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Las Comunidades Vegetales de México, Francisco Medrano PDF
Las Comunidades Vegetales de México, Francisco Medrano PDF
vegetales de México
Las comunidades vegetales de México
Propuesta para la unificación de la clasificación y
nomenclatura de la vegetación de México
Segunda edición
Primera edición: noviembre de 2003
Segunda edición: noviembre de 2004
ISBN: 968-817-611-7
6 A GRADECIMIENTOS
9 I NTRODUCCIÓN
11 I. A NTECEDENTES
69 C ONSIDERACIONES FINALES
71 A NEXOS
79 B IBLIOGRAFÍA
A GRADECIMIENTOS
Deseo agradecer muy cumplidamente al Dr. Exequiel radas en esta nueva edición. Su amplia cultura general
Ezcurra, Presidente del Instituto Nacional de Ecología y su no menos amplia cultura biológica, se manifesta-
(INE) de la SEMARNAT, el apoyo y el interés mostrado ron en las correcciones hechas al libro ya impreso.
para que esta obra se concluyera y editara. El Dr. Alejandro Velázquez Montes del Instituto de
El Dr. Gerardo Bocco, Director General de Investi- Geografía de la UNAM (sede Morelia) hizo valiosas
gación de Ordenamiento Ecológico y Conservación observaciones al texto original, que mucho enrique-
de los Ecosistemas del INE, tuvo especial interés para cieron la obra.
la realización del libro, sobre todo en la parte inicial, lo Raúl Marcó del Pont, del área de publicaciones del
cual mucho le agradezco. INE, con el apoyo de Gloria Portales Betancourt, tuvo
El biólogo Francisco Takaki Takaki, del Instituto a su cargo la difícil y a veces tediosa labor de coordina-
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INE- ción editorial.
GI), hizo una revisión crítica del trabajo, en la cual La corrección de estilo a cargo de Eduardo Chago-
puso de manifiesto su amplio conocimiento del terri- ya Medina y Gloria Portales, permitió que el texto fue-
torio nacional, especialmente su vegetación. Sus ob- se más claro y comprensible, sin demérito de su conte-
servaciones certeras y bien fundamentadas, permitie- nido técnico-científico.
ron aclarar algunos aspectos en la clasificación de la Finalmente, deseo reconocer especialmente la la-
vegetación. ¡Gracias, Francisco! bor de la bióloga G. Gabriela Hernández–Mejía, quien
El Dr. Fernando Chiang Cabrera, del Instituto de con mucha voluntad y conocimiento, realizó la difícil
Biología de la UNAM, hizo valiosas y atinadas correc- transcripción del garabatuscrito original, al claro len-
ciones a la primera eición, las cuales han sido incorpo- guaje de la computadora. Muchas gracias, Gaby.
PRÓLOGO
Una de las manifestaciones que mejor denotan el tema. México no es la excepción. Sin duda, la vege-
desarrollo de la capacidad analítica del Homo sapiens tación de México es una de las más complejas y
ha sido su tendencia a clasificar las cosas y los fenó- diversas a nivel global. Se argumenta que, con ex-
menos de su entorno. Indudablemente, tal tenden- cepción de unos pocos, casi la totalidad de los gran-
cia ha sido una pieza fundamental que ha conduci- des tipos de vegetación de la Tierra se encuentran
do a una mejor comprensión, manejo y explotación representados en el territorio del país. Esto resulta
de nuestro medio natural. particularmente sorprendente si se toma en consi-
En el ámbito de la biología esta tendencia se refle- deración que la superficie de México es de apenas
ja de muchas formas, entre las que destaca, por ejem- unos dos millones de kilómetros cuadrados. Dada
plo, la clasificación de los seres vivos, cuya primera esta increíble aglutinación de expresiones de la ve-
manifestación razonada se remonta al sistema y la getación, no es de extrañar que diversos investiga-
nomenclatura de plantas y animales elaborado por dores hayan llevado a cabo encomiables intentos de
Carlos Linneo, en el siglo XVII. Más allá de las especies, desarrollar sistemas de clasificación de las comuni-
los conglomerados de ellas en comunidades natura- dades vegetales del país.
les se manifiestan de formas tan diversas que tam- Si bien pudiera pensarse que el primer intento
bién han provocado, durante mucho tiempo, el inte- de clasificar la vegetación de México se remonta a
rés científico de clasificarlas de manera clara e, inclu- los trabajos de Martens y Galeotti, hacia 1844, los
sive, predictiva. Un ejemplo de un sistema de clasifi- sistemas más reconocidos y citados son los de Mi-
cación de la vegetación que aborda un esquema de randa y Hernández-X., en su trabajo pionero sobre
capacidad predictiva es el del ecólogo norteamerica- los tipos de vegetación de nuestro país y su clasifi-
no L.R. Holdridge, con su famoso triángulo de varia- cación de 1963, y el de Rzedowski, en su ejemplar
bles climáticas, cuya confluencia conduce a unidades compendio de 1978 sobre la vegetación de Méxi-
de vegetación observadas y esperadas. co (todos ellos citados en este volumen). Estas dos
El tema de la clasificación de la vegetación ha obras de la literatura botánico-ecológica de Méxi-
sido motivo de numerosos compendios enfocados co han tenido una influencia de gran envergadura
tanto a nivel local como regional y global. De esta en el conocimiento de la biota nacional y de más
forma, es difícil pensar en cualquier región o país allá de nuestras fronteras. La gran resonancia de
que, teniendo alguna tradición e infraestructura cien- estas dos obras sólo pudo darse, en mi opinión, por
tífica no cuente con un historial de esfuerzos en ese el hecho de haber sido encaradas por científicos
Prólogo 7
dotados de un profundo conocimiento de la vege- elementos para diferenciar las unidades de vegeta-
tación de nuestra nación. Sin embargo, el avance ción a distintas escalas. El corolario de la obra es po-
en el conocimiento de la flora y la vegetación de ner a consideración del lector una propuesta que
nuestro territorio, así como la disponibilidad de conduzca a la unificación de la clasificación y no-
nuevas herramientas analíticas, incluyendo los sis- menclatura de la vegetación de México.
temas de información geográfica y las imágenes En estos tiempos resulta cada vez más evidente
de satélite, hacen necesario que se lleve a cabo un la magnitud e importancia del tesoro vegetal que
nuevo esfuerzo de clasificación y nomenclatura puebla nuestro territorio. Hoy reconocemos que
de la compleja vegetación nacional. En mi opinión, nuestras aproximadamente 25,000 especies de plan-
el primer esfuerzo de esta «nueva era», solamente tas vasculares, aglutinadas en una sorprendente gama
podría realizarlo otro científico dotado de una pro- de formas de vida y grupos funcionales, y acomoda-
funda familiarización con el territorio nacional y su das en asociaciones, formaciones y tipos de vegeta-
vegetación. Francisco González Medrano pone a ción de múltiples manifestaciones (como se ilustra
nuestra disposición y escrutinio en este trabajo los en este libro), constituyen un recurso de valor in-
resultados de haber hecho suyo este desafío. Este comparable para la sociedad entera. Por otra parte,
prominente botánico mexicano es reconocido no reconocemos que cada vez se siente más a flor de
sólo por su excelente conocimiento de la vegeta- piel el impacto antropogénico sobre nuestra cober-
ción nacional en lo colectivo, y de las plantas que tura vegetal, reflejado en una tasa de deforestación
la componen en lo particular, sino que también es de aproximadamente 650,000 hectáreas por año, lo
ampliamente admirado por la contagiante motiva- cual implica un serio riesgo de erosión biológica a
ción con la que, a lo largo de décadas, ha viajado nivel de pérdida de poblaciones, especies e incluso
por el territorio, explorando sus rincones botáni- comunidades vegetales enteras. En fin, en estos tiem-
cos y recolectando plantas. (Esto ha sido hecho, pos en que se conjugan estas dos percepciones de
además, compartiendo su conocimiento y enjun- lo rico y amenazado de nuestra biota un esfuerzo
dia con generaciones de estudiantes.) analítico como el del presente volumen se significa
En este libro, el autor nos ofrece una excelente por su gran valía.
reseña histórica de los estudios de la clasificación Esta será una obra con la cual podremos confron-
de la vegetación de México; analiza las relaciones tar nuestra capacidad para entender, darle segui-
entre las manifestaciones de la vegetación y sus miento e, idealmente, proteger nuestro incompara-
factores ambientales predominantes y nos aporta ble patrimonio natural.
Rodolfo Dirzo
INSTITUTO DE ECOLOGÍA, UNAM
8 Rodolfo Dirzo
I NTRODUCCIÓN
Uno de los problemas que a menudo afrontan las z Inconsistencia en la diferenciación y clasifi-
personas que trabajan con la vegetación o con las cación de las comunidades vegetales.
comunidades vegetales de México es la ausencia z Inconsistencia en la denominación de las
de un sistema de clasificación y nomenclatura de unidades de vegetación.
las comunidades vegetales que sea de uso común z Categorías insuficientes y a menudo no bien
y aceptación general. delimitadas.
A veces la gente hace su propia interpretación del z Criterios subjetivos para clasificar y denomi-
sistema que está usando y con frecuencia se mezclan nar las comunidades vegetales.
diferentes esquemas de clasificación, lo que origina z Mezcla de diferentes sistemas de clasificación y
ambigüedades. El uso de términos y criterios subjeti- denominación, lo que da lugar a confusiones.
vos es frecuente, lo que dificulta la clasificación y la
nominación de las comunidades vegetales. Lo anterior se refleja en la dificultad para llevar a
Una muestra de lo anterior lo constituyen los cabo estudios comparativos, elaborar la cartografía de
datos disponibles sobre, por ejemplo, la superficie las comunidades y cuantificar correctamente las su-
cubierta por la selva baja caducifolia de nuestro perficies que ocupan, para ubicar las áreas de distribu-
país. Trejo Vázquez (1998: 15) presenta un cuadro ción de especies de plantas y animales de interés, e
que deja ver con claridad las disparidades que de- inclusive problemas para delimitar las superficies ocu-
penden de la fuente que se consulte. Por ejemplo, padas por las diferentes comunidades de importancia
Flores et al. (1971) consideran que dicha vegeta- para la conservación, el manejo y la caracterización de
ción ocupa 290,455 km2, es decir, el 14.9% de la las unidades de vegetación como hábitat para los ani-
superficie nacional; la Secretaría de Programación males, incluyendo a la especie humana.
y Presupuesto (1981) estima 159,800 km2, o sea el Por lo tanto, contar con una clasificación y una
8.2%; Jaramillo Villalobos (1994) 155,871 km2 (el nomenclatura adecuadas para las comunidades
8.0%) y SARH (1994) 109,488 km2, ésto es, el 5.6%. vegetales del país se ha vuelto un imperativo cada
Estas divergencias reflejan, en cierta medida, cri- vez mayor. Ahora bien: clasificar, ¿para qué? Los
terios diferentes para clasificar las selvas bajas objetivos son varios:
caducifolias y, por lo tanto, para definir su distri-
bución en el territorio nacional. z Para dar cuenta de la similitud y las diferen-
Lo que sigue es una lista de algunos de los pro- cias de la composición florística y la estructu-
blemas que se presentan en relación con la clasifi- ra entre las comunidades.
cación y la nomenclatura de las comunidades ve- z Para mostrar la complejidad de las comuni-
getales en nuestro país: dades vegetales o clasificarlas de acuerdo con
la misma.
10 Introducción
I. A NTECEDENTES
12 Antecedentes
donde crecen las especies de orquídeas mexicanas. Este Galeotti, Heller, Bell, Seeman, quienes sí conocieron
trabajo resultó muy similar en su construcción al que el país.
antes había publicado con Martens sobre los helechos, En la mencionada obra La Végétación du Globe, al
pero ahora lo hace con los lugares o estaciones donde final del capítulo destinado al Dominio Mexicano,
crecen las orquídeas y toma en cuenta variantes tér- Eugéne Fournier agregó una extensa nota en la que
micas expresadas en grados centígrados, establecien- propone una nueva división de las regiones botánicas
do zonas o “estaciones orquídicas”. de México. Distingue la región litoral, en “donde rei-
En la introducción a su trabajo destaca que las lí- na la fiebre amarilla”; la región o zona del bosque
neas de vegetación (isofitas) no se corresponden del tropical, refiriéndose principalmente a la vertiente del
todo con las isotermas, pues las pueden diferenciar Golfo de México y la región o zona de las sabanas.
variantes locales como el sustrato geológico, la orien- Una cuarta porción, la región o zona templada, la sub-
tación, la exposición, etc. Además de la lista de las divide en varias subregiones, ya que considera que es
orquídeas más conspicuas, consigna otras especies de de las mejor conocidas y mejor representadas en los
la flora nativa. Respecto a las comunidades vegetales, herbarios e invernaderos. Establece también una quin-
ocasionalmente se refiere a las estaciones donde cre- ta zona, de los agaves, caracterizada además, por
cen los encinos y los pinos. liliáceas y agavaceas arborescentes, Yucca, Dasylirion,
En 1844 Richard y Galeotti publicaron Monogra- Furcraea, junto con cactos; incluye aquí el Valle de
phie des Orchidées Mexicaines, en donde dividen al país México. Para su descripción de San Luis Potosí se basa
en zonas y hacen unas consideraciones generales so- en las colecciones y datos recabados por Virlet d’ Aoust
bre la vegetación de México y sobre las diversas esta- (1877) Observations sur le système des montagnes d’
ciones donde crecen las especies de orquídeas Anahuac ou de l’ Amérique Centrale. La sexta y última
mexicanas. que distingue es la región o zona superior. Es de ha-
En 1869 Herrera dio a conocer en la revista La cerse notar que este autor tampoco visitó México para
naturaleza, un artículo denominado Apuntes para la sus estudios, por lo que se basó parcialmente en
Geografía Botánica de México, en el que establece que: Schiede, 1829–1830, entre otros.
“... las regiones climáticas que a continuación se ex- En septiembre de 1879 apareció el primer trabajo
presan, las hemos tomado de la obra poco conocida sobre botánica de la obra monumental titulada
del Sr. Galeotti, intitulada Los helechos de México”. Biologia Centrali-Americana y en marzo de 1887, en
En 1876 Grisebach, publicó la Vegetación del do- el apéndice a la misma se publicó el trabajo Bosquejo
minio mexicano que, a su vez, fue el capítulo XV de la de la Geografía y rasgos prominentes de la flora de Méxi-
obra titulada La Végétation du Globe, traducida del ale- co de Hemsley.
mán. Destaca la acción del relieve sobre el clima y En 1887 Ramírez tradujo de la Biologia Centrali-
dedica un capítulo especial a las formas vegetales y Americana la parte correspondiente a México escrita
otro a las formaciones vegetales y regiones, mencio- por Hemsley, la cual publicó en La naturaleza, como
nando que los bosques húmedos de clima caliente y “Bosquejo de la exploración botánica de México”. En
las sabanas son las formaciones vegetales principales 1888, se publica en esta misma revista, el Bosquejo de
de la América tropical, lo que, claro está, incluía a la Geografía y rasgos principales de la flora de México.
México. Se refiere a las partes montañosas de nuestro Este trabajo es un análisis fitogeográfico en el que se
país como los Andes mexicanos, localizados entre los divide al país en norte y sur de México, y se describe
21 y 17 ° de latitud norte. parte del ambiente y la flora según zonas altitudinales.
Al considerar la altura sobre el nivel del mar, dis- Basado en el trabajo de Perry, hace una detallada des-
tingue las regiones tropical, con región caliente, de la cripción de los rasgos del ambiente, la vegetación y la
selva de encinos (encinares), la región de las coníferas florística de la parte colindante entre los Estados Uni-
y la región alpina. En el capítulo Centros de vegeta- dos y México, principalmente la cuenca del río Bravo,
ción destaca ya la riqueza florística de México, y seña- aunque lo extiende a Chihuahua y Sonora. Para el
la que, según Kotschy (1852), se estiman unas 7,300 oeste y algunas partes dentro del norte de México se
especies y de éstas Grisebach (1876) piensa que unas basa en la obra de Seemann, 1852–1857, quien viajó
5,000 son endémicas. Este capítulo Grisebach lo fun- desde Acapulco hacia el noroeste de Durango,
damenta en escritos de Humboldt, Müller, Liebmann, Chihuahua y alcanzó la desembocadura del río Colo-
Región caliente Húmeda, del litoral y de los médanos. Muy húmeda, de las tierras bajas y de las
vertientes oceánicas.
Región templada Seca del sur de la Mesa Central.
Seca, de las llanuras del Sur. Muy seca de las llanuras centrales.
Muy seca de las llanuras del norte.
Región fría Húmeda de las barrancas.
Un poco húmeda, de las cimas de las altas montañas.
14 Antecedentes
Hasta 1900, los esfuerzos para clasificar o enume- plantas y su agrupamiento en sinecias, es decir las co-
rar las comunidades vegetales, en una gran propor- munidades vegetales y su relación con las regiones geo-
ción quedaron en intentos, pues salvo algunos traba- gráfico botánicas; desafortunadamente ya no siguió
jos regionales como los de Rovirosa para Tabasco profundizando en este sentido, pero consideramos que
(1875–1899), Parry (1862–1882) para el norte y no- resultó ser uno de los mejores esfuerzos para caracteri-
reste de México y Seemann (1852–1857) para el no- zar las comunidades vegetales de México.
roeste, en la mayor parte de los casos se terminó ca- En 1941 Contreras publicó un Ensayo de localiza-
racterizando más al ambiente que las comunidades ción de las simorfias vegetales dominantes en la Repúbli-
vegetales. En todos los casos se privilegió el factor cli- ca Mexicana. Este autor se apoya en el mapa de pro-
ma para diferenciar las estaciones (ambientes, luga- vincias climatológicas de Thornthwaite, utilizando la
res) en donde crecen las plantas. Aunque se hicieron nomenclatura de Huguet del Villar, con modificacio-
referencias a la topografía, al sustrato geológico o al nes de Cuatrecasas, e intenta reflejar la distribución
tipo de suelo para caracterizarlos, no es sino a partir de la vegetación de México con relación al clima.
de trabajos como el de Harshberger en 1911, sobre un Dice, 1943 en su trabajo The Biotic Provinces of
estudio fitogeográfico de Norteamérica, que se pro- North America, menciona para cada provincia o zona,
porciona más información sobre la vegetación y la además de información sobre su localización, clima y
fitogeografía. Este autor realizó una investigación ex- ambiente en general, las formas dominantes de plan-
tensa que cubría aspectos de geografía física, clima, tas y animales.
fitogeografía, así como de la historia botánica del área. En 1943, Vivó publicó Los límites biogeográficos en
Incluye también datos muy generales sobre la flora y América y la zona cultural mesoamericana en el que
algunas comunidades vegetales de México. anotó los rasgos generales de la vegetación de México,
En los trabajos de Ochoterena en 1918, 1919 y el principalmente de las regiones biogeográficas.
de 1923, se distinguen las regiones geográfico botáni- Smith y Johnston publicaron en 1945 A phytogeo-
cas de México de una forma similar a Martens y graphic sketch of Latin America, en el que destacan en
Galeotti (op. cit.), Galeotti (op. cit.), Richard y Galeotti un mapa las grandes unidades de vegetación divididas
(op. cit.) y J. Ramírez (op. cit.). En 1921, Sanders pu- en cinco grupos:
blicó un trabajo sobre las regiones naturales de Méxi-
co, en el que considerando a la fisiografía, el clima y la 1. Áreas boscosas o selvas
geología, hace una regionalización ecológica muy 2. Pastizales, sabanas
amplia del territorio nacional, basado en Harshberger 3. Regiones desérticas y semidesérticas
(1911), presenta también un mapa de vegetación de 4. Zonas montañosas
México a escala 1:17,500,000 en donde distingue sie- 5. Zona montañosa y litoral, etc.
te grandes unidades de vegetación. Por su parte, la
regionalización climática la fundamenta parcialmente En 1946, Goldman y Moore, en su obra The biotic
en Ochoterena (1919) y para otras regiones se refiere a provinces of Mexico, presentan un mapa de las 18 pro-
trabajos de botánicos como Lumholtz (1912) y Nelson vincias que reconocen y mencionan las especies ve-
(1911). getales dominantes. Por su parte, Leopold publicó en
En 1926, Shelford publicó un estudio desde el pun- 1950 Vegetation zones of Mexico. Posteriormente
to de vista conservacionista; en cual Nelson y Goldman Macías-Arellano, en 1952, dio a conocer una traduc-
cubren aspectos generales del clima y de la biota nati- ción de este estudio con el nombre de Zonas de vegeta-
va de México, se describen las zonas de vida y se da ción en México. Este trabajo es uno de los más impor-
una lista de plantas por cada una de ellas. tantes sobre la vegetación de nuestro país, aunque sólo
En 1937 Ochoterena publicó Esquemas biotípicos y se refiere a las unidades de vegetación que mayor su-
Sinecias características de la geografía botánica de Méxi- perficie ocupan. Divide al territorio nacional en: zona
co. De esta obra apareció en 1943 una versión en inglés templada y zona tropical. En la primera considera seis
ligeramente modificada bajo el título de An outline of unidades de vegetación: el bosque boreal, el bosque
the geographic distribution of plants in Mexico. En estos de pino-encino, el chaparral, el mezquital, el pastizal
trabajos se nota un avance con respecto a obras anterio- y el desierto. La vegetación tropical, por su parte, la
res, pues diferencia las formas de vida o biotipos de las subdivide en siete unidades: bosque con nubes, bos-
16 Antecedentes
vaciones sobre la vegetación de Tapachula (1942); El comunidades dominadas por diferentes especies de
suroeste del estado de Puebla (1942); Sobre la vegeta- gramíneas (zacates), tanto de clima árido como
ción y la flora de Acatlán, Pue. (1943); Rasgos de la semiárido y aun frío, y distingue también los pastizales
vegetación en la cuenca del río Balsas (1947); Obser- edáficos (halófilos y gipsófilos) incluyendo las saba-
vaciones botánicas en la región de Tuxtepec (1948); nas. Según este mismo autor, los tipos de vegetación
La vegetación de la cuenca Alta del Papaloapan (1948); en zonas con clima cálido y subcálido varían desde
Características de la vegetación en la porción oriental matorrales espinosos hasta las selvas altas siempre ver-
de México (1950, en colaboración con A. J. Sharp); La des. Caracteriza los palmares y las sabanas y de otras
selva del Ocote al NE de Ocozocuautla, Chis. (1952); comunidades vegetales menos conocidas y destaca la
La vegetación de Chiapas (1952-1953); Un botánico al necesidad de hacer estudios sobre los manglares, las
borde de la selva Lacandona (1953); Vegetación de la dunas costeras y los páramos de altura, entre otros.
vertiente del Pacífico de la Sierra Madre de Chiapas Scheinvar y Tamayo en 1966, en su Discusión de
(1953); Estudios acerca de la vegetación en: Los recur- una carta base para el estudio de las provincias biogeo-
sos naturales del sureste y su aprovechamiento (1959) y gráficas de México realizaron un estudio cronológico
Tres estudios botánicos en la selva Lacandona, Chiapas, de recopilación bibliográfica sobre la división de Méxi-
México, junto con Arturo Gómez Pompa (1961). co en provincias fitogeográficas y zoogeográficas, como
Este profundo conocimiento de la flora, la vegeta- antecedente para la preparación de una carta biogeo-
ción y los rasgos ecológicos se conjuntaron para con- gráfica de la República Mexicana. Como resultado
cretar el trabajo sobre los tipos de vegetación. Dicho proponen Un esbozo de una carta de las provincias
estudio presenta una clave para determinar los tipos biogeográficas de México.
de vegetación (formaciones vegetales), distinguiendo Por otra parte, desde 1968, la COTECOCA, fundada
32 unidades y un apéndice para las formaciones con en enero de 1966, comenzó a editar las memorias so-
plantas muy esparcidas como son: dunas costeras, bre coeficientes de agostadero de la República Mexi-
desiertos áridos arenosos, páramos por encima de la cana, comenzando con Coahuila, agrupando los tipos
vegetación arbórea y glaciares. Completa el trabajo una de vegetación de acuerdo con Miranda y Hernández-
lista de los tipos de vegetación más importantes de X (1963). Para cada estado de la República separaron
México y climas en que se encuentran, según la clasi- los tipos de vegetación en climáticos y edáficos y los
ficación climática de Köppen, justo es reconocer que subdividen por su potencial forrajero; hacen descrip-
la información climática de México y su relación con ciones climáticas, sensu Köppen, descripciones
la vegetación, la aportó principalmente la Maestra ecológicas de los sitios (topografía, geología, suelos,
Enriqueta García Amaro (cuadro 3 del anexo). (Para uso de suelo, etc. Cada memoria viene acompañada
mayores detalles sobre los trabajos antes citados véase de perfiles diagramáticos de la vegetación y mapas ela-
Langman, 1964). borados a escala 1:500,000 ó 1:1,000,000, con lo que
En 1964, Wagner, en su artículo Natural vegetation cubrieron prácticamente toda el territorio nacional.
of Middle America, propone una clasificación Cabe hacer mención que la Comisión de Estudios
genética–ecológica para distinguir las asociaciones del Territorio Nacional y Planeación (CETENAP 1970);
vegetales y sugiere siete grandes unidades de vegeta- la Comisión de Estudios del Territorio Nacional
ción para México y América Central. (CETENAL); la Dirección de Estudios del Territorio Na-
Gómez Pompa publicó en 1965 La vegetación de cional (DETENAL), junto con la Dirección General de
México en el Boletín de la Sociedad Botánica de Méxi- Geografía y la Dirección General de Estadística de la
co, para lo cual se basó fundamentalmente en Miran- Secretaría de Economía dieron forma a la Coordina-
da y Hernández-X. (1963). En este análisis agrupa las ción Nacional de Información Estadística y Geogra-
comunidades vegetales en tipos de vegetación de zo- fía. Ésta, a su vez, dio origen al actual Instituto Nacio-
nas con clima templado y frío (pinares, encinares, nal de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
bosque de Abies, bosque caducifolio), zonas con cli- Es de destacar también, que la carta de uso de suelo a
ma árido o semiárido (mezquitales, matorral no espi- escala 1:50,000 que produjo este Instituto logró cu-
noso, matorral espinoso con espinas terminales, ma- brir aproximadamente el 35% de la superficie del país;
torral alto subinerme, nopaleras, asociaciones de existiendo cobertura nacional en sus versiones a es-
rosetófilos espinosos, etc.); pastizales y zacatonales, cala 1:250,000 y 1:1,000,000, en dos series. En las guías
18 Antecedentes
Geografía de la UNAM una nota técnica sobre investi- De este análisis general del conocimiento sobre la
gaciones geográficas relativas a la condición actual de vegetación de México y sus unidades se resaltan algu-
los recursos forestales en México, resultado del In- nos aspectos a considerar para el trabajo de clasifica-
ventario Nacional Forestal 2000-2001. Como produc- ción que se propone a continuación:
tos de esta investigación se obtuvieron 121 mapas de
la cobertura vegetal y uso del suelo a escala 1:250,000 . En muchos de los trabajos, lo que se clasifica y se
y 121 espaciomapas, todos en formato digital e impre- nombra, son rasgos del ambiente, del clima o del
sos, así como datos de superficies forestales y otras hábitat, más que de la vegetación misma.
cubiertas a varios niveles de agregación. En este traba- . Otros trabajos se refieren más bien a aspectos
jo se incluyen datos sobre las formaciones vegetales, fitogeográficos y/o florísticos.
la superficie que ocupan en el país y sus porcentajes . Existe confusión en la clasificación y la nomen-
así como la superficie total y relativa de los tipos de clatura de las comunidades vegetales.
vegetación y usos de suelo incluidos en el Inventario . En la mayoría de los trabajos consultados existe
Nacional Forestal 2000-2001. El trabajo se completa una inconsistencia en cuanto a los criterios em-
con un mapa de las formaciones vegetales a escala pleados para diferenciar, clasificar y nominar las
1:250,000. unidades de vegetación reconocidas.
González-Medrano y Trejo Vázquez presentaron en . Parte de estos problemas está determinada por el
octubre de 2001, en el Simposio Nomenclatura de los nivel de conocimiento en campo de las unidades
tipos de vegetación de México, dentro del XV Congreso de vegetación que, generalmente, es limitado, ya
Mexicano de Botánica, el trabajo Problemas y perspec- se trate de tipos de vegetación, formaciones, aso-
tivas para la clasificación de la vegetación de México y, ciaciones, etc. Si no se pueden definir en campo
finalmente, González-Medrano, en 2002, dio a cono- las comunidades vegetales difícilmente se pue-
cer en la Reunión de expertos en vegetación en Améri- den delimitar y clasificar para fines cartográficos.
ca Latina, en Quito, Ecuador, el trabajo Una propuesta
para la unificación (estandarización) de la clasificación y
nomenclatura de la vegetación de México.
22 Caracterización ambiental
nó la regresión marina hacia el oriente, que continua ras más extensas se localizan en la zona de los Llanos
hasta hoy; así, las rocas más antiguas están depositadas de Ojuelos, en tanto que en la zona de los Altos de
al occidente y los depósitos más recientes al oriente. Guanajuato, las llanuras son menos extensas y las sie-
Las rocas más importantes son lutitas y areniscas. rras más frecuentes. Se presentan dos discontinuida-
des fisiográficas: la sierra de Guanajuato, con una se-
7. Llanura costera del Pacífico rie de valles paralelos orientados al sudeste y la sierra
Cuatralba, de mesetas de lava escalonadas.
Esta provincia se localiza en parte de los estados de
Sonora, Sinaloa y Nayarit. Es una llanura costera an- 10. Sierra Volcánica Transversal o Eje Neovolcánico
gosta y alargada, cubierta en su mayor parte por mate-
riales depositados por los ríos, es decir aluviones, que Se distribuye en la porción central del país más o me-
bajan hasta el mar desde la Sierra Madre Occidental. nos en el paralelo 19° N. En parte de los estados de
Los ríos forman deltas en sus desembocaduras, como Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, México, More-
los de los ríos Yaqui, Fuerte y Grande de Santiago. los, Puebla, Tlaxcala, Veracruz y el D. F. Esta provincia
Hacia la costa se han desarrollado algunas lagunas y se extiende de oeste a este desde el océano Pacífico has-
albuferas. ta el Golfo de México y se considera como una enorme
masa de rocas volcánicas, derrames de lava y otras ma-
8. Llanura costera del Golfo Norte nifestaciones ígneas de la era Cenozoica. En esta pro-
vincia se encuentran los grandes volcanes de México,
Se distribuye en parte de los estados de Tamaulipas, como el Pico de Orizaba (5,610 msnm), Popocatépetl
Veracruz y Nuevo León. Esta provincia se comparte (5,465 msnm), Iztaccíhuatl (5,230 msnm), Nevado de
con los EE.UU.; dentro del territorio mexicano se en- Toluca (4,680 msnm), Nevado de Colima (4,240 msnm)
sancha hacia el norte a lo largo del río Bravo. Presenta y volcán de Colima o de Fuego (3,838 msnm).
las características de una costa emergida y se ve inte- Resultan características de esta provincia las am-
rrumpida por algunas sierras aisladas como la de Ta- plias cuencas cerradas ocupadas por lagos como los
maulipas, de San Carlos y Cruillas, la Serranía del de Pátzcuaro y Zirahuén, o los depósitos de lagos anti-
Burro, etc. Hacia el noroeste hay una alternancia de guos, como los de la cuenca endorreica del llamado
lomeríos con extensas llanuras. Existen lagunas cos- Valle de México, o bien la presencia de cuencas hun-
teras, siendo las mayores: la Laguna Madre, la Laguna didas como la de Chapala convertida en la actualidad
de Catemaco y la Laguna de San Andrés. La mayor en un lago.
parte de las rocas son sedimentarias, calizas y lutitas
cretácicas en las Sierras de San Carlos y de Tamauli- 11. Península de Yucatán
pas; calizas terciarias y lutitas depositadas al noreste
de Tamaulipas (cuenca de Burgos) y otras al sudeste Localizada en los estados de Campeche, Yucatán y
(cuenca de Tampico-Misantla). En esta provincia es Quintana Roo, es, en términos estrictamente fisio-
posible encontrar intrusiones de rocas ígneas ácidas e gráficos, una gran plataforma de rocas calcáreas mari-
intermedias, rocas de origen volcánico y básicas, del nas que ha venido emergiendo de los fondos marinos
Terciario al Cuaternario, distribuidas al norte de Ta- desde hace millones de años; la parte norte de la pe-
maulipas y cerca de Ciudad Mante. nínsula se considera resultado de un periodo más re-
ciente. Existe una pequeña cadena de lomeríos bajos
9. Mesa del Centro que se extiende desde Maxcanú hasta Peto (Yucatán),
y que se conoce regionalmente como Sierrita de Ti-
Localizada en parte de los estados de San Luis Potosí, cul. En la Península se ha formado una extensa red
Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes, Querétaro y Zaca- cavernosa subterránea, por la que escurre el agua ha-
tecas, entre las sierras Madre Occidental, Madre Orien- cia el norte; es de destacar también la profusión de
tal y al norte del Eje Volcánico Transversal. Las atra- cenotes (dolinas) y uvalas que muestran la red de dre-
viesa un río importante, el Lerma. Está constituida naje subterráneo.
por amplias llanuras interrumpidas por sierras dis- En la parte sur de Campeche existen algunos ríos
persas, la mayoría de naturaleza volcánica. Las llanu- como El Palizada, El Candelaria y El Champotón, y
24 Caracterización ambiental
esta línea imaginaria que cruza los estados de Baja Grupos de climas B (secos)
California Sur, Sinaloa, Durango, Zacatecas, San Luis
Potosí y Tamaulipas, deja la mitad sur del territorio Debido a la situación de la República Mexicana en
nacional dentro de una zona climática tropical y al la zona de alta presión y aires descendentes y a la
norte como subtropical (INEGI 1991). orientación general de sus amplias sierras en rela-
La presencia de ambas cuencas oceánicas, por su ción con los mares, existen en nuestro país, espe-
acción amortiguante marítima, propician invasiones cialmente en su porción septentrional, amplias re-
considerables de masas de aire húmedo que penetran giones con climas áridos Bw o Bs. Los Bw se locali-
al país procedentes del Golfo de México y del Océano zan en la parte norte de la Altiplanicie mexicana, a
Pacífico, lo que contribuye a la presencia de un clima altitudes menores a los 1,500 m así como en parte de
en gran medida isotermal, y salva al país de los efectos la Llanura costera del Pacífico, situada al norte del
de continentalidad, los cuales consisten en enfria- paralelo 25° norte y en las zonas costeras de la Pe-
mientos y calentamientos excesivos en invierno y en nínsula de Baja California, exceptuando el noroeste,
verano, respectivamente. en donde el clima es BS.
Lo anterior hace que nuestro país cuente con una Los climas BS se encuentran bordeando a los BW,
uniformidad termal relativa a lo largo del año; por en la parte norte de la Altiplanicie así como en los
ésto las diferencias entre las estaciones frías y cálidas declives de la Sierra Madre Occidental, que se elevan
del año no resultan muy extremosas, especialmente de la Llanura Costera del Pacífico al norte del paralelo
en las regiones del centro y sur del país, y sólo en el 23° norte, y en la porción central y noroeste de la pe-
norte de la República estas variaciones en los factores nínsula de Baja California. Se extienden también en
del clima son evidentes, por ejemplo en el Norte de las zonas interiores del centro y sur del país, que se
Chihuahua (Ciudad Juárez). encuentran menos expuestas a la influencia de los
En México están representados los grupos de cli- vientos húmedos del mar, como sucede en algunas
mas A, B y C de Köppen. El clima E se encuentra sólo porciones de la parte sur de la Altiplanicie, en las par-
en áreas muy reducidas. En un país tropical como el tes más bajas de la cuenca del Balsas, y las cuencas
nuestro, los climas D o boreales, sensu Köppen, no más altas de los ríos Verde, Mixteco, Tlapaneco,
existen (García Amaro 1964). Papaloapan y Tehuantepec.
26 Caracterización ambiental
en la región veracruzana hacia los Tuxtlas; al norte de calcio en el perfil del suelo. El clima seco o árido bajo
la Sierra de Juárez, Oaxaca y en pequeñas áreas de la el cual se desarrolla no permite que la lluvia pueda
Planicie costera del Sureste, asociados a vegetación de arrastrar los carbonatos de calcio hasta debajo del
selvas altas y medianas. subsuelo. Generalmente se vinculan con vegetación
Los suelos de terrarrosa se derivan de calizas que natural de matorral xerófilo y de pastizal. Son suelos
tienen semejanza con los migajones rojos de los tró- de clima con humedad deficiente, donde el suelo no
picos; la caliza, al intemperizarse, tiene un drenaje se acidifica y los coloides no se dispersan.
fácil y una erosión moderada o ligera. Presenta dos La capa superficial u horizonte A es bastante rica
tipos de suelos: negros, café grisáceos o negro grisáceo en materia orgánica. Se les ha dividido en: suelos ne-
y los rojos o café rojizo. A los suelos negros calizos y gros o chernozem; suelos castaños o chesnut; suelos
margosos de los climas tropicales se les conoce como semidesérticos café grisáceos, también llamados
rendzinas, comunes en áreas montañosas de Chiapas, sierozem y suelos desérticos grises y rojos.
en la Sierra Madre Oriental, cerca de Xalapa, en Las rendzinas son suelos inmaduros cuyo perfil se
Zongolica y en la Sierra de Juárez en Oaxaca. Están ha definido por la naturaleza de la roca madre de ori-
frecuentemente asociados a los bosques caducifolios gen calizo. Dentro de esta denominación se encierra a
o bosques mesófilos de montaña. los suelos calizos grises y blancos de los climas tem-
Los suelos de color rojo o café rojizo, que están for- plados y los negros calizos y margosos de los trópicos.
mados por arcillas saturadas incompletamente con La vegetación natural con la que se asocia varía según
óxidos libres, resultado de un proceso de laterización, el clima, incluyendo matorrales xerófilos, bosques de
comprenden suelos calizos café y rojizos de los climas coníferas y encinos y aun selvas o bosques tropicales.
templados y suelos rojos de los trópicos, que son cono- 4. Salinización. Es la acumulación de sales solu-
cidos con el nombre de terrarrosa. Han sido estudiados bles en el perfil del suelo, tanto cloruros y sulfatos de
en el noreste de Yucatán, asociados a las selvas bajas sodio, de potasio, de calcio de magnesio y de algunas
caducifolias o bosques tropicales caducifolios. También otras sales. En todo proceso de intemperización estas
se han encontrado estos tipos de suelos en el sur de sales, con un buen drenaje, son eliminadas mediante
Tabasco y Campeche asociados a selvas medianas o a el escurrimiento subterráneo cuando hay lluvia abun-
bosques tropicales subperennifolios. dante o por infiltración se concentran en la masa del
Los suelos amarillos lateríticos forman un grupo suelo; si el drenaje es deficiente, las sales solubles for-
mal definido que puede encontrarse en los trópicos y madas en el propio suelo y las transportadas, son par-
más frecuentemente en los climas semicálidos y tem- cialmente eliminadas o no se eliminan y si el manto
plados. Se consideran suelos de transición entre los freático es, además, poco profundo, el proceso de eva-
suelos rojos tropicales y los café forestales y que se poración se presenta muy intenso en las capas supe-
asocian con frecuencia a una vegetación de coníferas. riores produciendo la concentración de las sales en
2. Podzolización. Es un proceso de lixiviación com- las capas superficiales del perfil.
pleta de las sales alcalinas y alcalinotérreas, favoreci- La desecación de lagunas o marismas también pro-
do por una humedad abundante y fácil drenaje. Los duce elevadas concentraciones de sales, como la ocu-
suelos se acidifican, retienen el sílice pero el humus y rrida en las lagunas de Mayrán y Viesca, en Coahuila,
los sesquióxidos de hierro y de aluminio son arrastra- o en el Vaso de Texcoco. La salinización da origen a los
dos, quedando el horizonte superior blanquecino y suelos salitrosos, también llamados solonchak, que se
pobre de otros materiales. También se desarrolla un caracterizan por un exceso de cloruros y sulfato de
horizonte inferior de acumulación oscuro, rico en sodio. Los suelos ensalitrados tienen un perfil unifor-
humus y sesquióxidos, característico de las regiones me sin horizontes, ni estructuras definidas, debido a
bien drenadas de los climas fríos y húmedos. Se aso- la floculación de las arcillas; en la temporada de secas
cian con vegetación de coníferas y bosque de encino o aparecen manchas blanquecinas formadas por las sa-
mixtos de pino–encino. El proceso de podzolización les concentradas; al llover o regar, las sales concentra-
da lugar a tres grupos de suelos: los suelos café foresta- das en la superficie se disuelven y son arrastradas tem-
les, los podzoles y los suelos de pradera. poralmente al subsuelo. La vegetación que sustenta
3. Calcificación. Proceso de lixiviación incomple- varía de hierbas anuales a perennes halófilas y a
to, con un horizonte de acumulación de carbonato de pastizales salinos.
28 Caracterización ambiental
Regosol (del griego Rheros: manto, cobija; relativo a cuando están secos; si están húmedos, son pegajosos,
la capa de material suelto que cubre la roca). Son sue- su drenaje es deficiente; en seco son muy duros. Se
los poco desarrollados, constituidos por material suel- presentan en casi todos los climas que tienen una
to, muy semejante a la roca de la cual se originó; de- marcada estación seca y otra lluviosa, sobre terrenos
pendiendo del tipo de clima sustentan cualquier tipo planos o en depresiones, frecuentes en llanuras
de vegetación. Muy abundantes en el país, en terrenos costeras del Golfo de México, asociados con los
montañosos, sobre todo en el norte. feozem y los solonchaks.
Litosol (del griego lithos: piedra y solum: suelo, es Feozem (del griego phaeo: pardo y del ruso zemlja:
decir, suelo de piedra) son suelos muy delgados, con tierra, o sea, tierra parda). Son suelos obscuros, de con-
espesores menores a los 10 cm. Descansan sobre un sistencia suave, ricos en materia orgánica y en
estrato duro y continuo, como roca madre, tepetate o nutrimentos; generalmente el subsuelo presenta acu-
caliche; según el clima soportan selvas bajas o mato- mulación de arcilla. Se les encuentra en las regiones
rrales altos. De amplia distribución en el país, gene- templadas y tropicales, son frecuentes en parte del Eje
ralmente en topografía plana o levemente ondulada, Volcánico Transversal, asociados con andosoles,
frecuente en la Península de Yucatán, asociados a cambisoles y vertisoles.
rendzinas. Rendzina (nombre polaco que se da a los suelos
Xerosol (del griego xeros: seco, suelo de zona seca o profundos y pegajosos que se desarrollan sobre cali-
árida). Son suelos áridos que contienen materia orgá- zas). Son suelos obscuros, poco profundos (10 cm a
nica. La capa superficial es clara y debajo de ella puede 50 cm) que sobreyacen directamente al material
haber acumulación de minerales arcillosos y/o sales, carbonatado, por ejemplo, calizas. Se les localiza en
como carbonatos y sulfatos. Se hallan restringidos a cualquier tipo climático, excepto en zonas frías, ge-
las zonas áridas y semiáridas del centro y norte del neralmente en relieves montañosos como en la Sie-
país, a veces asociado a regosoles. Soportan una vege- rra Madre Oriental, asociados a litorales. En la Penín-
tación de matorral y pastizal. sula de Yucatán son los suelos predominantes en
Yermosol (del español yermo: desértico, desolado). terrenos planos. La vegetación que sustentan varían
Son suelos de zonas muy secas o desérticas casi sin desde bosques de pino–encino, encinares, bosques
materia orgánica, semejantes a los xerosoles, de los mesófilos de montaña hasta selvas bajas y medianas.
que difieren sólo en el contenido de materia orgánica Luvisol (del latín luvi, luo: lavar, suelo lavado). Son
en el horizonte superficial. En algunos sitios susten- suelos con un contenido de bases que va de mediano
tan vegetación de matorral o de pastizal y, en algunos a alto. El subsuelo tiene acumulación de arcillas, como
casos, vegetación esparcida. Son característicos del resultante del lavado y la formación in situ. En zonas
Desierto sonorense y la península de Baja California, tropicales son de color rojizo y cambian a amarillento
asociados a regosoles y xerosoles. en las templadas; son muy susceptibles a la erosión.
Cambisol (del latín cambiare: cambiar, suelo que Se les localiza fundamentalmente bajo climas tem-
cambia). Son suelos claros, con desarrollo débil, que plados y tropicales, sobre terrenos de topografía varia-
presentan cambios en su estructura o consistencia da. A veces se les encuentra en zonas semiáridas, abar-
debido al intemperismo. Frecuentemente presentan cando pequeñas áreas. Se hallan ampliamente
todavía características del material que les dio origen. representados en el Eje Volcánico Transversal, asocia-
Dependiendo del clima, pueden sustentar una vege- dos con andosoles, vertisoles, cambisoles y rendzinas.
tación de matorral, pastizal, bosque o selva. Se en- Sobre ellos se desarrolla una vegetación de bosques,
cuentran en cualquier tipo climático, excepto en zo- selva o pastizal.
nas áridas y semiáridas; en terrenos abruptos, Acrisol (del latín acris: agrio, ácido, suelos ácidos).
ondulados o planos, en porciones orientales de la Sie- Muy semejantes a los luvisoles aunque más ácidos en
rra de Chihuahua y Durango, en las partes montaño- el subsuelo debido a un lavado más intenso y a la
sas del Eje Volcánico Transversal. Se asocian a regosoles rápida formación de minerales arcillosos. Son tam-
o feozem. bién muy susceptibles a la erosión. Dependiendo del
Vertisol (del latín verto: voltear, suelos que se re- clima permiten el desarrollo de bosques o de selvas.
vuelven y autoabonan, ricos en arcillas expandibles). Andosol (del japonés en: obscuro y do: tierra. Tierra
Son muy arcillosos, con grietas anchas y profundas negra). Son suelos derivados de cenizas volcánicas,
30 Caracterización ambiental
fríos tan característicos de las partes elevadas de las vegetación en bosques, matorrales o herbazales y sus
montañas, todo lo cual se conjuga para hacer el terri- variantes.
torio mexicano ecológicamente muy diverso. Además, En algunos casos el desarrollo y la expresión de las
a lo largo de la historia geológica se han presentado comunidades vegetales se corresponde a grandes uni-
inmersiones y emersiones marinas en gran parte del dades con el grupo o tipo climático pero en otros ca-
territorio, procesos de vulcanismo y largos períodos sos la comunidad vegetal que se ha desarrollado no
de intemperismo del material geológico expuesto. corresponde del todo con las características del clima,
En algunos casos las relaciones de las comunida- sino que su expresión y desarrollo responde a caracte-
des vegetales, de las especies y los rasgos del ambiente, rísticas del sustrato geológico o del tipo de suelo con
como la topografía, el sustrato geológico, el clima o el una relativa independencia del factor climático. En el
tipo de suelo, son evidentes, pero en otras situaciones primer caso se considera la vegetación, como vegeta-
la presencia o el tipo de distribución que presentan ción zonal, en el segundo correspondería a la vegeta-
algunas comunidades vegetales o ciertas especies son ción azonal.
difíciles de entender si no se toma en cuenta la in-
fluencia de un factor ecológico no relevante hoy en 2. C ORRELACIÓN DE LOS RASGOS DEL AMBIENTE DE
día, pero si lo suficientemente importante en otro tiem- M ÉXICO CON LA CLASIFICACIÓN Y NOMENCLATURA
po, como para haber tenido influencia en los patrones DE LAS COMUNIDADES VEGETALES
de distribución de los organismos o de las comunida-
des: los factores de tipo histórico que, además de los La clasificación y la nomenclatura de las comunida-
mencionados, permiten entender la riqueza y diver- des vegetales de México han estado estrechamente re-
sidad de la biota de un lugar. Entre estos factores de lacionadas con los factores ambientales, los aspectos
tipo histórico podemos mencionar la deriva continen- fisiográficos, geológicos, climáticos, edáficos y, en
tal, los procesos de orogenia y vulcanismo, las fluc- muchos casos, con las actividades antropocéntricas,
tuaciones climáticas a que ha estado sujeto el territo- principalmente la agricultura y la ganadería y en me-
rio nacional durante el terciario y cuaternario, además nor proporción la explotación forestal.
de las glaciaciones. Otros factores, como las migracio- Así, términos como vegetación tropical y subtro-
nes de las regiones septentrionales y meridionales y pical, templada, árida y semiárida, tienen un claro sig-
su confluencia en nuestro país han jugado un papel nificado climático pero poco preciso en lo que se re-
importante en la conformación de la riqueza florística. fiere a a la comunidad vegetal en sí misma. Algunos
Es de destacar la importancia que el elemento endé- términos geográficos como alpino, boreal o meridio-
mico tiene en la composición de la flora nacional, así nal se han empleado también para referirse a las co-
como los procesos de migración del elemento mexi- munidades vegetales de nuestro país, aunque en al-
cano hacia otras regiones. gunos casos en forma errónea. Tal es el caso de la
Como hemos visto, las comunidades vegetales que vegetación alpina para referirse a la que se establece
se desarrollan en nuestro país son numerosas y en por encima del límite de la vegetación arbórea
algunos casos muy variadas. Las plantas superiores (timberline) en las altas montañas. Con el nombre
han desarrollado tres grandes tipos de formas de cre- genérico de Alpes se conocen las grandes montañas
cimiento cada una con sus variantes. Los árboles, plan- modernas formadas por plegamientos en Europa. Los
tas perennes leñosas generalmente de más de 4 m o 5 Alpes propiamente dichos, abarcan parte de Francia
m de alto con un tronco bien definido a partir del cual oriental, la parte adyacente de Alemania, el norte de
comienzan a ramificarse. Los arbustos, plantas peren- Italia y porciones de Suiza y Austria. Las comunida-
nes leñosas de más de 0.5 m de altura, profusamente des vegetales que sustentan van desde bosques de
ramificados desde la base y las yerbas, plantas de con- Quercus, Castanea y Ostrya, en las partes bajas, en las
sistencia herbácea, es decir, sin tejido secundario o partes medias, un piso llamado montano caracteriza-
leño, de altura variable, anuales, bianuales o peren- do por Fagus, al que le sigue otro llamado subalpino,
nes. La dominancia de estas formas de vida y su distri- con bosques de coníferas (Abies, Picea y Larix) y un
bución en las comunidades proporcionan la fisono- piso llamado alpino de matorral achaparrado de
mía, la estructura y la fenología de las mismas. Estos Juniperus y Rhododendron, en el cual se mezcla un
parámetros se usan para diferenciar y clasificar a la prado (pastizal) con Nardus, Carex, Festuca, etc. En
32 Caracterización ambiental
4. Bosque tropical caducifolio 13. Matorral xerófilo
5. Bosque espinoso (sensu Rzedowski 1978). 14. Matorral submontano
6. Selva baja caducifolia 15. Matorral espinoso tamaulipeco
7. Selva baja espinosa perennifolia 16. Matorral crasicaule (nopalera, cardonal)
8. Selva baja espinosa caducifolia 17. Matorral desértico micrófilo (inerme, subinerme
9. Selva baja espinosa y espinoso)
10. Matorral subtropical 18. Matorral sarcocaule y sarcocrasicaule
11. Mezquital (según INEGI). 19. Mezquital
20. Pastizal
L AS ZONAS TEMPLADAS Y FRÍAS 21. Pastizal (según INEGI).
22. Pastizal (según Rzedowski 1978).
Las comunidades que se desarrollan en climas tem- 23. Vegetación de páramos de altura
plados comprenden dos grandes grupos: uno repre- 24. Zacatonal (según Miranda y Hernández-X. 1963)
sentado por aquéllas que se desarrollan bajo condi- 25. Zacatal
ciones de aridez y el otro que se desarrolla sin proble- 26. Zacatonal (según Flores Mata et al. 1971)
mas de aridez; según esto, las zonas templadas y frías
sin problemas de aridez agruparían las siguientes co- Por otra parte, otro gran grupo de comunidades
munidades vegetales: vegetales es aquél cuya expresión y distribución está
determinada por las características del suelo o del
1. Bosque caducifolio sustrato geológico. Por ejemplo, Miranda y Hernán-
2. Bosque de enebros dez-X. (1963) consideran para zonas templadas, frías
3. Bosque de oyamel
4. Bosque mixto de pino-encino (sensu Miranda y
Hernández-X. 1963).
5. Bosque de cedro y táscate (Cupressus y Juniperus).
6. Bosque de pino
8. Bosque de encino (sensu Flores Mata et al. 1971)
9. Bosque de coníferas
10. Bosque de Quercus (encinar)
11. Bosque mesófilo de montaña (según Rzedowski
1978).
12. Bosque de encino-pino (según INEGI).
1. Bosque espinoso
2. Chaparral o matorral esclerófilo
3. Cardonal, tetechera, izotal, nopalera
4. Chaparral
5. Matorral espinoso con espinas laterales
6. Matorral espinoso con espinas terminales
7. Matorral alto subinerme
8. Matorral inerme o subinerme parvifolio
9. Matorral crasirrosulifolio
10. Matorral submontano
11. Matorral desértico rosetófilo
12. Matorral desértico micrófilo
34 Caracterización ambiental
peculiares. En el primer caso existen géneros y espe-
Foto: FGM.
Muhlenbergia purpusii.
Otros casos de esta “gipsofilia” lo podemos encon-
trar en los alrededores de Ciudad Fernández, en San
Luis Potosí, en el camino a Cerritos. Allí podemos A unos 25 km al suroeste de Tula, en el estado de
hallar el mezquital de Prosopis con Maytenus phyllan- Tamaulipas, en la desviación a Los Gasmones, existe
thoides que se establece sobre depósitos de yeso, o bien un claro ejemplo de la correlación sustrato geológico–
una variante de bosque de pino, en la cual el pinar de suelo con la vegetación. Este sitio se localiza a sota-
Pinus cembroides se desarrolla sobre un conglomera- vento de la Sierra Madre Oriental y en los lomeríos
do de rocas ígneas y a su lado, en un afloramiento de calizos de ésta. Aquí se desarrolla un matorral
un depósito de yeso, crece un bosque de Pinus rosetófilo de Agave lechuguilla con Hechtia glomerata
arizonica var. stormiae, unos cinco kilómetros al sur y Dasylirion miquihuanense. Sobre un afloramiento
de Puerto Pastores, en el municipio de Galeana, Nue- de basalto, un matorral alto espinoso con crasicaules
vo León. Quizás, uno de los ejemplos más claros de de Stenocereus griseus y Myrtillocactus geometrizans con
esta correlación entre sustrato geológico y distribu- Prosopis, y en el suelo de aluvión se desarrolla un
ción de la vegetación se pueda observar en la región de matorral micrófilo subinerme de Larrea tridentata con
San Roberto, Nuevo León, a unos 110 km al norte de Flourensia cernua.
Matehuala. Al oriente de San Roberto, a los lados de la Otro factor ambiental que se correlaciona con la
carretera a Iturbide y Linares, en un área de unos dos distribución de la vegetación es la latitud y la orienta-
o tres kilómetros y a los lados de la carretera coexisten ción de las laderas de los cerros: a latitudes medias y
en el afloramiento de yeso el pastizal gipsófilo de altas los rayos del sol tienden a ser más oblicuos, de tal
Bouteloua chasei y Frankenia gypsophila; en el suelo de modo que las laderas orientadas al ecuador (en nues-
aluvión se establece el matorral micrófilo subinerme tro país las del sur), tienen un tiempo mayor de ilu-
de Larrea tridentata y Yucca filifera y sobre los lomeríos minación y calentamiento que aquéllas orientadas
calizos se dispone un matorral rosetófilo espinoso con hacia los polos (en el caso al que nos referimos, las
Agave lechuguilla, Hechtia glomerata y Yucca carne- orientadas al norte), lo cual da como resultado que las
rosana. Es posible encontrar una situación similar al laderas del lado sur sostienen una comunidad vegetal
noreste de Concepción del Oro, en el camino a Saltillo, más xérica que las orientadas hacia el norte. Así, en la
en la desviación a Gómez Farías. región de Perote, Veracruz, sobre las calizas, en las
Otra correlación muy estrecha se da entre los ma- laderas al sur, se desarrolla una comunidad de
torrales crasicaules (nopaleras y cardonales) que en el rosetófilos espinosos con Agave y Hechtia. Y en las
centro-norte e incluso noroeste del país se desarro- laderas norte, una comunidad dominada por Nolina y
llan sobre material ígneo, tanto intrusivo como otros arbustos (Ramos y González-Medrano 1972).
extrusivo. Una excepción es la región de Tehuacán– En los valles de Jaumave y Miquihuana, en
Cuicatlán, en donde las comunidades de crasicaules Tamaulipas, en las laderas orientadas al sur, más se-
(tetecheras con Beaucarnea) se desarrollan sobre ma- cas, se desarrolla un matorral rosetófilo de Agave,
terial sedimentario (calizas y lutitas). Salvo este caso, Dasylirion y Hechtia y en las orientadas al norte, un
la relación entre los matorrales crasicaules y sus va- bosque bajo de pino piñonero de Pinus nelsonii o bien
riantes (por ejemplo, matorral alto espinoso de un matorral alto subinerme.
mezquite con crasicaules), con el sustrato de origen Estas correlaciones sustrato-suelo-vegetación son
ígneo, es evidente. evidentes en zonas áridas y semiáridas, pero también
36 Caracterización ambiental
community–type) con rasgos florísticos, biogeográ- do, el matorral, etc. En sentido muy amplio se ha usa-
ficos, ecológicos, sucesionales, históricos y antropo- do como sinónimo de formación vegetal, lo cual ha
génicos particulares. Tiene su propio territorio creado a veces confusiones y ambigüedades.
ecológico y geográfico, además una combinación En México, quizá el antecedente más remoto acer-
estadísticamente confiable de especies características ca del uso de la composición florística para diferen-
y diferenciables y de bioindicadores diagnósticos. Las ciar unidades de vegetación a nivel subregional o lo-
asociaciones las determinan a partir del estudio com- cal, sea el trabajo geobotánico del Valle del Mezquital,
parativo de censos (relevés), en los cuales la composi- Hidalgo, realizado por Bravo (1937) quien, siguiendo
ción florística es registrada y cuantificada. Asociacio- los lineamientos marcados por Cuatrecasas y Huguet
nes con una composición florística similar, etapa o del Villar, las formas de vida (hierba, arbusto,
estado dinámico, estructura, hábitat o distribución subarbusto) y la composición florística, se toman en
vicariante pueden ser conjuntadas en tipos o unida- cuenta para definir las sinecias o comunidades vege-
des de “rango” mayor (alianzas, órdenes, clases, etc.). tales, sensu lato. La composición florística, pero prin-
cipalmente los dominantes por estratos, los utiliza esta
B. C ONSOCIACIONES autora para definir las Asocietas (Asociaciones) de la
vegetación estudiada.
En México otro concepto que se ha utilizado para dife- Otro trabajo llevado a cabo con lineamientos si-
renciar unidades de vegetación a nivel regional con base milares para definir subunidades de la vegetación
en la composición florística es la Consociación, sirve usando la composición florística, es el de Rzedowski
para referirse a una comunidad vegetal dominada por (1954), quien, después de dividir la vegetación del
una especie en el estrato con la forma de vida dominan- pedregal de San Ángel en dos tipos fisonómicos o “for-
te. Ejemplos de consociaciones serían las siguientes: el maciones”, el Fruticetum y el Arboretum, dentro de
bosque de planifolios, dominado por Abies religiosa; el ellos distingue Asociaciones siguiendo las ideas de
bosque de aciculifolios, dominado por Pinus hartwegii; Huguet del Villar (1929) y diferenciando dentro del
el pastizal mediano dominado por Bouteloua gracilis; el Fruticetum, la Asociación: Senecietum praecocis (de
pastizal halófilo dominado por Spartina spartinae, etc. Senecio praecox) y Quercetum rugosae fruticosum
(Quercus rugosa). Del Arboretum: Quercetum centralis
C. F ORMACIÓNES (Quercus centralis), Pinetum hartwegii (Pinus hartwe-
gii), Pinetum teocote (Pinus teocote) y Abietum
Del latín formatio, onis, de forma; en este caso, bioló- religiosae (Abies religiosa), entre otras.
gica. En el campo geobotánico el término Formación A un nivel más amplio la información florística se
lo introdujo Grisebach en 1838 con un sentido clara- ha usado para definir unidades de vegetación a nivel
mente fisonómico, como transformación más espe- regional, desde un punto de vista fitogeográfico. Tal es
cializada del de forma. Hacia 1850, Kerner inició la el caso del estudio sobre la fitogeografía de la Penín-
confusión empleando la voz Formation para designar sula de Baja California, México, realizado por Peina-
lo que hoy llamaríamos “Asociación colectiva”. Pese a do, Alcaraz, Delgadillo y Aguado (1994). En este tra-
ambigüedades, en el Congreso de Bruselas (1910) la bajo hacen una propuesta de división fitogeográfica
Comisión de Nomenclatura, propuso definir la For- de la Península de Baja California, usando la compo-
mación como: “la expresión actual de determinadas sición florística para definir grandes unidades
condiciones de vida”, añadiendo textualmente: “se fitogeográficas como reinos: Holártico y Neotropical,
compone de Asociaciones, que se diferencian en su hasta sectores fitogeográficos: Diegano, Juarezense,
composición florística, pero coinciden en primer tér- San Felipense, Sanlucano, etc.
mino en las condiciones estacionales y en segundo Finalmente, el trabajo de Rivas Martínez (1997) hace
lugar en sus formas biológicas”. una sinopsis syntaxonómica de las comunidades vege-
tales naturales potenciales de Norteamérica, incluyen-
D. T IPOS DE VEGETACIÓN do México y Mesoamérica. Existe una propuesta más
amplia hecha por Rivas Martínez et al. (1999) para la
Son unidades fitogeográficas muy amplias, de tipo vegetación forestal templada boreal y occidental de
ecológico-fisonómico. Por ejemplo, el bosque, el pra- Norteamérica, que incluye parte de nuestro país.
En un sistema jerárquico de clasificación resulta evi- Las unidades reconocidas incluyen tanto la vege-
dente la necesidad que se tiene de resaltar los niveles tación zonal como la azonal, es decir, aquellas que
de integración de la vegetación. En un país como están respondiendo a la influencia un tanto más di-
México, con tanta variación fisiográfica, climática y recta del clima y aquellas en que la influencia sobre la
biótica, las características más útiles para hacer una comunidad está dada por características diferentes al
comparación y/o una clasificación de la vegetación clima como cantidad y calidad de agua, sustrato
son la fisonomía y la estructura de la misma. La feno- geológico o variantes edáficas.
logía contribuye de manera importante a diferenciar La posición geográfica de nuestro país favorece que
las comunidades, sin embargo estos atributos de la gran parte del mismo se localice dentro de la región
vegetación a menudo no son claramente identifica- tropical y el resto dentro de la región templada. Los
bles en relación con los factores ambientales. Por lo términos tropical y templado en la mayoría de las cla-
cual la incorporación de características geográficas sificaciones propuestas han sido considerados
(templado y tropical), de montaña, o climáticas fue- automáticamente con una connotación climática. Por
ron consideradas en el esquema de clasificación pro- ejemplo, clima tropical seco o húmedo y el término
puesto en este trabajo. templado se ha usado para referirse al clima fresco o
Las unidades se definen fisonómica y estructural- frío, independientemente de su posición geográfica.
mente y todas indican condiciones ambientales. Des- Rivas Martínez (1997), presenta un cuadro para dife-
pués de la asignación de cada unidad reconocida se renciar las zonas y cinturones (fajas) climáticas de la
anotan las abreviaturas del o de los climas en donde Tierra:
preferentemente crecen.
El dinamismo de la vegetación y sus cambios Z ONAS Y CINTURONES LATITUDINALES
como consecuencia de las actividades antropogénicas DE LA T IERRA
y sus etapas sucesionales resultantes fueron conside-
radas en la medida en que la clasificación propuesta En el planeta Tierra se tienen tres amplias zonas la-
puede emplearse tanto para comunidades primarias titudinales: la tropical, la templada y la frígida, se-
(poco o escasamente modificadas por actividades gún Rivas Martínez (1997: 12). La primera abarca
antrópicas), como para aquellas etapas sucesionales, desde los 0° a los 30° N y S. La templada, desde los
siempre y cuando se haga mención de su condición 30° a los 51° N y S, y la frígida o fría, va desde los 51°
de vegetación secundaria. a 90° (N y S).
50 Clasificación y nomenclatura
bre a las “sociedades” de carácter periódico, es decir, a animales influyentes; posee una constitución biótica
los grupos de “subdominantes” que sólo tienen un característica.
papel importante en la vegetación durante una época Asociación: Se le atribuye a Humboldt (1805) el
del año. empleo de este término por vez primera para hacer
La sucesión. Se considera como una serie de cam- referencia a la composición florística (es decir, siste-
bios florísticamente distinguibles en las comunida- mática de la colectividad vegetal). Con esta significa-
des vegetales a lo largo del tiempo (Moravec 1992). ción fue propuesta por Flahault en el Congreso de
Consociación: concepto utilizado por los geobotánicos Botánica de París en 1900.
norteamericanos, y que sirve para caracterizar la domi- La Comisión de nomenclatura del Congreso de
nancia de una especie; equivalente a consociato en la Bruselas 1910 la definió como: “una colectividad ve-
nomenclatura de sociabilidad de H. del Villar, y que getal de composición florística determinada, unidad
indica el dominio de una sola especie en la asociación. de condiciones estacionales y unidad fisonómica: es
Formación: término introducido por Grisebach la unidad fundamental de la sinecología”.
en 1838, con un sentido claramente fisonómico. La Por su parte, en el Congreso Internacional de
Comisión de nomenclatura propuso definirla como Amsterdam (1935) se acordó que en lo sucesivo, el
“la expresión actual de determinadas condiciones término asociación sólo se emplearía para unidades
de vida”, añadiendo que “se compone de asociacio- definidas por la posesión de especies características y
nes que se diferencian en su composición florística diferenciales en el sentido de la escuela Zurich–
pero coinciden en primer término en las condicio- Montpellier, o por lo menos, para unidades del mis-
nes estacionales y en segundo lugar en sus formas mo orden de importancia. Los geobotánicos norte-
biológicas. americanos emplean el término para designar
Actualmente hay una tendencia clara a establecer subdivisiones de primer orden de la formación
una diferencia neta entre formación y asociación, con- climax.
servando estas palabras sus valores etimológicos e his- Flahault y Shroter (1910, citados por Moravec
tóricos. 1992), consideran la asociación como una comuni-
Por su parte, H. del Villar definió la formación dad vegetal tipo, de composición florística definida y
como: “Una cohabitación botánica individualizada por condiciones de fisonomía y hábitat uniformes. Por su
la forma biológica que en ella domina”. Equivale, por parte Braun Blanquet (1921, citado por Moravec 1992)
lo tanto, a la sinecia o fitocenosis (desde el punto de consideró a la asociación como: una comunidad ve-
vista biotípico). Así, la formación puede expresarse getal caracterizada por rasgos florísticos y sociológi-
en términos comunes como bosque, prado, estepa, cos (organizacionales) definidos y que muestran una
sabana, espinar, chaparral, etc., o más técnicamente: cierta independencia por la presencia de especies ca-
bosque perennifolio esclerófilo. racterísticas (exclusivas, selectivas y preferenciales).
Mueller–Dombois y Ellenberg (1974) consideran Otros autores como Beard (1978) consideran que
las formaciones, como aquellas comunidades vegeta- las asociaciones clímax, es decir, las comunidades ve-
les dominadas por una forma de vida particular (ár- getales aparentemente maduras, estables e integradas,
bol, arbusto, subfrutice) y que se desarrollan en pueden agruparse de acuerdo con su estructura y fiso-
hábitats similares. nomía en formaciones. Por lo tanto, la formación es
Tipo de vegetación: es una unidad fitogeográfica muy un grupo fisonómico y es independiente de su flora.
amplia de tipo ecológico y fisonómico; por ejemplo el Beard (1955) introduce el concepto de series de
bosque, el prado, etc. formaciones para referirse a comunidades vegetales
Bioma (biomes): es el término originalmente pro- (formaciones) ecológicamente relacionadas en un
puesto por Clements (1916) con el significado de co- gradiente ambiental, por ejemplo, las formaciones que
munidad biótica, integrada por plantas y animales. se desarrollan en una región montañosa. La gran uni-
Posteriormente, Shelford (1935), Carpenter (1939) y dad de vegetación que Rzedowski (1978) define como
otros han precisado su sentido y le han dado una ex- matorral xerófilo, correspondería a una serie de for-
tensión coincidente con la de formación clímax. Se- maciones, pues el concepto que maneja agrupa a to-
gún estos autores, el bioma se caracteriza por la uni- dos los matorrales xerófilos como tipos de vegetación
formidad fisonómica de la clímax vegetal y por los o formaciones xerófilas de México.
52 Clasificación y nomenclatura
3. CRITERIOS Y SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN 2.- Combinación de factores del sitio
DE LA VEGETACIÓN C.- Localización geográfica de comunidades.
Las comunidades vegetales pueden clasificarse toman- III. Propiedades que combinan tanto la vegetación
do en cuenta diferentes criterios: como el ambiente.
I. Propiedades de la vegetación misma. A.- Por un análisis independiente de la vegeta-
A.- Criterios fisonómicos y estructurales. ción (en el sentido I) y un análisis independiente
1.- Formas de vida o de crecimiento. de los componentes ambientales y su subsecuen-
a) Formas de vida dominantes. te correlación (por ejemplo, a través de la sobre-
b) Combinaciones de formas de vida. posición de unidades mapeables).
2.- Estratificación vertical. B.- Por análisis combinado de vegetación y me-
3.- Periodicidad. dio ambiente, haciendo énfasis sobre las inter-
B.- Criterios florísticos. dependencias en un sentido funcional (Mueller-
1.- Una sola especie de planta (en casos espe- Dombois y Ellenberg 1974).
ciales 2 ó 3 especies).
a) La especie dominante (en términos Por otra parte, Whittaker (1978), en un trabajo muy
de altura, o cobertura o una combina- bien documentado distingue grandes enfoques en la
ción de ambas). clasificación de las comunidades vegetales:
b) Las especies más frecuentes (o las
especies más numerosas). U NIDADES FISONÓMICAS
2. Ciertos grupos de especies de plantas.
a) Grupos de plantas estadísticamente Las primeras clasificaciones de la vegetación estuvie-
derivados. ron basadas en su fisonomía y su estructura. La pri-
1) Especies constantes (siempre presentes). mera estaba definida por los tipos estructurales de las
2) Especies diferenciales (o segregadas). plantas o formas de crecimiento (por ejemplo, gramí-
3) Especies clave (indicadoras o diagnóstico). neas o árboles latifoliados y caducifolios) que domi-
b) Grupos de plantas derivadas sin usar nan o son más conspicuos en las comunidades. Es
estadísticas de la vegetación. decir, las formas de vida o formas de crecimiento de
1) Especies del mismo significado ecológico. las plantas dominantes.
2) Especies de la misma distribución geográfica. Una comunidad tipo sobre un continente dado,
3) Especies del mismo significado dinámico. definida por la dominancia de las formas de creci-
c) Criterios de relación numérica miento (y los grandes rasgos del ambiente) es una
(coeficientes de comunidad). formación. Un agrupamiento de formaciones simi-
1) Entre especies diferentes. lares que se presentan en climas similares de los
2) Entre comunidades diferentes. diferentes continentes es una formación-tipo. Es-
tos conceptos han sido la base de extensas investi-
II. Propiedades externas de la vegetación. gaciones en biogeografía. Los ecólogos interesados
A.- La supuesta etapa final en el desarrollo de la tanto en plantas como en animales a veces han usa-
vegetación (clímax). do como unidades correspondientes al bioma y al
1.- Definida por combinaciones de formas de “bioma-tipo”.
vida.
2.- Definidas por criterios florísticos. U NIDADES AMBIENTALES
B.- El hábitat o el medio ambiente.
1.- Ciertos factores del sitio. Las unidades fisonómicas clasifican a la vegetación
a) Clima. por su estructura como una expresión del medio
b) Relaciones con el agua. ambiente. Es posible tomar este enfoque y clasificar
c) Suelos. los ambientes por sí mismos, guiados por la idea de
d) Influencias antropogénicas que las unidades ambientales también podrían ser ca-
(prácticas de manejo). racterizadas por diferencias en la estructura. Algunos
54 Clasificación y nomenclatura
relaciones de los tipos de comunidad con los gradientes 8. U NIDADES DE ESTRATOS
ambientales.
El uso de “zonas” implica que un gradiente ambien- Es posible clasificar fracciones de comunidades ve-
tal tiene un efecto tan grande en la comunidad que otras getales, y en particular usar unidades diferentes de
variables del entorno natural pueden subordinarse a él, y clasificación para los distintos estratos o para formas
que la vegetación podría expresarlo. Entonces, las co- de vida.
munidades son tratadas como fajas o zonas en relación Así, el estrato con árboles, arbustos, yerbas y
con ese gradiente complejo. Zonas como tipos de domi- talofitas, de una comunidad dada puede, en este
nancia parecen estar más claramente definidas en co- caso, pertenecer a diferentes unidades y es posible
munidades de ambientes más severos, tales como las de que no exista una correspondencia simple entre
macizos montañosos en climas secos y en las costas estas unidades cuando se observan en una amplia
marinas y litorales de cuerpos de agua. gama de ambientes. Este enfoque sinusial de la ve-
getación tiene una larga historia (sinusia, synusia,
D OMINANCIA DE ESPECIES conjunto de plantas que en una comunidad tiene
la misma forma de vida y pertenecen al mismo es-
Es natural clasificar así a las comunidades terrestres trato; serían equivalentes a las simorfias de Huguet
porque la dominancia, después de la fisonomía, está del Villar). A estas unidades de clasificación se les
dada por la(s) especie(s) dominante(s). La clasificación llama “uniones”.
por tipos de dominancia tiene un cierto número de Es posible clasificar también a las comunidades
limitaciones pero, a veces, es conveniente y adecuado por combinaciones de uniones (o de especies domi-
para los propósitos de un estudio determinado. Varios nantes de los estratos). Según este enfoque las comu-
autores han usado el término asociación para tipos de nidades vegetales, una combinación de uniones A, B
dominancia, pero sería más conveniente usarlo sólo y C, y la otra unión A, D y C, pertenecen a diferentes
para las unidades florísticamente concebidas (por ejem- comunidades tipo. La clasificación de la vegetación
plo, el criterio de la escuela de Braun-Blanquet). por combinaciones de estratos dominantes fue desa-
rrollada por la escuela de Upsala.
D INÁMICA DE LA VEGETACIÓN
T IPOS DE SITIOS FORESTALES
Una secuencia de sucesiones es una “serie ecológica”
en el tiempo; la sucesión en diferentes hábitat tiende a Los tipos de sitios forestales pueden definirse por la
converger hacia comunidades clímax, que son más composición del sotobosque y usados para indicar el
similares entre sí que las primeras etapas de las suce- medio ambiente y su potencial para el crecimiento de
siones. En consecuencia, como una base para su cla- los árboles del dosel superior. Estos sitios tipo de bos-
sificación, es posible agrupar las diversas comunida- que se agruparon en clases por condiciones de hume-
des sucesionales de un área alrededor de un tipo de dad y se arreglaron en series ecológicas en relación
clímax hacia el cual tienden. con los gradientes ambientales mayores.
Esta combinación de interrelaciones sucesionales
con la definición de las comunidades clímax tipo, C LASIFICACIONES NUMÉRICAS
como formaciones o como tipos de dominancia ha
sido aplicada en la ecología de países de habla inglesa. Se basan directamente en mediciones de similitud
Clements (1916), Shelford (1931) y otros consideran relativa, ya sea de la distribución de especies o la
la existencia de una sola comunidad clímax climática composición de las muestras. Por ejemplo, Gooda-
para un área dada, hacia la cual convergen todas las ll (1953) usó la ausencia de correlación entre espe-
sucesiones. cies como un criterio para la homogeneidad de las
Las comunidades climax fueron concebidas como unidades de vegetación de niveles bajos. La vegeta-
formaciones y las subdivisiones geográficas de las for- ción con este enfoque se concibe como un patrón
maciones se reconocieron como asociaciones. Los ti- multidimensional o red de trabajo de variación, en
pos sucesionales o en desarrollo fueron reconocidos el cual el nodum (nodo) es un punto de referencia
como sucesiones. abstracto.
56 Clasificación y nomenclatura
Z ONAS TROPICALES
En 1990, la COTECOCA estimó que las zonas tropicales
de México ocupan una superficie de 55.7 millones de
Zona árida y semiárida. Foto: FGM.
T RÓPICO HÚMEDO
T RÓPICO SECO
58 Clasificación y nomenclatura
Zona templada. Foto: FGM. Zona templada. Foto: FGM.
Vegetación azonal. Foto: FGM. Vegetación azonal. Foto: FGM. Zona templada. Foto: FGM.
. Formaciones estacionales.
. Formaciones secas perennifolias.
Bioma: Bosques tropicales. Foto: FGM.
EJEMPLOS DE FORMACIONES
. Matorral submontano
. Matorral crasicaule
. Matorral rosetófilo espinoso
. Matorral desértico
. Matorral micrófilo, etc.
Ejemplo:
. Región tropical
. Vegetación zonal
. Clima húmedo
. Formación: bosque aciculifolio de montaña.
. Consociación: bosque aciculifolio de montaña
de Pinus hartwegii.
EJEMPLOS DE CONSOCIACIONES
. Región tropical
. Vegetación azonal
. Formación: bosque bajo de durifolios (encinar)
Biomas
Series de formaciones
Vegetación zonal Formaciones
Asociaciones
Consociaciones
ZONA TROPICAL: TRÓPICO SECO
Y TRÓPICO HÚMEDO
Biomas
Vegetación azonal Series de formaciones
Formaciones
Asociaciones
Consociaciones
Biomas
Series de formaciones
Vegetación zonal Formaciones
Asociaciones
Consociaciones
ZONA TEMPLADA
Biomas
Series de formaciones
Vegetación azonal Formaciones
Asociaciones
Consociaciones
Biomas
Series de formaciones
Vegetación zonal Formaciones
Asociaciones
Consociaciones
ZONA ÁRIDA Y SEMIÁRIDA
Biomas
Series de formaciones
Vegetación azonal Formaciones
Asociaciones
Consociaciones
Ante todos estos problemas, enfoques y perspectivas La propuesta permite que las unidades de clasifi-
en relación con la clasificación de la vegetación, con- cación de la vegetación se puedan representar
sidero que una clasificación basada en rasgos fisonó- cartográficamente en diferentes escalas. Las caracte-
micos estructurales y fenológicos proporciona los ele- rísticas florísticas se pueden usar para ayudarnos a
mentos más adecuados para diferenciar y clasificar definir comunidades vegetales, tanto en escalas ma-
las comunidades vegetales que pueblan el territorio yores, como menores. Es de recalcar que no se sigue
nacional. Los rasgos ecológicos como características un sistema jerárquico basado en la florística, como en
del suelo, diferencias en sustrato geológico, modifica- la escuela de Braun–Blanquet, Rivas-Martínez o
ciones relacionadas con cambios en el uso del suelo Zurich-Montpellier.
debidos a actividades humanas pueden ayudar a defi- La propuesta resalta las diferencias entre vegeta-
nir con más precisión las unidades de vegetación. ción zonal y azonal, y aunque no se tiene una catego-
A niveles muy locales, la composición florística, ría para condiciones intermedias de la expresión de la
es indudablemente un factor extraordinariamente útil vegetación a lo largo de un gradiente (ecotonos), estos
para diferenciar las unidades menores de clasifica- pueden clasificarse y denominarse haciendo hincapié
ción de la vegetación. en su condición de ecotonía.
La propuesta está básicamente orientada hacia la La insistencia de destacar los conceptos de zonas
vegetación primaria, es decir aquellas comunidades que áridas, semiáridas, tropical y templadas, espero que
poca o ninguna influencia antropógena han tenido. Sin permitan aclarar la confusión que hasta la fecha se ha
embargo, las comunidades vegetales secundarias e in- presentado.
ducidas pueden agruparse en el esquema propuesto. Hasta donde fue posible, los aspectos nomencla-
Aunque la hipótesis del Continuum no se descarta turales trataron de ajustarse al sistema de clasifica-
totalmente en esta propuesta, sí se toman en conside- ción de las formaciones vegetales del mundo de la
ración los cambios en la fisonomía, la estructura y la UNESCO y en las descripciones de las unidades reco-
composición florística de la vegetación azonal y son nocidas se revisaron los nombres de los conjuntos de
objeto de diferenciación y clasificación. vegetación reconocidos.
Asimismo, la propuesta se basa en la vegetación
real (existente), pero puede ser usada para la vegeta-
ción potencial.
CUADRO 1. PROYECTO DE CLASIFICACIÓN DE LAS PRINCIPALES FORMACIONES VEGETALES DE MÉXICO EN EL MARCO DE UNA CLASIFICACIÓN
GENERAL DE LAS FORMACIONES VEGETALES TROPICALES Y SUBTROPICALES
A - FORMACIONES FORESTALES
Casos particulares
Bosque denso seco deciduo o semi-deciduo (o Bosque yucateco de Achras zapota sobre calizas (Campeche, Quintana Roo).
subdeciduo)
Bosque denso seco bajo deciduo y matorral deci- Bosque yucateco de llanura sobre calizas (Yucatán)
duos) Matorrales y bosques bajos sobre pendientes de la vertiente pacifica de la
Sierra Madre del Sur y de la Sierra de Chiapas (Oaxaca, Chiapas)
Matorrales y bosques bajos de la depresión de Chiapas)
Bosque montañoso denso frondoso deciduo o Bosque de liquidámbar (vertiente atlántica de las Sierra orientales)
semi - deciduo (Veracruz, Chiapas)
Manglar
Bosque periódicamente inundado
Matorrales periódicamente inundados Matorrales de Haematoxylon campechianun (tintal de Yucatán)
Bosques pantanosos
Galerías forestales Galerías de Taxodium mucronatum (Chiapas)
I. Bosques claros
II. Estepas herbáceas o de suculentos o de vege- Estepas de bromeliáceas (Hechtia) y de agaves (Puebla).
tales enanos semi-leñosos
72 Anexos
CUADRO 2. TIPOS DE VEGETACIÓN DE ACUERDO CON COTECOCA
74 Anexos
CUADRO 4. TIPOS DE VEGETACIÓN
RZEDOWSKI (1978) MIRANDA Y HERNÁNDEZ X. (1963) RZEDOWSKI (1966) FLORES ET AL. (1971)
Bosque tropical Selva alta perennifolia, selva alta Bosque tropical Selva alta perennifolia, selva
perennifolio o mediana subperennifolia perennifolio mediana subperinnifolia (en
parte)
Bosque tropical Selva baja caducifolia Bosque tropical deciduo Selva baja caducifolia
caducifolio (en parte)
Bosque espinoso Selva baja subperennifolia (en Bosque espinoso, mezqui- Selva baja caducifolia (en par-
parte), selva baja espinosa pe- tal extradesértico te), selva baja subperennifo-
rennifolia, selva baja espinosa lia, mezquital (en parte)
caducifolia
Matorral xerófilo Matorral espinoso con espinas Matorral desértico micró- Mezquital (en parte), chapa-
laterales, cardonales, tetecheras, filo, matorral desértico ro- rral, matorral submontano,
etc., izotales, nopaleras, matorral setófilo, matorral crasicau- matorral crasicaule, matorral
espinoso con espinas terminales, le, matorral submontano, desértico rosetófilo, matorral
matorral inerme parvifolio, ma- encinar arbustivo desértico micrófilo
gueyales, lechuguillales, guapilla-
les, etc; chaparrales, vegetación de
desiertos áridos arenosos
Bosque de coniferas Pinares, bosque de abetos u oya- Encinar y pinar (en parte) Bosque de pino, bosque
meles. de oyamel
Bosque mesófilo de Selva mediana o baja perennifo- Bosque decidfuo templado Bosque caducifolio
montaña lia, bosque caducifolio (en parte)
Manglar, popal
Vegetación acuática y Manglar, popal, tulares, carriza-
subacuática les, etc., bosque caducifolio (en
parte)
76 Anexos
CUADRO 6. LOS PRINCIPALES TIPOS DE VEGETACIÓN QUE SE RECONOCEN AQUÍ SON LOS PROPUESTOS POR RZEDOWSKI (1978)
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82 Bibliografía
Esta segunda edición de
Las comunidades vegetales de México.
Propuesta para la unificación de la clasificación y
nomenclatura de la vegetación de México
de Francisco González Medrano
se terminó de imprimir en los talleres
de la empresa Editorial del Deporte Mexicano,
Van Dick 105, colonia Santa María Nocoalco,
Mixcoac, en la Ciudad de México,
durante el mes de noviembre de 2004.
(6)
2,500 2,500
2,000 2,000
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1,500 (7) 1,500
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1,000 1,000
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500 500
(c)
0 (1) 0 23° 27’
(a) (d)
Escala aproximada: 1: 4,000,000
AUTORES: F. González Medrano y M. Hernández Hernández
CARTOGRAFÍA: Nora Esquivel
FOTOS: F. González Medrano
LEYENDAS L OCALIDADES
Bosque de encino Bosque tropical caducifolio Matorral subinerme parvifolio (a) Todos Santos, BC, 18 msnm, 110° 13’ (5) Villa de Cos-Cos, Zac, 2,050 msnm, 102° 21’
(b) La Laguna, BCS 1,670 msnm, 109° 58’ (6) Real de Catorce, S.L.P., 2,750 msnm, 100° 53’
Bosque de encino pino Manglar Pastizal (c) Santiago, BCS, 368 msnm, 109° 44’ (7) Matehuala, S.L.P., 1,600 msnm, 100° 38’
(d) La Ribera, BCS, 10 msnm, 109° 35’ (8) Mier y Noriega, 1,700 msnm, 100° 7’
Bosque de pino Matorral alto subinerme Pastizal gipsófilo
(1) El Quelite, Sin, 60 msnm, 106° 29’ (9) Jaumave, Tamps, 735 msnm, 99° 23’
(2) Mezquital, Dgo, 1,400 msnm, 104° 22’ (10) Llera de Canales, Tamps, 300 msnm, 99° 1’
Bosque de pino encino Matorral rosetófilo espinoso Pastizal halófilo
(3) Chalchihuites, Zac, 2,300 msnm, 103° 54’ (11) Soto La Marina, Tamps, 25 msnm, 98° 13’
(4) Cañitas de Felipe Pescador, Zac, 2,000 msnm, 102° 54’