Está en la página 1de 6

La China de Mao

Mao proclama la República Popular de China el 1 de octubre de 1949, tras una


intensa guerra civil que dejaba a China completamente destrozada. De esa forma, Mao,
como líder del partido comunista chino, se presentaba a los ciudadanos como un cambio
que proporcionaría la tan deseada estabilidad. China quería cambiar y dejar de ser una
potencia de segundo grado para pasar a ser una superpotencia, a lo largo de los años de
liderazgo de Mao, veremos como este ha conseguido unificar, industrializar y mejorar la
China del momento. Pero, si bien Mao aporto muchos cambios, deberemos de tener
también en cuenta que no era un hombre perfecto y como tal, cometió errores que
costaron muchas vidas humanas. Para explicar la China de Mao, situaremos el período
de liderazgo de Mao (desde 1949 hasta 1976) en tres etapas: primero; desde 1949 hasta
1958; segundo, desde 1958 hasta 1966; y, por último, desde 1966 hasta 1979. Con esto,
explicaremos el cambio que vivió China durante aquellos años y que ha conseguido
hacer que la China que conocemos hoy día, sea una China totalmente diferente a la que
había sido.

Primera etapa

En los años siguientes a la proclamación, Mao cumple con sus promesas. Para
empezar, Mao crea los colectivos de personas, en los cuales el campesinado se junta por
grupos para labrar la misma tierra y a su vez, redistribuye estos campos de cultivo que
eran propiedad de terratenientes o de personas de alto poder, para dárselos a estos
colectivos de campesinos. Es decir, la política de Mao empieza expropiando al rico de
su riqueza y repartiendo dicha riqueza entre los más pobres o más desfavorecidos. Esta
medida se da, ya que gran parte del apoyo que tuvo Mao viene del campesinado, Mao
siempre opinó que el campesinado era la clave de la revolución y así fue, por lo que, en
sus primeras medidas, tuvo que favorecerles. Por otro lado, Mao también empieza el
proceso de industrialización y consigue hacer que el PNB suba entre un 4% y un 9%
anualmente. Como vemos, desde un comienzo China ya vive un gran cambio y empieza
a crecer como la espuma. Estas medidas, aunque puedan parecer extremas, son las
dediciones de un hombre que se enfrenta a un país totalmente hundido y lo saca, como
por arte de magia pero con gran trabajo y esfuerzo, a flote.
También, cabe mencionar la unión que se da en un primer momento de la China de
Mao y la URSS de Stalin. Al principio, la URSS se negó a declarar a China como un
estado comunista y fueron vistos en un segundo plano, como algo inferior. Pero,
posiblemente debido al fuerte crecimiento que la China del momento estaba
experimentando, llegaron ambos países a un acuerdo y la URSS ayudó a China en su
proceso de industrialización, mandando a varios técnicos a colaborar en China y,
también, la URSS prometió a China darle su primera arma nuclear.

Aparte de todo esto, Mao también creó nuevas escuelas y fomentó la natalidad hasta
tal punto que China llegaría a duplicar su densidad de población. Pero, ¿dónde está el
Mao perverso del que tanto se nos ha hablado si, como vemos, Mao obraba con mayor
ímpetu de bien que de mal? Aquí, entraremos en el otro lado de esta primera etapa. Los
propietarios de tierras, a los que se ha hecho alusión al principio, fueron condenados por
sus crímenes y una gran mayoría, condenados a muerte. A esto, una gran parte de China
respondió con revueltas que, si bien tenían la intención de parar el número de muertos,
tan solo lograron incrementarlo. Las cifras sitúan que llegaron a casi un millón de
muertos en estos primeros años.

Más adelante, Mao impulsaría el movimiento llamado La campaña de las cien flores,
la cual fomentaba a los intelectuales y ciudadanos a opinar sobre la China del momento
con el fin de cambiarla a gusto de todos. En su mayoría, Mao recibió duras críticas a su
gobierno y en un primer momento, Mao aceptó estas críticas. Poco después, Mao
llevaría a cabo una fuerte represaría contra esta oposición, alegando que son todos
pertenecientes a un movimiento anti derechista. Aquí, con esto, podemos ver como Mao
hizo esta campaña con el único fin de ver quiénes estaban en contra de su gobierno para,
más adelante, eliminar a esta oposición.

Hasta aquí, China vio cómo era posible crecer y pasar de ser un país totalmente
destruido a un país influyente. En estos momentos, China aún no era una potencia
mundial como la conocemos hoy día, eso era todavía un sueño y, como todo sueño, el
esfuerzo, el trabajo duro y sobretodo, los errores, fueron necesarios para aprender y
seguir adelante. Aquí termina esta primera etapa de Mao, que abarca los años de 1949
hasta 1958, año en el que Mao aplica lo conocido como El gran paso adelante.
Segunda etapa

En enero de 1958, con la implantación de El gran paso adelante, China volverá a


vivir tres años horribles que supondrán un gran paso atrás. Todos los progresos que se
habían conseguido a lo largo de estos primeros años, se verán atacados por el
cuestionamiento que se hará de la política de Mao. Y es que, ¿hasta qué punto está
dispuesto un país a obtener un glorioso fin si se hace por medios terroríficos?

El movimiento en cuestión, quería poner a China al nivel de industrialización del


mundo occidental. Para ello, se crearon industrias en el campo y los campesinos
intentaron producir acero. Al ver, que en un comienzo las cosas marchaban bien, Mao
impuso que se trabajase más duro y se produjese más acero, sacando a muchos
campesinos de la tierra a trabajar en el acero. Pero los números que quería alcanzar Mao
con su gobierno eran irreales, se habían marcados límites que no se podrían conseguir y
esta forma tan brusca de buscar el avance, se materializó de diversas maneras, la más
importante, es que el acero producido era de tan baja calidad, que era inservible. Por lo
que todo trabajo que se hacía era en vano. A esto, le sumamos que los trabajos en el
campo eran menores y por si no fuera esto poco, también hay que sumarle las
catástrofes naturales que se produjeron en estos años, que dejaron las cosechas
destrozadas. Todo esto se materializó en muertes, en millones de muertes de personas
de toda China. Hasta 1961, China sufrió por este error y gran parte de sus muertes se
debieron al hambre. Ese mismo año, Mao fue destituido como presidente y Liu Shaoqi,
el que era el vicepresidente, fue nombrado el nuevo presidente de China. Una de las
primeras medidas que hizo para evitar que las muertes se siguiesen multiplicando, fue
la imposición de un régimen de racionalización de comida.

Sin embargo, a pesar del garrafal error, Mao todavía amaba China y confiaba
plenamente en su país. Soñaba, como todos los ciudadanos, en que China fuese una
superpotencia y por ello, no se quedó de brazos cruzados durante estos años. Después
de haber perdido el puesto tan elevado que tenía en su partido y pasar a ser visto con
otros ojos, Mao empezó a promover un culto hacia su persona, haciendo que fuese visto
no como un político, sino como una representación de la revolución por el cambio y el
bienestar. En las escuelas, Mao era enseñado como un gran dirigente y, sobretodo, como
la figura de mayor importancia. Por lo que el culto a Mao empezó a hacerse realidad.
Por otro lado, hay que destacar que en estos años la URSS deja de dar apoyo a China
y la situación entre ambas potencia empieza a tensarse. La URSS manda a sus técnicos a
volver a su país, retrasando el proceso de industrialización que se estaba llevando a cabo
en China, y, tampoco les da la bomba atómica que le habían prometido en un primer
momento. Sin embargo, China consigue llegar a explotar su primera bomba atómica en
1963. Debemos apuntar que las diferencias entre la URSS y China se crean por la
misma razón que los había unido: la crecida de China. Al crecer China tanto, la URSS
ya no vio a China como un aliado y, si a esto le sumamos las diferencias que tenían en
el comunismo (ambos países cogieron diferentes vías de aplicarlo), podemos entender
perfectamente esta separación.

Tercera etapa

Debido a todo lo que se ha comentado antes y, sobre todo a que Mao no era ya
presidente de China, en 1966 Mao impuso la llamada Revolución Cultural, cambiando,
una vez más, el país.

Aprovechando el culto que se había creado a su figura e intentando poder fomentar


más este culto con el fin de conseguir mayor peso en su partido, Mao crea este
movimiento y, también, crea la Guardia Roja, formada por estudiantes que se hacen
totalmente fieles a Mao. Esta guardia debe llevar siempre encima El gran libro rojo,
que es un libro en el cual abundan diferentes citas de discursos de Mao. Las escuelas y
las universidades cierran sus puertas y se crean movimientos revolucionarios en toda
China. Ahora, toda esa juventud que no había conocido la revolución, la conoce de
primera mano y China vuelve a vivir una gran revolución que durará tres años. La
guardia roja impone la figura de Mao a un culto que aún hoy perdura y toda persona que
fuese en su contra, sufrió las consecuencias. Como respuesta a esto, el ejército tuvo que
tomar el control del país para poder frenar las muertes de los enfrentamientos.

En estos momentos, Mao vuelve a tener un gran poder en China y el partido


comunista chino vuelve a verlo con buenos ojos. En los años venideros, Mao buscará
nuevas relaciones para China (debido al desacuerdo producido con la URSS) y lo
encontrará en Estados Unidos. También, China pasa a formar parte de la ONU, se
impone el control de natalidad y se crean las comunas, que pasan a reemplazar a los
colectivos agrícolas. Pero Mao no podrá por mucho tiempo seguir gobernando. En sus
últimos años de vida, Mao siguió promoviendo la revolución en China, haciendo que se
promoviese el culto a él. Mao consiguió, a pesar de hacer errores garrafales que
costaron millones de vidas, mejorar la vida de millones de personas que antes eran
pobres y estaban condenados a seguir siendo eternamente pobres. Mao distribuyó el país
en partes más o menos iguales y a él se le atribuye la grandeza de la China de hoy en
día. Mao fallece en 1976, dejando una China que creía en sí mismo, una China mejorada
y cambiada completamente, con mucho más peso en el plano internacionalización.

La China después de Mao

Tras la muerte de Mao, China se encuentra confundida y, sobretodo, asustada por su


inestabilidad política. En los primeros años, China es disputada principalmente por tres
personas: la banda de los cuatro (la cual será acusada de abusos en la revolución cultural
y disuelta), Deng Xiaoping y Hua Guofeng. Las tres partes abogaban por cosas
distintas. La banda de los cuatro proponía seguir con la revolución, Hua Guofeng
propone volver al método soviético y Deng Xiaoping quiere cambiar China en el plano
económico. Al final, en 1978 será Deng Xiaoping quien tomará la presidencia.

Y el cambio, por supuesto, vuelve a ser brutal. En la política de Mao se habían


prohibido muchísimas cosas y ahora, gran parte de esas cosas serán permitidas. Las
instituciones vuelven a existir, la música occidental pasa a estar otra ver permitida, los
teatros reabren sus puertas, etc… China se libera, por decirlo de algún modo, de todas
las ataduras que la política de Mao había supuesto y la política dejó así de influir en la
vida privada de las personas.

Se suprimieron las comunas que había impuesto Mao y se volvió a la propiedad


privada. Pero esto, lejos de parecerse a cómo había sido antes de la política de Mao, se
tradujo en un gran aumento de la producción agrícola que consiguió hacer que China
creciese más aún. A esto, hay que sumarle las diferentes y numerosas reformas que
Deng aplicó en el plano económico, las cuáles supusieron un camino mucho más estable
y seguro para dicha economía. La política siguió cambiando y de hecho, tanto a Deng
como a otros presidentes posteriores, se les ha acusado de haber capitalizado China con
sus reformas. Pero, sea como fuere, China sigue siendo comunista.
Por último, y a pesar de todo lo visto, el culto a Mao sigue hoy vigente en la sociedad
de China. Se han llegado a elaborar estatuas de él de 30 metros de altura, también, se ha
creado una estatua de su cara tallada en una montaña de piedra en Changsha. Su cuerpo
está en el mausoleo de Pekín, en donde es cuidado diariamente y puede ser visitado.
Mao ha dejado un legado indiscutible en China, no tanto por sus reformas o sus errores,
sino por la idea de revolución que hay tras él: la lucha de no conformarse con lo que nos
dan y luchar por algo mejor. La idea de no quedarse sentado viendo la vida
desmoronarse, la idea de, simplemente, levantarse y luchar por la revolución.

También podría gustarte