Está en la página 1de 24

Gracián y el mundo barroco

Es el hombre aquel
célebre microcosmos, y
el alma, su firmamento
[El discreto]

Gran médico es el tiempo,


por lo viejo y por lo
experimentado. [El
discreto]

… el primer paso de la
ignorancia es presumir
saber, y muchos
sabrían si no pensasen
que saben [Criticón, I.6]
El sueño del caballero, o Desengaño del Mundo de Antonio de
Pereda (años 1650)

m.rosso ♣2017
BALTASAR GRACIÁN (1601–1658)

• El Héroe (1639)
• El Político don Fernando el Católico (1640)
• Arte de ingenio. Tratado de la
agudeza (1642)
• El Discreto (1646)
• Oráculo manual y arte de prudencia (1647)
• Agudeza y arte de ingenio (1648)
• El Criticón
Primera parte (1651)
Segunda parte (1653)
Tercera parte (1657)
• El Comulgatorio (1655)
• Escritos menores

m.rosso ♣2017_2
Ana Suárez Miramón , La construcción de la modernidad en la literatura española,
Editorial Universitaria Ramón Areces, Madrid, 2015 : 244

m.rosso ♣2017_3
El héroe

El héroe (1637) es un
tratado en veinte capítulos
o «primores» pretende
formular un nuevo y
universal arte para ser
héroe en su tiempo, una
«razón de estado de sí
mismo» con cuya guía
cualquiera que aspirase a
serlo alcanzase el grado de
manuscrito autógrafo en la Biblioteca
«varón máximo». Nacional de Madrid Primera edición de El héroe,
Huesca, Juan Francisco de
Larumbe, 1637.

m.rosso ♣2017_4
En El Político don Fernando el Católico (1640),
el jesuita diseñó en El Político la figura del perfecto
gobernante a partir del modelo panegírico del rey
Fernando, oráculo de la «buena razón de estado»
cristiana que supo conjugar prudentemente
sabiduría y fortaleza, dichos y hechos, cabeza y
puño.

“De una heroica educación sale un heroico


rey. Dura en la vasija largo tiempo el buen
o mal olor del primer licor que tuvo.
Ensaya el águila su generoso polluelo para
ser rey de las aves a los puros rayos del
sol. Críese un príncipe mirando siempre al
lucimiento, a los brillantes rayos de la
virtud y del honor”.

m.rosso ♣2017_5
El modelo de hombre barroco El Discreto, 1646.

• la prudencia es el eje orientador en la vida


• Junto con la astucia, es el requisito necesario
para triunfar en el mundo al revés
• Exalta la importancia de los libros para
educar
• La historia es el mejor modelo para aprender
• Utiliza las estaciones de la Naturaleza como
alegoría de la vida humana.
m.rosso ♣2017_6
Gracián, El Discreto XXV. Culta repartición de la vida de un discreto

Mide su vida el sabio como el que ha de vivir poco y mucho. La vida sin
estancias es camino largo sin mesones, pues ¡qué si se ha de pasar en
compañía de Heráclito! La misma naturaleza, atenta, proporcionó el vivir del
hombre con el caminar del sol, las estaciones del año con las de la vida, y los
cuatro tiempos de aquél con las cuatro edades de ésta.
Comienza la Primavera en la niñez alegre, tiernas flores en esperanzas
frágiles.
Síguese el Estío caluroso y destemplado de la mocedad, de todas maneras
peligroso, por lo ardiente de la sangre y tempestuoso de las pasiones.
Entra después el deseado Otoño de la varonil edad, coronado de sazonados
frutos, en dictámenes, en sentencias y en aciertos.
Acaba con todo el Invierno helado de la vejez: cáense las hojas de los bríos,
blanquea la nieve de las canas, hiélanse los arroyos de las venas, todo se
desnuda de dientes y de cabellos, y tiembla la vida de su cercana muerte. De
esta suerte alternó la naturaleza las edades y los tiempos.

Heráclito (544 a.C.) “Todo fluye, nada permanece”; “todo es inestable y mutable.

m.rosso ♣2017_7
Gracián, El Discreto XXV. Culta repartición de la vida de un discreto

…célebre gusto fue el de aquel varón galante, que repartió la comedia en tres jornadas,
y el viaje de su vida en tres estaciones. La primera empleó en hablar con los muertos.
La segunda con los vivos. La tercera consigo mismo. Descifremos el enigma:
Digo que el primer tercio de su vida destinó a libros; leyó, que fue más fruición que
ocupación; […] devoró libros, pasto del alma, delicias del espíritu. […] Aprendió todas
las artes dignas de un noble ingenio, […]. Previnose para ellas con una tan precisa
cuanto enfadosa cognición de lenguas; las dos universales: latina y española, que hoy
son las llaves del mundo; y las singulares: griega, italiana, francesa, inglesa y alemana,
para poder lograr lo mucho y bueno que se eterniza en ellas.
Entregóse luego a aquella gran madre de la vida, esposa del entendimiento y hija de la
experiencia, la plausible historia, la que más deleita y la que más enseña. […]
Empleó el segundo en peregrinar, que fué gustoso peregrino: segunda felicidad para
un hombre de curiosidad y buena nota. Buscó y gozó de todo lo bueno y lo mejor del
mundo; que quien no ve las cosas no goza enteramente de ellas: va mucho de lo
visto a lo imaginado: […].
La tercera jornada de tan bello vivir, la mayor y la mejor, empleó en meditar lo mucho
que había leído y lo más que había visto. […]
Es destinada la madura edad para la contemplación; que entonces cobra más fuerzas el
alma cuando las pierde el cuerpo; reálzase la balanza de la parte superior lo que
descaece la inferior. Hácese muy diferente concepto de las cosas, y con la madurez de
la edad se sazonan los discursos y los afectos.

m.rosso ♣2017_8
Oráculo manual y arte de prudencia, 1647.
• El Oráculo manual está constituido por 300 aforismos.
• Es «el libro de prosa más conceptista de toda la
literatura española. También uno de los textos más
difíciles» [Romera-Navarro].
• En el Oráculo se espejea el espíritu plural del barroco:
el estilo de sus 300 máximas es sobremanera denso
y de un laconismo conceptista que acude a la
antítesis, a la anáfora, a la paronomasia y, sobre todo,
a la elipsis hasta conseguir un efecto tan brillante
como oracular, que resalta el claro y sombrío
pesimismo.
• Gracián juega con el contraste entre la brevedad de lo
escrito y la ambición de su objetivo, el cual radica en
la comprensión plena de lo humano, de sus cambios,
de la significación a la vez permanente y variable de
la existencia.
No aguardar a ser sol que se pone. Máxima es de cuerdos dejar las cosas antes que
los dejen. Sepa uno hacer triunfo del mismo fenecer, que tal vez el mismo sol, a buen
lucir, suele retirarse a una nube porque no lo vean caer, y deja en suspensión de si se
puso o no se puso. Hurte el cuerpo a los ocasos para no reventar de desaires; no
aguarde a que le vuelvan las espaldas, que lo sepultarán vivo para el sentimiento y
muerto para la estimación [...].
m.rosso ♣2017_9
Gracián, Oráculo manual
Fortuna y Fama. Lo que tiene de inconstante la una, tiene de firme la otra. La primera
para vivir, la segunda para después; aquélla contra la envidia, ésta contra el olvido. La
fortuna se desea y tal vez se ayuda; la fama se diligencia; deseo de reputación nace
de la virtud; fue y es hermana de gigantes la fama; anda siempre por extremos: o
monstruos o prodigios; de abominación, de aplauso.

Saber con recta intención. Aseguran fecundidad de aciertos. Monstruosa violencia fue
siempre un buen entendimiento casado con una mala voluntad. La intención malévola
es un veneno de las perfecciones, y ayudada del saber malea con mayor sutileza.
¡Infeliz eminencia la que se emplea en la ruindad! Ciencia sin seso, locura doble.

Arte para ser dichoso. Reglas hay de ventura, que no toda es acasos para el sabio;
puede ser ayudada de la industria. Conténtanse algunos con ponerse de buen aire a las
puertas de la Fortuna, y esperan a que ella obre. Mejor otros, pasan adelante y válense
de la cuerda audacia, que en alas de su virtud y valor puede dar alcance a la dicha y
lisonjearla eficazmente. Pero bien filosofado, no hay otro arbitrio sino el de la virtud y
atención; porque no hay más dicha ni más desdicha que prudencia o imprudencia.
Atención al informarse. Vívese lo más de información: es lo menos lo que vemos;
vivimos de fe ajena; es el oído la puerta segunda de la verdad, y principal de la mentira.
La verdad ordinariamente se ve ; extravagantemente se oye; […] gran cuenta con quien
alaba, mayor con quien vitupera. Es menester toda la atención en este punto para
descubrir la intención en el que tercia, conociendo de antemano de qué pie se movió
m.rosso ♣2017_10
Arte de ingenio. Tratado de la agudeza,
1642. Agudeza y arte de ingenio, 1648.

m.rosso ♣2017_11
Gracián, Arte de ingenio, Tratado de la Agudeza

«Arte de ingenio, Tratado de la Agudeza» es la


obra más importante que hay sobre el
conceptismo (estilo literario que utiliza
conceptos, agudezas, paradojas y ambigüedad
al mismo tiempo que cultiva la creación de
imágenes complicadas y metáforas) y es uno de
los textos capitales de la crítica literaria barroca.
Gracián utilizó para ejemplificar su tratado
muestras de la poesía de conceptistas como
Quevedo y Jáuregui, pero también de
culteranistas como Góngora.

m.rosso ♣2017_12
Antonio Pérez Lasheras, « La literatura española en la Agudeza de Gracián », Bulletin
hispanique, 109-2, 2007: 545-587

• La Agudeza y arte de ingenio es una de las obras más complejas del Siglo de oro de
la literatura española.
• constituye una verdadera antología de textos –literarios y no literarios– que se
incluyen en la obra como modelos de imitación y como ejemplos paradigmáticos en
los que el lector ha de aprehender, intuitivamente, la esencia de lo agudo.
• se trata de una obra que el autor reescribió completamente y de la que se publicaron
dos versiones muy diferentes en seis años (1642, la primera, y 1648, la segunda), con
títulos distintos: Arte de ingenio. Tratado de la agudeza y Agudeza y arte de ingenio.
En este sentido, uno de los problemas de esta obra es que no tiene tradición en la
Literatura española y que, por lo tanto, no puede encuadrarse en un género concreto
ni en una línea determinada.
• la agudeza es sólo obra del ingenio, y lo que se propone es dotarla de arte, es decir,
de reglas, extraídas a partir de la observación (reflexión y definición). Hasta ahora –
viene a decirnos– la agudeza producía frutos surgidos del ingenio –de la naturaleza
de cada escritor–, sólo la retórica analizaba algunos instrumentos para expresarlos
cultamente, por eso pretende clasificar los modos en que se produce la agudeza y dar
ejemplos dignos de imitación; ejemplos variados, porque hay que atender a la
variedad de los frutos del ingenio

m.rosso ♣2017_13
Agudeza y arte de ingenio

Discurso II → definición - objeto de la agudeza


• «Consiste, pues, este artificio conceptuoso en una primorosa concordancia, en una
armónica correlación entre dos o tres cognoscibles extremos, expresada por un acto
del entendimiento».
• Se trata de «un acto del entendimiento que exprime la correspondencia que se halla
entre los objetos».
• Agudeza = conjugar belleza y verdad, ya que «No se contenta el ingenio con sola la
verdad, como el juicio, sino que aspira a la hermosura».
Discurso III: trata de la variedad
• la variedad es fuente de hermosura
• Distingue entre agudeza de perspicacia (natural y espontánea) y de artificio.

DISCURSO XI. DE LAS SEMEJANZAS QUE SE FUNDAN EN SENTENCIA


Lo satírico hace la semejanza plausible. Comparaba un discreto las mercedes de los
reyes al arrojar piedras; que las grandes se quedan allí cerca, caen a los pies, pero las
chinas van muy lejos.
Es gran fruto de una semejanza de éstas el desengaño y moralidad. Raro fue este
soneto de don Luis de Góngora, y nunca bastantemente apreciado: “Menos solicitó
veloz saeta”.

m.rosso ♣2017_14
El Criticón. Primera parte, El Criticón. Segunda parte, El Criticón. Tercera parte,
1651. 1653. 1657.

Novela alegórica o filosófica, cuyas tres partes se publicaron en 1651, 1653 y 1657. En
ella se mezclan narración y doctrina, personajes y crítica, símbolos y cultura.

m.rosso ♣2017_15
Se trata de la vida y peregrinación de dos protagonistas:
Andrenio, el hombre natural, y Critilo, el hombre cultivado,
avisado, prudente. Esta pareja emprende su viaje desde la Isla
de Santa Elena en busca de Felisinda, único amor de Critilo, y
como se descubrirá más tarde, madre también de Andrenio. El
viaje les llevará a España, Aragón, Francia e Italia, y en Roma
encontrarán fin y remate a sus aventuras, accediendo a la isla
de la inmortalidad.
Este universo novelesco, tan complejo y totalizante, representa,
es decir, alegoriza, toda la realidad del mundo, y está dividido
en crisis.
Los personajes son simbólicos y representan un vicio o una
virtud; cuando hablan o actúan lo hacen como representantes
de ese mundo al cual simboliza.

A QUIEN LEYERE
Esta filosofía cortesana, el curso de tu vida en un discurso, te presento hoy, lector
juicioso, no malicioso, y aunque el título está ya provocando ceño, espero que todo
entendido se ha de dar por desentendido, no sintiendo mal de sí. He procurado juntar lo
seco de la filosofía con lo entretenido de la invención, lo picante de la sátira con lo dulce
de la épica, […]. En cada uno de los autores de buen genio he atendido a imitar lo que
siempre me agradó: las alegorías de Homero, las ficciones de Esopo, lo doctrinal de
Séneca, lo juicioso de Luciano, las descripciones de Apuleyo, […].
m.rosso ♣2017_16
PRIMERA PARTE - CRISI PRIMERA
Náufrago Critilo encuentra con Andrenio, que le da prodigiosamente razón de sí

[…] Aquí, luchando con las olas, contrastando los vientos y más los desaires de su
fortuna, mal sostenido de una tabla, solicitaba puerto un náufrago, monstruo de la
naturaleza y de la suerte, cisne en lo ya cano y más en lo canoro, que así exclamaba
entre los fatales confines de la vida y de la muerte:
—¡Oh vida, no habías de comenzar, pero ya que comenzaste no habías de acabar! No
hay cosa más deseada ni más frágil que tú eres, y el que una vez te pierde, tarde te
recupera: desde hoy te estimaría como a perdida. Madrastra se mostró la naturaleza
con el hombre, pues lo que le quitó de conocimiento al nacer le restituye al morir: allí
porque no se perciban los bienes que se reciben, y aquí porque se sientan los males
que se conjuran. ¡Oh tirano mil veces de todo el ser humano aquel primero que con
escandalosa temeridad fió su vida en un frágil leño al inconstante elemento! […]
Fluctuando estaba entre uno y otro elemento, equívoco entre la muerte y la vida, hecho
víctima de su fortuna, cuando un gallardo joven, ángel al parecer y mucho más al obrar,
alargó sus brazos para recogerle en ellos, amarras de un secreto imán, si no de hierro,
asegurándole la dicha con la vida. En saltando en tierra, selló sus labios en el suelo
logrando seguridades, y fijó sus ojos en el cielo rindiendo agradecimientos. Fuese luego
con los brazos abiertos para el restaurador de su vida, queriendo desempeñarse en
abrazos y razones. No le respondió palabra el que le obligó con las obras: sólo daba
demonstraciones de su gran gozo en lo risueño, y de su mucha admiración en lo atónito
de el semblante. […]

* la palabra crisis expresaba cierto primor del entendimiento. m.rosso ♣2017_17


Los mitos de la caverna. La primera cueva: el origen [I, crisi I]
Andrenio le explica a Critilo su situación de absoluto desconcierto y le cuenta cómo la primera vez
que tuvo consciencia de su existencia ya se vio encerrado en una caverna.

La vez primera que me reconocí y pude hacer concepto de mí mismo me hallé


encerrado dentro de las entrañas de aquel monte que entre los demás se descuella,
que aun entre peñascos debe ser estimada la eminencia. Allí me ministró el primer
sustento una de estas que tú llamas fieras y yo llamaba madre, creyendo siempre ser
ella la que me había parido y dado el ser que tengo: corrido lo refiero de mí mismo. […]
Pero llegando a cierto término de crecer y de vivir, me salteó de repente un tan
extraordinario ímpetu de conocimiento, un tan grande golpe de luz y de advertencia,
que revolviendo sobre mí comencé a reconocerme haciendo una y otra reflexión sobre
mi propio ser: ¿Qué es esto, decía, soy o no soy? Pero pues vivo, pues conozco y
advierto, ser tengo. Mas, si soy, ¿quién soy yo? ¿Quién me ha dado este ser y para qué
me lo ha dado? Para estar aquí metido grande infelicidad sería. ¿Soy bruto como
éstos?
«Al igual que la pitagórica caverna de Platón, la de Gracián representa la ignorancia bestial, la
muerte del espíritu, esto es, una nocturna vida de sólo sueños sin lógos, que propiamente no
puede ser llamada vida.
Gracián también tiene muy presentes dos cuevas que aparecen en la Odisea:
1) la caverna de Polifemo que alegoriza el descenso de Odiseo al mundo, y 2) la caverna en la
que, al final de su periplo, se le aparece Palas Atenea en la playa de Ítaca representa el ingreso del
héroe en la Isla de la Inmortalidad y la Sabiduría. De la misma manera la salida de la primera
cueva del Criticón simboliza el ingreso del Hombre en el mundo. [I. Gómez de Liaño]
m.rosso ♣2017_18
El reparto del mundo [I, Crisi II)

Luego que el Supremo Artífice tuvo acabada esta gran fábrica del mundo, dicen trató
repartirla, alojando en sus estancias sus vivientes. Convocólos todos, desde el elefante
hasta el mosquito; fuéles mostrando los repartimientos y examinando a cada uno cuál
dellos escogía para su morada y vivienda. Respondió el elefante que él se contentaba
con una selva, el caballo con un prado, el águila con una de las regiones del aire, la
ballena con un golfo, el cisne con un estanque, el barbo con un río y la rana con un
charco. Llegó el último el primero, digo el hombre, y examinando de su gusto y de su
centro, dijo que él no se contentaba con menos que con todo el universo, y aún le
parecía poco. Quedaron atónitos los circunstantes de tan exorbitante ambición, aunque
no faltó luego un lisonjero que defendió nacer de la grandeza de su ánimo; pero la más
astuta de todos:
—Eso no creeré yo —les dijo— sino que procede de la ruindad de su cuerpo. Corta le
parece la superficie de la tierra, y así penetra y mina sus entrañas en busca del oro y de
la plata para satisfacer en algo su codicia; […]; y aún se queja de que todo es poco: ¡Oh
monstruosa codicia de los hombres!
Tomó la mano el soberano dueño y dijo:
—Mirad, advertid, sabed que al hombre le he formado yo con mis manos para criado
mío y señor vuestro, y como rey que es pretende señorearlo todo. Pero entiende, ¡oh
hombre! (aquí hablando con él), que esto ha de ser con la mente, no con el vientre,
como persona, no como bestia. Señor has de ser de todas las cosas criadas, pero no
esclavo de ellas: que te sigan, no te arrastren.

m.rosso ♣2017_19
El palacio de Falimundo (el engaño) [I, Crisi VIII)

Subieron a lo alto, que caía enfrente de las mismas ventanas de Falimundo. […]
Hacíase ojos Andrenio mirando hacia Palacio por ver si podía brujulear alguna realidad,
más en vano, que estaban las ventanas unas con celosías muy espesas y otras con
vidrieras.
—No ha de ser de ese modo —dijo el viejo—, sino al contrario, volviendo las espaldas,
que las cosas del mundo todas se han de mirar al revés para verlas al derecho.
Sacó en esto el espejo del seno y, desenvolviéndole de un cendal, púsose delante,
encarándole muy bien a las ventanas contrarias de Palacio.
—Mire ahora —le dijo—, contempla bien y procura satisfacer tu deseo.
¡Cosa rara y inaudita!, comenzó a espantarse y a temer tanto Andrenio, que casi
desmayaba.
—¿Qué tienes, qué ves? —le preguntó el anciano.
—¡Qué he de ver! Lo que no quisiera ni creyera. Veo un monstruo, el más horrible que
vi en mi vida, porque no tiene pies ni cabeza; ¡qué cosa tan desproporcionada, no
corresponde parte a parte, ni dice uno con otro en todo él!, ¡qué fieras manos tiene, y
cada una de su fiera, ni bien carne ni pescado, y todo lo parece! ¡Qué boca tan de lobo,
donde jamás se vio verdad! Es niñería la quimera en su cotejo: ¡qué agregado de
monstruosidades! ¡Quita, quítamele [de] delante, que moriré de espanto!

m.rosso ♣2017_20
La segunda cueva: Madrid, la lascivia [I, crisi XII]
Enamorado de la cortesana Falsirena, que decía ser su prima, Andrenio va a vivir en la vivienda de
esta nueva Circe, quien tras envolverle en la red de sus encantos hace de él su prisionero, en tanto
que el precavido Critilo visita el Escorial y Aranjuez. Al volver a la corte y encontrar cerrada y
abandonada la casa de la falsa prima, Critilo va a buscarle con la ayuda de Egenio, que representa
el ingenio que alumbra la necesidad. La cueva simboliza la muerte en vida a causa de la lascivia.
la mano de la amante-verdugo que ahoga y mata representa el amor lascivo que se despeña en
los abismos del tacto.

… apareció una puerta de una horrible cueva. Abriéronla, no sin dificultad, y divisaron
dentro, a la confusa vislumbre de un infernal fuego, muchos desalmados cuerpos
tendidos por aquellos suelos. Había mozos galanes de tan corto seso cuan largo
cabello; hombres de letras, pero necios; hasta viejos ricos. Tenían los ojos abiertos, mas
no veían. Otros los tenían vendados con mal piadosos lienzos. En los más no se
percibía otro que algún suspiro: todos estaban dementados y adormecidos, y tan
desnudos, que aun una sabanilla no les habían dejado siquiera para mortaja. Yacía en
medio Andrenio, tan trocado, que el mismo Critilo su padre le desconocía. Arrojóse
sobre él llorando y voceándole, pero nada oía; apretábale la mano, mas no le hallaba ni
pulso ni brío. Advirtió entre tanto Egenio que aquella confusa luz no era de antorcha,
sino de una mano que de la misma pared nacía, blanca y fresca, adornada de hilos de
perlas que costaron lágrimas a muchos, coronados los dedos de diamantes muy finos, a
precio de falsedades; ardían los dedos como candelas, aunque no tanto daban luz
cuanto fuego que abrasaba las entrañas.

m.rosso ♣2017_21
El reino de la verdad [III. Crisi III]

Estorbóles el proseguir un confuso tropel de gentes que, a todo correr, venían haciendo
por aquellos caminos, harto descaminados, al derecho y al través, atropellándose unos
a otros, y todos desalentados. […]
Hallábanse ya a la entrada de una ciudad por todas partes abierta; veíanse sus calles
exentas, anchas y muy derechas, sin vueltas, revueltas ni encrucijadas, y todas tenían
salida. Las casas eran de cristal, con puertas abiertas y ventanas patentes; no había
celosías traidoras, ni tejados encubridores. Hasta el cielo estaba muy claro y muy
sereno, sin nieves de emboscadas, y todo el hemisferio muy despejado. […]
Estaban ya para entrar, cuando repararon en que muchos, y gente de autoridad, antes
de meter el pie hacían una acción bien notable, y era calafatearse muy bien las orejas
con algodones; y aun no satisfechos con esto, se ponían ambas manos en ellas y muy
apretadas. […]
—[…] Advertid que la verdad en la boca es muy dulce, pero en el oído es muy amarga;
para dicha no hay cosa más gustosa, pero para oída no hay cosa más desabrida. No
está el primor en decir las verdades, sino en el escucharlas, y así veréis que a verdad
murmurada es todo el entretenimiento de los viejos: en esto gastan días y noches,
gustan mucho de decirla, pero no que se les digan. Y en conclusión, la verdad por
activa es muy agradable, pero por pasiva la quinta esencia de lo aborrecible: esto es, en
murmuración, no en desengaño.

m.rosso ♣2017_22
La Cueva de la Nada [III, crisi VIII]
Guiados por el Ocioso, que les promete llevarlos al más holgado país del mundo, nuestros
Peregrinos descienden a un prado lleno de delicias. Muchos rodean a un monstruo de gordura,
que da reglas de buen vivir y de acomodarse a todo con pasiva poltronería. Disgustado Critilo, se
lleva de allí a Andrenio. Llegan por fin a una tenebrosa gruta.
Llegaron después de haber paseado toda aquella dilatada compañía de la ociosidad,
los prados del deporte y campo franco de los vicios, a dar vista a una tenebrosa gruta,
boquerón funesto de una horrible cueva que yacía al pie de aquella soberbia montaña,
en lo más humilde de su falda, antípoda del empinado alcázar de la estimación honrosa,
opuesta a él de todas maneras; porque si aquél se encumbraba a coronarse de
estrellas, ésta se abatía a sepultarse en los abismos del olvido; allí todo era empinarse
al cielo, aquí rodar por el suelo, que para todo se hallan gustos, más de malos que de
buenos. Había la distancia de uno a otra que va de un extremo de altivez a otro de
abatimiento y vileza. Campeaba más la entrada cuanto más oscura y tenebrosa, que su
mismo deslucimiento la hacía más notable. Era muy espaciosa, nada suntuosa, sin
género alguno de sinmetría, basta y bruta; […] Estábaselo mirando Andrenio, poco
menos que aturdido; mas Critilo, solicitado de su mucha, aunque no ordinaria,
curiosidad, comenzó a inquirir qué cueva fuese aquélla. Aquí, el Honroso, sacando un
gran suspiro del profundo de su sentimiento, dijo:
—¡Oh cuidados de los hombres! ¡Oh cuán mucha es la nada! Sabrás, ¡oh Critilo!, que
ésta es aquélla tan conocida cuan poco celebrada cueva, sepultura de tantos vivos,
éste el paradero de las tres partes del mundo: ésta es, y no te escandalices, la Cueva
de la Nada.
m.rosso ♣2017_23
La cuarta cueva [III, crisi XI]
La cuarta cueva, ya en la vejez de los protagonistas, se encuentra en Roma, concretamente en el
Mesón de la Vida donde se hospedan. Se disponen a dormir cuando otro de los pasajeros que se
hospedan allí les advierte de que corren un gran peligro porque la Mesonera es una hechicera y
una asesina.
Y diciendo y haciendo, levantó una losa que estaba bajo de su mismo lecho: de modo
que la asechanza estaba inmediata a su descanso. Descubrióse un boquerón
espantoso y lúgubre, por donde les animó a bajar, yendo él delante; y a la luz de una
disimulada linterna los fue conduciendo a unas profundas cuevas, a unos soterráneos
tan inferiores que pudieran ser llamados con mucha razón infiernos. Allí les fue
mostrando un espectáculo tan crudo y tan horrendo que pudiera hacer estremecer los
huesos y dar diente con diente el solo imaginarlo. Porque allí vieron y conocieron todos
aquellos pasajeros que habían echado menos, aunque muy desfigurados, tendidos por
aquellos suelos. Estuvieron un gran rato sin poder hablar palabra, que aun para alentar
les faltó el ánimo, tan muertos ellos como los que yacían.

m.rosso ♣2017_24

También podría gustarte