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VEREDICTO
En la ciudad de Quilmes, a los 30 días del mes de octubre del año 2017 reunidos los señores
jueces integrantes del Tribunal en lo Criminal nº 2 Departamental, Dres. Pablo Eduardo Pereyra,
Félix Gustavo Roumieu y Ariel González Eliçabe, bajo la presidencia del primero de los
magistrados de mención, a fin de dictar VEREDICTO en la causa nº 7338, seguida a Estela del
Valle FIGUEROA, Javier Alejandro PONCE LUQUE y Néstor Ramón JARA, por el delito de
homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas (arts. 45 y 80 inciso 6°
del C. Penal).
conformidad con lo dispuesto por el artículo 371 del Código de Procedimiento Penal, el Tribunal
CUESTIONES:
3º ¿Existen eximentes?
5º ¿Concurren agravantes?
1°) A la primera cuestión el Sr. Juez Dr. Ariel González Eliçabe, dijo:
En los lineamientos iniciales, el Sr. Fiscal Sebastián Videla dijo que habría de acreditar durante
el debate que“entre la tarde noche del jueves 16 de enero y la tarde del día viernes 17 de enero
de 2014, en un campo de plantación de soja sito en calle 517 y La Trilla del Centro Agrícola El
Pato partido de Berazategui, Estela del Valle Figueroa con el concurso premeditado de Javier
Alejandro Ponce Luque, Marcela Daiana Luque y Néstor Jara –quien habría recibido por su
actividad una promesa remuneratoria por parte de Figueroa- y con la finalidad de obtener la
acervo hereditario que beneficiaría también a Javier Ponce Luque y con el que haría efectiva la
producida por asfixia por negro de humo al incinerar el rodado Renault Sandero Stepway
propiedad de la víctima a quien habrían introducido mediante violencia en el baúl del mismo,
A momento de alegar, el Sr. Fiscal de Juicio retiró la acusación con respecto a Marcela Daiana
Ponce, lo que motivó su absolución por el Tribunal, conforme lo prevé el art. 368 última parte
CPP.
Al mantener su acusación respecto de los demás imputados basó sus fundamentos en las
siguientes probanzas;
1) Inició la reconstrucción del hecho con el hallazgo de un cuerpo humano calcinado en el baúl
de un automóvil, situación que emana de los testimonios de Marcos Sebastián Díaz y el policía
Horacio Esteban Vera, quien fuera uno de los primeros en arribar al lugar ubicado en el sector
Marcos Díaz contó que es ciclista y que acostumbra a participar de competencias de aventura,
que para ello salían a entrenar con su grupo de amigos por la zona de El Pato. Dijo que era a
mediados de enero y esa mañana cuando recorrían esa zona, cruzando cerca del campo del Club
de Golf en sentido hacia la Av. Buenos Aires,divisó un vehículo Renault Sandero prendido fuego,
por lo que pasó cerca del rodado, notando que en baúl se veía un cadáver.
Agregó que como encabezaba el grupo les avisó a sus amigos, los que por temor decidieron no
acercarse, retirándose todos del lugar, continuando su recorrido hacia Varela, aclarando que ese
mismo día no pudo denunciar el hecho, lo que hizo al día siguiente usando su celular.
Ante preguntas de la fiscalía, aclaró que si bien ya no había fuego, el hecho parecía reciente por
las cenizas. Que si bien era normal toparse con autos quemados sobre la calle que recorrían,
Esto se complementa con el relato de Horacio Esteban Vera, policía que acudiera al lugar una
Contó que por entonces prestaba servicio en la comisaría Quinta de Berazategui, con sede en El
Pato. Que eran mediados de enero cuando recibieron el llamado del 911 que comunicaba la
existencia de auto prendido fuego en las afueras de El Pato, casi en su límite con Varela, más
específicamente en la zona rural, sobre la calle 517, donde no hay casas, que era un domingo y
Dijo que llegaron y cruzaron una tranquera, dirigiéndose a pie unos 300 metros hasta una
arboleda en forma de letra L, la que poseía un claro en su centro, donde se hallaba el automóvil
con signos de destrucción por fuego, que se extendían sobre un sector de la vegetación.
Al describir la escena, contó que había el cuerpo de una persona en el baúl, que atrás había
tirada una patente que correspondería al automóvil y un juego de llaves. Que también se
visualizaba unas huellas de rodado que iban desde el automóvil hasta la calle Buenos Aires,
siendo ese el acceso al campo, desde los fondos de la zona de La Capilla, del partido de Florencio
Varela.
instrumento, así como las fotografías de fs. 3, sobre las cuales el testigo explicó la escena,
señalando con exactitud la arboleda donde se hallaba el automóvil y el sentido en que se dirigían
Respondió, a preguntas del Fiscal, que ellos ingresaron por la calle 517 a pie, siendo que del otro
lado aparecían las huellas, las que pudo seguir hasta desembocar en la Av. Buenos Aires, en
incineración total en su parte interior y trasera, que también estaban quemadas las cubiertas,
destacando que las huellas terminaban en el auto, aunque no podía aseverar que eran de ese
2) A esos testimonios deben agregarse los elementos incorporados por lectura al debate
mediante resolución de fs. 1019/1020 y con los alcances allí expresados, conformeel art. 366
CPP.
2.1) Del acta de procedimiento de fs. 1/2, se desprende que Vera acudió efectivamente al lugar
el 19 de enero de 2014, junto con la Oficial Silvana Benítez, tratándose de una plantación de
con un cuerpo calcinado dentro del baúl. Que sobre el piso se encontraba una patente con el
dominio KBQ-279.
También hicieron constar que tras llamar a los superiores y mientras resguardaban la escena,
notaron la existencia de las huellas de pisado de rodado que partían desde la parte trasera del
rodado, las que siguieron por el descampado, recorriendo un total aproximado de 500 metros
hasta llegar a la calle La Trilla y la Av. Buenos Aires, donde las huellas se perdían.
Que posteriormente y en presencia de un civil que ofició de testigo de actuaciones, los peritos
de la escena.
Esto es conteste con el informe del Centro de Emergencias 911 de fs. 56, dando cuenta de la
2.2) Las fotografías-incorporadas al debate de forma plena-fueron agregadas a fs. 3/4, las que a
su vez se complementan con las que obran a fs. 79/80, donde puede apreciarse el campo donde
se halló el vehículo quemado, el estado del rodado y la existencia del cuerpo incinerado en su
interior, además de la patente y las llaves que se ubicaban sobre el piso, a escasa distancia.
2.3) A fs. 5 y 111 obran sendos croquis ilustrativos, también incorporados en forma plena,
destacándose en particular el primero de ellos, que fuera dibujado por el Teniente Vera y donde
puede apreciarse el lugar de hallazgo del rodado en el campo de soja, a unos 500 metros de la
calle 517.
También se visualizan las huellas a las que hiciera referencia Vera, que iban desde el rodado,
recorriendo hasta el lugar de acceso al campo, en la intersección de las Av. Buenos Aires y la
2.4) El informe pericial de rastros se encuentra glosado a fs. 90/108, destacándose en este punto
el pasaje obrante entre las fojas 90 a 101, referidas en concreto a las tareas realizadas en el lugar
En tal oportunidad se tomaron fotografías del lugar y del rodado Renault Sandero, así como del
cuerpo incinerado que permanecía en el baúl, que impedía en ese momento dar con la identidad
o el sexo del mismo.Se aprecian además en las imágenes la patente y las llaves a las que aludiera
Vera, así como también la existencia dos pequeños envases de lubricante para motos.
Todos estos elementos constan descriptos en el acta de levantamiento de evidencias físicas
Perito en Incendios del Cuartel de Bomberos de Hudson, cuya tarea quedara reflejada a fs.
125/130, donde hizo constar que el rodado se vio afectado totalmente por las llamas, las que se
iniciaron del sector de la tapa del tanque de combustible, extendiéndose hacia los sectores
adyacentes y desde el exterior hacia el interior del auto, causándose los daños ya descriptos.
Tras analizar los rastros e indicios en los restos de pinturas y chapa, llegó a la conclusión de “…
haberse producido una combustión limpia enmarcándose una V producto de la primer y gran
temperatura emanada del combustible del tanque… del que se destacan ampollas en parte de
la pintura producto de que pudo haberse utilizado algún producto derivado del petróleo que
pudo haber funcionado como acelerante del proceso ígneo… a partir de la tapa del tanque de
combustible… con un elemento de llama libre o abierta… [como ser] mechero, encendedor,
fósforos o algún elemento de fabricación casera ayudado por algún producto derivado del
El perito dejó constancia que a su arribo ya no se encontraba el cuerpo humano, que había sido
2.6) Corresponde valorar entonces el protocolo de autopsia de fs. 168/169, donde se plasmó
que la tarea se llevó a cabo respecto de un cuerpo hasta entonces sindicado como “N.N.”, cuya
identidad restaba ser establecida, dejando constancia el médico forense de que se trataba de
un cuerpo adulto dada su dentadura, aunque con una talla menor a 1.50m como consecuencia
de haberse reducido por efectos del fuego, por lo que correspondía enviarse muestras a análisis
Los músculos de la zona del cuello también se hallaban carbonizados, pero que tras
ingresar a la vía aérea superior, constató presencia de negro de humo y sangre. En la zona del
tórax, notó que los pulmones estaban carbonizados y reducidos, el corazón cocido con sangre
sectores; se objetivó a nivel frontal del entrecejo y lado izquierdo un traumatismo que denota
hundimiento del entrecejo, fractura horizontal supraorbitaria izquierda y otra vertical que
El médico dio cuenta, además, que al ser evertida la calota, constató que el cerebro,
cocido y duro, presentaba una coloración parduzca, que se correspondería con una “…
El perito detalló que ante la presencia de larvas vivas, podía inferir que el cuerpo llevaba
humo en la vía aérea superior determinaba que al momento de ser prendido fuego, la víctima
Por todo ello, concluyó que “… la muerte… se produjo por PARO CARDIORRESPIRATORIO
mosca verde extraídas del cuerpo en descomposición, que la muerte databa de 3 a 4 días.Dicho
recolectaron las larvas analizadas, lo que sitúa la fecha de ocurrencia entre los días 16 y 17 de
enero de 2014.
El informe histopatológicode fs. 268/272., da cuenta que tras analizar las muestras de la
calota craneana y de los tejidos, se pudo establecer que las fracturas en el cráneo resultaban ser
tranquilizantes, conclusión a la que científicamente se llegó tras analizar las muestras de larvas
el domicilio del causante y las pericias analizadas, se puede concluir que la afirmación del Fiscal
sobre la modalidad de ejecución del hecho ha sido concertada por varias personas, ya que un
solo ejecutor no habría podido engañar a la víctima, trasladarla hacia un lugar alejado del
domicilio que habitaba, golpearla hasta que perdiera el sentido, ubicarla en el baúl de su propio
derivados del petróleo, donde muriera quemado vivo, quien fuera encontrado varios días
las investigaciones llevadas a cabo sobre el automóvil, las que derivaron en los testimonios de
familiares y amigos de Héctor Jesús Barraza, elementos que habré de analizar secuencialmente.
3.1) Del informe de la DNRPA de fs. 152 y su complementario de fs. 252, se extrajo que el rodado
domiciliado en calle Pedro Morán 359 de Florencio Varela. Este dato permitió localizar a las
3.2) En este punto deben analizarse los testimonios de los familiares de la víctima, que vinieran
a declarar en las distintas audiencias del juicio oral, quienes dieron cuenta de los últimos días
Miguel Angel Barraza dijo ser el hermano de Héctor, a quien vio por última vez el domingo 12
de enero de 2014 en la casa de su madre, donde estuvieron juntos entre 20 minutos y media
Que durante esa semana, pasó el día jueves por el frente de la casa de su hermano y notó la
puerta entreabierta, que golpeó las manos pero no fue atendido, que luego volvió a pasar el
y le dijo que parecía que habían entrado a robar a la casa del “Tío Pájaro”, en referencia a su
hermano Héctor, por lo que de inmediato se fue hacia el lugar, que queda a unas 8 cuadras. Una
vez allí, se encontró con la policía, quienes le anunciaron que estaban allí en razón de una
llamada anónima.
Dijo el testigo que pasando por la casa de un vecino, saltaron el paredón e ingresaron al domicilio
de su hermano por la puerta entreabierta que tenía el pestillo cerrado, donde notaron que
estaba “todo ordenadito”. Que en la habitación las frazadas estaban como si recién se hubiese
levantado de dormir, notando que en un cuarto del fondo había dos frazadas y un almohadón
policías, tras lo cual fueron a hacer la denuncia, pensando que había pasado algo muy grave,
porque su hermano era muy cuidadoso al cerrar su casa y que jamás hubiera salido sin sus llaves.
Manuel Enrique Barraza, también hermano de Héctor Barraza, aportó mayores precisiones en
cuanto a los últimos días de la víctima, manifestando que la última vez que lo vio fue el 15 de
enero, que tras una charla, su hermano le dijo que se tenía que ir hacia su casa, ya que iba a
llegar “la flaca”, en referencia a Estela su señora, acompañada por “gente de la iglesia”, los que
Dijo que esa charla ocurrió a las 4 o 5 de la tarde del día 15 de enero, que lo único que atinó a
decirle a su hermano era que se cuidara, que luego no lo volvió a ver, que lo llamaba por
Que finalmente el domingo siguiente se enteró de su ausencia por su otro hermano, quien había
ido a la casa con la policía. Que se acercó hasta el lugar pero no ingresó, sino que esperó afuera.
Algo similar señaló Rosa Mabel Barraza, otra de las hermanas del causante, quien dijo durante
el debate que Héctor tenía una relación fluctuante con su señora, con quien el vínculo era bueno
y en otras épocas malo. Para el tiempo en que ocurrió el hecho su hermano estaba tratando de
recomponer la relación con su mujer, por lo que se reunían poco, siendo que la última vez que
ella lo vio fue el día 14 de enero, cuando ella pasó con su perra por el frente de la casa de Héctor.
Dijo que eran cerca de las 16 horas y que tras observar entre las chapas de la reja, advirtió que
estaban en el domicilio su hermano Héctor y Estela su mujer, por lo que no quiso interrumpirlo,
Algo similar dijo Antonia Jacqueline Barraza, prima de la víctima, quien también remarcó
que Héctor intentaba recomponer la relación con su mujer, a quien amaba y siempre la iba a
buscar para llevarla a algún lado a pasear y comprarle cosas o ropa en la feria.
Esta mujer, al igual que Rosa, contó que su último encuentro con su primo fue el 14 de
enero de 2014.
3.3) En igual sentido se expresó Nelly Susana Gari, vecina de la víctima, quien ante el
Tribunal dijo sin dudar que el día miércoles 15 de enero de 2014 pasó en bicicleta por la puerta
de la casa de Héctor Barraza, siendo las 7.30 horas aproximadamente, advirtiendo que en el
lugar estaba la mujer, quien hablaba con un sujeto morocho, al que vio de espalda.
Dijo que al ver a la esposa de Héctor de nuevo en la casa, se puso contenta, ya que sabía
3.4) De este modo, se aprecia que la desaparición de Héctor Jesús Barraza resultó
contemporánea con el hallazgo del cuerpo en el interior del Renault Sandero de su titularidad,
identidad agregada a fs. 117, aportado por uno de los hermanos de la víctima, donde se aprecia
Finalmente, la identidad fue verificada a través del peritaje de cotejo de ADN obrante a fs.
202/210, al que fueron sometidos los restos calcinados, comparados con muestras obtenidas de
Miguel Angel Barraza y Manuel Barraza, además de su madre Yolanda del Carmen Castillo.
Tras los análisis de rigor, el perito concluyó que había una probabilidad de 99.999999 % de que
la Sra. Castillo sea la madre de la víctima. Asimismo, determinó que existían lazos de hermandad
No caben dudas, entonces, de que el cuerpo pertenecía a quien en vida fuera Héctor Jesús
Barraza.
4) La extensa prueba valorada me lleva a tener por acreditada la existencia del hecho según se
describiera al inicio de este acápite, según mi sincera convicción por los fundamentos dados,
Rigen los artículos 210, 371 inc. 1 y 373 del Código de Procedimiento Penal.
La Fiscalía ha puesto la autoría del hecho en cabeza de Estela del Valle Figueroa, Javier
Alejandro Ponce Luque y Ramón Néstor Jara, basándose en los testimonios oídos en el debate y
las pruebas colectadas durante la instrucción y que fueran incorporadas al debate por lectura.
Entendió que existió un concurso premeditado de los tres acusados, llegando incluso el
imputado Jara a recibir una promesa remuneratoria. Que en este marco de actuación, que
El Fiscal sostuvo su postulado a partir del interés manifiesto que, según los testigos y la prueba
incorporada, habría demostrado reiteradamente la imputada Estela Figueroa, por los bienes de
su marido Héctor Jesús Barraza, tanto en lo referente a propiedades y otros bienes, como a
hacerse beneficiaria del seguro de vida y de la pensión que la víctima ostentaba, en su carácter
Asimismo, consideró que la mujer resultaba indispensable para el entramado del ardid o engaño
a la víctima, toda vez que mantuvo a Héctor Barraza a su lado con falsas promesas de
momentos en que la mujer se encontraba en pareja, en una relación paralela con el imputado
Javier Alejandro Ponce Luque, por quien estaba dispuesta “a hacer cualquier cosa”, según lo
Citó además que la víctima le había manifestado a uno de sus hermanos que su mujer -como
todavía consideraba a Estela Figueroa- iba a traer a “una pareja de la iglesia”, para quedarse
en virtud del hallazgo de una muestra pilosa en la cama improvisada en el segundo dormitorio,
donde habría pernoctado la “parejita de la iglesia”, muestra que sometida a peritajes de ADN,
permitió corroborar que pertenecía al imputado Javier Alejandro Ponce Luque, quien en realidad
El Fiscal se ocupó de reconstruir los días previos al último en el cual la víctima fue vista con vida
Dijo que el martes 14 de enero, vecinos y amigos tuvieron conocimiento de que Estela Figueroa
se hallaba conviviendo nuevamente con Barraza, sea por dichos de la misma víctima o por
haberla visto en la vivienda. Que esto también se corroboró por parte de una vecina -Gari- que
la mañana del miércoles vio a Figueroa en la casa, hablando con un muchacho que se hallaba en
la vereda. Ese mismo día, la víctima le dijo a su hermano Manuel que su mujer estaba en la casa
Morinigo, lo vio en un horario que comprendía entre las 14 y 15 horas, acompañado por un
masculino que, por su características físicas, sería el aquí imputado Ponce. El restante testigo,
de apellido Jaimes, lo había visto a las 18 horas aproximadamente, esta vez acompañado por su
mujer Estela.
En este contexto, dijo que resultaba llamativo que tras intervenirse los teléfonos de Estela y
Ponce, se logró establecer que el día viernes [17 de enero de 2014] no existieron comunicaciones
entre ellos, quienes incluso cambiaron sus CHIP celulares, con la excusa de haberles sido
sustraídos, aunque continuaron utilizando los mismos equipos móviles, a la luz del informe que
emana de VAIC y que da cuenta que se trataba del mismo IMEI -identificador del aparato- en
ambos caso, siendo que los imputados “solo cambiaron el número de línea”.
Finalizando este pasaje, reconstruyó el fin de semana siguiente, que va desde el sábado, primera
observación del automóvil quemado, hasta el domingo, día en el cual fue hallado por el personal
entre los implicados y sus familiares, dando cuenta de la ocurrencia de los hechos.
Con tales elementos, dijo poder tener por cierto los hechos, dada la existencia y vínculo de todos
los involucrados, tanto entre sí como con la víctima, los intereses que perseguía cada uno con la
muerte de Héctor Barraza y la cercanía existente entre los lugares de habitual concurrencia y
cuestionó la descripción de los hechos alegada por la fiscalía, así como también la pretendida
Iniciando su planteo, alegó que a su criterio existió una violación al principio de congruencia, al
Propugnó, en virtud de los arts. 211 y 234 CPP, la exclusión probatoria de los dichos atribuidos
a Ponce por el personal policial, así como las afirmaciones que habría efectuado su madre.
corroborar los presuntos dichos que se le atribuyen a Ponce, los que consideró que podrían
verse alcanzados por la previsión del art. 142 inc. 4° CPenal, además de ser obtenidos en
En ese sentido, citó la doctrina del fruto del árbol venenoso e impugnó las pruebas que derivan
de ello, al considerar que la policía obró en exceso de sus facultades que emanan de los 294/297
CPP.
Subsidiariamente, cuestionó la figura penal del art. 80 inc. 6 esbozada por la Fiscalía, haciendo
sus propias consideraciones al respecto, en virtud de lo cual consideró que no se verifican los
También cuestionó la validez de la prueba citada por la fiscalía y que obra en el legajo fiscal
reservado, los que considera no incorporadas por lectura al debate y aduciendo que le resulta
novedosa la existencia de escuchas, las que entiende que no forman parte de la prueba para
Debo dejar en claro que no tiene nada de novedosa la prueba que la Fiscal de Instrucción, el Juez
agravio de la defensa.
Finalizando su alegato el Dr. Leibson, cuestionó los testimonios de cargo y la pretendida
los términos del art. 45 CP, así como el móvil económico en el cual el Fiscal enmarcó los hechos.
En este sentido, dio su versión sobre el posible origen del elemento piloso de su asistido que fue
hallado en el domicilio de la víctima y consideró que, no podría ser determinante para un hecho
tan grave, por todo lo cual solicitó la libre absolución de Javier Ponce Luque.
Esta versión no ha sido fundada por la defensa, no habiendo cuestionado la pericia de cotejo de
ADN, positiva para su asistido, pues considera que no puede condenárselo por un pelo.
A su turno, el Defensor Oficial Tranquillini, quien asistió técnicamente a Ramón Ernesto Jara,
solicitó la absolución.
Para ello, dijo que no se determinó con certeza y más allá de toda duda razonable, que los
hechos ocurrieran materialmente del modo y con los intervinientes que alegara la Fiscalía, que
menos que uno de ellos actuara por una promesa remuneratoria, sino que sólo que probó que
“alguien” dio muerte a una persona para luego colocarla en el baúl y prenderle fuego en el lugar
donde fuera encontrado, desconociéndose circunstancia de tiempo, modo y lugar, así como si
Hizo su propio análisis de la prueba rendida en debate y la incorporada, concluyendo que de ella
sólo se podía extraer que la víctima estuvo con algunas personas días previos a su desaparición,
pero desde que ocurriera la misma hasta el día de su hallazgo, nada se podía reconstruir.
Agregó que del conjunto de la prueba no puede acreditarse si fue uno o varios, ni mucho menos
que Jara haya sido autor o coautor, máxime considerando que nadie lo mencionó junto a
Barraza.
Cuestionó, en particular, la validez de las manifestaciones que le fueron atribuidas por los
Respecto a los primeros, aseveró que no podía develarse si los dichos fueron libres o bajo
coacción, ante la inexistencia de testigos ajenos a la fuerza, los que por otra parte, sólo podrían
Citó para ello el art. 308 CPP y jurisprudencia que a su criterio resultaba aplicable al caso (Fallo
de la Sala 3ra del Tribunal de Casación Penal en causa n° 6473, de fecha 22/9/11), por todo lo
cual entendía que tales manifestaciones fueron obtenidas por fuera del marco legal y en
contraposición de lo que emana del art. 298 inc. 8vo CPP -texto según ley 13.943-, en tanto
prohíbe al personal policial dejar constancia de los dichos del imputado, los que no deberán ser
documentados ni podrán ser utilizados como prueba en el debate, siendo irrelevante si fueran
o no espontáneos.
debate, toda vez que considera que las piezas obrantes en el legajo reservado no forman parte
del plexo probatorio que puede ser utilizado por la fiscalía, en virtud de la resolución de prueba
del Tribunal, obrante a fs. 1019/1020, que las colocó dentro de los alcances previstos por el art.
366 párrafo 4° CPP, incorporándolas al sólo efecto de verificar contradicciones, por lo que de
Finalizando su alegato, dijo que los informes del VAIC nada probaban y que aquellos elaborados
por el actuario judicial durante la instrucción revestían carácter testimonial, sin haber sido
de defensa.
Concluyendo, dijo que al no haberse acreditado el modo de comisión ni la forma alegada por el
Fiscal, así como tampoco los intervinientes, al no estar a su criterio incorporadas las escuchadas
ni acreditadas con pericia de voz, sólo se podía absolver a su asistido Ramón Ernesto Jara.
El párrafo 4º del art. 366 del CPP tiene otras excepciones además de la invocada por la defensa,
por lo que transcribiré la parte pertinente donde dice: “… al sólo efecto de verificar sus
contradicciones, incongruencias u omisiones, sin que pueda suplirse la versión oral por la
integridad.
Los testimonios de los policías Bauza y Romero fueron recibidos durante el debate, por lo que
Además las escuchas telefónicas fueron valoradas por ellos en la pesquisa y sólo se
transcribieron en el legajo reservado del Fiscal, que dejó de serlo cuando la causa se elevó a
juicio, quedando a disposición de la defensa, tanto los legajos como la caja de CD con más de
4.500 escuchas, que nadie solicitó para cotejarlas con las transcripciones de los diálogos más
útiles que integran la prueba de informes, que el art. 366 del CPP admite introducir plenamente.
Finalmente, tomó la palabra el abogado Maciel, defensor de confianza de Estela del Valle
Figueroa, quien cuestionó la personalidad ambiciosa que le fue atribuida por los testigos a su
asistida, señalando lo que a su criterio serían extremos que mostraban su desinterés por los
bienes materiales de su marido, pese a corresponderle la mitad de aquellos por ser gananciales
asistida padece una enfermedad incapacitante que no le permite comprender “muchas cosas”.
Que dicha afección sería la secuela crónica que derivara de un problema de meningitis que la
atacó en el año 2011 y a partir de lo cual se vio disminuida su capacidad motora, cognoscitiva e
inmunológica, que la posicionó con falencia para el aprendizaje y en la imposibilidad de pedir
auxilio.
En este contexto, argumentó que su asistida no posee la capacidad para especular, diagramar u
ordenar los hechos que se le endilgan, dada la anomalía cerebral que le afecta su faceta
neurológica.
Más allá de tales consideraciones, cuestionó los testimonios de cargo en cuanto posicionan a su
asistida como una persona interesada, adhiriendo en lo demás a los planteos de sus colegas
Resaltó que su asistida tenía derecho patrimonial para tomar el control de la vivienda en la que
Finalmente, destacó que también a su criterio se verificaba una evidente orfandad probatoria y
que las glosadas en el legajo reservado de fiscalía carecían de validez en el juicio, por todo lo
cual solicitaba la libre absolución de Estela del Valle Figueroa, por no haberse acreditado los
La defensa de Estela del Valle Figueroa hizo un diagnóstico médico sin respaldo científico pues
prueba para avalar una afirmación meramente argumentativa. Sólo consta en el informe médico
Su adhesión a las objeciones manifestadas por los codefensores ya han sido respondidas
Ahora bien, analizada la prueba aportada al juicio, debo adelantar que comparto parcialmente
el planteo fiscal, en cuanto a la participación de los tres acusados en el hecho que se les ha
imputado, aunque con un grado menor a aquél que esbozara el acusador público, en base a los
siguientes elementos que, según mi convicción, resultan hábiles y merecen ser valorados en esta
instancia:
1) En primer lugar, debo considerar los testimonios que colocan a Estela Del Valle Figueroa y a
Néstor Javier Ponce Luque acompañando a la víctima tanto el día de su desaparición, como los
1.a) Manuel Barraza dijo que vio por última vez a su hermano el día 15 de enero entre las 4 y las
confesándole que se tenía que ir a su casa, ya que iba a llegar “la flaca”, en referencia a Estela
su mujer, quien estaría acompañada de “gente de la iglesia que se iba a quedar a dormir en su
casa, en el piso”.
Contó este testigo que sólo atinó a decirle a su hermano que tuviera cuidado, porque temía que
le pasara algo.
1.b) Esto concuerda con los dichos de Miguel Angel Barraza, quien ingresó al domicilio de su
En lo que aquí importa, mencionó que accedieron a la vivienda y notó que todo permanecía
ordenado, que en la habitación de su hermano las frazadas estaban dispuestas de modo tal que
Destacó que en la habitación ubicada en el fondo había dos frazadas y un almohadón, que
periciales agregados a fs. 88/115 y que se incorporara por lectura al debate, como ya se
expresara en la cuestión anterior. En las fs. 102 y siguientes, los peritos en rastros hicieron
constar que concurrieron al domicilio de Pedro Morán n° 359 de Florencio Varela, por
disposición de la Fiscalía que investigaba el caso. Que una vez allí, no observaron desorden ni
En la fotografía superior de fs. 105 puede apreciarse claramente las frazadas y almohadón a las
que hiciera referencia Miguel Barraza, siendo evidente que fueron utilizadas como una cama
Esto concuerda con el relato de Manuel Barraza, quien supo por la propia víctima que albergaría
a personas extrañas a pedido de su mujer Estela Figueroa, quien ese día había vuelto a convivir
1.c) Según los mismos testigos, a los que se suman los dichos de los demás familiares, la víctima
y Estela estaban separados desde hacía unos 6 o 7 años, por lo que resultaba muy conveniente
para sus designios, que la mujer mostrara intenciones de reconciliarse con la víctima, justo en
Nótese que, además de Miguel y Manuel Barraza, su otra hermana y demás familiares y amigos,
mencionaron que estaban separados, por lo que al enterarse de que “iban a volver”, se
Esto fue expuesto además por Rosa Barraza, quien contó que el día 14 de enero cerca de las 16
horas pasó por la casa de Héctor y al ver entre la reja notó que se hallaba acompañado de su
mujer Figueroa. Que como ya habían sido informados por su hermano de que pretendía
La testigo fue contundente al manifestar que la víctima amaba a Estela Figueroa y que hasta el
También se expresaron en igual sentido Sergio Alberto Ibarra, amigo de la víctima, quien contó
que pese a vivir desde hace años en el sur, volvía regularmente a Buenos Aires a visitar a su
4 veces al año, que Héctor siempre estaba solo. Que pese a que la víctima estaba separada de
la mujer desde hacía mucho tiempo, siempre se mostraba muy enamorado de ella e ilusionado
de volver a su lado.
Dijo que Héctor le confesó que siempre que él le entregaba a su exmujer dinero se veían,
que esas veces ella accedía a salir a tomar algo con la víctima. Que como esa situación le parecía
mal al deponente, aconsejaba a su amigo que se buscara una nueva mujer, “ya que ella ya tenía
nueva pareja”.
Esto demuestra que era conocido que la imputada Estela del Valle Figueroa tenía otra
relación conocida por varios de los testigos, pese a lo cual mantenía a la víctima seducida y
esperanzada, en pos de satisfacer sus propios intereses económicos y los de su nueva pareja.
interesaba en él cuando recibía la cuota alimentaria, para luego continuar Estela del Valle
Figueroa su relación con su nueva pareja, lo que surge claramente de los testimonios de Antonia
Antonia Jaqueline Barraza dijo ser prima de Héctor y amiga de la imputada Estela
Figueroa, relación de amistad que perduraba aún pese a la separación entre ellos.
Contó que si bien estaban separados, su primo y su exmujer tenían muy buena relación,
que incluso Figueroa le contaba que él siempre la iba a buscar para llevarla a algún lado y
Dijo que Figueroa no quería recomponer la relación ya que tenía una nueva pareja, de
intención, que ella estaba dispuesta a hacer todo lo que sea para estar con Alejandro, a quien
Recordó que luego de la separación de la víctima y Estela, a su amiga le conoció otras parejas,
pero que más allá de ello Héctor siempre le pasaba dinero, todos los meses, que cuando eso
ocurría, su amiga le contaba que se “veían o encontraban”, que incluso en la última oportunidad
llevó a Estela a la feria a comprarle ropa por su cumpleaños, que había sido en diciembre.
Tal situación se mantuvo hasta semanas previas a la muerte de Héctor Barraza, lo que no podía
ser desconocido por Alejandro (Ponce Luque), quien era la nueva pareja de Estela Figueroa que
Ante preguntas de la defensa, Antonia Barraza respondió con total sinceridad, al momento de
expresar que a Estela no la veía interesada en Héctor, que si bien él estaba muy enamorado de
ella, a Estela no le interesaba lo que él sentía, sólo se mostraba interesada por la plata, quería
“todo para ella”, que por esa razón le mentía y le mantenía viva la esperanza que volverían a
estar juntos.
Elizabeth Matto, sobrina de la víctima, contó momentos que presenció cuando acompañaba a
su tío a entregarle la cuota alimentaria a Estela.Dijo que acompañó varias a su tío a llevarle el
Contó que le llamaba la atención que su tío no llegara hasta la casa de su exmujer y se lo
preguntó, respondiéndole aquél que “no quería que le rompieran la bolas la familia de ella”.
Al referirse a la última vez que vio a su tío con vida, dijo que fue el miércoles previo a su muerte,
día en que ella ingresó a “barrezatos” a la casa de su tío Héctor, tras el fallecimiento de aquél.
Dijo que ese día Estela estaba acompañaba de varias personas, a las que definió como
Ponce Luque acompañaba en esta oportunidad a Figueroa, cuando trataba de tomar posesión
Aclaró que antes nunca había visto a Javier Luque, que sólo había escuchado que era la nueva
17 hs donde Rosa Mabel Barraza se presentara a declarar en la Comisaría, que luce a fs. 251,
Completa este pasaje el relato de Yesica Paola Fernández, quien además se refirió al ingreso de
la imputada a la casa de su exmarido, tras el fallecimiento. Contó que cuando llegaron ella
permaneció afuera, que pudo ver salir a Estela con su pareja y los familiares de aquél. Lo único
que le pedía a la mujer de su tío era que no se llevaran las cosas que habían pertenecido al
difundo, porque vio cómo cargaban mochilas y bultos con cosas de la casa en la que se habían
metido..
Finalmente, destacó que Estela nunca se mostró preocupada ante la desaparición de Héctor
Barraza, ni se acercó a su exsuegra -madre de Héctor- para ver si necesitaba algo, sino que sólo
3) La falta de interés manifestado por el paradero de la víctima ha sido corroborado por todos
los testigos que dijeron que la mujer estaba junto a la víctima los días previos a su desaparición
y muerte.
3.1) Luis de Jesús Jaimes dijo ser amigo de la víctima, agregando que lo conocía desde hacía
tiempo y que sabía que Estela Figueroa era o había sido la esposa de él, a la que había visto una
o dos veces.
Al referirse a la última vez que vio a Héctor, dijo que fue el día 16 de enero de 2014 entre las
17.30 y 18.30 aproximadamente. Que la víctima transitaba con su Renault Sandero por la calle
Pedro Morán, entre Pereyra Lucena e Iglesia, estando acompañado por su esposa o exesposa.
Al precisar ese momento, contó que si bien el auto estaba en movimiento, pudo echar un vistazo
a la mujer, que era flaquita y tenía el pelo de color “medio rubiecito”, que para él se trataba
Ante repreguntas, ratificó que tenía la certeza de que se trataba d la mujer de Héctor Barraza,
que alcanzó a verle la carita, agregando que la mujer viajaba como acompañante.
3.2) Marcos Federico Morinigo, también amigo de la víctima quien fue preciso al indicar que
trabajaba de remisero y que la última vez que se cruzó con Héctor fue ese mismo día 16 de enero
en Las Heras y Río Hondo, a las 2 de la tarde más o menos. Que estaban ambos detenidos en el
semáforo del lugar, que los autos estaban enfrentados y podía ver a través del parabrisas del
rodado de su amigo. Que le hizo señas de luces, pero que Héctor no lo saludó e iba con los vidrios
Dijo que sus autos estaban a escasos 5 metros y que pudo ver que Héctor estaba acompañado
Al describir al sujeto, contó que era morochito y tenía el pelo con raya al medio, de unos 28 a 30
años, destacándose que su rostro estaba “todo como con pocitos”, en clara alusión a marcas de
Este testigo declaró nuevamente en una jornada posterior, en la cual realizó un directo
señalamiento del imputado Javier Alejandro Ponce Luque, a quien previo a ponerse de pie,
indicó en la sala de audiencias al encartado como el sujeto que acompañaba a Héctor Barraza la
Tal reconocimiento fue cuestionado por el defensor Leibson, quien dijo que Morinigo había
declarado durante la instrucción que no estaba en condiciones de reconocer al sujeto, pero que
Alegó que dicha intervención fue por pedido del Fiscal, quien motivó una evocación en el testigo
que no resultaba ser una ampliación de su declaración, sino que importaba una producción de
prueba viciada para el procedimiento constitucional, ya que a su criterio atentaba contra el art.
211 CPP y quebrantaba lo dispuesto por el art. 257, del mismo cuerpo legal, toda vez que el
acusador pretendió sustituir con ello la producción de una prueba cuyo tiempo para su
realización ha preclúido.
El planteo del defensor Leibson fue resuelto durante el debate mismo por parte del Tribunal,
por lo que no merece una nueva valoración en esta instancia, ya que no se trató de una rueda
de reconocimiento y el art. 257 del CPP no lo invalida, pues fue hecho durante el testimonio
ante el Tribunal y previamente había descripto al encartado según establece el art. 258 del CPP,
Volviendo al relato de Morinigo, el testigo mencionó haber realizado un dictado de rostro del
acompañante de Barraza. Este pasaje se complementa con el dibujo agregado a fs. 30 del legajo
Fiscal, el cual fuera incorporado al debate a los fines de verificar, entre otras cosas, omisiones
en que podría incurrir un testigo por el transcurso del tiempo (art. 366 CPP).
de Barraza-, se puede apreciar los rasgos descriptos por el testigo, siendo estos similares a las
imputado, es relativo pues con el tiempo las marcas pueden desaparecen o se atenúan.
Allí se hizo constar que el sujeto era efectivamente morocho y de cabellos oscuros, de
unos 35 años.
En las postrimerías del debate, al hacer uso de la palabra el imputado Ponce Luque, sólo
dijo en su defensa que nunca tuvo raya al medio ni tiene la cara poceada.
No puede tomarse la forma del peinado de una persona como un signo permanente de
su descripción, volcada al dibujante poco después del hecho, en las circunstancia que describe,
3.3) Nelly Susana Gari, ante el Tribunal manifestó que era vecina de Héctor Barraza,
alcanzando a conocer por ello a Estela Figueroa, esposa de la víctima y a quien viera en la casa
En lo sustancial, dijo que ella pasó en su bicicleta por el frente de la casa de la víctima,
notando que estaba la puerta abierta y que allí se encontraba la mujer, hablando con un señor
morocho, a quien si bien lo vio de espalda, notó que era morrudo y más alto que ella, que era
bajita, que por su aspecto sería de una edad cercana a los 34 años.
Para determinar la identidad de los acompañantes de Estela del Valle Figueroa en la casa
del occiso durante los días inmediatamente anteriores al hecho, deberemos basarnos en las
4) Todos estos testimonios deben ser valorados conjuntamente con la prueba científica
incorporada plenamente por lectura al debate, en los términos del art. 366 CPP.
a) En primer lugar, corresponde analizar el informe de la División Química Legal, agregado a fs.
275/277, en el cual se hizo costar el análisis de filamentos pilosos que fueron hallados en la
vivienda de la víctima.
Las muestra D1 se correspondía con pelos encontrados en la almohada de la habitación
principal, luego se mencionó la existencia de muestra G6, tratándose de pelos hallados entre las
sábanas de la habitación secundaria. La sábana ajustable de dos plazas color verde rotulada
como muestra D2, obtenida del único dormitorio de la casa, presentaba vestigios de sangre
Atento a la disposición de la vivienda, cuyo croquis y fotografías obran a fs. 102/105 y 115,
respectivamente, se interpreta que la muestra G6 fue obtenida de la habitación del fondo donde
se improvisó el lecho para que pernoctara la “parejita de la iglesia” que Héctor dijo que
b) Ahora bien, tales muestras fueron sometidos a análisis comparativo de ADN, respecto de las
expuestos en el informe de fs. 840/853, complementado por las imágenes de fs. 854/864, que
avalan el procedimiento.
En dicho examen se compararon los cabellos secuestrados con muestras obtenidas de Estela del
Valle Figueroa, exesposa de Héctor Barraza, y de Javier Alejandro Ponce Luque, con quien
Resulta contundente tal informe pericial, que da cuenta que “… DE LA MUESTRA IDENTIFICADA
Más adelante, el perito hizo constar además que “… DE LA MUESTRA IDENTIFICADA COMO… G6
GENETICO…”.
En base a esto último, el perito bioquímico destacó que en “… EN BASE A LOS RESULTADOS
OBTENIDOS DEL HAPLOTIPO DEL CROMOSOMA Y LAS MUESTRAS IDENTIFICADAS COMO ´PONCE
La sábana ajustable de 2 plazas color verde, rotulada como muestra D 2 presentaba vestigios de
sangre humana que sometidas a la pericia de ADN detallada a fs. 852, al ser cotejadas se
corresponden con las muestras extraídas a ´NN cadáver´, o sea a Héctor Jesús Barraza, según
Ello, sumado a los numerosos testimonios, acreditan que Estela Figueroa estuvo en la casa de la
víctima en los días previos a su desaparición, donde también pernoctaba Javier Alejandro Ponce
Estas pericias científicas son concluyentes, las que se completan con el informe de ADN de fs.
Morinigo, quienes vieron a la víctima acompañada de los imputados Estela Figueroa y Javier
Pues Morinigo se lo cruzó el 16 de enero cerca de las 2 de la tarde, oportunidad en la que Héctor
estaba acompaño por el muchacho morocho de cara “poceada”, a quien describiera para el
Horas más tarde, entre las 17.30 y 18.30, fue el remisero Jaimes quien se lo cruzó, esta vez
Barraza que albergaría a “una parejita de la iglesia” en su casa, a pedido de Estela, no pudo
imaginar que uno de ellos era Javier Alejandro Ponce Luque acompañado por otra mujer, tal vez
Esta última recuperó su libertad al ser absuelta por el Tribunal, por imperativo legal, ya que el
Fiscal de Juicio retiró la acusación a su respecto ante la carencia de otras pruebas que la
Así se consumó el engaño previo al desenlace mortal. Estela del Valle Figueroa hizo ingresar al
hogar de su marido a quien resultaba ser su actual pareja. Esta fue la maquinación para lograr
La presencia de los imputados en la vivienda de Barraza, mientras mantenían una relación que
no le fuera revelada a la víctima, sino que por el contrario le fue ocultada con las promesas de
reconciliación de Estela Figueroa, quien con ello facilitó el ingreso de Ponce Luque, resultan ser
actos preparatorios del hecho que acabara con la vida de Héctor Barraza, en el que cooperara
el imputado Jara.
d) A fin de fundar lo antedicho corresponderá valorar los relatos oídos en audiencia de los
d.1) Uno de ellos fue el Sub Comisario Daniel Adrián Bauza, quien mencionó que fue
comisionado por sus superiores de la DDI de Quilmes para la investigación de este hecho.
Comenzaron relevando a los vecinos y parientes para ver si alguien sabía lo que ocurrió. Que
Dijo que al momento de encuestar a los vecinos sobre los dichos de la mujer, existían
contradicciones, puesto que la señora dijo que estuvo con la víctima hasta el martes al mediodía,
mientras que los vecinos la ubicaban en la casa de la víctima hasta el mismo jueves. Esto
En su relato, Bauza contó que lograron dar con el nuevo novio de la señora, de apellido Ponce,
Los dichos de Ponce Luque previos a su imputación no los valoraré, los que fueran cuestionados
por el defensor Dr. Leibson, quien en su alegación solicitó, la exclusión probatoria de los dichos
atribuidos a Ponce por el personal policial, que según él podrían verse alcanzados por la
previsión del art. 142 inc. 4° CPenal, además de ser obtenidos en violación del art. 18
Constitución Nacional.
También cuestionó que los mismos efectivos hayan interrogado a la madre de su asistido, sin
Estas informaciones fueron obtenidas al inicio de la pesquisa y cuando todavía no había ningún
imputado, ni fueran incorporada por su lectura, por lo que resultan inoficiosas esas
manifestaciones de Javier Ponce Luque y de su madre Margarita Luque, por lo que las excluyo
de análisis.
d.2) Retomando la declaración del policía Bauza, contó que luego de la intervención de los
comisionado a ubicar al “cuñado de Ponce”, quien era mencionado por la mujer en unos
mensajes.
Tras entrevistarse con el primo de Ponce, pudo determinar que el cuñado que tenía un hijo con
la hermana de Ponce, respondía al apodo de “Sal Fina”, cuya identidad luego fue obtenida a
través del servicio de calle de la comisaría de la zona, donde se informó que el sujeto era de
proceder a su detención. Que para ello acudió al domicilio acompañado por los policías Romero
y Gómez.
Al referirse al momento posterior a la detención, dijo que lo anoticiaron de sus derechos como
En lo sustancial, dijo que Jara “decía que estaban equivocados y que él no tenía nada que ver,
que estaba en su lugar de trabajo cuidando los pollos, cuando llegaron Barraza con su exmujer,
Ponce y la hermana”.
Contó que el detenido seguía hablando sin cesar, contando que mientras estaban allí
“compraron vino y cerveza, que estaban tomando todos con Barraza y hasta habían puesto
música, hasta que en un momento Ponce lo golpea [a Barraza] con una maceta en la cabeza,
El policía declaró que en base a ello fueron al lugar de trabajo de ese hombre, que se trataba de
un criadero de pollos en Ing. Allan o El Pato, que hablaron con el propietario y corroboraron que
Jara trabajaba allí. Que finalmente allanaron y secuestraron una maceta rota.
Esto último merece algunas consideraciones para expedirse sobre la mecánica del hecho.
Primero, si bien el golpe aludido resulta compatible con la lesión descripta en el cráneo de
Héctor Barraza en el acta de la autopsia, de todos modos se corroboran los dichos de Jara, pues
del acta de allanamiento de fs. 403/vta., incorporada al debate, da cuenta del secuestro en el
criadero de pollos, más precisamente en el lugar utilizado para depósito de residuos, de un total
Esto fue cuestionado por el Defensor Oficial Dr. Tranquilini, quien alegó que no podía develarse
si los dichos fueron libres o bajo coacción, ante la inexistencia de testigos ajenos a la fuerza. Sólo
postulado en los arts. 308 CPP y 298 inc 8vo. CPP, según ley 13.943, además de mencionar
Más allá de incurrir el defensor en un error al citar el art. 298 CPP -referido a las sanciones a las
que son pasible los policías ante inobservancia de sus obligaciones-, entiendo que quiso hacer
referencia al contenido del art. 294 del CPP en su inciso octavo, conforme su redacción durante
Zanjado el error material, debo decir que de todos modos esa situación no resulta de aplicación
al caso, pues tal artículo expresaba “… Atribuciones. Los funcionarios de policía tendrán las
siguientes atribuciones:… 8. Aprehender a los presuntos culpables en los casos y formas que
este código autoriza y disponer su incomunicación cuando concurren los requisitos del artículo
152 por un término máximo de doce (12) horas, que no podrá prolongarse por ningún motivo
sin orden judicial. En el lugar del hecho, o en sus inmediaciones, o en donde fuere aprehendido,
podrán requerir del presunto imputado indicaciones o informaciones útiles a los fines de la
Ahora bien, esto no es lo que ocurrió en el debate, pues tales expresiones fueron aportadas por
sobre dichos que escuchó de boca del imputado Jara, sin ningún interrogatorio previo, por lo
que no resultan contrarias a la normativa puesta en crisis, los que pudo controvertir la defensa
durante el debate.
El policía respondió claramente, ante preguntas del Dr. Tranquillini, que le hicieron saber al
imputado Jara el contenido del art. 60 CPP, aclarando que luego de decirle que no estaba
obligado declarar contra sí mismo y que tenía derecho a un abogado, pese lo que el detenido
continuó hablando para exculparse sin que nadie le hiciera pregunta alguna.
En caso de no haber trasmitido lo que escuchara, sería el policía Bauza quien hubiera incurrido
en las circunstancias del art. 298 del CPP, que erróneamente refiriera el señor defensor.
d.3) Los dichos de Bauza fueron corroborados a partir del testimonio del policía Leonardo Jesús
Contó que ese día acompañó a Bauza a hacer la detención, que se trasladaron hasta la casa
donde vivía el muchacho y tras llamar, el joven salió y se sentó en la vereda, momento en el cual
No dudó en señalar que se le leyeron derechos y garantías al sujeto, tras lo cual, mientras lo
trasladaban, el muchacho “empezó a decir que estaban equivocados y que él no tuvo nada que
ver”.
El testigo aclaró este pasaje, agregando que el sujeto comenzó espontáneamente a decir
que él había estado trabajando en el criadero de pollos, cuando llegaron Elena [en referencia a
Estela], Javier y la hermana, todos junto a la víctima, que todos se movilizaban en un auto de
color gris.
Siguiendo su alocución, el sujeto les comentó que compraron vino y cerveza y pusieron
música, que todo era normal hasta que en un momento dado Javier -por Ponce- le pegó desde
atrás y por la espalda con una maceta a la víctima, tras lo cual lo subió al auto y se lo llevó.
El policía se mantuvo incólume en su relato, atribuyéndole tales referencias a Jara, quien por su
parte ratificaba que todo sucedió en el criadero donde estaba trabajando, lugar hasta donde
algo así”.
Más allá del error en el nombre de la mujer por parte de Romero, quien quizás por el transcurso
del tiempo pudo haber confundido el nombre de “Estela” por el de “Elena”, lo cierto es que su
declaración, respecto a lo que le escuchó decir voluntariamente a Jara, al que recordó como “Sal
Fina”, concuerda con lo narrado por su compañero Bauza, por lo que resultan creíbles las
Debo agregar que el acta de detención aludida se encuentra incorporada al debate y agregada
a fs. 315, donde consta que efectivamente fueron Bauza y Romero, entre otros, los encargado
de la detención de “Sal Fina”, quien fue identificado como “… Néstor Ramón Jara… de 23 años
de edad…”.
d.4) La defensa oficial planteó un agravio, por considerar que, basarse en los dichos de terceros
derivados de las propias palabras de su pupilo procesal, no podían ser más que desechados,
su asistido Jara.
Similar planteo efectuó el Dr. Leibson, en lo que atañe a los dichos de su asistido Ponce Luque y
la madre de aquél, peticionando que se descartaran tales testimonios, así como lo actuado en
consecuencia, en virtud de la teoría conocida como "del fruto del árbol venenoso".
Como ya me expresara ante un reclamo similar del Dr. Leibson, lo hago extensivo a las
confesión, tal como lo hacía el ritual concebido por Jofré, debemos estar al criterio de la libertad
probatoria que norma el art. 209, cuyo segundo párrafo nos dice que, además de los medios
establecidos, se podrán utilizar otros que no supriman garantías constitucionales, siendo sus
formas de admisión o producción adecuadas a las que se establecen en ese corpus juris.
Mucho ha pasado en la historia del derecho desde que los romanos la llamaran "regina
probatio"o los inquisidores del Santo Oficio la impusieran por medio de la tortura o la hoguera
Por eso es que preferimos llamarla, cuando surge una admisión de autoría, como declaración
Buenos Aires. En tanto la declaración sea en sentido exculpatorio, se la deberá interpretar como
un acto de la defensa, que deberá ser corroborado mediante la evacuación de citas en la etapa
investigativa preliminar (art. 308 CPP, que en su caso tornará procedente el art. 318 del mismo
cuerpo legal).
En efecto, el Código de Procedimiento, en su art. 310, establece los parámetros de legalidad que
deben tener las declaraciones de los imputados, fulminando con la nulidad del acto el
de guardar silencio, b) declarar libremente sin juramento o promesa de decir verdad, c) Sin
ejercer coacción o amenaza contra el imputado, d) Sin aplicar medio alguno para obligarlo,
las valora en el sistema procesal penal de Buenos Aires, a través del enunciado del art. 210 del
CPP que exige la expresión de la convicción sincera sobre la verdad de los hechos, razonada y
hay una pluralidad de elementos incriminantes, ya que si fuese sólo uno no sería un sistema. Así
por ejemplo, las pruebas de identidad de ADN que dan una certeza del 99,99% no son suficientes
para atribuir una conducta dolosa en una violación, puesto que debe probarse también la falta
de consentimiento de la víctima.
Adentrándome ahora a la posición defensista, debo aclarar que la regla de exclusión pretendida,
fue resuelta por el máximo tribunal nacional, en el célebre fallo "Rayford" [CSJN - Fallos,
308:733], donde dejó sentado que la excepción a la regla de exclusión aludida, se da cuando
hubiese un cauce de investigación distinto del que culmina con el procedimiento ilegítimo, de
resultas del cual puede afirmarse que existía la posibilidad de adquirir la prueba por una fuente
distinta o autónoma.
abusos ejercidos por la autoridad durante las investigaciones, y, fundamentalmente, con el fin
de evitar las torturas o vejaciones que sufrían los sospechoso durante los interrogatorios.
Ahora bien, no se verifica en autos que existiera algún interrogatorio ni menos una coacción o
apremio al imputado Néstor Ramón Jara, cuya indemnidad se vio reflejada en el reconocimiento
médico legal que se le efectuara, obrante a fs. 316 y del cual se desprende que “no presentaba
lesiones”. Esto me permite inferir que Jara voluntariamente aportó tales datos a los efectivos
Penal, Ed. Hammurabi, 5° edición- la Corte nacional ha sentado su "teoría del dato" a partir del
fallo "Cabral, Agustín" (LL, 1993-B-257), en el cual rechazó un planteo defensista, basado en la
dijo que la mera comunicación de un dato, en la medida que no sea el producto de coacción, no
es un indicio que deba desecharse de la investigación criminal, pues lo contrario llevaría a
sostener que la restricción procesal mencionada vedaría que los funcionarios policiales realicen
el legítimo ejercicio de funciones, de investigar las pistas que pudieran surgir de esa
comunicación.
razonadas, en un mero indicio a corroborar por otros medios de prueba, que si no se reúnen
psiquiátricas.
En el caso en análisis y más allá de la declaración espontánea del imputado Néstor Jara, existen
incriminador.
Esto surge a partir de mensajes y escuchas telefónicas, cuyas transcripciones obran en el legajo
Fiscal anejado por cuerda y que, a su vez se encuentran en armonía con el informe de
Tecnologías Aplicadas de fs. 60/77, informe de VAIC de fs. 226/236 e informe del actuario judicial
de fs. 480/vta.
telefónicos, que por resolución del Tibunal habían sido incorporadas al solo efecto de verificar
totalidad del legajo fiscal, que contenía a su vez, entre otras pruebas, las referidas
Dicha circunstancia pasó inadvertida a la Fiscalía y, al momento de los alegatos, los defensores
valorar los mensajes y escuchas. De esa forma pretendieron evitar que una de las principales
Todo esto coloca al Tribunal frente a un dilema, pues las transcripciones de los mensajes y
escuchas no pertenecen a la clase de pruebas que pueden ser reemplazadas en el juicio por una
versión oral. Si el tribunal aceptase el planteo de los defensores, el caso terminaría siendo
resuelto no por el poder de convicción de las pruebas reunidas y presentadas en el juicio, sino
por una cuestión puramente formal, desprovista del menor contenido sustancial.
La necesidad de que las piezas escritas solamente puedan ser utilizadas en el debate a efectos
de elementos que puedan reproducirse en forma oral. Así ocurre, por ejemplo, cuando se trata
Es por tales razones que el Tribunal ha sostenido en numerosos precedentes que la restricción
del párrafo 4º del artículo 366 no se extiende a las pruebas documentales y de informes, ni a las
De esta forma, el dilema mencionado queda a la vista, porque cualquier decisión que se adopte
en relación con la cuestión formal planteada por las defensas implicaría apartarse de lo resuelto
así, si se hiciera valer la limitación del párrafo 4º del artículo 366 sobre pruebas que no pueden
ser reemplazadas por un testimonio oral, ello equivaldría, de hecho, a un liso y llano rechazo de
de mensajes y escuchas telefónicas, y las valorara en el fallo sin las limitaciones del párrafo 4º
del artículo 366, tampoco cumpliría con lo resuelto oportunamente, aunque tal decisión se
Para solucionar este dilema, es preciso analizar si algo de todo esto genera un perjuicio indebido
contenido de las escuchas. Plantearon, por ejemplo, que no se había demostrado a quiénes
pertenecían los celulares ni tampoco si los autores de las conversaciones habían sido los
imputados. No se advierte, por otra parte, ni se ha denunciado, que tales escuchas hayan sido
Ni siquiera plantearon los defensores ninguna discordancia entre el audio o los textos de las
conversaciones y las transcripciones ofrecidas como prueba. Finalmente, hay que mencionar
que tampoco está en juego en este caso la posibilidad de suplir el contenido de las escuchas
mediante un testimonio oral. Por más que hubiesen podido reproducirse los audios
correspondientes, no nos hallamos frente a un supuesto donde la oralidad del juicio pueda
En tales condiciones, más allá de las expectativas originadas en la defensa a partir del
inconveniente formal enunciado, considero que la disyuntiva, en este caso, debe ser solucionada
proseguir con el análisis de las escuchas y mensajes, donde no sólo se ratifica la relación
existente entre los imputados Figueroa y Ponce Luque, sino que además se establece que Jara
efectivamente estaba vinculado a ellos en el hecho en el cual perdiera la vida Héctor Jesús
Barraza.
documentadas en el informe del funcionario judicial que obra a fs. 73/74 del legajo Fiscal.
Este legajo que siempre estuvo a disposición de las defensas desde el inicio de la causa
en el año que duró esta etapa de juicio, el que incluso fue retirado por los defensores en
reiteradas oportunidades, junto con las actuaciones principales en préstamo para notificarse y
fotocopiar, tanto para ofrecer pruebas como para la preparación previa al juicio oral.
fueron relatadas en un acto judicial de vital trascendencia procesal, como es el auto que dispuso
de texto, entre los extrae que entre los abonado nº (011) 3951-3235, atribuido en la pesquisa a
Néstor Ramón Jara, y el abonado (011) 3890-9578, utilizado por Estela Del Valle Figueroa.
lógicamente que es dinero, pues le refiere "...Hola Alejandra soinestor cuando mebas a pasar
Esto es un dato trascendente ya que, un rato después, del mismo celular atribuido a Jara
salió otro mensaje con destino a Estela Figueroa, donde en se reitera su pretensión,
cierto es que a partir de dicho reclamo Estela del Valle Figueroa comenzó a intercambiar
mensajes de texto con su pareja Javier Alejandro Ponce Luque, escribiéndole “...Ale tas okupado
No cabe duda que el receptor fue Ponce, pues era el cuñado de Jara, lo que ha quedado
ya acreditado por el testimonio del policía Bauza, extremo que no fue cuestionado por las
defensas.
mediante mensajes:
Javier Alejandro (16:09 horas): "...No le digo nada yo te dige que vamo a tener
problema..."
Estela (16:11 horas): "...Yo le kontesto y le digo k kuantnga la part d el le diga solo eso
m dic en el msj"...”
decir, pocos días después de la muerte de Héctor Barraza y mientras los involucrados aún
Volviendo a Néstor Jara, según los testimonios tenía un hijo en común con Graciela -
hermana de Javier Ponce- y con ella mantuvo una conversación que resulta de sumo interés para
acreditar su conocimiento de los hechos. Del informe aportado a fs. 178/180, se extrae que
Néstor Jara y Graciela mantuvieron una charla con fecha 1° de Mayo de 2014, en la cual
cuestionaba a familiares que habrían estado develando lo que habían hecho “con Javi”. Esto se
hablando tu cuñadito por ahí (…) el novio de la Camila (…) le dijo a la Yesi anoche que cuando
fue… viste que Miguel fue el domingo, cuando mierda fue para allá? Bueno, dice que tu cuñadito,
bueno y todos los de ahí saben lo que pasó, ese es trabajo de tu hermana trola esa que tenés
Graciela: “...Y si, lo que pasó, lo que hicieron con Javi, ese es trabajo de la puta de la
Camila que fue a contarle al novio, bueno y él fue a desparramar. Dice que estaba diciendo ese
día que…el novio de la Camila estaba diciendo a Miguel que nosotros nos estamos por hacer la
re casa de material con la plata que vos cobraste por lo que hiciste...”
Néstor: “...Ah, ahora cuando lo vea le voy a romper la cabeza, vas a ver...”
Graciela: “...Yo le dije a la Yesi, ahora le voy a decir a aquel que lo agarre y le rompa la
jeta, a tu hermana también tenés que darle unas buenas cachetadas, porque como mierda va a
económica posterior, sea por su silencio, por su intervención directa como facilitador del lugar
del hecho inicial o estando presente durante la agresión previa al incendio, provocado para que
muriera Barraza.
En este contexto, a fs. 199 del mismo legajo fiscal obra otro informe del actuario judicial
durante la investigación, en el cual plasmó una conversación entre Marcela Luque -ya
desafectada del proceso- y Javier Ponce, en la que cuestiona el accionar de familiares de Jara,
“hizo comentarios en el fondo” de lo que había ocurrido y que como resultado de “todo eso”
Esto concuerda con lo que emana del informe del mismo actuario, ya en el proceso
principal a fs. 480/vta., donde transcribió una conversación de la misma Marcela con una
femenina -quizás Graciela-, donde es alertada de que “la vieja los estaba mandando al frente a
todos”.
El actuario judicial dejó sentado que con fecha 22 de agosto de 2014 la femenina alcanzó
a poner sobreaviso a Marcela, quien por entonces estaba siendo investigada, al expresarle “… la
Sin connotaciones despectivas, debo decir que con “la vieja” las interlocutoras se
refirieron a Estela Figueroa, quien ya estaba detenida desde el día anterior, tal como surge del
acta de fs. 321, también incorporada por lectura al debate y donde se la identificó como “…
identificado en el acta de detención de fs. 327 como “Javier Alejandro Ponce Luque… de 24
años…”. He ahí la justificación del término “la vieja” que no se refería cariñosamente a la madre
f) De los elementos valorados, no caben dudas de que los tres acusados han tomado
parte en el hecho en el que perdiera la vida Héctor Jesús Barraza, aunque con un nivel de
El Sr. Fiscal entendió que todos ellos coactuaron funcionalmente en pos del resultado
fatal, en un plan donde Estela Figueroa era la ideóloga y principal interesada, con el aporte
esencial de su pareja Javier Ponce y de Néstor Jara motivado por una promesa remuneratoria.
No puedo sostener con la certeza que este estadio procesal requiere, que los tres
imputados hayan sido coautores concertados, pues entiendo que para ello se requiere alcanzar
un nivel de convicción de que todos ellos tuvieron el dominio del hecho o, al menos, de parte
La atribución de autoría surge, en plural, en el art. 45 del CPenal que describe la acción
cuando tomasen parte en la ejecución del hecho o prestasen al autor un auxilio o cooperación
sin el cual no hubiera podido cometerse. Esta definición que surge de la normativa describe al
sujeto sobre quien recaerá el mayor grado de imputación, entendiendo como autor a quien obra
Autor material será el sujeto que tiene el dominio final sobre el acontecer, mientras que
partícipe será quien cooperó en el hecho dominado por el autor, o quien hizo surgir en el autor
La coautoría se da cuando el dominio del hecho es común a varias personas. De este modo,
coautores serán todos los que toman parte en la ejecución del delito, en codominio funcional
del hecho. Así, la acción tipificada es realizada por dos o más personas, que participan voluntaria
Para que esto se dé, todos los sujetos deben tener igual dominio funcional del hecho y haber
realizado una parte objetiva del plan delictual, cometiendo entre todos el delito.
En este contexto y tal como ha quedado ventilada la prueba, no puedo decir que los tres
imputados hayan tenido el codominio del hecho durante su ejecución, en el sentido de cada uno
tuvo en sus manos el dominio del hecho, a través de la parte que les correspondía en la división
Alejandro Ponce Luque fueron partícipes necesarios en el entramado dirigido a lograr la muerte
En primer lugar, porque se ha probado el interés económico que tenía la imputada en hacerse
de los bienes que le pertenecían a la víctima, además de garantizarse los beneficios derivados
Veterano de Malvinas.
Ese interés fue cuestionado por el defensor particular Dr. Maciel, quien dijo que Estela Figueroa
se mostró siempre sumisa y desinteresada, pese a corresponderle por derecho el cincuenta por
Esto no pudo ser corroborado en autos ni en el debate, toda vez que se carece del certificado
de matrimonio o constancia legal que acredite el vínculo marital pretendido por el señor
defensor.
reconocieron que fueron ellos pareja durante muchos años (cerca de 20) lo que podría sustentar
una relación concubinaria rota por la falta de cohabitación, ya que también aseveraron la
separación durante los últimos siete años aproximadamente, reiniciada sólo dos días antes del
desenlace fatal.
Los mismos testigos, describieron a Estela Figueroa como una mujer ambiciosa, que sólo se
preocupaba por satisfacer sus necesidades económicas, llegando por ello a mantener
“ilusionado” a la víctima con falsas promesas de una posible reconciliación, aún durante la
De allí se extrae el fin económico aludido por el acusador público, pues Figueroa conocía el
crecimiento patrimonial de la víctima, llegando a valores aún por encima de los $ 200.000
alegados por la Fiscalía, a tenor de los informes de entidades bancarias, donde además hay
344/345 del principal, todos ellos incorporados por lectura al debate conforme resolución en los
Abona este manifiesto interés económico como motivación criminal, lo que surge del
testimonio en debate de Jorge Antonio Alfano, amigo de la víctima, quien dijo que Héctor
Barraza tenía un buen pasar, lo que le permitía que incluso que le prestara a él dinero o a gente
Florencio Varela, donde se acercó Estela Figueroa a los pocos días de la muerte de Héctor, para
Este testigo también dijo haber visto a Héctor antes de su muerte en la escuela donde
aquél trabajaba como auxiliar, que en esa oportunidad la víctima le confesó que “estaba por
arreglarse con su mujer”, Aquí surge una vez más el engaño en el cual cayera Barraza.
f.2) Ese mismo ardid o engaño fue el que lo llevó a acceder a Barraza al pedido de Estela Figueroa
Pues como ya se ha acreditado, a lo largo de todo este análisis, uno de ellos era Javier Ponce
Luque, el que aprovechó esa confianza para participar en el hecho junto a Estela Figueroa que
era su pareja.
Fue necesaria la participación de Ponce tanto en el engaño como en la consumación del hecho,
lo que explica por qué ingresó a la vivienda de Barraza justo en los días previos a su muerte,
con otros”. En el supuesto en análisis, no puedo decir que se acreditó que ambos imputados -
Figueroa y Ponce- realizaron el aporte esencial durante la ejecución del hecho que daría lugar a
una coautoría, pero si estoy convencido de que su aporte durante la preparación del ilícito fue
Para distinguir la coautoría de la colaboración, que aunque tengan igual pena deben
en un delito, que en sentido amplio abarca a todos los que intervienen en el hecho –autor
directo, mediato, coautor, instigador o cómplice- y en sentido específico refieren a aquellos que
no son autores directos, es decir, son aquellos cuya actividad se encuentra en dependencia en
nuestro Código Penal. Se trata de una contribución a la realización del delito con actos
anteriores, posteriores o simultáneos al mismo, que no pueden en ningún caso ser considerados
Cómplice será el que, con su contribución, no decide el “sí” ni el “como” de la realización del
Por todo lo valorado, no caben dudas de que el accionar de Figueroa y Ponce Luque los posiciona
hecho principal una contribución sin la cual el delito no hubiere podido cometerse, al engañar a
la víctima para acercarse a ella y generar su confianza que les permitió consumar el homicidio,
f.3) En lo que refiere a Néstor Ramón Jara, considero que el Fiscal sólo ha demostrado una
en una zona rural, fue con conocimiento de los hechos dolosos que iban a acaecer, lo que lo
haría como mínimo, partícipe secundario del homicidio, pero si su intervención se limitó a no
revelar lo que había ocurrido esa noche con Barraza, habría que discutir un posible
encubrimiento.
Lo primero resulta más lógico, teniendo en cuenta que uno de los implicados eran su cuñado
Ponce Luque, hermano de su pareja Graciela, el que se vería beneficiada por su unión con Estela
Figueroa cuando enviudara, en tanto Jara recibiría los beneficios del crimen para hacerse la “re
Héctor Barraza, previo a haber recibido un tremendo golpe en el rostro con una maceta de
cemento, cuyos trozos fueron hallados en el criadero de pollos donde Jara trabajaba, por lo que
Esta duda, me lleva a favorecer al imputado Jara con un grado de participación menor que el de
Ponce Luque y Figueroa con quienes cooperó como mínimo, como facilitador del lugar del
hecho, por lo que debo aplicar el principio "in dubio pro reo" que establece el articulo 1° C.P.P.
Las constancias colectadas, sopesadas bajo las reglas de las sinceras convicciones (art. 210 del
CPP y que tiene acogida en el Art. 18 de la Constitución Nacional), me llevan a sostener que el
encartado es partícipe secundario en un hecho al que no fue ajeno, al facilitar la escena inicial
del crimen.
comisión del delito, que puede darse tanto en la etapa de preparación como en la ejecución.
Esta complicidad se determina por la promesa remuneratoria posterior, que no fue considerada
por la Fiscalía como incursa en el art. 80 inc. 3° del C Penal, que no tuvo incidencia en el hecho,
sino en su ocultamiento, sin la cual igualmente hubiese sido posible su consumación,
comprobada en las escuchas telefónicas, las que tampoco indican que existiera un acuerdo
previo entre Ponce Luque y su cuñado Jara o Estela del Valle Figueroa, de la que ni siquiera tenía
Su contribución tuvo menor incidencia que la de los otros dos encartados en la comisión del
hecho, por lo que considero debe aplicársele la previsión del art. 46 del C. Penal.
criminalmente responsable de Estela del Valle Figueroa y de Javier Alejandro Ponce Luque como
partícipes necesarios en la muerte de Héctor Jesús Barraza, conforme el art. 45 del Código Penal,
en el cual Néstor Ramón Jara intervino como cómplice secundario, según lo previsto por el art.
46 del mismo cuerpo legal, votando en consecuencia por la afirmativa a la segunda cuestión por
Rigen los artículos 210, 371 inc. 2º y 373 del Código de Procedimiento Penal.
Si bien el defensor particular Dr. Maciel alegó que Figueroa no tuvo ni tiene capacidad para
comprender o dirigir los hechos que se le imputan, en virtud de las secuelas de una meningitis
obrarían en una incidencia que no fue propuesta como prueba, opinando sobre cuestiones
médicas que son ajenas a su incumbencia profesional. Tampoco aportó elementos científicos
Por lo expuesto, voto por la negativa a esta cuestión, por ser mi convicción sincera.
Rige el artículo 34 "a contrario sensu" del Código Penal y los artículos 210, 371 inciso 3º y 373
Como atenuante el Fiscal valoró respecto de los encartados Figueroa y Ponce Luque, la carencia
de antecedentes condenatorios, no así para Jara, a quien entendió que le alcanzaba una
condena anterior.
Considero que tal atenuante favorece a los tres imputados, ya que al momento de la comisión
del ilícito aquí juzgado, ninguno de ellos tenía condena previa, de acuerdo a lo que emana de los
De allí, surge que por entonces Jara sólo había gozado del beneficio de suspensión de juicio a
A la misma cuestión en tratamiento el Sr. Juez Doctor Félix Gustavo Roumieu, dijo:
Rigen los artículos 40 y 41 del Código Penal, 210, 371 inc. 4º y 373 del Código de Procedimiento
Penal.
El Sr. Fiscal planteó como agravantes el mecanismo elegido para la muerte, el entramado del
ardid con división de funciones y mantenido en el tiempo, engaño que disminuyó la capacidad
anterior.
Habiéndose ya aclarado que no se aprecia que Jara haya tenido una condena previa al momento
de los hechos, resta responde los demás agravantes colectados por el acusador.
permitió que accediera a dejar ingresar a Ponce Luque su propiedad, desconociendo que se
trataba de la actual pareja de aquella con quien se quería reconciliar, facilitando de este modo
que ganaran su confianza. Nótese que incluso le fue presentado a la víctima como una “parejita
de la iglesia” que en realidad eran hermanos, que compartieron el lecho en la habitación auxiliar
de la casa de Barraza..
Sin duda que esto anuló cualquier alerta de riesgo en la víctima, reduciendo lógicamente su
El ardid fue sostenido en el tiempo, pues Figueroa le prometía una recomposición amorosa a su
facilitado el lugar de la celada aunque por el beneficio de la duda se lo deberá excluir del
agravante.
Con el alcance señalado, voto por la afirmativa a esta quinta cuestión, en las tres causas en
A la misma cuestión en tratamiento el Sr. Juez Doctor Félix Gustavo Roumieu, dijo:
Rigen los artículos 40 y 41 del Código Penal, 210, 371 inc. 5º y 373 del Código de Procedimiento
Penal.
TRIBUNAL pronuncia:
1) Veredicto condenatorio contra Estela del Valle Figueroa y Javier Alejandro Ponce Luque, de
las demás circunstancias personales que obran en autos, por resultar partícipes necesarios (art.
45 CP) en la muerte de Héctor Jesús Barraza, hecho ocurrido entre la tarde-noche del 16 de
2) Veredicto condenatorio contra Néstor Ramón Jara, de las demás circunstancias personales
que obran en autos, por resultar cómplice secundario (art. 46 CP.) en la muerte de Héctor Jesús
Barraza, hecho ocurrido entre la tarde-noche del 16 de enero y del día 17 de enero de 2014 en
Berazategui.
Con ello se dio por finalizado el acto, firmando los Sres. Jueces, por ante mí, de lo que doy fe.
Félix Gustavo Roumieu Pablo Eduardo Pereyra Ariel González Eliçabe
Acto seguido, tal como establece el art. 375 del CPP, a los fines de dictar SENTENCIA, siguiendo
Conforme los hechos que he tenido por probados y la participación atribuida a cada uno de los
imputados, entiendo que corresponde calificarlos como constitutivo del delito de homicidio
agravado por el concurso premeditado de dos o más personas (art. 80 inciso 6° del CP).
Esta significación jurídica abarca a los tres imputados, número mínimo de partícipes requerido
por la norma, aunque haya distintos niveles de participación, tal como ya fuera desarrollado en
de Jara, Dr. Tranquilini, teniendo por respondido su planteo con todo lo ya expresado en el
veredicto.
Voto en igual sentido y por los mismos fundamentos, por ser mi convicción.
A la misma cuestión en tratamiento el Sr. Juez Doctor Pablo Eduardo Pereyra, dijo:
Rigen arts. 45, 46 y 80 inc. 6° del Código Penal, art. 375 inc. 1º del Código de Procedimiento
Penal.
eximentes y calificados legalmente los hechos, sólo resta establecer la pena a aplicar.
1) Condenar a Estela del Valle Figueroa y a Javier Alejandro Ponce Luque, de las circunstancias
personales que obran en autos, a cumplir la pena de prisión perpetua, accesorias legales y el
pago de las costas del proceso, por resultar partícipes necesarios del delito de homicidio
agravado por el concurso premeditado de dos o más personas (arts. 45 y 80 inciso 6° del CP).
2) Condenar a Néstor Ramón Jara, de las circunstancias personales que obran en autos, a cumplir
la pena de diez (10) años de prisión, accesorias legales y el pago de las costas del proceso, en
orden al delito de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas (arts.
A la misma cuestión en tratamiento el Sr. Juez Doctor Félix Gustavo Roumieu, dijo:
Voto en igual sentido y por los mismos fundamentos, por ser mi convicción.
A la misma cuestión en tratamiento el Sr. Juez Doctor Pablo Eduardo Pereyra, dijo:
Voto en igual sentido y por los mismos fundamentos que mi colega preopinante.
Rigen los arts. 40, 41, 45, 46 y 80 inc. 6° del Código Penal; arts. 210, 371, 373, 375, 530
Con ello se dio por finalizado el Acto, firmando los Sres. Jueces, por ante mí, de lo que
doy fe.
SENTENCIA
RESUELVE:
1) CONDENAR a Estela del Valle FIGUEROA, quien dijo poseer DNI n° 22.032.358,
estado civil viuda, hija de Gabriel Arcángel Figueroa y de Aida Isolina Corvalán, instruida,
Sección AP, a cumplir la pena de PRISIÓN PERPETUA, accesorias legales y al pago de las costas
del proceso, por resultar partícipe necesaria del delito de homicidio agravado por el concurso
premeditado de dos o más personas (arts. 45 y 80 inciso 6° del CP), del que resultara víctima su
expareja Héctor Jesús Barraza, hecho ocurrido entre la tarde-noche del 16 de enero y el día 17
2) CONDENAR a Javier Alejandro PONCE LUQUE, quien dijo poseer DNI n° 18.849.979, ser
argentino, nacido el día 26 de junio de 1989 en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, de
estado civil soltero, hijo de Héctor Ponce y Margarita Luque, instruido, domiciliado en la calle
Evaristo Carriego 635 de Florencio Varela, de ocupación empleado de lavadero, con prontuario
de la Policía de la Provincia de Buenos Aires nº 1415551 Sección AP, a cumplir la pena de PRISIÓN
PERPETUA, accesorias legales y al pago de las costas del proceso, por resultar partícipe necesario
del delito de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas (arts. 45
y 80 inciso 6° del CP), del que resultara víctima Héctor Jesús Barraza, hecho ocurrido entre la
3) CONDENAR a Néstor Ramón JARA, quien dijo no recordar el número de su DNI, ser argentino,
nacido el día 21 de julio de 1991 en La Plata, provincia de Buenos Aires, de estado civil soltero,
hijo de Néstor Ariel Jara y Andrea Fabiana Navarro, instruido, domiciliado en calle Guanacache
y Amapola 1111 de Florencio Varela, de ocupación changarín, con prontuario del Registro
Sección AP, a cumplir la pena de diez (10) años de prisión, accesorias legales y al pago de las
costas del proceso, por resultar cómplice secundario del delito de homicidio agravado por el
concurso premeditado de dos o más personas (arts. 46 y 80 inciso 6° del CP), del que resultara
víctima Héctor Jesús Barraza, hecho ocurrido entre la tarde-noche del 16 de enero y eí 17 de
4) Decomisar a través del Ministerio Público Fiscal, la totalidad de los elementos secuestrados
en autos, haciéndole saber que las prendas de vestir deberán ser incineradas por cuestiones de
5) Regular los honorarios profesionales del Dr.Roberto Maciel, T° 38, F° 111 CALP, en la suma de
pesos equivalentes a cincuenta y cinco (55) jus, con más el 10 % para aportes previsionales, por
la labor desarrollada como defensor particular de la imputada Estela del Valle Figueroa durante
el debate (ley 14.957 art. 9º inc. 3 n), a quien se le intima para que en el plazo de diez días
6) Regular los honorarios profesionales del Dr. Gustavo Ernesto Klier, T° LXI, F°262 del CALP, en
la suma de pesos equivalentes a treinta (30) jus, con más el 10 % para aportes previsionales, por
la labor desarrollada en la IPP como defensor particular de la imputada Estela del Valle Figueroa
7) Regular los honorarios profesionales del Dr. Cesar Guillermo Leibson, T° II F° 162 CAQ, en la
suma de pesos equivalentes a sesenta (60) jus, con más el 10 % para aportes previsionales, por
la labor desarrollada como defensor particular del imputado Javier Alejandro Ponce Luque (ley
suma de pesos equivalentes a setenta (70) jus y con más el 10 % para aportes previsionales, por
la labor desarrollada como defensor particular de la imputada Marcela Daiana Luque quien fuera
9) Regístrese y con la lectura del presente dese por notificadas a las partes. Firme que sea,
remítanse los incidentes respectivo al Sr. Juez de Ejecución que por turno corresponda (art. 25
Rigen los artículos 5, 23, 40, 41, 45, 46 y 80 inc. 6° del Código Penal y arts. 22, 25, 209,
210, 231, 243, 371, 373, 375, 529, 530, 531 y ccdtes. del Código de Procesal Penal y arts. 168,
Ante mi