Está en la página 1de 17

CAPÍTULO 11

MEDIClÓN DEL CAUDAL

11.1 Generalidades
El caudal de un río, es decir la cantidad de agua que fluye a través de una sección transversal, se expresa en volumen por
unidad de tiempo. El caudal en un tiempo dado puede medirse por varios métodos diferentes y la elección del método depende
de las condiciones de cada sitio.

11.2 Medición del caudal con molinete hidrométrico

La medición del caudal por el método área-velocidad se explica con referencia a la figura 1l.1. La profundidad del río en la
sección transversal se mide en verticales con una barra o sonda. Al mismo tiempo que se mide la profundidad, se hacen
mediciones de la velocidad con el molinete en uno o más puntos de la vertical. La medición del ancho, de la profundidad y de
la velocidad permiten calcular el caudal correspondiente a cada segmento de la sección transversal. La suma de los caudales
de estos segmentos representa el caudal total [1].

Figura 11.1 - Vista de la sección transversal de un río en el que se muestra la ubicación de los puntos de observación

11.2.1 Selección del sitio

No es necesario que la medición del caudal se haga en el lugar exacto en que se ha instalado la estación de aforo, ya que el
caudal es normalmente el mismo en las proximidades de la estación. Los sitios seleccionados para las mediciones de caudal
deben tener las siguientes características [1]:

a) velocidades paralelas en todos los puntos y que formen ángulo recto con la sección transversal de la corriente;
b) curvas regulares de distribución de velocidad en la sección, en los planos vertical y horizontal;
c) velocidades superiores a 0,150 m s-1;
d) lecho del río uniforme y estable;
e) profundidad superior a 0,300 m;
f) ausencia de plantas acuáticas;
g) existencia mínima de nieve enlodada o cristales de hielo (véase la sección 11.2.5.l).

11.2.2 Medición de la sección transversal

La exactitud de las mediciones del caudal depende en gran parte del número de verticales en que se hagan observaciones de la
profundidad y la velocidad. Las verticales de observación deben localizarse de modo que se pueda definir debidamente la
variación en elevación del lecho de la corriente y la variación horizontal en velocidad. En general, el espacio entre dos
verticales sucesivas no debe superar l/20 del ancho total, y el caudal entre esas dos verticales no deberá ser superior al 10 por
ciento del caudal total.
El ancho del cauce y la distancia entre las verticales deben ser obtenidos por mediciones hechas a partir de un punto fijo de
referencia (generalmente un punto inicial en la margen), que deberá hallarse en el mismo plano de la sección transversal.
Normalmente, la distancia entre las verticales se determina con la ayuda de una cinta graduada o de una cadena que se tiende
provisionalmente a través del cauce, o de marcas semipermanentes pintadas en el pasamanos de un puente o en un cable de
suspensión [1]. En ríos grandes puede usarse el sistema telemétrico o de prácticas de triangulación para medir el ancho.
Si la medición se realiza mediante vadeo, la profundidad puede ser medida directamente con una varilla graduada colocada
en el lecho de la corriente. Si se utiliza el sistema de sonda con alambre de plomo y tambor para la medición, el metro y la
plomada se hacen descender hasta que la parte inferior de la plomada roce apenas la superficie del agua y la aguja indicadora
de profundidad se colocará en cero; seguidamente, se sumergirá la plomada hasta que descanse en el lecho del río y se anotará
la profundidad registrada por la aguja.
Si la plomada unida a la sonda no pesa lo suficiente para mantenerse perpendicular a la superficie del agua, el ángulo que
forma la sonda con la vertical se medirá con un transportador redondeando al grado más cercano. La relación entre la
profundidad exacta, d, y la profundidad observada, dob, basada en el ángulo medido, φ, y en la distancia entre la superficie del
agua y el punto de suspensión de la línea de sondeo, x, se observa en la figura 11.2 y se determina con la siguiente fórmula:

d =[ dob - x (sec φ –1)] [1 - k] (1l. 1)

Los valores de k, que se dan en la tabla 1 l. 1, se establecen según la hipótesis de que la presión de arrastre ejercida sobre la
plomada en la capa de agua, relativamente tranquila cerca al fondo, puede despreciarse y de que la sonda y la plomada están
diseñadas para ofrecer poca resistencia a la corriente. Las incertidumbres de esta estimación son tales que si el ángulo que la
sonda forma con la vertical es superior a los 30o pueden producirse errores importantes.
-

11.2.3 Medición de la velocidad

11.2.3.1 Instrumentos para la medición de la velocidad


La velocidad del flujo en un punto determinado se mide generalmente contando el número de revoluciones del rotor de un
molinete durante un corto período de tiempo medido con un cronómetro [1]. Los molinetes más utilizados son de dos tipos: el
de cazoletas, con eje vertical, y el de hélice, con eje horizontal. Ambos están provistos de un disruptor que genera un impulso
eléctrico indicando las revoluciones del rotor [2]. También se usan contadores de tipo óptico en los molinetes de cazoletas.
Los molinetes se calibran a fin de cubrir la gama de velocidades del flujo que ha de medirse. Los procedimientos de
calibración detallados se describen en la norma ISO 3455 (3). Los molinetes pueden calibrarse individualmente o en conjunto.
Los molinetes calibrados individualmente deben ser recalibrados después de tres años o de 300 horas de uso o cuando se dude
de su funcionamiento (Reglamento Técnico, Volumen III, Anexo I).

11.2.3.2 Medición de la velocidad usando el molinete

La velocidad se determina en uno o más puntos en cada vertical contando las revoluciones del rotor en un lapso de 60 segundos
como mínimo y durante un período máximo de tres minutos si la velocidad del agua es pulsatoria [ 1].
En canales poco profundos, el molinete debe sostenerse en la posición deseada por medio de una varilla de vadeo. En canales
demasiado profundos o muy rápidos para medirlo por vadeo, el molinete se debe suspender de un alambre o varilla desde un
puente, teleférico o embarcación. Cuando se utiliza un embarcación, el molinete debe sostenerse de manera que no lo afecten
las perturbaciones causadas por la embarcación. Una vez que el molinete se haya colocado en el punto seleccionado de la
vertical, se le alineará en la dirección de la corriente antes de comenzar las mediciones. Si no se puede evitar el flujo oblicuo,
el ángulo de la dirección del flujo normal y la sección transversal deben ser medidos y la velocidad medida debe corregirse. Si
el ángulo medido con respecto a la normal es y, entonces:

Vnormal = Vmedido COS γ (11.2)

El molinete debería sacarse del agua de vez en cuando para examinarlo. Se pueden utilizar molinetes especiales para medir
velocidades muy bajas, si su buen funcionamiento y exactitud han sido probados en esta gama de velocidad.
El eje horizontal del molinete no debe estar situado a menos de una vez o una vez y media la altura del rotor con respecto a la
superficie del agua, ni a menos de tres veces la altura del rotor desde el fondo del canal.

11.2.3.3 Determinación de la velocidad media en la vertical

La velocidad media del agua en cada vertical se puede determinar con uno de los siguientes métodos:
a) método de distribución de la velocidad;
b) métodos de puntos reducidos;
c) método de integración.
La selección del método apropiado depende del tiempo disponible, del ancho y de la profundidad del agua, de las condiciones
del lecho, de las variaciones de nivel, de la existencia de capa de hielo y de la exactitud requerida.

Método de distribución de velocidad

La medición de la velocidad media por este método se obtiene a partir de las observaciones de la velocidad efectuadas en un
determinado número de puntos a lo largo de cada vertical, entre la superficie del agua y el lecho del canal. Las observaciones
de la velocidad en cada posición deberán ser trazadas en un gráfico y la velocidad media se determinará al dividir el área
formada por este trazo entre la profundidad. Para hacer el gráfico puede ser necesario estimar las velocidades del flujo cerca
del lecho, suponiendo que la velocidad para cierta distancia por encima del lecho del canal es proporcional al logaritmo de la
distancia x desde el mismo. Si la velocidad observada en los puntos próximos al lecho se lleva a un gráfico en función del
logaritmo x, la línea que más ajuste los puntos puede extenderse hasta el lecho y las velocidades cercanas a él pueden leerse en
el gráfico.
El método de distribución de velocidad puede que no convenga para mediciones hechas durante variaciones importantes de
nivel porque lo que aparentemente se gana en exactitud puede ser más que compensado por los errores resultantes durante el
largo período de tiempo necesario para realizar la medición.

Método de puntos reducidos

a) método de un punto. La velocidad se debe medir en cada vertical colocando el molinete a 0,6 de profundidad a partir de
la superficie. El valor observado se considera como la velocidad media en la vertical. Este método se aplica con un
factor de corrección de 0,92 para profundidades inferiores a 1 m, cuando las mediciones se realizan bajo una capa de
hielo. Bajo una capa de hielo, el molinete podrá colocarse a 0,5 de profundidad; se aplica entonces a este resultado un
factor de corrección de 0,88;
b) método de dos puntos. Las observaciones de velocidad se deben hacer en cada vertical, colocando el molinete a 0,2 y
0,8 de profundidad a partir de la superficie. El promedio de los dos valores puede considerarse como la velocidad media
en la vertical;
c) método de tres puntos. La velocidad se mide colocando el molinete en cada vertical a 0,2, 0,6 y 0,8 de profundidad a
partir de la superficie, El promedio de los

tres valores puede ser considerado como la velocidad media en la vertical. Se puede también ponderar la medición a 0,6 y
la velocidad media se obtendrá con la ecuación:

V = 0,25 (VO,2 + 2VO,6 + V O,8) (11.3)

d) método de cinco puntos. El método de cinco puntos puede utilizarse cuando el canal está libre de hielo y de vegetación
acuática. Consiste en medir la velocidad en cada vertical a 0,2, 0,6 y 0,8 de profundidad a partir de la superficie y tan
cerca como sea posible de la superficie y del lecho. La velocidad media podrá determinarse del gráfico que represente el
perfil de velocidades como en el método de distribución de velocidades o a partir de la ecuación:

V = 0.1 (V superficie + 3 vO,2 +3VO,6 +2VO,8 + Vlecho) (11.4)

e) método de seis puntos. Este método se puede utilizar en condiciones difíciles, cuando por ejemplo hay vegetación
acuática, o una capa de hielo. La velocidad se mide colocando el molinete en cada vertical a 0,2, 0,4, 0,6 y 0,8 de
profundidad a partir de la superficie y tan cerca como sea posible de la superficie y del lecho. Los valores de la
velocidad se trazan en un gráfico y la velocidad media se determina como en el método de distribución de velocidad o
mediante la
ecuación:

V = 0.1 (V superficie + 2 vO,2 +2VO,4 +2VO,6 + 2VO,8 + Vlecho) (11.5)

El método de dos puntos se emplea cuando la distribución de velocidades es regular y la profundidad es superior a unos 60
cm; el método de un punto se usa en aguas poco profundas. El método de tres puntos debe utilizarse para mediciones bajo
hielo o en canales cubiertos por vegetación acuática. El método de cinco puntos se utiliza cuando la distribución vertical de la
velocidad es muy irregular.
La exactitud de un método en particular debe determinarse al medir, si es posible, la velocidad en unos seis a 10 puntos en
cada vertical para la primeras mediciones de caudal efectuadas en un nuevo sitio.

Método de integración

En este método, se baja y se sube el molinete a lo largo de toda la profundidad en cada vertical a una velocidad uniforme. La
velocidad de descenso o de ascenso del molinete no debe ser superior a cinco por ciento de la velocidad media del flujo en la
sección transversal y en todo caso debe estar comprendida entre 0,04 y 0, 1 0 m s-1. Se determina el número promedio de
revoluciones por segundo. En cada vertical se realizan dos ciclos completos y, si los resultados difieren en más de 10 por
ciento, se repite la medición. Este método se utiliza rara vez en aguas con una profundidad superior a tres metros y
velocidades inferiores a 1 m s-1

11.2.4 Cálculo del caudal

Métodos aritméticos
a) método de la sección media. Se considera que la sección transversal está compuesta de un número de segmentos, cada
uno de ellos limitados por dos verticales adyacentes. Si V1 promedio es la velocidad media en la primera vertical y V2 promedio la
velocidad media de la vertical adyacente, y si d1 y d2 representan las profundidades totales respectivas en las verticales 1 y 2, y
b es la distancia horizontal entre las verticales, entonces el caudal q del segmento será:
El caudal total se obtiene sumando el resultado de los caudales parciales;
b) método de semisección. El caudal en cada segmento se calcula multiplicando Vd en cada vertical por el ancho, que es la
suma de la mitad de la distancia entre verticales adyacentes. Puede evaluarse el valor de d en los dos medios anchos próximos
a las márgenes. Con referencia a la figura 1 l. 1, el caudal total Q se calculará de la siguiente manera:

Métodos gráficos

a) método de integración de la curva profundidad-velocidad. El primer paso consiste en dibujar, para cada vertical, la curva
profundidad-velocidad, cuya área representa el producto de la velocidad media por la profundidad total. El valor de este
producto en cada vertical se lleva a un gráfico en función de la distancia lateral y se traza una curva a través de los
puntos obtenidos. El área definida por esta curva representa el caudal en la sección transversal;
b) método de curvas de velocidad o método de las isotacas. Se basa en las curvas de distribución de velocidad en las
verticales; se prepara un diagrama de distribución de velocidades en la sección transversal y se trazan las curvas de igual
velocidad. Las áreas delimitadas por las curvas de igual velocidad y la superficie del agua se deben medir y el valor
obtenido se debe trazar en otro diagrama en el que las ordenadas indicarán la velocidad y las abscisas el área
correspondiente. La superficie delimitada por la curva área-velocidad representa el caudal en la sección transversal [1].

11.2.5 Medición del caudal bajo una capa de hielo

La medición del caudal bajo una capa de hielo exige conocer los instrumentos y procedimientos descritos en las secciones
11.2.1 y 11.2.4. Estas secciones tratan únicamente del equipo y los procedimientos característicos de la medición del caudal
bajo una capa de hielo.

11.2.5.1 Selección del sitio

Se recomienda seleccionar secciones alternas de medición durante la estación en que las aguas están libres de hielo, cuando se
pueden evaluar las condiciones del cauce. En algunas estaciones de aforo, se puede usar una misma sección de medición en
verano e invierno, pero es más importante que las mediciones de invierno se hagan en condiciones adecuadas que utilizar la
misma sección de medición en ambas estaciones. Después de la selección inicial, se deben hacer agujeros de exploración a lo
largo de la sección, separados un -palmo entre sí, para detectar la presencia de hielo enlodado o una mala distribución del flujo
de agua. Se deben evitar los lugares donde puedan existir cristales de hielo, porque pueden impedir el proceso de medición y
debido también a la dificultad de determinar el espesor del hielo. Asimismo, se puede producir algún flujo de agua través del
hielo cristalino que no puede medirse por los métodos usuales.
Con frecuencia, en las corrientes de agua dulce invernales, el agua atraviesa el hielo formando dos corrientes independientes,
una encima y otra por debajo del hielo. Se deben evitar esos emplazamientos.

11.2.5.2 Equipo

a) perforación de los agujeros - Cuando la capa de hielo es gruesa es conveniente utilizar una barrena o taladro mecánicos o
una sierra de cadenas para perforar el hielo. Si la capa de hielo es delgada se puede usar un cincel de hielo;

b) determinación de la profundidad real - La profundidad real del agua por debajo de la capa de hielo es igual a la
profundidad total del agua menos la distancia que existe entre la superficie del agua y el fondo de la capa de hielo. La
distancia entre la superficie del agua, en el agujero perforado en el hielo, y la parte inferior del hielo puede medirse con una
barra graduada en forma de L y de longitud adecuada. El lado corto de la barra se apoya contra la cara interna de la capa de
hielo y se lee la profundidad de ese punto en la parte graduada de la barra. Si en un agujero existe hielo enlodado por debajo
de la capa de hielo sólido, se puede determinar a qué profundidad termina el hielo enlodado suspendiendo el molinete por
debajo del hielo, hasta que la hélice gire libremente; entonces se levanta lentamente hasta que pare la hélice. Este punto se
considera como el de separación entre el agua y el hielo enlodado;

c) molinete y sistema de pesas - Si se utiliza una barrena o taladro para perforar la capa de hielo, se requiere un molinete
especial y un sistema de pesas de sondeo adaptados a las dimensiones del agujero hecho en el hielo, que tiene unos 150 mm de
diámetro. El sistema de pesas puede consistir en dos pesas de plomo en forma de lagrima situadas una encima y otra por debajo
del molinete, o en una sola pesa de esa forma situada debajo del molinete. Si el agujero puede hacerse suficientemente ancho,
se puede usar el molinete corriente y el sistema de pesas que se describen en la sección 11.2.3.1;

d) Suspensión del molinete – El molinete puede estar suspendido de una varilla, de un sedal, o de una bobina de sondeo. Si
la profundidad total del agua por debajo del hielo es superior a tres a cuatro metros, se usa con frecuencia una bobina o un
sedal. La bobina se monta en un soporte plegable entre ruedas. En aguas muy frías, el soporte puede estar dotado de un
tanque de agua caliente para evitar que se congele el molinete mientras se desplaza el equipo de un agujero a otro. Para
emplazamientos menos profundos, cuando se utiliza un molinete sin veleta de orientación suspendido por una varilla a
través del agujero perforado en el hielo, es preciso determinar la dirección de la corriente para poder orientar debidamente
el molinete.

11.2.5.3 Medición del caudal

a) Separación de las verticales – La información contenida en la sección 11.2.2 se aplica también al espaciamiento de
verticales cuando existe una capa de hielo. Sin embargo, además de la variación de altura del lecho del cauce, se ha de
tener también en cuenta la variación del espesor de la capa de hielo y del hielo enlodado para seleccionar el número y la
ubicación de los puntos de medición. Si la corriente está dividida en diferentes canales por el hielo enlodado, se deben
usar no menos de tres verticales en cada canal;

b) medición de la velocidad – Se recomienda que las curvas de velocidad se determinen a partir a partir de la medición de la
velocidad en cada punto a intervalos de un décimo de la profundidad real en dos verticales como mínimo para calcular los
posibles coeficientes de corrección necesarios para convertir la velocidad media obtenida por métodos normales de
observación para aguas sin hielo, en la velocidad media correspondiente a un punto de medición bajo una capa de hielo.
En aguas poco profundas se puede medir la velocidad en un solo punto a 0.5 ó 0.6 de la profundidad real, pero en general
se necesita aplicar un coeficiente para convertir la velocidad observada en velocidad media. En aguas más profundas (un
metro o más), se pueden hacer dos observaciones a 0.2 y 0.8 de la profundidad real, tres observaciones a 0.15, 0.5 y 0.85
de la profundidad real, o seis observaciones a 0.2, 0.4, 0.6, y 0.8 de la profundidad real y en los puntos cercanos a la
superficie y al fondo. La velocidad media obtenida en los métodos de dos y tres puntos se puede utilizar como valor
medio en la vertical. Para utilizar el método de los seis puntos, véase la sección 11.2.3.3;

c) generalidades - Al medir el caudal bajo una capa de hielo, es esencial que se tomen medidas de seguridad. Por ejemplo,
se debe comprobar siempre. la firmeza del hielo tanteando con un cincel para hielo antes de proseguir el
desplazamiento sobre la superficie. Si la velocidad medida en condiciones de hielo es menor que el límite inferior que
permite el empleo del molinete, se debe buscar otra sección de aforo en otro lugar del río donde la velocidad sea mayor.
Se debe tener la precaución de asegurarse de que el molinete gire libremente y que no quede retenido por el hielo que
se haya podido formar mientras se le traslada de una vertical a otra. Al efectuar las mediciones, se debe anotar una
descripción completa del clima y las condiciones del hielo en el río, sobre todo en las secciones del control. Esto
ayudará al cálculo posterior del caudal entre las mediciones.

11.2.5.4 Cálculo del caudal


El cálculo del caudal bajo una capa de hielo es el mismo que para condiciones de aguas a cielo abierto descritas en la sección
11.2.4, salvo que se utiliza la profundidad real en lugar de la profundidad total de agua.

11.2.6 Exactitud

La exactitud de estas mediciones de caudal depende de la fiabilidad de la calibración del instrumento de medición, de las
condiciones del río y del número de mediciones de la profundidad y la velocidad que se hayan efectuado [4,5]. Las
mediciones se hacen normalmente registrando la profundidad y la velocidad en dos puntos, en cada una de las 20 a 25
verticales de la sección transversal. El error típico para un nivel de confianza del 95 por ciento en este tipo de mediciones
efectuadas en condiciones normales, es alrededor de un cinco por ciento [1].

11.3 Medición del caudal por el método del flotador


Este método se utiliza cuando no se puede emplear un molinete debido a velocidades o profundidades inadecuadas, a la
presencia de material en suspensión, o cuando la medición del caudal deba realizarse en un período de tiempo muy corto.

11.3.1 Selección de secciones


Se deben seleccionar tres secciones transversales en un tramo recto del curso de agua. Las secciones transversales deben estar
lo suficientemente espaciadas entre sí de manera a medir con exactitud el tiempo necesario para que el flotador pase de una
sección transversal a la siguiente. Se recomienda un lapso de 20 segundos, aunque podrán emplearse intervalos más breves en
el caso de ríos pequeños en los que la corriente sea muy veloz y en los cuales es a menudo imposible seleccionar un tramo
recto de longitud adecuada.

11.3.2 Flotadores

Se pueden utilizar flotadores de superficie o de varilla. Los Botadores de superficie deben sumergirse a una profundidad
inferior a la cuarta parte de la profundidad del agua. No se deberán emplear cuando se tema que la medición pueda ser
afectada por el viento. Los Botadores de varilla pueden sumergirse a una profundidad superior a la cuarta parte de la
profundidad del río. Los flotadores de varilla no deben rozar el lecho del canal. Durante los períodos en que las maniobras en
el río pueden ser peligrosas, se pueden emplear, como Botadores naturales. árboles o fragmentos de hielo que floten en el río.

11.3.3 Procedimientos de medición

Los Botadores deben distribuirse de manera uniforme a todo lo ancho de la corriente; se deben realizar entre 15 y 35
mediciones con flotadores. Cuando se usan flotadores naturales se deben hacer 20 mediciones como mínimo, en diversas
posiciones de la sección del río.
El flotador deberá lanzarse a suficiente distancia, aguas arriba de la sección transversal superior, para que pueda alcanzar una
velocidad constante antes de llegar a la primera sección transversal. El tiempo en que el flotador atraviesa cada una de las tres
secciones transversales se registrará por medio de un cronómetro. Este procedimiento se debe repetir con cada uno de los
Botadores distribuidos a todo lo largo de la corriente. La distancia entre el flotador y la orilla al paso de cada una de las
secciones transversales puede ser determinada mediante métodos ópticos adecuados, por ejemplo con un teodolito.

La profundidad de la corriente en ciertos puntos en la sección transversal se puede determinar mediante métodos de topografía.

11.3.4 Cálculo de la velocidad

La velocidad del flotador es igual a la distancia que separa las secciones transversales dividida por el tiempo invertido en
recorrería. La velocidad corregida del flujo en cada sección es igual a la velocidad del flotador multiplicada por un coeficiente
basado en la forma del perfil vertical de las velocidades y en la profundidad relativa de inmersión del flotador. El coeficiente
que debe aplicarse a la velocidad medida se debe determinar en lo posible, para cada sitio, por medio de un análisis de las
mediciones del caudal efectuadas por el método del molinete. Cuando no se disponga de esas mediciones, se puede utilizar un
factor F de ajuste según la tabla 1 1.2 para una estimación aproximada.

TABLA 11.2
Factor F de ajuste de la velocidad del flotador en función de la relación R, entre la profundidad de inmersión del
flotador y la profundidad del agua
Cuando se usan flotadores naturales, se deben trazar en un gráfico las velocidades en función de la distancia a la que se
encuentran de la orilla, lo que permitirá determinar la velocidad media en la superficie del río. La velocidad media de la
corriente en la sección transversal es igual a la velocidad media en la superficie multiplicada por un coeficiente K, cuyo valor
se deduce, si es posible, de las medidas anteriores hechas con un molinete para caudales más pequeños.

11.3.5 Cálculo del caudal

El caudal en cada tubo de corriente, o sección, se calcula multiplicando la sección transversal media del tubo de corriente por
la velocidad media del flujo en el tubo de corriente. El caudal total será igual a la suma de caudales de cada una de las
secciones [I].

11.4 Medición del caudal por el método de dilución

La medición del caudal por este método depende de la determinación del grado de dilución en el río de una solución trazadora
que se añade. El método se recomienda únicamente en lugares donde no se puedan emplear los métodos tradicionales, debido
a la poca profundidad de la corriente, a grandes velocidades, turbulencia excesiva o presencia de sedimentos. Los dos métodos
principales que emplean sustancias trazadoras son: el método de inyección a ritmo constante y el método de inyección
instantánea. Las condiciones generales (sección 11.4.I) son iguales para ambos métodos [6,7].

11.4.1 Condiciones generales

Se vierte en la corriente una solución trazadora estable a un ritmo constante o de una vez. El cálculo del caudal requiere del
conocimiento de los siguientes factores:
a) el coeficiente de inyección para el método de inyección a ritmo constante o la cantidad total inyectada para el método de
inyección instantánea;
b) la concentración del trazador en la solución inyectada;
c) la concentración de] trazador en la corriente después de que se haya diluido completamente en toda la sección
transversal.

La exactitud de estos métodos depende sobre todo de:


a) una adecuada mezcla de la solución inyectada en toda la corriente de la sección transversal antes de llegar a la sección de
muestreo. Si la solución trazadora se inyecta en forma continua, la concentración de esta solución deberá ser constante
en toda la sección de medida. Si se inyecta toda la solución de una vez, 1 deberá ser la misma en todos los puntos de la
sección; en esta fórmula c es la concentración y T el tiempo que tarda toda la solución para pasar un determinado punto
de la sección. A título indicativo únicamente, la distancia 1 requerida entre el lugar donde se inyecta la solución y la
sección de muestreo será:

donde b es el ancho medio de la sección transversal mojada por el río, i la profundidad media de la corriente, C el
coeficiente de Chezy para el tramo, y g la aceleración de la gravedad;

b) los materiales, sedimentos, plantas u organismos depositados en el lecho del río no deben absorber la sustancia trazadora
añadida, y ésta no debe descomponerse en el agua de la corriente. La concentración debe determinarse en la sección de
muestreo y como mínimo en otra sección transversal situada aguas abajo para verificar que no exista una diferencia
sistemática en la concentración media de una y otra sección de muestreo.

11.4.2 Selección del sitio


El criterio fundamental de selección del sitio, para medir el caudal por el método de disolución, es la mezcla adecuada de la
solución inyectada con el agua de la corriente en un pequeño tramo del canal. La mezcla se mejora por la fuerte rugosidad de
las orillas elevadas y las características del terreno que hacen que el flujo del canal sea muy turbulento, como cascadas, curvas
o estrangulamientos abruptos del curso de agua. Cuanto más grande es la relación profundidad-ancho, menor es la distancia
necesaria para obtener una mezcla adecuada.

11.4.3 Trazadores y equipos de detección

Se puede utilizar como trazador cualquier sustancia que reúna las siguientes características:

a) se disuelve rápidamente en el agua de la corriente a temperaturas normales;


b) no se encuentra normalmente presente en el agua del río o sólo en cantidades ínfimas;
c) no se descompone en el agua del río, ni es retenida o absorbida por sedimentos, plantas u organismos;
d) su concentración puede ser medida en forma exacta por métodos sencillos;
e) es inofensiva para el hombre, los animales y la vegetación en las concentraciones que se utiliza.

La sustancia trazadora más económica es la sal común. Cuando la sustancia trazadora se inyecta de una sola vez en la
corriente, la cantidad requerida no es muy grande y su detección por métodos de conductividad es bastante sencilla.
El bicromato de sodio se usa mucho en el método de dilución. Su solubilidad en el agua es relativamente elevada (600
kg por M3) y la sal satisface la mayoría de las condiciones descritas en la sección 1 1.4. l. El análisis calorimétrico [7]
permite medir concentraciones muy reducidas de bicromato de sodio.
El cloruro de litio tiene una solubilidad en el agua de 600 kg por M3. El análisis fotornétrico de llama puede detectar
concentraciones de litio hasta de 10-4 kg por M3.
Otros productos químicos utilizados para el aforo por dilución son el yoduro de sodio, el nitrito de sodio y el sulfato de
manganeso.
La rodamina WY es utilizada en Estados Unidos. Sus características de absorción son mucho mejores que las de otras
tintas de rodarnina. La concentración de la tinta puede medirse utilizando fluorímetros que se venden en el mercado y que
pueden detectar concentraciones de 5 a 10 partes por miles de billón (5 a 10 en 109).
También se han utilizado como trazadores elementos radioactivos como la bromina 82, el oro 198, la iodina 131 y el
sodio 24. Las concentraciones de estos elementos, del orden de hasta 10-9, pueden determinarse exactamente con un
contador o un dosímetro, cuya sonda detectora esté suspendida sobre la corriente o en un tanque contador normalizado. Si
bien los elementos radioactivos constituyen el trazador ideal para el método de dilución, el peligro que presentan para la
salud podrían limitar su uso en ciertas localidades.

11.4.4 Cálculo del caudal


Las ecuaciones utilizadas para calcular el caudal de una corriente, Q, están basadas en el principio de continuidad del trazador:

donde Qtr, es la proporción de inyección, Ci la concentración de solución inyectada, Cs la concentración en la sección de


muestreo, V el volumen de la solución inyectada, y t el tiempo.

11.4 Medición del nivel correspondiente

El nivel y la hora correspondientes se deben anotar a intervalos regulares para identificar las diversas fracciones del caudal
total con el tiempo y el nivel correspondientes. En general, el nivel existente hacia la mitad del intervalo de tiempo en que se
han hecho las mediciones, se puede utilizar como el nivel que corresponde al caudal medido. No obstante, si el nivel no varía
linealmente en función del tiempo, se utilizará el siguiente procedimiento de ponderación, en el que h es el nivel ponderado,
Q1,Q2, ... QN son los caudales correspondientes a niveles hl,h2, ... hN

11.6 Cálculo del caudal por métodos indirectos

11.6.1 Generalidades

En los períodos de crecida a veces es imposible medir el caudal directamente debido a una variación muy rápida del caudal, a
grandes velocidades de la corriente, al arrastre de restos sólidos, a profundidades o anchos demasiado amplias o porque las
inundaciones hacen intransitables las carreteras o impiden el acceso a las estructuras de medición. En estas condiciones resulta
todavía posible, sin embargo, determinar el caudal máximo cuando la crecida ha descendido, mediante cálculos que combinan
principios hidráulicos bien establecidos con observaciones sobre el terreno de las condiciones del cauce y de los niveles más
elevados alcanzados durante la crecida. Todos estos métodos implican la solución simultánea de las ecuaciones de continuidad
y de energía.
Estos cálculos pueden hacerse para las secciones o tramos del cauce del río o las alcantarillas que pasan por debajo de las
carreteras, así como los ojos de puente y el espacio sobre diques y terraplenes de las carreteras. Si bien las fórmulas
hidráulicas son diferentes para cada tipo de curso de agua, en todos los métodos intervienen los factores siguientes:
a) características físicas y geométricas del canal y condiciones límites de la zona del cauce utilizado;
b) altitud de la superficie de agua en el momento del caudal máximo para definir el límite superior de las áreas transversales
y la diferencia en altitud entre los puntos significativos;
c) factores hidráulicos, como los coeficientes de rugosidad que se basan en características físicas.

11.6.2 Inspección sobre el terreno

Para seleccionar el sitio más favorable con objeto de determinar el caudal con el método indirecto, se hará un
reconocimiento del terreno en mapas, por avión o por tierra. El sitio debe estar tan próximo como sea posible del punto de
medición deseado y deben evitarse afluentes intermedios o desviaciones de importancia. El sitio tiene que contener adecuados
vestigios o marcas de crecida que definan el perfil del agua durante el caudal pico.
Se hará una inspección topográfico detallada para definir la geometría del cauce en la sección elegida y en la zona
adyacente, secciones transversales del cauce, detalles de las alcantarillas, puentes, diques, carreteras o cualquier otra estructura
artificial, y las posiciones y situaciones de las marcas de crecida. Se anotarán todos los factores que afecten a la rugosidad del
cauce y se seleccionarán los coeficientes de rugosidad. Se tomarán fotografías de las secciones transversales y del tramo para
facilitar las evaluaciones de las condiciones del lugar.
A partir de las notas tomadas sobre el terreno, se harán dibujos que representen la proyección horizontal, el perfil del lecho
del cauce, la altura de la crecida en ambas márgenes, las secciones transversales y detalles de cualquier estructura artificial.
Luego se calculan los factores hidráulicos y se determina el caudal.

11.6.3 Medici6n por la pendiente del caudal

La medición por la pendiente del caudal se realiza en un tramo del cauce del río que se ha seleccionado por su uniformidad o
variación homogénea en sus propiedades hidráulicas [81. El caudal se calcula sobre la base de una ecuación de flujo uniforme,
como la ecuación de Manning, que incluye características del cauce, perfiles de la superficie del agua y coeficientes de
rugosidad.

11.6.4 Medición del caudal a través de alcantarillas

El caudal pico a través de las alcantarillas se puede calcular a partir de los vestigios o marcas de crecida que definen el nivel
aguas arriba y aguas abajo, de las dimensiones de las alcantarillas y su pendiente, y de las secciones transversales que
determinan las condiciones de acceso. Las relaciones entre carga y caudal de alcantarillas se han definido mediante
investigaciones de laboratorio y verificaciones sobre el terreno. El caudal de punta se determina por la aplicación de la
ecuación de continuidad y la ecuación de energía entre la sección de acceso y una sección de la alcantarilla. Para facilitar el
cálculo, el caudal de alcantarilla se ha dividido en seis tipos sobre la base de la situación de la sección de control y las alturas
relativas del nivel aguas arriba y aguas abajo.

11.6.5 Medición del caudal por contracción del ancho de la corriente

La contracción del cauce de una corriente por un puente que sostiene una carretera da lugar a un abrupto descenso de la
elevación de la superficie del agua entre una sección de acceso y la sección contraída bajo el puente. La sección contraída,
formada por los estribos del puente y el lecho del curso de agua, puede ser utilizada como un control del caudal para calcular
las crecidas. La carga sobre la sección contraída se define por las marcas o vestigios de crecida (aguas abajo y aguas arriba), y
la inspección sobre el terreno determina la geometría del cauce del puente. La ecuación del caudal resulta de una combinación
de las ecuaciones de energía y de continuidad para el tramo que se encuentre entre una y otra sección.

11.6.6 Medición del caudal sobre presas y terraplenes de autopistas

Un vertedero, presa, o terraplén constituyen generalmente una sección de control en la que el caudal está relacionado con la
altura del nivel aguas arriba. El caudal pico en la sección de control puede determinarse mediante una inspección sobre el
terreno de las marcas de la crecida y las dimensiones de la estructura. Los métodos se deducen de los estudios, en laboratorio
y sobre el terreno, de las características del caudal en vertederos, presas, y terraplenes.
El trabajo sobre el terreno consiste en una inspección del nivel aguas arriba y aguas abajo a partir de las marcas de crecida,
de una sección transversal de acceso de la corriente para definir la velocidad de llegada y una determinación exacta del perfil
de la estructura de control, a fin de asignar el coeficiente de descarga apropiado. Se dispone de coeficientes para:
a) vertederos de pared delgada, que descarguen libremente o sumergidos;
b) vertederos de pared gruesa, no sumergidos;
c) diques en ojiva o de carga calculada, sumergidos o no sumergidos;
d) muchas formas irregulares.

11.7 Medición del caudal en condiciones difíciles

El informe técnico de la OMM Level and Discharge Measurements under Difficult Conditions [9], contiene un estudio general
sobre la medición de caudales en condiciones difíciles.

11.7.1 Cauces inestables

La inestabilidad del cauce está caracterizada por el desplazamiento sistemático del lecho, por el alto contenido de limo y por la
presencia de varios tipos de escombros en la corriente. La inestabilidad del cauce es un obstáculo al funcionamiento de una
estación de aforo permanente y/o de una sección de medición. Este problema puede minimizarse seleccionando un sitio en la
mitad de un tramo de un río que tenga una sección transversal uniforme, lejos de diversas obstrucciones (puentes, etc.). La
mayor estabilidad en las márgenes generalmente se encuentra donde el cauce se reduce. En el caso de pequeños ríos, el sitio
debe permitir la construcción de una sección de medición permanente.

En pequeños cursos de agua, donde no hay transporte de piedras o escombros de grandes dimensiones, es conveniente
instalar canales adoradores portátiles o permanentes para medir el caudal. También para pequeños ríos, en algunos casos
convendría construir una sección artificial para las mediciones, a fin de mejorar la relación nivel-caudal. Esta mejora puede
ser un vertedero bajo o un canal aforador, según las condiciones específicas del lugar. La estructura debe ser lo
suficientemente alta para eliminar el remanso variable de la sección aguas abajo, pero no tan alta como para causar excesivas
perturbaciones aguas abajo. En estiaje, la estructura debe proporcionar una buena relación entre caudales y niveles de agua
cuando éstos tienen pequeñas variaciones. Se puede usar una pasarela para limpiar las crestas de estructuras grandes y
proporcionar un medio para realizar mediciones con molinetes hidrométricos. Debido al gran contenido de limo en los
cauces inestables es conveniente usar molinetes hidrométricos con cámara de contacto sellada. Las pértigas de sondeo deben
estar provistas de un reborde para que no se hundan en el limo.
Cuando se mide el caudal por el método velocidad-área, la profundidad generalmente se determina antes y después de medir
la velocidad. Cuando la velocidad de la corriente es alta, la presencia de diversos tipos de escombros en la corriente
producen, a menudo, pequeños daños externos en el molinete. En ese caso, convendría comparar las lecturas del molinete,
antes y después de medir los caudales, con las lecturas de otro molinete que no se utiliza en esa medición.
En ríos con una inestabilidad grande en los lechos, la distribución de la velocidad en una sección transversal varía
periódicamente. La elección de las verticales de medición se hará en función de la distribución de las velocidades en el
momento de medición de un caudal dado. El uso de verticales permanentes puede inducir a errores sistemáticos. Si es
grande la inestabilidad del lecho, sería mejor utilizar un método de puntos reducidos para medir la velocidad con un reducido
número de verticales [ 1 l.
Si los sondeos se han efectuado dos veces (antes y después de las mediciones de la velocidad), la superficie de la sección
transversal se calculará sobre la base de los valores medios de la profundidad obtenidos en ambos sondeos. En ríos anchos,
donde la ubicación de las verticales de sondeo se determina mediante marcas en las orillas, las verticales obtenidas en las dos
series de sondeos pueden no coincidir. En este caso, se utiliza un perfil medio de la sección transversal del sitio de medición
para seleccionar los valores de la profundidad para el cálculo del caudal.

11.7.2 Ríos de montaña

Los ríos de montaña se caracterizan por la alta velocidad de la corriente, a menudo tienen un cauce poco profundo e irregular
y pueden ser obstruidos por canto rodado y escombros, tienen pendiente transversal, nivel de agua irregular y transportan
grandes
1 pero variadas cantidades de piedras y guijarros. En la selección del lugar para la estación de aforo, es necesario
evitar esos fenómenos siempre que sea posible.

En pequeñas corrientes de montaña, debido al flujo turbulento muy acentuado, es muy conveniente usar uno de los métodos
de dilución para medir el caudal (véase la sección 11.4). Puede ser recomendable mejorar el canal para hacer

mejores mediciones. Sería también conveniente equipar la estación con un puente de aforo (véase la sección 11.2).

Las mediciones con molinete hidrométrico deben comprender por lo menos 20 verticales. La medición de la profundidad de
los ríos de montaña con barra de molinete no conduce, en la práctica, a errores sistemáticos. Sin embargo, el uso de una
sonda hidrométrica de peso con aleta direccional puede hacer que se subestime la profundidad, si se trata de profundidades
pequeñas. Para profundidades de alrededor de un metro, las mediciones realizadas con una barra de molinete pueden acusar
diferencias de 2,5 a 3 por ciento, mientras que para profundidades de 0,4 a 0,8 m. la diferencia puede alcanzar hasta 10 6 15
por ciento.

El mejor método para medir la velocidad con el molinete es el de dos puntos. Los caudales se calculan como se explicó en la
sección 1 l. 2. l.

11.7.3. Medición de caudales inestables

11.7.3.1 Medición del caudal durante las crecidas

Las mediciones de las crecidas en ríos grandes se realizan mejor desde puentes, teleféricos o barcos. Son útiles los
cabrestantes electromecánicos portátiles, que se pueden instalar sobre vehículos especiales. En ríos grandes, cuando no hay
puentes o teleféricos, se usan grandes botes o transbordadores. Se deben instalar equipos telemétricos a bordo de las
embarcaciones y en las orillas para determinar la posición de la embarcación en el cauce. Los transbordadores que usan un
cable para cruzar el río están equipados con motores eléctricos o mecánicos, para la tracción mediante el cable y para alzar o
bajar los equipos. En general, es necesario usar sondas de hasta 200 kg, debido a que la velocidad máxima en ríos grandes
puede ser de hasta 6 a 8 m s-I. Los sondeos de la profundidad se efectúan también mediante la ecosonda.
Para la medición de crecidas en pequeños ríos, se recomienda particularmente la teledetección o los sistemas de traslado que
se hacen funcionar desde la orilla. Estos sistemas pueden ser portátiles y usarse en varios sitios, sólo necesitan estar
equipados con un cable sustentador principal que atraviese el río. Si no se dispone de esos sistemas, se pueden usar botes de
duraluminio fácilmente transportables o balsas de goma inflables con motor fuera de borda y equipo de plataforma. A los
lugares de difícil acceso se puede llegar por helicóptero.
En el caso de velocidades muy altas, se pueden usar flotadores o instrumentos estroboscópicos para medir las velocidades de
superficie. El estroboscopio tiene un anteojo, dirigido hacia la superficie del agua, y un cierto número de espejos giratorios.
La velocidad de rotación de los espejos se elige de modo que se obtenga una imagen estacionaria de la superficie de] agua.
La velocidad de la corriente se determina a partir de la velocidad de rotación de los espejos. La velocidad máxima que se
puede medir con este método es de 15 m s-', pero este máximo depende de la altura de] punto de observación por encima de
la superficie de¡ agua. Las mediciones con estroboscopios también pueden ser realizadas en corrientes muy turbias, con
hielo flotante y otras materias sólidas que impiden el uso de molinetes. El coeficiente de conversión de la velocidad
superficial a la velocidad media en una vertical, determinada por mediciones en similares condiciones de dificultad, es
generalmente igual a 0,85-0,90. La medición de la profundidad se realiza comúnmente mediante la ecosonda o usando una
sección transversal patrón.
En el caso de ríos anchos, también se puede usar el método del bote móvil (véase la sección 11.8.2). Este método conviene
sobre todo cuando existen grietas en el hielo en movimiento o si hay otros escombros. Si hay hielo o escombros en alguna
parte de la sección que se mide, las mediciones se deben hacer con el método del flotador y el molinete se utilizará en las
partes restantes.
Si el cauce correspondiente a la crecida es muy ancho (tres a 20 km), y se subdivide en varios cauces menores, las
mediciones con el molinete resultan extremadamente difíciles. En este caso, lo mejor es emplear Botadores, con ayuda de
fotografías aéreas.
11.7.3.2 Medición del caudal en tramos con mareas

Cuando una sección de medición está expuesta a las mareas oceánicas, se deben tener en cuenta los siguientes fenómenos:

a ) variaciones continuas del nivel del agua, con o sin cambio de dirección de la corriente;
b) variaciones continuas en la velocidad con respecto al tiempo, incluso en un mismo punto de la vertical, con un gradiente de
velocidad elevada;
c) cambio en la distribución de la velocidad con respecto al tiempo;
d)cambio en la dirección de la corriente durante el ciclo de la marea con velocidad nula;
e)presencia de flujo estratificado con densidad y dirección del flujo variables;
f) cambio considerable del flujo en el ancho y en la sección transversal;
g) presencia de turbulencia en gran escala (por ejemplo, fluctuaciones con un período de más de 30 segundos y variaciones en
la amplitud de la velocidad de hasta el 50 por ciento) y el efecto de seiche.

El caudal en ríos con mareas se determina generalmente por uno de los siguientes métodos [10]: método de área-velocidad,
método volumétrico o resolviendo la ecuación de flujo inestable. Cuando los caudales se miden en estas condiciones, también
se puede usar el método del bote móvil (véase la sección 11.8.2), sobre todo en los momentos en que la curva de distribución
de velocidad se aproxima a su forma corriente. Otros métodos, como el método ultrasónico (véase la sección 11.8.3), también
se podrían utilizar.
En el cálculo del caudal por el método velocidad-área, la velocidad se mide durante el ciclo completo de flujo y reflujo. Las
mediciones generalmente se realizan en varios puntos, de modo que sea posible tener en cuenta las diferentes direcciones del
flujo en las verticales. Al mismo tiempo, el nivel del agua y las profundidades en las verticales se miden constantemente.
Luego, todas las medidas se reducen a un solo tiempo para el cual se calcula el caudal.
La exactitud del método área-velocidad es mayor si:

a) el ciclo de la marea durante el cual se efectúan las mediciones es periódico o casi periódico;
b) las corrientes, particularmente durante el período de flujo máximo, son paralelas entre ellas y perpendiculares a la
sección de aforo en todos sus puntos;
c) las curvas de distribución de la velocidad tanto horizontal como vertical tienen forma regular en la estación de aforo;
d) el perfil transversal de la estación de aforo es uniforme y carece de aguas poco profundas.

El sitio seleccionado debe tener, en la medida de lo posible, las siguientes


características:
a) la sección del lecho del río debe ser recta y de forma regular;
b) la profundidad del agua en el sitio elegido debe permitir el uso eficaz de molinetes;
c) la sección del cauce debe ser estable durante el ciclo de la marea;
d) el caudal debe estar concentrado en uno o varios cauces cuyas secciones transversales se puedan determinar con un
buen grado de exactitud;
e) el lugar no debe estar cerca de obstáculos naturales o artificiales que causen flujos no paralelos;
f) el sitio de aforo debe estar libre de vegetación;
g) se deben evitar las corrientes oblicuas, las corrientes de retroceso y las zonas muertas.

El sitio debe ser cuidadosamente marcado en ambas orillas.

Para determinar el caudal durante el ascenso y retirada de la crecida, las mediciones en cada vertical se deben efectuar durante
el ciclo completo de la marea. Para determinar con exactitud el momento de velocidad nula, las mediciones deben comenzar
media hora antes y terminar media hora después del cielo de la marea. Según el equipo disponible y las características físicas
del lugar seleccionando, se pueden adoptar diferentes procedimientos para medir la velocidad:

a) si se dispone de un número suficiente de botes, las mediciones se pueden efectuar simultáneamente en todas las verticales
durante todo el ciclo de la marea;

b) si se dispone de un número limitado de botes, las verticales seleccionadas para medir la velocidad, se marcarán mediante
boyas ancladas. Se precisan de uno o dos botes para realizar las mediciones, procediendo de una vertical a la siguiente a
intervalos no mayores de una hora entre cada vertical. Por lo menos, un bote adicional debe permanecer fijo en una vertical de
referencia para realizar mediciones continuas durante el ciclo entero de la marea. En este caso la curva de variación de la
velocidad en cada vertical con respecto al tiempo durante el ciclo completo, se traza usando como base de comparación los
datos y medidas en los puntos obtenidos de la vertical de referencia;

c)si la forma de la curva de marea no cambia mucho de un día para otro y si se disponen de por lo menos dos botes, uno de
ellos se atraca en la vertical de referencia para realizar las mediciones durante cada día de¡ ciclo completo de la marea. El otro
bote realiza las mediciones durante el ciclo completo en cada vertical, moviéndose a una nueva vertical cada día. En este caso,
el número de días requeridos para realizar el ciclo completo de observaciones es igual al número de verticales donde se mide la
velocidad;
d) si existen diferentes amplitudes de mareas y si no es posible hacer las mediciones en muchas verticales, las mediciones se
realizarán en cada vertical en el ciclo completo para diferentes amplitudes de la marea durante un mes lunar y durante la marea
viva y la marea muerta;

e)si existen fuertes pulsaciones, las mediciones se deben realizar en cada vertical con la ayuda de varios molinetes colocados a
diferentes alturas por períodos de 1 0 a 15 minutos. La velocidad media se determina para el período medio de tiempo;
f) en el caso de corrientes oblicuas, se deben usar molinetes de lectura directa o instrumentos capaces de medir el ángulo de
desviación.

Cuando se producen cambios rápidos de la velocidad, los valores de la velocidad en los distintos puntos de la vertical se deben
ajustar a un tiempo determinado. Con este fin, las mediciones de la velocidad se repiten en todos los puntos de la vertical en
dirección del fondo hacia la superficie, o sólo en un punto de la superficie.
Para el cálculo del caudal en cada vertical, se traza una curva de la variación de la velocidad con respecto al tiempo,
disponiéndose así de los valores para un tiempo determinado.
Para el cálculo del caudal por el método volumétrico, se efectúan mediciones sincronizadas del nivel del agua en los límites de
la sección o secciones de medición, y las características geométricas (sección transversal, longitud y zonas inundables) se
determinan de antemano. Se debe instalar una estación de aforo adicional aguas arriba de la zona afectada por las mareas, de
manera que se pueda determinar el caudal propio del río. En los estuarios anchos donde hay pendientes transversales, los
niveles se miden en ambas orillas. La diferencia en volumen del prisma de marea durante el intervalo de cálculo se determina
a partir de la variación de la profundidad media y de las áreas de la superficie del agua entre los límites. Para determinar el
caudal medio, se divide la diferencia del volumen del prisma total entre el período de cálculo, menos los afluentes del río.
En el método de cálculo del caudal a partir de las ecuaciones del movimiento inestable, la solución de las ecuaciones del
movimiento variado para la sección en consideración se simplifica para algunas hipótesis, como flujo paralelo, densidad
uniforme y cauce prismático. Las mediciones se hacen generalmente para dos ciclos típicos de marea (alta y baja). Los
resultados se utilizan también para calibrar los parámetros del modelo.

11.7.4 Crecimiento de la maleza en el lecho del río

El desarrollo de la maleza en los ríos puede causar errores relativamente importantes. En ríos pequeños, se recomienda en lo
posible, realizar controles artificiales. Si no se pueden realizar, el caudal se medirá por el método de velocidad-área. Con este
fin, en un tramo del río, de seis a 10 m de extensión, se eliminará la vegetación durante todo el período vegetativo. Además, se
deben sacar arbustos y pastos altos situados a las orillas y a todo a lo largo de un tramo más grande.
El uso de sustancias tóxicas que impiden el crecimiento de la vegetación es efectivo sólo por un corto tiempo. El método más
práctico, por lo tanto, es el de una limpieza frecuente del lecho. La maleza que crece en el lecho puede ser cortada mediante
una máquina especial acoplada a una sierra de cadena mecanizada o mediante la ayuda de una guadaña ordinaria.

La velocidad de la corriente en cada vertical se mide en tres puntos (a profundidades de 0,15, 0,5 y 0,85). Si la profundidad de
la vertical es inferior a 0,40 m, la velocidad se mide por el método del punto único.

En las notas de las mediciones del caudal, se debe incluir una corta descripción sobre el verdadero estado de crecimiento de la
maleza.

Como las algas y la maleza pueden enredarse dentro de la hélice del molinete, el instrumento debe ser frecuentemente
inspeccionado y limpiado durante la medición. Cuando las mediciones se realizan en un sólo punto, se debe controlar con
sumo cuidado la regularidad con la cual se reciben las señales. Recientemente, se han hecho progresos en el uso del método
electromagnético de aforo en esas condiciones (véase la sección 11.8.4).

11.8 Métodos no tradicionales de medición del caudal

11.8.1 Generalidades

El cálculo del caudal por el método área-velocidad (capítulos 1 1 y 12), el método de dilución (sección 11.4) y por medio de
estructuras hidráulicas (capítulo 12) tiene ciertas limitaciones y no se puede realizar en algunos casos. Tres métodos,
relativamente nuevos de medición del caudal en cauces abiertos son: el método del bote móvil, el método ultrasónico y el
método electromagnético.

11.8.2 Método del bote móvil

En este método, se instala en un bote un molinete especialmente diseñado que indica los componentes de la corriente y los
valores instantáneos de la velocidad. Las mediciones se realizan atravesando el río a lo largo de un recorrido preestablecido
perpendicular a la corriente. Durante la travesía, efectuada sin detenerse, un ecosonda registra la geometría de la sección
transversal y el molinete en funcionamiento continuo mide las velocidades combinadas de la corriente y del bote. Estos datos,
recogidos en 30 a 40 puntos de observación (verticales) a través del recorrido, se convierten en caudales. La velocidad
registrada en cada punto de observación de la sección transversal es un vector de cantidad que representa la velocidad relativa
de la corriente que pasa por el mecanismo del molinete. Este mecanismo consiste en una paleta fija a un eje de acero
inoxidable, que tiene en su extremo superior un dial y una aguja que permite leer el ángulo que forma la dirección de la paleta
y el curso real del bote. Esto se realiza alineándose cuidadosamente con las señales que se han colocado en las orillas. Se
realizan unas seis travesías, en direcciones alternas, y las mediciones se promedian para obtener el caudal [l1, 12].
El caudal se calcula de manera similar al método convencional de área-velocidad, es decir se suman los productos de las áreas
de los segmentos y las velocidades medias. Como el molinete se sitúa casi siempre alrededor de un metro debajo de la
superficie, es necesario usar un coeficiente para ajustar la velocidad medida. En ríos grandes, el coeficiente es generalmente
uniforme a través de la sección. Las mediciones efectuadas en varios ríos han mostrado que el coeficiente varía con frecuencia
entre 0,90 y 0,92.
El método del bote móvil proporciona una sola medición del caudal, y una exactitud de ±5 por ciento para un 95 por ciento de
nivel de confianza.

11.8.3 Método ultrasónico (acústico)

El principio del método ultrasónico consiste en medir la velocidad de la corriente a una cierta profundidad, transmitiendo
simultáneamente ondas sonoras a través del agua mediante transductores colocados en ambos lados del río. Los transductores,
que están diseñados para transmitir y recibir ondas sonoras, se ubican en márgenes opuestas, de manera que el ángulo entre el
recorrido de la pulsación y la dirección de la corriente está entre 30o y 60'o. La diferencia entre el tiempo que las ondas tardan
en cruzar el río aguas arriba y aguas abajo está directamente relacionada con la velocidad media del agua a la profundidad de
los transductores. Esta velocidad puede estar relacionada con la velocidad media de la corriente de toda la sección transversal.
Al incorporar un factor de área en el procesador electrónico, el sistema puede totalizar el caudal.

Idealmente, el transductor se debe colocar a una profundidad en la que mida la velocidad media de la corriente. En la práctica,
el transductor se fija en una posición, de manera que al cambiar el nivel no está más en el punto de la velocidad media, y
entonces se requiere un coeficiente para ajustar la velocidad medida.
En la actualidad se dispone de dos tipos de sistemas ultrasónicos. En el primero los transductores están en una posición fija y
la estación se calibra por el molinete; en el segundo, los transductores están diseñados para deslizarse en un dispositivo en
forma vertical o inclinada. En este último método, el sistema es de autocalibración y no son necesarias, por lo tanto, las
mediciones con el molinete. Al desplazar los transductores verticalmente a diferentes profundidades (en general de siete a 10)
se obtienen las lecturas de la velocidad a lo largo de dichos recorridos. Para cada serie de lecturas, se pueden establecer las
curvas de la velocidad en la vertical, en una gama de niveles tan amplia como sea posible. Así pues, se podría estimar,
primero, una posición apropiada para la fijación de los transductores en la vertical y, luego, establecer una curva de nivel en
función del coeficiente de caudal como en el primer método.
En ríos con muy poca diferencia de niveles, se podría aceptar el sistema de un único recorrido de los transductores. Para ríos
de gran variación en el nivel, es necesario usar el sistema de recorrido múltiple y utilizar varios pares de transductores.
La exactitud del método ultrasónico depende de la precisión con la que se pueden medir los tiempos del trayecto. Con las
diversas técnicas disponibles en la actualidad, se pueden medir los tiempos con mucha exactitud [13 -21].

11.8.4 Método electromagnético

El movimiento del agua que fluye en un río corta la componente vertical del campo magnético terrestre, por lo que una fuerza
electromotriz (fem) es inducida en el agua, y se puede detectar y medir con dos electrodos. La fem, que es directamente
proporcional a la velocidad media del río, es inducida a lo largo de todo filamento transversal de agua que corte la línea del
campo magnético vertical de la Tierra.
La figura 11.3 contiene un diagrama de una estación electromagnética de aforo, donde la bobina está colocada en el lecho y el
campo magnético está en la dirección x, la fem está en la dirección y, y el movimiento del conductor, es decir, la corriente del
río, está en la dirección z. La Ley de Faraday de la inducción electromagnética, relaciona la longitud de un conductor que se
mueve en un campo magnético con la fem generada por la ecuación [22].
En la práctica, la mayoría de lechos de los ríos tienen una conductividad eléctrica importante, lo que permite a la corriente
eléctrica desplazarse en el lecho.
Asimismo, Por consideraciones prácticas, el campo inducido estará espacialmente limitado y la corriente eléctrica que fluye
fuera del área del campo reducirá el potencial total. Los dos factores mencionados tienen el efecto de reducir la señal y, por
consiguiente, el valor del voltaje registrado. En una estación electromagnética de aforo es por lo tanto necesario medir las
conductividades del lecho y la del agua.
La corriente más apropiada para accionar la bobina es la corriente continua, cuya dirección es invertida unas pocas veces por
segundo, y se debe usar una onda alternada cuadrada con una frecuencia de alrededor de 1 hertz. Una instalación típica tiene
una bobina de 12 vueltas, cada una de 16 MM2 de cable doble aislado con PVC y alimentado con una corriente de 25
amperios y un voltaje a través de la bobina de unos 20 voltios [22].

El método electromagnético es Particularmente adecuado para usar en ríos con maleza, con alta concentración de
sedimentos, o con lecho en condiciones inestables y da un registro continuo de la velocidad media en la sección transversal
que se puede combinar con el nivel para obtener in situ el resultado del caudal.

La exactitud depende del equipo de detección que procesa la señal y mide las pequeñas diferencias de potencial percibidas
por los electrodos. Es posible detectar una serías de 100 nanovoltios (10-9 voltios), que representa una velocidad de casi
1mm s-1. La estación electromagnética de aforo requiere de una calibración sobre el terreno por medio de un molinete o por
otros medios, y de una relación establecida entre el caudal y las señales medidas.

Referencias

1 . Organización Internacional de Normalización, 1979: Liquid Flow Measurement in Open Channels: Velocity-area Methods.
Segunda edición, ISO 748, Ginebra.

2. Organización Internacional de Normalización, 1988: Liquid Flow Measurement in Open Channels: Rotating Element
Current-meters, Segunda edición ISO 2537, Ginebra.

3. Organización Internacional de Normalización, 1976: Liquid Flow Measurement in Open Channels: Calibration of Rotating-
element Current-meters in Straight Open Tanks. ISO 3455, Ginebra.

4. Organización Internacional de Normalización, 1985: Liquid Flow Measurement in Open Channels: Velocity-area Methods -
Collection and Processing of Datafor Determination of Errors in Measurement. Segunda edición, ISO 1088, Ginebra.

5. Organización Internacional de Normalización, 198 l: Liquid Flow Measurement in Open Channels. Part l: Establishment
and operation of a gauging station and Part 2: Determination of the stage-discharge relation. ISO 1 100, Ginebra.

6. Organización Internacional de Normalización, 1973: Liquid Flow Measurement in Open Channels: Dilution Methods for
Measurement of Steady Flow. Part Constant rate injection method . ISO 555, Ginebra.
7. Organización Internacional de Normalización, 1987: Liquid Flow Measurement in Open Channels: Dilution Methods for
Measurement of Steady Flow. Part 2: Integration method. ISO 555, Ginebra.

8. Organización Internacional de Normalización, 1973: Liquid Flow Measurement in Open Channels: Slope-area Method.
ISO 1070, Ginebra.

9. Organización Meteorológica Mundial, 1986: Level and Discharge Measurements under Difficult Conditions (O. A. Tilrem).
Informe de hidrología operativo N' 24 (OMM-N'650), Ginebra.

10. Organización Internacional de Normalización, 1974: Measurement of Flow in Tidal Channels. ISO 2425, Ginebra.

11. Organización Internacional de Normalización, 1979: Measurement of Liquid Flow in Open Channels: Moving-boat
Method. ISO 4369, Ginebra.

12. Smoot, G. F. y Novak, C. E., 1969: Measurement of Discharge by the Moving-boat Method. Book 3, Chapter All. U.S.
Geological Survey Techniques, Water Resources Investigations.

13. Herschy, R. W. y Loosemore, W. R., 1974: The ultrasonic method of river flow measurement. Symposium on River
Gauging by Ultrasonic and Electromagnetic Methods, 16-18 de diciembre de 1974, Water Research Centre, Department of
Environment, Water Data Unit, University of Reading, Reino Unido.

14. Smith, W., 1969: Feasibility study of the use of the acoustic velocity meter for measurement of net outflow from the
Sacramento-San Joaquin Delta in California. U.S. Geological Survey Water-Supply Paper 1877, Resten, Virginia.

15. Smith, W., 1971: Application of an acoutic stream flow measuring system on the Columbia river at The Dalles, Oregon.
Water Resources Bulletin, Vol. 7, No.1.

16. Smith, W., 1974: Experience in the United States of America with acoustic flowmeters. Water Research Centre and
Department of the Environment. Water Data Unit Symposium, University of Reading, Reino Unido.

17. Botma, H. C. and Klein, R. E., 1974: Some notes on the research and application of gauging by electromagnetic and
ultrasonic methods in The Netherlands. Symposium on River Gauging by Ultrasonic and Electromagnetic Methods, 16-18 de
diciembre de 1974, Water Research Centre, and Department of Environment, Water Data Unit, University of Reading, Reino
Unido.

18. Kinosita, T., 1970: Ultrasonic measurement of discharge in rivers. Proceedings of the International Symposium on
Hydrometry, 13-19 de septiembre de 1990, Coblenza, Alemania, publicación N' 99 UNESCO/OMM/AICH, páginas 388-399.

19. Holmes, H., Whirlow, D. K. y Wright, L. G., 1970: The LE (Leading Edge) flowmeter: a unique device for open channel
discharge measurement. Proceedings of the International Symposium on Hydrometry, 13-19 de septiembre de 1990, Coblenza,
Alemania, publicación N' 99 UNESCO/OMM/AICH, páginas 432-443.

20. Halliday, R. A., Archer, W. M. y Campbell, P. l., 1975: The Niagara river acoustic streamflow measurement system.
Technical Bulletin N' 86, Environment Canada, lnland Waters Directorate, Ottawa, Canadá.

21. Lenormand, J., 1974: Débimétre á ultrasons mdl 2 compte rendu d'essais: Ponts et chaussées, Service des voies navigables
du Nord et du Pas-de-Calais, Service hydrologique centralisateur, Lambersant, Francia.

22. Herschy, R. W. y Newman, J. D., 1974: The electromagnetic method of riverflow measurement. Symposium on River
Gauging by Ultrasonic and Electromagnetic Methods, 16-18 de diciembre de 1974, Water Research Centre, Department of
Environment, Water Data Unit, University of Reading, Reino Unido.

También podría gustarte