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SE MATÓ UN TOMATE formaron cortejo

con diez berenjenas


¡Ay! ¡Qué disparate! de verdes melenas,
¡Se mató un tomate! sobre una carroza
¿Quieren que les cuente? bordado con rosas.
Se arrojó de la fuente Choclos musiqueros
sobre la ensalada con negros sombreros,
recién preparada. tocaron violines,
Su rojo vestido quenas y flautines,
todo descosido, y dos ajíes sordos
cayó haciendo arrugas y espárragos gordos
al mar de lechugas. con negras camisas
Su amigo Zapallo cantaron la misa.
corrió como un rayo —“HOY, ¡QUÉ DISPARATE!
pidiendo de urgencia ¡SE MATÓ UN TOMATE!”—
por una asistencia. Al leer, la cebolla
Vino el Doctor Ajo lloraba en su olla.
y remedios trajo. Una remolacha
Llamó a la carrera se puso borracha.
a Sal, la enfermera. —“¡Me importa un camino!”,
Después de sacarlo dijo don Pepino…
quisieron salvarlo, y no habló la acelga
pero no hubo caso: (estaba de huelga).
¡Estaba en pedazos!
Preparó el entierro
la agencia “Los Puerros”. Elsa Isabel Bornemann
Y fue mucha gente…
¿quieren que les cuente?
Llegó muy doliente
Papa el presidente
del Club de Verduras,
para dar lectura
de un “Verso al tomate”
(otro disparate),
mientras de perfil,
el gran Perejil
hablaba bajito
con un rabanito.
También el Laurel
(de luna de miel
con Doña Nabiza)
regresó de prisa
en su nuevo yate
por ver al tomate.
Acaba la historia:
Ocho zanahorias
y un alcaucil viejo

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