Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Como lo ha señalado la propia Elena Po- Hasta no verte Jesús mío (1969), siguiendo
niatowska, Leonora es, ante todo, una no- con Angelina Beloff, la pintora rusa prota-
vela. No se trata de una crítica de la pintura gonista de Querido Diego, te abraza Quie-
de la recientemente fallecida Leonora Ca- la (1978), hasta Las siete cabritas (2000),
rrington, ni es propiamente una biografía. donde aparecen retratadas Frida Kahlo, Pita
Es una obra basada en una amplia investi- Amor, Rosario Castellanos, Nahui Ollin,
gación documental y periodística, en cientos María Izquierdo, Elena Garro y Nellie Cam-
de testimonios, en los libros escritos por la pobello, sin olvidar la ya mencionada Tina
propia pintora y en otros que se han escrito Modotti en Tinísima. En todos estos casos,
sobre ella, como el de Whitney Chadwick se ha tratado de semblanzas entrañables que
(Leonora Carrington, la realidad de la imagi- buscan hacer justicia a las aportaciones de
nación), Susan L. Alberth (Leonora Carring- esas mujeres a la vida, al arte y a la cultura,
ton, Surrealismo, alquimia y arte) o Julotte además de que fueron escritas cuando ellas
Roche (Max y Leonora, relato biográfico), así ya habían muerto, mientras que Leonora fue
como en conversaciones que ambas sostu- escrita y publicada en vida de la pintora.
vieron durante múltiples encuentros a lo Sin embargo, en Leonora, Poniatowska
largo del tiempo, desde los años cincuen- va más allá: la protagonista, una mujer real,
ta, cuando Poniatowska la entrevistó para verdaderamente existente, se transmuta en
el hoy extinto periódico Novedades. un auténtico personaje de ficción fantásti-
Sin embargo, se trata de una novela bio- ca. Esto se debe a la forma en que la autora
gráfica (o biografía novelada, como quiera ha decidido contar la historia de esta pin-
llamársele) fuera de lo común, debido a la tora singular: internando al lector, directa-
propia naturaleza del personaje: Leonora mente y sin mayores preámbulos, en su rica
Carrington, talentosa pintora que desde lidad de Leonora Carrington. A diferencia y desaforada vida interior, que nunca fue
muy joven obtuvo el reconocimiento a su de otras novelas, donde se ha tomado su común ni corriente, como se puede entrever
gran talento, relacionándose estrechamen- tiempo para describir minuciosamente el con el simple relato de los aspectos más so-
te con el grupo de artistas del movimiento mundo de sus personajes, como en el caso bresalientes de su biografía: “Leonora cree
surrealista en Francia, que vendría a revo- de su celebrada Tinísima, en esta ocasión en las apariciones, no en las de la Virgen
lucionar la concepción del arte contempo- Poniatowska no se demora en demasiadas de Lourdes sino en las de seres que surgen de
ráneo, rompiendo tabúes, abriendo cami- descripciones ni explicaciones: muestra las pronto en la primera esquina y te dan la ma-
nos y experimentando con nuevas ideas y acciones de los personajes de manera tre- no o te asaltan”, nos cuenta la autora.
conceptos. pidante y de un momento a otro, de un pá- Hija de un rico y poderoso aristócrata
La novela, que fue galardonada con el rrafo a otro, ya estamos en el siguiente esce- inglés, Leonora se destacó desde pequeña
Premio Biblioteca Breve 2011 de Editorial nario, en la siguiente situación, haciendo por su imaginación desbordada y su carácter
Seix Barral, consta de cincuenta y seis capí- que la acción avance, vertiginosa, como la indomable, pues siempre se caracterizaría
tulos, de corta extensión. Con un narrador existencia misma de la mujer excepcional por romper las reglas y cuestionar el status
en tercera persona, pero siempre cercano al que fue Leonora Carrington. quo. Obsesionada por los caballos (un leit-
punto de vista de la protagonista, la prosa A lo largo de su carrera literaria y pe- motiv, el de los animales, que estará pre-
de Poniatowska es, en esta ocasión, vibrante riodística, Elena Poniatowska se ha dedi- sente permanentemente en su vida y en su
y nerviosa. A grandes pinceladas —precisa- cado a contarnos la vida de mujeres admi- obra, como símbolo de libertad e imagina-
mente como si la estuviera pintando—, des- rables, empezando por la ya célebre Jesusa ción), la pequeña Leonora se creía a sí mis-
cribe la vida de la volátil y etérea persona- Palancares, la narradora-protagonista de ma una desbocada yegua —a night mare,