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Tras la disolución de la Gran Colombia, de los territorios que conformaban los

departamentos del norte y sur, surgieron dos nuevos países denominados estado de
Venezuela y Estado del Ecuador. Las provincias que geográficamente ocupaban la parte
central de la desintegrada Gran Colombia, que en ese entonces comprendía los antiguos
departamentos de Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena e Istmo decidieron formar
un nuevo Estado. En la época de República de la Nueva Granada se caracterizó por
cambios políticos, sociales y económicos, los cuales ocasionaron disputas y
enfrentamientos entre diversos sectores sociales. Mediante el Convenio de Apulo (llevado
a cabo el 28 de abril de 1831), el general Rafael Urdaneta, último presidente de la Gran
Colombia, entregó el mando a Domingo Caicedo (3 de mayo de 1831).

El 20 de octubre de 1831 se realizó una Convención Granadina en donde se aprobó la


separación y en la cual se estableció una república centralizada y presidencialista llamada
transitoriamente estado de la Nueva Granada hasta la promulgación de una nueva
constitución. El 17 de noviembre de 1831 se promulgó la Ley Fundamental, pero se siguió
trabajando en ella durante 1832.1 Francisco de Paula Santander fue nombrado presidente
por el congreso por un período de cuatro años, en tanto el período de los senadores se
redujo de ocho a cuatro años y el de los representantes de cuatro a dos años. Se otorgó
mayor representación y poder a las provincias. Las provincias se llamaron departamentos
y se indicó que debían ser administradas por un gobernador nombrado por el presidente y
por asambleas elegidas por voto.

Durante los años 1848 y 1849 finalmente se acuñaron los nombres de los partidos
tradicionales, Liberal y Conservador, sus diferencias ideológicas tomaron cuerpo y se fue
dejando atrás el énfasis en personalismos. A partir de 1849, durante el gobierno del
general José Hilario López el país tuvo una transformación política y económica fuerte ya
que empezó a reemplazarse la estructura colonial por la del capitalismo.

La lucha ideológica, política y militar en todo el territorio para definir el destino del país
radicalizó sectores y regiones. Se creó el ambiente propicio para el surgimiento (1849) y
configuración definitiva de los partidos históricos colombianos: el Liberal y el Conservador.
La República de Nueva Granada se convirtió en Confederación Granadina al aprobarse la
Constitución de 1858, con lo cual se inicia la etapa federalista. En 1863 adoptó el nombre
de Estados Unidos de Colombia.
La constitución de 1858, que le dio vida a la Confederación Granadina, fue un intento de
Mariano Ospina Rodríguez por darle un marco legal al proceso de formación de Estados
soberanos en la Nueva Granada que inició con Panamá en 1855, y que al poco tiempo
incluyó también a Antioquia (en 1856), Santander, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca
y Magdalena (en 1857).

En fusión de estas particulares características de formación, la constitución de 1858 dio


mucha autonomía a los Estados soberanos en el manejo de sus asuntos internos, la
emisión de sus propias constituciones estatales y el manejo de sus procesos electorales.
De igual forma, el poder el gobierno central, con el antecedente del golpe militar de Melo,
fue significativamente reducido, así como el tamaño del Ejército y la capacidad del
gobierno general para intervenir en los asuntos locales. Estas medidas trasportaron la
lucha partidista por el control del poder político hacia los Estados, en los que se vivieron
diferentes procesos de conflicto entre los agentes políticos locales, con el apoyo o
intervención ocasional del gobierno central en favor de los intereses del conservatismo. La
Confederación Granadina llegó a su fin el 8 de mayo de 1863, con la firma de
la Constitución de Rionegro. En este nuevo orden constitucional el país pasó a llamarse
los Estados Unidos de Colombia.

En 1863, luego de que llegara a su término la guerra civil, se reunió en Rionegro


(Antioquia) una convención de corte radical que redactó la Constitución de Rionegro con
la cual se implementó de forma permanente el federalismo en Colombia. Esta constitución
daba una amplia autonomía a los Estados y redujo el poder del gobierno central. La
Confederación Granadina llegó a su fin el 8 de mayo con la firma de la Convención que
cambió oficialmente el nombre del país a los Estados Unidos de Colombia, integrado por
nueve Estados soberanos los cuales eran Antioquia, Boyacá, Bolívar, Cauca,
Cundinamarca, Magdalena, Panamá, Tolima y Santander, y que dictaminó nuevas
normas y le dio poderes a los Estados y Presidentes.

Las relaciones iglesia-estado se rompieron porque los radicales consideraron que ningún
culto religioso debería intervenir en los asuntos estatales y la Iglesia católica lo hacía. La
primacía del gobierno liberal era la Iglesia, tanto en la educación como en su relación con
el Estado. En 1861 esta institución fue expropiada de sus bienes excepto de aquellos
recintos dedicados al culto ya que se pensaba que esto podría ayudar a la economía,
aunque hubo desacuerdos entre los liberales sobre la forma de actuar.
En 1884 los liberales santandereanos acusaron al entonces presidente liberal Rafael
Núñez de interferir en las políticas estatales y declararon la guerra. Núñez recibió apoyo
de los conservadores formando el Partido Nacional, que un año más tarde (1885) gana la
guerra y proclama una nueva constitución de carácter centralista que abolió a los Estados
Unidos de Colombia y creó la República de Colombia.

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