Está en la página 1de 2

COMO ESTUDIAR

1. Lento, organizado y seguro

¿Tenés la sensación de que hasta ahora cada vez que has estudiado olvidás todo al
momento? Es algo muy común cuando estudias apenas unos días antes del
examen. Si realmente querés que los conocimientos queden fijados en tu memoria
deberás empezar mucho antes.

¿Por qué no crearte una rutina de estudio? Dedicando algo de tu tiempo a ello todos
los días, podrás ir asimilando los conocimientos de forma progresiva. Así, cuando
llegue el momento de hacer el examen no tendrás por qué dedicar jornadas
maratonianas al estudio, sino que podrás leer tranquilamente y repasar todo lo que
has ido aprendiendo hasta el momento..

2. Buscale un sentido

Te aseguramos que todo lo que vayas a estudiar lo tiene. Claro que no lo


encontrarás si estudias solo justo antes del examen. Tomate tu tiempo para leer a
conciencia y podrás darte cuenta de cómo cada tema se relaciona con el anterior y
el posterior. Esto hará que proceses mejor la información y puedas razonarla. De
esta manera podrás comprender mucho mejor la materia y no tendrás por qué
aprenderla de memoria sin encontrarle sentido alguno.

3. Cambiá de lugar

Casi todo el mundo elige siempre el mismo lugar para estudiar. Un lugar en el que
se concentra, tiene silencio... Pero hay estudios científicos que demuestran que no
existe un lugar mejor que otro para estudiar, sino que cambiar de ubicación
favorece el estudio. Es una forma de incentivar al cerebro a trabajar a pleno
rendimiento para que los conocimientos se afirmen más en la memoria.

4. Hacé combinaciones

Si tenés muchos temas que estudiar podés dividir tus jornadas de estudio en
diversos momentos que te permitan ir estudiándolos de forma simultánea. Un
espacio de tiempo para un tema, otro para otro... así hasta completar la sesión de
estudio. De esta manera evitarás olvidar las cosas que estudiaste al principio.
Reforzá esta técnica escribiendo a mano las ideas más importantes.

5. Recordá tu voz

Apréndete los temas de la misma manera en que te aprendes una canción. ¿No lo
escuchás una y otra vez fijándote en cómo lo dice el cantante? Hacé lo mismo con
tus temas, podés incluso grabarte diciendo el tema completo para después
escucharte. De esta manera podrás relacionar más rápido las preguntas con esos
temas que tanto tiempo has estado escuchando. Ya sabemos que no a todos nos
gusta nuestra voz grabada pero deberías intentar esta técnica.

6. Repasá en la noche

Sí, creemos que antes de ir a dormir lo mejor que podés hacer es distraerte
después de toda la jornada. Revisar tus redes sociales, ver alguna película, leer
algo... ¿Y por qué no hacer un repaso? No decimos que lo hagas justo antes de
dormir pero leer a modo de repaso lo que has estudiado durante el día puede
ayudarte a fijar mejor los conocimientos. Durante el sueño el cerebro fija los
conocimientos adquiridos durante el día así que... ¿Por qué no aprovecharlo?

7. Hacé simulacros de examen

Si podés acceder a exámenes anteriores de la materia no dejes pasar la


oportunidad. Los simulacros de examen te ayudarán a ver a qué tipo de preguntas
te vas a enfrentar y a ajustarte a los tiempos que tendrás en el examen oficial.
También podrás familiarizarte con el formato del examen y evitarás que tus nervios
te jueguen una mala pasada.

8. Escribir puede ser un gran ejercicio

Escribir a mano queremos decir. La memoria visual es un factor muy importante,


así que lo mejor que podés hacer es ejercitarla. Si escribes a mano en una hoja las
ideas importantes de cada tema y además utilizas colores o dibujos conseguirás ver
los conceptos de una manera más clara. Además podés completarlo con
información de libros. De esta manera te asegurarás la asimilación de las ideas más
importantes y podrás visualizarlas una vez estés frente al examen.

También podría gustarte