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Los dinosaurios fueron los amos del mundo en el período del mesozoico hace
160 millones de años. De hecho, han sido los únicos seres vivos que más tiempo
han dominado nuestro planeta con diferencia.
Otro dato curioso de los dinosaurios es que no tenían sus patas en los lados del
cuerpo como en la mayoría de los reptiles actuales, sino que los tenía por debajo
de su cuerpo, algo parecido como los mamíferos que nos encontramos a día de
hoy, con lo que se demuestra que la evolución estaba actuando en consecuencia
para perfeccionar los seres vivos del momento.
Una de las pruebas más notoria de ésta teoría, a parte de la evidencia en los
comportamientos y en similitudes físicas en algunas secciones, se encuentra en
el cerebro. Esto es porque hay una región cerebral llamado límbico que es la
zona más primitiva y que además, es igual al cerebro de un reptil.
Se dice que su longitud oscilaba entre los 40 y los 60 metros, con un peso medio
de nada más y nada menos que 135 toneladas, rivalizando así con la ballena
azul, el animal más grande conocido actualmente. Si realmente existieron alguna
vez, serían saurópodos que se adaptaron para manejar el alimento de baja
calidad, como los helechos, ya que en esta época todavía no había aparecido la
hierba.
Su existencia se pone en duda debido a que la única evidencia fósil se perdió en
el siglo XIX y solo quedó reflejada en los dibujos del paleontólogo que lo
descubrió. En 2006 un nuevo estudio concluyó que este animal existió a finales
del Jurásico basándose en todas las pruebas existentes, aunque para muchos
no es suficiente.
Espinosaurio, el dinosaurio carnívoro más grande de la historia
Se desconoce la función de dichas espinas que podían crecer hasta 1.65 metros,
aunque se le han atribuido en varias ocasiones funciones como la
termoregulación o la exhibición. A diferencia de lo que nos ha mostrado la
industria cinematográfico, estos seres podrían haber pasado la mayor parte del
tiempo caminando a cuatro patas y ocasionalmente se posaban sobre sus patas
traseras. Se habrían alimentado principalmente de pescado, actuando como si
se tratase de un cocodrilo moderno.