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Síntesis:

“Carta a los buscadores de Dios”

Nombre: Katherine Gómez


Docente: Miguel González
Religión y fe ante el reto de la cultura moderna
Sección: 1
Este texto está divido en dos partes, la primera tiene relación con las expectativas y las
esperanzas de los seres humanos en relación al sentido de vida; la segunda parte está
relacionada con la persona de Jesús, su vida y sus travesías, donde él es la persona que nos
puede acoger y sostener en nuestro camino.

Si bien somos seres con muchas inquietudes sobre lo que nos rodea, y en particular sobre
la religión, seamos o no creyentes en Cristo, estas preguntas nos las realizamos día a día y
más aún cuando buscamos respuestas a la felicidad o al sufrimiento ya sea personal o social.
En cuanto al sufrimiento nos preguntamos frecuentemente si hay un Dios o no y donde estará
el para ayudarnos o cuidarnos en esa situación.

A pesar de esas preguntas somos personas que buscan la felicidad día a día y que saben a
priori, que el encuentro con ella no tiene relación alguna con la posesión, la conquista, el
poder o el egoísmo personal. Sin embargo, nos cuesta asumir que el sufrimiento es parte del
camino para alcanzarla, más aún en la cultura moderna, donde la debilidad, el dolor y la
muerte están catalogados como objetos del no pensar y relacionados a otras acciones, más
ligados a la distracción y a la desilusión. Por otro lado, hay personas que sostienen que para
alcanzar la felicidad hay que liberarse de Dios (idea que representa el concepto de fin de la
religión en la modernidad), pero también existen personas que creen que Dios es la solución,
he aquí donde aparecen los creyentes y los no creyentes; mejor dicho, pensadores y no
pensadores, donde los primeros buscan intensamente a Dios en la cotidianeidad. En cambio,
los otros hombres han renunciado a la lucha o tienen una lucha inversa cada día por no creer,
ya que este tras buscar y no encontrar padecen el dolor y la ausencia de Dios.

Si bien, la felicidad es algo que nos reúne, la fragilidad del ser humano, nos deja en claro
que no somos eternos ni omnipotentes a pesar del progreso de la ciencia, ya que está debe
ser un instrumento, para cumplir la tarea que nos confío Dios, el cual le entrega la tierra al
hombre para que la custodie y la perfeccione, no para que la utilice ni la explote
indebidamente.

Por otro lado, tenemos bienes importantísimos, que son la vida y el amor. Aunque la
experiencia diaria nos lleve a la resignación, tenemos la necesidad de esperanza y no
podemos vivir sin ella puesto que esperamos que aquello que deseamos se haga realidad.
Tenemos interiorizada una expectativa que crece debido al trato de las personas, haciéndonos
sentir acogidos, donde todos estamos a la espera de que nos acojan y nos den esperanza. Para
las personas de fe la esperanza puede aflorar de un modo impredecible, siendo Dios que
representado en Jesús quien acompaña a cada ser humano, y da sentido a su vida, otorgándole
esperanza en el camino. En este caso todas las personas que experimentan la fe, tienden a
intentar comunicárselo a los demás, por el hecho de que el ser humano esta echo para amar
y es grato reconocer al otro y dejarse amar, mostrando a las otras personas lo vivido, para
que, una mayor cantidad de gente se vea beneficiada. Viéndose esto en la época donde estuvo
Jesús, cuando sus discípulos nombrados por el mismo y los testigos de sus revelaciones,
luego de su muerte, van dando cuenta de los sucesos ocurridos y se convierten en los que
difunden sus obras, por amor a Jesús, donde queda evidenciado que el amor vence a la
muerte, luego de que Dios resucitara a Jesucristo. También, la ausencia de la persona amada
es lo que lleva a percibir la importancia del amor, como se ve en la acción de los discípulos
y los testigos de su revelación, los cuales se encargaron de ir traspasando de boca en boca su
travesía y su pasión, para que luego esta quedara plasmada en la biblia.

Otro de los bienes importantes de la vida es el trabajo, donde este es un derecho y una
responsabilidad en la modernidad. Al ser discípulos de Jesús, reconocemos que el trabajo
posee dignidad y nos vemos interesados en lo que atañe a él, al igual que Jesús al haber
trabajado en su tiempo como hombre. Aunque hoy en día la globalización y la innovación
tecnológica hacen que el trabajador dude de sí mismo y de su desempeño en el trabajo, el
hombre quiere luchar por la dignidad de este y que sea una actividad humana libre y
responsable, donde pueda construir un futuro a los que vengan. Por desgracia en la cultura
occidental se ha puesto una visión economista y materialista del trabajo, uno de los mayores
errores de nuestro tiempo tener cada vez más, teniendo consecuencias trágicas como el
desarrollo desequilibrado, por fortuna no todo es así y hay personas comprometidas,
promoviendo la calidad de vida de todos, compartiendo unos con otros podemos proyectar
un futuro posiblemente más feliz.
Aunque el trabajo nos ocupe la mayor parte de nuestro tiempo, los cristianos han
denominado la exigencia del descanso y la fiesta, donde el hombre participa del trabajo y el
descanso de Dios, al asemejarse el descanso semanal con el descanso de Dios al terminar la
creación.

Por otro lado, en el mundo actual los acontecimientos nos persiguen, no podemos
escondernos ni siquiera de las responsabilidades morales, el mundo se ha vuelto pequeño.
Esta responsabilidad no está tan solo en la actualidad, sino que, en la época de Jesús, cuando
se dice que su actividad (predicación) resulta peligrosa y afecta a la identidad religiosa del
pueblo, deciden aprovechar un viaje de Jesús para interceptarlo y arrestarlo, aunque él se da
cuenta de tal complot, el decide ir igual y enfrentar esta responsabilidad por su fidelidad a
Dios, con esto da garantías de esta fidelidad que ejerce en favor de todos los seres humanos.

Si bien el lenguaje usado en el texto no es de gran dificultad, ni con palabras demasiado


técnicas, comprender la esencia del texto es más elaborado, hacer la relación entre las partes
e interpretar lo que quiere transmitir el texto requiere de mayor énfasis y dedicación, puesto
que, no está totalmente explícito en él. Creo que aun así es abordable, luego de algunas
lecturas con más detalle.

El texto atrapa al lector en la primera parte, donde hace mayor conexión con el día a día y
las preguntas que alguna vez nos hemos realizado sobre la vida, estás incentivan al lector a
llegar a entender como poder responderlas, posteriormente, cuando comienza a hacer relación
con la vida de Jesús se desvía un poco la atención, pero al releer el texto queda mejor
explicitada la relación.

Está directamente relacionado con los contenidos del curso, puesto que, presenta la difícil
tarea de la religión en la modernidad, tras la crítica que se hace a su forma de plantear las
cosas, donde se anuncia su fin, pero también se expone la revelación hacha por parte de
Jesucristo, donde él es quien busca a la persona a la cual mostrarse luego de haber resucitado,
en distintos tiempo y lugares del planeta, donde esto no podría haber sido realizado por una
persona de la época, debido a las distancias excesivas, pero habiendo un punto en común en
todas ellas, que es que Jesucristo es quien busca a quien revelarse y no las personas a él. A
la vez se da cuenta de la credibilidad de los discípulos, donde estos creen ciegamente en los
postulados de Jesús, incluso al este no tener estudios en alguna gran ciudad de la época.

Creo que el texto en parte tiene razón con lo expuesto, donde sostiene que Dios
representado por Jesús es quien nos da esperanza y es también el Mesías enviado por él
mismo para guiar a su pueblo en esa época y salvarnos de la esclavitud con su actos que para
que luego terminen con su crucifixión, sin embargo, esto podría haber quedado mayormente
explicitado en la parte III que propone el texto titulado como “Una propuesta hecha a quien
busca la ruta de un encuentro posible con Dios de Jesucristo”, donde quizás el lector podría
haber relacionado las partes anteriores y tomar una idea de cuál es un ejemplo quizás de
camino

Me llamaron la atención los planteamientos de las primeras preguntas, las cuales están al
comienzo del texto me sentí identificada, ya que más de alguna vez me hice algunas de las
mismas preguntas planteadas, esto, a la vez, me impulsó a seguir con la lectura y también
encontrar alguna respuesta a ellas. Por otro lado, el vuelco que da el texto o más bien el
cambio de contexto entre las preguntas y la vida de Jesús no queda bastante claro porque lo
hace, pero la relación entre estas se debe inferir. Finalmente me pareció raro no encontrar la
última parte propuesta, titulada como “Una propuesta hecha a quien busca la ruta de un
encuentro posible con el Dios de Jesucristo”, puesto que llama mucho la atención el título y
creo que podría haber ayudado al lector a interiorizarse en algún camino para ir en busca de
Dios, o simplemente conocer como otras personas lograron encontrar el camino de Dios.

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