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Colombia en la repartición imperialista: (1870-1914)

Álvaro Tirado Mejía

Contenido

PRESENTACIÓN ............................................................................................................................... 4
CAPITULO I: LA REPARTICION TERRITORIAL EN LA ERA DEL IMPERIALISMO (Período:
1870 - 1914) ........................................................................................................................................ 8
CAPITULO II: LAS MINAS DE TIMBIQUI .................................................................................. 43
Capítulo III: RIVALIDADES POR COLOMBIA A COMIENZOS DEL SIGLO XX .................... 63
Capítulo IV: BAMBALINAS DEL CANAL DE PANAMA ........................................................... 89
Capítulo V: RECLAMACIONES DE EXTRANJEROS POR PERJUICIOS DE GUERRA Y
OTROS MOTIVOS DURANTE EL SIGLO XIX EN COLOMBIA ............................................... 99
Anexo: DETRAS DE LA MASACRE............................................................................................ 126

2
"Los tratados y la deuda nos hacen una
especie de colonos de las potencias
extranjeras. Tan cierto es esto, que en
la Nueva Granada lo peor que uno
puede ser es granadino, lo mejor es ser
extranjero; pero se entiende ser inglés o
francés o norteamericano, en fin, ser
súbdito de una nación que tenga
algunos buques de guerra. Así es que
nuestras relaciones exteriores están
reducidas a oír reclamaciones, sufrir
humillaciones y pagar indemnizaciones,
injustas las más de las veces".
Joaquín Posada Gutiérrez

3
PRESENTACIÓN

Con el presente volumen iniciamos la Serie sobre Historia de Colombia. Se trata en ella de
promover, entre el público no especializado, el conocimiento de nuestra historia y de
nuestra situación nacional. Con un criterio amplio, de divulgación, se publicarán trabajos de
autores extranjeros y nacionales que por no haber sido traducidos al castellano o por haber
sido editados en revistas especializadas, en la mayoría de los casos, sólo son conocidos por
un núcleo reducido de estudiosos. Con espíritu amplio se incluirán trabajos que aporten al
estudio de la realidad nacional, en el orden factual, metodológico, etc., aunque lo expuesto
en cada obra no coincida con los criterios de los directores de la Serie. Comparativamente
con otros países la bibliografía conocida sobre Colombia, su historia y su situación es
bastante reducida. Por esta razón se tratará en la Serie de divulgar obras extranjeras sobre el
país que aporten sobre su conocimiento y de editar o reeditar obras de autores nacionales.
Consideramos que ese conocimiento no puede estar limitado por prejuicios apriorísticos
(valga la redundancia) sobre interpretaciones de una realidad, desconocida y que -para los
que pretenden una acción política- ésta sólo podrá ser correcta en la medida en que se
ejerza sobre una realidad conocida y no sobre la copia de situaciones histórica y
socialmente diferentes.

II

El volumen número uno de la Serie: «Colombia en la repartición imperialista (1870-1914)",


recoje lo fundamental de la tesis de Doctorado presentada por el autor en la Universidad de
Paris, I (Pantheon-Sorbonne) bajo la dirección del Profesor Pierre Vilar. Se trata de un
trabajo de investigación directa en los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Francia (Quay D' Orsay) y tal como se relaciona en el índice, los capítulos y el documento
anexo (con excepción del capítulo V) fueron editados como artículos separados en
publicaciones ya agotadas y de difícil consecución.

Tal como en su momento se expresó en la introducción de la tesis, este estudio tiene por
objeto mostrar algunos aspectos sobre la forma como se ejercía la dominación imperialista
sobre Colombia, durante el período comprendido entre 1870 y 1914. Se trata de ver a través
de algunos casos cómo por medio de presiones diplomáticas, apoyadas explícita o
implícitamente por la fuerza, las potencias imponían sus puntos de vista de acuerdo con sus
intereses. No se trata de una enumeración o de un análisis exhaustivo de todos los
incidentes internacionales de Colombia. Tampoco se trata de un estudio sobre las
inversiones extranjeras y sus consecuencias. El objetivo fundamental es el de mostrar LA
FORMA que tomaron las relaciones entre Colombia y las potencias imperialistas:

4
Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Alemania, y cómo tras de la ficción jurídica de
independencia se escondía la subordinación real de Colombia a los intereses de las
potencias.

Me parece importante destacar en este trabajo elementos diferentes a los económicos, no


porque dude que ellos sean determinantes en las relaciones imperialistas, sino porque
quiero destacar otros, que como la presión diplomática ayudan a esclarecer el fenómeno en
su conjunto. En su obra sobre el Imperialismo, Lenin decía: "No nos detendremos, por
mucho que lo merezca, en el aspecto no económico del problema". (Lenin, El
Imperialismo, fase superior del capitalismo. Obras escogidas, Vol. 1, p. 731). Por mi parte,
en este trabajo, doy por sentado el aspecto económico y trataré de resaltar otros elementos.

El período escogido (1870-1914) lo ha sido por las siguientes razones: Esta es una época
clave para Francia (los archivos consultados son fundamentalmente de este país), marcada
por la derrota frente a Alemania en 1871, por la Comuna de París, por el nacimiento de la
Tercera República, por el desarrollo del sistema colonial, por los ensayos de construcción
del Canal de Panamá y por el comienzo de la Primera Guerra Mundial. A nivel
latinoamericano el período nos permite observar la evolución de la concurrencia
imperialista: a la hegemonía inglesa sucede la expansión norteamericana, sobre todo en el
Caribe, y al final del período la lucha entre capitales norteamericanos y europeos concluye
con el predominio de los primeros sobre los segundos. Durante este período Colombia
vivió una situación internacional muy agitada a causa de las negociaciones para la apertura
de un canal en Panamá, de la pérdida de este territorio (1903), de las reclamaciones de
extranjeros por perjuicios causados duran te las guerras civiles. A lo largo del período
puede observarse una actitud constante de los gobiernos colombianos (liberales o
conservadores) sobre la concepción de la soberanía del país y de las relaciones con las
grandes potencias.

La fuente fundamental del trabajo está constituida por los Archivos del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Francia, cuyos documentos sobre el período son inéditos en
Colombia y se basa, sobre todo, en la correspondencia de los diplomáticos de Francia en
Bogotá. Las observaciones de estos funcionarios son muy importantes para conocer el
comportamiento de las otras potencias imperialistas en la medida en que el representante
francés, por profesión, y a causa de las rivalidades existentes entre las potencias, era un
atento observador de sus rivales. En otros casos, sobre todo cuando se trata directamente de
intereses franceses como en lo relacionado en los capítulos II y III, las gestiones efectuadas
por la vía diplomática dejaron documentos de primera mano.

En el capítulo I se hace un esquema de la situación general de Europa durante el período, de


la expansión colonial y del crecimiento de los intereses europeos en América Latina. Se
hace también un ligero esbozo de las relaciones entre los Estados Unidos y América Latina
y se concluye con la lucha de influencias, entre estas potencias por controlar la región.

5
El capítulo segundo hace alusión a inversiones francesas en Colombia en el sector minero.
Este capítulo que tiene la ventaja de apoyarse sobre documentos que emanan de los
interesados, muestra cómo se hacía la explotación de una región alejada, cuál era el poder
de la compañía extranjera sobre las autoridades regionales, la eficacia de las presiones
diplomáticas sobre las autoridades centrales y el papel de los funcionarios colombianos.
Los documentos utilizados muestran que la compañía ponía en práctica métodos coloniales
y que con la ayuda de autoridades nacionales controlaba en la región, la tierra, la
producción, el comercio y la mano de obra. Es ilustrativo en este capítulo el hecho, que
parece que era corriente en toda América Latina, de que los capitales franceses se
presentaban, en muchos casos, como capitales ingleses.

El capítulo III trata de la tentativa de implantación de inversiones inglesas y francesas en


Colombia, en 1913, y de las circunstancias que con tribuyeron a su fracaso. Este capítulo
muestra, a través de un caso concreto, cómo se vivían las contradicciones imperialistas en
esa época. Puede observarse el deseo de capitalistas ingleses y franceses para entenderse en
el contexto de la "Entente Cordial" para hacer frente a la influencia alemana de una parte y
a los capitales norte americanos de otra. Las peripecias y el fracaso final de ese proyecto de
inversiones muestran claramente, que en el conjunto de América Latina la hegemonía
inglesa se borraba progresivamente ante los Estados Unidos. Deben anotarse en el lenguaje
del financista inglés y del diplomático francés las frecuentes alusiones a su modelo
colonial, fuera éste Cecil Rhodes o la colonización argelina.

El capítulo IV se construye con las apreciaciones de los diplomáticos franceses sobre las
intervenciones de los diplomáticos norteamericanos en Colombia. Surge de estos
documentos que estos actuaban en Colombia como especie de procónsules. La descripción
irónica del diplomático francés ilustra la profunda rivalidad entre Francia y los Estados
Unidos, en momentos en que ambos trataban de obtener una concesión para la construcción
de un canal en Panamá.

El capítulo V estudia la situación de los extranjeros en Colombia, la forma cómo se


tramitaban las reclamaciones por perjuicios sufridos durante las guerras civiles, la respuesta
militar de las potencias ante estos hechos y el papel jugado por las autoridades
colombianas. Es evidente que los extranjeros gozaban de ventajas especiales, apoyados por
sus gobiernos, tal como lo demuestran los documentos mencionados, la interpretación de
los tratados y la manera de dirimir los conflictos en una forma jurídica que en la práctica
encubría una relación de dominación. Los documentos citados muestran claramente que las
autoridades colombianas no eran ajenas a esas maniobras y que llegaron, incluso, hasta
solicitar la intervención armada de las potencias en el territorio nacional.

En resumen, los casos que se presentan y cuya enumeración no pretende ser exhaustiva,
sirven para mostrar el verdadero sentido de la relación de dependencia de Colombia frente a
las potencias ya citadas. Esta dependencia puede observarse a través de intervenciones

6
militares, de amenazas, de combinaciones entre inversionistas, de presiones diplomáticas,
todas ellas encubiertas por la independencia política.

Mi intención es mostrar que los criterios de imperialismo y de dependencia, aplicables a


Africa y Asia, también son operativos para América Latina en contra de lo que pretende
mostrar la historia oficial en Colombia. Esta ideología se basa en el hecho de que a partir de
la separación respecto a España, Colombia no ha sufrido ocupación permanente de su
territorio y pretende hacer creer que si las rivalidades económicas se han desarrollado ha
sido siempre con el permiso de los gobernantes colombianos que se afirman como
soberanos. Con el objeto de contribuir a desenmascarar esta ideología, he efectuado este
trabajo sin negarme los defectos que tiene.

Consigno acá mi deuda intelectual con el Profesor Pierre Vilar, de quien he aprendido,
entre otras muchísimas cosas, que el problema nacional en América Latina debe plantearse
en una forma nueva. Claro está que las limitaciones de este trabajo sólo me son imputables.

ALVARO TIRADO MEJIA

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CAPITULO I: LA REPARTICION TERRITORIAL EN LA ERA DEL
IMPERIALISMO (Período: 1870 - 1914)

EUROPA

En el año de 1871 Alemania consuma su unidad bajo la corona imperial de Guillermo I y


continúa el camino que la convierte, al final del período, en la primera potencia de Europa.
Potencia demográfica, pues es el país más poblado del continente después de Rusia,
potencia militar con el mejor ejército del mundo y potencia industrial con la segunda
producción mundial al fin del período.

Francia inicia el período con una derrota militar, con la pérdida de Alsacia y Lorena, con el
pago de la indemnización de guerra a Alemania y en suma con la pérdida de la
preponderancia de que había gozado en Europa durante la época Napoleónica. Aunque a
partir de 1875 se nota en Francia un resurgir de la actividad industrial, Alemania la aventaja
en este campo. "En 1880, la proporción de Francia en la producción industrial mundial es
de 9%, la de Alemania es de 14%1. Por el contrario, en el movimiento de conquistas
coloniales, sobre todo en África, Francia desarrolla una fuerte expansión.

Gran Bretaña es en 1870 la primera potencia económica d mundo, su imperio colonial es el


más grande y posee la flota de guerra más temible y la mayor marina mercante. Todo esto
unido a su posición insular le daba una sensación de seguridad que la llevó a optar por el
aislamiento respecto a las alianzas europeas hasta comenzado el siglo XX. Respecto a la
producción industrial, todavía en 1890 los EE. UU. e Inglaterra controlaban cada uno 27%
o 28% de la producción mundial, pero al fin del período, en 1913, la parte de los primeros
sobrepasa el 35%, la de Inglaterra cae al 14% y se ve superada por la de Alemania que tenía
un 15%2.

Rusia era el país más poblado de Europa, con inmensos recursos naturales no bien
explotados, con posibilidades de reclutar inmensos ejércitos, los cuales por falta de medios
servían más para una guerra defensiva que ofensiva. A su vez el inmenso país no estaba
exento del problema de las minorías nacionales y sus intereses expansionistas chocaban en
los Balkanes con los del Imperio austro-húngaro, en oriente con los del imperio otomano
pero sobre todo con los de Inglaterra, y en el Extremo Oriente fundamentalmente con los
del Japón.

1
Pierre Renouvin, Dir. Histoire des Relations Internationales:T. VI, Le XIX Siecle, II. De 1871 a 1914;
L'Apogée de L'Europe. (París, Hachette, 1955), p. 17.
2
Pierre Milza. Les Relations Internationales de 1871 a 1914. (París, Armand Colin, 1968), p. 94.

8
El imperio austro-húngaro estaba constituído por un mosaico de pueblos, permanecía
esencialmente como un país agrícola y sus efectivos militares comparados con los de las
otras potencias eran modestos.

Italia logró su unidad política en 1871 y entró en la escena europea con gran retardo
económico y como país esencialmente rural. Sin embargo, y aunque sus efectivos militares
no eran de magnitud, por medio de alianzas trató de desarrollar actividades expansionistas
sobre todo en el continente, africano. Su flota de guerra asociada a la de otras potencias
europeas se hizo sentir varias veces en América Latina en el bloqueo de puertos.

Respecto a las rivalidades europeas, esquemáticamente se puede dividir el período en dos


fases. La primera se ha denominado el "Sistema Bismarckiano" el cual concluye con la
caída del Canciller en 1880. Se caracteriza éste por la política que desarrolla Alemania para
mantener aislada a Francia, bien sea a través de la "Entente de los tres Emperadores"
(Alemania, Rusia, Austria) o por el sistema de la "Triple Alianza" (Alemania, Austria,
Italia). La segunda fase está marcada por el advenimiento de Guillermo II como Kaiser y el
retiro de Bismarck de la cancillería. Este acontecimiento marca la nueva política alemana
de "Weltpolitik" en la que el país entra de lleno a intervenir en los asuntos mundiales de
acuerdo con los intereses industriales y financieros que había desarrollado. Francia logra
entonces romper su aislamiento ligándose a Rusia por una convención militar en 1892, a
Italia por un acuerdo de neutralidad en 1902 y a Inglaterra que movida por el crecimiento
naval de Alemania deja su política de "espléndido aislamiento" y firma con Francia en 1904
"El Tratado del Entente Cordial".

LAS CONQUISTAS COLONIALES DE EUROPA

En los grandes Estados europeos se desarrolla a partir de 1878-1880 un amplio movimiento


de expansión imperialista. Sus causas son múltiples: necesidad de mercados para los
productos industriales, de exportación de capitales, de obtención de materias primas, de
conquistas de puntos militares estratégicos, etc. En la época de los monopolios las
motivaciones económicas son las fundamentales para la expansión imperialista pero no
siempre aparecen como inmediatas tal como lo se señala Lenin: "Las condiciones
estrictamente económicas no son las únicas que influencian el desarrollo de posesiones
coloniales, las condiciones geográficas y otras también juegan su papel"3.

"En 1870, en el Continente Africano, la penetración colonial Europea estaba limitada a


Argelia, Africa del Sur y a una pequeña porción de la Costa Occidental, al Sur de la
desembocadura del Senegal. Veinte años más tarde los únicos territorios en donde

3
Lenin. L'Imperialisme, Stade Supreme du Capitalisme. (Pekín, Editions en Langues Etrangéres, 1969), p. 95.

9
subsistían Estados independientes eran Etiopía, Marruecos y el Alto Nilo"4. Etiopía
conservó su independencia formal pero fue repartida en zonas de influencia entre
Inglaterra,

Francia e Italia en el año de 1906. Marruecos se convirtió en protectorado Francés (1912), y


la dominación europea sobre el Alto Nilo se consumó por una serie de acuerdos de
repartición concluidos en el período 1890-1893 entre Inglaterra, Italia, el Imperio Alemán y
el Estado del Congo. El "affaire" de Fachoda (1898) que estuvo cerca de conducir a una
guerra entre Inglaterra y Francia consagró definitivamente la dominación inglesa sobre la
región en detrimento de las pretensiones francesas.

En Asia los acuerdos entre Rusia e Inglaterra (1884) establecen la preponderancia inglesa
sobre Afganistán con miras a la conservación de la India para los británicos. Los acuerdos
entre Francia e Inglaterra entre 1885 y 1887 consuman el reparto de Indochina. Como
graciosa concesión estos acuerdos permiten que el Estado de Siam subsista independiente
para que sirva como tapón entre las posesiones inglesas y francesas. Sobre la China a más
de los imperialismos europeos rondaba el joven imperialismo japonés y si como producto
de una guerra victoriosa el Japón impuso a China (17 de abril de 1895) la "independencia"
de Corea y la cesión de Formosa y otras islas, no pudo beneficiarse del botín porque una
semana más tarde Alemania, Rusia y Francia lo obligaron a renunciar a sus conquistas. Con
esto se dieron las bases para el ejercicio de la rivalidad imperialista sobre China
ahorrándole a ésta la ocupación territorial (excepto ciertos puertos) pero abriéndola al
comercio, a la inversión y a los empréstitos de europeos, japoneses y norteamericanos, bajo
el manto de una independencia política formal.

La fuerza fue siempre el común denominador bien que fuera ejercida desde el principio o
que lo fuera a posteriori para consumar una penetración ya iniciada, como en el caso de
Egipto o Túnez en donde los gobernantes nativos tras un proceso de endeudamiento
progresivo al fin tuvieron que dejar el control efectivo en manos de ingleses o franceses. En
este ejercicio de rapiña en el que las potencias corrían a ocupar los "espacios vacíos" no se
excluían el "trueque" del botín, Vg. Egipto por Marruecos entre Inglaterra y Francia o el
cálculo de distracción como fue el caso de la política alemana de Bismarck al apoyar la
expansión colonial francesa para que la energía de los conquistadores se desviara del
objetivo de reconquistar a Alsacia y Lorena. Toda esta empresa imperialista se recubrió con
el manto de la ideología y se adelantó en nombre de la civilización, la religión y el
progreso, encomendados por Dios al destino del hombre blanco.

El Congreso de Berlín (noviembre 1884 a febrero 1885) legalizó el sistema de ocupación


colonial. El "Estado Independiente del Congo" fue cedido a título personal al rey Leopoldo
II de Bélgica. Se reglamentó el procedimiento a seguir para la toma de los territorios aun no
colonizados. Según los acuerdos del Congreso, el conquistador debía hacer una notificación
4
Pierre Renouvin, Op., cit., p. 129.

10
formal a las otras potencias y someter a una ocupación efectiva al territorio. Se estableció
que la simple firma de "tratados" con los jefes de tribus no era suficiente para implicar el
reconocimiento por parte de los otros países, respecto a las anexiones pronunciadas.

En la era del imperialismo el repartimiento territorial del globo entre las más grandes
potencias capitalistas fue terminado. He aquí el cuadro que transcribe Lenín sobre las
posesiones coloniales de las grandes potencias.

POSESIONES COLONIALES DE LAS GRANDES POTENCIAS

COLONIAS METROPOLIS TOTAL


(En millones de kilómetros
1876 1914 1914 1914
cuadrados y de habitantes)
Países Km2 Habit. Km2 Habit. Km2 Habit. Km2 Habit.

Inglaterra 23.5 251.9 33.5 393.5 0.3 46.5 33.8 440.0

Rusia 17.0 15.9 17.4 33.2 5.4 136.2 22.8 169.4

Francia 0.9 6.0 10.6 55.5 0.5 39.6 11.1 95.1

Alemania - - 2.9 12.3 0.5 64.9 3.4 77.2

Estados Unidos - - 0.3 9.7 9.4 97.0 9.7 106.7

Japón - - 0.3 19.2 0.4 53.0 0.7 72.3

Total para las seis grandes 40.4 273.8 65.0 523.4 16.5 437.2 81.5 960.6
potencias
9.9 45.3
Colonias de las demás potencias
(Bélgica, Holanda, etc.)

Semicolonias (Persia, China, 14.5 361.2


Turquía) 28.0 289.9
Países restantes

Toda la tierra 133.9 1.657.05

5
Lenin, Op. Cit.

11
EUROPA Y AMERICA LATINA

América Latina fue el campo predilecto de expansión europea desde el punto de vista
demográfico, económico y financiero así como en el aspecto intelectual. Entre 1870 y la
primera guerra mundial, millones de europeos emigraron hacia América del Sur,
fundamentalmente a los países del Cono Sur, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay. En este
período la población de la Argentina se quintuplica, la proporción de inmigrantes alcanza
cerca del 40%. En 1914 en Argentina, de una población total de 7.888.000 habitantes,
2.358.000 son nacidos en el extranjero. En Brasil solamente en el período comprendido
entre 1888 y 1898 la inmigración aporta 1.300.000 personas6.

Desde las guerras de independencia se había iniciado la penetración financiera de Inglaterra


a través de los empréstitos primero y luego, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, con
empréstitos, inversiones directas y un desarrollado sistema bancario. Bien pronto Inglaterra
fue seguida por otros países europeos.

Durante el período que tratamos la situación es la siguiente: En América Latina los bancos
ingleses aventajaban en mucho a sus competidores europeos y norteamericanos por la
extensión de su sistema. El consorcio bancario organizado alrededor del "London and River
Plate Bank" cubría con sus actividades a Argentina, Uruguay, Chile y Brasil. El "London
Bank of Mexico and South America" cubría a México, Perú, Colombia y Ecuador. La
"Cortes Commercial and Banking Company" cubría a Nicaragua y América Central, lo
mismo que a Colombia. El "AngloSouth American Bank" operaba en Chile, Bolivia,
Argentina y Uruguay. "Un cuarto de los depósitos en Argentina y un tercio de los depósitos
en Brasil eran canalizados y tenidos por los bancos ingleses. Estos eran capaces de
distribuir dividendos que subían hasta el 20%" 7.

Todavía en 1915 la preponderancia de la banca inglesa era duramente resentida por los
capitalistas norteamericanos, tal como lo expresa la comunicación de un funcionario del
"First National City Bank" de Nueva York:

"Los bancos extranjeros sudamericanos y sus sucursales (de bancos británicos y


alemanes) son agentes activos en la promoción de relaciones comerciales entre las
repúblicas sudamericanas y sus países de origen. Estos bancos han entrado
activamente en la vida industrial y económica de las comunidades en que están
radicados. Han provisto moneda local para el desarrollo de los recursos de estos
países; han financiado ferrocarriles, obras portuarias, servicios públicos y depósitos.
Han sido instrumento para la formación de mercados en su sede de origen con
destino a las materias primas producidas por América del Sur, y de tal manera han

6
Pierre Renouvin. Op. cit., pp. 291-292.
7
Lesile Manigat, L'Amérique Latine au XX Siecle: 1889-1929. (París, Editions Richelieu, 1973), p. 84.

12
establecido bases para el intercambio recíproco de productos. Dinero de Inglaterra y
de Alemania ha sido invertido libremente en el futuro de estos países. Inglaterra y
Alemania, en los últimos veinticinco años, han colocado en la Argentina, Brasil y
Uruguay, aproximadamente cuatro mil millones de dólares, y como resultado de ello
disfrutan conjuntamente del 46 por ciento del comercio total de estos tres países.

"Para establecer un comercio provechoso y duradero en mercados hasta ahora


intocados de países extranjeros, nos será necesario ayudar al desarrollo de estos
países. Brasil, Colombia, Argentina, Chile, Perú y otras repúblicas sudamericanas
tienen recursos naturales del mayor valor que esperan ser desarrollados. Si en los
años por venir los Estados Unidos invierten su capital excedente en la consolidación
de América del Sur sobre las mismas líneas que gobiernan la inversión de los países
europeos en este campo, ello dará por resultado oportunidades comerciales que nos
reportarán un beneficio muchas veces mayor que la inversión original"8.

Alemania también extendió su actividad bancaria a América Latina como medio de


penetración comercial y de inversiones. El "Deutsche Bank" creó en 1886 el "Ubersee
Bank" para desarrollar negocios en Brasil, Chile y Argentina. El "Dresden Bank" agrupaba
entre sus filiales al "Sud-Amerikamische Bank", fundado en 1906, con sucursales desde
Méjico hasta Argentina. El "Diskants Gesells Chaft" se implantó en Venezuela, y en
Colombia fue fundado en Medellín el Banco Alemán-Antioqueño en 1912 para apoyar en
la pujante burguesía antioqueña la penetración del capital alemán9.

En América Latina la banca francesa estaba representada fundamentalmente por el "Banque


Francaise pour le Bresil" y el "Banque de l'Union Parisienne". En Colombia, el proyecto de
implantación del banco "Dreyfus" de París, fracasó por la ingerencia norteamericana10.

En cuanto a las inversiones directas, las inglesas eran también las primeras. Prácticamente
no había un país en América Latina en donde no se encontrara invertido capital inglés en
ferrocarriles, servicios públicos, productos de base, comercio, transporte o seguros. Su más
amplia densidad de inversión estaba en Argentina, Brasil, Méjico, Chile y Uruguay. "En
cuanto se refiere a nuestro país (Colombia), de los 750 millones de libras que constituyen la
inversión de la Gran Bretaña en América Latina en ese mismo año (1914), corresponden a
Colombia tan sólo unos 9 o 10 millones de libras, es decir, tan sólo el uno y medio por

8
Citado por: Harry Magdoff. L'age de l'impérialisme. (París, Maspero, 1970), p. 67.
9
Jorge Franco Holguín. Evolución de las instituciones financieras en Colombia. (México, Centro de Estudios
Monetarios, 1966), pp. 19 y ss.
10
Ver a este respecto el capítulo III.

13
ciento del total para el Continente. Esta inversión, en términos de dólares, asciende
aproximadamente al doble de la inversión estadinense de entonces"11.

El siguiente cuadro nos ilustra sobre las inversiones inglesas en América Latina:

CUADRO No. 1

INVERSIONES BRITANICAS EN AMERICA LATINA

(En miles de libras esterlinas)

FIN 1880 FIN 1913

Inversiones totalesFondos deInversiones totalesFondos de


PAIS
(valor nominal) Estado (valor nominal) Estado

Argentina 20.339 11.234 357.740 81.582

Bolivia 1.654 1.654

Brasil 38.869 23.060 223.895 117.363

Méjico 32.741 23.541 159.024 28.596

Chile 8.466 7.765 63.938 34.676

Uruguay 7.644 3.519 46.145 25.552

Colombia 3.073 2.100 6.654 3.388

Costa Rica 3.304 3.304 6.660 2.005

Cuba 1.231 44.444 9.687

Rep. Dominicana 714 714

Ecuador 1.959 1.724 2.780 183

Guatemala 544 544 10.445 1.445

Honduras 3.222 3.222 3.143 3.143

11
Héctor Melo. Observaciones sobre el papel del capital extranjero y sus relaciones con los grupos locales de
capital en Colombia. (Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Centro de Investigaciones para el
Desarrollo, 1973), p. 3. (mimeo).

14
Nicaragua 206

Paraguay 1.505 1.505 2.995 752

Venezuela 7.564 6.403 7.950 4.228

Empresas operando10.274
en varios países
18.514
Bancos
15.362
Empresas de
navegación

TOTAL 179.486 122.977 995.347 314.342

Fuente: F. J. Rippy. British Investments in Latin America. 1822-1949. Minneápolis, U. of


Minnesota Press, 1959,

p. 25.

Por lo que respecta a Francia, sus inversiones eran particularmente activas en México,
Argentina y Brasil; En 1913 el total de inversiones francesas en América Latina sumaba
8.375 millones de francos.

El siguiente cuadro nos ilustra sobre la magnitud de las inversiones francesas en América
Latina en 1902 y en 1913:

15
CUADRO No. 2

INVERSIONES FRANCESAS EN AMERICA LATINA

(En miles de francos)1902 1913


País

Argentina 923.000 2.000.000

Bolivia 70.000 100.000

Brasil 696.000 3.500.000

Chile 226.000 212.000

Colombia 246.000 15.000

Ecuador 5.000 15.000

Paraguay 1.000 4.000

Perú 107.000 50.000

Uruguay 297.000 200.000

Venezuela 130.000 50.000

Méjico 300.000 2.000.000

Cuba 126.000 2.000

Haití 76.000 100.000

Republica Dominicana 8.000 500

Costa Rica 10.000 38.000

El Salvador 10.450 12.000

Guatemala 8.620 9.000

Honduras 6.500 7.000

Nicaragua 6.150 6.000

Panamá 500

TOTAL 3.252.720 8.375.000

Fuente: Olivier Rostand. "L'Amérique Latine et la France: les apports francais au


dévéloppement du continent". Notes el Etudes Documentaires (Documentation Francaise).
No. 3084, 27 abril 1964, pp. 12-13.

16
Respecto a las inversiones francesas en América Latina, es bueno anotar que en muchos
casos se disimulaban tras una razón social redactada en inglés o incluso se matriculaban
como capital inglés para obtener el apoyo diplomático de aquella potencia. "Un ejemplo
conocido de esta actitud que no compartían ni los anglosajones ni los alemanes, fue el de la
compañía de luz y electricidad de La Paz, que, aunque íntegramente francesa por sus
capitales y su personal, se llamaba 'Bolivian Rubber & General Enterprise'. Tal actitud
contribuye a falsear toda estadística concerniente a los haberes franceses en el extranjero"12.
Un caso idéntico es el de la New Timbiqui Gold Mines, en Colombia13.

Alemania, aunque llegada un poco tarde, trató de ganar el tiempo perdido frente a sus
competidores europeos y norteamericanos. En vísperas de la primera guerra mundial sus
inversiones en América Latina se elevaban a 836 millones de dólares, o sea el 11.6% del
total, sus inversiones extranjeras14.

EE.UU. Y AMERICA LATINA

Con el fin de la guerra de secesión, los Esta dos Unidos salieron de la crisis más grave de su
historia y durante 25 años se consagraron a la colonización de su territorio, a desarrollar su
equipo industrial y a acelerar su política de inmigración. En 1890 su producción industrial
sobrepasaba en valor a la agricultura y desde 1894 la producción industrial alcanzó el
primer rango mundial. Si en Europa la red ferroviaria pasa de 140.000 kms. en 1875 a
340.000 kms. en 1913, en los Estados Unidos entre las dos fechas ésta pasa de 120.000
kms. a más de 400.000 kms. "Entre 1850 y 1900, la inversión en ferrocarriles excede a la
inversión en todas las otras ramas reunidas"15 y la red de ferrocarriles cumple, además de la
función de inversión, la de permitir la explotación de las tierras del oeste.

Terminada la colonización interior y con el crecimiento industrial y financiero para el


capitalismo norteamericano se convirtió en necesidad el sobrepasar la "Frontera interior" y
adquirir mercados para su industria y para colocar capitales.

En la primera mitad del siglo XIX la acción expansionista norteamericana se había ejercido
en América Latina, sobre Méjico que había perdido gran parte de su territorio. En los años
50 las aventuras de Walker en Centroamérica habían contado con el apoyo tácito del
gobierno norteamericano mientras aquel tuvo el triunfo de su lado16. Sin embargo, la acción
norteamericana no iba en el sentido de la anexión de territorios y los desembarcos o

12
"L'Amérique Latine et la France: Les apports Francais su dévéloppement du continente". Notes et Etudes
Documentaires, No. 3.084, 27 avril 1964.
13
Véase Capítulo II.
14
Leslie Manigat, Op. cit., p. 89.
15
Paul A. Baran y Paul M. Sweezy. Le Capitalisme Monopoliste. (París, Maspero, 1970), p.201.
16
Ver: Isidoro Fabela. Buena y mala vecindad. (México; Editorial América Nueva, 1958), pp. 101-144.

17
bloqueos de puertos fueron siempre transitorios, con el objeto de imponer un gobernante
nativo, respaldar el cobro de una acreencia, etc.

En el año 1823, el presidente norteamericano Monroe, en un célebre discurso, sentó las


bases de la política que lleva su nombre, la cual en su forma condensada era: "América para
los americanos" sin intervención de los gobiernos extracontinentales La interpretación de
esta doctrina no siempre fue uniforme por parte de los gobernantes norteamericanos y
según las circunstancias fue refinándose en su interpretación en beneficio de Norteamérica
que de hecho asumió el papel de gendarme internacional en América Latina. En el año de
1895, a propósito de un conflicto anglovenezolano relativo a los límites de la Guayana
Británica, el Presidente Cleveland concretizó su fórmula de "monroísmo reforzado" en el
sentido de que ninguna cuestión importante que interesara al continente americano podría
arreglarse sin contar con los EE.UU. Teodoro Roosevelt refinó aún más la interpretación de
la doctrina Monroe con el célebre "Corolario Roosevelt".

A propósito de un bloqueo de puertos venezolanos por parte de navíos de guerra ingleses y


alemanes en el año 1902, los EE.UU. se opusieron a la intervención y en el mensaje que
Roosevelt dirigió al Congreso de la Unión el 6 de diciembre de 1904 dijo:

"Todo Estado en el que el pueblo se conduzca bien, puede contar con nuestra cordial
amistad. Todo lo que desea este país es ver reinar, en lo países vecinos, la
estabilidad, el orden y la prosperidad. Si una nación demuestra que sabe actuar de
manera razonable y decente, si mantiene el orden y cumple con sus obligaciones, no
tiene que temer intervención de parte de los Estados Unidos. Pero debilidades
repetidas y una carencia de poder que se traduzcan por un relajamiento general de
los lazos de la sociedad civilizada pueden, en América como en otras partes,
requerir en última instancia la intervención de alguna nación civilizada, y en el
hemisferio occidental, la adhesión de los Estados Unidos a la doctrina Monroe
puede empujarlos en tales casos flagrantes de falta o impericia, a ejercer, bien que a
su pesar, un poder de policía internacional"17.

Para hacer prevalecer sus intereses, los Estados Unidos intervinieron militarmente las
siguientes veces en América Latina entre 1891 y 1912; todas en el Caribe, con la excepción
del caso de Chile: 1891, Chile y Haití; 1895, Nicaragua; 1898, Puerto Rico y Cuba; 1899,
Nicaragua; 1902, Venezuela; 1903, República Dominicana y Colombia; 1904, República
Dominicana y Guatemala; 1906-1909, Cuba; 1907, República Dominicana; 1909-1910,
Nicaragua; 1910, Honduras; 1911, Honduras; 1912, Nicaragua, Cuba, República
Dominicana. "Hasta 1912 las intervenciones militares norteamericanas eran ocasionales,
locales, específicas, puntuales por así decirlo; eran incursiones militares. A partir de 1912 el
desembarco de infantes de marina se vuelve el preludio a la ocupación militar en tres

17
Citado por Leslie Manigat, Op. cit., p. 334.

18
países: Nicaragua (1912-1925 y 1926-1933), Haití (1915-1934) y la República Dominicana
(1916- 1924)"18.

La más clara manifestación de imperialismo anexionista fue la que se derivó de la guerra


contra España (1898). El triunfo norteamericano y el tratado de París el 12 de agosto de
1898 dejaron como consecuencia el reconocimiento, por parte de España, de la
Independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Cabe simplemente observar que por
diferentes medios los Estados Unidos adquirieron a partir de ese momento el dominio de las
colonias perdidas por España. En el año de 1903 tuvo lugar el reconocimiento de la
República de Panamá por los Estados Unidos. El tratado que se le impuso a Panamá, por el
cual éste enajenaba una parte de su territorio en favor de los Estados Unidos para la
construcción de un canal, es otra muestra clara de imperialismo expansionista.

En la expansión imperialista norteamericana sobre América Latina (con excepción del caso
de Puerto Rico y del de la Zona del Canal) hay una constante: la ausencia de anexión
territorial. Su acción imperialista que obedecía a los mismos móviles económicos, políticos
y militares que la de las potencias europeas o el Japón tuvo también sus ideólogos como el
Almirante Alfred Mahan, quien en 1890 publicó una obra ampliamente difundida: "The
influence of sea power upon history". En ella se denunciaba la política aislacionista de los
Estados Unidos y se proclamaba que éstos estaban destinados a intervenir en los asuntos
mundiales. Así mismo, el misionero protestante Josiah Strong, en su obra "Our Country",
publicada en 1886, proclamaba que la raza anglo-sajona había sido elegida por Dios para
civilizar al mundo 19. Por su parte, el presidente Teodoro Roosevelt "consideraba los
problemas debatidos en las campañas de 1898 y 1900, el problema de la circulación y el de
la expansión americana en ultramar después de la guerra hispano-norteamericana, como
'dos grandes problemas morales'. En la Convención del Partido Progresista, en 1912, el
estribillo que se entonó fue: 'Adelante, soldados cristianos'; el mensaje de Roosevelt fue:
'Una profesión de fe' y terminaba recordando a su auditorio: 'Estamos en el Armagedón y
lucharemos por el Señor'"20.

En general la respuesta de los gobiernos latinoamericanos frente a las intervenciones de los


Estados Unidos fue débil. Esto en razón de los escasos medios militares con que contaban,
pero sobre todo debido a la actitud de las clases dominantes de Latinoamérica y a sus
gobiernos colonizados culturalmente y cuyos intereses económicos estaban, en muchos
casos, íntimamente ligados a los intereses del capital extranjero. A la política de
intervención norteamericana, a la política del "gran garrote" preconizada por Roosevelt o a
la política de la "diplomacia del dólar" sólo un sector de la élite cultural se opuso con un
anti-imperialismo de tipo literario. El nacionalismo se convirtió entonces en el tema de una

18
Ibid., p. 339.
19
Claude Julien. L'Empire Americain. (París, Le livre de poche, 1973), p. 71.
20
Edward C. Kirkland. Historia Económica de Estados Unidos. (México, Fondo de Cultura Económica,
1941), p. 587.

19
literatura comprometida a principios del siglo. Así, el uruguayo José Enrique Rodó publica
en 1900 el Ariel, el nicaraguense Rubén Darío la Oda a Teodoro Roosevelt, el cubano
Martí la revista "Nuestra América", el argentino Manuel Ugarte "El destino de un
continente"21 y el popular panfletista colombiano Vargas Vila su libelo "Contra los
Bárbaros del Norte". Sin embargo, estas expresiones literarias que manifestaban el
sentimiento de amplios sectores de la población latinoamericana, no tenían una consistencia
científica y no iban más allá de un emotivo llamado anti-yanqui.

Los Estados Unidos ejercieron su acción económica en América Latina a través de la


inversión directa, los préstamos, la red bancaria y el comercio. Sus intereses estaban
concentrados fundamentalmente en la región del Caribe y en vísperas de la primera guerra
mundial los, capitales norteamericanos en Latinoamérica eran los segundos después de los
ingleses. En cifras eran las siguientes:

21
Tulio Halperin Donghi. Historia Contemporánea de América Latina. (Madrid, Alianza Editorial, 1969).

20
CUADRO No. 3

ESTADOS UNIDOS: INVERSIONES DIRECTAS EN AMERICA LATINA, POR PAISES

(Millones de dólares al final del año)

País 1897 1908 1914

Cuba 43.5 184.1 252.6

Haití 5.0 10.4

Rep. Dominicana 1.5 1.0 11.0

México 200.2 416.4 587.1

Cota Rica 3.5 17.0 21.6

El Salvador 1.8 6.6

Guatemala 6.0 10.0 35.8

Honduras 2.0 2.0 9.5

Nicaragua 1.0 3.4

Panamá 9.7 6.1 12.7

Argentina 0.7 1.0 12.0

Bolivia 2.0

Brasil 1.0 3.0

Colombia 9.2 10.8 24.0

Chile 1.0 31.0 170.8

Ecuador 3.0 6.0 7.6

Paraguay 5.0

Perú 7.0 23.0 58.0

Uruguay

Venezuela 2.0 3.5 6.5

TOTAL 304.3 748.8 1.275.8

Fuente: CEPAL. El financiamiento externo de América Latina, N. York, ONU, 1964, p. 13, T. 13.

21
PANAMA

Dentro de la historia republicana de Colombia lo relacionado con Panamá tiene una


importancia especial por múltiples razones22. Era la porción de territorio que más ventajas
ofrecía por su posición de istmo lo cual hizo posible la construcción primero de un
ferrocarril y luego de un canal para unir el océano Pacífico al Atlántico. Por esta misma
razón los intereses de las potencias estuvieron vinculados a este territorio y las más difíciles
negociaciones internacionales de Colombia tuvieron re1ación con él. En Panamá hubo
siempre el mayor número de extranjeros en Colombia y la mayor inversión de capital no
nacional. Esto por lo siguiente: a mediados del siglo XIX por la gran cantidad de
inmigrantes que iban de tránsito hacia California en busca de oro. Este tránsito se facilitó
con la construcción de un ferrocarril de capital norteamericano, "el quinto que se construía
en el mundo"23. Luego, cuando la compañía francesa inició la obra del canal afluyeron por
millares, técnicos y trabajadores de todo el mundo. Durante todo el siglo se ubicaron en
Panamá comerciantes de todas las nacionalidades para beneficiarse de la estratégica
posición de la región en el tráfico internacional y del gran mercado que ofrecía el
abastecimiento de la masa de inmigrantes hacia California y luego de los trabajadores de la
Compañía del Canal. Esta gran masa de gentes compuesta en gran parte por aventureros
que no se caracterizaban propiamente por su buena conducta fue fuente de continuos
conflictos internacionales para Colombia, puesto que las potencias imperialistas, en defensa
de intereses no siempre claros de sus súbditos, llegaron hasta desconocer la jurisdicción
colombiana.

Panamá siempre fue una entidad no muy integrada a la estructura colombiana.


Posiblemente lo que más contribuía para esto era la distancia geográfica en una época en
que las vías de comunicación eran muy precarias 24. Para remediar esto Colombia osciló
entre dos políticas diferentes: el autonomismo y el centralismo. Con Panamá se inició en
1855 el régimen federal en Colombia cuando aún la constitución era de tipo centralista.
Esta situación se acentuó durante la vigencia de la Constitución de Rionegro. Luego, a
partir de 1886 Panamá vivió la reacción de un rígido centralismo con autoridades
nombradas directamente desde Bogotá. Ambas políticas crearon en los sectores dominantes
de Panamá o bien una actitud independentista aumentada por la falta de vínculos efectivos,
22
Aunque ha existido el consenso de que la "separación" de Panamá ha sido el acontecimiento más grave de
la historia de Colombia, muy pocas obras se han dedicado a esclarecer este asunto. Esto, claro está, tiene su
explicación en la clase de historia que ha dominado en Colombia de tipo encubridor y apologético, puesto que
una verdadera historia sobre el "Asunto de Panamá" descubriría lo que en general ha sido tema vedado de los
historiadores colombianos: el dominio imperialista sobre el país y la cooperación y la complacencia de las
clases dominantes colombianas con esta situación.
23
Eduardo Lemaitre. Panamá y su separación de Colombia: una historia que parece novela. (Bogotá,
Biblioteca Banco Popular, 1971), p. 75.
24
Aún en el día de hoy Colombia no está unida a Panamá por carretera ni ferrocarril y el tramo limítrofe entre
los dos países, constituído por la selva del Darién, es el único trecho que separa la carretera Panamericana que
va de Canadá a la Argentina.

22
o bien el sentimiento de dominación e imposición respecto a las autoridades del centro del
país.

El 28 de noviembre de 1821 una Junta de Gobierno declaró a Panamá libre de España y


decretó su anexión a Colombia. La estratégica situación geográfica del istmo hizo que
desde los tiempos coloniales se pensara construir un canal interoceánico por su territorio y
esta posibilidad se convirtió, durante el siglo XIX, en un motivo de conflicto entre
Colombia, las potencias europeas y los Estados Unidos. Colombia, con miras a conservar la
soberanía sobre el istmo, optó por beneficiarse de las contradicciones entre potencias y
confiar la protección a los Estados Unidos. Entre éstos y las potencias europeas la pugna se
basó no sólo en el cálculo de ser los detentadores del canal sino también en descartar a los
otros competidores e impedir que cualquiera otra potencia lograra un dominio exclusivo
sobre la vía interoceánica. Este último hecho explica la serie de tratados elaborados, a ese
respecto, a mediados del siglo XIX.

El 12 de diciembre de 1846 fue firmado en Bogotá el Tratado Bildack-Mallarino entre los


representantes de Colombia (Nueva Granada) y los Estados Unidos. Por dicho tratado
Colombia ponía bajo la protección de los Estados Unidos la soberanía del istmo, pues en la
mente de sus gobernantes primaba la idea de que ese país, en desarrollo de la "Doctrina
Monroe", se limitaría a garantizar los derechos colombianos frente a las pretensiones de las
potencias europeas, especialmente Inglaterra. A cambio de ciertas ventajas de tránsito, los
Estados Unidos se comprometían, según la cláusula 35 de dicho tratado, a garantizar la
soberanía de Colombia:

"Para seguridad del goce tranquilo y constante de estas ventajas, y en especial


compensación de ellas y de los favores adquiridos según los artículos 4, 5 y 6 de
este Tratado, los Estados Unidos garantizan positiva y eficazmente a la Nueva
Granada, por la presente estipulación, la perfecta neutralidad del ya mencionado
istmo, con la mira de que en ningún tiempo, existiendo este tratado, sea
interrumpido ni embarazado el libre tránsito de uno a otro mar; y por consiguiente,
garantizan de la misma manera los derechos de soberanía y propiedad que la Nueva
Granada tiene y posee sobre dicho territorio"25.

Con este tratado los gobernantes colombianos reconocieron su impotencia para defender
una porción del territorio nacional y cándidamente lo pusieron bajo la protección de una
potencia interesada. Su texto dio lugar a interpretaciones como la del Secretario de Estado
Freylinhuzsen en el sentido de que lo que ejercían los Estados Unidos era un protectorado
sobre Panamá y a que con el pretexto de conservar la neutralidad y el tránsito en el istmo
los Estados Unidos desembarcaran tropas.

25
Álvaro Rebolledo. El Canal de Panamá: Reseña histórico-política de la comunicación interoceánica, con
especial referencia a la separación de Panamá y a los arreglos entre los Estados Unidos y Colombia. (Cali,
Biblioteca de la Universidad del Valle, 1957), p. 81.

23
Entre las razones que movieron a los gobernantes colombianos para concluir dicho tratado
pesó la actitud de Inglaterra que movida por su interés en controlar una vía interoceánica
por Centroamérica había reconocido, en el año de 1845, la coronación del Rey de los
Mosquitos. En efecto, en la región de la Costa Mosquitos existían desde el período colonial
ciertos indígenas y esclavos cimarrones que no habían sido totalmente sometidos por el
estado español y que incluso habían prestado protección a Nelson en una desgraciada
intervención que éste intentó contra Centroamérica. Los ingleses reconocieron al Rey de los
Mosquitos y establecieron un protectorado sobre la región con el objeto de firmar tratados
que la colocaran en una posición ventajosa para construir una ruta interoceánica. Colombia
y Nicaragua protestaron contra esta soberanía ficticia y ello le valió a Nicaragua una
ocupación inglesa en el año de 1848.

La intervención inglesa hizo manifiesta la pugna que existía con los Estados Unidos, lo que
dio como resultado la firma de un tratado entre estos dos países el cual en la práctica
impedía a cualquiera de los dos el control exclusivo de un futuro canal. Este tratado
(Clayton-Bulwer) estuvo vigente hasta finales del siglo XIX y sólo fue abolido en favor de
los Estados Unidos cuando circunstancias internacionales rompieron el equilibrio que había
impedido el predominio de uno de los firmantes. El día 19 de abril de 1850 Estados Unidos
e Inglaterra firmaron el tratado Clayton-Bulwer que en algunas de sus cláusulas decía:

"Artículo 1. Ni uno ni otro contratante se establecerá jamás ni conservará por sí


mismo la dominación exclusiva del canal; ninguno levantará jamás fortificación
alguna sobre el canal ni en su vecindad; tampoco ocupará, fortificará, colonizará ni
asumirá o ejercerá ningún dominio sobre Nicaragua, Costa Rica, la Costa de
Mosquitos, o parte alguna que pertenezca a la América Central, ni hará uso de
ninguna protección ni de ninguna alianza que el uno o el otro hayan podido tener
con un Estado o pueblo, tendiente a construir o mantener tales fortificaciones; ni los
Estados Unidos ni la Gran Bretaña podrán aprovecharse de ninguna intimidad ni
harán uso de ninguna alianza, relación o influencia que el uno o el otro pueda poseer
con ningún Estado o Gobierno por cuyo territorio pueda pasar dicho canal, con el
fin de adquirir o de tomar, directa o indirectamente, para los ciudadanos o los
súbditos de uno de ellos, ningún derecho o ventaja con respecto al comercio o a la
navegación a través de dicho canal, que no sea ofrecido en las mismas condiciones a
los ciudadanos o súbditos del otro".

Por el Art. 8, el tratado se extendía a

"todas las demás vías de comunicación posibles, canal o ferrocarril, que atraviesan
el istmo que una la América del Norte y la del Sur, y especialmente a las
comunicaciones interoceánicas, si fuesen posibles, se por un canal, sea por el

24
ferrocarril que se propone actualmente establecer por la ruta de Tehuantepec y
Panamá26.

En el año de 1848 se firma en Washington un contrato entre una compañía norteamericana


y el gobierno colombiano para la construcción de un ferrocarril sobre el istmo de Panamá.
Dicho contrato fue ratificado en Bogotá en el año de 1850 y por él se concedía a la
compañía el privilegio exclusivo de establecer un ferrocarril y además el gobierno
colombiano otorgaba, gratuitamente a los contratistas, los terrenos necesarios para el
establecimiento de la línea férrea y de los puertos marítimos, secos y fluviales, las tierras
baldías de la isla de Manzanillo, en la bahía de Limón en donde estaba ubicado uno de los
terminales del ferrocarril, y además, gratuitamente, se le concedía a la compañía 150.000
fanegadas de tierras baldías que ésta escogería libremente en las provincias de Panamá y
Veraguas. El gobierno recibiría como compensación el tres por ciento de los beneficios
netos de la empresa27. El ferrocarril fue terminado en el año de 1855 y dio tales
rendimientos a sus propietarios que se consideraba como una de las empresas más
prósperas del mundo.

Con la marcha colonizadora hacia el oeste de los Estados Unidos, el istmo de Panamá se
convirtió en el punto neurálgico de comunicación entre las dos costas de los Estados
Unidos y en el paso obligado para los inmigrantes que iban hacia California, sobre todo con
la "fiebre del oro" que se desató al descubrirse allí ese metal. Las dificultades de Colombia
con los Estados Unidos se hicieron manifiestas con el paso por Panamá de miles de
aventureros norteamericanos que actuaban allí como en una región colonial y de acuerdo a
concepciones racistas.

Precisamente el incidente conocido como de "la tajada de sandía" dio lugar a la primera
confrontación, a la primera interpretación del tratado Bildack-Mallarino, y al primer
desembarco norteamericano. El 15 de abril de 1856, un norteamericano que transitaba por
la ciudad de Panamá, en estado de embriaguez, se negó a pagar a un vendedor nativo de
raza negra la tajada de sandía que le había comprado y luego esgrimió una pistola contra el
vendedor, lo cual originó la reacción de la población contra los "yanquis". Estos tuvieron
que refugiarse en la estación del ferrocarril a donde la turba logró entrar dando muerte a 16
americanos e hiriendo a otros tantos. En el combate murieron también dos panameños.
"Aun que el gobernador de Panamá y los cónsules de Gran Bretaña, Francia y Ecuador
confirmaron que la responsabilidad inicial era del ladrón Jack Oliver, el fogoso presidente
norteamericano Franklin Pierce exigió no solamente una indemnización de 400.000 dólares,
suma fabulosa para la época, sino que, además, Colombia aceptase por un nuevo convenio
que las ciudades de Panamá y Colón -terminales del ferrocarril en cada extremo

26
Citado por Luis Alfredo Otero. Panamá. (Bogotá, Imprenta Nacional, 1926), p. 21.
27
Alvaro Rebolledo, Op. cit., p. 97.

25
transístmico- fuesen declaradas ciudades libres, protegidas, lo mismo que el posible canal,
por fuerzas navales o terrestres de los Estados Unidos".

"Los plenipotenciarios colombianos rechazaron la exigencia: 'tales proposiciones -


alegaron- significan en el fondo una cesión integral del Estado de Panamá, a los
Estados Unidos'…"28.

Como no se llegaba a ningún acuerdo, los Estados Unidos respondieron con el primer
desembarco en octubre de 1856, y ante las circunstancias, se firmó una convención (10 de
septiembre) por la cual el estado colombiano reconoció su culpabilidad "derivada del
atributo y la Ligación que tiene de conservar paz y buen orden en aquella vía interoceánica"
y procedió a pagar una indemnización de 412.394 dólares, discriminados así: 195.410 por
los muertos, 65.070 por otras reclamaciones, 9.277 por gastos de comisión y 142.637 de
intereses29.

Es bueno ligar estos hechos con los que acontecían por la misma época en la vecina
república de Nicaragua. Un aventurero norteamericano, William Walker, que ya en dos
ocasiones había tratado de invadir a México para crear un estado bajo su mando, a partir de
1855 intervino en las guerras civiles de Nicaragua hasta hacerse nombrar comandante
general del ejército y luego presidente reconocido por los Estados Unidos. Al mando de un
ejército de aventureros denominado "La Falange Americana" y con el objeto de "llevar a
estas fértiles regiones la civilización", lo cual para él era sinónimo de régimen esclavista,
este aventurero inició con la complacencia del sector surista de los Estados Unidos y del
presidente Pierce, tres expediciones contra Nicaragua. Con el cambio de gobierno en los
Estados Unidos, el presidente Buchanan retiró el apoyo al filibustero y por su orden fue
entregado a los tribunales norteamericanos que lo absolvieron. Envalentonado, Walker
intentó una tercera expedición pero vencido por el pueblo centroamericano fue tomado
prisionero por las autoridades hondureñas y fusilado el 12 de septiembre de 186030.

Ya desde el año de 1841 Mariano Ospina Rodríguez, como Ministro de Relaciones


Exteriores de la Nueva Granada, había firmado con el Encargado de Negocios de la Gran
Bretaña un acta relativa a la protección británica sobre el istmo de Panamá e inclusive el
gobierno colombiano, para conjurar la revolución de aquel año, solicitó la intervención
británica la cual no se verificó. Este mismo Mariano Ospina Rodríguez, fundador del

28
Gregorio Selser. Roosevelt inventa un país: Panamá. En: Diplomacia, garrote y dólares en América Latina.
(Editorial Palestra, Buenos Aires, 1962), p. 310.
29
Germán Arciniegas. Bibliografía del Caribe. (Buenos Aires, Editorial Suramericana, 1951), p. 492.
30
Véase Isidro Fabela. Filibusterismo de William Walker en América Central, en Buena y Mala Vecindad.
(Editorial América Nueva, México, D.F., 1958), pp. 101-144.

26
partido conservador, ante las luchas de los artesanos y otros sectores populares, consideraba
en 1854 la posibilidad de anexar el país entero a los Estados Unidos31.

Además, basándose en el tratado Bildak-Mallarino, los Estados Unidos desembarcaron


tropas e intervinieron en las contiendas civiles colombianas. Durante la revolución que
acaudilló el General Tomás Cipriano de Mosquera contra el presidente Ospina Rodríguez,
el general y expresidente Pedro Alcántara Herrán, ministro de la confederación Granadina
(Colombia) en Washington, solicitó y obtuvo, a nombre del Gobierno colombiano, un
desembarco norteamericano en el año de 1862;

"Durante la. vigencia del tratado de 1846 hasta 1902, las fuerzas de los Estados
Unidos se emplearon en las siguientes fechas: octubre de 1876; septiembre de 1860;
mayo de 1861; junio de 1862; marzo de 1865; en 1873; marzo de 1885, y
noviembre de 1901. En todas estas ocasiones el desembarco de esas fuerzas se hizo
a solicitud del gobierno colombiano o con su previo permiso o consentimiento"32.

Los acontecimientos que se sucedieron en Panamá durante la revolución de 1885 son muy
ilustrativos acerca de la forma en que tanto el gobierno colombiano como los insurrectos
acudían al arbitrio de los Estados Unidos. Los norteamericanos, por su parte, en nombre de
la neutralidad y del libre tránsito aprovechaban para intervenir militarmente de acuerdo con
sus intereses. En el año de 1885 tropas revolucionarias se apoderaron de Colón y en el
combate contra fuerzas del gobierno, al retirarse los revolucionarios, la ciudad se incendió.
Según la versión del Gobierno y de las fuerzas norteamericanas de ocupación, el incendio
fue provocado conscientemente por los revolucionarios cuyo jefe Pedro Prestán tomó esta
medida como represalia. Prestán, quien era negro, fue hecho prisionero y ahorcado lo
mismo que otros dos de sus compañeros, tras un consejo de guerra, en momentos en que
aún estaba vigente la Constitución de Ríonegro que prohibía terminante la pena de
muerte33. Eduardo Lemaitre en su documentado libro "Panamá y su separación de
Colombia", después de expresar que "Menos mal (si es posible que para el honor de
Colombia podía considerarse como un bien una ocupación extranjera) que en esos
momentos, sobrevino el desembarco dé los marinos norteamericanos. Ya era tarde. Las

31
Frank Safford, "Significado de los antioqueños en el desarrollo económico colombiano. Un examen crítico
de las tesis de Everett Hagen". Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura. (1965). Vol. II, Nº 3,
p. 55.
32
Alvaro Rebolledo, Op. cit., p. 91.
33
El periódico Star and Herald, en su edición del 12 de mayo de 1885, con pura lógica militar de Consejo de
Guerra, decía, para justificar las ejecuciones: "Hay casos en que la pena capital es necesaria, casos en los
cuales no existe ley ni constitución que puedan amparar a seres que por sus hechos se han semejado a bestias
feroces... Prestán y con él todos sus cómplices, se hallan en este caso: les negamos el derecho de ampararse de
una ley o de una Constitución que ellos han violado al cometer un crimen tan inaudito". Citado por Eduardo
Lemaitre. Reyes. Biografía de un Gran Colombiano. (Bogotá, Editorial Iqueima, 1967), p. 44. Bella lógica de
consejo de guerra aquella de negar la aplicación de la ley a quien la viola, como si jurídicamente el delito no
fuera precisamente la violación de la ley!

27
ruinas calcinadas de Colón, clamaban venganza"34, da cuenta de la forma como se ejecutó
la "venganza":

"Para ésto, lo primero que hizo el General Reyes, fue organizar un Consejo de
Guerra con el objeto de juzgar a los individuos a quienes la voz pública acusaba
como responsables directos de aquella catástrofe, o sea al cartagenero Pedro
Prestán, al haitiano Antonio Petricelli o Pautricelli y al jamaiquino o "yumeca"
Jorge Davis, apodado con el remoquete, que pasó a la historia, de "Cocobolo".
Prestán había logrado huir hasta las cercanías de Cartagena, donde se incorporó a
las fuerzas radicales que sitiaban a la ciudad. Pero los otros dos cayeron pronto en
manos de la justicia y fueron condenados a la horca.

"Aquellos episodios nos los cuenta en un relato vívido y apasionante, un ingeniero


francés, contratado por la Compañía del Canal, que llegó a Colón en medio del
pandemonio resultan de la destrucción de la ciudad, y a quien adelante conoceremos
más a fondo porque luego habría de tener una figuración de primer orden en la
Historia de Panamá, en cuya separación de Colombia le tocaría hacer el papel del
'Villano de la película'; Philippe Bounau Varilla".

"Desde que las tropas regulares colombianas reasumieron el control de la ciudad -


nos dice el francés-, lo primero que hicieron fue ahorcar a un negro llamado
'Cocobolo' acusado de haber propagado el incendio. Para ejecutarlo simplemente
construyeron un pórtico a través de las vías férreas del Panama Railroad. Se colocó
bajo aquel pórtico un vagón plataforma y allí se hizo subir al condenado. Detrás de
él, y provisto de una cuerda engrasada y un nudo corredizo, brincó al vagón el
capitán del puerto. . . y con mano hábil y brazo vigoroso, lanzó la zona por encima
del pórtico, y a el nudo en el cuello del negro. Luego amarró el otro extremo de la
cuerda a uno de los puntales, e hizo empujar el vagón por un grupo de gentes. Así
acabó 'Cocobolo"; pero en medio de la ciudad en ruinas el pórtico fue
cuidadosamente conservado para colgar a Prestán, jefe de la insurrección y tenido
por responsable del desastre, pero quien, había lograd huir disfrazado. Capturado
por fin, y traído meses más tarde a Colón, fue juzgado por un Tribunal Militar
colombiano y también condenado a la horca… yo asistí desde un remolcador a la
ejecución (18 de agosto de 1885), que por fin no se llevó a cabo en el pórtico de
marras sino a la orilla del mar. La víspera me había encontrado con el Capitán del
Puerto, quien llevaba bajo el brazo un grueso paquete. Le preguntó qué llevaba allí
y me respondió 'Qué más va a ser sino la soga! Están juzgando a Prestán y espero a
que me llamen para colgarlo yo mismo', y queriendo hacerme admirar la delicadeza

34
Eduardo Lemaitre. Panamá y su separación de Colombia: una historia que parece novela. (Bogotá,
Biblioteca Banco Popular, 1971), p. 153

28
de su arte, el hombre abrió el paquete y me hizo ver la cuerda, y su nudo corredizo,
admirablemente engrasada y preparada de tiempo atrás para la ejecución"35.

La versión del gobierno colombiano y de los norteamericanos sobre él incendio de Colón


fue impugnada desde el principio. Algunos hablaron de incendio fortuito como
consecuencia del combate e inclusive se dijo que el incendio había sido provocado por
comerciantes, en su gran mayoría extranjeros, motivados por el deseo de cobrar una fuerte
indemnización y que los norteamericanos habían propalado su versión para justificar el
desembarco, el cual a su vez convenía militarmente a las fuerzas gubernamentales. Desde
un comienzo se hizo notar también que Prestán y sus compañeros eran negros y que como
tales habían sido víctimas de sentimientos racistas36. En el sentido de todo lo anterior son
importantísimas las palabras del Cónsul General de Francia en Bogotá en su comunicación
del 23 de septiembre de 1885, dirigida al Ministro de Relaciones Exteriores (Affaires
Etrangéres) de su país:

"...Pedro Prestán, sospechoso y acusado formalmente de haber prendido fuego a


Colón, ha sido enviado a colón el 9 de este mes. Allí ha pasado a Consejo de Guerra
y después de un juicio breve y sumario ha sido condenado y después ejecutado. Los
testigos de la defensa no han sido escuchados y sin embargo en el mismo Colón
comienza a creerse que el elemento americano a la cabeza del cual se encuentra el
Sr. Burt, antiguo director del ferrocarril, es el autor de este abominable crimen, que
cierta mente ha merecido un castigo ejemplar"37.

El mismo día del incendio de Colón, otras fuerzas revolucionarias se tomaron la ciudad de
Panamá al mando del General Rafael Aizpuru quien, según el historiador Alvaro
Rebolledo, propuso al cónsul norteamericano que si los Estados Unidos le garantizaban la
gobernación, él declararía la secesión de Panamá y colocaría al istmo bajo la protección del
gobierno de los Estado Unidos38. Por su parte, el jefe de las fuerzas gobiernistas, Coronel
Ramón Ulloa, autorizó el "permiso para desembarcar" que le "solicitaron" el Comandante
McCalla, en Panamá y el Almirante Jouett en Colón 39 y entonces "careciendo ambos

35
Ibid., p. 156. Y lo anterior se hacía en nombre de la civilización!
36
Una muestra de cómo la "historia oficial" valora a los compañeros de Prestán y al mismo tiempo no emite
juicio sobre la intervención norteamericana, se encuentra en el clásico texto de Henao y Arrubla: "La
separación del General Santodomingo Vila de Panamá dio ocasión a un levantamiento allí, del que fueron
jefes Rafael Aizpuru y Pedro Prestán, quienes se titularon Generales de la revo1ución, movimiento que fue
apoyado por gentes de mala condición que cooperaron a los desmanes y atentados de que fueron víctimas los
habitantes de Colombia y Panamá, lo cua1 dio motivo a la intervención de tropas extranjeras para proteger la
vida e intereses de sus Connacionales". Jesús María Henao y Gerardo Arrubla. Historia de Colombia para la
enseñanza secundaria (Bogotá, Librería Voluntad, 1967), p. 775. El subrayado es nuestro.
37
Archivos del Ministére des Affaires Etrangéres (M.AE) de France. Colombie, Correspondance Politique
(C.P), Vol. 34, 1882-1885, pp. 423-433
38
Alvaro Rebolledo Op. cit., p. 89.
39
Una muestra sobre la conducta de los ocupantes de Panamá respecto a las fuerzas del gobierno colombiano
es la siguiente: "Así, apenas clarea la mañana del 28 de abril, cuando un falucho norteamericano se aproxima
a la cañonera 'Boyacá' y pone en manos del General Montoya un comunicado del mirante Jewett y del

29
bandos de fuerzas suficientes para lanzarse al ataque y hallándose, por otra parte,
consumada la ocupación norteamericana, resolvieron los dos contendores firmar un
originalísimo compromiso -único quizá en nuestra historia militar- en virtud del cua1 se
suspendían hostilidades por el término de 30 días y las fuerzas legitimistas reconocían al
gobierno revolucionario a cambio de que éste, con sus fondos, sostuviera las fuerzas del
Gobierno"40.

En la correspondencia del representante diplomático de Francia en Bogotá se encuentran


observaciones muy esclarecedoras sobre la conducta del gobierno colombiano frente a la
acción norteamericana. Dicha correspondencia tiene un valor especial puesto que el
diplomático francés estaba especialmente atento sobre lo que sucedía en Panamá, pues ya
una compañía francesa había iniciado trabajos en el istmo con miras a la construcción de un
canal. Veamos algunos de estos documentos.

En la comunicación que el Cónsul General de Francia en Bogotá envió el 18 de abril de


1885, al Ministro de Relaciones Exteriores de su país aparece clara la aquiescencia del
Gobierno colombiano para el desembarco norteamericano en Panamá:

"Señor Ministro:

"He interrogado confidencialmente al Ministro de Relaciones Exteriores en lo relativo a los


pretendidos envíos de tropas de Estados Unidos al istmo. El Ministro me ha dicho:
Nosotros hemos recibido la noticia de que los perjuicios causados a la ciudad de Colón por
los insurrectos se elevan a 30 millones de piastras. En esas circunstancias estamos forzados
a aprobar la intervención de los Estados Unidos…"41.

En comunicación de 18 de Mayo de 1885, el mismo funcionario daba cuenta a su superior,


el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, de los acontecimientos relacionados con
Panamá y sobre el papel que estaban jugando los Estados Unidos en la contienda, en
nombre de la neutralidad:

"Señor Ministro:

…………

"10 de Abril. El Gobierno Colombiano recibe de su Ministro en Washington un


cablegrama que le anuncia el incendio de Colón.

Coronel Mac-Kella, jefes de las fuerzas de ocupación, en dónde perentoriamente manifiestan que no
permitirán desembarcar a los colombianos en el muelle, único que existía por entonces en Panamá. La actitud
de los comandantes norteamericanos era un reto a las fuerzas legitimistas del gobierno, aunque, en el fondo,
dentro de la anormalidad y del caos a que la guerra nos había llevado, tenía toda la lógica del que se ha
constituído en árbitro entre facciones en pugna…". Eduardo Lemaitre. Rafael Reyes. Biografía de un gran
colombiano. (Bogotá, Editorial Iqueima, 1967), p. 32.
40
Ibid.,p. 38:
41
Archivos del MAE de France, Colombie CP, Vol 34, 1882-1885.

30
"4 de Mayo. El Ministro de los Estados Unidos acaba de decirme que ha recibido de
Washington un telegrama fechado el 30 de Abril, por el cual se le anuncia que el
Gobierno de los Estados Unidos no tiene la intención de inmiscuirse en los asuntos
internos de Colombia, que ha hecho ocupar el istmo para proteger el tránsito entre
los dos mares conforme al tratado de 1846 y que retirará sus tropas desde el
momento en que ellas no sean necesarias"42.

Estas declaraciones de neutralidad en la contienda están contradichas por la intervención


armada; además, en la relación que hace el Vice-Cónsul de Francia en Barranquilla aparece
clara la intervención norteamericana en favor de las tropas del Gobierno del Sr. Núñez y la
búsqueda de un pretexto por parte de los norteamericanos para poder intervenir no solo en
el Istmo de Panamá sino también en Cartagena. Escribía el Cónsul General de Francia en
Bogotá al Ministro de Exterior de su país el 23 de septiembre de 1885:

"Señor Ministro:

"Tengo el honor de transmitir adjunto, a Vuestra Excelencia, la copia de dos


informes interesantes, que me han sido dirigidos por nuestro Vice-Cónsul en
Barraquilla sobre lo que ha ocurrido en esa ciudad mientras que estaba ocupada por
las tropas de la revolución…

…………

"Texto del segundo informe:

"El señor Pérez nos ha leído un telegrama oficial que el General Gaitán ha enviado
de su campamento ante Cartagena para transmitir una comunicación que ha recibido
del Comandante del vapor de guerra americano 'Parahaton' estacionado frente a
Cartagena desde el comienzo del sitio.

"Además de las indicaciones que el documento en cuestión contiene, a propósito de


la acción del Comandante del 'Parahaton' que según lo que ellas expresan no es más
que una intervención directa en favor de los sitiados, el Sr. Pérez nos ha expuesto
los siguientes detalles que en su opinión demuestran los proyectos de intervención
que se han atribuído a este Comandante y que yo resumo en la misma forma en que
me han sido comunicados, así como a mis colegas.

"El Cónsul de los Estados Unidos de América en Cartagena no ha hecho ningún


misterio de su parcialidad en los acontecimientos y se asegura que ha cometido
actos de hostilidad contra los sitiadores y en favor de los otros beligerantes, no
solamente en los comentarios que ha hecho, sino también por sus actuaciones.

42
Ibid., pp. 359-360.

31
"De acuerdo con el Comandante del 'Parahaton' este Cónsul ha hecho desembarcar
una guarnición para proteger el Consulado, así como a los ciudadanos e intereses
americanos aunque estos últimos tengan poca importancia y no se conozca bien su
existencia.

"El desembarco de marinos del 'Parahaton' ha dado lugar, y es allí precisamente


donde se encuentra el propósito deliberado que ha inspirado esta medida, a que el
navío mantenga una comunicación diaria y constante con la plaza sitiada, lo cual ha
estorbado y sigue entorpeciendo cada vez más las operaciones militares de los
sitiadores.

"El Consulado aludido está situado en la primera fila de casas próximas a las
murallas que forman las fortificaciones y que tienen su fachada hacia el exterior y
en la dirección del fuerte de San Felipe. Esto ha sido objeto de constantes
reclamaciones del Comandante del 'Parahaton' so pretexto de que algunos
proyectiles lanzados contra la plaza han caído en el consulado

"El 'Parahaton' ha cambiado varias veces de posición poniendo cuidado en colocarse


ostensiblemente de manera de entrabar la acción de los sitiadores:

"El Cónsul se ausentó para ir al istmo de Panamá en búsqueda de provisiones para


revituallar la plaza y ha dejado encargado de la administración de su cargo a un
ciudadano colombiano.

"El navío americano 'Amlerose Light' que ha sido comprado y pagado por el
Gobierno revolucionario y ha sido provisto de patente y de pabellón colombiano.
Partido de aquí el 21 de Abril para Cartagena con 60 hombres y una cargazón de
carbón, provisión y agua para los navíos que hacen el bloqueo de Cartagena, ha sido
capturado en el mar por el navío de guerra americano 'Alliance' y enviado a un
puerto de los Estados Unidos como botín. Los americanos consideran la flota
revolucionaria como pirata, pero según una reciente declaración dada por el
Secretario Boyard, esos navíos son rebeldes y no puede dárseles la denominación de
piratas"4344.

La conducta de franca intervención de los norteamericanos no deja de inquietar al gobierno


francés pues era la época en la que capitales y técnica francesa estaban vinculados a la
Compañía del Canal de Panamá y Francia ya tenía la experiencia del Suez en donde había
excavado el canal pero cuyos beneficios posteriores habían sido ingleses. En ese sentido es

43
Ibid., pp. 423-433.
44
Luego de presidir el consejo de guerra de Colón, "El General Reyes, se encamina a Cartagena. El viaje lo
hace, acompañado apenas por una escolta de cuatro soldados a bordo de una nave norteamericana que le cede
el contralmirante Jewett". Eduardo Lemaitre. Reyes. Biografía de un gran colombiano. (Bogotá, Editorial
Iqueima, 1967), p. 46.

32
muy interesante la comunicación del Cónsul General de Francia en Bogotá al Ministro de
Relaciones Exteriores de su país, el 22 de junio de 1885. Ella da cuenta de la conversación
que había tenido el diplomático francés con el Ministro de Relaciones Exteriores de
Colombia durante, la cual el cónsul le había recordado al ministro colombiano la
interpretación que el gobierno francés tenía del Tratado Bildak-Mallarino La comunicación
tiene también gran valor histórico porque según palabras del ministro de Relaciones
Exteriores, había sido el propio presidente Núñez el que había solicitado la ocupación del
istmo de Panamá por las tropas norteamericanas. Veamos el texto de la comunicación.

"Bogotá 22 de Junio de 1885

"Señor Ministro:

"……

"En mis frecuentes conversaciones con el secretario de Relaciones Exteriores, no he


creído que debía dejarle ignorar cómo el gobierno francés comprendía, hace una
veintena de años, el Art. 35 del Tratado concluído en 1846 entre los Estados Unidos
y la Nueva Granada. He dicho pues al Sr. Vicente Restrepo, inspirándome en el
despacho escrito el 24 de julio de 1862 por el Sr. Thourvenel a nuestro ministro en
Washington, que en el pensamiento de nuestro gobierno en esta época, lo que los
dos gobiernos contratantes se habían propuesto era únicamente prevenir la invasión
del territorio del istmo por otra nación o la atribución exclusiva a un gobierno
cualquiera de las ventajas unidas a la posesión de esta vía interoceánica; pero no de
garantizar el territorio de Panamá contra una insurrección o una guerra civil. Y he
agregado que yo no tenía ninguna razón para creer que las intenciones de nuestro
Gobierno fuesen, diferentes hoy en día. Lo que me ha decidido a utilizar este
lenguaje es que el Sr. Restrepo me ha anticipado que el Presidente Núñez había
demandado directamente al Gobierno de los Estados Unidos el envío de tropas para
ocupar el istmo"45.

Por lo demás el "Regenerador" Rafael Núñez tenía una posición claramente pro-
norteamericana. En este sentido es muy diciente la comunicación del Cónsul General de
Francia en Bogotá al ministro de Relaciones Exteriores de su país, el 22 de septiembre de
1894, en la cual da cuenta de la muerte del presidente Núñez:

"Señor ministro:

"Tal como he tenido el honor de Comunicar antier por telégrafo, a Vuestra


Excelencia, el doctor Rafael Núñez, presidente titular de la República de Colombia,
ha sucumbido en Cartagena el 18 de este mes, debido a un acceso de fiebre
perniciosa. A causa de una interrupción en las comunicaciones telegráficas entre
45
Archivos del MAE de France, Colombie (CP), Vol. 34, 1882-1885 pp. 367-368.

33
Cartagena y Bogotá, sólo dos días después del acontecimiento, la noticia ha llegado
a Bogotá.

"La desaparición del hombre que desde la penumbra en que la enfermedad lo tenía
confinado guardaba entre sus manos todos los hilos de la política nacional, es un
gran acontecimiento para la República Colombiana. Yo no oso agregar que esto sea
una gran desgracia, pues 1a debilidad del gobierno y la influencia que pesaba desde
Cartagena sobre todos los asuntos del Estado han estado lejos de ser benéficos para
el país.

"Falta tiempo para emitir desde ya un juicio sobre la obra del autor de la
Regeneración y para estudiar si esta obra está destinada a sobrevivir a su fundador.
Me reservo el volver sobre esta cuestión en un próximo despacho pues la
personalidad que acaba de extinguirse -si bien, no es de las más puras- ciertamente
cuenta entre las más interesantes figuras de América del Sur y merece ser estudiada.

"Hoy me limitaré a observar que en lo que nos concierne, la muerte del Dr. Núñez
está lejos de ser una desgracia. Enfeudado a los Estados Unidos, el Presidente titular
de Colombia siempre se había mostrado como adversario declarado de Francia y
constantemente lo encontramos ante nosotros en todos los asuntos en los que
buscamos la solución en este país"46.

Esta afirmación la repite, en comunicación al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia,


el Cónsul General de aquel país en Bogotá, el 3 de noviembre de 1894:

"Señor Ministro:

"... Seguramente no será lo mismo con el Sr. Núñez. El Presidente titular, enfeudado
a los Estados Unidos, sin simpatía por Francia y las empresas francesas en general,
hostil a la obra del Canal por motivos cuyo origen sería delicado indagar, suscitó a
la Compañía serias dificultades…"47.

En las dos comunicaciones anteriores hay una sugerencia que no se desarrolla sobre la
"moralidad" de Núñez y sobre los "motivos que sería de delicado indagar" la cual deja el
diplomático sin respuesta48. Pero en la comunicación que el Cónsul General de Francia

46
Archivos del MAE de France, Colombie (CP), Vol. 36,1892-1895, pp. 235-236
47
Ibid., pp. 244-246.
48
"La frialdad y el escepticismo de Núñez hacia la Compañía francesa, tuvieron al Parecer su origen en el
disgusto que al presidente colombiano le causó la compra que Lesseps hizo del Ferrocarril de Panamá sin
contar para nada con Colombia, a lo cual vino a sumarse después un resentimiento de origen personal que se
explica con la sola lectura de los siguientes cables: 'Bogotá, mayo 2 de 1885. Conde de Lesseps, París.
Gobierno estimaría gran servicio que Canal anticipe Agente Obregón millón y medio de francos. Rafael
Núñez'. 'París, 11 Mai, 1885. Rafael Núñez Bogotá. Regrets de ne pouvoir donner satisfaction á votre lettre.
Lesseps'". "'Posteriormente y a través de los años, Núñez siguió rumiando su resentimiento contra Lesseps. En
carta a un amigo, fechada el 12 de abril de 1887, le decía:

34
dirigió al Ministro de Relaciones Exteriores de su país, el 24 de junio de 1884, sí aparece
un caso claro e ilustrativo de cómo las "grandes familias" comerciaban con los intereses del
país buscando al mejor postor:

"Señor Ministro:

"He recibido la comunicación que Vuestra Excelencia me ha hecho el honor de


escribirme el 26 de marzo último para solicitarme que le transmitía las
informaciones que pudiera recoger a propósito de un rumor que se ha extendido en
Washington y según el cual Inglaterra habría tomado posesión de una isla situada
sobre la costa occidental del istmo de Panamá con el propósito de establecer allí una
estación naval.

"La noticia, por informes confidenciales que me han sido comunicados


recientemente, es la de que el gobierno inglés ha buscado comprar al gobierno
colombiano la isla de Coiba.

"Una porción de esta isla pertenece a la familia del General Mosquera, antiguo
presidente de Colombia; la otra parte al gobierno colombiano. Hacia el fin de 1882
el Sr. Harris Gastrell, entonces Ministro de Inglaterra en Bogotá, después de haberse
asegurado de que los herederos del General Mosquera consentirían en vender sus
propiedades, habría demandado al gobierno colombiano que cediera a Inglaterra sus
derechos de soberanía sobre la isla entera. El gobierno inglés habría ofrecido, según
parece, como precio de esta cesión, que tomaría a su cargo la deuda exterior de
Colombia, es decir, doce millones de piastras. El gobierno colombiano se habría
negado perentoriamente a escuchar estas proposiciones.

"Yo no puedo garantizar Sr. Ministro la exactitud de todos estos detalles; pero yo sé
de fuente segura que hacia fines de 1882, uno de los herederos de Mosquera fue a
buscar al Ministro de los Estados Unidos en Bogotá y le dijo: 'El Gobierno inglés
nos ha ofrecido tal precio por nuestra propiedad sobre la isla de Coiba. ¿El gobierno

'Bueno es que sepas que la Empresa del Canal Carece de recursos, pues ha habido farsa en las noticias sobre
empréstitos. El último de Berlín, ha resultado completa mentira. No debe hacerse a dicha empresa ninguna
concesión nueva de ninguna especie'. Y en 1890 el Regenerador en un editorial de El Porvenir, de Cartagena,
descorría así el velo de su resentimiento: 'En 1885 el gobierno solicitó de M. de Lesseps un préstamo de
3.000.000 para la compra de uno o más vapores que trayesen a Cartagena agonizante, las tropas del Cauca
detenidas en Panamá…'. La posición del Presidente en Bogotá, era patética. Hijo de Cartagena, veía
comprometida la tradicional gloria de ésta, que iba por momentos careciendo de todo lo necesario durante los
últimos días de asedio; teniendo él por otra parte, entre los cerrados muros a su familia (menos su esposa, que
lo acompañaba) e inclusive a su venerable madre... M. de Lesseps contestó secamente por cable que
lamentaba no disponer de esa suma"! Eduardo Lemaitre. Panamá y su separación de Colombia: una historia
que parece novela. (Bogotá, Biblioteca Banco Popular, 1971), p. 653.

35
americano estaría dispuesto a ofrecernos más? El Sr. Scruggs respondió que su
gobierno no deseaba comprar ningún territorio".49.

Respecto a las negociaciones para la apertura de un canal éstas pueden sintetizarse así: el
14 de enero de 1869 se firmó entre los representantes de los Estados Unidos y Colombia
(Estados Unidos de Colombia) un Protocolo por el cual se concedía al primero el derecho
de ejecutar la obra. El senado colombiano rechazó dicho protocolo porque en la práctica
constituía una cesión de territorio en favor de los Estados Unidos.

Un tratado firmado por los plenipotenciarios colombianos y norteamericanos el 26 de enero


de 1870 fue aprobado con modificaciones por el Congreso colombiano mediante la ley 97,
de julio de 1870. Como el Senado de los Estados Unidos no ratificó el tratado dentro del
plazo acordado, el ejecutivo colombiano fue autorizado por la ley 33, de 1876 para negociar
la apertura de un canal interoceánico de acuerdo con dicha ley50.Con base en esta
autorización el gobierno colombiano celebró otro contrato con el ciudadano francés Lucien
Napoleón Bonaparte Wyse, el cual fue aprobado por la ley 28, de 1878. Bonaparte Wyse
transfirió su derecho a la "Compañía Universal del Canal Interoceánico de Panamá"
dirigida por Fernando Lesseps. Con esta base, la compañía francesa comenzó los trabajos
en el istmo y tras uno de los escándalos más fuertes en la historia de la República Francesa,
éstos fueron suspendidos. El Tribunal Civil del Sena, decretó el 4 de febrero de 1899 la
disolución de la compañía 51.

El interés norteamericano por construír el canal se revivió con el fracaso de la compañía


francesa. La guerra contra España en 1898 puso de presente para los Estados Unidos la
necesidad de controlar una vía que permitiera la movilización rápida entre las flotas del
Pacífico y del Caribe, y el Tratado Hay-Pouncenfote firmado con Inglaterra el 18 de
noviembre de 1901 le dejó las manos libres para poder ejecutar la obra con exclusividad.
Inglaterra firmó este tratado que modificaba el Clayton-Bulwer de 1850, cediendo en este
aspecto ante los intereses norteamericanos. La actitud de Inglaterra se explica por el
contexto internacional pues no quería tener complicaciones militares en América en
momentos en que la guerra de los Boers le mostraba las limitaciones de su ejército para
sostener una guerra lejana y en momentos en que el imperialismo alemán iniciaba su
política de crecimiento de la flota de guerra.

Durante la "guerra de los mil días" Panamá fue uno de los escenarios más fuertes de batalla.
Los Estados Unidos desembarcaron allí en el año de 1901 so pretexto de mantener el libre
tránsito por el istmo y fue en el buque norteamericano Wisconsin en donde se firmó el

49
Archivos del MAE de France, Colonibie (CP), Vol. 34, 1882-1885, pp. 247-249. El subrayado está en el
original.
50
Sobre la actitud de Procónsul que observó el representante diplomático norteamericano en Bogotá a
propósito de la firma de este tratado. Véase Capítulo IV.
51
Jean Bouvier Les deux scandales de Panamá. (Mesmil-Sur l'Astree, Collection Archives dirigée par Pierre
Nora, 1964),p. 124.

36
tratado que puso fin a la guerra civil en Panamá. Después de la guerra, Colombia quedó en
situación de postración económica y social; en esas condiciones se firmó el 23 de enero de
1903, en Washington, el tratado Hay-Herrán por el cual Colombia permitía a los Estados
Unidos la construcción de un canal por Panamá. El tratado se llevó al congreso colombiano
y en plena discusión el representante diplomático de los Estados Unidos en Bogotá envió al
gobierno colombiano una serie de notas amenazantes. Una de ellas, la del 11 de junio de
1903, decía que en caso de que el Congreso colombiano modificara el tratado "las
relaciones amistosas entre los dos países quedarían tan gravemente comprometidas que
nuestro Congreso, en el próximo invierno, podría tomar medidas que lamentaría todo amigo
de Colombia"52.

El Senado colombiano se sintió herido en su soberanía y el 12 de agosto de 1903 desaprobó


el tratado por unanimidad.

En estas circunstancias se unieron los intereses de los círculos imperialistas de los Estados
Unidos a la cabeza de los cuales estaba el presidente Teodoro Roosevelt, los intereses de
los capitalistas franceses de la Compañía del Canal53 y los de un sector de la clase
dominante de Panamá, sobre todo comerciantes que temían que la construcción de un canal
por Nicaragua barriera las posibilidades económicas de Panamá. El 3 de noviembre de 1903
una junta de notables decretó la separación de Panamá con respecto a Colombia, la cual
quedó consumada cuando los Estados Unidos reconocieron el nuevo Estado, 3 días
después, e impidieron con sus navíos de guerra todo movimiento de tropas colombianas. El
18 de noviembre de 1903 Felipe Bunau-Varilla, quien se había hecho nombrar
representante diplomático de la nueva República, firmó en Washington el tratado Hay-
Bonau-Varilla, por el cual en los Artículos: 1, 2, 3, 4, 5, 23 y 24 se establece:

ARTICULO I:

Los Estados Unidos garantizan y mantendrán la independencia de la República de


Panamá.

52
Citado por Eduardo Lemaitre, Op. cit., p. 455. Sobre los acontecimientos de la separación de Panamá
consúltese además la obra del escritor panameño Oscar Terán, Del tratado Herrán-Hay al tratado Hay-Bunau-
Varilla, Historia Crítica del atraco yanqui mal llamado en Colombia, la pérdida de Panamá, y en Panamá,
nuestra independencia de Colombia. (Panamá, motivos colombianos, 1935).
53
Estos intereses estaban representados fundamentalmente por Philippe Bunau-Varilla quien se autodenominó
"Padre de Panamá". Sobre el tema y para justificar sus actuaciones Munau-Varilla escribió. Panamá, la
Creation, la Destruction, le Resurrection. París, Librairie Plon, 1913. La Grande Aventure de Panamá: son
role Essentiel dans la defaite de l'Allemagne. (París, Livraire Plon, 1919).

37
ARTICULO II:

La República de Panamá concede a los Estados Unidos, a perpetuidad, el uso,


ocupación y control de una zona de tierra y de tierra cubierta por agua para la
construcción, mantenimiento, funcionan saneamiento y protección del citado Canal
de diez millas de ancho que se extienden a una distancia de cinco millas a cada lado
de la línea central de la ruta del Canal que se va a construir, comenzando dicha zona
en el Mar Caribe a tres millas marítimas de la línea media de la bajamar y
extendiéndose a través del Istmo de Panamá hacia el Océano Pacífico hasta una
distancia de tres millas marítimas de la línea media de la bajamar, con la Condición
de que las ciudades de Panamá y Colón y las bahías adyacentes a dichas ciudades,
que están Comprendidas dentro de los límites de la zona arriba descrita, no quedan
incluídas en esta concesión. La República de Panamá, concede, además, a
perpetuidad a los Estados Unidos, el uso, ocupación y control de cualesquiera otras
tierras y aguas fuera de la zona arriba descrita, que puedan ser necesarias y
Convenientes para la construcción, mantenimiento, funcionamiento, saneamiento y
protección del mencionado Canal, o de cualesquiera canales auxiliares u otras obras
necesarias y convenientes para la construcción, mantenimiento, funcionamiento,
saneamiento y protección de la citada empresa.

La República de Panamá concede, además, y de igual manera a los Estados Unidos,


a perpetuidad, todas las islas que se hallen dentro de los límites de la zona arriba
descrita, así como también, el grupo de pequeñas islas en la Bahía de Panamá,
llamadas Perico, Naos, Culebra y Flamenco.

ARTICULO III:

La República de Panamá concede a los Estados Unidos en la zona mencionada y


descrita en el Artículo II de este Convenio y dentro de los límites de todas las tierras
y aguas auxiliares mencionadas y descritas en el citado Artículo II, todos los
derechos, poder y autoridad que los Estados Unidos poseerían y ejercitarían si ellos
fueran soberanos del territorio dentro del cual están situadas dichas tierras y aguas,
con entera exclusión del ejercicio de tales derechos soberanos, poder o autoridad por
la República de Panamá.

38
ARTICULO IV:

Como derechos subsidiarios de las concesiones que anteceden, la República de


Panamá concede a los Estados Unidos, a perpetuidad, el derecho de usar los ríos,
riachuelos, lagos y otras masas de agua dentro de sus límites para la navegación,
suministro de agua o de fuerza motriz o para otros fines, hasta donde el uso de esos
ríos, riachuelos, lagos y masas de agua puedan ser necesarios y convenientes para la
construcción, mantenimiento, funcionamiento, saneamiento y protección del
mencionado Canal.

ARTICULO V:

La República de Panamá concede a los Estados Unidos a perpetuidad, el monopolio


para la construcción, mantenimiento y funcionamiento de cualquier sistema de
comunicación por medio de Canal o de ferrocarril a través de su territorio, entre el
Mar Caribe y el Océano Pacífico.

ARTICULO XXIII:

Si en cualquier tiempo fuere necesario emplear fuerzas armadas para la seguridad y


protección del Canal o de las naves que lo usen, o de los ferrocarriles y obras
auxiliares, los Estados Unidos tendrán derecho, en todo tiempo y a su juicio, para
usar su policía y sus fuerzas terrestres y navales y para establecer fortificaciones con
ese objeto.

ARTICULO XXIV:

Ningún cambio en el gobierno o en las leyes y tratados de la República de Panamá,


afectará, sin el con sentimiento de los Estados Unidos, derecho alguno de los
Estados Unidos de acuerdo con esta convención, o de acuerdo con cualesquiera
estipulaciones de tratados entre los dos países que en la actualidad existen o que en
lo futuro puedan existir sobre la materia de esta Convención.

Si la República de Panamá llegare a formar parte en lo futuro de algún otro


Gobierno o de alguna unión o confederación de estados, de manera que amalgamare
su soberanía o independencia en ese Gobierno, unión o confederación, los derechos

39
de los Estados Unidos, según esta Convención, no serán en manera alguna
menoscabados o perjudicados54.

LUCHA DE INFLUENCIAS SOBRE AMERICA LATINA

La Historia de América Latina a partir del tercer decenio del siglo XIX está marcada por su
independencia política formal. Sobre esta base se operó la dominación a través de
relaciones económicas, de intervenciones militares o de ocupaciones transitorias pero
manteniéndose siempre la ficción jurídica y política de INDEPENDENCIA. En esto, la
historia latinoamericana difiere fundamentalmente de los casos africano o asiático en los
que las potencias imperialistas ejercieron una pura y simple relación de tipo colonial que
comprendía la ocupación permanente del territorio y el hecho de que la representación
internacional se reconocía en cabeza de las potencias colonialistas. La situación
latinoamericana implicó un tipo de dependencia que puede llamarse "Semi-colonial" con
ejercicio de la dominación a través de zonas de influencia reconocidas expresa o
tácitamente. El primer elemento de reconocimiento de ese hecho era precisamente la
enunciación y la aplicación de la Doctrina Monroe. Esta no prohibía la acción económica
de las potencias extra-continentales pero fijaba las condiciones en las que ella podía
ejercerse: sin ocupación territorial y conservando la independencia política formal55.

En este contexto se desarrolló la lucha imperialista en América Latina la cual varió a


medida que cambiaba la correlación de fuerzas entre las potencias. Durante el siglo XIX
Inglaterra mantuvo la preponderancia. Francia le siguió en importancia. Por su lado los
Estados Unidos ejercieron una tutela que de preventiva durante casi todo el siglo XIX se
convirtió en activa a partir de finales de ese siglo mediante la penetración económica, los
desembarcos, la intervención en Cuba y Puerto Rico, con su acción expropiatoria en
Panamá, etc.

La rivalidad imperialista en América Latina no dejó de provocar incidentes entre las


potencias pero con excepción de la guerra entre España y los Estados Unidos no hubo, por
esta causa, conflicto bélico entre ellas. Las potencias europeas cuyos principales puntos de
conflicto estaban en Europa, Africa y Asia, encontraron entre ellas los medios económicos
para batirse en América Latina. Respecto a los Estados Unidos que a más de su poder
económico contaba con la ventaja geográfica para adelantar una guerra en el continente
americano, las potencias europeas no estaban dispuestas a batirse militarmente para

54
Tomado de: Harmodio Arias. El Canal de Panamá un estudio en derecho internacional y diplomacia.
Traducción de Diógenes Arosemena. (Panamá, Editorial Panamá-América, 1957), pp. 223 y s
55
Bueno es recordar que no obstante la famosa Doctrina Monroe, se mantuvieron los enclaves coloniales
ingleses, franceses y holandeses en las Antillas, subsistieron como colonias las Guayanas inglesa, francesa y
holandesa, el "Territorio Británico" de Belice, etc., y se hizo la intervención francesa en México a la cual
combatió victoriosamente el pueblo mexicano.

40
defender sus intereses económicos, pues de todas maneras éstos estaban protegidos por la
independencia formal de las Repúblicas latinoamericanas y por las presiones que sobre
ellas podían ejercer, por ejemplo: a propósito del control de un canal en América Central,
Inglaterra prefirió arreglar el diferendo con los Estados Unidos en 1850, por el tratado
Clayton-Bulwer, pues como ninguno de los dos contendientes era lo suficientemente fuerte
para imponerse al otro, se acordó que un canal en Centro América sólo se construiría con
consentimiento recíproco. Cuando en 1901 la correlación de fuerzas estuvo de parte de los
Estados Unidos el anterior tratado se modificó por el Hay-Pouncenfote y los
norteamericanos procedieron unilateralmente; a su vez, cuando el ascendente imperialismo
alemán se vio confrontado con los Estados Unidos, en Venezuela en 1902, retrocedió frente
a la decidida acción de los norteamericanos expresada en el "Corolario Roosevelt";
Alemania sin perder en sus intereses económicos, en vez de afrontar a los Estados Unidos
con una acción militar, reconoció su preponderancia sobre esta zona y prefirió la lucha a
través de los medios económicos.

Tal vez el ejemplo más claro de participación de los potencias sin entrar directamente a la
acción militar pero apoyando a los países contendores fue el de la Guerra del Pacifico
(1879-1884) en la cual se enfrentó Chile contra Perú y Bolivia. "La guerra del Pacífico fue
aprovechada por las metrópolis europeas y norteamericana para consolidar sus planes de
penetración en América Latina. La rivalidad intercapitalista entre Estados Unidos e
Inglaterra por el control de la economía de los países del Pacífico se puso de manifiesto en
el distinto apoyo que brindaron a las naciones en conflicto. Estados Unidos respaldó
abiertamente a la burguesía peruana, en oposición a Inglaterra que se alineó de parte de la
clase dominante chilena... Desde el Inicio de la guerra del Pacífico, Estados Unidos
respaldó a la burguesía peruana con el fin de conquistar en el Pacífico la influencia que no
había podido lograr hasta ese entonces. La forma más concreta de ayuda fue la venta de
armas a Perú y Bolivia. Otra manera de manifestar su Posición en contra de Chile fue el
embargo de salitre que los exportadores chilenos habían enviado a Norteamérica"56. Por su
parte, Inglaterra terció a favor de la burguesía chilena debido a que el gobierno peruano
había tomado ciertas medidas nacionalistas respecto al salitre y el gobierno chileno, por el
contrario, dio garantías a los capitalistas extranjeros. Su apoyo consistió en la venta de
armas y de buques modernos que decidieron la supremacía de Chile en el mar. A su vez el
capitalismo inglés, puso luego todo su peso para derrocar al presidente chileno Balmaceda
cuando a su turno éste trató de frenar las pretensiones de los capitalistas extranjeros en el
sector económico del salitre. "Otras potencias europeas, como Alemania e Italia, también
apoyaron a Chile porque sus intereses habían sido afectados por las medidas de los
gobiernos peruanos de Pardo y Prado... En cambio los franceses no fueron lesionados por la
política de Pardo porque sus inversiones salitreras alcanzaban solamente a 4.500 soles. Los

56
Luis Vitale. Interpretación Marxista de la Historia de Chile, IV; Ascenso y declinación de la burguesía
minera. (Frankfurt, Verlag Jugend und Politik= GmbH, 1975), p. 143.

41
capitalistas franceses estaban interesados en el triunfo de Perú porque querían cobrar
supuestas deudas relacionadas con el negocio del guano"57.

57
Ibid., p. 152.

42
CAPITULO II: LAS MINAS DE TIMBIQUI

Dentro del contexto de una investigación más amplia que adelanto en el Ministerio des
Affaires Etrangeres de Francia a propósito de la correspondencia de los diplomáticos de
aquel país con su gobierno, he encontrado un "affaire" que bien vale la pena de ser
desglosado del conjunto, como ilustrativo de una situación. Se trata de la solicitud de
protección que los funcionarios de las minas de Timbiquí hicieron a los gobiernos francés e
inglés, fundamentalmente al primero, para que estas potencias los sostuvieran ante el
gobierno colombiano contra presuntos ataques de los trabajadores y pobladores nativos.

El caso es importante porque en él, a través de documentos de primera mano, emanados de


los mismos interesados, se percibe diáfanamente el modo de explotación en las labores de
minería, las pretensiones colonialistas de propietarios y funcionarios extranjeros, la
intromisión de las compañías internacionales en los asuntos internos del país, el peso de los
apoyos diplomáticos y el papel de las autoridades colombianas prontas a mostrar en la
represión de los trabajadores del país la energía de que carecen ante las firmas extranjeras.

LA COMPAÑIA

La primera noticia que en los archivos aparece sobre este asunto es la comunicación
dirigida al Ministro de "Affaires Etrangeres" de Francia el día 22 de marzo de 1910:

"París, marzo 22 de 1910.

Sr. Ministro de Relaciones Exteriores. París.

Sr. Ministro:

"Tengo el honor de solicitar su benévola atención sobre la reclamación adjunta que hago en
mi nombre y en el de los franceses que viven en Timbiquí (Departamento de Popayán,
República de Colombia, S.A.).

"La Compañía inglesa "The New Timbiqui Gold Mines Ltda." (Oficina en París, 10, rue
Taitbon) en la cual están interesados capitales franceses, no tiene más que franceses dentro
de su personal dirigente.

"Aislados sobre la Costa Pacífica, ellos os suplican hacer lo necesario para que el Gobierno
colombiano sea colocado en situación de asegurar su protección"1.

Firma ilegible.

1
Archivos del Ministere des Affaires Etrangéres (MAE) de France. Colombie, nouvelle serie, Vol. 12:
Agriculture, industrie, travaux publics, mines. 1894-1901; 1908-1917, p. 45.

43
Como lo expresa el documento se trataba de una sociedad inglesa en la cual había capitales
franceses y cuyo personal directivo era también francés2.

EL PROBLEMA

En una reclamación dirigida al gobierno colombiano y fechada en París el 21 de marzo de


1910, los representantes de la New Timbiqui Gold Mines Ltda., pedían protección para sus
intereses puesto que según su punto de vista la empresa estaba sometida a continuos robos
y violaciones de la ley por parte de los trabajadores colombianos y puesto que la hostilidad
de los "indígenas" era impulsada por algunos comerciantes. La reclamación estaba
consignada en un documento que se transcribe al final (Anexo Nº 1) y del cual se deduce
con el apoyo de otros documentos que adelante se citarán, que lo que la empresa llamaba
"robos y abusos" era fundamentalmente el trabajo de minería que los habitantes de la región
efectuaban en los terrenos que la compañía reivindicaba como suyos y que la acción de los
comerciantes era contra el monopolio del comercio y de la mano de obra que la compañía
pretendía mantener con objetivos claros, pues al impedir el trabajo independiente de los
mineros forzaba a los habitantes de la región a convertirse en sus asalariados bajo diferentes
formas, y al controlar el comercio no sólo de oro sino también de víveres, ejercía una típica
explotación colonial que le permitía vender a mayor precio los bienes de consumo corriente
y comprar el oro a precio bajo:

"En estos últimos tiempos la hostilidad de los indígenas impulsada por algunos
comerciantes ha aumentado porque la compañía ha tenido la pretensión de impedir
los trabajos de los indígenas en las minas de su concesión. Estos trabajos la privan
de los brazos que le son necesarios y causan perjuicios que comprometen su
explotación futura". (Ver anexo Nº 1 ; el subrayado es nuestro).

2
Sobre la nacionalidad de la Compañía es interesante citar el siguiente documento, pues dentro de la
concepción colonialista del firmante no sólo la mina se tenía como inglesa sino también el país en donde la
mina se encontraba:
"Señor Ministro de Relaciones Exteriores
-Dirección de Asuntos Políticos y Comerciales
Quai d'Orsay. París.
Señor:
"Mi hermano Luis Seibel que nos había dirigido una petición para obtener la protección de él mismo y de los
nacionales que habitan en la Colombia inglesa ( subrayado nuestro) y que están repartidos en ese país, ha
tomado conocimiento de vuestra carta del 22 pasado y obtenido en la sociedad New Timbiqui las copias de
documentos que se solicitaban.
"Los administradores de la New Timbiqui os agradecen la diligencia que habéis tenido al dar instrucciones a
vuestro representante en Bogotá. En mi nombre y en el de mi hermano os doy la expresión de mi gratitud".
Ibid., p. 48.

44
En la reclamación se invocaba la "seguridad de la colonia francesa formada por los
empleados de la compañía" y se hacía al gobierno colombiano responsable por lo que
pudiese ocurrir:

"En presencia de las recientes medidas tomadas por el gobierno colombiano


nosotros nos preguntamos si él se da realmente cuenta de las responsabilidades
enormes en que incurre haciéndose, por así decirlo, el protector y el cómplice de
todos los abusos que él deja impunes y negándonos la protección que nos es debida
y de la cual, por lo demás, nosotros solicitamos soportar la mayor parte de los
gastos" (Ver anexo Nº 1).

EL ACUERDO

Ante las demandas de la compañía y como una forma de solucionar el problema se llegó a
un acuerdo entre las autoridades colombianas y la compañía por el cual ésta se obligaba con
promesas vagamente redactadas a "satisfacer hasta donde sea posible" y a "conceder
algunos permisos de trabajo". Por el acuerdo, 1os trabajado quedaban en la obligación de
"vender a la Compañía exclusivamente la totalidad del oro que produzcan a razón de un
peso ($ 1.OO) plata gramo" y a "trabajar con el salario acostumbrado en las labores de la
compañía durante el tiempo que se fijará, proporcionalmente al número de varones de que
se componga la familia" y la "fijación del número de trabajadores se hará tan pronto se
levante el censo de los arrendatarios a quienes se haga la concesión". La compañía que
representaban los Srs. Blanc y Seibel se comprometía a contribuir ante el Estado
Colombiano con la suma de $150 para el Sostenimiento de los policías que debían
mantener el orden. El acuerdo fue negociado nombre del segundo por el Prefecto de la
Provincia de Buenaventura, facultado por el gobernador de Popayán y en "Comisión
especial del Sr. Ministro de Guerra" (Anexo Nº 2) y dio lugar al Decreto Nº 1 (Anexo Nº 3)

Lo primero que cabe anotar al observar ambas piezas (Anexo 2 y 3) es la diferencia de tono
y de compromiso según se tratara de la empresa o de los trabajadores y de habitantes de la
región. Todo era ambiguedad respecto al compromiso de la primera, y obligaciones
concretas para los segundos. Así por ejemplo, en el acta se decía:

". . . Sin embargo la Compañía para dar una prueba de sus buenas intenciones,
satisfaciendo hasta donde sea posible a las reclamaciones presentadas, y al efecto se
compromete en este sentido a conceder algunos permisos de trabajo en puntos
alejados de sus labores actuales y en condiciones que dejen a salvo sus intereses y
derechos, así como el porvenir de sus explotaciones . . . Estos permisos serán
concedidos por medio de contratos escritos con entera libertad por la Compañía y

45
con cláusulas escritas, cuyo no cumplimiento será causa de rescisión del contrato".
(Anexo Nº 2). (Los subrayados son nuestros).

Así mismo, en el Acta el Prefecto de Buenaventura "en Comisión especial del Sr Ministro
de Guerra" se anticipaba a la tradición corriente en Colombia de que toda petición laboral
es un asunto militar y que a las peticiones de los trabajadores se responde con la represión.

La represión se plasmaba en el Decreto Nº 1 en el que las autoridades se lamentaban de no


haber sido lo suficientemente drásticas y en el que hacían recaer el peso de la culpa en los
malos hábitos de los nacionales del país, Dice el decreto en algunos de sus apartes:

" . . . 2) Que de conformidad a lo dispuesto en el Título IV, Capítulos I, II y III del


Código de Policía Departamental, las autoridades están Constituídas para garantizar
las propiedades contra los daños que se causen en ellas. 3) Que en mucha parte estos
daños provienen de la lenidad que ha existido de parte de las mismas autoridades
para su desarrollo, cierta indolencia y aun vagancia de algunos de los moradores de
esta región; y que es a la autoridad a quien corresponde corregir vicios como estos
cuyos aspectos son las más de las veces perniciosos por los malos hábitos que traen
consigo y que acentúandose acrecen cada día las mayores necesidades y hacen más
precaria la situación de estos pueblos, los que sólo pueden redimirse por el trabajo .
. . ". (Anexo Nº 3). (Subrayado nuestro).

El Prefecto procedía entonces a castigar por medio de un "procedimiento breve y sumario"


y a innovar la jurisprudencia universal castigando más drácticamente al instigador que al
actor:

"Art. 2. El que instigare a otros a cometer los delitos de que se hace mención en el
artículo anterior, sufrirá doble pena o castigo del señalado para los otros". (Anexo
Nº 3).

Con todo, lo más curioso del acuerdo no era tanto que se constituyera un mercado cautivo y
que los trabajadores tuvieran que "vender a la compañía exclusivamente la totalidad del
oro" a un precio determinado, y que tuvieran que trabajar también obligatoriamente para la
empresa "durante un tiempo que se fijará proporcionalmente al número de varones de que
se componga la familia" sino el mecanismo fijado para restablecer el "orden" y garantizar
los "derechos" de la compañía. En efecto, en adelante la compañía iba a costear los agentes
y funcionarios del Estado colombiano destinados a velar por los "derechos" de cada una de
las partes:

"Los señores BLANC y SEIBEL se comprometen, en nombre de la Compañía que


representan y si el gobierno así lo exige, a ayudar al sostenimiento de los
Gendarmes que tras solicitarlo se establezcan en este lugar como garantía de mayor

46
orden y seguridades, hasta con la suma de ciento cincuenta pesos mensuales ($
150)". (Anexo Nº 2).

Este tipo de acuerdo autorizaba a la compañía a dirigirse al gobierno colombiano en estos


términos:

"…Siguiendo el mismo acuerdo la Compañía que ya había ofrecido al gobierno


colombiano una subvención mensual de $ 50 (100 frs.) para retribuir los servicios
de un Alcalde honorable, imparcial, y enérgico, ofreció una nueva subvención
mensual de $ 150 (300 frs.) para ayudar al gobierno a mantener en el distrito una
fuerza de gendarmería (5 hombres), indispensable para hacer respetar el buen orden
y el derecho de cada uno.

"En fin, juzgando la situación grave el Prefecto dejó a nuestra disposición tres
gendarmes encargados de asegurar nuestra protección.

"Las medidas tomadas por el Prefecto produjeron un excelente efecto, los indígenas
que habitan nuestras propiedades solicitaron los contratos que nosotros les
ofrecíamos, cuando de súbito obedeciendo a una consigna llegada de Buenaventura,
la mayor parte se negó a firmar los dichos contratos, se negó abiertamente a trabajar
nuestras minas, mientras que ladrones que habían sido sorprendidos in fraganti
delito de robo nocturno en nuestras obras fueron puestos en libertad sin que ninguna
sanción se tomara contra ellos; cuando el Gobierno llamaba a los gendarmes
dejados en noviembre para asegurar nuestra protección nos hacía saber, para colmo
de males, que aceptaba las sumas que la Compañía ponía a su disposición y
encargaba al Alcalde de reclutar entre las gentes de la región los agentes de policía
que serían pagados por la Compañía. "El Gobierno no puede hacerse ilusiones sobre
los servicios que los indígenas pueden hacer como policías. . . ". (Anexo Nº 1). (El
sub rayado es nuestro).

Es decir, simple y llanamente, que el hecho de que la compañía "subvencionara" al Estado


colombiano con $ 150 mensuales le daba derecho a intervenir en la escogencia de
funcionarios: alcalde y policías.

INTERVENCION DE LA COMPAÑIÁ EN LOS ASUNTOS INTERNOS DEL PAIS

Hasta acá todo parece una historia de robos y atropellos efectuados por los trabajadores y
habitantes de la región contra una empresa que se circunscribía a hacer respetar su "derecho
de propiedad", aunque llame la atención que ésta estableciera un monopolio de compra y
aunque la forma de financiar a las autoridades diera para sospechar de su independencia.
Sin embargo, la compañía intervendría, además, ya en una forma efectiva, en la política

47
interna del país como lo dice claramente el encargado diplomático de Francia en Colombia
en comunicación al Ministerio de Relaciones Exteriores de su país:

"Bogotá, 18 de junio de 1910.

"Monsieur L. Retard, Ministro de Francia en Bogotá a Monsieur Pichon, Ministro


de Relaciones Exteriores.

"Señor Ministro:

"Desde la recepción de vuestra comunicación N° 7, del 25 de marzo de este año, el


Sr. Payán se ha apresurado a señalar a la atención del Sr. Ministro de Relaciones
Exteriores de Colombia, la situación en la que se encontraba la 'New Timbiqui Gold
Mines, Ltda.' y la de aquellos de nuestros compatriotas empleados en esas minas. En
este pliego me permito dirigir a Vuestra Excelencia una copia de la respuesta que
nos ha dado E. S., el Sr. Calderón, la cual me parece satisfactoria.

"Las medidas tomadas por las autoridades colombianas parecen haber producido
buenos resultados puesto que, hasta el presente, no he recibido más quejas de parte
de los agentes de esta compañía.

"Debo sinembargo señalar a Vuestra Excelencia un hecho que me parece bastante


significativo y me lleva a creer que los Srs. de la 'New Timbique Gold Mines' se
mezclan en la política interior en su distrito. He recibido de ellos, en efecto, hace
algunos días, el diciente telegrama que transcribo a continuación: "Popayán, 2 de
junio de 1910. Ministro de Francia, Bogotá. Le rogamos encarecidamente usar de su
influencia ante el Ministro de Gobierno (interior) para obtener creación provincia
Guapi que hace parte del Departamento de CAUCA, capital Popayán. Prefectura
Guapi, al dar apoyo falta compañía minas Timbiqui, disminuiría dificultades hacen
situación actualmente intolerable, medida urgente para beneficiarse reunión
Asamblea. Blanc…

"No ocultaré a Vuestra Excelencia que experimenté una viva contrariedad al recibir
este telegrama cuyo texto no debía dejar de ser comunicado al Gobierno
Colombiano por su administración de telégrafos. Resolví, pues tomar la delantera y
darle yo mismo una copia al Sr. Ministro de Relaciones Exteriores asegurándole que
yo no tenía ninguna intención de inmiscuirme en las cuestiones de división
territorial entonces pendientes ante la Asamblea y que yo no le presentaba este
telegrama más que como un deseo de mis compatriotas sin la menor intención
política, limitándome pura y simplemente a recomendarlo a la benévola acogida de
su Excelencia si creía poder sostenerlo ante su Colega del interior.

"El Sr. Calderón que es perfectamente amable conmigo, desde mi llegada acá, me
dijo que él agradecía mi comunicación, que él ya había visto en los periódicos que
48
una solicitud de creación de ese género para Guapí había sido formulada por los
habitantes de esos distritos, que hablara sobre ello con el Ministro del Interior, que
estaba seguro que los franceses de Timbiqui no buscaban inmiscuirse en los asuntos
políticos interiores de Colombia y que él no quería darle importancia a ese
incidente. Yo le agradecí muy vivamente y le aseguré que directamente sugeriría
más prudencia al Sr. Blanc en el futuro, pues con otro ministro menos bien
dispuesto en nuestro favor que el Sr. Calderón, podríamos sufrir las
consecuencias"3.

Con esto quedó cerrado "el incidente" y a manera de justificación los representantes de la
compañía dijeron que habían actuado de concierto y por instigación de algunas autoridades
regionales:

3
Ibid., pp. 66-67. Quizás una parte de la explicación de la conducta del Ministro colombiano "que es
perfectamente amable conmigo" se debiera al modo de operación de dicha Compañía consistente en conseguir
un abogado con vinculaciones políticas y sociales para que la representara, en hacer aparecer su explotación
como importante para el desarrollo del país, en anudar buenas "conexiones" y en manipular el apoyo
diplomático de las respectivas potencias imperialistas. Esta forma de actuar se desprende del documento
dirigido preventivamente por el representante de una sociedad minera con explotación vecina a Timbiqui, al
Sr. Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, el cual habla de por sí y no requiere comentario.
"Minas de oro de Guafe. Soc. Anon. Cap. 500.000 Fr.
"16 Rue Saint Marc - PARIS
"París 15 de enero de 1912.
"Al Sr. Ministro de Relaciones Exteriores.
"Sr. Ministro:
"Tenemos el honor de solicitar vuestra benévola intervención ante el Gobierno de la República de Colombia
en favor de nuestra sociedad.
"Constituida el 25 de julio de 1911, con su modesto capital enteramente pagado, nuestra sociedad está
representada en Colombia por M. S. Uribe Holguín abogado y ya ha anudado buenas relaciones con
habitantes notables de Colombia, con autoridades locales y es honorablemente conocida de los agentes
franceses en Bogotá, ha expedido a Buenaventura un material de alguna importancia y espera comenzar en
pocos meses su explotación de Guafe, sobre terrenos que ha explorado bien y que ha adquirido con la
colaboración de ciudadanos colombianos honorables. Ella espera poder desarrollar ampliamente sus
operaciones y colaborar eficazmente al desarrollo económico de la provincia del Cauca en beneficio de la
República de Colombia y de las buenas relaciones de Francia con esta región.
"Como las operaciones emprendidas en países alejados no carecen de dificultades y aunque nuestra sociedad
deba felicitarse de las buenas relaciones que tiene con las autoridades colombianas, tiene o tendrá, tarde o
temprano necesidad de la benevolencia gubernamental para consolidar su situación, para obtener ciertos
favores o concesiones para levan ciertas resistencias, pues ella tiene colaboradores y asociados en Colombia,
lo cual suscita cierta envidia por parte de otras personas.
"Sería pues precioso para nosotros sentirnos apoyados por la benevolencia gubernamental y ciertamente
obtendremos este resultado si vuestra alta autoridad nos recomienda a la atención de los poderes públicos
colombianos por la atención del Ministro de Francia.
"Por esta razón nos permitimos dirigiros esta solicitud, para la cual estamos a vuestra disposición para todas
referencias o justificaciones y os rogamos, Señor Ministro, tener en cuenta nuestra respetuosa adhesión.
"El Administrador delegado.
"El Presidente de la Sociedad".
Fuente: Ministere des Affaires Etrangeres. Ibid., p. 95.

49
"M. Retard, Ministro de Francia en Bogotá al Sr. Pichon, Ministro de Relaciones
Exteriores de Francia. "Bogotá, 20 de febrero de 1911.

"Señor Ministro:

"…debo decir a Vuestra Excelencia que las explicaciones que posteriomente he


recibido de los Directores de esta Sociedad son de naturaleza para calmar mis
aprehensiones pues ellos no han actuado, en ese caso, más que bajo las instigaciones
del mismo gobierno de la provincia"4.

En conclusión: colusión entre las directivas de la empresa y las autoridades regionales


dispuestas a "dar apoyo falta compañía".

Parece que momentáneamente los problemas se calmaron y por eso el Ministro de


Relaciones Exteriores de Colombia, el mismo que se había hecho de la vista gorda ante las
intervenciones de la compañía extranjera en los asuntos internos del país, podía escribir
complacido, gracias a la convención de que se ha hecho mención, a la Legación de Francia
en Bogotá:

"Comunicación hecha a la Legación de Francia por el Ministro de Relaciones


Exteriores (de Colombia), de la respuesta del Gobernador de Popayán.

"El mismo Prefecto ha igualmente dictado un decreto de policía, fundado en


disposiciones legales, para castigar muy severamente a todos aquellos que
pretendían fomentar actos de perturbación o los pusieren en ejecución.

"La Compañía francesa de Timbiquí ha ofrecido contribuir con 50 pesos oro


mensuales para suplemento del sueldo pagado al Alcalde, y 50 pesos, de la misma
moneda para el mantenimiento de 5 agentes de policía. El Prefecto, lo mismo que la
Compañía francesa están persuadidos de que con esta fuerza y un buen alcalde la
administración pública de este Distrito será correcta y los derechos de la Compañía
en cuestión garantizados y respetados.

"Busco una persona competente y enérgica que colocaré a la cabeza de la


Municipalidad y hoy mismo solicité al Ministro de Gobierno 5 policías del Distrito
de Buenaventura que serán destacados a Timbiquí"5. (Los subrayados son nuestros).

4
Ibid., p. 82.
5
Ibid., p. 68.

50
NUEVA PETICION DE PROTECCION

El día 17 de septiembre de 1911, el Director de la compañía envió otro memorial al


representante diplomático de Francia en Bogotá para solicitar de nuevo su intervención ante
el gobierno colombiano6.

Este documento, más explícito y detallado, es muy esclarecedor sobre las otras formas de
intervención de la compañía en los asuntos políticos y administrativos del país
(nombramiento de jueces, etc.) y sobre todo es esclarecedor del problema que enfrentaba la
compañía con la mano de obra colombiana y por qué quería mantener el monopolio del
comercio y de la producción de oro. Desglosemos algunos elementos de dicho documento,
que además tiene el mérito de ser una confesión de parte.

a) Intervención y presiones sobre la rama judicial

La compañía en mensaje enviado al Ministro de Francia en Bogotá, el 17 de septiembre de


1911, se quejaba de:

"…falta de protección y denegación completa de justicia imputable a falta de acción


de parte de las autoridades administrativas y a la mala voluntad por parte de las
autoridades judiciales…"7.

Respecto a las autoridades administrativas y de policía (alcalde, policías) ya sabemos cuál


era la actitud de la compañía. En cuanto a las autoridades judiciales, les imputaba inacción
para castigar a los que ella señalaba como delincuentes y concretamente en el caso de un
asesinato:

"por una historia de mujeres cometido por uno de nuestros empleados colombianos
Lisandro Lemos, sobre un colombiano Abelino Montaño, nuestra compañía fue
violentamente atacada por nuestro mayor enemigo Manuel S. Caicedo, quien ha

6
Claro está que las intervenciones diplomáticas no fueron todas de parte de Francia, pues a ellas se agregaron
las de Inglaterra por cuanto la nacionalidad de la Compañía era de este último país:
Telegrama
"Bogotá (sin fecha). Recibido el 12 de noviembre de 1916 a las 6 h 50.
"Cuando Vuestro telegrama del 31 de llegó yo ya había hecho varias gestiones ante el Gobierno colombiano
en favor de la compañía Timbiquí que me había sometido el asunto por su lado. He hecho nuevas gestiones
acompañado del Ministro británico. El Ministro de Relaciones Exteriores (de Colombia) que ha intervenido
desde el comienzo espera una solución favorable".
"Lebrun".
Ibid., p. 229.
7
Ibid., pp. 86-90.

51
llegado hasta a acusar públicamente en la Asamblea Departamental de Cali al Sr.
Blanc, nuestro Director General, de complicidad en este asesinato… 8.

Decía además el memorial de la compañía que el Juez del Circuito de Buenaventura a quien
había sido confiada la investigación:

"No ha investigado el caso Lemos-Montaño, pero ha buscado por todos los medios
en su poder -testimonios escogidos, preguntas insidiosas y capciosas, etc.-
establecer una apariencia de responsabilidad contra el señor Blanc"9.

Aunque de ello no se da ninguna prueba y en la misma forma que lo había hecho con
alcalde y policías, la empresa procede entonces a vetar nombres y a intervenir en la
escogencia de jueces, apoyada, según se deduce del documento por la presión de los
diplomáticos franceses:

"...creemos saber que por las gestiones urgentes de Monsieur Retard, el gobierno
colombiano se había comprometido a reemplazarlo (al juez González Soto)... Es
pues de gran necesidad y de la más elemental justicia que González Soto sea al fin
destituído de su puesto y que haya en Buenaventura una autoridad judicial sobre
cuya imparcialidad nosotros podamos contar. También esperamos que vuestra
intervención nos hará dar las garantías de justicia que se nos deben…".

Y esta misma petición expresa y perentoria se vuelve a hacer en uno de los apartes finales
del memorial, en los siguientes términos:

"…entre esas medidas queremos... el reemplazo inmediato -ya prometido- del Juez
del Circuito de Buenaventura, Dr. González Soto"10.

b) El problema de la propiedad del comercio, del nombramiento de autoridades y de


la mano de obra

En los países que gozan de independencia política, así sea ésta formal, las compañías
extranjeras tratan de disfrazar sus actividades de manera que éstas no aparezcan como
contrarias a la soberanía del Estado en donde operan, pero en Colombia, a causa de la
complacencia de las autoridades, su actividad no necesita disfraz y su acción se desarrolla
sin ambages como en cualquiera colonia. Posiblemente, si no fuera por esta circunstancia
cualquier empresa se hubiera cuidado de producir un documento tan claro como el que
venimos citando, sobre todo en la parte siguiente:

8
Ibid., pp. 86-90.
9
Ibid., pp. 86-90.
10
Ibid., pp. 86-90.

52
La propiedad de la New Timbiquí ha sido comprada a sus propietarios colombianos
en 1898 y está formada por la cuenca del Timbiquí, excepto la haciencia San José.
En la propiedad comprada están comprendidos el emplazamiento del Distrito de
Timbiquí así como varios caseríos de hacienda formados por los colonos de la
propiedad. (Coteje, Santa María). Pero aun cuando el Distrito reclamaba ya en esta
época -dicen que como consecuencia de una donación anterior- la propiedad de los
terrenos donde está construída la población de Timbiquí, la propiedad completa de
los caseríos de la hacienda, como de otra parte toda la extensión de la cuenca del
Timbiquí, era reconocida y respetada por todos, exceptuando sin embargo
numerosos lotes de terreno sobre todo en el bajo Timbiquí que habían sido vendidos
anteriormente a terceros.

"Para el mantenimiento del buen orden el Alcalde nombraba en las principales


aglomeraciones de colonos un comisario de policía de entre ellos. Al final de la
última revolución -hacia 1903- estando en liquidación la primera Compañía se
instituyó en Santa María un "corregimiento" y el Alcalde de Timbiquí nombró allí
un Inspector de Policía. En noviembre de 1909, Manuel S. Caicedo que había
logrado hacerse nombrar Comisario investigador sobre los acontecimientos
sucedidos en esta época en Timbiquí -por nuestros vivos reclamos se le retiró su
comisión para confiársela al Prefecto de Buenaventura, Jorge Orjuela- hizo decidir
por el Concejo Municipal de Timbiquí la creación de dos nuevos 'corregimientos',
los de Coteje y San José. De suerte que ahora hay 3 Inspectores de Policía que
tienen jurisdicción sobre la propiedad de Timbiquí mientras que allí no había
ninguno cuando la propiedad pertenecía a colombianos.

"Nuestros enemigos se aprovechan de esto para tratar de invadir nuestra propiedad y


pretenden que desde el momento en que hay un corregimiento es necesario que haya
un terreno para 'área de población' perteneciente a la nación y donde todo el mundo
tenga derecho a penetrar, hacer comercio, etc… Nosotros sabemos que una petición
en este sentido ha sido dirigida al Congreso, al que se le solicita pronunciar contra
nosotros una ley de excepción que nos despoje de los terrenos en donde están
construídas nuestras poblaciones de trabajadores, Santa María y Coteje. Por lo tanto
nosotros les rogamos insistentemente intervenir en nuestro favor y defender
nuestros derechos.

"Propietarios de terrenos legítimamente adquiridos, nosotros tenemos el derecho


estricto de prohibir el acceso y de reglamentar el comercio sobre toda la extensión
de nuestra propiedad. Este derecho de reglamentación del comercio nos ha sido
reconocido en 1908 por el gobernador de Popayán que ha dictado una 'resolución'
prohibiendo a los adjudicatarios de la renta de licores establecer la venta de
aguardiente sobre los terrenos de la Compañía sin el permiso de ésta.

53
"La prohibición de estadía en nuestra propiedad y la reglamentación del comercio
son para nosotros de primera necesidad y defendiendo nuestros derechos
protegemos sobre todo a nuestros trabajadores. No admitimos que vagabundos o
comerciantes inescrupulosos vengan a explotar a nuestros trabajadores, sea
otorgándoles un amplio crédito que los endeuda, sea incitándolos al robo de oro, ya
difícil de impedir y del cual ellos son los recolectores, haciéndoles pasar las noches
en parrandas perjudiciales para la segularidad de los trabajos.

"De otra parte, en lo que respecta al comercio, como consecuencia de la escasez del
metal dinero que nos es necesario para pagar a nuestros trabajadores, hemos sido
obligados a efectuarlo nosotros mismos; nosotros entregamos mercancías mejores y
a más bajo precio que los comerciantes, lo cual prueba el objetivo ilícito que ellos
persiguen al querer venir acá. En fin, nosotros incluso tenemos en nuestra propiedad
tres comerciantes establecidos con nuestra autorización y además recientemente
hemos autorizado a nuestros arrendatarios, así como a los trabajadores que vienen
de los ríos vecinos, a hacer él comercio de los víveres producidos en la región. Si
nuestro modo de actuar descontenta a todos aquellos que quisieran vivir del dinero
que nosotros gastamos o del oro que nosotros extraemos, él está al menos conforme
con el interés de nuestros trabajadores, con el nuestro y con el del gobierno
colombiano pues es muy fácil probar que nosotros somos prácticamente los únicos
que no hacemos contrabando y que pagamos regularmente los derechos de
importación y consumo. No admitimos, pues, que por el muy miserable interés de
algunos particulares poco recomendables haya una ley de excepción contra nosotros
y que seamos despojados de una parte de nuestra propiedad. Si el movimiento anti-
extranjero que reina sobre la costa encontrara un eco en Bogotá, y si hubiera un
interés mayor en que seamos expropiados, que se nos compre nuestra propiedad
entera, que se nos paguen los trabajos que hemos hecho y que se nos indemnice por
los intereses del capital invertido y por el tiempo perdido.

"Gracias al cumplimiento estricto de los compromisos que habíamos acordado con


el Prefecto en comisión, Jorge Orjuela (Dic. 1909) la situación de la que nos
quejábamos en ese momento se ha ido mejorando constantemente. A la hora actual
la casi totalidad de aquellos que viven de nuestra propiedad -en la parte que nos es
discutida- ha aceptado los contratos de arriendo que nosotros hemos ofrecido. La
mano de obra es abundante en nuestras explotaciones y no solamente nuestros
arrendatarios vienen a trabajar mucho más frecuentemente de lo que los obliga el
contrato, sino también de los ríos de los alrededores -Saija, Napi, Guafi-, los
indígenas vienen a nosotros en número cada día más numeroso, y mientras que hace
dos años apenas lográbamos reunir más de 15 a 20 hombres, tenemos ahora
regularmente cerca de 150 a 200, y la cifra total de nuestros trabajadores -hombres y
mujeres- varía de 300 a 400. Es pues esta la prueba de que nosotros no maltratamos

54
a los indígenas que entre nosotros encuentran mejor que en cualquier parte un
trabajo remunerado.

"En resumen, Señor Ministro, trabajando por la prosperidad de nuestro negocio


formado exclusivamente de capitales franceses estamos convencidos de trabajar
también por la prosperidad de Colombia; esperamos pues que os será fácil conducir
al gobierno colombiano a tomar todas las medidas necesarias para asegurar el
respeto de todos nuestros derechos y a darnos todas las garantías de justicia que nos
son debidas. "Entre esas medidas queremos de entrada el rechazo de la petición de
las gentes de Timbiquí que quieren expropiarnos las tierras en donde están
construidas nuestras poblaciones de Santa Maria y de Coteje y el reemplazo
inmediato -ya prometido- del Juez del Circuito de Buenaventura, Dr. González
Soto.

"Para responder a la acusación de que se nos hace de amenazar la Integridad


Nacional estamos listos a estudiar con el gobierno colombiano todas las medidas y a
hacer los sacrificios de dinero necesarios para salvaguardiar la Soberanía del país
desde que se nos asegure el respeto absoluto de nuestros derechos de propiedad y de
los terrenos y como concesionarios de minas.

"Sírvase tener en cuenta, Señor Ministro, la seguridad de mis reseptuosos


sentimientos,

L. Seibel.

Director Adjunto"11.

CONCLUSION

"En las colonias, la cosa cambia. Aquí el régimen capitalista tropieza por todas partes con
el obstáculo del productor que, hallándose en posesión de sus condiciones de trabajo,
prefiere enriquecerse él mismo con su trabajo a enriquecer al capitalista. . ."

(Carlos Marx, El Capital. Capítulo sobre la moderna teoría de la Colonización).

En síntesis, el sistema de explotación se basaba en un conjunto de elementos


complementarios:

1) Expropiación de los trabajadores y control de la mano de obra. Para lograrlo, la


compañía como propietaria de la tierra impedía el trabajo independiente de los mineros,
obligándolos a laborar en calidad de asalariados "con el salario acostumbrado". De allí la

11
Ibid., pp. 86-90.

55
importancia del acuerdo firmado con las autoridades para obligar a los trabajadores a
"vender voluntariamente" su fuerza de trabajo. Es claro que ante la alternativa de trabajar
independientemente o de trabajar para la empresa, los "indígenas" habrían preferido lo
primero, pero para impedirlo estaba la expropiación previa, apoyada en el derecho y la
autoridad. "Gracias al cumplimiento estricto de los compromisos que había acordado el
Prefecto... a la hora actual la casi totalidad de aquellos que viven de nuestra propiedad -en
la parte que nos es discutida- ha aceptado los contratos". Por lo demás, qué bella inversión
ésta que hace aparecer a los trabajadores como si vivieran de la propiedad ajena. ¿Sin
trabajadores qué sería la propiedad?

2) Monopolio del comercio. "La prohibición de estadía en nuestra propiedad y la


reglamentación del comercio son para nosotros de primera necesidad". La propiedad de
unos se basa en la desposesión de los otros y la prohibición de estadía no era propiamente
la de veranear sino la interdicción de trabajar sin patrono. Al prohibir el comercio del oro y
de los demás bienes se consolidaba la expropiación, pues quien quisiera subsistir tenía que
comprar a la compañía o a los "tres comerciantes establecidos con nuestra autorización" y
si alguien tenía oro para vender sólo podía hacerlo a la compañía, con lo cual,
afortunadamente, se excluía a los "vagabundos o comerciantes inescrupulosos".

3) Monopolio del dinero. El canto de libre empresa y del "esfuerzo individual" tenía en
estas circunstancias un corolario necesario. Si no había venta de oro por fuera de la
compañía, si sólo a ésta podía venderse la fuerza de trabajo y comprarse los bienes
necesarios para reproducirla, en la tierra del oro en donde escaseaba el dinero metálico, la
compañía fue compelida al triste destino de crearlo. ". . . hemos sido obligados a efectuarlo
nosotros mismos…".

La compañía emitía moneda, monopolizaba el empleo y el comercio, intervenía en los


asuntos de división territorial del país y en la escogencia de jueces, alcaldes y policías, y
negaba al Estado colombiano hasta la facultad de crear corregimientos al mismo tiempo
que hacía coincidir su interés particular con el "interés nacional" "...trabajando por la
prosperidad de nuestro negocio... estamos convencidos de trabajar también por la
prosperidad de Colombia", cuando en realidad lo que sucedía era que en aras del "interés
nacional" se producía la miseria popular.

56
ANEXO Nº 1

"Reclamación ante el gobierno colombiano a propósito de la protección a acordar a los


franceses residentes en Timbiquí (Colombia).

"Los capitales franceses se ocupan desde hace una decena de años en el negocio de minas
de oro de Timbiquí en Colombia (Sud-América).

"Timbiquí, capital de Distrito del Departamento de Popayán, está situada sobre la costa
pacífica al sur Buenaventura".

"Los correos entre Timbiquí y Buenaventura gastan de 10 a 15 días para hacer el viaje de
ida y regreso, lo cual dice bastante sobre la forma como se encuentra aislada la colonia
francesa empleada en las minas de Timbiquí.

"La compañía, que es propietaria de terrenos y concesiones de minas en la cuenca del


Timbiquí, siempre se ha quejado de los robos y abusos de que ha sido víctima por parte de
los indígenas, sin que jamás ninguna sanción haya sido tomada contra los ladrones, y todas
las promesas del gobierno colombiano ha permanecido platónicas.

"En estos últimos tiempos la hostilidad de los indígenas impulsada por algunos
comerciantes ha aumentado porque la compañía ha tenido la pretensión de impedir los
trabajos de los indígenas en las minas de su concesión. Estos trabajos la privan de los
brazos que le son necesarios y causan perjuicios que comprometen su explotación futura.

"Como consecuencia de acontecimientos que en octubre último motivaron una denuncia


formal de la compañía el gobierno colombiano delegó en comisión especial para investigar
los hechos denunciados, al Prefecto de Buenaventura, señor Orjuela.

"En su investigación este funcionario reconoció lo bien fundado de nuestras reclamaciones


y dictó con fecha 20 de noviembre el Decreto Nº 1, ordenando el respeto de nuestros
derechos y firmó con nosotros, representantes de la compañía, un acuerdo por el cual las
relaciones, derechos y obligaciones de la compañía y de sus colonos, son especificados por
medio de contratos a suscribir ulteriormente para hacerlos obligatorios. Siguiendo el mismo
acuerdo, la compañía que ya había ofrecido al gobierno colombiano una subvención
mensual de $ 50 (100 frs.) para retribuir los servicios de un Alcalde honorable, imparcial y
enérgico, ofreció una nueva subvención mensual de $150 (300 frs.) para ayudar al gobierno
a mantener en el Distrito una fuerza de gendarmería (5 hombres), indispensable para hacer
respetar el buen orden y el derecho de cada uno.

"En fin, juzgando la situación grave el Prefecto dejó a nuestra disposición tres gendarmes
en cargados de asegurar nuestra protección.

57
"Las medidas tomadas por el Prefecto produjeron un excelente efecto, los indígenas que
habitan nuestras propiedades solicitaron los contratos que nosotros les ofrecíamos, cuando
de súbito, obedeciendo a una consigna llegada de Buenaventura, la mayor parte se negó a
firmar los dichos contratos; se negó abiertamente a trabajar nuestras minas, mientras que
ladrones que habían sido sorprendidos en flagranti delito de robo nocturno en nuestras
obras fueron puestos en libertad sin que ninguna sanción se tomara contra ellos; cuando el
gobierno llamaba a los gendarmes dejados en noviembre para asegurar nuestra protección
nos hacía saber, para colmo de males, que aceptaba las sumas que la compañía ponía a su
disposición y encargaba al Alcalde de reclutar entre las gentes de la región los agentes de
policía que serían pagados por la compañía.

"El gobierno no puede hacerse ilusiones sobre los servicios que los indígenas pueden hacer
como policías. El sabe que el Alcalde actual y su predecesor, ultrajados y vencidos por
gentes de Timbiquí que continúan impunes, debieron, en octubre último, para salvar su
vida, refugiarse en la casa de la Compañía, porque, escribía el Alcalde al solicitar nuestra
protección, no había un solo agente de policía con el cual contar y puesto que los indígenas
escogidos para este cargo no habían jamás prestado su servicio con buena voluntad, y al
mismo tiempo que solicitaba nuestra protección el Alcalde reclamaba al gobierno una
fuerza de 15 gendarmes para mantener el orden.

"En presencia de las recientes medidas tomadas por el gobierno colombiano, nosotros nos
preguntamos si él se da realmente cuenta de las responsabilidades enormes en que incurre
haciéndose, por así decirlo, el protector y cómplice de todos los abusos que él deja impunes
negándonos la protección que nos es debida y de la cual, por lo demás, nosotros solicitamos
soportar los mayores gastos.

"Según las últimas noticias recibidas, no es dudoso que la situación en la región de


Timbiquí sea mucho más grave de lo que siempre ha sido; no solamente los intereses de la
compañía están gravemente expuestos, sino también la seguridad de la colonia francesa
formada por los emplea dos de la compañía. Basta recordar que en octubre último los
indígenas sobreexitados por algunos comerciantes de Timbiquí contra el antiguo Alcalde,
hablaron de destruir y quemar la casa de la compañía donde aquel se había refugiado, para
darse cuenta de la gravedad que podrían tomar los acontecimientos.

"El personal francés empleado por la compañía Timbiquí se compone de: Director General,
Sr. Henri Blanc, ingeniero (Ecole de Ste. Etiene). Director adjunto, Sr. Luis Seibel
(subteniente de reserva). Agentes: señores, Emilio Borelly, jefe de minas (Ecole Al),
Eduardo Gougin, minero, Emile Gourbeis, minero, Henri Poctat, mecánico, Roger
Maustier, químico (Ecole de Lille), Theodore Nanin (hartiniqués), ingeniero (Arts et
Metiers).

58
"Las familias de todos, salvo la del Sr. Nanin, viven en Francia y son conocidas como
honorables en la región en donde habitan. Son todos gentes honestas que han ido a
Colombia no para correr aventuras sino para desempeñar allí actividades serias. Ellos no
piden más que trabajar en paz, pero insisten en que el gobierno colombiano debe darles al
fin la protección que les es debida".

París, 21 de marzo de 1910.

LUIS SEIBEL.

22, Rue Boudin. París.

Fuentes: Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombie,
nouvelle serie, Vol. 12: Agriculture, industrie, travaux publics, mines. 1894-1901; 1908-
1917, pp. 49-51.

ANEXO N°2

ACUERDO

En Santa María, Distrito de Timbiquí, a los veinte días de noviembre de mil novecientos
nueve, los suscritos, Prefecto de la Provincia de Buenaventura en Comisión especial del Sr
Ministro de Guerra y facultado por el Sr. Gobernador de Popayán, y los señores Enrique
Blanc y Lino Seibel, Director y Representante de "The New Timbiqui Gold Mines Ltda.",
respectivamente y conocidos por el señor Prefecto; después de investigaciones e inspección
ocular practicada en todo el territorio y especialmente por lugares de labores y dada la
importancia de los trabajos que se ejecutan por la compañía como de los daños causados
por los robos y abusos cometidos y de la necesidad de reprimirlos con la energía debida; de
la escasez de operarios varones para las labores de la compañía y en consecuencia de la
absoluta necesidad en que se encuentra la compañía de exigir de sus colonos que le presten
sus servicios en compensación de las ventajas que ella les puede otorgar, Y habiendo sido
manifestada por el Sr. Blanc en su exposición rendida ante el Prefecto las razones porque se
encontró la compañía en la obligación de prohibir los trabajos particulares de minas en sus
concesiones. Sin embargo la compañía para dar una prueba de sus buenas intenciones,
satisfaciendo hasta donde le sea posible a las reclamaciones presentadas, al efecto se
compromete en este sentido a conceder algunos permisos de trabajo en puntos lejanos de
sus labores actuales y en condiciones que dejen a salvo sus intereses y derechos, así como
el porvenir de la explotación.

"Estos permisos serán concedidos por medio de contratos escritos con entera libertad por la
compañía y con cláusulas estrictas, cuyo no cumplimiento será causa de rescisión del
59
contrato sin perjuicio de la indemnización a que haya lugar. Entre las cláusulas se fijarán
como indispensables las siguientes:

"1) La obligación para el beneficiado de vender a la compañía exclusivamente la totalidad


del oro que produzca a razón de un peso ($ 1.00) plata el gramo.

"2) La obligación de trabajar con el salario acostumbrado en las labores de la compañía


durante un tiempo que se fijará proporcionalmente al número de varones de que se
componga su familia.

"Los arrendatarios ejecutarán también, desde el 1° de enero de 1910, un lapso de tiempo de


trabajo que será fijado en el contrato de arriendo que se haga para cada uno, antes del 31 de
diciembre del año en curso quedando entendido que los trabajos que se ejecuten para la
compañía serán pagados conforme al salario acostumbrado por ellos.

"La fijación del número de trabajadores se hará tan pronto como se levante el censo de los
arrendatarios a quienes se haga la concesión. La compañía tendrá derecho de cancelar sin
indemnización los contratos de arriendo a los que no cumplan con las obligaciones
contenidas en el contrato respectivo y se reserva el derecho de pedir la expulsión de los
perniciosos.

"Se hace constar que sólo serán válidos lo permisos escritos que conceda la compañía,
considerándose nulos los que no llenen este requisito y que hayan sido conferidos por
personas que no tienen derechos ni facultades para ello.

"Los señores Blanc y Seibel se comprometen, en nombre de la compañía que representan y


si el gobierno así lo exige a ayudar al sostenimiento de los gendarmes que tras solicitarlo se
establezcan en este lugar como garantía de mayor orden y seguridades, hasta con la suma
de ciento cincuenta pesos mensuales ($ 150).

"La Compañía se compromete a hacer todo lo posible para proporcionar a sus operarios lo
mas barato que se pueda los víveres para su manutención y subsistencia.

"El Prefecto, por su parte, ofrece por el presente convenio interponer su influencia con los
habitantes de la región, a fin de que éstos presten su contingente material a la compañía
previas las concesiones y salarios establecidos y ordenar que se presten por los empleados
de la jurisdicción todo el apoyo necesario a fin de que los derechos de la compañía sean
respetados y cesen los desmanes y daños cometidos.

"Con tal fin se han dictado en la fecha por la Prefectura las medidas tendientes a la
represión y castigo de los delincuentes.

60
"Ofrece también solicitar del gobernador respectivo la permanencia en este distrito de unos
cinco gendarmes de policía a fin de reprimir y dar apoyo a las autoridades, a la compañía
misma, a los asociados.

Copia del presente Convenio se enviará al Sr. Gobernador respectivo para que aquel
funcionario se imponga de los hechos en relación con la comisión conferida.

Gorge Rejueta

H. Blanc. Seibel.

Emilio A. Cantillo

Ofl. Srio.

NOTA: El presente documento se encuentra en español en el archivo y se copia con la


ortografía original.

Fuente: Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombia,
nouvelle série, Vol 12: Agriculture, industrie, travaux publics, mines. 1894-1901; 1908-
1917 pp. 55, 56, 57, 58.

ANEXO Nº 3

"Sobre policía. El Prefecto de la Provincia de Buenaventura, Comisionado por el S. S. el


Ministro de Guerra, facultado además por el Sr. Gobernador del Departamento de Popayán
y Considerando: 1) Que se han presentado denuncios por los representantes de "The New
Timbiqui Gold Mines, Ltda."; avisando que se están cometiendo robos y causando daños en
las minas de dicha compañía, con graves perjuicios para los interesados; que se sabe
además que se practican hurtos en otras propiedades y sementeras, etc., etc.; 2) Qué
conforme a lo dispuesto en el Título IV, Capítulos I, II y III del Código de Policía
Departamental las autoridades están constituídas para garantizar las propiedades contra los
daños que se causaren en ellas; 3) Que en mucha parte estos daños provienen de la lenidad
que ha existido de parte de las mismas autoridades para castigar a los delincuentes y que
entra en mucha parte para su desarrollo cierta indolencia y aun vagancia de algunos dé los
moradores de esta región: y que es la autoridad a quien corresponde corregir vicios como
éstos cuyos aspectos son los más de las veces perniciosos por los malos hábitos que traen
consigo y que acentuándose acrecen cada día las mayores necesidades y hace más precaria
la situación de estos pueblos, las que sólo pueden remediarse con el trabajo,

"Decreta: Art. 1) Todo individuo, hombre o mujer que fuere hallado infraganti o se tuviere
conocimiento de que ha causado daño o robado en minas y otras propiedades será

61
aprehendido por la autoridad respectiva y una vez comprobados los hechos por un
procedimiento breve y sumario se castigara -si el delito no estuviere definido en el Código
Penal- con un arresto de uno a quince días que se cumplirá en la Cárcel de Timbiquí sin
perjuicio de la indemnización del valor de los daños causados Art. 2) El que instigare a
otros a cometer los delitos de que se hace mención en el Artículo anterior, sufrirá doblé
pena o castigo del señalado para los otros. Art. 3) Si por concesión especial de los
representantes de la Compañía de Minas o de algún otro propietario se dieren permisos para
el laboreo de minas o cualquiera otro, trabajo en tierras de la propiedad de aquellos, los
agraciados por tal concesión están en el deber de vigilar para evitar que otros que no hayan
recibido igual beneficio ejecuten trabajos o causen daños en tales terrenos, debiendo dar
parte de lo que vieren a la autoridad más inmediata. Es entendido que los propietarios de
tierras pueden suspender cualquiera concesión desde el momento de que el agraciado o
arrendatario violare lo dispuesto en el artículo 2 del presente Decreto quedando además
sujeto a la sanción que él establece. Art. 4) Los que considerados como vagos al tenor del
Capítulo IV Artículo 683 del Código de Policía serán castigados conforme lo disponen los
Artículos 684 a 692 Ibidem.

"Hágase conocer el presente Decreto en el territorio de este Distrito y encárgase del fiel y
estricto cumplimiento al Alcalde del mismo. Consúltese con el Gobernador respectivo.

Dado en Santa María, Distrito de Timbiquí, a los veinte días del mes de noviembre de mil
novecientos nueve".

NOTA: El presente documento se encuentra en español en el archivo.

Fuente: Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombie,
nouvelle série, Vol. 12: Agriculture, industrie, travaux publies, mines. 1894-1901; 1908-
1917 pp. 52, 53, 54.

62
Capítulo III: RIVALIDADES POR COLOMBIA A COMIENZOS DEL
SIGLO XX

En vísperas de la primera guerra mundial, la lucha entre las potencias imperialistas había
alcanzado su clímax. En Europa, Alemania, vencedora de Francia en la guerra de 1870-
1871, era la potencia continental indiscutida pero estaba mal colocada en él reparto del
botín colonial y su expansión la ponía en pugna con los intereses de los otros estados
imperialistas: con Inglaterra, que sin inmiscuírse en los asuntos del continente pretendía la
hegemonía mundial, y con Francia, que además de mercados y campos de inversión
buscaba recobrar las provincias de Alsacia y Lorena perdidas con la derrota de 1871. Por el
momento, los Estados Unidos se reservaban la América Latina en espera de la coyuntura
que les permitiera entrar a disputar la hegemonía mundial. En 1913 los imperialismos
inglés y francés se sentían desplazados de la América Latina por los Estados Unidos y la
mejor, defensa que concebían contra este último país era la de unirse para frenarlo, a la vez
que necesitaban la colaboración americana en su lucha contra el enemigo alemán.

En esa política, los pueblos latinoamericanos contaban sólo como fichas del ajedrez
mundial movidas desde el exterior, con la aquiescencia expresa o tácita de sus gobiernos.

LA MISION PEARSON

El día 17 de marzo de 1913, el representante diplomático francés en Bogotá escribió al


Ministro "Des Affaires Etrangeres" de Francia, lo siguiente:

"Tengo el honor de señalar a Vuestra Excelencia, en mi informe N 18, la presencia


en Bogotá de Lord Murray of Elibank, uno de los directores de la Casa Pearson, de
Londres. La actividad desplegada por este representante de una de las más grandes
sociedades inglesas ha despertado naturalmente mi atención. He podido apreciar
rápidamente la gran inteligencia y el tacto diplomático con el cual este gran señor
escocés procedía con el Gobierno colombiano y los di versos partidos de este país.

"Como consecuencia de algunas conversaciones que he tenido con él, me di cuenta


del cuidado con el cual se esforzaba siempre por manifestar sentimientos de estima
y simpatía respecto a Francia. En varias oportunidades hemos sido convidados
juntos y como aquí no hay cena sin discursos, pude constatar que Lord Murray of
Elibank no dejaba escapar ninguna ocasión para hablar delante de los colombianos
en los términos más aduladores de nuestro país, de alabar sus hombres de Estado, su
administración, sus finanzas, etc, y últimamente, en un banquete político, dio libre
curso a toda la admiración que él, inglés, profesaba por nuestra colonización en

63
Argelia, por los resultados que hemos obtenido allí, por los medios de comunicación
que hemos construído. En efecto, Lord Murray ha viajado a Argelia en diferentes
oportunidades y ha guardado el mejor recuerdo de la acogida que ha recibido de
Monsieur Lutaud.

"La Casa Pearson ha enviado este amigo personal de Lord Grey a Colombia con el
fin de estudiar la cuestión del petróleo de acá que le interesa especialmente y,
después de un examen profundo, su director estaría dispuesto a negociar con el
gobierno colombiano lo referente a la obtención de un contrato que le dé la
explotación de petróleo, pero admirado del campo de acción que permanece abierto
a los extranjeros en este vasto país donde todo está por hacer y conmovido por ver a
Alemania operar sola y sin rival con una gran actividad que ni Francia ni Inglaterra
contrarían, aunque la importancia geográfica de la región y su porvenir económico
ya hayan llamado su atención, Lord Murray, digo yo, con una clarividencia que lo
honra, ha comprendido enseguida la importancia que tendría para los gobiernos de
la 'entente cordial' el marchar de acuerdo en la conquista económica de una región
que él se sentiría culpable de abandonar sin defensa a la explotación de nuestros
rivales. En presencia de los peligros que los amenazan, los colombianos vuelven sus
miradas hacia Alemania, la única que se ocupa de ellos y los estimula, así como lo
indico en otra relación; por el contrario, no se podría pues hacerles un reproche de
germanofilia de ocasión, que por otra parte no corresponde a sus reales simpatías de
latinos pero que, por nuestra culpa, se ha convertido para ellos en necesidad.

"El país es lo bastante grande para que todas las influencias europeas se desarrollen
a sus anchas y encuentren ocupación. Pero, lo repito, es necesario no abandonarlos a
la explotación exclusiva de uno solo.

"Lord Murray of Elibank estudia pues en este momento el proyecto de construcción


de una gran red de ferrocarriles que atraviese toda Colombia del Atlántico al
Pacífico; alumno de Cecil Rhodes, condena las pequeñas líneas que, en los países
nuevos, no responden a las necesidades reales. Estima que los financistas franceses
podrían aprovechar esta ocasión de colaborar con la finanza inglesa en esta
gigantesca empresa destinada a abrir el país y a permitir la explotación de las


La Entente Cordial fue un acuerdo firmado entre Francia e Inglaterra el 8 de abril de 1904. Con él rompía
Inglaterra su tradicional posición de aislamiento diplomático para ligarse a las querellas del continente
europeo, y fue motivado por el temor conjunto al crecimiento económico y militar de Alemania. El acuerdo,
que versaba sobre asuntos coloniales, era importante porque al arreglarlos se suprimían los motivos de
fricción que en los años anteriores habían opuesto al imperialismo inglés y al francés por disputas coloniales
en Africa. Por el pacto, los signatarios se dividían a Siam en zonas de influencia lo mismo que las Nuevas
Híbridas; se rectificaba la frontera Tchad Niger, se cambiaba un derecho de pesca francés al oeste de
Terranova, por las Islas Los y sobre todo, se negociaba a Egipto por Marruecos pues a partir del acuerdo
Francia reconocería el "derecho inglés" sobre el primero e Inglaterra el "derecho francés" sobre el segundo.
Véase: Milza (Pierre). Les relations internationales de 1871 a 1914. París, Armand Colin, 1968, pp. 180-184.

64
riquezas inestimables que encierran las minas de Colombia y su suelo, de una
fertilidad extraordinaria cuando se le sabe cultivar.

"En presencia de la reserva que he podido constatar entre nuestros compatriotas


respecto a Colombia y en razón de la importancia política que nos dicta acá una
actitud más enérgica, estimo que la entrada de Francia de acuerdo con Inglaterra
sería una preciosa utilización de la "entente cordial" en desarrollo ulterior de la
política europea frente a los dos continentes americanos. Pronto será importante
ocuparse de esta cuestión mundial con más atención, si no con temor, cuando los
acontecimientos de oriente dejen a Europa el tiempo de considerar el nuevo daño
que nace al oeste y que, en un futuro no lejano, la amenazará de una manera aún
más temible, como lo presagian las fuerzas que, entonces, se dirigirán contra el
viejo continente"1.

Como se ve, Colombia era "tierra de nadie" y sólo contaba en el cálculo de las potencias
como presa a repartir. Despojados de toda política independiente, ni siquiera un poco
nacionalista, los gobernantes colombianos sólo pensaban en poner el país en manos del
mejor postor, aspirando apenas a que la pugna en la subasta hiciera subir el precio.

"El temor a los Estados Unidos, del que he hablado en el informe anterior, ha
contribuído al éxito. Yo sé que el Presidente de la República comprende la utilidad
de atraer hacia Colombia a todas las grandes potencias de Europa y, puesto que otra
diferente a Alemania se presenta con buenas condiciones, él ha creído que no se
debe descartar. Los mejores informes le han llegado ya de Chile sobre la Casa
Pearson que construye allá el puerto de Valparaíso"2.

El pasado político de Lord Murray, así como sus conexiones económicas y sociales, hacían
de él no una persona cualquiera sino un gentleman de categoría, apto para impresionar a
políticos provinciales y a gobernantes dispuestos a recibir la lisonja3.

"Lord Murray of Elibank era hace poco tiempo aún, bajo el nombre de The Master
of Elibank, el 'first Whip' jefe de la organización interna del partido liberal; es un
táctico parlamentario muy avisado, que conoce admirablemente la Gran Bretaña
desde el punto de vista electoral y ha prestado a su partido y al Ministerio Asquith
los más grandes servicios, por lo que se le ha recompensado nombrándolo par. Al

1
Le Ministre de France a Bogotá, a Son Excellence Monsieur Le Ministre des Affaires Etrangeres a Paris.
Bogotá, le 17 mars 1913. En: Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de Francie Colombie,
nouvelle série Vol. 12; Agriculture, industrie, travaux publics mines, 1894-1901; 1908-1917, pp. 155-158. (El
subrayado es nuestro).
2
Le Ministre de France a Bogotá a Monsieur Le Ministre des Affaires Etrangeres a París. Bogotá, le 29 avril
1913. Ibid., p. 158.
3
". . .el esfuerzo de Lord Murray parece impresionar mucho a los medios políticos colombianos que se
sienten halagados por la atención que pone en el estudio de su país este gran se Le Ministre de France a
Bogotá a Monsieur Le Ministre des Affaires Etrangeres a París. Bogotá, le 9 juillet 1913. Ibid., p. 171.

65
dejar la Cámara de los Comunes y la política activa, Lord Murray no ha disimulado
que su mediocre situación de fortuna lo obliga a entrar en los negocios. Las mismas
razones le habían obligado a participar con Lloyd George en especulaciones
organizadas por su colega de Ministerio inglés, Sir Rufus Isaacs, sobre las acciones
de la Compañía Americana Marconi. Hoy día, Lord Murray of Elibank no es más
que un hombre de negocios de espíritu penetrante que dispone de excelentes
relaciones en Inglaterra"4.

Así lo describía el embajador francés en Londres al dar respuesta a las indagaciones que
sobre Lord Murray hiciera el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia. En la
descripción transcrita de su conducta se dice que Lord Murray tenía un pequeño pecado de
negocios como especulador, y en un borrador que se encuentra en el mismo archivo la
mención de este asunto se hace más explícita, en estos términos:

"...durante el transcurso de su mandato, él ya había participado al mismo tiempo que


Monsieur Lloyd George en especulaciones organizadas por el Postucaster General
Sir Rufus Isaacs y cuya divulgación ha sido objeto de recientes debates judiciales"5.

Digna de tal representante era la Casa Pearson que pretendía invertir en varios países
latinoamericanos en el campo de los petróleos, en los ferrocarriles, en puertos, etc. En
México, "en donde ya gozaba de grandes privilegios y concesiones apoyaba al dictador
Victoriano Huertas"6. En Ecuador, a donde enseguida viajó Lord Murray, gestionaba un
contrato similar al de Colombia, y en Costa Rica hacía lo mismo. Ya se hizo mención de
que en Chile construía el muelle para el puerto de Valparaíso.

Los términos del contrato

Con tales modales, con tales conexiones y con tal apoyo financiero, este gran señor escocés
no tardó en firmar con el gobierno colombiano (el día 24 de abril de 1913) un contrato que
debía ser ratificado por el parlamento y cuyas cláusulas principales contenían los siguientes
acuerdos:

"Los infrascritos, a saber, Simón Araújo, Ministro de Obras Públicas, a nombre de


la Nación, por una parte, que se denominará en adelante el Gobierno; y el muy
honorable Alexander Williem Charles Aliphan, Baron Murray of Elibank, uno de
los directores de la Sociedad denominada S. Pearson..." suscriben, un contrato "con
4
L'Ambassadeur de France a Angleterre a Monsieur le Ministre des Affaires Etrangeres a París. Londres, le
ler. Mai 1913. Ibid., pp. 159-160.
5
L'Ambassadeur de France a Angleterre a Monsieur le Ministre des Affaires Etrangeres a Paris. 26 mai 113.
Ibid., pp. 164-165.
6
Rippy (Fred J.). El capital norteamericano y la penetración imperialista en Colombia. Medellín, Oveja
Negra, 1970; p. 125.

66
el objeto de determinar la existencia de fuentes y depósitos de petróleo y de
hidrocarburos en general....".

Las principales obligaciones de la Casa Pearson eran éstas:

1º) a) "Invertir en el curso de cinco años contados desde la fecha en que se publique en el
Diario Oficial la Ley que aprueba el contrato, una suma no menor de $ 10.000 oro, en
estudios y exploraciones en el territorio colombiano con el objeto de determinar la
existencia de fuentes y depósitos de petróleo y de hidrocarburos en general y si son
explotables.

b) Depositar en la Tesorería General de la República en Bogotá, o en el Consulado General


de Londres, en 60 días, 2.000 libras esterlinas, valor nominal, en bonos de la deuda exterior
colombiana, los cuales perdería la Compañía en caso de incumplimiento de la cláusula
anterior.

e) Principiar la exploración en 6 meses contados a partir de la publicación de la ley


aprobatoria del con trato en el Diario Oficial.

d) Emplear ingenieros colombianos siempre que sea posible".

Por su parte el Gobierno se obligaba en esta forma:

2° "El Gobierno otorga permiso a los contratistas para establecer tuberías que sirvan para la
conducción de petróleo y de cualquiera otras sustancias hidrocarburadas, para construir
muelles para el uso de la empresa o de las empresas de explotación de todas esas
sustancias, como también para traficar por tierra y por agua, sometiéndose a las leyes,
decretos y reglamentos sobre policía del tráfico; para establecer y explotar refinerías y para
ejecutar todas las obras que exija la explotación del petróleo y, demás sustancias, tales
como depósitos de almacenamiento, acueductos, canales, muelles, almacenes, teléfonos,
telégrafos, ferrocarriles, tranvías, plantas de energía eléctrica y líneas de transmisión, todo
destinado al servicio de la empresa o de las empresas, sin perjuicio de derecho de terceros y
tomando las precauciones que exijan la seguridad y la salubridad públicas y el tráfico por
las calles y caminos.

3) "La empresa o las empresas de explotación de petróleo y de hidrocarburo que se


establezcan serán consideradas como de utilidad pública. En consecuencia, el Gobierno
hará promover por las autoridades competentes los juicios de expropiación de las Zonas de
terreno que requiera las necesidades de tales empresas de explotación de petróleo y de
hidrocarburos en general; pero las indemnizaciones que por estas expropiaciones hayan de
hacerse, serán de cargo de los contratistas.

..........

67
8°) "Cuando los contratistas se decidan a explorar una o varias regiones cuya superficie
total, sumadas todas, no exceda de diez mil kilómetros cuadrados deberá modificar su
determintción al Gobierno, el cual al recibir la notificación Suspenderá inmediatamente por
seis meses la primera vez y por tres meses las de más, por medio de resolución, la
disposición de fuentes y depósitos de petróleo dentro de las regiones descritas, de extensión
total de diez mil kilómetros cuadrados.

..........

13º) "El término del contrato será de 40 años"7.

LOS CAPITALES FRANCESES

Asesoría militar y mercados

Lord Murray sabía que en el oeste se levantaba un gran competidor para el imperialismo
inglés, comoquiera que los Estados Unidos no ocultaban su interpretación de la Doctrina
Monroe: América para los Norteamericanos. Decenas de intervenciones en el continente:
México, Centroamérica, Colombia, Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, etc., mostraban el
deseo de los gobernantes norteamericanos de preservar la libertad de acción para su armada
y sus capitales. Sabía también Murray que los trusts norteamericanos del petróleo no serían
indiferentes a la intervención de los capitales europeos en su "zona de influencia". Por eso,
con el desprendimiento propio de un gran señor, quería asociar los capitales franceses a la
empresa a fin de utilizar la "entente cordial" como un medio de presión contra el avance
americano. Sobre tal propósito informaba al Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia
su representante diplomático en Bogotá en comunicación del 13 de septiembre de 1913:

"Lord Murray of Elibank, en el curso de su viaje de regreso de Quito a Bogotá, que


hizo por tierra, ha ido a visitar a Buenaventura sobre el Pacífico. Al llegar a Bogotá
firmó con el Gobierno colombiano un contrato que le da los estudios para la
construcción de un puerto de acceso a esta Ciudad cuya importancia va a aumentar a
partir de la apertura del Canal de Panamá y cuando la línea del ferrocarril del
Pacífico en construcción que une a Buenaventura-Cali-Bogotá, sea terminada. El
prevé que la inversión podría elevarse a 10 millones de francos.

"Lord Murray me ha informado enseguida de este nuevo negocio declarándome que


si estaba Contento de obtener esta empresa para su país y la Casa Pearson no lo
estaría menos de ver al Gobierno colombiano otorgar a la industria francesa los

7
Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombie nouvelle série, Vol. 12:
Agriculture, industrie, travaux publics, mines. 1894-1901; 1908-1917, pp. 173-175.

68
trabajos de fortificación que habrá que levantar alrededor de este nuevo puerto con
el fin de defenderlo en el caso eventual de guerra entre Colombia y otra potencia
marítima. El Gobierno colombiano habría ya reconocido la necesidad de fortificar a
Buenaventura.

"Me apresuro a transmitir estas indicaciones a Vuestra Excelencia, quien juzgará sin
duda útil llevarlas al Conocimiento de nuestras casas francesas tales como Le Cruset
y Saint Chamond, que se ocupan de la Construcción de trabajos de defensa en el
extranjero.

"Es probable, en efecto, que por su parte los oficiales de la Misión Chilena actúen
para hacerla adjudicar de preferencia a casas alemanas, habrá pues interés en que
las ofertas francesas lleguen a Bogotá en primer lugar"8.

Cuando la propuesta de Lord Murray llegó a Francia, los altos mandos militares franceses
ya estaban informados del asunto y como muestra de especial cooperación con la industria
de guerra de su país habían dado a ésta la información sobre la posibilidad de este negocio
militar. A este respecto, el Ministro de Guerra francés escribió el 25 de noviembre de 1913
al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia lo siguiente:

"Por vuestra comunicación N" 12 del 25 de octubre de 1913, os habéis dignado


informarme que el Gobierno colombiano se apresuraba a hacer construir en
Buenaventura, sobre el Pacífico, un puerto fortificado; asimismo llamáis mi
atención sobre la ventaja que habría en informar de este hecho a aquellos de
nuestros grandes establecimientos metalúrgicos susceptibles de interesarse en esta
empresa.

"Creo deber agregar que de las informaciones obtenidas oficiosamente por mi


Departamento resulta que estas dos sociedades (Le Cruset y Saint Chamond) ya han
tenido conocimiento de los trabajos proyectados y que ya han concluído un acuerdo
en los términos del cual sólo la primera haría ofrecimientos para la ejecución"9.

La cooperación entre el ejército francés y la industria de guerra se explica más claramente


en este caso por la situación del ejército colombiano en ese momento y por la coyuntura
mundial. El conflicto con Alemania aparecía como inevitable e inmediato y para nadie era
un secreto la influencia directa e indirecta de los alemanes sobre el ejército colombiano.
Los prusianos habían entrenado al ejército de Chile y a su vez oficiales de este país habían
venido a entrenar a los cuadros del ejército colombiano. Después de la guerra franco el
ejército alemán era un espejo que atraía las miradas de todos los ejércitos del mundo, y el

8
Ibid., pp. 178-179 (El subrayado es nuestro).
9
Ibid., p. 203.

69
hecho de que las tropas chilenas hubieran obtenido resonantes victorias sobre sus vecinos
del Pacífico era un incentivo para que los ejércitos latinoamericanos entre ellos el de
Colombia, buscaran la misma asesoría. Gracias a ella, en efecto, el ejército chileno aparecía
no sólo como un modelo de eficacia militar sino también de profesionalismo y de
neutralidad política.

Diplomacia, negocios y milicia se complementan. Por la misma época, la firma francesa


Louis Dreyfus y Cie, esperaba establecer un gran banco central en Colombia y el agente del
proyectado banco informaba lo siguiente:

"Louis Dreyfus et Cie.

Paris, 22 janvier 1914.

Monsieur Gout, Directeur du Ministere des Affaires Etrangeres. París.

Monsieur le Directeur:

"Nos permitimos comunicaros la copia de una carta que acabamos de recibir de


nuestro representante en Bogotá en la cual se Ocupa del asunto de la creación de un
Banco Estatal.

"La naturaleza de este documento puede interesar al Departamento y por este


motivo os lo comunicamos a título puramente confidencial

"Dignaos recibir, Señor Director, nuestros sentimientos de aprecio,

Louis Dreyfus".

Copia: "Bogotá, 20 de diciembre 1913

Señor LOUIS DREYFUS y Cie., París

Misión Militar en Colombia

"A título de información le comunicamos que la Misión Militar Chilena encargada


hasta acá de la instrucción del ejército colombiano ha renunciado como
consecuencia de un conflicto con el Estado Mayor. El Ministro de Guerra acaba de
contratar para reemplazarla a una misión alemana, por intermedio del Cónsul
General de Hamburgo.

"De acuerdo con el Señor de Fontenay, hemos llamado la atención de los Ministros
de Finanzas y del Tesoro sobre las consecuencias que esta determinación podría

70
tener sobre las relaciones comerciales Franco-Colombianas y sobre las relaciones
entre los dos países..."10.

Para nadie es un secreto que la asesoría militar no es gratuita y que sus móviles no son pro
piamente filantrópicos. Detrás de la asesoría militar vienen la subordinación ideológica y la
venta de armamentos. Esto lo sabía muy bien el representante diplomático francés en
Bogotá, quien además conocía la eficacia de las "atenciones" que se hacen a los
funcionarios. Por eso, el diplomático alertaba a sus superiores para que entraran en
conversaciones con un alto funcionario colombiano que iba en el mismo buque en el que
por correo se anunciaba su llegada, con el objeto de no perder el mercado de armas de
guerra.

Bogotá, 20 de julio de 1914.

El Ministro de Francia en Bogotá a Su Excelencia, el Señor Ministro de Relaciones


Exteriores, París.

"El Señor Restrepo Plata, Ministro de Hacienda (Finanzas) acaba de presentar su


renuncia para pasar a ocupar las funciones de Cónsul General de Colombia en
Londres y sobre todo de Agente Fiscal en Europa. El señor Restrepo Plata fue el
principal negociador del contrato con el Banco Louis Dreyfus de París para la
creación de un banco en Colombia; igualmente, ha concertado el acuerdo con la
Esmerald Cy. Es sobre todo con el fin de terminar el acuerdo con esta compañía
inglesa que el antiguo Ministro de Finanzas se dirige a Londres donde reemplazará
al Sr. Jorge Roa, quien quiere volver a Colombia.

"No he ocultado al Sr. Restrepo Plata que la intención de su colega en el Ministerio


de Guerra de llevar una misión militar alemana a Colombia, en caso de realizarse,
no facilitaría su tarea en París, si es que desea interesar el ahorro francés en
Colombia. El Sr. Restrepo Plata se ha mostrado muy conmovido con este pronóstico
y me ha confiado que haría todo lo posible para impedir el menor desacuerdo en las
relaciones entre Francia y Colombia, que él ignoraba por otra parte lo referente al
asunto de la Misión Alemana, únicamente tratado entre el Presidente de la
República y el Sr. Arango, Ministro de Guerra, y que él no dudaba de la importancia
que tal hecho podía tener sobre las relaciones entre los dos países.

"El Sr. Restrepo Plata se dirige a Francia en el bote que lleva este correo y si se le
habla en ese mismo sentido desde su llegada a París no hay duda de que usará la
influencia que tiene aún sobre sus colegas de gabinete para combatir los planes del
Dr. Arango, si aún es tiempo de evitar la pérdida del mercado de Colombia para los
productos de nuestra industria nacional de armas de guerra.
10
Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombie, nouvelle série, Vol. II:
Finances, 1908-1918, pp. 227-229. (El subrayado es nuestro).

71
Firma"11.

El Banco Dreyfus

Por la misma época, la Casa Dreyfus de París pretendía financiar la creación de un banco
del Estado en Colombia. De las gestiones de esta firma dio cuenta el representante
diplomático de Francia en Colombia en una comunicación en la que se destacaban el
importante papel que el sistema bancario juega en la expansión comercial y las inversiones,
y la necesidad de una acción conjunta entre capitales franceses e ingleses como medio de
presión frente al poder norteamericano:

"Bogotá, 27 mayo de 1913

El Ministro de Francia en Bogotá a Su Excelencia el Señor Ministro de Relaciones


Exteriores.

"El Gobierno colombiano, según parece, está a punto de firmar un contrato con el
Banco Louis Dreyfus de París para la creación de un banco del Estado.

..........

"Es cierto que la creación de un Banco del Estado en Colombia, con la ayuda de
capitales franceses, nos devolverá este país del cual comenzamos a ser desplazados
económica y moralmente por nuestros concurrentes. Era pues tiempo de modificar
nuestra actitud y de no persistir en comprometer enteramente nuestra influencia por
nuestra política de abstención, en una región cuyo porvenir es innegable.

"Por mucho tiempo hemos permanecido, en lo que concierne al país,


exclusivamente bajo la impresión de las reclamaciones de los particulares que han
sufrido pérdidas durante las revoluciones; ha llegado el momento de erguirse y de
contemplar la política a seguir en estas repúblicas bajo otro punto de vista y de no
dejar el campo libre, sobre todo a nuestros rivales, sin tratar de defendernos; esto
equivale, ya lo he escrito, a asumir una pesada responsabilidad frente a la Francia
del mañana.

"Pienso que el Banco Louis Dreyfus es bastante potente para encargarse solo de la
creación de un Banco de Estado y de un Banco Hipotecario en Colombia; sin
embargo, si este banco considera que debe solicitar el concurso de financistas
extranjeros, mi opinión sería la de aconsejarle que se dirigiera preferentemente a los

11
Ibid., pp. 225-226. (El subrayado es nuestro).

72
ingleses, que no a los americanos, especialmente. Por otra parte, he expuesto a
Vuestra Excelencia el interés que tendríamos de utilizar en Colombia la 'entente
cordial' y penetrar allí de acuerdo con los financistas ingleses que se disponen a
aportar capitales considerables a este país. Que Vuestra Excelencia se digne
recordar mis despachos a propósito de la Casa Pearson de Londres. La colaboración
de bancos americanos tendría por consecuencia enajenarnos, desde el comienzo, la
simpatía de los colombianos y arrojarlos aún más al lado de los alemanes, con gran
detrimento de nuestra industria que perdería así, para el futuro, un mercado seguro.
Perderíamos la confianza de los colombianos que se dirigen a nosotros precisamente
para escapar al peligro americano y además correríamos el peligro de ser arrastrados
por los Estados Unidos a una política frente a Colombia que no correspondería a los
intereses de Francia"12.

Los capitales europeos piden permiso al gobierno norteamericano

Hasta ahora todo era proyectos y "entente cordial" entre los capitales ingleses y franceses.
Sólo faltaba una pequeña cosa: solicitar al gobierno de los Estados Unidos el permiso para
invertir en Colombia, pues dentro del reparto del mundo en "zonas de influencia" América
era para los norteamericanos. Muy comedidamente el embajador francés en Washington
sondeó al Secretario de Estado norteamericano y de su gestión dio cuenta en estos términos:

"28 de mayo de 1913, Washington.

Embajador de la República Francesa en Estados Unidos, Su Excelencia Esteban


Pichon, Ministro de Relaciones Exteriores

"Por comunicación del 7 de este mes, Vuestra Excelencia ha querido informarme


sobre un proyecto de creación, bajo los auspicios de la Casa Louis Dreyfus y Cie.,
de un banco de emisión en Colombia y solicitarme mis opiniones al respecto
después de haber hablado de la cuestión al Secretario de Estado, si yo lo juzgaba
conveniente.

"Desde el punto de vista financiero, el principal elemento dé apreciación relativo al


porvenir del proyecto consiste, naturalmente, en las informaciones que podemos
poseer sobre el estado del país y sobre las oportunidades de mejoramiento que
pueda ofrecer es te Estado, no malo en lo que concierne a sus finanzas, como lo
muestra la correspondencia de nuestro Representante en Bogotá.

"Según esos informes paco alentadores parecería que el proyecto en cuestión se


parece a muchos otros que comienzan por funcionar de una manera conveniente en
12
Ibid., pp. 151-152.

73
países como éste y que después se ven detenidos en su impulso, a consecuencia de
circunstancias locales, perturbaciones o revoluciones.

"Desde el punto de vista de nuestras relaciones con los Estados Unidos no hay duda
del derecho de nuestros nacionales. Ellos se limitan a prestar una cooperación que
se les solicita para asegurar la creación y facilitar el funcionamiento de un banco
que, por ser 'Banco del Estado', será naturalmente, yo lo supongo, de nacionalidad
colombiana.

"Sin embargo, con el fin de asegurarme en la medida de lo posible de no causar


malentendidos perjudiciales que pudieran perjudicar nuestros intereses, he
mencionado este proyecto al Secretario de Estado eh el curso de una entrevista que
había discurrido sobre otros temas. Como para Méjico, su primera pregunta ha sido:
es para vuestros compatriotas una empresa privada o vuestro gobierno lleva allí una
parte? Yo he respondido que el gobierno de la República no tenía nada que ver; que
el banco a fundarse tendría naturalmente en el país lazos estrechos con el Gobierno
puesto que se trataba de un banco de emisión; pero que sería un contrato como los
que concluir todo gobierno con particulares.

"Estas seguridades parece que han satisfecho a M. Bryan, que por lo demás no me
ha ocultado que jamás él había oído hablar de este proyecto, precisando que las
relaciones de los Estados Unidos con Colombia eran de lo más confusas en el
presente. Un nuevo Ministro irá pronto a reemplazar al Sr. Du Bois a Bogotá y
procurará poner las cosas en claro y llegar a un acuerdo. En el estado actual, el
Secretario de Estado no sabría decir si una participación americana, a la que yo
había hecho alusión como una posibilidad, sería naturalmente posible"13.

Así pues, el Secretario de Estado norteamericano no había oído hablar del proyecto de
inversiones y no parecían existir hasta el momento mayores obstáculos para su realización.
Sólo contaba la oposición del sector bancario colombiano que quería defender sus intereses
-los cuales por lo demás no eran los mismos que los de sus deudores colombianos- contra la
concurrencia del capital extranjero. De esa oposición informó el re presentante diplomático
de Francia en Bogotá:

"Bogotá, 18 de septiembre de 1913.

El Ministro de Francia en Bogotá a Su Excelencia M. Stephen Pichon, Ministro de


Relaciones Exteriores.

"El representante del Banco Louis Dryfus de París ha firmado con el Gobierno
colombiano dos contratos para la creación de un banco de emisión y de un banco
hipotecario.
13
Ibid., pp. 153-154.

74
"Estos documentos han sido publicados y van a ser sometidos próximamente al
Senado colombiano y después a la Cámara de Diputados.

Los bancos locales adelantan una campaña vigorosa contra estos dos proyectos que
desde su punto de vista presentan sobre todo el grave inconveniente de bajar la tasa
de interés a 8% en Colombia, mientras que es actualmente de 15 a 20%. Estos
ataques son demasiado interesados para constituir un verdadero peligro. Las
disposiciones en el Senado parecen favorables; los senadores se dan cuenta de las
ventajas que presenta para el país la instalación en Colombia de un gran banco de
París; en la Cámara de Diputados los intereses particulares pueden jugar un papel
más grande. Se necesitan mentalidades muy exclusivistas para querer que el
extranjero que hace un aporte no obtenga ningún beneficio.

"Los contratos han sido acogidos favorablemente en provincia en donde la


necesidad de dinero se hace sentir especialmente y donde los préstamos a la tasa
usuaria de los bancos de Bogotá paralizan todos los progresos de la agricultura"14.

Las casas Pearson y Deyfus fracasan en Colombia

El 13 de noviembre de 1913, el representante de Francia en Bogotá escribió al Ministro de


Relaciones Exteriores de su país:

"El señor Robert Koch, representante del Banco Louis Dreyfus de París, ha venido a
informarme sobre su intención de hacer retirar del orden del día el contrato que este
establecimiento financiero ha firmado con el Gobierno colombiano con miras a la
creación de un Banco de Emisión en Colombia y que será sometido a la discusión
del Senado"15.

El día 24 de noviembre del mismo año, el mismo funcionario volvió a escribir en términos
en los que a espacio explica la causa del fracaso de los capitales europeos en Colombia:

"El Ministro de Francia en Bogotá, a Su Excelencia el Señor Ministro de Relaciones


Exteriores, en París.

"Lord Murray acaba de retirar el contrato firmado entre el Gobierno colombiano y la


Casa Pearson de Londres, que era sometido a la aprobación de la Cámara de
Diputados. Él ha constatado en efecto que no tenía ninguna posibilidad de éxito
antes de la terminación de las sesiones del Congreso que será dentro de pocos días.

14
Ibid., p. 160.
15
Ibid., pp 181-182.

75
"El Delegado de la Casa Pearson, sin embargo, ha trabajado durante 10 (diez) meses
con una admirable persistencia, no dejándose desanimar por ningún obstáculo y
haciendo todas las concesiones posibles al amor propio nacional colombiano. Ha
sido vencido por un conjunto de circunstancias que han sido más fuertes que él.

"Puede decirse que este fracaso tuvo pequeñas y gran des causas. Entre las pequeñas
citaré un tipo de xenofobia de la que están animados aún ciertos medios ultra-
clericales de Bogotá, que temen la llegada de extranjeros al país, sobre todo de no
católicos, y los cuales profesan, desde el punto de vista religioso, ideas que permiten
comparar a Colombia con el Tibet; hay entré ellos algunos que quisieran elevar
alrededor de su país una suerte de muralla china destinada a aislar lo de todo
contacto con el extranjero.

"Viene luego el hecho de que el contrato había sido aprobado y firmado por el
Gobierno; ahora bien, éste se encuentra en abierta hostilidad con la mayoría de las
dos Cámaras. Estas, a su turno, parecen únicamente preocupadas en ser
desagradables, al Presiden te de la República y a sus Ministros.

"A decir verdad, las pequeñas causas presentaban sin duda dificultades, pero no un
obstáculo infranqueable. Lord Murray habría podido 'en rigor' lograr su objetivo. El
había adquirido personalmente en Bogotá, en todos los sectores, una influencia
personal considerable, pero hubo contra él dos grandes causa la Intervención de los
Estados Unidos y la acción de su propio Gobierno.

"En lo que concierne al Gobierno Inglés de un momento a otro cometió el error, que
es señalado a Vuestra Excelencia en mi relación Nº 124 del 12 de agosto, de
promover con aspereza la discusión sobre el asunto de Puerto Wilches en el
momento en que una firma inglesa trabajaba para obtener un contrato en Colombia.
En efecto, por una parte, el Ministro, de Inglaterra en Bogotá sostenía lo mejor
posible a su compatriota y, secundaba todas sus gestiones con el fin de facilitar la
tarea de Lord Murray. Al mismo tiempo, el Señor Windham recibía del Foreing
Office las instrucciones más firmes para intervenir ante el Gobierno colombiano en
favor de los promotores del negocio de Puerto Wilches. Esta acción fue una de las
principales causas del fracaso de la Casa Pearson. En efecto, la opinión pública se
conmovió vivamente en presencia de esta intervención diplomática en favor de una
causa tan poco simpática en Colombia y se dijo que, al abrir las puertas a una nueva
empresa inglesa, el país podía exponerse en el futuro a una serie de humillaciones y
sinsabores del mismo género. En presencia de tal situación el juego de los
americanos resultó fácil. Fue entonces cuando llegó la noticia en viada el Ministro
de Colombia en los Estados Unidos de la cual he dado cuenta por mi despacho Nº
212. Ella hacía comprender al Gobierno colombiano que en Washington se vería
mal la firma de un con trato con la Casa Pearson y que sería preferible renunciar a

76
él si se quena llegar rápidamente a un acuerdo sobre la cuestión de Panamá. La
opinión pública se indignó por esta presión que produjo un efecto tanto más
considerable sobre el gabinete de Bogotá cuanto que coincidía con el viaje triunfal
del Sr. Roosvelt por la América del Sur y que acá se recibía el eco de los homenajes
rendidos por América Latina a aquél, que ante los colombianos personifica la
política de la fuerza bruta. El Gobierno parece haberse intimidado ante este
abandono y este aislamiento. En una sesión secreta de la Cámara de Diputados, el
Ministro de Relaciones Exteriores reconoció que si no había habido presión directa
del Gobierno de Estados Unidos, al me nos se había tenido conocimiento de sus
deseos.

"El Gobierno dejó a la Cámara toda la libertad de pronunciarse en el asunto del


contrato Pearson y declaró que se desentendía de ello.

"En estas condiciones no quedaba a Lord Murray más que retirar su contrato.

"De todas maneras es interesante constar la influencia ejercida aquí, como en


Quito, como en Costa Rica, por los Estados Unidos, los cuales por todas partes se
constituyen en obstáculo a los esfuerzos que hace la sociedad inglesa en cuestión
por establecerse en estos países. No hay duda de que los americanos, tal como lo he
señalado ya, pretenden apartar toda influencia europea de las regiones vecinas al
Istmo de Panamá. Por otra parte, parece que sus proposiciones para arreglar el
diferendo de Panamá y la oferta de 20 millones de dólares hayan sobre todo tenida
por objeto distraer la atención de los contactos con la Casa Pearson de Londres y
el Banco Louis Dreyfus de Paris y ha fracasar, a todo precio, estas tentativas
europeas" 16.

El imperialismo inglés y el Ferrocarril de Puerto Wilches

La historia de los ferrocarriles en Colombia es una historia de tropelías, incumplimientos y


estafas por parte de firmas inglesas y norteamericanas. Casos hubo, como el del ferrocarril
de Girardot, en que en tres ocasiones diferentes se pagó el costo de la obra, o como el del
ferrocarril de Antioquia que fue terminado con dineros departamentales después de que una
firma extranjera, en forma dolosa, incumplió con su obligación apenas iniciados los
trabajos. Ilustrativo de la situación es el documento en el cual el representan te diplomático
de Francia en Bogotá daba sus opiniones y relataba la conversación que tuvo en el año de
1894 con el Sr. Miguel Antonio Caro, quien estaba encargado de la Presidencia. En ese
momento (1894), una firma francesa hacía proposiciones para construír un ferrocarril que

16
Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombie, Nouvelle série, Vol. 12;
Agriculture industrie, travaux publics, mines. 1893-1901; 1908-1917, pp 201-203. (El subrayado es nuestro).

77
uniría a Bogotá con el río Meta, y el diplomático francés, que conocía la situación, se
refería a los competidores en estos términos:

"Bogotá, 14 de mayo de 1894

El Cónsul de Francia en Bogotá al Presidente del Consejo, del Ministerio de


Relaciones Exteriores.

"...a este propósito, he tenido una importante comunicación con el Vicepresidente de


la Republica, de la cual debo informaros a grandes líneas porque ella revela por
parte del Primer Magistrado del país actitudes de las cuales la industria francesa
podría sacar beneficio.

"Hasta acá, Ud. lo sabe, la concesión de líneas de ferrocarril en Colombia ha estado


reservada casi exclusivamente a sociedades inglesas y norteamericanas.
Desgraciadamente estas sociedades no han respondido a la confianza que se les ha
testimoniado. Poco deseosas de hacer obra útil y benéfica y, por el contrario,
preocupadas únicamente en asegurarse en poco tiempo y por todos los medios los
más grandes beneficios posibles, su explotación no ha sido más que una larga
sucesión de escándalos entre los cuales el último, sobrevenido hace algunos meses a
propósito del Ferrocarril de Antioquia y en el que se encuentran comprometidos un
cierto número de personalidades políticas, arroja una opinión poco edificante sobre
las costumbres de los hombres que se han sucedido en el poder durante los últimos
años.

"En el curso de una visita que hice el otro día al Vicepresidente de la República al
caer la conversación sobre estos hechos, el Sr. Caro -de quien me apresuro, a decir
que su honestidad y honorabilidad están por encima de toda sospecha-, no me ha
ocultado su repugnancia ante los negociados a los que habían dado lugar las
cuestiones de concesión y explotación de las vías férreas en Colombia. Me permití
entonces observar a mi interlocutor, con la libertad que autorizaba el tono familiar
de una charla que no tenía nada de oficial, que me parecía muy fácil remediar en el
futuro tales hechos, pues sólo había que proceder con más prudencia… Ustedes
hasta acá sólo han tenido negocios en materia de ferrocarriles con los ingleses y los
americanos; véase el resultado obtenido después de haber gastado más dinero del
que habría sido necesario para dotar al país de un sistema completo de vías férreas,
apenas poseen 200 kilómetros divididos en una decena de pequeños pedazos sin
conexión"17.

Como era de estilo, en la ejecución del ferrocarril de Puerto Wilches se presentaron


problemas con la firma inglesa encargada de efectuarla. Según las normas del derecho

17
Ibid., pp. 7-13.

78
internacional y según una cláusula expresa del contrato con dicha firma, los diferendos que
se presentaran debían ser fallados por los tribunales colombianos, pero en contra de todo
derecho y en contra de la estipulación expresa el Gobierno inglés empleo la presión
diplomática y la amenaza de sus cañones para imponer a Colombia el punto de vista de sus
capitalistas.

"Bogotá, 2 de octubre de 1913.

El Ministro de Francia en Bogotá al Ministro de Relaciones Exteriores.

"… Por parte, el asunto de Puerto Wilches ha dado lugar a un problema interesante.
En el contrato con esta compañía se dice que los firmantes renuncian a la
intervención diplomática en caso de desacuerdo; sin embargo, inmediatamente se
acudió al Gobierno inglés y éste dio a su Ministro en Bogotá instrucciones para que
interviniera en una forma cuya firmeza ha sido objeto de reclamaciones en el
Parlamento colombiano.

"Es el recurso inmediato a la reclamación diplomática, me decía el Dr. Urrutia


(Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia) lo que asusta a los colombianos y
los hace desconfiar de todo contrato con los extranjeros; tanto más cuanto que la
cláusula de renuncia a la intervención diplomática, inscrita en los contratos no
parece tener valor y permanece letra muerta: ¿Por qué no dirigirse a nuestros
tribunales como lo haría una sociedad colombiana que tuviera dificultades en
Inglaterra?

"Según lo que me decía mi colega inglés, el Sr. Wyndham, el Gobierno británico no


reconocería la validez de la cláusula de renuncia incluida en los contratos"18.

No obstante, Lord Murray quería hacer una gran concesión: que una empresa que iba a
funcionar en Colombia se rigiera por la legislación colombiana, tal como lo informó el
diplomático francés en Bogotá:

"Bogotá, 23 de octubre de 1913.

El Ministro de Francia en Bogotá al Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia.

"En mi informe Nº 177, he hablado de la importancia que podrá presentar en el


fututo la interpretación de la cláusula inscrita en los contratos hechos por
extranjeros con el Gobierno colombiano y según la cual los primeros declaran que
en caso de conflicto renuncian a toda intervención diplomática.

"Esto lo ha comprendido Lord Murray of Elibank el, delegado de la Casa Pearson de


Londres. El acaba de escribir al Ministro de la Instrucción Pública una carta en la

18
Ibid., pp. 185-186.

79
cual declara que la empresa inglesa que espera establecer en Colombia será una
verdadera asociación entre el Gobierno colombiano y la Casa Pearson. Tiene pues,
la intención de formar una compañía según la legislación colombiana y sometida a
las leyes colombianas; ella no podrá pues, en ningún caso, recurrir a la intervención
de agentes diplomáticos extranjeros.

"Esta declaración, claro está, ha producido el mejor efecto y la prensa de Bogotá la


comenta muy favorablemente"19.

Fuera de buena o mala fe, la propuesta de Lord Murray choco con la concepción que su
gobierno tema de la "relación entre naciones" Para el imperialismo inglés no había más que
su propia ley, y por encima de la legislación de los "pueblos bárbaros" estaba la obra
civilizadora de sus cañones. El representante francés dio cuenta de lo que ocurría en estos
términos:

"Bogotá, 2 de diciembre de 1913.

El Ministro de Francia en Bogotá al Ministro de Relaciones Exteriores.

"En mis informes Nos. 177 y 203 tuve el honor de señalar a Vuestra Excelencia la
renuncia formal que había hecho Lord Murray of Elibank a toda intervención
diplomática de su gobierno por las diferencias eventuales que pudieran nacer entre
el Gobierno colombiano y la Casa Pearson si se acordaba a ésta la concesión que
solicitaba para explorar pozos de petróleo.

"La opinión pública enseguida se mostró satisfecha, pero los incidentes del asunto
de Puerto Wilches de nuevo la volvieron desconfiada. Sus dudas fueron mantenidas
por los tempestuosos debates en el Parlamento sobre la reclamación inglesa. Se hizo
notar que los firmantes de este contrato también habían renunciado a la intervención
diplomática en el contrato de 1906 y que no obstante en ese momento hacían
intervenir al Ministro de la Gran Bretaña.

"Algunos miembros de la Cámara de Diputados solicitaron al Ministro de


Relaciones Exteriores que se asegurara con el Ministro de Inglaterra del valor de
esta renuncia; aquel telegrafió entonces a Londres de donde le respondieron que
el Gobierno de Su Majestad Británica no podía restringir la protección que debía a
todos los súbditos, de Su Majestad; sin embargo, y con el fin de dar una ¡nuestra de
confianza al Gobierno colombiano, consentiría en que en lo concerniente al asunto
Pearson no intervendría sino en casos extremos.

"Leída esta respuesta por el Ministro de Relaciones Exteriores a la Cámara, en


sesión secreta se produjo un efecto desastroso; se concluyó que la renuncia de Lord

19
Ibid., p. 190.

80
Murray no era más que aparente y que después de las complicaciones del Ferrocarril
de Puerto Wilches, Colombia podría tener algún día las suscitadas por la Casa
Pearson, pues, se preguntaban los diputados, en donde comenzaba el caso
extremo?"20.

LA INTERVENCION NORTEAMERICANA

La otra "gran causa" del fracaso de las inversiones europeas fue la intervención de
Norteamérica. En el momento mismo en que Lord Murray hacía las propuestas de inversión
aparecen los petroleros norteamericanos, íntimamente ligados a su gobierno, para impedir
la entrada de los competidores europeos. Los manejos de las compañías yanquis fueron
relatados en esta forma, por el diplomático francés en Bogotá:

"Bogotá, 17 de julio de 1913.

El Ministro de Francia en Bogotá al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia.

"Me apresuro a responder el despacho de Vuestra Excelencia del 2 de junio último,


concerniente a la misión del Sr. Doyle en Colombia.

"El Sr. Doyle se en desde hace algún tiempo en Bogotá, donde ha sido presentado
por el Encargado de Negocios americano al Presidente de la República y al Ministro
de Relaciones Exteriores, como agente de la 'Carebbean Petroleum Cy' Bajo este
nombre, la 'General Pesphalt Cy.', trust del petróleo, trabaja en Venezuela desde que
tuvo dificultades con el Presidente Castro a propósito de las concesiones de los
pozos petroleros de Bermúdez. La compañía se llamaba entonces New York and
Bermudez Cy.

"El Sr. Doyle tendría el deseo de celebrar con el Gobierno colombiano un contrato
partido al de la Casa Pearson para la búsqueda de petróleo. Al efecto, él ha
propuesto al Gobierno colombiano hacer venir los 30 grupos de geólogos que la
'Carebbean' tiene en este momento en Venezuela, con el fin de buscar pozos de
petróleo en Colombia, y reclama el derecho exclusivo de exportaciones. Sin
embargo, en presencia de lo sucedido entre la compañía americana y el Gobierno
venezolano, el Gobierno colombiano no ha aceptado estas ofertas. El Sr. Doyle ha
creído que él mismo debía venir a Bogotá y en este momento está sobre todo
empeñado en hacer fracasar el arreglo proyectado con la Casa inglesa Pearson. Me
parece difícil, por otra parte, que este americano llegue a algún resultado práctico en
tanto que el conflicto política entre Colombia y los Estados Unidos no haya sido

20
Ibid., pp. 206-207. (El subrayado es nuestro).

81
arreglado; pero en espera de un acuerdo se prepara para beneficiarse del cambio que
en Colombia podría producirse en favor de los americanos"21.

La parte final del documento transcrito señala el punto álgido de la relación entre los
Estados Unidos y Colombia en ese momento. A partir de 1903 y como consecuencia del
"asunto de Panamá", las relaciones entre el gobierno colombiano y el de los Estados Unidos
se deterioraron. No obstante, los gobernantes colombianos, denotando la más baja
valoración de la tan pregonada "soberanía nacional", pronto trataron de entrar en arreglos
con los gobernantes norteamericanos a fin de normalizar las relaciones. Si no lo hicieron
antes, no fue por falta de deseos sino porque los yanquis tomaron despectivamente el
asunto y sólo actuaron en un sentido de acercamiento cuando los intereses petroleros
entraron en escena.

En 1909, el dictador Rafael Reyes intentó arreglar el asunto por un acuerdo mediante el
cual, a cambio de US $ 2.500.000 y de algunos privilegios de tránsito por el canal,
Colombia reconocía los "hechos cumplidos". Tan pronto se supo el contenido del convenio
Cortés-Root, en el que se plasmaba este acuerdo, el pueblo de Bogotá se levantó y el
dictador tuvo que abandonar el poder.

En el año de 1913, fue el presidente Taft quien hizo un ofrecimiento que agregaba a la
afrenta la burla: a cambio de US $10.000.000, de algunos privilegios de navegación por el
canal y del pago de perjuicios por la obra del canal y por la pérdida del ferrocarril de
Panamá que pertenecía a Colombia, los cuales serían tasados por un tribunal de
arbitramento, Colombia debía en contraprestación conceder a los norteamericanos la opción
para otro canal en el río Atrato, otorgar bases de aprovisionamiento de carbón para la
marina de Estados Unidos en las islas de San Andrés y Providencia y reconocer sin ninguna
objeción la independencia de Panamá. Esta venta de territorio nacional no prosperó, pero en
la mente de los gobernantes colombianos siguió gravitando la idea de un arreglo por
indemnización pecuniaria.

Por fin, el 6 de abril de 1914 se firmó el Tratado Urrutia-Thompson por el cual Colombia
recibiría 25 millones de dólares como indemnización total y los Estados Unidos expresarían
su "sincero pesar" por el asunto de Panamá.

El Senado colombiano ratificó el tratado el día 8 de junio del mismo año, pero no aconteció
lo mismo en los Estados Unidos. En el Senado de aquel país hubo toda clase de
obstrucciones y casi un año después, en marzo de 1917, el estudio del tratado apenas salía
del Comité de Relaciones Exteriores. Las autoridades colombianas estaban presurosas por
recibir el dinero, pero los norteamericanos, antes de entregarlo, querían nuevas
concesiones, sobre todo en el campo de los petróleos. El tiempo transcurría, el tratado no

21
Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombie, nouvelle série, Vol. 13;
Affaires commerciales, 1900; 1906-1918, p. 115.

82
era aprobado y, conociendo los deseos de los gobernantes colombianos por recibir los 25
millones de dólares, los inversionistas norteamericanos por intermedio de su gobierno
hacían saber que si no se accedía a sus demandas la indemnización no vendría. Era tan
claro este propósito que el Embajador de Colombia en Washington escribió a su gobierno
lo siguiente:

"Washington, abril 20 de 1918.

Presidente Concha:

"…Mendigando su aprobación (la del tratado), buscándola por todos los medios
reñidos aún con la seriedad, haciendo entender que el país no puede cumplir sus
destinos sino mediante este pacto, no ha conseguido ni conseguirá otra cosa que
llevarles a todos la convicción, probablemente exceptuar al Presidente Wilson, de
que hay tal afán de recibir aquellos 25.000.000, que por ellos empeñarían algunos
hasta la sábana santa...".

"Lecolombia" - Carlos Adolfo Urueta"22.

Sólo cuando los petroleros obtuvieron todas las ventajas que querían, el tratado fue
ratificado por los Estados Unidos (20 de abril de 1921).

Las condiciones eran entonces excelentes para que los norteamericanos pudieran manipular
con el objeto de hacer fracasar las ofertas de sus competidores europeos. Además, dentro
del reparto del mundo, se entendía que la "zona de influencia" para los Estados Unidos era
Latinoamérica, y el Canal de Panamá daba a estos pretexto para alejar de las regiones
vecinas a las otras potencias, en aras de la "seguridad nacional". Sobre esto una vez más
escribe el diplomático francés en Bogotá:

"Bogotá, 26 de septiembre de 1913.

El Ministro de Francia en Bogotá al Ministro de Relaciones Exteriores en Francia

"Tres ingenieros ingleses de la Casa Pearson han llegado a Buenaventura con el fin
de estudiar la construcción de un puerto. Por otra parte, Lord Murray ha firmado
contratos análogos para los puertos de Tumaco sobre el Pacífico, cerca de la frontera
ecuatoriana, y de Cartagena, sobre el Atlántico. Igualmente está en conversaciones
para el de Barranquilla.

22
Diario El Espectador, julio 31 de 1928; en: Jorge Villegas, Petróleo Oligarquía e Imperio. Bogotá,
Ediciones E.S.E., 1969, p. 162. En esta obra, excelentemente documentada, se demuestran las tropelías
cometidas por las compañías petroleras norteamericanas en Colombia y su papel respecto a la "indemnización
de Panamá". Por lo demás, allí mismo se señala cómo la actitud posterior del mismo Embajador Urueta se
debió a que fue sobornado por la Standard Oil Company.

83
"La actividad desplegada por Lord Murray no me parece que sea del gusto de los
norteamericanos que, es inútil repetirlo, parecen considerar esta región de América
del Sur como un campo de acción que les debe ser reservado con el fin de
permanecer como dueños exclusivos de las comunicaciones entre los dos océanos.
Ellos están pues, descontentos de ver operar a europeos sobre un terreno en el que
pretenden conservar el monopolio para los Estados Unidos.

"Lord Murray había presentado al Gobierno del Ecuador un proyecto de contrato


para la búsqueda de petróleo, el cual había sido bien acogido por el Presidente; el
contrato fue desaprobado por el Senado bajo la influencia de una potente sociedad
americana rival, que hizo otra propuesta. A su turno, el representante de la Casa
Pearson la tiene al borde del fracaso por el ofrecimiento de condiciones mejores"23.

Recordemos que las propuestas de inversión de Lord Murray no eran las únicas europeas.
También los capitalistas franceses tenían sus intereses y, en ejercicio de la "entente
cordial", capitales ingleses y franceses trataban de actuar de consuno para contrarrestar en
América Latina las presiones norteamericanas. No es extraño entonces que el capital
francés encontrara el mismo tipo de oposición que su homólogo británico. Veámoslo:

Bogotá, 9 de diciembre de 1913.

El Ministro de Francia en Bogotá, a Su Excelencia el Ministro de Relaciones


Exteriores de Francia.

"Lo mismo que el contrato presentado por Lord Murray, el ofrecido por el Banco
Louis Dreyfus de París para establecer un Banco de Emisión y un Banco
Hipotecario no ha sido enteramente estudiado y votado por el Congreso que acaba
de terminar.

"Las causas son casi las mismas que han conducido al retiro del contrato de la Casa
Pearson de Londres.

..........

"Es cierto también que los Estados Unidos no han visto con placer estas
negociaciones financieras de Colombia con un banco europeo de semejante
importancia y, si no han adelantado contra él una campaña tan vigorosa como contra
la Casa Pearson, al menos han dejado entender su desaprobación. No les podía
gustar que este país encontrara capitales cuya importancia debía depreciar la

23
Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombie, nouvelle série, Vol. 12:
Agriculture, industrie, travaux publics, mines. 1893-1901; 1908-1917, pp. 183-184.

84
indemnización de 100 millones de francos que ofrecían a Colombia por curar la
herida moral infligida por la separación de Panamá"24.

Si los Estados Unidos no habían a en Colombia una campaña tan vigorosa contra la in
versión francesa, era porque los asuntos colombianos no se decidían en Colombia sino en
Washington, de acuerdo a los arreglos del reparto imperialista. Ya vimos que el embajador
francés en Washington había solicitado ante el Secretario de Estado norteamericano el
permiso -diplomáticamente denominado acuerdo- para la inversión de capital europeo en
esta zona considerada como de Estados Unidos, y que el funcionario americano no se había
opuesto en ese momento y había declarado no estar enterado. Pero una vez conocidos los
hechos por él y dado que se trataba de un asunto de gran magnitud puesto que envolvía
intereses petroleros, financieros, de ferrocarriles, puertos, venta de armas, etc., los
gobernantes norteamericanos simple y llanamente negaron a los capitalistas europeos el
derecho a intervenir. Según comunicación que envió el Ministro de Finanzas francés al
Presidente del Consejo y Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, los Estados Unidos
se Oponían a las inversiones europeas en Colombia y así se lo habían hecho saber al
embajador de Colombia en Washington:

"París, 20 de diciembre de 1913.

El Ministro de Finanzas al Presidente del Consejo, Ministro de Relaciones


Exteriores.

(Relaciones políticas y comerciales. América).

"Con fecha de 28 de octubre último, al informar a mi Despacho que el representante


de la Casa Louis Dreyfus y Cie, acababa de firmar dos contratos con el Gobierno
colombiano para la creación de un banco de emisión y Un banco hipotecario vuestro
predecesor ha renovado las reservas que anteriormente había formulado desde el
punto de vista diplomático sobre cualquier patrocinio eventual acordado por Francia
a nuevos establecimientos.

"En los términos del contrato, la Casa Louis Dreyfus y Cie. tendrá por otra parte un
término de tres meses antes de contraer un compromiso frente al Gobierno
colombiano. El banco me ha dado la seguridad de que se beneficiará del término
que se le acuerda para dar cuenta a nuestro Gobierno de todos los detalles de la
operación y recibir su opinión, agregando que no dejará de inspirarse en ella,
particularmente en lo referente a la delicada cuestión de la participación de los
Estados Unidos.

24
Ibid., Vol. 11: Finances. 1908-1918, pp. 206-207. (El subrayado es nuestro).

Las reservas de tipo diplomático se referían a posibles complicaciones por interferencias con los intereses
norteamericanos.

85
"Esta consulta parece imponerse, tanto más cuanto que, por las informaciones que
me suministraron los interesados, el proyecto encuentra una viva oposición de
parte del Gobierno americano. El agente de la Casa Louis Dreyfus ha transmitido a
ésta, certificándolo con copia del original, un cable dirigido por el representante de
Colombia en Washington a su Gobierno, cuyo texto he aquí a título confidencial:

"'Cable del Ministro de Colombia en Washington. Secretario de Estado


comunicome que su Gobierno vería con placer que el Gobierno colombiano no con
trate con financistas europeos el establecimiento de un banco ni la explotación de
minas de petróleo con la Casa Pearson'.

"Los interesados, igualmente, me han hecho saber que según las informaciones
recogidas por su agente, pero cuya autenticidad no parece estar probada, el Ministro
de Inglaterra en Colombia habría telegrafiado al Foreign Office para protestar contra
la actitud del Gobierno americano y Solicitado al Gobierno británico intervenir"25.

Con el fin de obtener su propósito, los intereses norteamericanos no se limitaban a la


presión diplomática. En efecto, ya desde esa época ponían en práctica formas diferentes de
acción, como la de propalar falsas noticias sobre el país en cuestión con el objeto de alejar
competidores o como acto previo al derrocamiento de gobierno legítimos y a intervenciones
descaradas. Los monopolios, en busca de ganancias, no se detienen ante ningún medio: si
más tarde en Guatemala la United Fruit Company propaló noticias falsas como acto
preparatorio a una intervención, o si en Chile la I.T.T., de acuerdo con la CIA y sin la
desaprobación del Nobel de la Paz, Sr. Kissinger actuó para crearle el caos económico y
social a un gobierno legítimo y popular, por qué corporaciones petroleras de acuerdo con su
Gobierno no podían difundir falsas noticias sobre la situación colombiana con el propósito
de alejar a otros capitalistas concurrentes? Veámoslo:

"Bogotá, 7 de diciembre de 1913.

El Ministro de Francia en Bogotá al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia.

"El Ministro de Relaciones Exteriores ha protestado ante Londres contra los


rumores de que Lord Murray habría retirado su contrato por temor a los desórdenes
que podrían estallar en Colombia. Esta información es por otra parte absolutamente
falsa y el retiro de Lord Murray no tiene más causas que aquellas que he indicado en
mi informe Nº 234.

25
Ibid., p. 213. (El subrayado es nuestro).

"Debido en gran parte, a lo intereses de Pearson, Méjico y Colombia -y probablemente también Costa Rica y
Ecuador- formaron un conjunto en nuestras gestiones diplomáticas con Inglaterra en los últimos meses del
año 1913", según dice el historiador norteamericano Fred J. Rippy, Op. cit., p 126.

86
"Aquí se sospecha que los Estados Unidos han propagado estos rumores
desfavorables a Colombia con el fin de debilitar el interés que sobre ella se tiene en
Europa"26.

Para lograr su objetivo en esta pugna imperialista, los capitales americanos utilizaron en
Colombia los medios que hemos visto: prohibición de actuar a los capitales europeos en
atención a las zonas de influencia, terrorismo sicológico para alejar competidores y
presiones sobre los gobernantes colombianos en base a la "indemnización" por Panamá. El
desenlace fue claro: una vez desplazados los competidores, el capital norteamericano entró
con las mismas propuestas. Todo ello está muy bien sintetizado en el documento en que el
representante francés, con amarga resignación, da un último informe sobre lo que pasó y
sobre lo que venía:

"Bogotá, 6 de mayo de 1914.

El Encargado de Negocios de la República Francesa en Colombia a Su Excelencia


Señor Doumerque, Presidente del Consejo, Ministro de Relaciones Exteriores de
Francia.

"En diferentes ocasiones el Sr. de Fontenay ha mantenido a Vuestra Excelencia al


corriente de las gestiones de la Casa inglesa Pearson ante el Gobierno colombiano.
Por sus comunicaciones de 24 de noviembre último, Nº 234, y de 7 de diciembre Nº
247, principalmente, el Sr. de Fontenay señaló a Vuestra Excelencia que Lord
Murray no había podido llegar a un acuerdo con Colombia Vuestra Excelencia no
ignoraba que en Washington se vería mal la firma de un contrato con la Casa
Pearson y que para Colombia sería preferible renunciar a él si quería llegar a un
acuerdo sobre Panamá. Esta presión diplomática de parte de los Estados Unidos
tuvo como resultado la ruptura de negociaciones entre la Casa Pearson y el
Gobierno colombiano Es evidente que la intervención americana en este asunto ha
tenido un objetivo práctico. He aquí que en estos últimos días el diario 'La Crónica'
acaba de descubrir las intenciones de los Estados Unidos: Mr. Limley, antiguo
instructor del ejército colombiano llegó a Bogotá en el mes de marzo último con
plenos poderes para hacer un contrate con el Gobierno colombiano, más o menos
semejante al que había sido presentado por la Casa Pearson de Londres. Mr. Limley
representa en efecto, los intereses de la Standard Oil Cy. de New York. El cree que
podrá obtener más fácilmente las concesiones de petróleos llegando a Bogotá en el
momento de la firma del tratado americano-colombiano; además, al dar el tratado en
cuestión entera satisfacción a Colombia, tanto desde el punto de vista moral como
desde el punto de vista material, Mr. Limley espera realizar sus proyectos. Pero he
aquí que su plan acaba de ser denunciado en público y parece que no es muy

26
Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombie, nouvelle série, Vol. 12:
Agriculture, industrie, travaux publics, mines. 1894-1901; 1908-1917, pp. 208-209. (El subrayado es nuestro).

87
oportuno. 'La Crónica' ha puestó el grito en el cielo y ha denunciado la política
americana. Esta política acaparadora ha provocado la más viva inquietud en toda.
Colombia.

"Creo mi deber informar sobre estos hechos a Vuestra Excelencia"27.

Los resultados obtenidos por las compañías petroleras norteamericanas en Colombia son
conocidos. Recordarlos va más allá del tema del presente trabajo.

27
Ibid., p. 222.

88
Capítulo IV: BAMBALINAS DEL CANAL DE PANAMA

Lenguaje diplomático es sinónimo de tacto, de discreción y se practica para acercar


contendores, esconder impresiones, traslucir presiones, etcétera. Es convenido que cuando
existen relaciones diplomáticas se mantiene la ficción de igual dad entre Estados y aun en
el caso de que uno quiera imponerse a otro u otros, mientras la relación subsiste a ese nivel,
conserva un lenguaje de conveniencia del cual sólo se sale como preludio al recurso de la
fuerza.

Por el contrario, el lenguaje de las potencias con las autoridades títeres de los pueblos
coloniales o sobre los que ejercen un protectorado no está limitado por la forma diplomática
y, como no hay nada que encubrir, la intención del Estado dominante se manifiesta como
una orden con recurso inmediato al ejercicio de la fuerza, pues no existe la ficción de
relación entre iguales, sino la realidad escueta de la jerarquía y de la dependencia.

La relación entre Colombia y los Estados Unidos, a pesar de la ficción de que se trata de
pueblos libres, independientes y soberanos, se ha ejercido en el segundo sentido y de ello
da testimonio la documentación que sobre el período de finales del siglo XIX se encuentra
en el Quay d' Orsay.

A propósito del Tratado que se negociaba en 1870 entre los Estados Unidos de América y
los Estados Unidos de Colombia, sobre la eventual apertura de un canal por el istmo de
Panamá, el 17 de enero de 1870 el cónsul general de Francia en Bogotá, escribió desde allí
al ministro des Affaires Etrangeres de ese país para darle cuenta de que a la fecha se habían
realizado tres conferencias entre los plenipotenciarios colombianos, señores Justo
Arosemena y Jacobo Sánchez y el general Hurlburt, ministro de los Estados Unidos en
Bogotá, con miras a firmar el tratado. El lenguaje y los argumentos empleados por el
plenipotenciario norteamericano los describe así el diplomático francés en dicha
comunicación:

"… Según informes muy confidenciales que me han dado y de cuya sinceridad no
tengo ningún motivo para dudar, el general Hurlburt habría entablado la discusión
declarando desde el comienzo que él no es diplomático sino militar y que por lo
tanto hablaría con la más absoluta franqueza. En seguida habría añadido que su
gobierno tiene necesidad de un canal que atraviese el istmo de Panamá, que quiere
tenerlo y que lo tendrá; que geográficamente el istmo no debe pertenecer a
Colombia porque ese territorio forma parte de la América Central (República de
Costa Rica); que políticamente el istmo le pertenece aún menos, ya que el gobierno
de Bogotá no está en condiciones de dar seguridad al paso, ni es capaz siquiera de
hacer respetar su autoridad. El general habría dejado entender que si le ponían

89
muchas dificultades, su gobierno podría entenderse directamente Con el Estado de
Panamá.

"Parece que este lenguaje habría hecho una profunda impresión a los
plenipotenciarios colombianos, quienes no tardaron en ponerse de acuerdo con el
general Hurlburt.

"El tratado no ha sido firmado todavía, pero puede serlo de un momento a otro.
Espero poder enviar a vuestra excelencia el texto en el próximo correo.

"Queda aún obtener la aprobación del Congreso, que debe reunirse dentro de
algunos días; tal aprobación no parece improbable, pues no sería prudente rechazar
en esta oportunidad las proposiciones del gobierno americano que ha dado a
entender que es la última vez que hace negociar esta cuestión en Bogotá. Y hay que
añadir también que el general Hurlburt no esconde que está dispuesto a añadir a los
razonamientos ya empleados por él, argumentos irresistibles en este país para
asegurarse la benevolencia de los miembros del Congreso y probarles de una
manera palpable las simpatías del gobierno de los Estados Unidos para con ellos"1.

Una vez que se firmó el tratado y pasó al Senado de la República para ser discutido, los
argumentos que utilizó el gobierno norteamericano fueron los mismos, como se desprende
de la comunicación del cónsul general de Francia en Bogotá al ministro des Affaires
Etrangeres el 16 de marzo de 1870:

"...El único hecho digno de anotar es que nadie acepta el Tratado tal y como fue
firmado por los plenipotenciarios y cada uno propone sus modificaciones.

"Mientras tanto, el gobierno ha pedido una sesión se creta en la cual ha dado lectura
de un despacho que el general Acosta, ministro de Colombia en Washington, acaba
de enviar a Bogotá, para informar que le parece que el gobierno americano está
decidido a abrir el Canal de Panamá, con o sin la aprobación del Congreso de
Colombia y que este gobierno parece dispuesto a favorecer, si es necesario, la
separación del Estado de Panamá, con el cual le sería fácil tratar. Era lo que había
dado a entender aquí el general Hurlburt, plenipotenciario americano, durante la
negociación del Tratado, según tuve el honor de comentarlo en mi carta del 7 de
enero último (Dirección Política, Nº 9). La discusión ha continuado después de esta
comunicación y se prolongará, sin duda, algunas semanas, pues parece haber poca
prisa de llegar a una conclusión.

"A pesar de todas las demostraciones hostiles al Tratado del 26 de enero, no creo
que sea rechazado por la Asamblea. Es posible que para terminar y para convencer a

1
Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de France. Colombie, Correspondance Politique,
1870-1876, Vol. 32, pp. 9-16.

90
los más porfiados, el gobierno americano se decida a hacer un sacrificio de dinero
que allanará las dificultades. Parece que este método, que sería extraño en
cualquiera otro sitio, no es insólito en este país; se le considera muy eficaz y se
queda rara vez sin efecto"2.

En cada una de estas comunicaciones hay una alusión que no se debe dejar pasar
inadvertida y es la que habla de los métodos que los Estados Unidos irían a emplear,
además de la intimidación, para obtener el beneplácito de los senadores colombianos, pues
en ella va implícito que el soborno no era extraño a las decisiones tomadas. Este método
parece que era una idea fija de los diplomáticos norteamericanos, como lo atestigua el
mensaje que el general Peter A. Sullivan, ministro de los Estados Unidos en Bogotá, envió
a su gobierno con motivo del protocolo que sobre el Canal se firmó el 14 de enero de 1869
entre Colombia y los Estados Unidos; "con algo de dinero del Servicio Secreto que se
gastará en Bogotá, es tal vez posible manejar la cosa fácilmente en el Congreso
colombiano" 3.

Ahora bien, respecto a los negociadores colombianos del Tratado, a quienes el lenguaje el
general Hurlburt "habría hecho una impresión profunda", la comunicación del cónsul
general de Francia en Bogotá, al ministro des Affaires Etrangeres el 15 de noviembre de
1871, puede aclarar un poco el papel de uno de ellos, el señor Justo Arosemena:

"... El señor Arosemena ha terminado sus funciones diplomáticas y ha representado


a su país en las repúblicas del Pacífico. Vive desde hace muchos años en Nueva
York, donde se casó. Partidario de las instituciones americanas, él quisiera que
predominara en Colombia la influencia de los Estados Unidos del Norte. Ha sido
acusado durante la discusión del Tratado sobre la apertura del istmo del Darién que
firmó el 26 de enero de 1870, de haber cedido mucho a las aspiraciones del
plenipotenciario americano, en detrimento de los intereses colombianos, y, por este
motivo, el cargo de ministro plenipotenciario en Washington, que le había sido
prometido, fue dado al señor Santiago Pérez, cuyas simpatías por los Estados
Unidos no son muy marcadas. El señor Arosemena pertenece al partido liberal
moderado"4.

Tras la discusión en las dos cámaras colombianas, el Tratado se aprobó con sustanciales
modificaciones y se firmó en Bogotá el 8 de julio de 1870. Empero, las largas discusiones
en las cámaras colombianas eran fuegos fatuo puesto que las verdaderas intenciones de
Norteamérica se manifestaban claramente en el chiste de su ministro en Bogotá, que relata

2
Ibid., pp. 50-52.
3
E. Taylor Parks, Colombie and the United States, 1775-1935. Durhan, N. C. Duke University Press, 1935.
En Eduardo Lemaitre, Panamá y su separación de Colombia; una historia que parece novela, Bogotá,
Biblioteca Banco Popular, 1971, p. 95.
4
Archivos del MAE de France. Colombie, Correspondance Politique, 1870-1876, Vol. 32, pp. 116-119.

91
el representante diplomático de Francia en esta ciudad, en comunicación al ministro de
Relaciones Exteriores de su país, el 17 de mayo de 1870:

"Señor Conde:

"La discusión relacionada con el Tratado para la apertura del istmo de Panamá
continúa en el Congreso de Colombia y hace pocos progresos... Mientras tanto la
comisión americana encargada de la exploración del istmo adelanta sus trabajos con
rapidez y el ministro dice bromeando que el Canal se terminará antes de que el
Senado de Bogotá haya terminado sui deliberaciones"5.

Este comentario tiene un extraño parecido con las palabras que el expresidente
Theodoro Roosevelt pronunció en la Universidad de Berkeley en el año 1911 y que
son indicativas de la forma como los círculos imperialistas norteamericanos
concebían la relación entre otros Estados y las propias instituciones de su país:

"Estoy interesado en el Canal de Panamá porque yo le di principio. Si hubiera


seguido los métodos tradicionales y conservadores habría sometido al Congreso un
serio documento de Estado de unas doscientas páginas, que aún se estaría
discutiendo; pero tomé la Zona del Canal y dejé que el Congreso debatiera, y
mientras sigue el debate la obra avanza también"6.

La diplomacia de Mr. Dichman

En el año de 1878 hubo cambio de ministro diplomático norteamericano en Bogotá. El


nuevo funcionario encargado por los Estados Unidos era un tal Mr. Dichman, Vinculado a
la Marina de su país y con experiencia no muy recomendable en los negocios.

El cónsul general de Francia en Bogotá, en la comunicación que dirigió al ministro des


Affaires Etrangeres el 9 de octubre de 1878, daba cuenta de la llegada del diplomático
americano a Bogotá en la siguiente forma:

"Señor ministro:

"Tengo el honor de comunicar a vuestra excelencia que el señor Ernest Dichman


presentó el 4 de este mes al presidente Trujillo una carta autógrafa del presidente
Hayes que lo acredita como ministro residente de los Estados Unidos en Colombia...

"El señor Dichman, que perteneció a la Marina de los Estados Unidos, llegó aquí
precedido de una muy triste reputación. Los periódicos de Nueva York han

5
Ibid., pp. 58-59.
6
Alvaro Rebolledo, El Canal de Panamá.

92
propalado acusaciones muy graves contra él, y uno se asombra de que el presidente
Hayes lo escogiera para representar a su gobierno.

"Por lo demás, él se ha apresurado a visitarme, luego de su audiencia presidencial, y


posteriormente le de volví la atención"7.

Doblemente activo, el señor Dichman, pues para ello era militar y hombre de negocios, se
dio en hacer, propuestas para cazar ingenuos en el país. Veamos lo que al respecto dice el
cónsul general de Francia en Bogotá, al ministro des Affaires Etrangeres de su país, en
comunicación del 9 de diciembre de 1878:

"Señor ministro:

"El nuevo representante del gobierno de los Estados Unidos en Bogotá se preocupa
mucho por atraer las simpatías del público colombiano y adquirir influencia... Si las
personas poco perspicaces se dejan seducir por el lenguaje del señor Dichman,
aquellas familiarizadas con estos asuntos sienten por él un sentimiento diferente al
de la simpatía y vuestra excelencia ha podido ya Constatar, por el contenido de mi
despacho del 24 de noviembre, cómo ese lenguaje está lejos de haber producido en
los miembros del gobierno el efecto que él esperaba"8.

Sin embargo, la acción del representan de los Estados Unidos no se circunscribió a simples
propuestas y con su actuación de funcionario colonilista valoraba a las autoridades del país
como simples títeres. Dejó de lado todo comportamiento formal para manifestar por medio
del insulto el concepto que le merecían Colombia, sus autoridades y los demás pueblos
latinoamericanos. En la comunicación enviada desde Bogotá el día 7 de agosto de 1881, el
cónsul general de Francia relató con detalles el "incidente" al ministro des Affaires
Etrangeres:

"Señor ministro:

"Un incidente, que no quiero calificar pero que puede tener consecuencias graves,
ocurrió ayer en los despachos del Secretario de Relaciones Exteriores y de
Instrucción Pública. Tal incidente causó aquí mucha irritación, como lo podrá juzgar
vuestra excelencia por la lectura de las informaciones que le adjunto, dadas por los
periódicos 'El Deber' y 'El Conservador' (folios Nos. 1 y 2).

"El señor Dichman, ministro residente de los Estados Unidos de América, al saber
que el gobierno colombiano se había quejado a Washington de su conducta oficial y
había expresado el deseo de que fuera retirado, perdió la compostura hasta el punto
de insultar de la manera más ofensiva, de amenazar y hasta de retar a duelo al

7
Archivos del MAE de France. Colombie, Correspondance Politique, 1877-18 Vol. 33, pp: 167-168.
8
Ibid., pp. 182-183.

93
honorable señor Becerra, quien hace unos días renunció a la Secretaría de
Relaciones Exteriores que ejerció durante los últimos seis meses, siendo aún la
persona encargada del despacho de Instrucción Pública. Además, el señor Dichman
pretende estar autorizado por el señor Blaine para decidir si el honor y la dignidad
de los Estados Unidos permitirían que su sucesor presente cartas credenciales.

"Como consecuencia de esta autorización, confirma da por lo alto, el incidente toma


un giro que me obliga a informar a vuestra excelencia. Lo hago según unas notas
que resumen una entrevista particular que tuve con un testigo, cuya veracidad e
imparcialidad me inspiran toda la confianza.

"Para que usted entienda bien los hechos, me tomo la libertad de observarle:

"1) Que el antecesor del señor Becerra en la Secretaría de Relaciones Exteriores


estaba completamente dominado por el señor Dichman e influído por las ideas más
proamericanas que este último profesa, sin duda en su calidad de ciudadano de
origen alemán, cuyos servicios electorales lo han llevado a ser agente diplomático.

"2) Que el gobierno de Colombia ha creído su deber, en el mes de abril último,


dirigir al de los Estados Unidos sus quejas motivadas, según las cuales la presencia
del señor Dichman podría alterar las buenas relaciones que existían entre las dos
naciones.

"3) Que" el señor Blaine habría contestado, según copia de su carta, que me ha sido
proporcionada y que yo he traducido, que el nuevo presidente había previsto el
reemplazo del ministro actual, que deploraba los hechos ocurridos y que haría todos
los esfuerzos necesarios para que se mantuviera la cordial amistad que unía a los
dos países. Y

"4) Que luego de la respuesta mencionada arriba, el señor Blaine habra dado al
señor Dichman, según este último, instrucciones para cesar toda relación
diplomática con Colombia.

"El viernes pasado por la tarde, el señor Dichman fue a la Secretaría de Relaciones
Exteriores y luego de haberse informado con el jefe de la cartera sobre ciertos
asuntos pendientes, comenzó a quejarse del señor Becerra, acusándolo de haber
enviado contra él falsos informes a Washington sin el conocimiento del presidente
Núñez, hasta el punto de hacerlo llamar. Después, animándose poco a poco, profirió
contra el, antiguo secretario de Relaciones Exteriores, toda clase de ultrajes y
amenazas. Su interlocutor, que buscó calmarlo en distintas formas, terminó por
exigirle que pusiera fin a este lenguaje, ya que su posición no le permitía tolerárselo
Entonces balbució una excusa agregando: 'Lea este papel para compro bar el caso
que el señor Blaine ha hecho de las innobles denuncias del señor Becerra y de su

94
gobierno'. Era copia de una carta del secretario de Estado, cuyo contenido se resume
así:

"El presidente de los Estados Unidos se asombró mucho de las quejas dadas contra
usted, ya que él pensaba que usted tenía muy buenas relaciones con el gobierno de,
Bogotá. Nosotros no tenemos sino que felicitarlo por la manera como usted se ha
desempeñado en su misión y comunicarle que le está reservada una posición
importante en la administración central a su regreso. Usted debe decidir si el honor
y la dignidad de los Estados Unidos permiten que a la llegada de su sucesor él pida
una audiencia para presentar credenciales o deje Bogotá con usted.

"Mientras el señor Uricoechea leía la carta en cuestión, el señor Dichman continuó


hablando encolerizado contra Colombia y contra las pequeñas repúblicas
hispanoamericanas las cuales deben, según él, aceptar por la razón o por la fuerza
todas las consecuencias de la doctrina Monroe. Añadió, entre otras cosas, que habría
que tratar al gobierno de Colombia como había sido tratado el de Venezuela, para
obligarlo, como le ocurrió a este último, a solicitar de rodillas el restablecimiento de
las relaciones con los Estados Unidos.

"Cuando decía estas cosas, vio al señor Becerra, quien llegaba a la Secretaría de
Instrucción Pública. Se fue detrás de él, entrando a su despacho sin ser anunciado y
sin quitarse el sombrero, y lo apostrofó con un tono insolente y amenazador,
mientras palmoteaba con un papel que tenía en la mano. 'Lea este documento, que
prueba sus infamias y las de su gobierno, e infórmeme de lo que usted ha escrito
sobre mí'. 'Yo -contestó el señor Becerra- no tengo cuentas qué rendir sino a mi
gobierno y le ruego que no siga insultándolo en mi presencia; si usted no tiene nada
que hacer en la Secretaría de Instrucción Pública, lo invito a que se vaya; en cuanto
a las explicaciones que me pide, diríjase a mi colega de Relaciones Exteriores'.

"Nuevos insultos y provocaciones para batirse en duelo por parte del señor
Dichman, quien gritó agitando de nuevo el papel que tenía en la mano: 'Si supiera
usted, lo que encierra, pero no quiero tener nada más que ver con esta cuadrilla...'.
'Basta, señor Dichman, dijo el señor Becerra interrumpiéndolo. Usted sobra aquí. Y
le mostró la puerta.

"Así terminó este incidente, tan deplorable como vergonzoso. No le doy gran
importancia y me abstengo de comentarlo, porque me inclino a suponer que el señor
Dichman actuó en esta ocasión empujado por resentimientos y rencores personales
que le hicieron olvidar su posición oficial. Sin embargo, no he querido callarlos,
máxime cuando algunas personas parecen sospechar que esconde una intención
premeditada para forzar al gobierno colombiano a tomar una medida severa, lo que

95
proporcionaría a los Estados Unidos una ocasión favorable para romper relaciones
con Colombia, con el objeto de asustarla y volverla así más manejable"9.

La "historia oficial" ignora este "incidente" y se refiere así a la misión del señor Dichman:

"La misión del señor Han coincidió con la solicitud ante la Secretaría de Estado
(abril 29 de 1881) de la remoción del ministro Dichman, acusado por el gobierno
colombiano de intervenir en la política interna y de presentar proyectos extraños y
sugestiones de índole privada, dignos de un calificativo menos circunspecto,
reduciendo el acuerdo entre los dos gobiernos -según concepto del secretario de
Relaciones Exteriores, doctor Becerra- a un negocio de granjería par que lo
usufructuaran los pueblos y sus gobernantes. Dicho diplomático no había tenido
inconveniente en expresarse desfavorablemente sobre la moralidad de
personalidades panameñas y de inmiscuírse en los negocios internos del país"10.

La ayuda de los Estados Unidos

No sin cierta gracia e ironía, el cónsul general de Francia en Bogotá, en comunicación del
14 de abril de 1883 al ministro des Affaires Etrangeres daba cuenta de algunos aspectos de
la cooperación cultural colombo-americana, plasmada en la donación hecha por el ministro
americano en Bogotá, de algunos libros para la Biblioteca de la ciudad:

"Señor ministro:

"El ministro de los Estados Unidos en Bogotá, a nombre de su gobierno ofreció a la


Biblioteca de esta ciudad, ciento diecinueve libros sobre estadística, finanzas,
comercio, legislación, etcétera. Con tal motivo, la Secretaría de Relaciones
Exteriores envió al señor Scruggs agradecimientos más calurosos que merecidos. Se
trata de una serie de viejos documentos oficiales que datan de diez años en su
mayoría; son de esos libros que abúndan en las reventas de libros de Washington y
Nueva York, donde se venden al peso o al precio de papel usado. Colombia no ha
sido, sin embargo, la única en gozar de la magnificencia de la gran república
americana. Envíos de documentos de igual naturaleza y del mismo valor han sido
hechos recientemente a otras repúblicas de la América española, repúblicas que el
gobierno de Washington se obstina en proteger a pesar de ellas"11.

9
Ibid., pp. 335-340.
10
Raimundo Rivas, Historia diplomática de Colombia (1810- 1934), Bogotá, Ministerio de Relaciones
Exteriores, 1961, p. 504.
11
Archivos del MAE de France, Colombia, 1882. Correspondance Politique, 1882-1885, Vol. 34, pp 51-56.

96
La cooperación norteamericana no se circunscribía al campo cultural. Desde esa época se
practicaba ya, con diferentes versiones represivas la ayuda militar:

"Despacho telegráfico

"Desciframiento

"Bogotá, 3 de enero de 1889

"El ministro de Estados Unidos ofreció al gobierno colombiano enviar un navío de


guerra al istmo caso de que la situación financiera de la compañía del canal
interoceánico crease disturbios en Panamá. Estos ofrecimientos han sido rechazados
por el momento12.

La actitud del gobierno colombiano

Es indudable que la diplomacia americana, como exponen de los círculos imperialistas de


su país, actuaba en forma impositiva, prácticamente dando órdenes a los gobernantes
colombianos y recurriendo al chantaje de la fuerza para que se sancionara con el ropaje
jurídico su designio manifiesto. No debe olvidarse, sin embargo, que los sectores
dominantes en Colombia tampoco oponían resistencia y se circunscribían al papel de
mandatarios con un cierto fatalismo que les ser vía para encubrir su falta de resistencia. Sin
acudir a otros documentos, en los acá citados se puede ver muy claro que las amenazas
americanas encontraban eco en la pusilanimidad de las autoridades nacionales de
Colombia. El chantaje del general Hurlburt "habría hecho una impresión profunda sobre los
plenipotenciarios colombianos, quienes no tardaron en ponerse de acuerdo". Si el Senado
colombiano dudaba en cuanto a la aprobación del Tratado, el gobierno le hacía conocer el
chantaje americano y el Senado cedía. Si el plenipotenciario Arosemena era decididamente
pronorteamericano, se le castigaba con la embajada en Londres. Y si el ministro Dichman
invadía la oficina de un ministro colombiano, lo insultaba e insultaba a su gobierno y a su
pueblo, el funcionario colombiano como protesta se ponía el sombrero y su gobierno se
ponía a esperar tranquilamente la llegada de otro embajador del gobierno amigo.

Las fuentes

La fuente acá citada como base es la correspondencia de los diplomáticos franceses en


Bogotá, lo cual puede tener implicaciones que no deben dejarse de lado. De una parte,
puede decirse que los diplomáticos franceses estaban interesados en desacreditar la gestión

12
Archivos del MAE de France, Colombie Correspondance Politique 1886-1891, Vol. 35, p. 237.

97
de sus homólogos norteamericanos, debido sobre todo a la in tensa rivalidad que en ese
momento se presentaba a propósito del Canal de Panamá. En efecto: el Tratado firmado
entre los plenipotenciarios colombianos y norteamericanos el 26 de enero de 1870, con las
modificaciones que le introdujo el Congreso colombiano, fue aprobado por medio de la ley
97 de julio de 1870. No obstante, los Esta dos Unidos dejaron correr el tiempo necesario
para la aprobación y ratificación del Tratado y debido a ello el ejecutivo colombiano fue
autorizado por la ley 33 de 1876 para negociarla apertura de un canal interoceánico de
acuerdo con las estipulaciones de dicha ley. Entretanto, el gobierno colombiano celebró un
contrato al respecto con el ciudadano francés Lucien Napoleón Bonaparte Wyse transfirió
su derecho a la Compagnie Universelle du Canal Interoceanique du Panama, dirigida por
Lesseps y, con base en ello, esta compañía francesa inició trabajos en el istmo, los cuales
fueron suspendidos por la disolución de la compañía, decretada por el tribunal civil de La
Seine el 4 de febrero de 188913. Sin embargo, esta circunstancia, desde el punto de vista de
las fuentes históricas, puede constituirse también en un hecho positivo, pues la rivalidad
franco-americana constituía al diplomático francés en un atento observador de todo lo que
hacía su colega americano, lo llevaba a ser más detallado en sus informaciones y a escribir
lo que muchas veces se sabe y se dice, lo que nunca se deja consignado en la prensa o en
los libros a causa de sus implicaciones. El hecho de ser secreta la correspondencia
diplomática, le permitía al funcionario expresarse con libertad sobre lo que por diferentes
métodos había inquirido. En este caso, como en todos, la correspondencia diplomática
ofrece una interesante base de documentación y su uso exclusivo constituye una fuente
parcial pero no necesariamente parcializada. Por lo demás, en cuanto a la acción y a la
política norteamericanas, la historia ha comprobado cuál fue el resultado.

13
Jean Bouvier, Les deux scandales de Panama, Mesnilsur l' Aestree, Colection Archives dirigée par Pierre
Nora, 1964, p. 124.

98
Capítulo V: RECLAMACIONES DE EXTRANJEROS POR
PERJUICIOS DE GUERRA Y OTROS MOTIVOS DURANTE EL
SIGLO XIX EN COLOMBIA (*)

Si comparamos la suerte de Colombia con la de la mayoría de los países latinoamericanos


que durante el siglo XIX y los primeros decenios del siglo XX vieron su territorio
desmembrado o invadido, o que sufrieron frecuentemente el bombardeo y bloqueo de sus
puertos, aparentemente se puede pensar que la relación de Colombia con las Potencias
europeas y los Estados Unidos estuvo encuadrada dentro de las reglas del derecho
internacional. Esta apariencia se fortifica aún en el caso de Panamá pues las sucesivas
intervenciones que adelantaron los norteamericanos en aquel territorio siempre estuvieron
encubiertas con el texto del Tratado cuando no en la petición expresa de los gobernantes
colombianos, de ambos partidos, quienes encontraban en estas intervenciones un medio de
golpear al adversario político. Incluso, en el asunto de la "Independencia" de Panamá, los
Estados Unidos crearon una apariencia de legalidad al reconocer la naciente República y
apoyarse en este hecho para actuar, expropiando de un pedazo de su territorio al Estado
recién surgido. Sin embargo, más allá de la apariencia de legalidad e igualdad y más allá de
los tratados y los textos, con cada incidente aparecía la amenaza de poder militar para hacer
valer los intereses de las potencias1.

En este artículo mostraré algunos motivos de fricción y la forma como eran resueltos los
enfrentamientos dentro de la "igualdad" de los tratados y las leyes. Entre las causas de
reclamaciones diplomáticas apoyadas con la amenaza expresa o tácita de intervención
armada, nos vamos a referir a las siguientes:

1. Solicitud de indemnizaciones por perjuicios causados durante las guerras civiles a la


personas o a los bienes de súbditos de potencias extranjeras.

2. Solicitud de indemnización por hechos ocasionales de sectores de la población


colombiana contra la vida o los bienes de súbditos de potencias extranjeras: el caso de
Alemania.

1
Sin embargo, Colombia no estuvo exenta del bloqueo transitorio de sus puertos durante el siglo XIX. El
reciente libro de Eduardo Lemaitre, La bolsa o la vida, digno de una mejor edición, relata "el affaire del
Cónsul Barrot (1833); el incidente Russel (1836); el asunto Mackintosh (1856) y en fin, la cuestión Cerruti
(1898)", episodios en los cuales, como producto de reclamaciones de origen no muy claro, las colombianas y
en especial Cartagena se vieron bloqueada por la flota inglesa, francesa o italiana. En todos estos casos la
agresión militar dejo como resultado la satisfacción jurídica y económica de las potencias reclamantes. Ver,
Eduardo Lemaitre La bolsa o la vida; cuatro agresiones imperialistas contra Colombia: El Caso Barrot, el
Incidente Russel, el Asunto Mackntosh y la Cuestión Cereuti. Bogotá, Biblioteca del Centenario del Banco de
Colombia, 1974.

99
PERJUICIOS CAUSADOS A EXTRANJEROS DURANTE LAS GUERRAS
CIVILES

La situación política de Colombia durante e siglo XIX y las decenas de guerras civiles que
se dieron, así como la organización del Estado durante el período federal (1858-1886) eran
propicias para que con cada guerra se presentaran incidentes con ciudadanos extranjeros
que reclamaban ante el Estado colombiano por perjuicios causados en su personas o en sus
bienes. En efecto a partir de la Constitución de 1863 el país dividido en "Estados
Soberanos" facultados por la Constitución para levantar sus propios ejércitos y hacerse la
guerra entre sí en tanto que la constitución obligaba al Estado Central a permanecer en las
contiendas entre los estados federales. Además, cada estada tenía su propio presidente y su
propio cuerpo legislativo y su gobierno no coincidía necesariamente en cuanto a filiación
política y orientación con el gobierno central. Sin embargo, como el gobierno central tenía
la representación exterior del estado colombiano, debía responder internacionalmente por lo
que ocurriera en los estados federales. En estas circunstancias los adversarios políticos del
Gobierno central, en ocasiones ejecutaban acciones deliberadas contra personas o intereses
extranjeros para colocar al gobierno central en una situación difícil, o en otros casos, sin
proponérselo deliberadamente, por su acción llegaban al mismo resultado.

La repetición de este tipo de actos, sobre todo en el Estado de Panamá, fue uno de los
elementos que influyó en la redacción de una nueva constitución con marcado carácter
centralista en 18862. Veamos cómo el Cónsul General de Francia en Bogotá en una
comunicación confidencial del 6 de diciembre de 1884, dirigida al Ministro "des Affaires
Etrangeres" de Francia, relata la conversación que al respecto tuvo con el representante
diplomático de Inglaterra en Bogotá.

"Confidencial

"Señor Ministro:

"El Ministro de Inglaterra en Bogotá me acaba de Comunicar una Conversación que


el último lunes tuvo con el Ministro de Relaciones Exteriores a propósito de los
acontecimientos de Panamá, de la cual yo creo que debo dar cuenta a Vuestra
Excelencia a causa de la importancia de las revelaciones hechas por el Sr. Mariano
Tanco.

2
Rafael Nuñez, quien conocía particularmente bien la situación y costumbres políticas de Panamá y que de
ellas se había beneficiado, escribía en 1884: "Por desgracia en ninguna otra sección de Colombia ha habido la
serie de escándalos políticos que registra, cubriéndose los ojos, la historia del Estado de Panamá. Basta
recordar que en el curso de diez y siete años -de 1862 a 1879- hubo un Presidente muerto en campo de batalla
defendiendo su derecho, y derrocados, más o menos violentamente, siete, a saber: Calancha, Amador,
Guerrero, Neira, Cervera, Arosemena (Pablo), Correoso y Casona, sin contar con uno que, se dice, fue
envenenado en un banquete". Rafael Núñez. Los dos Istmos. Cartagena, 13 de enero de 1884. En: La Reforma
Política en Colombia. Tomo I (II). Bogotá, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, 1945, p. 213.

100
"He tenido el honor de haceros saber, por mi carta de 31 de octubre último lo que
acá era conocido con relación a la toma de un vapor costarricense el "Alajuela" y de
Un remolcador inglés "El Navarro" por el General rebelde Ruiz. Los hechos han
tenido más gravedad de lo que yo creía. Parece que el mismo Presidente del Estado
de Panamá, Sr. Cervera ha ido a bordo del "Navarro" con algunos hombres armados
a declarar que tomaba posesión del remolcador inglés a nombre del Gobierno de
Panamá y a dar la orden a dos mecánicos que se encontraban solos a bordo, de
encender máquinas inmediatamente y de partir en persecución del "Alajuela". Los
dos mecánicos respondieron que no podían salir de la bahía sin la orden de su
capitán que estaba en tierra. 'Si Uds. no encienden máquinas inmediatamente les
dice el Sr Cervera, los hago fusilar y arrojo sus cuerpos al mar' Los mecánicos
protestaron contra la violencia que se les hacía y obedecieron. El Ministro inglés en
Bogotá, Sr. St. John, pidió al gobierno colombiano, en diversas oportunidades,
explicaciones a propósito de los acontecimientos y recibió la semana pasada una
carta del Sr. Tauco en la que le anunciaba que el Gobierno de Panamá había escrito
el 21 de Octubre que la cuestión de la toma del "Navarro" había sido arreglada a
satisfacción del Cónsul inglés de Panamá y del agente de la Pacific Mail.

"El Sr. St. John, que había recibido de su Cónsul una carta fechada el 23 de octubre
en la cual le informaba que las autoridades de Panamá negaban toda satisfacción, se
extrañó especialmente y el lunes la comunicó al Señor Tanco quien le dijo: 'Yo
confieso que nosotros estamos cansados más allá de toda medida, con lo que pasa en
Panamá desde hace algún tiempo. La situación del Gobierno Nacional es
verdaderamente intolerable; se encuentra condenado asumir la responsabilidad por
hechos que reprueba y que es impotente para prevenir. Este estado de cosas no
puede prolongarse y el Sr. Presidente Núñez está decidido a ponerle término. Ud.
sabe que el Gobierno Nacional debe proponer al Congreso que se reunirá el 19 dé
Febrero de 1885 la revisión de la Constitución Colombiana y entre las reformas que
se solicitarán se encuentra la supresión del Estado de Panamá como Estado
soberano y su transformación en territorio nacional administrado directamente por
el gobierno colombiano tal como los territorios de San Martín, Casanare, la Goajira
y otros dos o tres.

"No dejaré, Sr. Ministro, de teneros al corriente de todas las fases de esta importante
cuestión que encontrará, yo creo, una viva oposición, no solamente en el Estado de
Panamá sino también en todo el partido liberal de Colombia"3.

Durante todo el siglo XIX el principal ingreso fiscal del gobierno fue el proveniente de las
rentas de aduanas. La posesión de las aduanas era importantísima como arma política y

3
Archivos del Ministere des Affaires Etrangeres (MAE) de Francia. Colombie, Correspondance Politique,
1882, Vol. 34, pp. 290-291.

101
militar puesto que quien las Controlaba no solamente tenía una fuente de ingresos sino que
además privaba de ellos a su adversario Por esta razón, durante las guerras civiles los
insurrectos trataban de controlar los puertos, apoderarse de las aduanas, percibir los
impuestos, retener el correo y en ocasiones sacar a remate las mercancías en tránsito. El
simple hecho de tomar las aduanas tenía consecuencias. Porque en ese caso, el Gobierno
Central, decretaba que los pagos hechos a los insurrectos no eran válidos y porque muchas
mercancías no eran pagadas al expedidor extranjero sino a partir del momento en que eran
recibidas por el comprador. Tal era el sentido de la comunicación que el Cónsul de Francia
en Bogotá dirigió el 6 de agosto de 1875 al Ministro de Relaciones Exteriores de su país, a
propósito de un levantamiento armado en las ciudades de la Costa Atlántica.

"... Estas noticias han conmovido vivamente la población. Un cierto número de


negocian se han dirigido a mí para señalarme las consecuencias desastrosas que
necesariamente tendría para el comercio francés la toma de posesión, por el
gobierno del Estado de Bolívar, de la aduana de Sabanilla y de las mercancías que
allí están depositadas. Estas mercancías, lo mismo que aquellas que están destinadas
a los comerciantes de nacionalidad colombiana, gozan de una situación particular
por el hecho de que general mente son expedidas de Francia bajo la condición de no
ser pagadas sino seis meses después de su llegada a manos del destinatario.

"Si el Estado de Bolívar se apodera de ellas, como es de temer que lo hará, y si


ordena la venta con el objetivo de procurarse el dinero que le falta para sostener la
guerra contra el Gobierno de la Unión, de ello resultará que los expeditores
quedarán expuestos a no recibir nunca el precio, o al menos, a no recibirlo más que
en parte y en un término cuya duración dependerá necesariamente de la guerra...
Teniendo en cuenta que Francia ha exportado a Colombia, durante el último año,
cerca de diez millones de francos en mercancías y que el puerto de Sabanilla ha
recibido las ocho doceavas de la totalidad de las importaciones del extranjero, se
podrá calcular que entran mensualmente a ese puerto cerca de seiscientos mil
francos de mercancías que vienen de Francia"4.

En la comunicación que el Cónsul General de Francia en Bogotá envió el 10 de octubre de


1875 al Ministro de Relaciones Exteriores de su país, daba cuenta de que agentes del
Estado de Bolívar habían tomado algunos puertos del Caribe y hacía en ella la relación
entre este hecho y la presencia de buques de guerra ingleses, alemanes y franceses en esos
mismos puertos.

"Señor Duque:

"Habiéndose apoderado los agentes rebeldes de los Estados de Bolívar y Magdalena


de las aduanas de Sabanilla, Cartagena y Santa Marta, han forzado a los negociantes

4
Archivos del MAE de Francia. Colombie, Correspondance Politique, 1870-1876. Vol. 3Z, pp. 254-256.

102
que allí tenían mercancías en depósito a pagarles los derechos de importación. Por
este medio han obtenido cerca de 200.000 piastras fuertes (un millón de francos). La
presencia en el puerto de Barranquilla de la fragata alemana "Augusta" y de las
cañoneras inglesas "Bullfinch" y "Zoplyr" les han impedido cometer otras
exanciones.

"He sabido, por una carta de nuestro Vicecónsul, M. Berne, que nuestro crucero
"Sone" apareció en Sabanilla el 30 de julio, pero que su comandante después de
haber visitado al presidente rebelde Baena había partido el 4 de agosto para la
Martinica, el mismo día en que apareció el decreto que onminaba a los negociantes
a pagar, bajo pena de prisión, los derechos de importación de sus mercancías en la
aduana.

"Por otra parte, hasta este día no he tenido noticias de que ningún francés haya sido
objeto de vejaciones. Mi colega de Inglaterra, por su parte, no ha recibido ninguna
reclamación; pero habiendo sido encarcela dos en Barranquilla tres mecánicos
americanos y un negociante alemán por orden del General Carozo, Gobernador de
esta ciudad, por un motivo de los más fútiles, el Ministro de los Estados Unidos ha
escrito a su Gobierno para solicitar instrucciones a propósito de la naturaleza de la
reparación a exigir. Es de creer que el Ministro Alemán ha hecho otro tanto por su
lado"5.

Situación y comportamiento de los ciudadanos extranjeros respecto a las


indemnizaciones

El temor que causaba en las autoridades colombianas la posibilidad de intervención de la


respectiva potencia hizo que los extranjeros gozaran de un régimen especial en cuanto a
protección de su persona y de sus bienes durante las contiendas civiles y que, en caso de
haber sufrido algún perjuicio, se les indemnizara rápidamente y con preferencia a los
nacionales6. Ya desde la época de la independencia se dio una aplicación prioritaria a los
empréstitos contraídos en Inglaterra para destinarlos al pago de perjuicios causados a

5
Ibid., pp. 278-279.
6
"Con pocas excepciones, la propiedad de todos los habitan tes extranjeros fue considerada intocable durante
los tiempos de guerra civil. Esto era tan notorio que en la mitad del siglo XIX se generalizó la costumbre,
entre los colombianos, de poner sus propiedades bajo la cesión formal de estos por el tiempo que durara la
guerra. Después de 1853, cuando los barcos de extranjeros tuvieron el derecho a navegar el río Magdalena, se
hizo todo lo posible por registrar los barcos bajo las banderas británica o norteamericana. Durante la guerra de
los mil días, los dos bancos más fuertes de Bogotá trasladaron todos sus depósitos a la casa comercial de la
familia anglosa-germana Koppel. Aunque las guerras no proporcionaban ningún ambiente halagador para los
hombres de negocios extranjeros, tampoco los afectaban tan fuerte como a los nacionales". Frank Safford.
"Empresarios nacionales y extranjeros en Colombia d rante el siglo XIX". Anuario Colombiano de historia -
social de la cultura, U. Nacional, No. 4, 1969, pp. 87411; p. 96.

103
ciudadanos extranjeros, no obstante que estos hacían fortuna en el país y que los riesgos de
su negocio eran iguales a los que corrían los ciudadanos colombianos7.

La intervención en las contiendas colombianas no se limitó a la acción de los particulares


extranjeros. En muchas ocasiones los representantes diplomáticos de las potencias
intervenían en ellas convirtiendo sus residencias particulares -aún las de los funcionarios de
menor categoría en centros de conspiración a los que se pretendía cubrir con el derecho de
extraterritoriedad. Así, durante la guerra de 1854, el representante diplomático
norteamericano Sr. Green, participó activamente contra Melo. Su residencia en la que se
había alojado el Vicepresidente Obaldía era Utilizada por éste como centro de acción para
combatir a los partidarios de Melo8.

En general, el único requisito que se exigía para pagar la indemnización era qué el
reclamante extranjero no hubiera tomado parte activa en la contienda, aunque de hecho, en
muchos casos, su acción partidista no fue obstáculo para la reclamación posterior. La
circunstancia de una cierta inviolabilidad de los extranjeros sirvió para que estos se
convirtieran, durante las guerras civiles, en especies de bancos en los que se depositaban los
bienes de los nacionales colombianos transfiriéndoles el título de propiedad. Esta práctica
dio lugar a especulaciones, a grandes ganancias de quienes prestaban el "servicio" por el
cual cobraban grandes sumas de dinero, a que en ocasiones estos no devolvieran los bienes
que se les había dado en depósito, y a que se crearan asociaciones ilícitas para negociar con
la guerra, como la relata Eduardo Rodríguez Piñerez, testigo presencial de la guerra de los
Mil Días (1899- 1901):

"En Bogotá se levantó una clase de gentes que negociaba con la guerra, al
contemplar que cuando viniera la paz con todos sus horrores se le acabarían los

7
David Bushnell. El régimen de Santander en la Gran Colombia. 1ª ed. en español. Bogotá, Tercer Mundo,
Universidad Nacional de Colombia, 1966; p 142.
8
"El señor José de Obaldia, era una de las personas de que más les interesaba apoderarse, y como no podían
conseguirlo porque estaba bajo la protección del pabellón norteamericano, habían puesto un destacamento en
la calle donde estaba la casa del ministro, para que impidiera la entrada a ella de las personas sospechosas y
para que aprehendiera a Obaldía si se resolvía alguna vez a salir. El señor Green debía irse de un momento a
otro y era preciso que el Vicepresidente se pusiera en seguridad antes de la partida del ministro; los
extranjeros, con raras excepciones, eran amigos del orden constitucional y condenaban la revolución, porque
veían los excesos que se estaban cometiendo; ellos, pues, se encargaron de sacar a Obaldía, y el 12 de julio
por la noche se reunieron los más que pudieron y, colocándolo en medio, salieron con él. Uno de los
comisarios lo conoció y quiso echarle mano; pero al intentarlo, fue agarrado por el cuello y tan fuertemente
apretado, que no pudo ni aun gritar. Cuando la comitiva de Obaldía, es tuvo un poco lejos, el extranjero que
tenía asido al comisario, lo soltó y siguió a unirte con los demás, que siguieron sin inconvenientes hasta el
alojamiento de otro ministro, donde todo estaba listo para la partida del vicepresidente, a quien buscaban con
tesón los revolucionarios ya enterados de que había salido de la casa de Green". Venancio Ortiz. Historia de
la Revolución del 17 de Abril de 1854. Bogotá, Imprenta de Francisco Torres Amaya, 1855. "Biblioteca
Banco Popular", Vol. 36, Bogota 1972 p 286. Sin embargo la protección norteamericana no era la única
respecto a "los hombres acomodados": "Como los hombres acomodados tenían un asilo seguro en las
habitaciones de los agentes extranjeros para que no pudieran entrar a ellas aquellos a quienes quería a exigir
dinero, el día 28 pusieron guardias a las puertas de sus habitaciones". Ibid., p. 347.

104
medios de enriquecer con la sangre, los sufrimientos y la ignorancia de los demás.
Estas gentes a quienes se decoró con el título de revolucionarios urbanos, se
encargaban de transmitir a las guerrillas falsas noticias alimentadoras de ilusiones,
de pintar a unos imaginarios triunfos de los otros y de excitar a todos ellos a
continuar la revolución. Más aún: formáronse asociaciones entre algunos
guerrilleros con jefes de las fuerzas del Gobierno para repartirse porciones del botín
en ágape de buitres. Tuve en mis manos dos documentos en que constaban contratos
de cuentas en participación en cada uno de los cuales figuraba un extranjero como
gestor y un revolucionario y un jefe gobierno como capitalista para negociar con
ganados, bestias, café, cueros y otros artículos. Por muerte de uno de los socios de
una de esas diabólicas empresas, su viuda los llevó a mi oficina de abogado, mas
hube de disuadirla de que emprendiera acción judicial, poniéndole de presente que
con la sola presentación de tales documentos infamaría la memoria de su
marido"9,10.

Precisamente, con el fin de impedir el traspaso de bienes de los enemigos del Gobierno para
ponerlos en manos de los extranjeros, o de adictos a la administración, durante la guerra de
los mil días, el Gobierno dictó el siguiente decreto:

"Decreto 483. Prohíbese a los registradores de instrumentos públicos y privados


registrar escrituras y documentos de cualquier clase, sin que preceda para cada caso
la correspondiente venia por escrito del Ministro de Gobierno”11.

La comunicación que el Cónsul General de Francia en Bogotá envió, desde esa ciudad el 3
de marzo de 1885, al Ministro de Relaciones Exteriores de su país, da luz sobre el carácter
de las actividades de ciertas personas que prevalidas de su condición de súbditos de
potencias extranjeras, se aprovechaban de ella para suscribir con nacionales colombianos,
contratos ilícitos por los que quedaban a su nombre bienes de los segundos durante la
guerra. Esto, a propósito de la guerra de 1885-1886:

9
Eduardo Santa. Rafael Uribe Uribe: un hombre y una época. Medellín, Bedout, 1968; pp. 240-241.
10
Esta moderna práctica de asociación de capitales entre extranjeros y nacionales ya era conocida y
practicada, en forma pura por la "burguesía nacional" en la guerra de 1854, según lo describe un testigo
presencial, Venancio Ortiz, cuyas simpatías no estaban propiamente del lado de los "guaches", tal como él
denominaba a los partidarios del General Melo: "Todas las noches marchaban para el campo constitucional
partidas de hombres, unos armados, otros sin armas; siendo cosa de notar que la mayor parte de los que así
iban a desafiar la muerte y a vencer los peligros sin otro fin que el de servir a la patria, eran en su mayor parte
individuos de la clase pobre de la sociedad; los ricos, con pocas y honrosas excepciones, permanecían
asilados bajo los pabellones extranjeros, pensando sólo en la suspensión de los negocios y combinando planes
para reponer sus pérdidas el día en que el orden se restableciera... No podemos menos de decir aquí, de una
vez, que como al restablecerse el gobierno legítimo, el tesoro no tenía la suma necesaria para cubrir
íntegramente su respectivo haber a cada uno de los que acaban de exponer su vida por defender la patria, se
les expidieron documentos de crédito que los agiotistas se apresuraron a comprar con un fuerte descuento,
teniendo muchos de ellos motivo para bendecir la revuelta porque les proporcionó una considerable utilidad".
Venancio Ortiz, Op. cit p. 285.
11
Joaquín Tamayo. La revolución de 1899. Bogotá, Cromos, p. 162.

105
"Señor Ministro:

"Tengo el honor de adjuntar a Vuestra Excelencia el texto de la traducción de dos


circulares que el Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia acaba de dirigir a
los representantes de las potencias extranjeras en Bogotá. Vuestra Excelencia
encontrará igualmente, copia adjunta de las respuestas que he dado a esas circulares
como he creído de mi deber.

"La primera de esas circulares tiene por objeto cortar de raíz un grave abuso que se
ha producido sin cesar ante mis ojos, desde el comienzo de la guerra civil. Para
escapar a las requisiciones o contribuciones de guerra, muchos colombianos han
hecho con tratos ficticios en virtud de los cuales pretendían vende o dar sus
propiedades a extranjeros. El Gobierno colombiano os informa que está decidido a
no considerar como neutros a los extranjeros a quienes se compruebe haber firmado
contratos de esta naturaleza. En mi opinión el Gobierno está en su perfecto derecho.
Yo he respondido al Sr. Vicente Restrepo que no dejaré de advertir a los franceses
que se hagan culpables de tales actos, del daño al cual se exponen. Yo lamento tener
que constatar que muchos de nuestros nacionales, pese a mis recomendaciones, se
han entregado a estas prácticas fraudulentas"12,13.

Ahora bien, un ejemplo concreto de la forma como algunos aprovechaban su condición de


extranjeros para obtener una indemnización indebida por supuestos perjuicios sufridos
durante la guerra de los mil días, lo da el Ministro de Francia en Bogotá, por medio de la
comunicación que el 16 de julio de 1908 dirigió a M. Pichon, Ministro de Relaciones
Exteriores de Francia:

"El número de esas reclamaciones es de cerca de 150 y ascienden a la suma de un


millón y medio de dólares (7.500.000 francos), mientras que según los cálculos del
Gobierno no deben existir más de treinta. Por otra parte las 3/4 de entre ellas son
exageradas, si es que no son inventadas por entero con la connivencia de ciertos
colombianos y de pequeñas autoridades provinciales quienes a cambio deben recibir
su parte en la indemnización a pagar por el Gobierno.

Es así como se cita entre el número de las primeras reclamaciones arregladas, en


virtud de la ley 33, la de un español que habita la pequeña población de Villeta
(sobre la ruta de Honda a Bogotá), al estar en regla todos los documentos aducidos
le fue atribuida una suma de 9.000 dólares (45.000 francos) por expropiación de
mulas y ganados. Bien pronto se supo que tan pronto el representante de este
extranjero recibió la suma, ella había sido repartida entre un cierto número de

12
Archivos del MAE de Francia. Colombie, Correspondance Politique, 1882-1885, Vol. 34, pp. 311-316.
13
Ve apéndice al final sobre las reclamaciones de franceses examinadas por, la Comisión instituida por la ley
de 31 de agosto de 1886.

106
habitantes de Villeta, y que es te era un simple sirviente que nunca había tenido
9.000 dólares en bestias y que en esta combinación no había sido más que un
testaferro de colombianos sindicados de hacer un buen negocio a costa del tesoro
nacional. Tales hechos son evidentemente escandalosos y por otra parte perjudican
las reclamaciones honestas; pero al mismo tiempo ellos prueban la poca confianza
que deben inspirar los testimonios en Colombia y la mentalidad de sus habitantes"14.

Procedimiento para las indemnizaciones

Los procedimientos legales que se fijaron en Colombia para la indemnización de


extranjeros por perjuicios de guerra no siempre fueron los mismos. La legislación del país
osciló en diferentes sentidos, dejando unas veces que éstas se arreglaran por la justicia
ordinaria hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia, en otras, autorizando al Poder
Ejecutivo para satisfacer administrativamente las reclamaciones y en otras, dejándolas al
arbitrio de un tribunal compuesto por nacionales y extranjeros. Lo que es interesante
destacar en cada uno de estos sistemas, es que ellos servían para encubrir con una mano de
legalidad lo que los reclamantes ciertamente iban a obtener, más que con pruebas
judiciales, por la amenaza del empleo de la fuerza que hacía la respectiva potencia. El
Gobierno colombiano, ante la coacción, trataba entonces de salvar las apariencias para que
el cumplimiento de los dictadores imperialistas no quedara como una imposición y se
cubriera con el manto de la legalidad. Tomemos dos casos suficientemente explícitos que
desprenden de la correspondencia del representante diplomático de Francia en Colombia:

a) El Parlamento colombiano "libre y soberano" había dictado la Ley 67 del 4 de junio de


1877 por la cual las reclamaciones que los extranjeros hicieran por perjuicios ocasionados
en las contiendas civiles a partir de 1860, debían seguir el mismo procedimiento que las
hechas por los ciudadanos colombianos que se encontraran en el mismo caso, es decir, que
todos debían acudir a las autoridades judiciales colombianas, las cuales decidirían. Sin
embargo, y a causa de que los representantes diplomáticos de las potencias no estaban de
acuerdo con el procedimiento y para evitar complicaciones internacionales, el Poder
Ejecutivo estaba interesado en que se modificara la ley para que se le permitiera a él
mismo, arreglar las reclamaciones aunque con ello el fallo quedara sometido a una más
directa presión diplomática, con el apoyo de la fuerza. El Cónsul General de Francia en
Bogotá, al informar al Ministro de Relaciones Exteriores de su país, por comunicación del
31 de mayo de 1878, daba cuenta de cuáles eran estas presiones y de su diverso grado de
intensidad:

14
Archivos del MAE de Francia. Colombie, nouvelle série, Vol. 11: Finances, 1908-1918; pp. 17-18.

107
"Señor Ministro:

"Como la cuestión de la modificación de la ley del 4 de junio de 1877 sobre los


suministros, empréstitos y expropiaciones que provengan de la última guerra civil
aún no ha sido resuelta por el congreso, he insistido vivamente ante el doctor Zaldúa
sobre la necesidad de ejercer todos los medios de influencia de que dispone el Poder
Ejecutivo para obtener, antes de la clausura de las sesiones actuales, una solución
favorable a los deseos del Gobierno de la República. "El Dr. Zaldúa me ha
respondido que desde nuestra última conferencia, por orden del Presidente, él había
dirigido a las dos Cámaras una nueva comunicación extremadamente, urgente para
comprometerlas a modificar la ley precitada y arrojar sobre ellas la responsabilidad
de las calamidades que podrían caer sobre la Unión en el caso en que ellas se
negaran a modificarla; que como la constitución no le permite al poder Ejecutivo
presentar proyectos de ley al Congreso, él había agotado, también, todos los medios
directos de acción; que no obstante él seguiría atentamente los debates a que darían
lugar, en las dos cámaras, los diversos proyectos de ley sobre la materia actualmente
en discusión y que él no renunciaba a la esperanza de hacer prevaler en definitiva la
doctrina sostenida por las legaciones de Alemania y de Inglaterra así como por el
Consulado General de Francia.

"El señor Von Gramatzki, Ministro Residente de Alemania, ha dirigido al Gabinete


de Bogotá, con fecha de 18 de abril último, una nota muy enérgica sobre esta
cuestión. Yo he podido conocerla a título confidencial, por una persona que sólo me
ha permitido quedarse con la conclusión, a saber: que si la ley del 4 de junio de
1877 no es devuelta o modificada por el presente Congreso, el Gobierno alemán se
reserva todos los medios a su alcance (esta palabra en español en el original) para
hacer que se haga justicia a sus nacionales. Requerido para que retirara esta nota, el
señor Von Gramatzki se ha negado y ha dicho al Dr. Zaldúa que él no daría esta
satisfacción al Gobierno colombiano sino cuando éste hubiera indemnizado los
alemanes que habían sufrido exanciones durante la guerra civil de 1876-1877"15.

Con tales argumentos el Parlamento modificó la ley y formalmente la soberanía colombiana


se salvó. Veamos la reseña que sobre esto hace el Cónsul General de Francia en Bogotá en
comunicación del 19 de julio de 1878, al Ministro de Relaciones Exteriores de su país:

"Señor Ministro:

"Tengo el honor de hacer conocer a Vuestra Excelencia, en continuación de mis


cartas del 20 de abril, 5 y 31 de mayo últimos, que el Congreso colombiano en la
sesión de clausura se ha decidido al fin a votar una ley que establece que 'las
reclamaciones por empréstitos, requisiciones, expropiaciones o perjuicios causados

15
Archivos del MAE de Francia. Colombie, correspondance Politique, 1877-1881, Vol 33; pp. 139-140.

108
durante la última guerra civil a los extranjeros que no hayan perdido su carácter de
neutrales, podrán ser decididas administrativamente y serán pagadas, sea en dinero,
sea en documentos de crédito público, según lo que se convenga entre el Poder
Ejecutivo y los interesados.

..........

"Está fuera de duda que el voto de esta ley es debido a la nota conminatoria del
Ministro de Alemania, cuya conclusión he tenido el honor de hacer conocer a
Vuestra Excelencia por mi carta de 31 de mayo. La opinión está muy excitada
contra él en este momento, aunque la prensa, obediciendo a un sentimiento de amor
patriótico fácil de comprender, haya guardado .silencio sobre el incidente. Por el
contrario, yo recojo los beneficios de la moderación de que no me he separado un
sólo instante, ni en mis notas, ni en mis conversaciones, desde la promulgación de la
ley del 4 de junio del año pasado y Vuestra Excelencia se enterará, con satisfacción,
yo no lo dudo, de que el Presidente de la Unión y sus ministros me de paran
atenciones a las cuales no me había habituado la administración anterior"16.

El propósito de sustraer de la justicia ordinaria colombiana las reclamaciones de los


extranjeros motivadas por perjuicios de guerra, era debido a la desconfianza que en el
exterior inspiraban las autoridades judiciales (ver adelante) pero también el hecho de que el
Poder Ejecutivo podía ser influenciado y presionado más fácilmente. Recíprocamente, otros
métodos como el del arbitraje (participación de nacionales y extranjeros para decidir), que
en ocasiones fue utilizado, hubieran podido ser rechazados por el Gobierno colombiano,
con base en la incapacidad en que estaban los miembros de la colonia extranjera para fallar
con independencia lo relativo a indemnizaciones. Esto lo expresa francamente el
representante diplomático de Francia en Bogotá en comunicación del 8 de febrero de 1886,
al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, en la cual evocaba la eventualidad de
constituir tribunales de arbitramento, con participación de extranjeros residentes en Bogotá,
para fallar lo referente a las indemnizaciones que debían pagarse por perjuicios producidos
durante la última guerra (1885-1886):

"Señor Ministro:

"En mis conversaciones con el Sr. Restrepo he podido convencerme de que ese
procedimiento (el arbitraje) no habría encontrado ningún antagonismo de su parte.
Sin embargo, la colonia francesa y aún toda la colonia extranjera en Bogotá tienen
tan pocos elementos e independencia, que es más que embarazoso hacer la

16
Ibid., pp. 148-149.

109
escogencia de un hombre realmente capacitado, en todos los aspectos, para decidir
sobre los puntos litigiosos sobre los cuales la comisión tendrá que conocer"17.

La definición de los perjuicios de guerra causados a extranjeros, hecha por los jueces
colombianos, aunque hubiera sido el procedimiento más equitativo puesto que ponía en
igualdad de condiciones a nacionales y extranjeros, en general no contó con el apoyo ni de
los reclamantes extranjeros, ni de sus gobiernos, ni del gobierno colombiano. Este último,
porque temía que una sentencia de los jueces de la Corte Suprema no satisficiera en un todo
las demandas del reclamante y pudiera colocar al Gobierno frente a un hecho jurídico
cumplido que no le permitiera acceder a la presión de la potencia reclamante. La
conversación entre el Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia y el representante
diplomático de Francia en Bogotá así lo ilustra. Dicha conversación fue comunicada por el
diplomático francés en comunicación del 16 de julio de 1908 dirigida al Ministro de
Relaciones Exteriores de su país:

"Señor Ministro:

"El Ministro de Relaciones Exteriores acaba de in formarme que contrariamente a lo


que él me había anunciado hace algunos días, el proyecto de someter a la Corte
Suprema el examen de las reclamaciones extranjeras decididamente había sido
descartado por el Gobierno y que el procedimiento seguido hasta el presente sería
mantenido: sólo se solicitará a la próxima Asamblea Nacional la autorización para
perseguir penalmente a los reclamantes cuyas demandas se reconozcan como
fraudulentas.

"He creído comprender, según la conversación del Sr. URRUTIA que lo que había
motivado ese cambio sutil en los proyectos del Gobierno era el temor a encontrarse,
eventualmente en conflicto con las legaciones extranjeras como consecuencia de
una decisión no satisfactoria de la Corte Suprema"18.

Valoración de los jueces colombianos por él Gobierno inglés

Las potencias representadas por sus legaciones en Bogotá, tampoco estaban de acuerdo con
que las reclamaciones de extranjeros se adelantaran por la vía ordinaria judicial, pues sobre
ella su capacidad de presión era más limitada que sobre el Gobierno. El incidente que en el
año 1833 se presentó con el Cónsul inglés en Bogotá es muy claro sobre la forma como ese
gobierno valoraba a las autoridades colombianas, de cómo pretendía una jurisdicción
especial para los súbditos de Su Majestad la reina, de cómo quería imponer la intervención
obligatoria de los diplomáticos ingleses en los juicios en que actuaran súbditos de aquel
17
Archivos del MAE de Francia. Colombie, nouvelle série, Vol. 11: Finances, 1908-1918; pp. 17-18.
18
Archivos del MAE de Francia. Colombie, nouvelle série. Vol. 11: Finances, 1908-1918; pp. 17-18.

110
país, y de cómo no se guardaba en expresar -verbalmente y por escrito- el poco respeto que
le merecían las autoridades colombianas. El asunto lo relata el Cónsul General de Francia
en Bogotá, en la comunicación que desde esa ciudad dirigió el 30 de noviembre de 1883, al
Ministro de Relaciones Exteriores de su país:

"Una antigua circular del Gobierno colombiano sobre el carácter, las funciones y las
inmunidades de los Cónsules acaba de dar la ocasión a una correspondencia
bastante extraña entre el Gobierno inglés y el Gobierno colombiano. Tengo el honor
de adjuntar a Vuestra Excelencia el texto y la traducción de esta correspondencia.

.........

"Este documento ha sido reproducido el último 3 de marzo en la "Gaceta de


Panamá" y a propósito de esta reproducción el Gobierno inglés ha dado la orden al
encargado de su misión en Bogotá, de informar al Gobierno colombiano que por
justos que sean los principios generales de esta circular, no pueden recibir su
aplicación sino en países bien gobernados, pero que en un Estado donde el Gobierno
y la administración de la justicia son tan defectuosos como en Panamá, las
autoridades se expondrían a riesgos muy serios si se negaren a escuchar a los
representantes de los Agentes Consulares de Su Majestad, en el caso de que
súbditos británicos sufrieran algún perjuicio o alguna injusticia por parte de las
autoridades locales.

..........

"El Sr. Chapman, vice-cónsul encargado del Consulado General de Su Majestad


británica, es quien ha recibido, del Secretario interino de Relaciones Exteriores (de
Colombia), la respuesta que creo de mi deber presentar a Vuestra Excelencia con un
análisis.

"1) La comunicación del Gobierno inglés ha causado al Poder Ejecutivo una


impresión penible, pues Colombia tiene derecho a esperar de la Gran Bretaña el
respeto que se debe entre Estados soberanos.

"3) ¿En qué la administración pública de Panamá es defectuosa? Si el Gobierno, de


Su Majestad no motiva esta aserción ofensiva, me veré forzado a calificarla de
irreflexiva.

"4) ¿En qué parte de la circular en cuestión se niega a los cónsules de Su Majestad
el derecho a ser escuchados mientras que no se salgan de los límites de sus
funciones? Y en caso de negación, ¿cuáles son los riesgos muy serios a los cuales
estaremos expuestos? ¿Con cuáles peligros nos amenazan?

111
"7) Los cónsules en Oriente tienen inmunidad y prerrogativas mucho más amplias
que en los países cristianos. El Gobierno británico quiere asimilar sus cónsules en
Colombia a aquellos que están acreditados en Oriente. Espero de Ud. informaciones
más explícitas sobre ese punto.

"Esta respuesta, Señor Ministro, está fechada el 22 de noviembre; el 28, ella fue
publicada en el "Diario Oficial" de Bogotá, al mismo tiempo que la nota del Sr.
Chapman.

"Yo me permitiré observar que de todos los reproches dirigidos por el Sr. Pérez al
Gobierno inglés a propósito de la nota del Sr. Chapman, hay una, al menos, que no
es fundada; a saber, que esta nota es irreflexiva (poco meditada, en el original en
español). En efecto, hace aproximadamente cinco meses que el vice-cónsul inglés
recibió instrucciones de su Gobierno. Un poco conmovido con la dureza de ciertas
expresiones, en lugar de hacer una comunicación oficial fue a ver al Sr. Antonio
Roldán, entonces Secretario de Relaciones Exteriores y le remitió una nota verbal.
El Sr. Roldán le dijo: 'si usted quiere que el Gobierno colombiano responda, escriba
usted oficialmente'. El Sr. Chapman rindió cuenta de su gestión a su Gobierno, el
cual le escribió en el mes de octubre: es oficialmente como Ud. debe transmitir
nuestras observaciones al Gobierno colombiano. Fue solamente entonces cuando el
Sr. Chapman dirigió su nota del 19 de noviembre, en la cual copió literalmente los
términos empleados por el Foreign Office"19.

Medidas militares de las potencias

Desde el mismo momento en que se daba un levantamiento o un conato de guerra civil, las
potencias imperialistas asumían el papel de gendarmes internacionales, reducían a simples
cláusulas de papel las solemnes declaraciones sobre la soberanía colombiana y en forma
preventiva procedían a enviar navíos de guerra a los puertos colombianos para que pesaran
como una amenaza y una advertencia contra la independencia del país; y para no quedarse
atrás y poder tomar parte en el posible reparto del botín territorial en caso de que otra
potencia tomara la iniciativa y se adelantara a iniciar la conquista. Ya hemos visto cómo
durante la revolución de 1875 y a propósito de la ocupación por los rebeldes de algunos
puertos de la Costa Atlántica y no obstante que como decía el Cónsul de Francia "hasta este
día no he tenido noticias de que ningún francés haya sido objeto de vejaciones. Mi colega
de Inglaterra, por su parte, no ha recibido ninguna reclamación", ya el puerto de
Barranquilla contaba con la amable visita de una fragata alemana, de dos cañoneras
inglesas y de un crucero francés. Existe un documento muy claro sobre las intenciones de
las diferentes potencias en el que se ve cómo se Vigilaban entre si para que las otras no se
19
Archivos del MAE de Francia. Colombie, correspondance Politique, 1882-1885, Vol. 34; pp. 130-134.

112
fueran a adelantar y a apoderarse en forma exclusiva del botín. Se trata de la comunicación
enviada por el Cónsul General de Francia en Bogotá al Ministro de Relaciones Exteriores
de su país, el 25 de octubre de 1875, en la cual expresa la necesidad de que la Flota
Francesa esté representada en Panamá pues con motivo de un levantamiento, el del Coronel
Aizpuro contra las autoridades del estado, las tropas norteamericanas estaban prontas a
intervenir y las marinas inglesa y alemana ya habían enviado buques por lo cual, en su
concepto, era necesario que la marina francesa hiciera lo mismo para no quedar atrás y
poder decir algo con el respaldo de la flota.

"Señor Duque:

"El Sr. Foncannet habrá sin duda informado a vuestra Excelencia de la gestión que
el Contra-Almirante Mullancy, comandante en jefe de la división naval americana
del Atlántico, ha hecho ante las autoridades de Panamá a nombre del Gabinete de
Washington. Yo no estoy en capacidad de saber si esta gestión habrá sido seguida
de medidas militares que tengan como finalidad ostensible la protección de los
intereses americanos en el istmo, pero destinadas en realidad a encubrir Otros
proyectos. Todo lo que yo puedo decir a Vuestra Excelencia es que el Gobierno
Colombiano parece completamente tranquilo respecto a las intenciones del
Gobierno de los Estados Unidos a este propósito, y que el Ministro de Inglaterra
parece compartir su confianza.

"En presencia de las fuerzas navales relativamente considerables que los americanos
tienen en este momento en Colón y en Panamá, sería prudente, sin embargo, que
nuestro pabellón de guerra estuviese allí representado por algún buque. He aquí
cuáles eran, en efecto, en la fecha del 22 de septiembre último, los navíos de guerra
de los Estados Unidos, anclados en esos dos puertos:

"Panamá: fragata 'Richmond', de 14 cañones que lleva el pabellón del Contra Reed
Worden, comandante en jefe de la división naval del Pacífico y corbeta 'Amana' de
12 cañones.

"Colón: fragata 'Worcester' de 15 cañones, que lleva el pabellón del Contra


Nullonce y buque 'Shaurinut' de 3 cañones.

"La fragata alemana 'Augusta' de 14 cañones y la corbeta peruana 'Unión' de 10


cañones estaban, además, la primera en Colón y la segunda en Panamá. En cuanto a
la marina inglesa, yo creo, Sr. Ministro, que debe estar representada, en este
momento en Panamá, por la fragata 'Albatroz', navío que ha recibido del Almirante
la orden de dejar el Callao para ir a estacionarse en ese puerto, hasta nueva orden"20.

20
Archivos del MAE de Francia. Colombie, correspondance Politique 1870-1876, Vol. 32; pp. 282-283.

113
LA INTERVENCION DE ALEMANIA POR LOS SUCESOS DE BUCARAMANGA
EN EL AÑO DE 1879

A diferencia de otros países latinoamericanos como Argentina, Uruguay, Chile y Brasil, en


Colombia la inmigración de europeos no ha sido de significación durante los siglos XIX y
XX. Dentro de esta realidad la inmigración de alemanes al Estado de Santander, sobre todo
en el decenio de 1870 a 1880, fue un caso algo excepcional pues durante este período se
ubicaron en las ciudades de Cúcuta, Ocaña, Bucaramanga y Socorro, más de 100 alemanes
que se dedicaron al ejercicio del comercio y la banca y que lograron controlar, en gran
parte, la explotación y exportación de quinas. Estos ciudadanos, que en su mayoría eran
jóvenes y solteros, lograron una preeminencia económica y social en la región que chocó
con los intereses de otros sectores colombianos que se veían competidos o expoliados por el
monopolio comercial y financiero que los extranjeros lograron alcanzar, en unión con
algunos capitalistas colombianos21.

El más influyente y poderoso de ese grupo de extranjeros fue Geo Von Lengerke quien
llegó a Santander hacia 1852 y murió en Zapatoca en 1882. Lengerke vinculó su capital a
diferentes actividades -agricultura, comercio, obras públicas, extracción de quinas, etc.-22.

Al igual que muchos de sus compatriotas radicados en Santander, Lengerke se vinculó al


negocio de las quinas cuya explotación tuvo mucha semejanza con los tristes episodios de
las caucheras. En el año de 1863 el Estado de Santander otorgó a Geo Von Lengerke
12.000 hectáreas de terreno. En el año de 1880 el Gobierno Central otorgó 20.000 hectáreas
a la Sociedad Cortisoz y Compañía. Sobre ambos terrenos que coincidían geográficamente,
los adjudicatarios iniciaron la explotación de quinas lo cual dio lugar a fuertes litigios y a
tropelías y acciones armadas por ambas partes. Las dos compañías armaron a sus gentes y
por la fuerza trataron de bloquearse mutuamente. A ese propósito es claro el memorial que
dirigió la Compañía Industrial de Santander (propiedad de Cortisoz), el día 13 de octubre

21
"Ya para 1875 estos comerciantes (los alemanes) práctica mente habían monopolizado las compras de café,
cacao, cueros, añil, quina, tagua, tabaco, orquídeas y sombreros fabricados domésticamente con nacuma y
cañabrava, productos todos éstos que por las vías de Maracaibo y el río Magdalena comenzaron a exportarse
tiara Hamburgo y Bremen". Horacio Rodríguez Plata. La inmigración alemana al Estado Soberano de
Santander en el siglo XIX. Bogotá, Editorial Kelly, 1968.
22
Con su capital, Lengerke "contrató, construyó y obtuvo privilegio sobre los siguientes caminos: el de
Zapatoca a Barrancabermeja, el que se llamó de Cañaverales, partiendo desde un punto intermedio entre
Bucaramanga y Rionegro, hasta el puerto de Botijas sobre el río Lebrija, el de Girón a La Ceiba, el que
partiendo del caserío de Lincoln o Aguadas en dirección al Tablazo unió el camino de Sogamoso, y, además
un puente de alambres sobre este último río y el famoso, primero del país en su tiempo, que lleva todavía el
nombre de Puente Lengerke, sobre el río Suárez". Ibid., p. 108. En los terrenos baldíos que le otorgó el Estado
de Santander fundó algunas haciendas como la de Montebello en donde mantenía "unas trescientas mulas para
movilizar la numerosa carga de mercancías extranjeras con que proveía a sus depósitos y almacenes de
Zapatoca, San Gil, Socorro y Bucaramanga, a la vez que para conducir a Barrancabermeja, vía para el
exterior, sus grandes cargamentos de tabaco en rama, sombreros de jipijapa, caf;, tagua, cacao, anís, añil y
otros tintes vegetales". Ibid., p. 101.

114
de 1880, al Secretario de Hacienda del Socorro. En él acusaba a la Compañía de Lengerke
de:

"… 5) Impedir con la fuerza armada, en el punto denominado 'Boquerón del Serro
de la Paz' la entrada de víveres para el personal de la Compañía Industrial.

"6) Impedir y también con fuerza armada, el paso por dicho punto, de operarios
destinados a los trabajos de la Compañía.

"7) Prohibir con vías de hecho el tránsito de personas y de recuas, por el camino de
Barrancabermeja, a pesar de ser ésta una vía pública; y

"8) Levantar fuerzas sin permiso o autorización de ningún poder público,


organizando un cuerpo, según es voz general, hasta de 300 hombres con armas de
precisión y algunos con uniforme militar; hechos prohibidos por el artículo 55 del
Código de Policía, el primero, y por el artículo 60 el segundo"23, 24.

En Bucaramanga, el grupo alemán había adquirido gran preeminencia económica y social.


Controlaba el comercio, manejaba el Banco de Santander y a través de las logias masónicas
extendía su influencia, no sólo en el mundo económico, sino también en el político, a través
del sector radical. Tenía asiento en el Club del Comercio, centro social elitista, y
participaba, directa e indirectamente, en la vida política del Estado25.

Mientras que el grupo extranjero y algunos capitalistas nacionales extendían su influencia y


poderío, la mayoría de la población era duramente golpeada por la situación económica.
Sectores del artesanado de Santander tenían que soportar la desaparición de sus oficios ante
la competencia de las manufacturas extranjeras comercializadas, precisamente por los
grupos aludidos. Los busca dores de quina, golpeados por la violencia y el paludismo, veían
evaporarse el producto de sus esfuerzos e manos de la elite que monopolizaba el mercado
del producto.

Ya desde la época de la presidencia de Obando se habían fundado en Santander Sociedades


Democráticas para la defensa de los artesanos y otros sectores populares. En el Socorro, por
ejemplo, habían circulado periódicos como "El Demócrata" y "El Amigo del Pobre", en los
que se propalaban las doctrinas de los socialistas utópicos.

23
Citado por Rodríguez Plata, Op. cit., p. 132.
24
Otra secuela no menos cruel, aunque ignorada, de la explotación de la quina fue la destrucción de la
población indígena del Opón, que de "unos quince mil que se calcula que existían hacia 1860, bajaron a diez
mil en 1880, a cinco mi en 1900, a mil en 1910 a quinientos en 1920 y a unas des do cenas hacia 1925" Ibid.,
p. 117.
25
"Lengerke fue en la guerra de 1876-1877, para 'los revolucionarios conservadores del Estado Soberano de
Santander, presidido entonces por el doctor Marco Antonio Estrada Plata, una especie de Rotschild que en el
espacio de un silo contribuyó con su inmenso capital a financiar el sostenimiento de los alzados en a difíciles
días de la guerra civil, así como también el señor 'Salomón Koppel, ya establecido en Bogotá, fue el banquero
del Presidente de la Unión, don Aquileo Parra". 'Ibid., p. 106.

115
En Bucaramanga, en 1864, se fundó una sociedad de artesanos que fue denominada por sus
adversarios "La Culebra de Pico de Oro"; ésta sirvió de núcleo para que se expresaran, no
sólo ideas e intereses populares, sino también para que se incubara un germen nacionalista
en reacción contra los extranjeros que en gran parte dominaban la vida económica de la
ciudad 26.

Durante los días 7 y 8 de septiembre de 1879 Bucaramanga fue escenario de encuentros


entre diferentes sectores de la población, los cuales dejaron como saldo más de una docena
de muertos. Entre estos hubo dos súbditos del Emperador de Alemania, el Sr. Herderich
director del Banco de Santander y el Sr. Goelkel, comerciante. Esto dio lugar al respectivo
proceso de reclamación, e indemnización que se adelantó por el cauce diplomático. El
asunto es interesante porque, de una parte, revela entre ciertos sectores de la población un
descontento contra los "ricos" y los "extranjeros", que era muy diferente de la política que
adelantaban los sectores dominantes y el gobierno, y desde el punto de vista de la forma de
la reclamación, porque tras los argumentos jurídicos que se esgrimieron, Alemania hizo
saber desde el comienzo que si no se satisfacía plenamente su demanda habría una
intervención armada. En cuanto a la apreciación que tenía el diplomático francés de los
acontecimientos, cabe destacar su solidaridad de clase que los acercaba, por una sola vez, al
punto de vista del representante dé la ponencia enemiga de su país, Alemania. El 30 de
septiembre de 1879 el Cónsul General de Francia en Bogotá comunicó al Ministro de,
Relaciones Exteriores de su país, los siguientes hechos:

"Señor Ministro:

"Los acontecimientos a los cuales he hecho alusión están relatados con todos sus
detalles en el número de hoy del 'Diario de Cundinamarca' que tengo el honor de
adjuntaros. Reduciéndolos a su más simple expresión se pueden resumir como
sigue: todas las autoridades municipales de Bucaramanga, de acuerdo con una
banda de malhechores reconocidos, habían concebido el propósito de asesinar y
26
Una publicación aparecida en Bucaramanga en 1879, suscrita por algunos ciudadanos colombianos que se
encontraban en la cárcel a raíz de los sucesos del 7 y 8 de septiembre de 1879, nos da cuenta de la pugna que
se vivía y a la vez nos muestra la forma ingenua como reaccionaban los sectores populares que protestaban
contra la situación de dominación económica y social, a través de la crítica a la forma de vida de los
extranjeros:
"Hace algunos años que comenzaron a venir a esta ciudad los primeros extranjeros europeos, y a virtud de la
generosa hospitalidad con que fueron recibidos, ellos la interpretaron como abyección y la correspondieron
con el abuso, pasando de aquí al desenfreno del tiempo de las ciudades malditas de que nos habla el Antiguo
Testamento.
"Habiendo principiado la corrupción de Bucaramanga desde unos 28 años ha, comenzó desde allí también el
odio contra los corruptores por todos los padres de familia y demás personas honradas. Entre los extranjeros
que más se han distinguido por sus irrespetos a nuestra sociedad y por su vida licenciosa, figuran en primera
línea los alemanes.
"Muchos de estos se han señalado por una vida sobria y moderada, en punto a liviandad, es cierto; pero en
cuanto a embriaguez, no se ha podido hacer excepción; algunos de los más morigeradores han muerto de
combustión espontánea y otros degollados por sus propias manos...". Op. cit., p. 62.

116
robar a todos los habitantes importantes de la ciudad, sin otra razón para actuar de
tal manera que su odio contra los ricos y contra las categorías sociales nacidas de la
práctica de los deberes sociales y el amor al trabajo. Este propósito abominable,
fríamente combinado por esos monstruos ha sido puesto en ejecución en la medida
en que las circunstancias lo han permitido, en un refinamiento y crueldad que
denotan la perversión más absoluta del sentido moral entre los miembros de las
sociedades radicales del Estado de Santander.

"Desgraciadamente para el Gobierno Colombiano dos negociantes alemanes han


sido masacrados por esos bandidos, un tercer súbdito del Emperador ha sido
gravemente herido por ellos, el escudo, las puertas y las ventanas del Consulado de
Alemania han sido acribillados a golpes de piedra y el mismo Cónsul, Sr. Scbreder,
sólo ha podido salvarse gracias a la huída. Al conocer estos hechos, el Ministro
Residente de Alemania, Sr. Von Gremetqzki ha dirigido las más enérgicas
advertencias verbales al Secretario de Relaciones Exteriores de la Unión y ha
amenazado e apelar a las fuerzas navales del Imperio si no se inflinge un castigo
ejemplar a los culpables...

"Para el Gobierno Federal será tanto más difícil acordar las satisfacciones que
exigirá el Gabinete de Berlín por cuanto que la causa de los bandidos de
Bucaramanga ha encontrado ya ardientes defensores entre los miembros de la
Asamblea de Santander actualmente reunida en el Socorro. Es pues, probable que
ellos saldrán de la prisión no solamente absueltos sino más aún colmados de
honores y coronados por la aureola del martirio por los ultra radicales colombianos
cuyo número es más considerable de lo que se supone en general y los cuales no
disimulan su contra lo que ellos llaman la aristocracia de los ricos opresores del
pueblo.

"El crimen de Bucaramanga puede repetirse mañana en Bogotá donde existe un


conjunto de riqueza más considerable que en ninguna otra ciudad de la Unión y
donde pulula un populacho, andrajoso que arroja ardientes miradas de codicia sobre
las mercancías valiosas de que están llenos los almacenes de los comerciantes
europeos y sobre las bolsas de piastras que ve precipitarse cada día en las cajas de
los bancos. Ya los muros de la ciudad están cubiertos de inscripciones invitándoles
al pillaje de estos establecimientos y a matar a los ricos y glorificando el ejemplo
que les ha sido dado por los asesinos santandereanos. Yo no creo que el daño sea
inmediato y no siento ningún temor por la vida de nuestros compatriotas que entre
los extranjeros ciertamente son los menos detestados por el pueblo, pero faltaría a
mi deber si no señalara a Vuestro Departamento esos graves síntomas de subversión
social y si no se recordara que ya he tenido el honor de escribiros el 28 de julio
pasado, bajo el rubro de Contencioso, sobre el atentado de que ha sido víctima

117
nuestro Agente Consular en Medellín el 3 de marzo en su establecimiento de
Titiribí"27.

La versión del diplomático francés es ilustrativa sobre la situación de división social entre
ricos y pobres pero es totalmente parcializada en cuanto al relato de los acontecimientos.
En el libro de Horacio Rodríguez Plata, que tanto se ha citado acá, puede encontrarse a
partir de la página 64 una versión correcta de lo sucedido. Puede verse con él, con base en
documentos de la época, que los señores del "comercio" como se llamaba al sector,
oligárquico tuvieron activa participación en los sucesos y que precisamente el primer
muerto, el Sr. Estevez, fue alguien que ese día había figurado en la lista electoral de los
"democráticos", llamados bandidos por el diplomático francés. Por no ser ese el objeto del
presente trabajo no ahondamos en la relación de los sucesos y a esa obra remitimos para
abocar nosotros, solamente el aspecto de, la forma cómo se adelantaban las reclamaciones.
De todas maneras es bueno destacar que la apreciación del diplomático francés no se aleja
mucho de la de ciertos escritores y políticos colombianos de época en cuyo pensamiento
gravitaba el espectro de la Comuna de París. Por ejemplo, el influyente jefe y escritor
conservador Carlos Martínez Silva en su revista el "Repertorio Colombiano" del 30 de
septiembre de 1879, escribía:

..........

"Tanto es esto así, tan hondamente infiltrada está ya en todos los espíritus sanos la
necesidad del restablecimiento de la pena de muerte, que al saberse en Bogotá -y
creemos que lo mismo sucederá en toda la República- los horrores de Bucaramanga,
una exclamación unánime salió de todos los pechos generosamente indignados,
anhelando porque hubiera un hombre de bastante resolución y energía que,
asumiendo toda la responsabilidad, fusilara, después de un juicio breve y sumario, a
las cabecillas del motín.

"Desgraciadamente ese hombre, que hubiera hecho en una hora un reputación


nacional, no apareció, más profunda tristeza se ha apoderado de los hombres
honrados al ver que esa cuadrilla de caníbales, amparados hoy por la ley y la
Constitución han quedado con vida.

..........

"El crimen, de, Bucaramanga puede repetirse mañana en Bogotá, donde existen
acumulados todos los elementos necesarios, para una subversión social espantosa.
Si las instituciones no se corrigen, si los llamados principios liberales siguen
seduciendo a los incautos y estimulando a los perversos, si los hombres de

27
Archivos del MAE de Francia. Colombie, Correspondance Politique, 1877-1881, Vol, 33; pp. 218-221.

118
propiedad continúan en el estúpido letargo en que hasta hoy han estado sumidos,
cuando se quiera poner remedio al mal, será tarde"28.

El ministro alemán en Bogotá pidió que se castigara a los autores del hecho no de acuerdo
con las leyes sino a las reglas del derecho de gentes aplicables a los bandidos y amenazó
con recurrir a la Armada de su país si no se le daba entera satisfacción a su petición. Esta
amenaza produjo una fuerte impresión en las autoridades colombianas las cuales se
apresuraron a dar todas las reparaciones e por el representante del imperio alemán, y como
gracia sólo obtuvieron que los acusados colombianos fueran juzgados según las leyes
colombianas. Por el simple aspecto jurídico cabe observar que si Alemania reclamaba por
actos arbitrarios cometidos contra sus súbditos, la imposición de la fuerza a la cual acudía
era también una a aunque como producto de la presión se diera un fallo ya viciado por la
fuerza.

Los efectos de la amenaza alemana sobre gobierno colombiano los describe en estos nos el
cónsul general de Francia en Bogotá, en comunicación del 31 de octubre de 1879, al
ministro de Relaciones Exteriores de Francia.

"Señor Ministro:

"El temor experimentado por el Gobierno de la Unión de ver aparecer una división
naval alemana en el puerto de Barranquilla parece haber sacado de su letargo
habitual a la justicia colombiana. Los autores de las masacres del 7, 8 y 9 de
septiembre han sido efectivamente transferidos a San GiI, bajo la demanda del
Cónsul de Alemania en Bogotá para que se siga allí el juicio. Hasta este momento
ellos son sesenta y seis, comprendidos el Sr. Pedro Rodríguez, Prefecto del
Departamento de Soto, del cual Bucaramanga es la capital y el Sr. José Collazos,
Alcalde del distrito. Igualmente el Cónsul de Alemania ha solicitado y obtenido que
un batallón de la Guardia Colombiana fuera enviado a Bucaramanga para proteger
la vida y los bienes de los súbditos alemanes y de los otros, extranjeros que residen
allí. Este batallón permanecerá allí en guarnición por tanto tiempo como su
presencia se juzgue necesaria.

"Queda por conocer qué satisfacción exigirá el Gabinete de Berlín por la muerte de
los dos súbditos del Emperador que he tenido: el honor de señalares en mi carta del
30 de Septiembre, por las heridas graves infligidas a un tercero por la lluvia de
piedras lanzadas contra el escudo del Consulado del Imperio. Estas satisfacciones,
sean cuales fueren, muy probablemente serán acordadas por el Gobierno

28
Carlos Martínez Silva, capítulos de Historia Política de Colombia. Bogotá, Biblioteca Banco Popular, Vol.
41, 1973. T.I, p. 198.

119
Colombiano; tal es el profundo terror que inspira Alemania a todas las Repúblicas
hispanoamericanas desde la fatal guerra de 1870-1871"29.

La "historia diplomática" da cuenta en estos términos, de la forma "aceptable" como se


liquidó el incidente:

Restablecida la armonía con "el Imperio Alemán, cuyo Diario Oficial dio cuenta de la
satisfacción acordada por Colombia con motivo de los sucesos de Bucaramanga en
términos aceptables, se celebró un convenio entre el Secretario de Relaciones Exteriores,
General Salgar, y el Ministro Residente, señor C. Lueder, a fin, de establecer la forma para
el pago de la indemnización de $ 75.000 que la República otorgaba a los alemanes
perjudicados en dichos sucesos (junio 7 de 1884)"30.

La versión del diplomático francés en Bogotá es más explícita y permite darnos cuenta de
que la reacción de la población frente a la forma como se llevaba la política exterior de
Colombia no coincidía con la de los gobernantes. El 24 de noviembre de 1880, el Cónsul
General de Francia en Bogota escribió al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia en
estos términos:

"Señor Ministro:

"Como consecuencia de los acontecimientos el Gabinete de Berlín ha exigido una


reparación que el gobierno colombiano, se ha apresurado a acordar.

"Se ha convenido entre los dos gobiernos que la bandera: alemana sería saludada
por 21 cañonazos en la misma Bucaramanga; que una indemnización sería acordada
a los herederos de los dos alemanes asesinados y al que fue herido y, en fin, que los
autores de los desórdenes, entre los cuales figuran el Prefecto y el Jefe Municipal,
así como los asesinos, serían juzgados conforme a las leyes del país.

"La primera satisfacción, la del saludo a la bandera, ha sido dada el 9 de este mes.
La bandera alemana ha sido izada por un coronel y un teniente colombianos en
medio de la plaza principal de Bucaramanga y ha sido saludada por 21 cañonazos,
en presencia del Cónsul de Alemania a quien la tropa ha presentado las armas y el
cual estaba rodeado de sus compatriotas residentes en Bucaramanga, de los
representantes especiales del Gobierno Central, y de los del Estado de Santander.

"Una parte de la población de Bucaramanga no ha ocultado su descontento con


ocasión de la ceremonia, que el partido contrario a la administración del Sr. Núñez
ha calificado de humillante para la nación colombiana. Este descontento se ha
manifestado en numerosos letreros que la policía ha hecho desaparecer y por
29
Archivos del MAE de Francia. Colombie, Correspondance Politique, 1877-1881, Vol. 33, p. 224-227.
30
Raimundo Rivas. Historia diplomática de Colombia: 1810-1934. Bogotá, Ministerio de Relaciones
Exteriores, 1961; p. 510.

120
amenazas de ir a los extranjeros en general, proferidas por la multitud. Actualmente
reina en el Estado de Santander un espíritu de hostilidad hacia lo alemanes y todos
los extranjeros que sólo es impedido de manifestarse en actos por la presencia de
ochocientos hombres de tropa"31.

La actitud de las autoridades colombianas

Es evidente que las potencias imperialistas imponían una situación de subordinación en sus
relaciones con las autoridades colombianas y para ello se respaldaba en sus ejércitos y
armarlas que por los mismos tiempos daba muestra de eficacia en la expansión colonial de
África o en el bloqueo de Puertos latinoamericanos. Empero, los gobernantes colombianos
no eran simples víctima de una situación en la que ellos hubieran puesto todos los medios
para contrarrestarla Por el contrario, su actitud conformista era campo propicio para que se
desarrollara la amenaza. Ya vimos, a propósito del procedimiento para las reclamaciones
que la política del gobierno colombiano para sustraer de la justicia ordinaria el
Conocimiento de los casos de reclamaciones tenía por objeto precisamente, evitar toda
disparidad con la potencia reclamante y en consecuencia crear todas las condiciones para,
que la presión exterior pudiera complacerse íntegramente.

Pero no solamente a este nivel obraban las autoridades con un criterio pusilánime y
colaborador. En donde más clara se ve su actuación es a propósito del llamado que hacían a
los ejércitos extranjeros para que desembarcaran en el territorio nacional, constituyéndose
en árbitros y señores de las querellas civiles con consecuencias que nadie podía ignorar,
pues de todo el mundo era conocida la rivalidad imperialista por el control hegemónico de
Panamá Lo que aconteció en el año 1875; lo prueba hasta la saciedad. En ese año las
autoridades del Estado de Bolívar entraron en rebelión contra el Gobierno Central, lo cual
dio motivo al bloqueo de aduanas del que hemos hablado más atrás. Pues bien, el Gobierno
central acudió a las grandes potencias - Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania-,
para solicitarles, que procedieran aún por la fuerza contra los levantados en guerra civil.

El día 10 de agosto de 1875 el Secretario del Interior de los Estados Unidos de Colombia
dirigió al Encargado de Negocios y Cónsul General de Francia en Bogotá, una
comunicación -la misma que envió a los representantes diplomáticos de Estados Unidos,
Inglaterra y Alemania- en la cual autorizaba la intervención armada de esos países, en el
territorio nacional, dentro del conflicto interno que se desarrollaba. Dice dicha
comunicación:

"Al H. Señor Casimir Troplong, Encargado de Negocios y Cónsul General de


Francia.

31
Archivos del MAE de Francia. Colombie, Correspondance Politique, 1877-1881, Vol. 33; pp. 271-272.

121
Bogotá, 10 agosto de 1875.

"El infrascrito Secretario del Interior y Relaciones Exteriores, tiene el honor de


dirigirse al Honorable Señor Encargado de Negocios y Cónsul General de Francia, y
de acompañarle un ejemplar del Diario Oficial No. 3.519, en el cual encontrará
inserto el Boletín publicado el 7 del mes en curso, con el objeto que se permite
manifestarle en seguida.

"Reconocido como ha sido, en virtud de los hechos que en el citado documento sé


expresan, que el orden federal se halla interrumpido, juzga de su deber el Gobierno
de la Unión, además de procurar el más pronto posible restablecimiento del régimen
constitucional en todo el territorio de la República, el precaver entre tanto por todos
los medios que estén a su alcance, los abusos a que la prolongación del mal estado
actual del país pudiera dar ocasión con perjuicio de derechos o intereses extranjeros
que es deber de la Nación proteger y salvar.

"En consecuencia, y como es probable que las autoridades del Estado de Bolívar y
acaso también las de otro u otros Estados colombianos pretendan adoptar medidas
lesivas de los mencionados derechos e intereses de extranjeros pacíficos, tiene el
infrascrito instrucciones para declarar a S.S., como en efecto lo hace, que el Poder
Ejecutivo de la Unión considerará ilegal y por consiguiente nulo, cualquier bloqueo
de puerto de la Nación que por su orden o de su autoridad no fuere decretado ilegal,
nulo también todo embargo de embarcaciones ancladas en los puertos nacionales de
mercancías en estos depositad y que por lo tanto autoriza el desconocimiento y
levantamiento del bloqueo, que por cualquiera entidad se pretendiere mantener y
autoriza igualmente el que se impida cualquier embargo pie de otra autoridad que la
nacional se intentara hacer en la propiedad extranjera.

"Así mismo cumple el infrascrito con n a S.S.: que en el caso probable de que los
funcionarios locales que se hallan y los que se pongan en rebelión contra el
Gobierno nacional, pretendan tomar posesión de las aduanas, cobrar los derechos
fiscales y acaso expropiar o poner mi venta mercancías extranjeras de las
depositadas en las oficinas públicas, el Gobierno Nacional autoriza el que se impida
la ejecución de esos atentados y se deniegue y resista el pago de todo derecho
nacional a cualquier agente que no sea el legítimo encargado nacional para ese
efecto.

"Francisco de P. Rueda"32.

32
Archivos del MAE de Francia. Colombie, Correspondance PoIitique, 1870-1876, Vol. 32 pp. 264-265.

122
Ante esta autorización-petición del Gobierno colombiano, el Cónsul General de Francia en
Bogotá informó al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia de las gestiones que había
hecho "a solicitud del Gobierno de la Unión", por comunicación del 14 de agosto de 1875:

"Señor Duque:

"Víctima de un ataque repentino de gota, como con secuencia del duro trabajo que
he debido imponerme para terminar el correo diplomático que he expedido a la
costa, de concierto con los, Ministros de los Estados Unidos, Inglaterra y Alemania,
de los numerosos despachos y diversas, piezas, más numerosas, aún, que yo he
debido enviar, me es imposible escribir o aún dictar a causa de los atroces dolores
que padezco. Me veo pues, forzado a remitir a Vuestra Excelencia a la lectura de los
documentos que adjunto a este corto despacho. Esta lectura os suministrará la
prueba de que al menos yo he podido tomar las medidas y expedir las órdenes
requeridas por las graves circunstancias que atraviesa Colombia. Si a Vuestra
Excelencia parecen dignas de su aprobación, yo estaré dichoso por la actitud que he
creído deber asumir frente al Estado de Bolívar, por petición del Gobierno de la
Unión y de acuerdo con mis colegas extranjeros, especialmente con la legación de
Inglaterra y el llamado que yo he creído de mi deber hacer, debido a la urgencia,
para proteger y salvaguardar los intereses de nuestros nacionales en los puertos
colombianos del Atlántico"33.

La gota, sin embargo, no le había impedido al diligente funcionario diplomático, escribir al


Almirante de las fuerzas navales francesas en el Caribe, dándole instrucciones sobre lo que
debía hacer, en interés de Francia e Inglaterra, para complacer al Gobierno colombiano. En
dicha comunicación, el diplomático francés expresa claramente lo que el Gobierno
colombiano no podía ignorar al hacer tal petición, es decir, que los diferentes imperialismos
estaban interesados en el control de Panamá y que la intervención no podía más que
favorecer la realización de los proyectos norteamericanos con respecto al istmo. Dice dicha
comunicación:

Bogotá, agosto 12 de 1875.

"Señor Almirante:

"Como consecuencia de medidas arbitrarias tomadas en Barranquilla por el


Presidente del Estado de Bolívar y de un ataque dirigido por las tropas de este
Estado contra las fuerzas nacionales destinadas a mantener libre la navegación del
Magdalena, el Presidente de los Estados Unidos de Colombia se ha visto en la
necesidad de declarar la República en estado de guerra y me ha hecho dirigir por su
Secretario de Relaciones Exteriores, así como a mis colegas de los Estados Unidos,

33
Ibid., p. 263.

123
Inglaterra y Alemania, una nota por la cual no duda en solicitar nuestra intervención
para proteger y salvaguardar, en los puertos de la Unión, los intereses de nuestros
nacionales, los cuales reconoce como fuera de su capacidad de proteger y
salvaguardar por sus propios medios.

…………..

"En la respuesta que yo le he dirigido con fecha de ayer, el Sr. Dr. Francisco de P.,
Rueda, de la cual tengo el honor, Señor Almirante, de adjuntaros una copia, podréis
daros cuenta de que digo al Ministró del Gobierno colombiano 'que estoy en el
deber de hacer conocer su declaración a los Comandantes en jefe de las fuerzas
navales francesas del Atlántico y del Pacífico, invitándolos a adoptar las medidas
necesarias para proteger y salvaguardar los intereses franceses, en los puertos de la
Unión, conforme a la susodicha declaración sin dudar de que mi gobierno aprobará
la decisión que me creo debo tomar en esta circunstancia, bajo mi responsabilidad
personal y con miras a la urgencia de una acción inmediata.

"Mis colegas de los Estados Unidos y de Inglaterra (este representa al mismo tiempo
la legación alemana) han dirigido, por su parte, el Sr Dr Rueda, respuestas
concebidas en el mismo sentido que la mía. El Ministro de Inglaterra ha escrito,
además, al Comandante en Jefe de las fuerzas navales británicas en el Atlántico,
Comodoro cuya estación habitual es Jamaica, según creo, para que inmediatamente
tome las medidas que juzgue convenientes para proteger los intereses de sus
nacionales en los puertos colombianos del Atlántico. El Ministro de los Estados
Unidos ha debido escribir en el mismo sentido al Comandante en Jefe de las fuerzas
navales americanas.

"Hasta el momento, él Estado de Bolívar es el único de los nueve Estados de la


Unión que según mis conocimientos ha entrado en guerra con el Gobierno de la
República. Pero podría suceder que mientras os llega este despacho, los Estados de
Panamá y del Magdalena se unan a él. En este caso, el puerto de Sabanilla que
recibe mensualmente cerca de seiscientos mil francos de mercancías francesas y el
de Cartagena, no serían los únicos en los que importaría impedir que las autoridades
locales se apoderen de las aduanas y embarguen las mercancías que, se encuentren
allí. Los puertos de Santa Marta y de Río Hacha situados ambos en el Estado del
Magdalena, también tendrían necesidad, aunque en menor grado, de la protección de
los navíos de vuestra división.

…………….

"Una acción común de las fuerzas navales de Inglaterra y Francia, en la guerra civil
actual, no dejaría de ser ventajosa para nuestros intereses, lo mismo que para los
intereses británicos en Colombia. Yo no sabría cómo encareceros, Señor Almirante,

124
para que si os es posible os entendáis con los comandantes de los navíos de guerra
ingleses que se encuentran en la costa con el fin de adoptar, de acuerdo con ellos,
las medidas acordes con las circunstancias. El Ministro de la Reina en Bogotá, tiene
una perfecta comunidad de ideas conmigo sobre todos los puntos.
Aproximadamente sucede lo mismo con el Ministro de los Estados Unidos. Sin
embargo, como el gabinete de Washington pasa por alimentar frente al istmo
proyectos cuya realización sería favorecida por una escisión entre los Estados de la
costa y aquellos del interior de Colombia, sus intereses en la guerra actual no son
los mismos que los nuestros y yo no osaría haceros la misma recomendación en lo
que concierne a los comandantes de navíos americanos. Su actitud os indicará la que
debéis tomar frente a ellos.

"Envío copia del presente despacho al Departamento de Relaciones Exteriores"34.

Contrastan los cálculos finales del anterior documento con el dulce lenguaje diplomático de
la comunicación que el diplomático francés dirigió a su Excelencia el Señor Secretario del
Interior y de Relaciones Exteriores de la Unión para darle cuenta de que la petición del
Gobierno colombiano estaba satisfecha:

"Bogotá, 11 de agosto de 1875.

"El suscrito, Encargado de Negocios y Cónsul General de Francia, ha tenido el


honor de recibir la nota que Su Excelencia, el Señor Secretario del Interior y de
Relaciones Exteriores de la Unión ha tenido a bien dirigirme con fecha de ayer 10
de agosto de los corrientes, así como el número 3519 del Diario Oficial que a ella
iba adjunto.

"Habiendo tenido siempre el más vivo interés por la prosperidad de los Estados
Unidos de Colombia por los cuales el Gobierno francés ha profesado, en todo
tiempo, una particular simpatía, el suscrito no puede más que deplorar
profundamente que los actos de hostilidad cometidos recientemente por las tropas
del Estado de Bolívar contra las fuerzas de la Unión, destinadas por el Poder
Ejecutivo a mantener libre la navegación del Magdalena, hayan puesto a su
Excelencia el Señor Presidente de la República en la penosa necesidad de declarar la
República en Estado de guerra…"35.

34
Ibid., pp. 268-272.
35
Ibid.,p. 273.

125
Anexo: DETRAS DE LA MASACRE

El 5 y 6 de diciembre se cumple un nuevo aniversario de la matanza de las bananeras en la


ciudad de Ciénaga, ejecutada por el ejército colombiano a órdenes del general Cortés
Vargas. La siguiente es la traducción del documento que encontré en los archivos del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, en el que el Representante diplomático de
aquel país da cuenta de las actividades de la compañía norteamericana, UNITED FRUIT
Cy. Es de destacar que en este escrito, de l9l3, aparecen todos los elementos que se han
querido ocultar al país sobre las actividades de dicha compañía, es decir cómo ella
controlaba la tierra, la mano de obra, el comercio y las vías de comunicación; así mismo
aparece la actitud cómplice del gobierno y de los funcionarios colombianos y la política de
la compañía de acaparar tierras en el campo, y alrededor de la ciudad de Santa Marta para
poder controlar el sistema de transporte y la comercialización del producto. Debe anotarse
que el documento cobra especial significación por provenir del representante diplomático
de Francia, puesto que los voceros oficiales dijeron que todo lo denunciado en su momento
no era más que propaganda comunista. De la misma manera debe recordarse que el capital,
en cuanto a sus métodos, no tiene nacionalidad y que si el diplomático francés hizo una
descripción objetiva de las actividades de la compañía norteamericana, no fue ésta su
misma actitud ante capitalistas de su país que practicaban, los mismos métodos, como se
puede ver, con base en documentos del mismo archivo, en lo relacionado con las minas de
Timbiquí.

A. T. M.

"Bogotá, 11 de octubre de 1913

El Ministro de Francia, en Bogotá, a Su Excelencia el Señor Ministro de Relaciones


exteriores, en París1.

"Como continuación de mi comunicación Nº 180 del 4 de Octubre, tengo el honor de dirigir


a Vuestra Excelencia las siguientes indicaciones que nuestro Agente Consular, en Santa
Marta, me ha enviado a propósito de los intereses existentes en ese puerto y de la actividad
que allí despliega la UNITED FRUIT Cy. sociedad americana.

"La región de Santa Marta es explotada por dos empresas muy importantes, la del
ferrocarril 'the Santa marta Railway Cy Ld' compañía inglesa y la 'United Fruit Cy',
compañía americana que tiene su sede en Boston.

"Una tercera compañía 'Atlantic' trata de establecer, desde hace un año, la exportación de
banano pero la United Fruit Cy, que no admite competencia, le hace una guerra despiadada

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Traduzco "Ministre des Affaires Etrangéres", por Ministro de Relaciones Exteriores.

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y le arrebata su clientela comprando a los particulares los terrenos y sus cultivos de
bananos. A la hora actual la United Fruit Cy posee el 90% de los terrenos de la región
bananera.

"La United Fruit Cy posee igualmente la mayoría de las acciones de la compañía del
ferrocarril y controla la administración. El privilegio concedido a la "the Santa Marta
Railway Cy Ld" ha llegado a su término; ella no ha cumplido sus compromisos; el
Gobierno tiene el derecho de redimir la empresa por la suma de 2 millones de dólares.

"La Santa Marta Railway Cy cuenta con la complicidad de las autoridades y con los pocos
recursos de que dispone el Gobierno para la redención.

"Sus construcciones ella las continúa sólo para facilitar el transporte de banano que le deja
grandes beneficios y no se ha preocupado jamás de conseguir el capital necesario para
terminar la línea de ferrocarril y ponerse en regla con el contrato.

"Ella esperaba con los solos beneficios y la ayuda de la United Fruit Cy terminar sus
trabajos poco a poco en las regiones que más le interesan, olvidando el plazo estipulado.

"Si hasta el presente, la United Fruit Cy no ha hecho abiertamente ofertas al gobierno


colombiano para la redención es porque teme a la opinión pública que le es hostil. Tal
proposición de su parte podría precipitar la redención de parte del gobierno.

"Un grupo de colombianos de Bogotá y Medellín hacen, desde tiempo atrás, presión sobre
el Gobierno para llevarlo a retomar esta empresa. Ellos tienen razón. Esta redención es de
la mayor importancia para este país. Si el gobierno cede, esto será entregar la llave de
Colombia a los americanos.

"Este ferrocarril es una obra de porvenir; es la línea que debe recorrer todo el valle del Río
Magdalena, para ir hasta Bogotá, atravesando las tierras más ricas de Colombia, sobre la
vertiente Atlántica. Este ferrocarril es de construcción fácil; puede ser emprendido por
numerosos puntos a la vez; él llegaría hasta el Valle del Río Negro por dónde tendría
acceso a la Sabana de Bogotá.

"El puerto de Santa Marta está ocupado actualmente, en gran parte, por la compañía del
ferrocarril, por las vías, los talleres y los muelles construídos con el dinero de la United
Fruit Cy.

"En este momento, ella solicita nuevas concesiones de terrenos alrededor del puerto con la
intención de rodear la ciudad de vías férreas, de aislarla del puerto y de permanecer como
dueña de los accesos al puerto. Este proyecto de la United Fruit Cy está inspirado por el
objetivo de permanecer como dueña de todos los andenes y muelles que se construyan más
tarde. Es muy probable que llegará a alcanzar su objetivo pues es posible que los concejales

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municipales y las autoridades se dejen persuadir por los medios que emplean las grandes
compañías.

"Los americanos de la United Fruit Cy están instalados en una nueva Ciudad que esta
compañía está construyendo sobre los terrenos que ha comprado al sur de la ciudad de
Santa Marta. Esta será la ciudad americana.

"Hoy en día la ciudad de Santa Marta,, este lado, se reduce a las antiguas construcciones; la
United Fruit Cy. piensa separar próximamente estas dos zonas por una nueva línea de
ferrocarril. El trazado ya está hecho, resta obtener del Concejo Municipal algunas parcelas
que faltan aún.

"Una empresa francesa habría podido, con poco dinero, asegurarse los terrenos para los
muelles de depósito.

"En el plano que os envío veréis la parte situada entro el Río Manzanares y San Fernando;
son terrenos que pertenecen aún a particulares. Esta zona podrá ser más tarde convertida en
un puerto excelente pues, detrás de la playa, existe una laguna de dos kilómetros de largo y
un kilómetro de ancho aproximadamente.

"Para terminar y demostraros la invasión practicada por la United Fruit Cy os diré que
alrededor de los pueblos de la región bananera no queda terreno. Para hacer algún cultivo
los habitantes deberán en adelante ir a buscar en las montañas, lejos del ferrocarril, las
tierras que les son necesarias para cultivar los frutos indispensables para su vida. Hoy en
día todo es caro pues es llevado de regiones alejadas. La misma leña para la cocción de los
alimentos debe ser traída de muy lejos, de tierras que no pertenecen aún la United Fruit Cy.

"Si a esto se agrega que la United Fruit tiene, como en Panamá, establecidos comisariatos
donde vende de todo y a todo el mundo, empleados o no, que ella hace hasta de carnicería,
de lechería, etc., es fácil comprender que ella obligará a emigrar a todas las gentes que no
trabajan en sus plantaciones de bananos. "Desde la ciudad de Ciénaga hasta el Río San
Sebastián de la Fundación (de norte a sur) alrededor de 60 kilómetros y desde la Ciénaga
Grande hasta el pie de los contrafuertes de la Sierra Nevada (del este al oeste) 50
kilómetros aproximadamente, le pertenecen.

"Si en esta zona existen aún propiedades que pertenecen a particulares puede asegurarse
que están hipotecadas a la United Fruit Cy.

"Un gran mal a anotar aún es que esta compañía acapara la mano dé obra. En los
departamentos de Magdalena y de Bolívar, por todas partes faltan brazos en los cultivos
que no son de bananos.

"La United Fruit Cy pueda pagar cara la producción de banano porque el precio de venta se
lo permite.

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"Los otros cultivos no están en el mismo caso. Los mismos ganaderos han debido
abandonar una gran parte de sus praderas; ellos no tienen ya gente suficiente para los
trabajos. Un día serán conducidos, ellos también, a vender sus tierras a la United Fruit Cy
que ha emprendido igualmente la cría de ganado.

"En resumen, el pueblo en general está amenazado y será conducido suspender sus
empresas de cultivo y de cría de ganado hasta llegar a vender las tierras a la United Fruit Cy
y el país está amenazado por la dominación de los americanos si el Gobierno no redime el
ferrocarril de Santa Marta".

Firma ilegible

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