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Los disfraces en día de muerto tiene una larga historia porque En la época prehispánica,

los festivales para honrar a los muertos eran presididos por Mictecacíhuatl (señora de las
personas muertas en la lengua Náhuatl) quien era considerada la reina de Mictlán, el
último nivel del inframundo. El festejo del primer mes era dedicado a los muertitos y el
segundo a los muertos grandes.
Con la llegada de la religión católica, llegó también la celebración europea del Día de todos
los Santos, que conmemoraba la muerte de la naturaleza honrando a las almas, y se
festejaba el primero de noviembre. Un día después se celebraba a los muertos.
Estas costumbres se combinaron con las festividades mexicas en lo que hoy conocemos
como el Día de Muertos. En 2003, la UNESCOproclamó las festividades de Día de Muertos
como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En diversas partes del mundo se celebra Halloween, una tradición de origen celta en la que
se usan máscaras y disfraces para evitar que los espíritus malignos dañen a los seres
humanos. En México, sin embargo, las almas se veneran, y alentamos su visita con el Día
de Muertos.

La costumbre de disfrazarse para Halloween tiene raíces celtas

Las noches de invierno de hace cientos de años representaban una amenaza a la gente. Su
oscuridad le provocaba mucho miedo porque creían que en la noche de Todos los Santos,
los muertos cobraban vida y se convertían en fantasmas, en momias, en brujas, etc. La
gente también pensaba que se los encontraría por las calles si salían de sus casas.
Como no todos podían permitirse quedar cerrados en casa toda la noche, los que salían
creían que disfrazándose no serían reconocidos por los fantasmas. ¿Y qué hacían? Pues
usaba máscaras, capuchas, con el propósito de despistar a los fantasmas en su búsqueda de
espíritus.
Las primeras celebraciones en Estados Unidos incluían fiestas públicas en las que los
vecinos compartían historias de muerte y fantasmas, adivinaban la suerte, bailaban y
cantaban. A la mitad del siglo XIX las festividades anuales del otoño eran comunes pero
Halloween todavía no se celebraba en todo el país. Esto comenzó a generalizarse con la
llegada de los nuevos inmigrantes irlandeses en la segunda mitad del siglo.
En ese momento, los estadounidenses comenzaron a disfrazarse e ir casa por casa pidiendo
comida o dinero, una práctica que luego se convirtió en lo que hoy conocemos como
el trick or treating (truco o trato). Lo mismo que harán la noche del 31 de octubre millones
de niños en todo el mundo.

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