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Trastorno de conducta

del sueño REM: síntomas


y tratamiento
Esta afección produce movimientos involuntarios
mientras se duerme.
por Isabel Rovira Salvador

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Esta parasomnia puede llegar a ser controlada mediante fármacos. Unsplash.


Por norma general, los ciclos de sueño de las personas pueden


ser divididos en varias fases, concretamente en cinco. Cuatro
primeras fases que se caracterizan por presentar diversos
patrones de ondas de sueño y la última fase conocida como
sueño REM. Esta ocupa entre un 15 y 20% del ciclo natural del
sueño y en ella se producen la mayor parte de las ensoñaciones,
así como una atonía muscular.

Sin embargo, existen ocasiones en los se produce una alteración


en este ciclo, como es en el caso del trastorno de conducta
durante el sueño REM. A lo largo de este artículo hablaremos
de las características de esta afección, así como de sus
síntomas, causas y los tratamientos que pueden paliar los
efectos de este trastorno.

 Artículo relacionado: "Los 7 principales trastornos del


sueño"

¿Qué es el trastorno de conducta


durante el sueño REM?
El trastorno de conducta durante el sueño REM fue descrito
por primera vez en el año 1986, por el doctor e
investigador Carlos H. Schenck, especialista en trastornos y
conductas del sueño. Este lo definió como una parasomnia del
sueño REM; es decir, una agrupación de conductas o fenómenos
anormales que aparecen durante esta fase del sueño.

Este tipo de trastorno del sueño o parasomnia, se distingue


por afectar tanto al desarrollo del sueño como al sistema
motor de la persona. Provocando la aparición de episodios de
actividad motora intensa la cual afecta a diversos grupos
musculares.

Estos movimientos se manifiestan en forma de sacudidas de


piernas, patadas, golpes de puños y brazos e incluso
manifestaciones verbales como gritos. Los cuales pueden llegar
a dañar a la persona que le acompañe en sus horas de sueño.

El paciente puede incluso llegar a salir de la cama, andar


o pasear en respuesta a la actividad onírica que está
experimentado en ese mismo instante. La violencia de estas
actividades motoras encuentra su explicación en el contenido de
los sueños, los cuales suelen ser descritos como desagradables,
agresivos y virulentos.

La incidencia de este trastorno entre la población es realmente


escasa, quedando reducida a tan solo un 0,5% de esta. Sin
embargo, en muchas ocasiones esta queda enmascarada por
otros síndromes con cuadros clínicos similares. En un gran
número de ocasiones se diagnostica erróneamente como un
trastorno convulsivo nocturno, consistente en una variedad
extraña del síndrome de apneas obstructivas durante el sueño.
Además, este trastorno es mucho más frecuente en hombres,
llegando a representar un 90% de los casos de TCR y
apareciendo, habitualmente, entre los 50 y los 60 años de edad.

 Quizás te interese: "Fase REM del sueño: ¿qué es y por


qué es fascinante?"

¿Qué tipos existen?


El trastorno de conducta durante el sueño REM puede
manifestarse en dos categorías diferentes: de manera aguda,
de manera idiopática o de manera crónica.

El tipo agudo de este trastorno tiende a estar asociado a


períodos de abstinencia de alcohol. Sobre todo en aquellas
personas con un historial de años de abuso de alcohol.
Igualmente, ciertas drogas o medicamentos como los sedantes
hipnóticos, los anticolinérgicos o los fármacos bloqueadores
liposolubles, también pueden acarrear este tipo de alteración del
sueño.

Igualmente, se han podido identificar dos tipos más de TCR. Una


de ellas consiste en una forma idiopática del trastorno; es decir,
en la cual la TCR consiste en una enfermedad por sí misma no
asociada a otras alteraciones o lesiones y que puede llegar a
evolucionar a lo largo del tiempo llegando a constituirse
como una forma de enfermedad neurodegenerativa.

En cuanto a la tipología crónica del TCR, este es causado o


forma parte del cuadro clínico de una serie de enfermedades
neurodegenerativas tales como la enfermedad de Parkinson, la
demencia por cuerpos de Lewy, la atrofia multisistémica o, en
menor medida, en parálisis supranuclear, enfermedad de
Alzheimer, degeneración corticobasal y ataxias
espinocerebelosas. De la misma manera, puede estar
asociado a trastornos como la narcolepsia, lesiones
del troncoencéfalo, formaciones tumorales y accidentes
cerebrovasculares.

La sintomatología de esta
parasomnia
Dentro del cuadro clínico propio del trastorno de conducta
durante el sueño, encontramos un estado de falta de atonía
muscular que se manifiesta en forma de movimientos bruscos y
violentos que aparecen al iniciarse la fase de sueño REM y se
mantienen a lo largo de esta. Estos movimientos son una
respuesta involuntaria al contenido de las
ensoñacionesque vive el paciente, el cual las describe como
vívidas, desagradables y agresivas.

En la mayoría de los casos los pacientes describen sus sueños


como una experiencia sumamente desagradable en la que se
representan todo tipo de peleas, discusiones, persecuciones e
incluso accidentes o caídas.

En un porcentaje de los pacientes, concretamente en un 25%, se


han podido determinar alteraciones conductuales durante el
sueño anteriores a la aparición del trastorno. Entre estas
conductas se incluye el sonambulismo, gritos,
fasciculaciones y convulsiones de las extremidades.
En el caso de los síntomas conductuales o motores propios de
este trastorno se encuentran:

 Hablar.

 Reír.

 Gritar.

 Maldecir o insultar.

 Gesticulaciones.

 Agitación de las extremidades.

 Golpes.

 Patadas.

 Saltos o brincos fuera de la cama.

 Correr.

Debido a la agresividad con la que aparecen estas conductas, es


habitual que el paciente acabe por dañar o golpear a la persona
que esté a su lado, así como llegar a provocarse autolesiones.
Entre los daños que se infligen tanto al acompañante como a
uno mismo se encuentran laceraciones, hematomas subdurales
e incluso fracturas.

¿Qué se sabe de sus causas?


La información obtenida acerca de las causas del trastorno de
conducta durante el sueño REM es bastante escasa. En más de
la mitad de los casos, la causa de esta afección
está relacionada con la futura aparición de algún tipo de
enfermedad neurodegenerativa.

No obstante, recientes estudios realizados con modelos


animales apuntan hacia la posibilidad de que exista una
disfunción en las estructuras cerebrales del tegmento pontino, el
locus coeruleus y el núcleo pedunculopontino; las cuales son las
principales encargadas de regular el tono muscular durante el
sueño.

 Artículo relacionado: "Partes del cerebro humano (y


funciones)"

¿Hay un tratamiento?
Por suerte, existe un tratamiento para el trastorno de conducta
durante el sueño REM basado en la administración de dosis
diarias de clonazepam. Con una dosis de entre 0,5 y 1 mg,
administrado antes de dormir, y siempre que así lo indique el
médico, es muy probable que la persona experimente un mayor
control de las alteraciones del sueño, incluyendo una
disminución de la cantidad e intensidad de las conductas
agresivas y los sueños de tipo violento.

En pacientes que no responden al clonazepam o que presentan


algún tipo de contraindicación, se puede recurrir al uso
de melatonina, pramipexol o donepezilo para que los casos
descritos como refractarios.

En cuanto al pronóstico de la enfermedad, se espera que con el


tratamiento farmacológico se consiga una remisión absoluta de
los síntomas. No obstante, no existe una cura definitiva para el
TCR, por lo que si se rebaja la dosis o se suspende el
tratamiento los síntomas pueden reaparecer incluso con
más fuerza.

Es necesario especificar que en aquellos casos que el TCR sea


causado por una enfermedad neurodegenerativa, el tratamiento
con clonazepam no resulta eficaz, teniendo el paciente que
seguir un tratamiento específico para la enfermedad principal.
TÓPICOS

 SUEÑO

 DORMIR

 TRASTORNO

Isabel Rovira Salvador

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga | Redactora en Psicología y Mente


Isabel Rovira Salvador (Valencia, 1989) es Licenciada en Psicología por la
Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por
el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas,
descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación
clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de
Valencia.
Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de
Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano
de Infertilidad (IVI) en Barcelona.
Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado
“Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de
las relaciones personales y sobre la sexualidad.

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