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Trabajo sobre la

obra “1984” de
“George Orwell”
Índice
Argumento
La historia transcurre en uno de los tres macroestados en los que se divide la Tierra, Oceanía.
Todos los habitantes tienen que seguir unas estrictas normas impuestas por el Partido y no
pueden ningún tipo de disconformidad, ya que es delito y mueren por ello. Muchas de las
normas impiden cosas básicas, para así controlar mejor a los individuos y no permitirles
pensar por sí mismos. De esta manera se aseguran la permanencia de su dictadura, pero aún
hay algunas personas que se dan cuenta de lo que ocurre en realidad y deben ser cogidas,
rehabilitadas y asesinadas. Al frente del Partido está el Gran Hermano, al cual nadie ha visto
en persona, pero al que todos veneran.
El protagonista, Winston Smith, es uno de esos descontentos, y que además trabaja en el
Ministerio de la Verdad, en el cual su trabajo es todo lo contrario: cambiar los artículos de
periódicos pasados en beneficio del Partido. Winston empieza a escribir un diario en el que
pone todo aquello que no puede decir, y más adelante comienza una relación con Julia, ha
escondidas porque el Ingsoc o ideología del Partido no permite ningún signo de afectividad
entre los habitantes. Juntos intentan unirse a la Hermandad y luchar contra el Partido, pero en
vez de eso caen en una trampa de la Policía del Pensamiento.
Temas que aborda la obra
- La libertad, que están totalmente privados de ella.
- La manipulación, que se ve en todo su esplendor ya que nada es real ni siquiera el pasado,
todo a sido modificado por el Partido en su beneficio.
- La organización, ya que toda la sociedad está dividida en clases perfectamente
diferenciales. Incluso su vida transcurre en zonas separadas y raras veces se mezclan, y que
llevan indumentarias diferentes regidas por el Partido.
- El enfrentamiento desigual del individuo contra el sistema. Winston en solitario, jamás
va a conseguir vencer al Gran Hermano. Sin embargo, si se une con el resto de ciudadanos
que piensen lo mismo que él, sí podrían hacer frente al Partido e incluso vencerle. Esto
también lo sabe el Gran Hermano y por eso no está permitido que se reúnan grandes grupos,
y con pocos que sean ya está mal visto y levantan sospechas.
- El amor, que surge entre Winston y Julia a pesar de todo lo que hace el Partido por impedir
este tipo de manifestaciones.
- La confianza, que en la sociedad en la que viven no se pueden fiar de nadie. Ejemplo claro
de ello es que Winston confía en Charrington y O'Brien, que resultan ser Policías del
Pensamiento.
Estudio psicológico de los personajes
Gran hermano
Es el escalón más alto del Partido y es infalible, todopoderoso e inmortal. Nadie le ha visto
nunca, ni por supuesto se sabe donde vive, solo es una voz que sale por la telepantalla y un
rostro en los carteles, en los que aparece la foto de un hombre de aspecto duro y con grandes
bigotes negros. Todos los logros que se consiguen o los ha hecho él o los ha inspirado. Su
función es “actuar como punto de mira para todo amor, miedo o respeto” ya que estas
emociones son dirigidas con más facilidad hacia una persona que hacia una organización. En
realidad el gran hermano no existe, sino que solo es una artimaña más del Partido para
controlar la sociedad.
Winston
Tiene treinta y nueve años y unas horribles varices que le molestan constantemente. Está
casado, pero se separó y no se ha divorciado porque el Partido no lo permite. Es el
protagonista, y a lo largo de la novela sufre varios cambios: se da cuenta de cómo es el
Partido y de cómo este manipula la realidad, entonces empieza a escribir un diario donde
escribe todo aquello que no puede decir por ir en contra del orden impuesto. Luego empieza
una relación a escondidas con Julia y finalmente intenta unirse a la Hermandad en contra del
Partido, pero en vez de eso cae en una trampa de la Policía del Pensamiento. Winston sí que
esta interesado en la Hermandad y en el libro de Goldstein, y sí quiere hacer algo para
remediar la situación y que el Gran Hermano sea derrotado. Sin embargo, no quiere a Julia
desde un principio, al principio no siente nada por ella, pero eso no es culpa de él, sino del
Partido que con sus doctrinas no le deja sentirse cómodo y pensar libremente.
Katharine
Es la mujer de Winston, rubia y alta, muy derecha y de movimientos majestuosos. Habían
estado juntos solo quince meses y llevaban separados (porque el Partido no permitía el
divorcio) unos once años. Es la mujer más estúpida, vulgar y vacía que Winston conoce,
porque todo lo que ella piensa, en realidad no son sus ideas sino las que el Partido le han
impuesto. Ella se ponía rígida cada vez que Winston la tocaba, para ella era como un
esfuerzo. No estaba bien visto el sexo por amor (ni siquiera entre cónyuges), el único motivo
debía ser la reproducción. Esto Katharine lo seguía al pie de la letra y le propuso a Winston el
tener un hijo, porque era su “deber con el Partido”. Lo intentaban una vez a la semana con
hora fija, y ella le daba tal aire de obligación que a Winston se le hacía insoportable y
finalmente como no conseguían engendrar un niño, ambos decidieron separarse.
Julia
Es una joven de veintiséis años, pecosa, con espeso pelo corto y moreno, ojos de color
castaño claro, de aspecto audaz y que trabaja en el Departamento de Novela. Debido al
cinturón rojo que ciñe su cintura, emblema de la Liga juvenil Anti-Sex, Winston tenía impulsos
de “abusar de ella y a continuación matarla a golpes”, a la vez que sentía miedo de que le
denunciase a la Policía del Pensamiento, ya que además le había descubierto siguiéndole.
Estos resultan ser pensamientos infundados, ya que toda su actitud de fanática del Partido, es
una coartada, en realidad está en contra de las ideas del Gran Hermano y las inflinge a
escondidas. Además está enamorada de Winston y ambos comienzan una relación. Julia
parece muy revolucionaria, pero en realidad no lo es tanto. Inflinge las normas, pero le da
igual el resto de crímenes del Partido y si hay o no un grupo organizado en contra de este. Va
a hablar con O'Brien solo por seguir a Winston pero en realidad no es lo que quiere, y la
prueba está en que mientras Winston lee interesado el libro de Goldstein para entender mejor
la Hermandad, ella se queda dormida. Esta actitud de seguir a Winston también demuestra
que le quiere de verdad.
Emmanuel Goldstein
Es un judío de rostro delgado, con aureola de pelo blanco y barba. Su cara le da un aire de
inteligente y a la vez de tontería senil, por sus gafas que son sostenidas por una larga nariz.
Su rostro parece el de una oveja y a la vez su voz también tiene algo de ovejuna. Es el
Enemigo del Pueblo por excelencia. Había sido una de las principales figuras del Partido, casi
tan importante como el Gran Hermano, hasta que hace ya mucho tiempo renegó de ello,
siendo condenado a muerte pero se escapó misteriosamente y ahora nadie conoce su
paradero. Ahora son muchos los que siguiéndole, pertenecen a la “Hermandad” y luchan
contra el Partido. Todos los jefes del comienzo del Partido habían sido exterminados a
excepción de Goldstein y alguno más. Unos de los últimos supervivientes habían sido Jones,
Aaronson y Rutherford, que tras reconocer sus crímenes en contra del Partido, les dejaron en
libertad hasta que finalmente les mataron, porque por lo visto, desde el momento en que les
liberaron habían estado involucrados en nuevas conspiraciones.
O'Brien
Es un miembro del Partido Interior, corpulento, con cuello ancho y rostro basto, brutal y sin
embargo rebosante de buen humor. Sus modales son agradables. Winston cree que O'Brien
comparte sus opiniones, incluso ha soñado que O'Brien le decía: “nos encontraremos en el
sitio donde no hay oscuridad”. Finalmente es O'Brien quien entra en contacto con Winston y le
cuenta todo lo referente a la Hermandad, ya que él y Julia van a formar parte de ella. Pero
finalmente resulta ser una trampa y O'Brien, que en realidad pertenece a la Policía del
Pensamiento, se convierte en el torturador de Winston. O'Brien cree ciegamente en las del
Ingsoc, y por eso aunque tiene pruebas de los crímenes cometidos por el Partido, lo olvida
mediante el doblepensar.
Señor Charrington
Es un hombre de sesenta y tres años, aspecto frágil, un poco encorvado, con cabello blanco
pero cejas muy pobladas de color negro, una nariz larga y simpática y ojos de suave mirar a
pesar de las gafas de gruesos cristales. Tiene una tienda de antigüedades en la que Winston
compró su diario y más tarde un coral. Winston cree que es de fiar y por eso le alquila la
habitación para poder reunirse con Julia. En esta habitación no se ve ninguna telepantalla,
pero cuando les cogen surge una de detrás de un cuadro y el señor Charrington resulta ser un
Policía del Pensamiento.
Señora Parsons
Es la mujer de Tom Parsons y son vecinos de Winston. Tiene unos treinta años aunque
aparenta más y se dice que en las arrugas de la cara tiene polvo reseco. Sus hijos, un niño de
unos nueve años y una niña más pequeña, pertenecen a los Espías. Winston cree que estos
chiquillos terminaran denunciando a su madre a la Policía del Pensamiento y en el fondo ella
también lo cree.
Tom Parsons
Es un hombre muy grueso, de mediana estatura, con cabello rubio y cara de rana, un poco
estúpido y desprende un fuerte olor a sudor, debido a su continua actividad. Tiene treinta y
cinco años y pertenece a diversos grupos en relación con el Partido, porque de hecho le
entusiasma todo aquello relacionado con este, en definitiva es un fanático del Gran Hermano.
Winston cree que precisamente por ese fanatismo nunca le vaporizarán, es decir, que no le
harán desaparecer sin que nadie sepa que a pasado con él y finalmente no recuerden que
alguna vez existió. Sin embargo, Winston se equivoca y Parsons es denunciado a la Policía
del Pensamiento por su propia hija. Parsons es un tan devoto del Gran Hermano, que se
alegra de que su hija le denuncie, para así poder curarse cuanto antes. Además confía en que
no le matarán, solo le mandarán unos años a hacer trabajos forzados.
Syme
Es un “amigo” (entre comillas porque a todos se les trata como “camaradas”) de Winston que
trabaja en el Departamento de Investigaciones y que se dedica a la redacción de la onceava
edición del Diccionario de Neolengua, debido a que es un filósofo especializado en neolengua.
Es más bajito que Winston, con cabello negro, ojos saltones y tristes a la vez que burlones y
tez morena. A pesar de que Syme venera ciegamente los principios del Ingsoc, y que
denunciaría a Winston a la Policía del Pensamiento sin ningún reparo si supiese lo que él
piensa, Winston cree que le vaporizarán, debido a que es muy inteligente y sabe demasiado.
Esta vez Winston si que acierta y un buen día Syme desaparece.
Resumen
La historia transcurre en Londres, ciudad que pertenece al Estado de Oceanía, el cuál, ha sido
implantado tras una revolución de la población contra el sistema capitalista. Este Estado está
gobernado, controlado por el partido encabezado por el Gran Hermano, y cuya ideología se
llama INGSOC (abreviatura en inglés de: Socialismo Inglés). Viven en un mundo en el que no
hay leyes, pero sí vas a la cárcel cuando haces algo que está mal, y todo el mundo, sabe que
se puede hacer y que no, y cuanto tiempo puedes estar en la cárcel si te cogen. La lengua
está cambiando forzadamente, ya que hay un grupo de personas que trabajan en crear la
llamada neolengua. La finalidad de la neolengua es satisfacer las necesidades ideológicas
del Ingsoc. Por tanto, el objetivo real de esta lengua consiste en disminuir el área de
pensamiento, es decir, su intención radica en imposibilitar otras formas de pensamiento que
puedan resultar contrarias al orden social impuesto por dicha ideología. Esta “lengua” se
caracteriza por su reducido vocabulario y tecnicismos, para evitar crímenes y errores
ideológicos, es decir, ideas contrarias al partido, ya que no tienen nombre y por consiguiente
son inimaginables. Hay unos aparatos llamados telepantallas, controlados por el partido y que
siempre están encendidos, por los cuales el Partido emite noticias sobre la guerra y diversos
programas relacionados con el Ingsoc. Además, estos aparatos sirven de control ya que les
permite verte y oírte. Están en todas partes, el lugar de trabajo, la casa, los locales… excepto
en los barrios de los proles o proletariado ( son aquellos de baja clase, con poca cultura y que
por ello acatan todas las normas sin que nunca ninguno haya protestado o intentado de
cambiar las cosas). Los niños pequeños pertenecen a un grupo llamado los Espías, en el cual
les enseñan los valores del Partido, que estos adoptan y cumplen, hasta tal punto que llegan a
denunciar a sus padres a la Policía del Pensamiento por expresar ideas contrarias al partido.
Todos los días tienen los Dos Minutos de Odio, durante los cuales todos los habitantes de
Oceanía están obligados a ver la telepantalla, en la que se emiten imágenes sobre
“Goldstein”, el enemigo número uno del partido y que se encuentra en paradero desconocido.
Oceanía está en guerra con Eurasia y es aliada de Asia Oriental.
Parte primera
Winston Smith, es un funcionario del Ministerio de la Verdad, donde se encarga de rescribir los
artículos de números pasados del periódico para por ejemplo, que las predicciones que hizo
el Gran Hermano coincidan con lo que luego a ocurrido en realidad, es decir, se encarga de
manipular los datos para el beneficio del Partido. Otro ejemplo es que en todas las
enciclopedias, libros de historia… aparece que Oceanía siempre ha estado en guerra con
Eurasia y aliada con Asia Oriental, pero Winston recuerda que antes la situación había sido
justamente la opuesta. Winston está casado, pero su mujer, Katharine, era fría con él, no
mostraba signo alguno de cariño, quizás fuese por normas del Partido como la de que no se
puede hacer el amor sino es con el fin de reproducirse. Decidieron tener un hijo, y lo
intentaban con un estricto horario, como una obligación, lo que no mejoraba sus relaciones.
Finalmente se terminaron separando, porque tampoco está permitido el divorcio, y hace años
que no se ven. Winston está en contra de todo lo impuesto por el Partido, pero no se atreve a
hablarlo con nadie, ni siquiera con O'Brien, un miembro del Partido Interior que aunque no ha
hablado con él, por miradas e intuiciones cree que piensa lo mismo que él, incluso soñó que
O'Brien le decía: “nos encontraremos en el sitio donde no hay oscuridad”. Se dice que existe
la Hermandad, que son los contrarios al Gran Hermano, pero Winston no estaba seguro de
que exista, y si existe les será difícil reunirse ya que el Partido no permite que se reúnan
grupos de personas numerosos. Winston decidió, en contra de las normas, escribir un diario
aprovechando una zona de una habitación de su casa a la que la telepantalla no alcanza a
ver. En él escribe sus pensamientos contrarios al Gran Hermano a modo de desahogo.
Winston come de vez en cuando con su amigo Syme, que trabaja en la redacción de la
onceava y definitiva edición del diccionario de lengua. Hay una mujer que al igual que O'Brien
trabaja en su edificio (seguramente ésta trabaje en el Departamento de Novelas), con la que
también había cruzado algunas miradas, pero no le pareció que ella pensase como él, sino,
que por su cinturón rojo (emblema de la Liga juvenil Anti-Sex) pensó que sería peligrosa y que
podría denunciarle a la Policía del Pensamiento. Un día en la cafetería vio que ella estaba en
la mesa de al lado y que se giraba para mirarle; no sabía si le había venido siguiendo o estaba
allí antes que él, pero si que le observaba porque quizás sospechase algo. Otro día, que
paseaba por el barrio de los proles (cosa no prohibida pero que despertaba sospechas), habló
con un hombre mayor para intentar sonsacarle la verdad sobre el pasado, pero tras invitarle a
unas cervezas se marchó ya que el hombre se ponía a hablar de cosas distintas a las que
Winston le preguntaba y sin ninguna relevancia. Luego entró en la tienda de antigüedades
donde había comprado el diario y compró un coral a Charrington (el dueño de la tienda), el
cual le enseñó una habitación en el piso de arriba donde poseía más antigüedades. Al salir de
la tienda se cruzó con la chica del Departamento de Novela, y pensó que ella le había
seguido.
Segunda parte
Unos días después de encontrarse con la joven en la zona de los proles, se cruzó con ella en
el trabajo. Esta simuló que se caía para así poder darle una nota que decía: “te quiero”. Esta
nota cambia todos los esquemas de Winston en torno Julia, que así se llama la chica y
durante varios días intenta hablar con ella hasta que un día en la cafetería pueden hablar, eso
sí, sin mirarse para que nadie se diese cuenta. A partir de este momento Julia y él, empiezan
una relación y se ven a escondidas siempre que pueden y cada vez en un sitio diferente, hasta
que finalmente Winston alquila a Charrington la habitación de encima de la tienda. Esta
habitación se convierte en su pequeño refugio sin telepantalla que les vigile, pero saben que
tarde o temprano lo tendrán que abandonar o les cogerán allí. Una mañana Winston se entera
de que Syme a sido vaporizado como él temía que ocurriese, y al día siguiente ya nadie
recordaba que éste hubiese existido nunca. Winston le contó a Julia las miradas con O'Brien y
lo que había soñado, y un buen día el propio O'Brien se acerca a hablar con él. Como estaban
frente a una telepantalla, O'Brien le dijo que había observado en sus artículos que a pesar de
tener interés en la neolengua, había usado palabras que ya no aparecían en la última edición
del diccionario de esta y que se pasase por su casa para que pudiese ver el diccionario, y así
tenía un pretexto para apuntarle la dirección. Winston vio o quiso ver en algunos gestos y
palabras, señales que le decían que en realidad hablarían del movimiento en contra
del Partido. Le cuenta a Julia las novedades y finalmente ambos van a visitar a O'Brien. Este
tras recibirles, apaga la telepantalla (privilegio de los miembros del Partido Interior, pero que
solo pueden usar durante media hora), y les cuenta todo sobre la Hermandad. Ellos tenían
que estar dispuestos a todo incluso a atacar a un niño o suicidarse, les tendrían que operar
para cambiarles el aspecto y debían leer el libro de Goldstein. Solo tendrían contacto con unos
pocos de la Hermandad y así, cuando finalmente les cogiesen y confesasen todo, no
involucrarían a casi nadie. Además una vez que les cogiesen estaban perdidos, porque la
Hermandad no se arriesgaría a intentar de salvarlos. Unos días después se encontraron
Winston y Julia en su refugio. Aunque ella estaba poco interesada en el libro de Goldstein, él
lo empezó a leer en voz alta para que ella lo escuchase. Al cabo de unas horas, cuando ya
habían cerrado el libro y se encontraban mirando por la ventana, una voz fría surgió de detrás
de un cuadro de la habitación. Resultó que tras él se encontraba oculta una telepantalla, y en
un momento la habitación se llenó de Policías del Pensamiento. Estos golpearon a Julia en el
estómago y se la llevaron, a continuación apareció en la sala el señor Charrington, que resulta
ser un agente de la Policía del Pensamiento de incógnito.
Parte tercera
Winston está detenido, seguramente en el Ministerio del Amor y no sabe que ha sido de Julia,
aunque no es eso lo que más le preocupa. Allí llevan sorprendentemente a Parsons, el cual ha
sido denunciado por su propia hija que le escuchó decir en sueños: “Abajo el Gran Hermano”.
Parsons dice alegrarse de que su hija le haya delatado porque eso demuestra que la ha
enseñado bien, y también se alegra de que le hayan cogido antes de que vaya a más. Winston
pasa varios días, semanas o incluso meses (no lo sabe bien porque no tienen relojes ni
pueden ver cuando es de día o de noche ya que no hay ventanas) yendo de una sala a otra y
sufriendo multitud de torturas físicas y psicológicas. En estas torturas está presente o es el
torturador O'Brien, ya que todo lo que le contó sobre que pertenecía a la Hermandad, era una
trampa porque en realidad es un Policía del Pensamiento que lleva siete años investigándole.
Winston sabe que le matarán, incluso se lo han dicho, lo único que quieren es que muera
rehabilitado, creyendo en el Partido y adorando al Gran Hermano, y así no morirá como un
mártir, el cuál es un fallo que cometieron otras dictaduras en el pasado y por lo que no
perduraron. Winston al principio se resiste y luego intenta engañarles diciendo lo que ellos
quieren que diga pero pensando justo lo contrario. Ellos se dan cuenta de lo que intenta hacer
y le llevan a la sala 101, donde les hacen enfrentarse a su mayor temor que en el caso de
Winston son las ratas, hasta que Winston no lo soporta y grita que se lo hagan a Julia y no a
él. Tras pasar esta última tortura, le dejan en libertad. Un día habla con Julia y se confiesan
que se traicionaron, y que con todas las torturas han matado lo que había entre ellos. Winston
vuelve al café “El nogal” y ve por la telepantalla la noticia de la victoria sobre un grupo de
soldados extranjeros que se habían internado en territorio de Oceanía. Winston se alegra y al
mismo tiempo se da cuenta de que su recuperación a terminado, adora al Gran Hermano y
todo lo relacionado con él y pronto vendrán a buscarle.
Pasajes razonados
“Durante algún tiempo permaneció contemplando estúpidamente el papel. La telepantalla
transmitía ahora estridente música militar. Es curioso: Winston no sólo parecía haber perdido
la facultad de expresarse, sino haber olvidado de qué iba a ocuparse. Por espacio de varias
semanas se había estado preparando para este momento y no se le había ocurrido pensar
que para realizar esta tarea se necesitara algo más que atrevimiento. El hecho mismo de
expresarse por escrito, creía él, le sería muy fácil. Sólo tenía que trasladar al papel el
interminable e inquieto monólogo que desde hacía mochos años venía corriéndole por la
cabeza. Sin embargo, en este momento hasta el monólogo se le había secad.”
Parte primera, capítulo I, pág. 9.
En este fragmento se muestra la lucha interna que vive el protagonista, en desacuerdo con el
Partido, pero que no puede expresar porque le mataría o condenarían a trabajos forzados por
muchos años. Este miedo es el que le impide ordenar sus ideas y expresarlas en su diario a
estrenar.
“Julia entró en ese momento, tiró su bolsa al suelo y se lanzó a los brazos de él. Hacía más de
una semana que no se había visto.
- Tengo el libro - dijo Winston en cuanto se apartaron.
- ¿Ah, sí? Muy bien - dijo ella sin gran interés. (…)
- Tenemos que leerlo - dijo -. Y tú también. Todos los miembros de la Hermandad deben
leerlo.
- Léelo tú - dijo Julia con los ojos cerrados -. Léelo en voz alta. Así es mejor. Y me puedes
explicar los puntos difíciles. (…)
Winston se dio cuenta del silencio, lo mismo que se da uno cuenta de un nuevo ruido. Le
parecía que Julia había estado completamente inmóvil desde hacía un rato. (…)
- Julia.
No hubo respuesta.
- Julia, ¿estás despierta?
Silencio. Estaba dormida.”
Parte segunda, capítulo IX, págs.191, 204-205.
He escogido este pasaje, porque en él, se ve claramente como Winston está en contra de
todas las ideologías del Partido y quiere hacer algo para cambiar las cosas. Sin embargo, Julia
no opina igual que él. Ella infringe las leyes que le parece y el resto las deja como están,
pecando de pasotismo.
“Julia tenía el rostro más demacrado y una larga cicatriz, oculta en parte por el cabello, le
cruzaba la frente y la sien; pero el verdadero cambio no radicaba en eso. Era que la cintura se
le había ensanchado mucho y toda ella estaba rígida. (…)
Cuando marchaban juntos por el césped, lo miró Julia a la cara por primera vez. Fue sólo una
mirad fugaz, llena de desprecio y de repugnancia. (…)
Julia, por fin, dijo sólo esto:
- Te traicioné.
- Yo también te traicioné - dijo él.
Julia lo miró otra vez con disgusto. Y dijo:
- A veces te amenazan con algo…, algo que no puedes soportar, que ni siquiera puedes
imaginarte sin temblar. Y entonces dices: «No me lo hagas a mí, házselo a otras persona, a
Fulano de Tal» Y quizás pretendas, más adelante, que fue sólo un truco y que lo dijiste
solamente para que dejaran de martirizarte y que no lo pensabas de verdad. Pero, no. Cuando
ocurre eso se desea de verdad y se desea que a la otra persona se lo hicieran. Crees
entonces que no hay otra manera de salvarte y estás dispuesto a salvarte así. Deseas de todo
corazón que eso tan terrible le ocurra a otra persona y no a ti. No te importa en absoluto lo que
pueda sufrir. Sólo te importas entonces tú mismo.
- Sólo te importas entonces tú mismo - repitió Winston como un eco.
- Y después de eso no puedes ya sentir por la otra persona lo mismo que antes.
- No - dijo él -; no se siente lo mismo.
No parecían tener más que decirse.”
Parte tercera, capítulo VI, págs. 279-280.
En este pasaje, como claramente dice Julia, se ve como después de todas las torturas
sufridas, traicionan a quien más quieren y que luego ese gran sentimiento de arrepentimiento,
no les permite volver a sentir algo por esas personas. Han erradicado en ellos todo
sentimiento que no esté permitido por el Ingsoc, hasta tal punto que pensar que antes lo
habrían deseado, les causa gran repugnancia. Se muestra la culminación del poder del
gobierno sobre la sociedad.
Valoración crítica
Es una gran crítica al excesivo poder del estado, que incluso puede, en un caso extremo,
manipular y controlar a todos los ciudadanos de su nación. Aunque de una manera no tan
exagerada, esto ocurre en la actualidad. Los mass media nos manipulan mediante
informaciones subjetivas, imponiendo modas, opiniones…
La obra, también, muestra un cierto recelo al rápido avance de las nuevas tecnologías, que
pueden volverse en nuestra contra. Los avances tecnológicos son necesarios para el progreso
pero, han de ser empleados para causas justas y no para, por ejemplo, mejorar el armamento.
Se muestra, además, la impotencia del sujeto contra el sistema. La voz individual no tiene
fuerza suficiente para cambiar la realidad. Pero si a esa voz, se le unen más y más voces que
van tomando fuerza, puede que ese grupo consiga hacerse oír y, quizás, incluso cambiar el
curso de los acontecimientos.
Es destacable el hecho de que una novela escrita hace más de medio siglo, se pueda aplicar
a la realidad actual.

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