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Sánchez Portilla Lady T.
ladysp95@gmail.com
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Carrera de Ingeniería Ambiental, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de
Chimborazo, Riobamba, Ecuador
Resumen
Palabras Clave:
Abstract
Keywords
Introducción
La cantidad de agua que ingresa o retiene un cuerpo tiene como resultado una reacción para
mantener la temperatura natural conocido como regulación térmica. La transpiración es un
proceso habitual y necesario en el ser humano, animal y las plantas. El agua, además de un
recurso hídrico mundial, cumple varias funciones, disuelve y es un vehículo de transporte de
nutrientes en las plantas. La pérdida de agua interna se realiza en forma de vapor, cambio de
estado líquido a gaseoso, proceso producido en sus estomas, cutícula y la epidermis, donde la
cantidad evaporada es transportada hacia la atmósfera donde los incrementos de temperatura
estimulan el proceso transpiración y difusión. El enfriamiento progresivo, natural y útil en el
metabolismo de la planta, estimula la pérdida de agua como consecuencia de diferentes
factores ambientales. Del total de agua absorbida por las plantas cultivadas en su ciclo vital,
la traspiración puede alcanzar hasta un máximo del 98% (Sutcliffe, 1997). El conocimiento de
la traspiración contribuye a reconocer los factores y cantidad que suministra en vapor de agua
una planta para retornar el agua a la atmósfera e ingresar al ciclo hidrológico en el planeta.
El ingreso de agua desde la atmosfera produce que las cantidades se evaporen con el proceso
de traspiración de las plantas, este fenómeno se origina por la incidencia de energía
proveniente del sol y de la atmosfera alta, vapor de agua desde el océano y superficie del
terreno sincronizada con una cobertura vegetal se produce el efecto de evapotranspiración.
Desarrollo
Transpiración, Proceso por el cual el agua de la vegetación a través de las hojas de las plantas
pasa a la atmósfera en forma de vapor. Naturalmente esta agua tomada por las plantas es, del
suelo. La mayor parte del agua evaporada por las plantas es agua que ha pasado a través de la
planta, absorbida por las raíces, pasando por los tejidos vasculares y saliendo por las hojas, a
través de las estomas, aunque a veces también ocurre a través de la cutícula. Esta evaporación
de agua a través de las plantas es la denominada transpiración.
La transpiración en las plantas es un proceso que se efectúa siempre que exista energía
suficiente para evaporar el agua del parénquima foliar, y una consecuencia necesaria ya que
las plantas requieren tener los estomas abiertos para captar el dióxido de carbono necesario
para la fotosíntesis aunque el precio que pagan es alto en cuanto a la inversión en energía y el
consumo de agua (Smith y Smith, 2001). Determinante primario del balance energético de la
hoja y del estado hídrico de la planta. Este proceso comprende la evaporación del agua desde
las células superficiales en el interior de los espacios intercelulares y su difusión fuera del
tejido vegetal principalmente a través de las estomas y en menor medida a través de la
cutícula y las lenticelas.
El flujo de agua a través de la planta responde entonces a dos ambientes distintos. Por un
lado, el ambiente aéreo a que está expuesta la hoja y que puede ser definido en términos de
radiación, temperatura, diferencia de presión de vapor, contenido de CO y condición de la
capa límite. Por otro lado, las raíces comúnmente generan señales de estrés hídrico, las que
sumadas a las señales en la conductividad hidráulica del xilema también controlan la pérdida
de agua por la hoja (Sperry et al. 1998).
En su aspecto físico, la transpiración está influenciada por los mismos factores que afectan a
la evaporación, a los que puede clasificarse:
Factores fisiológicos:
Estos procesos fisiológicos de una u otra manera están ligados al agua (Salisbury y Ross,
1994).
Así mismo, las características físicas del agua la hacen indispensable en procesos de
homeostasis térmica en las plantas, debido principalmente a su alto calor específico (energía
calorífica requerida para elevar la temperatura de una sustancia en un valor determinado) y al
elevado calor latente de vaporización (energía necesaria para separar moléculas desde una
fase líquida y moverlas hacia una fase gaseosa a temperatura constante) (Curtis y Barnes,
2001).
El proceso de transpiración en las plantas tiene efectos positivos como es producir la energía
necesaria para absorber agua del suelo y conducirla hacia las hojas donde se realiza
principalmente la fotosíntesis. El agua absorbida difunde entre un 80% y un 90% hacia la
atmósfera en forma de vapor.
Las estomas son responsables de la pérdida de agua en forma de vapor, también la vía de
ingreso del CO2 necesario para la fotosíntesis. El número y densidad de los estomas puede ser
modificado por las condiciones ambientales en las que se desarrolla la planta (Melgarejo,
2010). Ubicados en las hojas y en algunos tallos, debido a esto, las plantas deben buscar el
equilibrio entre la pérdida de agua por transpiración, la absorción de esta dependiendo del
potencial hídrico del suelo y la cantidad de dióxido de carbono que ingresa por los estomas
para la fotosíntesis (Salisbury y Ross, 1994).
Bibliografía
Squeo F., León M., 2007, Transpiración, Ediciones Universidad de La Serena, La
Serena,Chile. 3: 67-84
Salisbury F., Ross C., 1994. Fisiología vegetal. México: Editora Iberoamérica,. 759 p.
Sperry JA, Adler FR., Campbell G. & Comstock J. 1998. Limitation of plant water use
by rhizosphere and xylem conductance: results from a model. 21: 347-359.
Smith R., Smith T., 2001, Ecología. Madrid: Addison Wesley,pp. 84-86, 90-94
Curtis H., Barnes S., 2001, Biología. Madrid: Ed. Panamericana, pp. 961-964
Melgarejo L. 2010, Experimentos en fisiología vegetal. Bogotá, D. C: Universidad
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ZEIGER, Eduardo, TAIZ. Lincoln. Fisiología vegetal. México: Universital Jaume, 2006. pp. 59-
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