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CARTAS AL DIRECTOR yor que la referida en dicho trabajo, llegando

a cifrarse en un 65% por algunos autores2.


Llama la atención el bajo número de diag-
Síndrome de asfixia traumática nósticos de confirmación en su serie. En la
Sr. Director: El síndrome de asfixia trau- mayoría de los trabajos, el diagnóstico me-
mática o síndrome de Morestin es un conjun- diante tinción/cultivo positivo y/o granulo-
to de síntomas y signos derivados de la com- mas alcanza hasta el 86%3, siendo de un 98%
presión torácica aguda, que da un aspecto en nuestra propia experiencia4. Esta diferen-
típico al paciente que lo ha sufrido (fig. 1) y cia respecto a lo habitualmente reflejado en
ante el cual deben sospecharse el mecanismo la bibliografía podría introducir un sesgo
de la lesión y los posibles trastornos asocia- en la interpretación de los resultados.
dos. Existe controversia sobre el límite para
Presentamos el caso de un varón de 39 años, que definir engrosamiento pleural. Preferimos uti-
trasladaron al servicio de urgencias tras presentar lizar los 5 mm por la mayor facilidad en la
un accidente laboral por compresión brusca con un medición y porque fisiopatológicamente iden-
marco hidráulico en la región torácica posterior a tifica mejor a aquellos pacientes con restric-
nivel interescapular, sin ningún otro traumatismo ción funcional posterior, sobre quienes se de-
asociado. No tuvo pérdida de conocimiento, aunque berían centrar los esfuerzos terapéuticos.
sí una ligera sensación de aturdimiento postraumáti- Nuestro grupo ha analizado una serie de 59
co, con relajación del esfínter urinario. El paciente
refería dolor torácico y leve disnea. En la explora-
pacientes diagnosticados consecutivamente
ción física destacaban cianosis y edema facial en la de pleuritis tuberculosa. Cuarenta y tres eran
región anterosuperior del tórax, hemorragia conjun- varones y 25 mujeres con una edad media de
tival bilateral, petequias cervicales, faciales y torá- 32 años. El diagnóstico se obtuvo mediante
cicas, sin aumento de la presión venosa yugular. La Fig. 1. auramina positiva en líquido pleural en el
auscultación cardiopulmonar no presentaba altera- 7%, cultivo positivo en líquido pleural en el
ciones, y en el tórax se apreciaba una erosión en el tusión pulmonar, neumotórax, hemotórax) o 54%, auramina en biopsia pleural en el 34%,
área dorsal interescapular de 4 cm de ancho, con toracoabdominal (rotura diafragmática, lesio- cultivo en biopsia pleural en el 81% y presen-
dolor a la palpación de las apófisis vertebrales dor-
sales y en la región paravertebral. La analítica (he- nes viscerales), ya que la asfixia traumática, cia de granulomas en biopsia pleural en un
mograma, hemostasia, bioquímica sérica y gasome- per se, tiene un buen pronóstico, sin defectos 87%.
tría arterial basal) se encontraba en el rango de la residuales. El tratamiento debe ser de soporte Analizamos la correlación entre el engrosa-
normalidad. Ante los hallazgos clínicos se solicita- y no se requiere ningún tratamiento específi- miento pleural (más de 5 mm en la porción la-
ron radiografías de columna cervical y dorsal, y de co. Sin embargo, habrá que tratar y vigilar las teral e inferior de la radiografía posteroante-
tórax, sin hallar fracturas ni otras lesiones. Una to- lesiones asociadas5. Presentamos este caso rior de tórax) y la edad, el sexo, el intervalo
mografía axial computarizada (TAC) torácica evi- porque, ante la llegada al servicio de urgen- síntomas-diagnóstico, el volumen del líquido
denció un mínimo derrame pleural bilateral. La
TAC craneal no presentó hallazgos patológicos. Se
cias de un paciente con el aspecto del que pleural, las lesiones pulmonares, prueba de tu-
diagnosticó un síndrome de asfixia traumática o sín- aparece en la figura 1, hay que sospechar el berculina, parámetros bioquímicos (pH, glu-
drome de Morestin1. El paciente evolucionó favora- mecanismo de la lesión, así como las posibles cosa, proteínas, lactatodeshidrogenasa [LDH],
blemente, con resolución progresiva de la cianosis y lesiones asociadas, de las cuales dependerá el colesterol, triglicéridos, adenosindeaminasa
la petequias faciales y cervicotorácicas, y más len- pronóstico del paciente. [ADA], linfocitos, tinción y cultivos) y la pre-
tamente de las hemorragias subconjuntivales. No sencia de micobacterias o granulomas en las
presentó complicaciones asociadas al traumatismo B. de Olaiz, I. Muguruza y J. Lago muestras histológicas.
ni secuelas neurológicas a largo plazo. Servicio de Cirugía Torácica. Un 20% de los pacientes presentó engrosa-
2
Este síndrome ya fue descrito por Ollivier Hospital Ramón y Cajal. Madrid. miento pleural a los 9 meses de diagnóstico.
en 1837 y llamado “máscara equimótica”. Encontramos correlación entre la presencia
Fue definido más ampliamente en 1900 por de micobacterias en el líquido pleural, los va-
Perthes, quien incluyó, además de la cianosis 1. Della Torre HA, Gómez MA, Greco HL, lores de pH menores de 7,20, glucosa menor
cervicofacial, la hemorragia subconjuntival, Grinspan RH. Cirugía torácica. Manual de de 40 mg/dl, y LDH mayor de 1.000 UI/l con
las petequias y las equimosis faciales, otros Procedimientos. Buenos Aires: El Ateneo. engrosamiento pleural a largo plazo. Encon-
síntomas como torpeza mental, hiperpirexia, 2. Pezzella AT, Silva WE, Lancey RA. Car- tramos asimismo correlación entre el volu-
hemoptisis y contusión pulmonar, todos ellos tiothoracic trauma. Curr Probl Surg 1998; men inicial del líquido pleural y la presencia
derivados de una compresión torácica o tora- 35: 729-730. de micobacterias en el fluido.
coabdominal siguiente a una inspiración pro- 3. Lee MC, Wong SS, Chu JJ, Chang JP, Lin Por tanto, concluimos que en nuestra expe-
funda, contra una glotis cerrada3. Esto motiva PJ, Shieh MJ et al. Traumatic asphyxia. riencia existe una relación directa entre el vo-
un aumento brusco de la presión venosa en el Ann Thorac Surg 1991; 51: 86-88. lumen inicial del líquido pleural y los facto-
sistema vascular cervicofacial, con la estasis 4. Jongewaard WR, Cogbill TH, Landercas- res predictivos de engrosamiento pleural, de
capilar consiguiente, favorecida además por per J. Neurological consequences of trau- manera que aquellos derrames tuberculosos
la ausencia de válvulas en este sistema veno- matic asphyxia. J Trauma 1992; 32: 28-31. en los que se aíslan micobacterias tienen un
so. Aparte de la clínica mencionada, también 5. Battistella F, Benfield JR. Blunt and pene- comportamiento similar a los derrames para-
pueden existir pérdida de visión, resultado trating injuries of the chest wall, pleura and neumónicos complicados por la presencia de
del edema retiniano asociado, y síntomas lungs. En: Shields TW, editor. General tho- microorganismos.
neurológicos (hasta en el 85% de los casos), racic surgery (4.a ed.). Williams & Wilkins,
como agitación, cierto grado de confusión o 1994; 1: 772-773. D. Jiménez Castro, G. Díaz Nuevo*
desorientación4. La evolución de todas estas y E. Pérez-Rodríguez*
lesiones suele ser a la resolución progresiva, Servicio de Neumología. Hospital
incluidos los síntomas neurológicos mencio- Universitario de Guadalajara.
nados. En general revierten en 24 h, sin dejar Factores predictivos *Hospital Ramón y Cajal. Madrid.
secuelas posteriores. Nuestro caso, además de
las manifestaciones cutáneas cervicofaciales
de engrosamiento pleural 1. Ruiz E, Alegre J, Alemán C, Vizcaya S,
y torácicas descritas, como único síntoma en la pleuritis tuberculosa Armadans L, Segura RM et al. Engrosa-
neurológico presentó aturdimiento, por lo que Sr. Director: De enorme interés nos ha pa- miento pleural residual en la pleuritis tu-
se solicitó una TAC craneal, que no demostró recido el artículo de Ruiz et al1 publicado re- berculosa. Factores asociados. Arch Bron-
alteraciones, y el cuadro cedió a las pocas ho- cientemente. Nos gustaría realizar una serie coneumol 2000; 36: 506-509.
ras. Se ha descrito una mortalidad del 10%2, de puntualizaciones y aportar la experiencia 2. Roper WH, Waring JJ. Primary serofibri-
debida fundamentalmente a las lesiones aso- de nuestra serie. En primer lugar, parece que nous pleural effusion in military personnel.
ciadas derivadas de una compresión torácica la incidencia de tuberculosis pulmonar tras Am Rev Tuberc 1995; 71: 616-635.
importante (fracturas costales múltiples, con- pleuritis tuberculosa no tratada podría ser ma- 3. Bueno CE, Clemente G, Castro BC, Martín

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