco también
usa químicos altamente tóxicos que casi nunca son dispuestos correctamente y no hay un
mejor lugar para deshacerse de ellos que las cuencas de los ríos, acabando con la
población de peces y demás especies que allí habitan.

Ahora la pregunta es, ¿Cuál ha sido la responsabilidad de la Ingeniería Civil en todos


estos sucesos?

La ingeniería Civil es hoy una de las profesiones más comunes lo cual la convierte en una
competencia constante en que muchas veces se debe sacrificar la ética para encontrar un
lugar y aunque cada ingeniero independiente de su especialidad debería tener claro los
riesgos de dejar de lado esa ética, la situación obliga a tomar una decisión: se siguen las
normas y se actúa con ética profesional o se olvida toda consideración y se hace todo
como más convenga.

Tristemente, una persona promedio no pondría por delante de su comodidad personal el


daño al que somete al planeta y es así como las regulaciones ambientales no abarcan
siquiera una pequeña parte de lo que deberían porque esto equivale a un menor beneficio
económico y aunque ambiental y socialmente el daño sea irreparable prima el beneficio
personal de unos pocos.

Las reglamentaciones ambientales son bastante insuficientes si se piensa en el costo que


a futuro el ser humano tendrá que pagar por los daños, pero a quien le puede importar
algo que le va a suceder a otros cuando puede sacarse un mayor provecho de cada
actividad pensando solo en el presente. A quien puede importarle el deterioro y el impacto
cuando la cifra de la ganancia se multiplica si se minimiza el valor de los gastos, en el
caso de la construcción y el medio ambiente puede referirse a evitar tiempo, esfuerzo y
dinero en evaluar y posteriormente controlar los aspectos de impacto de ese proyecto.

La responsabilidad es alta. Nos escudamos en la idea del progreso cuando en realidad


sabemos que ese progreso va a costarnos caro y aunque es responsabilidad de cada
profesional recordar los principios de la ética el reto suele quedar grande a muchos.

En pleno siglo XXI la tecnología nos permite comunicarnos de una forma que jamás
imaginamos, lo que hace que tengamos conocimiento no solo del daño sino de las
consecuencias. Todos los días se habla del calentamiento global, del deterioro de los
polos, de los escases de agua, del impacto de la reforestación, la contaminación del aire
entre muchos otros y es así como surgen iniciativas todavía muy pequeñas pero valiosas
en pro de la conciencia que debemos tomar.

El reto de todo ingeniero joven es estar a la vanguardia de la tecnología, no solo de la


tecnología tradicional sino también de los avances que buscan una mejor manera de
optimizar los recursos y es así como aparecen conceptos nuevos tales como la ingeniería
verde.

La ingeniería verde busca como muchas otras tendencias ecológicas lograr un mejor
manejo de los recursos y modificar los procesos para que sean amigables con el medio
ambiente así como detectar y corregir los problemas más severos en cuanto al abuso de
la naturaleza.

Así como comienzan a surgir iniciativas, que aunque son pocas buscan tomar conciencia
acerca del deterioro que nos afecta cada día más y vemos como en el campo de la
construcción se comienza a pensar en edificaciones auto sostenibles, se han
implementado sistemas ahorradores de luz y agua, impermeabilización ecológica,
calentador solar, sistema fotovoltaico para iluminación, dispositivos ahorradores de agua,
llaves automáticas, captación de aguas fluviales, materiales constructivos de la región,
muebles de cartón y macetas de fibra de coco. Todo en pequeñas iniciativas pero con
buenas ideas que ayuden a lograr un cambio.

Al día de hoy cada profesional de la ingeniería debe estar enfocado de manera muy
diferente a como lo estaba anteriormente, debe saber utilizar las herramientas modernas
para frenar el daño causado y continuar con una cultura de construcción más respetuosa
con el ambiente. Debe también acatar las normas éticas que su profesión le exige y aun
así sobresalir entre tantos otros que persiguen los mismos objetivos aunque con diferente
método.

En Colombia aún no se ha tomado verdadera conciencia de la importancia de comenzar a


implementar estas tecnologías ecológicas lo antes posible y aunque cada día la biosfera
se ve disminuir no hemos tocado fondo como si lo han hecho otros países. Por ejemplo
México y Brasil se han visto obligados a tomar medidas con respecto al tema debido a los
niveles exagerados de dióxido de carbono que se registran en México d.f. y Sao Paulo
mientras que en Pekín, China la situación es más que peligrosa. En Los estudios más
recientes es frecuente encontrar en ciudades contaminadas la presencia de metales
pesados, mercurio, arsénico, pesticidas y radionúclidos en el ambiente.

En conclusión, la ingeniería civil tiene una gran responsabilidad en el cambio que pueda
dársele a las construcciones futuras, tiene la responsabilidad de darle un giro completo a
los procesos actuales que aunque no nos permitan recobrar lo que ya perdimos por lo
menos disminuyan cada día un poco el impacto, con lo cual estaremos asegurando un
mejor presente y mas importante que eso, un mejor futuro.

También podría gustarte