Sección 11 (Grupo 2) Irene Escanero Agustín

Envejecimiento cardiaco
Con la edad, el aparato circulatorio sufre diversos cambios que provocan una reducción
de su efectividad. De hecho, los ancianos son las personas que con más frecuencia padecen
enfermedades cardiovasculares, las cuales se pueden ver favorecidas por hábitos de vida poco
saludables, como el tabaquismo, el alcoholismo, la falta de ejercicio o por padecer
enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión arterial o poseer un elevado colesterol.

A nivel del corazón, se producen múltiples variaciones. En primer lugar, este órgano se
hipertrofia, es decir, aumenta de tamaño de forma desmesurada, debido al incremento de la
grasa pericárdica y de la masa miocárdica de la pared posterior, y del septum especialmente.
Otra razón por la que aumenta de tamaño es la acumulación de amiloide y de lipofuscina, un
pigmento que se deposita en las células envejecidas de los mamíferos.

Por otra parte, algunos miocitos (células del miocardio) se atrofian, aumentan de
tamaño o se mueren, lo que provoca que la contracción cardíaca sea menos efectiva. Además,
el ventrículo izquierdo se engrosa y se vuelve menos elástico. Esto se ve favorecido porque el
colágeno que envuelve las células cardíacas se endurece y se vuelve insoluble. Como
consecuencia, cabe una menor cantidad de sangre en el ventrículo, lo que sumado a que ha
perdido su capacidad de bombeo, provoca, unido a la muerte de miocitos, una insuficiencia
cardíaca, especialmente detectable cuando se realiza ejercicio.

En lo referente a las válvulas del corazón (mitral y tricúspide), se hacen más gruesas y
rígidas, por lo que pierden elasticidad. Además, las cuerdas tendinosas sufren un acortamiento
y un adelgazamiento, lo que facilita su ruptura y, por tanto, dificulta el cierre de las válvulas, de
ahí que este sea más lento. Todo esto hace que sea frecuente detectar en ancianos casos de
soplos.

Por otra parte, los vasos sanguíneos, especialmente las arterias, se engruesan y pierden
elasticidad. Esto último se debe al gran número y al entrecruzamiento de las fibras de colágeno
presentes en los vasos, que hacen que las arterias sean menos elásticas. Así, la sangre pasa con
mayor dificultad y aumenta la presión arterial. Además, las células del endotelio adquieren una
forma más irregular, favoreciendo así los cúmulos de lípidos, lo que a su vez provoca que los
vasos sanguíneos continúen engrosándose, pudiendo llegar a cerrarse y a provocar anginas de
pecho (que es una obstrucción parcial de los vasos, impidiendo que llegue al corazón el
suficiente flujo sanguíneo) o incluso un infarto (provocado por la obstrucción total de un vaso).

En definitiva, los principales cambios que sufre en sistema cardiovascular con la edad
son el aumento del tamaño del corazón y el engrosamiento del miocardio, la muerte de miocitos,
el aumento de la dificultad para cerrar las válvulas cardíacas, el engrosamiento del endotelio y
la gran rigidez de los vasos sanguíneos. Todos estos efectos y las correspondientes patologías
que producen pueden reducirse mediante el mantenimiento de hábitos saludables a lo largo de
toda nuestra vida.

Bibliografía
http://www.bioblogia.com/2011/08/por-que-las-celulas-del-corazon-no-se-pueden-regenerar/

http://www.fac.org.ar/revista/01v30n1/balba/balba.PDF
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http://www.merckmanuals.com/es-us/hogar/trastornos-del-coraz%C3%B3n-y-los-vasos-
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https://es.slideshare.net/AnandreaSHD/envejecimiento-del-sistema-cardiovascular